Tema 1
Tema 1
Fundamentos teóricos de
la terapia dialéctico
conductual
Índice
Esquema 3
Ideas clave 4
1.1. Introducción y objetivos 4
1.2. La terapia dialéctico conductual como terapia de
tercera generación 5
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A fondo 21
Test 23
Esquema
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Es por ello que en este tema se desarrollarán las bases teóricas de la TDC, tanto su
encuadre dentro de las terapias de tercera generación como los modelos previos de
conocimiento de los que se ha servido para su desarrollo, y por supuesto su propia
teoría explicativa del TLP: la teoría biosocial.
Insatisfecha con los tratamientos que había recibido, y desde la comprensión «en sus
zapatos» de cómo se siente y qué necesita una persona con TLP, ideó un modelo de
intervención y de conceptualización del TLP que posee en la actualidad una amplia
fama mundial, llegando a ser hoy en día el más aceptado entre los clínicos y el más
avalado por la investigación científica.
Linehan no solo desarrolló una propuesta de tratamiento, sino que además elaboró toda
una teoría explicativa sobre el origen del TLP que sustenta la estrategia de intervención.
Para el desarrollo de la TDC y su teoría explicativa se basó en tres modelos teóricos, que
se explican a continuación.
La TDC se sirve más de las técnicas conductuales de la TCC que de las cognitivas para
promover el cambio, como son la exposición, el manejo de contingencias, la solución de
problemas y el entrenamiento en habilidades, que pretenden influir en la persona y en
su entorno. Son técnicas basadas tanto en el condicionamiento clásico como en el
condicionamiento operante. El condicionamiento clásico permite comprender la
asociación entre estímulos y conductas, mientras que el condicionamiento operante
permite entender los factores que influyen en el mantenimiento del problema.
Práctica zen
La aceptación radical implica el que la persona pueda permitirse ver la realidad tal y
como es en el momento presente, sin realizar ningún tipo de juicio de valor. La
aceptación también implica reconocer lo inevitable de los cambios, y sugiere la
conveniencia de no luchar contra ellos, sino de la adaptación permanente a estos.
Esto es así en el caso del TLP, en el que muchas de las conductas que son de riesgo son
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intentos ineficaces de manejar las emociones o de alejarse del sufrimiento (por ejemplo,
autolesiones, consumo de drogas, etc.). Por lo tanto, la aceptación de la realidad
permitiría reducir el sufrimiento añadido y buscar la manera de adaptarnos y manejar el
Filosofía dialéctica
La realidad es compleja y las totalidades están formadas por fuerzas opuestas en tensión
constante, tesis y antítesis (Swales y Heard, 2009). El desarrollo se produce cuando se
logra una síntesis entre estas fuerzas, de modo que el cambio es inevitable y continuo.
Establece que es posible adoptar posturas que puedan incluir visiones opuestas de la
realidad.
En el caso del TLP, su visión dicotómica en la manera de percibir a los otros y en sus
emociones serían fracasos para alcanzar una posición dialéctica que pudiera integrar las
polaridades que se consideran inherentes a la realidad y necesarias para el desarrollo de
una visión coherente de sí mismo y del mundo. Las personas con TLP tienen dificultades
para integrar visiones opuestas de la realidad, de manera que se mueven entre
categorías polarizadas y rígidas (García-Palacios y Navarro-Haro, 2016). Esta dificultad
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Análisis de conducta
Terapia cognitivo conductual Necesidad del cambio
Estrategias conductuales
Atención plena en los sentidos
Vivencia del momento presente, el «aquí y
Práctica zen
ahora»
Aceptación radical
Síntesis entre opuestos
Aceptación y cambio son posibles al mismo
Filosofía dialéctica
tiempo
Integración de uno mismo y del mundo
Modular las emociones de manera eficaz requiere de las siguientes habilidades (Delgado
et al., 2015):
económica, etc.).
De esta manera, el núcleo del problema de las personas con TLP sería la dificultad para
regular las emociones. Emociones que se perciben como desbordantes, impredecibles e
incontrolables, donde la tendencia de las personas con TLP es actuar «movidas por la
emoción» o evitar las emociones, dada su percepción de incapacidad para manejarlas.
Modelo diátesis-estrés
Cabe señalar que la mera presencia de un solo factor no determina el desarrollo de una
desregulación emocional grave, pero es necesario en mayor o menor medida para dar
lugar a esta. Cuanto mayor sea la vulnerabilidad biológica de la persona, menos
necesarias serán las experiencias ambientales para el desarrollo del TLP. Sin embargo,
una menor vulnerabilidad biológica será suficiente para el desarrollo de la desregulación
emocional, si las experiencias del ambiente invalidante son de la suficiente intensidad y
frecuencia. Por tanto, la existencia de la desregulación emocional no solo se deberá a la
presencia de ambos factores, sino también, y especialmente, a la transacción entre
ambos durante el desarrollo (Linehan, 1993b).
Vulnerabilidad biológica
La vulnerabilidad biológica, por tanto, se refiere a las características que «de nacimiento»
favorecen que en la persona se dé una mayor desregulación emocional. Estas
características se dividen en tres (Linehan, 1993b):
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Elevada sensibilidad ante los estímulos emocionales: supone que ante estímulos con
carga emocional las personas con esta vulnerabilidad biológica tendrían un umbral
más bajo para su detección, por lo cual podrían identificar estímulos emocionales más
fácilmente o con anterioridad que la mayoría de las personas. Se trataría de la
presencia de un sistema emocional hipersensible, excesivamente reactivo ante la
Por lo tanto, la vulnerabilidad biológica del TLP se refiere a un sistema nervioso que:
Tarda mucho más en calmar esta intensidad emocional y retornar a una línea base,
por lo que su predisposición biológica favorece la desregulación emocional y da
sentido a las estrategias de la persona, que pretenden evitar los estímulos
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Ambiente invalidante
Por tanto, la expresión emocional de una persona invalidada se movería entre los polos
de pasividad-sobreactuación, dado que son las dos maneras de expresión emocional que
pueden ser exitosas en su ambiente. La primera de ellas, relacionada con la represión
emocional, se trataría de una estrategia protectora ante un ambiente no respondiente.
La segunda, la expresión emocional intensa, sería la única comunicación ante la cual el
ambiente responde, aunque sea de manera ineficaz o intermitente. De esta manera se
conformaría una de las polaridades típicas del TLP: la relacionada con la inhibición y la
emotividad extrema (García-Palacios y Navarro-Haro, 2016).
No atender al llanto del niño. El mensaje que recibe es que su necesidad no será
satisfecha, por lo que, si esta respuesta es permanente, aprenderá que lo mejor es
reprimir las necesidades antes que verlas frustradas.
También es esperable que, ante un niño con el patrón reactivo típico de la vulnerabilidad
emocional, el entorno tenga más dificultades en validar sus respuestas emocionales, por
lo que las respuestas emocionales del niño potenciarían que su entorno respondiera de
manera invalidante.
Carey, B. (2011, June 23). Expert on Mental Illness Reveals Her Own Fight. The New York
Times.
https://www.nytimes.com/2011/06/23/health/23lives.html?pagewanted=all&_r=0
Entrevista del New York Times a Marsha Linehan, creadora de la TDC, en la que explica
su propia experiencia con el TLP.
Filosofía zen
Vídeo documental que profundiza en la filosofía zen de manera didáctica para facilitar
una mayor comprensión de sus principios y la práctica de los mismos.
Página web oficial del Instituto Linehan, donde se aporta información y recursos de
DBT y mindfulness, entre otros.
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estímulo detonante.