Tema 8. La Dictadura Franquista 21-22

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HISTORIA DE ESPAÑA. 2º Bachillerato. Curso 2020/21.

Profesor: PAULINO MENCHÉN ALMANSA

TEMA 8. LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)


1. Fundamentos ideológicos y evolución política.
2. Sociedad y economía en el franquismo. De la autarquía al desarrollismo.
3. La represión y la oposición política al régimen franquista. El papel de la cultura.

1.FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y EVOLUCIÓN POLÍTICA.

El 1º de abril de 1939, con el final de la guerra civil, se inicia una etapa de treinta y seis años de dictadura
de Francisco Franco, que basa su legitimidad en la victoria de una parte de los españoles sobre la otra. Esto
le otorgaba un poder absoluto para “construir el nuevo Estado y recuperar la España imperial y católica”.
El primer franquismo es la etapa de la autarquía y coincide con la Segunda Guerra Mundial, en la que
España no participa oficialmente. Una etapa marcada por el aislamiento del régimen, expulsado de los
organismos internacionales donde imperaba el hambre, la escasez y la represión contra quienes apoyaron la
causa republicana. A partir de 1953 el régimen se abre a la ayuda de EEUU y aplica una política económica
liberalizadora que culmina con los Planes de Estabilización se inicia así el segundo franquismo en 1959 que
acaba con la muerte del dictador en 1975.

La ideología franquista
La naturaleza política del régimen ha sido objeto de debate entre los historiadores. Unos lo identifican
claramente con los modelos fascistas europeos (Hitler y Mussolini) por la utilización de signos externos
totalitarios y por el papel que en principio tiene el partido único de la Falange en la sociedad de posguerra.
Otros lo consideran una simple dictadura militar con un especial protagonismo de la Iglesia, cosa que no
ocurre en Italia o Alemania. Para otros el franquismo es un sistema político reaccionario que nace contra las
iniciativas de laicas, descentralizadoras y reformistas que puso en marcha la república.

Los principios ideológicos del franquismo son:

 Antiliberaliberalismo y totalitaritarismo y por tanto niega los derechos de los ciudadanos. El


Estado es el representante de los “intereses supremos de la patria”, es centralista: prohíbe la
utilización de las lenguas vernáculas y cualquier autogobierno. Franco adopta el corporativismo
sindical (sindicatos verticales) y la identificación del partido único (el Movimiento Nacional) con el
Estado. El partido controla la vida familiar, municipal y provincial a través de La Sección Femenina, el
Frente de Juventudes, el Auxilio Social, etc.
 Nacional-catolicismo. La Iglesia cuenta con un presupuesto del estado, las altas jerarquías están
representadas en las Cortes franquistas y en el Consejo del Reino. Censura espectáculos, libros y
publicaciones. El jefe del estado puede presentar candidatos para obispos.
 Anticomunismo. Es un sistema contrarrevolucionario que niega los derechos a la clase trabajadora,
como el derecho a la huelga. La clase obrera sufrirá durante esta primera etapa una fortísima
represión. Cualquier intento democrático el régimen lo identificará con el comunismo.

Bases del sistema o “familias” del régimen.

 El ejército. Es la piedra angular del régimen. Participa en el Consejo de Ministros y en las Cortes,
además de gozar de un gran prestigio social. Esta desvinculado de alianzas militares internacionales,
dedicado al control de la vida interior del país y el orden público. Es un grupo social muy
conservador.
 La Falange. Es otro de los pilares del régimen. Con la derrota de las potencias del fascismo durante
la II Guerra Mundial, los sectores más radicales de la Falange son apartados del aparato del Estado
(Serrano Suñer).
 La Iglesia católica. La Iglesia dio en los primeros años del régimen un apoyo incondicional. Están
representados en las Cortes franquistas, controlan la enseñanza y dos de sus organizaciones están
integradas en el Consejo de Ministros. Por una parte, la Asociación Católica Nacional de
Propagandistas (ACNP) y por otra el OPUS DEI, organización creada por monseñor Escrivá de
Balaguer y reconocida por el Vaticano en 1943 y que domina el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC).

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 Los monárquicos franquistas. Civiles y militares que apoyaron el alzamiento nacional y ayudan a
Franco durante la guerra. Al acabar esta piden al dictador la vuelta al estado monárquico. Las tensas
relaciones entre el hijo de Alfonso XIII, Don Juan, y Franco se agravaron el con el Manifiesto de
Lausana (1945) en el que el heredero exigía la restauración de la monarquía constitucional. Franco
en 1947 define España como un reino, si bien asume la función como regente perpetuo y se reserva
la designación del futuro rey.

Evolución política

A) El primer franquismo (1939-1959).

Franco a partir del 1º de Abril de 1939 y durante la primera etapa de la dictadura (1939-1959), acumuló
más poder que ningún jefe de Estado en la España contemporánea. Es Generalísimo de los ejércitos, jefe
del partido único, controla el poder legislativo y recibe apoyo incondicional de la Iglesia católica.

Los primeros gobiernos, “azules” hasta 1945, están marcados por el protagonismo del ejército y de la
Falange y toda la parafernalia fascista. A nivel internacional España se declara neutral en la II Guerra
Mundial, a pesar de la identificación del régimen de Franco con el hitleriano y de la ayuda que éste le prestó
en la contienda española. Serrano Suñer, partidario de entrar en la guerra, se hace cargo de la diplomacia
española en 1940. Franco, apoya a las potencias del Eje y dispone que la División Azul, formada por
soldados y oficiales dirigidas por el general Muñoz Grandes, vaya a combatir con uniforme alemán en la
invasión de la URSS.
La entrada de EEUU en la guerra y los fracasos de las tropas del Eje, hacen que Franco se desvincule de
la causa alemana, retirando así a Serrano Súñer en 1942 y al año siguiente a la División Azul. Franco
intenta acercarse a los aliados manteniendo su discurso anticomunista y promulgando la Ley de Cortes.
Acabada la guerra el régimen intenta congraciarse con los aliados, aunque el Estado Español no es admitido
en la ONU y su régimen condenado por haber sido colaborador del fascismo. Se retiran los embajadores y la
frontera francesa queda cerrada desde 1946 hasta 1948. Las leyes básicas del régimen franquista se
aprueban durante este periodo:

 El Fuero del Trabajo (marzo de 1938) que regulaba las relaciones laborales y establece el
sindicalismo como vertical y único.
 Fuero de los Españoles (1945) Enumera derechos y la limitación de los mismos así como la
posibilidad de ser suspendidos total o parcialmente por decreto del gobierno.
 Ley de referendum Nacional (1945). Intenta dar la apariencia de representatividad popular. Esta ley
permite consultar a los ciudadanos mayores de veintiún años asuntos de “trascendencia”.
 Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947) España se declara como un Estado “social,
representativo” y “constituido como Reino” aunque el caudillo se reserva la capacidad e nombrar al
sucesor en la jefatura del Estado. El candidato debe ser de más de treinta años, ha de jurar las leyes
de la nación y los principios del Movimiento Nacional.
 Ley de principios fundamentales del Movimiento Nacional (1958). Esta ley reafirma los principios
ideológicos del régimen.
 Ley constitutiva de las Cortes (1942) Se establece una cámara única llamada de Procuradores
cuyos miembros son natos o elegidos por Franco (cincuenta procuradores). En 1966 se establece la
participación de los representantes de las familias y de los municipios (dos procuradores por
provincia, elegidos por los cabezas de familia y las mujeres casadas).

Los gobiernos de1945 a 1951, tienen que gestionar la autarquía económica y el aislamiento político
derivados de la nueva situación internacional creada al finalizar la II Guerra Mundial. A partir de 1951-1957,
con la llegada de Luis Carrero Blanco al ministerio de la Presidencia entraron en el gobierno los
tecnócratas del Opus Dei, con una tendencia mas moderna en lo económico, aunque conservadores en lo
político y social. La situación internacional, marcada por la guerra fría (crisis de Berlín y guerra de Corea)
beneficia al régimen franquista gracias a su declarado anticomunismo, logrando así salir del aislamiento
internacional. La política colaboradora con los Estados Unidos culmina con los acuerdos de 1953, por los
que España recibe fuertes ayudas económicas a cambio de establecer bases militares en suelo español.
La firma del Concordato con el Vaticano en 1953 que sustituía al de 1941 mantiene la confesionalidad
católica del Estado, exenciones fiscales al clero, se garantiza la presencia de la jerarquía católica en las
instituciones franquistas y el jefe del Estado mantiene la prerrogativa de la presentación de los obispos.

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En 1956, tras la independencia de Marruecos por Francia, España se retira del protectorado español y
reconoce a Mohamed V como rey de Marruecos. España se incorporaba como miembro de pleno derecho
en la Naciones Unidas en 1955.

B) El segundo franquismo (1959-1975).

El régimen franquista durante los años sesenta consigue consolidarse, sobreviviendo a la etapa de
autarquía, que con la ayuda de EEUU y de los organismos internacionales consiguen liberalizar la economía
española. En 1959 visitó España el presidente norteamericano Eisenhower, con esto Franco conseguía un
cierto respaldo internacional tras años de aislamiento. La apertura del régimen en la escena internacional en
1953 y 1955 supone su propia supervivencia.
En estos años se manifiestan dos posturas políticas dentro de los franquistas. Los aperturistas quieren
algunas reformas políticas y los inmovilistas no quieren cambios políticos, sólo económicos.

 Medidas económicas y obras públicas: Primer Plan de Desarrollo (1963); liberalización en la


instalación de industrias; ley de convenios, plan de autopistas nacionales, plan de firmes de
carreteras y trasvase Tajo-Segura.
 Ley de Bases de la Seguridad Social, tendente a la universalización de la atención sanitaria.
 Creación Tribunal de Orden Público (TOP), que juzga los delitos políticos.
 La Ley de prensa de 1966, elaborada por Manuel Fraga, una ley liberal dentro del franquismo;
desaparece la censura previa, pero se articula toda una serie de medidas (multas, secuestro de
publicaciones) para defender la imagen del régimen y la moral.
 Ley Orgánica del Estado de 1967(LOE). Unifica y coordina las seis leyes fundamentales anteriores, y
define el régimen como una democracia orgánica, en la que la representación no la ejercen los
ciudadanos de forma individual, sino la familia, el municipio y el sindicato. El jefe del Estado y el
presidente del gobierno aparecen como cargos separados y con funciones especiales. Las Cortes
aumentan el número de miembros a 568, de éstos 108 eran elegidos, por primera vez por elección
directa por los cabezas de familia y mujeres casadas.
 Ley General de Educación de 1970 que prolonga la educación obligatoria (EGB) hasta los catorce
años.

En julio de1969 Franco, amparándose en la Ley de Sucesión de 1947, decide nombrar al Príncipe Juan
Carlos de Borbón su sucesor a título de rey. El príncipe de España jurará los Principios Fundamentales del
Movimiento en julio de 1969.
Esta etapa acaba con el enfrentamiento entre aperturistas, como Fraga y Solís, y autoritarios y tecnócratas
como Carrero Blanco y miembros del Opus Dei. El motivo de esta tensión es el escándalo financiero del
régimen, el llamado caso MATESA (empresa acusada de un uso indebido de créditos oficiales). El caso se
politiza y Carrero Blanco es nombrado como vicepresidente en septiembre de 1967.
En diciembre de 1970 se celebra el llamado Proceso de Burgos un consejo de guerra contra dieciséis
miembros de ETA que son defendidos por abogados que representan al conjunto de la oposición. Seis de
ellos son condenados a muerte lo que provoca la solidaridad del País Vasco, con gran presencia de la Iglesia,
y el resto de España. A nivel internacional interviene el papa Pablo VI, pidiendo clemencia, consiguiendo la
conmutación de las penas de muerte por las de prisión. La oposición empieza a dar muestra de una mejor
organización así como ganan en apoyos las candidaturas de Comisiones Obreras (CCOO) en las elecciones
sindicales.
En junio de 1973 es designado presidente del gobierno el almirante Luis Carrero Blanco, con ministros
inmovilistas y del Opus Dei. Queda así separada la jefatura del estado respecto de la presidencia del
gobierno. El debate político se centra en asegurar la transición a la “monarquía del 18 de julio” ante la
degradación física del jefe del Estado. El 20 de diciembre de 1973, fecha señalada por el Tribunal de Orden
Público para celebrar el juicio a la coordinadora de CCOO, un comando de ETA acaba con su vida. Su muerte
supone la desaparición del “delfín” de Franco y la crisis final del régimen.
El desarrollo económico debía ir acompañado de mayores cotas de libertad cosa que el régimen no estaba
dispuesto a conceder. A partir de 1970 la decrepitud de Franco coincidió con la agonía del régimen. Con la
muerte del dictador el 20 de noviembre de 1975 acaba el régimen y empieza una transición difícil, pero
posible, hacia la libertad.

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2. SOCIEDAD Y ECONOMÍA EN EL FRANQUISMO. DE LA AUTARQUÍA AL DESARROLLISMO.
La guerra civil tuvo unos efectos devastadores tanto demográficos como económicos. El alto número de
muertos, heridos, mutilados, exiliados o represaliados constituyó un drama humano sin precedentes. La
economía había quedado dañada y la red de transportes, comercial y productiva estaba desarticulada. Las
medidas tomadas por el gobierno, inspiradas en el modelo fascista italiano, agravaron la situación. A partir de
1951 la situación mejoró, aunque la estructura económica se mantuvo hasta el plan de estabilización de 1959.
La autarquía
Al acabar la Guerra Civil España queda al margen del Plan Marshall y no puede reconstruirse como los
países europeos. La población ve disminuida su renta, la escasez y el racionamiento de alimentos. España
se constituye como un país autárquico, siguiendo el modelo económico fascista. La economía se dirige
hacia la autosuficiencia, asegurando a la burguesía el mercado interior y estableciendo fuertes limitaciones a
las importaciones. El régimen impuso su política económica tras la guerra con un marcado carácter
nacionalista y estatal. La autosuficiencia será relativa, dada la dependencia española de materias primas del
exterior y por las malas cosechas de cereales que coinciden con un periodo de gran sequía.

Principales iniciativas de la autarquía:

 Creación del Servicio Nacional del Trigo en 1937, que impone a los agricultores la entrega de
cupos obligatorios al estado, que los compra a precios bajos. Esto tiene consecuencias negativas ya
que desanima la producción y desvían importantes cantidades al mercado negro.
 Ley de Protección y Fomento de la Industria Nacional y la Ley de Ordenación y Defensa de la
Industria Nacional. La economía quedaba supeditada a los intereses políticos de corte fascista y
antiliberal, bajo la dirección de hombres escasamente preparados. La producción industrial
experimentó un gran retroceso y es intervenida por el Estado.
 Instituto Nacional de Industria en 1941 (INI) con el fin de articular, fomentar y nacionalizar la
industria, prestando especial atención a la militar. Realizaba inversiones allí donde no llegaba la
iniciativa privada. Surgieron empresas como IBERIA, ENSIDESA, ENASA o SEAT. Al mismo tiempo
se nacionalizaban la telefónica (CTNE) y los ferrocarriles (RENFE). No se escatimaron subvenciones
porque estaba en juego el prestigio del régimen.
 Instituto Nacional de Colonización de 1939 (INC) que dependía del ministerio de Agricultura y era
el encargado de instalar campesinos en tierras nuevas de regadío, nacieron así los pueblos nuevos
para intentar aumentar la población agraria. El atraso técnico, la falta de abonos, el paro encubierto y
las medidas autárquicas, a lo que se sumó una grave sequía, provocaron una disminución de la
producción.
La agricultura fue la gran perjudicada de la política autárquica, recibió pocas ayudas y no hubo ningún
proyecto de reforma agraria. Al contrario, las tierras colectivizadas durante la República se devolvieron a sus
dueños. Hasta 1951 no llegan las primeras medidas liberalizadoras, tras una gran cosecha que acaba con el
racionamiento del pan y permite la rebaja de los precios agrarios, y por tanto el aumento de la demanda de
los productos industriales. Esto, junto con la llegada de la ayuda norteamericana, supone un importante
crecimiento industrial entre 1953 y 1957.
En esta década se pusieron en marcha planes integrales para mejorar la terrible situación social del campo
español con el desarrollo de regadíos, la construcción de viviendas, la extensión de la red eléctrica, etc.
Destacaron los planes de Badajoz en 1952 y de Jaén en 1953.
Las consecuencias de la política económica autárquica del régimen fueron negativas. Según los analistas
cabe hablar de los «malogrados años cuarenta». Lejos de recuperar el nivel de vida anterior a la guerra, la
situación se deterioró más. La disminución de la producción agrícola provocó una creciente escasez de alimentos
y el alza continuada de los precios. La repercusión sobre las capas sociales más pobres fue grave y se implantó
en muchos lugares una economía de subsistencia y de trueque de carácter precapitalista.
La población, rural y urbana, se empobreció y se alcanzaron niveles de pobreza extremos. La escasez de
alimentos propició la aparición de enfermedades y el aumento de la mortalidad, especialmente entre los niños y
las personas más débiles. Hubo mucha hambre, más incluso que durante el tiempo de la guerra. El régimen
utilizó Auxilio Social como solución de choque a la falta de comida a través de comedores para niños y gente
muy necesitada. Además de su función caritativa, Auxilio Social fue también un factor importante de
adoctrinamiento católico, sindical y falangista.
La escasez de alimentos obligó muy pronto al gobierno a imponer el racionamiento y a distribuir entre la

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población cartillas de racionamiento a partir de mayo de 1939 y vigentes hasta 1952.El racionamiento
suponía, por tanto, la regulación ejercida por las autoridades sobre alimentos y otros bienes. La escasez de
alimentos fue en aumento y el desabastecimiento propició la aparición de un mercado negro, basado en la
especulación, conocido como estraperlo. El hambre de muchos enriqueció a unos pocos, próximos al régimen,
dejando patente la injusticia de la situación y la corrupción del propio sistema.
A pesar de todo a partir de 1950 la tónica general de la economía española fue de crecimiento. Mejoró el
empleo, aunque los salarios siguieran bajos. Las gentes sobrevivían a merced del doble empleo. Hubo
mejoras sanitarias y en los seguros sociales. La seguridad social avanzó con lentitud, al ritmo del
crecimiento económico. El seguro de vejez se estableció en 1939, aunque no llegó a los trabajadores
agrícolas hasta 1943 y con prestaciones muy bajas. En diciembre de 1943 se estableció el Seguro
Obligatorio de Enfermedad para prestar atención médica gratuita a los trabajadores. También se
construyeron viviendas con precios asequibles “casas baratas” en los núcleos urbanos.

El Desarrollismo. Planes de estabilización y de desarrollo.

Las medidas liberalizadoras del gobierno de tecnócratas en 1959 posibilitaron la transformación del
sistema productivo, que se materializó en un mayor nivel de vida para los españoles. El crecimiento fue
posible gracias a que los países desarrollados absorbieron nuestro excedente de mano de obra
(emigración), invirtieron sumas importantes en España y nos aportaron divisas y turistas.
El fin de la autarquía se produce con la aprobación del Decreto-Ley de Nueva Ordenación Económica de
julio de 1959, conocido como Plan de Estabilización, con las ayudas crediticias de los organismos
internacionales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y Estados Unidos financiaron la nueva política
económica del gobierno, concediendo préstamos por valor de 544 millones de dólares. A partir de finales de
1960 se empiezan a notar los efectos positivos de estas medidas favorecedoras de la expansión y que
constituyeron el inicio del desarrollo. El llamado en la prensa “milagro español” se consiguió gracias a los
Planes de Desarrollo. Al año siguiente se promulgó el primer Plan de Desarrollo para 1964-1967, al cual
le seguirían dos más (1968-1971 y 1972-1975). Estos se sustentan en tres pilares: las inversiones
extranjeras, los ingresos obtenidos por turismo y las remesas de divisas que enviaban los emigrantes.
Los planes de desarrollo se centraron en la industria, que experimentó un crecimiento rápido en los
sectores automovilístico, siderúrgico y químico. Su objetivo era superar las deficiencias estructurales en
general y favorecer las zonas menos industrializadas a través de la creación de los polos de desarrollo que
daban ventajas fiscales y estructurales para atraer la inversión privada a las zonas geográficas mas
desfavorecidas. Sin embargo los beneficios se invirtieron en las zonas más seguras y rentables, País Vasco,
Valencia, Madrid o Cataluña, y perjudicando a las regiones más atrasadas como Andalucía, Extremadura,
Castilla-La Mancha, Murcia y Galicia.
 La producción industrial española se triplica, destacando la industria automovilística, con el SEAT 600
como coche emblemático del periodo, la farmacéutica, la química, electricidad, metálicas y construcción
naval.
 Las inversiones extranjeras se convierten en factor determinante para la creación de grandes
empresas, 20 % de la población activa del sector industrial. El comercio presenta mayor actividad al
reducir con el nuevo arancel de 1960, las cargas sobre los productos importados hasta un 16%. El
aumento de las rentas estimula tanto las importaciones como las exportaciones.
 La emigración, cuatro millones de españoles se desplazaron a las zonas de crecimiento industrial y al
extranjero. Así se redujo la mano de obra que existía en el campo y se elevaron los salarios rurales y un
proceso de modernización del campo. Los emigrantes procedían en su mayoría de zonas rurales y eran
hombres jóvenes. Las divisas que enviaban a España (1260 millones de dólares en 1973) se convirtieron
en una de las bases del desarrollo. El destino de los emigrantes era Francia, Gran Bretaña, Alemania,
Suiza y Bélgica. La emigración a América descendió, a la vez que aumenta la emigración a Australia. Los
emigrantes entraron en contacto con la Europa democrática, con libertad de expresión, sindicatos libres y
sistemas de educación y formación profesional abiertos a todos. Eso hizo que muchos empezasen a
cuestionar por qué España seguía siendo diferente.
 El Crecimiento de las ciudades con la llegada masiva de población en busca de empleo. Así se
desarrollaron barriadas obreras con viviendas de baja calidad y escasos servicios sociales, que
mantenían la marginación de los recién llegados.
 El turismo, mientras los españoles emigraban a Europa en busca de trabajo, los europeos acudían a
España como turistas. Atraídos por los precios bajos, llega a España un turismo masivo (6 millones en
1960, 24 millones en 1970), que provoca la modificación de la estructura productiva y del paisaje, en
muchos casos degradado severamente. Los ingresos por turismo compensaron la balanza comercial.

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 La evolución demográfica española esta marcada por el crecimiento de la población que pasa de 30
millones en 1960 a 34 en 1973. La política del régimen fomentaba la natalidad a través de premios
nacionales de natalidad a las familias con muchos hijos. La tasa de natalidad alcanza el máximo del 21%
en 1965, es el llamado baby boom a la española. Paralelamente disminuye la mortalidad y aumenta la
esperanza de vida (en 1940 era de 47 años en los hombres y en 1970 pasa a 70). España se convirtió
en los años sesenta en una sociedad industrial, a medida que disminuye la población del sector agrario.
La España rural daba pasó a una España urbana más abierta, libre y plural. Aumentó la población
escolarizada gracias a la Ley de Educación de Villar Palasí (1970) que extendía la educación obligatoria
hasta los catorce años.
Los españoles de los años sesenta disfrutaban de unos ingresos mas elevados y pudieron acceder a la
sociedad de consumo: vacaciones pagadas, electrodomésticos (lavadora, nevera, televisión) e incluso
automóvil (el SEAT 600). El consumismo fomentaba valores materiales y ponía en crisis los valores
tradicionales (la familia, la religiosidad, la obediencia, la patria) socavando algunos de los principios del
régimen. La juventud, ajena a los discursos sobre la guerra civil, acogía con entusiasmo todo lo que
llegaba del extranjero, lo que aumentaba la sensación de ser una excepción en el continente. La protesta
universitaria durante la década de los sesenta demostraba que buena parte de los jóvenes no aceptaba la
dictadura, y que cada vez menos intelectuales.
 La Iglesia católica. Aunque en general había sido un gran apoyo para el franquismo, la situación cambió
tras el Concilio Vaticano II (1962-1965), iniciado por Juan XXIII. En España, el concilio alentó a grupos
de sacerdotes y seglares al compromiso político, incluso colaborando con partidos de izquierda. Era la
época de los nuevos curas, que actuaban en barriadas obreras de inmigrantes, y de los cristianos por el
socialismo, que reaccionaban contra la descristianización de la sociedad especialmente en las barriadas
de las ciudades. El papa Pablo VI había hecho públicas sus peticiones de clemencia ante las condenas
de muerte del régimen. El abad de Montserrat había denunciado la dictadura en el diario francés Le
Monde (1963). Sacerdotes vascos y catalanes criticaban en sus homilías la dictadura y denunciaron la
tortura.
 El papel de la mujer cambió por su formación e incorporación al mundo laboral representando en 1970
el 17,9% de la población activa (en Europa era el 33%). Se modificaron también sus hábitos, actitudes
morales y su idea de la familia un poco menos tradicional.

3. LA REPRESIÓN Y LA OPOSICIÓN POLÍTICA AL RÉGIMEN FRANQUISTA. EL PAPEL DE LA


CULTURA.

La represión y el exilio
El miedo a la represión político-militar al acabar la guerra empujó a muchos españoles al exilio. Los que
optaron por quedarse en España se expusieron al rigor de la represión en caso de haber militado en el bando
republicano. Hubo quienes no quisieron exiliarse ni rendirse y se escondieron o se refugiaron en los montes,
los maquis, iniciando una primera ofensiva contra el régimen hasta 1944.
El Estado policial impidió cualquier oposición eficaz durante la década de los cuarenta. Cuando la guerra
entraba en su fase final, los defensores de la república empezaron a abandonar España, en torno a 500.000,
para evitar las represalias de los vencedores. Algunos marcharon al norte de África, pero la mayor parte pasó
a Francia, donde fueron instalados en campos de concentración en condiciones humillantes e infrahumanas en
la zona del sudeste (Argelés, Saint Cyprien.). Al iniciarse la Segunda Guerra Mundial alrededor de 200.000
exiliados volvieron a España acogiéndose a un indulto limitado. Entre los que se quedaron, hubo quienes se
sumaron a la resistencia francesa para luchar contra el nazismo. De ellos, algunos acabaron en campos de
concentración como Mauthausen, Dachau o Treblinka. Los que pudieron se embarcaron rumbo a Chile,
Argentina, Cuba, Santo Domingo y sobre todo México,
En febrero de 1939 se publicaba la Ley de Responsabilidades Políticas que, con efecto retroactivo,
llegaba hasta 1934. Según esta ley los vencidos no cabían ni eran admitidos en la «nueva España». En 1940
se aprobaba la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo y al año siguiente la Ley de
Seguridad del Estado.
El número de presos fue muy alto, muchos víctimas inocentes de la venganza, de la injusticia y de la
delación interesada. Entre ellos, había numerosos militares o soldados republicanos. Se habilitaron cárceles
especiales: campos de concentración, plazas de toros, escuelas, cines y conventos, para acoger a tanto preso en
condiciones humillantes y míseras. La tortura, los apaleamientos y las muertes eran frecuentes. Iguales sufri-
mientos padecieron quienes aceptaron la redención de penas por trabajo, los llamados «esclavos de
Franco». De entre los prisioneros, más de 30.000 fueron ejecutados. Otros permanecieron presos muchos

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años y algunos quedaron libres provisionalmente por falta de espacio. Durante la década de 1940 hubo una
media anual de casi 100.000 presos en las cárceles españolas, frente a los 10.000 de la época de la
Segunda República.
Los sospechosos que permanecieron en libertad fueron depurados por sus ideas, especialmente los
funcionarios, empleados de instituciones e intelectuales. Cualquiera que hubiera tenido relación con la
república era peligroso y se le apartaba de toda responsabilidad pública. El profesorado universitario, de
institutos de enseñanza media y magisterio fue depurado desde 1936 de forma amplia y sistemática. Al
menos un 25 % de los maestros fueron apartados de su trabajo, numerosos institutos fueron cerrados y algunos
rectores universitarios fusilados. El 30 de abril de 1940 el SEU dirigió un auto de fe en la Universidad Central de
Madrid para una quema pública de libros al estilo nazi. El acto, cargado de simbolismo, perseguía destruir la anti-
España para restablecer la España eterna basada en los valores morales y religiosos del catolicismo más
conservador. El miedo se adueñó de la sociedad española, que se acostumbró a ver, oír y callar. Franco
mantuvo interesadamente viva la división de las dos Españas. Se premió a los fieles, se persiguió a los disidentes
y se prohibieron las peculiaridades regionales como la lengua o el folclore.

La oposición

Durante los primeros años de la dictadura, la oposición al régimen en la clandestinidad sufrió un férreo control
militar y policial. La oposición política, desarticulada desde 1939, sufre una gran represión.

 El maquis. Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, con la derrota fascista, crecieron las esperanzas
de los exiliados republicanos de derribar el régimen con la ayuda de los aliados. Con este fin, comunistas,
principalmente, y anarquistas llevaron a cabo actuaciones de guerrilla (el maquis) en algunas zonas de
España desde el Valle de Aran hasta el Levante, las sierras del sur de Tarragona, Teruel, Castellón,
Valencia y Cuenca, al igual que en Asturias, Galicia o Sierra Morena. Las acciones aisladas se
desarrollaron en zonas rurales y montañosas y fueron magnificadas por Radio Pirenaica. Las guerrillas
contaron con escasa participación de la población, que fue sometida a estrecha vigilancia, y fueron
reprimidas por la Guardia Civil y el ejército amparados por la Ley de Represión del Bandidaje y el
Terrorismo (1947). El momento de mayor actividad guerrillera comprendió los años 1946-47. Hacia 1951-
1952 la guerrilla desapareció.
 El Partido Comunista de España (PCE) orienta su estrategia apoyando el maquis y creando un
organismo político unitario: la Unión Nacional. En 1944 intenta en el valle de Arán una incursión con
combatientes españoles que han participado el la liberación de Francia. En 1948 el partido acaba con
su lucha guerrillera y se dedica a la reorganización del partido dentro de España con múltiples
detenciones. Sus dirigentes más significativos fueron Santiago Carrillo y Dolores Ibárruri, La Pasionaria.
 Los monárquicos defienden la devolución del poder al hijo de Alfonso XIII, Don Juan de Borbón, quien
ante la inminencia del fin de la guerra mundial publica en marzo de 1945 el Manifiesto de Lausana en
el que le propone a Franco que renuncie al poder y reinstaure la monarquía, que tendría un carácter
liberal. Franco responde con la retirada de los ministros monárquicos del gobierno. Años después Don
Juan lo vuelve a intentar, en la entrevista del yate Azor de agosto de 1948, consiguiendo solo que el
príncipe Juan Carlos se eduque en España.
 Los socialistas (PSOE) se reorganizan. Su política anticomunista les lleva a fundar en Toulouse, la
Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas, formada por Izquierda Republicana, Unión Republicana,
Ezquerra, CNT y UGT, como forma de equilibrar la influencia de los comunistas en la Unión Nacional.
Indalecio Prieto representa la línea política del PSOE orientada a establecer contactos con las
cancillerías occidentales para propiciar un acuerdo con Don Juan de Borbón. Sus entrevistas con Gil
Robles culminan con el Pacto de San Juan de Luz, agosto de 1848, lo que supone un acto fallido.

A lo largo de los años sesenta la oposición al franquismo copó todos los sectores. A la oposición tradicional
de izquierdas se sumó la de las nuevas generaciones que no habían vivido la guerra civil y sectores
católicos. El régimen, asentado con la etapa de crecimiento económico, mantuvo el inmovilismo y su
carácter represivo, aunque suavizó la persecución en comparación con la época de la posguerra.
El crecimiento económico de los años sesenta no fortaleció el régimen como pensaban sus defensores, más
bien lo fue minando a través de los partidos clandestinos y de sus organizaciones sindicales. Su labor fue
muy importante en las manifestaciones callejeras y de formación de asociaciones de vecinos, culturales,
religiosas e incluso militares.

 El nuevo movimiento obrero creció y se hizo fuerte en torno a las Comisiones Obreras (CCOO) de
inspiración comunista, aunque abiertas a todos los sectores e ideologías. La organización fue

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perseguida, declarada ilegal y sus dirigentes procesados y encarcelados. Otras organizaciones
cristianas como la HOAC, JOC y USO, colaboran con el sindicalismo ilegal.
 La cultura, los estudiantes universitarios y la propia Universidad reivindicaron la democratización de la
sociedad española. El aumento de estudiantes, su mayor concienciación política, la ausencia de
libertades y las pobres condiciones laborales de parte del profesorado, convirtieron a la universidad en
un foco antifranquista. Intelectuales y artistas se unieron a estas protestas contra el régimen creando
una serie de alternativas a la cultura oficial entre las que destaca la música de la canción protesta de los
llamados cantautores que en sus canciones hacían una reivindicación de la libertad y la democracia.
 El distanciamiento de la Iglesia cada vez más independiente del régimen. Algunos sectores
eclesiásticos comprometidos con la libertad y los derechos humanos participaron en organizaciones
políticas y sindicales. Las relaciones con la Iglesia se enfriaron y en ocasiones fueron muy tensas. El
nombramiento de monseñor Vicente Enrique y Tarancón, como presidente de la Conferencia
Episcopal Española, de talante liberal y reconciliador irrita a los inmovilistas del régimen (bunker).
 El Partido Comunista (PCE) que pretendió dirigir y monopolizar la oposición con sus llamamientos a la
reconciliación nacional. En 1960 en Praga, es elegido secretario general Santiago Carrillo, que
confirma durante los siguientes años la estrategia de colaboración entre todas las fuerzas
antifranquistas.
 El PSOE, dividido empezó a organizarse a partir del Congreso de Suresnes, en 1974. En los años
sesenta se constituyó la unión de Fuerzas Democráticas, formadas por organizaciones de izquierdas.
Enrique Tierno Galván, expulsado del PSOE, fundó el Partido Socialista del Interior (PSI) en 1968.
En 1970 un grupo de jóvenes militantes provenientes del socialismo sevillano (Felipe González, Alfonso
Guerra y Luis Yañez) consiguieron imponer sus tesis y formar una nueva dirección del partido.
 Surgieron también organizaciones de extrema izquierda de orientación maoísta, marxista-leninista o
trostkista (ORT, LCR, MC) incluso algunas claramente terroristas, como el FRAP.

La oposición al régimen fue invitada al IV Congreso del Movimiento Europeo reunido en Munich en junio
de 1962. Los asistentes españoles elaboraron una declaración a favor de la democracia, la condena del
régimen, y de que hubiera libertades políticas en España antes de que fuera aceptada en la Comunidad
Económica Europea. La prensa de la época la calificó como el “Contubernio de Munich”. El gobierno,
irritado, reaccionó con dureza contra los participantes, unos fueron encarcelados y otros desterrados.
Franco aprovechó para formar un nuevo gobierno de aspecto mas abierto, con renovadores como Manuel
Fraga, pero la ejecución de Julián Grimau en 1963 demostró que todo continuaba igual. El régimen encontró
muchos frentes abiertos y hecho mano con frecuencia a estados de excepción y de la represión.
Los movimientos nacionalistas se enfrentaron al centralismo del régimen franquista. En Cataluña. en 1971
Izquierda Republicana de Cataluña y Convergencia Democrática de Cataluña crearon la Asamblea de
Cataluña, con un claro contenido reivindicativo nacionalista. En el País Vasco el PNV quedaba postergado
ante el terrorismo de ETA (Euskadi ta Askatasuna, es decir, Euskadi y Libertad). Los actos terroristas de
ETA comenzaron en 1962 y provocaron una fuerte represión policial en las tres provincias vascas, con
frecuentes estados de excepción.

La agonía del franquismo (1969-1975)

El periodo de la dictadura llegaba a su fin en una sociedad que reclamaba libertades. Su respuesta era la
represión policial y el inmovilismo. El franquismo mostró incapacidad para evolucionar. Así lo puso de
manifiesto en el proceso de Burgos (1970), juicio que condenó a muerte a 16 miembros de ETA por el
asesinato de un policía. Ante la oleada de protesta en España y fuera de ella, el régimen respondió con la
represión y el estado de excepción, aunque el dictador se vio obligado a indultar a los condenados para
evitar el aislamiento internacional.
La evidencia de la crisis aumentó la conflictividad laboral, la presencia de la oposición, primero a través
de la Junta Democrática de España y después la Plataforma de Convergencia Democrática, la tensión
con la Iglesia y las voces de los disidentes dentro del propio ejército que formaron la Unión Militar
Democrática (UMD) a mediados de 1974.
En 1973 Franco separaba por primera vez la jefatura del Estado de la del gobierno y nombraba a Luís
Carrero Blanco presidente del gobierno. Pocos meses después, el 20 de diciembre, Carrero Blanco fue
asesinado en un atentado de la banda terrorista ETA. Desaparecía así la única figura capaz de mantener la
unidad del sistema y darle continuidad. Franco nombró a Carlos Arias Navarro, conservador, como nuevo
presidente del gobierno. El 12 de febrero expuso ante las cortes su programa, prometiendo la apertura del
régimen. Se habló del “espíritu del 12 de febrero” como una esperanza de cambio, que nunca llegó.

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El gobierno de Arias Navarro tuvo que hacer frente a la crisis económica de 1973 (crisis del petróleo), al
orden público, al terrorismo, y a los aires de libertad procedentes de la vecina Portugal, que, con su
“revolución del los claveles” ponía fin a la dictadura de Salazar.
La ejecución del anarquista Puig Antich, acusado de la muerte de un policía, y el arresto del obispo de
Bilbao reflejaron la tensa situación política.
El envejecimiento de Franco le impedía ejercer el poder de forma directa, aún así en septiembre de 1975
eran ejecutados dos miembros de ETA y tres del FRAP. A pesar de la movilización internacional, Franco no
concedió el derecho de gracia. Trece países retiraron sus embajadores y de nuevo se evidenció el
aislamiento del régimen. El 1 de octubre surgía otro grupo terrorista, el Grupo de Resistencia Primero de
Octubre (GRAPO) que asesinó a cuatro policías en Madrid.
La política exterior también se vio afectada por la debilidad del régimen, ya que aceleró el proceso de
descolonización: en 1956 había concedido la independencia del Protectorado de Marruecos, en 1968 a
Guinea, y en 1969 se entregó Ifni a Marruecos. Pero el rey Hassan II quería apropiarse también de Sáhara
español y llevó a cabo una invasión pacífica y simbólica de la zona fronteriza, la llamada Marcha Verde en
(noviembre de 1975). España reaccionó mal y, por miedo a la guerra, firmó el acuerdo de Madrid el 14 de
noviembre, entregando el Sáhara Español a Marruecos y Mauritania. El Frente Polisario, creado en 1973
para defender la autodeterminación del Sáhara, quedo marginado y el conflicto sigue abierto.
Franco moría el 20 de noviembre de 1975, confiado, tal vez, en que su obra le sobreviviría. Pero no era
posible el franquismo sin Franco.

El papel de la cultura

El final de la Guerra supone también el fin de la Edad de Plata de la cultura española. La mayoría de los
artistas e intelectuales partieron al exilio y la situación cultural es calificada como de páramo cultural. Desde el
principio el régimen mostró una profunda desconfianza ante intelectuales y artistas e impuso una dura censura
y todo lo que se publicaba necesitaba contar con autorización oficial.
En la prensa todo fue controlado, se cerraron los periódicos de izquierda y muchos profesionales fueron
apartados de sus oficios. Paralelamente se crearon nuevos periódicos al servicio del Estado que servían como
propaganda de los principios de la ideología de los vencedores.
La enseñanza fue controlada y muchos maestros fueron depurados. Desde el sistema educativo se
difunden los valores del Nuevo Estado: principios católicos, exaltación de la España imperial, culto a Franco.
Gran parte de la enseñanza fue dirigida por la Iglesia y desde allí se difundió una visión muy tradicionalista de
la moral. La Iglesia también controlaba la censura de libros y revistas.
Pero este control de la enseñanza y de la universidad se fue diluyendo progresivamente desde finales de
los 50 y durante los años 60, esto iba en paralelo con una mayor apertura en otros aspectos de la vida. Desde
algunos sectores del régimen se acogieron ideas o se establecieron contactos con grupos de oposición al
franquismo. El monopolio de la cultura por parte del régimen comenzaba a resquebrajarse. Esta tendencia se
acentúa en los 60. La Ley de Prensa de 1966 supone un avance, permite la aparición de nuevas editoriales,
periódicos, revistas... que llevarán a cabo una tímida crítica contra el régimen. Paralelamente se empiezan a
publicar libros anteriormente prohibidos. A finales del franquismo la cultura no oficial se había impuesto, este
hecho es considerado como una evidente derrota del régimen, de estar a su servicio en una primera etapa se
volvió en su contra en una segunda.

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