Código Arancelario Comentado
Código Arancelario Comentado
Código Arancelario Comentado
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Carlos Arturo Ochoa
28 Ley Orgánica Municipal de la Provincia de Córdoba
Ley Nº 8102. Anotada - Comentada
Mensa González, Andrea (coordinadora) -
Santucho, María Alejandra - Bernal, Roberto Marcelo
29 Comentarios al Código de Faltas de la Provincia
de Córdoba. Ley 8431 / Laje Anaya, Justo
.C
30 Ley de Violencia Familiar de la Provincia de Córdoba.
Anotada. Comentada. Concordada / Gabriele, Orlando -
Peralta Ottonello, Alejandro
31 La Ejecución Fiscal en la Provincia de Córdoba
Hiruela de Fernández, María del Pilar
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Sobre el autor
Abogado - UNC (1964). Docente Cátedra de Derecho Civil III - UNC (1965-
1966). Docente en Master para Abogados de Empresa - UE Siglo XXI
(2001-2008). Integrante del Consejo Académico UE Siglo XXI (2001-2008).
Integrante del Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba
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Código Arancelario
comentado y anotado
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(Ley 9459)
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ISBN 978-987-643-088-3
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1. Código Arancelario. I. Título.
CDD 348.02
ISBN 978-987-643-088-3
COPYRIGHT © 2012, ALVERONI EDICIONES
Duarte Quirós 631 - P. B., L. 1 - Tel. (0351) 4217842 (X5000ALM) Córdoba
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República Argentina
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tar la tarea de jueces y magistrados en una materia que, aun-
que técnicamente sea menor, sin embargo convoca el interés
de los abogados más que otras cuestiones de mayor compleji-
dad jurídica.
Adán L. Ferrer
Julio de 2012
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Sanción: 26/12/2007
Promulgación: 15/01/2008
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Publicación: B.O. del 17/01/2008
TÍTULO I
RETRIBUCIÓN DE LA ACTIVIDAD PROFESIONAL
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Capítulo I
Disposiciones generales
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1. EL ÁMBITO DE APLICACIÓN
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clusión: la prestación de servicios profesionales ante la Justicia
federal o ante un órgano administrativo del Estado nacional,
está regida por la ley nacional 21.839; así lo dispone en forma
expresa el art. 1º de la ley citada y así resulta de la accesoriedad
de la materia arancelaria respecto del juicio o trámite en que
el servicio profesional se presta.
1
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 40, del 12/03/98, in re: “Durán, Pedro Julio
c/ Central Córdoba S.A. -Ordinario”.
OM
árbitros que prevé ese artículo ha pasado, por obra de la juris-
prudencia, “al archivo de los recaudos legales perimidos”2. En
tal caso “el arancel no hace otra cosa que establecer normas con
arreglo a las cuales debe proceder el magistrado”, según pala-
bras de BORDA en fallo del 20/09/633. Los arts. 3º y 14 de la ley
24.432 estarían derogando el carácter imperativo del arancel,
reduciéndolo a un mero criterio orientador, lo que sería in-
.C
compatible con las potestades reglamentarias que son propias
del poder de policía provincial. A ello se suma, obviamente,
que la ley incursiona en materia procesal, en violación de los
arts. 75, inc. 12, y 121, de la Const. Nacional.
DD
2
LLAMBÍAS, Jorge J. - ALTERINI, Atilio A., Código Civil anotado, t. III-B, Abeledo-
Perrot, Buenos Aires, 1985, p. 361.
3
Cám. Nac. Civ., en pleno.
4
Fallos, 257-157.
La aplicación del texto actual del art. 1627 del Cód. Civil,
en su parte final, está referido a extremos y condiciones de
excepción que justifican el apartamiento de los límites arance-
larios y se funda en una exigencia constitucional que habilita
no sólo a “perforar” el mínimo, sino también superar el máxi-
mo, en nombre del derecho a una retribución justa (arts. 14 y 14
bis, CN)5. No puede considerarse inconstitucional una norma
que —así la interpretamos— lo que hace es imponer el respeto
a las garantías constitucionales, eventualmente vulneradas por
la aplicación mecánica de las escalas arancelarias.
Bien entendido que tal desborde del arancel —en más o en
OM
menos— sólo resultará admisible cuando su aplicación desem-
boque en un resultado incompatible con el sistema en su con-
junto y lesivo de las garantías constitucionales a que hemos
hecho referencia. Fuera de esta situación de excepción, cree-
mos que la escala legal obliga al juez hoy, tanto como lo obliga-
ba antes de la sanción de la ley 24.432 6. El juez podrá consi-
derar abultada en exceso la regulación mínima de honorarios
.C
que la ley asigna a una declaratoria de herederos, por ejemplo,
pero si en un trámite normal y sin condicionamientos de excep-
ción corresponde regular honorarios por ello, deberá ajustarse a
ese mínimo, aún elevándolo dentro de la escala prevista, si
DD
5
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Límites constitucionales de las leyes arance-
larias”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 98.
6
Confr. TSJ, en pleno (a través de la sala Civil) 29/12/1999, in re: “Montoya
Jaramillo, Nelson c/ Fed. Agrarias Arg. Soc. Coop. De Seguros Ltda. - Ejec. Es-
pecial”, Foro de Córdoba, Nº 60, p. 162.
7
CS, 08/09/1998, in re: “Pirelli Cables SAI y C c/ Municip. de la Ciudad de Bue-
nos Aires”, La Ley on line.
OM
CN) exigible con tanto más rigor cuanto mayor es la excepcio-
nalidad del pronunciamiento.
En Córdoba, el Tribunal Superior de Justicia, con distinta
composición de la actual, había receptado esa doctrina, redu-
ciendo el arancel en nombre de las garantías constitucio-
nales, aún respecto de tareas profesionales anteriores a la
sanción de la ley 24.432, apuntando en cada oportunidad la sin-
.C
gular excepcionalidad del caso9. En pronunciamientos poste-
riores, el tribunal cimero de la provincia ha ido más allá cuan-
do, aún destacando la obligatoriedad del arancel, ha justificado
su reducción tan sólo por entender excesiva la retribución mí-
DD
8
BIDART CAMPOS,Germán J., “El valor justicia no está en las matemáticas”, nota
al fallo en ED, 152-187.
9
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 04/02/97, in re: “Caja Nacional de Ahorro y Segu-
ro en Coop. de Vivienda Consumo Crédito y Seguro Sociales Alborada Lda. -
FI
Conc. Prev.”; Sala Civil y Com., 13/04/1999, in re: “Ruiz, Daniel y otro”, LL Cba.,
1999, p. 699; Sala Penal, 12/10/2000, “Denuncia formulada por Irma Petrona
Barrionuevo y otros”, Foro de Córdoba, Nº 66, p. 181.
10
Tal la reflexión que justificó el apartamiento del arancel en anterioresotros
precedentes del Tribunal Superior (Sala Civ. y Com., in re “Caja Nacional de
Ahorro y Seguro en Coop. de Vivienda Consumo Crédito y Seguros Sociales Al-
OM
tualmente abandonada al libre —y muchas veces impredecible—
arbitrio del tribunal interviniente” 12.
Como vemos, la jurisprudencia del Tribunal Superior pa-
rece avanzar hacia una mutación del arancel, desde el impe-
rativo legal que siempre ha sido, hacia la condición de mero cri-
terio orientador del arbitrio judicial, pauta que tiene eco en
Tribunales Inferiores13.
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11
Sala Civil, in re “Tamagnone, Jorge Alberto c/ Brega, Juan Domingo” (A.I.
DD
N° 490 del 25/11/2011). En el caso se redujo el mínimo que el art. 41 prevé para
el recurso de casación, porque lo debatido en el recurso tenía una entidad econó-
mica exigua y la labor realizada fue simple, con escaso volumen de actividad.
Volveremos sobre ese precedente, al comentar el art. 41.
12
TSJ, Sala Civil y Com. Sentencia N° 34/2006, in re “Podestá, Guillermo;
Bocco, Héctor - Incidente de Regulación de Honorarios”, en autos: “Incidente
de revocación de la donación en: ‘Sociedad Española de Beneficencia Hospital
LA
este supuesto, las actividades previas no van más allá de la obtención de foto-
copias, tarea de índole más administrativa que jurídica”).
Pacto de honorarios
3. LA LIBERTAD DE CONTRATACIÓN
OM
El art. 2º de la ley 8226, que en este aspecto se reproduce
en la ley 9459, reiteraba enfáticamente el carácter supletorio
de la norma arancelaria, admitiendo expresamente la posibilidad
de que los honorarios resultantes de la aplicación del arancel
sean “reducidos o renunciados” por el abogado; pero la ley 8226
concluía, insólitamente, diciendo que tal libertad se ejercerá
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“sin otro límite que los máximos establecidos en la presente
ley”, con lo cual parecía contradecir tanto al art. 1º cuanto a la
primera parte del mismo art. 2º, ya que si existe un máximo
inderogable por acuerdo de partes, la ley no es supletoria, sino
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14
No compartimos la opinión de que el texto en comentario ponga como límites
al pacto de honorarios “los máximos y mínimos que la nueva ley prevé” (SECO,
Ricardo F., “Incidencia del nuevo Código Arancelario para Abogados y Procu-
radores de Córdoba, ley 9459, en el Fuero del Trabajo: algunas considera-
algún caso15.
OM
aplicación del art. 953 del Cód. Civil, tal como se ha hecho en
ciones”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 106.); esa interpretación es, por otra par-
te, incompatible con el art. 1627 del Cód. Civil, en su versión reformada por
ley 24.432.
15
Conf. Cám. 3ª Civ. y Com. Sent. N° 41 in re “Ramallo, Roberto Daniel c/ Gaitán,
Patrocinio obligatorio
Art. 3º. El que litigue por derecho propio o de perso-
OM
nas que estén bajo su representación legal, debe valer-
se de dirección letrada para defenderse o ejercitar en
juicio las acciones que deduzca, salvo en los comparendos,
revocatorias de mandatos, cambios de domicilio y la mera
interposición de recursos de apelación y nulidad.
16
Confr. REIMUNDÍN, Ricardo, La condena en costas en el proceso civil, 2ª ed., Víctor P.
de Zavalía, Buenos Aires, 1966, p. 62; en el mismo sentido, jurisprudencia reseña-
da en ED, t. 16, ps. 280 y 281, Nos 2, 4, 5, 6, y 8.
17
El contrato entre el abogado y su cliente puede objeto de de diversas categoriza-
ciones (locación de servicios o de obra, mandato, contrato innominado, etc.) pero
Efecto
Art. 4º. El patrocinio letrado en todo escrito hace inne-
cesaria la ratificación de los patrocinados ante funcio-
narios judiciales o administrativos.
cliente.
OM
responsabilidad por la autenticidad de la firma atribuida a su
Civil 19.
Luego de devengados, los honorarios son libremente cesi-
bles, desde que ya no juegan las razones de orden público que
justifican la prohibición de que se trata; el honorario ya de-
vengado es un crédito cesible, por aplicación del art. 1444 del
Cód. Civil.
FI
18
Entre otros, art. 2º de la ley 4776.
19
Véase BORDA, Guillermo A., Tratado de Derecho Civil. Contratos, t. II, 2ª
OM
lo cual se prohibían los convenios mediante los cuales un aboga-
do deriva el caso a otro y acuerda por esa derivación una par-
ticipación en los honorarios. La ley 8226 derogó esa norma y
la 9459 mantiene esa derogación, de donde resulta que entre
abogados está permitido todo tipo de acuerdo de participación
en honorarios, sea con referencia a un caso en particular, sea
respecto de toda o parte de la actividad profesional que uno u
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otro contratantes desarrollen.
Consecuentemente, no están prohibidas las sociedades de
abogados, en la cual los socios aportan su trabajo personal, para
distribuir utilidades en la forma que hayan pactado; puede, tam-
DD
9. UN ARTÍCULO SUPERFLUOOM
licitar la restitución de los autos si fuere menester.
art. 1º.
En cuanto a la presunción de onerosidad de la tarea profe-
sional, está establecida en la ley de fondo (art. 1627, CC) con
lo cual reiterar la regla en una ley provincial, es innecesario.
El segundo párrafo del artículo atribuye a los peritos fa-
cultades que con mayor amplitud le han sido acordadas en el
LA
El artículo que nos ocupa es, como vemos, una norma con la
cual y sin la cual, todo quedaría tal cual. No merece mayores
comentarios.
Capítulo II
Contrato de honorarios y pacto de cuota litis
Recibo anticipado
arancel o acuerdo.
OM
como pago a cuenta del que corresponda según el
Registro de contratos
Contratos prohibidos
20
En Córdoba, art. 2º, ley 4776, art. 63, ley 6052; art. 9º, ley 7269.
21
Véase BORDA, Guillermo A., Tratado - Contratos, 2ª ed., t. II, p. 54, Nº 1030 y
OM
Pese a ese nuevo ordenamiento, la prohibición se mantuvo,
al menos en cuanto a la “participación de honorarios entre un
abogado o procurador y otra persona que no ostente dichos títu-
los” (art. 8º, ley 8226, reproducido en el art. 9º de la ley 9459);
sin embargo, la supresión del orden público como sustento del
ordenamiento arancelario, motivó algún pronunciamiento que
vedaba al abogado la posibilidad de pretender la anulación del
.C
contrato celebrado en esos términos, en razón de ser precisa-
mente él (el abogado) quien había ejecutado el acto “sabiendo o
debiendo saber el vicio que lo invalidaba” (art. 1047, CC); sin apo-
yo en el orden público, la prohibición devenía tan renunciable
DD
23
BORDA, Guillermo A., Tratado - Contratos, 2ª ed., t. II, ps. 54 y 55.
OM
se anticipara, los honorarios profesionales —devengados o a
devengarse— constituyen, en sí mismo y desde una perspectiva
estrictamente objetiva, un derecho patrimonial que, a partir de
la sanción de la ley 8226, resulta libre y plenamente disponible
por el titular del crédito arancelario, y por ende, susceptibles de
erigirse en objeto lícito de los contratos”. Lo que ocurre —explica
el fallo— es que existe una incapacidad de derecho que veda la
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cesión de honorarios a quien no es abogado, lo que causa una
nulidad “de carácter absoluto, puesto que el bien jurídico que
con ella se pretende tutelar excede con creces el mero interés
individual del abogado, para comprometer el general o colecti-
DD
24
Trib. Sup. Just. Córdoba, Sala Civ. y Com., “Orbegozo, Fabiola D. L. v/ Messio,
Héctor”, 31/03/2009
OM
do que la nulidad que nos ocupa sanciona la cesión anticipada
de honorarios, no así la que tenga por objeto honorarios ya de-
vengados; esto aún cuando el texto legal no expresa ese distin-
go, porque lo repudiado es el aprovechamiento de quien condi-
ciona la designación de un defensor, a la previa cesión de parte
de los honorarios que generará su tarea profesional, situación
que no se da si la tarea ya fue ejecutada y el crédito por hono-
.C
rarios está consolidado en cabeza del abogado cedente.
Pero si el fundamento de la norma no es ése, sino impedir
que quien no es abogado quede legitimado para “instar un inci-
dente regulatorio, promover ejecución de honorarios regula-
DD
Sin ese sustento, que tiene apoyo en el art. 953 del Cód. Civil,
la prohibición de ceder el crédito por honorarios, presente o
futuro, sería en principio inconstitucional, al vedar una alter-
nativa contractual que la ley de fondo permite (art. 31, Const.
Nacional)25. El hecho de que los honorarios mínimos hayan de-
jado de ser irrenunciables y el ordenamiento arancelario ten-
ga carácter supletorio de la voluntad de las partes, no excluye
que la reglamentación de la actividad profesional del aboga-
do, que es inherente al poder de policía provincial (art. 121,
Const. Nac.), pueda prohibir determinados modos de contra-
tación, en especial si la prohibición tiene apoyo en la ley de
OM
fondo, tal como ocurre en este caso con el art. 953 del Cód. Civil.
Vale finalmente apuntar que la prohibición de pactar la
participación de honorarios futuros con una persona que no
sea abogado, no impide la asociación de profesionales de dis-
tintas especialidades (abogados y contadores, por ejemplo)
que prestan servicios en común y comparten honorarios26; del
mismo modo que un abogado y un contador, pueden afrontar
.C
una gestión profesional común, que requiere conocimientos
comprendidos en la incumbencia de una y otra profesión, y
pactar una distribución de los honorarios que se devenguen,
aún cuando el contador no suscriba los instrumentos judiciales
DD
Renuncia intempestiva
Revocación de mandato con causa
FI
25
Conf.: MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
OM
el abogado, salvo en los juicios penales, en que el ejercicio de
la defensa es obligatorio (art. 120, C. de P. P.) tiene derecho a
renunciar el mandato (art. 1963, inc. 2, CC) aún sin expresar
causa alguna, mientras expresamente no se haya obligado a ejer-
cer el mandato por un plazo dado, o hasta concluir una presta-
ción convenida.
Claro está que la renuncia, aún legítima, debe ajustarse a
.C
lo normado por los arts. 1978 y 1979 del Cód. Civil, que re-
quieren acordar al mandante tiempo adecuado para lograr un
reemplazo. En caso de renuncia intempestiva y sin causa, al
margen de la pérdida del derecho a cobrar honorarios, el abo-
DD
gado deberá resarcir los daños que cause (art. 1978, CC).
puede revocarlo (art. 1963, inc. 1, CC) aún sin mediar causa
alguna, y en tal caso el abogado tendrá derecho al cobro de
los honorarios devengados por la tarea profesional cumplida.
Esto así mientras no se haya celebrado un contrato entre abo-
gado y cliente que comisione al abogado la tramitación de un
caso hasta su total la terminación (tal el pacto de cuota litis,
FI
Cabe preguntarse, ahora, cuáles son los caminos por los cua-
les el mandante puede requerir un pronunciamiento jurisdiccio-
nal que declare la culpabilidad del apoderado y la consecuente
pérdida del derecho a cobrar honorarios, para obtener ese pro-
nunciamiento investido de autoridad de cosa juzgada material,
FI
27
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “El pacto de cuota litis”, en Leyes de aranceles
para abogados y procuradores, La Ley, Buenos Aires, 1985, p. 449, con cita de
diversas leyes arancelarias en ese sentido.
OM
Si la regulación fuese practicada sin trámite incidental,
por existir base a los fines regulatorios (art. 26) esta defensa
es también admisible en la instancia ejecutoria de cobro, por
aplicación del art. 809 in fine del C. de P.C., que habilita como
excepción “la falta de legitimación sustancial activa o pasiva”;
aunque en este caso la prueba deberá agotarse en las constan-
cias de autos o documentos emanados del ejecutante, según
.C
dispone el citado art. 809.
En cuanto a la exigencia de que la sentencia que declara la
culpabilidad del abogado deba estar pasada en autoridad de
cosa juzgada., entendemos que también es eficaz el fallo pen-
DD
28
Véase comentario al art. 116.
29
TSJ, Sala Civil y Com., A.I. N° 338, in re “Sanrame Alfredo, Ledesma Emma Reveca
OM
Quedan excluidos de las disposiciones del presente ar-
tículo los honorarios que devengaren a favor del profe-
sional por atención de estos clientes en cuestiones pri-
vadas o ajenas al contrato.
La retribución, en los casos en que el profesional no
tenga derecho a cobrar honorarios de su cliente no po-
drá ser inferior a treinta (30) Jus mensuales, quedando
comprendidos en este supuesto los abogados que efec-
túen cobranzas correspondientes al fisco provincial o
.C
municipal, cualquiera sea su vinculación con su man-
dante. Si la retribución es inferior surge el derecho al
cobro hasta el monto mencionado.
DD
18. EL MÍNIMO
31
FLORES, Jorge M., “Algunas reflexiones sobre el nuevo Código Arancelario”,
Foro de Córdoba, Nº 121, p. 84.
OM
en estos casos se hayan producido reclamos por la remunera-
ción mínima de treinta jus, bien porque se asumió el mínimo
como renunciable o inconstitucional, bien porque se inter-
pretó que la regla se aplica a los contratos en que se ha pacta-
do una retribución periódica, mas no a aquellos en los que no
existe retribución alguna, sino sólo honorarios a cargo de ter-
ceros. Bajo la vigencia de la ley 8226, esta última interpretación
.C
podía ser admisible, más allá del absurdo de prohibir una retri-
bución pequeña y tolerar una retribución nula; pero el agre-
gado que la reforma introdujo, incorporando a los procuradores
fiscales, que analizaremos en el punto siguiente, parece descar-
DD
OM
treinta jus, quebrando la añeja reglamentación según la cual
los abogados apoderados a esos fines, sólo cobran los honora-
rios devengados a cargo de los deudores, sin que ello implique
costo alguno para el órgano recaudador. Frente a ese reclamo,
el Estado tendría escasas o ninguna defensa, ya que la expresa
mención a las cobranzas del fisco, obsta a cualquier interpreta-
ción que pueda dejar a los procuradores fiscales afuera del ám-
.C
bito de aplicación de la norma. En cuanto a la inconstituciona-
lidad, sería paradójico que sea el Estado, esto es el autor de la
ley, el que la plantee en un litigio; es más: la Corte tiene dicho
que “los organismos estatales no están legitimados para plantear
DD
32
CS, “Lanera Austral S.A. c/ Dirección Gral de Aduanas”, 27/05/2009,
LL, 24/06/2009.
33
Confr. TSJ, Sala Contencioso-administrativa, 31/10/2000, in re: “Saire,
Paulino J. y otros c/ E.P.O.S.”, LL Cba., 2001, p. 533.
OM
caso de la gestión. No pueden ser objeto del pacto las
materias sobre las cuales exista prohibición legal; sin
perjuicio del derecho del profesional a percibir los ho-
norarios que se declaren a cargo de la parte contraria.
El pacto de cuota litis en ningún caso podrá exceder el
límite del treinta por ciento (30%) de lo que en definiti-
va perciba efectivamente el comitente.
.C
21. LIBERTAD DE CONTRATACIÓN
34
Cámara 4ª C. y C., autos: “Cuerpo de ejecución de honorarios del Dr. Samuel
O. García en: Valles de Burgos, Casimira O. c/ E.P.O.S. - Ordinario”, Auto
FI
Nº 154, 31/07/1995.
35
TSJ en pleno (por secretaría Civil y Comercial), in re “Fisco de la Provincia
de Córdoba c/ Silvia Raquel Messad - Ejecutivo”, A.I. N° 216, del 11/08/2003,
Semanario Jurídico N° 1428, del 02/10/2003.
36
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., Sent. Nº 101 del 19/09/2007, in re: “Ronco, Pablo
Andrés y otro c/ Antonio Bautista Pozzi y otro - Ordinario”.
37
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “El pacto de cuota litis”, en Leyes de aranceles
para abogados y procuradores, p. 449.
OM
La imposición de topes porcentuales al pacto de cuota litis,
está prevista en numerosas leyes de aranceles39 y en materia
laboral está impuesta por la ley de fondo (art. 277, LCT). Sin
embargo, en cuanto al tope impuesto por la ley provincial, para
litigios ajenos al fuero laboral, las mismas razones por la que
hemos sostenido que el mínimo de treinta jus como retribución
.C
periódica es inconstitucional, permiten cuestionar la validez
del tope del treinta por ciento para el pacto de cuota litis. Esa
limitación resulta incompatible con el régimen de libre contra-
tación que establecen los arts. 1º y 2º. Es contradictorio que el
DD
38
MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “El pacto de cuota litis”, en Leyes de aranceles para
Capítulo III
Obligados al pago - Generalidades
OM
Solidaridad o mancomunación
40
Confr. TINTI, Pedro L., “Apuntes sobre el nuevo Código Arancelario”, Foro de
Córdoba, Nº 121, p. 146.
41
Sin embargo, alguna jurisprudencia ha limitado la solidaridad al caso del
OM
ello deriva que, si el fallo no dispone la mancomunión simple,
la obligación de pagar los honorarios pesará solidariamente
sobre todos los condenados en costas, aun cuando la relación
jurídica sustancial que motivó el litigio genere obligaciones
simplemente mancomunadas. Esto sin perjuicio del derecho a
repetir contra los otros codeudores, que tiene aquél que afron-
tó íntegramente la deuda (arts. 689 y 717, Cód. Civil).
.C
Quedan, finalmente, los deudores de honorarios que no son
comitentes ni condenados en costas (los “beneficiarios del traba-
jo” a que alude el art. 15) cuyo ejemplo típico es la obligación de
pagar los honorarios de beneficio común devengados en una de-
DD
42
Confr. LOUTAYF RANEA, Roberto G., Condena en costas en el proceso civil, Astrea,
Buenos Aires, 2000, p. 198, Nº 79, citando copiosa jurisprudencia.
43
Es la conclusión impuesta por el art. 75 del Código Procesal de la Nación.
44
La cita LOUTAYF RANEA, Roberto G., ob. cit., p. 201, Nº 80.
OM
Tratándose de honorarios por trabajos extrajudiciales
(arts. 104 y ss.) entendemos que el artículo en comentario no
es aplicable, por lo que la obligación asumida por varios co-
mitentes (aquí no hay condenados en costas) será simplemen-
te mancomunada, salvo que la ley de fondo disponga lo con-
trario, en función del vínculo contractual entre el abogado y
.C
sus clientes. Abona esta conclusión el hecho de que, según he-
mos visto, el texto del artículo evidencia haber sido concebido
para el ámbito judicial contencioso y, por otra parte, es sólo
en ese ámbito (el judicial) que juegan las razones que expon-
DD
45
Conf.: Cám. 7ª. Civ. y Com., in re “Sanmartín, Mabel c/ Shüle, Lidia Merce-
des”, 17/06/2010, Foro de Córdoba N° 145, p. 321.
46
Cám. 3ª C. y C., en autos: “Cuerpo de ejecución de honorarios en Satuff, Blanca
- Declaratoria de herederos”, SJ, 1224-23.
OM
do. Así lo ha resuelto la jurisprudencia, por aplicación tanto de
los arts. 356 y 357 del viejo C. de P.C. (ley 1419)48, cuanto de los
arts. 130 y conc. del Código actual (ley 8465)49.
47
Art. 30 de la ley 6006 de la Provincia de Córdoba, entre otras.
48
Cám. 2ª Civ. y Com., 28/03/87, LL Cba., 1988, p. 763.
49
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com., in re “Teniente, Jorge Héctor c/ Cervecería y
OM
que en cualquiera de sus modalidades constituyen sus elemen-
tos esenciales la gestión o servicio a cumplir y el precio a pa-
gar, siendo deudor de éste el comitente. La condena en costas
permite a quien venció en el pleito resarcirse del costo de su
abogado, cobrándolo al vencido52, pero pese a ello la causa del
crédito por honorarios sigue siendo el contrato entre el abo-
gado y su cliente 53, a despecho de que se haya acordado a
.C
aquél, derecho a cobrar al condenado en costas, suerte de ac-
ción oblicua que permite al abogado dirigir su reclamo al deu-
dor de su deudor. Cuando en el contrato entre abogado y comi-
tente no se ha pactado un precio, pese a ello se lo presume oneroso
DD
50
Véase Nº 319.
FI
51
Véase MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Calificación jurídica del vínculo entre el
abogado y su cliente”, en Leyes de aranceles para abogados y procuradores, ps. 457
y ss.; BORDA, Guillermo A., Tratado de Derecho Civil. Contratos, t. II, ps. 50 y ss.
52
Confr. REIMUNDÍN, Ricardo, ob. cit., ps. 53 y ss.
53
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com., 01/07/1999, LL Cba., 2000, p. 567, entre otros.
54
Del Voto del Dr. Borda, en el plenario de las Cámaras Civiles de la Capital
OM
costas, transformado aquél en una suerte de deudor subsidiario56.
En estas condiciones, la relación jurídica emergente del con-
trato entre el abogado y su cliente se altera en términos in-
compatibles con la ley de fondo.
La jurisprudencia ha analizado la inconstitucionalidad que
dejamos apuntada, en relación a los arts. 14 y 16 de la ley 8226,
el primero análogo al que comentamos y el segundo derogado en
.C
el nuevo ordenamiento. La conclusión, expresa o implícita, ha
sido la inconstitucionalidad57.
56
Confr. OLCESE, Juan M., “El abogado puede siempre cobrar sus honorarios a su
cliente, sin necesidad de excutir el condenado en costas”, SJ, Nº 921, 25/02/93,
ps. 88 y ss.
57
Confr. Cám. 3ª C. y C., A.I. N° 214, 28/02/98, in re: “Cuerpo de ejecución de
FI
honorarios en: Luis Celotti e Hijo S.R.L. c/ Donattini y Ferrero S.R.L. - Ordina-
rio”, Foro de Córdoba, N° 49, ps. 231 y ss.; Cam. Civ. Com. de Bell Ville, A.I. Nº
160, del 18/11/1993, “López, Raúl C. c/ O. Ibáñez - Desalojo”, Foro de Córdoba,
Nº 159; Cám. Civ. Com., de San Francisco, Sent. Nº 52 del 17/12/1998, “Pinha,
Roberto J. N. c/ Banco Social de Córdoba - Ejec. de Honorarios”, Foro de Córdo-
ba, Nº 58, p. 237; TSJ, en pleno, a través de la sec. Civil y Com., Sent. Nº 85 del
OM
do éste invocase el no agotamiento de las vías judiciales para
reclamar el crédito al condenado en costas, bastará la demos-
tración de la insolvencia de éste para legitimar la acción promo-
vida, desde que no existiría agravio o perjuicio emergente de esa
omisión.
58
La jurisprudencia ha entendido que en caso de quiebra o concurso preventivo
del deudor, debe tenerse por acreditada su insolvencia (Confr. Cám. 3ª Civ. y
FI
Com., A.I. Nº 214, in re: “Cpo. de Ejec. de Honorarios en “Luis Celotti e Hijos
S.R.L. c/ Donattini y Ferrero S.R.L. - Ordinario”, Foro de Córdoba, Nº 53, p. 94;
Cám- Civ. y Com. de San Francisco, Sent. Nº 52 del 17/12/1998, “Pinha, Rober-
to J.N. c/ Banco Social de Córdoba y Bco. de la Pcia. de Córdoba - Ejec. de Hono-
rarios”, Foro de Córdoba, Nº 58, p. 237).
59
Conf. Cám. 7ª Civ. y Com. A. N° 436 del 13/10/2010, Semanario Jurídico N° 1793
OM
Pago por depósito bancario
60
TSJ, Sala Civil y Comercial, in re: “Clérico, Lucía María y otro c/ Oscar Giménez
y otro - Ordinario - Recurso de revisión”, Sent. N° 86 del 12/02/96.
61
Confr. Cám., 8ª Civ. y Com., A.I. Nº 210 del 25/07/1988, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., Código A-
OM
no hubieran intervenido en la transacción, deberán ser
notificados a los fines previstos en el presente artículo.
OM
Una “vista”, conlleva la carga procesal de contestar una peti-
ción o requerimiento y no se advierte qué es lo que los aboga-
dos o peritos puedan contestar, ante cualquiera de los distintos
actos procesales que el artículo condiciona a la vista ordenada.
Ante el desistimiento del derecho por parte del actor, por e-
jemplo, nada hay que pueda contestar cualquiera los abogados
que haya intervenido en el pleito, desde que se trata de un acto
.C
unilateral, que siendo procedente basta para dar fin al litigio
(art. 350, CPC). Otro tanto ocurre con el allanamiento (art. 352,
CPC) o la transacción (art. 353, CPC).
Así, pues, aunque la ley la llame “vista”, se tratará tan solo
DD
62
Confr. FLORES, Jorge M., “Algunas reflexiones sobre el nuevo Código Arancela-
rio”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 86.
63
Véase, entre otros, Cám. Nac. en lo Civil, Sala E, 19/06/2008, LL, 14/10/2008.
64
Conf. Cám. Trab. Sala XI, A.I. N° 419 in re “Ontivero, Ramón Alberto c/
OM
provincial, con el consecuente trastorno para los tribunales si-
tuados en otras ciudades.
La cuestión puede complicarse más, en alguno de esos jui-
cios añejos y complejos, en los cuales al cabo de los años pue-
den haber intervenido en el proceso abogados o peritos muertos
o jubilados; o acaso mudados a otra provincia. Todo un intríngu-
lis procedimental, que los abogados sin duda no agradecerán,
.C
pese a las buenas intenciones del legislador que quiso proteger
sus honorarios.
OM
Si por el contrario entendemos que es necesario notificar a
todos los abogados, incluidos aquellos que han cesado en su
función de tales en el proceso, vale interpretar —siempre bus-
cando simplificar el trámite— que la notificación al domicilio
que el abogado tiene registrado en el Colegio Profesional, no
será necesaria cuando el letrado haya tomado participación
por derecho propio, en ejercicio del derecho que le acuerda el
.C
art. 18. Para así aceptarlo, es menester interpretar que el “do-
micilio constituido por el profesional en el expediente”, a que
alude la norma y no obsta a la notificación en el domicilio re-
gistrado en el Colegio, es el que ha constituido como apoderado
DD
OM
mar participación en el pleito como terceros interesados.
La intervención de terceros es uno de los temas más com-
plejos del derecho procesal, complejidad ésta que se acrecienta
frente a un tercero atípico, como es el ex defensor de una de las
partes, o el perito, cuyo interés en el caso proviene del proceso
mismo, no de la relación jurídica sustancial que motiva el plei-
to. Tan sólo determinar si su participación es coadyuvante o ex-
.C
cluyente, puede sumirnos en dudas de difícil solución, ya que si
bien el abogado y el perito intervienen por un derecho propio,
no menos cierto es que el derecho del abogado es un crédito con-
tra su ex comitente, accesorio del derecho invocado por éste65.
DD
65
Véase sobre el distingo entre intervinientes ad excludendum y coadyuvantes,
DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Teoría general del proceso, t. II, Universidad, Buenos
Aires, 1985, p. 397, Nº 192. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Temas prácticos de derecho
procesal civil, Marcos Lerner Editora Córdoba, Córdoba, 1992, ps. 345 y ss., con-
sidera que se trata de una participación coadyuvante, si bien las posibilidades
de actuación que le reconoce exceden los límites que tradicionalmente se asig-
OM
y conc.) y el proceso nunca concluirá formalmente, si las
partes sencillamente abandonan toda instancia procesal. En
cuanto al perito, corre la misma suerte, porque su regula-
ción debe practicarse simultáneamente con la de los abogados
(art. 49). Es tal la consecuencia de esa jurisprudencia, que a
nuestro juicio está abierta la alternativa de cuestionarla por
la vía del art. 14 de la ley 48, por violación del derecho a una re-
.C
tribución justa del servicio profesional y del derecho de pro-
piedad (arts. 14 y 17, CN).
Con ajuste a los ordenamientos arancelarios vigentes en el
DD
rios (por ejemplo: la tasación pericial del bien objeto del litigio).
En nuestra provincia, en cambio, cuando el art. 31 del Código
Arancelario fija la base regulatoria en función del resultado del
pleito, debe reconocerse al abogado que participa en defensa de
FI
67
Confr. Cam. Civ. y Com. de Villa Dolores, A.I. Nº 3, del 23/02/2000, in re: “Meri-
no, Amado c/ Juan José Plaza - Reivindicación”, Foro de Córdoba, Nº 68, p. 261;
FALCÓN, Enrique M., Caducidad o perención de instancia, Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 1989, p. 190, citando Cam. Nac. Com., Sala B, 06/06/69, LL, 136-1085,
sum. 22.234. En contra: Cám. 3ª Civ. y Com., auto Nº 59 del 16/03/90, SJ, 31/
05/90.
68
TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 211, del 04/11/2002, ya citado.
OM
pales, y promover todas las diligencias que fueran necesarias
hacia la obtención de la base pertinente para su regulación de
honorarios”72. La jurisprudencia se ha apartado de esa doctri-
na73, al punto de haber negado al abogado el derecho a suscri-
bir una mera cédula de notificación74, con lo cual poco o nada
queda de aquella participación “con las mismas atribuciones
que las partes principales”75.
.C
69
DD
Confr. Cam. Civ. y Com. de Villa Dolores, SJ, 1999-A-725, reseñado por VENICA,
Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, Honorarios,
Marcos Lerner Editora Córdoba, Córdoba, 2002, p. 81.
70
Así, por ejemplo el abogado que ha actuado en la declaratoria de herederos, y
pretenda obtener la determinación de sus honorarios, no puede, él mismo, de
manera autónoma, promover la apertura del sucesorio, pues carece de legiti-
mación causal originaria para la realización de tal actividad (TSJ, Sala Civil y
Comercial, in re: “Pistone de Bossa, Raquel Beatriz - Promueve incidente de
LA
citado.
73
La Sala Civ. y Com., del TSJ, con una nueva integración, revirtió su anterior
criterio, en A.I. Nº 211, 04/11/2002, ya citado.
74
Cámara 8ª C. y C., autos: “Banco Feigin S.A. c/ Fraire Juan C.”, Comercio y
Justicia, t. 79, p. 50.
75
Véase al respecto FERRER, Sergio, “La intervención del abogado como tercero
en el proceso o la Cenicienta sin hada madrina —el otro punto de vista—”, Co-
mercio y Justicia, t. 79, p. 673.
OM
Art. 19. Los que sin ser condenados en costas abonen
honorarios profesionales, son subrogatorios legales
del crédito respectivo y pueden repetir de quien co-
rresponda, la cantidad oblada, por las mismas vías y
con el mismo procedimiento que el fijado para los pro-
fesionales por el presente Código.
76
PALACIO, Lino E., Derecho procesal civil, t. III, Abeledo-Perrot, Buenos Aires,
Capítulo IV
Modalidades del patrocinio o representación
OM
37. CONTINUIDAD Y CESE DEL SERVICIO PROFESIONAL
78
Confr. Cámara 6ª C. y C., 12/12/1997, autos: “O.P., M. c/ Iderco S.A. y otros”,
LL Cba., 1998, p. 408.
OM
Pese a que la petición puede ser formulada —dice el artícu-
lo— “en cualquier estado de la causa”, es obvio que la distribución
sólo podrá realizarse al practicar la regulación o luego de ella,
por cuanto antes no hay cantidades que puedan ser distribuidas.
Por otra parte, el art. 21 dispone que “mientras un profesio-
nal no sea sustituido por otro en un proceso o gestión, se presu-
men realizadas bajo su patrocinio o asistencia todas las actuacio-
.C
nes que se cumplan, aún sin su intervención”, de donde resulta
que si dos abogados suscribieron la demanda, por ejemplo, toda
la tarea profesional posterior deberá entenderse ejecutada por
DD
79
Conf. Cám. 2ª Civ. y Com. Sent. N° 195, del 12/10/2010, Foro de Córdoba N° 146,
p. 297; Cam. 6ª, Auto N° 255, in re “Ferraris de Alercia, Graciela Luisa c/ Bisio,
Norma Lobelia Magdalena y otro - ordinario”, del 25/08/2010, Semanario Jurí-
Intervenciones sucesivas
OM
Obviamente el total de los honorarios devengados en el pro-
ceso, no puede exceder la escala íntegra (100%) 82 de donde
resulta que cada uno de los abogados está legitimado para
cuestionar la regulación practicada en favor de los otros, en
la medida en que pueda importar una disminución de los pro-
pios.
Por el mismo motivo y tal como hemos dicho que ocurre en el
.C
caso de actuación simultánea, en el proceso regulatorio que pre-
vé el art. 108 se da entre los abogados que sucesivamente han
intervenido en el juicio, un litisconsorcio necesario83.
Si el cambio de patrocinio o representación se produce en mi-
DD
81
Véase Nº 285.
82
Confr. Cám. 7ª Civ. y Com.,18/08/1993, LL Cba., 1994, p. 113.
83
Desarrollaremos el tema al comentar el art. 116, en el Nº 285.
84
Cám. Civ. y Com., Villa María, 20/06/2006, LL Cba., 2007, p. 90.
Asesor letrado
OM
sanciones disciplinarias a que hubiere lugar.
Los Asesores Letrados no percibirán honorarios por
las tareas profesionales que realicen. Estos honora-
rios, que serán regulados de oficio, deben ser destina-
dos al Fondo Especial del Poder Judicial. La regulación
será notificada al Tribunal Superior de Justicia.
nos a los del deudor de los honorarios. Si, por ejemplo, un aboga-
do de la matrícula es designado defensor ad hoc (art. 16, ley 7982)
no se advierte el motivo por el cual, luego de concluido el juicio,
deba prohibirse al abogado y a su defendido pactar y cancelar
los honorarios al margen de la regulación y antes de ésta.
LA
OM
matrícula en ejercicio, el profesional tendrá derecho a
percibir los honorarios que en definitiva se le regulen
en contra del condenado en costas. Si éste fuere insol-
vente, la resolución que regula honorarios, una vez fir-
me, constituirá un crédito fiscal intransferible compensa-
ble en contra del Fisco Provincial, a fin de abonar todo
tipo de tributos o tasas provinciales, con excepción de
la Tasa de Justicia. A tales fines, el profesional deberá
.C
acreditar que el condenado en costas carece de bienes
inmuebles inscriptos a su nombre en la Provincia de
Córdoba.
Previo a emitir copia autenticada a los fines del crédito
fiscal, el abogado deberá declarar bajo juramento que
DD
lo.
85
Confr. TINTI, Pedro L., “Algunas novedades en el nuevo Código Arancelario”,
OM
len por su tarea profesional, con los condicionamientos que pre-
vé el art. 24. El texto alude al crédito por honorarios “contra el
condenado en costas”, pero debe entenderse que también se in-
cluye al beneficiario de los servicios, aún cuando no se haya dic-
tado condena en costas en su contra. Ésa es la regla que al res-
pecto establece el art. 15 y esa es la conclusión compatible con
la norma del art. 24, que alude a la posibilidad de acuerdos en-
.C
tre el abogado designado de oficio y el beneficiario de los servi-
cios.
to en el art. 823, inc. 1, del Cód. Civil, conforme al cual los cré-
ditos de particulares no son compensables con las deudas tribu-
tarias86. Creemos, sin embargo, que la provincia está facultada
para excluir la aplicación de esa regla en el ámbito local, por-
que se trata de cuestión atinente al derecho tributario provin-
cial, ámbito el cual la provincia puede, por razones de mejor
FI
86
FLORES, Jorge M., “Algunas reflexiones sobre el nuevo Código Arancelario”,
Foro de Córdoba, Nº 121, p. 87.
transferible.
45. EL PROCEDIMIENTO
OM
lo haga por cuenta de un cliente, ya que el crédito fiscal es in-
Capítulo V
Regulación judicial de honorarios
Obligación de regular
OM
La redacción del artículo tiene un ostensible error gramati-
cal: el Tribunal debe regular honorarios a petición de parte “y”,
en todos los casos, al abogado de la contraria al condenado en
costas.
Ya la ley 8226 había derogado la obligación de regular hono-
rarios a todos los intervinientes en el juicio, que imponían las
leyes anteriores, en coincidencia con los ordenamientos arance-
.C
larios del resto del país87. La ley en comentario mantiene esa
derogación, que ha merecido crítica doctrinaria, con apoyo en
los arts. 117, inc. 3, y 327, primer párrafo, del C. de P.C.88 La
norma es aplicable en el fuero laboral, pese a lo dispuesto por
DD
87
Entre otros, art. 47 de la ley nacional 21.839.
88
Confr. VENICA, Oscar H., “Errores y falencias de la ley 9459. Apuntes para una
futura reforma”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 159.
89
Confr. Cám. 4ª Civ. y Com., 17/11/1998, “Banco Social de Córdoba c/ Luis García
e Hijos S.A.”, LL Cba., 1999, p. 1299.
OM
regulatoria, tal que resultará menester el procedimiento re-
gulatorio previsto en los arts. 108 y ss. Tratándose de juicios
por sumas de dinero, siempre existe base y, por tanto, la regu-
lación debe practicarse sin trámite previo93.
Condición frente a la
Administración Federal de Ingresos Públicos
.C
Art. 27. Previo a resolver sobre las regulaciones y con-
juntamente con el decreto de autos, los Tribunales em-
plazarán a los letrados y peritos judiciales intervinien-
DD
90
Conf. Cám. 7ª Civ. y Com. 27/02/2007, Semanario Jurídico N° 1606, 03/05/2007,
p. 632.
FI
91
Confr. Cám. 3ª C. y C., in re: “Castrovinci, Salvador, c/ Luján, Mario R.”, LL
Cba., 1995, p. 678.
92
Confr. TSJ, Sala Contencioso-administrativa, Sent. Nº 39 del 7/06/2007, in re:
“Achával, Pastor Dalmacio de Jesús c/ Caja de Jubilaciones Pensiones y Retiros de
Córdoba - Plena jurisdicción”.
93
Confr. Cam. Civ. y Com. San Francisco, A. Nº 50 de 1996, citado por VENICA, Oscar
H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 108; Cám. 7ª
Civ. y Com., 28/05/1996, LL Cba., 1996, p. 1067.
OM
La ley 9459 no sólo insiste en el estropicio, sino que lo agra-
va, ya que siembra dudas acerca de si el abogado debe solo de-
nunciar, o también acreditar su situación frente al IVA94.
El proyecto que fue puesto a consideración de la Legislatura
Provincial, establecía, siguiendo a la ley anterior, que previo a la
regulación el juez debía emplazar a los abogados para que “ma-
nifiesten y acrediten” su situación impositiva. Los legisladores
.C
suprimieron la expresión “y acrediten”, con la intención —se dijo
en la discusión parlamentaria— de que bastase la sola manifes-
tación del abogado; pero olvidaron suprimir esa palabra en el
párrafo siguiente, conforme al cual “si el profesional acreditare
DD
94
Confr. VENICA, Oscar H., “Errores y falencias de la ley 9459. Apuntes para una
futura reforma”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 159.
OM
Obviamente la exigibilidad y monto del IVA, seguirán siendo
cuestiones a resolver en función de la norma tributaria nacio-
nal, al margen de lo que diga el auto regulatorio. De allí que,
con ajuste al art. 5º, inc. b de la ley 25.781, aún cuando el auto
regulatorio no contenga la adición del IVA, porque en ese tiem-
po el abogado era monotributista, “el profesional, en tanto no
hubiere percibido los honorarios devengados, tiene derecho a
.C
que se adicione el IVA a los regulados, a los fines de que este im-
puesto sea soportado por quien debe abonar la obligación y no
con disminución de su renta e indebida traslación de la carga
DD
Provisoriedad de la regulación
95
Confr. Cám. Nac. Com., Sala B, 24/07/2008, LL, 21/10/2008, p. 7, citando pre-
cedente de la Corte.
OM
podrá ser objeto de reajuste, toda vez que el auto regulatorio
no consigne en forma expresa su carácter definitivo? Creemos
que no. Si conforme al contenido de la resolución dictada, re-
sulta claro que la regulación se ha practicado en base al monto
actualizado de lo que fue objeto del litigio, entendemos que
ello basta para que la regulación sea definitiva, sin que sea
menester una manifestación expresa del juez en ese sentido
.C
(arg. art. 918, Cód. Civil). La solución contraria importa asig-
nar a un formalismo (la mera omisión de la palabra “definiti-
va”) la consecuencia de privar al pronunciamiento de eficacia
de cosa juzgada, lo que constituye un notorio exceso ritual y
DD
96
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., Reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS
FI
99
Confr. Cám. 3ª Civ. y Com., BJC, 1998-III-845, reseñado por VENICA, Oscar H.
- DE SOUZA, Roxana A.- FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 95.
OM
taria”, que se suma a la anterior, para dar cifras definitivas al
crédito por honorarios102.
Vale apuntar, por último, que la regulación definitiva pue-
de ser instada no sólo por el abogado acreedor, sino también por
el deudor de los honorarios, que tiene derecho a desobligarse
(art. 505, Cód. Civil). Así lo dispone el Código Procesal de la Na-
ción respecto de la condena a pagar una suma ilíquida (art. 503)
.C
solución ésta que la doctrina ha extendido al ordenamiento pro-
cesal de Córdoba, pese a la falta de una norma que así lo dispon-
ga en forma expresa103.
DD
Resolución fundada
de nulidad.
100
Confr. TSJ, Sala Laboral, 18/09/87, reseñado en Foro de Córdoba, Nº 6, p. 185,
y en LL Cba., 1989, p. 83. En el mismo sentido, misma Sala 10/12/87, LL Cba.,
FI
1988, p. 460; Cam. 1ª Civ. y Com., SJ, 2000-B-128, reseñado por V E NICA ,
Oscar H. - D E S OUZA , Roxana A.- F ILIBERTI , Graciela del Carmen, ob. cit.,
p. 96.
101
Confr. Cám. 4ª Civ. y Com., 10/05/2005, LL Cba., 2005, p. 915.
102
Así, por ejemplo, Cám. Cont. Adm. de 2ª Nom., A. Nº 296 del 05/09/2008, in
re: “Moreno, Carlos c/ Municipalidad de Córdoba - Plena Jurisdicción”.
103
Confr. VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. VI, Marcos Lerner
Editora Córdoba, Córdoba, 2005, p. 425.
OM
los cálculos aritméticos pertinentes, además de citar la norma
arancelaria aplicada. Tales las condiciones mínimas para que
la regulación pueda considerarse “fundada”105.
El artículo que comentamos reitera la exigencia de funda-
mentación, puntualiza que el juez deberá indicar la base regu-
latoria utilizada y el porcentaje aplicado y le impone además
expresar “las pautas cualitativas tenidas en cuenta, bajo pena
.C
de nulidad”.
Creemos que es un exceso de formalismo, ya que las pautas
cualitativas que prevé el art. 39, son valoraciones que en prin-
cipio no se prestan a ser desarrolladas mucho más allá de su
DD
104
Confr. CS 02/12/1959, LL, 101-787; 05/09/1978, LL, 1979-A-459.
105
Confr. Cám. C., C., de Familia y del Trabajo de Marcos Juárez, A.I. N° 51,
del 25/06/1997, Foro de Córdoba, N° 39, 1997, p. 244; Cám. C. y C., de San Fran-
cisco, Sent. N° 93 del 30/12/1997, Foro de Córdoba, N° 50, 1998, p. 277. Cám. 8ª
Civ. y Com., 28/07/2005, LL Cba., 2005, p. 1077; TSJ, Sala Penal, 26/11/1998,
LL Cba., 1999, p. 360.
OM
Actualización del monto del juicio
106
TSJ, Sala Civ. y Com., AI Nº 24 del 25/02/2009, in re: “Brizzio, Rubén A. - De-
claratoria de Herederos”.
107
Véase Nº 299.
108
Confr. Cám 3ª Civil y Com., A. Nº 159, del 17/06/94, in re: “Municipalidad de
Córdoba c/ Mónaco S.A. - Ejecutivo”.
OM
nero, sino un bien, la base estaba dada por el valor de ese bien
(art. 30) al cual no se adicionaban intereses, porque no estaban
demandados y, por tanto, no integraban la materia litigiosa111.
El art. 33 de la ley 9459 intenta otra solución, disponiendo
que “la base regulatoria incluirá la tasa pasiva promedio men-
sual publicada por el Banco Central de la República Argentina,
con más el interés que tenga fijado el Tribunal Superior de Justi-
.C
cia para las liquidaciones judiciales, desde la fecha a la que re-
mitan los actos jurídicos que contengan la indicación de los valores
económicos de la causa, conforme a la legislación de fondo vigente”.
El texto así concebido es una poco feliz adaptación del sis-
DD
109
Confr. TSJ, Sala Contencioso - Administrativa, BJC, 1999-I-129, reseñado
por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob.
cit., p. 105; Cam. 6ª Civ. y Com., 12/12/1997, LL Cba., 1998, p. 408; Cám. 2ª Civ.
OM
res no están dados por actos o contratos, sino por la tasación
que merecen las cosas discutidas. Alguna jurisprudencia ha fi-
jado la base regulatoria, adicionando al valor de lo discutido la
tasa prevista en el art. 33, a partir de la fecha de tasación judi-
cial del bien objeto del juicio110. No nos parece una solución co-
rrecta, porque la tasa fijada por el Tribunal Superior para con-
denas al pago de una suma de dinero, comprende no sólo —ni
.C
tanto— un valor de actualización, cuanto una compensación
por la mora en el pago de la deuda de que se trate, elemento
este ajeno a la mera actualización de un valor en el tiempo; esto
al margen de que en el lapso que media entre la tasación y la
DD
tancia y hasta el momento del efectivo pago, los que serán fija-
dos por el Juez de la causa”, con lo cual pareciera que hay que
110
Cám. 7ª Civ. y Com., A. N° 42 del 24/02/2010, Semanario Juridico N° 1758,
del 27/05/2010, p. 721.
OM
esa tasa y un adecuado índice de depreciación monetaria111.
La interpretación legal debe conducir —porque ese es el sen-
tido del ordenamiento— a que la base regulatoria esté dada por
la entidad económica de lo discutido; no menos de eso, pero tam-
poco más, aunque los errores del legislador sugieran a veces lo
contrario112.
Siendo así, en los juicios por sumas de dinero, si la tasa de in-
.C
terés accesoria a la condena es distinta a la que prevé el art. 33
de la ley que comentamos (en más o en menos) esa será la tasa
para calcular la base regulatoria, porque esa es la real entidad
económica del litigio.
DD
111
La Sala Contencioso Administrativa del TSJ ha aplicado esa tasa, pero ha
sido cuando lo discutido fue la aplicación de una multa (Sent. Nº 114, del 10/11/
FI
113
Conf. Cám. Civ. Com. y Familia de San Francisco, 07/10/2011, Semanario
Jurídico N° 1843, 05/02/2012, p. 201.
OM
No tratándose de obligaciones dinerarias, cabe una aclara-
ción: la sentencia —dice el artículo— debe actualizar los valores
del litigio, no tan sólo fijarlos en la fecha de la regulación. La
interpretación literal indica que debe atenerse al contenido eco-
nómico del pleito en la fecha en que éste se promovió, y buscar su
expresión monetaria al momento de la regulación. Cuando el
.C
objeto del juicio es una cosa y no dinero, su valor, aun en mone-
da constante, puede sufrir variaciones significativas durante la
sustanciación del juicio, en especial si éste se dilata en demasía,
lo que lamentablemente es habitual. El automóvil objeto de una
DD
OM
veremos sobre el punto al comentar el art. 68.
Queda sólo una aclaración por hacer: actualizar a la fecha
de la regulación el valor que un bien tenía al momento de ini-
ciarse el juicio, no violenta la prohibición de indexar contenida
en el art. 7º de la ley 23.928, ya que ésta se refiere a las obliga-
ciones dinerarias y no a la adecuación del valor del pleito a los
fines regulatorios. Por otra parte, la actualización del valor de
.C
un bien no implica necesariamente un modo de indexación; en
el ejemplo del automóvil, por ejemplo, se tratará de establecer
el valor actual de una unidad de modelo y antigüedad igual o
análoga a la que fue motivo del litigio.
DD
114
Véase lo que en el N° 2 hemos dicho, en orden a la posibilidad de desbordar
el arancel, en más o en menos.
Base regulatoria
Art. 31. En todo juicio o actuación judicial en que sea
necesario regular honorarios profesionales, éstos se
ajustarán a las siguientes pautas:
OM
1) Para el abogado de la parte actora, la base regulato-
ria será el monto de la sentencia. Si la demanda fuera
rechazada en su totalidad, la regulación se efectuará en
base al artículo 36, sobre un monto entre el diez (10%)
y el treinta por ciento (30%) del valor del crédito o de los
bienes motivo de la demanda.
2) Para el abogado de la parte demandada, la base regulato-
ria será el valor del crédito y sus intereses o los bienes
motivo de la demanda, en caso que ésta fuese totalmente
.C
rechazada en la sentencia. Si la demanda fuera acogida
parcialmente, la base de la regulación será fijada entre el
diez (10%) y el cincuenta por ciento (50%) de la demanda, lo
que será merituado por el Tribunal conforme a las pautas
DD
OM
riamente injustos, a menudo imputados, con o sin razón, al
abogado que promovió la demanda.
La publicidad dada a algunos de estos casos, encendieron ha-
cia 1992 una acalorada crítica mediática contra esa ley (que te-
nía vicios y requería por ello una reforma) y nuestros legislado-
res, sensibles al clamor publicado, pero no dispuestos a trabajar
en la elaboración de un nuevo Código, sancionaron la ley 8226,
.C
que quebró ese principio estructural del ordenamiento, estable-
ciendo en el art. 29 bases distintas para el actor y el demandado
y en función del resultado del pleito; simultáneamente, mantuvo
en lo básico el resto del articulado, con lo que el sistema perdió
DD
115
CS, 11/04/2006, LL, 2006-C-438.
OM
demanda en algunos supuestos y a la condena en otros, pero
siempre en el marco del monto de lo discutido como valor del
litigio. De ello resulta que, a nuestro juicio, toda vez que en dis-
tintos casos la ley omite establecer la base regulatoria, el valor
demandado sigue siendo el punto de referencia, sin perjuicio
de adecuar la base regulatoria de cada parte al resultado de la
gestión —si lo hubiese— según el principio del art. 31.
.C
56. ÁMBITO DE APLICACIÓN DEL ARTÍCULO
pera por treinta, por ejemplo, serán muy distintos según se to-
116
Cámara Nac. Trabajo, Sala IV, 28/12/79, reseñado por MOLAS, Ana María
“Honorarios del abogado”, ED, 1982-108-24. Confr. Cámara Nacional de Ape-
OM
do término, porque el art. 31 hace en algunos casos referencia
a “los bienes motivo de la demanda”, en alusión a valores que no
son sólo sumas de dinero; y finalmente porque la ratio legis de-
terminante de la sanción del art. 31, juega tanto en las obliga-
ciones dinerarias cuanto en las que no lo son. La interpreta-
ción del art. 32, como excluyente en los casos allí previstos de
lo normado en el art. 31, sería claramente contraria a la inten-
.C
ción del legislador.
117
Véase ut supra, Nº 55.
118
La descalificación del arancel con motivo de su irracionalidad reconoce nu-
merosos antecedentes, en particular los que han anulado su aplicación cuando la
retribución resultaba inversamente proporcional al éxito obtenido (CSJN, 19/
02/81, LL, 1981-B-646, Nº 133, entre otros), y entre nosotros ha tenido acogida
en fallo de la Cámara de Apelaciones de San Francisco del 11 de noviembre de
1992, que declaró inconstitucionales los incs. a) y b) del art. 2º de la ley 8158 (in
re: “Tesio, Oscar Alberto c/ Juan Pablo Gaitán - Dda. Daños y Perjuicios”).
OM
fijar la base regulatoria en el 99% del importe pretendido por
el actor, para que la conclusión sea coherente con el sistema
que la propia ley implanta. Si se quiere buscar esa coherencia,
a despecho de un texto defectuoso, la solución sería ajustar la
base regulatoria en función del resultado del juicio, tal que ésta
se reduzca, desde el monto total de la demanda, en la medida
en que la acción prospere, con el mínimo previsto para el caso
.C
de acogimiento total. La solución no es ortodoxa ni se ajusta
al tenor literal de la ley, pero consulta mejor la intención del
legislador que la incoherente redacción sancionada, desde que
a lo largo de toda la discusión parlamentaria de la ley 8226
DD
119
Confr. TSJ, Sala Penal, 16/03/2004, LL Cba., 2004, p. 1149; Cam. Civ. y
Com., Villa María, 27/06/2006, LL Cba., 2007, p. 90, entre otros.
120
Véase la contradictoria jurisprudencia reseñada por MOLAS, Ana María, “Ho-
norarios del abogado”, ED, 1982, ps. 27 y 28. En Córdoba, la Sala A de la Cá-
60. LA TRANSACCIÓN
OM
En caso de transacción, la regulación de honorarios en base
al monto o valor transado es la solución adoptada por todos los
ordenamientos arancelarios124, tal como dispone el inc. 3 del ar-
tículo en comentario.
No hay solución uniforme, en cambio, sobre la oponibilidad
de la transacción a los abogados que habiendo intervenido en
.C
el juicio, no han participado del acuerdo.
El art. 19 de la ley 7269 disponía expresamente que “a los
fines de la regulación de sus honorarios, el monto de la transac-
ción no es oponible al abogado que no ha intervenido en ella”. La
DD
121
CS, 13/03/2007, in re: “Autolatina Argentina S.A. c/ Dirección Gral. Impositi-
va”, La Ley on line, entre otros.
122
Confr. Cam. Civ. y Com. San Francisco, in re: “Gagliardi, José M. ,promueve
incidente de nulidad en autos: Asociación Mutual Saturnino María Laspiur c/
José M. Gagliardi - Demanda ejecutiva”, A.I. N° 47, 20/06/97, SJ, N°1154, p. 188.
123
Cám. 6ª Civ. y Com. A. N° 113 del 23/04/2010, Semanario Jurídico N° 1768
sal, lo que equivale a decir que tiene un solo monto, sin que pueda
haber dos bases regulatorias diferentes” 125.
La ley 9459 reeditó aquella regla de la ley 7269, diciendo
que en caso de transacción, su monto fija la base regulatoria
para los abogados que han participado en el acuerdo, pero “no
vincula a los letrados que hayan intervenido en la causa y no
hayan sido parte en la transacción”. En la discusión parlamenta-
ria, se expone claramente que la intención del legislador ha sido,
precisamente, revertir las consecuencias de esa jurisprudencia
de la Corte126.
Así las cosas, el problema radica en saber si la provincia tie-
ne competencia para imponer una conclusión distinta de la que
OM
la Corte ha sostenido en el precedente “Coronel…”. Creemos que
la respuesta a ese interrogante es afirmativa. Aun cuando la
cuestión ha sido discutida127, tanto la doctrina cuanto la juris-
prudencia nacionales, siguiendo a CHIOVENDA128, tienen asumido
que las costas son un instituto procesal129 y, en consecuencia, la
distribución y cuantificación de las costas está regulada por le-
yes locales en todas las provincias. Siendo así, tal parece que
.C
no puede negarse a la ley local la posibilidad de establecer
cuál es la base para calcular la retribución de cada abogado.
La Corte ha resuelto lo que resolvió, ante la ausencia de una
DD
125
CS, 11/04/2006, LL, 2006-C-438.
126
En relación a este artículo, dijo el legislador ORTIZ PELLEGRINI: “contravenimos
la actual jurisprudencia de la Corte, lo ponemos en la ley y dejamos a salvaguarda
FI
1954, p. 115.
130
Sala Civ. y Com, A.I. N° 219 del 23/06/2011.
OM
62. SITUACIONES ANÁLOGAS A LA TRANSACCIÓN
131
Sala Civil, 04/12/86, LL Cba., 1987, p. 341, puntualizando que esta inoponi-
bilidad no requiere que haya existido dolo de las partes. La transacción es ino-
ponible “simplemente porque los contratos no pueden perjudicar a terceros”.
FI
132
TSJ, Sala Laboral, 26/10/88, reseñado en Foro de Córdoba, Nº 10, p. 156;
Sala Civil: Auto Nº 397 del 05/11/91, SJ, Nº 888 del 11/06/92, p. 159. En contra:
Cámara 8ª C. y C., Auto Nº 261 del 13/09/89, SJ, 07/12/89, p. 10, Nº 18 (con di-
sidencia de la Dra. de Ayrolo).
133
Así lo ha resuelto la Cámara de Trab. de Bell Ville, in re: “Rabia, Hugo Oscar
Pedro y otros c/ Milevic Hnos. S.A. - Demanda laboral”, A.I. N° 48, 10/04/97.
BJC, t. II, abril-junio 1997, ps. 644 y 645 y es la solución que por nuestra parte
sostenemos al comentar el art. 43.
OM
tra provincia, esta solución encuentra aún mejor sustento, por-
que el art. 31 asume como valor económico del pleito el de la
cuestión litigiosa (es decir el monto reclamado), si bien estable-
ce bases regulatorias diversas para actor y demandado, en fun-
ción del resultado obtenido, remitiéndose a veces a la deman-
da, otras a la sentencia y fijando porcentajes variables de una
y otra. Frente a la falta de previsión sobre cuál de esas ba-
.C
ses ha de tomarse, lo razonable es remitirse al contenido bási-
co del litigio, determinado por el monto de lo discutido. Por
otra parte, omitir la actuación del abogado en la transacción,
siendo que ésta ha de condicionar la regulación de sus honora-
DD
exitosa136.
La misma situación cabe, obviamente, para los casos análogos
a la transacción, esto es el allanamiento o el desistimiento, for-
mulados sin conocimiento del abogado que intervino en el plei-
FI
134
Confr. Cám. Civ. y Com. Bell Ville, 20/04/1998, LL Cba., 2000, p. 197.
135
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Qué se entiende por monto del juicio a los
fines de la regulación de honorarios del abogado”, en Leyes de aranceles para
abogados y procuradores, ps. 457 y ss., y la jurisprudencia reseñada por MOLAS,
OM
Art. 32. Cuando no se ha reclamado suma de dinero pero
el objeto del juicio es susceptible de apreciación pecu-
niaria, se considera como valor del juicio, a opción del
profesional:
1) El importe de la valuación judicialmente aprobada
de los bienes;
2) En caso de inmuebles, la base imponible. Si el pro-
.C
fesional o el deudor de los honorarios consideran que
las valuaciones a que se refiere el inciso precedente no
corresponden al valor real de los bienes, cualquiera de
ellos podrá hacer otra estimación y si no fuera acepta-
DD
OM
regular honorarios en base al valor del bien (art. 84) siendo que
el interés del embargante se agota en el monto del embargo. A
la inversa, en el requerimiento o cancelación de medidas cau-
telares el art. 85 fija la base en función del valor que se pretenda
asegurar, con olvido de que un embargo millonario puede gravar
un bien de valor ínfimo, y obviamente el interés de las partes en
el caso no excede el valor del bien, que es lo único genuinamente
.C
en juego.
En oportunidad de comentar los referidos artículos, y otros que
plantean alternativas análogas, volveremos sobre el tema, pero que-
de como regla básica que la tarifa arancelaria se fija en fun-
DD
137
MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Los honorarios del abogado”, en Leyes de aranceles
para abogados y procuradores, p. 435.
FI
138
Cám. 3ª Civ. y Com., Sent. Nº 20 del 18/04/95, Foro de Córdoba, Nº 29, p. 151.
139
TSJ, Sala Civ. y Com., A.I.Nº 191, del 02/04/1996, in re: “Incidente de Reg. De
Honorarios en autos Cucullu de Rodríguez, María Elena Amelia c/ Santa Regina
SCA y/ su socia solidaria Graciela Inés Saenz Araya - Demanda de Despojo”. En
el mismo sentido: A.I. Nº 139, del 29 de abril de 1998, in re: “Cuerpo de Inciden-
te en autos Fisogni, Enrique y otro c/ Ferrero Hnos. SACIF - Acción Posesoria”.
140
Conf. Cám. 6ª Civ. y Com., 26/10/2011, Semanario Jurídico N° 1839, 29/12/2011,
p. 1086.
OM
lar honorarios para el abogado que ganó el juicio; para el que lo
perdió, esa base se reducirá aplicando el art. 31.
2), pero tanto una cuanto la otra pueden ser cuestionadas por
el deudor, por lo que tal opción sería inocua. Antes bien parece
razonable aceptar que la base imponible deberá tomarse como
base regulatoria sólo cuando no exista valuación judicial, siendo
una y otra objetables por los interesados.
LA
OM
pone al abogado la obligación de preferir los intereses de su
defendido, por lo que el abogado debe soportar las consecuen-
cias disvaliosas de esa tasación.
da, pero ocurre que constando uno u otro valor (valuación judicial
o base imponible), el juez debe regular oficiosamente los ho-
norarios del vencedor en costas, o bien practicarla a pedido
de cualquiera de los interesados (art. 26), lo que sugiere la duda
sobre si la objeción puede o no ser posterior a la regulación prac-
ticada.
LA
141
Confr. voto Dra. Zavala de González en fallo de la Cám. 8ª C. y C., 31/07/1987,
LL Cba., 1988, p. 675.
OM
tasación, el inc. 3 del artículo en comentario remite a “los valo-
res de referencia”, criterio que la jurisprudencia había admitido,
aún antes de que la ley 8226 lo implantase en forma expresa144.
La norma se aplica a aquellos casos en los que no existe base
económica mensurable pero, sin embargo, es dable asignar al
juicio una base, en función de valores vinculados al litigio. Un
ejemplo típico sería el juicio de fijación de plazo de una obliga-
.C
ción (art. 509, CC) en la cual el cobro de la deuda no es el obje-
to del juicio, pero constituye un “valor de referencia”, en función
del cual el Juez puede fijar una base regulatoria145, que será un
porcentaje de la deuda materia litis.
DD
142
En fallo del 16/03/92 (LL Cba., diciembre 1992, p. 1094), la Cám. 1ª C. y C.,
sostuvo que la opción prevista en el art. 65 de la ley 7269 debía formularse an-
tes de la sentencia, con fundamentos que, extendidos al art. 32, inc. 2, de la ley
9459, permiten sostener la conclusión opuesta a la que propiciamos en el texto.
143
Confr. Cám. 8ª C. y C., 14/09/87, reseñado por ANDRUET Armando S. (h)- BUS-
TOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 52, Nº 122.
FI
144
Confr. TSJ, Sala C., C., y Cont. Adm., 09/05/86, reseñado por ANDRUET, Ar-
mando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A.- FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 89,
Nº 255. Véase TINTI, Pedro L.,“Algunas novedades en el nuevo Código Arancela-
rio”, Foro de Córdoba, Nº 13, p. 78.
145
Confr. Cám. 2ª Civ. y Com., Sent. Nº 3 del 29/02/96, Foro de Córdoba, Nº 34,
p. 166.
146
Cám. 2ª Civ. y Com., 21/11/2006, in re: “L´Equipe Monteur S.A. c/ Pcia. de
Córdoba- Dirección de Rentas - Acción declarativa de certeza”.
OM
rencia directo de la cuestión litigiosa en juego” 147.
La existencia de un valor de referencia, no excluye que éste
pueda ser dejado de lado en la regulación de honorarios, cuan-
do la entidad de la cuestión tiene un significado ostensiblemen-
te menor o mayor que el que expresa ese valor referenciado. Un
ejemplo jurisprudencial de lo primero, es la impugnación de una
asamblea societaria, por motivos formales, sin trascendencia
.C
significativa en el devenir social, que no se consideró razonable
referir al cuantioso patrimonio neto de la sociedad148; el segun-
do, es el de la revocación de la suspensión aplicada a un magis-
trado judicial, que tiene una entidad superior a la mera cuanti-
DD
147
Sala Cont. Adm., Sent. Nº 21, del 31 de mayo de 2006, in re: “Aguas Cordobe-
FI
149
Confr. TSJ, Sala Cont. Adm., 12/04/2000, LL Cba., 2001, p. 451.
150
Cám. 3ª C. y C., Sent. Nº 41, 19/06/90.
OM
ejemplo, el cuestionamiento judicial contra un apercibimiento o
amonestación aplicado en sede administrativa; o la acción de un
testigo de Jehová que reclama su derecho a no homenajear los
símbolos patrios; o tantos otros supuestos en que el pleito no tie-
ne entidad económica, de manera que no existe ninguna posibi-
lidad de encontrarla “en función de criterios objetivos y técni-
cos”. Es obvio que en tal caso el Juez deberá regular según su
.C
prudente arbitrio, con prescindencia de toda base económica y
meritando las pautas de evaluación cualitativa previstas en el
art. 39, tal como en la práctica resultaba del art. 30, inc. 4, de
la ley 8226152. Esa es la solución que impone el art. 1627 del Cód.
DD
151
Confr. FLORES, Jorge M., “ Algunas reflexiones sobre el nuevo Código Arance-
lario”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 90; TINTI, Pedro L., “Apuntes sobre el nuevo
Código Arancelario”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 148.
152
Confr., TSJ, Sala Cont. Adm., 27/04/2006, LL Cba., 2006, p. 1263, entre otros.
153
Con relación a este artículo tiene dicho la doctrina: “Esta disposición, que remite
a la fijación arbitral del precio, ha sido dejada de lado por la jurisprudencia y por
OM
adoptar el monto total del contrato, como base económica a fin
de determinar los estipendios de los letrados intervinientes,
ya que el interés del actor no es ese, sino la utilidad que le re-
portaría la ejecución del contrato. A partir de esa premisa, el
criterio de la Sala Contencioso-administrativa es aplicar la es-
cala arancelaria sobre un valor equivalente a un diez por ciento
del precio total155. Cuando lo discutido es la resolución de un
.C
contrato, que ha sido parcialmente ejecutado, el diez por ciento
se calcula sobre el excedente no ejecutado156. Es el mismo cri-
terio con el que se ha resuelto, en el fuero civil, que en el juicio
DD
154
Sin embargo, la Sala Civil y Com., del TSJ, en Sent. Nº 34 del 16/05/2006, en
un juicio por revocación de una donación, sostuvo que el valor del bien donado
LA
OM
liquidaciones judiciales, desde la fecha a la que remitan
los actos jurídicos que contengan la indicación de los
valores económicos de la causa, conforme a la legisla-
ción de fondo vigente.
71. REMISIÓN
Intereses
157
TSJ, Sala C. y C., 12/08/88, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS
ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 140, Nº 414.
OM
forma explícita, ya que se trata de un accesorio de la obliga-
ción, impuesta por la norma que comentamos161.
La alusión del artículo a la imposición de intereses “desde
la regulación de primera instancia”, está referida al caso en
que éstos hayan sido apelados, supuesto en el cual los honora-
rios, aunque exigibles sólo después del fallo de alzada, deven-
gan intereses desde la fecha del auto regulatorio de primera
.C
instancia162, sea que la apelación haya concluido en la confirma-
ción, aumento o disminución de los regulados por el inferior,
ya que el pronunciamiento de alzada retrotrae sus efectos al
tiempo de la regulación de primera instancia163.
DD
158
Confr. Cám. 8ª C. y C., autos “Provincia de Córdoba c/ Grecco, Héctor O.”, SJ,
LA
163
Confr. Cám 1ª Civ. y Com., SJ, 1994-A-307, reseñado por VENICA, Oscar H.-
DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 120.
OM
sión del artículo que comentamos, la tasa de interés que en
sus pronunciamientos ha fijado para liquidar las deudas que
han sido motivo de condena judicial165.
164
Tal la doctrina sentada en “Hernández, Juan Carlos c/ Matricería Austral
FI
OM
e) De más de cincuenta (50) y hasta cien (100) U.E. un mí-
nimo del doce por ciento (12%).
f) De más de cien (100) U.E. un mínimo del diez por cien-
to (10%).
En ningún caso, exista o no base económica, los hono-
rarios del profesional podrán ser inferiores a veinte
(20) Jus por la tramitación total en primera instancia
en juicios declarativos ordinarios; a quince (15) jus por
.C
la tramitación total en primera instancia en juicios de-
clarativos abreviados: a diez (10) Jus; por la tramita-
ción total en primera instancia, en procesos ejecutivos
y ejecutivos especiales; y cuatro (4) Jus por cualquier
acto procesal, salvo lo dispuesto en el artículo siguien-
DD
te.
Los honorarios del abogado de la parte vencida en jui-
cio se regularán también aplicando la escala de este
artículo.
Quedan exceptuados de los topes mínimos estableci-
dos, los casos en que el condenado en costas sea una
persona física y que el monto final de la liquidación
LA
OM
el último día hábil de cada mes, a todos los organismos judicia-
les y a los Colegios de Abogados de cada circunscripción judi-
cial el valor del Jus y de la Unidad Económica vigente para el
mes siguiente”.
La antigüedad de los magistrados se computa desde la fe-
cha del título de abogado, y ocho años es el mínimo para ser
designado en el cargo (art. 158, Const. Pcial.) con lo cual la uni-
.C
dad económica queda asimilada a la remuneración mínima que
puede percibir un juez de Cámara, sin computar permanencia en
el cargo; esto así porque si hubiese un camarista con sólo ocho
años de antigüedad en el título, forzosamente tendría que estar
DD
nómica y el Jus. Hoy por hoy no parece que puedan haber du-
das en la fijación de esos valores y es de esperar que tampoco
los haya en el futuro, pero es tanto el ingenio con que la adminis-
tración pública suele sembrar adicionales, descuentos y rubros
múltiples en la liquidación de los sueldos, que se justifica abri-
gar alguna duda al respecto. Y si tales dudas surgiesen, vale
FI
OM
entender que es aproximadamente el punto medio de la escala
el que corresponde aplicar, cuando la tarea profesional se ha
desarrollado en las condiciones que son habituales en el tipo
de prestación de que se trate166. Sin embargo, algún fallo del
Tribunal Superior sugiere que, frente a una elevada base re-
gulatoria al menos, es necesario que existan puntuales razones
para arribar un punto más elevado que el mínimo de la escala167.
.C
75. EL MINIMO MINIMORUM
166
Conf: Cám. 8ª Civ. y Com., Sent.N° 112, del 21/10/2003, Semanario Jurídico,
N° 1432 del 30/10/2003.
167
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 24 del 25 de febrero de 2009, in re:
“Brizzio, Rubén A. - Declaratoria de Herederos”, citando en el mismo sentido
OM
monto demandado, están establecidos para asegurar una retri-
bución digna al profesional actuante y, al mismo tiempo, protege
a los litigantes de pequeñas causas, que de no mediar esa retribu-
ción mínima, verían frustrado el acceso a la jurisdicción, ante la
imposibilidad de conseguir abogados que los defiendan170.
Sin embargo, ese objetivo se frustra cuando, en la parte final
del artículo, la ley 9459 innova, diciendo que “quedan exceptua-
.C
dos de los topes mínimos establecidos, los casos en que el condena-
do en costas sea una persona física y que el monto total de la li-
quidación mandada a pagar sea inferior a veinte (20) jus. En tales
supuestos, la regulación por las tareas en primera o única instan-
DD
168
Confr. Cám. Civ. y Com., Villa Dolores, 19/02/2002, LL Cba., 2002, p. 1495.
169
Confr. TSJ, Sala Civil, Auto Nº 173, 05/06/87, y Sent. Nº 119 del 28/10/2003,
in re: “Romero, María Rosa c/ Banco del Suquía S.A. - Ordinario”.
170
Confr. TSJ, Sala Civil y Comercial, 19/09/96, Foro de Córdoba, N° 35, p. 212;
OM
Podría suponerse que, en nombre de la coherencia del sis-
tema, la limitación que nos ocupa debiera trasladarse propor-
cionalmente a las instancias recursivas, pero ocurre que no es
así: no sólo porque el texto alude puntualmente a “la regula-
ción por las tareas en primera o única instancia” (sic) sino que
además, tanto en apelación cuanto en recursos extraordina-
rios, los arts. 40 y 41 fijan mínimos que desbordan ese límite,
.C
cualquiera sea el monto del juicio172.
Finalmente, la norma no se presenta aplicable a los hono-
rarios devengados antes de que exista condena, ya que en ese
estadio procesal no hay una “liquidación mandada a pagar”; así
DD
172
Rectificamos aquí lo que al respecto se consignó, erróneamente, en la prime-
ra edición de este comentario, contradiciendo lo que en esa edición se dijo —y se
repite ahora— al comentar el art. 40.
173
Cámara 2ª C. y C., 08/07/87, LL Cba., 1988, p. 691; 25/11/86, LL Cba., 1987,
p. 786.
OM
tas” y no dice que el costo del proceso, incluidos los honorarios
a regular conforme al arancel, no puedan superar el 25% de la
condena; por el contrario, admite expresamente que lo supe-
ren, cuando condiciona la prorrata entre los profesionales al
supuesto en que “las regulaciones de honorarios practicadas
conforme a las leyes arancelarias o usos locales [...] superen di-
cho porcentaje”. Resulta claro, pues, que el juez debe practi-
.C
car la regulación de honorarios conforme “a las leyes arance-
larias o usos locales” y es sólo al liquidar la deuda que, si el
total de las costas supera el 25% de la prestación que es obje-
to de condena, practicará el prorrateo necesario para ajustar
DD
el vencido176.
174
Ese límite estaba impuesto por el art. 17 de la ley 6052.
175
TSJ, Sala C. y C., 21/06/88, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS
FI
ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 108, Nº 505 y ss.; VENICA,
Oscar H., “Límite a los honorarios de abogado”, LL Cba., 1984, ps. 578 y ss.
TSJ, Sala Civil y Comercial, 19/09/96, Foro de Córdoba, N° 35, p. 212.
176
También se mantiene la escala arancelaria de hasta el 20% del monto del
juicio(art. 7º de la ley 21.839, no modificado) que sumado a los honorarios por
procuración (art. 9º, ratificado) lleva el máximo al 24%, con lo cual ineludible-
OM
deudor frente a esa obligación de reembolso, impidiendo que el
vencedor en el pleito recupere totalmente los gastos en que ha in-
currido; sólo podrá hacerlo hasta el 25% de la obligación principal.
Esta conclusión fluye no sólo del texto de los arts. 1º y 8º
de la ley 24.432, sino de la inserción del primero de ellos como
agregado al art. 505 del Cod. Civil, referido a los efectos de las
obligaciones. Cuando la ley ha querido condicionar o limitar el
.C
precio de los servicios prestados en un proceso, lo ha hecho en
el art. 3º, reformando el art. 1627 del Cód. Civil, evidenciando
que la inclusión del texto del art. 1º como agregado al 505, no es
inadvertida, sino fruto de la efectiva intención de no alterar
DD
177
Confr. TSJ, en pleno, 29/12/1999, Foro de Córdoba, Nº 60, p. 157, ya citado.
Sala Cont. Adm., Sent. Nº58, del 6/08/2007, in re: “Defacci, Alicia Beatriz y o-
FI
179
Conf. Superior Tribunal de Corrientes, in re: “Tabarez, Andrés S. c/ Dirección
Provincial de Energía de Corrientes y/u otro”, 15/11/1996, LLLitoral 1997-337,
OM
ma parte del artículo, en cuanto posibilita para los juicios por
menos de veinte jus una retribución inferior al mínimo antes
referido182. Tal como lo hemos desarrollado al comentar el
art. 1º de la ley, el Juez está habilitado a desbordar el arancel
—en más o en menos— cuando su aplicación mecánica con-
duzca a un resultado no querido por el sistema y lesivo de
las garantías constitucionales183. La aplicación de esa regla, exi-
.C
ge prescindir de la limitación que para la aplicación del aran-
cel mínimo dispone la última parte del art. 36 184.
En segundo término, cuando en las pequeñas causas la li-
mitación a la condena en costas que dispone la ley 24.432, hace
DD
que el costo del litigio a cargo del vencedor absorba una parte
Civil, Comercial y Laboral, in re: “S., M.I. y otros c/ Fábrica S.R.L.”, 30/11/2006,
La Ley Online AR/JUR/10242/2006.
180
Confr. TSJ, en pleno, 29/12/1999, Foro de Córdoba, Nº 60, p. 157, ya citado.
181
Entre otros, los que están publicados en LL, 1977-D-184; 1977-C-425; 1978-
D-503 y 1980-A-580.
182
Conf. Cám. 5ª Civ. y Com. Sent.N° 143 del 17/12/2008, in re “Greenway, Martha
Violeta c/ Oviedo, Miguel Lucas - Ejecutivo”, Semanario Jurídico, N° 1692 del
FI
nuel Timoteo”, Foro de Córdoba, N° 145, p. 324; Cám. 4ª Civ. y Com. Sent. N° 77
del 28/05/2009, Semanario Jurídico N° 1714 del 09/07/2009, p. 61.
OM
tribuciones, tarifas y multas, iniciados por el Estado
Provincial, municipalidades, comunas, entes autárqui-
cos provinciales prestadores de servicios, agencias o
concesionarios de servicios públicos, la base de los ho-
norarios profesionales en primera instancia, cuando
no se opongan excepciones ni se planteen incidentes, no
podrá superar el cincuenta por ciento (50%) del capital
actualizado a la fecha de regulación de los honorarios,
.C
conforme a la legislación de fondo vigente.
Cuando se realice un acuerdo judicial o extrajudicial
por cobro de impuestos, tasas, contribuciones, tarifas
y multas, los honorarios que se devengaren a favor de
los profesionales actuantes en representación de dichos
DD
norario reclamado.
185
Es la solución adoptada por el TSJ, en pleno, en fallo del 29/12/1999, Foro de
Córdoba, Nº 60, p. 157, ya citado.
OM
ses adeudados, la ley 8226 dejó a estos pequeños contribuyen-
tes inermes frente a esa posibilidad, beneficiando en cambio a
quienes adeuden montos importantes, que afrontan la mitad
de los honorarios que hubiesen debido pagar con motivo de la
ejecución de otras obligaciones. Mientras el texto anterior pro-
curaba beneficiar —a costa del abogado— a los pequeños deu-
dores, la ley 8226 les quitó ese beneficio, para transferirlo —
.C
siempre a costa del abogado— a quienes sean demandados por
sumas importantes. Un desenlace insólito y tal vez no querido
por los legisladores, pero impuesto por un texto que no admi-
tía otra interpretación literal.
DD
186
Con diversos argumentos, han apuntado en ese sentido Cam. Civ. y Com. Río
Cuarto, A.I. Nº 56 del 28/06/95, Foro de Córdoba, Nº 32, p. 149 y fallo del 28/06/1995,
OM
conclusión compatible con la postulación de esos mínimos como
el valor por debajo del cual, la retribución del servicio profesio-
nal deja de ser digna y violenta el derecho a una retribución
justa (arts. 14 y 14bis, CN)188.
LL Cba., 1996, p. 149; Cam. Civ. y Com. Villa Dolores, SJ, 1994-A-433, reseñado
por VENICA, Oscar H.- DE SOUZA, Roxana A.- FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob.
cit. p. 145.
187
Cam. 5ª Civ. y Com., BJC, 1998-II-556, reseñado por VENICA, Oscar H. - DE
SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit. p. 142.; Cám. 8ª Civ. y
OM
tal hipótesis no ha sido prevista en el texto legal y la intención
de renunciar a un derecho no se presume y es de interpreta-
ción restrictiva (arg. art. 874, Cód. Civ.). Si la deuda se condona,
el abogado, que es dueño de los honorarios devengados (art. 5º,
ley 9459) tiene derecho a cobrarlos íntegramente a los obliga-
dos a su pago.
.C
80. LA DACIÓN EN PAGO
189
Conf. Cám. 6ª Civ. y Com. A. N° 543 del 17/11/2009, in re “Dirección General
de Rentas de la Provincia de Córdoba c/ Falchetto, Carlos A.”.
81. LA MULTA
OM
mo párrafo del artículo que comentamos. La obligatoriedad de
la norma comprende no sólo al letrado y su comitente, como
dice el artículo, sino también a los demandados y a los terce-
ros, tal como ocurre con todo el Código Arancelario y todo el
ordenamiento legal. No se advierte cuál es el incumplimiento
en que puedan incurrir el ente recaudador y su abogado, que
habilitaría al deudor a reclamar la multa que el artículo prevé.
.C
Dado que la sanción se tarifa en un porcentaje “del honorario re-
clamado”, vale deducir, que el hecho punible sería el reclamo de
honorarios por encima de lo que resulta del ordenamiento, pero
ocurre que tal reclamo será objeto de juzgamiento y correspon-
DD
Cobro de acreencias
en que el Estado es parte
OM
La norma guarda analogía con el artículo anterior, pero se
extiende al cobro de todos los créditos estatales (no sólo impues-
tos, tasas, etc.) al tiempo que incluye entre los acreedores a to-
dos los entes descentralizados y autárquicos (no sólo a los que
sean prestadores de servicios) y a las entidades financieras.
Tanto el título que el legislador le puso al artículo (“cobro
de acreencias en que el estado es parte”) cuanto su asimilación
con el artículo anterior y los términos en que ha sido redacta-
.C
do, parecen excluir los créditos que, aunque tengan por titu-
lar a un ente estatal, resultan de relaciones jurídicas de dere-
cho privado. Consecuentemente, no comprende a las acciones
que los bancos oficiales puedan promover para obtener el co-
DD
83. ALCANCES
OM
en la primera parte del art. 37, y obviamente la deuda principal
no es objeto de “regulación”, al menos en el sentido que esa ex-
presión tiene en materia de honorarios. Creemos, pues, que el
arancel aplicable en estos juicios será lisa y llanamente el que
prevé la regla general del art. 36, sin la reducción que impone
el art. 37; esto en especial meritando que no cuadra hacer in-
terpretaciones extensivas de las normas de excepción, y la del
.C
art. 37 lo es (además de confusa y poco razonable, según hemos
visto)190.
190
Ut supra, Nº 78.
191
Ut supra Nº 80 y 81.
OM
merecido a la hora de regular honorarios, salvo en los casos en
que ha mediado controversia puntual sobre el tema y alegación
de las partes al respecto. La exigencia de ponderar expresa-
mente los extremos del art. 39, que el art. 29 impone en toda
regulación de honorarios, apunta a superar ese vicio, pero no
creemos que lo logre más allá de la pura formalidad, según lo
hemos expuesto al comentar el art. 29192.
.C
Sin embargo, la enorme amplitud de la escala que resulta de
las alternativas que ofrece la base regulatoria (art. 31) y el aran-
cel (art. 36) que se multiplica en los recursos (art. 40) y en los
incidentes (art. 83) justifica prestar atención a las pautas cua-
DD
192
Ut supra, Nº 50.
no está sujeto a la regla del art. 140 bis del C. de P.C.; esto así
porque es precisamente la falta de contradicción la que podría
justificar la falta de ponderación de los diversos elementos cua-
litativos a que alude el art. 39 que comentamos y, por otra par-
te, porque el art. 140bis —su texto lo dice en forma expresa—
consulta los fines que son propios de la ley 8804, esto es “el sa-
neamiento de los títulos a la propiedad y el relevamiento de la
situación posesoria de los inmuebles urbanos y rurales ubica-
dos en todo el territorio provincial” (art. 1° ley citada), lo que
poco tiene que ver con una disputa entre pretensores de dere-
chos reales sobre un inmueble.
OM
Recursos ordinarios
de discusión en la alzada.
Sin embargo, ésa no es la solución adoptada por el Tribunal
Superior de Justicia que, tanto bajo la vigencia de la ley 7269193
193
Sala Civil, Auto Nº 229, del 02/06/86, Foro de Córdoba, Nº 3, p. 130, entre
otros.
OM
y para el demandado y cualquiera fuese el resultado de la ges-
tión, la aplicación de la norma no ofrecía dudas. Reformado el
sistema y habida cuenta lo normado por el art. 31 de la ley ac-
tual, el artículo que comentamos ofrece las siguientes inter-
pretaciones posibles: a) considerar aplicable el art. 31 y regu-
lar a cada abogado, por su trabajo en segunda instancia, entre
el treinta y el cincuenta por ciento de la escala del art. 34, so-
.C
bre la misma base regulatoria correspondiente a la primera
instancia, establecida en función del resultado final del juicio;
b) hacer una aplicación literal de la ley, limitando el art. 31 a la
primera instancia y tomando como base regulatoria en la segun-
DD
194
Sala Civil, A.I. Nº 249, del 25/08/1997, in re: “Marcotegui, Luis Ángel c/ Amérito
OM
recurso en la confirmación del fallo de primera instancia, ten-
dría honorarios cuyo cálculo debería hacerse sobre una base de
entre 10 y 30 para la primera instancia (art. 31, inc. 1) y sobre
una base de entre 30 y 50 para la segunda (art. 40); así, resulta-
ría mejor remunerado el recurso que todo el juicio sustanciado en
primera instancia, ambos con el mismo resultado adverso (?).
Por último, aplicar el art. 31 en la segunda instancia toman-
.C
do a apelante y apelado como actor y demandado y a la expre-
sión de agravios como demanda, es conclusión que respeta el
texto del art. 40 (se asigna al litigio un contenido determinado
por lo que es objeto de discusión en la alzada) al tiempo que se
DD
195
“El objeto de la apelación es la revisión de la sentencia de primera instancia”
(COUTURE, Eduardo J., Fundamentos del derecho procesal Civil, 3ª ed., Depalma,
Buenos Aires, 1997, Nº 219, p. 354).
196
TSJ, Sala Laboral, 18/05/92, reseñado—con nuestra crítica— en Foro de Cór-
doba, Nº 12, ps. 73 y ss.
OM
Como vemos, es sencillamente imposible formular sobre el
tema una interpretación que responda al texto legal, sea com-
patible con la intención inequívoca del legislador y no conduzca
a soluciones aberrantes. Es por ello que en la práctica las regu-
laciones de honorarios en instancias recursivas, a lo largo de
los quince años de vigencia de la ley 8226 y los cuatro transcu-
rridos desde la promulgación de la 9459, presentan soluciones
.C
múltiples y contradictorias. Con todas las vacilaciones que im-
pone resolver la cuestión así planteada, nos inclinamos por la
última de las soluciones posibles: tomar como valor del litigio
lo que ha sido materia del recurso y conforme a él determinar
DD
197
Es el criterio que la Sala Civil y Comercial del Tribunal Superior adoptó en
A.I. Nº 345, del 17/11/97, en autos “Ansaco S.A. c/ Carlos Alberto Moreyra y otro
P.V.E. - Ordinarizado”, publicado en BJC, t. IV, octubre-diciembre 1997, p. 1070.
En el mismo sentido: Cam. Civ. y Com. Río Cuarto, A.I. Nº 184 del 03/11/97,
Foro de Córdoba, Nº 49, p. 294.; Cám. Civ. y Com., Marcos Juárez, A.I. Nº 39 del
16/04/2003, Foro de Córdoba, Nº 94, p. 318. En contra, tomando como base regu-
OM
der por el recuerso tramitado .
La denegación del recurso por el Juez de Primera Instan-
cia, tiene efectos substanciales análogos al rechazo de la apela-
ción por el Tribunal de Grado. Siendo así, “los honorarios que
pudieran corresponder por el recurso tramitado”, a que alude
la norma, no son otros que los que hubiesen correspondido si,
tramitado el recurso, no mereciese acogida en la alzada. En
.C
caso de que la apelación haya sido denegada ab initio, esos ho-
norarios se reducen al treinta por ciento. Dicho de otro modo:
si el recurso se concede y la Cámara confirma el fallo de pri-
mera instancia, la base regulatoria es entre el diez y el treinta
DD
198
Tal la conclusión que resulta de lo dicho al comentar el primer párrafo del ar-
tículo, ut supra, Nº 87.
OM
referido a la admisibilidad del recurso (arts. 403 a 406, CPC)
y si merece acogida, la Cámara dispone traer el expediente, a
fin de tramitar la apelación y oportunamente dictar resolu-
ción sobre el fondo de la cuestión (art. 406, CPC).
Siendo así, la referida jurisprudencia, sentada para la que-
ja ante el Tribunal Superior de Justicia, no parece fácilmen-
te trasladable al recurso directo articulado en la Cámara de
.C
Apelaciones; esto en especial si la queja es denegada, ya que
en principio la apelación no se funda al interponerla y, en con-
secuencia, no existen honorarios devengados por el recurso (se-
DD
199
Sala Civil, A.I. Nº 39, del 18/03/2008, en autos “González, Leonardo Emilio -
Conc. Preventivo - Inc. de revisión promovido por el Banco Integrado Departa-
mental Coop. Ltda. y/u otro”, citando en el mismo sentido, A.I. Nº 195 del 13/
09/2005, in re: “Guzmán, Luis Gaspar y otra c/ Gustavo Spinozzi y Otro - Acción
Autónoma de Nulidad”, y otros precedentes.
OM
el trámite en primera instancia pueda devengar honorarios
inferiores a esa cifra. Esta innovación contenida en la ley 9459,
coincidente con el mínimo mucho más alto que el artículo
siguiente ha establecido para los recursos extraordinarios,
evidencia que el Código ha querido reconocer a las instancias
recursivas una trascendencia particular y por ello ha dispues-
to para ellas una retribución mínima claramente superior a
.C
la que corresponde a la tarea desarrollada en primera instan-
cia. Tan así es, que inclusive la singular protección que el últi-
mo párrafo del art. 36 ha brindado a los litigantes en juicios de
escaso monto, está limitada a “la regulación por las tareas en pri-
DD
mera o única instancia” (sic) con lo cual aún en este caso, deviene
aplicable el mínimo de ocho jus en el recurso de apelación.
Finalmente, no creemos que el mínimo de ocho (8) jus sea a-
plicable al recurso directo, el que tendrá como mínimo los cua-
tro jus que el art. 36 ha establecido para todo acto procesal. El
recurso directo no está comprendido entre los “recursos ordi-
LA
200
Manuel IBÁÑEZ FROCHAM lo califica como un “recurso auxiliar” (Tratado de los
OM
es declarado inadmisible, con lo cual el caso no llega a conoci-
miento de su destinatario; si el recurso es concedido, la regulación
de honorarios deberá ser practicada por la Corte Suprema201.
En el art. 94, relativo a la acción declarativa de inconstitu-
cionalidad, el legislador ha insertado un párrafo que dice: “Las
regulaciones de la Corte Suprema de Justicia de la Nación no
influyen en las que deben practicar los Tribunales Ordinarios”,
.C
texto éste que luce en un lugar inadecuado, ya que sólo puede
estar referido al recurso extraordinario del art. 14 de la ley 48.
Al margen de ese error y trasladada la norma al artículo que
comentamos, cabe apuntar que esa regla no permite que una
DD
nal Superior supo resolver que el informe previsto por el art. 257
del CPC de la Nación, no tiene la jerarquía de un recurso, pues
se trata de un acto procesal de carácter defensivo, por lo que
no le sería aplicable el artículo en comentario202. No creemos
FI
201
TSJ, Sala Laboral, 21/03/89, LL Cba., 1989, p. 698. La Corte Suprema, en
fallo del 03/03/92 (A-402. XXIII, reseñado en ED, 31/12/92, p. 14, Nº 594) tiene
resuelto por mayoría que, aun rechazado, el trámite del recurso extraordinario
devenga honorarios ajustados a la ley nacional que regula el punto (la doctrina
del fallo está reseñada también en ED, 30/12/92, p. 13, Nº 276).
202
Sala Penal, BJC, 1998-IV-1170, citado por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana
A.- FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., ps. 272 y 273.
OM
Lo dicho al comentar el artículo anterior, en relación a la
base regulatoria y el arancel aplicables, es válido para las ins-
tancias impugnativas extraordinarias.
La falta de distinción en la ley, impide aplicar una escala
diferente al recurso de casación (art. 383, CPC) y al de revisión
(art. 395) aun cuando éste último implica la sustanciación de
.C
todo un juicio ordinario (art. 400) ello sin perjuicio de que el Tri-
bunal merite esa diferencia al momento de regular honorarios,
en los límites de la escala. Podrá argüirse en contra de esa con-
clusión que la revisión no es, técnicamente, un recurso sino una
DD
203
Véase FONTAINE, Julio I., “Casación y revisión en el proceso civil”, Foro de Cór-
doba, Nº 2, ps. 79 y ss.
204
Confr. Sala Civil, A.I. Nº 195 del 13/09/2005, in re: “Guzmán, Luis Gaspar y
otra c/ Gustavo Spinozzi y otro - Acción Autónoma de Nulidad”, y A.I. Nº 39, del
OM
Pero, ese acatamiento no alcanza para llevar esa doctrina
hasta límites en que resulta claramente inaplicable, lo que así
ocurre en el caso del recurso directo rechazado. En este supues-
to, el pronunciamiento del Tribunal Superior confirma la resolu-
ción denegatoria de primera instancia y no contiene regulación
alguna, desde que no existe condena en costas (art. 26, Cód.
Arancelario) y si el abogado del quejoso la solicitase, obvia-
.C
mente no podría el Tribunal Superior regular honorarios por el
trámite de la casación, ya que ello es de competencia de la Cá-
mara, cuyo pronunciamiento ha quedado firme, y que además
ha regulado ya los honorarios del vencedor en esa instancia.
DD
visión promovido por el Banco Integrado Departamental Coop. Ltda. y/u otro”,
citando en el mismo sentido, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 425/95 y Sala Cont. Adm.
Sent. Nº 36/01.
205
Confr. TSJ, Sala Civil, 02/05/1991, LL Cba., 1992, p. 26; LL Cba., 1998, p. 1103;
16/06/2005, LL Cba., 2005, p. 1262, entre otros muchos.
206
FONTAINE, Julio I., “Casación y revisión en el proceso civil”, Foro de Córdoba,
Nº 2, ps. 89 y 90.
207
Véase Nº 89.
OM
miento relevante a las instancias recursivas, particularmen-
te acentuado en los recursos extraordinarios. Parece, además,
que la ley ha querido desalentar la interposición de recursos
en asuntos de poca entidad, siguiendo así una tendencia que,
en otros ordenamientos procesales, llega hasta la exigencia de
una determinada magnitud económica del agravio, como con-
dición de admisibilidad del recurso (así, el art. 242 del Códi-
.C
go Nacional, por ejemplo), el Tribunal Superior de Justicia, ha
dicho que ese “propósito disuasorio no surge de los antecedentes
legislativos, ni puede inferirse de la letra de la ley” 209; creemos
que tal afirmación implica desatender una ratio legis que surge
DD
208
Véase Nº 90.
209
Sala Civil, in re “Tamagnone, Jorge Alberto c/ Brega, Juan Domingo”, 25/
11/2011, Foro de Córdoba N° 151, p. 198, precedente este sobre el cual volve-
remos.
OM
justifique privar de honorarios al abogado, por aplicación del art. 47.
Pero pese a descalificar en esos términos la reducción de
los honorarios mínimos con base en el art. 40, en el fallo citado
el Tribunal Superior concluye reduciendo muy por debajo del
mínimo los honorarios que corresponden al abogado que con-
testó exitosamente el recurso denegado, citando nuestra opi-
nión expresada en el N° 2, y razones que pueden sintetizarse
.C
así: 1) Salvo el resultado exitoso de la gestión (el recurso fue
denegado) el caso no tipifica ninguna de las otras circunstan-
cias calificantes de la tarea profesional que prevé el art. 39;
2) Lo debatido en el recurso tenía una entidad económica, al
DD
210
Conf. Cámara Quinta Civil, A.I. N° 475 del 20/11/2008, in re “Bosio, Walter
María c/ Municipalidad de Córdoba”.
211
Sala Civil, in re “Tamagnone, Jorge Alberto c/ Brega, Juan Domingo”, 25/11/
2011, Foro de Córdoba N° 151, p. 198,
212
Conf. Sala Civ. y Com., 19/09/1996, Foro de Córdoba N° 35, p. 212; Tribunal
en pleno, 19/12/1999, Foro de Córdoba, N° 60, p. 157, entre otros.
OM
nal Superior al que hacemos referencia. Vale agregar que ese
mismo importe (60 jus) es el que el art. 93 de la ley 9875, vigente
al tiempo del fallo, imponía como tasa en el recurso directo
por denegatoria de casación; siendo así, mal puede suponerse
incompatible con el ordenamiento, la fijación de honorarios
mínimos en ese mismo valor, siendo que lo normal es que la tasa
sea muy inferior a los honorarios que devenga la actividad pro-
.C
cesal que la motiva.
Como vemos, el fallo que comentamos no puntualiza una
incompatibilidad entre el resultado práctico de aplicar la caso
DD
213
Conf. TSJ, Sala Penal, Sentencia N° 88 del 27/09/2001, in re: “Valdecasa,
Angel Nicolás p.s.a. Lesiones Culposas Reiteradas - Recurso de Casación”;
Sentencia N° 9 del 19/03/2004, in re: “Barrera, Héctor Eduardo p.s.a. de co-au-
tor de adulteración de documento privado -Recurso de Casación”, entre otros.
214
CSJN, 08/04/1997, in re “Provincia de Santa Cruz c/ Estado Nacional”, La
Ley Online, AR/JUR/3210/1997.
215
El precedente más difundido: fallo del 13/04/1999, in re “Ruiz Daniel y otro”,
FI
LL Cba. 1999, p. 699, en donde la aplicación del arancel conducía a una regula-
ción superior a cincuenta millones de dólares, por una tarea profesional exigua,
en una quiebra cuyo activo no alcanzaba al diez por ciento de aquella suma.
216
Tal la reflexión que justificó el apartamiento del arancel en otros precedentes
del Tribunal Superior (Sala Civ. y Com, 04/02/1997, in re “Caja Nacional de Aho-
rro y Seguro en Coop. de Vivienda Consumo Crédito y Seguros Sociales Albora-
da Ltda. - Conc. Preventivo”; 13/04/1999, “Ruiz Daniel y Otro, LL Cba. 1999, p. 699;
Sala Penal, 12/10/2000, Foro de Córdoba, N° 66, p. 181).
217
Véase comentario al art. 83, inc. 2.
OM
El allanamiento en juicio ejecutivo, que tiene consecuencias
análogas a la no oposición de excepciones, habiendo sido ésta
objeto de previsión particular en el art. 78, genera dudas sobre la nor-
ma aplicable al caso. Analizaremos el tema al comentar el art. 78.
218
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com., 18/08/1998, LL Cba., 1999, p. 1441; Cám. 5ª Civ.
y Com., 22/04/2005, LL Cba., 2005, p. 543.
219
Véase MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Qué se entiende por monto del juicio a los
fines de la regulación de honorarios del abogado”, en Leyes arancelarias para
OM
fensores de las partes al cumplirse el plazo de caducidad. Para
quienes, aun con honorarios devengados en el pleito, han sido
ajenos a los actos que le dan finiquito, la base regulatoria no
puede ser otra que el monto demandado, ya que la situación es
análoga a la transacción (art. 31, inc. 3) y juegan las mismas ra-
zones expuestas al considerar esa hipótesis, respecto del abo-
gado que no intervino en ella223. De lo contrario, sería demasia-
.C
do fácil defraudar los legítimos derechos de un abogado exitoso,
mediante el simple expediente de pagar extrajudicialmente al
actor el crédito reclamado, en vísperas de la sentencia, a cam-
bio del desistimiento de la acción con un patrocinio letrado
DD
Transacción
Art. 44. En caso de transacción, se aplica la escala del art. 36
de esta Ley, sin tener en cuenta la etapa en que la misma se
produce.
LA
220
Confr., para el caso de desistimiento: Cámara de Trab. de Bell Ville, in re:
“Rabia, Hugo Oscar Pedro y otros c/ Milevic Hnos. S.A. - Demanda laboral”, A. I.
N° 48, 10/04/97, BJC, t. II, abril-junio 1997, ps. 644 y 645.
221
Tal sería el caso del allanamiento ante el pedido de verificación tardío en un
concurso, cuyas costas corren por cuenta del verificante.
222
Ut supra, Nº 60.
223
Véase Nº 63.
OM
Se ha dicho, además, que la norma en comentario, que re-
produce una regla contenida en la ley 7269, tiene por objeto
estimular al abogado para que propicie avenimientos224.
Según veremos al comentar el art. 101, este artículo es apli-
cable a los acuerdos transaccionales celebrados en sede admi-
nistrativa o en el procedimiento de mediación.
Regulación porcentual
.C
correspondiente a las distintas etapas
224
TSJ, Sala Civil, SJ, 1992-B-159, reseñado por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA
Roxana, A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit. p. 171.
OM
ellos devenga un cuarenta por ciento del total de los honorarios
que corresponden por la defensa de cada una de las partes225.
El artículo mantiene un texto que se viene reproduciendo
desde la ley 7269, y ha sido estructurado sobre la base de las
etapas procesales que son propias del juicio ordinario. Habida
cuenta que —dice el segundo párrafo— no se aplican reduccio-
nes cuando alguna de las etapas previstas fuesen innecesarias o
.C
formalmente improcedentes, vale afirmar que para el desarro-
llo total del proceso en primera instancia, corresponderá siem-
pre la aplicación del ciento por ciento del arancel, aún cuan-
do no existan alegatos (así ocurre en el juicio abreviado, por
DD
223
Confr. Cám. 5ª. Civ. y Com., Foro de Córdoba, Nº 27, p. 166, reseñado por VENICA,
Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A.- FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit. p. 174.
224
Confr., Cám. Civ. y Com., Cruz del Eje, 11/06/1998, LL Cba., 1998, p. 1307.
OM
Arancelario no ha previsto disminuciones en los porcentajes
del art. 42 (hoy art. 45) 228. Tal como lo hemos anticipado, no
compartimos ese criterio, el que por otra parte no resultaría
aplicable al caso de los patrocinios sucesivos, ya que implica-
ría dejar sin retribución la tarea probatoria del abogado que
accedió al proceso a mitad de esa etapa procesal.
En el juicio ejecutivo, habida cuenta la regulación que al res-
.C
pecto contiene el art. 81, se ha sostenido que el artículo que co-
mentamos es lisa y llanamente inaplicable229, al tiempo que se
plantean múltiples dudas, que analizaremos al comentar el re-
ferido art. 81.
DD
227
Conf. Cám. 2ª Civ. y Com., 01/12/2008, Semanario Jurídico N° 1698, 19/03/2009, p. 356.
225
Cám. Civ. y Com. Villa María, 20/06/2006, LL Cba., 2007, p. 90.
229
Cám. Civ. y Com. San Francisco, Sent. N° 29, 22/05/97, in re: “Delfino, José
El monto del juicio está dado por los valores que se disputan
y, en consecuencia, tal como lo establece el primer párrafo del
artículo que comentamos, en caso de acumulación de acciones
se deben sumar los intereses que se expresan en cada una de las
acciones acumuladas.
El art. 178 del C. de P.C. permite acumular todas las accio-
nes que el actor tenga contra el demandado, con la única con-
dición de que sean de competencia del mismo juez y les corres-
ponda el mismo trámite. La acumulación objetiva de acciones
puede conducir, en consecuencia, a la tramitación conjunta de
OM
dos o más litigios, que inclusive pueden tener resultados disími-
les, por lo que se justifica la posibilidad de que se practiquen re-
gulaciones separadas y distintas, para cada uno de los litigios
acumulados.
Lo habitual, sin embargo, es que las acciones acumuladas
tengan conexión entre sí, y en tal caso es necesario precisar si
el interés en juego no es el mismo en ambas acciones, supuesto
.C
en el cual no corresponde sumarlos, ya que el valor de lo dis-
cutido es único. Fuera de esa hipótesis, corresponde sumar
los valores de las demandas acumuladas, aun cuando éstas sean
complementarias o accesorias, tal como ocurre con la demanda
DD
da, ya que el art. 195 del C. de P.C. sólo exige que se trate de
acciones de competencia del mismo juez y que tramiten por el
mismo procedimiento; consecuentemente, demanda y recon-
230
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., 24/08/1993, LL Cba., 1994, p. 97.
OM
procede sumar los valores de una y otra acción, sino tomar como
entidad económica del litigio, ese único interés discutido231.
Otro tanto ocurre con la demanda de usucapión y la contra-
demanda por reivindicación; lo discutido es, en definitiva, el
inmueble objeto del juicio y ésa es la entidad económica única
del pleito232. Y también es único el juicio de divorcio, aunque las
partes se atribuyan recíprocamente la culpa en el fracaso ma-
.C
trimonial, ya que existe una única cuestión litigiosa, cual es la
disolución del vínculo matrimonial233.
Sí corresponde valorar como juicios distintos, en cambio,
DD
231
El art. 43 de la ley 8226, a su vez copiado de la ley 7269, postulaba este caso
como excluyente de la sumatoria de bases regulatorias, en vez de aludir a las
“pretensiones excluyentes una de la otra”, como lo hace el artículo en comentario.
232
Confr. Cám. 7ª C. y C., Sent. Nº 40 del 13/06/96, Foro de Córdoba, N° 35, p. 219.
233
Cám. 1ª de Familia, A.I. Nº 148 del 13/11/1995, Foro de Córdoba, Nº 34,
p. 220.
234
Confr. Cám. 7ª Civ. y Com., SJ, Nº 1174, t. 78, p. 51.
OM
Ausencia de derecho a regulación
235
TSJ, Sala Civil y Comercial, 29/09/1992, reseñado en Foro de Córdoba, Nº 12, p. 120.
236
Confr. Cám. 2ª Civ. y Com., 26/03/1996, LL Cba., 1996, p. 929.
237
Confr., Cámara C. y C., Bell Ville, 27/05/85, Foro de Córdoba, Nº 6, p. 167;
Cám Civ. y Com. Villa Dolores, 24/06/1997, LL Cba., 1998, p. 417.
238
TSJ Sala Civ. y Com., A.I. Nº 199 del 15/05/1986, “Cuadernos de Jurispru-
dencia - Tribunal Superior de Justicia, Sala Civil y Comercial (V)”, Foro de Cór-
doba, 1996, p. 118.
OM
nitivo243, y otros múltiples casos análogos244.
La inoficiosidad de una actuación, no es asimilable a la
inadmisibilidad o improcedencia de la petición que en ella
se formula, ya que si así fuese carecería de retribución toda
petición desestimada, lo que sería lesivo del derecho de de-
fensa 245. Sin embargo, en casos extremos se ha privado de ho-
norarios al abogado que suscribe una petición groseramente im-
.C
procedente246.
Desde otro ángulo, se ha dicho que la gestión profesional de
quien pide el rechazo de una pretensión obviamente improce-
DD
239
Cám. 1ª Civ. y Com., SJ, Nº 1014, t. 71, p. 615.
240
Cám. 3ª Civ. y Com., 11/05/1994, LL Cba., 1995, p. 677.
241
TSJ, Sala Cont. Adm., 18/12/87, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUS-
TOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 146, Nº 432.
LA
242
Cám. 1ª C. y C., 09/08/88, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGA-
ÑARÁS, Miguel A - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 148, Nº 439.
243
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com. A.I. N° 21, del 16/02/2011.
244
Véase la copiosa reseña de precedentes jurisprudenciales que formulan
VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit.
ps. 181 a 188.
245
Conf. Cám. 2ª Civ. y Com., 01/12/2008, Semanario Jurídico N° 1698, 19/03/
FI
2009, p. 356.
246
La Cám., 5ª Civ. y Com., en fallo del 02/07/1990, privó de honorarios al abo-
gado por una expresión de agravios que “no guarda relación con lo debatido en
este proceso”, por lo que “de sus términos jamás podría revocarse el decisorio im-
pugnado” (LL Cba., 1991, p. 233). En sentido análogo: Cám. 7ª C. y C., SJ, 2001-
A-159; Cám 8ª. Civ. y Com., BJC, 1998-III-912; TSJ, Sala Penal, BJC, 1999-III-842,
104. INCONDUCTA
ba248. OM
tor, no procede la privación de honorarios al abogado, ya que
resulta de hechos que le son ajenos y presumiblemente ignora-
247
Cám. 3ª C. y C. 31/05/88, reseñado por ANDRUET. Armando S. (h) - BUSTOS AR-
GAÑARÁS, Miguel A.- FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 147, Nº 436 y ss..
248
Véase sobre el tema, MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Temas prácticos de derecho
procesal civil”, Comercio y Justicia, 1992, ps. 179 y ss.
OM
en puramente discrecional, basada en una valoración de la
tarea profesional que la ley admite (art. 39) pero dentro de los
límites de la escala del art. 36 y sus concordantes. Sin embargo,
la reducción de honorarios podría entenderse admisible, si
profundizamos la doctrina del Tribunal Superior que apunta
hacia una mutación del arancel, desde el imperativo legal que
siempre ha sido, hacia la condición de mero criterio orientador
.C
del arbitrio judicial249.
249
Hemos tratado el tema supra, N° 2 y N° 94.
OM
y pruebas idénticas253. Se ha admitido una doble regulación,
además, cuando un único abogado defendió a dos demandados,
alegando defensas diferentes, en función de la distinta situa-
ción jurídica de uno y otro254.
250
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 52, del 02/03/2000, in re: “Banco de la
Pcia. de Córdoba c/ Julio Heriberto Barraquero - Ejec.”; Cám. 7ª. Civ. y Com.,
Sent. Nº 37 del 30/03/1999, Foro de Córdoba, Nº 61, p. 283; Cám. 5ª Civ. y Com.,
31/08/1994, LL Cba., 1995, p. 603, entre otros.
251
Confr. TSJ, A.I. Nº 223, del 22/08/1987, Foro de Córdoba, Nº 6, p. 151, Cám.
1ª C. y C., auto Nº 330, del 09/10/1991.
252
Confr. Cámara 8ª Civ. y Com., autos: “Somoza, Felipe J. c/ Coppo, Nelly E.”.
FI
255
Confr. TSJ, Sala Penal, BJ, 1996-I-152, reseñado por VENICA Oscar H.- DE
SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 188
OM
con la de los letrados intervinientes, sin necesidad de
petición alguna, y si no existiera base, cuando aqué-
llos lo soliciten. La regulación de honorarios de los
peritos no puede superar el monto correspondiente a
la mayor regulación del abogado practicada en la ins-
tancia en que se hubiera hecho la peritación, debiendo
ajustarse a las siguientes reglas:
1) A los peritos designados por sorteo, se les regulará
.C
entre ocho (8) y ciento cincuenta (150) Jus, aplicándose
las reglas de evaluación cualitativa del artículo 39 de
esta ley, en cuanto le sean compatibles, debiendo el juz-
gador evaluar el tiempo probable que le ha insumido la
realización de la labor pericial, y
DD
256
Sala C. y C., Sent. Nº 44, 29/09/92, SJ, Nº 920, 18/02/93, p. 75.
257
Así lo sugiere el fallo del TSJ, Sala Penal, BJ, 1996-I-152, ya citado.
OM
jidad de la tarea desplegada y el tope máximo de regula-
ción previsto, el interesado podrá solicitar al Tribu-
nal que practique la regulación de sus honorarios, con
fundamento en justicia y equidad, aún cuando se supe-
re dicho tope.
A tal fin y en oportunidad de presentar el dictamen peri-
cial, el interesado deberá acompañar también el pedido
relativo a esta regulación especial. La solicitud deberá
.C
ser presentada —bajo pena de caducidad— por escrito
y en forma fundada, no admitiéndose planteos intro-
ducidos con posterioridad.
OM
La duda se plantea cuando el dictamen pericial resulta inefi-
caz en función de su contenido; es decir cuando no resulta útil
para ilustrar al Tribunal sobre el hecho discutido. Alguna juris-
prudencia ha privado de honorarios al perito en ese caso259, pero
en rigor ese desenlace sólo será correcto cuando la ineficacia del
dictamen sea consecuencia de su deficiente formulación, lo que en
principio debería motivar su anulación, bien porque no da res-
.C
puesta a los interrogantes planteados, bien porque no expresa
fundamentos formalmente válidos. Fuera de ese extremo y mien-
tras el perito haya ajustado su dictamen a lo pedido por las par-
tes, el experto tiene derecho a ser retribuido por la labor desa-
DD
258
Confr. TSJ, Sala Civil y Com., in re: “Tercería de dominio de María Angélica
Sarmiento de Martínez, Cornelio Vaca y Clorinda Angélica Vaca en autos:
Salomón, Antonio y otros c/ José Francisco González - Ejecutivo - Recurso di-
FI
OM
El inc. 2 pone los honorarios del perito de control a cargo
de la parte que lo propuso y expresamente admite que sean
pactados entre el profesional y el litigante que lo designa. Si
el fallo hiciese mérito del dictamen del contraloreador y sus-
tentara en él sus conclusiones, la situación del perito de con-
trol se asimila a la del perito oficial, pero está claro que en ese
.C
caso los honorarios que pueden integrar la condena en costas,
son los que se regulen, no los que hayan sido pactados entre el
perito y su comitente (art. 1199, Cód. Civil).
Por ser una norma especial, la regla apuntada prima por
DD
112. EL ARANCEL
262
Confr. TSJ, Sala Penal, BJ, 1996-I-152, reseñado por VENICA, Oscar H. - DE
SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 199.
263
Confr. Cám. Civ. y Com. San Francisco, Sent. Nº 104 del 11/12/1996, Foro de
Córdoba, Nº 42, p. 251.
ción del art. 39, que el Juez debe meritar, están “la cuantía del
asunto” (inc. 7) y “la posición económica y social de las partes”
(inc. 8) de modo que las implicancias económicas del caso no
serán totalmente ajenas a la cuantificación de los honorarios
por la tarea pericial.
El artículo admite, por excepción y a pedido del perito, una
regulación mayor cuando “sea previsible en forma evidente una
ostensible desproporción entre la extensión o complejidad de la
tarea desplegada y el tope máximo de regulación previsto”. Es
errónea la expresión “previsible”, porque el Juez aprecia una
tarea ya cumplida, de modo que puede y debe valorar, no pre-
OM
ver, la magnitud de la tarea pericial; pero al margen de ese
error de redacción, el sentido de la norma no ofrece dudas y,
dado que no existe distingo al respecto, cabe deducir que se
aplica tanto al perito oficial cuanto a los de control. La peti-
ción debe formularse al presentar el dictamen, y fundarse en la
“extensión o complejidad de la tarea desplegada”, debiendo en-
tenderse que la “extensión” es la del tiempo que ha demandado
.C
el estudio del caso y la producción del dictamen; no así el nú-
mero de fojas empleado a esos fines, que per se no justifica un
incremento de remuneración. Conforme a los términos en que
ha sido redactado el artículo, la aludida regulación excepcio-
DD
262
Confr. Cám. Civ. y Com. San Francisco, 15/12/1993, LL Cba., 1994, p. 1021.
263
Bajo la vigencia de la ley 8226, alguna jurisprudencia dijo lo contrario, pero
con fundamentos que hacen más a la magnitud de la tarea y lo magro del aran-
cel (Cám. 8ª CC, Sent. Nº 86 del 01/06/20000, Foro de Córdoba, Nº 66, p. 202)
circunstancia que el artículo en comentario ha superado.
OM
res267. La Sala Contencioso-administrativa, en cambio, ha soste-
nido que los dictámenes sobre incidencia del dec. 1777/2005 en
el haber jubilatorio de varios accionantes, aún cuando se haya
redactado un dictámen para cada actor, no dejan de ser una
única tarea pericial, en atención a la existencia de un único
cuestionario que el perito debió responder y la identidad de
situaciones en todos los casos268. Por nuestra parte, creemos
.C
que el arancel ha sido establecido por la actuación en el proce-
so, por lo que en ningún caso se justifica multiplicarlo en fun-
ción del número de litigantes respecto de los cuales se formu-
la el dictamen, en especial meritando que si la tarea tiene una
DD
266
Cám. Apel. Cruz del Eje, SJ, 1994-A-42, reseñado por VENICA, Oscar H.- DE
SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., ps. 195/197 (se trata-
ba de una pericia médica sobre diversos actores, en un juicio laboral).
267
Confr. TSJ, Sala Laboral, Sent. Nº 112/2001, in re: “Brizuela, Rafael Ubelindo
y otros c/ Coop. Agropecuaria[…]”.
268
Confr. TSJ, Sala Cont.-Administrativa, Sent. Nº 52 del 11/10/2006, in re:
OM
neficio de litigar sin gastos, a partir del momento en que for-
mulan la solicitud (art. 103, CPC).
269
Confr. Cám. Civ. Com., y Trabajo Cruz del Eje, 07/12/1995, LL Cba., 1996-501.
270
Véase LLAMBÍAS, Jorge J., Código Civil Anotado, t. II-A, Abeledo-Perrot, Bue-
nos Aires, 1983, Nº 1, p. 512.
271
Confr. Cámara de Paz Letrada de Santa Fe, 09/06/1988, in re: “Sindicato Ven-
dedores de Diarios y Revistas Santa Fe c/ Quiroga, Cosme A. y/u otros”, La Ley
on line.
272
Confr. Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Entre Ríos, 14/06/1994,
in re: “Dome, Justo B. c/ Retamal, Héctor A. y otros”, La Ley on line.
OM
perito está legitimado para cobrar sus honorarios no sólo al con-
denado en costas, sino también a los “beneficiarios” de su tarea;
esto es al litigante que instó la prueba pericial, o al que ganó el
juicio en base a la prueba pericial producida. Creemos que esa
conclusión sería excesiva; el texto del art. 15 y el hecho de ser
copia de una ley anterior que no fue concebida para los peritos,
permite afirmar que está referido sólo a los honorarios de los
.C
abogados; los “beneficiarios” aludidos en el art. 15, son quienes
se benefician con los trabajos de beneficio común, en juicios como
la declaratoria de herederos, por ejemplo. El tema de a quiénes
puede cobrar sus honorarios el perito, sigue siendo tan comple-
DD
273
Cám. 7ª C. y C., 10/05/91, LL Cba., febrero de 1992, p. 144., Cámara Trab.
San Francisco, 04/09/89, SJ, t. LXI, ps. 106/107, Nº 1037. Cám. 8ª Civ. y Com.,
A.I. Nº 162, del 02/06/1998. En contra: Cám. 3ª C. y C., Sent. Nº 46 del 24/07/90,
SJ, t. LIX, 1990, p. 331-J.
OM
los honorarios del perito tasador al proponente de la prueba y
al condenado en costas. Esto en tanto y en cuanto se trate de
un corredor público inmobiliario matriculado como tal¸ con lo
que quedarían al margen de esa regla de excepción las tasaciones
judiciales efectuadas por otros profesionales, tales como mar-
tilleros o ingenieros, que suelen cumplir esa función pericial.
Obviamente toda esta disparidad de soluciones es conse-
.C
cuencia de la absoluta imprevisión con la que se legisla, por lo
que no sería desatinado, en nombre de la igualdad ante la ley
(art. 16, CN), descalificar todos los ordenamientos particulares
y aplicar la regla que se estime procede de este código, en or-
DD
274
Conf. Cám. 2ª Civl y Com, 13/03/2009, Semanario Jurídico, N° 1708, 28/05/
2009, p. 708; Cám. 7ª Civ. y Com. 19/11/2008, Semanario Jurídico N° 1700, 02/
04/2009, p. 440.
OM
ferido a la regulación de honorarios de los peritos en juicios
laborales, con base en el monto de la condena o la conciliación.
Ya bajo la vigencia de la ley 8226, se entendió que la norma es-
pecial y posterior contenida en el Código Arancelario, sustituía
al art. 30 de la ley 7987277, aunque no faltaron opiniones opues-
tas, dado que el art. 121 de la ley 8226 había derogado expresa-
mente el art. 127 de la ley 7987 (referido a los honorarios de
.C
los abogados) pero no así su artículo 30, lo que autorizaba a in-
terpretar que éste se mantenía en vigencia278. El Tribunal Su-
perior ha confirmado la aplicación del art. 47 de la ley 8226, an-
tecedente inmediato del que estamos comentando278.
DD
275
Confr. TSJ, en pleno, 06/05/1997, Foro de Córdoba, Nº 39, p. 143. Así, se ha
LA
ley 8226, hoy art. 111 (TSJ, en pleno, 06/05/1997, Foro de Córdoba, Nº 39, p. 143,
ya citado).
277
Confr. Cám. Civ. Com. y Trabajo Villa Dolores, A.I. Nº 7 del 12/03/1996, Foro
de Córdoba, Nº 39, p. 249.
278
Cám. Civ. Com. y Trabajo Villa Dolores, A.I. Nº 7 del 12/03/1996 (disidencia),
Foro de Córdoba, Nº 39, p. 249.
279
Sala Laboral A.I. Nº 458 de 1996, in re: “Expreso Panamericano S.R.L. c/
CASFEC”, y A.I. Nº 641 de 1996, in re: “Benavides, Mario Hugo c/ CIADEA”.
Art. 50. Deróganse todas las normas que las leyes espe-
cíficas de aranceles de profesionales, impongan a los
jueces alícuotas o montos mínimos en los peritajes.
OM
sólo la tarifa arancelaria por la tarea pericial. Continúan en
vigencia, por tanto, las disposiciones que tratan cuestiones dis-
tintas del arancel, tales como el art. 32 de la ley 7626, sobre
los obligados al pago de los honorarios de perito contador, o el
art. 25, inc. f de la ley 9445 en cuanto se refiere a la carga del pago
de tasaciones judiciales. Todo esto al menos mientras la juris-
prudencia no termine con tanto tratamiento desigual, según vi-
.C
mos al comentar el art. anterior279.
Siguen vigentes, además, las normas que arancelan activida-
des distintas de la pericial, tales como las que fijan los honora-
DD
279
Véase N° 114.
TÍTULO II
MODALIDADES REGULATORIAS CONFORME LOS
DIVERSOS TIPOS DE PROCESOS
Capítulo I
Procesos universales y particionarios
Sección 1
Base regulatoria por actos de beneficio común
Determinación de labores
OM
Art. 51. La base regulatoria por actos de beneficio co-
mún estará constituida por el activo a dividir, inclui-
dos los bienes gananciales en su caso.
281
Confr. Cám. Ap. San Francisco, A.I. Nº 62 del 16/09/1994, Foro de Córdoba,
Nº 24, p. 189.
282
Confr. Cám. 3ª Civ. y Com., Sent. Nº 20 del 18/04/1995, Foro de Córdoba,
Nº 29, p. 151.
OM
herederos, que abre un proceso útil para todos los herederos,
aún aquéllos que no están reconocidos en el escrito inicial, ya
que éstos no tienen que reiterar la promoción del trámite, sino
que aprovechan el proceso ya iniciado, en el cual deben acredi-
tar su derecho285; esto aun cuando el peticionante no sea decla-
rado heredero por haber comparecido al juicio otros que lo ex-
cluyen, a condición de que los herederos declarados hayan
.C
aprovechado la gestión cumplida por aquél286.
El escrito que por inoportuno; por sus deficiencias; por fal-
ta de acompañamiento de la documentación necesaria; o por
DD
283
Véase ut supra, Nº 64.
284
Confr. GOYENA COPELLO, Héctor R., Curso de procedimiento sucesorio, 8ª ed., La
Ley, Buenos Aires, 2005, p. 453, citando jurisprudencia.
285
Confr. Cám. Ap. San Francisco, SJ, 1993-B-333, reseñado por VENICA, Oscar
H.- DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 207.
286
Cámara Nac. C., Sala F, 10/06/82, reseñado por MOLAS, Ana María, “Honora-
rios del abogado”, ED, p. 52, Nº 296; Cám. 3ª C. y C., Auto Nº 134, del 31/05/88.
OM
mo proceso, la base regulatoria sigue siendo el activo a dividir
entre las partes, sin que deba computarse la eventual transmi-
sión hereditaria habida entre un causante y otro, que en el caso
no genera actividad profesional alguna289.
Los bienes que el causante haya donado como anticipo de
herencia, no integran la base regulatoria, porque no son parte
del “activo a dividir”, aún cuando su valor deba computarse para
.C
ajustar las cuentas particionarias290. Sin embargo, algún fallo
ha resuelto lo contrario291.
DD
287
Confr. TSJ, Sala Civil y C., Auto Nº 46, del 07/04/88, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 173,
Nº 533 y ss.
288
La ley nacional 21.839 toma como base el “patrimonio que se transmitiere”,
lo que ha conducido a sostener que debe tomarse el “capital líquido” (Cám. Nac.
Civil, Sala G, 01/04/82, reseñado por MOLAS, Ana María, “Honorarios del aboga-
LA
do”, ED, p. 47, Nº 262). Entre nosotros la solución opuesta la impone el texto legal.
289
Es la solución de vieja jurisprudencia nacional (Cámara Nac. C. Sala C, 02/11/79,
reseñado por MOLAS, Ana María, ob. cit., p. 50, Nº 276) pese a que el art. 24 de la
ley 21.839 dispone que “en el caso de tramitarse más de una sucesión en un
mismo proceso, el monto será el del patrimonio transmitido en cada uno de
ellos”. Entre nosotros, la falta de ese texto impone esa solución en forma más
concluyente.
FI
290
La colación de los bienes donados en vida es “una simple operación de con-
tabilidad, porque el obligado a colacionar no trae ningún bien a la masa (ni la
especie donada, ni su equivalente en dinero), sino que recibe de menos lo que
ya recibió en vida del causante” (BORDA, Guillermo A., Tratado - Sucesiones, t. I,
Perrot, Buenos Aires, 1970, p. 455, N° 642).
291
Cám 4ª Civ. y Com., 30/05/2010, “Torre, Miguel Ángel - Declaratoria de here-
OM
do en su actividad profesional en el proceso, no ha solicitado
participación y, por tanto, no ha tenido oportunidad de cues-
tionar el inventario y avalúo; así lo autoriza el art. 32, inc. 2, a
cuyo comentario nos remitimos294.
292
El art. 60 sugiere una solución distinta para los peritos inventariadores, ta-
FI
295
PALACIO, Lino E., Derecho procesal civil, t. I, 2ª ed., Abeledo-Perrot, Buenos Ai-
res, 1990, p. 45.
OM
base regulatoria que éste establece en cada caso, ya que no son
propios de la transmisión hereditaria.
Cuando el haber sucesorio comprende diversos bienes, entre
ellos un bien de familia, corresponde practicar dos regulaciones
de honorarios distintas; una para el bien de familia, ajustada al
art. 48 de la ley 14.394, y otra para los demás bienes, sujeta a
“los principios generales”, según dispone el referido artículo296.
.C
122. OBLIGADOS AL PAGO
296
Confr. GOYENA COPELLO, Héctor R., ob. cit., p. 463, citando Cám. Civ. 1ª Mar del
Plata, 10/02/1994.
297
Ut supra, Nº 23.
298
Confr. Cam. Apel. Río Cuarto, Sent. Nº 91, del 10/12/1998, Foro de Córdoba,
Nº 54, p. 235.
OM
con ello, a la regulación definitiva de sus honorarios.
El Tribunal Superior sentó esa doctrina en fallo del 23 de
abril de 1999300, pero de hecho la contradijo el 1º de marzo de 2004,
al resolver que el abogado que intervino en la declaratoria de
herederos, puede solicitar regulación definitiva de sus honora-
rios por vía incidental, aún estando en trámite el juicio suceso-
rio301.
.C
Además, el Tribunal cimero de la provincia ha dado un tra-
tamiento singular al perito inventariador, tasador y partidor,
de quien se ha dicho está habilitado a pedir regulación de ho-
norarios por esa tarea profesional, inmediatamente de conclui-
DD
299
Cámara C. y C., Río Cuarto, Auto Nº 24, 05/03/87, reseñado por ANDRUET, Ar-
mando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A.- FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., Nº 542
y ss, p. 178.
300
Sala Civil y Com., A.I. Nº 226, in re: “Pistone de Bosssa, Raquel Beatriz - In-
cidente en Pistone, Mateo Juan - Declaratoria de Herederos”, Foro de Córdoba,
Nº 56, p. 229.
301
Sala Civ. y Com. A.I. Nº 20, in re: “Incidente del Dr. Rubén Terreno en au-
FI
rrido dos años desde las operaciones, aún cuando por falta del pago de tasa y
aportes, éstas aún no habían sido aprobadas.
OM
cación de los arts. 22 y 23, con la variante de que los actos de
beneficio común cumplidos en el mismo día, se equiparan a los
ejecutados en forma simultánea, aun cuando uno fuese anterior y
otro posterior. De no mediar esta aclaración, el acto posterior
sería ineficaz y, por tanto, no devengaría honorarios (art. 47).
El sentido de la norma es evitar la puja entre abogados por
cumplir un acto antes que otros intervinientes en el juicio, con
.C
el objeto de hacerse acreedor exclusivo de los honorarios de be-
neficio común. Esa ratio legis debe ser tenida en cuenta en la
consideración de los conflictos que a menudo se plantean, en-
tre abogados que han promovido una declaratoria de herede-
DD
303
Ante dos declaratorias de herederos de un mismo causante, promovidas por
dos abogados en días sucesivos, pueden éstos disputar sobre sus honorarios, sin
de 304.
OM
cesal; son las peticiones tendientes a que el presentante o su
representado puedan consolidar el derecho que les correspon-
peticiones idénticas.
304
Confr. GOYENA COPELLO, Héctor R., ob. cit., p. 453.
Sección 2
Juicio Universal de Sucesión y Anexos
Declaratoria de Herederos
OM
Art. 54. El escrito inicial de declaración de herederos o
de apertura o protocolización de testamentos, es re-
munerado con un cuarto de la escala del artículo 36 de
esta Ley. Las actuaciones hasta la declaratoria de he-
rederos son remuneradas con otro cuarto.
OM
Juicio sucesorio
305
Cámara C. y C. Río Cuarto, Auto Nº 293, del 24/11/86, reseñado por ANDRUET ,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
p. 176, Nº 537 y ss.
esta Ley. OM
haya sido motivo de controversia y se aplicará el cin-
cuenta por ciento (50%) de la escala del artículo 36 de
306
Véase ut supra, Nº 64.
307
Confr. TSJ, en pleno, Sent. Nº 51 del 29/12/1999, Foro de Córdoba, Nº 60, p. 162.
OM
Reproduce el art. 54 de la ley 7269, que también lucía en la ley
8226. Ni en aquellas leyes —ni tampoco en ésta— se justifica con-
dicionar la reducción de honorarios a la inexistencia de inci-
dentes, ya que siendo éstos objeto de regulación específica, la
tarea profesional que se remunera por el principal es siempre aná-
loga, haya o no incidentes. Pese a ello, la claridad del texto no admi-
.C
te otra solución: si se producen incidentes, aun cuando éstos merez-
can una regulación aparte, resultará inaplicable la reducción
de la escala arancelaria de los honorarios de beneficio común.
Vale preguntarse si la reducción es aplicable a los honora-
DD
308
Véase ut supra, Nº 26.
309
Confr. TSJ, Sala Civil y Com., A.I. Nº 226, in re: “Pistone de Bosssa, Raquel
OM
hacerse acreedores de los honorarios de beneficio común311.
Partición extrajudicial
310
Cám. 5ª Civ. y Com., A.I. Nº 111, 26/05/1995, Foro de Córdoba, N° 34, p. 167.
311
Hemos aludido al tema supra, N° 124.
chos por los herederos. Esto en especial meritando que el art. 707,
inc. 4, del C. de P.C. autoriza la venta de cualquier bien de la
herencia, sin que el otorgamiento de autorización para ello
esté condicionado al pago de honorario alguno.
Por ello, entendemos que frente al pedido de copia para dis-
poner de bienes de la herencia por tracto abreviado, corres-
ponde correr vista a los abogados y, si éstos no expresan opo-
sición, tomar esa actitud como conformidad tácita, suficiente
para expedir la copia. Así lo dispone el art. 17, regulando una
situación análoga a la que aquí analizamos.
Aunque la norma no lo disponga, pese a la oposición del abo-
gado debe admitirse la expedición de copias contra el afianza-
OM
miento del pago de los honorarios, tal como lo admitía el art. 14
de la ley 7269, con un fin tuitivo de la retribución del abogado
análogo al del artículo que comentamos. Lo contrario, coloca-
ría al abogado en la posibilidad de exigir extorsivamente la
suma que considere procedente, sin que el deudor, urgido por
la venta, pueda afrontar el incidente regulatorio sin ver frus-
trada la operación.
.C
Suele ocurrir —y ocurre a menudo— que los herederos ven-
den un bien de la herencia, muchos años después de dictado el
auto de declaratoria de herederos, lo que permite inferir que
DD
los honorarios del abogado que inició el juicio están pagos o pres-
criptos. Sin embargo, el plazo de prescripción puede haber sido
interrumpido o suspendido por circunstancias que no constan
en el expediente, de modo que igualmente el artículo es apli-
cable. En este caso, la alternativa de afianzamiento debe acep-
tarse con mayor generosidad, meritando inclusive las dificulta-
LA
312
Ut supra, Nº 123.
OM
tibles. En ningún caso podrá superar el uno por ciento
(1%) del valor de los bienes;
2) Para la operación de partición y adjudicación de los
bienes se regulará el uno por ciento (1%) sobre el va-
lor del activo a partir, y
3) Si en el juicio se formulase manifestación, estimación
y adjudicación de bienes, se regulará el dos por ciento
(2%) del activo a partir, no deducible de cualquier otra
regulación que correspondiera.
.C
En caso de que las valuaciones fuesen inferiores a las
que correspondan a la base imponible a los fines del
Impuesto Inmobiliario Provincial, la regulación debe-
rá practicarse sobre ésta.
DD
matrícula.
La norma se explica en atención a que la división de la he-
rencia involucra cuestiones jurídicas, que son de incumben-
cia profesional del abogado. Sin embargo, es posible que la par-
tición de un inmueble requiera la confección y suscripción de
planos, para lo cual el perito deberá contratar a un ingeniero
FI
OM
del valor de los bienes; mientras que por la partición se asigna
un uno por ciento del activo a partir. No se advierte cuál es el
motivo por el cual se da a unas y otra operaciones un tratamien-
to cualitativamente distinto.
Cuando en vez del inventario, avalúo y partición se formula
manifestación y pedido de adjudicación de bienes, la tarea por
esta actividad se fija en el dos por ciento del activo. La parte
.C
final del inciso 3, deja en claro que estos honorarios se suman a
los que prevé el art. 56, pese a que en buena medida constitu-
yen una tarea única.
DD
313
Entre otras, ley 4776, art. 20.
Sección 3
Juicio de división de cosas comunes
OM
Honorarios de beneficio común y particular
314
Supra, N° 66.
315
Véase supra N° 2.
OM
una sentencia que acoge o no esa pretensión (art. 725, CPC).
En ese proceso cada una de las partes defiende su interés par-
ticular y, por tanto, sus abogados reciben honorarios tarifados
en función de ese interés, con la escala que prevé el inciso pri-
mero del artículo en comentario, según haya existido o no con-
troversia316. Las costas se imponen por aplicación de los arts. 130
y ss., del C. de P.C.
.C
Esto es así desde la reforma procesal de la ley 8465. An-
tes, el viejo Código Procesal (ley 1419) se había atenido a la
asimilación que la ley de fondo establece entre la división de
condominio y la partición de la herencia (art. 2698, CC) y en
DD
316
Conf. Cám. 7ª Civ. y Com. A. N° 82 del 19/03/2010, Semanario Juridico N° 1763
del 01/07/2010, p. 30.
317
Confr. Cám. Apel. de San Francisco, A.I. Nº 33, del 11/04/1986, LL Cba., 1988,
Nº 56, p. 75.
318
VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. VI, p.153.
OM
Si la sentencia acoge la división de condominio, su ejecución
puede consistir en la partición de los bienes objeto del juicio, o
bien su venta, si no fuesen susceptibles de partición en espe-
cie. La gestión profesional que procura ese desenlace, ha sido
calificada como de beneficio común por el inciso tercero del ar-
tículo que comentamos y, por aplicación de esa norma, devenga
.C
honorarios a cargo de todos los condóminos, en proporción a
la cuota parte de cada uno, regulados en base al valor total de
los bienes a dividir, con aplicación de la escala prevista en el
art. 82.
DD
319
En contra, sosteniendo que también son de beneficio común los honorarios
FI
322
Cám. 1ª Civ. y Com. Río Cuarto, Sent. N° 62, del 09/12/2002, Semanario Ju-
rídico N° 1395, 13/02/2003, p. 60.
OM
a los fines de la partición se designe un ingeniero agrimensor,
ya que ellos son los profesionales capacitados para la ejecución
de esa tarea. Es más: si se designase a un abogado, éste esta-
ría obligado a recurrir a los servicios de un ingeniero, para que
confeccione y suscriba los planos respectivos.
Así las cosas, parece evidente que para la división del condo-
minio de inmuebles, corresponde designar al profesional legal-
.C
mente habilitado para ello, esto es un ingeniero. Que no ocurra
otro tanto en la partición de la herencia, aún cuando deba sub-
dividirse un inmueble, puede justificarse porque la división de
la herencia involucra cuestiones jurídicas, que habitualmente
DD
que excedan los que el mismo abogado cobra por los trabajos de
beneficio común, deducción ésta que no es aplicable a las costas
incidentales323.
323
Véase ut supra, Nº 125.
Sección 4
Procesos concursales
Actuaciones previstas
en la Ley de Concursos y Quiebras
OM
El art. 58 de la ley 7269 establecía una distribución porcen-
tual de los honorarios que integran los gastos del concurso,
que había sido cuestionada en su constitucionalidad 324. La
ley 8226 suprimió esa disposición y simplemente se remitió a
lo dispuesto en la ley concursal, según texto que se mantiene
en el artículo que comentamos.
.C
El art. 271 de la ley 24.522, excluye en los procesos concursa-
les la aplicación de las leyes locales, “para el cálculo de las regu-
laciones previstas en esta sección”, esto es los funcionarios del
concurso y los abogados del síndico y, en su caso, del deudor y
DD
324
Cám. 2ª C. y C., autos Nº 131, 29/05/87 y Nº 385, 23/12/87, reseñados por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
FI
OM
laciones en el proceso concursal, el procedimiento recursivo
ordinario de la Ley Procesal local (en relación y con efecto
suspensivo, en alusión a Código Procesal de la Nación) vieja
jurisprudencia del Tribunal Superior ha entendido que la remi-
sión contenida en el artículo en comentario, implica que la ape-
lación de honorarios regulados en el proceso concursal, no se
rige por la normativa especial del Código Arancelario, sino por
.C
el procedimiento que para los recursos establece el C. de P.C.327
Esto así cuando se trata de actos y procedimientos inherentes al
concurso, no así respecto “otros trámites o procedimientos que no
están expresamente previstos allí, cuyos honorarios se establece-
DD
la ley 19.551 y en consecuencia el arancel solo puede ser el previsto por los
arts. 288 y 289 del mismo ordenamiento, que como norma especial tiene pre-
eminencia sobre la ley 22.172 y excluye la aplicación de las reglas locales (TSJ,
Sala Civ. y Com., A.I. Nº 278 del 06/10/1987, LL Cba., 1996, p. 294, Nº 133).
327
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 22/03/1994, LL Cba. 1994, p. 793; 11/02/1993,
LL Cba., 1996, p. 306, Nº 169. En otras jurisdicciones la cuestión ha merecido
FI
OM
costas establecido en el art. 505 del Cód. Civil, no puede admitir-
se en los procesos concursales, dada la extraneidad de la norma
para esta índole de juicios”332. El referido art. 505, reformado
por la ya citada ley 24.432, ha sido concebido para su aplicación
en los juicios por incumplimiento de una obligación; no para la
ejecución colectiva.
.C
141. APLICACIÓN DE LA LEY 24.522 A LOS JUICIOS EN TRÁMITE
330
Confr. Cam. Civ. y Com. de Rosario, Sala I, 05/08/96, aplicando el art. 28, inc.
e, de la ley 6767 de la Pcia. de Santa Fe, LL Litoral, 1998-1622, citado por RIVE-
FI
RA, Julio C. - ROITMAN, Horacio - VÍTOLO, Daniel R., ob. cit., p. 375.
331
Véase Nº 2.
332
Cám. 3ª Civ. y Com., 06/10/1999, LL Cba., 2000, p. 1075.
333
Véase la copiosa jurisprudencia reseñada por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA,
Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., ps. 387 y ss.
334
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com. A.I. N° 216 del 17/09/2001, in re “Marco Elías
OM
3) Por el pedido de verificación formulado ante el sín-
dico, treinta por ciento (30%) de la escala del artículo 36
de esta Ley sobre el monto del crédito verificado. Cuan-
do el crédito no se verifique, será la mitad del que le hu-
biere correspondido en caso contrario;
4) Por el incidente de revisión, la escala del artículo 36
de la presente ley, sobre el monto del crédito. La acu-
mulación de los honorarios previstos en este inciso y
en el anterior, no podrá superar el máximo de la esca-
.C
la del artículo 36 de este Código;
5) Por el pedido de verificación formulado tardíamen-
te, la escala del artículo 36 de esta Ley, sobre el cuaren-
ta por ciento (40%) del monto del crédito que se preten-
DD
de verificar;
6) Por los incidentes de calificación de conducta y re-
habilitación, cincuenta (50) Jus como mínimo, y
7) Por los demás incidentes previstos por la ley espe-
cífica (concursos especiales, revocatorias concursales,
etcétera), cualquiera sea el trámite impreso, la escala
del artículo 36 de esta Ley sobre el valor económico del
LA
litigio incidental.
335
Confr. Cámara de Apelaciones de San Francisco, 05/03/86, reseñado en
LL Cba., 1988, p. 80.
OM
jus establecido para cualquier acto procesal en el art. 36;
bien entendido que una adecuada evaluación de los criterios
previstos en el art. 39, difícilmente habilitará una retribución
tan reducida, para una tarea procesional que, en principio al
menos, se presenta como compleja y trascendente, y para la cual
el ordenamiento ha fijado como retribución máxima, un porcen-
taje del activo que no puede dejar de ponderarse.
.C
Tampoco en este caso resultan aplicables los distingos que
en orden a la base regulatoria fija el art. 31, ya que la norma pre-
vé el resultado adverso de la gestión y no hay dos partes contra-
puestas, asimilables a las posiciones de actor y demandado.
DD
OM
El inc. 4 es tan claro como el anterior, pero bajo la vigencia
de la ley 8226 su aplicación ha sido puesta en entredicho a par-
tir de la sanción de la ley 24.522, cuyo art. 287 dispone: “en los
procesos de revisión de verificaciones de créditos y en los de ve-
rificación tardía, se regularán honorarios de acuerdo a lo pre-
visto para los incidentes en las leyes de arancelarias locales,
.C
tomándose como monto del proceso principal el del propio crédi-
to insinuado y verificado” 337.
El artículo así concebido es fruto de una deficiente técnica
legislativa, ya que fue redactado con la mira puesta en el régi-
DD
336
Cám. Civ. y Com. San Francisco, 19/10/99, LL Cba., 2000, p. 866.
337
En rigor el problema lo planteaba ya la ley 24.432, que en su art. 7º introdujo
la reforma que luego se mantuvo en la Ley de Concursos y Quiebras.
OM
venido a llenar un vacío anteriormente existente, resolviendo la
base económica a tener en cuenta para cuantificar las tareas des-
plegadas en los procesos de revisión y de verificación tardías de
créditos, y al remitir a ‘lo previsto para los incidentes en las le-
yes arancelarias locales, tomándose como monto del proceso el
del propio crédito insinuado y verificado’, está sin duda remitiendo
a lo dispuesto en el art. 80, Lp. 8226, tácitamente derogado el
.C
art. 61, inc. 4, Lp. 8226”.
La cuestión ha sido dirimida por el Tribunal Superior, en
ejercicio de la función revisora que le confiere el art. 383, inc. 3,
del C. de P.C., resolviendo que es de aplicación el art. 80, inc. 1,
DD
338
Reseñado por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A.- FILIBERTI, Graciela del
Carmen, ob. cit., ps. 418 y 419.
339
Sala Civ. y Com., Sent. Nº 150 in re: “Incidente de Revisión deducido por Caja
OM
Así las cosas, no sólo por sus fundamentos sino por la efi-
cacia cuasi legislativa de la doctrina sentada por la Sala de
Casación 340, la conclusión obligada es que en el incidente de
revisión de la verificación o rechazo de un crédito, correspon-
de regular honorarios con aplicación del art. 83, inc. 1, del Có-
digo Arancelario. Ni las variaciones operadas en la composi-
ción de la Sala Civil del Tribunal Superior, ni la ratificación
.C
por la ley 9459 del texto cuya validez se discute, permiten su-
poner que el Alto Cuerpo pueda cambiar de criterio.
Tal como lo apuntaremos al comentar el art. 83 —y vale an-
ticiparlo ya— la base regulatoria, que es el monto del crédito
DD
340
Confr. HITTERS, Juan C., Técnica de los recursos extraordinarios y de la casa-
ción, 2ª ed., Platense, La Plata, 2000, p. 121.
341
Confr. Cám. 1ª de Apelac. Río Cuarto, Sent. Nº 23 del 23/04/2003, in re: “Inci-
dente de Revisión deducido por Caja Nacional de Ahorro y Seguro (en liquida-
OM
dente que pueda tramitarse en el proceso concursal. La ley los
asimila a un juicio declarativo y, en consecuencia, conforme a
su texto la regulación debe practicarse aplicando los arts. 31
(32, en su caso) y 36 del Código Arancelario.
Ésa es la solución correcta, ya que aún cuando la ley hable
de “incidentes”, lo cierto es que a través de la vía procesal del
art. 280 de la ley 24.522, pueden plantearse litigios tan arduos
.C
como una resolución contractual, o una reivindicación, obvia-
mente ajenos a la previsión del art. 83, referido a los inciden-
tes. Al respecto ha dicho la doctrina que “no se debe confundir
DD
343
ROUILLON, Adolfo A. N., Régimen de concursos y quiebras - ley 25.522, 11ª ed.
act. y ampl., 2ª reimp., Astrea, Buenos Aires, 2002, ps. 368 y 369; en igual sen-
tido: JUNYENT BAS, Francisco - MOLINA SANDOVAL, Carlos, Ley de Concursos y Quie-
bras comentada, t. II, Lexis Nexis - Depalma, Buenos Aires, 2003, ps. 610 y 611.
344
Véase Nº 146.
OM
En un complejo litigio por revocación de una donación con
cargo, promovida contra una entidad concursada y, por tanto,
caratulado como “incidente” y tramitado con ajuste a la previ-
sión del art. 280 de la ley 24.522, el Tribunal Superior ha des-
calificado las dos soluciones reseñadas precedentemente (que
venían en sendos votos de la Cámara a quo) afirmando que “el
.C
carácter principal o incidental del pleito viene inexorablemente
impuesto en función de la naturaleza intrínseca de la cuestión
debatida, y no del continente procedimental dentro del cual se
desenvolviera el litigio”, de donde dedujo que lo ventilado era
DD
345
Confr. FERREIRA RUBIO, Delia M., en BUERES, Alberto J. - HIGHTON, Elena I., Có-
digo Civil y normas complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial,
t. 1, Hammurabi, Buenos Aires, 1995, p. 33, entre otros.
346
Sala Civ y Com., Sent. Nº 34, del 16/05/2006, in re: “Podestá, Guillermo; Bocco,
Héctor - Inc. de Reg. de Honorarios en autos Incidente de Revocación de la Do-
OM
desarrollada, se meritará al tiempo de practicar la regulación
por el servicio prestado a lo largo de todo el proceso concursal,
en el momento oportuno y con ajuste a los límites que estable-
cen los ya citados artículos 266 y ss. de la ley 24.522347.
Alguna jurisprudencia ha sostenido que a esos profesiona-
les, y en especial al síndico, tampoco les corresponde regula-
ción cuando un tercero es condenado en costas. Con relación a
.C
la verificación tardía, se ha dicho que no corresponde regular
honorarios al síndico, aún cuando las costas estén a cargo del
acreedor, porque en el incidente el funcionario no afronta una
DD
347
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 18/04/2000, Foro de Córdoba, Nº 62, p. 139;
Cám. 3ª C. y C., Sent. Nº 179, 05/12/86, reseñado por A NDRUET, Armando S.
(h)- B USTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 190, Nº 577;
OM
po de practicar la regulación general del art. 265, L.C., y con ello
—contradictoriamente— cargar al concurso con honorarios que
pesan sobre ese otro sujeto procesal”349. Ésa es, a nuestro juicio,
la regla que gobierna el caso.
Vale agregar, además, que siendo común la tarea del síndi-
co y su abogado cumplen en un incidente, la regulación de sus
honorarios es conjunta. Así lo dispone el art. 22 para el caso en
que dos o más abogados desarrollen una tarea común, regla que
.C
debe hacerse extensiva al caso del síndico y su patrocinante350.
Capítulo II
DD
Sección 1
Acciones reales y posesorias
349
Sala Civ. y Com., Sent. Nº 20 del 18/04/2000, Foro de Córdoba, Nº 62, p. 139.
En el fallo se citan en el mismo sentido: Fallo Plenario de la Capital del 29/12/88
(LL, 1989-A-537) y fallo de la Suprema Corte de Mendoza glosado en ED, 150-197.
350
Confr. TSJ, Sala Civ y Com., Sent. Nº 34, del 16/05/2006, in re: “Podestá,
Guillermo; Bocco, Héctor - Inc. de Reg. de Honorarios en autos Incidente de
Revocación de la Donación en Soc. Española de Beneficencia Hospital Espa-
ñol - Conc. Preventivo - Hoy quiebra”, citando en el mismo sentido Sent. Nº 101
del 18/19/2005, in re: “Bechara, Antonio Narciso - quiebra propia”.
OM
porcentajes variables del valor del bien para las acciones pe-
titorias, posesorias e interdictos o despojo; siendo así, resulta
claro que el art. 32, inc. 2, in fine sólo se refiere a los derechos
reales que prevé, en el supuesto de acciones petitorias, único
caso en que esos derechos reales constituyen la materia litis
(art. 2472, 2487, 2490 y conconcordantes del Código Civil).
.C
151. EL VALOR DEL BIEN Y EL INTERÉS ECONÓMICO DEL CASO
351
La Cámara 3ª C. y C., en fallo del 18/02/87, publicado en LL Cba., 1987,
p. 344, aplicó el art. 60 de la ley 7269 reduciendo la base regulatoria (que era el
valor total del bien), en función del art. 30 inc. c (hoy 32, inc. 2, in fine). En senti-
FI
354
TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 191, del 02/04/1996, in re: “Incidente de Reg. de
Honorarios en autos ‘Cucullu de Rodríguez, María Elena Amelia c/ Santa Regina
OM
do a dejar de lado aún la norma inequívoca del arancel, cuando
su aplicación conduce a resultados incompatible con la reali-
dad económica concreta355 va de suyo que la interpretación del
Código Arancelario no puede, en su rigidez, habilitar la posi-
bilidad de regulaciones desorbitadas, en relación a los intere-
ses económicos que motivan el pleito.
Con aplicación de esa doctrina, el Tribunal Superior ha re-
.C
suelto que, “en las acciones posesorias, cuando lo invocado es
una turbación sobre una determinada fracción de terreno —parte
de uno mayor— la conclusión coherente con aquel distingo condu-
ce a atenernos a la entidad y significación económica de lo que es
DD
motivo del litigio, que puede coincidir o no, con el precio total del
inmueble cuya posesión motiva el debate”356.
En la misma línea argumental, el Tribunal Superior, en la
acción de despojo promovida por un locatario, ha descalifica-
do la regulación de honorarios practicada sobre el valor del
LA
el mismo sentido: A.I. Nº 139, del 29 de abril de 1998, in re: “Cuerpo de Inciden-
te en autos Fisogni, Enrique y otro c/ Ferrero Hnos. SACIF - Acción Posesoria”.
355
C.S., 11/09/1990, in re: “Cukierman, Moisés s/ Sucesión”, ED, 144-199, N° 37.
356
TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Cuerpo de incidente en autos: Fisogni, En-
rique y otro c/ Ferrero Hnos. S.A.C.I.F. Acción posesoria - Recurso de revisión”,
A.I. N° 139, 26/04/1998. En contra, sosteniendo que “a los efectos de la regulación,
OM
uso o la habitación, la base regulatoria será la mitad del valor
de la cosa sobre la cual se pretenden esos derechos. Y es, ade-
más, el criterio que informa al art. 65, cuando en relación a las
acciones de obra nueva, amenaza de ruina o daño temido, nega-
toria o confesoria, remite la base regulatoria al “porcentaje del
valor del bien que pudiera haber sido afectado o menoscabado”.
Con ese mismo criterio (que es el de la ley) en las acciones
.C
posesorias la base regulatoria será, en principio, el valor del
bien desposeído o turbado, pero no así cuando los derechos le-
sionados por la desposesión o turbación, comprometan un inte-
DD
357
TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 191, del 02/04/1996, in re: “Incidente de Regu-
lación de Honorarios en los autos ‘Cucullu de Rodríguez, María Elena Amelia c/
Santa Regina S.C.A. y/o su socia solidaria Graciela Inés Saenz Araya - Deman-
da de Despojo’ ”.
358
Del voto del Dr. Moisset de Espanés, en el fallo citado en la nota precedente.
359
Supra, N° 53 y 85.
OM
mente superflua, ya que esa prueba puede siempre ser ofrecida
por las partes, lo diga o no el Código Arancelario (art. 200, CPC).
Siendo así, la norma sólo adquiere sentido si suponemos que
obliga al Juez a producir oficiosamente esa prueba pericial, lo
que no creemos pueda sostenerse, atento al sistema básicamen-
te dispositivo de nuestro ordenamiento procesal civil. Por otra
parte, el referido valor hace sólo a la regulación de honorarios,
.C
no al contenido del litigio, y puede entorpecer el desarrollo del
proceso, con menoscabo del interés de las partes, que son los
sujetos principales en el debate.
Si tal prueba no es ofrecida o instada por las partes durante el
DD
Sección 2
Acciones relativas a la contratación sobre bienes
OM
cimiento de término, nulidad o resolución del contrato, etc.)
inclusive el desalojo anticipado, desde que no hay distingo
alguno al respecto. Quedan fuera de su ámbito de aplica-
ción los juicios de desalojo en los que entre actor y deman-
dado no media contrato de locación; hipótesis está regulada
por el artículo siguiente.
Cuando no haya plazo convenido y se trate de locaciones que
.C
conforme al art. 2º de la ley 23.091, carecen de plazo mínimo
legal, resultará necesario establecer, según el tiempo de vigen-
cia del contrato y al destino y características del inmueble, cuál
es el plazo a tener en cuenta, por analogía con los que la ley es-
DD
154. EL PRECIO
LA
360
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com., 24/08/2000, “Lizier de Vinatier, Celmira Aída o
Aída c/ Salvador Imparato - Desalojo”, citado por MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Códi-
go Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 179.
OM
leres, existe base suficiente para regular honorarios, debiendo
el juez realizar los cálculos aritméticos pertinentes y regular
en el fallo los honorarios del vencedor en costas, y los del ven-
cido si lo solicitase (art. 26) sin necesidad de formular previa-
mente planilla; mucho menos requerir un incidente ajustado a
lo que dispone el art. 108362.
361
Conf. Cám 3ª Civ. y Com. 07/10/2004, Semanario Juridico N° 1506, 05/05/2005,
p. 639.
362
Confr. Cám. 3ª C. y C., 07/06/1994, LL Cba., 1995, p. 678.
OM
obligará a “obrar conforme lo disponen los arts. 108 y ss.”, esto
es posponer la regulación para cuando haya base, sin que sea
de aplicación el art. 176 del C. de P.C.
De no mediar oposición por parte del demandado —dice el
artículo— esa estimación del valor locativo del inmueble será
“tomado en cuenta” para regular honorarios. Ello implica que
la regulación deberá practicarse, en principio, sobre esa base;
.C
pero no necesariamente, de modo que el juez puede modificarla
si los elementos de juicio incorporados al proceso demuestran
que tal estimación está totalmente divorciada de la realidad363.
Se ha sostenido que para que la estimación del alquiler pre-
DD
363
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 180.
364
Ídem.
OM
La solución no es buena, porque en nombre de una cuestión ac-
cesoria (la liquidación de costas) se enturbia el desarrollo del
litigio sobre lo principal (el desahucio) pero no creemos que el
texto legal admita otra salida.
Sección 3
Transferencias de dominio
365
Confr. VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. VI, p. 287
366
Véase MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 179
OM
fructo, por ejemplo) aunque en tal caso deberá tomarse el pre-
cio pactado o, en su caso, el valor real y actual reducido en un
cincuenta por ciento, por aplicación del art. 32, inc. 2, in fine.
367
Confr. Cám. 6ª C. y C., in re: “Liprandi Oliva, Juan J. c/ María A. Omarini -
Simulación”, A. I. N° 43, 05/03/1996, BJC, t. I, enero-marzo, 1996, p. 231; TSJ
Sala Civil y Comercial, in re: “Cismondi Etulain, Mario J. c/ Dreidemie, Aníbal
OM
debe resolverse en función de las circunstancias de cada caso,
sin que resulte posible establecer una regla absoluta, la que
siempre puede conducir a resultados aberrantes369.
Conforme a esa sugerencia, en los juicios por transferencia
de dominio, cuando se prescinda del precio pactado en el con-
trato que motiva el juicio, la regulación debe ajustarse, en prin-
cipio, a lo dispuesto en el artículo en comentario (valor a la fe-
.C
cha de la regulación), siempre que ello no traicione los fines de
la ley (que quiere como base regulatoria el monto real del litigio)
ni conduzca a desenlaces notoriamente injustos. De ello resulta
que en el juicio por transferencia de un automóvil, por ejemplo,
DD
gos; en tal caso el valor a tomar será el que el bien tenga al con-
cluir el juicio, porque así lo dispone el artículo que comentamos
369
Véase Nº 53.
plo”373. OM
cual el resultado de la tarea profesional del abogado, “es aná-
logo al que logra mediante la acción reivindicatoria, por ejem-
370
Confr. Cám. 8ª C. y C., Auto Nº 19, del 15/02/88, reseñado por ANDRUET, Ar-
mando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 203,
Nº 620 y 621. El Dr. Vernengo Pack, en su voto en fallo de la Cám. Nac. Civil,
Sala B, del 12/12/78 (ED, 81-719), aplicando una ley que no contiene nuestro
art. 68, sostiene que debe tomarse el valor del bien al momento de promoción
del juicio, actualizado, y que ese criterio “es de principio constitucional”, pero no
LA
tado por MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 181.
372
Voto del Dr. Belluscio en Cám. Nac. Civ., Sala C, 18/06/75, LL, 1976-A-130.
373
FASSI, Santiago, “Los honorarios de abogados y procuradores en los juicios de
escrituración de inmuebles”, LL, 1976-A-131.
374
Conf. Sala Civil y Com., A.I. N° 399, del 02/11/2011, in re “Héctos Messio y
Cía. S.R.L. c/ Becerra, Isaber y Otros”; A.I. N° 412, del 04/11/2011, in re “Coop.
vivienda Consumo y Crédito Horizonte Ltda. c/ Della Fiore, Juan Carlos”.
OM
ria, va de suyo que el valor a tomar es el vigente al tiempo de
regular los honorarios, desde que ése es, en moneda constan-
te, el valor que defendió el abogado en ejercicio de su función.
Igualmente claro es que si se trata de mejoras introducidas a
un inmueble luego de cesada la tarea profesional, esas mejo-
ras no pueden integrar la base regulatoria, porque no formaban
parte de los intereses que el abogado defendió.
.C
El problema se plantea cuando la diferencia de valor de lo
discutido, se produce por otros motivos, tales como la suba o
baja de acciones o valores cotizables en bolsa; o del precio de
DD
375
Véase Nº 64.
Capítulo III
Procesos relativos a cuestiones de familia
minoridad, incapacidad y derechos de la personalidad
Prescripción general
OM
taria que corresponda en el caso de mejor fortuna.
Esta disminución en ningún caso podrá afectar los mí-
nimos establecidos en la presente Ley.
ductible, según el texto del art. 36, tal como alguna jurispru-
dencia lo había dicho bajo la vigencia de la ley 8226376.
Así interpretado, el efecto del artículo en comentario es po-
tenciar el valor de la situación económica de la familia, en orden
a la ponderación de las circunstancias cualitativas que prevé el
art. 39, pero ello sin rebajar la regulación por debajo de los míni-
mos que resultan de la escala del art. 36, o bien de los que para el
fuero de familia prevén los arts. 72 y ss. Esa es, por otra parte, la
interpretación compatible con el sistema de la ley, desde que si
lo único irreductible fuese el minimo minimorum, en la práctica
la regulación devendría pura discrecionalidad del magistrado.
OM
Esta conclusión, sin embargo, puede no ser tan concluyente
a la luz de la tendencia que acusa la jurisprudencia del Tribu-
nal Superior, en orden a la potestad de los jueces para apar-
tarse del arancel377.
Sección 1
Divorcio
.C
Divorcio por presentación conjunta
375
Cám. 5ª C. y C., autos “Barcos, Teresita del Valle - Solicita homologación -
OM
sorio (art. 51) el criterio ha sido tarifar los honorarios en fun-
ción de la entidad económica del caso y no del valor que los
cónyuges reciben, que puede ser nulo si la sociedad conyugal
fuese deficitaria.
Cabe aclarar que la base regulatoria será siempre el activo
de la sociedad conyugal, aun cuando por desistimiento de la
demanda no se opere su disolución, ello sin perjuicio de que en
.C
tal caso no corresponda aplicar la escala íntegra, por no haber-
se concluido el juicio379.
378
Así lo hizo la Dra. Zavala de González en su voto en fallo de la Cám. 8ª C. y
C., 31/07/87, (LL Cba., 1988-675); criterio receptado por la Cámara de Fami-
lia de 1ª Nominación, en auto Nº 47 del 23/09/91 (Foro de Córdoba, Nº 12,
ps. 174/175), entre otros.
379
Confr. TSJ, Sala C. y C., auto Nº 523, 03/11/92, SJ, Nº 920, del 18/02/93, p. 73.
380
BORDA, Guillermo A., Tratado de derecho civil. Familia, t. I, 4ª ed., Abeledo-
Perrot, Buenos Aires, 1969, p. 320, Nº 442, con numerosas citas.
381
Confr. Cám. 5ª C. y C., 29/05/90, LL Cba., 1991, p. 414. En el caso se regula-
OM
Nulidad de matrimonio
382
Cám. 1ª de Familia, A.I. Nº 5, 31/07/1990 y A.I. Nº 51, 02/10/1991, ambos en
Foro de Córdoba, Nº 12, ps. 173 y 174; Cám. 2ª Familia, SJ, 1991-A-240, citado
por VENICA Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob.
cit., p. 229, entre otros.
Regulación mínima
OM
El mínimo establecido por el artículo en comentario juega
como tal (es decir como mínimo) aún en caso de que la escala
del art. 36, referida al patrimonio de la sociedad conyugal, se-
gún la previsión de los arts. 70 y 71, pudiese arrojar un resulta-
do menor383.
Desde que el texto legal no formula distingo alguno, enten-
demos que los mínimos previstos en el artículo juegan tanto
.C
para el que gana cuanto para el que pierde el juicio. Es sólo por
encima de estos mínimos que juega la evaluación que impone el
art. 39, inc. 5; e inclusive los porcentajes del art. 31, suponiendo
que se lo entendiese aplicables, en contra de nuestra opinión
DD
expuesta en el Nº 166.
Proceso de reversión
383
Confr. TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Castillo, Hugo V. y otra - Divorcio
vincular por presentación conjunta - Rec. de casación”, A.I. Nº 221, 16/04/1999.
OM
Así planteada la cuestión, creemos que el arancel y el míni-
mo aplicables en la declaración de culpabilidad del cónyuge
inocente, serán los que corresponden al divorcio contencioso.
En primer término, porque contencioso ha sido el divorcio cu-
yas consecuencias se pretenden modificar, y en segundo lugar
porque la tarea profesional a cumplir, es análoga a la que co-
.C
rresponde a un divorcio contencioso.
La conversión de la separación personal en divorcio vincu-
lar, está referida a un juicio previo, que tanto pudo haber sido
contencioso, cuanto consensuado, sin que ese precedente con-
DD
Sección 2
FI
OM
Habida cuenta la falta de contenido económico de los proce-
sos de que se trata, no juegan los porcentajes del art. 31 en
función del resultado. La escala será la misma para abogados
exitosos o perdidosos, sin perjuicio de que se regule más a unos
que a otros, por aplicación del art. 39, inc. 5.
OM
En todos los casos, la base regulatoria deberá ajustarse, para
una y otra parte, a la previsión del art. 31, conforme al resulta-
do del litigio387.
384
Confr. Cám. 8ª C. y C., Auto Nº 57, del 10/03/88; Cám. 7ª C. y C., autos Nº 90,
del 12/04/88 y Nº 220 del 25/07/88, todos reseñados por ANDRUET, Armando S. (h) -
BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., ps. 216 y 217.
385
Cám. 1ª de Familia, A.I. Nº 47, 18/05/1993 y A.I. Nº 51, 20/05/1993, ambos en
FI
388
Confr. Cám. 1ª de Familia, A.I. Nº 47, 18/05/1993 y A.I. Nº 51, 20/05/1993,
ambos en Foro de Córdoba, Nº 17, ps. 163/4.
OM
monto de haberes jubilatorios389, si bien esa jurisprudencia ha
sido abandonada hace algunos años por el Tribunal Superior390.
389
TSJ, Sala Cont. Adm., autos Nº 202 del 16/05/86 y Nº 138 del 21/04/86, am-
bos reseñados por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FER-
NÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., ps. 215 y 216.
390
Véase comentario al art. 95, Nº 231.
391
Véase Nº 169.
OM
ción de medidas cautelares, es la regla sentada por el art. 85,
que resulta adecuado extender a los supuestos que analizamos.
Cuando se trate de medidas con contenido económico y
haya mediado contradicción, es de aplicación el art. 31, por lo
que la base regulatoria debe ajustarse en función del resultado
del incidente.
No se incluye en la previsión del art. 76, el mero embargo o
.C
anotación de litis solicitados al demandar o durante el juicio,
o su cancelación cuando es consecuencia del pronunciamiento
sobre el litigio principal, ya que respecto de esas medidas cau-
telares es de aplicación el art. 85, conforme al cual se trata
DD
Capítulo IV
Actos de jurisdicción voluntaria
Procesos generales - Sumarias
LA
OM
Bajo la vigencia de la ley 8226, alguna jurisprudencia ha apli-
cado el inciso tercero de la norma que comentamos, por analo-
gía, a la intimación prevista en el art. 764 del Cód. Civil392 y
al pedido de homologación de un convenio privado, referente a
la desocupación de un inmueble393. Creemos que en ambos ca-
sos la analogía se daba más con el artículo siguiente que con
éste, ya que la cosa motivo del emplazamiento, o el inmueble a
.C
desocupar, aún si no se los tomase como “objeto del juicio”, son
al menos valores de referencia, de los cuales no pudo prescin-
dirse.
Es obvio que, no existiendo base económica, no resultan de
DD
392
Cám. 7ª Civ. y Com., A.I. Nº 226, del 21/11/1996, in re: “Giordano, Marcelo
Fabián c/ Roberto Daniel Gasparini - Intimación Judicial - Consignación”.
393
Cám. 7ª Civ. y Com., A.I. Nº 270, del 20/11/1995, in re: “Almirón, Lorenzo
Calixto y otros - Solicitan Homologación” (voto Dr. Flores).
394
MARTÍNEZ CRESPO, Mario, ob. cit., p. 191, ubica el juicio de insania en el comen-
tario al art. 78, referido a los procesos con base económica.
OM
8, a fin de establecer el monto de los honorarios, dentro de los
límites mínimo y máximo que fija el artículo en comentario396.
395
Confr. PALACIO, Lino E. - ALVARADO VELLOSO, Adolfo, Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación, t. 10, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1998, ps. 388 y 389;
FERREYRA DE DE LA RÚA, Angelina - GONZÁLEZ DE LA VEGA DE OPL, Cristina, Código
Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba, t. III, La Ley, Buenos Ai-
res, 2000, p. 1300.
396
Confr. PALACIO, Lino E. - ALVARADO VELLOSO, Adolfo, Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación, t. 10, p. 389, en referencia al juicio de insania.
Autorizaciones
OM
afectar bienes de incapaces y en los casos del art. 1277
del Código Civil, se regula en base al cincuenta por cien-
to (50%) del valor de los bienes en cuestión o de los con-
tratos que se celebren.
ta.
Desde que la ley no hace distingo, corresponde aplicar el ar-
tículo tanto a la acción prevista en el art. 16, inc. 13 de la ley 7676,
cuanto al incidente que admite el art. 708 del C. de P.C.,
cuando todos los herederos están conformes en la venta y
OM
ciento de la mitad del valor del contrato de que se trate. Esto
no sólo porque la mitad es, en principio, la medida del interés
comprometido en el caso por la persona cuya conformidad debe
suplirse, sino además porque lo contrario conduce a desenlaces
poco razonables. En efecto: si se trata de vender un bien en con-
dominio entre dos personas, una de ellas incapaz, es menester
una autorización judicial cuyo costo se tarifa en función de los
.C
derechos del incapaz, esto es el cincuenta por ciento del pre-
cio; sería absurdo que para suplir la falta de conformidad del
cónyuge en la venta de un bien ganancial, ese costo se dupli-
cara, siendo que el cónyuge tiene una mera expectativa so-
DD
en aquél.
397
BORDA, Guillermo A., Tratado de derecho civil. Familia, t. I, 4ª ed., ps. 285 y ss.,
OM
dor y la designación de su reemplazante, se trata de una tarea
única, por lo que no corresponde regular honorarios por la re-
moción y, además, por la designación del reemplazante.
OM
darse con posterioridad (no sólo con motivo de su remoción)
por lo que no parece razonable que ésa sea la base regulatoria.
Y, por último, es contradictorio con el sistema del Código, la
postulación de una base regulatoria eventual (no la habría si no
hay rendición de cuentas u “otras circunstancias”).
Así interpretado el artículo, para la designación o remo-
ción de tutor o curador habría un honorario mínimo treinta
.C
(30) jus pero no un máximo. Pero ello no obsta a la interpre-
tación propuesta, porque en la redacción original del que hoy es
artículo 77 (art. 73 de la ley 7269 y 74 de la ley 8226) tam-
bién en los casos allí previstos se fijaba un arancel mínimo,
DD
sin máximo; la ley 9459 corrigió ese vicio en el art. 77, pero
omitió hacerlo en el art. 80, omisión esta que no autoriza a cam-
biar el sentido que a nuestro juicio tiene la norma, a saber: los
honorarios por la designación o remoción de tutor o curador
carecen de contenido económico y se regulan en treinta jus,
o la mayor suma que el Juez estime prudente, meritando las
LA
399
Véase Nº 176.
400
Confr. Cám. Nac. Civ., Sala F, 24/12/1982, ED, 103-663, entre otros.
Capítulo V
Procesos especiales y auxiliares
Sección 1
Procesos Especiales
OM
Si se han opuesto y sustanciado excepciones se aplica
el ciento por ciento (100%) de la escala del artículo 36
de este Código. En caso de que hubiere mediado prepa-
ración de la vía ejecutiva esta tarea se regula con el cin-
co por ciento (5%) de dicha escala, con un mínimo de
cuatro (4) Jus.
los arts. 517 y ss. del C. de P.C. (título II del Libro Segundo).
Con posterioridad, la redacción del código según ley 8465, in-
corporó la designación de juicio ejecutivo especial (art. 801 y
ss., título II del Libro Tercero) a lo que antes llamaba ejecu-
ción de sentencia (y sigue haciéndolo, cuando titula el capí-
tulo I) sobre la cual legisla el Código Arancelario en el art. 82.
LA
art. 547 del CPC (así, en el cobro de honorarios y costas, art. 809
in fine, CPC).
401
Conf. Cám. 7ª Civ. y Com., A. N° 514 del 20/12/2011, in re “Municipalidad de
Córdoba c/ Sociedad Italiana de Unione y Frattellanza”.
402
Ibídem
403
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 195.
185. ALLANAMIENTO
OM
ponde aplicar el cuarenta por ciento de la escala legal, por
aplicación de los arts. 43 y 45, ya que ése es el porcentaje que
corresponde a la tarea profesional cumplida (promoción de la
demanda). Otra doctrina, en cambio, sostiene que debe aplicar-
se el sesenta por ciento del arancel, porque ése es el porcenta-
je que corresponde en el juicio ejecutivo cuando no se han opues-
to excepciones, situación exactamente igual al allanamiento, ya
.C
que tanto en uno cuanto en otro caso, corresponde dictar sen-
tencia sin más trámite (arts. 352 y 546, CPC)405.
Esta última, es la doctrina adoptada por el Tribunal Supe-
rior en numerosos pronunciamientos406, y ha sido confirmada
DD
por la Sala Civil, con la actual composición del Cuerpo 407; cree-
mos que está llamada a perdurar, porque nos parece correcta.
La sinonimia entre allanamiento y no oposición de excepcio-
nes, es innegable; y es vieja regla interpretativa la que otorga
prioridad a la norma especial por sobre la general; consecuen-
temente, procede aplicar al caso la regla específica de los jui-
LA
404
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., Sent. Nº 45 del 30/04/1999, in re: “Caja de Prev.
y Seg. Social de Abogados y Procuradores de la Provincia de Córdoba c/ Arcor
S.A.I.C. (div. Freepack) - Ejecutivo”, Foro de Córdoba, Nº 55, p. 253.
FI
405
Véase reseña de fallos en uno y otro sentido en MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Có-
digo Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 197.
406
Sala Civil y Comercial, in re: “Casas, Héctor Hugo c/ CIADEA S.A. - Cuerpo
Apel. Honorarios”, Sent. N° 4, del 09/02/1998. En idéntico sentido vide “Barra,
Rubén Ethel c/ José Dambolena - Ejecutivo - Recurso de casación”, Sent. N° 258,
del 29/12/1998.
407
Sala Civ. y Com., in re “Acosta, Lola I. c/ Domínguez, Roberto N.”, fallo del
16/10/2009.
OM
cel, según dispone el artículo en comentario408.
La controversia se expresa inclusive en los pronunciamien-
tos del Tribunal Superior sobre la materia. En fallo del año dos
mil tres la Sala Civil, por mayoría, entendió que el minimo mini-
morum en el juicio ejecutivo, cuando no se habían opuesto excep-
ciones, era de seis (6) jus, porque “el hecho de que no se hayan
articulado defensas al progreso de la acción, implica que la tra-
.C
mitación del proceso no ha sido íntegra”409, pero tres años des-
pués, ya con otra integración, también por mayoría, resolvió
que correspondía aplicar el mínimo de diez (10) jus, aún si no
se hubiesen opuesto excepciones, “ya que la sola circunstancia
DD
408
Véase reseña de fallos en uno y otro sentido, en MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Có-
digo Arancelario para Abogados y Procuradores, ps. 195 y 196.
409
Sala Civil A.I. Nº 92 del 24/04/2003, in re: “Segurado, Walter J. c/ Mi Valle
S.A. y otro - Ejecutivo”.
410
Sala Civil, 24/10/2006, LL Cba., 2007, p. 41.
411
Sala Civil, Sent. Nº 83, 05/08/2008, Foro de Córdoba Nº 127, p. 225. Hicieron
mayoría los Dres. Sesin y García Allocco y votó en disidencia el Dr. Andruet.
412
Véase Nº 185.
OM
reducido en función de las etapas procesales cumplidas414. Lo
contrario, para ser coherentes, implicaría asumir ese mínimo
como aplicable en cualquier tipo de proceso, cualquiera sea su
tramitación o desenlace, con lo cual la referencia a “la tramita-
ción total en primera instancia”, contenida en el art. 36, no ten-
dría mayor sentido.
Por último, si el minimo minimorum ha sido establecido en
.C
función de la tarea profesional prestada, no parece razonable fi-
jarle un valor único a prestaciones tan disímiles como presentar
una demanda o tramitar íntegramente un pleito con defensas,
prueba y alegatos.
DD
Ejecución de sentencia
413
Véase Nº 75.
414
Confr. TSJ, Sala Civil, Auto Nº 173, 05/06/87 y Sent. Nº 119 del 28/10/2003,
in re: “Romero, María Rosa c/ Banco del Suquía S.A. - Ordinario”.
OM
tumacia del condenado (art. 802, CPC) por lo que en la medida
en que éste cumpla voluntariamente la condena, los trámites
necesarios para liquidar la deuda, instrumentar transferen-
cias de bienes, efectuar anotaciones registrales, u otras me-
didas similares, no constituyen ejecución y, en consecuencia,
no tornan aplicable el artículo en comentario415; esto sin per-
juicio de que esa actividad profesional devengue honorarios
.C
ajustados al minimo minimorum que para cualquier acto proce-
sal prevé el art. 36, las que, al igual que ocurre con la ejecución
de sentencia, estarán a cargo del vencido en el juicio, por apli-
DD
al formularse ésta.
Tratándose de obligaciones de hacer, el demandado habrá
cumplido si ejecutó la prestación ordenada, en todo cuanto de
él dependiese. En un juicio de escrituración, por ejemplo, el
demandado condenado cumplirá suministrando los títulos y an-
tecedentes necesarios para preparar la escritura y requiriendo
FI
415
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 15/03/1994, LL Cba., 1994, p. 690.
OM
188. CONDENA AL PAGO DE UNA SUMA LÍQUIDA
416
Cám. Apel. Villa Dolores, 24/06/1997, LL Cba., 1998, p. 417.
417
Véase Nº 183.
418
Confr. Cám. 3ª C. y C., Auto Nº 458 del 18/12/87, reseñado por ANDRUET, Arman-
do S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., ps. 224 y ss.
OM
Cuando la condena en ejecución impone al ejecutado una
obligación de hacer o de dar cosas distintas de una suma de
dinero, la aplicación del artículo puede ofrecer algunas du-
das, tal como ocurría bajo la vigencia de la ley 8226 respecto
del juicio de desalojo, en el cual alguna vez se pretendió que lo
que es “objeto de ejecución” es el inmueble locado y, en conse-
.C
cuencia, su valor era la base regulatoria para la ejecución de
sentencia420. Actualmente el art. 66 in fine ha disipado esa duda,
pero ésta puede darse en supuestos análogos, tal como ocurre
en las acciones posesorias, cuando por excepción no corres-
DD
419
Cám. 4ª C. y C., Auto Nº 53 del 08/04/88. En contra, sosteniendo que la base
puede extraerse de la sentencia en ejecución: Cám. 8ª C. y C., auto Nº 207 del
FI
OM
vidad posterior, que todavía no conoce.
Se abre, además, la posibilidad de que los trámites poste-
riores sean cumplidos por otro abogado, que también tendrá
derecho a honorarios, supuesto en el cual éstos deberán dedu-
cirse de los regulados con anterioridad423 y, si hubiesen sido
cobrados, deberán reintegrarse por carecer de causa, ya que se
trata de honorarios por una tarea aún no cumplida, que en de-
.C
finitiva es ejecutada por otro424.
422
Confr. Cám. 8ª C. y C., A. Nº 316 del 21/10/87 reseñado por ANDRUET, Armando
S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit, p. 224; Cám
2ª Civ. y Com., A.I. Nº 401 del 05/08/1997, Foro de Córdoba, Nº 46, p. 293, Nº 2.
423
Confr. Cám., Apel. San Francisco, A.I. Nº162 del 20/12/2000, Foro de Córdo-
ba, Nº 71, p. 256, Nº 3.
424
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 120 del 19/05/2000, Foro de Córdoba,
Sección 2
Procesos y actuaciones especiales y auxiliares
Incidentes y reposiciones
OM
Art. 83. Los incidentes y reposiciones se considerarán
por separado del juicio principal, regulándose las ta-
reas profesionales cumplidas en ellos, salvo disposi-
ción en contrario, de acuerdo con las siguientes reglas:
1) Los incidentes que tengan un contenido económico
propio y que se tramiten como juicios declarativos,
aplicando el cincuenta por ciento (50%) de la escala
del artículo 36 de esta Ley sobre esa base económica.
.C
Si se hubiesen sustanciado con sólo vista o traslado a
las partes, se aplicará entre el quince por ciento (15%)
y el treinta por ciento (30%) de dicha escala, y
2) Los incidentes que no tengan contenido económico
propio y que se tramiten como juicios declarativos, apli-
DD
de demandado. OM
miendo el incidentista la condición de actor y el incidentado la
perseguidos por los dos primeros párrafos del art. 134 y se fa-
cilita la actividad dilatoria del litigante desleal.
OM
sólo pudo haberse referido a la entidad económica del litigio,
determinada en la demanda. La base regulatoria para los in-
cidentes es ésa, o ninguna, sin perjuicio de que deberá ajus-
tarse para uno y otro abogado en los porcentajes que fija el
art. 31, en función del resultado del incidente, asumiendo al
incidentista como actor y a su oponente como demandado, al
margen de su situación procesal en el juicio principal.
.C
En contra de esa conclusión, se ha sostenido que con ella
“podría correrse el grave riesgo de que los incidentes sin conte-
nido económico propio, generen regulaciones más elevadas que
las correspondientes al propio juicio principal, cuyas regulacio-
DD
426
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com., 15/10/1998, LL Cba., 1998, p. 1352; Cám. Apel. de
San Francisco, 10/03/1998, LL Cba., 1998, p. 760; Cám. Apel. Marcos Juárez,
30/04/1998, LL Cba., 1999, p. 1441.
427
Véase Nº 55.
428
TSJ, Sala Civil y Com., A.I. Nº 308 del 06/11/2007, in re: “Morfina, Claudio
Abel y otro c/ Paisa, Fernando - Ordinario”; A.I. Nº 332 del 19/11/2007.
OM
aun cuando en el incidente hayan tendido una situación procesal
diferente (el actor como incidentado y el demandado como
incidentista) y el resultado haya sido exactamente opuesto en
uno y otro caso (el vencedor en el incidente haya perdido el
juicio y viceversa). Ocasionalmente, alguna Cámara insiste en
la doctrina que creemos correcta, pese a esa jurisprudencia del
Tribunal Superior430.
.C
196. ESCALA ARANCELARIA APLICABLE
429
Sala Civ. y Com., A.I. Nº 63 del 25/04/2002 in re: “Ortiz de Zárate, Federico c/
FI
OM
La duda, es saber si en estos casos debe aplicarse la escala me-
nor o si, por el contrario, debe aplicarse la que corresponde al
trámite declarativo ya que —dice el art. 45— “no se aplicará
ninguna reducción en las escalas cuando fuesen innecesarias
o formalmente improcedentes algunas de las etapas del juicio”.
Creemos que la primera es la respuesta correcta. Esto así
porque, si la regla general es que los incidentes tramitan como
.C
juicio abreviado y el ordenamiento ha previsto una solución
distinta para cuando el trámite se agote en un traslado, cabe
concluir que ha querido que este último supuesto tenga un tra-
tamiento particular, distinto del que es propio del juicio decla-
DD
OM
causa431. Aunque se trata de incidentes en el sentido del art. 426
del C. de P.C., presentan la particularidad de que tienden a dar
por concluido el proceso432. Entendemos que en estos casos de-
bería aplicarse el art. 83, inc. 1, ya que el litigio incidental tiene
un contenido económico que le es propio, coincidente con el del
juicio principal en la mayoría de los casos433, pero mensurable
en función del incidente mismo. El art. 83, inc. 2, está referido a
.C
aquellas cuestiones incidentales que carecen per se de significa-
do económico (la articulación de nulidad de una audiencia, por
ejemplo) por lo que la tarifación de honorarios se remite al con-
tenido patrimonial del juicio principal; en la perención de ins-
DD
431
Así ocurre con la caducidad de instancia, cuando el Tribunal competente no
es de la provincia (art.181, inc. 1, CPC).
FI
432
En el art. 79 de la ley 7269, este extremo condicionaba un tratamiento espe-
cial a los fines regulatorios.
433
En la perención de la segunda instancia, la base regulatoria sería el monto
de lo discutido en la alzada.
434
Confr. Sala Civil y Comercial, A.I. N° 249, del 25 de agosto de l997, in re:
“Marcotegui, Luis Ángel c/ Américo Walter Romagnoli - Reivindicación”;
OM
razón de que éste se refiere a “las actuaciones de segunda ins-
tancia”, sin formular distingo436. Tal conclusión conduce a una
diferencia entre el incidente sustanciado en primera y segun-
da instancia que no encuentra justificativo en la tarea profe-
sional cumplida y tampoco en el texto legal; la jurisprudencia
citada tendría sustento si el artículo se refiriera a las actua-
ciones “en” segunda instancia, pero cuando alude a las “de” la
.C
alzada, resulta claro que se refiere a las que son propias del
recurso, no a las que, aunque sustanciadas ante el Tribunal de
grado, son planteadas y sustanciadas originariamente en esa
instancia y, por tanto, tienen el mismo trámite y la misma en-
DD
Nº 92, del 19/05/1999, in re: “Ampo SACIFa c/ Pcia. de Córdoba - Plena Ju-
FI
436
Sala Civil y Com., Auto Nº 229, 02/06/86, reseñado en Foro de Córdoba, Nº 3,
p. 130.
437
Sala Civil, A.I. Nº 249, del 25/08/1997, in re: “Marcotegui, Luis Ángel c/ A-
mérico Walter Romagnoli - Reivindicación”; 04/11/1998, autos “Bco. de la Pcia.
de Córdoba c/ Pilades Ricci, Luis”, LL Cba., 1999, p. 1273.
438
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 111, 16/05/2000, in re: “Jiménez, Anto-
nio Hugo c/ Taddei, Horacio y otros - Acción de Resp. Civil - Beneficio Litigar sin
gastos”.
OM
sustitución. Creemos que en este caso el incidente sí tiene un
“contenido económico propio”, como dice el artículo, por lo que
es de aplicación el inciso primero; lo que ocurre es que el valor
de lo cautelado no será base regulatoria, sino un valor de refe-
rencia, en los términos del art. 32 inc. 3 del Código440.
439
Cám. 3ª C. y C., in re: “Cuerpo de incidente de sustitución de embargo en:
Monasterolo, Gabriela del Carmen y otros c/ Arcal S.A. y otro - Ordinario”, A.I.
N° 317, 04/11/97, BJC, t. IV, octubre-diciembre, 1997, p. 1245. En el mismo
sentido, con respecto a un pedido de cambio de depositario: Cám. 2ª C. y C., A.I.
Nº 273, 20/05/1997, Foro de Córdoba, Nº 44, p. 234.
440
El fallo de la Cám. 3ª citado en la nota precedente también apunta en ese sen-
tido, aunque aplica el inciso segundo, erróneamente a nuestro juicio.
Tercerías
OM
en las ejecuciones seguidas por terceros, son regulados
sobre la base del beneficio recibido por dicho acreedor.
441
MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Los honorarios del abogado”, Leyes de aranceles para
abogados y procuradores, p. 435.
OM
suelto que si el tercerista reclama la oponibilidad al embargan-
te de un boleto de venta de uno de los muchos departamentos
en que se ha dividido el inmueble embargado, la base regulato-
ria está dada por un porcentaje del embargo, igual al porcenta-
je que en el total del predio corresponde al departamento del
tercerista, importe este inferior al valor del departamento,
pero que marca la medida del interés disputado en el caso446.
.C
203. BASE REGULATORIA Y ARANCEL
442
Cám. 3ª Civ. y Com., Sent. Nº 20 del 18/04/95, Foro de Córdoba, Nº 29, p. 151.
443
TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 191, del 02/04/1996, in re: “Incidente de Reg. De
Honorarios en autos Cucullu de Rodríguez María Elena Amelia c/ Santa Regina
SCA y/ su socia solidaria Graciela Inés Saenz Araya - Demanda de Despojo”. En
el mismo sentido: A.I. Nº 139, del 29 de abril de 1998, in re: “Cuerpo de Inciden-
te en autos Fisogni, Enrique y otro c/ Ferrero Hnos. SACIF - Acción Posesoria”.
444
Confr. Cám. Nac. Civil, Sala E, 15/07/2008, LL, 11/08/2008, p. 9.
FI
445
Fallos: 238-519; en el caso se debatía si correspondía devolver al actor una
seña de $ 25.000 más una suma por daños o si el demandado podía retenerla, y
las costas reguladas rondaban los $ 200.000; frente a esa situación dijo el Alto
Tribunal: “es arbitraria la regulación desproporcionada con el monto de la conde-
na y la naturaleza de la labor cumplida, violando así las garantías constituciona-
les de la propiedad y de la defensa en juicio”.
446
Cám. 4ª Civ. y Com. A.I. N° 423, del 20/09/2005, Semanario Jurídico N° 1537
del 08/12/2005, p. 218.
Medidas cautelares
OM
cancelación de medidas cautelares, pedidos durante la
tramitación del juicio o de la ejecución de sentencia,
siempre que sea accesorio o consecuencia de la con-
clusión, integra la tarea profesional propia de aquéllas.
Los honorarios por el requerimiento de medidas caute-
lares pedidas antes de promover la demanda, sumados
a la regulación que corresponda por el juicio poste-
rior, no pueden exceder el límite máximo de la escala
.C
del artículo 36 de la presente Ley, sobre el valor del jui-
cio principal.
447
Véase Nº 200
448
Confr. Cám. Familia 2ª Nominación, Foro de Córdoba, Nº 27, p. 187, citado
por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A.- FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob.
cit., ps. 261 y 262; MARTÍNEZ CRESPO, Mario, ob. cit., ps. 212 y 213.
OM
aún cuando por cualquier causa el requerimiento o el pedido
de cancelación tramiten en expediente separado451.
La excepción está constituida por las medidas cautelares
pedidas antes de promover la demanda, que admiten una regu-
lación particularizada. Sin duda el legislador ha advertido que
la demanda puede no promoverse nunca, y la instancia cautelar
sigue siendo una gestión profesional remunerada. Pero si luego
.C
la demanda es promovida, la norma dispone que la suma de la
regulación por la medida cautelar y la que corresponda al juicio,
no podrán exceder el arancel máximo de ésta.
Si la medida cautelar solicitada en la demanda fuese dene-
DD
449
Cám. 5ª Civ. y Com., SJ, 1991-A-151, citado por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA,
Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 261.
450
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., 12/03/1998, LL Cba., 1999, p. 90.
451
Confr. Cám. 2ª Civ. y Com., Río Cuarto, 20/08/1998, LL Cba., 1999, p. 1522.
OM
asegurar, la norma que comentamos cae en un vicio inverso al
que acusa el art. 84, arriesgando desembocar en una injusticia
análoga a la que hemos analizado en el Nº 202, al cual nos re-
mitimos. En efecto: si un embargo por monto elevado, grava un
bien de valor ínfimo, es obvio que éste último marca un límite
al interés que las partes tienen en juego, por lo que sería ilógi-
co regular honorarios aplicando literalmente el artículo en co-
.C
mentario y, con ello, arribar tal vez a una cifra que multiplique
varias veces el valor del bien embargado. Consecuentemente y
por los mismas razones dadas en el Nº 202, cuando en función
de los bienes gravados, el interés en juego sea inferior al va-
DD
452
Confr. Corte Suprema, 04/08/1967, ED, 19-424.
453
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 212.
OM
cio contencioso administrativo, que se sustancia con vista a la
contraria por cinco días (art. 19, ley 7182).
Cuando “el valor que se pretenda asegurar” no resulta ex-
plícito, será de aplicación el art. 32; y cuando la cancelación es
parcial, la base estará dada por el monto que se pretenda can-
celar 454.
Comunicación
.C
Art. 86. Los exhortos y oficios, aun cuando se tramiten
directamente sin intervención de los Tribunales, son
remunerados con los siguientes honorarios:
DD
tos en esta Ley: entre el diez por ciento (10%) y el veinte por
ciento (20%) de la escala del artículo 36 de este Código.
4) Por las notificaciones, citaciones, emplazamientos y
medidas de simple trámite en general, entre dos (2) y
cinco (5) Jus, y
5) Cuando se trate de remates de bienes muebles o in-
FI
454
Confr. TSJ Cba. Sala Civil, “Aguacor Empresa de Aguas Corrientes S.R.L.
Interv. Judicial”, Auto Nº 466, 16/12/1991 en Rev. N° 10 del TSJ, Sala Civil y
Comercial.
OM
medidas probatorias; consecuentemente, ese máximo sólo po-
drá aplicarse cuando la prueba diligenciada por exhorto sea la
totalidad de la que ha de producirse en el juicio455. En cuanto al
inc. 5, dispone que en el remate de bienes muebles e inmuebles,
aun fracasado, los honorarios serán entre el 4% y el 6% del cré-
dito reclamado, crédito éste cuyo monto puede ser largamente
superior al precio obtenido en la subasta o, en su caso, a la más
.C
generosa tasación del bien a rematar. Así las cosas, la aplicación
literal de la norma puede llevar los honorarios por la tramita-
ción del exhorto a valores desproporcionados respecto del con-
tenido económico real de la gestión cumplida, que obviamente
DD
455
Así resulta del fallo del TSJ en pleno, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h)
- BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., ps. 237 y 238 (Auto
Nº 383, del 11/12/87).
OM
209. PROCEDIMIENTO REGULATORIO
OM
la información que le permita individualizar al comitente, be-
neficiario o condenado en costas.
suelto.
En cuanto al título ejecutivo, será el que el art. 124 de este
Código prevé; pero para que el auto regulatorio indique, o el
actuario certifique, quién es el responsable del pago, será me-
nester que el Juez haya requerido información del Tribunal
oficiante. Lo más probable es que, para obtener un título ejecu-
FI
456
Confr. RAMOS FEIJOO, Claudio - DANELIAN, Miguel, “Génesis, problemática y so-
OM
vio que sólo lo habrá con la conclusión del pleito.
Inscripciones registrales
OM
valor del acto sujeto a inscripción.
Salvo prueba en contrario, todo contrato presentado
para su inscripción en cualquier registro, se presume
redactado por el profesional que patrocina el pedido de
inscripción. Al resolver sobre la inscripción, los Tribu-
nales deberán regular los honorarios correspondientes
a esa actuación judicial y los devengados extrajudicial-
mente por la redacción, aun cuando tal regulación no
haya sido solicitada.
.C
213. INSCRIPCIÓN EN LA MATRÍCULA
OM
216. LA PRESUNCIÓN DE AUTORÍA DEL CONTRATO INSCRIPTO
457
Sala Civ. y Com., Auto Nº 125, del 11/05/87, reseñado por ANDRUET, Armando
S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A.- FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 240, Nº 723.
OM
de este Código) con lo cual no abre alternativas para destruir la
presunción que ha servido de sustento a la regulación practica-
da. En cuanto a la ejecución promovida con ajuste al art. 124,
aún si entendiésemos que la defensa así articulada importa un
cuestionamiento a la legitimación activa o pasiva (admisible se-
gún el art. 809 del C. de P.C.) ocurre que esa defensa debe acredi-
tarse con las constancias del juicio o por documentos emanados
.C
del ejecutante, prueba ésta que es casi imposible en el supues-
to que analizamos.
Así las cosas, el comitente se vería obligado a soportar la eje-
cución y promover juicio ordinario, en cual podría —ahora sin
DD
Capítulo VI
Especialidades en función del fuero
Sección 1
Fuero Penal
OM
Defensas penales, correccionales y de faltas
OM
cia que cuando alude a la “defensa”, está apuntando también a la
defensa del imputado, que devengará honorarios ajustados a este
artículo.
458
En contra, sin meritar la norma del art. 91, Juzg. Correccional Nº 1, Córdoba,
01/10/1999, LL Cba., 2000, p. 414.
459
Esa discusión se expresa en los votos mayoritarios y disidente del fallo de
OM
base, en los casos en que su cuantificación no sea posible, por la
inexistencia de elementos de juicio suficientes para ello.
El sistema así estructurado, prioriza las consecuencias eco-
nómicas del delito como elemento determinante del monto de
los honorarios, postergando la entidad del hecho delictivo en
sí; la defensa del imputado por homicidio culposo, devengará
honorarios probablemente superiores a los que corresponden
.C
por un robo calificado (si el monto de lo robado era reducido);
ello a despecho del mucho mayor compromiso que para la li-
bertad del imputado conlleva la segunda acusación. Esto sin
perjuicio de que, a los fines de fijar los honorarios, dentro de
DD
OM
digo de Procedimiento Penal vigente. Sin embargo, no es difícil
trasladar al Código actual, los términos que utiliza el artículo,
aunque quedan algunos vacíos, como por ejemplo la falta de pre-
visión para el juicio abreviado.
juicio.
OM
demandado civil en la etapa del juicio. Se regulará el
sesenta por ciento (60%) del total al primero y el ochen-
ta por ciento (80%) del total del segundo.
En todos los casos, al abogado de la parte vencida se le
reducirán los honorarios en un veinticinco por ciento
(25%) de lo que corresponda.
Los honorarios regulados a un mismo profesional por
su actuación en la defensa penal y civil, cuando se ejer-
.C
cita en sede penal, no podrán superar el treinta por
ciento (30%) sobre la base, por ambas regulaciones.
En los juicios por faltas y contravenciones, la regula-
ción será equivalente al cincuenta por ciento (50%) de
la escala del artículo 36 de esta Ley.
DD
OM
to de la base, evidencia que, tal como ha sido estructurado el
sistema, la defensa civil y penal se regula sobre una misma
base (la prevista en el art. 89). La referencia a los juicios
por faltas o contravenciones, confirma nuestro criterio de
que estos tres últimos párrafos están referidos a todos los jui-
cios penales, no sólo al caso de los delitos de instancia pri-
vada.
.C
Recursos
Sección 2
Procesos constitucionales
Amparo y hábeas corpus
460
Confr. Cám 5ª. Civil y Com., 03/06/1994, LL Cba., 1995, p. 29.
461
Confr. Cám. Civ. y Com. San Francisco, 19/12/2000, Foro de Córdoba, Nº 71, p. 256.
FI
462
Confr. Cám. 1ª Cont. Adm., autos: “Giordano, Marcela Alejandra c/ Superior
Gobierno de la Provincia - Hábeas data”, Sent. N° 176, 01/12/1997, BJC, t. IV,
octubre-diciembre, 1997, p. 1281.
463
Véase PEYRANO, Jorge W., Medidas autosatisfactivas, Rubinzal-Culzoni,Santa
Fe, 1999, ps. 13 y ss.
464
Confr. GARDELLA, Luis L., “Medidas autosatisfactivas: principios constitucio-
OM
nómico (y de hecho lo tiene, en la mayoría de los casos). Así lo
admite la jurisprudencia provincial, sin discusiones467.
La norma dispone que cuando la cuestión litigiosa sea sus-
ceptible de apreciación pecuniaria, se aplicará la escala del art. 36,
sobre la base que resulte de esa estimación económica. En caso
de que el objeto litigioso no tenga per se un valor mensurable,
pero existan valores de referencia, será de aplicación el art. 32,
.C
inc. 3468.
En síntesis, a los fines regulatorios la acción de amparo se
valora como una acción declarativa. Como en todas ellas, la base
debe adecuarse, para una y otra parte, en función del resultado
DD
465
Confr. SERANTES PEÑA, Oscar E. - PALMA, Jorge F., Aranceles de honorarios para
abogados y procuradores, 3ª ed., Depalma, Buenos Aires, 1987, ps. 146 y 147, ci-
FI
tado por MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 220.
466
Confr. Cámara Fed. de Córdoba, en pleno, 21/03/2006, citado por MARTÍNEZ
CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 222.
467
Confr. TSJ, en pleno, Sent. Nº 3, del 29/03/2006, in re “Amparo Presentado
por Silvana del Valle Ponte - Recurso de casación”.
468
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., 27/11/2007, LL Cba., 2008 (abril) p. 302.
469
Confr. Sala Cont. Administrativa, 16/12/1998, LL Cba., 1999, p. 1393.
470
Véase Nº 69.
471
Confr. Cám. 8ª C. y C., A. Nº 162, 06/06/88, reseñado por ANDRUET, Armando
S.(h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 249, Nº 756.
472
Ibídem, p. 247, Nº 747 y ss.
OM
competencia originaria del Tribunal Superior de Jus-
ticia se consideran como un juicio ordinario común, y
los honorarios se regulan por aplicación de la escala
del artículo 36 de esta Ley, sobre el valor de los bienes
y derechos cuya protección se persigue. La regulación
no será inferior a cuarenta (40) Jus.
Las regulaciones de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación no influyen en las que deben practicar los tri-
.C
bunales ordinarios.
473
Véase Nº 91.
Sección 3
Fuero contencioso
OM
Acción contencioso - Administrativa
Art. 95. En la acción contencioso-administrativa se apli-
carán las mismas normas y escalas previstas para los
juicios declarativos.
474
Confr. TSJ, en pleno, auto Nº 14, del 28/03/2006, in re: “ Tribunal de cuentas
de la Municipalidad de Los Cocos - Plantea Conflicto Interno Municipal”; auto
Nº 85 del 13/11/2003, in re: “Papel, Julio José y otros - Intendente y Concejales
de Salsacate - Plantean Conflicto Interno Municipal”, entre otros.
475
Véase Nº 69.
476
Ídem.
OM
consistente en una suma equivalente a un mes de sueldo por
cada año de servicio o fracción mayor de tres meses, desde
su ingreso y hasta la efectiva reincorporación479. A partir del
caso “Sosa, Héctor Humberto y otro c/ Municipalidad de Salsa-
cate”480, el Tribunal Superior sentó el criterio de no asignarle
un valor económico propio a la reincorporación, en supuestos
donde simultáneamente se pretende el reconocimiento y pago
.C
de daños y perjuicios, los que se toman como entidad económi-
ca única del litigio; lo contrario, dice el Tribunal Superior, “im-
portaría una duplicación exagerada de los valores económicos
en juego”481. La vieja doctrina y, en consecuencia, la aplicación
DD
477
Confr. TSJ, Sala Cont. Administrativa, A.I. Nº 49/1989; 90/1990; 89/1999 y
Sent. Nº 25/2002.
478
Confr. TSJ, Sala Cont. Administrativa, 27/04/2006, in re: “B., H. E. c/ Tribu-
nal de Disciplina de Abogados - Plena Jurisdicción”, LL Cba., 2006, p. 1263;
Sent Nº 7/2007, in re: “Casanova, Carlos Raúl c/ Tribunal de Disciplina de Abo-
gados de la Provincia de Córdoba - Plena Jurisdicción”, entre otros.
479
TSJ, Sala Cont. Adm., autos Nº 14/87; 108/87; 28/95; Sent. Nº 16/2001; 84/
FI
482
Confr. TSJ., Sala Cont. Administrativa, Sent. Nº 75, del 17/09/2007, in re
“Liberan, Julio c/ Empresa Provincial de Obras Sanitarias - Plena Jurisdicción”.
OM
nistración demandada, el Tribunal Superior ha estimado que el
monto de la multa y sus accesorios no son base regulatoria, en
los términos del art. 29 de la ley 8226 (hoy art. 31) sino un valor
de referencia, con ajuste al art. 30, inc. 3 de aquella ley (hoy,
art. 32, inc. 3; sin embargo y atento a que ese valor “refleja de
modo directo e inmediato la cuantía del valor de referencia di-
recto de la cuestión litigiosa en juego”, la sala confirmó la apli-
.C
cación de la escala arancelaria sobre el total de ese monto487.
Cuando lo discutido es la adjudicación de un contrato de
obra pública, el Tribunal Superior tiene dicho, con apoyo en
precedentes de la Corte, que no corresponde adoptar el mon-
DD
483
Confr. TSJ, Sala Cont. Adm., Sent. Nº 105/1998, in re: “Empresa Estrella c/
Municipalidad de Córdoba - Plena Jurisdicción”; Sent. Nº 52/2007, in re: “Nutri-
ción Profesional S.R.L. c/ Provincia de Córdoba - Plena Jurisdicción”.
484
Confr. TSJ, Sala Cont. Administrativa, Sent Nº 84/2002; 107/2002; 33/2003;
FI
487
Sala Cont. Adm., Sent. Nº 21, del 31 de mayo de 2006, in re: “Aguas Cordobe-
sas S.A. c/ Provincia de Córdoba - Plena Jurisdicción”.
Sección 4
Procesos expropiatorios
Expropiaciones
Art. 96. En los juicios de expropiación, se aplica la esca-
la del artículo 36 de la presente Ley, sobre el valor del
bien motivo del juicio.
488
Así lo ha resuelto la Sala Cont. Administrativa, entre otros, en los au-
tos “Benatti, Víctor Hugo c/ Provincia de Córdoba”, Sent. Nº 6 del 03/06/1993;
“Macagno S.A. c/ Provincia de Córdoba - Cont. Adm. - Recurso de Apelación”
FI
489
Confr. TSJ., Sala Cont. Administrativa, Sent. Nº 19 del 07/04/2005, in re: “Empresa
Constructora Romero Camisa SRL c/ Municipalidad de Córdoba - Plena Jurisdicción”.
Sección 5
Fuero laboral
OM
Regulaciones
490
Confr. CS, 13/06/1989, JA, 1990-I-32, citado por MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Códi-
go Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 224.
234. DESALOJO
OM
Código Arancelario, que comprende todos los casos de des-
alojo en que no existe contrato de locación. El trabajador que
ocupa la vivienda proporcionada por el empleador, es un “sim-
ple tenedor”, según lo normado por los arts. 2460 y ss., del
Código Civil, con lo cual el caso se ajusta a la previsión del ci-
tado art. 67.
.C
235. APELACIÓN DE SANCIONES ADMINISTRATIVAS
237. CONCILIACIÓN
Remisión
OM
Procedimiento Civil y Comercial de la Provincia de
Córdoba, ante el Juez de Conciliación o ante la Juris-
dicción Civil, a elección del profesional. Sirve a ese efec-
to de título suficiente la parte resolutiva que la fije, con
la constancia de encontrarse firme y ejecutoriada.
491
Confr. OLCESE, Juan M., Código Arancelario para Abogados y Procuradores,
S&S Editores, Córdoba, 2008, ps. 76 y 77.
OM
comprendida en una reglamentación profesional, será de apli-
cación el art. 138 del C. de P.C., sin perjuicio de la norma del
art. 716 del mismo Código, si se tratase de un administrador de
la herencia.
Así las cosas, el artículo en comentario se aplica a los abo-
gados, cuando asumen la función de administrador o interven-
tor judicial, en cualquier tipo de proceso, sin perjuicio de que
.C
pueda extenderse, por analogía, a otras personas que desem-
peñen esas tareas493.
492
El art. 1º menciona también a los procuradores, pero tal como hemos dicho
al comentar el art. 1º, esa especialidad profesional no existe en nuestro medio
(véase Nº 1).
493
Confr. VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. VI, ps. 131/132.
Sección 7
Actividad administrativa
494
Véase Nº 1.
495
Véase Nº 215.
visión del art. 104, inc. 5. Así, pues, no corresponde regular ho-
norarios por el diligenciamiento de un embargo ante el Regis-
tro General, o el requerimiento de un informe que luego se ad-
junta al proceso.
Constituye excepción a esa regla, el procedimiento en sede
administrativa cuya frustración conduce a la promoción del li-
tigio. Ello porque el artículo en comentario ha previsto expre-
samente un arancel para los honorarios devengados en los re-
cursos administrativos, disponiendo que su regulación será
independiente de la que corresponda a la jurisdicción conten-
cioso-administrativa. Queda claro, pues, que es procedente
OM
regular honorarios por los recursos administrativos, con inde-
pendencia de los devengados en la ulterior acción judicial que
reitera la misma pretensión en el ámbito jurisdiccional. Esa
solución debe hacerse extensiva a otros supuestos en los cua-
les la demanda contra la administración, está precedida por un
obligado e infructuoso trámite previo formulado en sede admi-
nistrativa496.
.C
Sin embargo, los honorarios regulados por esa actividad
previa a la judicial, no integran la condena en costas, des-
de que ésta es en principio ajena al procedimiento adminis-
trativo497. La condena en costas presupone la existencia de par-
DD
496
Confr. TSJ., Sala Civil A.I. Nº 426 del 30/11/1998, in re: “Asociación Civil
Amigos del País c/ Superior Gno. de la Pcia. de Córdoba”.
497
Confr. DROMI, José R., El procedimiento administrativo, Instituto de Estudios
de Administración Local, Madrid, 1986, p. 123; Cám. 5ª Civ. y Com., SJ, 1994-
FI
B-558, citado por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del
Carmen, ob. cit., p. 280.
498
Confr. GONZÁLEZ PÉREZ, Jesús, Derecho procesal administrativo, Instituto de
Estudios Jurídicos, t. II, Madrid, 1957, p. 830.
499
Véase CHIOVENDA, José, ob cit., ps. 263 y ss.; en especial p. 275, Nº 218.
500
Sala Civil A.I. Nº 426 del 30/11/1998, in re: “Asociación Civil Amigos del País
OM
nal de Tasaciones, con la posterior tramitación de un juicio de
expropiación, aún cuando en ambos casos se reclame lo mismo
(un valor justo por el bien expropiado) ya que existe una mar-
cada diferencia en orden a la actividad profesional desarrolla-
da en uno y otro caso501.
Mediación
LA
501
Confr. Cám. 7ª C. y C., in re: “Incidente de regulación de honorarios por ta-
reas en sede administrativa del Dr. José I. Berrotarán en Dirección Provincial
de Hidráulica c/ Ricardo Escande - Expropiación”, A.I. Nº 237, 04/12/96; en el
OM
El primer párrafo del artículo en comentario reitera, con
particular referencia a las transacciones celebradas en el ámbi-
to administrativo, la regla ya contenida en el primer párrafo
del art. 100, esto es la aplicación analógica de las normas pre-
vistas para la actuación en juicio502.
Sin embargo, a renglón seguido se establece un arancela-
.C
miento particular para “los casos de mediación judicial obliga-
toria y mediación extrajudicial” (sic) lo que, interpretado literal-
mente, deja fuera de ese arancelamiento los acuerdos o tratativas
que no se lleven adelante con motivo de una mediación judicial
DD
502
Véase Nº 243.
OM
demás casos así resulta del primer párrafo del artículo en co-
mentario, en coincidencia con el art. 100.
OM
a un acto procesal (art. 36).
Si no se arriba a un acuerdo, o si no se solicita homologa-
ción judicial, los abogados intervinientes podrán solicitar re-
gulación de honorarios por la vía procesal del art. 108, cuestión
que analizaremos al comentar el artículo siguiente.
El párrafo final del artículo, según el cual “estos honorarios
integran la condena en costas”, no es aplicable a la mediación
.C
extrajudicial, desde que en ella no existe un fallo judicial que,
con ajuste al art. 327 del C. de P.C., pueda pronunciarse en or-
den a la imposición de las costas.
DD
Remisión de actuaciones
248. PROCEDIMIENTO
249. COMPETENCIA
OM
donde se ha desarrollado la tarea profesional, por aplicación
del art. 6, inc. 4, del C. de P. C., ya que se trata del ejercicio de
una acción tendiente al cobro de una obligación de origen con-
tractual; esto sin perjuicio de que el actor puede optar por el
domicilio del demandado, según la norma del art. 6º, in fine
del citado Código Procesal.
A nuestro juicio ésa es la regla aplicable, aún cuando se
.C
trate de actuaciones preparatorias de la acción contencioso-
administrativa 503. Esto así porque la relación entre el abogado
y su cliente es siempre un contrato civil, aún cuando el servi-
cio profesional esté referido a materia propia de un fuero dife-
DD
tencioso 504.
503
Confr. TSJ., Sala Civ. Com. y Cont. Adm., Auto Nº 533, del 04/12/1986 rese-
FI
Peritos
OM
250. HONORARIOS DE PERITOS EN SEDE ADMINISTRATIVA
505
Véase Nº 117.
506
Véase Nº 249
507
Confr. VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. I, Marcos Lerner
Editora Córdoba, Córdoba, 1997, p. 37.
252. ARANCEL
OM
Para que la prestación de servicios profesionales merezca
honorarios equivalentes al cincuenta por ciento de los que co-
rresponderían a la misma tarea, ejecutada en sede judicial, es
menester que exista entre el trabajo prestado y el que sería pro-
pio de un proceso, una clara analogía, tanto en la entidad de los
actos cumplidos, cuanto en la magnitud de la tarea desplegada.
.C
Cuando, por ejemplo, un conflicto de intereses concluye en un
acuerdo transaccional, sin que haya mediado juicio, para que
sea procedente regular un cincuenta por ciento del arancel
DD
que resulta de los arts. 36 y 44, será menester que ese acuerdo
haya sido el desenlace de una previa disputa, susceptible de
asimilarse a un litigio judicial; de lo contrario, la mera ins-
trumentación del acuerdo quedaría encuadrada en la previ-
sión del art. 107, inc. 2, que alude a todos los contratos que no han
sido objeto de un tratamiento particular en las normas preceden-
LA
tes.
Del mismo modo, el cobro de una deuda dineraria se ajusta
al art. 105, no al artículo que comentamos, salvo que haya estado
precedido de una controversia que se haya desarrollado con in-
tervención del abogado.
FI
253. PROCEDIMIENTO
sal del art. 108, ante el Juez en lo Civil y Comercial del lugar en
OMSección 8
Actividades extrajudiciales
Consultas - Estudios
508
Véase Nº 248 y 249.
509
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 238.
OM
cuando el abogado consultado no es el que ejerce la defensa en
la causa de que se trate, ya que el ejercicio de la defensa en prin-
cipio comprende el asesoramiento y los estudios que esa fun-
ción requiera.
510
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 30/11/1998, LL Cba., 1999, p. 1484.
511
Confr. Cámara Nac. Civ. Sala B, 29/11/76, ED, 75-647, Nº 72.
512
Confr. BORDENAVE, Horacio M., “El artículo 95, inc. 5 de la ley 7269 y el control
de oficio de constitucionales de las leyes”, LL Cba., 1989, ps. 566 y ss.
513
Véase REIMUNDÍN, Ricardo, La condena en costas en el proceso civil, 2ª ed.,
p. 167 y ss.
OM
mir la defensa pueda requerir también “abrir carpeta, fotocopias,
etcétera” 515.
En los pleitos de poca monta, los tres jus por tareas previas
a la iniciación del juicio suenan a veces excesivos (equivalen a
la mitad del mínimo que corresponde por un ejecutivo sin ex-
cepciones) y por eso se buscan caminos para reducirlos. Con
esa motivación (consciente o inconsciente) alguna jurispruden-
.C
cia ha entendido que, para que la regulación de esos honora-
rios sea procedente, no basta con la petición que en el proce-
so formule el interesado, sino que sería menester “precisar
qué actividad dentro de la amplia y abierta gama de posibilida-
DD
tamos 517.
514
Confr. TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Lares y Tonello S.R.L. c/ Carlos
Emilio Riva - Ejecutivo”, A.I. N° 84, 02/10/1996, Foro de Córdoba, N° 35, ps. 214
FI
517
Confr. Cám. 6ª Civ. y Com., A.I. Nº 56, del 26/03/1996, in re: “Rueda, Pablo A.
c/ Enzo E. Rébora y Cía. S.R.L. - Apremio”, BJ, t. I, enero-marzo de 1996, p. 238.
OM
monto, es realmente irritante que la magra tarea previa a pro-
mover el pleito, pueda devengar honorarios iguales a la mitad
de los que genera el proceso íntegramente concluido. Para evi-
tar que eso ocurra, es menester asumir que el minimo minimo-
rum previsto en el art. 36 por la tramitación en primera instan-
cia en cada tipo de proceso, incluye los honorarios por la tarea
previa a la iniciación del juicio, prevista en el art. 104, inc. 5. Esa
.C
es, a nuestro juicio, la interpretación correcta, ya que si esas
tareas previas son parte ineludible e inescindible de la promo-
ción del pleito, debe entenderse que la mínima retribución jus-
ta para el litigio en cuestión, necesariamente las incluye.
DD
256. EL ARANCEL
518
Cám. 3ª Civ. y Com., 12/10/2006, Semanario Jurídico N° 1587, del 07/12/2006,
p. 809.
519
Cám. 3ª. Civ. y Com., 21/04/2005, Semanario Jurídico N° 1513 del 23/06/2005.
520
CS, Fallos, 246:340.
los parámetros que prevé el art. 39, incluido entre ellos el mayor
valor que pueda tener el inmueble, en relación a su base imponi-
ble. No creemos, sin embargo, que pueda requerirse una regula-
ción mínima sobre ese valor real, en vez de la base imponible,
porque la ley ha previsto esa alternativa para los procesos judi-
ciales (art. 32, inc. 2), pero no en el artículo que comentamos.
Finalmente, los tres (3) jus previstos en el inc. 5 son un aran-
cel fijo, al margen del valor o complejidad del litigio.
257. PROCEDIMIENTO
OM
El procedimiento para obtener la regulación de honorarios
por los servicios que prevén los cuatro primeros incisos del ar-
tículo en comentario, es el que hemos analizado en relación al
artículo anterior521.
Los del inc. 5 los regula el Juez de la causa, a pedido del
interesado; sea al dictar sentencia, sea por separado. El he-
cho de que el abogado vencedor haya consentido la condena
.C
en costas que no contiene regulación de honorarios por este
concepto, no implica que haya renunciado a cobrarlos y, en
consecuencia, puede solicitarla con posterioridad522; esa re-
gulación posterior al fallo no altera los alcances de la cosa juz-
DD
521
Véase Nº 253.
522
Confr. Cam. 3ª Civ. y Com., BJC, 1999-I-198, reseñado por VENICA, Oscar H.
-
DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 282.
OM
la norma aplicable es el art. 103, in fine y al abogado intervi-
niente le corresponderá un cincuenta por ciento de la escala
del art. 36 que, mientras no exista acuerdo en contrario, esta-
rán a cargo de su comitente. La “cobranza” es —se reitera— la
mera gestión de cobro de una deuda dineraria, líquida y de pla-
zo vencido.
El texto alude al caso en que el cobro “se efectuare”, de don-
.C
de resulta que para su aplicación, es menester que el pago se
haya hecho efectivo; no basta la gestión, si no obtiene ese re-
sultado524.
DD
523
Confr. voto del Dr. Venica en fallo del 25/04/1989 de la Cámara de San Fran-
cisco, LL Cba., 1990, p. 622.
524
Confr. Cám. Civ. y Com. San Francisco, Sent., Nº 101, 28/11/1996, Foro de
Cba., Nº 42, p. 250; Cám. 6ª Civ. y Com. 14/04/2003, citado por MARTÍNEZ CRESPO,
Mario, Código Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 235.
OM
tando que la norma no impone obligación alguna al deudor, sino
que se limita a autorizar al abogado a “requerir” el diez por cien-
to, pero no a forzar el pago compulsivo de ese porcentaje; se
trataría tan solo de legitimar un pedido, lo que libera de res-
ponsabilidad ética al abogado que lo formula, pero no genera
un crédito exigible527.
.C
Redacción de contratos de sociedades,
asociaciones y fundaciones
525
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 235.
526
Confr. Cám Apel. San Francisco, SJ, 1998-A-418, citado por VENICA, Oscar
H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 291.
527
Confr. Cam. 8ª Civ. y Com. SJ, 1994-A-334, citado por VENICA, Oscar H. - DE
SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 290.
OM
mente eficaz, sino también el asesoramiento prestado en las
tratativas que han gestado ese acuerdo. Ello siempre y cuan-
do tales tratativas no hayan importado el desarrollo y tran-
sacción de una cuestión litigiosa, supuesto en el que sería de
aplicación el art. 103, 2º párrafo, con lo cual los honorarios
devengados serían la mitad de los que resultan de los arts. 36
y 44528.
.C
En la modificación o prórroga de contratos, cuando éstas
no tenga per se una entidad económica precisa, el valor del
contrato modificado o prorrogado, será un valor de referen-
DD
cia, en los términos del art. 32, inc. 3, aplicable por analogía.
528
Confr. Cám 7ª Civ. y Com., A.I. Nº 15, del 14/02/1997, Foro de Córdoba, Nº 39,
p. 246, y SJ, Nº 1163, t. 77, p. 438.
OM
Tenemos dicho ya, que a los honorarios devengados por ta-
reas extrajudiciales, no se les aplica la solidaridad establecida
en el art. 14531. Hay sin embargo jurisprudencia para la cual se
trata de obligaciones convergentes o concurrentes, en las que
el acreedor tiene el derecho a exigir a cualquiera de los deu-
dores el pago íntegro de la deuda532. Creemos que eso será así,
sólo si así lo dispone la ley de fondo, en función de la particu-
.C
lar relación contractual que en el caso exista entre el abogado
y sus clientes. La regla general, es siempre la mancomunión
simple (arts. 699 y ss., Cód. Civil).
DD
TÍTULO III
RÉGIMEN PROCESAL DE LA REGULACIÓN
Capítulo I
Disposiciones generales
LA
529
Confr. Cam. Civ. y Com. Rosario, Sala II, 02/08/1993, citado por MARTÍNEZ
CRESPO, Mario, Código Arancelario para abogados y procuradores, p. 237.
530
Confr. Cám. 1ª Civ. y Com. Sent. Nº 28, del 26/03/1998, Foro de Córdoba, Nº 46,
p. 295.
531
Véase Nº 23, in fine.
532
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., 23/07/1980, citado por MARTÍNEZ CRESPO, Mario,
Código Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 237.
OM
El proceso regulatorio es un juicio de conocimiento, que
procura una decisión definitiva sobre el monto de los hono-
rarios y, en su caso, la individualización de los obligados al
pago, por lo que en principio no puede desembocar en una re-
gulación provisoria, ni omitir el juez pronunciarse sobre las pe-
ticiones formuladas533. La regulación sólo será provisoria cuan-
do haya sido solicitada antes de la conclusión del juicio, según
.C
lo admite el art. 11.
En el sistema del Código Arancelario, a diferencia de o-
tras legislaciones provinciales, la instancia de regulación de
honorarios no es meramente declarativa, sino que importa el
DD
533
Confr. TSJ, Sala C. C. y Cont. Adm., Auto Nº 184, del 12/05/86 y Sala C. y C.,
auto Nº 61 del 23/03/87, ambos reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS
ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 266, Nos 802 y 803, p. 287;
Nº 868 y p. 288; Nº 872. En el mismo sentido: Sala Penal, Sent. Nº 8, del 02/03/
2001, Foro de Córdoba, Nº 68, p. 261.
534
Confr. TSJ. Sala Civ. y Com., A.I. Nº 447, 30/12/1997, Foro de Córdoba,
Nº 43, p. 227, Nº 5. Véase nuestra nota a fallo “¿Quiénes son parte en el proceso
regulatorio?, publicada en LL Cba., 1991, ps. 202 y ss.
OM
ponen la base regulatoria, cuando por algún motivo no sea po-
sible la regulación total.
El proceso que nos ocupa adoptará la forma de incidente,
cuando se procure regular los honorarios devengados en un jui-
cio, del cual la instancia regulatoria es un accesorio (art. 426,
CPC)536 y será un proceso autónomo, cuando se trate de hono-
rarios devengados por servicios profesionales extrajudiciales,
.C
inclusive los prestados en sede administrativa. En ambos ca-
sos, sea que se trate de un incidente o de un proceso autóno-
mo, el procedimiento será el que prevé el Código Arancelario,
sin perjuicio de la alternativa de optar por el procedimiento
DD
535
Confr. Cám. Civ. y Com. Villa María, 25/09/1991, LL Cba., 1992, p. 852.
536
En contra, sosteniendo que no es un incidente sino una “incidencia colate-
ral”, ARBONÉS, Mariano, “Algunas apostillas del nuevo Código Arancelario”,
OM
El incidente no es necesario en todo caso en que la regula-
ción haya sido diferida, sino sólo cuando no existe base para
practicarla y el proceso incidental resulta necesario para esta-
blecer el monto del juicio. Cuando la base existe o es fácilmen-
te determinable, procede la regulación sin trámite y el dere-
cho de defensa de las partes se ejerce por medio del recurso
procedente contra la regulación practicada539. Tal sería el caso
de los honorarios de la parte perdidosa, que conforme al art. 25
.C
no son regulados de oficio en la sentencia y deben serlo a peti-
ción del interesado, sin necesidad de abrir un incidente.
El incidente será necesario, además, cuando aún existiendo
DD
537
Confr. VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. II, p. 45, con co-
piosas citas doctrinarias y jurisprudenciales.
538
Confr. VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 379.
539
Confr. Cámara 8ª C. y C., auto Nº 122, del 05/05/88, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 266,
Nos 804 y 805; Cám. 5ª C. y C., auto Nº 114, del 10/06/92, reseñado en Foro de
Córdoba, Nº 12, ps. 127 y 128, y A.I. Nº 53 del 14/03/1997, BJC, enero-marzo 1997,
FI
p. 137; Cám. 3ª Civ. y Com., SJ, 1995-A-657, reseñado por VENICA, Oscar H. -
DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 295. En contra,
sosteniendo que si el pedido de regulación de honorarios contiene cálculo de in-
dexación e intereses debe darse noticia al deudor, aun no siendo el caso del art. 105
de la ley 7269 (análogo al actual art. 108); Sup. Tribunal, Sala Laboral, Sent. Nº 98,
del 19/12/86, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Mi-
guel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 287, Nros 869 y 870 y Sent. Nº 40, del 18/
05/87, reseñado en la misma obra, p. 288, Nº 873.
art. 15. OM
de la posibilidad de citarlo al juicio principal que reconoce el
dor.
Esa doctrina ha perdido sustento a partir de la sanción de la
ley 7269542 ya que, según hemos visto, en el ordenamiento del
Código Arancelario el proceso regulatorio tiende no sólo a de-
terminar el monto de los honorarios, sino que implica el ejerci-
cio de la acción de cobro en contra de los demandados543, por lo
LA
540
Confr. TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Bco. de la Pcia. de Cba. c/ Sergio Ra-
FI
mos - Empresa Constructora S.R.L. - Ejecutivo - Rec. dir.”, A.I. Nº 294, 09/09/1998.
541
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com., A.I. Nº 210 del 25/07/1988, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p.
267 y ss., Nº 809 y ss.
542
Pese a lo cual algún fallo la sostuvo, aún luego de su sanción (Cámara 4ª C. y
C., Auto Nº 353, del 21/10/88, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS
OM
ción de cobro del precio de los servicios prestados, va de suyo
que es procedente articular en su contra defensas fundadas en
la inexistencia del derecho a cobrar honorarios; sea la exceptio
sine actione agit, sea la extinción del crédito por honorarios, como
consecuencia de su pago o por cualquier otra causa547. Esto así,
aun cuando en alguna oportunidad se ha resuelto lo contrario548.
Tal como quedó dicho en relación a la excepción de pres-
.C
cripción, esto es así en el incidente previsto en el artículo en
comentario; cuando la regulación se practica sin trámite pre-
vio, en cambio, las defensas substanciales son inadmisibles en
la instancia regulatoria y deben ser planteadas en la ulterior
DD
acción de cobro549.
Como consecuencia de todo ello, la excepción de falta de
legitimación causal, que el art. 809 del C. de P.C. admite en la
LA
544
Confr. CABALLERO, Luis A., “La prescripción de los honorarios de los abogados
y procuradores”, SJ, Nº 920, del 18/02/93, p. 57; TSJ, Sala Civil y Comercial, in
re: “Gómez, Miguel O. Miguel Asencio - Declaratoria de herederos - Recurso di-
recto”, A.I. Nº 447 del 30/12/1997.
545
Confr. TSJ., Sala Civ. y Com., A.I. Nº 40 de 1998, in re: “Durán, Pedro Julio c/
Central Córdoba S.A. - Ordinario”.
FI
546
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 73 del 23/03/2000 in re: “Egea, Andrés
(h) y otro c/ Egea Hnos. S.A. - Amparo”.
547
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 447 del 30/12/1997, Foro de Córdoba, Nº
43, p. 227, Nº 5.
548
TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 276 del 25/08/1995, con calificada disidencia
del vocal Luis Moisset Espanés.
549
Conc. TSJ, Sala Civ. y Com., Sent. Nº 59 del 19/12/2003, in re: “Duarte, Car-
los Daniel c/ José Alvarado y otro - Ordinario”
OM
Art. 109. En el proceso o incidente regulatorio es compe-
tente el Tribunal de Primera Instancia en el fuero Civil
y Comercial y de Familia cuando correspondiere, inclu-
sive en lo relativo a los trabajos de segunda instancia o
recursos y acciones extraordinarias, a cuyo efecto los
Tribunales Superiores al dictar sentencia, deben esta-
blecer los porcentajes que deben aplicarse por los tra-
.C
bajos cumplidos ante ellos. En los fueros de instancia
única es competente el Tribunal de Juicio, salvo los
casos en que la actuación se hubiera agotado en la eta-
pa instructoria, en cuyo caso la practican los jueces
DD
de instrucción o conciliación.
550
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com. , A.I. N° 183 del 27/07/2010, in re “Municipalidad
OM
ne la acotada competencia que le asigna el art. 1º de la ley 7182,
sin que pueda asignársele competencia por conexidad, por-
que los honorarios devengados en sede administrativa no
integran la condena en costas en el ulterior juicio contencio-
so 553.
552
Confr. TSJ., Sala Civ. Com. y Cont. Adm., Auto Nº 533 del 04/12/1986 rese-
ñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ,
Raúl E., ob. cit., p. 259, Nº 788. En contra: VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 385,
citando jurisprudencia nacional. Por nuestra parte hemos compartido esta úl-
FI
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
ps. 27 y 271, Nos 818 y 819.
OM
centajes a las pautas que deban entenderse implícitas en la
resolución de la Cámara, aún cuando se aparten de su tenor
literal. Así, por ejemplo, se ha resuelto que cuando la Cámara,
con cita del art. 37 de la ley 8226 (hoy art. 40), ha fijado como
honorarios en apelación un porcentaje del monto demandado,
sin advertir que lo discutido en la alzada no era el total demanda-
do, procede practicar la regulación en función de lo que ha sido
.C
motivo de agravios, con ajuste a la norma que sirve de sustento
a la resolución dictada557; del mismo modo, frente a una resolu-
ción que, con motivo de la denegatoria de casación, dispone que
los honorarios deben regularse “en el 30% de lo estimado en la
DD
Interpretación de la ley
555
TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Durán, Pedro Julio c/ Central Córdoba S.A.
- Ordinario - Incida. de ejec.”, A.I. N° 40, 12/03/1998.
556
Confr. Cám. 8ª C. y C., Auto Nº 147, 24/05/88, reseñado por ANDRUET, Arman-
do S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 267, Nos 806/808.
557
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com. A.I. N° 195, 15/08/2007, in re “Banco de la Pro-
vincia de Córdoba c/ G.N.C. San Martin y otros”.
558
Cám. 7ª Civ. y Com. A. Nº 23, 18/02/2010, in re: “Sabagh, José Rodolfo c/ Ban-
co Francés S.A.”.
OM
men una retribución digna y equitativa de la tarea profesional,
tiene sustento en el art. 14 de la Constitución Nacional559. El
art. 17 de la carta magna, como contrapartida, impone respetar
el derecho de propiedad del deudor de honorarios, frente a la
pretensión de regulaciones desorbitadas.
Pero aún cuando pudiera suponérsela sobreabundante, la
regla expresada en esa norma no es un mero alarde retórico,
.C
sino una prescripción de la que no resulta legítimo apartar-
se560. Ante una situación atípica, no contemplada en el ordena-
miento, o frente al silencio u oscuridad de la ley, la regulación
debe practicarse en función del sistema y economía del Códi-
DD
559
Confr. Corte Suprema, 20/09/67, LL, 28-207, citando fallos 248-681, 252-368, 253-456.
En el mismo sentido, los fallos de la Corte que se publican en LL, 1977-D-184; 1977-
C-425; 1978-D-503 y 1980-A-500, entre otros muchos.
560
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., 12/03/1998, LL Cba., 1999, p. 90.
561
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., 24/05/1995, LL Cba., 1996, p. 356.
562
Confr. Cám. Civil y Com. San Francisco, 29/07/1988, LL Cba., 1989, p. 68.
OM
271. ALCANCES DE LA EXIMICIÓN DEL PAGO DE TASAS Y APORTES
tro medio564.
Por otra parte, el nuevo texto legal puntualiza que la eximi-
ción alcanza no sólo a la ejecución de los honorarios “regulados”,
sino también los “convenidos”, lo que importa incluir en su ám-
bito de aplicación a la acción de cumplimiento del pacto de hono-
rarios celebrado entre el abogado y su cliente, o bien entre el
LA
563
Confr. TSJ en pleno, SJ, 1998-A-334, reseñado por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA,
posibilidad de cobro565.
565
Confr. TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Cabalén, Gustavo Abel, Quiebra
pedida”, A.I. Nº 266, 25/08/98.
566
Confr MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, ps. 244 y 245.
ba pericial569.
OM
lar modalidad de aplicación, en relación a los costos de la prue-
567
Confr. TSJ, Sala Civil y Comercial, in re: “Incidente de regulación de honora-
rios en Grosso, Elsa Ana c/ Hugo R. Maldonado - Ordinario - Perención de la ins-
tancia”, A.I. Nº 130 del 28/04/98.
568
Ídem.
569
Véase Nº 275
570
Cámara C. y C. de Bell Ville, autos Nº 140 del 23/12/86 y Nº 147, 20/12/85,
reseñados en Foro de Córdoba, Nº 6, p. 167, Nº 22; Cám. C. y C. de San Francis-
co, 06/05/87, reseñado en LL Cba., 1988, p. 951, Nº 103.
571
Confr. TSJ, Sala Civil, A.I. Nº 385 del 31/08/99, LL Cba., 1999, p. 699. En con-
OM
En el caso de incidentes sustanciados durante el proceso
regulatorio, entendemos que tampoco deberán imponerse cos-
tas, salvo que tuviesen un objeto ajeno a la determinación de
los honorarios (por ejemplo: incidente de levantamiento de un
embargo) o cuando la articulación incidental se presente como
un abusivo ejercicio del derecho de defensa, situación ésta pre-
vista en el artículo en comentario 574. La opinión contraria ha
.C
sido sostenida con base en el carácter excepcional de la nor-
ma575, pero creemos que las cuestiones incidentales que se plan-
tean durante el juicio son parte de las actuaciones destinadas a
la determinación de los honorarios y, por tanto, están com-
DD
572
Confr. Cám. 7ª C. y C., Auto Nº 249, 14/08/87, reseñado por ANDRUET, Arman-
do S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 280, Nº
LA
845; Cám. Civ. y Com. San Francisco, A.I. Nº7, del 08/02/1999, Foro de Córdoba,
Nº 58, p. 238.
573
Confr. Cámara 8ª C. y C., 16/09/86, LL Cba., 1987, p. 699. TSJ, Sala C. C. y
Cont. Adm., Auto Nº 411, 12/09/86, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUS-
TOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 322, N os 982 y 983;
V ENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 410, Nº 173.
574
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 385 del 31/08/1999, in re “Incidente de
FI
revocatoria de cosa juzgada írrita en autos Ruiz, Daniel O. y Mierez, Jorge Al-
berto - Sol Regulación de Honorarios en autos Bco. Central de la Rep. Argentina
en Centro Financiero S.A. Cía Financiera - Inc. Verif. Tardía”.
575
Cám. 8ª C. y C., 16/08/91, SJ, Nº 886, 28/05/92, y 03/03/2003, SJ, 1405, p. 377,
ambos citados por MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados
y Procuradores, p. 247.
576
Confr., Cám. Civ. y Com. San Francisco, A.I. Nº 135, del 15/12/1997, Foro de
Córdoba, Nº 53, p. 367.
OM
En orden a las sanciones que merece el abuso procesal, es
sabido que “la sola falta de razón no es motivo de temeridad, pues
de lo contrario todo litigante que perdiera el pleito sería pasible
de la sanción; no lo es tampoco el error ni la negligencia”579. De
ello resulta que la plus petición a que alude el artículo en co-
mentario, para ser inexcusable, debe haber sido fruto de la
mala fe, sin que se configure por el solo hecho de que la petición
.C
sea superior a la regulación que en definitiva se practique580; del
mismo modo, los límites del derecho de defensa del demanda-
do, estarán excedidos sólo cuando litigue a sabiendas de la jus-
ticia de lo que se le pide, conclusión que no puede extraerse del
DD
577
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com. A.I. N° 228 del 13/08/2010, in re: “Giordano, Eduar-
do y otro c/ Cinetur S.A.”.
578
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com. Auto Interlocutorio N° 26 del 15 de febrero de
2005 in re: “Municipalidad de Córdoba c/ Coincar LTDA”; A.I. N° 423, 26/12/
2007, “Municipalidad de Córdoba c/ Sociedad Italiana Unione y Fratellanza”,
579
DÍAZ, Clemente A., Instituciones de derecho procesal civil, t. II-A, Abeledo-
Perrot, Buenos Aires, 1972, ps. 282 y 283, nota 246.
FI
580
Confr. Cám. 7ª C. y C., Auto Nº 322, 07/10/1988, reseñado por A NDRUET ,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
p. 281, Nº 849.
581
Confr. Cám. 3ª C. y C., Auto Nº 282 del 23/09/88, reseñado por ANDRUET, Ar-
mando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 283;
Cám. 7ª Civ. y Com. A.I. Nº 59 del 01/04/1997, in re: “Cuerpo de Ejecución en
OM
276. LÍMITE A LOS HONORARIOS DEL PERITO
Capítulo II
El trámite del proceso o incidente regulatorio
para abogados y peritos
LA
582
MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Temas prácticos de derecho procesal civil, p. 181, con
numerosas citas jurisprudenciales.
583
Cám. 7ª C. y C., Auto Nº 322 del 07/10/1988, reseñado por ANDRUET, Armando S.
(h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 281, Nº 849.
584
Véase Nº 272.
OM
Para que esa instancia preliminar sea admisible, es menester
que se dirija contra el sujeto pasivo de la obligación, esto es el
comitente, el condenado en costas o sus garantes, según dispo-
ne el art. 15. Consecuentemente, el abogado de una de las par-
tes en un juicio contencioso, no puede iniciar medidas preparato-
rias o solicitar prueba anticipada en contra de la otra, mientras
no haya una condena que ponga a cargo de ésta las costas del
.C
juicio. El deudor de honorarios es —vale recordarlo— el clien-
te que contrató los servicios del abogado; es recién la condena
en costas la que acuerda acción al abogado en contra del venci-
do; hasta entonces, el oponente es un tercero, ajeno a la rela-
DD
585
Véase Nº 114.
586
Cám. 2ª CC La Plata, LL, 71-110 y Cám. Fed. Bahía Blanca, LL, 92-177,
ambos citados por Lino E. PALACIO, Derecho Procesal Civil, t. VI, Abeledo-Perrot
Buenos Aires, 1987, p. 18, nota Nº 12, in fine.
ción, toda vez que la petición del actor “persigue obtener un dato
que le permita proponer la acción sin defectos y el que no podrí-
a conseguir sin la intervención judicial” 587. Con ajuste a ese
criterio, se ha admitido la producción de prueba pericial pre-
via al pedido de regulación de honorarios, cuando la base regu-
latoria está dada por valores inherentes a la actividad de una
sociedad, a cuyo conocimiento el peticionante no puede acce-
der extrajudicialmente588.
La prueba anticipada debe sustanciarse con intervención
del obligado al pago contra quien el peticionante decida pro-
mover la acción (art. 487, tercer párrafo, CPC) y por aplica-
ción del art. 486 del C. de P.C., también el deudor de honora-
OM
rios puede solicitar las medidas que en él se prevén.
El plazo previsto en el art. 485 in fine del C. de P.C., deberá
computarse desde que el peticionante esté en condiciones de
solicitar regulación de sus honorarios; no sólo la regulación pro-
visoria que admite el art. 11, sino la definitiva que permite li-
quidar la deuda con eficacia de cosa juzgada.
.C
Requisitos de la petición que abre el proceso
o incidente regulatorio
587
Cám. Nac. Apelaciones del Trabajo, Sala VI, in re “Tamayo, José Eduardo
FI
OM
nido por el miembro informante de la Cámara de Diputados
en oportunidad de aprobarse el art. 105 de la ley 7269, repro-
ducido textualmente en la ley actual590, pero no se advierte le-
sión al derecho de defensa del demandado en admitir la de-
manda así promovida y, por el contrario, se permite disminuir
la litigiosidad, posibilitando el estímulo al allanamiento por una
suma mínima, sin perjuicio de aspirar a la máxima si el deman-
.C
dado decide litigar. En definitiva en cualquier juicio puede el
actor reclamar una suma y simultáneamente ofertar en la de-
manda la posibilidad de un allanamiento por importe menor.
Superando esa flexibilidad en la estimación de los honora-
DD
589
Confr. Cám. Civ. y Com. Marcos Juárez, 04/06/1998, LL Cba., 1999, p. 1210.
590
ORTIZ PELLEGRINI, Miguel A., Código Arancelario para Abogados y Procuradores
de la Provincia de Córdoba, Marcos Lerner Editora Córdoba, Córdoba, 1985, p. 84.
591
Cám. Civ. y Com. Villa María, Sent. Nº 20 del 07/04/2002, Foro de Córdoba,
Nº 94, p. 318, doctrina que esa Cámara ha reiterado en otros pronunciamien-
tos (véase OLCESE, Juan M., Código Arancelario para Abogados y Procuradores,
OM
Dado que el artículo impone formular una “estimación” de
la base regulatoria y los honorarios pretendidos, sin requerir,
como lo hace el art. 175, inc. 3, del C de P.C. la determinación
del monto pretendido “designado con exactitud”, surge la duda
sobre si el Juez puede, en función de la prueba producida y el
derecho que considera aplicable, regular una suma mayor a la
estimación formulada por el accionante. En nuestra opinión la
.C
respuesta afirmativa se impone, ya que el artículo ha modificado
la exigencia que a toda demanda impone el inc. 3 del art. 175
del C. de P.C. en orden a la determinación precisa de la cosa
demandada; si para el caso particular del incidente regulatorio
DD
ta; pero no menos cierto es que “sólo es ley el texto que ha sido
592
MANRESA, Ley de Enjuiciamiento Civil, t. 3, Imprenta de la Revista de Legis-
FI
OM
manda fija un límite que la regulación no puede superar, igual-
mente cabría la posibilidad de ampliar la petición hasta el dic-
tado del decreto de autos, según disponen los arts. 179 y 180
del C. de P.C. Tradicionalmente esa ampliación se ha entendi-
do referida al vencimiento de nuevos plazos o cuotas de la obli-
gación demandada, tal como dispone para el juicio ejecutivo el
art. 530 del C. de P.C.597; ése es el sentido que la doctrina le
.C
daba a la norma análoga contenida en el viejo Código de Santa
Fe, que es la fuente del nuestro en esta materia598, y es también
la regla consagrada en el art. 331 del Código Nacional. En Cór-
doba, calificada doctrina ha interpretado en esa forma nues-
DD
595
TSJ, Sala C. y C., Auto Nº 359, 10/12/87, con referencia a la interpretación de
otro artículo de la misma ley, contradicho por el mismo informe parlamentario.
596
Confr. Cám. 7ª Civ. y Com. 15/08/86, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h)
- B USTOS A RGAÑARÁS , Miguel A. - F ERN ÁNDEZ, Raúl E., ob. cit, ps. 289 y 290,
FI
Nos 877/879.
597
Confr. RAMACCIOTTI, Hugo, Compendio de derecho procesal civil y comercial de
Córdoba, t. I, Depalma, Buenos Aires, 1978, ps. 425 y ss., citando en el mismo
sentido a COLOMBO, PARODY y vieja jurisprudencia.
598
Véase PARODY, Alberto, Comentarios al Código de Procedimiento en lo Civil y
Comercial de la Provincia de Santa Fe, t. I, Lajouane, Buenos Aires, 1912, p. 162.
599
Confr., VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. II, p. 238, citan-
do doctrina y jurisprudencia.
OM
en atención a la particularidad de una demanda en la cual, tal
como hemos visto, las estimación de los honorarios pretendi-
dos, no juega como extremo condicionante del fallo a dictar, en
función del principio de congruencia.
600
Cám. 8ª Civ. y Com., 30/08/2001, LL Cba., 2002, ps. 225 y ss.
601
Véase “El Proceso de Daños”, en AA.VV., El proceso de daños y perjuicios,
Mediterránea, Córdoba, 2008, ps. 53 y ss.
602
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 249.
OM Trámite
Art. 115. Presentada la petición, tiene los efectos de
una demanda. Se le otorga el trámite de juicio abre-
viado, salvo que el peticionante solicitare el trámite
de juicio ordinario, si éste correspondiere.
.C
282. TRÁMITE
603
Confr. Cam. Civ. y Com. Marcos Juárez, 04/06/1998, LL Cba., 1999, p. 1210.
604
MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procuradores,
p. 252.
OM
está condicionado en el C. de P.C. por el tipo de juicio de que se
trate y los arts. 121 y 122 han sido concebidos como regla para
la impugnación de los autos o sentencia que regulan honora-
rios, sin formular distingos605.
605
Véase el comentario a los arts. 121 y 122.
606
Confr. VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 381.
607
VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 382, sostiene lo contrario, ateniéndose al
texto del artículo. Claro está que se refiere a la ley 7269, signada por un sentido
protector del abogado, ausente en el actual Código Arancelario.
OM Citación
608
Véase MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 252.
609
Confr. TSJ, Sala C., C. y Cont. Adm., Auto Nº 202, del 16/05/86, reseñado por
ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob.
cit., p. 291, Nº 880; VENICA, Oscar H., Juicios verbales, ps. 391 y 392. La Cámara
Segunda Civil y Comercial, en fallo del 31/10/90, ha considerado forzosa la par-
ticipación en el juicio de todos los obligados al pago (publicado, con nuestra crí-
tica en LL Cba., 1991, p. 201).
OM
mado para pedir la citación del comitente del abogado inciden-
tista612, lo que es obviamente así, ya que no existe solidaridad
ni acción de regreso del condenado en costas hacia el vencedor
en el litigio. A la inversa, sí puede el comitente demandado,
pedir la citación del oponente condenado en costas, porque el
art. 19 le permite repetir el pago de los honorarios que deba
pagar a su abogado.
.C
285. LITISCONSORCIO NECESARIO
610
Es uno de los casos típicos de procedencia de la citación de terceros al proceso
(Confr. DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Teoría general del proceso, t. II, p. 411, Nº 109).
611
Véase nuestra nota a fallo “¿Quiénes son parte en el proceso regulatorio?”,
LL Cba., 1991, p. 201.
612
Cam. 4ª Civ. y Com. A. N° 600 del 20/12/2007, Semanario Jurídico N° 1561
del 03/04/2008.
613
DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Teoría general del proceso, t. II, p. 375, Nº 18.
OM
Conforme al art. 450 del C. de P.C., la acumulación podrá
ser ordenada tanto a petición de parte, cuanto de oficio.
614
COLOMBO, citado por RAMACCIOTTI, Hugo, Compendio de derecho procesal civil y
comercial de Córdoba, t. I, p. 282.
615
CARAVANTES, citado por RAMACCIOTTI, Hugo, Compendio de derecho procesal civil
OM
el ex cliente del peticionante ha comparecido al juicio y cons-
tituido un nuevo domicilio, la exigencia del artículo se satis-
face citándolo en el nuevo domicilio especial constituido617.
Calificada jurisprudencia ha considerado que esta exigencia
de notificación al domicilio real del cliente, debe hacerse ex-
tensiva a toda regulación de honorarios, desde que potencial-
mente se da la misma contradicción de intereses618, de donde
.C
resultaría que “en la relación entre el profesional y el cliente repre-
sentado por el primero, una regulación de honorarios sólo queda
firme de resultar consentida, una vez transcurrido el plazo legal
a partir de la notificación en el domicilio real”619.
DD
617
Confr. VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 393.
618
Cám. 8ª Civ. y Com. Auto Nº 195 del 07/07/88, reseñado por ANDRUET , Ar-
mando S. (h) - B USTOS A RGAÑARÁS , Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
p. 291, Nº 882; en el mismo sentido: Cám. 5ª Civ. y Com., in re: “Alos de Abdalar,
Graciela c/ Alcides Luis Vercellone - Desalojo”, A.I. Nº 224, 16/08/1996.
619
Cámara 8ª C. y C., Auto Nº 156, 25/06/1992, in re: “Recurso directo en Belar-
dinelli, Ángel J. c/ Enosis Construcciones S.A. - Ordinario”.
OM
(arts. 143, inc. 2, y 146 del C. de P.C.).
A nuestro juicio la exigencia de notificación al domicilio real
contenida en el artículo en comentario, está referida al caso
en que el abogado haya resuelto promover en contra de su co-
mitente la acción incidental regulatoria, opción que marca un
enfrentamiento entre abogado y cliente que no cabe presumir
con motivo de la regulación de honorarios practicada oficiosa-
.C
mente, como accesorio de la condena o absolución contenida en
la sentencia, por lo que ésta no requiere ser notificada al domi-
cilio real del comitente.
DD
Falta de oposición
OM
tidad, ya que el sólo hecho de haber sido expresamente estable-
cida para este caso, significa que debe asignársele mayor poder
de convicción que a la prevista en la norma general del art. 192
del C. de P.C.
Cuando el demandado no contesta la pretensión regulato-
ria, la prueba que el juez debe producir oficiosamente, no es la
destinada a averiguar un extremo respecto del cual no existe
.C
noticia alguna, sino la que permita confirmar o rectificar una
verdad presumida (la invocada por el accionante). Consecuen-
temente, si esa presunción está confirmada por indicios ciertos
emergentes de la causa, el juez tendrá fundamento suficiente
DD
otro tanto ocurrirá si ése es el valor que las partes han atribui-
do al bien de que se trate, en el contrato que motiva el juicio.
Éstas son las reglas cuando el demandado no contesta la
demanda que abre la instancia regulatoria. Cuando sí contesta,
pero al responder no discute el valor asignado a la base regula-
FI
OM
289. CARGA DEL PAGO DE LA PERICIA OFICIOSA
tud del perito, están previstas en los arts. 265 y 276 del C. de
P.C. Habida cuenta el tiempo que demanda la designación de
620
Véase CARLI, Carlo, La demanda civil, Lex, Buenos Aires, 1973, ps. 256 y ss.
621
Véase la jurisprudencia citada por RAMACCIOTTI, Hugo, Compendio de derecho
procesal civil y comercial de Córdoba, t. I, p. 483, nota Nº 18.
OM
En la práctica judicial, tanto el plazo para producir el dicta-
men cuanto su eventual prórroga, se establecen sin formular el
apercibimiento del artículo en comentario. Si en algún caso se
lo pusiese en práctica, entendemos que el apercibimiento de
cargar con las costas de un nuevo peritaje, se suma al que prevé
el art. 280 del C. de P.C.
No se advierte el porqué de establecer un apercibimiento más
.C
severo en el proceso regulatorio, respecto del aplicable en otros
tipos de juicios, pero lo cierto es que así resulta del artículo que
nos ocupa.
DD
622
Confr. VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. II, p. 482.
623
Confr. Cám. 8ª C. y C., Auto Nº 179 del 15/06/1988, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 295,
Nº 891.
OM
de su ampliación— para requerir el inmediato dictado de sen-
tencia, ya que el art. 325 del C. de P.C. habilita al Juez para di-
ligenciar medidas para mejor proveer “una vez concluida la
causa”, norma que debe aplicarse por analogía, desde que en
ambos casos se trata de diligencias probatorias que el Juez
oficiosamente considera necesarias para dictar sentencia.
suelven en la sentencia.
OM
lidad de la citación del art. 116, por ejemplo, y tramitada la
incidencia, va de suyo que el Juez debe resolver esa contro-
versia, para así disponer la continuidad o anulación del pro-
ceso; lo contrario, implicaría desarrollar y tramitar un proce-
dimiento anticipadamente objetado en su validez. La Ley Procesal
ha tolerado esa posibilidad, por razones de economía procesal, al
disponer el efecto diferido de la apelación en el juicio abrevia-
.C
do (art. 515, CPC); esto implica acordar ejecutividad a la reso-
lución de primera instancia, para evitar así que las apelacio-
nes de resoluciones interlocutorias dilaten la tramitación del
pleito; pero sin pronunciamiento de primera instancia y es-
DD
OM
ro, según dispone su art. 468, inc. 2, sino además ante la even-
tual infracción a las reglas de procedimiento que contiene el
Código Arancelario. Del mismo modo, habrá que reconocer le-
gitimación al abogado para recurrir sus honorarios, aún cuan-
do no esté entre quienes pueden interponer casación confor-
me a los arts. 470 y ss., del Código Procesal Penal626.
En el caso particular del fuero contencioso-administrativo,
.C
el procedimiento es en principio de única instancia, salvo cuan-
do se trata de acciones promovidas en contra de la provincia,
supuesto éste en que la sentencia es apelable ante el Tribunal
Superior (art. 43, ley 7182). Siendo así y habida cuenta la asi-
DD
624
Confr. TSJ, Sala Cont. Adm., Auto Nº 21, 20/04/1987, BJC, vol. XXXI, t. II,
FI
1987, p. 136.
625
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 08/05/1996, LL Cba., 1997, p. 279, entre otros.
626
Confr. PERRACHIONE, Mario C., “Recursos contra la regulación de honorarios
según el foro”, Foro de Córdoba, Nº 17, ps. 93 y ss.
627
Confr. TSJ. Sala Civ. y Com., 01/06/1989, LL Cba., 1990, p. 309; TSJ, Fallo
Nº 37, 11/04/2001, in re: “Luzzardi, Juan Carlos c/ Superior Gobierno de la Pro-
vincia de Córdoba - Plena Jurisdicción”, citado por MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Có-
digo Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 258.
296. LEGITIMACIÓN
OM
En orden a la legitimación para recurrir la regulación de
honorarios, rige la regla general del art. 354 del C. de P.C., es
decir que puede recurrir el abogado acreedor de los honora-
rios y quienes están obligados al pago por aplicación de los
arts. 14 y 15; cada uno de ellos en función de su interés, esto
es el abogado para aumentar los honorarios regulados o el deu-
.C
dor para reducirlos.
Por aplicación de esa regla, se ha dicho que el litigante no
puede pretender por vía recursiva que se aumenten los hono-
rarios de su abogado 629, aún cuando el recurso esté patrocina-
DD
recurre.
628
Véase comentario al art. 121.
629
Cám. 7ª Civ. y Com. 19/11/2008, Semanario Jurídico N° 1700, 02/04/2009, p. 440.
630
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com., 13/10/2010, LL Cba. 2011 (marzo), p. 163.
631
TSJ, Sala Civ. y Com., 17/09/1991, LL Cba., 1992, p. 344.
OM
nado en costas responde a razones de economía procesal, pero
es en definitiva una suerte de acción oblicua (art. 1196, CC)
que no altera el carácter resarcitorio de la condena en costas,
definida ésta como una “indemnización debida por el vencido a
su adversario”632. Esta es la doctrina sentada por el Tribunal
Superior desde hace algunos años633 y sostenida hasta donde
tenemos conocimiento634.
.C
297. LA CASACIÓN CIVIL
632
REIMUNDÍN, Ricardo, La condena en costas en el proceso civil, p. 62.
633
Confr. TSJ Sala Civ. y Com., 06/02/1996, LL Cba., 1996, p. 681.
634
Confr. TSJ Sala Civ. y Com., Sent. Nº 97 del 25/08/1999, in re: “Muñoz, Lo-
renzo y otra c/ D.I.P.A.S. - Ordinario”; A.I. Nº 206 del 12/02/2000, in re: “I.C.I. Ar-
gentina S.A.I.C. c/ Daniel Víctor Regondi - Ordinario”.
OM
regla conforme a la cual la causal de casación por quebranta-
miento de formas (art. 383, inc. 1 CPC) se abre sólo con motivo
de la infracción a normas de procedimiento, no así por la viola-
ción de normas sustantivas, aún cuando éstas estén integradas
en el Código Arancelario. Esto así porque “lo que cuenta para
decidir el tipo de error cometido es la naturaleza de la norma
violada y no su origen (Congreso Nacional o Legislatura, v.gr.)
.C
ni su inserción en un determinado cuerpo legal (Código Penal o
Código Procesal, v.gr.)”639.
La doctrina y jurisprudencia nacionales, siguiendo a CHIO-
VENDA 640, han reconocido a las costas como institución proce-
DD
635
Sala C. C. y Cont. Adm., 12/02/86, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) -
BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 299. Sala Laboral,
Sent. Nº 101, 09/11/87, reseñada en ob. cit., p. 307, Nº 934.
636
Véase GUEVARA, Carlos E., “La regulación de honorarios y el recurso de revi-
sión”, en Foro de Córdoba, Nº 1, p. 15, que valora esta jurisprudencia como una
“revolución”.
637
Confr. TSJ, Sala C. C. y Cont. Adm., Auto Nº 6, del 04/02/1986, reseñado por
FI
641
Confr. PODETTI, Ramiro J., Tratado de los actos procesales, Ediar, Buenos Aires,
1954, p. 115, entre otros.
OM
naturaleza es procesal”643. La casación por quebrantamiento de
formas sólo es procedente ante la inobservancia de éstas, no
por el error en la aplicación de aquéllas.
El distingo entre normas procesales y sustanciales sobre las
bases expuestas es a menudo sutil, y ardua la tarea de practi-
carlo en el caso concreto, pero el tema se aclara atendiendo a
los efectos de la infracción legal imputada al fallo. Habrá un
.C
error “in procedendo”, cuando la infracción ha generado o es
idónea para generar una actividad procesal viciada, y será
un error “in iudicando”, cuando el pronunciamiento, pese a la
regularidad del procedimiento, contiene una declaración de
DD
una base cierta, que habilita la aplicación del inc. 2 de ese ar-
tículo.
Obviamente en los fueros penal, laboral, contencioso admi-
nistrativo y de familia, la infracción de normas arancelarias
substanciales ha seguido posibilitando el recurso de casación,
aún después del caso “Chiggio”, desde que los ordenamiento
FI
642
GOZAÍNI, Osvaldo A., Costas procesales, Ediar, Buenos Aires, 1991, p. 26.
643
DE LA RÚA, Fernando, ob. cit., ps. 100 y 101.
OM
cacia y mérito de los trabajos y regular los honorarios con pru-
dente arbitrio 644. Así, pues, en principio las Cámaras de Ape-
laciones no podrían revisar el porcentaje de la escala aplicado.
Con mejor criterio, a nuestro juicio, se ha sostenido que las
Cámaras de Apelaciones, como tribunales ordinarios de ape-
lación, están plenamente facultadas para controlar y, en su
caso, modificar las regulaciones de honorarios de abogados
.C
practicadas en primera instancia dentro de las escalas le-
gales 645. Ello así, en primer lugar, porque no existe norma
alguna que disponga lo contrario, y además, porque el crite-
rio amplio es el que mejor se compadece con el sistema de
DD
644
Confr. Cam. Civ. Com. Villa Dolores, in re: “Suc. de Juan Manubens Calvet c/ Ma-
ría Eva Tapia de Mercado y otro - P.V.E.” (A.I. Nº 85 del 26/10/2006), entre otros.
FI
645
Confr. FERNÁNDEZ, Raúl E., Impugnaciones ordinarias y extraordinarias en el
CPCC de Córdoba, Alveroni Ediciones, Córdoba, 2006, ps. 336 y ss.
646
Confr. Cam. 2ª Civ. y Com., Auto Nº 21 del 27/02/2006, in re: “Bandi, Sebastián
Alberto c/ Empresa Ciudad de Córdoba S.A.C.I. Y F. y otro - Ordinario - Daños y
Perjuicios”; Cam. 4ª Civ. y Com., Sent. Nº 41 del 03/05/2005, in re: “Alvarracín,
Norma del Valle c/ Aguas Cordobesas S.A. - Ordinario - Daños y Perjuicios”.
647
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., Sent. Nº 129 del 11/08//1998, in re: “Codes de
Giurda, Teresa E. c/ Pcia. de Cba. - Daños y Perjuicios”.
Con ajuste a las reglas que desde antaño son propias del re-
OM
curso de casación, el Tribunal Superior carece de competencia
para revisar las regulaciones de honorarios practicadas por
los Tribunales ordinarios dentro de los máximos y mínimos
de las escalas legales, pues ello atañe a criterios de ponde-
ración de circunstancias de hecho, en principio ajenos al con-
tralor del Máximo Tribunal provincial649.
Sin embargo, desde hace algún tiempo el Tribunal Superior
.C
ha sorteado ese límite formal, incursionando reiteradamente
en la revisión de honorarios regulados en las instancias ordi-
narias650. El argumento es siempre “controlar la motivación de
la decisión cuando ella es el presupuesto necesario para que las
DD
648
Confr. Cám. 2ª Civil y Com., Auto Nº 472 del 28/11/2006, in re: “L’Equipe
Monteur S.A. c/ Provincia de Córdoba - Dirección de Rentas - Acción Declarati-
va de Certeza”; FERNÁNDEZ, Raúl E., Impugnaciones ordinarias y extraordinarias
en el CPCC de Córdoba, p. 338.
649
Confr. TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Durán, Pedro Julio c/ Central Cór-
doba S.A. - Ordinario - Incid. de Ejec. Recurso de revisión”, A.I. Nº 40, del 12/
03/1998; Sala Civ. y Com. 13/04/1999, Foro de Córdoba, Nº 53, p. 138; Sala C. C.
FI
y Cont. Adm., Auto Nº 6, del 04/02/1986, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h)
- BUSTOS A RGAÑARÁS, Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 299, Nº 905.
650
Sala Cont. Adm., Sent. Nº 10 del 22/03/2006, in re: “Severo Margarita y otros
c/ Pcia. de Córdoba - Plena Jurisdicción”; Sala Cont. Adm., Sent. Nº 21 del 31/
05/2006, in re: “Aguas Cordobesas S.A. c/ Provincia de Córdoba - Plena Jurisdic-
ción”.
Sala Civ. y Com. A.I. Nº 24 del 25/02/2009, in re: “Brizzio, Rubén A. - Declara-
toria de herederos”, citando en el mismo sentido A.I. Nº 230 del 10/09/2008.
OM
tensivos a todos los procesos de instancia única653, e inciden en
el ánimo con el que se juzga la casación civil; por el otro, el des-
crédito que padecen los honorarios profesionales de montos im-
portantes, objeto de una mala prensa a la cual los jueces no lo-
gran sustraerse.
Por último, el recurso de casación sólo procede contra la sen-
tencia definitiva que regula honorarios, por lo que no procede
.C
en contra de regulaciones provisorias654 criterio que se ha he-
cho extensivo a la resolución que difiere la regulación655 o a la
que omite regular, vicio salvable mediante la simple petición de
que los honorarios sean regulados656.
DD
651
Sala Cont. Adm., Sent. Nº 21 del 31/05/2006, in re: “Aguas Cordobesas S.A.
c/ Provincia de Córdoba - Plena Jurisdicción”, citando como precedentes en el mis-
mo sentido: Sent. Nº 37/2001, “Luzzardi, Juan Carlos…”; Nº 182/2001 “Racca,
Tomás…”; Nº 123/2002 “Tolosa, Julio A. y otros...”; Nº 127/2002, “Babini y Cía.
LA
por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E.,
ob. cit., p. 300, Nº 911.
655
Confr. TSJ Sala Cont. Adm., Auto Nº 21 del 20/04/87, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
p. 306, Nº 928.
656
TSJ, Sala C. C. y Cont. Adm., Auto Nº 359, 14/08/86, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
p. 303, Nº 921.
OM
Finalmente, vale apuntar que la regulación de honorarios
será recurrible en casación, aún cuando no lo fuese el fondo de
la cuestión resuelta en la sentencia (por ejemplo, en un juicio
ejecutivo) ya que respecto del precio de los servicios profesio-
nales prestados en el litigio, el fallo tiene efectos definitivos,
no susceptibles de revisión en un nuevo proceso sobre el fondo
de la cuestión debatida659.
.C
300. EL RECURSO EXTRAORDINARIO FEDERAL
DD
657
Confr. TSJ, Sala Cont. Adm., 16/10/2007, in re: “Moreno, Carlos c/ Municipa-
lidad de Córdoba - Plena Jurisdicción”.
658
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com., Auto Nº 251 del 09/09/87, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 161.
659
Conf. CSJN, “D.N.R.P. c/ Vidal de Docampo, Clara Aurora s/ Ejecución fis-
OM
honorarios es tan imprecisa como lo es en respecto de cualquier
otro tema. Como siempre, el fallo es arbitrario cuando la Corte
entiende que el fallo es arbitrario.
De todos modos, vale apuntar que el rechazo del recurso por
tratarse de cuestión no revisable por la vía del art. 14 de la ley 48,
aunque es el resultado de la mayoría de las quejas que arriban
a la Corte, lo es mucho más, aún, en materia de honorarios.
.C
Trámite de los recursos locales. Adhesión
661
CS, Fallos 310-2237.
662
CS, Fallos 315-978; 313-248; 234-179.
663
CS, Fallos 295-382; 308-1079.
664
CS, Fallos 303-798.
OM
honorarios está comprendida en el artículo que comentamos,
aún cuando el actor haya optado por el trámite declarativo,
según autoriza el art. 115. Esto así porque en el ordenamiento
procesal el trámite del recurso no está condicionado por el tipo
de juicio de que se trate y los arts. 121 y 122 han sido concebi-
dos como regla para la impugnación de los autos o sentencias
que regulan honorarios, sin formular distingos667.
Cuando se trata de la regulación practicada oficiosamente,
.C
como accesorio del pronunciamiento sobre el litigio principal,
la apelación sobre el fondo de lo debatido comprende la regu-
lación de honorarios, respecto de la cual no corresponde expre-
DD
665
Confr. VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 405; Cám 1ª Civ. y Com. Río
Cuarto, 11/06/1992, LL Cba., 1993, p. 442.
FI
666
Confr. Cám. 8ª C. y C., Auto Nº 186 del 24/06/88, reseñado por ANDRUET , Ar-
mando S. (h) - BUSTOS A RGAÑARÁS , Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
p. 316, Nº 966; TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Pessanha, Carlos...”, A.I.
Nº 469, 31/07/96.
667
Confr. TSJ, Sala Civil, A.I. Nº 20, del 13/03/2006, in re: “Espinosa, Carlos M.
c/ Sandi S.R.L. - Declarativo”, citando en el mismo sentido Autos Int. Números
OM
Como consecuencia de lo dicho, si el recurrente se limitó a
apelar el fallo que contiene como accesoria una regulación de
honorarios, sin fundar la impugnación, el recurso le será con-
cedido por aplicación del art. 368 del C. de P.C., pero la expre-
sión de agravios no podrá limitarse a cuestionar los honorarios
regulados, porque en tal caso era condición de la concesión
del recurso expresar agravios al tiempo de interponerlo.
.C
Del mismo modo, no será admisible la adhesión al recurso
en segunda instancia (art. 372, CPC) si el apelante adhesivo
se limita a cuestionar los honorarios regulados669.
DD
668
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com. A.I. Nº 47 del 27/03/2008, in re: “Los Conejitos
S.A. c/ Matesan, Andrés Nicolás y otro - Ejecutivo”, citando en el mismo sentido Autos
FI
OM
cial, que en cuanto tal prevalece frente al ordenamiento que
regula el tipo de proceso de que se trate671. Obviamente se tra-
ta de un plazo fatal, porque así lo dispone el art. 49, inc. 2, del
C. de P.C.
670
Confr. TSJ, Sala C. y C., Auto Nº 307, 24/07/86, Foro de Córdoba, Nº 1, p. 74.
671
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com, SJ, 1994-A-161, citado por VENICA, Oscar H. - DE
SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 349.
672
Confr. TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “De Vrient de Von Rennemkapff Lia
o Lya - Declaratoria de herederos - Incidente de Reg. de honorarios”. A.I. Nº 149
del 08/05/1998, Foro de Córdoba, Nº 47, p. 133.
673
Confr. Cám. 2ª Civ. y Com., A. Nº 513 del 10/09/2003, Foro de Córdoba, Su-
plemento de Derecho Procesal, Nº 6, p. 134.
OM
ta de la condena en costas contenida en el fallo sobre lo princi-
pal, la cuestión escapa a la previsión de este artículo, en cuanto
se trata de materia vinculada a la condena o absolución dicta-
das. La apelación del pronunciamiento sobre costas contenida
en la resolución que da fin al litigio, o a un incidente, debe ser
apelada en la forma prevista en el art. 366 del C. de P.C. y el
recurrente, al expresar agravios en la alzada, podrá cuestionar
.C
además el monto de los honorarios regulados, tal como podría,
según vimos en el punto precedente, hacerlo si se apela la con-
dena o absolución675.
DD
674
TSJ, Sala Sivil y Com. A.I. N° 372 del 09/11/2010, in re: “EPEC c/ Camarero
Juan Carlos”.
675
Confr. Cám. 3ª C. y C., auto Nº 202, 29/07/88, reseñado por ANDRUET, Arman-
do S. (h) - BUSTOS A RGAÑARÁS , Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 318,
Nº 975.
OM
“en relación”, por lo que aquella argumentación cede en solidez.
Pese a ello y tal como lo hemos anticipado al comentar el
art. 62677, entendemos que esa doctrina sigue siendo válida. Esto
así porque la ley 24.522 contiene una norma específica sobre la
recurribilidad de las regulaciones de honorarios (art. 272) y la
alusión al recurso “en relación” contenida en el art. 273, inc.4,
nos remite al procedimiento general que para la apelación pre-
.C
vé el ordenamiento local (en relación y con efecto suspensivo,
en alusión al Código Nacional). Así lo ha entendido el Tribu-
nal Superior, en oportunidad de aclarar que ésa es la regla res-
pecto de los honorarios a que se refieren los arts. 265 a 272 de la
DD
676
Cám. Civ. y Com. San Francisco, 12/03/1987, LL Cba., 1988, p. 958. En el
mismo sentido, TSJ, Sala Civ. y Com. A.I. Nº 504, 27/10/1992, Foro de Córdoba,
Nº 13, p. 126; 22/03/1994, LL Cba., 1994, p. 793; 11/02/1993, LL Cba., 1996,
FI
p. 306, Nº 169.
677
Véase Nº 140.
678
Sala Civ. y Com. A.I. Nº 55, 25/03/2003, in re: “Barreneche, Juan José y María
Angélica Bartreneche y la Soc. de Hecho por ellos formada - Concurso Preventi-
vo”. En el caso se trataba de honorarios devengados en un incidente planteado
en una ejecución hipotecaria atraída por el juicio universal.
679
Véase jurisprudencia citada por RIVERA, Julio C. - ROITMAN, Horacio - VÍTOLO,
Daniel R., ob. cit., p. 375.
OM
buena parte de su vigencia, establecía dos modos de concesión
del recurso de apelación (libre y en relación) y en ambas estaba
prevista la expresión y contestación de agravios en la alzada.
En materia de honorarios, la práctica tribunalicia, si bien
exigía la fundamentación del recurso como condición de su
procedencia, era habitual que por error la apelación fuese con-
cedida “en relación”, lo que implicaba la adopción del procedi-
.C
miento previsto en el arts. 1309 y ss. del viejo C. de P.C., en vez
del de la norma en comentario. El error justificaba el planteo
incidental previsto por los arts. 1255 y 1256 de aquél Código,
para el caso de error en el modo de concesión del recurso, pero
DD
680
Confr. Cam. Civ. y Com. de Rosario, Sala I, 05/08/96, aplicando el art. 28, inc.
e, de la ley 6767 de la Pcia. de Santa Fe, LL Litoral, 1998-1622, citado por RIVE-
RA, Julio C. - ROITMAN, Horacio - VÍTOLO, Daniel R., ob. cit., p. 375.
OM
decreto respectivo aclare que se trata de la apelación del art. 121
del Cód. Arancelario; de no ser así, en la Cámara deberá ordenar-
se traslado al apelado para que conteste la expresión de agravios
(art. 372, CPC) porque la concesión del recurso, sin aclaración
alguna, en un juicio en el que los recursos se tramitan según el
C. de P.C. implica para el que así se lo anoticia la alternativa de
alegación en la alzada. Es la misma situación que se daba bajo
.C
el Código anterior, cuando el recurso era concedido “en relación”.
Si ante la apelación de honorarios se concede el recurso sin
aclaración alguna y en la alzada se dicta sentencia sin oír al
apelado, a nuestro juicio el procedimiento sería nulo, pero el
DD
681
Bien entendido que el llamamiento de autos no es imprescindible, según ve-
remos al comentar el artículo siguiente.
682
Confr. Cám. 5ª C. y C., 29/10/85, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUS-
TOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 313, Nº 957. TSJ, Sala
C., C. y Cont. Adm., Auto Nº 574, del 12/12/86, reseñado en ob. cit., p. 313, Nos 955
y 956.
OM
cesivos, o insuficientes, no basta para cubrir la exigencia de fun-
damentación del recurso683. Para ello es menester explicar cuál
es el error cometido, sea en la fijación de la base regulatoria,
en la escala aplicada, o en el porcentaje de ésta que ha tomado
el Juez, apuntando inclusive cuál es la entidad y magnitud eco-
nómica del error684, al menos toda vez que no sea obvia.
En cuanto a la contestación de los agravios, debe producir-
.C
se en primera instancia dentro de los cinco días de notificada
la concesión del recurso. Se trata de un plazo fatal, porque ésa
es la regla en el juicio abreviado (art. 516, CPC) que debe con-
siderarse aplicable en función del art. 116 del Cód. Arancela-
DD
683
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., Sent. Nº 38 del 27/10/1997, Foro de Córdoba, Nº 46,
p. 295.
684
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., A.I. Nº 109, 20/04/1998, Foro de Córdoba, Nº 50, p. 275
685
Véase Nº 301.
OM
El artículo que comentamos es aplicable a la apelación de
las regulaciones de honorarios de peritos, ya que todo el Códi-
go está referido no sólo a los abogados, sino también a los peri-
tos (art. 1º).
Alguna jurisprudencia ha entendido que también sería apli-
cable a la apelación de regulaciones de honorarios de martille-
.C
ros judiciales687. Otra, en cambio, ha sostenido que por su ca-
rácter excepcional, y en ausencia de una previsión expresa o
de remisión a ella, la norma sólo rige para la impugnación de
los pronunciamientos regulatorios sobre honorarios de aboga-
DD
686
Confr. VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 408.
687
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., A.I. N° 130 del 29/05/97, Foro de Córdoba, N° 46,
p. 296.
688
Cám. 2ª Civ. y Com., A. Nº 55 del 04/03/2004, SJ, t. 89, 2004-A-794.
OM
articularse en oportunidad de contestar agravios689.
Surge la duda sobre si el fallo de segunda instancia, debe o
no estar precedido por el llamamiento de autos. Existe un há-
bito tribunalicio, consistente en decretar “autos” toda vez que
el expediente pasa a despacho para resolver un artículo, lo que
no tiene sustento normativo. El llamamiento de autos está im-
puesto por el ordenamiento en la mayoría de los casos, pero no
.C
en todos. No es necesario decreto de autos para resolver una
reposición, por ejemplo (art. 359, CPC) o la sustitución de em-
bargo regulada por el art. 463. Sí, hay que decretar “autos”, en
cambio, antes de dictar sentencia en el juicio ordinario (art. 506)
DD
689
Véase Nº 307.
690
Para no frustrar la posibilidad de recusar, el Tribunal Superior decreta “au-
tos” en el recurso directo por casación denegada, pese a que el artículo 403 del C.
de P.C. no lo dispone; pero ese caso es distinto del de la apelación concedida,
OM
dida probatoria, entendemos que el acogimiento del planteo
motivará la anulación del fallo, en razón de la falta de toda
sustanciación en la alzada que impone el artículo en comenta-
rio 691.
691
VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 408, sostiene que la prueba omitida debe
recepcionarse en segunda instancia, a nuestro juicio en contradicción con el ar-
tículo que comentamos.
692
Confr. TSJ, Sala C. C. y Cont. Adm., Auto Nº 184 del 12/05/86, reseñado por
ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob.
cit., p. 319, Nº 977.
TÍTULO IV
DISPOSICIONES GENERALES Y COMPLEMENTARIAS
693
VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 399.
694
Véanse Nº 285 y Nº 286.
OM
y estableció que “la copia de la regulación pertinente con la cons-
tancia de encontrarse firme y ejecutoriada, y de quien resulte res-
ponsable del pago es título suficiente al efecto”.
Obviamente la exigencia de acompañar como título la copia
de la regulación pertinente con la constancia de encontrarse
firme y ejecutoriada y de quien resulte responsable del pago,
era aplicable sólo en caso de que el actor promoviese juicio de
.C
apremio; esto así porque si se tratase de ejecución de senten-
cia, en el expediente constan tanto la regulación de honorarios
cuanto la identidad del deudor y su ejecutividad, lo que torna
innecesaria la expedición de copias.
DD
695
Confr. TSJ, Sala Civil, A.I. Nº 54 del 23/04/2001, in re: “Maquieira, Claudio
Omar y otro c/ U.O.M.R.A. - Ejec. Especial”.
OM
propiamente dicha (en el mismo expediente en que se practicó
la regulación) y el ejecutivo especial (promovido en expediente
separado).
696
TSJ, Sala Civil, A.I. Nº 2, del 18/02/2008, in re: “Fisco de la Provincia c/ Pérez
Villavicencio, Mauricio O. - Ejec. Fiscal”.
OM
314. EL ARANCEL EN EL EJECUTIVO ESPECIAL
697
Esto admitiendo la validez constitucional del art. 36 in fine de la ley 9459,
cuestión harto discutible, según hemos dicho en el N° 77.
698
Conf. Cám. 4ª Civ. y Com., 07/08/2009, Semanario Jurídico N° 1726 del 01/
10/2009, p. 482.
699
Esa es la interpretación que hemos propiciado al comentar los arts. 81 y 82,
en los Nos 183 y 187.
OM
315. LA “ORDINARIZACIÓN” DEL COBRO
700
Véase Nº 317.
701
Confr. DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Teoría general del proceso, t. I, Universidad,
Buenos Aires, 1985, p. 25.
702
Ese es el fundamento que la doctrina asigna al art. 557 del Código Nacional
(Confr. PALACIO, Lino E. - ALVARADO VELLOSO, Adolfo, Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación, t. 9, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1995, p. 194, Nº 533.1.1).
OM
la ley 8226, diciendo que “el profesional podrá optar en todos los
casos por la Jurisdicción Civil, en el supuesto de demandar por
el juicio ejecutivo o declarativo”. Ese agregado, al margen de acor-
dar competencia al juzgado civil, aún cuando la regulación proven-
ga de otro fuero, da por sentado que el acreedor de honorarios
regulados sí puede optar por instar el cobro en juicio declara-
tivo, lo que desarma el argumento con el cual, en la ley 8226, a
.C
nuestro juicio cabía imprimir al caso el trámite de ejecución
de sentencia, aunque la demanda se presentase como declara-
tiva.
DD
703
No se nos oculta que no siempre es así, pero de todos modos la posibilidad de
revisar en juicio ordinario lo resuelto en vía de ejecución de sentencia, constituye
una excepción.
704
Conf. Cám. 3ª Civ. y Com. 22/06/2010, in re: “Revellino, Hugo c/ Flores, Ma-
nuel Timoteo”, Foro de Córdoba N° 145, p. 324; Cám. 6ª Civ. y Com., Sent. N° 131
del 07/07/2005, Semanario Jurídico N° 1523, del 01/09/2005.
OM
accionar ‘ejecutivamente’ debe surgir del título mismo (art. 121,
LA)” 705. No creemos que sea así; según veremos más adelan-
te (N° 318) en la ejecución de sentencia el título lo constituye el
proceso todo, en el cual consta la relación jurídica entre el abo-
gado y su cliente; y si se optase por ejecutar los honorarios en
un proceso separado, el título se integra con un certificado que
individualiza al obligado al pago (el comitente en su caso); como
.C
vemos, tanto en uno cuanto en otro caso la condición de deudor
del ejecutado, consta en el título que sirve de base a la ejecu-
ción.
El cobro de los honorarios puede ser reclamado, además, en
DD
705
Cám. 7ª Civ. y Com., A. N° 436 del 13/10/2010, Semanario Jurídico N° 1793
del 10/2/2011, p. 182.
317. COMPETENCIA
OM
cia por conexidad, la acción por cobro de honorarios debería
ser promovida ante el mismo juez que practicó la regulación, ya
que “el nuevo proceso es consecuencia de uno precedente”707. Sin
embargo, desde siempre se ha admitido también su promoción
ante el juez de turno, o ante el juez del demandado, si éste re-
sidiese en otro lugar708, aunque algún fallo ha negado esa posi-
bilidad709.
.C
El último párrafo del artículo en comentario, cuando expre-
samente dispone que el profesional podrá optar por accionar
en el fuero civil, aún cuando se trate de regulaciones practica-
das por jueces con otra competencia material, acuerda sustento
DD
706
TSJ, 13/04/2009, “Fisco de la Provincia c/ Mir, Juan”, A.I. N° 90 del 13/04/2009,
Semanario Jurídico N° 1710, 11/06/2009, p. 795.
FI
707
PODETTI, Ramiro J., Tratado de la competencia, 2ª ed., Ediar, Buenos Aires,
1973, p. 543, Nº 210. Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Temas prácticos de derecho
procesal civil, p. 342, Nº 11, citando jurisprudencia nacional.
708
Confr. ALSINA, Hugo, Derecho procesal, t. II, 2ª ed., p. 677; TSJ, Sala Civil, A.I.
Nº 233 del 19/08/1997, in re: “Del Cerro Jorge A. c/ Las Seis M S.A. - Apremio -
Cuestión de competencia”.
709
Conf. Cám. 1ª Civ. y Com. A. N° 742 del 25/11/2009, Foro de Córdoba N° 145,
p. 323.
OM
ley 7987) de familia (art. 21, inc. 7, ley 7676) o contencioso ad-
ministrativo (art. 54, ley 7182) pero tratándose de regulacio-
nes prácticas en el fuero penal, el art. 530 del respectivo Códi-
go Procesal dispone que “la sentencia que condene a restitución,
indemnización, o reparación de daños, o el pago de costas, cuan-
do no sea inmediatamente ejecutada o no pueda serlo por simple
orden del Tribunal que la dictó, se ejecutará por el interesado
.C
ante el Juez Civil que corresponda con arreglo al C. de P.C.”.
Así, pues, todo lo que el Juez del Crimen puede hacer en or-
den al pago de los honorarios que ha regulado, es ordenar el li-
bramiento de los fondos disponibles a esos fines; si de accionar
DD
710
Véase Nº 312.
OM
base al sólo auto regulatorio, buena jurisprudencia tiene dicho
que la falta de las certificaciones aludidas, en principio no obs-
ta a la procedencia de la acción, mientras el ejecutado no invo-
que la falta de firmeza de la regulación, “ya que lo importante
es determinar si está o no firme”713.
Lo esencial del título es la regulación judicial de los hono-
rarios reclamados; las certificaciones tan sólo relacionan lo que
.C
resulta de la resolución que se ejecuta, por lo que en todo caso
se deberá estar a lo que ésta dispone. El certificado no legiti-
mará la acción promovida, si sindica como deudor de honora-
rios a una persona que no lo es conforme al fallo en ejecución; o
DD
711
Cám. 3ª Civ. y Com., auto Nº 167 del 17/06/88, reseñado por ANDRUET, Arman-
do S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., ps. 19 y ss.,
Nos 24/28.
712
Cám. 5ª Civ. y Com., Sent. Nº 161 del 01/12/97, BJ, t. IV, octubre-diciembre
1997, p. 1253.
713
Cam. Civ. y Com. San Francisco, 22/12/1998, LL Cba., 2000-333.
OM
A nuestro juicio, aunque no creemos que sea procedente el
previo emplazamiento dispuesto en la jurisprudencia antes ci-
tada, la ejecución promovida de inmediato, sin dar posibilidad
al deudor de desobligarse (art. 505, CC) importa un abuso de
derecho (art. 1071, CC) y justifica eximir de costas al deudor en
el proceso ejecutorio —o aún imponerlas al actor— si se con-
.C
signa el monto adeudado inmediatamente de notificada la eje-
cución (art. 131, CPC).
Por aplicación del art. 49, las vías procesales que acuer-
da el artículo en comentario benefician también a los peri-
tos 717, pero respecto de éstos la legitimación pasiva presen-
ta las dudas que hemos planteado al comentar el referido
art. 49718.
LA
714
Si lo hace, en cambio, la ley 21839, en jurisdicción nacional, en sus arts. 49
y 50.
FI
715
Confr. PALACIO, Lino E. - ALVARADO VELLOSO, Adolfo, Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación, t. 9, p. 92.
716
TSJ, Sala C., C. y Cont. Adm., Auto Nº 207, 20/05/86, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 321,
Nº 981.
717
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 271.
718
Véase Nº 114.
OM
reformas arancelarias en la provincia de Córdoba (leyes 4276,
4776, 6052, 7269, 8226) y todas ellas han establecido que el
nuevo régimen era aplicable a las regulaciones de honorarios
a practicar, aún cuando se tratase de tareas profesionales de-
sarrolladas bajo la vigencia del ordenamiento anterior719.
La constitucionalidad de la aplicación retroactiva del aran-
cel no fue nunca discutida, tal vez por falta de estímulo, por-
.C
que cada reforma importaba una mejora en la retribución de
los abogados720. El conflicto doctrinario estalló con el art. 120
de la ley 8226 que, siguiendo esa tradición legislativa, dispuso
DD
719
La ley 6052 fue más allá todavía, al disponer que el nuevo régimen se aplica-
ba a todo juicio “cuyos honorarios no hayan sido satisfechos en el momento en que
esta ley entre en vigencia” (art. 74).
720
Y por las dudas no fuese así, el art. 69 de la ley 4776, al igual que el art. 74 de
OM
ley 24.432 a tareas profesionales desarrolladas antes de su
sanción, que “no resulta violatoria de derechos adquiridos des-
de que, no existiendo acto jurídico que fije en forma definitiva el
monto de los honorarios, no puede sostenerse que produzca ata-
que alguno al derecho de propiedad” 722.
Los autores de la ley 9459, se han sentido obligados a acatar
la directiva impuesta por la Corte en el caso “Bula […]”, pero
.C
han intentado que el nuevo valor del jus, impuesto en el art. 36,
sea de aplicación inmediata, aún respecto de regulaciones por
tareas profesionales anteriores. Esto así porque las distorsiones
DD
721
CS, 01/04/97, in re: “Bula, Carlos c/ Próspero Bonaudi”, Fallos 320:378. Esa
doctrina tuvo expresa ratificación en fallo de la Corte del 10/05/2005, en el
caso” Amigo, Pedro G. c/ Oviedo, Carlos A.”, LL, 2006-A-125.
722
CSJN, 14/02/2006, in re: “DNRP c/Vidal de Docampo,Calara Aurora s/ejecu-
ción fiscal”.
723
La discusión parlamentaria expresa esa intención del legislador, más allá
de toda duda, “porque si no el jus va a tener vigencia de aquí a dos años”, según
palabras del legislador Ortiz Pellegrini.
OM
trate hayan sido ejecutadas antes o después de la reforma; la
expresión “este Código se aplica desde su entrada en vigencia”,
que es mera aplicación del art. 3º del Cód. Civil, no excluye que,
como dice la segunda parte del artículo, “en las causas y actua-
ciones profesionales en trámite y pendientes de regulación y
en las terminadas, donde no se hubiere practicado regulación,
se aplicará la ley vigente al tiempo en que se prestó la tarea
.C
profesional”; todo ello, obviamente, “incluido el valor del jus”,
párrafo que no pasa de ser un agregado sobreabundante.
Sin embargo, según hemos visto ese agregado fue una mo-
dificación al proyecto originario, que los legisladores intro-
DD
724
Legislador Carbonetti, en la discusión parlamentaria.
725
Muchos autores han tratado el tema, con opiniones contradictorias, en diver-
sas publicaciones especializadas, los que han sido reseñados por Federico A.
OSSOLA, en “El valor del jus: un debate que sigue abierto”, Abeledo Perrot Córdo-
ba, Nº 10, octubre 2008, p. 1104 y ss.
726
La Cámara Cuarta Civil y Comercial, se atuvo a la voluntad del legislador,
aplicando el nuevo jus, aun cuando el arancel sea el de la vieja ley (A. Nº 441
OM
Sería ocioso reseñar los argumentos que, en uno y otro sen-
tido, desarrollan los votos mayoritarios y minoritarios del fallo
mencionado, los que no dejan resquicio alguno para argüir algo
valioso, que no sea repetición lo que allí ha sido dicho. Antes
bien valdría asumir que, al margen de opiniones personales728,
la regla es la que el Alto Cuerpo ha decidido, ya que la función
.C
uniformadora que cumple el Tribunal Superior, “define el sen-
tido y alcance de las normas, a tal punto que algunos autores
consideran que en su esencia trasciende a la actividad judicial,
emparentándose con una labor cuasi legislativa (cfr. HITTERS, Juan
DD
ción Hipotecaria”; A. Nº 242 del 12/06/2008, in re: “Banco Central de la Rep. Ar-
gentina (BCRA) c/ Romano, Daniel Gustavo y otro - ejecutivo”, entre otros); el
mismo criterio campeaba en las regulaciones practicadas por la Cámara Se-
gunda; la Cámara Tercera, en cambio, cuando regulaba honorarios según el
arancel de la ley 8226, lo hacía aplicando el valor del jus que esa norma esta-
blece, criterio que hizo suyo la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia, con
disidencia de uno de sus miembros (A. N° 161, del 23/07/2008, in re: “Carnero,
FI
OM
honorarios, cuya obligación no puede verse incrementada en
forma retroactiva, por el nuevo valor del jus.
La mayoría, en el fallo que comentamos, salva esa objeción
constitucional apuntando que el Jus es un parámetro económi-
co variable, de donde resulta que adecuar los honorarios a su
valor, no implicaría aplicación retroactiva del arancel. La re-
forma —dicen los votos mayoritarios— “lejos de traducir un
.C
cambio sustancial del mecanismo para determinar el valor del
Jus, tan sólo tiende a imprimir eficacia práctica a la legítima
aspiración de movilidad con la que dicha unidad arancelaria
fuera instituida en la ley 8226” (punto VII.4 del voto de los jue-
DD
los parámetros que la ley ha fijado para tarifar el jus, sino por
la resforma legislativa que cambió esos parámetros. Y si el liti-
gante no convencido articula recurso extraordinario, con los
mismos argumentos que abrieron la instancia federal en el
caso “Bula”, la impugnación sería formalmente admisible, en
función del art. 14 de la ley 48, con lo cual el mantenimiento de
FI
OM
establece la ley 9459, aún cuando se trate de servicios profesio-
nales prestados íntegramente antes de su sanción.
Pero para que esto sea así, es menester que los integrantes
del Tribunal Superior que han votado en minoría en el fallo en
“Ferreras c/ Municipalidad de Córdoba”, declinen en su sala
esa postura y, sin perjuicio de su opinión personal, se atengan
a la doctrina del Tribunal en pleno, para evitar un desigual tra-
.C
tamiento de la cuestión entre los diversos fueros. Esto así por-
que hay dos salas del Tribunal Superior, la penal y la laboral,
en las que, con su composición actual, la mayoría la conforman
dos integrantes de la minoría en el fallo que comentamos. Si
DD
OM
la cuestión federal involucrada en el tema (que abre la instancia
del art. 14 de la ley 48) y la precariedad de la mayoría lograda
en el fallo que, hasta hoy al menos, no coincide con los votos ma-
yoritarios de los integrantes de dos de las salas del Tribunal. Pese
a ello, suponemos que tarde o temprano todos los pronunciamien-
tos van a seguir la doctrina que aquí se ha establecido, a saber:
para regular honorarios por tareas profesionales anteriores
.C
a la vigencia de la ley 9459, corresponde aplicar la normativa
entonces vigente (ley 8226, u otra anterior en su caso), pero el
valor asignado al jus a los fines de tarifar los honorarios, será
DD
OM
arancelarios, las distintas instancias del juicio están concebi-
das como una unidad (arts. 36, 40, 41, etc.) y el fraccionamiento
en etapas del art. 45 parece haber sido concebido en función de
la conclusión anticipada del proceso (art. 43) o la posible inter-
vención sucesiva de distintos abogados (art. 23) al punto de que
es sólo con motivo de su apartamiento del juicio o la paraliza-
ción de éste que se autoriza al abogado a pedir regulación de
.C
honorarios por la tarea cumplida (art. 11); mal puede hablarse
de un derecho irrevocablemente adquirido, cuando su titular
no tiene acción para ejercerlo ni puede siquiera pedir que sea
DD
730
Confr. Sup. Corte Tucumán, 08/11/74, JA, Serie Contemporánea, t. 26-1975,
p. 504, con muy fundado voto del Dr. López de Zavalía. Es también la forma
en que la Cámara de Apelaciones de San Francisco aplicó reformas arancela-
rias que no imponían retroactividad (respecto de la ley 7522, Sent. Nº 38 del 30/
09/87, reseñado en LL Cba., 1988-949; respecto de la ley 8158, Sent. Nº 99 del
11/11/92). En el mismo sentido, en relación al art. 292 de la ley 24.522, Cám. 3ª
FI
en el ya citado fallo de la Sup. Corte Tucumán, del 08/11/74 (JA, Serie Contem-
poránea, t. 26-1975, p. 504).
OM
forma [...] Es la conclusión de la intervención del abogado en
el proceso (que confiere el derecho a pedir regulación proviso-
ria, art. 17 Código Arancelario) o el agotamiento de la gestión
correspondiente a cada instancia (que se produce con el decreto
de autos) lo que da por concluida la prestación del servicio y acuer-
da un derecho irrevocable a la percepción de honorarios, sobre las
bases y condiciones legal o contractualmente vigentes en ese mo-
.C
mento” 735.
Sin embargo, la Corte anuló ese pronunciamiento por con-
siderarlo violatorio de los derechos adquiridos por el benefi-
DD
734
Confr. LLAMBÍAS, Jorge J., Tratado de derecho civil. Obligaciones, t. III, p. 422,
Nº 2088; BORDA, Guillermo A., Tratado de derecho civil. Obligaciones, t. II, 3ª ed.,
p. 69, Nº 1108.
735
Sala Civ. y Com., 21/2/2001, LL Cba., 2001, p. 883.
736
CS, 10/05/2005, LL, 2006-A-125.
OM
pas procesales, arroje resultados atípicos.
Por ejemplo: en el juicio de desalojo promovido antes de la
finalización del contrato de locación, la aplicación en la sen-
tencia de la base regulatoria prevista en el art. 64, inc. 2, de
la ley 8226, y para las actuaciones posteriores la base del art. 66
de la ley 9459, puede hacer que la regulación de segunda ins-
tancia o de ejecución de sentencia, arroje un resultado mayor
.C
que el que corresponda a todo el trámite del juicio en prime-
ra instancia. Ese es el desenlace ineludible, aún cuando no se
ajuste a un sistema que ha fijado los honorarios recursivos y de
ejecución, en un porcentaje de los de primera instancia. Esto
DD
737
Conf. Cám. 9ª Civ. y Com. A. N° 50 del 04/11/2010, in re “Pesqueira, Justo
Andrés c/ Moretta, Mónica - Ejecutivo”, voto de la Dra. Martínez de Petrazzini
OM
le reconozca un porcentaje mayor. Lo contrario, esto es regu-
lar al segundo abogado según la nueva ley y, con ello, llevar el
total de los honorarios al 116% de la escala, sería lesivo del de-
recho de propiedad de los herederos, desde que ni el viejo ni el
nuevo ordenamiento han gravado en esa medida el costo del
juicio sucesorio.
Derogación
.C
Art. 126. Derógase la Ley Nº 8226 y sus modificatorias.
Sustitución
DD
Vigencia
De forma
OM
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.C
DD
LA
FI
Presentación ............................................................................................ 9
TÍTULO I
OM
RETRIBUCIÓN DE LA ACTIVIDAD PROFESIONAL
Capítulo I
Disposiciones generales
Capítulo II
Contrato de honorarios y pacto de cuota litis
LA
Capítulo III
Obligados al pago - generalidades
OM
33. Participación como terceros interesados ......................................... 50
34. La cesión de derechos litigiosos ....................................................... 53
35. Subrogación legal ............................................................................ 53
36. Aplicación de la norma .................................................................... 53
Capítulo IV
Modalidades del patrocinio o representación
.C
37. Continuidad y cese del servicio profesional ..................................... 54
38. Los honorarios compartidos ............................................................ 55
39. Distribución de los honorarios ......................................................... 56
40. La prohibición de pactar ................................................................. 57
DD
Capítulo V
Regulación judicial de honorarios
OM
68. Los valores de referencia ................................................................. 87
69. El juicio carente de significación económica ................................... 89
70. Nulidad, revocación o resolución de actos jurídicos ........................ 89
71. Remisión .......................................................................................... 91
72. Intereses devengados por los honorarios regulados ......................... 92
73. La Unidad Económica y el Jus ....................................................... 94
74. La escala arancelaria ...................................................................... 96
.C
75. El minimo minimorum .................................................................. 96
76. La ley 24.432 ................................................................................... 98
77. Las pequeñas causas y la Constitución ......................................... 101
78. Los honorarios en las ejecuciones fiscales ..................................... 103
79. Los acuerdos de pago ..................................................................... 104
DD
OM
112. El arancel .................................................................................... 139
113. Anticipo de gastos ........................................................................ 141
114. Deudor de los honorarios de perito .............................................. 142
115. Asimilación con los honorarios de abogados ................................ 144
116. El art. 30 del Código Procesal del Trabajo .................................. 145
117. Alcances de la derogación ............................................................ 146
.C
TÍTULO II
MODALIDADES REGULATORIAS CONFORME LOS
DIVERSOS TIPOS DE PROCESOS
Capítulo I
DD
Sección 1
Base regulatoria por actos de beneficio común
Sección 2
Juicio Universal de Sucesión y Anexos
Sección 3
Juicio de división de cosas comunes
OM
136. División de condominio ................................................................ 164
137. La ejecución de sentencia ............................................................ 165
138. Operaciones particionales ............................................................ 166
139. Honorarios de beneficio particular .............................................. 166
Sección 4
Procesos concursales
.C
140. Remisión a la ley de fondo ........................................................... 167
141. Aplicación de la ley 24.522 a los juicios en trámite ..................... 169
142. Pedido de quiebra rechazado ....................................................... 170
143. El concurso preventivo denegado ................................................. 171
DD
Capítulo II
Procesos relativos a derechos reales y personales sobre bienes
Sección 1
Acciones reales y posesorias
FI
Sección 2
Acciones relativas a la contratación sobre bienes
Sección 3
Transferencias de dominio
OM
159. Base regulatoria .......................................................................... 187
160. El valor real y actual ................................................................... 188
161. La “actualidad” del valor ............................................................. 190
Capítulo III
Procesos relativos a cuestiones de familia,
minoridad, incapacidad y derechos de la personalidad
.C
162. La pondera de la posición socio-económica del grupo familiar .... 191
Sección 1
Divorcio
DD
Sección 2
Procesos relativos a otras relaciones personales
Capítulo IV
Actos de jurisdicción voluntaria
Procesos generales - Sumarias
OM
Capítulo V
Procesos especiales y auxiliares
Sección 1
Procesos Especiales
Sección 2
LA
OM
Capítulo VI
Especialidades en función del fuero
Sección 1
Fuero Penal
.C
217. Vicios del Código .......................................................................... 239
218. Ámbito de aplicación ................................................................... 240
219. La defensa del imputado .............................................................. 240
220. Anacronismo del texto ................................................................. 242
221. Proceso concluido con la investigación penal preparatoria .......... 242
DD
Sección 2
Procesos constitucionales
Sección 3
Fuero contencioso
Sección 4
Procesos expropiatorios
Sección 5
Fuero laboral
OM
238. Una norma superflua .................................................................. 255
Sección 6
Administradores judiciales
Sección 8
Actividades extrajudiciales
Título III
Régimen procesal de la regulación
Capítulo I
Disposiciones generales
OM
264. Cuándo es necesario el incidente regulatorio .............................. 278
265. La acción contra el fiador del condenado en costas ..................... 279
266. Oportunidad para oponer la prescripción .................................... 279
267. Las excepciones de pago o falta de acción .................................... 280
268. Juez competente en el proceso regulatorio .................................. 281
269. Regulación en la segunda instancia ............................................ 282
270. Los alcances de la norma ............................................................ 284
.C
271. Alcances de la eximición del pago de tasas y aportes .................. 285
272. Los costos periciales .................................................................... 286
273. Las costas en el proceso regulatorio ............................................ 287
274. Alcances de la eximición de costas .............................................. 288
275. Imposición de costas como sanción .............................................. 290
DD
Capítulo II
El trámite del proceso o incidente regulatorio
OM
304. La apelación en el proceso concursal ........................................... 323
305. Modo de concesión del recurso ..................................................... 325
306. Expresión y contestación de agravios .......................................... 326
307. Adhesión y cuestionamiento de la concesión ............................... 328
308. La apelación de honorarios de otros profesionales ....................... 328
309. El eventual llamamiento de autos ............................................... 329
310. La prueba en segunda instancia ................................................. 330
.C
311. El rechazo por razones formales .................................................. 330
Título IV
Disposiciones generales y complementarias
DD