210101066-AA2-EV02 Informe Escrito

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TECNOLOGO EN GESTION INTEGRAL DEL TRANSPORTE

ACTIVIDAD: INFORME ESCRITO

INTRUCTOR: LUIS CASTAÑEDA

7/5/24
FICHA:2758130

CENTRO DE TELEINFORMÁTICA Y PRODUCCCIÓN


INDUSTRIAL REGIONAL CAUCA

JUAN CARLOS CAICEDO OJEDA


CC 1032396184
ENTREGA Y RECIBO DE MERCANCIAS

La recepción de mercancías es una de las operativas más importantes del almacén,


ya que es la que inicia el flujo de materiales. Mal gestionada, es el punto de partida
de muchos errores que luego afloran en el inventario y que limitan la productividad
de la instalación.

Organizar con tino la recepción de mercancías es clave para conseguir un almacén


eficiente y contener los costos operacionales. Para ello, es interesante conocer las
tareas que engloba este proceso, su alcance y qué estrategias llevar a cabo para
mejorarlas.

Tareas asociadas a la recepción de mercancías

La recepción de mercancías va más allá de tan solo dar entrada a los


pedidos procedentes de los proveedores. Se trata de un proceso que engloba
múltiples tareas relacionadas que podemos agrupar en cuatro grandes bloques:

1. Planificación e información

Planificar las llegadas de mercancía es fundamental para que no se produzcan


cuellos de botella en los muelles de la bodega. El proceso de recepción de
mercancías se ve determinado, en parte, por una correcta coordinación de la
cadena de suministro y, principalmente, por la gestión de los aprovisionamientos o
compras. Por ejemplo, este es el pilar sobre el que se asientan las operaciones
de cross-Docking.

Además, para agilizar la recepción de mercancías es imprescindible que haya


una buena gestión de la información y que todos los actores implicados estén al
corriente de los pedidos que se esperan y sus horas de llegada.

2. Descarga y gestión de los muelles de carga

Este bloque de operaciones hace referencia a la descarga de las mercancías desde


los camiones y su desplazamiento hasta la zona de recepción o de consolidación, o
bien directamente hacia su lugar en las estanterías.
Es conveniente que los trabajadores destinados a recepciones cuenten con
procedimientos para cada situación que se pueda dar. De esta forma, sabrán cómo
operar y los equipos de manutención que usar.

3. Control de calidad de la mercancía

Al recibir los pedidos, se realiza una primera verificación de los albaranes para ver
si coinciden con lo acordado con el proveedor en cantidad, modelo y
características. También se comprueba que el embalaje está en perfecto estado.

Dependiendo del tipo de carga que se reciba, tras la anterior comprobación inicial
será necesario llevar a cabo, en algunos casos, un control de calidad más en
profundidad. Por ejemplo, esto ocurre así cuando:

 Se reciben materias primas en la bodega: muchas empresas tienen su propio


control de calidad para evaluarlas.

 Los productos son alimentos o con ciertos medicamentos que necesitan de


condiciones especiales en cuanto a temperatura y humedad para su correcta
conservación. Esta etapa es esencial para comprobar que no se haya roto la
cadena de frío.

 Son mercancías peligrosas: existen normativas específicas que regulan su


embalaje y los procedimientos de carga y descarga al tratarse de productos
cuya manipulación entraña riesgos extra.
El tiempo necesario para realizar estos controles se conoce como cuarentena y el
almacén necesitará una zona reservada para estos trámites.

En bodegas automáticas, el puesto de inspección de estibas se encarga de realizar


el control de calidad tras la recepción de mercancías
Si la mercancía llega en estibas estandarizadas, es posible automatizar el control de
calidad gracias a los puestos de inspección de estibas integrados en los
transportadores, como vemos en la imagen.

4. Etiquetado, consolidación y emplazamiento de la mercancía

Durante todo el proceso de recepción de mercancías, es de vital


importancia registrar toda la información y dejar constancia de la llegada de nuevo
material para controlar su trazabilidad. Por ejemplo, las tradicionalmente
conocidas como «hojas de recepción» aglutinan datos como número o código de
pedido, albarán, resultado del control de calidad, descripción e identificación de la
mercancía y cantidades.

En almacenes que cuentan con un sistema de gestión, estos datos están


informatizados según los parámetros logísticos que se utilicen en la empresa
(suelen estar en consonancia con la base de datos del ERP).

En general, pueden darse estas situaciones en la recepción de mercancías:


 Se reciben los productos sin paletizar y estos deben pasar a una fase de
consolidación y registro para luego ser ubicados en la bodega.

 La mercancía está organizada en estibas y entonces se efectúa una rápida


validación de cantidades y características para directamente luego
transportarla a las estanterías.

 Llegan devoluciones: aquí entra en juego la gestión de la logística inversa de


la empresa. Normalmente tiene sus propias reglas en cuanto a la revisión de
los productos devueltos y puede requerir que el stock se bloquee para
realizar estas verificaciones.
Aunque no es lo más deseable, en ocasiones se producen las
denominadas recepciones ciegas, es decir, llega un pedido sin tener constancia
previa de él o a una hora diferente de la acordada. En este caso, es interesante
contar con un plan de actuación para gestionarlo con eficacia. Un sistema de
gestión de almacén es de gran ayuda en situaciones como esta, ya que es capaz de
dirigir la actividad sin interferir en el resto de operaciones del almacén y sin
descuadrar el control de stock.
Además, como parte de esta fase es necesario etiquetar la mercancía con el
sistema de identificación que maneje la empresa y definir una ubicación para ella
en el almacén.

Los ingredientes de una buena recepción de mercancías en el almacén

Ajustar la planificación de entradas a las posibilidades del layout de la bodega.


La relación entre el layout del almacén y la planificación de operaciones como la
recepción de mercancías es bidireccional. Es decir, en la fase embrionaria de un
proyecto de diseño de almacén hay que tener muy en cuenta cómo disponer los
muelles de carga, qué características deben tener en función de los camiones y el
tipo de mercancía que transporten, y qué cantidad de accesos se necesitan
(previendo posibles ampliaciones futuras).
Del mismo modo, la gestión de las entradas (y salidas) de mercancía debe
planificarse partiendo de la infraestructura disponible.

Evaluar la posibilidad de automatización de tareas en la recepción de mercancías

En ocasiones, la saturación de los puntos de acceso al almacén puede tener origen


no en una planificación deficiente, sino en cambios estructurales que están
moldeando la forma de trabajar de la propia empresa. Por ejemplo, que esté
experimentando un crecimiento en las ventas que, poco a poco, va incrementando
el nivel de actividad global en el almacén.

Antes de llegar a un punto crítico, es conveniente analizar procesos, detectar


puntos de mejora y encontrar soluciones que los agilicen. En este sentido,
la automatización de alguna de las tareas que comprende la recepción de
mercancías tiene muy buenos resultados cuando el almacén está anexo al centro
de producción, ya que los movimientos de entrada de producto son repetitivos y
fácilmente predecibles.

Establecer protocolos que regulen todo el proceso de recepción de mercancías


Cuánto más estandarizada esté la operación, menores incidencias se producirán.
De hecho, contar con un sistema de gestión de almacén supone un gran avance
para la protocolización de tareas. Con un SGA, los apuntes en papel desaparecen y
todo queda integrado en el mismo lugar facilitando el acceso y control de la
información.

El sistema permite realizar funciones de recepción de mercancías como añadir


la previsión de stock entrante, registrarlo, etiquetarlo y gestionar su
ubicación optimizando el espacio disponible. Además, el SGA ayuda en la
organización de tareas más complejas como la gestión de recepciones ciegas,
devoluciones y cross-Docking.

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