Boled 113
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Tres cartas inéditas de Xavier Villaurrutia
en Proa, Martín Fierro y 1927. Revista de Avance
zAntonio Cajero z3
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EL COLEGIO DE MÉXICO, A C , Camino al AJUSCOzo,Pedregal de Santa Toresa, 10740 México, D. F teléfono 5449 3000. ext 3077, fax 5645 0464
PresidenteANDRÉ.\ LIRA GoNZAUZ zSecretariogeneral DAVID PANTOJA MORA1' z Coordinadorgeneral academicoJEAN-FRA1'(,l)IS PRUD'HOMME z
Secretano aauiem1co ALBERTO PALMA z Se.cretanoadm1mstratwo Ht:MIIEKTO D~RDÓN z Directorde PublicacionesFRANCISCO GóMEZ RUJZ z
Coordmadordt· ProduccionJosE MAR1A EsPINASA zCoordmadorade Promocwny ventas llhRJA CRUZ MORA ARJONA
BOLETIN EDITORIAL, NUM 113, f.'IERO-FEBRERO DE 2005
Diseño IRMA EUGL'-IA AL\'A VALENCIA zDtagramacwn y fomzacum EZEQUIEL DE LA ROSA MOSCO zCorrecctón GRACIA FRANCts s.-..-.c11EZ Z
Impresió11 Reproducc1ones v Matenales, S. A de C \
ISSN 0186-3924
Cemficados de licitud , num 11152 y de contemdo, num 7781, i-,xped1dospor la Comisión Calificadora de Publiaiaones y Re,1stas Ilustrada., el 15 de
mayo de 2000; num de reserva 04-1999-11251349190(H02
CátedraDaniel Cosía Villegas
Trescartasinéditasde Xavier
Villaurrutiaen Proa, Martín Fierro
y 1927. Revista de Avance
illaurrutia fue indudab lemente un lector colectiva de Proa,el 25 junio de 1925, decidió reproducir
volvió a la carga con el articu lo "Proa y el fascismo" revista. sin embargo, se Ice "C. \illaurrutia ''. Segun una nota que
precede las cartas de \'alerio [sic] l.arbaud, Alberto Hidalgo y
(.Vosotros,jun ./ 1925, núm. 193). Ante el incidente, los
\'illaurrutia, por manifestar su solidaridad. los autores de las cartas
directores de Proarespondieron, en el núm. 9, de abri l de "se sitúan . por ellas, en nuestro cuerpo de redactores " (p. 59) ~o
1925, con una "Breve rectificación" y una carta a los lec- hubo mas coiaboradones de \ 'iilaurruiia en Proa sino esta.
3 Ignoro a qué revista se refiere \íllaurrutia , pero parece que ya
tores de la revista donde se descargaban de las acusa -
tiene en planes la creación de Uli,csdesde e,os anos . porque habla en
ciones; ante la necedad de \ 'illoldo, mostrada por su futuro, ademas. en las otras dos cartas. curiosamente, tambicn habla
segundo ataque desde la revista Xosotros, la dirección de esta revista. Buen promotor. sin duda .
e11crojcbrcro.
2005 E l CO ! EC,1O ll E M t.XICO 3
]
1
Rcl'istade ,\\'clncc,1 ( 1927), pp. 254 255 y 269. ese mismo ano por l:diciones de Uliscs.
Traductores:
Vania Galindo Juárez Yekaterina García Markina
Raúl Fernández Acosta Maite Narváez Abad
Demetrio Ibarra Hemández Mónica Portnoy Binder
8
La lenguacortada/estarescindidode su lengua.'
Pennítanme concluir con una nota personal. Al hablar con J. B. Pontalis de la autobiografía de Ca-
netti , la llamé La lenguarobada.Semiconsciente de mi lapsus, estuve buscando en mi mente y me
detuve en La lenguaperdida.Fue necesario tener el libro en las manos para recuperar La lenguaab-
suelta.2
Mi recuerdo más remoto está bañado de rojo. Salgo por una puerta en brazos de una muchacha, an-
te mí el suelo es rojo y a la izquierda desciende una escalera igualmente roja. Frente a nosotros, a la
misma altura , se abre una puerta y aparece un hombre sonriente que viene amigablemente hacia mí.
Se me aproxima mucho, se detiene , y me dice: "¡Enseña la lengua!". Yo saco la lengua, él palpa en su
bolsillo, extrae una navaja , la abre y acercando la cuchilla junto a mi lengua dice: •Ahora le cortare-
mos la lengua · . No me atrevo a retirar la lengua, él se acerca cada vez más hasta rozarla con la hoja.
En el último momento retira la navaja y dice: "Hoy todavía no, mañana · . Cierra la navaja y la guar-
da en su bolsillo.3
Amenaza de castración, amenaza diferida, constantemente reactivada, amenaza que conduce al silen-
cio. NLaamenaza del cuchillo surtió efecto, el niño guardó silencio durante l O años." 4 Amenaza que en
su momento tuvo el mismo efecto {el mutismo) que si el desconocido la hubiera cumplido. Ya no tener
lengua. Callarse. Una lengua cortada. El que profiere la amenaza es el novio de la sirvienta de la familia
que los padres de Elías se llevaron de Bulgaria a Karlsruhe cuando él era muy chico. De hecho, la fami-
lia de Elías Canetti es originaria de Rustschuk, pequeña ciudad de los Balcanes a orillas del Danubio en
Bulgaria, donde nació Elías en 1905.
La región es un verdadero crisol cultural y lingüístico. Si bien los búlgaros son mayoría, también
hay turcos, griegos, albaneses, armenios, gitanos, rumanos que sólo tienen que cruzar el Danubio y un
1 En el caso de Canetti , no se trata del yiddish. sino del ladino . No obstante , este último tiene el estatu s de jerga . de una se-
milengua , de una lengua paria ilegítima . El problema reside entonces, aquí también , en ubicarse respecto de una lengua que
hay que mantener a distancia .
2 Schneider , M., "Élias Canelli : la délusion des langues· en Le Temps de la réflwon , tomo II, I 98 I, p . 385.
3 Canelli, Elías. La lengua absuelta. Autorretratode infancia, Muchnik Editores, Barcelona , 1985, p. 11. Traducción de Lola Díaz
4 lbid., p.12.
9
buen número de judíos sefardíes. La sirvienta
mencionada en el párrafo anterior, nos dice Canet-
ti, sólo habla búlgaro aunque se defiende en ale-
mán. Probablemente el desconocido habla alemán,
ella búlgaro, y juntos #se las arreglan" . ¿En qué len-
gua se amenaza al pequeño Elías? A todas luces en
alemán, lengua que a raíz del papel que su madre le
otorga, será más tarde una lengua adulada, lengua
que se deberá "absolver" de la barbarie nazi, con-
vertir en algo más que en una lengua prestada, su
propia lengua, la lengua íntima ...
Amenaza de escisión. En Auto de Fe, el peculiar
personaje del judío Fischerle (cuyo nombre lleva el
diminutivo afectivo característico del yiddish) es un
horrible jorobado que sueña con ser campeón
mundial de ajedrez e irse a América. Sueña tam-
bién con deshacerse de su joroba, y se ve en la piel
de un tal Dr. Fisher, millonario que lleva una vida de
rey. Tras una sombría historia rocambolesca que
reúne a Fischerle con Kien (el triste héroe de la no-
vela que sólo vive para su biblioteca), Fischerle, completamente inmerso en su sueño americano, es ase-
sinado por un ciego. El ciego le corta la joroba, haciendo realidad su sueño pero, por supuesto, lo mata .
La joroba y lo judaico van de la mano. Relación con el origen , con el cuerpo. Cortar el vínculo con el ori-
gen, matar. Luego, en La consciencia de las palabras, Canetti evoca el tiempo en el que durante la guerra,
refugiado en Inglaterra, #escindido" pues de su lengua, llenaba páginas enteras de palabras en alemán
que no tenían nada que ver con lo que estaba haciendo, así nada más, para no perder la lengua:
Muy a menudo eran sustantivos, pero no exclusivamente: también había verbos y adjetivos (... ] Pe-
ro a la vez ocurre otra cosa relacionada con nuestro idioma anterior: debemos cuidar que no se ma-
nifieste a destiempo( ... ] va siendo relegado a un segundo plano: alzamos un cerco en tomo a él, lo
acallamos , lo atamos a una traílla. 5
Para no perder esta lengua encarcelada, Canetti hace listas de palabras en alemán. No se trata de co-
modines , ni de juegos de palabras que le apuestan a la destrucción léxica:
Tal vez debiera mencionar también que mutilar palabras o desfigurarlas de algún modo es algo que
va contra mis principios: su forma para mí es inviolable , yo las dejo intactas. 6
5 Canetti , Elías, La candenciade las palabras, FCE, México , 1981, pp . 219 -220 Traducción de Juan José del Solar.
6 Ibid., p. 219 .
7 Canetti , Elías, El Corazón secreto del reloj, Muchnik Editores , Barcelona , 1987, p. 177.
10
¿Cómo es posible que nos llevemos a la boca cosas trituradas, que sigamos un buen rato triturándo-
las y que luego, de la misma boca salgan palabras? ¿Acaso no sería preferible tener otra apertura pa-
ra la comida, y dejar ésta exclusivamente para las palabras? 8
Otra variante de este mismo pasaje, una página de Témoinaurimlaire. Mientras que en La provinciadel
hombre habla en nombre propio, en este caso lo presenta como un rasgo del "sílabo-cátaro":
El sílabo-cátaro tiene una boca donde las palabras no se infectan. Se dice que nunca la utiliza para
comer, con el fin de no poner en peligro a sus protegidos. Se alimenta de fluidos aromáticos que les
hacen bien. Su vida es virginal como la de una vestal Sin embargo, esta vida de santidad no le pesa:
la lleva por amor a la lengua ... 9
En el transcurso de los siglos, el español que hablaban desde su expulsión, había evolucionado muy
poco. Habían incorporado algunas palabras turcas, pero se las reconocía como turcas, y casi siempre
tenían vocablos equivalentes en castellano. Las primeras canciones infantik~ que oí eran españolas,
se trataba de viejos ·romances· españoles (... )10
8 La provinciadel hombre. Carnetde notas. /942-19 72. Traducci6n del alemán de Eustaquio Barjau .
9
Canclti, Elías. Témoina11rimlaire,op. cit.. p . 66. (Le sy/labo-catharea 1111e
b,,11d1e
011les mots ne s'infectentpas. 011dit q11'e/lene
/'111ilise
jamais po11rmanger.afin de ne pas meare ses prou_qésen danger.Elle se no11rritde jl11idesaromatiq11es
qui /eurfont du bien Sa l'ie
est vírgina/ecommece/led'une wstale Po11rtantcettel'iede sainteténe /ui coiiteguere:elle la 111h1e
po11r/'amo11rde la langu,·.. traducci6n
libre .]
10 Canetti. Elias, La lmgua absuelta,pp. 13-14.
11
Sus primeros amores, amores de niño, están ligados a una fonía española, Manzanitascoloradasque
vienende Stambo/,11 frase que le ha hecho todo tipo de jugarretas. De niño, Canetti no podía resis-
tirse a los cachetes colorados de las niñas.
Aun cuando los judíos sefardíes se sienten superiores a los de Europa central, los tudescos, hablan
una lengua ilegítima que les impide ingresar a la cultura universal. En el recuerdo, el ladino es an-
te todo la lengua del abuelo paterno que sólo lee periódicos en ladino con el alfabeto hebraico im-
penetrable por siempre para Canetti; el abuelo que chapurrea todas las lenguas de los Balcanes sin
dominar ninguna. Tan es así, que para la madre de Canetti, esta lengua sólo sirve para tejer la glo-
riosa novela de los orígenes españole s, pero la lengua está censurada. En el tomo III de su autobio-
grafía, Canetti cuenta que Sonne , personaje enigmático, especialista en hebreo, es quien influye en
su profundo interés por la literatura española y su herencia judea-española:
Antes había temido ocuparme en detalle de la Edad Media española. No había olvidado ni los
adagio s ni las canciones de mi infancia , pero estas cosas no habían servido para nada más; ha-
bían quedado detenidas dentro de mí, petrificadas en la altanería de la familia, que se arrogaba
un derecho a todo lo español en la medida en que servía a su orgullo de casta ( ... ] Tampoco es
ser inju sto con mi madre notar que estaba empapada de casi todas las literaturas europeas pero
apenas si sabía algo de la española. En el Burgtheater
había visto representar obras de Calderón, pero jamás
se le hubiera ocurrido leer el texto en su idioma origi-
nal. El español no era para ella una lengua de lectura
( . .. )12
Yo creía que debía tratarse de cosas maravillosas que solo podían expresarse en esa lengua. Después
de suplicar inútilmente largo rato, me iba a una habitación que apenas se utilizaba y repetía para mí
13
las frases que les había oído a ellos, con la misma entonación, como si fueran conjuros mágicos. Las
ensayaba frecuentemente y en cuanto me encontraba solo las decía de corrido, incluso palabras suel-
tas, y lo hacía con tanta velocidad que seguramente nadie me hubiera podido entender [ ...]17
La segunda iniciación se da en Inglaterra, un día cuando su padre canta un lied de Schubert acompa-
ñado al piano por su madre. Se trata de "La Tombe dans la Lande", letra que aprende de memoria y le
fascina. Viene entonces la muerte brutal del padre, el desconsuelo de la madre que necesita sustituir la
complicidad que compartía con su marido en alemán. Camino a Viena, en Lausana, decide que Elías
aprenderá alemán y que las primeras lecciones se las dará ella.
Acabábamos de llegar a Lausana y fuimos a una librería, pidió una gramática inglesa-alemana, tomó
el primer libro que le ofrecieron y volvió rápidamente conmigo a casa para empezar sus lecciones [... ]
Me leía una frase en alemán y yo tenía que repetirla. Si no le agradaba mi pronunciación me hacía
repetirla hasta que le resultara aceptable. De todos modos esto no ocurría a menudo, pues se burla-
ba de mi pronunciación, y yo, que por nada del mundo toleraba su burla , ponía mucho empeño y en
seguida pronunciaba correctamente. Sólo entonces me explicaba el significado de la frase en inglés,
pero como no lo volvía a repetir, yo tenía que captarlo de una vez por todas. Entonces pasaba a la
frase siguiente, utilizando el mismo procedimiento; tan pronto como lograba pronunciarla correcta-
mente me la traducía, se me quedaba mirando, arrogante , en espera de que la hubiera comprendido
perfectamente y ya pasaba a la siguiente. No sé cuántas frases me obligó a retener la primera vez, di-
gamos simplemente que algunas, aunque temo que fueran muchas , tal vez demasiadas. Al despedir-
me dijo: ·repítelas para ti. No debes olvidar ninguna. Ni siquiera una. Mañana continuaremos · (... )
Pero entonces sobrevino lo peor, pues a partir de aquí ya no supe nada más; con excepción de la pri-
mera no había retenido ninguna frase más. Las repetía en alemán, ella me observaba impaciente, yo
balbuceaba y terminaba por callarme. "Tu padre sabía alemán , ¡qué diría tu padre si lo supiera! " 18
Paulatinamente, el niño progresa, ablanda a su madre, comparte con ella la "lengua íntima·. En su
autobiografía, Canetti tiene palabras desgarradoras para enlazar el amor de la madre con el amor por la
lengua, para mostrar hasta qué punto el alemán se volvió para él una "tardía lengua materna, inculcada
a base de auténticos sufrimientos": 19
Estando en Lausana, donde siempre oía hablar francés a mi alrededor, idioma que fui aprendiendo
sin grandes complicaciones, nací, bajo la influencia materna, a la lengua alemana; y fue precisamen-
te por el espasmo de este nacimiento que surgió en mí la pasión que me ha unido a ambas, a al len-
gua alemana y a mi madre. Sin estas dos, que en el fondo son una y la misma cosa, el posterior
transcurso de mi vida hubiera sido insensato e in-
comprensible. 20
14
sí hablaba un perfecto alemán). Nunca hubo lengua más materna, marcada por una indistinción inicial
que uniera al hijo con la madre. Lengua de un cordón que jamás se cortará, pese a las relaciones terri-
blemente tormentosas entre Canetti y su madre. Probablemente esto se explica por la terrible prohibi-
ción que su madre impone a todo lo relacionado con el sexo. El alemán sustituye al cuerpo. Se funde
con la lengua, la lengua escrita. El alemán es la lengua en la que muy pronto todo se traduce y retradu-
ce (en última instancia las grandes obras sólo existen traducidas al alemán) y en la que resurge el recuer-
do mismo de los estribillos de la infancia, de las canciones escuchadas en Bulgaria.
El alemán será la lengua de su carrera de escritor, de su deslumbrante descubrimiento de Karl Kraus,
el maestro del lenguaje, ese "purista" de la lengua alemana. En Londres, en 1944, apunta:
La lengua de mi espíritu va a seguir siendo el alemán, y ello porque soy judío. Lo que queda del país
al que han arrasado de todas las maneras posibles quiero, como judío, guardarlo dentro de mí. Su des-
tino es también el mío; pero yo llevo también en mí una parte de la herencia común de la humani-
dad. Quiero devolver a esta lengua lo que le debo. Quiero colaborar a que la gente tenga algo que
agradecerles. 21
Canetti tiene una deuda con el alemán por ser uno de sus hijos, y como judío será el depositario de
la cultura, aquel que conserva la huella, más allá del desastre del fascismo. Arrancar el alemán de su te-
rrible asociación con la barbarie y, para ello, anclarse aún más en una filiación imaginaria de escritores.
Hijo de la lengua alemana, una vez más, en su acepción fuerte. Medirse con la lengua de Johann Peter
Hebel. No es casual que en sus memorias, al mencionar el nombre del escritor, Canetti recuerde una de
sus obras, El cofredel tesoro(SchatzKastlein). Testigo de la "simbiosis imposible" entre lo judaico y lo ger-
mánico, Canetti no acepta la separación. Fue y sigue siendo un hijo de la lengua alemana que revindica
una doble herencia. Cuando en 1969 recibe un premio importante en Alemania, en su discurso pronun-
ciado en la Academia bávara de Bellas Artes, se dice "huésped de la lengua alemana", expresión cerca-
na a la de Kafka. A un huésped se le recibe en una casa que no es la suya. Sin embargo, el resto del texto
demuestra que el alemán es para él tan vital como el aire que respira:
[...] pues el que en Inglaterra siguiera escribiendo en alemán era algo tan natural como respirar o ca-
minar. No hubiera podido hacer otra cosa [... ] de lo que ocurre con el idioma en tales circunstancias
[... ] ¿Se hace más íntimo? Podría incluso llegar a convertirse en un idioma secreto de uso exclusiva-
mente privado [ ... ] Son las palabras mismas las que no nos sueltan, las palabras aisladas, más allá de
todos los grandes contextos espirituales [... ] Todo aspira a llamarse nuevamente como de verdad se
llamaba antes, y propiamente dicho [... ]22
21 Canetti, Elías, La provincia del hombre . Carnet de notas. /94 2- 1972, p. 69.
22 Caneui. Elías, La conciencia de las palabras . pp . 216-220 .
15
De ahora en adelante, el alemán será la lengua de la "esfera de lo privado", lengua de lo inte-
rior, lengua de lo anterior, del encerrarse en sí mismo, del secreto. (Desde entonces, Canetti se ins-
tala otra vez en Zurich, por lo tanto en un entorno de lengua alemana.) Así, el alemán habrá
recorrido un círculo, de lengua de amor a lengua del secreto, de lengua de lo público a lengua de t
lo privado; de la lengua de la simbiosis judea-alemana a la de todos los hijos de la lengua alema-
na, de la lengua del exilio al exilio en la lengua; lengua de amor, lengua de los amores, en otros
1
tiempos lengua secreta entre el padre y la madre, lengua de la filiación imaginaria que lo vincula
con Hebel. Canetti permanecerá atado al alemán, acurrucado en él, aferrado a la lengua. Cuando
habla de Sonne, ese personaje tan decisivo que aparece en el tercer tomo de la autobiografía, Ca-
netti escribe:
De esta manera se cuidó de que, cuando poco después hube de dejar Viena,llevaseconmigo más de mí. t.l me pre-
paró para que llevaseconmigo una lengua y la conservasecon tal energíaque en ninguna circunstanciacorrí el ries-
go de perderla. 23
Entre las lenguas populares, lenguas de la cocina y las grandes lenguas europeas cuyo ejemplo em-
blemático es el alemán, una lengua aparte, lengua sagrada, mágica: el hebreo.
Los primeros recuerdos son los de un deslumbramiento ante la magia del Seder durante Pésaj.El pe-
queño Elías que participa en la ceremonia sostiene un libro y hace como si leyera, esperando con alegría
la trama sonora con la que culmina la ceremonia y que le encanta al niño: "Had Gadia, Had Gadia", #el
cordero, el cordero". Y luego la magia se pierde. Tras la muerte de su padre, el niño se enfrenta con un
Kaddish desconocido y después del regreso a Viena, con el abuelo paterno que vela por sus clases de he-
breo, y lo manda a una escuela talmúdica los domingos en la mañana. Ahí, todo se arruina, la enseñan-
za es "lamentable", el maestro "ridículo". Se aprende a "balbucir" plegarias sin entenderlas. Finalmente,
el único objetivo es aprender el Kaddish: "Me quejé a mi madre de la estupidez de estas clases, y ella fue
de mi opinión. ¡Qué diferentes eran nuestras lecturas!" 24
Aquí aparece una oposición entre el carácter luminoso de las relaciones madre/hijo que se establecen
en alemán y la imposibilidad de hallar desde un inicio el mínimo interés por el hebreo, una vez que ter-
mina la magia de la infancia. Pero el hebreo depara más de una sorpresa. De lengua sagrada vuelve a ser
lengua viva. Cuando en 1924 Canetti se encuentra con su primo Bernhard Arditti en Sofía y le con-
fiesa su deseo de escribir en alemán, éste Je responde molesto: "-¿Para qué? ¡Aprende hebreo! Es
nuestro idioma. ¿O crees que hay un idioma más hermoso?" 25 Finalmente, mucho después, conoce a
Sonne, el enigmático Sonne, procedente de una familia judía de Przemysl, un erudito, un sabio que es-
cribe poemas en hebreo, "esta lengua resucitada", bajo el seudónimo de Abraham ben Yitzrchak, y que
se sabe la Biblia de memoria, la traduce y la comenta con inteligencia:
16
nacerdetallesexactosde aquellascoiasque pormi ori-
gen, me quedaban tan cerca,me hubiera coartado;
en cambio, me había dedicado a estudiar, con
1 un celo que nunca decayó, todas y cada una de
las otras religiones.26
1
El origen, el origen fidicio, fantasmagórico del
hebreo no puede acercarse demasiado, necesita
desviarse, descentrarse, transferirse. Debe pasar
por un otro del cual se apropiará, en este caso el
alemán. El hebreo debe permanecer opaco, igno-
rado, poco conocido, desconocido. Entonces se
vuelve atradivo, fascinante, rico en múltiples es-
tratos culturales, pero con la condición de quedar
oculto en lo más recóndito:
Lenguas orales, populares, de las nodrizas, las sirvientas, las cocineras, que provocan una inmensa
nostalgia, contenidas por las grandes lenguas europeas entrelazadas alrededor del padre (el inglés) y de
la madre (el alemán) y que esbozan el lugar de una lengua sagrada, mágica, destinada a seguir ignora-
da, el hebreo. Así se presenta para Canetti el susurro de las lenguas, que no es en absoluto una cacofo-
nía sino una constelación lingüística en la que construye sus propios referentes.
Sin embargo, esta constelación siempre va acompañada de un desfase, una partida, un traslado. Se for-
ma en una no coincidencia absoluta. Nada llega jamás en el momento oportuno, nada embona, siempre
hay algo Hque no cuadraN.
¿Acaso Canetti aprende francés en Inglaterra? Lo hace con una maestra que "olvidaN enseñarle la pro-
nunciación correcta, de tal suerte que el cuento que debe memorizar y recitar frente a los invitados de-
sata la hilaridad de todos: "Le satisfacía simplemente que retuviera las frases que me decía, repitiéndolas
a la manera inglesaN.28Segundo desfase en relación con el primero: el niño que llega a Inglaterra sin ha-
blar más que el ladino, y que desde entonces vive en un entorno inglés (en la escuela, con las institutri-
ces, con el padre y el maravilloso descubrimiento de los libros), aprende mal el francés con una
pronunciación que no se parece en nada a la del país de origen.
Para Elías y sus hermanos, el inglés es su nueva lengua. En 1913, de regreso en Viena, los hermanos
siguen hablando inglés entre ellos. Además, les dicen HlosinglesitosN. El primero de agosto de 1914,
mientras están en un parque cerca de Viena donde se presenta una orquesta, el concierto se interrumpe
con el anuncio de la declaración de guerra. La multitud, cuadrándose, entona el himno austriaco, luego
el alemán que en aquel entonces no era sino el Godsavethe King, con la letra adaptada al alemán. Al re-
17
[ii EL COLEGIO
11 DE MÉXICO
Dirección de Desarrollo Patrimonial
Enero/febrero, 2005
Arturo Warman
I martes 30 de noviembre de 2004 a las 12:30 horas, en el Auditorio de la Coordinación de
A mi madre, que vigilaba la pureza de nuestro idioma y que sólo admitía una lengua por su riqueza
literaria , le preocupaba que pudiera echar a perder la "pureza" de mi alemán; cuando me atreví a de-
fender aquel dialecto que tanto me gustaba , se puso furiosa y dijo: "¡No te he traído a Suiza para que
te olvides de todo lo que te he hablado sobre el Burgtheater!".30
Tan es así, que Elías, tímido aún, habla poco, no logra integrarse, pues no tiene la "pronunciadón co-
rrecta", la del país, sino la de la nación de al lado. Peor aún tratándose del acento de la dominación
29 /bid. , p. 117.
30 /bid ., p. 175 .
18
cultural. Después de 1937, vendrá el exilio, como ya lo mencioné, y la desdicha de ya no estar en su len-
gua.
Así, Elías Canetti circula de lengua en lengua, entre las lenguas, en todas las lenguas, en alemán,
siempre un poco de lado, con el pronunciación "incorrecta" o en el momento equivocado, en otro lado,
apartado. Desvíos de lengua, desvíos de identidad, en lo ficticio de la reterritorialización precaria.
El episodio que cierra el tercer volumen de su autobiografía es simbólico.
En 1937, su hermano Georges le avisa a Elías que su madre está agonizando en París. Elías parte
de inmediato. Le lleva un ramo de rosas . A su madre le encantaban estas flores y hablaba con frecuen-
cia de los grandes rosales del jardín de la casa de Rustschuk, en Bulgaria, hacia los que corría buscando
refugio para leer a sus anchas. Perfume de rosas, perfume de libros por siempre asociados. Elías le hace
creer que las cortó en Rustschuk, en su tierra natal. "Son las rosas del jardín", le dice. ¡Poco importa que
lo creyera o no! Fingió hacerlo y murió con la idea de que estas últimas rosas eran en verdad las del jar-
dín de Rustschuk. Rosas más rojas, más perfumadas, rosas de la infancia; rosas ficticias a semejanza de la
lengua, de esta lengua también ficticia, la única que coincide verdaderamente con ella misma, sin des-
vío, sin destierro, sin despido, lengua de un país natal que será por siempre imaginario.
31Ibídem .
19
las enumeraba -a veces eran diecisiete, otras diecinueve las lengua s que dominaba- resultaba irresis-
tible para la mayoría a pesar de su cómico acento . Me sentía un poco avergonzado si esto ocurría an-
te mí, pues su habla era tan imperfecta que Herr Tegel, de la escuela primaria , no la hubiera aprobado ,
y ni hablar de mi casa, donde mi madre corregía la menor falta con burla s despiadadas. En mi casa
se hablaba sólo cuatro lenguas, 32 y cuando le preguntaba a mi madre si era posible hablar diecisiete,
me respondía sin mencionar al abuelo: N¡No!¡Así no se pu ede hablar ninguna! ".33
Todo apunta hacia una norma legítima: el profesor , el juicio de la madre , la risa del auditorio ante la
pronunciación extraña del abuelo.
La pureza de la lengua, lejos de los dialectos y de la oralidad popular, se ve reforzada por el encuen -
tro decisivo de Canetti con Karl Kraus en 1924, encuentro con el hombre , el orador , los escritos , las teo -
rías. Kraus es el que mejor sabe utilizar las palabras de los demás para burlarse de su estupidez, imitar su
manera de hablar, su idiolecto, su máscara acústica, término que Canetti forja a partir de las lecciones de
éste. Satírico , detractor del "reportaje universal" en su variante alemana y austriaca, vela por la pureza
de la lengua , su verdad, su autenticidad. Anclado en la universalidad, el objetivo lingüístico de Kraus per-
mite que Elías Canetti retome la empresa de Mauthner, una Sprachkritik. Saber escuchar (el título del se-
gundo volumen de su autobiografía recupera el título de la revista de Kraus -Die Fackel-, La antorcha al
oído), escuchar las diferentes hablas; dar cuenta de lo que se esconde detrás de los múltiples idiolectos so-
ciales, analizar el lenguaje. Esto implica una actitud de exterioridad , mediación , distanciamiento , que es
la posición del analista para quien no existe un dialecto propio , un dialecto en particular. El anali sta o el
escritor es el único que se sitúa fuera del dialecto , de lo corporal de la lengua. Con esto se entiende la
importancia de Kraus en el horizonte intelectual de Canetti , la fascinación que le produjo y al mismo
tiempo, más tarde, la distancia, a veces horrorizada , que Canetti guarda respecto de su antiguo maestro.
Lejos del dialecto, del idiolecto, del cuerpo de la lengua, en los libros, en la lengua escrita. Lengua a
la que, hablando de Kraus, Canetti se refiere en su diario de 1974, como una Nlengua blindada".
¿Cómo se da el desprendimiento de la madre, de la lengua escrita , de la norma , de lo neutro?
Vimos al pequeño Canetti encarar a su madre, descubrir un gusto insospechado por el dialecto de Zu-
32 Se trata del periodo en el que la madre y los hermanos se en contrab an en Viena despué s de 1913. Se trata , pues, princi-
palmente del alemán , del ladino de la infancia , del inglés y probabl emente tambi én del francés que para Georges. uno de los
hermanos de Elías, se convertirá en su lengua. al igual que para Elías lo fue el alemán .
33/bid ., p. 113.
20
rich, aprenderlo a escondidas, decirse orgulloso de saber ladino y afirmar en la clase de geografía que el
español era uprácticamente su lengua materna. Sin embargo, se pueden identificar las etapas de un pro-
ceso que no resulta en una obra de ficción. A excepción de Auto de Fe -Die Blendung-, escrito a finales de
los años veinte, Canetti no escribe más que pocas obras de teatro y una inmensa autobiografía que, más
allá de las memorias, se ramifica en la escritura de su diario, de aforismos o reflexiones, y se escribe inin-
terrumpidamente, se elabora poco a poco como prueba de su propia existencia. La amistad con Sonne,
del que ya hablé, al mismo tiempo lo regresa a la filiación y a lo propio del habla, a su especificidad cor-
poral:
No perdía ocasión de recordarme mi origen, precisamente porque yo le daba tan poca importancia.
A él le interesaba que en la vida nada se perdiese. [ ... ] El valor de un ser humano está en que con-
tiene todo lo que ha experimentado y todo lo que experimentará, las lenguas que ha hablado, los se-
res humanos cuyas voces ha oído. De esto forma parte también su origen, en el caso de que se pueda
saber algo de él. Sonne no se refería con ello, en modo alguno, a algo privado, se refería a la totali-
dad del tiempo y del lugar de que uno procede. De las palabras de un idioma que acaso uno había
conocido de niño forma parte la literatura en que esa lengua se ha condensado. 34
Sonne lo reconcilia con el hebreo (aun cuando lo sigue ignorando) y el ladino. Lo vuelve a sumer-
gir, de manera simbólica, en las lenguas judías, lenguas que si bien Canetti no siempre rechazaba abier-
tamente, al menos desconocía (el hebreo), o consideraba ilegítimas y, de cualquier modo, demasiado
cercanas a algo esencial que él quería mantener a distancia.
El verdadero parteaguas se da con Las voces de Marrakesh, texto tardío de 1967 que le permite
reencontrarse con lo judaico, meditarlo y replantear de manera radicalmente distinta el problema
de su relación con las lenguas.
En sus memorias ya había evocado al abuelo y comparado su gestualidad, su arte de contar, y hasta
su lengua, con los de los cuentistas de Marrakesh que tanto lo impresionaron.
A los cuentistas y a la magia sonora que de ellos emana, al cuerpo de la voz, Canetti opone la aridez
de la lengua escrita:
( ... ) me había hipotecado para con el papel. Yo, soñador pusilánime, vivo al resguardo de mesas y
puertas; y ellos entre la algarabía del mercado, entre cientos de rostros extraños, cambiando diaria-
mente, desprovistos de todo conocimiento frío y superfluo, sobre libros, ambiciones ni prestigio va-
áo. Entre las personas de nuestro ambiente que viven la literatura, raras veces me había sentido a
gusto. Los miro con desdén porque desdeño algo en mí mismo y creo que ese algo es el papel. Aquí
me encontraba de pronto entre poetas que podía mirar a la cara porque no había una sola palabra
suya que leer.35
Canetti alza la vista por primera vez. Deja de estar ciego o deslumbrado. El título en alemán de Auto
de Fe es Die Blendung, el deslumbramiento. El tema del ciego, del deslumbramiento o del incendio reco-
rre la obra, de la ceguera de Samson a los ciegos de Breughel, del ciego que mata a Fisherle al incendio
de la biblioteca de Kien. Estar ciego a algo, no simplemente ciego. Canetti descubre aquí la oposición en-
tre el papel, la lengua escrita, la lengua analítica de Kraus y las voces, el cuerpo, el idiolecto, el temblor,
el tropiezo, el abandono de una posición de dominio en la lengua. Se despide de la lengua blindada, aco-
razada. La busca frágil, vulnerada, ofrecida:
¿Qué hay en el lenguaje? ¿Qué esconde? ¿Qué le sustrae a uno? Traté de aprender, durante las se-
manas que pasé en Marruecos, no tanto árabe como también una de las lenguas beréberes. No que-
ría perder ni un ápice de la fuerza de esas extrañas voces. Quería sentirme tan afectado por esos
21
sonidos heterogéneos como en realidad se merecen, y no flaquear por un conocimiento deficiente y
superficial. 36
La lengua de los cuentistas remite de inmediato al abuelo. La asociación aparece en el primer volu-
men de las memorias:
Hacía mucho que había muerto cuando encontré a sus iguales en los narradores de Marrakesch, y
aunque no entendía ni una palabra de su lengua, por el recuerdo del abuelo me resultaron mucho
más familiares que toda la otra gente que allí encontré.3 7
Así, el abuelo Canetti, que hablaba diecisiete lenguas sin poder hablar ninguna y de quien la
madre se burlaba, el abuelo Canetti que rezaba en hebreo, que iba por ahí contando historias,
cuentos en ladino con entonaciones y gestos histriónicos, ese abuelo que nunca "dejó de ser él
mismo", a costa de sus errores gramaticales, ese narrador nato que combinaba en su hablar las
palabras y los olores de la antigua Turquía, se reencuentra más allá de la muerte con su nieto con-
vertido en un gran escritor y discípulo de K. Kraus, ese nieto que al mismo tiempo redescubre su
identidad judía en las calles de Marrakesh así como la lengua frágil, la voz trémula, sencillamen-
te el cuerpo en la lengua.
Canetti se mueve dentro de una doble filiación. Por un lado, la verdadera filiación, tan difícil de asumir,
en la que se trata de evaluar su verdadero lugar, su verdadero espacio, sus puntos de anclaje, la verda-
dera ascendencia que viene de Adrianópolis, Constantinopla y quizá, a través de los siglos, de España; y,
por el otro, una filiación que Canetti mismo se construyó como escritor y que entrelaza con la primera,
una filiación de escritores. De Goethe a Quevedo, de Hebel a Karl Kraus, de Stendhal a Kafka. Debe ubi-
carse dentro de una cadena literaria, con un antes y con ascendientes:
Después de fabricarse ancestros, lazos (para que las palabras no se rompan, no se quiebren o balbu-
ceen), Canetti puede dar rienda suelta a recuerdos que también construyen su imagen y hasta su propia
estatua, como aquel recuerdo, quizá uno de sus primeros, en el que se ve tomando un hacha con el fin
de intentar matar a su prima porque no lo deja contemplar la belleza de las letras de su libro escolar. Ya
desde entonces, el amor por las letras, por la lengua, y sobre todo por los libros y la escritura ...
Filiación real y filiación imaginaria permiten articular en una relación armoniosa, lenguas judías, len-
guas populares y lenguas "literarias".
Quevedo es el español, pero también es por metonimia el ladino, el jardín de la infancia y la voz del
abuelo. Shakespeare es la feliz época de Manchester, el padre que le confiere al inglés un estatus de len-
gua reina. En 1980 escribe:
22
Todo lo inglés me resulta cada vez más imponante, aunque sólo en el idioma. Con la gente me rela-
ciono poco, pero las palabras me emocionan como las de un idioma perdido. Aún me parece indis-
pensable estar allí, es como un deber imperioso; aunque tal vez bastaría con el idioma. 39
Por último, el alemán, la lengua de las lenguas, une a la madre y al padre (el amor de ambos por Vie-
na y por el Burgtheater) con toda la literatura alemana y austriaca, y muy pronto impone a Elías Canet-
ti la evidencia de la lengua alemana. Sonne lo enlaza con las grandes figuras bíblicas que, a través de
Miguel Ángel, en otro tiempo habían fascinado a nuestro autor. Las restituye en su lengua, aunque só-
lo sea en traducción.
Doble estatus de las lenguas, de lo grandioso a lo ilegítimo, de la lengua escrita a la lengua oral, del
papel a la voz, de lo abstracto universal a la temblorosa particularidad, del dominio al balbuceo. Doble
estatus, vacilación y duda se representan en la obra como la oposición entre la lengua paranoica del pre-
sidente Schreber y la lengua del loco de Auto de Fe. En Masa y Poder, Canetti dedica un capítulo entero a
la paranoia del paciente más famoso de Freud. Se detiene ampliamente en sus #voces" y su lengua , en
el hecho de que todo significa, de que el mundo está lleno de palabras. Un exceso de sentido: #La ten-
dencia más extrema de la paranoia es quizá la de aprehender por completo el mundo por las palabras,
como si el lenguaje fuera un puño y el mundo estuviese encerrado dentro. Es un puño que nunca más
se vuelve a abrir". 4 º Lo que atemoriza a Canetti es la hipercausalidad , la motivación que se extiende a
todo, el sistema, el exceso de conectores. #Puesto que, #pero ¿por qué?", Namenos que", "porque" ligan
las frases entre sí, una verdadera manía de la motivación; hiperdominio , aun cuando sigue siendo ima-
ginario. Y se sabe que este dominio atraía y fascinaba permanentemente al propio Canetti, al igual que
Kien, que sólo vivía para su biblioteca, su saber abstracto, su misantropía. Sin embargo, hay otro perso-
naje en la novela que por lo general pasa desapercibido. El hermano de Kien, un médico que cambia la
ginecología por la psiquiatría y un día se topa con una clase muy particular de loco (el gorila) que se in-
ventó una lengua propia:
Cada sílaba pronunciada correspondía a un ademán preciso. Las palabras que designaban objetos pa-
recían ser siempre distintas. Señaló el cuadro unas cien veces, nombrándolo de unas cien maneras
diferentes: los nombres dependían del gesto con que lo señalaba. Producido y acompañado por todo
el cuerpo, ningún sonido le era indiferente. 41
Aquí la lengua es móvil, corporal, y la motivación es vaga, pragmática, gestual. Las palabras cambian
constantemente de sentido, no son fijas. Aunque hay un orden (el médico es capaz de aprender la len-
gua del loco), para descubrirlo es necesario penetrar el secreto de las emociones del otro.
Rozarse con la otredad, la otra lengua, estar entre las lenguas, vacilar entre el dominio rígido y el bal-
buceo, el tropiezo. El secreto: desaprender , deshacer, dejar hablar dentro de uno al eco de las lenguas per-
didas u olvidadas, dejarse penetrar por una lengua desconocida.
En varias ocasiones, Canetti evoca esa confrontación que siempre deja huellas profundas. En Marra-
kesh queda fascinado por esos cuentistas cuya lengua no entiende.
Algo maravillosamente luminoso y denso permanece aún en mí y obstruye la palabra. ¿Es acaso la
lengua, que no entiendo, y que paulatinamente debo interpretar en mi interior? Había acontecimien-
tos, imágenes, sonidos, cuyo sentido de entrada radicaen uno mismo, que fueron no tanto tomados,
sino reducidos a palabras, y que más allá de las palabras, son aún más profundos y plenos de sentido
que ellas mismas. Sueño en un hombre que olvida las lenguas de la Tierra hasta no comprender
cuanto se dice en ninguna de ellas.42
23
Varios años antes, en 1937, le sucede lo mismo
en Praga durante una manifestación campesina.
Queda fascinado con la palabra 'música' en checo,
Hudka. La repite para sí hasta el cansancio. Y luego
las demás palabras. Los sonidos del checo le encan-
tan y recorre Praga, ciudad fascinante entre todas,
totalmente envuelto por las palabras checas:
Pero aquel joven escritor se daba cuenta también de que a mí me importaba mucho oír solo,oír hablar de se-
res humanos, los más diferentes posibles, en un idioma que no entendía, sin que nadie me tradujera inme-
diatamente lo que deóan. Para él hubo de ser algo nuevo que alguien buscase la repercusión de palabras no
entendidas, una repercusión que tiene un carácter enteramente propio ...44
Tanto en Marrakesh en 1953 como en Praga en 1937, algo que no debe traducirse, opaco, escondido,
toma forma. Mientras que el alemán era la lengua suprema a la que todo se traducía, Shakespeare, la Bi-
blia y hasta el recuerdo de las canciones de cuna búlgaras, es decir, la lengua de la inteligibilidad, el be-
réber o el checo deben quedarse sin traducir, extraños, sólo sonidos, una cadena hablada, cantada sin
segmentación. Una de las lenguas debe permanecer desconocida (el hebreo lo será hasta el final), como
la sombra de la lengua: esa fantasía es tan fuerte que da lugar a todo tipo de ideas para los diarios, aforis-
mos y reflexiones que Canetti publica después de la guerra. Un despliegue de enunciados en tomo a la
lengua, centrados en la necesidad de rozar una lengua con otra, extraer de ahí su sombra, olvidarla. Se
pueden tomar algunos ejemplos al azar de La provinciadel hombre, La concienciade las palabras, El corazón
secretodel reloj. NCómo me gustaría oírme alguna vez como si fuera un extraño, sin conocerme, y sólo des-
pués enterarme de que era yo. "45
24
Vivir en un país donde todos los nombres sean desconocidos. 47
Nunca podré estar en un idioma solo. Si estoy tan profundamente entregado al alemán es porque
siento siempre otro idioma. Es legítimo decir que lo siento, y no que soy consciente de él, por ejem-
plo. Pero me invade una gran alegría cuando tropiezo con algo que lo hace aílorar. 48
No saca nada en claro de su garrulería. Es su propia cháchara y es como un idioma desconocido. 49
Bellezas, sí, pero no en el idioma en que tú escribes en otros idiomas.5°
Sólo cree a aquellos cuya lengua no entiendes. 51
Lo exótico de la palabra alemana Atem (respiración), como si proviniera de otro idioma. Tiene algo de
egipcio y algo de hindú, aunque suena todavía más a lengua primitiva. 52
Esta lengua de la otredad, la sombra. el eco, la resonancia. la reminiscencia de otra lengua que nun-
ca se puede alcanzar, pero que siempre está en el horizonte, Canetti la había evocado metafóricamente
al inicio de su autobiografía. Se trata del pasaje cuando de niño, en Inglaterra. le habla al papel tapiz:
En realidad jugaba poco pues me dedicaba a hablar con el empapelado. Los múltiples y oscuros árculos
del empapelado me pareáan personas. Me inventaba historias en las que ellos intervenían, o yo se las
contaba, o ellos mismos contaban conmigo; nunca me cansaba de hablar con la gente del empapelado y
podíamos conversar horas enteras. Cuando la institutriz se marchaba con mis dos hermanos. me encan-
taba quedarme a solas con el empapelado. Prefería su compañía a la de cualquier otro, en todo caso mu-
cho más que a la de mis dos hermanos pequef1os (... ] Uno de los círculos situado en un lugar
especialmente llamativo me haáa frente con su propia elocuencia y no era pequeña victoria la mía cuan-
do conseguía convencerlo (... ] Pero me acostumbré, gracias a mi tenacidad. a construir mis historias en
silencio, aun estando presentes mis dos hermanos[ . .. ¡ (En presencia de la institutriz) enmudeció lama-
ravillosa sonoridad del empapelado. 53
En estos temas, Canetti tiene predecesores y contemporáneos ilustres, desde Proust hasta Sartre. Bas-
ta con recordar el famoso fragmento de Proust:
(... ] para distraerme aquellas noches que me veía con aspecto más tristón, regalarme una linter-
na mágica; y mientras llegaba la hora de cenar, instalábamos en la lámpara de mi cuarto; y la
linterna, al modo de los primitivos arquitectos
y maestros vidrieros de la época gótica, susti-
tuía la opacidad de las paredes por irisaciones
impalpables [... ]
Al paso sofrenado de su caballo, Golo. do-
minado por un atroz designio, salía del bos-
quecillo triangular que aterciopelaba con su
sombrío verdor la falda de una colina e iba
adelantándose a saltitos hacia el castillo de
Genoveva de Brabante.54
47 lbid .• p. 89.
48 lbid., p. 98.
49 /bid .• p. 142.
50 /bid., p. 162.
51 /bid .• p. 192.
52 lbid .• p. 21 o.
53 E. Cane11i, l.a lengua absuelta, pp. 55-56.
54 Marce! Proust. En busr,1 del tiempo perdido, Alianza Edi-
torial Mexicana, México. v. 1, p. 19.
25
Sin embargo, me parece que esos múltiples y oscuros árculos son de otro tipo. Son abstractos, son
hablados al mismo tiempo que hablan. Son convocados y desaparecen a voluntad. Uno les asigna el sen-
tido que quiere. Representan a la vez las palabras y las cosas. La lengua y los personajes de sus historias.
Son de antes de Babel, están en lo indiviso, el país donde las palabras pertenecen a todas las lenguas
sin pertenecer a ninguna, en el que las palabras no están congeladas. Permanecen intactas, auténticas sin
gastarse jamás. Un país donde las palabras no pueden quebrarse.
Del alemán al hebreo, del ladino al español, del inglés al francés o al dialecto suizo-alemán, las len-
guas se escabullen, muestran su falla, ¿será la nostalgia de la lengua herida de un escritor inmenso que
sólo ha respirado por y para el alemán?
Lengua perdida, no traducida, desconocida, primitiva, ¿acaso Canetti encuentra a sus espaldas un
pensamiento místico, una especie de Cábala, un poder secreto de los nombres? Existe, señala, una eti-
mología personal que pasa por los nombres, por el significante mucho más que por el significado, por la
letanía, la prosodia. Como ya vimos, Canetti durante la guerra elaboró listas de palabras en alemán. En
1976, vuelve a retomar el problema aferrándose a la lengua de su infancia. "Sin la 'Cólquida', Medea no
hubiera significado nada para mí", 55 dice, y menciona una lista por el placer de la sonoridad:
26
ROMANA FALCÓN
Un diálogoentre teorías,
historiasy archivos
[...J procedoa mencionar todo lo que he discernir cuáles son las formas ade-
aprehendido... por medio de las investiga-
cuadas para investigar el pasado.
cionesmás exactasc¡uehe logradohacerco11
respectoa esteco11ocimie11to. Culturas de pobreza y resistencia ... se
inscribe dentro de estas prob lemáticas
Historia de Herodoto, libro v metodo lógicas y conceptuales. En bue-
na medida, constituye una reflexión
n su acepción original del griego, sobre las maneras más atinadas de
e11ero·febrero,
2005 E L (; O t f G I O O E ~t f X I C O 27
en la explicación y la interpretación; en el tratamiento de
los factores causales y, lo más importante, para la cons-
trucción de puentes entre preguntas y conceptos gen-
erales en una orilla frente a la riqueza de información
que nos ofrecían los casos específicos , concretos, y
muchas veces humildes que íbamos encontrando en
archi\ 'OSy hemerotecas.
Esta obra forma parte de este esfuerzo colectivo. De las
variadas nociones que se discutieron se insistió en las de
negociación del poder, resistencia, subalternidad, patcr-
nalismo, modernidad, "otredad ': etnicidad , colonizaci6n
interna y en lo referente a los complejos cambios en el sig-
nificado y administración de la justicia.
'fambién ahondamos en un tema que ha sido
obsesión de historiadores, politólogos y sociólogos, por
lo menos desde Aristóteles: definir aquellos elementos
-así como sus complejas combinaciones-, que favore-
cen el mantenimiento del orden y la paz o, por el con-
trario, dan pie a desorden y trastorno. Procuramos
observar varias de las aristas del vasto universo de la
disrupción social, desde las meras amenazas de violen -
cia hasta acciones de envergadura como tumultos, rebe-
liones, o bien, francas revoluciones. Para adentrarnos
en este complejo panorama resaltamos las categorías de
economía moral, justicia, legitimidad, pactos paternal -
istas y tradicionales del poder, seguridad de subsisten-
cia, autonomía y movilidad .
Debe hacerse hincapié en que el objetivo de este ~emi-
nario no era unidireccional en el sentido de simplemente
cuentemente nos sentimos atrapados en una paradoja. empaparse de las variadas discusiones teóricas y
Los estímulos intelectuales provenientes de numerosos metodológicas pertinentes a la historia social del poder. El
marcos conceptuales provocan tensión e incertidum- propósito era otro: establecer un diálogo, crear puentes
bre: ¿qué y cómo elegir entre los diversos tipos de con- entre concepciones y documentos de primera mano que
ceptos?, ¿cómo encontrar convergencias entre teorías permitieran ir y venir de la teoría al dato y viceversa. Se in-
y cuándo es válido mezclar algunas de ellas?. ¿qué tentó organizar el material original con precisión y rigor,
marcos conceptuales y bajo qué criterios dejar de pero de igual forma, matizar conceptos e ideas y reflexionar
lado? ;\1ás persistente aún es el abismo que suele sep- bajo qué circunstancias es pertinente su uso en nuestros
arar la teoría de los papeles viejos con que \'amos urdi- intentos para conocer y entender lo que ya pasó.
endo el ayer. Un segundo eje marcó los trabajos y discusiones de este
Alentados e intrigados por estos retos y dilemas los inte- taller colectivo: adentrarse en los retos de fuentes, métodos
grantes del seminario que dirigí en 2001 en el doctorado y teorías que surgen al colocar en el centro de la atención
en historia de El Colegio de ;\léxico, nos propusimos a quienes ocupaban los últimos escalones de la estructura
ahondar en estas temáticas. Organizados como taller de social. Para ello, nos propusimos tomar en cuenta, pero no
historiadores, buscamos precisar qué tan convenientes circunscribirnos, al punto de vista con que tradicional -
resultaban los variados conceptos y teorías en las diver - mente se han escudriñado los siglos XIX y xx en América
sas etapas del quehacer histórico: en la delimitación de Latina - particularmente , el de la formación y consoli-
los temas y problemáticas, en la elaboración de hipóte - dación de los estados nacionales-- para asomarnos a uno
sis, en la organización de nuestro material y narración , más oscuro, pero también más vivo: el mundo "plebeyo" y
enero-fdm:ro,2005 E L e O L E G I O D E \I 2 X I C O 29
recursos hidráulicos-como muestran los motines que estu -
dia Gloria Camacho-, así como en los procesos de
individualiz,aciónde la propiedad -temática que constituye
el hilo conductor de los capítulos de Inés Ortiz relatirn al
descontento en el norte de Yucatán, el de Édgar ~lendoz.a
sobre las resistencias de ciertas comunidades oaxaquenas, el
de Daniela l\tarino en torno a los pleitos por la tierra } la
identidad de los pueblos del fatado de México y el de
Blanca Gutiérrez sobre cómo la desamortiz.ación afectó a
ciertas comunidades indígenas de Querétaro.
En el ámbito urbano, de tiempo atrás, y como se mues-
tra a lo largo de la primera parte de este libro, las autori-
dades habían venido realizando numerosas tentativas por
controlar a los "indeseables " que habitaban las barriadas
de los pobres: su manera de actuar, sus formas de ocio
y entretenimiento y hasta su hablar, vestirse y compor-
ples negociaciones con el aparato formal de gobierno. tarse. Por último, en relación con los procesos de forma-
Y, como se verá en este libro, había mucho que ajustar y ción de los estados nacionales merecen mención especial
debatir pues la formación de las naciones latinoameri- los capítulos de Jesús Cosamalón y de Edith Ortiz refer
canas implicó una transformación radical de las entes al resquebrajamiento del gobierno y la autoridad en
antiguas sociedades donde los actores colectivos eran las condiciones extremas que imperaron en la Ciudad de
sus aún nódulos vitales. A éstas se les fue imprimiendo un l\léxico durante la ocupación estadounidense de media-
carácter más moderno e individualista, regido por el ideal dos del siglo :-.:1:-.:.
de hacer del ciudadano la célula de representación políti - Revisemos someramente los principales retos
ca y acción económica. "falesmetas dejaron a importantes metodológicos. A pesar de la dificultad para localizar
sectores populares -principalmente grupos étnicos y archivos originales de la época que se refieran a los gru-
campesinos comuneros - fuera del país ideal que se busca- pos marginados, y mas aun , material escrito por ellos
ba construir. mismos, este libro prueba que es posible recuperar
Una piedra angular de estos procesos de moderni - instantes de esos per_onajes anónimos y humildes cuyas
zación, fue individualizar las propiedades raíz de carácter voces se encuentran de manera indirecta, difusa } velada
corporativo, las llamadas "manos muertas" de la Iglesia y en los registros del pasado.
los pueblos. Se busco transformarlas en propiedades per- Quienes estamos interesados en los grupos populares
fectamente delimitadas y provistas de tttulos legales san- mexicanos nos encontramos frente a un importante
cionados por los nuevos regímenes. Se trataba de una desafio metodológico dificil de resolver. Como muchos de
espada de doble filo. Las ambiciosas leyes de reducción de los documentos con que podemos ir urdiendo el pasa-
tierras baldías y de desamortiz.ación de bienes comunales do tienen un carácter oficial o semioficial , tienden a
buscaban, además , cambiar las formas de representación e mostrar a la sociedad de arriba hacia abajo, del centro
identidad de los actores colectivos. Todo ello afectó -en hacia los márgenes y desde el punto de vista que interesa-
ocasiones en la práctica y, por lo menos , en su seguridad e ba a quienes detentaban mando e influencia. Al intentar
identidad colectiva- a numerosas comunidades, particu- escuchar lo que se decía y se hacía al ras del piso, muchas
larmente las de fuerte contenido étnico y aquellas que veces acabamos leyendo a trasmano, a través de aquellos
tenían, o decían tener, títulos antiguos de propiedad. interesados, en el mejor de los casos, en negociar y adap -
Por otro lado, varios capítulos de esta obra han tomado tar pero también controlar, mediatizar, y en última instan -
como trasfondo los procesos de formación del Estado- cia reprimir desobediencias, retos y, para decirlo con el
nación moderno. Particularmente significativas fueron las lenguaje de la época, las "vías de hecho''.
fricciones que en los pequef1os mosaicos del país provo- En vista de que buena parte de estos papeles antiguos
caron las tendencias centralizadoras implícitas en dicha forman parte de los "escenarios públicos " es imposible
construcción. Esta tensión resalta en la disputa por los r
estimar con claridad en qué forma en qué medida las
30 BO L E"I I N FD IT O RI AI 11o
vie111bre
-d1cie111bre
, 2004
relaciones de poder afectaron su estilo, conceptos, argu -
mentos y hasta modo de escribir. De ahí que muchos
documentos oscurecen los motivos y acciones de los sec-
tores mayoritarios y cubren la realidad con un velo que
nubla la injusticia, la disparidad de ideas y de ideales así
como la falta relativa de legitimidad de muchos gober-
nantes. Todos estos constreñimientos afectan los docu-
mentos firmados por campesinos, "naturales " e indígenas
por mencionar los ejemplos más conspicuos. Es más, sue-
len ser estos mismos sectores marginados quienes, por
razones estratégicas y para evitar confrontaciones innece-
sarias, liman el filo de su discordia en sus escritos, hablar
y actuar públicos.
Los autores de este libro procuraron detectar y corregir
estas desviaciones. La introducción de varios conceptos
-como el de "trascripción oculta" y el de "infra política"
propuestos por James Scott- abren caminos para dejar de
ver el pasado únicamente desde la perspectiva de quienes desmoralización en Calimaya, haciendo desaparecer el
detentaban poder y autoridad, y reconocer más clara- principio de obediencia y de respeto a la le) y a las autori-
mente la amplia zona de negociación del dominio. Otra dades''.
noción que resultó útil para establecer un di,1logo entre t-lás aun, las ideas y acciones "plebeyas" suelen aparecer
archivos y teoría es la "prosa de la contrainsurgencia" en los informes y quejas de gobernadores, jefes políticos,
propuesta por Ranajit Guha que reflexiona sobre la caren- generales y pudientes como ininteligibles, incoherentes y
cia de neutralidad en la inmensa mayoría de los docu- faltas de raciocinio. Pocos documentos más prístinos de
mentos relativos a las insurrecciones, protestas y esta cerrazón y displicencia que uno recuperado por esta
resistencias populares. Este autor propone mecanismos misma autora y que fue escrito por el jefe político después
para enderezar el sesgo del grueso de nuestro material de que unos 200 o 400 vecinos de Calimaya "casi todos
primario sobre estos temas, en su mayoría elaborado por armados" lo rodearon "sorpresivamente" cuando iba
autoridades y otros sectores dominantes empeñados en acompañado del hacendado. ~o obstante que el fun-
políticas de contención y represión. cionario aseguró que los amotinados habían sido capaces
Como señala Guha, una serie de códigos y símbolos de implementar un "plan de campaña" perfectamente
contrastantes ayuda a comprender e interpretar esta trazado y combinado , cuando se refirió a sus demandas no
documentación, tanto en sus aspectos puntuales como pudo más que colocarlas tras un vidrio opaco: los re-
en los más interpretativos. Por mencionar uno de los voltosos sólo alcanzaron a ''anunciarse " "con alaridos
contrapuntos más obvios, lo que para los campesinos espantosos o quizás de apaches". Camacho va más allá
pueden ser acciones de defensa armada cargadas de de estas descripciones intencionadas y precisa los vin ·
legitimidad, suelen aparecer en los documentos como culos que, por lo menos coyunturalmente, permitieron
meros "robos", "bandidaje " y "acciones fuera de la ley". a estos pueblos cerrar filas en defensa de una forma de
También puede considerarse típica la manera despectiva vida ancestral que dependía de un ecosistema lacustre
y descalificadora como autoridades y élites se refieren a que estaba siendo afectado gravemente.
dirigentes y grupos populares insurgentes. Ejemplos de Otras nociones de historia social permitieron a los
ello pueden encontrarse en el análisis de Camacho sobre autores de esta obra resaltar un tipo de eventos que habían
tumultos de los pueblos del Estado de ~1éxico. Cuando sido relativamente soslayados por la investigación
el pueblo de Calimaya se amotinó en 1871, la jefatura académica. La certeza de que las revoluciones y grandes
política de Tenango del \'alle opinó que los promotores rebeliones son acontecimientos realmente extraordinarios
habían logrado "seducir" a buen número de campesinos en el pasado de los pueblos nos obligó a enfocarnos en lo
a pesar de no ser más que "ciertos genios inquietos y dís- que suelen hacer los subordinados durante las largas eras
colos [que] se empei'lan en propagar la discordia y la de relativa "paz" en las que la mayoría ve transcurrir su vida.
noviembre-diciembre,
2004 E l CO lfGI O O E M f XI CO 31
Al revisar la documentación antigua brotó un nuevo los habitantes que en la capital del país presenciaron la
interés por desentrañar los mecanismos humildes y invasión estaduonidense -a veces, retándola, y en otras,
cotidianos que, en vez de pretender cambiar la estruc- provistos de aparente pasividad-, de vaqueros, desemplea-
tura general de dominio, sólo se proponían revertir dos, abigeos y delincuentes en Chihuahua, as1 como de
alguna injusticia concreta o paliar sus consecuencias múltiples campesinos e indígenas del Estado de ~léxico,
más negativas. enfrascados en un amplio espectro de acciones: demandan-
Además de las resistencias cotidianas y simbólicas, estas do formas sustantivas de justicia, resistiendo los avanc1..'Sde
im-estigaciones también se centraron en múltiples la centralil.ación y de la individualización de la propiedad, o
acciones de violencia dosificada: presiones, amenazas bien "atumultándose" en defensa de sus tierra~ y aguas.
de uso de armas, motines, tumultos, intimidaciones, Algunos autores eran ya expertos conocedores del
coacciones y conatos de rebelión, todos ellos actos de material primario de los siglos XIX y .\X mexicanos .
duración corta y generalmente velados tras el anonimato Otros, incursionaban por primera vez. En conjunto,
y,a veces, cometidos durante la oscuridad de la noche. Este revisaron una veintena de repositorios documentales, la
libro explora, entre otros muchos episodios, un pequeño mayoría circunscritos a espacios acotados para la "histo
motín acaecido en 1891 en la villa de Maxcanú en Yucatán; ria pequeña". Entre los archivos de municipios y ciudades
los tumultos de Calimaya por el agua y el de Ayotuxco, se consultaron el Municipal de Chihuahua, el de Ciudad
también en el Estado de l\1éxico, que en 1899 invadió el Juárez así como el Histórico del Distrito Federal ye! Judicial
pueblo vecino con quien tenía problemas limítrofes; los de la Ciudad de l\léxico. ',e trató de ir lo más abajo posi-
conflictos suscitados en 1867 en Oaxaca entre el pueblo de ble. Por ejemplo, de los archivos referentes a la ciudad
lepelmeme y la cabecera del distrito así como las "inva- capital se consultaron numerosos documentos relathos a
siones armadas" de indígenas de La ~tagdalena en la guerra con Estados Unidos y hasta se hizo una selec-
Querétaro contra la hacienda contigua. En el medio ción del fondo Infraccionesque contiene las actas polici-
urbano, despuntan las acciones ubicuas y agresivas de la acas por violación a las normativas vigentes sobre juegos
"plebe': los "v-agos"y los "mal entretenidos". De ahí, los permitidos, pulquerías, expendios de bebidas embria-
temores persistentes y extendidos de autoridades y propie - gantes y burdeles.
tarios frente a posibles motines de "léperos armados" y a Del Estado de México, además de numerosos ramos
que esta gente levantisca rompiese la fragilidad del orden del Archivo General de la entidad, se vio el municipal
prevaleciente. de Huixquilucan. Para el caso oaxaqueflo se revisó el
Un último ejemplo de los andamios metodológicos que Archivo General del Estado de Oaxaca, el Registro Público
nos resultaron útiles para la selección e interpretación del de la Propiedad de Oaxaca, los municipales de
material original proviene de la importancia asignada a los Cuicatlán y de Tepelmeme, así como el Judicial de
territorios escondidos de la resistencia. Fn el análisis de las Teposcolula. De Querétaro se ,·io el archivo histórico del
ciudades, se examinan espacios sociales que se encontra- estado -donde se trabajaron hasta actas de sesiones
ban relativamente enmascarados y ajenos al escenario secretas- y la Casa del Archivo de la Suprema Corte de
público, como cantinas, vecindades y barriadas, con el fin Justicia.Además del Archivo General del Estado de Yucatán,
de dilucidar aquellos casos en que florecieron rasgos de se rt.'\'isaron varios fondos de espe1..-tronacional, como la
culturas alternativas o disidentes. Colección PorfirioDiaz,el Fondo Resen•ado de la Biblioteca
En suma, a pesar de las dificultades para la obtención de Emilio Portes Gil de la Procuraduría General de la
fuentes adecuadas a la historia de quienes habitaban el República, algunos otros fondos agrupados en Condumex
fondo y los márgenes de la sociedad, logran aparecer en y el Archivo de lerrenos :--.racionales.El más consultado fue
este texto las acciones, actitudes y, en ocasiones, las voces el Archivo General de la ~ación, en varios fondos como el
de campesinos milperos de la zona henequenera de de la JuntaProtectora de lasClases.\fenesterosas, Criminaly
Yucatan, de comunidades indígenas agraviadas del campo Gobemnción.Por último, hubo un análisis cuidadoso de
queretano, de pueblos comuneros de Oaxaca, de esclavos numerosos periódicos y otras fuentes primarias impresas,)'
y negros libres atrapados en la violencia cotidiana de las una revisión de la bibliografía pertinente.('[
fincas azucareras en \'eracruz, de los llamados "vagos':
"ociosos·: "briagos·: "soeces·: "léperos·: "plebe" y "mal Fragmento de la introducción a Culturasde pobrezay
entretenidos" de la Ciudad de ~léxico y de Querétaro, de resistencia(Se publica sin las notas).
Tiemposncollbtralcs
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PrandscoZ.pau
Cultura popular
y grabado en Japon "'
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FUERZASMIUTAI.ES EN IBEROAMéUCA
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SICLOSXVIII Y XIX
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