Rboles Multiprop Sito Digital 1 Compressed
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3
Primera edición: 2023
D.R.© 2023
ISBN: Versión digital: 978-607-8383-39-9
ISBN Versión impresa: 978-607-8383-40-5
Impreso en México – Printed in Mexico
Derechos Reservados©: Esta obra o sus partes pueden ser reproducidas, alma-
cenadas en sistemas de información, transmitidas o traducidas para fines no
lucrativos, siempre que se otorguen los créditos correspondientes y se incluya
la cita.
Forma de citar este libro:
Alfaro Reyna, T., Saturnino Duran, M., García Cuevas, X., Delgado Balbuena, J.,
Yuridia López, C. y F. Arellano Martín. 2022. Árboles multipropósito de la penín-
sula de Yucatán de importancia agroforestal. CONAFOR. México. 133 p.
Revisión CONAFOR:
Gerencia de Desarrollo y Transferencia de Tecnología
5
Presentación
Esta publicación tiene como objetivo difundir información básica sobre los
árboles tropicales comúnmente utilizados en la península de Yucatán. Las particu-
laridades climáticas, edáficas y culturales de esta región, se deben a su naturaleza
cárstica, que propicia una amplia heterogeneidad ambiental a escala fina (decenas
o cientos de metros) en factores tales como topografía, tipo de suelo y disponibilidad
de agua. Esa heterogeneidad, a su vez, favorece el establecimiento de diversas espe-
cies arbóreas, algunas de las cuales son endémicas de la península.
7
Contenido
8
BORAGINACEAE 47
Cordia alliodora (Ruiz & Pav.) Oken 48
Cordia dodecandra DC. 51
BURSERACEAE 54
Bursera simaruba (L.) Sarg. 55
FABACEAE 59
Enterolobium cyclocarpum (Jacq.) Griseb. 60
Lysiloma latisiliquum (L.) Benth. 64
Piscidia piscipula (L.) Sarg. 67
Platymiscium yucatanum Standl. 71
Swartzia cubensis (Britton & P. Wilson) Standl. 74
MALVACEAE 77
Ceiba pentandra (L.) Gaertn. 78
Guazuma ulmifolia Lam. 81
MELIACEAE 84
Cedrela odorata L. 85
Swietenia macrophylla King 89
MORACEAE 93
Brosimum alicastrum Sw. 94
SAPOTACEAE 98
Chrysophyllum mexicanum Brandegee ex Standl. 99
Manilkara zapota (L.) P Royen. 102
Pouteria campechiana (Kunth) Baehni 106
Literatura consultada 110
9
Introducción
Los recursos naturales en las selvas son muy abundantes y diversos; las po-
blaciones rurales que los habitan han realizado principalmente un uso tradicional de
estos recursos, beneficiándose de algunos productos maderables y no maderables,
como frutos, semillas, látex, tubérculos, plantas medicinales, orquídeas, fauna silves-
tre, aprovechamiento de la belleza escénica (paisaje) y la calidad del agua. El conoci-
miento local sobre las formas de manejo y uso de los recursos naturales contribuye a
la conservación de la diversidad biológica y además permite generar alternativas para
un sistema de gestión de los recursos más racional.
10
patio, de sombra, colorantes y como alimento; aprovechándose toda la planta, o solo
partes como la raíz, tallo, corteza, savia, hojas, flores, fruto y/o semillas (Flores, 2002).
11
12
Capitulo I
Uso tradicional de
los ecosistemas
tropicales
Xavier García Cuevas
Fernando Arellano Martín
Teresa Alfaro Reyna
Los bosques tropicales son ecosistemas terrestres de importancia estratégica
por la gran biodiversidad que albergan. Entre las manifestaciones de esa biodiversi-
dad, se pueden apreciar la riqueza florística y diversidad de ecosistemas, que posicio-
nan a los bosques tropicales como grandes ofertantes de bienes y servicios ecosisté-
micos. Por mencionar algunos de estos, se puede aludir a la obtención de madera,
leña, frutos, semillas, látex, tubérculos, plantas medicinales y ornamentales, proteína
animal, regulación climática, recreación y sentido de identidad. Estos servicios ecosis-
témicos desempeñan un papel fundamental en la economía local y regional por: a)
bien como fuentes de ingresos y b) bien como satisfactores de necesidades básicas.
Sistemas agroforestales
Los sistemas agroforestales son unidades de producción que manejan distin-
tos componentes forestales y agrícolas para maximizar las interacciones sociales y
ecológicas dentro de un contexto ecológico, económico y cultural particular (Nair,
1989). Los componentes de un sistema agroforestal pueden ser cultivos y árboles,
pastos y árboles, cultivos, pastos, árboles, y otras combinaciones, incluyendo acuacul-
tura, apicultura y ganadería; todos estos componentes pueden establecerse simul-
14
tánea o secuencialmente (Wadsworth, 1997; Somarriba, 1998; Anon, 1981). Al integrar
varios elementos, los sistemas agroforestales no solo producen alimentos, sino tam-
bién combustibles y productos maderables. El carácter multipropósito de los siste-
mas agroforestales, su incorporación de un mayor número de especies – lo que se
asemeja más a las condiciones naturales – y su inclusión de prácticas culturales de la
población local, hacen de estos sistemas una alternativa de mayor sostenibilidad que
la agricultura intensiva.
15
(Porter–Bolland et al., 2009). Ese potencial es aprovechado desde tiempos prehispá-
nicos por la cultura maya, originalmente para la cría de abejas sin aguijón (melipo-
nas), a través del conocimiento sobre los periodos de floración de las especies melí-
feras en los diferentes parches de vegetación y su variación en relación con el clima
(temperatura y lluvias), y el manejo de abejas y apiarios (Gutiérrez y Collí–Ucán, 1996;
Canche, 2022). Gracias a esa interacción conocimiento tradicional–mosaico de vege-
tación, actualmente la península de Yucatán proporciona el 40 % de la miel produci-
da en el país.
16
Los sistemas agroforestales, por tanto, pueden ser mejorados con variedades o
especies de mayor rendimiento y resistentes a plagas y enfermedades. En este sen-
tido, la incorporación de especies forestales multipropósito dispuestas en arreglos
topológicos mixtos, puede ayudar no sólo a mejorar los sistemas productivos e incre-
mentar los ingresos, sino también a conservar los recursos naturales al emular a los
ecosistemas forestales originales (Cárdenas, 2003; Benítez et al., 2004).
1. Base estructural
2. Base funcional
3. Base socioeconómica
4. Base ecológica
1. Componentes de producción
2. Arreglo en el espacio (horizontal y vertical)
3. Arreglos en el tiempo (simultáneos o secuenciales)
4. Régimen de manejo
5. Función o papel
Como existen solamente tres conjuntos básicos de componentes que son ma-
nejados en todos los sistemas agroforestales (perennes leñosas, plantas herbáceas y
animales), una clasificación lógica de la agroforestería se debe basar en la naturaleza
de estos componentes, esta clasificación se divide en tres categorías (Nair, 1989):
17
1. Agrosilvicultural
2. Silvopastoril
3. Agrosilvopastoril
18
Tabla 1. Clasificación de los sistemas agroforestales mayores basados en el tipo de componentes.
De rápido crecimiento,
Especies leñosas plan-
de preferencia legumi-
1. Barbecho tadas para que crezcan En áreas de agricultura
nosas
mejorado durante la fase de bar- migratoria
Cultivos agrícolas co-
becho
munes
Conjunto combinado
de especies leñosas y Cultivos agrícolas co- Todas las regiones eco-
agrícolas durante las munes lógicas (donde se prac-
2. Taungya
primeras etapas del Generalmente especies tica la taungya), varios
establecimiento de forestales mejoramientos posibles
plantaciones
De subhúmedas a áreas
Especies leñosas en De rápido crecimiento,
húmedas con una gran
setos, especies agrícolas leguminosas que rebro-
3. Cultivo en presión de población
en callejones, entre los tan vigorosamente
callejón humana y suelo frágil
setos, arreglo microzo- Cultivos agrícolas co-
(productivo, pero fácil-
nal o en franjas munes
mente degradable)
Diferentes componen-
tes leñosos de forma y
Multiespecies, asocia- Áreas con suelos férti-
hábitos de crecimiento
ciones densas de plan- les, buena disponibi-
4. Jardines variados
tas en multiestrato sin lidad de trabajo y alta
multiestrato Generalmente ausentes,
ningún arreglo organi- presión de población
los tolerantes a la som-
zado de plantación humana
bra están algunas veces
presentes
Árboles dispersos al
Árboles de usos múl-
5. Árboles de azar o de acuerdo con En todas las regiones
tiples y otros árboles
uso múltiple modelos algo sistemáti- ecológicas especial-
frutales
en tierras de cos sobre bancos o di- mente en agricultura
Cultivos agrícolas co-
cultivo ques, terrazas o límites de subsistencia
munes
de parcelas / campos
19
Mezcla (mixta, densa)
integrada de multies-
tratos de cultivos de
Cultivo de plantación En tierras bajas húme-
plantación
con café, cacao, coco, das o altas tropicales
Mezclas de cultivos de
etc., y árboles frutales, húmedas / subhúme-
6. Combina- plantación en arreglos
especialmente en espe- das (dependiendo de
ción de culti- alternos u otros regu-
cies para leña / forraje, los cultivos de planta-
vos y planta- lares
generalmente presen- ción concernientes);
ciones Árboles de sombra para
tes en alguna medida generalmente es un
cultivos de plantación,
en especies tolerantes a sistema de subsistencia
árboles de sombra dis-
la sombra de pequeña propiedad
persos
Intercalado con cultivos
agrícolas
Combinaciones, de Predominancia de ár- En todas las regiones
7. Huertos árboles multiestrato y boles frutales, también ecológicas, especial-
caseros cultivos alrededor de las otras especies leñosas, mente en áreas de alta
viviendas enredaderas, etc. densidad de población
En áreas con pendiente,
Árboles en bancos, di-
8. Árboles especialmente en tie-
ques, terrazas, levanta- Árboles de usos múlti-
para con- rras altas, recuperación
mientos, etc., con o sin ples o frutales
servación y de suelos degradados,
franjas de pastos; árbo- Especies agrícolas co-
recuperación ácidos, alcalinos y esta-
les para recuperación munes
de suelos bilización de dunas de
del suelo
arena
9. Cinturones
Combinación de tipos
de protec- Árboles alrededor de
altos de crecimiento En áreas con exposición
ción y rom- tierras agrícolas / par-
desplegado. Cultivos al viento
peviento, celas
agrícolas de la localidad
setos vivos
Producción de forraje
Árboles forrajeros legu-
de árbol rico en proteí- Generalmente en áreas
12. Bancos minosos
na en fincas / llanuras con alta relación perso-
de proteínas Presente
en producción de forra- na / tierra
Presente
je de corte y carga
13. Cultivos
Ejemplo: ganado bajo
de planta- Cultivos de plantación En áreas con menos
palmeras de coco en el
ciones con Presente presión sobre tierras de
Sudeste de Asia y el Sud
pasturas u Presente cultivos y plantaciones
Pacífico
animales
20
Sistemas agrosilvopastoriles (árboles + cultivos + pastura / animales)
Combinaciones cerra-
Predominio de árboles En todas las regiones
14. Huertos das de multiestratos de
frutales; también otras ecológicas con densi-
caseros con varios árboles, cultivos y
especies leñosas dad alta de población
animales animales, alrededor de
Presente humana
los hogares
Arbustos y árboles de
Setos leñosos para rápido crecimiento y Áreas húmedas y sub-
15. Setos le-
ramoneo, acolchados, forrajeros húmedas con terrenos
ñosos de uso
abono verde, conserva- Similar al cultivo en montañosos y en de-
múltiple
ción de suelo, etc. callejón y conservación clive
de suelos
21
Al plantar árboles, se aconseja establecer aquellos que proporcionan produc-
tos múltiples, ya que proveerán a los agricultores alimento de personas y animales,
materiales para artesanías, néctar para la producción de miel, productos ornamenta-
les, medicinales y aromáticos, gomas, así como materiales para construcción y herra-
mientas, sin olvidar la leña (Vera, 2007).
22
Tabla 2. Listado de especies arbóreas incluidas en este documento, con sus respectivos usos.
Sombra /ornato
Nombre científico
Herramientas
Construcción
Plantaciones
Carbón/leña
Cercas vivas
Alimenticio
Artesanías
Apicultura
Medicinal
Industrial
Extractos
Potreros
Aserrío
Forraje
Postes
Astronium graveolens Jacq. X X X X X X X X
Spondias mombin L. X X X X X X
Enterolobium cyclocarpum
X X X X X X X X X X X X X X X
(Jacq.) Griseb.
Lysiloma latisiliquum (L.)
X X X X X X X X X X X X
Benth.
Platymiscium yucatanum
X X X X X X X
Standley
Swartzia cubensis (Britton &
X X X X X X X X
P. Wilson) Stand.
Cedrela odorata L. X X X X X X X X X
Chrysophyllum mexicanum
X X X X X X X
Brandegee
Manilkara zapota (L.) von
X X X X X X X X X X X X X X X X
Royen.
Pouteria campechiana
X X X X X X X X X X X X X
(H.B.K.) Baehni.
23
Capítulo 2
Modelos arquitectónicos
Caribell Yuridia López
El estudio de la arquitectura arbórea como método para analizar y entender el
desarrollo biológico del árbol completo se estableció como disciplina a partir de los
años 70, con el ensayo sobre modelos arquitectónicos de Hallé y Oldeman (1970). El
propósito del estudio de la arquitectura del árbol es identificar los procesos endóge-
nos que controlan el crecimiento y la forma de todo el árbol (Hallé, 1995), ya que la ar-
quitectura de un árbol es la expresión morfológica visible del modelo genético de un
árbol en cualquier momento de su vida; se trata de un concepto estático, por lo cual,
una sola observación momentánea no refleja la dinámica de la construcción del árbol
y se requiere de una serie de observaciones para describir ese proceso (Hallé et al.,
1978). El modelo arquitectónico o el modelo de un árbol es el programa de crecimien-
to que determina las sucesivas fases arquitectónicas por las que pasa en su vida. La
arquitectura es real y observable en cualquier momento, mientras que el modelo, es
un concepto abstracto, que se hace visible por una serie de arquitecturas; es el plan
de crecimiento del árbol. Cuando se analiza el crecimiento de los árboles, se obser-
va que muchas especies tienen los mismos modelos arquitectónicos y otras tienen
modelos diferentes; y estas similitudes y diferencias no dependen necesariamente
de la taxonomía. Frecuentemente, se encuentran dificultades porque la arquitectura
momentánea de un árbol puede o no ajustarse a su modelo (Hallé et al., 1978).
25
Tabla 3. Especies arbóreas incluidas en este documento, con sus modelos arquitectónicos
conocidos.
ANACARDIACEAE
Astronium graveolens Jacq. Scarrone (Vester, JBPM, 200)
Metopium brownei (Jacq.) Urb. Rauh (Vester, # 984)
Spondias mombin L. Scarrone (Hallé et al., 1978)
BIGNONIACEAE
Tabebuia rosea (Bertol) DC. Leewenberg (Borchert y Tomlinson, 1984)
BORAGINACEAE
Cordia alliodora (Ruiz & Pav.) Oken Fagerlind (Hallé et al., 1978)
Cordia dodecandra DC. Indeterminado
BURSERACEAE
Bursera simaruba (L.) Rauh/Champagnat (Vester, #10035)
FABACEAE
Enterolobium cyclocarpum (Jacq.) Griseb. Indeterminado
Lysiloma latisiliquum (L.) Benth. Troll (Vester, #985)
Piscidia piscipula (L.) Sarg. Troll (Vester, Calakmul, 1998)
Platymiscium yucatanum Standley Indeterminado
Swartzia cubensis (Britton & P. Wilson) Stand. Troll (Vester, JBPM, 1998)
MALVACEAE
Ceiba pentandra (L.) Gaertn. Massart (Hallé et al., 1978)
Guazuma ulmifolia Lam. Roux (Hallé et al., 1978)
MELIACEAE
Cedrela odorata L. Scarrone (Vester, FCP, 1999)
Swietenia macrophylla King Rauh (Hallé et al., 1978)
MORACEAE
Brosimum alicastrum Sw. Troll (Torquebiau, 1981)
SAPOTACEAE
Chrysophyllum mexicanum Brandegee Troll (Vester, Calakmul, 1978)
Manilkara zapota (L.) von Royen. Aubreville (Vester, Bacalar, 1998)
Pouteria campechiana (H.B.K.) Baehni. Rauh/Aubreville (Vester, JBPM, 1998)
26
A continuación, se incluye una breve descripción, basada en Hallé et al., 1978 y
Vester, 2017 de estos modelos. Adicionalmente se incluyen las ilustraciones, que, aun-
que se presentan en forma semi–diagramática, puedan ser fácilmente reconocibles.
Modelo de Aubréville
Arquitectura caracterizada por un tron-
co monopódico ortótropo con crecimiento rít-
mico y filotaxia en espiral o decusada, portan-
do ramas verticiladas en espiral, modulares,
con filotaxia similar. Las ramas presentan cre-
cimiento rítmico, pero son modulares; siendo
cada rama plagiótropa por aposición. Como
las inflorescencias son laterales, los módulos
crecen indefinidamente. El modelo lleva el
nombre de André Aubréville porque llamó la
atención el hecho de ser particularmente co-
mún en la familia Sapotaceae (Figura 1). Figura 1. Modelo arquitectónico de
Aubréville
Modelo de
Champagnat
La arquitectura está determinada por
la superposición indefinida de ejes mixtos
ortótropos con filotaxia en espiral. Cada eje
de relevo se vuelve pendular distalmente por
su propio peso, surgiendo entonces el vás-
tago de renovación en la superficie superior
en la curva inicial del eje pendular. La parte
distal al brote de renovación se convierte en
una rama del árbol, la parte próxima al brote
de renovación se convierte en parte del tron-
co. El modelo lleva el nombre de Paul Cham-
pagnat, especialista en la morfología de las
plantas leñosas en Europa, incluyendo Rose,
Rubus y Sambucus, que representan bien la Figura 2. Modelo arquitectónico de
arquitectura (Figura 2). Champagnat
27
Modelo de Fagerlind
Arquitectura caracterizada por un tron-
co monopodial (formado por un solo eje), or-
tótropo, con crecimiento rítmico que produce
hileras de ramas modulares, cada rama sim-
podial y plagiotrópa por aposición, con filota-
xis espiral o decusada (no dística). El modelo
está dedicado a Folke Fagerlind quien ha con-
tribuido a su comprensión en su estudio del
género Randia (Figura 3). Figura 3. Modelo arquitectónico
de Fagerlind
Modelo de
Leeuwenberg
Consta de ejes ortótropos equivalentes
con crecimiento determinado por la produc-
ción de una inflorescencia terminal. La rami-
ficación es tridimensional y produce varios
ejes equivalentes y a su vez ortótropos, con
crecimiento determinado. La ramificación
está relacionada con la inflorescencia, tenien-
do lugar después de la floración, y en posición
distal, debajo de la inflorescencia, excepto en
los ejes juveniles donde puede haber rami-
ficación estéril. En estos casos el meristemo
terminal generalmente deja de funcionar. El
modelo lleva el nombre de A. J. M. Leewen- Figura 4. Modelo arquitectóni-
berg, quien describió bien su arquitectura en co de Leeuwenberg
su revisión del género africano Anthocleista
(Loganiaceae) (Figura 4).
28
Modelo de Massart
La arquitectura está determinada por
un tronco ortótropo, monopodial, de creci-
miento rítmico y que, en consecuencia, pro-
duce hileras regulares de ramas a niveles es-
tablecidos por el crecimiento del meristemo
del tronco. Las ramas son plagiótropas ya sea
por disposición de las hojas o por simetría,
pero nunca por aposición. La posición de las
flores no es significativa en la definición del Figura 5. Modelo arquitectónico de
modelo. Este modelo lleva el nombre de Jean Massart
Massart, quien describió la arquitectura en un
ejemplar de Virola surinamensis cultivado en
el Jardín Botánico de Río de Janeiro (Figura 5).
Modelo de Rauh
La arquitectura está determinada por
un tronco monopódico con crecimiento rít-
mico, el cual desarrolla pseudoverticilos de
ramas morfogenéticamente iguales al tronco.
Las flores o inflorescencias son siempre late-
rales y sin efecto sobre el crecimiento del sis-
tema de brotes. Lleva el nombre apropiada-
mente del profesor W. Rauh, cuya descripción
de los árboles templados ilustra con precisión
sus características arquitectónicas (Figura 6).
Figura 6. Modelo arquitectónico de
Rauh
29
Modelo de Roux
Arquitectura determinada por un tron-
co ortótropo monopódico con crecimiento
continuo; las ramas son plagiótropas (pero
nunca por aposición) y se insertan continua-
mente (rara vez de forma difusa). La disposi-
ción de las hojas es espiral en el tronco, pero
en contraste, es más a menudo dística en las
ramas. Floración es variable, pero mantiene
lateral las ramas y no tiene influencia en la
arquitectura. El modelo lleva el nombre de Figura 7. Modelo arquitectónico
Jacques Roux en reconocimiento a su con- de Roux
tribución a la comprensión de la plagiotropía
como consecuencia de su investigación del
género pantropical Phyllanthus (Euphorbia-
ceae) (Figura 7).
Modelo de Scarrone
La arquitectura está determinada por
un meristemo terminal ortótropo rítmica-
mente activo, que produce un tronco indeter-
minado que lleva filas de ramas, cada com-
plejo de ramas ortótropo y simpodialmente
ramificado como resultado de la floración ter-
minal. El modelo lleva el nombre de Francis
Scarrone, por su investigación con gran deta-
lle, de la arquitectura del mango (Mangifera
indica) (Figura 8).
Figura 8. Modelo arquitectónico
de Scarrone
30
Modelo de Troll
Se define por tener todos sus ejes pla-
giótropos. La arquitectura está construida por
la superposición continua de estos ejes. Los
ejes principales construyen parte del tronco
y parte de una rama; la parte próxima crece
erecta (parte del tronco). La parte distal del
eje forma la rama con o sin crecimiento de-
terminado, y con ejes laterales en general sin
formar una parte basal erecta. El modelo lleva
el nombre de Wilhelm Troll, quien ha descrito Figura 9. Modelo arquitectónico de
precisamente esta construcción de un árbol a Troll
partir de ejes plagiótropos en su descripción
del crecimiento del Ulmus effusa europeo (Fi-
gura 9).
31
Capítulo 3
Descripción de las especies
Teresa Alfaro Reyna
Mario Saturnino Duran Castillo
Aixchel Maya Martínez
Anacardiaceae
La familia se conforma aproximadamente por 82 géneros y más
de 700 especies que se consideran de importancia económica. Es bien
conocida por sus frutas y semillas comestibles cultivadas (mangos, pis-
tachos y anacardos). La conforman árboles, arbustos erectos o trepado-
res; se caracteriza por presentar frecuentemente exudados que causan
dermatitis de contacto; por ejemplo, Metopium brownei presenta cana-
les verticales de resina tóxica compuesta por urushiol en la corteza en
los nervios de las hojas, frutos y flores principalmente. Otras caracterís-
ticas importantes para su distinción son la presencia de un fuerte olor
terpentino en las hojas parecido al que se presenta en la familia Burse-
raceae (Bursera simaruba), y la presencia de resina lechosa la cual se
torna negra al secarse. Contrafuertes a veces presentes. Hojas alternas,
raramente opuestas o verticiladas, simples o pinnadas compuestas, muy
raramente palmadas o bipinnadas compuestas, sésiles o pecioladas. In-
florescencias terminales y/o axilares, tiroideas, paniculadas, racemosas o
espigadas, raramente colifloras y raramente flores solitarias; brácteas y
profilas caducas o persistentes. Esta familia se distribuye principalmente
en los trópicos y subtrópicos (Gentry, 1993; Hou, 1974; Pell, 2004; Pell et
al., 2010).
33
Astronium graveolens Jacq.
Jobillo, k’ulinché
SCARRONE
Figura 10. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de A. graveolens en el Sitio Experimental San
Felipe Bacalar, Quintana Roo.
34
El fruto es una pequeña drupa pulposa agridulce, oblonga, de 12 a 13 mm de
largo; marrón, azulado o negruzco cuando madura, contiene una semilla. La semilla
es oblonga o elipsoide, de 9 a 10 mm de largo y de 4 a 6 mm de ancho, el embrión
es carnoso y elipsoidal (Carmello–Guerreiro y Paoli, 2000; Rodríguez et al., 2009), es
ampliamente consumido por las aves del género Aratinga principalmente. Las aves
consumen la semilla o parte de esta, actuando como granívoras pre–dispersoras de
semillas y removedoras de semillas; además también actúan como forrajeras (Villase-
ñor–Sánchez et al., 2010).
Los frutos (semillas) deben ser recolectados directamente de los árboles antes
que el viento las disperse. Una vez recolectadas se secan entre tres y cuatro horas. Un
kilogramo de diásporas contiene cerca de 18,000 semillas. Estas pierden su viabilidad
en menos de un mes si se almacenan a temperatura y humedad ambiente. Alma-
cenadas a 15ºC con un contenido de humedad promedio de 15 a 25 % se mantienen
viables hasta por tres meses. Las semillas frescas han mostrado un porcentaje de ger-
minación de hasta 90 % sin la aplicación de algún tratamiento (Marín y Flores, 2002).
Figura 11. Muestra de madera de A. graveolens resguardado en la xiloteca del Sitio Experimen-
tal San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
35
El jobillo se desarrolla en bosques tropicales, en selvas altas y medianas subpe-
rennifolias y medianas subcaducifolias. En la península de Yucatán se puede encon-
trar creciendo en suelos de roca caliza, pobres o rocas y suelos aluviales, aunque se
desarrolla mejor en suelos profundos de la selva alta perennifolia del sur del estado
de Campeche y parte de Quintana Roo, donde se pueden encontrar más de diez ár-
boles por hectárea, con un diámetro normal promedio de 20.8 cm, una altura de 15.30
m y un área basal de 0.04 m2 ha–1. En la selva mediana subperennifolia se encuentra
una densidad promedio de 19.41 árboles por hectárea con diámetro normal de 15.92
cm, 11 m de altura y con un área basal de 0.02 m2 ha–1. Esta especie es una de las que
más aporta en términos de biomasa. Se distribuye en una superficie total de 3.33 mi-
llones de hectáreas que representan el 23.53 % de la superficie total de la península.
Figura 12. Distribución de jobillo (A. graveolens) en la península de Yucatán. Las zonas verde
obscuras son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros, los puntos de color
verde corresponden a los registros de la especie.
36
Metopium brownei (Jacq.) Urb.
Chechem negro, chechén, box chechem, cheechem, kabal chechem
RAUH
Figura 13. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de M. brownei del Sitio Experimental San Felipe
Bacalar, Quintana Roo.
37
lla por drupa de 7 a 8 mm de largo (Dorantes y Evan, 2017). La polinización es llevada
a cabo por abejas y la dispersión de semillas por aves, como el zacua mayor (Psaroco-
lius montezuma), el dzibabán (Melanoptila glabrirostris) y luisito común (Myiozetetes
similis). Algunos mamíferos como el mono araña (Ateles geoffroyi) y algunas especies
de ungulados consumen los frutos y hojas (Burgos y Montiel, 2016; Medina–Madrid et
al., 2021).
Los frutos (semillas) se recolectan del árbol cuando están maduros, la extrac-
ción de la semilla se realiza antes de la fermentación del fruto, macerando los frutos
para separarlos del pericarpio. Las semillas frescas presentan un porcentaje de ger-
minación que varía entre 50 y 70 %, por lo que se recomienda tratamiento pregermi-
nativo.
El chechem prospera en diferentes tipos de suelos con buen drenaje, así como
en suelos profundos con inundaciones periódicas. En la franja costera de Yucatán y
Campeche se desarrolla sobre terrenos planos o casi planos. En el centro de Campe-
che y Este de Quintana Roo crece sobre bajos con una densidad de hasta 14 árboles
por hectárea, y una altura que varía entre 6 y 8 m. Es particularmente abundante en
el estado de Quintana Roo y Campeche. En las selvas medianas pueden encontrarse
más de 20 individuos por hectárea, mientras que en selvas altas la densidad prome-
dio es de 2 árboles por hectárea.
38
Figura 15. Distribución de chechem (M. brownei) en la península de Yucatán. Las zonas verde
obscuras son las de mayor densidad, las más claras no se tienen registros, los puntos color
verde corresponden a los registros de la especie.
39
Spondias mombin L.
Jobo, ju’ujub, ciruela
SCARRONE
Figura 16. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de S. mombin del Sitio Experimental San Felipe
Bacalar, Quintana Roo.
40
Los frutos son de color rojo purpúreo o amarillo, de 3 cm de largo por 1.5 cm de
ancho, pulpa color amarillo, jugosa y agridulce, con un endocarpio grande y fibroso;
de 1 a 5 semillas, de 12 mm de largo, su maduración y cosecha ocurre de abril a mayo
(Rodríguez et al., 2009; Ibarra–Manríquez y Cornejo–Tenorio, 2010).
Los frutos tienen un alto contenido de agua, son ricos en azúcares y son alta-
mente apreciados por las aves sobre todo en temporadas de mayor estrés hídrico que
coincide con el periodo de fructificación (mayo a junio), también los consumen al-
gunas especies de monos, loros y murciélagos frugívoros, aunque solo estos últimos
actúan como dispersores (Russo et al., 2005; Stevenson et al., 2005; Torres–Anaya et
al., 2022). Los frutos pesan en promedio de 7.5 a 1.9 g y el número de frutos por árbol
varía de entre 1,500 a 1,600 (Ibarra–Manríquez y Cornejo–Tenorio, 2010).
Figura 17. Muestra de madera de S. mombin resguardado en la colección de la xiloteca del Sitio
Experimental San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
41
ca con una dureza media y presenta una densidad básica de 0.45 g/cm³ (Tamarit y
López, 2007; Ordóñez Díaz et al., 2015).
Figura 18. Distribución de Jobo (S. mombin) en la península de Yucatán. Las zonas verde obs-
curas son las de mayor densidad, las más claras no se tienen registros, los puntos de color
verde corresponden a los registros de la especie.
42
Bignoniaceae
La familia está conformada por alrededor de 120 géneros y unas
650 especies. La integran predominantemente especies leñosas como
árboles, arbustos y lianas leñosas, raramente herbáceas. Se distribuye en
los trópicos y subtrópicos principalmente. Una característica importan-
te para su reconocimiento es la presencia de un xilema rayado, el cual
puede observarse en un corte transversal del tronco. Hojas simples o en
su mayoría compuestas, opuestas a veces verticiladas, rara vez alternas,
2 a 3 foliolos, pinnadas o palmeadas, a menudo provistas de zarcillos ter-
minales, rara vez dispersos o en pseudo–verticilos. Flores generalmente
vistosas, bisexuales en racimos o solitarias, terminales o axilares, gene-
ralmente conspicuas. Cáliz con 5 sépalos, a veces bilobulado o no lobu-
lado, rara vez con caliptra. Corola con 5 pétalos, a menudo con 2 labios,
raramente subrotados, imbricados o raramente valvados. Androceo ad-
herido al tubo, 4 estambres, el quinto estambre (adaxial) estaminodial o
ausente, rara vez los 5 estambres son fértiles o 2 fértiles y 3 estaminodia-
les. Ovario con disco nectario anular o cupular, estigma bilobulado, ova-
rio súpero, bicarpelado. Fruto capsular dehiscente, que se divide en dos
valvas para liberar semillas aladas (con excepción de algunos géneros
como Crescentia y Parmentiera que poseen un fruto carnoso indehis-
cente). Semillas en cada celda adheridas al disepimento en una o más
filas, insertadas transversalmente al eje del fruto, anátropo, mayormente
en ambos lados con alas hialinas; embrión exalbuminoso, los cotiledo-
nes en su mayoría con muescas, a veces en ambos lados. Germinación
siempre epigea (para mayor información revisar Van, 1974; Gentry, 1992;
Fischer et al., 2004; Lohmann, 2006; Olmstead et al., 2009).
43
Tabebuia rosea (Bertol.) DC.
Maculís, maculí o palo de rosa
Sinonimias: Couralia rosea (Bertol.) Donn. Sm.; Sparattosperma roseum (Bertol.) Miers; Tabebuia
mexicana (Mart. ex DC.) Hemsl.; Tabebuia pentaphylla (L.) Hemsl.; Tabebuia pentaphylla Hemsl.; Ta-
bebuia punctatissima (Kraenzl.) Standl.; Tecoma evenia Donn. Sm.; Tecoma mexicana Mart. ex A. DC.;
Tecoma punctatissima Kraenzl.; Tecoma rosea Bertol.
LEEUWENBERG
Figura 19. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de T. rosea del Sitio Experimental San Felipe
Bacalar, Quintana Roo.
44
cilíndricas lineales de 22 a 38 cm de largo y 0.9 a 1.5 cm de grosor, péndulas, de color
verde cuando están maduras, con el cáliz persistente; contiene numerosas semillas
aladas, muy delgadas, color blanco rosado, de 2 a 3 cm de largo, incluyendo el ala.
Esta especie pierde sus hojas en los meses de abril a mayo, florece de febrero a
abril y fructifica entre abril y mayo. Es dispersada por el viento (Rodríguez et al., 2009).
Los frutos se colectan directamente del árbol antes de que abran y cuando
tengan un color verde amarillento. Se colocan sobre mantas a la sombra hasta que
las vainas abran solas, las semillas se liberan de los frutos con facilidad; para elimi-
nar las impurezas se puede utilizar un tamiz o ventilador. El número de semillas por
kilogramo varía de 37 mil a 54 mil unidades. Se pueden almacenar a temperatura
ambiente, hasta por seis meses como máximo. También pueden ser almacenadas en
contenedores herméticamente cerrados a 20° C con un contenido de humedad de 6
a 8 %. Bajo estas condiciones mantienen la viabilidad hasta por seis meses o un poco
más (León Lobos et al., 2014).
Figura 20. Muestra de madera de T. rosea resguardado en la colección de la xiloteca del Sitio
Experimental San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
45
Tabebuia rosea forma parte de las selvas altas, medianas subperennifolias y
subcaducifolias, así como de las selvas bajas caducifolias. Se puede encontrar un ár-
bol por hectárea, con mayores densidades en selvas medianas subcaducifolias al sur
de Quintana Roo, Yucatán y la parte central de Campeche. Crece en suelos de ori-
gen calizo, ígneo o aluvial, se adapta a suelos pobres; tolera la inundación estacional.
Se desarrolla bien con temperaturas de 17 – 31 °C y con precipitaciones de 1,200 a
1,500 mm.
Figura 21. Distribución de maculis (Tabebuia rosea) en la península de Yucatán. Las zonas ver-
de obscuras son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color
verde corresponden a los registros de la especie.
46
Boraginaceae
La familia está conformada por más de 130 géneros y unas 2300
especies, distribuidas principalmente en las regiones subtropicales
y mediterráneas. Se divide en subfamilias con base en las caracterís-
ticas del fruto: Cordioideae A. Gray, Ehretioideae Arn., Heliotropiodeae
(Schrad. y Wellste) Arn. Boraginoideae Arn. y Wellstediaceae (Novák).
Integrada por árboles, arbustos, bejucos, trepadoras o hierbas anuales
o perennes, generalmente pubescentes, híspidos o estrigosos. Presen-
tan hojas simples y alternas, raramente sub–opuestas a opuestas, con
bordes enteros o dentados, pinnatinervadas y usualmente de consisten-
cia áspera al tacto. El carácter tosco de las vellosidades se debe al óxido
de silicio y al carbonato de calcio. Sin estípulas. Muchas de las plantas
de esta familia presentan una inflorescencia axilar o terminal tipo cima
helicoidal o escorpioide, algunas veces agrupadas densamente con apa-
riencia capitada o espigada, o reunidas en inflorescencias paniculifor-
mes. Flores pentámeras, bisexuales o unisexuales, actinomorfas a veces
zigomorfas, simpétalas, hipóginas. Cáliz con 5 sépalos libres o unidos en
la base, generalmente persistentes con el fruto. Corola con 5 pétalos ver-
des, blancos o amarillos. Frutos en drupas o nueces con 1 a 4 semillas, a
veces seco y de 4 núculas al madurar (para mayor información revisar
Britton, 1951; Weigend et al., 2016; Attar et al., 2018).
47
Cordia alliodora (Ruiz & Pav.) Oken
Bojón, laurel, palo María
Sinonimias: Cerdana alliodora Ruiz & Pav.; Cordia alliodora (Ruiz y Pav.) Cham. ex A. DC.; Cordia geras-
canthus Jacq.; Lithocardium alliodorum (Ruíz & Pav.) Kuntze, Cordia andina Chodat.
FAGERLIND
Figura 22. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de C. alliodora en el Sitio Experimental San
Felipe Bacalar, Quintana Roo.
Árbol con altura de hasta 40 m y diámetro normal de hasta 90 cm; copa pe-
queña, estrecha y abierta; fuste recto con un solo eje y ramas simpodiales extendi-
das, verticiladas en la parte superior; corteza externa finamente fisurada, color pardo
grisáceo a pardo amarillenta (Vester, 2017). Hojas alternas y simples, con láminas de
4.5 a 17 cm de largo y 2 a 5 cm de ancho, elípticas u oblongas, cubiertas de tricomas
estrellados y con olor a cebolla al estrujarse (Johnson y Morales, 1972; Pennington y
Sarukhán, 2005; Peña–Chocarro et al., 2011; Ochoa–Gaona et al., 2018).
48
El fruto es una nuez o drupa liviana, de color café, de 2 a 3 cm de largo y 3 a 4 cm de
ancho, una sola semilla de 0.3 a 0.5 cm de lago, color café (Johnson y Morales, 1972).
La madera se caracteriza por presentar una albura color beige o amarilla grisá-
cea y duramen café claro. No tiene olor ni sabor característico. Presenta poco brillo o
lustre, veteado suave con tendencia a pronunciado, textura mediana heterogénea a
gruesa heterogénea e hilo entrecruzado (Aguirre y Zevallos, 2014). Por su porcentaje
de humedad se considera que es resistente a hongos de pudrición, seca fácilmente y
no se producen defectos importantes (González–Luna y Cruz–Castillo, 2021). La densi-
dad básica de la madera de C. alliodora es de 0.65 g/cm3; se clasifica como densidad
básica mediana con resistencia media. La albura tiene una densidad básica de 0.552
49
g/cm³ y el duramen de 0.536 g/cm³ (Córdoba, 1997; Tamarit y López, 2007; González–
Luna y Cruz–Castillo, 2021).
Figura 24. Distribución de bojón (C. alliodora) en la península de Yucatán. Las zonas verde
obscuras son las de mayor densidad, las más claras no se tienen registros y los puntos verdes
corresponden a los registros de la especie.
50
Cordia dodecandra DC.
Ciricote, k’óopte’
Sinonimias: Cordia angiocarpa A. Rich.; Cordia dodecandrian Sessé & Moc.; Cordia heccaidecandra
Loes.; Lithocardium angiocarpum (Cham.) Kuntze; Lithocardium dodecandrum (A. DC.) Kuntze; Ple-
thostephia angiocarpa (A. Rich.) Miers.
FAGERLIND
Figura 25. Tallo, flores, frutos y modelo arquitectónico de C. dodecandra en el Sitio Experimen-
tal San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
51
frutos alcanzan su madurez entre mayo a junio. La polinización es llevada a cabo por
abejas y colibríes principalmente (Canché–Colli et al., 2020).
Los frutos son drupas con pericarpio carnoso comestible, de 3 (–5) cm de diá-
metro, en grupos de 2 (–10), cuando maduran tienen un color amarillo anaranjado
(Pennington y Sarukhán, 2005). Cada fruto contiene un hueso muy lignificado con
una u ocasionalmente 2 semillas lanceoladas y aplanadas lateralmente, de 1 a 1.5 cm
de largo y de 5 a 8 mm de ancho y de 3 a 4 mm de espesor. La dispersión de los frutos
la realizan principalmente primates como Alouatta pigra, Ateles geoffroyi y murciéla-
gos frugívoros (Dzul–Cauich, 2018; Esparza–Olguín et al., 2019).
52
La madera de albura presenta una coloración amarilla y el duramen de amari-
llo café muy oscuro a grisáceo con varios to nos de gris, no tiene olor ni sabor carac-
terístico, muestra poco brillo, veteado pronunciado, textura fina heterogénea a me-
diana heterogénea e hilo recto. Esta madera tiene una densidad específica de 0.84 g/
cm³, y se clasifica como excesivamente pesada y muy dura.
Figura 27. Distribución de ciricote (C. dodecandra) en la península de Yucatán. Las zonas verde
obscuras son las de mayor densidad, las más claras no se tienen registros y los puntos de color
verde corresponden a los registros de la especie.
53
Burseraceae
Esta familia se conforma por 20 géneros y más de 600 especies,
algunas de estas son económicamente importantes por la divergencia
de propiedades físicas y químicas de las resinas y los aceites esenciales
que producen (por ejemplo “copal”). La conforman árboles o arbustos,
a veces rupícolas, muy raramente escandentes o epífitos dioicos, rara-
mente monoicos, con canales resinosos esquizógenos en la mayoría de
los tejidos vascularizados. Casi siempre con restos de un látex blanco que
se pueden observar en ramas jóvenes o en cortes de la corteza, la cual
tiende a desprenderse en hojuelas. Hojas alternas, compuestas, impari-
pinnadas, a veces 1–folioladas; dispuestas en espiral, muy raramente en
pseudoverticilos, generalmente más o menos apiñados en los extremos
de las ramitas y con olor a trementina o incienso. Flores 3 a 5–meras, ge-
neralmente verdosas a cremosas, generalmente unisexuales. Frutos más
o menos drupáceos, pericarpios coriáceos a carnosos, indehiscentes o
finalmente dehiscentes por 2 a 5 valvas; pirenos 1 a 5, a menudo con un
pseudoarilo o cubierta carnosa, cada uno generalmente con 1 semilla, o
rara vez los pirenos multiloculares y cada lóculo con 1 semilla; endosper-
ma ausente, embrión generalmente recto, cotiledones contortuplicados
o planos y generalmente lobados, radícula súpera. Esta familia se distri-
buye principalmente en los trópicos y subtrópicos (Leenhouts et al., 1955;
Daly et al., 2010; DeCarlo et al., 2019; Daly et al., 2022).
54
Bursera simaruba (L.) Sarg.
Chaká, palo mulato, papelillo
Sinonimias: Bursera bonairensis Boldingh; Bursera gummífera (L.); Bursera integerrima (Tul.) Triana &
Planch.; Bursera ovalifolia (Schltdl.) Engl.; Bursera subpubescens Rose; Elaphrium simaruba (L.) Rose.;
Elaphrium subpubescens Rose; Pistacia simaruba L.; Tapiria macrophylla Lundell.
CHAMPAGNAT
RAUH
Figura 28. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de B. simaruba del Sitio Experimental San Fe-
lipe Bacalar, Quintana Roo.
Árbol con altura de hasta 30 m y diámetro normal de hasta 100 cm; corteza
escamosa y papirácea, con una coloración rojiza, rojo–cobriza, o café–rojiza a verdosa,
la cual se desprende con facilidad en tiras u hojuelas irregulares; copa irregular y dis-
persa; tronco con una ligera torcedura en su parte media o superior sin contrafuertes,
con pocas ramas gruesas, torcidas que con frecuencia se bifurcan a 2 m del suelo
y se rompen fácilmente (Vester, 2017). Hojas compuestas, dispuestas en espiral im-
paripinnadas, con olor a trementina al estrujarse. Las flores en panículas tirsiformes
terminales o pseudoracimos, de 6 a 13 (hasta 20 a 28) cm de largo, incluyendo el pe-
dúnculo; masculinas y femeninas individuales, con 4 a 5 pétalos rosados, verde–ama-
rillentos o blancos (Pennington y Sarukhán, 2005). Especie caducifolia, la floración
55
ocurre de febrero a mayo, polinizada por insectos, principalmente abejas (Trigona
spp, Apis mellifera, Euglossinae).
Los frutos se recolectan directamente del árbol cuando las cápsulas aún se
encuentran cerradas y son de color verde a rojizo (los frutos abren rápidamente y las
semillas caen al suelo). Los frutos se depositan en lonas y se dejan secar al sol o media
sombra por dos o tres días hasta que abran. Una vez abiertos se procede a eliminar
el mesocarpio que tienen adherido lavándolos con agua corriente, una vez limpios se
ponen a secar al aire. El número de pirenos limpios por kilogramo es de 10,800 unida-
des y presentan un comportamiento ortodoxo; se pueden almacenar dentro de reci-
pientes herméticos con un contenido de humedad de 6 a 8 % a 4 °C, manteniéndose
viables por más de dos años. Almacenadas al medio ambiente conservan la viabilidad
por 10 meses con un porcentaje de germinación de 75 % (Rocas et al., 2010).
56
Figura 29. Muestra de madera de B. simaruba resguardado en la colección de la xiloteca del
Sitio Experimental San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
Figura 30. Distribución de chaká (B. simaruba) en la península de Yucatán. Las zonas verde
obscuras son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color
verde obscuro corresponden a los registros de la especie.
57
La madera se usa comúnmente para construir casas rurales y cercas vivas,
como ornato, de sombra y como leña. En la zona maya se le usa para curar las quema-
duras del chechem (Metopium brownei). Los frutos y el follaje se utilizan como forraje
para el ganado. Los frutos, semillas, hojas y corteza tienen valor medicinal popular
para tratar heridas, gota, enfermedades digestivas, dolor de muelas, fiebre, cálculos
renales e infecciones pulmonares. La corteza también se usa como antídoto para las
mordeduras de serpientes, y las cataplasmas de hojas se usan para detener las infec-
ciones de gangrena (Vásquez–Dávila, 1995).
58
Fabaceae
Esta familia está conformada por 727 géneros y 19,325 especies
(Lewis et al., 2005); tiene gran importancia agrícola y probablemente es
la familia de árboles de mayor importancia en el neotrópico. Es bien co-
nocida por su empleo en la alimentación humana (alubias, Phaseolus
sp.; lentejas, Lens culinaris; soja, Glycine max; cacahuate, Arachis hypo-
gaea). Se distribuye en clima cálido y templado, principalmente. La con-
forman plantas herbáceas, trepadoras, arbóreas o arbustivas, anuales o
perennes. Hojas muy variadas, pero mayormente compuestas, alternas
y con estípulas. Además, tanto foliolos como hojas poseen un peciolo
(peciolulo) cilíndrico. Las hojas compuestas pueden ser trifoliadas, pin-
nadas o digitadas, en ocasiones reducidas a zarcillos, transformadas en
espinas o ausentes. Es frecuente la presencia de espinas por transfor-
mación del raquis de las hojas, de las estípulas o del tallo. Flores her-
mafroditas, normalmente muy vistosas, adaptadas a la polinización por
insectos. Corola con 5 pétalos libres; cáliz con 5 sépalos más o menos
soldados, en ocasiones bilabiado. Tienen 10 estambres libres o unidos
por los filamentos en uno (monadelfo) o dos haces (diadelfos). Las flo-
res pueden ser solitarias o agruparse en racimos (erectos o péndulos) o
glomérulos. Fruto tipo legumbre, en ocasiones lomento o nuez. Semillas
arriñonadas, con testa gruesa y dos cotiledones con alto contenido en
proteínas. Hilo muy visible, próximo al micropilo. Fijadoras de nitrógeno
atmosférico mediante bacterias simbiontes como Allorhizobium, Rhizo-
bium, entre otras, presentes en nódulos radicales, es una característica
que presentan muchas leguminosas. Las fabaceaes presentan una dis-
tribución cosmopolita y se desarrolla en diversos tipos de climas y eco-
sistemas, especialmente en tierras de altitudes bajas y medias (Lewis et
al., 2005, De Stefano y Cetzal–Ix, 2016).
59
Enterolobium cyclocarpum
(Jacq.) Griseb.
Pich, guanacaste, parota, orejón
Sinonimias: Albizia longipes Britton & Killip; Feuilleea cyclocarpa (Jacq.) Kuntze; Mimosa cyclocarpum
(Jack); Mimosa cyclocarpa Jacq.; Mimosa parota Sessé & Moc.; Pithecellobium cyclocarpum (Jacq.)
Mart.; Prosopis dubia Kunth.
CHAMPAGNAT
Figura 31. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de E. cylcocarpum en el Sitio Experimental San
Felipe Bacalar, Quintana Roo.
60
cabezuelas axilares, de 1.5 a 2 cm de diámetro, de 1.5 a 3.5 cm de largo (Pennington
y Sarukhán, 2005). Florece de febrero a junio, aunque puede variar según la región.
Los árboles pierden sus hojas de febrero a abril. La polinización es llevada a cabo por
palomillas y abejorros pequeños de actividad nocturna.
Los frutos pueden recolectarse del suelo, cuando están de un color pardo os-
curo y al moverlos se escucha el ruido de las semillas, regularmente en los meses
de mayo a julio. Para extraer las semillas es necesario romper o macerar los frutos.
Es más fácil cuando se dejan secar completamente al sol. Las semillas son grandes
y pueden separarse fácilmente de forma manual. En promedio hay de 1,100 a 1,170
semillas/kg; pueden almacenarse en envases de plástico a 5 °C con 6 a 8 % de hume-
dad, la viabilidad se mantiene por más de 10 años a temperatura ambiente hasta por
13 meses, con un porcentaje de germinación del 80 % (Vozzo, 2010; Rodríguez–Trejo,
2021).
La madera se caracteriza por tener un sabor picante, sin olor, presenta diferen-
cia de color entre albura y duramen, la albura es blanco con jaspeaduras castañas y
surcos castaño fuerte, el duramen es castaño claro con brillo mediano, veteado pro-
nunciado, textura gruesa e hilo entrecruzado; anillos de crecimiento no marcados. La
madera tiene un peso específico de 0.45 g/cm³ a 0.49 g/cm³, se clasifica como muy
liviana (Tamarit y López, 2007).
61
Figura 32. Muestra de madera de E. cyclocarpum resguardado en la colección de la xiloteca del
Sitio Experimental San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
Figura 33. Distribución de pich (E. cyclocarpum) en la península de Yucatán. Las zonas verde
obscuras son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color
verde corresponden a los registros de la especie.
62
Esta especie es un árbol con múltiples usos en la zona maya. Utilizado princi-
palmente como leña, carbón, para construcción de viviendas y como fuente de forra-
je para ganado. Los frutos son comestibles, de los cuales se prepara harina (Flores,
2002). En otras regiones se utiliza como árbol de sombra en las plantaciones de café
y en sistemas silvopastoriles. Se siembra en praderas como árbol forrajero, como ár-
bol ornamental y de sombra en los bordes de caminos y en parques y jardines. La
corteza contiene ácido tánico por lo que seca y finamente molida es utilizada para
curtir pieles. También, se utiliza en infusión para bajar la fiebre y curar el sarpullido; es
depurativa. De la madera se construyen muebles y armarios, chapas, paneles, canoas,
postes, leña y carbón. Debido a que es resistente a la humedad, la madera se utiliza
en la edificación de barcos. La goma se usa como remedio para la bronquitis y el res-
friado. Los frutos verdes son astringentes y se utilizan en casos de diarrea. Además, es
una especie melífera (Vozzo, 2010; Molina–Botero et al., 2019).
63
Lysiloma latisiliquum (L.) Benth.
Tzalam, tsalam, boxtzalam, dzalam
Sinonimias: Acacia bahamensis (Benth.) Griseb.; Acacia formosa A. Rich.; Acacia latisiliqua (L.) Wi-
lld.; Leucaena latisiliqua (L.) Gillis; Lysiloma bahamense Benth. [Spelling variant]; Lysiloma bahamen-
se Benth.; Lysiloma latisiliqua A. Gray ex Sauvalle; Lysiloma latisiliqua (L.) Benth. [Spelling variant]; Mi-
mosa latisiliqua L.
TROLL
Figura 34. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de L. latisiliquum en el Sitio Experimental San
Felipe Bacalar, Quintana Roo.
64
Los frutos son vainas de 9 a 15 cm de largo y de 2 a 4 cm de ancho, dehiscentes,
en forma aplanada, agudas, color café oscuro. Las semillas son abundantes, color
pardo moreno, brillantes y aplanadas, de 7.6 a 8 mm de largo, de 3 a 4 mm de ancho y
de 1.1 a 1.5 mm de grosor. La dispersión de semillas es por lanzamiento desde los fru-
tos cuando estos maduran, entre los meses de septiembre a noviembre (Flores, 1990).
Los frutos se deben recolectar antes que las vainas se abran, cuando tengan
un color marrón oscuro o negro, cada vaina contiene entre 8 y 10 semillas, se estiman
39,000 semillas/kg. La extracción de la semilla es manual y fácil. Los frutos se colocan
en una manta y se exponen al sol durante 4 a 5 días, en periodos de 3 a 4 horas. Las
semillas se extraen golpeando las vainas o abriéndolas manualmente. Las semillas
se pueden almacenar en envases sellados y en un lugar fresco. La germinación varía
entre 40 y 50 % en semillas frescas. Esto se mejora con un tratamiento pregermina-
tivo de inmersión en ácido sulfúrico concentrado por 15 minutos, lo cual aumenta la
germinación hasta un 90 % (Cordero et al., 2003).
65
El tzalam se desarrolla en selvas medianas subperennifolias, subcaducifolias
y vegetación secundaria, crece bien sobre suelos calcáreos con buen drenaje, tam-
bién se le puede encontrar en selvas bajas caducifolias. Prospera en suelos de tipo
sedimentario y con buen drenaje. Se desarrolla en zonas con temperaturas de 25 a
32 °C y con precipitaciones de 1,100 a 2,000 mm anuales, es intolerante a la sombra
y tolerante a las sequías que se presentan de 4 a 6 meses. Se distribuye en casi toda
la península de Yucatán, a excepción de las costas y selvas bajas inundables. En las
selvas medianas de Quintana Roo se pueden encontrar más de 50 individuos por
hectárea con una altura promedio de 9 m y un diámetro normal de 18 cm, en la selva
baja se encuentran hasta 3 individuos por hectárea, y en la selva alta de Campeche se
encuentran menos de un árbol por hectárea.
Figura 36. Distribución de tzalam (L. latisiliquum) en la península de Yucatán. Las zonas verdes
obscuro son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color
verde corresponden a los registros de la especie.
En la zona maya el tzalam tiene principalmente valor ritual. Se usa como leña
para la cocción del “pib”. La madera se puede utilizar para duela, lambrín, parquet,
chapa, postes, viviendas, ebanistería, puertas, ventanas, molduras, lápices, cajas, estu-
ches, recubrimientos de interiores, juguetes, artesanías, torneados, artículos deporti-
vos, ataúdes, vigas laminadas, productos ensamblados y terciados, maderamen, qui-
llas para barcos y herramientas manuales.
Por ser una especie pionera, el tzalam puede ser utilizado para restaurar sitios
que han sido quemados y en la alimentación de ganado en las zonas secas. Las ho-
jas molidas se usan en baños para infecciones de la piel. Es una planta melífera que
genera miel color ámbar oscuro y de gusto agradable (Chemas y Rico–Gray, 1991; Cor-
dero et al., 2003).
66
Piscidia piscipula (L.) Sarg.
Jabín, ja’abín,
Sinonimias: Erythrina piscipula L., Ichthyomethia americana (Sessé & Moc.) S.F. Blake, Ichthyomethia
communis S. F. Blake, Ichthyomethia piscipula (L.) Hitchc., Ichthyomethia piscipula (L.) Kuntze, Ichth-
yomethia piscipula var. typica Stehlé & Quentin, Piscidia americana Sessé & Moc., Piscidia communis
(S.F. Blake) Harms, Piscidia erythrina L., Piscidia inebrians Medik., Piscidia toxicaria Salisb., Robinia
alata Mill.
TROLL
Figura 37. Tallo, hojas, flores y modelo arquitectónico de P. piscipula en el Sitio Experimental
San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
67
rosados o ligeramente morados, el estandarte con una mancha verdosa y la quilla
con una marca rojiza (Pennington y Sarukhán, 2005). Al interior contienen 10 estam-
bres, de 12 mm de largo, ovario alargado, estilo recurvado hacia arriba. La floración
ocurre de febrero a mayo, las flores son polinizadas por el pájaro Icterus cucullatus
que consume el néctar, y abejas nativas (Meléndez, et al., 2020).
Los frutos se recolectan directamente del árbol cuando están secos y tienen
un color pardo amarillento. La extracción de las semillas se realiza de forma manual.
Las impurezas acompañantes se retiran usando tamices o sopladoras de viento. El
número de semillas limpias por kilogramo varía de 78,000 a 104,000 unidades. Éstas
posiblemente presentan un comportamiento ortodoxo. Almacenadas al medio am-
biente conservan la viabilidad por 12 meses (Rocas et al., 2010).
68
Figura 38. Muestra de madera de P. piscipula resguardado en la colección de la xiloteca del
Sitio Experimental San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
Figura 39. Distribución de jabín (P. piscipula) en la península de Yucatán. Las zonas verdes obs-
curo son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color verde
corresponden a los registros de la especie.
69
La madera de P. piscipula, es utilizada en el medio rural como leña, carbón y
construcciones de casas y también con fines medicinales en casos de neuralgias,
espasmos, dismenorrea, insomnio, tensión, irritabilidad nerviosa y migraña. Esta es-
pecie puede ser utilizada en la construcción de embarcaciones, para duela, parquet,
lambrín y decoración de interiores.
70
Platymiscium yucatanum Standl.
Granadillo, subinché, chulul
Sinonimias: No aplica.
Figura 40. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de P. yucatanum en el Sitio Experimental San
Felipe Bacalar, Quintana Roo.
71
El fruto es una vaina indehiscente alada, color café y de forma oblonga alarga-
da, que mide hasta 8 cm de largo por 3 cm de ancho. Contiene una semilla oblonga
alargada, color café claro, en uno de los lados se observa un canal circular. La semilla
mide 2 cm de largo por 1 cm de ancho y contiene una sola semilla. La fructificación
ocurre de mayo a agosto (Rodríguez et al., 2009; Rodríguez–Trejo, 2021). Los frutos
son dispersados por el viento; y consumidos por los monos aulladores Alouatta pigra
(Righini, et al., 2017).
72
Figura 42. Distribución de granadillo (P. yucatanum) en la península de Yucatán. Las zonas
verdes obscuro son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de
color verde corresponden a los registros de la especie.
73
Swartzia cubensis
(Britton & P. Wilson) Standl.
Katalox, kataloox
Sinonimias: Swartzia cubensis var. cubensis, Swartzia lundellii Standl., Tounatea cubensis Britton &
P. Wilson.
TROLL
Figura 43. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de S. cubensis en el Sitio Experimental San
Felipe Bacalar, Quintana Roo.
74
Los frutos son vainas, globosas a ovoides, de 2 a 3 cm de largo, 2 a 3 frutos por
racimo de flores, sobre un estipe (pedicelo), de 0.5 a 1 cm de largo, color amarillento a
anaranjado, brillantes, glabras y rugosas; contienen una semilla, de 1.5 mm de largo,
oblonga, envuelta en un arilo rojo. Fructifica de abril a mayo en forma por demás
vistosa, la maduración de los frutos es de julio a agosto. La dispersión de sus semillas
principalmente la realizan los monos (Ateles geoffroyi y Alouatta palliata) y en menor
proporción las aves (Chapman, 1988).
Los frutos se recolectan directamente del árbol cuando están maduras antes
de que caigan al suelo, se limpian manualmente, se separa la pulpa, las semillas se se-
can a la sombra por periodos de cuatro horas. Presentan un porcentaje de germina-
ción del 47 % por lo que se recomienda la escarificación y colocarlas en agua durante
24 horas antes de la siembra. La viabilidad de las semillas a temperatura ambiente es
menor a tres meses (Lezama y Morfin, 1992).
75
(tzalam). Se distribuye en altitudes de 0 a 300 msnm. En selvas altas se encuentra
menos de un individuo por hectárea con un diámetro normal promedio de 22 cm y
una altura de 15 m, en selvas medianas y bajas igualmente hay menos de un árbol por
hectárea con altura promedio de 10 m y diámetros de 16 cm.
Figura 45. Distribución de katalox (S. cubensis) en la península de Yucatán. Las zonas verdes
obscuro son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color
verde corresponden a los registros de la especie.
El katalox es una madera dura con veteado excepcional por lo que se utiliza
ampliamente en la construcción de muebles, construcciones pesadas, postes y dur-
mientes. Además, se utiliza en incrustaciones, gabinetes finos, pisos de parquet, gui-
tarras, virutas y otros artículos especiales pequeños, productos moldurados, cuchille-
ría, artesanías y artículos torneados.
76
Malvaceae
La familia se conforma por aproximadamente 100 géneros y más
de 2000 especies, distribuidas en regiones tropicales a templadas. Es
bien conocida porque incluye a plantas cultivadas como Gossypium
hirsutum L. (algodón), algunas especies ornamentales como Hibiscus
spp., Alcea rosea L. y Malvaviscus penduliflorus DC., así como Hibiscus
sabdariffa L. (flor de Jamaica), utilizada en la preparación de bebidas
y en confitería. La familia Malvaceae incluye a árboles, arbustos o hier-
bas, excepcionalmente trepadoras, rara vez monoicas o dioicas, gene-
ralmente con pelos estrellados, a veces también con pelos simples o
glándulas, más raramente lepidotas, excepcionalmente con espinas. Las
hojas son simples, alternas, palmeadas, raramente unifolioladas, por lo
general claramente palmatinervadas, enteras a dentadas, aserradas o
crenadas; nectarios extraflorales o domatia a veces presentes; pecíolo
generalmente pulvinado en ambos extremos; estipulaciones presentes,
excepcionalmente reducidas. Flores solitarias o fasciculadas en las axilas,
a veces agrupadas en inflorescencias (usualmente racimos o panículas,
a veces espigas, cimas, umbelas o cabezuelas), actinomorfas, raramente
zigomorfas con ovario súpero. Sépalos generalmente 5, libres o fusiona-
dos, a veces separándose de manera incompleta, en su mayoría valvados
en la yema, a veces con puntas libres y extendidas, en algunos géneros
petaloides, caducos o persistentes. Pétalos tantos como sépalosa a ve-
ces reducidos o ausentes, de formas variadas, a menudo retorcidos en la
yema, libres o fusionados con las bases de los filamentos estaminales, a
veces persistentes. El fruto es una cápsula, loculicida o un esquizocarpo,
raramente parecido a una baya. Las semillas son reniformes, obovoides,
glabras o pilosas. Se distribuyen en regiones tropicales y subtropicales,
pero con unos pocos géneros en zonas templadas (ver, Kearney, 1951;
Kaul, 1988; Bayer y Kubitzki, 2003; Zu y y Deng, 2017).
77
Ceiba pentandra (L.) Gaertn.
Ceiba, pochote
Sinonimias: Eriodendron anfractuosum DC.; Ceiba thonningii A. Chev.; Bombax pentandrum L.; Bom-
bax occidentale Spreng.; Bombax guineense Schum. & Thonn.; Ceiba guineensis (Schum. & Thonn.)
A. Chev.; Ceiba casearia Medik.; Ceiba caribaea (DC.) A. Chev.; Ceiba anfractuosa (DC.) M. Gómez;
Bombax pentandrum L.; Bombax occidentale Spreng.
ROUX
Figura 46. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de C. pentandra en el Sitio Experimental San
Felipe Bacalar, Quintana Roo.
78
y es polinizada por animales nocturnos (murciélagos, marsupiales, polillas halcón)
y diurnos (abejas, avispas, colibríes), pero especialmente murciélagos Leptonycteris
curasoae, Phyllostomus hastatus y Phyllostomus discolor, juegan un papel relevante
en la promoción de la polinización cruzada (Gribel et al., 1999; Quesada et al., 2003;
Lobo et al., 2005; Nathan, 2005; Raju et al., 2005).
79
mediana principalmente, con una densidad de un árbol por hectárea con una altura
total de 10 m, con un diámetro normal promedio de 30 cm.
Figura 48. Distribución de ceiba (C. pentandra) en la península de Yucatán. Las zonas verde
obscuras son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color
verde corresponden a los registros de la especie.
80
Guazuma ulmifolia Lam.
Pixoy, guácima, guázumo
Sinonimias: Guazuma guazuma (L.) Cockerell.; Guazuma invira (Willd.) G. Don; Guazuma polybotrya Cav.;
Guazuma tomentosa Kunth; Guazuma ulmifolia var. tomentella K. Schum.; Guazuma ulmifolia var. tomen-
tosa (Kunth) K. Schum.; Guazuma utilis Poepp.; Theobroma guazuma L.
ROUX
Figura 49. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de G. ulmifolia en el Sitio Experimental San
Felipe Bacalar, Quintana Roo.
81
El fruto es una cápsula ovoide indehiscente, de 2.5 a 4 cm de largo por 2 a 3
cm de ancho, de color marrón oscuro a negro, cubierto de numerosas protuberancias
de forma piramidal y con olor dulce. Contiene entre 40 a 80 semillas de 1 mm, duras,
redondeadas, pardas. Los frutos se abren en el ápice o irregularmente por poros y
permanecen largo tiempo en el árbol (Velázquez et al., 2009). Los frutos maduran
casi todo el año, y fructifican de septiembre a abril. La dispersión la realizan aves,
mamíferos como Nasua nasua, Urocyon cinereoargenteus e incluso el ganado bo-
vino, aunque las hormigas consumen o eliminan buen porcentaje de estas semillas
(Herrera, 1989; Alves–Costa y Eterovick, 2007; Miceli–Méndez, 2008; López et al., 2009;
Escobar–Ramírez et al., 2012; De Almeida et al., 2018).
82
Guazuma ulmifolia es una especie muy abundante en zonas con la temporada
seca bien marcada o en zonas con vegetación abierta, potreros, pastizales y sitios des-
montados. Se desarrolla en temperaturas de 20 a 30ºC, con períodos secos de 4 a 7
meses y con precipitaciones anuales de 700 a 2,000 mm. En la península de Yucatán
se puede encontrar en abundancia en selvas medianas con una densidad de 3 árbo-
les por hectárea con una altura promedio de 8 m y un diámetro de 15 cm. En la selva
alta y baja se encuentra menos de un árbol por hectárea con una altura promedio de
10 y 6 m, respectivamente.
Figura 51. Distribución de Guácima (G. ulmifolia) en la península de Yucatán. Las zonas verdes
obscuro son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color
verde corresponden a los registros de la especie.
83
Meliaceae
Esta familia se conforma aproximadamente por 50 géneros y 575
especies; es bien conocida por incluir especies de alto valor económico
como la caoba y el cedro. La conforman árboles y arbustos, se caracteriza
por presentar madera dura y colorida. Hojas persistentes o deciduas, al-
ternas, rara vez opuestas o en espiral, bipinnadas–compuestas o menos
frecuente 3–folioladas o rara vez 1–folioladas, exestipuladas; folíolos con
margen entero, aserrado o lobado, con glándulas secretoras o nectarios
extraflorales, pelos escamosos en líneas o papilas o puntos pelúcidos en
el envés. Inflorescencias axilares, supraaxilares, ramifloras, caulifloras al
ras del suelo o raramente epífilas, tiroideas, racemosas o espigadas, a
veces reducidas a fascículos o flores solitarias. Flores bisexuales y/o uni-
sexuales (con órganos vestigiales del sexo opuesto), 4 a 5 (–7)– meras,
lóbulos libres o connatos en la base; cáliz imbricado, rara vez valvado;
corola imbricada o convoluta, pétalos alternos a los sépalos, adnatos al
tubo estaminal; estambres 8 a 10 (–25), filamentos connatos parcial o
totalmente en un tubo estaminal, rara vez libres, con apéndices entre
o fuera de las anteras, opuestos o alternos a ellas, anteras ditecas, de-
hiscencia longitudinal; disco nectarífero anular, a veces adnato al ovario,
intraestaminal, ocasionalmente formando un androginóforo. Fruto en
cápsula, baya o drupa. Semilla con arilo carnoso o sarcotesta o una com-
binación de estos o alada y luego adherida a una columela leñosa, o con
capas externas corchosas, o muy raramente sin ninguna de ellas. La fa-
milia meliaceae se distribuyen en los trópicos y subtrópicos, con algunos
representantes en las zonas templadas (Ver, Styles, 1972; Mabberley et al.,
1995; Mabberley, 2010; Romo–Lozano et al., 2017).
84
Cedrela odorata L.
Cedro, chujté, kuché
Sinonimias: Cedrela adenophylla Mart., Cedrela brachystachya (C. DC.) C. DC., Cedrela ciliolata S.F.
Blake, Cedrela cubensis Bisse, Cedrela dugesii S. Watson, Cedrela glaziovii C. DC., Cedrela guianensis
A. Juss., Cedrela hassleri (C. DC.) C. DC., Cedrela longipes S.F. Blake, Cedrela longipetiolulata Harms,
Cedrela mexicana M. Roem., Cedrela mour ae C. DC., Cedrela occidentalis C. DC. & Rose, Cedrela pa-
lustris Handro, Cedrela paraguariensis Mart., Cedrela rotunda S.F. Blake, Cedrela sintenisii C. DC., Ce-
drela velloziana M. Roem., Cedrela whitfordii S.F. Blake, Cedrela yucatana S.F. Blake, Surenus brownii
Kuntze, Surenus glaziovii (C. DC.) Kuntze, Surenus guianensis (A. Juss.) Kuntze, Surenus mexicana (M.
Roem.) Kuntze, Surenus velloziana (M. Roem.) Kuntze.
SCARRONE
Figura 52. Tallo, hojas flores, frutos y modelo arquitectónico de C. odorata en el Sitio Experi-
mental San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
85
dos u oblongos. Es una especie monoica que presenta flores masculinas y femeninas
en la misma inflorescencia (Pennington y Sarukhán, 2005). En panículas terminales
largas y sueltas, de 15 a 30 cm de largo; muchas flores angostas aparentemente tu-
bulares, pero con 5 pétalos, suavemente perfumadas, actinomorfas; cáliz en forma de
copa, corola crema verdosa. Especie caducifolia, la floración se presenta durante los
meses de mayo a agosto (Styles, 1972; Pennington y Sarukhán, 2005).
Las infrutescencias miden hasta 30 cm de largo, péndulas. Los frutos son cáp-
sulas leñosas dehiscentes (parecidas a nueces), de 2.5 a 5 cm de largo, 4 a 5 valvas,
elipsoides a oblongas, pardo verdosas a morenas, con un fuerte olor a ajo, producen
un exudado blanquecino y acuoso cuando están inmaduras, de 20 a 40 semillas, ala-
das, de 2 a 3 cm de largo, incluyendo el ala, color marrón, adheridas al eje. Los frutos
maduran en abril y mayo del año siguiente cuando el árbol ha tirado sus hojas; la
plena fructificación se presenta en los meses de febrero a abril. La dispersión es por
aire.
Los frutos se recolectan del árbol cuando están maduros y listos para liberar las
semillas, cuando cambian de color verde a marrón café. Los frutos verdes se pueden
secar al sol por 24 a 35 horas hasta que abran, sin excederse para que la semilla no
pierda viabilidad (Cordero et al., 2003). Las semillas se extraen de las cápsulas cribán-
dolas a través de una red de 0.60 cm de malla. Cada kg contiene 30,000 a 50,000
semillas (Pérez–Martínez et al., 2014). La semilla pierde viabilidad rápidamente, pero
se puede almacenar en frascos herméticamente sellados a 5 °C, hasta por cinco años,
con porcentaje de germinación del 90 %. No requiere tratamiento previo, semilla or-
todoxa (Berjak y Pammenter, 2010).
86
Figura 53. Muestra de madera de C. odorata resguardado en la colección de la xiloteca del Sitio
Experimental San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
Figura 54. Distribución actual de C. odorata en la península de Yucatán. Las zonas verdes obs-
curo son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color verde
corresponden a los registros de la especie.
87
El cedro en la península de Yucatán es considerado una especie maderable,
para construcciones rurales, madera en rollo, leña, implementos agrícolas, artesanías
y muebles; además, se utiliza localmente para hacer infusión de su corteza para la
diarrea, fiebre, vómitos, hemorragias, dispepsia, bronquitis e indigestión. La infusión
de hojas es para el dolor de muelas, parásitos intestinales, oídos, disentería. El tallo
para acelerar el parto. La resina es empleada como expectorante. También es fre-
cuente su utilización para bajar la temperatura, tratar problemas como diarrea, dolor
de estómago y parásitos intestinales, mediante el cocimiento hecho a base de raíz,
tallo y hojas (Pérez, 2002).
88
Swietenia macrophylla King in Hook
Caoba
Sinonimias: Swietenia belizensis Lundell; S. candollei Pittier; S. krukovii Gleason; S. macrophylla var.
marabaensis Ledoux & Lobato; S. tessmannii Harms.
RAUH
Figura 55. Tallo, hojas, frutos, flores y modelo arquitectónico de S. macrophylla en el Sitio Ex-
perimental San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
89
comienzan a perder parte de su follaje. Las semillas son samaroides, voluminosos en
su base, de 7 a 12 cm de largo y de 2 a 2.5 cm de ancho incluyendo el ala. La semilla es
de forma oblonga alargada y aplanada, color pardo, de 2.3 cm a 2.5 cm de ancho por
0.4 cm de grueso (Pérez–Martínez et al., 2014).
Los frutos se recolectan de enero a marzo directamente del árbol antes de que
se abran las válvulas, cuando los frutos están maduros y el pericarpio cambia a un co-
lor café. Se colocan en cajas de madera o lona y se dejan por dos o tres días hasta que
liberan las semillas o, estás se golpean con una vara. Se cortan las alas de las semillas
a un centímetro de la base para facilitar el manejo y reducir el volumen. Para remover
las impurezas de la semilla se puede ventilar. El número de semillas por kilogramo va-
ría de 100 000 a 150 000 unidades. Se pueden conservar en frascos herméticamente
cerrados de 3 a 7 % de humedad y 6 a 8 °C, hasta por cuatro años. Con un porcentaje
de germinación del 60 % (Cordero et al., 2003; Berjak y Pammenter, 2010; Pérez–Mar-
tínez et al., 2014).
90
La caoba forma parte de las selvas caducifolias, selvas subcaducifolias, selvas
perennifolias, selvas subperennifolias y bosque de galería. Se desarrollan en zonas con
temperatura anual promedio de igual o superior a 24oC, con precipitaciones anuales
que van desde los 1,000 a los 2,000 mm anuales en suelos vertisol pélico, rendzina. En
la península de Yucatán solo se le encuentra al sur de Campeche y Quintana Roo, en
selva alta se encuentra una densidad menor a un árbol por hectárea, con altura de 15
metros y 30 cm de diámetro normal en promedio. En selva mediana se pueden en-
contrar hasta dos árboles por hectárea, de 13 m de altura y 25 cm de diámetro normal
promedio, en selva baja la densidad es menor a un árbol por hectárea.
Figura 57. Distribución actual de S. macrophylla en la península de Yucatán. Las zonas verdes
obscuro son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color
verde corresponden a los registros de la especie.
91
Los usos tradicionales de la caoba son principalmente como un árbol produc-
tor de madera, construcciones rurales, elaboración de muebles y artesanías. El árbol
de caoba se utiliza ampliamente en plantaciones comerciales, sistemas agroforesta-
les, árbol de traspatio y de sombra. En los usos tradicionales se le utiliza para curar la
malaria, la anemia, la diarrea, la fiebre, disentería, hipertensión, cáncer, tos, dolores de
pecho, parasitismo intestinal y actividad antiulcerosa (Eid et al., 2013).
92
Moraceae
Esta familia se conforma aproximadamente por 37 géneros y al-
rededor de 1,000 especies. Es conocida por especies como el higo y el
fruto del pan. La conforman árboles, arbustos, trepadoras o hierbas, con
látex lechoso a veces acuoso. Hojas alternas, lámina entera o lobulada,
nervadura pinnada, palmeada o radiada, estípulas a menudo amplexi-
caulas a veces dentadas, tripliveinadas, estípulas presentes, a menudo
conspicuas y/o connato. Flores unisexuales, juntas en inflorescencias bi-
sexuales o unisexuales, no ramificadas y espigadas, globosas, discoides,
ciatiformes o urceoladas, pistilodio presente o ausente. Flores pistiladas
sin rudimentos de estambres, ovario unilocular, súpero a ínfero, estilo y/o
estigma uno o dos, óvulo uno, anátropo o campilotropo, (sub)apical. Fru-
to rara vez seco, aquenio, más frecuentemente drupáceo (exocarpo a
menudo dehiscente), generalmente envuelto por un perianto carnoso
y/o sumergido en un receptáculo carnoso, a menudo toda la inflorescen-
cia formando un sincarpo. Semillas con endospermo y embrión peque-
ño o sin endospermo y embrión grande (ver Berg, 1980; Rohwer y Berg,
1993; Berg et al., 2006).
93
Brosimum alicastrum Sw.
Ramón, oox, ox, k’an oox
TROLL
Figura 58. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de B. alicastrum en el Sitio Experimental San
Felipe Bacalar, Quintana Roo.
94
bosa con pericarpio carnoso comestible de color verde amarillento y anaranjado o
rojo cuando está maduro, sabor y olor dulce (Pennington y Sarukhán, 2005). La dru-
pa contiene generalmente una semilla de color café amarillento de forma globosa u
ovoide, de 1 a 2 cm de diámetro, con testa delgada de color castaño y cotiledones ver-
des, gruesos y feculentos. Los frutos son dispersados por aves de la familia Cracidae
como la chachalaca (Ortalis vetula), el faisán real (Crax rubra), murciélagos nocturnos
de la familia Phyllostomidae, en un rango de 1 hasta 20 km; también por mono araña
(Ateles geoffroyi) y saraguate negro (Alouatta pigra) en asociación con escarabajos
coprófagos. Además, por tapir (Tapirus bairdii) y otras especies secundarias como el
ratón Heteromys desmarestianus y el Agutí paca (González, 1998; Ponce‐Santizo et
al., 2006; Palma y Stevenson, 2010; Pérez y Matus, 2010; López et al., 2014; Martínez–
Ceceñas et al., 2020).
Los frutos se recolectan directamente del árbol cuando presentan una colora-
ción amarillo o anaranjado–rojizo. Esto ocurre entre los meses de marzo a julio. Los
frutos se transportan al sitio de beneficio en costales antes de que empiecen a fer-
mentar. La pulpa se separa de las semillas macerando los frutos con la mano dentro
de un recipiente con agua. Las semillas se dejan escurrir hasta estar secas. El número
de semillas por kilogramo varía de entre 300 a 1,200 semillas. Para conservar la se-
milla se almacena a temperatura ambiente y conservan su viabilidad por 3 meses,
con un porcentaje de germinación de 84 a 88 %. El almacenamiento con tempera-
tura controlada se realiza en frascos herméticamente sellados con un contenido de
humedad del 12 %, a una temperatura de 5 °C; el tiempo estimado de viabilidad en
estas condiciones es de 12 meses. Las semillas se desprenden de los parentales con
contenidos de humedad de 45 a 50 %, y son catalogadas como recalcitrantes (Vozzo,
2010; Laborde y Corrales–Ferrayola, 2012).
95
Figura 59. Muestra de madera de B. alicastrum resguardado en la colección de la xiloteca del
Sitio Experimental San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
Figura 60. Distribución actual de B. alicastrum en la península de Yucatán. Las zonas verdes
obscuro son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color
verde corresponden a los registros de la especie.
96
La semilla ha sido usada desde la época prehispánica como alimento por los
mayas, actualmente es frecuente encontrar este árbol en los traspatios de muchas
casas, tanto en zonas rurales como urbanas. Los principales usos que se le da a B.
alicastrum es como un árbol forrajero, alimenticio, medicinal y ornamental. En zonas
rurales, la semilla de este árbol representa un importante sustento para las familias
de escasos recursos (Fedick y Santiago, 2022).
97
Sapotaceae
Esta familia está conformada por 77 géneros y 1100 especies. Se
caracteriza por incluir especies de fruto comestible como: Manilkara
zapota, Manilkara chicle, Chrysophyllum cainito, Pouteria campechia-
na, entre otras. Se distribuyen en clima neotropical y bosques húmedos,
principalmente; pero algunos géneros, se extienden a regiones áridas y
semiáridas. La conforman árboles o arbustos, monoicos o dioicos; rami-
ficación generalmente simpodial; tronco, rama y frutos con látex blanco
o amarillo; pubescentes, con tricomas malpigiáceos, rara vez simples.
Hojas alternas, dispuestas en espiral o dísticas, menos frecuentemente
opuestas o verticiladas, simples, enteras o muy raramente dentadas; pe-
cíolo que rara vez lleva un par de estipelas diminutas. Inflorescencia fas-
ciculada o flores ocasionalmente solitarias, axilares, ramifloras o coliflo-
ras; fascículos ocasionalmente dispuestos a lo largo de brotes axilares
cortos sin hojas, en forma de panícula; la base del fascículo a veces se
convierte en braquiblastos cortos, densamente escamosos. Inflorescen-
cias axilares, fasciculadas o flores solitarias, ebracteadas o brácteas dimi-
nutas, si en fascículos entonces sobre braquiblastos. Flores bisexuales o
unisexuales, actinomorfas, sésiles o pediceladas; cáliz 4 a 6 sépalos en
una serie, libres o ligeramente fusionados, imbricados o quincunciales o
6 a 11, imbricados estrechamente en espiral o en 2 series, la serie exter-
na valvada o ligeramente imbricada; corola ciatiforme o tubular, gamo-
pétala, rotada, lóbulos 4 a 18, enteros o parcialmente divididos hasta la
base en 3 segmentos, el segmento medio entero. Frutos en bayas, rara
vez drupas o dehiscentes tardíamente por una valva lateral; pericarpio
carnoso, coriáceo o leñoso; semillas numerosas, globosas, elipsoidales,
oblongas, con frecuencia comprimidas lateralmente, generalmente con
testa libre del pericarpio, parda, brillante, ocasionalmente áspera, rugosa
o punteada y entonces generalmente adherida al pericarpio, cicatriz del
hilo adaxial, basi–ventral o basal, angosta o ancha, a veces cubriendo par-
cial o totalmente a la semilla, embrión vertical, oblicuo u horizontal, coti-
ledones generalmente libres y foliáceos, delgados o gruesos, aplanados
o plano–convexos, endospermo presente o ausente (ver, Pennington,
2004; Carranza–González, 2005; Armstrong et al., 2014; Baky et al., 2016).
98
Chrysophyllum mexicanum
Brandegee ex Standl.
Caimito, caymito, caimitillo, chi’kéej
TROLL
Figura 61. Tallo, hojas y modelo arquitectónico de C. mexicanum en el Sitio Experimental San
Felipe Bacalar, Quintana Roo.
99
El fruto es una baya ovoide a elipsoide de 1 a 2 cm de largo, carnosa anaranja-
do–verdoso, piel morada a violeta brillante con aroma agradable y sabor dulce, con-
tiene una semilla solitaria, más o menos elipsoide, de 1 a 1.3 cm de largo, testa lisa,
café brillante, cicatriz ancha, basi–ventral, sin exceder la mitad del largo de la semilla,
endospermo agrietado. Fructifica de noviembre a marzo (Ibarra–Manríquez y Cor-
nejo–Tenorio, 2010; Vozzo, 2010). Los frutos y semillas son dispersados por algunos
mamíferos, principalmente monos (Vander Pijl, 1972).
Los frutos se recolectan directamente del árbol cuando presentan una colora-
ción rojiza a morado, esto ocurre entre los meses de noviembre a abril. Los frutos se
transportan al sitio de beneficio en costales antes de que empiecen a fermentar. La
pulpa se separa de las semillas macerando los frutos con la mano, en un recipiente
con agua. Las semillas se dejan escurrir hasta estar secas. Para conservar la semilla se
pueden almacenar en frascos herméticos, sellados, con un contenido de humedad
del 8 % y a 10 °C, hasta por 5 años (Anaya y Vega, 1991; Vozzo, 2010).
100
Figura 63. Distribución de caimito (C. mexicanum) en la península de Yucatán. Las zonas verde
obscuras son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color
verde obscuro corresponden a los registros de la especie.
101
Manilkara zapota (L.) P Royen.
Zapote, chicozapote, árbol del chicle, ya’a
Sinonimias: Manilkara gaumeri Gilly, Manilkara breviloba Gilly, Manilkara petenensis Lundell, Ma-
nilkara lobulata Lundell, Achras coriacea Lundell, Achras dactylina Lundell., Achras latiloba Lundell,
Achras paludosa Lundell, Achras tainteriana Lundell.
AUBRÉVILLE
Figura 64. Tallo, hojas, fruto y modelo arquitectónico de M. zapota en el Sitio Experimental San
Felipe Bacalar, Quintana Roo.
102
Los frutos son bayas globosas u ovoides, de hasta 20 cm de largo y 12 cm de
diámetro, color marrón rojizos cuando están maduros, carnosos, con una cáscara
gruesa y áspera, pulpa color rojo anaranjado o rosa; con un sabor dulce y agradable
al gusto. Cada fruto normalmente contiene una semilla. Las semillas son elipsoides
a elipsoides–ovadas, agudas en las puntas, de 8 a 10 cm de largo y de 3 a 6 cm de an-
cho, la cubierta de la semilla varía de marrón a negro; es lisa, brillante con una cicatriz
de hilio lateral, color blanco a crema amarillento, ocupa gran parte del cuerpo de la
semilla (Pennington y Sarukhan, 2005).
Los frutos se pueden recoger del suelo o del árbol, se trasladan en cajas o cos-
tales. Para extraer las semillas, se retira la parte carnosa del fruto a mano, sumer-
giéndola en agua para facilitar la extracción y retirando las impurezas. Las semillas se
secan al sol en espacios ventilados durante un par de horas. La recolección de frutos
se realiza entre los meses de marzo a mayo.
Figura 65. Muestra de madera de M. zapota resguardado en la colección de la xiloteca del Sitio
Experimental San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
103
Manilkara zapota se desarrolla en la selva alta y mediana subperennifolia, en
temperatura media anual de 26 oC, con precipitación media anual de 1,200 mm; tole-
ra sequías moderadas, crece en suelos sedimentarios, calizos, calcáreos, con subsue-
los rocosos, francos y profundos. En la península de Yucatán, M. zapota se distribuye
principalmente en las selvas medianas del estado de Quintana Roo y parte de las
selvas altas del sur de Campeche. En las selvas altas se puede encontrar una densi-
dad menor a un árbol por hectárea con una altura promedio de 13 m y un diámetro
normal de 30 cm. En la selva alta se tiene una densidad mayor de 20 árboles por hec-
tárea con alturas de 10 m y diámetro normal promedio de 30 cm. En las selvas bajas
inundables se tiene una densidad de 8 árboles por hectárea y una altura promedio de
8 m y un diámetro normal de 15 cm.
Figura 66. Distribución de M. zapota en la península de Yucatán. Las zonas verde obscuras son
las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color verde corres-
ponden a los registros de la especie.
104
El fruto del zapote es rico en nutrientes (azúcares, ácidos, proteínas, aminoáci-
dos), minerales (potasio, calcio y hierro) y compuestos bioactivos que se componen
principalmente de elagitaninos, ácido fenólico, déspsidos y flavonoides (antocianinas
y flavanoles); por lo que tiene un enorme potencial de aplicaciones farmacológicas. La
corteza de M. zapota está enriquecida con varios fitoconstituyentes bioactivos de los
cuales se extrae el etanol, el cual se utiliza para la producción del biodiésel (Kumar et
al., 2015) y también es utilizado en el tratamiento de la diabetes por sus efectos anti-
diabéticos que ayuda al control glucémico y a regular la alteración bioquímica (Karle
et al., 2022), también resulta beneficioso en el tratamiento de la epilepsia (Barbalho
et al., 2015) y como agente antibacteriano contra bacterias Streptococcus mutans.
Del extracto de la cáscara del fruto se sintetiza SFP–CeO2NP, el cual muestra una
buena actividad antimicrobiana contra varios patógenos (bacterias y hongos) y pre-
senta además actividad antidiabética (Osman et al., 2011; Ayodhya et al., 2022; Turnip
y Sirait, 2022). De la almendra se extrae un aceite esencial que se utiliza en la industria
de los cosméticos, para el tratamiento del cabello, la calvicie y para la fabricación de
jabones (Bangar et al., 2022).
105
Pouteria campechiana (Kunth)
Baehni
Kanisté, k`aniste, mameicillo
Sinonimias: Lucuma campechiana Kunth; Lucuma elongata (C.F.Gaertn.) Steud.; Lucuma glabri-
folia Pittier; Lucuma heyderi Standl.; Lucuma inseparabilis Dubard; Lucuma laeteviridis Pittier; Lu-
cuma nervosa A. DC.; Lucuma palmeri Fernald; Lucuma rivicoa var. angustifolia Miq.; Lucuma
salicifolia Kunth; Lucuma sphaerocarpa A. DC.; Pouteria campechiana var. nervosa (A. DC.) Baeh-
ni; Pouteria campechiana var. palmeri (Fernald) Baehni; Pouteria campechiana var. salicifolia (Kun-
th) Baehni; Pouteria elongata (C.F. Gaertn.) Baehni; Pouteria glabrifolia (Pittier) Cronquist; Pouteria
laeteviridis (Pittier) Lundell; Pouteria mante Lundell; Radlkoferella glabrifolia (Pittier) Aubrév.; Rad-
lkoferella inseparabilis Pierre [Invalid]; Radlkoferella sphaerocarpa (A.DC.) Pierre; Richardella campe-
chiana (Kunth) Pierre; Richardella nervosa (A.DC.) Pierre; Richardella salicifolia (Kunth) Pierre; Sapota
elongata C.F. Gaertn.; Sideroxylon campestre Brandegee; Vitellaria campechiana (Kunth) Engl.; Vite-
llaria nervosa (A. DC.) Radlk.; Vitellaria salicifolia (Kunth) Engl.; Vitellaria sphaerocarpa (A. DC.) Rad-
lk.; Vitellaria tenuifolia Engl.; Xantolis palmeri (Fernald) Baehni.
AUBRÉVILLE
106
Árbol perennifolio, de 18 a 25 m de alto, tronco de 30 cm de diámetro normal;
ramas delgadas y ascendentes, pubescentes en las partes más jóvenes, glabras o gla-
brescentes al madurar, copa irregular (Vester, 2017). Hojas en espiral aglomeradas en
la punta de las ramas, pecíolo de 5 a 28 mm de largo, glabro, lámina oblanceolada, de
6 a 25 cm de largo, ápice redondeado a acuminado, base atenuada, haz verde claro,
brillante, envés verde–amarillento. Las flores son de color verde claro, de olor fragan-
te y dispuestas en pequeños fascículos axilares en pedicelos de 5 a 14 mm de largo,
finamente sedosos; sépalos 5 o 6; corola infundibuliforme, color verde claro. Florece
de mayo a junio (Pennington y Sarukhán, 2005).
Los frutos se recolectan directamente del suelo o del árbol por medio de gan-
chos metálicos, se trasladan en costales o cajas. Para extraer las semillas se colocan
los frutos en un recipiente de agua para retirar la pulpa manualmente. Las semillas se
secan al sol en lugares ventilados por 1 ó 2 horas. Un kilogramo contiene aproximada-
mente 490 semillas. Se pueden almacenar a temperatura ambiente hasta por nueve
meses como máximo. También se pueden almacenar en contenedores herméticos
cerrados a 20 °C, con un contenido de humedad de 6 a 8 % (Vozzo, 2010).
107
Figura 68. Muestra de madera de P. campechiana resguardado en la colección de la xiloteca
del Sitio Experimental San Felipe Bacalar, Quintana Roo.
Figura 69. Distribución de P. campechiana en la península de Yucatán. Las zonas verde obs-
curas son las de mayor densidad, las más claras no tienen registros y los puntos de color verde
corresponden a los registros de la especie.
108
En la península de Yucatán, el fruto del kanisté es consumido como de tem-
porada, es usado como árbol frutal y de sombra en traspatios. También es utilizado
como árbol de sombra en cafetales, su madera es utilizada para la construcción de
casas, marcos y muebles.
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Esta publicación se editó en la Comisión Nacional Forestal
en enero de 2023 y la impresión
consta de 300 ejemplares.
Distribución gratuita.