Testimonios Paganos Que Demuestran La Existencia Histórica de Jesús
Testimonios Paganos Que Demuestran La Existencia Histórica de Jesús
Testimonios Paganos Que Demuestran La Existencia Histórica de Jesús
(116-124)
Mará bar-Serapión (filósofo sirio), escribe una carta su hijo Serapión –considerada
por algunos como el escrito más antiguo que refiere a Jesús- en la que le habla de tres
personajes ilustres que sufrieron la muerte a pesar de su inocencia: Sócrates,
Pitágoras, “Rey sabio” Jesucristo.
Por su parte Suetonio, tanto en Vida de los doce césares, así como en Vida del
emperador Claudio, hace mención de un grupo nuevo que profesa una reciente
superstición perniciosa, instigados por Cresto, los cuales son expulsados de Roma.
Por último Dión Casio, relata la suerte de Flavio Clemente y su esposa, acusados
ambos de ateísmo, por ser adictos a la “religión judía”.
A pesar de su escasez, estos testimonios coinciden con los datos proporcionados por
el NT sobre Jesús, siendo necesario a su vez el ser valorados por los siguientes
motivos:
a. Testimonios civiles
Flavio Josefo: obras Antigüedades judaicas (Israel antes de la destrucción del templo)
y Sobre la guerra judía (sobre la guerra contra Roma y el exilio, año 73). Da testimonio
sobre la existencia de Jesús, hombre excepcional que obraba prodigios y que atrajo a
judíos y griegos. Se pensaba que era el Cristo, pero fue negado por los principales del
pueblo y condenado por Pilatos a morir crucificado. Sus seguidores se mantuvieron
siempre fieles en su amor hacia él. Dicho testimonio recibe las dudas sobre una
posible modificación por parte de autores cristianos, teoría que defiende Antonio
Piñero. Por su parte hay quienes afirman la autenticidad íntegra del testimonio, tal es
el caso de Pelletier y M. Dubarle, pues encaja con los datos que acompañan el
conjunto de la obra.
b. Testimonio religioso:
El Talmud: este escrito que recoge buena parte de las tradiciones del pueblo judío, da
testimonio de la existencia de Jesús, así como de la suerte que corrió a manos de los
maestros de pueblo. Estos reconocieron además la presencia de seguidores y su
carácter taumatúrgico, que dio lugar a su posterior condena por hechicería y muerte
en cruz. Concuerda esto con los datos obtenidos en los evangelios.
a. 50-70 se escribe en NT
b. 90-150 los padres apostólicos
c. ss. I-II, escritos de los apologistas
d. ss.II-III, los escritores eclesiásticos.
e. ss.III-VIII, literatura de los santos padres.
Otro dato, la reflexión de los demás escritos de apostólicos, muestran la verdad sobre
la vida y doctrina de Jesús, en coincidencia con lo presentado en los evangelios.
Demostrando la relación existente en las primeras comunidades entre la vida histórica
de Jesús y el interés de los miembros por entender y reflexionar sobre sus
enseñanzas.
La fecha en la que más concuerdan los exegetas sobre el nacimiento de Cristo es dos
años antes de la muerte de Herodes (4 a.c) lo que proporciona una ubicación del
acontecimiento 6 años anteriores al inicio de la era cristiana. E 25 de diciembre es una
especie de cristianización de la fiesta pagana dedicada al sol, y reinterpretada en la
persona de Cristo como el verdadero sol de oriente.
Con respecto al censo realizado durante el imperio de Augusto, que lleva a José y
María a ir a Belén, lo más probable es que sea el segundo realizado bajo su gobierno,
mandado a ejecutarse en el 746 (años de imperio romano), y llevado a cabo en Judea
dos años más tarde.
Sobre el inicio de su vida pública hay posibilidades que haya sido a los 36 años,
sumándole además el tiempo que ejerció su ministerio. La historicidad de este y
demás datos sobre su origen surge desde la especial orientación teológica que
atraviesa los relatos. A esto se suma su ausencia en la catequesis primitiva que se
centra en la resurrección, a lo cual posteriormente se añade este tema a la luz de la
Pascua. Sobre la historicidad y génesis de los datos sobre la infancia de Jesús, la
crítica racionalista afirma su carácter mitológico. Los errores que a este respecto
cometen quienes afirman lo mencionado es la falta de diferenciación entre el contenido
histórico y la intencionalidad teológica de los redactores, que no elimina la historicidad
de los acontecimientos. Se halla en ellos por lo tanto, hechos históricos y elementos
orientados a extraer e estos su significación.
McHugh, habla de midrash cristiano, en referencia a Lucas, afirma que el autor parte
de hechos conocidos y se remonta al pasado para encontrar su significado.
Fuillet, en lugar de midrash prefiere hablar de género antológico, que toma términos y
temas de autores anteriores, dándoles un sentido nuevo.
Los relatores de la infancia de Jesús buscan más la concordancia de los hechos con el
conjunto de la escritura, más que la historicidad de los mismos. Lo cual da lugar a una
intervención didáctica del autor. Esto sugiere una necesaria cautela al afirmar la
historicidad y veracidad de cada uno de los elementos presentes en la narración.