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PSYKHE Copyright 2021 by Psykhe

2022, 31(1), 1-20 ISSN 0717-0297


https://doi.org/10.7764/psykhe.2020.22585 www.psykhe.cl

Adaptación Argentina de Dos Escalas de Dificultades en la


Regulación Emocional en Adultos Emergentes Universitarios

Argentinian Adaptation of Two Scales of Difficulties in


Emotion Regulation in College Emerging Adults

Yanina Michelini y Juan Carlos Godoy

Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Córdoba e Instituto de Investigaciones Psicológicas,


Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina

Las dificultades en la regulación de emociones (i.e., desregulación emocional) negativas y positivas subyacen a
conductas riesgosas en adultos emergentes universitarios. La Escala de Dificultades en la Regulación Emocional
(DERS) y la Escala de Dificultades en la Regulación de Emociones Positivas (DERS-P) son instrumentos
ampliamente usados para medir desregulación emocional; sin embargo, no poseen versiones en español con
propiedades psicométricas consistentes. El objetivo de este estudio fue evaluar las propiedades psicométricas de la
DERS y DERS-P en adultos emergentes universitarios argentinos. Por medio de un muestreo no probabilístico
accidental, se evaluó una muestra de 392 participantes (64,54% mujeres) de 18 a 28 años (M = 21,40, DE = 2,24) de 2
universidades públicas de la ciudad de Córdoba, Argentina. Los análisis factoriales confirmatorios que se realizaron
a la estructura factorial original de la DERS y DERS-P mostraron ajustes aceptable y excelente, respectivamente.
Para ambas escalas, se observaron valores de consistencia interna (alfa de Cronbach y confiabilidad compuesta)
satisfactorios. La DERS y la DERS-P presentaron evidencia de validez convergente con estrategias poco adaptativas
y divergente con estrategias adaptativas de regulación emocional cognitiva (medidas con el CERQ). Además,
presentaron evidencia de validez concurrente con Urgencia Positiva y Urgencia Negativa (medidas con la escala
UPPS-P) y con Afecto Positivo y Afecto Negativo (medidos con la PANAS). Extender estos resultados en muestras de
estudiantes de distintas carreras universitarias incluyendo la examinación de la confiabilidad test-retest contribuiría
a la validación de la DERS y la DERS-P en adultos emergentes universitarios de Argentina.

Palabras clave: desregulación emocional, DERS, adaptación argentina, análisis factorial confirmatorio

Difficulties in negative and positive emotion regulation (i.e., emotion dysregulation) underlie risky behaviors in
college emerging adults. The Difficulties in Emotion Regulation Scale (DERS) and the Difficulties in Emotion
Regulation Scale-Positive (DERS-P) are widely used to measure emotion dysregulation; however, they lack Spanish-
language versions with consistent psychometric properties. This study aimed to evaluate the psychometric properties
of the DERS and the DERS-P in Argentinian college emerging adults. An accidental non-probability sampling process
was conducted, yielding a sample of 392 participants (64.54% women) aged 18 to 28 years (M = 21.40; SD = 2.24) who
attended 2 public universities in the city of Córdoba, Argentina. Confirmatory factor analyses of the original factor
structure of the DERS and the DERS-P revealed excellent and satisfactory fit respectively. For both scales,
satisfactory internal consistency values (Cronbach's alpha and composite reliability) were observed. The DERS and
the DERS-P exhibited evidence of convergent validity with maladaptive strategies and divergent validity with
adaptive strategies of cognitive emotion regulation (assessed with the CERQ). Moreover, they exhibited evidence of
concurrent validity with Positive Urgency and Negative Urgency (assessed with the UPPS-P scale) and with Positive
Affect and Negative Affect (assessed with the PANAS). Replicating these results in samples of students enrolled in a
variety of college programs, incorporating the examination of test-retest reliability, might contribute to the
validation of the DERS and the DERS-P in college emerging adults in Argentina.

Keywords: emotion dysregulation, DERS, Argentinian validation, confirmatory factor analysis

Yanina Michelini https://orcid.org/0000-0003-0768-7645


Juan Carlos Godoy https://orcid.org/0000-0002-1622-1647
Los autores agradecen al Dr. Mauricio Federico Zalazar-Jaime, quien colaboró activamente en el análisis de los datos del
presente estudio. Este trabajo fue posible gracias a los financiamientos otorgados por el Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas, en la forma de una beca de doctorado otorgada a la primera autora, y por la Secretaría de Ciencia y Tecnología
de la Universidad Nacional de Córdoba, mediante el subsidio de investigación otorgado al proyecto PID 2016-2018, categoría A,
titulado "Adolescencia, Cognición y Emoción" y dirigido por el segundo autor. No existe ningún conflicto de intereses que revelar.
La correspondencia relativa a este artículo debe ser dirigida a Yanina Michelini, Facultad de Psicología, Universidad Nacional
de Córdoba, Instituto de Investigaciones Psicológicas, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Bv. de La
Reforma esq. Enfermera Gordillo, Estafeta Postal 32, Ciudad Universitaria, Código Postal 5000, Córdoba, Argentina. Email:
[email protected]
2 MICHELINI Y GODOY

Cuando se experimentan emociones (i.e., cambios cognitivos, fisiológicos, motivacionales, motores,


[LeDoux & Brown, 2017]), pueden activarse mecanismos por los cuales estas son conducidas hacia fines
adaptativos, esto es, reguladas. La regulación emocional se refiere a procesos intrínsecos y extrínsecos para
monitorear, evaluar y modificar reacciones emocionales con el fin de lograr objetivos. En este sentido,
regular adaptativamente las emociones implica modularlas, es decir, reducir la urgencia asociada a una
emoción (Thompson, 1994). La regulación emocional no siempre es adaptativa. La literatura entrega
evidencia de que la regulación emocional cumple un papel relevante en cuadros psicopatológicos afectivos y
en comportamientos riesgosos (Gross & Jazaieri, 2014).
Partiendo de aportes conceptuales y empíricos precedentes, Gratz y Roemer (2004) propusieron una
definición multidimensional de la regulación emocional. Así, entonces, regular una emoción se caracteriza
por las siguientes dimensiones: (a) uso flexible de estrategias adaptativas para modular la intensidad y/o
las características temporales de una respuesta emocional; (b) habilidad para resistir conductas impulsivas
e involucrarse en comportamientos dirigidos hacia un objetivo; (c) aceptación, claridad y conciencia
emocional; y (d) propensión a experimentar angustia emocional cuando se realizan actividades
significativas. Desde esta perspectiva, la ausencia relativa de una o más de estas dimensiones indicaría la
presencia de dificultades en la regulación emocional, esto es, desregulación emocional.
La adultez emergente es la etapa del desarrollo que transcurre, en general, entre los 18 y los 25 años,
aunque puede extenderse hasta los 29 años (Arnett et al., 2014). Los adultos emergentes presentan
características que los distinguen de otros grupos etarios. Ya no son adolescentes, pues exhiben madurez
física y sexual, se encuentran finalizando la educación formal y alcanzando la mayoría de edad ante la ley.
A su vez, desarrollan trayectorias sociales, laborales y educativas más inestables que adultos mayores
(Arnett et al., 2014; Skidmore et al., 2016). Con frecuencia, los adultos emergentes se involucran en
comportamientos riesgosos, como el consumo problemático de alcohol (i.e., consumo asociado a
consecuencias negativas como perder el conocimiento, conducir en estado de ebriedad, tener dificultades
para limitar el consumo; Bravo et al., 2019), conductas sexuales sin protección (Organización Panamericana
de la Salud, 2017), así como actos delictivos y consumo de sustancias psicoactivas ilegales (Stone et al.,
2012; Sussman & Arnett, 2014). Estas conductas de riesgo, que suelen tener inicio en la adolescencia, se
mantienen e incluso aumentan durante la adultez emergente (Mahalik et al., 2013; Shulman & Cauffman,
2014; Willoughby et al., 2013). Distintos modelos neurobiológicos del desarrollo explican que en la base de
esta propensión hacia comportamientos riesgosos se encuentran conexiones cerebrales implicadas en la
regulación emocional y la toma de decisiones aún en maduración (Casey et al., 2019; Ernst, 2014). Hasta
alcanzar niveles de estabilidad y sofisticación, los procesos de regulación emocional, aun durante la adultez
emergente, pueden permanecer rudimentarios y específicos a cada contexto emocional (Thompson, 2011;
Zimmermann & Iwanski, 2014).
Al menos la mitad de los adultos emergentes de numerosos países occidentales, entre ellos, Argentina,
inician estudios universitarios durante esta etapa (Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico, 2018). Distintos elementos de la vida universitaria (i.e., nuevos horarios y obligaciones
académicas, responsabilidades económicas y nuevos grupos de interacción social, inicio de un empleo al
mismo tiempo que se cursa una carrera universitaria Arnett et al., 2014; Schulenberg & Maggs, 2002),
sumados a las características propias del desarrollo de la adultez emergente, vuelven particularmente
vulnerable a esta subpoblación al involucramiento en conductas de riesgo (Skidmore et al., 2016). Incluso,
en varios trabajos se encuentra que adultos emergentes universitarios exhiben mayores comportamientos
riesgosos, en comparación con adolescentes y adultos emergentes no universitarios (Bjork & Pardini, 2015;
Skidmore et al., 2016; Stone et al., 2012; Willoughby et al., 2013). Por otro lado, una serie de hallazgos
demuestran que las dificultades en la regulación emocional son un factor de riesgo para el desarrollo de
trastornos alimentarios (Ambwani et al., 2014; Haynos et al., 2018; Hunt et al., 2017; Miller & Racine,
2020), consumo problemático de alcohol y otras drogas (Dvorak et al., 2014; Emery et al., 2014; Miller &
Racine, 2020; Simons et al., 2017; Weiss et al., 2018; Zapolski et al., 2009), adicción a internet (Tsai et
al., 2020) y conductas sexuales riesgosas (Miller & Racine, 2020; Zapolski et al., 2009) en adultos
emergentes universitarios.
En Argentina, la adultez emergente coincide ampliamente con el cursado de una carrera universitaria.
Por ejemplo, el 87% de los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba tiene entre 18 y 29 años
(Secretaría de Políticas Universitarias, 2017). No obstante, la vida universitaria argentina difiere, en varios
aspectos, de las características que presentan las universidades de países desarrollados, desde donde, en
general, se origina la mayor parte de la evidencia científica (Chiou, 2001; Lorant et al., 2013). En este
ADAPTACIÓN ARGENTINA DE ESCALAS DE DESREGULACIÓN EMOCIONAL 3

sentido, resulta importante que el estudio de los factores de vulnerabilidad relacionados con
comportamientos de riesgo en adultos emergentes universitarios atienda las características culturales
específicas de cada contexto (Arnett, 2015; Bravo et al., 2017).
En el marco de la perspectiva multidimensional de la regulación emocional, Gratz y Roemer (2004)
desarrollaron la Escala de Dificultades en la Regulación Emocional (DERS, por sus siglas en inglés), que
contiene seis dimensiones o subescalas: (a) Dificultades en el control de impulsos (Impulsos), que se refiere
a las dificultades para controlar el propio comportamiento al experimentar emociones negativas; (b) Acceso
limitado a estrategias de regulación emocional (Estrategias), que implica la creencia de que, bajo estados
emocionales negativos, poco se puede hacer para regular las emociones de manera efectiva; (c) Falta de
aceptación emocional (Aceptación), que es la tendencia a tener respuestas emocionales secundarias (e.g.,
culpa, vergüenza) a las emociones negativas experimentadas o respuestas de no aceptación del malestar
provocado por las emociones negativas; (d) Interferencia en conductas dirigidas a metas (Metas), que alude
a las dificultades para concentrarse y realizar tareas cuando se experimentan emociones negativas; (e)
Falta de conciencia emocional (Conciencia), que refiere a las dificultades para atender y reconocer las
emociones que se experimentan y (f) Falta de claridad emocional (Claridad), que alude a las dificultades
para conocer y tener en claro las emociones que se experimentan.
Gratz y Roemer (2004) analizaron exploratoriamente una estructura factorial inicial de 41 ítems, luego
reducida a 36, en una muestra de estudiantes universitarios. En este estudio, la DERS presentó un ajuste
satisfactorio, con indicadores óptimos de consistencia interna (α = 0,93 para la escala total) y de
confiabilidad test-retest en un periodo de cuatro a ocho semanas (ρ = 0,88, p < 0,01). Además, los resultados
mostraron evidencia de validez convergente y divergente mediante correlaciones de la DERS con medidas
de expresividad emocional y de regulación del humor negativo. También se obtuvo evidencia de validez
predictiva mediante correlaciones con dos medidas de relevancia clínica: la frecuencia de lesiones auto-
infringidas y la frecuencia de abuso por parte de la pareja.
La DERS tiene un uso amplio en diferentes contextos culturales, en el ámbito de la investigación y en el
campo clínico aplicado. Al respecto, se conocen múltiples estudios de adaptación en distintos países y
regiones. Entre las versiones disponibles en idiomas diferentes del español que han confirmado
satisfactoriamente la estructura factorial original de la DERS, se conocen una adaptación italiana
(Giromini et al., 2012), dos adaptaciones brasileras (Cancian et al., 2019; Miguel et al., 2017), una
adaptación francesa (Côté et al., 2013) y una adaptación griega (Mitsopoulou et al., 2013). Asimismo,
Ritschel et al. (2015) realizaron análisis factoriales confirmatorios (AFC) de la estructura original de la
DERS en estudiantes universitarios estadounidenses. En este estudio, mediante pruebas de invarianza, se
examinó si la escala funcionaba de modo similar entre grupos según el sexo, la edad y la etnia. En un
estudio de validación en población coreana (Cho & Hong, 2013), también se realizó AFC, pero la mejor
solución la presentó un modelo de cinco factores (i.e., combinando los factores Conciencia y Claridad). Otros
estudios (Coutinho et al., 2010; Rugancı & Gençöz, 2010; Sighinolfi et al., 2010) analizaron la estructura
factorial de la DERS mediante análisis factorial exploratorio (AFE), replicando satisfactoriamente la
estructura original.
Entre las adaptaciones de la DERS al idioma español, un estudio (Hervás & Jódar, 2008) que examinó
exploratoriamente su estructural factorial, obtuvo una solución coherente e interpretable de cinco factores y
28 ítems. En este caso, los factores fueron renombrados en: Descontrol, Rechazo, Interferencia, Desatención
y Confusión. Más tarde, Guzmán-González et al. (2014) realizaron un AFC de la versión de Hervás y Jódar
(2008). En este estudio, se obtuvieron resultados satisfactorios para una versión reducida (25 ítems y cinco
factores). Por su parte, Muñoz-Martínez et al. (2016) realizaron una adaptación de la DERS original en
población colombiana. No obstante, se obtuvo una solución de dos factores que reunían 15 ítems de los 36
originales. Los resultados de este trabajo no permitieron avanzar en subsiguientes análisis de confiabilidad
y validez. En Argentina, se conoce una adaptación de la DERS en población universitaria (Medrano &
Trógolo, 2014). Este estudio hace una contribución a la obtención de instrumentos idóneos para el estudio
de la desregulación emocional en universitarios argentinos; sin embargo, se observan limitaciones. En
primer lugar, contó con una muestra relativamente pequeña (n = 211) que presentó un rango de edad
amplio (Rango = 18 a 53 años, M = 22,25, DE = 3,64) y con escasa variabilidad. Además, se observó un
porcentaje mayor al 5% de casos perdidos para uno de los ítems, cuyo patrón se asoció a las respuestas
dadas en otros dos ítems. En segundo lugar, se realizó un AFE que replicó la estructura factorial original
(seis factores), sin embargo, ocho ítems debieron ser eliminados por presentar cargas factoriales en más de
un factor. Además, para la subescala Estrategias se obtuvo un valor de consistencia interna por debajo de lo
4 MICHELINI Y GODOY

aceptable (α = 0,54). Por último, los autores del trabajo indicaron que, si bien se obtuvieron resultados
promisorios, más estudios psicométricos de la DERS son necesarios para la obtención de resultados con
mayor consistencia. En este sentido, destacan la importancia de avanzar en estudios que permitan
confirmar la estructura factorial original de la DERS, así como en procedimientos que examinen la
estabilidad y el poder predictivo de la escala (Medrano & Trógolo, 2014).
Pese a la amplia utilidad de la DERS, esta medida se focaliza, especialmente, en las dificultades en la
regulación de estados emocionales negativos. La conceptualización y medición de la regulación emocional,
en cambio, aplica a las experiencias emocionales tanto negativas como positivas (Gratz & Roemer, 2004;
Weiss, Darosh et al., 2019; Weis et al., 2015). En adultos emergentes universitarios, distintos estudios
muestran que la desregulación de las emociones positivas se asocia con comportamientos de consumo
problemático de alcohol y otras drogas (Weiss et al., 2018; Weiss, Risi et al., 2019; Zapolski et al., 2009). Al
respecto, Weiss et al. (2015) desarrollaron la Escala de Dificultades en la Regulación de Emociones
Positivas (DERS-P, por sus siglas en inglés), en base a la DERS, en una muestra de estudiantes
universitarios. En este estudio, se examinó exploratoriamente la estructura factorial de la DERS-P. Como
resultado, se obtuvo una escala de 13 ítems agrupados en tres factores: (a) Aceptación (i.e., tendencia a
adoptar una postura de juicio o evaluación hacia las emociones positivas), (b) Objetivos (i.e., capacidad para
continuar con las actividades del momento en el contexto de emociones positivas) y (c) Impulsos (i.e.,
tendencia a realizar acciones precipitadas o imprudentes en el contexto de experiencias emocionales
positivas). Además, se observaron indicadores de consistencia interna adecuados y evidencias de validez de
constructo satisfactorias. Más tarde, Weiss, Darosh et al. (2019) examinaron la estructura factorial de la
DERS-P mediante AFC. Los resultados de este estudio respaldaron la estructura original de tres factores y
mostraron evidencias de validez convergente y discriminante con medidas de desregulación emocional
negativa, síntomas de malestar psicológico, impulsividad rasgo, síntomas de estrés postraumático y
consumo abusivo de drogas. Adicionalmente, la DERS-P resultó útil para diferenciar grupos con y sin
niveles clínicamente significativos de estrés postraumático, depresión y consumo abusivo de alcohol y otras
drogas. Por otro lado, los resultados de una reciente adaptación italiana de la DERS-P (Velotti et al., 2020)
replicaron su estructura factorial original y ofrecieron evidencia de validez relacionada con alexitimia (i.e.,
incapacidad para experimentar y procesar emociones) y desregulación emocional negativa.
Los problemas para regular emociones negativas y positivas representan un factor de vulnerabilidad
subyacente a distintos comportamientos riesgosos en adultos emergentes universitarios (Miller & Racine,
2020; Weiss, Risi et al., 2019). La DERS es una escala ampliamente utilizada para medir dificultades en la
regulación emocional negativa. No obstante, las versiones en español de este instrumento muestran
resultados confirmatorios limitados e indicadores de confiabilidad y validez heterogéneos. Desde el mismo
enfoque multidimensional, se desarrolló la DERS-P, que mide desregulación emocional positiva. Sin
embargo, no se conocen estudios en Argentina o en la región que hayan examinado sus propiedades
psicométricas. Contar con instrumentos de autorreporte idóneos y relevantes culturalmente para la
medición de la desregulación emocional sería un aporte de utilidad para conocer el modo en que las
dificultades en la regulación emocional se asocian con comportamientos de riesgo en adultos emergentes
universitarios de Argentina (Miller & Racine, 2020; Muñiz et al., 2013; Weiss, Darosh et al., 2019). En este
contexto, el presente estudio tuvo por objetivo la evaluación de las propiedades psicométricas de las DERS y
DERS-P en una muestra de adultos emergentes universitarios argentinos. Específicamente, se realizaron
contrastaciones de la validez de constructo y análisis de la consistencia interna de ambas escalas. Además,
se examinó la evidencia de validez relacionada con estrategias de regulación emocional cognitiva, urgencia
positiva y negativa, afecto positivo y negativo. El presente trabajo pretendió avanzar sobre algunas
limitaciones señaladas en los estudios originales de la DERS (Gratz & Roemer, 2004) y la DERS-P (Weiss,
Darosh et al., 2019; Weiss et al., 2015), así como en un estudio en Argentina de validación de la DERS en
estudiantes universitarios de Córdoba (Medrano & Trógolo, 2014). Así, entonces, se conformó una muestra
más amplia que en el estudio de Medrano y Trógolo (2014), que incluyó a adultos emergentes universitarios
de 18 a 30 años. Además, se examinó la estructura factorial de la DERS mediante un AFC y se avanzó en la
adaptación al idioma español de la DERS-P. Otras recomendaciones señaladas en la literatura, como
adoptar una técnica de muestreo probabilístico (Hernández Sampieri et al., 2014), así como analizar la
estabilidad del instrumento a lo largo del tiempo y obtener evidencia de validez predictiva (Medrano &
Trógolo, 2014; Weiss, Darosh et al., 2019; Weiss et al., 2015), en cambio, se mantuvieron como limitaciones
en el presente estudio. Al respecto, cabe señalar que las dificultades de acceso y disponibilidad de la
muestra a lo largo del tiempo, así como los costos asociados a la implementación de estudios que requieren
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de numerosos pasos (i.e., traducción, entrevistas cognitivas, estudio de jueces, confirmación), estuvieron
entre las principales razones por la que algunas recomendaciones fueron priorizadas sobre otras.

Método

De manera previa al presente estudio, se realizaron procedimientos de traducción, entrevistas


cognitivas y estudio de jueces de las escalas DERS y DERS-P que se encuentran descritos en el siguiente
enlace: https://bit.ly/2J1FmiQ. Se siguieron las directrices para la traducción y adaptación de tests de
Muñiz et al. (2013).

Participantes

El diseño muestral fue no probabilístico accidental. La muestra se formó difundiendo, a través redes
sociales y listas de correo electrónico, una invitación a participar de un estudio sobre emociones que
consistía en completar un cuestionario online. La invitación estaba dirigida a estudiantes de 18 a 30 años,
matriculados en dos universidades públicas (Universidad Nacional de Córdoba [UNC] y Universidad
Tecnológica Nacional [UTN]) de la ciudad de Córdoba, Argentina. Participó un total de 487 estudiantes
(63,45% mujeres) de 18 a 34 años (M = 21,45, DE = 2,44). Si bien se elaboró el cuestionario para reducir la
probabilidad de datos faltantes (los participantes recibían un aviso ante respuestas faltantes), el 16% (77
casos) abandonó el cuestionario antes de terminarlo, dejando al menos, un 20% del cuestionario sin responder.
Siguiendo estudios previos (Winfree et al., 2013), estos casos no se consideraron para la muestra final.
Además, se eliminaron 15 casos por no cursar estudios en la UNC o UTN y tres casos por ser mayores de 30
años. La muestra final quedó compuesta por 392 estudiantes (64,54% mujeres) de 18 a 28 años (M = 21,40,
DE = 2,24). La mayoría de los estudiantes pertenecía a diferentes facultades de la UNC. De ellos, 40,05%
eran de Psicología, 8,67% de Ciencias Médicas, 7,65% de Artes, 7,40% de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales, 5,36% de Lenguas, 3,57% de Arquitectura y Urbanismo, 3,57% de Ciencias Sociales, 3,06% de
Ciencias Económicas, 2,30% de Matemática, Astronomía, Física y Computación, 2,30% de Filosofía y
Humanidades, 2,30% de Ciencias Químicas, 2,04% de Ciencias de la Comunicación, 1,02% de Derecho,
0,51% de Odontología y 0,51% de Ciencias Agrarias. Por último, un 9,69% eran estudiantes de la UTN.

Instrumentos

Escala de Dificultades en la Regulación Emocional (Difficulties in Emotion Regulation


Scale; DERS)

Esta escala, desarrollada por Gratz y Roemer (2004) en Estados Unidos, consta de 36 ítems que
describen dificultades en la regulación de emociones negativas. Los ítems de esta escala se agrupan en seis
dimensiones: Dificultades en el control de impulsos (Impulsos; seis ítems; e.g., Experimento mis emociones
como abrumadoras y fuera de control), Acceso limitado a estrategias de regulación emocional
(Estrategias; ocho ítems; e.g., Cuando estoy molesto/a, creo que voy a seguir así por mucho tiempo), Falta
de aceptación emocional (Aceptación; seis ítems; e.g., Cuando estoy molesto/a, me siento culpable por
sentirme así), Interferencia en conductas dirigidas a metas (Metas; cinco ítems; e.g., Cuando estoy
molesto/a, me cuesta terminar lo que estoy haciendo), Falta de conciencia emocional (Conciencia; seis ítems;
e.g., Presto atención a lo que siento) y Falta de claridad emocional (Claridad; cinco ítems; e.g., No tengo idea
de cómo me estoy sintiendo). Para responder, los participantes deben indicar con qué frecuencia (1 = casi
nunca [0-10%], 2 = a veces [11-35%], 3 = la mitad de las veces [36-65%], 4 = la mayoría de las veces [66-
90%], 5 = casi siempre [91-100%]) experimentan las dificultades descritas en cada ítem. El puntaje total y
por cada subescala se obtuvo a partir de la sumatoria de los ítems. Un mayor puntaje se interpreta como
mayor desregulación de emociones negativas. La versión original de esta escala presenta valores adecuados
de consistencia interna (α entre 0,80 y 0,89 para las subescalas y 0,93 para la escala total) y confiabilidad
test-retest. Asimismo, la escala mostró evidencia de validez basada en la estructura interna y en la relación
con expresividad emocional, regulación del humor negativo, frecuencia de lesiones auto-infringidas y
frecuencia de abuso por parte de la pareja.
6 MICHELINI Y GODOY

Escala de Dificultades en la Regulación de Emociones Positivas (Difficulties in Emotion


Regulation Scale-Positive; DERS-P)

La escala DERS-P, desarrollada por Weiss et al. (2015), es una versión basada en la DERS (Gratz &
Roemer, 2004) que examina las dificultades en la regulación emocional derivadas de la experimentación de
emociones positivas. La escala cuenta con 13 ítems que se agrupan en tres dimensiones: Falta de aceptación
emocional (Aceptación; cuatro ítems; e.g., Cuando estoy contento/a, me asusto y tengo miedo de esas
emociones), Interferencia en conductas dirigidas a metas (Metas; cuatro ítems; e.g., Cuando estoy
contento/a, me cuesta enfocarme en otras cosas) y Dificultades en el control de impulsos (Impulsos; cinco
ítems; Cuando estoy contento/a, me preocupa que pueda perder el control). Para responder, los participantes
deben indicar con qué frecuencia (desde 1 = casi nunca [0-10%] hasta 5 = casi siempre [91-100%])
experimentan las dificultades descritas en cada ítem. El puntaje total y por cada subescala se obtuvo a
partir de la sumatoria de los ítems. Un mayor puntaje se interpreta como mayor desregulación de
emociones positivas. La versión original de esta escala presenta valores adecuados de consistencia interna:
α entre 0,83 y 0,87 para las subescalas y 0,90 para la escala total. Asimismo, Weiss, Darosh et al. (2019)
obtuvieron evidencia de validez basada en la estructura interna y en la relación con desregulación
emocional negativa, síntomas de malestar psicológico, impulsividad rasgo, síntomas de estrés
postraumático y consumo abusivo de drogas.

Cuestionario de Regulación Emocional Cognitiva

Se utilizó la versión en español validada en Argentina (Medrano et al., 2013) de la Cognitive Emotion
Regulation Questionnaire (CERQ; Garnesfski et al., 2001). Este cuestionario contiene 36 ítems que
examinan el uso de nueve estrategias cognitivas (cuatro poco adaptativas y cinco adaptativas; cuatro ítems
por cada estrategia) de regulación emocional frente a una experiencia displacentera o estresante. Las
estrategias poco adaptativas son: Rumiación (e.g., Estoy preocupado/a por lo que siento y pienso acerca de
lo que me ha pasado), Catastrofización (e.g., Normalmente pienso que lo que me ha pasado a mí es lo peor
que le puede pasar a alguien), Autoculparse (e.g., Siento que yo soy el/la culpable de lo que pasó) y Culpar a
Otros. Las estrategias adaptativas son: Poner en perspectiva (e.g., Pienso que no ha sido tan malo
comparado con otras cosas), Aceptación (e.g., Pienso que tengo que aceptar lo que pasó), Focalización
Positiva (e.g., Pienso en cosas positivas que no tienen nada que ver con lo que he vivido), Reinterpretación
Positiva (e.g., Pienso que esa situación tiene también partes positivas) y Refocalización en los Planes (e.g.,
Pienso en cómo cambiar la situación). Para responder, los participantes deben indicar la frecuencia (desde 1
= casi nunca hasta 5 = casi siempre) con la que pensó o sintió lo que describe cada ítem. El puntaje por cada
subescala se obtuvo a partir de la sumatoria de los ítems. Un mayor puntaje se interpreta como mayor uso
de estrategias de regulación emocional cognitiva. Medrano et al. (2013) reportaron valores de consistencia
interna no aceptables (α entre 0,59 y 0,69) para las subescalas Aceptación, Refocalización en Planes,
Catastrofización y Autoculparse; mientras que para el resto de las subescalas obtuvieron valores aceptables
y safisfactorios (α entre 0,70 y 0,83). El presente estudio, encontró valores de consistencia interna por fuera
de lo aceptable en las subescalas Aceptación, Rumiación y Refocalización en Planes (α = 0,61 a α = 0,68) y
valores aceptables o satisfactorios para el resto de las subescalas (α = 0,76 a α = 0,84). Además, la
validación argentina del CERQ presentó evidencia de validez basada estructura interna y en la relación con
emociones positivas, emociones negativas e interferencia emocional.

Subescalas Urgencia Negativa y Urgencia Positiva de la Escala de Impulsividad (UPPS-P)

Se utilizó la versión española (Verdejo-García et al., 2010) de las subescalas Negative Urgency y
Positive Urgency (UPPS-P Scale; Lynam et al., 2006), que denotan rasgos de la impulsividad. La subescala
Urgencia Negativa (12 ítems; e.g., Con frecuencia empeoro las cosas porque actúo sin pensar cuando estoy
irritado) evalúa la tendencia a ceder a los impulsos fuertes, especialmente cuando se acompañan de
emociones negativas, como la depresión, la ansiedad o la ira. La subescala Urgencia Positiva (14 ítems; e.g.,
Tiendo a perder el control cuando estoy de muy buen humor) mide la tendencia a ceder a los impulsos en
contextos de emoción positiva intensa. Para responder, los participantes deben indicar su grado de acuerdo
(desde 1 = completamente de acuerdo hasta 4 = completamente en desacuerdo) con lo que describe cada ítem.
El puntaje por cada subescala se obtuvo a partir de la sumatoria de los ítems. Un mayor puntaje se
interpreta como mayor urgencia negativa o positiva. Estas subescalas presentaron valores de consistencia
interna adecuados, tanto en el estudio original (α = 0,87 para Urgencia Negativa y α = 0,93 para Urgencia
ADAPTACIÓN ARGENTINA DE ESCALAS DE DESREGULACIÓN EMOCIONAL 7

Positiva; Verdejo-García et al., 2010) como en el presente estudio (α = 0,88 para Urgencia Negativa y α = 0,90
para Urgencia Positiva). Ambas subescalas presentaron evidencia de validez basada en la estructura
interna y en la relación con impulsividad, sensibilidad a la recompensa y sensibilidad al castigo.

Escala de Afecto Positivo y Afecto Negativo

Se utilizó una versión en español evaluada en Argentina (Caicedo Cavagnis et al., 2018) del Positive
and Negative Affect Schedule (PANAS; Watson et al., 1988). Esta versión consta de 18 adjetivos (8 ítems
para la subescala Afecto Positivo y 10 para Afecto Negativo) que describen estados emocionales positivos
(e.g., entusiasmado) y negativos (e.g., nervioso). Para responder, los participantes deben indicar en qué
medida (desde 1 = muy poco o nada hasta 5 = extremadamente) experimentan cada uno de los estados
emocionales presentados. El puntaje por cada subescala se obtuvo a partir de la sumatoria de los ítems. Un
mayor puntaje se interpreta como mayor afecto positivo o negativo. Las subescalas del PANAS presentaron
valores de confiabilidad adecuados, tanto en el estudio original (coeficiente de confiabilidad compuesta de
0,87 para Afecto Positivo y de 0,89 para Afecto Negativo; Caicedo Cavagnis et al., 2018) como en el presente
estudio (α = 0,84 para Afecto Positivo y α = 0,88 para Afecto Negativo). Watson et al. (1988) reportaron
evidencia de validez basada estructura interna y en la relación con ansiedad, depresión y estrés psicológico.

Procedimiento

Todos los procedimientos respetaron los lineamientos éticos para la investigación con seres humanos
señalados por la American Psychological Association (2017), la declaración de Helsinki de la Asociación
Médica Mundial (2008, Estándar 25) y la ley argentina 25.326 de Protección de los datos personales (2000).
Los datos se recolectaron desde el 18 de noviembre hasta el 14 de diciembre de 2016, mediante un
cuestionario online desarrollado en el servidor LimeSurvey® (licencia oficial de la UNC). El cuestionario
presentaba los instrumentos en el siguiente orden: DERS, DERS-P, CERQ, Subescalas Urgencia Negativa y
Urgencia Positiva, y PANAS. Al acceder al cuestionario, los participantes se encontraban con una hoja de
información sobre el estudio, en la que se describía el objetivo de la investigación, la naturaleza voluntaria
de la participación y la confidencialidad de las respuestas. Asimismo, se indicó que, entre quienes
completaran la encuesta, se sortearían dos premios de 500 pesos argentinos. También se brindaban datos
de contacto del equipo de investigación responsable del estudio. Por último, se presentaba el consentimiento
informado, que cada participante podía otorgar, al optar por responder el cuestionario. Aunque no se
solicitó información que permitiera identificar a los participantes (e.g., nombre o apellido), se los invitó a
proporcionar una dirección de correo electrónico para ser contactados en caso de resultar ganadores en el
sorteo y/o para verificar la potencial duplicación de participación. Esta información se guardó en archivos
separados del resto de las respuestas al cuestionario. Completar el cuestionario tomaba aproximadamente
20 minutos.

Análisis de Datos

En primer lugar, se hicieron cálculos de media, desviación estándar, asimetría y curtosis por cada ítem.
Como criterio para evaluar los índices de asimetría y curtosis se consideraron adecuados los valores
inferiores a ± 2,00 (George & Mallery, 2011). Además, se identificaron los casos atípicos univariados
mediante el cálculo de puntuaciones z para cada variable (puntuaciones z > ± 3,29 fueron consideradas
atípicas) y multivariados mediante la prueba de distancia de Mahalanobis (puntuaciones p < 0,001 fueron
consideradas atípicas).
En segundo lugar, para aportar evidencia de validez basada en la estructura interna de la DERS y la
DERS-P, se realizaron AFC al conjunto de ítems de cada escala. Teniendo en cuenta que los instrumentos
poseen una escala de respuesta tipo Likert, se utilizó el estimador de mínimos cuadrados ponderados
ajustados por la media y varianza, considerado un método de estimación particularmente adecuado para
medidas ordinales, variables con anormalidad y casos con atipicidad (Flora & Curran, 2004; Muthén et
al., 1997).
El ajuste de los modelos fue evaluado mediante el estadístico 2 y 2/grados de libertad (gl), la raíz del
error cuadrático medio de aproximación (Root Mean Square Error of Approximation; RMSEA), el índice de
Tucker-Lewis (Tucker-Lewis Index; TLI), el índice comparativo de Bentler-Bonett (Comparative Fit Index;
CFI) y la raíz del residuo cuadrático medio ponderado (Weighted Root Mean Square Residual; WRMR).
8 MICHELINI Y GODOY

Aunque lo esperado es que el valor de p asociado a 2 no sea significativo (lo que prueba el modelo nulo
frente al propuesto), se debe tener en cuenta la sensibilidad de esta prueba al tamaño muestral, por lo cual
tiende a presentar diferencias en muestras moderadas a grandes (Harlow, 2014). En consecuencia, se
incluyó el cálculo de 2/gl, siendo considerados adecuados valores menores a 3 (Carmines & McIver, 1981).
Para el CFI y TLI, valores ≥ 0,90 y ≥ 0,95 sugieren un ajuste aceptable y excelente, respectivamente. Para
el RMSEA, se consideran adecuados valores entre 0,05 y 0,08, mientras que para el WRMR se consideran
adecuados los valores < 1 (Yu, 2002). Para los pesos de regresión estandarizados de cada variable observada
en la variable latente (Hair et al., 1979/1999), se consideraron óptimos valores ≥ 0,40.
Adicionalmente, para cada escala, se realizaron correlaciones r de Pearson entre las subescalas. El
tamaño de las correlaciones (Cohen, 1988, 1992) se interpretó de la siguiente manera: bajo (0,10), medio
(0,30) y alto (0,50).
En tercer lugar, se analizó la consistencia interna de DERS y de DERS-P, tanto para los puntajes
totales como para los de cada subescala. Se calcularon coeficientes alfa de Cronbach (α) y se realizaron
análisis de confiabilidad compuesta (ρ; Raykov, 1997), un método de mayor robustez para instrumentos con
cargas factoriales variables en cada constructo. La confiabilidad compuesta fue analizada mediante un
calculador online (Colwell, 2016), disponible en http://www.thestatisticalmind.com/composite-reliability/.
Para ambos indicadores de consistencia interna (α y ρ), valores ≥ 0,70 se interpretaron como aceptables y
valores ≥ 0,80 se consideraron satisfactorios (Hogan, 2003/2004; Nunnally & Bernstein, 1994).
Por último, se realizaron análisis tendientes a aportar evidencia de validez basada en la relación con
otras variables, mediante correlaciones de los puntajes totales y de las subescalas de la DERS y la DERS-P
con medidas de regulación emocional cognitiva (CERQ), impulsividad rasgo (UPPS-P) y afecto (PANAS).
Las correlaciones directas de la DERS y la DERS-P con estrategias poco adaptativas de regulación
emocional cognitiva y de la DERS con la DERS-P se interpretaron como evidencia de validez convergente,
mientras que correlaciones inversas de la DERS y la DERS-P con estrategias adaptativas de regulación
emocional cognitiva se consideraron evidencia de validez divergente. A su vez, correlaciones directas o
inversas de la DERS y la DERS-P con Urgencia Positiva, Urgencia Negativa, Afecto Positivo y Afecto
Negativo se interpretaron como evidencia de validez concurrente.
Los AFC se realizaron con el programa Mplus Versión 6.12 (Muthén & Muthén, 2010). Los análisis de
datos restantes se realizaron con el programa SPSS Versión 23.

Resultados

Análisis Descriptivos de la DERS y la DERS-P

En la DERS, se encontraron seis casos atípicos univariados (z > 3,29) y 13 casos atípicos multivariados
(p < 0,001). Además, todos los ítems presentaron valores adecuados (± 2,00) de asimetría y curtosis. En la
DERS-P se encontraron 41 casos atípicos univariados (z > 3,29) y 34 casos atípicos multivariados (p < 0,001).
Adicionalmente, ocho ítems presentaron valores por encima de los adecuados (> 2,00) en asimetría y 10
ítems, valores por encima de los adecuados (> 2,00) en curtosis (ver Tabla 1). Para ambas escalas, los casos
atípicos fueron conservados.

Evidencia de Validez de la DERS Basada en la Estructura Interna de la Escala

El AFC para la estructura original de seis factores de la escala DERS presentó un ajuste aceptable:
2(579) = 1723,43, p < 0,001, 2/gl = 2,98, CFI = 0,92, TLI = 0,92, RMSEA = 0,07, 90% IC 0,07, 0,08,
WRMR = 1,53. Los factores correlacionaron directamente entre sí, a excepción de la correlación entre
Aceptación y Conciencia, que tuvo una significación marginal (p = 0,054). Las correlaciones fueron de
tamaño medio y alto, salvo para Conciencia que presentó correlaciones bajas con los otros factores (ver
Tabla 2). Todos los reactivos presentaron pesos de regresión estandarizados mayores a 0,40, a excepción del
ítem 17 (0,35; Cuando estoy molesto/a, creo que mis emociones son válidas e importantes), perteneciente al
factor Conciencia (ver Figura 1).
ADAPTACIÓN ARGENTINA DE ESCALAS DE DESREGULACIÓN EMOCIONAL 9

Tabla 1
Media, Desviación Estándar, Asimetría y Curtosis de cada Ítem de la DERS y la DERS-P

Media (DE) Asimetría Curtosis

Ítem DERS
1. Tengo en claro mis emociones a 2,38 (0,94) 0,38 -0,52
2. Presto atención a lo que siento a 2,24 (1,04) 0,48 -0,70
3. Experimento mis emociones como abrumadoras y fuera de control 2,03 (1,08) 0,97 0,21
4. No tengo idea de cómo me estoy sintiendo 1,80 (0,96) 1,19 0,91
5. Me cuesta darle sentido a mis emociones 2,05 (1,02) 0,94 0,45
6. Estoy atento/a a mis emociones a 2,42 (1,16) 0,49 -0,74
7. Sé exactamente cómo me estoy sintiendo a 2,55 (1,10) 0,39 -0,70
8. Me importa lo que estoy sintiendo a 1,88 (1,11) 1,28 0,85
9. Estoy confundido/a sobre cómo me siento 2,21 (1,06) 0,83 0,13
10. Cuando estoy molesto/a, reconozco mis emociones a 2,21 (1,15) 0,77 -0,29
11. Cuando estoy molesto/a, me enojo conmigo mismo/a por sentirme así 2,59 (1,32) 0,38 -1,08
12. Cuando estoy molesto/a, me abochorna (sentir bochorno) sentirme así 2,28 (1,29) 0,65 -0,79
13. Cuando estoy molesto/a, me cuesta terminar lo que estoy haciendo 3,05 (1,28) -0,03 -1,11
14. Cuando estoy molesto/a, pierdo el control 1,88 (1,16) 1,30 0,72
15. Cuando estoy molesto/a, creo que voy a seguir así por mucho tiempo 2,08 (1,18) 0,98 0,03
16. Cuando estoy molesto/a, creo que voy a terminar sintiéndome muy triste 2,16 (1,31) 0,92 -0,40
17. Cuando estoy molesto/a, creo que mis emociones son válidas e importantes a 2,73 (1,16) 0,17 -0,94
18. Cuando estoy molesto/a, me cuesta enfocarme en otras cosas 3,31 (1,18) -0,11 -1,08
19. Cuando estoy molesto/a, me siento fuera de control 1,81 (1,09) 1,39 1,24
20. Cuando estoy molesto/a, aun así puedo terminar las cosas a 3,23 (1,23) -0,23 -1,00
21. Cuando estoy molesto/a, me siento avergonzado/a conmigo mismo/a por sentirme así 1,88 (1,12) 1,23 0,65
22. Cuando estoy molesto/a, sé que puedo encontrar una forma para sentirme mejor a 2,67 (1,22) 0,28 -0,93
23. Cuando estoy molesto/a, siento que soy débil 2,23 (1,35) 0,81 -0,66
24. Cuando estoy molesto/a, siento que puedo mantener bajo control mi comportamiento a 2,73 (1,18) 0,16 -0,97
25. Cuando estoy molesto/a, me siento culpable por sentirme así 1,96 (1,17) 1,19 0,48
26. Cuando estoy molesto/a, me cuesta concentrarme 3,20 (1,22) 0,11 -1,06
27. Cuando estoy molesto/a, me cuesta controlar mi comportamiento 2,08 (1,08) 0,83 -0,05
28. Cuando estoy molesto/a, creo que nada puedo hacer para sentirme mejor 1,91 (1,10) 1,29 1,03
29. Cuando estoy molesto/a, me irrito conmigo mismo/a por sentirme así 2,18 (1,23) 0,96 -0,05
30. Cuando estoy molesto/a, comienzo a sentirme muy mal conmigo mismo/a 2,14 (1,25) 0,94 -0,20
31. Cuando estoy molesto/a, creo que sumirme en ese estado es lo único que puedo hacer 1,90 (1,17) 1,22 0,49
32. Cuando estoy molesto/a, pierdo el control sobre mi comportamiento 1,72 (1,02) 1,53 1,75
33. Cuando estoy molesto/a, me cuesta pensar en otra cosa 2,89 (1,18) 0,23 -0,97
34. Cuando estoy molesto/a, me tomo el tiempo necesario para entender lo que estoy sintiendo realmente a 3,04 (1,31) -0,05 -1,13
35. Cuando estoy molesto/a, necesito mucho tiempo para sentirme mejor 2,27 (1,25) 0,73 -0,53
36. Cuando estoy molesto/a, siento que mis emociones me sobrepasan 2,56 (1,26) 0,41 -0,95
(continúa)
10 MICHELINI Y GODOY

Tabla 1 (Conclusión)
Media, Desviación Estándar, Asimetría y Curtosis de cada Ítem de la DERS y la DERS-P

Media (DE) Asimetría Curtosis

Ítem DERS-P
1. Cuando estoy contento/a, me cuesta enfocarme en otras cosas 1,82 (1,03) 1,28 1,00
2. Cuando estoy contento/a, me enojo conmigo mismo/a por sentirme así 1,06 (0,36) 7,28 60,88
3. Cuando estoy contento/a, me preocupa que pueda perder el control 1,20 (0,55) 3,37 13,39
4. Cuando estoy contento/a, me siento avergonzado/a conmigo mismo/a por sentirme así 1,10 (0,41) 5,44 35,67
5. Cuando estoy contento/a, pierdo el control 1,23 (0,60) 3,42 14,30
6. Cuando estoy contento/a, me asusto y tengo miedo de esas emociones 1,21 (0,62) 3,65 14,46
7. Cuando estoy contento/a, me cuesta concentrarme 1,82 (0,95) 1,16 1,01
8. Cuando estoy contento/a, me cuesta controlar mi comportamiento 1,40 (0,72) 1,95 3,71
9. Cuando estoy contento/a, me cuesta pensar en otra cosa 1,89 (0,01) 1,10 0,58
10. Cuando estoy contento/a, me siento fuera de control 1,25 (0,63) 3,26 12,36
11. Cuando estoy contento/a, me cuesta terminar las cosas 1,44 (0,75) 1,95 4,00
12. Cuando estoy contento/a, me siento culpable por sentirme así 1,09 (0,42) 5,59 39,72
13. Cuando estoy contento/a, pierdo el control sobre mi comportamiento 1,21 (0,58) 3,57 14,91
Nota. a Ítems invertidos.
ADAPTACIÓN ARGENTINA DE ESCALAS DE DESREGULACIÓN EMOCIONAL 11

Tabla 2
Correlaciones entre los Factores de la DERS

Impulsos Estrategias Aceptación Metas Conciencia Claridad

Impulsos
Estrategias 0,64***
Aceptación 0,42*** 0,64***
Metas 0,53*** 0,63*** 0,41***
Conciencia 0,19*** 0,21*** 0,10 0,13**
Claridad 0,38*** 0,45*** 0,37*** 0,34*** 0,64***
Nota. n = 392. * p < 0,05; ** p < 0,01; *** p < 0,001.

Figura 1
Pesos de Regresión Estandarizados de los Ítems de la DERS

Al revisar los índices de modificación, se observó que el ítem 30 (Cuando estoy molesto/a, comienzo a
sentirme muy mal conmigo mismo/a), que pertenece al factor Estrategias, presentó una carga cruzada con
el factor Aceptación. Al quitar este ítem de Estrategias e incluirlo en Aceptación, el ajuste del modelo
mejoró: 2(579) = 1519,07, p < 0,001, 2/gl = 2,62, CFI = 0,94, TLI = 0,93, RMSEA = 0,06, 90% IC 0,06,
0,07, WRMR = 1,41. Además, la carga factorial del ítem 30 se incrementó de 0,87 a 0,94 y no presentó
carga cruzada con el factor original. No obstante, considerando que el modelo inicial presentó un ajuste
aceptable, y a fin de mantener la estructura original de la escala, se decidió continuar con los análisis de los
datos teniendo en cuenta el primer modelo factorial.
12 MICHELINI Y GODOY

Consistencia Interna de la DERS

Se obtuvieron índices alfa de Cronbach (α) y confiabilidad compuesta (ρ) de 0,87 y 0,93 para Impulsos,
0,89 y 0,92 para Estrategias, 0,88 y 0,92 para Aceptación, 0,88 y 0,91 para Metas, 0,74 y 0,81 para
Conciencia, 0,84 y 0,88 para Claridad y 0,93 y 0,98 para la escala total, respectivamente. Si bien se
obtuvieron resultados satisfactorios para ambos indicadores de consistencias interna, en todos los casos el
valor ρ superó al de α, en línea con lo señalado en la literatura (Raykov, 1997). Esta discrepancia resulta
esperable si se considera que alfa tiende a subestimar la consistencia interna de una escala, al asumir que
las cargas factoriales son las mismas para todos los ítems. En cambio, la confiabilidad compuesta toma en
consideración cargas factoriales variables de los reactivos, tal como ocurre en el caso de la DERS.

Evidencia de Validez de la DERS Basada en la Relación con Otras Variables

En la Tabla 3 se muestran los resultados de las correlaciones entre los puntajes total y cada subescala
de la DERS con los puntajes en las subescalas del CERQ. Se observaron correlaciones directas con las
subescalas del CERQ correspondientes a las estrategias poco adaptativas de regulación emocional
cognitiva, aportando evidencia de validez convergente. No obstante, Rumiación con Claridad y Conciencia
con Autoculparse y Culpar a Otros no mostraron correlación. Además, se observaron correlaciones inversas
con las subescalas del CERQ correspondientes a las estrategias adaptativas de regulación emocional, lo que
aporta evidencia de validez divergente. No obstante, la subescala Aceptación del CERQ solo correlacionó
con la subescala Conciencia de la DERS y las subescalas Poner en Perspectiva y Refocalización en los
planes no mostraron correlación con Aceptación de la DERS. Las correlaciones fueron, en general, de
tamaño bajo y medio.
Por otro lado, en la Tabla 4 se muestran los resultados de las correlaciones de los puntajes total y cada
subescala de la DERS con los puntajes en las subescalas Afecto Positivo y Afecto Negativo del PANAS y con
los puntajes en las subescalas Urgencia Positiva y Urgencia Negativa de la Escala UPPS-P. Se observaron
correlaciones directas con las subescalas Afecto Negativo, Urgencia Positiva y Urgencia Negativa.
Asimismo, se observaron correlaciones inversas con la subescala Afecto Positivo. En general, las
correlaciones fueron de tamaño medio. Estos resultados aportan evidencia de validez concurrente.

Evidencia de Validez de la DERS-P Basada en la Estructura Interna de la Escala

El AFC para la estructura original de tres factores de la escala DERS-P presentó un ajuste excelente:
 2(62) = 114,75, p < 0,001, 2 /gl = 1,85, CFI = 0,99, TLI = 0,99, RMSEA = 0,05, 90% IC 0,03, 0,06,
WRMR = 0,78. Los factores correlacionaron directamente entre sí. Específicamente, la correlación entre
Aceptación y Metas fue de r(392) = 0,31, p < 0,01, la correlación entre Aceptación e Impulsos fue de r(392) = 0,57,
p < 0,01, y la correlación entre Metas e Impulsos fue de r(392) = 0,53, p < 0,01. Estas correlaciones fueron de
tamaño medio y alto. Todos los reactivos presentaron pesos de regresión estandarizados por encima de 0,40
(ver Figura 2).

Consistencia Interna de la DERS-P

Los resultados mostraron valores satisfactorios de consistencia interna. Específicamente, α = 0,84 y ρ = 0,93
para Impulsos, α = 0,78 y ρ = 0,92 para Aceptación, α = 0,81 y ρ = 0,88 para Metas y α = 0,86 y ρ = 0,97 para la
escala total. Además, de manera similar a los resultados de confiabilidad de la DERS, se observó que, en
todos los casos, el valor de ρ fue mayor que el de α.

Evidencia de Validez de la DERS-P Basada en la Relación con Otras Variables

En relación con la evidencia de validez convergente, se observó que el total y las subescalas de la DERS-P
correlacionaron directamente con el total y las subescalas de la DERS, a excepción de la subescala DERS
Conciencia, que no correlacionó con DERS-P. Además, la subescala DERS Metas solo correlacionó con la
subescala DERS-P del mismo nombre y con DERS-P total. Por otro lado, se obtuvieron correlaciones
directas entre la DERS-P y las subescalas del CERQ correspondientes a las estrategias poco adaptativas de
regulación emocional. La subescala Culpar a Otros del CERQ correlacionó con el total DERS-P, pero no con
las subescalas. Tampoco hubo correlación entre DERS-P Aceptación con CERQ Rumiación y Autoculparse
(ver Tabla 5).
ADAPTACIÓN ARGENTINA DE ESCALAS DE DESREGULACIÓN EMOCIONAL 13

Tabla 3
Correlaciones del Total y las Subescalas DERS con las Subescalas del CERQ

CERQ
DERS
Poner en Reinterpretación Focalización Refocalización
Rumiación Catastrofización Autoculparse Culpar a Otros Aceptación
Perspectiva Positiva Positiva en los Planes

Impulsos 0,21*** 0,36*** 0,26*** 0,27*** -0,16** -0,09 -0,25*** -0,22*** -0,13**
Estrategias 0,27*** 0,57*** 0,33*** 0,27*** -0,27*** -0,04 -0,48*** -0,36*** -0,27***
Aceptación 0,25*** 0,36*** 0,37*** 0,17** -0,01 0,08 -0,18*** -0,10* -0,07
Metas 0,17** 0,37*** 0,21*** 0,16** -0,22*** -0,05 -0,31*** -0,29*** -0,14**
Conciencia 0,33*** 0,13* 0,01 0,01 -0,23*** -0,14** -0,32*** -0,15** -0,33***
Claridad 0,05 0,36*** 0,21*** 0,18** -0,11* -0,09 -0,27*** -0,20*** -0,19***
Total 0,18*** 0,52*** 0,34*** 0,26*** -0,24*** -0,07 -0,43*** -0,32*** -0,26***
Nota. n = 392, * p < 0,05; ** p < 0,01; *** p < 0,001.

Tabla 4
Correlaciones del Total y las Subescalas de la DERS con las Subescalas del PANAS y con
las Subescalas de la Escala UPPS-P

PANAS PANAS UPPS-P UPPS-P


DERS
Afecto positivo Afecto negativo Urgencia positiva Urgencia negativa

Impulsos -0,26*** 0,56*** 0,25*** 0,56***


Estrategias -0,43*** 0,60*** 0,25*** 0,50**
Aceptación -0,28*** 0,46*** 0,21*** 0,35***
Metas -0,25*** 0,45*** 0,11* 0,43***
Conciencia -0,38*** 0,13** 0,20*** 0,19***
Claridad -0,42*** 0,38*** 0,27*** 0,38***
Total -0,47*** 0,63*** 0,30*** 0,57***
Nota. n = 392, * p < 0,05; ** p < 0,01; *** p < 0,001.
14 MICHELINI Y GODOY

Figura 2
Pesos de Regresión Estandarizados de los Ítems de la DERS-P

Tabla 5
Correlaciones del Total y las Subescalas de la DERS-P con la DERS, el CERQ, el PANAS y la
Escala UPPS-P

DERS-P Impulsos DERS-P Aceptación DERS-P Metas DERS-P Total

DERS Impulsos 0,26*** 0,18** 0,15** 0,24***


DERS Estrategias 0,23*** 0,22*** 0,21*** 0,27***
DERS Aceptación 0,22*** 0,24*** 0,15** 0,24***
DERS Metas 0,09 0,09 0,18*** 0,16***
DERS Conciencia 0,01 0,04 0,08 0,06
DERS Claridad 0,20*** 0,17** 0,19*** 0,23***
DERS Total 0,25*** 0,23*** 0,23*** 0,29***
CERQ Rumiación 0,14** 0,01 0,11* 0,12*
CERQ Catastrofización 0,20*** 0,12* 0,19*** 0,22***
CERQ Autoculparse 0,23*** 0,08 0,18*** 0,22***
CERQ Culpar a Otros 0,10 0,09 0,07 0,10*
CERQ Poner en Perspectiva -0,03 -0,06 -0,05 -0,05
CERQ Aceptación 0,08 -0,04 0,04 0,05
CERQ Reinterpretación Positiva -0,03 -0,12* -0,12* -0,11*
CERQ Focalización Positiva -0,07 -0,08 -0,15** -0,13**
CERQ Refocalización en los Planes -0,01 -0,18*** -0,04 -0,07
PANAS Afecto Positivo -0,06 -0,10* -0,17** -0,14**
PANAS Afecto Negativo 0,33*** 0,25*** 0,26*** 0,35***
UPPS-P Urgencia Positiva 0,51*** 0,33*** 0,31*** 0,48***
UPPS-P Urgencia Negativa 0,23*** 0,17** 0,23*** 0,27***
Nota. n = 392, * p < 0,05; ** p < 0,01; *** p < 0,001.

En cuanto a la evidencia de validez divergente, se obtuvieron correlaciones inversas y de tamaño


pequeño entre las subescalas DERS-P y las estrategias adaptativas de regulación emocional cognitiva.
Específicamente, Aceptación, Metas y el total de la DERS-P correlacionaron con Reinterpretación Positiva;
ADAPTACIÓN ARGENTINA DE ESCALAS DE DESREGULACIÓN EMOCIONAL 15

Metas y el total de la DERS-P correlacionaron con Focalización Positiva; y Aceptación de la DERS-P


correlacionó con Refocalización en los Planes. Las subescalas Poner en perspectiva y Aceptación del CERQ
no correlacionaron con las subescalas ni con el total de DERS. Además, DERS-P Impulsos no correlacionó
con ninguna de las estrategias adaptativas del CERQ (ver Tabla 5).
Con respecto a la evidencia de validez concurrente, se observaron correlaciones directas de la DERS-P con
las subescalas Afecto Negativo de la PANAS y Urgencia Positiva y Urgencia Negativa de la Escala UPPS-P.
Además, la DERS-P correlacionó inversamente con la subescala Afecto Positivo de la PANAS con excepción
de Impulsos. Las correlaciones, en general, fueron de tamaño medio (ver Tabla 5).

Discusión

El presente estudio tuvo como objetivo principal la adaptación de la DERS (Gratz & Roemer, 2004) y de
la DERS-P (Weiss et al., 2015) en una muestra de adultos emergentes universitarios argentinos. Los
resultados del presente estudio aportan evidencia de validez basada en la estructura interna de ambas
escalas y en su relación con dimensiones de regulación emocional cognitiva, impulsividad rasgo y afecto.
Además, la DERS y la DERS-P presentaron valores de consistencia interna satisfactorios. A continuación,
estos resultados se discuten en mayor detalle.
Al analizar la estructura interna de la DERS, se observaron resultados aceptables y coherentes con
algunos estudios de adaptación previos (Côté et al., 2013; Giromini et al., 2012; Ritschel et al., 2015) en los
cuales se realizó un AFC de la estructura original de seis factores. Cabe destacar, además, que todos los
reactivos, salvo uno (el ítem 17), presentaron cargas factoriales por encima de 0,40. Por otro lado, al igual
que en un estudio previo (Coutinho et al., 2010), el ítem 30, que originalmente pertenece a la subescala
Estrategias, cargó favorablemente en el factor Aceptación. Una posible explicación de esta disparidad
podría relacionarse con que sentirse muy mal consigo mismo/a no refleje una incapacidad para llevar a
cabo una acción (i.e., estrategia) que permita regular las emociones presentes sino, más bien, una reacción
emocional secundaria a la emoción negativa vinculada con la falta de aceptación del estrés provocado por la
emoción negativa (Gratz & Roemer, 2004). Sin embargo, aunque sentirse mal puede ser la derivación de
una emoción, no implica una emoción en sí misma, como en los casos de tristeza o enojo, que están incluidas
como emociones secundarias a la emoción negativa experimentada en reactivos de la subescala Aceptación.
En este sentido, y considerando que aunque el ítem cargó en un factor distinto al propuesto, el ajuste del
modelo fue aceptable, por lo que se decidió conservar la estructura factorial original de la DERS.
En línea con el estudio original (Gratz & Roemer, 2004) y otros estudios de adaptación (Cancian et al.,
2019; Coutinho et al., 2010; Giromini et al., 2012; Medrano & Trógolo, 2014; Miguel et al., 2017; Ritschel et
al., 2015; Rugancı & Gençöz, 2010), los resultados de consistencia interna de la DERS fueron, en general,
satisfactorios. La subescala Conciencia presentó un alfa menor que el resto de las subescalas (0,74), aunque
dentro de límites aceptables (Nunnally & Bernstein, 1994). Asimismo, mientras que las correlaciones entre
las subescalas de la DERS fueron —de acuerdo con lo esperado— de tamaño medio y alto, las correlaciones
entre Conciencia y el resto de las subescalas fueron, en general, bajas. Otros estudios sobre las propiedades
psicométricas de la DERS han mostrado resultados de confiabilidad y validez dispares para Conciencia,
comparada con el resto de las subescalas. En distintas adaptaciones, Conciencia presentó valores
aceptables de consistencia interna (Coutinho et al., 2010; Giromini et al., 2012; Rugancı & Gençöz, 2010),
pero también por debajo de límites aceptables (Miguel et al., 2017). A su vez, varios trabajos (Cancian et al.,
2019; Giromini et al., 2012; Medrano & Trógolo, 2014; Mitsopoulou et al., 2013; Ritschel et al., 2015),
incluido el estudio que desarrolló la escala (Gratz & Roemer, 2004), reportaron correlaciones nulas o bajas
entre la subescala Conciencia y las otras subescalas de la DERS. Entre las adaptaciones de la DERS al
idioma español, un estudio argentino (Medrano & Trógolo, 2014), que obtuvo un ajuste adecuado de la
estructura factorial original, y dos estudios (Guzmán-González et al., 2014; Hervás & Jódar, 2008) que
obtuvieron un ajuste satisfactorio para un modelo de cinco factores, conservaron el factor Conciencia con
resultados aceptables de validez y confiabilidad. No obstante, un AFE de la DERS en una muestra
colombiana (Muñoz-Martínez et al., 2016) halló una solución de dos factores, uno de ellos, Conciencia y el
otro, el conjunto de las subescalas restantes de la versión original de DERS.
Algunas posturas (Cancian et al., 2019; Lee et al., 2016; Muñoz-Martínez et al., 2016; Rugancı &
Gençöz, 2010) señalan que el factor Conciencia no representa estrictamente una dimensión de las
dificultades para la regulación emocional, sino que se refiere a dificultades para hacer foco (i.e., centrarse)
en las emociones que se experimentan, lo cual representa un paso inicial pero no suficiente para regular
16 MICHELINI Y GODOY

una emoción. En consecuencia, desde esta postura se sugiere avanzar en el desarrollo de versiones de la
DERS que prescindan del factor Conciencia. Otros autores (Coutinho et al., 2010; Giromini et al., 2012;
Hervás & Jódar, 2008; Mitsopoulou et al., 2013; Ritschel et al., 2015), en cambio, sostienen, de acuerdo con
la perspectiva multidimensional de la desregulación emocional, que la conciencia y el entendimiento de las
emociones son procesos sustanciales de regulación emocional. Con relación a esto, en su adaptación
española de la DERS, Hervás y Jódar (2008) señalaron que las correlaciones más bajas halladas para la
subescala Conciencia, respecto a las demás subescalas, eran esperables ya que, comparada con las otras
dimensiones, la falta de atención hacia las emociones no tiene un sentido únicamente desadaptativo sino
que puede ser un proceso tanto funcional como disfuncional para la regulación emocional. En este sentido,
se destaca que la subescala Conciencia originalmente presenta propiedades psicométricas menos favorables
y mayor independencia respecto de las otras subescalas; no obstante, se mantienen dentro de límites
aceptables (Gratz & Roemer, 2004). Los resultados del presente estudio, de manera similar a otras
adaptaciones (Coutinho et al., 2010; Giromini et al., 2012; Mitsopoulou et al., 2013; Ritschel et al., 2015),
reflejan estas características de la escala, por lo que se considera pertinente mantener la estructura
original de seis factores (que incluye la subescala Conciencia) para la versión de la DERS adaptada en el
presente estudio.
Al examinar la evidencia de validez de la DERS basada en la relación con otras variables, se observaron
correlaciones directas con las estrategias poco adaptativas (i.e., rumiación, catastrofización, autoculparse,
culpar a otros) y correlaciones inversas con las estrategias adaptativas (i.e., poner en perspectiva,
focalización positiva, reinterpretación positiva y refocalización en los planes) de regulación emocional
cognitiva. Las correlaciones fueron, en general, de tamaño bajo y medio, indicando que, aunque ambos
instrumentos (DERS y CERQ) miden dificultades en la regulación emocional, presentan algunas diferencias.
Específicamente, el CERQ examina las estrategias cognitivas que se usan al experimentar un evento
negativo (Garnesfski et al., 2001). En cambio, la DERS sirve para indagar dificultades para llevar a cabo
procesos tanto cognitivos como conductuales en la regulación de las emociones (Gratz & Roemer, 2004).
Respecto de la evidencia de validez concurrente de la escala DERS, se observó que mayores dificultades
en la regulación emocional se relacionaron con mayor afecto negativo, urgencia positiva y urgencia negativa
y con menor afecto positivo. Estos resultados son interesantes si se tiene en cuenta que, durante la adultez
emergente, formas inestables y rudimentarias de regular las emociones se vinculan con patrones más
exacerbados de experiencia emocional y de impulsividad en contextos emocionales (Casey et al., 2019;
Ernst, 2014). Asimismo, distintos estudios indican que las dificultades en la regulación emocional, en
conjunto con trastornos del afecto positivo y negativo (Mezquita et al., 2018; Simons et al., 2017; Veilleux et
al., 2014) y con la urgencia negativa (Emery et al., 2014), predicen distintos comportamientos de riesgo en
adultos emergentes universitarios. Por ejemplo, en un estudio realizado en universitarios de Argentina,
España y Estados Unidos (Mezquita et al., 2018), se halló que la regulación del afecto negativo (i.e.,
consumo de alcohol para aliviar estados afectivos displacenteros) medió el efecto de la inestabilidad
emocional sobre el consumo de alcohol y sus consecuencias negativas.
La escala DERS-P, por su parte, presentó valores adecuados de consistencia interna y un ajuste
excelente del modelo factorial propuesto. Específicamente, y de manera similar a los estudios previos de
validación de esta escala (Weiss, Darosh et al., 2019; Weiss et al., 2015), la consistencia interna presentó
valores satisfactorios, con índices de confiabilidad compuesta también mayores que el coeficiente alfa de
Cronbach en todos los casos. Las correlaciones entre subescalas tuvieron un tamaño medio a alto.
Asimismo, los reactivos presentaron cargas factoriales por encima de 0,40 en el factor correspondiente a la
estructura factorial original.
Con respecto a la evidencia de validez basada en la relación con otras variables, se obtuvieron
resultados consistentes con lo esperado. En línea con lo observado en los estudios originales (Weiss, Darosh
et al., 2019; Weiss et al., 2015), en general, mayores dificultades para regular emociones positivas se
relacionaron con mayores dificultades en la regulación emocional negativa. Asimismo, una mayor
desregulación emocional en contextos de emociones positivas se relacionó con un mayor uso de estrategias
poco adaptativas de regulación emocional cognitiva. También se hallaron algunas correlaciones inversas,
entre la DERS-P y las estrategias adaptativas de regulación emocional cognitiva, específicamente, con
aquellas que implican realizar reinterpretaciones positivas o focalizarse en pensamientos agradables para
aminorar el impacto de un evento negativo (Medrano et al., 2013). La evidencia de validez concurrente, por
su parte, mostró correlaciones, en general, de tamaño medio entre la DERS-P y las subescalas de afecto y
urgencia. A su vez, similar a lo observado por Weiss Darosh et al. (2019), DERS-P y urgencia positiva
ADAPTACIÓN ARGENTINA DE ESCALAS DE DESREGULACIÓN EMOCIONAL 17

correlacionaron fuertemente. Estos resultados son relevantes para el estudio de conductas de riesgo en
adultos emergentes universitarios. Al respecto, estudios muestran que el consumo abusivo de alcohol y de
marihuana, de alta prevalencia en universitarios (Pilatti et al., 2017), se vincula estrechamente con la
desregulación emocional y con las dificultades para controlar comportamientos impulsivos en el contexto de
emociones positivas (Cyders & Smith, 2007; Weiss et al., 2018; Zapolski et al., 2009). Asimismo, en un
reciente estudio realizado en universitarios estadounidenses se encontró que las dificultades para regular
emociones positivas moderan la relación entre afecto positivo derivado de estresores sociales (e.g., tener una
cita por primera vez, empezar un trabajo) y el consumo de alcohol para afrontar estas situaciones
gratificantes pero, a la vez, estresantes (Weiss, Risi et al., 2019).
Los resultados del presente estudio deben considerarse en el marco de algunas limitaciones. En primer
lugar, se aplicó una técnica de muestreo accidental, con la cual se obtuvo una muestra que presentó
sobrerrepresentación de mujeres y de estudiantes de psicología. Futuros estudios deberían apelar al uso de
técnicas de muestreo más rigurosas (i.e., probabilísticas; Hernández Sampieri et al., 2014), con adecuada
distribución por sexo y representación de distintas carreras universitarias. A su vez, sería interesante
replicar el estudio en muestras más amplias que permitan la realización de análisis de invarianza en
función de características sociodemográficas (Ritschel et al., 2015). En segundo lugar, la evidencia de
validez basada en la relación de la DERS y la DERS-P con otras variables solo fue examinada con respecto
a otras escalas de autorreporte. En este sentido, es importante considerar que, en general, los instrumentos
de evaluación mediante respuesta de autorreporte son vulnerables a los efectos de la deseabilidad social
(Eysenck & Eysenck, 1985/1997). Además, se conoce que algunos procesos de regulación emocional (por
ejemplo, aquellos relacionados con la flexibilidad atencional) pueden ocurrir de manera no consciente
(Gross, 2015), por lo que el reporte de las dificultades en la regulación de las emociones estaría limitado a
acciones conscientes. En consecuencia, podría ser útil que futuras investigaciones examinen evidencia de
validez relacionada con pruebas que evalúen el rendimiento comportamental en regulación emocional, por
ejemplo, tareas en las cuales los participantes apliquen estrategias de regulación emocional (Silvers et al.,
2015). En este sentido, sería importante también examinar evidencia de validez predictiva. Por último, el
presente estudio no contó con análisis de confiabilidad test-retest, por lo que se sugiere avanzar en estudios
que tengan por objetivo examinar la estabilidad de las escalas DERS y DERS-P.
Más allá de las limitaciones mencionadas, en el presente estudio se obtuvieron datos normativos
aceptables y satisfactorios para la medición de las dificultades en la regulación emocional negativa y
positiva, respectivamente. Cabe destacar que hasta el momento no se conocían estudios de validación
confirmatorios de la escala DERS en población argentina ni adaptaciones de la DERS-P al idioma español.
La aplicación de estos instrumentos será de utilidad para conocer el modo en que la desregulación
emocional se relaciona con conductas de riesgo en adultos emergentes universitarios argentinos. Más aún,
está información permitirá avanzar hacia la identificación de universitarios con mayor propensión a
involucrarse en comportamientos que comprometen su salud (Miller & Racine, 2020; Savolainen et al.,
2018), lo que podría derivar en estrategias eficaces de intervención en la regulación de las emociones para
la prevención y/o reducción de estos comportamientos (ver, por ejemplo, Sloan et al., 2018). Asimismo, los
resultados de este estudio ofrecen un punto de partida para estudios instrumentales y aplicados más
específicos como los que se requieren, por caso, para analizar rol de la regulación emocional en cuadros
clínicos prevalentes en adultos emergentes, como la ansiedad y la depresión (Arnett et al., 2014; January et
al., 2018). Si bien ya hay esfuerzos interesantes en este sentido, el estudio de estas relaciones es aún
incipiente en poblaciones de Argentina y de Latinoamérica, por lo que las adaptaciones de la DERS y de la
DERS-P resultan un insumo importante.

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Fecha de recepción: Marzo de 2020.


Fecha de aceptación: Febrero de 2021.

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