Modulo 2

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SSMSO

Derecho a la Salud, Migración con


Enfoque de Derechos Humanos
Dirigido a funcionarios de Salud
Equipo de Participación Social SSMSO

2020
Módulo II. Derechos Humanos en Salud

Objetivo del Módulo: Conocer los conceptos y principios de los DDHH considerados para la
atención de salud de las personas migrantes

Contenidos:

- Enfoque de DDHH
- Tipos de DDHH
- Comprensión integral de los DDHH
- Historia de los DDHH
- Características y principios de los DDHH
- ¿Sujeto de obligación o sujeto de derecho?
- Medidas especiales de protección para grupos discriminados y principios de igualdad y
no discriminación

2.1 Enfoque de Derechos Humanos


¿Que son los Derechos Humanos? Definiciones y aproximaciones conceptuales

Las expresiones derechos humanos y derechos fundamentales indistintamente se refieren a


“las facultades que tienen las personas, por una parte, para vivir libres de la intervención
arbitraria del Estado, y por otra, para solicitar al Estado que realice determinadas acciones
destinadas a permitirles desenvolverse en sus vidas” (INDH 2010, p.23).
Esta definición contiene algunos elementos sobre los que es necesario detenerse:

1- Facultades: Los derechos humanos son las atribuciones o capacidad que se le reconoce
a las personas, para poder vivir en libertad y lograr su máximo bienestar. Al reconocerse
estos poderes o facultades para las personas, se reconoce también que debe haber
alguien que esté obligado a cumplir o a obedecer esos mandatos. Es por ello, que los
derechos humanos siempre implican una relación entre dos sujetos. Por un lado, el sujeto
de derechos o titular, que es quien tiene el poder de exigir ciertas libertades o acciones
positivas de otro. Y por otro lado, el sujeto pasivo o sujeto de obligación, que es quien
debe satisfacer la exigencia del sujeto de derecho, respetando su ámbito de libertad o
realizando una acción positiva.
En el ámbito de los derechos humanos, y como lo dice la definición, los sujetos de
derecho son todas las personas, sin importar su raza, sexo, nacionalidad, religión, o
cualquier otra condición, dado que todos y todas tenemos los mismos derechos
humanos. El sujeto obligado en materia de derechos humanos es el Estado,

1
principalmente, aunque todas las personas tienen ciertos deberes de respeto y
promoción. Ello es así porque los derechos humanos nacen como una forma de limitar el
poder del Estado a favor de la dignidad de las personas y por tanto, todos los Estados
debe reconocer y respetar1.
2- Libertades: Las facultades que tienen las personas en relación con el Estado refieren a
espacios donde el Estado no debe interferir y que deben permanecer libres de su
injerencia. Un ejemplo, el derecho a la vida privada, espacios de intimidad donde el
Estado no puede intervenir, vigilar, ni exigir información. Otro ejemplo es el derecho a
circular libremente por el territorio nacional, el que no puede verse limitado, salvo por
restricciones de seguridad nacional u orden público.
3- Realización de derechos: los derechos humanos facultan a las personas para exigir que
el Estado realice ciertas acciones que les permitan gozar de sus derechos de manera
concreta. Esto implica que los Estados deben tomar medidas para proveer de servicios y
condiciones que permitan que las personas ejerzan sus derechos de manera igualitaria.
Un ejemplo, en el ámbito de la salud, la construcción de hospitales y Centros de Salud
debe tener directa relación a la cantidad de personas que requieran atención, por tanto
dependerá de la demanda de la población en el territorio.

2.1.2 Tipos de derechos:


Existen dos grandes tipos de derechos:
1- derechos civiles y políticos, que refieren a libertades civiles y participación en la vida
democrática (como el derecho a circular libremente, a la seguridad personal y a votar)
2- derechos económicos, sociales y culturales, que refieren a condiciones de vida mínimas
que satisfacen la dignidad de las personas (como el derecho a la salud y a la educación).
Independientemente del tipo de derecho humano que analicemos, el Estado tiene dos
comportamientos básicos:
1- positivo: tomar o realizar acciones
2- negativo: abstenerse de realizar acciones que afecten el ejercicio de derechos

Comprensión integral de los DDHH:

Más allá de las definiciones, como la que acabamos de revisar u otras que pueden encontrarse
en la bibliografía sugerida, parece importante lograr una comprensión de lo que implica una
noción integral de derechos humanos.

1
Ver sección sobre historia de los DD.HH. Página 5

2
El esquema trata de resumir esa comprensión presentando los derechos humanos como un
concepto que se conforma de tres aspectos:
En primer lugar, los derechos humanos son normas jurídicas, es decir, recogen el acuerdo que
se construye a través de la discusión política, estableciendo qué es lo que debe hacer y no debe
hacer el Estado, así como los mínimos exigibles para toda persona en la sociedad. Estas normas
jurídicas son producto de un acuerdo internacional entre Estados, y se materializan en los
tratados internacionales de derechos humanos (los pactos, las convenciones y los convenios),
que son aplicables en cada país porque son reconocidos en la Constitución y las leyes.
Un segundo aspecto, releva el carácter de referente ético que tienen los derechos humanos,
dado que las relaciones interpersonales y nuestra cotidianeidad no puede estar del todo
normada y no todo nuestro quehacer se resume en ajustarse a normas que permiten o prohíben
determinados comportamientos. Hay algo que mueve a las personas y las dispone a un marco
de convivencia medianamente armónico, a operar en un marco de respeto mutuo y a esperar
ese mismo trato y comportamiento de los/as demás integrantes de la sociedad. De esta
manera, los Derechos Humanos son, al mismo tiempo, un conjunto de referentes valóricos que
permean en la cultura y un referente en relación al comportamiento social.
El tercer aspecto, representa al horizonte utópico. Los derechos humanos son un ideal que no
han sido alcanzado, por el cual las naciones deben esforzarse, tal como dice el preámbulo de la
Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH). Si bien han existido importantes avances
en la historia de la humanidad, aún hay mucho que hacer por lograr una sociedad de mayor
igualdad y libertad para todos y todas. Así entonces, esta tercera aproximación a la noción de
derechos humanos, que refiere a una dimensión política de los mismos, nos remite a la
necesidad de comprometerse y movilizarse en pro de avanzar en este ideal común que
expresan cada uno de los derechos reconocidos y su materialización.
Es importante notar que las tres aproximaciones al concepto de derechos humanos están
interrelacionadas y se retroalimentan, dado que las normas jurídicas que contienen derechos
humanos contribuyen a generar y reforzar los referentes éticos acorde a dichas normas,
instalando en la cultura valores y actitudes de respeto hacia lo que las normas protegen y
declaran. Por otro lado, los referentes éticos que logran asentarse culturalmente, movilizan a
la sociedad civil y organizaciones a luchar por una mayor profundización y ampliación de los
derechos, exigiéndole al Estado avanzar hacia el horizonte ideal que plantean los estándares, y
3
a su vez, moviendo ese horizonte cada vez más lejos en la medida que vamos avanzando hacia
él. Las conquistas que se dan en el marco de la lucha por acercar la brecha entre la realidad y el
ideal, es decir, de llegar hacia el horizonte ideal, a su vez, se traduce en que los Estados van
reconociendo esos avances, traduciéndolas en nuevas normas jurídicas.
Ninguno de estos aspectos por sí solo puede dar cuenta de lo que son los derechos humanos.
Una comprensión sólo normativa, puede conducir a actuaciones que usen ese conocimiento
para transgredir derechos en vez de protegerlos. Una perspectiva que sólo releva lo valórico,
hace recaer toda la responsabilidad en la formación moral o ética individual, diluyendo el
carácter de obligaciones exigibles independientemente de los valores de cada quien. Por
último, una mirada sólo en torno al ideal, sin comprender que la norma y la cultura constituyen
caminos para alcanzarlo, no logra la movilización política y estanca el proceso de
materialización de los DD.HH.

2.2 Historia de los DDHH:


Los Derechos Humanos fueron consagrados, por primera vez en el derecho internacional, en la
Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en 1948, luego de la
Segunda Guerra Mundial.
Siguiendo los planteamientos de Agustín Squella2, en el desarrollo histórico de los DD.HH
podemos distinguir diferentes procesos:
1- Proceso de positivización: los gobernantes van reconociendo derechos a las personas,
los que van quedando plasmados en leyes, constituciones o cartas fundamentales,
limitando el poder del Estado a favor de las personas. Este proceso, que surge junto con
la instauración de los Estados Nacionales, tiene su expresión contemporánea en la
inclusión de reconocimiento de derechos en las Constituciones.
2- Proceso de internacionalización: señala cómo va avanzando el reconocimiento de los
derechos como una relación entre el Estado y sus ciudadanos, a una responsabilidad que
recae también en la comunidad internacional. Esto ocurre tras la constatación de los
horrores de la II Guerra mundial, en donde el freno a la violación de derechos humanos
no puede provenir del propio país, dado que es el Estado y todo su aparataje, el que está
comprometido en la vulneración de derechos humanos. Así entonces, se reconoce como
límite de la soberanía nacional el resguardo de los derechos humanos.
3- Proceso de generalización: se refiere al principio de universalidad de los derechos
humanos. Se constata en la historia que el reconocimiento de la existencia de derechos
a todas las personas, sin distinción alguna, ha sido un proceso difícil, que ha partido con
el reconocimiento solo de hombres libres, y que tras diversos procesos históricos y de
luchas sociales se ha ido ampliando a personas de grupos raciales diversos, de orígenes
nacionales o étnicos diversos, que profesan diferentes religiones, a mujeres, a niños, etc.,
especificándose cada vez más quiénes son los y las titulares de los derechos.

2
Abogado chileno, especialista en filosofía del derecho. Premio nacional de humanidades y ciencias sociales de
Chile en 2009

4
4- Proceso de expansión: está relacionado con los procesos de profundización sobre la
interpretación de cada derecho humano, dado que éstos responden a contextos socio
históricos en los cuales la noción de dignidad humana es interpretada de manera diversa,
por lo que los derechos que resguardan dicha dignidad se profundizan acorde al contexto.
De esta manera, las condiciones materiales de vida o ámbitos de las libertades
individuales han ido cambiando desde que se proclamó la DUDH en 1948, por lo que las
exigencias que se le hacen al Estado en torno a la satisfacción de derechos se han
profundizado correlativamente.

2.3 Características y principios de los DDHH:


Las principales características de los DD.HH consagradas en las Constituciones Políticas y los
tratados internacionales son su universalidad, interdependencia e inalienabilidad.

Los derechos humanos son universales, nos pertenecen a todas las personas simplemente por
ser humanos. Estos derechos buscan resguardar la dignidad de cada uno/a, ya que sin el
ejercicio de estos derechos y libertades, hay algo de nuestra humanidad que se ve afectada. En
este sentido, todos y todas las personas somos iguales, aunque podamos ser diferentes en
prácticamente todo lo demás: la edad, el sexo, el origen étnico, estrato social o nacional,
nuestra situación de salud o económica, en nuestro pensamiento social, religioso o político, etc.

Como los derechos humanos se nos reconocen en virtud de la dignidad de todos y cada uno,
ellos son inalienables, es decir, nadie puede renunciar a sus derechos, venderlos o regalarlos,
ya que acompañan a la persona durante toda su vida y en todo momento, lugar y circunstancia.

Por otro lado, los derechos humanos son interdependientes, porque la dignidad humana no
puede verse satisfecha sin el pleno cumplimiento de todos los derechos. Así, la afectación de
uno repercute a los demás, es decir para el cumplimiento pleno de uno de los derechos se
necesita del cumplimiento de otros derechos. Un ejemplo de ello, es el derecho a la salud, el
cual no puede verse plenamente satisfecho sin el cumplimiento efectivo del derecho a un medio
ambiente libre de contaminación, que permita a las personas gozar de los más altos niveles de
salud posibles.
Junto a las características de los derechos humanos, existen algunos principios generales que
cruzan toda la concepción de derechos humanos y el ejercicio de cada uno de ellos.

Los principios de los DD.HH son los de:

Igualdad y no discriminación, que se profundizará más adelante, pero que refiere a la noción
de que todas las personas puedan gozar en un plano de igualdad de todos los derechos
consagrados en los instrumentos de DD.HH. Ej.: Hay grupos de personas, como las personas con
discapacidad, que tienen menor autonomía para ejercer sus derechos, por lo que deben
tomarse medidas para que puedan hacerlo en condiciones de igualdad con el resto de la
sociedad.

5
El de participación, el que representa un derecho en sí mismo, pero también una forma de
ejercer todos los derechos que se les reconocen a las personas. Un enfoque de derechos
humanos exige siempre una efectiva participación de las y los sujeto/as involucrado/as. Ej.: Los
pueblos indígenas tienen derecho a que se les consulte sobre todos los asuntos que les afectan
para que no se tomen medidas que los perjudiquen.
El de no regresividad, es decir, que una vez reconocidos no pueden desconocerse como
derechos, aun cuando hayan circunstancias socio-históricas que puedan justificar
legítimamente una suspensión temporal de algunos de los derechos, durante la emergencia.
Con todo, hay derechos que en ningún contexto pueden ser suspendidos. Ej.: Si un Estado ha
avanzado en políticas de salud que garantizan el acceso a prestaciones, no puede retroceder en
dichas políticas con modificaciones posteriores.
El principio pro persona, es el que reconoce que se debe aplicar la norma que mejor proteja y
de mayores garantías de goce de derechos a la persona. Este principio es necesario de
considerar en situaciones de colisión de derechos y en los contextos nacionales, dado que los
países pueden tener normas más favorables que los mínimos que establecen las convenciones
y pactos del derecho internacional de los derechos humanos. Ej.: Si el Estado chileno establece
mayores garantías en algunos ámbitos de la salud que las que exigen los instrumentos
internacionales, el Estado queda obligado a respetar el estándar más alto, aunque el estándar
internacional sea menos exigente.

2.4 ¿Sujeto de obligación o sujeto de derecho?

2.4.1 Sujeto de obligación:


Dado que los derechos humanos han sido fruto de una lucha histórica que busca limitar el abuso
del poder político, que se caracteriza por tener el recurso del uso legítimo de la fuerza en un
territorio, el principal sujeto obligado en materia de derechos humanos es el Estado. Los
tratados de derechos humanos (convenciones y pactos) son instrumentos jurídicos acordados
por los Estados y que los comprometen a cumplir las obligaciones contenidas en ellos para
con las personas que están bajo su jurisdicción. Dichos tratados no generan ningún derecho
para los Estados, sólo obligaciones.
Los Estados tienen cuatro tipos de obligaciones:
Respetar: No impedir el acceso o realización de derechos y no limitarlos o restringirlos más allá
de lo autorizado. Ej.: No denegar el acceso al servicio de urgencia a una persona migrante.
Proteger: Cuidar que entre las personas no se afecten los derechos, que nadie prive a otro del
acceso al derecho. Ej.: Fiscalizar a establecimientos psiquiátricos privados para asegurar que no
se vulneren los derechos de las personas internas.

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Realizar: Generar condiciones para el ejercicio y protección de los derechos (adoptar medidas,
proveer bienes y servicios). Ej.: Construir hospitales y formar profesionales en cantidad
suficiente.
Promover: Difundir los derechos para que la ciudadanía pueda ejercerlos y exigir su
cumplimiento. Ej.: Informar a las personas sobre sus derechos en materia de salud y cómo
exigirlos.
Tanto la obligación de respetar como la de proteger, implican que el Estado debe prevenir actos
vulneratorios, así como investigar, sancionar a los responsables y reparar a las víctimas cuando
ellas ocurran. Dado lo anterior, el siguiente cuadro muestra cuándo estamos en presencia de
una violación de derechos humanos

¿Cuándo estamos en presencia de una Violación de DDHH?

Cuando se produce una afectación de la dignidad por una acción u omisión de un agente del
Estado que incumple las obligaciones, estamos en presencia de una violación de derechos
humanos. Si la afectación a la dignidad es cometida por una persona que no forma parte del
Estado estamos frente a un delito penal o civil, pero no frente a una violación de derechos
humanos, y para hacerse cargo de dichas situaciones operan otros mecanismos del derecho (el
derecho penal, civil u otras ramas específicas del derecho).
Es importante señalar que, en materia de derechos humanos, los agentes del Estado son lo/as
funcionario/as públicos del gobierno central, municipalidades, organismos autónomos,
establecimientos educativos públicos, así como lo/as agentes de orden, seguridad y fuerzas
armadas, o cualquier persona que se encuentre ejerciendo funciones públicas, sin importar el
régimen de contratación o el vínculo contractual con el Estado.
Podría ocurrir que en un caso de vulneración de derechos entre particulares el Estado omita su
obligación de protección, es decir, no previene, investiga, sanciona y repara dichas actuaciones.
En ese caso, la violación de derechos humanos existe por la omisión del Estado, no por la acción
del particular. Esto ha sido reforzado por el Comité de DD.HH, que ha dicho que el Estado viola
sus obligaciones en materia de DD.DD “permitiendo que particulares o entidades cometan tales
actos o no adoptando las medidas apropiadas o no ejerciendo el cuidado debido para prevenir,
castigar, investigar o reparar el daño así causado” (CDH, OG N°31).

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2.4.2 Sujeto de derechos:
El sujeto del derecho, o titular, es quien detenta el poder o la facultad de exigir esos derechos
frente a otros (en este caso, frente al Estado).
El marco de los derechos humanos reconoce que todas las personas son sujetos o titulares de
derechos. Ello implica que, desde un enfoque de derechos humanos, a las personas se les debe
dotar y reconocer la mayor autonomía posible para ejercer sus derechos, dotándoles de
“agencia”3, lo que distingue al enfoque de derechos humanos de otros que ponen a ciertos
grupos (niño/as, personas con discapacidad, adulto/as mayores, etc.) como objetos de
protección y no como sujetos. Sin embargo, existen situaciones en las que los sujetos de
derechos se ven expuesto/as a un mayor grado de vulnerabilidad, lo que pone en riesgo la
satisfacción y ejercicio pleno de sus derechos. Estas situaciones responden a diferentes
factores, que podríamos agrupar en tres categorías:
a) Factores culturales: Se trata de prejuicios y creencias que afectan a ciertos grupos que
se ven discriminados por su origen nacional o étnico, como lo/as migrantes y las personas
de pueblos indígenas; o por el género, como las mujeres.
b) Factores de autonomía del sujeto: Se trata de grupos que efectivamente tienen una
menor autonomía para desenvolverse y ejercer sus derechos, como ocurre con las
personas con discapacidad, los niños y niñas y lo/as adulto/as mayores.
c) Factores de excepción en las relaciones de poder: Se trata de situaciones excepcionales
en la vida social, donde el Estado restringe o suspende los derechos de las personas más
allá de lo permitido en situaciones de normalidad, aumentando el poder del Estado para
intervenir en la vida de las personas. Ello ocurre durante los estados de excepción
constitucional (emergencias o catástrofes nacionales o conmoción pública, por ejemplo)
donde las personas nos encontramos más vulnerables frente al poder estatal.
d) Establecimientos de privación de libertad: También ocurre con las personas privadas de
libertad, dado que se encuentran excepcionalmente cumpliendo una pena que restringe
su derecho de libertad ambulatoria, encontrándose en una situación de vulnerabilidad
frente a los agentes del Estado.
Estos factores pueden combinarse, poniendo a las personas en un grado de vulnerabilidad aún
mayor, como lo que ocurre con las mujeres con discapacidad que además pertenecen a un
pueblo indígena o con los niños y niñas migrantes.
Para enfrentar estas situaciones de vulnerabilidad, los Estados se han ido comprometiendo, a
través de convenciones especiales, a tomar medidas especiales de protección para apoyar a
esas personas a ejercer y disfrutar de sus derechos en un plano de igualdad con el resto de la
sociedad. En el sistema universal de derechos humanos existen convenciones especiales:

✓ Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (1948)

3
Concepto acuñado por Amartya Sen (filósofo y economista bengalí, galardonado con el Premio Nobel de
Economía en 1998) para referirse a la libertad efectiva o sustantiva que tienen las personas para tomar decisiones
y actuar en la propia vida como sujeto/as de derechos. Esa capacidad de las personas puede estar constreñida por
factores culturales o normativos, por lo cual, desde el enfoque de derechos humanos, lo relevante es determinar
cuáles son los factores que afectan esa capacidad de agencia para poder actuar sobre ello.

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✓ Convención sobre el Estatuto de los Refugiados (1951)
✓ Convención Americana de DDHH. Expulsiones masivas, asilo.
✓ Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
Racial (1966)
✓ Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer
(1979)
✓ Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
(1984)
✓ Convención sobre los Derechos del Niño (1989)
✓ Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores
migratorios y de sus familiares (1990)
✓ Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (2006)
✓ Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las
Desapariciones Forzadas (2010)
✓ Pacto internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
✓ Pacto internacional de Derechos Civiles y políticos

Como se puede ver, no todas las situaciones de vulnerabilidad están recogidas en estas
convenciones, dado que, como dijimos anteriormente, el sistema de derechos humanos es
fruto de un acuerdo político entre los Estados. Para avanzar en otras medidas especiales de
protección es necesario que la sociedad presione a los Estados, dándole importancia política a
ciertas situaciones de vulnerabilidad que todavía no se han visto protegidas, como los derechos
de las personas LGTBI (4) o de lo/as adulto/as mayores.

Enfoque de Derechos

Es un enfoque para el desarrollo


Obliga a mirar la realidad Certeza de que los sujetos Existencia de obligaciones
desde el relevamiento de de derechos pueden y legales por parte de los
la responsabilidad del deben exigir/reclamar sus garantes, expresadas en los
Estado, en tanto garante derechos instrumentos internacionales
principal de derechos de DDHH (Valverde, 2009)
Fuente. Capacitación “Atención de la Salud en base a los Derechos y la Interculturalidad” 2019 Colectivo Sin
Fronteras.

2.5 Medidas especiales de protección para grupos para grupos discriminados y principios de
igualdad y no discriminación
El comité de DD.HH, que vela por el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos, ha definido el concepto de discriminación como:

“toda distinción, exclusión, restricción, o preferencia que se basen en determinados motivos,


como la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen

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nacional o social, la posición económica, el nacimiento o cualquier otra condición social, y que
tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en
condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las
personas”4.

A partir del concepto de discriminación, podemos establecer que las personas somos iguales,
pero sólo en dignidad y derechos. En todo lo demás, somos diversos y diversas. Por lo tanto, el
principio de no discriminación implica que, pese a la diversidad, tenemos derecho a acceder y
gozar de los mismos derechos. Es importante señalar que el derecho a la no discriminación en
el goce de los derechos es un derecho en sí mismo, como lo establece el artículo 26 del Pacto
de Derechos Civiles y Políticos.

El Principio de Igualdad y No Discriminación obliga a los Estados a garantizar el ejercicio de los


derechos sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, opinión política o
de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento, discapacidad física o
mental, estado de salud (incluido el VIH/SIDA), orientación sexual, estado civil o cualquier otra
condición política, social o de otro tipo.
También obliga a los Estados a proteger a las personas frente a prácticas o conductas
discriminatorias por parte de terceras personas, sean agentes públicos o actores no estatales.
Asimismo, implican prestar la debida atención a la situación particular de las personas y grupos
en situación de discriminación o exclusión. El rol del Estado, a través de la política pública, es
identificar los problemas estructurales que mantienen en situación de desventaja a estos
grupos o sectores en relación con el ejercicio de sus derechos para la elaboración de políticas
públicas que respondan a ello, estableciendo medidas especiales de protección (o tratos
diferenciados) que aseguren el ejercicio de derechos para todos y todas, y eliminando las
estructuras de discriminación.

Podría pensarse, y se ha argumentado por algunos sectores, que el trato diferenciado para estos
grupos constituye una discriminación que atenta contra el principio de igualdad resguardado
en el artículo 2 de la Declaración Universal, dado que este principio exigiría tratar igual a todas
las personas. Sin embargo, si tenemos en consideración que el principio de igualdad refiere a
que todas las personas puedan ejercer efectivamente sus derechos, el trato igualitario a todas
las personas puede ser contrario a la igualdad, dado que algunas personas requerirán de
medidas diferentes para poder ejercer sus derechos. Lo anterior, se visualiza en la Ilustración
N°3, donde el cuadro de la derecha responde al principio de igualdad precisamente porque se
presta un trato diferenciado a quienes lo requieren:
Al respecto, el Comité de DD.HH ha dicho que hay ciertas distinciones entre personas que son
permisibles, es decir, que no son discriminatorias, pues justamente apuntan a este propósito:
asegurar el ejercicio igualitario de derechos. Un ejemplo de este tipo de medidas son los

4
Comité DD.HH, OG Nº 18, “No Discriminación”, de 10 de noviembre de 1989, párrafo 7.

10
mecanismos de cuotas, como cuotas especiales que aseguren participación de ciertos grupos
en el ámbito del trabajo o la política. Estos mecanismos son una distinción que favorece a dichos
grupos, pero no se considera discriminatoria pues apunta a equiparar las condiciones para que
los derechos sean ejercidos en un plano de igualdad. Cabe señalar que sólo es permisible tomar
estas medidas de manera temporal, mientras sean necesarias para el logro del propósito
declarado, y deben establecerse parámetros objetivos para su aplicación, para evitar
discrecionalidad (aunque algunas medidas pueden ser de carácter permanente, como los
accesos especiales para personas con discapacidad).

Por último, en cuanto al principio de igualdad y no discriminación, es importante considerar


que las discriminaciones son un fenómeno que se da en la cultura a partir de la normalización
de juicios y situaciones que no se cuestionan, más allá de las normas del derecho internacional
que la prohíben y que establecen obligaciones de tomar medidas especiales para proteger a los
grupos discriminados.
Ello ocurre porque, a partir de la educación de la familia y la escuela, nuestras propias
experiencias y la información que recibimos a diario, las personas generalizamos juicios sobre
ciertos grupos, atribuyéndoles características que no necesariamente son predicables del grupo
en su conjunto. A partir de estas generalizaciones, que se transforman en prejuicios en relación
a todo/as quienes integran el grupo, es que se generan políticas públicas o actos
discriminatorios, basados en dichos prejuicios. Es por ello que resulta clave poder
desnaturalizar las discriminaciones, cuestionando los juicios que hay detrás de las decisiones
discriminatorias, descubriendo así otras formas de resolver las situaciones o de plantear las
políticas públicas. La educación en derechos humanos, y el cumplimiento de los objetivos del
derecho a la educación, resulta clave en ese proceso de desnaturalización.

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