Fe o Creencias - Word

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¿Fe o creencias vanas?

Dios les bendiga hermanos, muy buenas noches.

Gracias a Dios este es el segundo mes del año 2024.

Y Dios ha sido bueno con cada uno de nosotros.

No nos ha pagado conforme a nuestras obras, sino que cada día sus misericordias se renuevan.

Y si creemos eso es por fe, porque la Biblia lo dice, y la Biblia es la palabra de Dios.

Muchos dicen:

Necesito pruebas.

Pero los cristianos vivimos por fe, porque por fe, vivirá el justo.

Por eso, como hemos escuchado otras veces, la fe nadie la puede tener sin tener fundamentos
bíblicos.

Porque la fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios. (Romanos 10:17).

Y aquellos que digan que tienen una gran fe, y no tienen fundamentos bíblicos, desconocen la
voluntad de Dios, y no se congregan, entonces no es fe.

Son solo creencias vanas.

Porque si realmente tenemos fe, o si aquella persona dice tener fe, entonces esa fe nos llevará a
obedecerle a Dios.
A confiar en Dios.

A agradarle.

Nos llevará a leer su palabra.

A creer que en Cristo hay salvación.

A congregarnos.

A creerle a Dios.

O sea que la fe no solo se trata de creer lo que se espera y ya.

Sino que también se trata de obedecer.

De paciencia, constancia, etc.

Y de eso tenemos tantos ejemplos de varios personajes de la Biblia que obedecían a las palabras
de Dios e iban a donde Él les decía porque tenían fe en Él.

Y la Biblia dice: "aun sin saber a dónde iban" porque tenían tenían fe en Dios.

¿Nosotros qué tenemos?

¿Será fe o serán creencias vanas?

Vamos a buscar Romanos 10:17

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Orar.

En esta versión lo dice de esta manera: TLA.

Así que las personas llegan a confiar en Dios cuando oyen el mensaje acerca de Jesucristo.

Claramente nos dice que todos llegamos a creer y a confiar verdaderamente en Cristo cuando
oímos la predicación del evangelio.

No hay otra manera más en que el ser humano pueda llegar a creer en Él.
Nuestros antepasados nos enseñaron y nos introdujeron a la religión tradicional, y prácticamente
nos la dejaron como herencia.

La mujer samaritana dijo:

Nuestros padres adoraron en este monte.

Y nosotros también decíamos algo similar:

1. Es que mis padres fueron católicos, y yo no voy a traicionar mi religión.

2. No voy a traicionar la fe que me inculcaron.

3. No voy a traicionar mis padres o mis abuelos.

4. Aquí nací, aquí me bautizaron al nacer, y aquí voy a morir, esa es mi fe.

Pero eso no es fe, no es fe en Cristo.

No es la fe bíblica.

Mas bien es como una tradición, pero por tradición no se puede llegar a conocer a Cristo, ni tener
la fe genuina que a Dios le agrada.

Porque la mayoría de las tradiciones anulan la palabra y los mandamientos de Dios.

¿Cuántos, el mes pasado, dejaron los mandamientos de Dios y se aferraron a sus tradiciones?

Creyeron agradarle a Dios, pero fue todo lo contrario.

Entonces, por tradiciones no se puede ser salvos.

La salvación no se hereda.

La fe tampoco.

Por tradición no se conoce lo que Dios, a través de la Biblia, nos dice.


Porque la tradición ni siquiera hace uso de la Biblia, solo se basa en tradiciones.

Entonces, ¿cómo pueden mis hijos, mis nietos, o mis padres ser salvos y tener una fe bíblica?

Predíquele del evangelio.

Predíquele de Jesucristo.

Un familiar nos dice que cada que llegaba a casa de su novia a visitarla, como su suegro era pastor,
en cada plática que tenía con él, él le decía:

1. Eso que estás diciendo está en la Biblia. (Decía su suegro).

2. Lo que estás diciendo, algo así dice la Biblia.

Y cada que llegaba casi siempre era lo mismo.

Este familiar dice que ya estaba aburrido de que siempre mencionara la Biblia.

Y decía:

1. Si yo vengo a ver a su hija, no a que me hable de la Biblia.

Pero el pastor no se dio por vencido.

Hasta que una noche le leyó el texto que dice:

Dame hijo mío tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos.

Él dice que cayó de rodillas llorando y esa misma noche creyó en Cristo.

Una noche antes, todavía él era muy devoto a la virgen de Guadalupe, él decía tener toda su fe y
confianza en ella.
Lo dibujaba en su libreta, lo tenía en su playera, en su pared, sus gorras, etc.

Pero nunca imaginó que a la siguiente noche que le citaron un solo texto de la Biblia, iba a creer y
tener fe solamente en Cristo Jesús.

Entonces, ¿cómo van a creer si nadie les habla?

Por eso, la fe es uno de los fundamentos del cristianismo, es una certeza, es una convicción
inquebrantable que Dios es Dios verdadero y que Él hará lo que dijo que hará.

Y esa fe solo puede estar basada en su palabra, eso es la fe bíblica.

Lo demás son solo creencias si no tenemos fundamentos bíblicos ni obediencia.

Porque una fe sin obedecer a Dios, no es fe.

Una fe sin creerle a Dios, no es fe.

Entonces esa fe que el mundo cree tener, solamente son creencias vanas, basada en otros
fundamentos.

Muchos dicen que creen en Dios, pero no leen la Biblia, no se congregan, viven a su manera o
creen a su manera.

Y hasta dicen:

1. Cada uno cree en Dios a su manera.

Pero eso tampoco es fe.

El cristiano también le puede pasar lo mismo.


Puede llegar a tener una fe contaminada y una fe basada en creencias o falsas doctrinas.

Por eso, a veces esa fe se enferma y se debilita hasta al grado de una muerte espiritual.

¿Pero cómo inicia o cómo surge?

Muchas veces es porque nosotros no buscamos alimentar nuestra fe.

No buscamos hacer crecer nuestra fe, como dijo el apóstol Pablo (2 Tesalonicenses 1:3)

Pedimos que Dios nos aumente la fe, que nos fortalezca la fe, y claro que Dios lo puede hacer.

Pero lo malo es que nosotros no lo buscamos cuando debemos de buscarlo y alimentarlo cada día.

No solo basta con pedirlo, sino de también de actuar nosotros mismos.

Miremos qué dice en San Lucas 17:5-6

5 Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.

6 Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro:
Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.

Vamos a analizar la fe en la figura del grano de mostaza.

¿De qué tamaño es un grano de mostaza?

Es muy pequeño, por eso nos referimos a él como "un granito de mostaza".

Y a veces, basándonos en este texto que leímos, decimos:

1. Yo tengo una fe pequeña como una semilla de mostaza.


2. Mi fe es así de pequeñita, pero mueve grandes montañas.

Y todo eso lo decimos basándonos en el tamaño de la semilla de mostaza.

Pero Cristo, no solo tenía el objetivo de hablar del tamaño de la semilla y ya, sino también de la
calidad de una semilla de mostaza.

Él estaba diciendo que nuestra fe tiene que ser como una semilla de mostaza.

Entonces, analizando esto, ¿cuál es la relación de nuestra fe con un grano de mostaza?

1. El grano de mostaza es la semilla de menor tamaño más resistente que existe, que incluso, si es
pisoteada o quemada, no se quiebra, resiste.

Y esto nos enseña que nuestra fe debe ser resistente, y la Biblia dice que para que sea resistente,
soporte golpes y fuego, debe estar fundada sobre la Roca.

Debe tener fundamentos bíblicos.

Cristo habló de dos hombres, uno prudente y otro insensato, el prudente edificó su casa sobre la
roca.

Por más que llovió, por más inundaciones que hubo, y los vientos soplaban y golpeaban contra
aquella casa; no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

Este hombre oía el mensaje, pero los ponía en práctica.

Osea que no solo basta con decir "tengo fe", o "soy cristiano", o con oír, sino también de poner en
práctica lo que escuchamos.

La obediencia.
Ese es alguien prudente, así nuestra fe crece y se fortalece.

Cristo, al iniciar esta parábola dijo:

1. ¿Por qué me llaman “Señor, Señor”, y no hacen lo que les mando hacer?

Y si no hacemos lo que Cristo nos manda a hacer, entonces Él dice que somos como aquel hombre
insensato.

No hay una fe auténtica, sino que son solo creencias fundadas en la arena.

2. El grano de mostaza, cuando se siembra, germina muy rápido si se riega y se trata


cuidadosamente.

Pero la persona debe de estar al cuidado de cualquier plaga que pueda dañar su crecimiento.

También se necesita de paciencia, atención y esmero para que se convierta en un árbol grande y
fuerte.

¿Cuánto llega a medir un árbol de mostaza?

Llega a medir entre 3 a 4 metros de altura.

Imagínense, una semillita tan pequeña, que se convierta en árbol tan enorme.

¿Qué nos enseña eso?

Que necesitamos tener una fe que sea tratada cuidadosamente.

Debe ser regada con el agua correcta a temperatura correcta.

Debemos de cuidarla de cualquier plaga como lo son las falsas doctrinas o falsas enseñanzas, solo
así crecerá y será fuerte e inquebrantable.
El agua viene a ser el mensaje o los cantos que entonamos o escuchamos.

¿Qué tipo de mensajes escuchamos?

Vamos a leer 1 Juan 4:1-3

1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos
profetas han salido por el mundo.

2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne,
es de Dios;

3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el
espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.

Hermanos, pareciera que las personas ya no son tan ingenuas o que ya no pueden ser engañadas
tan fácilmente.

Pero la verdad es que todavía hay muchos que siguen siendo engañadas, estafadas, encaminadas
al error con personas que dicen traer el verdadero mensaje de Dios.

Por eso no debemos creer a todo espíritu.

Debemos de analizar si el agua es sana.

Antes la mayoría de algunos predicadores se llamaban solamente pastores, evangelistas o


misioneros.

Ahora se llamaban y se proclaman así mismos: apóstoles, profetas, querubines o arcángeles.

Que tienen poderes de sanidad, que son poderosos en palabras, etc.

Y lo más triste es que sus seguidores les creen.


Como dijo el domingo el hno, ¿por qué todos los que se decían profetas y sanadores, no
profetizaron la llegada del Covid?

¿Por qué no hicieron campañas de sanidad?

¿Por qué no fueron a los hospitales a sanar esa gran multitud de personas?

Hermanos, no crean a toda persona que dice hablar de parte de Dios, que diga tener la verdad o
que diga ser la iglesia verdadera.

Dios nos dice, a través del apóstol Juan:

1. Pónganlos a prueba.

Pero lamentablemente no todos tienen la fe puesta en Cristo, y se apegan más al ser humano y a
sus enseñanzas y llegan a decir:

1. Pues ahí mi pastor sabe.

2. Él es el responsable de mi alma.

3. Si me lleva mal, él sabe.

4. Si me lleva bien, él sabe.

5. Yo solo soy la oveja y él es el pastor.

Pero eso también está mal.

Eso tampoco es fe.

El pastor o el que predica es el que enseña la doctrina a través del mensaje.

Pero nosotros, los que estamos escuchando, somos los responsables de investigar si es cierto o no
es cierto lo que dice.

Somos los responsables de probar si verdaderamente los espíritus son de Dios.


Eso es responsabilidad de cada miembro de la iglesia.

Mire qué dice 1 Corintios 14:29

Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.

Nos está diciendo que nosotros debemos de prestar atención al que está hablando.

Pero también debemos de analizar para ver si el mensaje es de parte de Dios o no.

Porque muchos pueden hacernos sentir bien con palabras de ánimos, levantarnos el ánimo,
hacernos llorar, pero detrás de eso pueden haber doctrinas de demonios.

Guardaos de los falsos profetas.

¿Cómo identificarlos? La Biblia dice "por sus frutos los conocerán".

"Todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da malos frutos."

Aunque estos falsos maestros pueden ser amables, pueden hacernos llorar con un mensaje de
motivación.

Pero es solamente hipocresía, y con sus mensajes motivacionales solamente nos inducen más al
mundo.

Ellos no reciben mensaje del Espíritu Santo; más bien reciben sugerencias o palabra de los espíritus
malignos.

Y el trabajo de esos espíritus es desviar a las personas del verdadero propósito de Cristo en
nosotros.

Hermanos, ¿Cómo ven a Jesús en su día a día?


¿Qué es para ustedes Jesús?

¿Lo ven como alguien que ha limpiado sus pecados?

¿Ven a un Jesús que sufrió la ira de Dios por usted?

¿A un Jesús que intercede por usted?

¿O ven a un Jesús que puede darle riquezas terrenales?

¿O solo a un Jesús que solamente suple sus necesidades y le ayuda en sus problemas?

Eso es desviar el propósito del evangelio, y cualquiera que predique y se enfoque más en eso, está
desviando el propósito y el trabajo de Cristo como Profeta, como Sacerdote y Rey.

La Biblia no se puede contradecir.

La relación de nosotros con Dios, tampoco es de socios.

Sino de Padre a hijos.

La Biblia nos habla y nos da testimonio de un solo salvador y un solo mediador entre Dios y los
hombres, a Jesucristo hombre.

Y han salido falsos maestros diciendo que eso no es cierto, que la Biblia está mal traducida, que
está incompleta y que también debemos de basarnos en la tradición.

Pero por más que les digamos que solo Cristo es nuestro Redentor, nuestro único salvador y
nuestro único mediador a estos falsos profetas.

Por más que les abramos los ojos y le peguemos el texto de la Biblia a lo ojos:

1. Aquí está, mira, 1 Timoteo 2:5.


No lo van a creer ni a aceptar.

¿Por qué? Porque el espíritu que tienen no es de Dios.

Y muchos han sido engañados por no probar si lo que oyen viene verdaderamente de Dios.

Y así hay muchas otras falsas enseñanzas que han desviando la vista, han enfermado la fe y el
verdadero propósito del evangelio.

Y por doctrinas así, cuántos predicadores están conduciendo mal a la iglesia.

Y la iglesia ahí va obediente a todo lo que el mensajero le dice sin ver si es real o no.

Una fe, que no está contaminada, se basa en la Biblia, en Cristo.

Pero también estaba basada en que la congregación estudie lo que escucha para estar seguros si es
cierto o no.

Verificar si el agua está contaminada o si es agua pura para el buen crecimiento de nuestra fe.

Pero es responsabilidad de cada uno de nosotros.

Y ahora: ¿también qué tipo de mensajes en las alabanzas escuchamos? O cantamos.

¿Alabanzas que exaltan el nombre de Cristo o alabanzas que nos conecten a otro universo?

Porque la alabanza no se trata de nosotros, sino de Dios.


No se trata de hacernos sentir bonito a nosotros, y nosotros y solo nosotros, sino que debe de
proclamar el nombre de Dios.

1. Es que esa está muy lenta.

2. Esa me da sueño.

3. Esa no está alegre.

Hay muchas alabanzas e himnos lentos, que a muchos les puede dar sueño, pero proclaman el
nombre y anuncian el sacrifico de Cristo.

Mire qué dice el Salmo 145:1-2

Te exaltaré, mi Dios, mi Rey,

Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.

¿A quién debemos de exaltar y bendecir? Al Rey de reyes.

Dice el número 2:

2 Cada día te bendeciré,

Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.

Y ahora pase al versículo 21:

La alabanza de Jehová (¿La alabanza de quién? De Jehová). proclamará mi boca;

Y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre.

Pero ahora ya es al revés, ahora todos quieren ser conocidos a través de las alabanzas o de la
música.

Ya no mencionan a Cristo, minimizan su obra y solo dicen "Él", "Tú estás".

Minimizan el nombre de Cristo y quieren que sus nombres sea más conocidos.
Quieren ser estrellas de la congregación, ser vistos y reconocidos por muchos, ser llamados
salmistas o músicos.

Pero en el cielo no se llega por ser una estrella, o ser salmista famoso aquí en la tierra.

En el cielo se llega por haber lavado y enblanquecido nuestras vestiduras con la sangre del
Cordero.

Al entregar los talentos, ¿qué le dijo el señor a este hombre?

Le dijo:

Bien, buen siervo y fiel.

Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu Señor.

Hay solo propósito al entonar las alabanzas:

El propósito es que todos conozcan a Cristo y que todos bendigan su santo nombre por siempre.

Porque si no es así, si no es de esa manera, entonces nuestra fe está contaminada, está débil.

Necesitamos del agua limpia.

3. El grano de mostaza es la única semilla en el mundo que no es híbrida.

Es decir, que no se mezcla con ninguna otra semilla.

Y nuestra fe debe ser como un grano de mostaza, debe ser genuina y única, que no se mezcle con
nada más que la palabra de Dios.

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