Debate y Argumentación Actividad 2
Debate y Argumentación Actividad 2
Debate y Argumentación Actividad 2
Tema:
Ensayo Argumentativo
Profesor:
Edgar Ariel Naterón Rodríguez
Materia:
Debate y argumentación jurídica
Presentado por:
Keytlin Moreno 8-1018-2311
Eymar Lasso 8-926-1842
Alberto Delgado 8-833-1276
Rolando Abrego 9-723-1918
Marian Araúz 4-833-58
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Índice
Presentación _______________________________________________________1
Índice _____________________________________________________________2
Introducción _______________________________________________________3-4
Contenido _________________________________________________________5-13
Conclusión _________________________________________________________14
Bibliografía _________________________________________________________15
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Introducción
Este ensayo que presentamos a continuación tiene como título "las falacias y sus
efectos dentro del ejercicio del derecho " en donde podemos definir el término falacia
como un tipo de argumentación en la que le otorga una supuesta afirmación dentro de
un resultado que al ser escudriñada de manera minuciosa donde nos percatamos que
la supuesta afirmación se trataba de una falacia como especie de una argumentación
engañosa. De este amplio concepto de las falacias son divididas en dos grupos en
falacias formales y falacias informal es esto según su manera de argumentar un hecho.
Dentro del ejercicio del derecho las falacias son utilizadas por todos los profesionales
en derecho para proporcionar una argumentación lógica.
En la concepción tradicional del sistema jurídico, regido por las normas positivas
promulgadas por el Poder Legislativo, la idea era que la buena argumentación es una
cuestión de buenas inferencias (inferencias válidas en el sentido de formalmente
válidas y buenas premisas (premisas verdaderas).
judiciales, se haya tornado mucho más sofisticada que la mera subsunción normativa o
silogismo jurídico.
Por una parte, la apertura del sistema jurídico al análisis de las normas desde la
perspectiva constitucional más allá de su validez formal, ha propiciado que sea
frecuente la invocación de principios abstractos o indeterminados que los ciudadanos
litigantes consideran aplicables, pese a que pueda existir una norma que resuelva el
caso concreto o soliciten la inaplicación de norma en su esfera jurídica, aduciendo que,
ésta resulta desproporcionada al derecho que se invoca o que se ubican en un
supuesto de excepción a su aplicación.
Por otra parte, en el ámbito de la actividad judicial, se exige que el juzgador domine no
sólo el conocimiento de los derechos objetivos y subjetivos reclamados, sino las
técnicas y los métodos argumentativos y, además, tenga la pericia de escoger
correctamente cuál es el aplicable al momento de justificar su decisión en el caso
concreto. Y, por otra parte, cuidarse de no incurrir en vicios lógico-argumentativos,
comúnmente conocidos como falacias.
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Las falacias se dividen en dos grandes categorías: formales e informales. Las falacias
formales son errores en la estructura lógica de un argumento, mientras que las
informales se basan en el contenido del argumento y su contexto.
no solo puede afectar la calidad del debate, sino que también puede influir
negativamente en la toma de decisiones judiciales y en la percepción pública del
sistema legal.
4. Falacia de causa falsa (post hoc, ergo propter hoc): Sostiene que, si un evento sigue
a otro, el primero debe ser la causa del segundo. Este tipo de falacia puede llevar a
errores en la atribución de responsabilidad o causalidad en casos judiciales.
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5. Falacia de apelación al miedo (ad metum): Implica utilizar el temor como base para
aceptar un argumento. En el derecho, esto puede ser usado para influir en decisiones
judiciales a través de la exageración de las consecuencias negativas.
Distorsión de la Verdad: Una de las consecuencias más graves del uso de falacias en el
ámbito jurídico es la distorsión de la verdad. Cuando los argumentos falaces se utilizan
para influir en la percepción de los hechos, se compromete la capacidad de los jueces y
jurados para tomar decisiones basadas en una evaluación objetiva y precisa de la
evidencia. Por ejemplo, en un juicio penal, un abogado que recurre a una falacia ad
hominem para desacreditar a un testigo sin abordar la veracidad de su testimonio,
desvía la atención de los hechos relevantes, poniendo en riesgo un juicio justo.
Desviación del Proceso Legal: Las falacias también pueden llevar a una desviación del
proceso legal. La apelación a las emociones, como ocurre en la falacia ad
misericordiam, puede influir en las decisiones judiciales de manera inapropiada. En
casos de derecho familiar, por ejemplo, las apelaciones a la piedad pueden desviar la
atención de lo que es legalmente correcto y mejor para todas las partes involucradas,
especialmente los menores de edad.
Impedimento del Debate Racional: Finalmente, las falacias impiden el debate racional
y constructivo que es esencial para el desarrollo del derecho. En lugar de fomentar una
discusión basada en evidencia y lógica, el uso de falacias introduce ruido y confusión,
dificultando la resolución efectiva de los conflictos legales. Un sistema judicial que
permite el uso desenfrenado de falacias corre el riesgo de convertirse en un foro de
manipulación retórica, en lugar de un bastión de la verdad y la justicia.
A pesar de los intentos de unificar o clasificar las falacias, en virtud de que las diversas
teorías las analizan desde diversas perspectivas, como la lógica, la retórica o la
pragmática, no existe un criterio uniforme. De hecho, refiere Lilian Bermejo-Luque, que
incluso existen teorías que no aceptan que las falacias sean un criterio válido de
calificación de un argumento, aunque si pueden ser identificadas y refutadas con las
técnicas argumentativas adecuadas. Ahora bien, “las falacias pueden ser no solo
defectos inferenciales, sino también defectos procedimentales, violaciones de las
reglas que determinan qué movimientos discursivos son legítimos y cuáles no a la hora
de llevar a cabo un diálogo argumentativo.
Hay falacias tan comunes que han sido bautizadas con nombres propios y otras que, no
pareciéndolo de entrada, por el uso que se hace de un argumento en particular, son
considerados falaces, en virtud de que sirve para colar conclusiones de manera
ilegítima (esto es, conclusiones que no se siguen de las premisas, se valore esto como
se valore), es algo a lo que debe atender todo aquel que quiera convencer a su
interlocutor o auditorio.
Incluso puede darse el caso que, habiendo identificado una falacia en particular, aún se
tendría que evaluar si el argumento es correcto y si responde a los compromisos
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El uso de las falacias en el ejercicio del derecho es un tema que ha generado gran
interés y debate en la comunidad jurídica. Las falacias son errores lógicos o
argumentativos que pueden llevar a conclusiones erróneas y perjudiciales en el
proceso de toma de decisiones. En el ámbito jurídico, el uso de las falacias puede tener
graves consecuencias, ya que puede influir en la justicia y la equidad. Por ejemplo, si
un abogado utiliza una falacia ad hominem para desacreditar a un testigo, puede
afectar la credibilidad del testimonio y, por lo tanto, el resultado del caso. Además, el
uso de las falacias puede erosionar la confianza en el sistema judicial y socavar la fe en
la justicia. Es importante que los abogados y los jueces sean conscientes de las falacias
y las eviten en sus argumentos.
Otra falacia común en el ejercicio del derecho es la falacia del falso dilema. Esta falacia
se comete cuando se presenta una situación como si solo hubiera dos opciones,
cuando en realidad hay más. Por ejemplo, si un abogado argumenta que un acusado es
culpable o inocente, sin considerar la posibilidad de que sea culpable de un delito
menor, está cometiendo una falacia del falso dilema. Esto puede llevar a conclusiones
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erróneas y perjudiciales, ya que la realidad es más compleja que una simple opción
binaria. Además, esta falacia puede ser utilizada para limitar las opciones de los jueces
y los jurados, lo que puede afectar el resultado del caso. Es importante que los
abogados y los jueces consideren todas las opciones y no se limiten a una simple
opción binaria.
El uso de las falacias también puede afectar la credibilidad de los abogados y los
jueces. Si un abogado utiliza falacias en sus argumentos, puede perder la confianza de
los jueces y los jurados. Esto puede afectar el resultado del caso, ya que los jueces y los
jurados pueden ser más propensos a desconfiar de los argumentos del abogado.
Además, el uso de las falacias puede erosionar la confianza en el sistema judicial, ya
que puede dar la impresión de que los abogados y los jueces no están interesados en
la justicia, sino en ganar el caso a cualquier precio. Es importante que los abogados y
los jueces sean honestos y transparentes en sus argumentos y eviten el uso de las
falacias.
Además, el uso de las falacias puede afectar la calidad de la justicia. Si los abogados y
los jueces se basan en falacias en lugar de en la evidencia y la lógica, pueden tomar
decisiones erróneas y perjudiciales. Esto puede llevar a la injusticia y la desigualdad, ya
que los casos pueden ser resueltos de manera arbitraria y no basada en la ley. Es
importante que los abogados y los jueces sean conscientes de las falacias y las eviten
en sus argumentos, para asegurar que la justicia sea administrada de manera justa y
equitativa.
El uso de las falacias también puede afectar la eficiencia del sistema judicial. Si los
abogados y los jueces se basan en falacias, pueden perder tiempo y recursos en
argumentos y pruebas irrelevantes. Esto puede llevar a retrasos y demoras en el
proceso judicial, lo que puede afectar la eficiencia del sistema. Es importante que los
abogados y los jueces se centren en la evidencia y la lógica, y eviten el uso de las
falacias, para asegurar que el proceso judicial sea eficiente y justo.
En conclusión, el uso de las falacias en el ejercicio del derecho es un tema que debe ser
tomado en serio. Las falacias pueden afectar la justicia, la equidad y la confianza en el
sistema judicial. Es importante que los abogados y los jueces sean conscientes de las
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falacias y las eviten en sus argumentos, para asegurar que la justicia sea administrada
de manera justa y equitativa. Además, es importante que los abogados y los jueces
sean honestos y transparentes en sus argumentos, y se centren en la evidencia y la
lógica, para asegurar que el proceso judicial sea eficiente y justo.
Por último, es importante que se tomen medidas para prevenir el uso de las falacias en
el ejercicio del derecho. Esto puede incluir la educación y la capacitación de los
abogados y los jueces en lógica y argumentación, así como la implementación de
mecanismos para detectar y prevenir el uso de las falacias en los tribunales. Además,
es importante que se promuevan la transparencia y la honestidad en el proceso
judicial, para asegurar que la justicia sea administrada de manera justa y equitativa.
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Conclusión
Es crucial que los profesionales del derecho, incluidos abogados y jueces, sean
conscientes de las falacias y las eviten en sus argumentos para asegurar que las
decisiones se basen en la evidencia y la lógica. La educación y capacitación en lógica y
argumentación son medidas esenciales para prevenir el uso de falacias. Asimismo, es
importante implementar mecanismos que detecten y prevengan estas falacias en los
tribunales, promoviendo así la transparencia y honestidad en el proceso judicial.
Bibliografía
https://www.centroeticajudicial.org/uploads/8/0/7/5/80750632/
falacias_y_argumentaci%C3%B3n_jur%C3%ADdica_en_las_sentencias.pdf