UNIDADADES I Y II Sistema Nervioso
UNIDADADES I Y II Sistema Nervioso
UNIDADADES I Y II Sistema Nervioso
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Anatomía y Fisiología del Sistema Nervioso
El sistema nervioso central (SNC), junto con el sistema endócrino, controla todas las funciones
del organismo. El SNC es un sistema integrador y coordinador del funcionamiento de los
restantes sistemas del cuerpo, que tiene como objetivo mantener el bienestar del individuo. Es
capaz de almacenar la información sensitiva recibida durante experiencias pasadas, procesarla y
dar diferentes respuestas, tanto al medio externo como al interno.
Recibe estímulos sensitivos (aferentes, ascendentes o centrípetos), los procesa a diferentes
niveles y transmite respuestas motoras (eferentes, descendentes o centrífugas) a sus efectores
(músculos o glándulas).
Los encargados de recibir la información, tanto interna como externa, son los receptores que
operan como transductores biológicos (cambian una energía por otra). Se originan impulsos
nerviosos que se conducen a centros del SNC. Este mecanismo se llama función sensitiva o
sensorial y como ocurre hacia el SNC se la denomina centrípeta o aferente. El SNC recibe,
analiza, coordina, procesa e integra esta información y devuelve una respuesta motora adecuada
al estímulo; este impulso será transportado por las prolongaciones eferentes hasta la periferia,
para activar efectores (músculo esquelético -estriado o voluntario-, liso – involuntario- y
glándulas involuntarias), que como surgen desde el SNC se denominan centrífugas o eferentes.
Para que la vida se sostenga en estado de bienestar y salud, todos los sistemas orgánicos deben
guardar un estado de equilibrio al que se denomina homeostasis.
Los receptores captan la información del medio interno y la envían al SNC por los nervios o vías
sensitivas correspondientes a la modalidad del estímulo. El SNC actúa como centro de control,
regulador o integrador, enviando por una vía eferente o motora la información que permita realizar los
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ajustes que conduzcan al mantenimiento del equilibrio interno.
Estas vías de conducción aferentes y eferentes forman parte del SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO.
El encéfalo y la médula espinal son los centros principales donde ocurren la correlación y la
integración de la información nerviosa. Están compuestos por sustancia gris (cuerpos
neuronales) que se disponen en núcleos (cúmulos de sustancia gris dentro del SNC), se
diferencian de los ganglios (cúmulos de sustancia gris fuera del SNC) y por sustancia blanca, que
son las prolongaciones citoplasmáticas de las neuronas (axones y dendritas).
Haremos una breve descripción de las principales estructuras del SNC, que luego serán
estudiadas en detalle.
Cerebro: ubicado anatómicamente en el interior del cráneo. Compuesto por dos hemisferios, con
un centro de sustancia blanca y una corteza de sustancia gris. Dentro de cada uno de aquellos
hay cúmulos de sustancia gris llamados núcleos basales, y dos estructuras principales del sistema
límbico (el hipocampo y la amígdala). Es la mayor estructura del encéfalo humano, inicia el
movimiento voluntario, interpreta la información sensitiva y sustenta procesos cognitivos
complejos tales como aprender, hablar y solucionar problemas.
Tálamo e hipotálamo estructuras situadas en la parte interna central de los hemisferios
cerebrales, se encuentra entre los hemisferios y el tronco del encéfalo y a través de él pasa la
mayoría de las fibras que se dirigen hacia la corteza cerebral. Representan los centros
subcorticales que rodean lamayor parte del tercer ventrículo.
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El tálamo incluye muchos pares diferentes de núcleos, la mayoría de los cuales proyectan a la
corteza, algunos núcleos de relevo sensorial, que reciben señales de los receptores sensitivos, la
procesan y luego la transmiten a las zonas apropiadas de la corteza sensitiva.
El hipotálamo se localiza justo debajo del tálamo anterior, y es importante para el control de
varias conductas de motivación. Ejerce gran parte de sus efectos regulando la liberación de
hormonas por parte de la hipófisis, que pende del hipotálamo en la superficie ventral del
cerebro.
Tálamo e hipotálamo
El mesencéfalo es el área más rostral del tronco encefálico. Se encuentra entre el tálamo por
arriba, y la protuberancia, por abajo. La ubicación del mesencéfalo hace que las principales
funciones de esta estructura tengan que ver con la integración entre distinto tipo de
información, por un lado, recoge impulsos nerviosos vinculados a órdenes motoras que tienen
que ser ejecutadas por músculos y por el otro recibe datos sensoriales. Ciertas regiones del
mesencéfalo están asociadas a procesos de regulación de la consciencia y del sueño, al estar
atravesadas por la formación reticular.
Bulbo raquídeo es la división más posterior del encéfalo; está compuesto en gran medida por
fascículos que envían señales entre el resto del encéfalo y el cuerpo.
Formación reticular, la cual es una red de neuronas que se encuentra entre el tronco del
encéfalo y en el tálamo. Está situada en una de las partes más bajas del encéfalo y por
consiguiente tiene un papel fundamental en todo lo que ocurre en las áreas superiores.
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Cerebelo (pequeño cerebro), se sitúa sobre la superficie dorsal del tronco del encéfalo, es
sensitivomotriz. Si sufriera una lesión perdería la capacidad de controlar con precisión los
movimientos y adaptarlos a los cambios de las circunstancias.
MÉDULA ESPINAL
Se extiende desde el foramen magno (agujero occipital del cráneo); se continúa hacia arriba con
el bulbo y hacia abajo, termina en la región lumbar (L1 o L2). Está situada dentro del conducto
raquídeo de la columna vertebral. A lo largo de ella se desprenden 31 pares de nervios espinales
o raquídeos.
Recibe información sensitiva de las extremidades, el tronco y muchos de los órganos internos,
además de tener un importante rol en el procesamiento inicial de esta información.
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Los nervios craneales son doce pares y emergen del tronco encefálico, excepto el I (olfatorio) y II
(óptico). Ellos envían información sensorial del cuello y cabeza al SNC. Reciben órdenes motoras
para el control de la musculatura esquelética del cuello y cabeza (cara y cráneo). En orden rostro-
caudal son: olfatorio, óptico, motor ocular común, troclear o patético, trigémino, motor ocular
externo o abducens, facial, auditivo o vestíbulo-coclear, glosofaríngeo, neumogástrico o vago,
espinal o accesorio e hipogloso. Más adelante estudiaremos cada uno de ellos en detalle.
Los nervios espinales o raquídeos son aquellos cuyo origen se encuentra en la médula espinal y
que llegan a distintas zonas atravesando los orificios intervertebrales. Pertenecen al sistema
nervioso somático.
Las dos raíces de cada uno de ellos tienen su origen en la médula espinal, habiendo una posterior
sensitiva o aferente y una anterior motora o eferente. Ambas se unen formando el tronco del
nervio espinal o raquídeo, que pasa a través de un orificio intervertebral.
Los nervios espinales son 31 pares que se dividen en grupos. Cada uno de ellos está relacionado
con una zona de la
columna vertebral y
sus nombres tienen
su origen en las
vértebras desde las
que surgen:
cervicales, dorsales o
torácicos, lumbares y
sacros.
En la figura se observa
la médula espinal con
todas sus vértebras y
luego se hace un
detalle de la médula,
con las raíces
sensitivas y motoras
que conforman un
nervio raquídeo, y de la ubicación de la médula en el conducto vertebral; también se detalla
cómo los nervios raquídeos surgen de los orificios intervertebrales.
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Los nervios espinales viajan desde el SNC hasta prácticamente todos los rincones del cuerpo
humano. A excepción de algunas zonas de la cabeza y del cuello, de cuyo control se encargan los
pares craneales, todos los órganos, músculos y glándulas del cuerpo transmiten y reciben su
información a través de estos nervios. Así, un solo nervio puede transmitir y recoger información
de varios órganos distintos, de la piel, o de diferentes glándulas. Mediante las ramificaciones en
las que se dividen, cada uno de ellos puede realizar múltiples funciones, formando un complejo
sistema que conecta todas las partes del cuerpo con el sistema nervioso central.
Funciones
Como ya hemos visto, los nervios espinales son tanto aferentes como eferentes. Esto quiere decir
que cada uno de ellos cumple una doble función; ambas son fundamentales para el correcto
funcionamiento del cuerpo humano. Por una parte, los nervios espinales recogen la información
de los órganos, glándulas o músculos con los que están conectados y la transmiten al sistema
nervioso central a través de la médula espinal. Esta vía constituye el sistema aferente visceral
general (AVG). De esta manera, el cerebro puede procesar todos estos datos y elaborar una
respuesta adecuada a una determinada situación.
Por otro lado, los mismos nervios espinales son los encargados de llevar la respuesta elaborada
por el SNC hasta los órganos efectores, de tal manera que podamos reaccionar y desenvolvernos
correctamente en nuestro entorno, es el sistema eferente visceral general (EVG).
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de los órganos viscerales, el músculo liso y las glándulas secretoras. Es el sistema de la vida
vegetativa, ya que funciona a nivel subconsciente.
Las neuronas eferentes del SNA se clasifican en dos divisiones o sistemas anatómicos y
funcionales diferentes, denominados simpático y parasimpático.
En la imagen superior se observa cómo una respuesta motora puede ser refleja, cuando
se da desde la médula, o tener un control superior (dado por las diferentes estructuras
del SNC hacia dónde puede llegar el impulso aferente); si llega hasta la corteza cerebral
la respuesta será voluntaria.
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Las funciones generales del SNA son controlar funciones inconscientes de vital importancia para
el organismo, como el control de la temperatura, la presión arterial, el nivel de azúcar en la
sangre, los procesos digestivos, la actividad glandular, etc. En una palabra, la regulación del
medio interno, su equilibrio y constancia. Esta regulación está sujeta continuamente al control de
estructuras superiores (como el hipotálamo).
SISTEMA SIMPÁTICO
Este sistema se denomina muchas veces de la “lucha o huida”. Tiene actividad externa que
provoca el aumento de la presión sanguínea, así como de las cifras de glucosa en sangre,
redirecciona el flujo sanguíneo a los músculos esqueléticos y de la circulación visceral o cutánea,
la dilatación de las pupilas y un decremento de la salivación. Este conjunto de acciones se
desencadenan de forma automática ante cualquier estímulo intenso como un sobresalto, un
dolor punzante o una situación generadora de ansiedad.
Los axones se originan en neuronas ubicadas en las astas laterales de la médula y salen por las
raíces anteriores de los nervios raquídeos, junto con los de las motoneuronas α. Luego
abandonan dichos nervios y se dirigen a un sistema de ganglios simpáticos, que unidos entre sí
forman una cadena ganglionar a cada lado de la columna vertebral. Es la cadena de los ganglios
paravertebrales. Esta cadena recorre las principales cavidades del cuerpo.
1- Las neuronas simpáticas del sistema nervioso central (médula espinal) interactúan con las
neuronas simpáticas periféricas a través de una serie de células nerviosas simpáticas en los
ganglios.
2- A través de las sinapsis químicas dentro de los ganglios, las neuronas simpáticas periféricas se
unen a las neuronas simpáticas (por esta razón, los términos 'presináptica' y 'postsináptica' se
utilizan para referirse a las neuronas de la médula espinal simpáticas y neuronas simpáticas
periféricas, respectivamente).
3- Las neuronas simpáticas presinápticas liberan acetilcolina en las sinapsis en los ganglios
simpáticos.
4- Las neuronas postsinápticas liberan norepinefrina (NE) en respuesta a este estímulo.
5- Una vez liberadas, NE y la adrenalina se unen a los receptores adrenérgicos en diversos tejidos,
dando lugar a los efectos característicos de la "lucha o huida".
SISTEMA PARASIMPÁTICO
Presenta dos divisiones. La craneana, cuyas primeras neuronas se ubican en el tronco cerebral y
cuyos axones salen por nervios craneales, y la sacra que se ubica en la porción inferior de la
médula (segmentos S2-S4).
El SNParasimpático es referido a veces como el "descanso y digestión" del sistema. En general, el
SNParasimpático actúa de manera opuesta al SNSimpático, revierte los efectos de la respuesta de
lucha o huida. Sin embargo, es más correcto decir que el SNSimpático y el SNParasimpático
tienen una relación de complementariedad, más que de oposición.
Los axones de las primeras neuronas parasimpáticas se caracterizan por ser muy largos y
alcanzan la estructura misma del órgano blanco (o diana) antes de hacer contacto con la segunda
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neurona. Es decir, el ganglio está en el órgano mismo y el axón de la segunda neurona es muy
corto. Las neuronas de la división sacra inervan el colon descendente y órganos del aparato
genital.
La tabla siguiente muestra los diferentes efectos de estos sistemas sobre diferentes órganos.
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