Poesía y Recursos Poéticos

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Los textos poéticos

Este tipo de obras, encontramos un uso particular del lenguaje en el que se destaca el significado
connotativo. Esto quiere decir que, en los poemas, las palabras son utilizadas para sugerir diversos
sentidos, más allá del significado en el que las usamos cotidianamente.

Los textos poéticos proponen un juego que involucra los significados, los sonidos e incluso, en
ocasiones, la distribución que se les da a las palabras en la página.

Otra de las características de este tipo de textos es la presencia de una voz enunciadora,
denominada yo poético. Esta voz es la que expresa su visión del mundo a través del poema.

Aspectos formales de la poesía

Desde sus orígenes, los textos poéticos se distinguieron por estar organizados en versos, aunque
también existen poemas en prosa. Lo que permite identificar un texto como lírico, generalmente es
su musicalidad, lograda mediante la distribución de los acentos, la rima y la métrica.

La rima

La rima es la coincidencia de los sonidos finales de los versos de un poema a partir de la última
sílaba acentuada. Esta coincidencia puede ser total o parcial.

Consonante: Se produce cuando coinciden las vocales y las consonantes.


Ejemplo: llanto – espanto
RIMA

Asonante: Se produce cuando solo coinciden las vocales. Se considera rima asonante
aunque haya un diptongo en alguna de las sílabas.

Ejemplos: danza – alma (rima asonante perfecta) – caiga – rana (rima asonante
diptongada)
La rima puede darse en versos seguidos o intercalados. Incluso, puede haber en un mismo poema
versos que rimen y otros que no. A estos últimos se los llama versos sueltos.

Las rimas se indican con letras, siguiendo el alfabeto. Vean el ejemplo:

Tú querías que yo te dijera a (rima consonante)

el secreto de la primavera a (rima consonante)

Y yo soy para el secreto b (rima consonante)

Lo mismo que es el abeto b (rima consonante)

García Lorca, “Idilio” (fragmento)

La métrica

El verso se define como una serie de palabras combinadas de un modo especial para producir un
efecto rítmico. Uno de los elementos que se utiliza para lograr el ritmo en los poemas es la métrica
o medida de los versos. En castellano, los versos se miden teniendo en cuenta la cantidad de sílabas
fónicas que los componen. Esto significa que para calcular la medida de los versos, además de contar
las sílabas gráficas, tenemos que tomar en cuenta algunas reglas. A continuación, las más
importantes:

Palabra final aguda: + 1


Acentuación de la palabra final del verso
Palabra final grave: =
Palabra final esdrújula: - 1
MÉTRICA

Sinalefa: dentro de un mismo


Licencias poéticas verso, una palabra termina en
vocal y la palabra que la sigue
comienza, también, con vocal
o con “h” seguida de vocal. En
ese caso, ambas sílabas se
Hiato: Es lo contrario a la sinalefa. La
unen y se cuentan como si
vocal final de una palabra y la vocal
fuera una sola.
con la que comienza la siguiente se
mantienen como sílabas diferentes.
Ejemplos:

Pi/ra/ta/del/mar/y/cie/lo, 8 sílabas
Si/no/fui/ya/lo/se/ré, 7 sílabas + 1 (porque “seré” es aguda) = 8 sílabas.

Si/no/ro/bé/ la au/ro/ra/de/los/ma/res, 11 sílabas (sinalefa en “la aurora”)

Si/no/la/ro/bé 5 sílabas + 1 (porque “robé” es aguda) =6 sílabas

Ya/la/ro/ba/ré 5 sílabas + 1 (porque “robaré” es aguda) = 6 sílabas

Recursos poéticos (solo algunos)

Recursos fónicos, sintácticos y semánticos

El proceso de escritura es sumamente rico y variado; cuenta con múltiples recursos que pueden
definirse, según sus enfoques, en fónicos, sintácticos y semánticos. Como su nombre lo indica, los
recursos fónicos están vinculados con el aspecto auditivo de palabras y frases, es decir, con la
búsqueda estética a partir de los sonidos de las palabras. En cuanto a los sintácticos, se trata de
aquellos recursos que se construyen a partir del orden de las palabras en la oración, como se
distribuye cada lexema en la frase, en relación con los otros que lo acompañan. Finalmente, los
recursos semánticos son los que trabajan sobre los significados.

A continuación se ofrece un listado amplio de algunos de estos recursos con el único objetivo de
cargar de colores y tonos la paleta del autor. Si bien no es el tema central de este módulo, crees que
puede ser de utilidad tener estos recursos a disposición, a fin de ampliar las posibilidades narrativas.

A. Recursos fónicos

En cuanto a este tipo de recursos, tal como su nombre lo indica, se apoyan en los aspectos fónicos
del lenguaje. Por lo tanto, corresponden a este tipo de recursos aquellos que intentan generar
sentidos a partir del trabajo con los sonidos:

Aliteración: repetición de un sonido o grupo de sonidos, de manera clara, en un verso, una estrofa
o una frase: “El ruido con que ronca la ronca tempestad” (José Zorrilla).

Onomatopeya: Se da cuando la aliteración pretende imitar sonidos o ruidos de la realidad: “En el


silencio sólo se escuchaba / Un susurro de abejas que sonaba” (Garcilaso de la Vega).

Paranomasia: combinación de palabras de pronunciación muy parecida; originan interesantes


modificaciones del significado: “Presa del piso, sin prisa, / pasa una vida de prosa” (Miguel de
Unamuno).

Recursos sintácticos

Como ya señalamos más arriba, y como se verá en lo que sigue, los recursos sintácticos se llaman
así porque están vinculados con el modo en que se organiza la oración. Es decir que no “juegan” ni
con los sonidos, ni con el significado de las palabras, sino que intentan aportar al texto desde el
ordenamiento interno de la cláusula.

A continuación presentamos un conjunto de definiciones de recursos sintácticos, acompañados


de ejemplos que ayudan a entender de qué se trata:

 Anáfora: repetición de una o más palabras al principio de un verso o de una frase: “Dime,
dime el secreto de tu corazón virgen, / dime el secreto de tu cuerpo bajo tierra” (Vicente
Aleixandre).
 Asíndeton: omisión deliberada, con fines rítmicos o estéticos, de los enlaces que unen
oraciones o palabras: “Acude, corre, vuela, / traspasa el alta sierra, ocupa el llano” (Fray
Luis de León).
 Elipsis: supresión de alguno de los elementos de una frase: “Por una mirada, un mundo; /
por una sonrisa, un cielo: / por un beso... ¡Yo no sé qué te diera por un beso!” (Gustavo
Adolfo Bécquer).
 Enumeración: acumulación de palabras para concretar cierta descripción, de lugar, un
objeto, un estado de ánimo o cualquier otra: “El sosiego, el lugar apacible, la amenidad
de los campos, la serenidad de los cielos, el murmurar de las fuentes, la quietud del
espíritu, son grande parte para que las musas más estériles se muestren fecundas”
(Miguel de Cervantes).
 Hipérbaton: alteración del orden normal de las palabras en un enunciado: “Era del año la
estación florida” (Luis de Góngora).
 Paralelismo: repetición de una estructura: “Los suspiros son aire y van al aire, / las lágrimas
son agua y van al mar” (Gustavo Adolfo Bécquer).
 Perífrasis: rodeo para expresar algo que se puede decir de una manera más breve: “Y a
toda prisa entraba el claro día” (Amanecía) (Alonso de Ercilla).
 Pleonasmo: se usan de palabras aparentemente innecesarias para intensificar la
sensación que se pretende expresar: “Temprano madrugó la madrugada” (Miguel
Hernández).
 Polisíndeton: reiteración o multiplicación de los nexos conjuntivos: “Hay un palacio y un
río,/ y un lago y un puente viejo” (Juan Ramón Jiménez).
 Reduplicación: repetición inmediata de una palabra: “Me voy, me voy, me voy, pero me
quedo” (Miguel Hernández).

Recursos semánticos

Finalmente, este tercer grupo de recursos se organiza a partir de los significados de las palabras y
de los juegos con el sentido que se puedan generar a partir de la combinación de distintas palabras
en una frase o más:

 Antítesis o Contraste: contraposición de dos palabras o ideas de significado contrario: “Y


es justo en la mentira ser dichoso / quien siempre en la verdad fue desdichado” (Juan
Boscán) y “Yo velo cuando tú duermes, yo lloro cuando tú cantas” (Cervantes).
 Apóstrofe: invocación a una persona o a un ser inanimado: “Para y óyeme, ¡oh sol!, yo te
saludo” (Espronceda).
 Comparación o símil: relación de semejanza entre un término real y otro imaginado,
aparecen unidos por una partícula: “¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas / como el pájaro
duerme en las ramas!” (Gustavo Adolfo Bécquer).
 Epíteto: adjetivo explicativo, innecesario; destaca una cualidad que ya está implícita en el
nombre al que acompaña; suele ir antepuesto: “Por ti la verde hierba, el fresco viento, /
el blanco lirio y colorada rosa” ( Garcilaso de la Vega).
 Hipérbole: exageración de la realidad, destinada a engrandecer o empequeñecer: “La
cama tenía en el suelo y dormía por lado por no gastar las sábanas” (Francisco de
Quevedo).
 Ironía: afirmación de lo contrario de lo que se quiere dar a entender: “El humor no nos
hace felices pero nos compensa de no serlo” (Bernardo Ezequiel Koremblit).
 Metáfora: identificación de dos términos, uno real y otro imaginario; se fundamenta en la
semejanza entre ambos: “Un pájaro vivía en mí. / Una flor viajaba en mi sangre. / Mi
corazón era un violín” (Juan Gelman).
 Metonimia: sustitución del nombre de una cosa por el de otra con la que guarda relación
de proximidad: “Un Picasso” en lugar de “un cuadro de Picasso”.
 Sinécdoque: descripción de la parte por el todo o el todo por la parte: “conceder la mano”.
 Paradoja: contradicción aparente: “No creo en Dios, pero lo extraño” (Julian Barnes).
 Prosopopeya: también llamada personificación; es la atribución de cualidades humanas a
seres inanimados: “La noche llama temblando al cristal de los balcones” (Federico García
Lorca).
 Sinestesia: atribución de las cualidades propias de un sentido a otro: “¡Qué tranquilidad
violeta!” (Juan Ramón Jiménez) y “La esperanza es esa cosa con plumas” (Emily
Dickinson).

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