CUENTOS
CUENTOS
“Los cuentos son una ocasión que permite la instalación de otro tiempo en
este tiempo: producen un cambio y habilitan a la fabricación de mundos
nuevos. Los hombres no pueden vivir sin mundos, por eso arman
conjeturas, albergues de significados y se convierten en hacedores de
metáforas y lenguaje.”
El perro de Rafa
Rafa le contó a su amigo Rubén que cada noche soñaba con tener un
perro. Un día soñó que le regalaban una preciosa perrita con una correa rosa y un
lacito rojo. Se sentía tan feliz que jugando se fue corriendo por el arroyo hasta
llegar al río, donde su perrita empezó a jugar con una verde rana que saltaba por
las ramas buscando a sus verdes renacuajos.
Un ratón que correteaba triste por la orilla del río saludó a su perrita y le dijo
que un pequeño zorro marrón le había robado su merienda. Rafa, rápidamente,
dejó de corretear detrás de su perrita y buscó algo de comer para su amigo el
ratón. Pronto encontró un racimo de uvas verdes, unas pocas fresas rojas y un
rábano rosa. El ratón se puso tan contento que cuando Rafa decidió regresar por
el camino del arroyo, hasta la carretera que llega a su casa, el ratón les perseguía
para despedirlos con un fuerte abrazo.
Nada más llegar a casa, quitó el envoltorio del paquete y empezó a leer y a
memorizar. Al quinto día ya se lo sabía de memoria.
Charo llevaba varias noches soñando con su choza del árbol. Así que, el
sábado, a las ocho de la mañana, desayunó un gran vaso de leche con churros de
chocolate, se preparó un bocata de chorizo que echó en su mochila, se puso su
chaleco de bricolaje, cogió su serrucho y su hacha para cortar madera y se fue
derecha hasta el árbol que serviría de base para su choza. Corto varios palos, que
unió con unas chapas que había encontrado para hacer el techo y la chimenea.
Estuvo trabajando duro hasta que llegó la noche. Casi tenía su choza
terminada y poco a poco fue llevándose todo lo que iba a necesitar. Se llevó su
parchís para jugar con sus amigos, una chaqueta, para cuando le diera frío, una
hucha, su peluche para que le diera compañía, un cuchillo, una cuchara y un
tenedor. Cuando vio su choza terminada estaba muy emocionada. ¡Por fin podría
invitar a todos sus amigos!
La cometa de Carmen
Cada día que Carmen salía a la calle a jugar con sus amigos Carlos y
Çarolina, soñaba con tener su propia cometa. Como Carmen era muy creativa, se
le ocurrió crear su propia cometa. Compró cartulinas de colores, cuerda y cartón.
Cuando salió del colegio, se fue corriendo llego a casa y escondió todo debajo de
su cama. Cuando comió, se fue a su cuarto y sacó todo lo que había comprado.
Con colores coloreo el cartón, con el cúter lo corto con forma de cuadrado, adornó
con las cartulinas de colores, le hizo flecos con tiras de una camisa rota y
finalmente, ató la cuerda y la enrolló en una copa en forma de caracol. Cuando
salió de su cuarto, su hermano y sus padres se quedaron con la boca abierta. Se
fue a la calle y como loca, no paró de correr hasta que su cometa, poco a poco,
empezó a volar por el cielo como un cohete.
Bibliografía sobre Narrativa