Clase 2 - 2023 (Fuentes y Principios - Elementos y Medios Técnicos)

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FUENTES Y PRINCIPIOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL – ELEMENTOS Y MEDIOS TÉCNICOS

DE LA SEGURIDAD SOCIAL

Docentes: Abel Mugni y María Eugenia Cuartango.


17/10/2023

LAS FUENTES DEL DERECHO


Cuando hablamos de fuentes del derecho, nos referimos a todas aquellas reglas que integran el marco normativo,
que imponen conductas positivas o negativas (de hacer o no hacer) a los habitantes de un estado. O sea, a aquello
de donde el Derecho surge o nace. Éstas, son las denominadas fuentes formales. Las fuentes materiales son
aquellas condiciones naturales y/o culturales, propias de cada estado, que determinan el contenido de las normas.

LAS FUENTES DEL DERECHO DE LA SEGURIDAD SOCIAL


1. La Constitución Nacional;

2. Declaraciones, Pactos, Tratados y Convenios Internacionales con Jerarquía Constitucional (están al mismo
nivel de la CN); y en un sub-nivel los Convenios de la O.I.T., que estén acordados en el país;
3. Las Leyes (dictadas por el Congreso);

4. Decretos (dictados por el Poder Ejecutivo);

5. Resoluciones o Disposiciones (dictados por los Ministerios u Organismos Administradores);

6. Jurisprudencias; Doctrinas y las Costumbres (en ese orden);

7. Decretos de Corresponsabilidad Gremial;

8. Convenios Colectivos de Trabajo.

• C.N. Art. 14 bis último párrafo: garantiza a los trabajadores el seguro social obligatorio, las jubilaciones y
pensiones móviles y la protección integral de la familia, otorgándole dos características esenciales: Integral e
Irrenunciable.
• C.N. Art. 75 inc. 22: Después de la reforma constitucional de 1994, los tratados concluidos con las demás
naciones y organismos internacionales tienen jerarquía superior a las leyes (art. 75 inc. 22). La jerarquía
superior de los Convenios de la OIT tiene importantes concesiones prácticas para el orden jurídico interno ya
que la ratificación de un Convenio puede dejar sin efecto las disposiciones legales contrarias.
• D.U.D.H. Art. 22: establece que toda persona tiene derecho a la seguridad social y a la satisfacción de los
derechos económicos, sociales y culturales indispensables para su dignidad.
• D.U.D.H. Art. 25: establece que toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, a sí
como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia
médica y los servicios sociales necesarios; tiene así mismo derecho a los seguros en caso de desempleo,
enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por
circunstancias independientes de su voluntad.
• Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales Art. 9: Los Estados Parte en el
presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a la seguridad social.

• Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales Art. 10: Los Estados parte del
presente Pacto reconocen que: 1- Se debe conceder a la familia, que es el elemento natural y fundamental
de la sociedad, la más amplia protección y asistencia posible, especialmente para su constitución, y mientras
sea responsable del cuidado y la educación de los hijos a su cargo; el matrimonio debe contraerse con el
libre consentimiento de los futuros cónyuges. 2- Se debe conceder especial protección a las madres durante
el periodo de tiempo razonable antes y después del parto. Durante dicho periodo, a las madres que trabajen
se les debe conceder licencia con remuneración o con prestaciones adecuadas de seguridad social. 3- Se
deben adoptar medidas especiales de protección y asistencias a favor de todos los niños y adolescentes sin
discriminación alguna por razón de filiación o cualquier otra condición. Debe protegerse a los niños y
adolescentes contra la explotación económica y social. Su empleo en trabajos nocivos para su moral y salud,
o en los cuales peligre su vida o se corra el riesgo de perjudicar su desarrollo normal, será sancionado por
Ley. Los Estados deben establecer también límites de edad por debajo de los cuales quede prohibido y
sancionado por la Ley el empleo a sueldo de mano de obra infantil.
• D.A.D.D.H. Art. 16: reconoce expresamente el derecho a la seguridad social que tiene toda persona, que lo
proteja contra la desocupación, vejez e incapacidad que lo imposibilite de tener sus propios medios de
subsistencia.
• Declaración Universal de Derechos Humanos, 1948.

• Convenio N° 97 de la OIT sobre los Trabajadores Migrantes, 1949.

• Convenio n° 102 Relativo a la Norma Mínima de la Seguridad Social, 1952: Establece la norma mínima para el
nivel de las prestaciones de la seguridad social y las condiciones para poder acceder a las mismas.
Comprende las nueve ramas principales de la seguridad social, es decir, asistencia médica, enfermedad,
desempleo, vejez, accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, familia, maternidad, invalidez, y
prestaciones de sobrevivientes. Para garantizar que el Convenio pueda aplicarse cualesquiera sean las
circunstancias nacionales, el Convenio ofrece a los Estados la posibilidad de ratificación del Convenio,
aceptando al menos tres de las nueve ramas, y posteriormente acatando las obligaciones derivadas de otras
ramas, con lo que se permite alcanzar progresivamente todos los objetivos establecidos en el Convenio. El
nivel de prestaciones mínimas puede determinarse en relación con el nivel salarial del país de que se trate.
Pueden preverse asimismo excepciones temporales para aquellos países cuya economía y cuyos servicios
médicos estén insuficientemente desarrollados, permitiéndoles, de este modo, restringir el ámbito de
aplicación del Convenio y la cobertura de las prestaciones otorgadas.
• Convención Internacional sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación racial, N. York 1968.

• Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), 1969.

• Convención sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación contra la mujer, 1979.

• Protocolo de San Salvador, Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
Económicos, Sociales y Culturales, 1988.
• Convención sobre los Derechos del Niño, 1989.
• Convención Internacional sobre la protección de los Derechos de los Trabajadores migratorios y de sus
Familiares, 1990.
• Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, 2006.

• Convenio sobre las Trabajadoras y Trabajadores Domésticos, N° 189 de la OIT, 2011.

ORGANISMOS INTERNACIONALES DE SEGURIDAD SOCIAL.


Federación Europea de Personas Mayores (European Federation for the Welfare of the ederly EURAG) EURAG es
una organización europea sin ánimo de lucro y aconfesional fundada en 1962, con sede en Luxemburgo e
independiente de grupos políticos. Desde 1974 su Secretaría se encuentra en Viena (Austria). A través de sus
organizaciones afiliadas, representa a millones de personas mayores en Europa y su objetivo es la promoción de la
calidad de vida de los mayores a nivel social y político. Pueden ser miembros de EURAG organizaciones,
instituciones públicas y privadas, o personas físicas que se ocupen de los problemas de las personas mayores o que
muestren interés por los mismos.
EURAG organiza congresos internacionales para promover el intercambio de experiencias y para fortalecer el papel
y las posibilidades de las personas mayores en Europa y para contribuir a mejorar su situación.
Organiza asimismo grupos de trabajo y comisiones para tratar temas de actualidad relacionados con la política de
envejecimiento y somete proposiciones y mociones al Parlamento Europeo, a la Comisión Europea, al Consejo de
Europa, a Naciones Unidas, a la Organización Mundial de la Salud, y a la Organización Internacional del Trabajo,
además de a otras instituciones que se ocupan de los problemas de la política de envejecimiento. EURAG está
afiliada a la plataforma de las ONG europeas del sector social.
Su actividad se extiende a todo lo que concierne a las personas mayores en los campos de la salud, alojamiento e
integración socio-cultural.
Consejo Internacional para el Bienestar Social (CIBS) El Comité Español para el Bienestar Social constituye la
Sección Española del International Council for Social Welfare.
El Consejo Internacional del Bienestar Social (CIBS), fue fundado en París en 1928. Es una organización no
gubernamental que representa en la actualidad a organizaciones locales y nacionales de más de 70 países de todo
el mundo. Los miembros afiliados incluyen también a importantes organizaciones internacionales.
Sus organizaciones miembros representan colectivamente a decenas de miles de entidades locales que trabajan
directamente con personas en condiciones de pobreza, privación o miseria. Sus miembros son organizaciones
independientes que trabajan en sus propias comunidades y no sucursales de entidades de otros países. Muchas
han sido creadas por gente que sufre también privaciones.
Dentro de sus comunidades, la red de organizaciones ofrece ayuda a un amplio espectro de personas pobres,
enfermas, con discapacidad, desempleadas, desvalidas u oprimidas. Ayudan a jóvenes, ancianos, familias,
indígenas, emigrantes, refugiados y a otros colectivos que sufren privaciones o son especialmente vulnerables.
Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS) La Organización Iberoamericana de Seguridad Social
(OISS) es un organismo internacional, de carácter técnico y especializado, que tiene como finalidad promover el
bienestar económico y social de los países iberoamericanos y de todos aquellos que se vinculan por el idioma
español y portugués mediante la coordinación, intercambio y aprovechamiento de sus experiencias mutuas en
Seguridad Social.
Para llevar a cabo estos objetivos, sus Estatutos le asignan las siguientes funciones:
• Promover cuantas acciones sirvan al objetivo de lograr progresivamente la universalización de la Seguridad
Social en su ámbito de acción.
• Colaborar en el desarrollo de los sistemas de Seguridad Social, prestando el asesoramiento y ayuda técnica
necesaria a sus miembros.
• Actuar como órgano permanente de información y coordinación de experiencias.

• Desarrollar y promover el estudio, investigación y perfeccionamiento de los sistemas de Seguridad Social.

• Capacitar al personal que desempeña funciones en las Instituciones de Seguridad Social.

• Intercambiar experiencias entre las Instituciones miembros.

• Impulsar la adopción de acuerdos sobre Seguridad Social entre los países miembros.

• Proponer los medios adecuados para que los países de la Organización se presten asistencia técnico- social
recíprocamente, efectúen estudios y ejecuten planes de acción común que beneficien y mejoren la
Seguridad Social de las colectividades nacionales de los países miembros. Facilitar la ejecución de los
programas de cooperación y desarrollo en el área de la protección social, que otros países, organizaciones
internacionales u otras Instituciones pretendan llevar a cabo en su ámbito de acción.
• Mantener relaciones con otros organismos internacionales y entidades que se ocupen de la Seguridad Social,
suscribiendo, en su caso, los oportunos convenios de cooperación.
• Promover la adopción de normas internacionales de Seguridad Social que faciliten la coordinación entre los
sistemas y favorezcan la internacionalización del Derecho de la Seguridad Social.
• Convocar y organizar el Congreso Iberoamericano de Seguridad Social, de acuerdo con el gobierno del país
en que haya de celebrarse y fijar los temas que hayan de ser objeto de sus deliberaciones.
Federación Internacional de Personas Mayores (International Federationon Ageing) La Federación Internacional
de Personas Mayores es una red de organizaciones e individuos cuyo objetivo consiste en mejorar la calidad de
vida de las personas mayores en todo el mundo mediante la consideración de nuevas políticas, la creación de
sociedades y el fortalecimiento de los vínculos entre los sectores preocupados por la cuestión del envejecimiento,
tanto públicos como privados.
La Federación Internacional de Personas Mayores informa y promueve políticas y prácticas para mejorar la calidad
de vida de las personas mayores en todo el mundo. Sus responsabilidades son las siguientes:
• Construir, facilitar y fortalecer los vínculos entre los Gobiernos, entidades no gubernamentales y sectores
corporativos preocupados por las cuestiones del envejecimiento.
• Fortalecer las organizaciones no gubernamentales a través de la colaboración para alcanzar un objetivo
común.
• Mejorar la comprensión de las políticas sobre envejecimiento y su impacto en las vidas de las personas
mayores.
La Federación Internacional de Personas Mayores trabaja para promover cambios positivos para las personas
mayores, de manera global.
Centro Europeo de Viena El Centro Europeo de Viena es una organización intergubernamental afiliada a Naciones
Unidas preocupada por la política de bienestar social y la investigación. El Centro Europeo de Viena se caracteriza
por ser:
• Un centro internacional de ciencia social aplicada e investigaciones empíricas comparativas sobre la política
social y el bienestar.
• Un centro de información y conocimiento que difunde políticas sociales basadas en estudios de ciencia social
a través de una red de pensamiento.
• Una plataforma que iniciará futuros debates públicos sobre política social con respecto a las cuestiones de
bienestar social en el marco de la Unión Europea.
El Centro Europeo de Viena cubre la región europea de Naciones Unidas, además de Norteamérica como dominio
geográfico y "varias Europas solapadas de geometría variable".
Es una entidad afiliada a Naciones Unidas, pero al mismo tiempo independiente: su estatus es intergubernamental
pero no depende de ellas. Proporciona experiencia política en acciones intersectoriales que abarcan el bienestar, la
salud, los cuidados, el trabajo, la inmigración, la población y el desarrollo social. El Centro Europeo de Viena
consigue reunir los aspectos teóricos y prácticos.
Entre las publicaciones difundidas por el Centro se encuentran los Policy Brief, una serie de documentos que
sintetizan cuestiones relativas a la investigación y recomendaciones políticas sobre las que los investigadores del
Centro han estado trabajando recientemente.
Organización internacional de supervisores de pensiones La Organización Internacional de Supervisores de
Pensiones (IOPS) es un organismo internacional independiente que representa a todos aquellos implicados en la
supervisión de los acuerdos en materia de pensiones privadas. La organización cuenta en la actualidad con 40
miembros y observadores que representan a más de 30 países a escala mundial.
La IOPS, constituida en julio de 2004, fue propiciada por la Red Internacional de Reguladores y Supervisores de
Pensiones (INPRS), una red informal de reguladores y supervisores. Se pensaba que un organismo más formal e
independiente podría funcionar como un foro mundial para el diálogo político y para el intercambio de
información, al igual que como un organismo normativo que promoviera buenas prácticas en la supervisión de las
pensiones. Tales funciones dan cumplimiento al gran objetivo de la IOPS de dirigirse a la mejora de la calidad y la
eficacia de la supervisión de los sistemas privados de pensiones en el mundo, aumentándose, así, el desarrollo y la
eficiencia operativa de los sistemas privados de pensiones, teniéndose en cuenta el suministro de una fuente
segura de ingresos en materia de jubilaciones en la mayor cantidad de países posible.
Los objetivos y propósitos de la IOPS, pueden sintetizarse en lo siguiente:
• actuar como el organismo normativo sobre los asuntos relativos a la supervisión de las pensiones y regular
las cuestiones relacionadas con la supervisión de las pensiones, teniéndose en cuenta la variedad de los
diferentes sistemas privados de pensiones;
• promover la cooperación internacional en la supervisión de las pensiones y facilitar los contactos entre los
supervisores de las pensiones y las demás partes pertinentes, incluidos los responsables de las políticas, los
investigadores y el sector privado;
• dotar de un foro mundial para el diálogo político y el intercambio de información en materia de supervisión
de pensiones;
• participar en el trabajo de los organismos internacionales pertinentes en el terreno de las pensiones,
incluidas las actividades conjuntas, con fines de mejora de la compilación y análisis de datos estadísticos;
• promover, dirigir y facilitar la distribución y la comunicación de la investigación, y reunir información sobre la
cooperación con los organismos internacionales pertinentes.
El actual Presidente de la IOPS es el Sr. John Ashcroft, Director de política estratégica de regulación de las
pensiones en el Reino Unido. El Vicepresidente es el Sr. Dube Tshidi, Secretario de Pensiones del Consejo de
Servicios Financieros de Sudáfrica. Los demás miembros de la Comisión Ejecutiva son los supervisores de pensiones
de Australia, la República Popular de China, Hungría, Italia, Jamaica, Jordania, México, los Países Bajos y Pakistán.
El Presidente de la Comisión Técnica de la IOSP es el Sr. AerdtHouben, del Banco De Nederlandsche. El
Vicepresidente es el Sr. Tariq Hassan, Presidente de la Comisión de la Bolsa de Valores de Pakistán.
La organización colabora estrechamente con otras organizaciones internacionales implicadas en el desarrollo de las
políticas de supervisión de las pensiones y en el diálogo, incluidos la OCDE, el Banco Mundial, la AISS, la IAIS y el
FMI.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT)Es la agencia tripartita de la ONU y convoca a gobiernos,
empleadores y trabajadores de sus estados miembros con el fin de emprender acciones conjuntas destinadas a
promover el trabajo decente en el mundo.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) está consagrada a la promoción de oportunidades de trabajo
decente y productivo para mujeres y hombres, en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana.
Sus objetivos principales son promover los derechos laborales, fomentar oportunidades de empleo dignas, mejorar
la protección social y fortalecer el diálogo al abordar temas relacionados con el trabajo.
Al promover la justicia social y los derechos humanos y laborales reconocidos a nivel internacional, la Organización
persiste en su misión fundadora: la paz laboral es esencial para la prosperidad. En la actualidad la OIT favorece la
creación de trabajo decente y las condiciones laborales y económicas que permitan a trabajadores y a empleadores
su participación en la paz duradera, la prosperidad y el progreso.
La Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS)Es la organización internacional líder a nivel mundial que
reúne a departamentos gubernamentales, así como a administraciones y agencias de seguridad social. Los
miembros de la AISS son organizaciones e instituciones que administran la seguridad social en la mayoría de los
países del mundo, incluidas todas las formas de protección social obligatoria que, en virtud de las legislaciones o de
las prácticas de cada país, forman parte integrante de los regímenes nacionales de seguridad social. Creada en
1927, la AISS tiene su sede en Ginebra, Suiza.
La Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP)Según sus estatutos, la Federación
Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP) tiene por objeto social, difundir, promover,
defender, publicitar y de cualquier forma facilitar el desarrollo de los sistemas provisionales de ahorro y de
capitalización individual canalizados a través de fondos de pensiones y administrados por sociedades de servicios
financieros, administradoras de fondos de pensiones.
Para dicho fin la FIAP agrupará a las Asociaciones, Cámaras u otras instituciones similares de aquellos países que
tengan establecido legalmente Sistemas de Administradoras de Fondos de Pensiones o similares, y que tengan
como afiliados a entidades que participen en la administración, cobertura u otorgamiento de prestaciones,
beneficios o servicios propios de dichos Sistemas, como asimismo a las entidades de aquellos países que, sin
poseer aún Asociaciones, Cámaras u otras instituciones similares a las señaladas anteriormente, se encuentren
vinculadas a las actividades señaladas en ella.
La FIAP realizará todas aquellas actividades que contribuyan al logro del objeto social referido,señalándose a título
enunciativo (no limitativo) las siguientes:
• Difundir el conocimiento y la práctica de los Sistemas Privados de Fondos de Pensiones, haciendo uso de
todos los medios de difusión que sean pertinentes, entre otros, charlas, capacitación, conferencias,
exposiciones, exhibiciones y seminarios.
• Promover la formación y desarrollo de los Sistemas Privados de Fondos de Pensiones, prestando la asesoría
técnica necesaria.
• Representar las inquietudes de los socios en instancias internacionales con el fin de promover el sistema
privado de fondos de pensiones.
• Prestar a las autoridades públicas y entidades privadas, así como a entidades extranjeras e internacionales,
la colaboración que se requiera.
• Promover ante la autoridad pública el dictado de disposiciones legales y reglamentarias destinadas a
fomentar la iniciativa privada en las áreas referidas.
• Editar folletos, circulares, revistas y libros de promoción, página Web y material audiovisual, con el fin de
mantener informados a sus socios sobre
• Las actividades de la Asociación y de los afiliados, sobre los acontecimientos internacionales, sobre los
progresos técnicos al respecto y sobre cualquier materia de común interés gremial.
• Mantener relaciones con entidades internacionales similares, con el objeto de intercambiar ideas y
experiencias para difundirlas entre los socios.
• Crear organismos o comités técnicos o de otra naturaleza, de carácter no resolutivo, destinado a recopilar,
estudiar, sistematizar y elaborar material de apoyo, para su difusión entre los socios y en la opinión pública.
• Difundir y defender los valores, principios y fundamentos de la actividad privada en el ámbito de la
Administración de los Sistemas Privados de Pensiones.
• Establecer vínculos entre las personas y entidades relacionadas con la gestión de los Sistemas Privados de
Pensiones; y
• Ejercer, cuando así se convenga entre las partes interesadas, la representación de todas las instituciones
afiliadas en los asuntos de interés colectivo que sean compatibles con sus fines estatutarios, respetando la
autonomía de las mismas en las materias de orden interno de cada una.
La FIAP podrá realizar todos los actos y contratos que contribuyan, directa o indirectamente, al logro del objeto
social.La FIAP no persigue fines de lucro y es totalmente ajena a cualquier actividad o expresión de tipo político,
religioso o sindical.
(Enlace para ampliación de información)
http://www.oiss.org/IMG/pdf/INSTRUMENTOS_INTERNACIONALES_EN_MATERIA_DE_SEG-SOCIAL-
4_JULIO_2013.pdf

CARÁCTER CONSTITUCIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL


Con la Reforma de 1957, se incorpora al movimiento del constitucionalismo Social, pues eleva los derechos sociales
y económicos a rango constitucional y otorga al Congreso Nacional la facultad de dictar el Código de trabajo y
Seguridad Social.
El Art. 14 Bis 2° párrafo “El Estados otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e
irrenunciable; jubilaciones y pensiones móviles “este párrafo consagra los derechos de la seguridad Social, rama
distinta al derecho de trabajo y que alcanza no sólo a los trabajadores que desempeñan sus actividades en relación
de dependencia sino también a los trabajadores autónomos.
Este art. 14 Bis en conjunción con el inciso 19 del art. 75 regula derechos relacionados con la dimensión social de
los individuos.
Con la Reforma Constitucional de 1994 se incorporan los tratados internacionales suscriptos por nuestro país
otorgándoles jerarquía constitucional.
El art. 75, inc. 22 C. N. establece:
1.1. “Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes”. Se llaman “concordatos” a los convenios
que se firman con la Santa Sede.
1.2. Tratados de Derechos Humanos con jerarquía constitucional pero que “no derogan art. alguno de la primera
parte de esta constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella
reconocidos”, a saber:
• Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.

• Declaración Universal de Derechos Humanos.

• Convención Americana sobre Derechos Humanos.

• Pacto internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

• Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo.

• Convención sobre la prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.

• Convención internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial.

• Convención internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer.

• Convención contra la Tortura y otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.

• Convención Americana sobre los Derechos del Niño.

1.3. Otros tratados y convenciones sobre derechos humanos, no enumerados en el texto constitucional, habrán
de tener jerarquía superior a las leyes. Pero para alcanzar jerarquía constitucional, luego de ser aprobadas
por el Congreso, requerirán del voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada
Cámara.

CONCEPTO
Su nombre técnico y científico proviene del latín: “Securus”, “cura”, „cuidado‟, que significa: libre y exento de todo
peligro daño o riesgo. Lugar o sitio libre de todo peligro.
La Seguridad Social pertenece al conjunto de especialidades que conforman el “Derecho Social” en el sentido
amplio.
Se entiende como tal al conjunto de normas tendientes a regular el tratamiento que el Estado les otorga a distintas
contingencias padecidas por los ciudadanos, en virtud de su rol activo en la protección de los mismos. Entre las
contingencias, podemos enumerar someramente a la salud, la vejez, la muerte, el nacimiento de hijos, el
desempleo, entre otras que Infra analizaremos.
Es decir, estas “contingencias” (que pueden ser de índole biológicas, sociales, económicas) afectan seriamente al
individuo y su grupo familiar, y lo compromete para que pueda auto-sustentarse a sí mismo.
El sujeto de protección del Derecho de la Seguridad Social es muchísimo más amplio que el que tiene el Derecho
del Trabajo, pues aquí se contempla no solamente al trabajador en actividad, sino a los autónomos, los
desempleados y sus familias.
Por último, cabe destacar que el Derecho de la Seguridad Social también tiene raigambre constitucional en el
último párrafo del artículo 14bis de la Constitución Nacional, garantizando a los trabajadores el seguro social
obligatorio, las jubilaciones y pensiones móviles y la protección integral de la familia, otorgándole dos
características esenciales INTEGRAL e IRRENUNCIABLE que luego veremos con más detenimiento.
En el mismo sentido, el artículo 22 de la DUDH establece que toda persona tiene derecho a la seguridad social y
obtener la satisfacción de los derechos económicos sociales y culturales indispensables a su dignidad.
Ya en el ámbito regional, el artículo 16 de la DADDH reconoce expresamente el derecho a la seguridad social que
tiene toda persona, que lo proteja contra la desocupación, vejez y la incapacidad que lo imposibilite de obtener sus
propios medios de subsistencia.
La Seguridad Social se ocupa de amparar al trabajador dependiente, al autónomo y al desempleado, de las
contingencias de la vida, que pueden disminuir la capacidad de ganancia del individuo. Se materializa mediante un
conjunto de medidas y garantías adoptadas en favor de los hombres para protegerlos contra ciertos riesgos.

PRINCIPIOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL


Como toda otra rama autónoma del Derecho, más allá de su inclusión al marco del Derecho Social, la Seguridad
Social tiene sus propios principios rectores de la especialidad, que lo escinden, lo diferencian y permiten su
integración e interpretación normativa, entre los cuales encontramos:
La Solidaridad como principio fundante del sistema. En líneas generales dicho principio marca de que todos los
sujetos deben contribuir en la medida de sus posibilidades y gozar de los beneficios de la misma en la medida de
sus necesidades.
Este es quizás el principio más discutido, desde la óptica individualista de mercado que propone que cada individuo
debe ser libre y gozar de sus propios beneficios individuales. No es un menor detalle dejar aclarado que el anterior
régimen previsional (hoy derogado) de capitalización individual violaba flagrantemente este principio
arquitectónico de la materia, provocando que cada individuo se vea beneficiado de sus propios ahorros (separados
del resto del sistema en su caja de capitalización individual) y aislado de sus pares, más allá de las necesidades
propias o la del resto de la sociedad.
Este principio también se vincula con la transferencia inter-generacional dentro de una sociedad, en el cual los más
jóvenes sustentan a las generaciones que por vejez y enfermedad gozan de los beneficios del sistema.
La Subsidiariedad, en primer lugar, actúa cuando el propio individuo no puede sobrellevar las contingencias que
sufre por sí. Pero cabe destacar que éste principio además obliga siempre al Estado a ser esta “ultima red de
contención” frente a las contingencias, y con ello, reforzar la protección en aquellos sectores socialmente
necesitados. Esta obligación del Estado resulta indelegable y debe brindarla además en todo momento, por sí o por
organismos que componen el sistema de Seguridad Social.
La Integralidad, otro principio rector de la seguridad social, con él se intenta cubrir la mayor cantidad de
contingencias posibles (desempleo, muerte, nacimiento, vejez, etc.) y no como lo hacía el sistema alemán a
puntuales y específicas contingencias vinculadas someramente con el trabajo asalariado. Por eso se dice también
que se pasó de la lógica del Seguro Social por el concepto más amplio de Seguridad Social.
La Universalidad se refiere que -conjuntamente con el principio de integralidad- deberá alcanzarse a la totalidad
de los habitantes. Es decir, la Seguridad Social debe alcanzar todas las contingencias y a todos los habitantes,
independientemente del lazo que estos tengan o no con el empleo. En esto es quizás la pauta que más se nota la
superación del sistema alemán por el inglés.
La Inmediatez por el cual se consagra que los beneficios deben llegar lo antes posible a sus beneficiarios.
Recordemos que estamos tratando contingencias y necesidades sociales actuales que de nada sirven que sean
otorgadas con posterioridad con intereses, son en su mayoría de carácter alimentario e improrrogable. El beneficio
debe otorgarse cuando existe la necesidad, debiendo prevalecer, incluso, por sobre la acreditación del derecho a
acceder al mismo.
La Unidad de Gestión, el cual a diferencia del sistema alemán en el cual cada seguro tenía su administración
separada, aquí nos encontramos en un sistema integral (que interrelaciona los beneficios) que como bien
expresamos es además un sistema de redistribución social. En virtud de ello, necesita indefectiblemente una
gestión coordinada y centralizada para operar.
La Progresividad que al igual que al momento de hablar sobre los Principios del Derecho del Trabajo, este principio
busca direccionar la proliferación cada vez más amplia y protectoria de los beneficios del sistema, prohibiendo
cualquier reforma que tienda a menoscabarlos, limitarlos y reducirlos.
La Justicia Social con lo cual -como ya se expresó- el sistema debe tender siempre a buscar el más alto valor de
justicia, con un fin de distribución equitativa de recursos y partiendo del presupuesto básico esencial, paliar la
desigualdad o la injusticia social por medio de la solidaridad de sus integrantes.

LA SEGURIDAD SOCIAL COMO DERECHO


En la actualidad, existe un consenso internacional respecto a la consideración de la seguridad social como un
derecho humano inalienable, producto de casi un siglo del trabajo mancomunado de organismos internacionales
relevantes, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización de las Naciones Unidas (ONU), e
instituciones supranacionales, como la Asociación Internacional de Seguridad Social (AISS), la Organización
Iberoamericana de Seguridad Social (OISS) y la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS).
Por último, cabe señalar que la seguridad social es mencionada como un derecho en la Carta Internacional de
Derechos Humanos, donde claramente se expresa en su Artículo 22: Toda persona, como miembro de la sociedad,
tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional,
habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales
y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.

PRINCIPIO PROTECTORIO
Un Estado Benefactor o Estado de Providencia, que se basa en el principio jurídico fundamental de que todo ser
humano, por el simple hecho de serlo, y aún más, por formar parte de una sociedad organizada, tiene derecho a
participar de los beneficios del bien común o colectivos y que corresponde a los órganos del Estado intervenir
decisivamente sobre la base de sus respectivas atribuciones, a fin de proveer los medios adecuados para satisfacer
la plenitud de ese derecho humano y social, para beneficiar al pueblo, que es el único soberano en un país
democrático.
Más allá de los ordenamientos jurídicos y legales de cada país, desde 1948 la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de la ONU reconoce que toda persona, como miembro de una sociedad, tiene derecho a la Seguridad
Social, tal como lo establecen los artículos 22 y 25.
El concepto clásico, basado en la solidaridad, universalidad, igualdad, suficiencia y participación, hizo que la
seguridad social se convirtiera en un derecho humano, que debe ser disfrutado por todos y en todos los sectores.
La Seguridad Social, como derecho humano es universal y las políticas que en la materia se apliquen deben ser
incluyentes y participativas.

 Algunas menciones de la OIT sobre los Principios de la Seguridad Social.


Es oportuno en éste ámbito recordar algunos pronunciamientos de la OIT sobre los principios de la Seguridad
Social.
Así tenemos que en el preámbulo de la Constitución de la OIT se expresa que “la paz universal y permanente sólo
puede basarse en la justicia social”.
Entre las preocupaciones y lineamientos generales de la OIT, podemos enunciar;
1) Que exista una protección total y coordinada contra las contingencias de los trabajadores que le hagan perder
(total o parcialmente) su salario.
2) Que esa protección debe abarcar a todas las personas de una comunidad
3) Que exista una consagración legal de dichas prestaciones, para que puedan ser directamente reclamadas por sus
beneficiarios
4) Que los sistemas sean sostenidos y financiados por la comunidad toda por medio de la solidaridad,donde deban
indefectiblemente participar todos los sectores.

SUJETOS Y OBJETO DE LA SEGURIDAD SOCIAL


El SUJETO que protege la Seguridad Social es el ser humano en general, en todas las etapas de su vida, desde los
inicios de su existencia hasta el final de la misma.
El OBJETO es proteger al sujeto de todas las contingencias sociales que los puedan afectar.
La Seguridad Social se materializa mediante un conjunto de medidas y garantías adoptadas en favor de los
hombres para protegerlos contra ciertos riesgos.
Los fines de la Seguridad Social no son los mismos que los del Derecho del Trabajo, pero los dos se caracterizan por
su carácter protector y por garantizar determinado nivel de subsistencia a las personas.
Mientras el Derecho del Trabajo se ocupa exclusivamente del trabajador en relación de dependencia, el sujeto del
Derecho de la Seguridad Social es el hombre. Para lograr sus objetivos utiliza métodos y técnicas jurídicas propias
que también lo diferencian del derecho del trabajo.

Una definición apropiada del concepto de seguridad social la define como el conjunto de recursos de distinta
naturaleza, organizados y sistematizados por el Estado, tendientes a satisfacer las necesidades esenciales
generadas a las personas que conviven en una sociedad, en función de una serie de contingencias sociales que las
afectan, creadas por la desigualdad, la vulnerabilidad, la enfermedad y la vejez.
La seguridad social así entendida, es un modo de redistribución de la renta nacional a través de prestaciones
destinadas a personas que se hallan en condiciones definidas por ley. Es una concepción de vida basada en los
principios de solidaridad y equidad.
Esta visión progresista de la sociedad nos lleva hoy a superar la tradicional dualidad entre asistencia social y un
sistema de seguridad social derivado de los derechos de las personas. Diferenciando de esta manera la caridad de la
justicia, ya que la caridad (sin negar su validez) sustenta el asistencialismo y la justicia, por su parte, se traduce en
derechos de la ciudadanía.
Rodolfo Capón Filas

DERECHO DE LA SEGURIDAD SOCIAL Y DERECHO DEL TRABAJO


La Seguridad Social desde sus albores surge como una de las ramas del Derecho del Trabajo, por la estrecha
vinculación de las contingencias a las que proporciona cobertura en sus orígenes, pero con el paso del tiempo y la
evolución de estos derechos y el reconocimiento de nuevas contingencias crece la discusión entre los dogmáticos
respecto de si debe reconocérsele o no autonomía.
En un principio las contingencias a las que se les reconocía cobertura en el plano de la Seguridad Social, eran las
que tenían reconocimiento en el del Derecho del Trabajo ya que todas ellas estaban definidas en función de la
actividad o la falta de actividad laboral, en la actualidad la amplitud de derechos reconocidos abarca situaciones y
sujetos por su condición social, edad, y otras condiciones que no tienen vínculo con la situación laboral o donde
solo es tenida en cuenta la situación laboral para definir rangos de inclusión / exclusión de las prestaciones como
mecanismo de redistribución de la riqueza, pero donde el derecho reconocido es inherente a la persona en sí
misma y no por su condición de trabajador o desempleado.
Por otra parte, hay quienes plantean que si comparamos los principios de seguridad social con los del derecho del
trabajo llegaremos a la conclusión inequívoca de que difieren, así como también distinto es el sujeto, el objeto y
diferentes también son las fuentes.
Según esta posición las diferencias entre estas dos ramas del derecho son:
1° – En orden a los sujetos protegidos;
2° – En orden a la protección;
3° – En orden a la financiación que en el derecho del trabajo siempre está a cargo del patrón; mientras que en la
seguridad social difieren si son servicios contributivos o previsionales, como seguros sociales, el patrimonio, se
integra con el aporte de los beneficios o puede ser no contributivo como la asistencia pública o servicio público en
virtud del cual el beneficio se recibe sin haber efectuado ninguna clase de aportes;
4° – En orden a los objetivos;
5° – Por último, respecto a la responsabilidad.
Más allá de estas cuestiones dogmáticas sobre las que se discute, ya sea que se entienda a la Seguridad Social
como parte del Derecho del Trabajo o como una Rama del Derecho en sí misma, lavinculación entre ambas es
indiscutiblemente estrecha, y prueba deello es que existe toda una larga discusión al respecto, que de otra manera
ya se encontraría resuelta.
Política Social y Seguridad Social
Para poder comprender la relación y las diferencias entre Política Social y Seguridad Social definiremos en primer
término tres conceptos fundamentales: Derecho, Justicia y Política.
Cuando hablamos de Derecho nos referimos al conjunto de normas que regulan la conducta del ser humano.
Justicia es darle a cada quien lo que le corresponde y le pertenece, procediendo siempre a partir de la equidad y el
respeto por el bien de todos.
Política es una acción que se basa en algún principio ideológico para cumplir metas específicas.
La política social es una disciplina científica y política dedicada a estudiar (generando teoría) e intervenir
públicamente (estatal o comunitaria) y económicamente en las consecuencias materiales y morales del siempre
desigual desarrollo de las sociedades modernas (industrializadas y urbanizadas).
Como ciencia normativa y como actividad política (su doble dimensión) presenta la misión fundamental de atender
los tres grandes fines de la acción social contemporánea: justicia social (en sentido formal), bienestar social (en
sentido material) y orden social (en sentido legal).
La política social, como ciencia normativa es un área de conocimiento interdisciplinar y aplicada que tiene como
objetivo el estudio de la realidad social para la acción política, explicando los orígenes y soluciones (posibles) de las
"fracturas sociales" de las comunidades desarrolladas y de los medios para alcanzar los tres grandes fines
constitutivos: Justicia, Bienestar y Orden social. En este sentido, genera un cuerpo teórico explicativo de: 1) la
naturaleza comunitaria (desde la solidaridad inicial económico-laboral al individualismo consumista) de las
transformaciones históricas que se producen en la era contemporánea, de la mano de la ciencia laboral,
sociológica, jurídica y antropológica en sus necesidades, retos y riesgos sociales. 2) las instituciones creadas para
cumplir con esos fines básicos, desde las diferentes posiciones ideológicas y las variadas creaciones nacionales.
La Seguridad Social es entendida y aceptada como el derecho que le asiste a toda persona de acceder, por lo
menos a una protección básica para satisfacer estados de necesidad.
Es la protección que la sociedad proporciona a sus miembros, mediante una serie de medidas públicas, contra las
privaciones económicas y sociales que el estado debe garantizar frente a las contingencias.
Es el derecho que le asiste a toda persona de acceder, por lo menos a una protección básica para satisfacer estados
de necesidad.
“La Seguridad Social se refiere a Derechos, y la Política Social son las medidas adoptadas por quienes gobiernan
para garantizarlos.”
Se tiende a considerar la política social como sinónimo de atención a los desfavorecidos. Pero no siempre las
intervenciones que en el ámbito social desarrollan los poderes públicos, como auxiliares de la economía, están
dirigidas a la protección de los grupos sociales en desventaja, los temas de política social están envueltos en
valores e ideologías, y serán los valores y la ideología dominante los que determinarán las políticas que se lleven
adelante.

La Seguridad Social Como Derecho Humano


La seguridad social es reconocida como derecho humano en los instrumentos internacionales en materia de
derechos humanos, “garantizar el acceso a la protección social no es una opción normativa sino una obligación del
Estado”.
La seguridad social ha sido considerada como un derecho humano básico en la Declaración de Filadelfia de la OIT
(1944), que preconiza “extender las medidas de seguridad social para garantizar ingresos básicos a quienes los
necesiten y prestar asistencia médica completa”.
En su Recomendación sobre la Seguridad de los medios de vida, 1944 (Núm. 67), “Considerando que la seguridad
de los medios de vida constituye un elemento esencial de la seguridad social”, establece los Principios Rectores de
la intención de los Estados, llamados a instaurar una “seguridad social obligatoria” que cubriría los siguientes
temas: a) enfermedad, b) maternidad, c) invalidez, d) vejez, e) muerte del cabeza de familia, f) desempleo, g)
gastos extraordinarios, h) daños (heridas o enfermedades) causados por el trabajo (art. 7).
En la Recomendación (núm. 69) de la OIT sobre la asistencia médica, apunta a universalizar la asistencia médica
para todo el mundo: “El servicio de asistencia médica debería amparar a todos los miembros de la comunidad,
desempeñen o no un trabajo lucrativo.” (art. 8)
Los convenios y recomendaciones de la OIT relativas a las políticas de extensión de la seguridad social incluyen:
• Convenio sobre la seguridad social (norma mínima), 1952 (núm. 102), que trata precisamente sobre la
seguridad social y cubre los siguientes temas: enfermedad, vejez, desempleo, accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales, invalidez, maternidad y prestaciones a las familias y sobrevivientes.
• En su Declaración sobre la justicia social para una globalización equitativa, la OIT defiende la extensión de
la seguridad social hacia unos ingresos básicos para todo el mundo: “la ampliación de la seguridad social a
todas las personas, incluidas medidas para proporcionar ingresos básicos a quienes necesiten esa
protección, y la adaptación de su alcance y cobertura para responder a las nuevas necesidades e
incertidumbres generadas por la rapidez de los cambios tecnológicos, sociales, demográficos y
económicos.”
• Convenio sobre la igualdad de trato (seguridad social), 1962 (núm. 118), relativo a la igualdad de trato de
nacionales y extranjeros en materia de seguridad social
• Convenio sobre las prestaciones en caso de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, 1964
(Cuadro I, Lista de Enfermedades profesionales, Enmendado en 1980) (núm. 121), que en su Parte VI,
regula las prestaciones en caso de Accidente de Trabajo y de Enfermedad Profesional.
• Convenio sobre las prestaciones de invalidez, vejez y sobrevivientes, 1967 (núm. 128) que se refiere a la
protección de los derechos de las personas de edad. En su Parte I, se contienen una serie de definiciones,
tales como legislación, establecimiento industrial, residencia cónyuge, hijo, periodo de calificación o
prestaciones (art.1), en su Parte III, establece todo lo relativo a las prestaciones de vejez (arts. 14 a 19),
obligándose a los Estados Parte a garantizar a las personas protegidas la concesión de prestaciones de
vejez, además de determinar quién habrá de comprender dichas personas protegidas (asalariados,
aprendices, residentes, etc.). En la Parte V del Convenio se establece la forma de cálculo de los pagos
periódicos (art.26 a 28), teniendo asimismo en cuenta, lo establecido por las Disposiciones Comunes en lo
relativo al cálculo de las prestaciones (arts. 30 a 36).
• Convenio sobre asistencia médica y prestaciones monetarias de enfermedad, 1969 (núm. 130) relativo a
la conservación de los derechos de los trabajadores migrantes en materia de seguridad social.
• Convenio sobre la conservación de los derechos en materia de seguridad social, 1982 (núm. 157),
Convenio sobre el establecimiento de un sistema internacional para la conservación de los derechos en
materia de seguridad social.
• Convenio sobre el fomento del empleo y la protección contra el desempleo, 1988 (núm. 168) que en su
art. 2 establece que “Todo Miembro deberá adoptar medidas apropiadas para coordinar su régimen de
protección contra el desempleo y su política de empleo. A tal fin deberá procurar que su sistema de
protección contra el desempleo y en particular las modalidades de indemnización del desempleo,
contribuyan al fomento del pleno empleo, productivo y libremente elegido, y no tengan por efecto
disuadir a los empleadores de ofrecer un empleo productivo ni a los trabajadores de buscarlo.”
• Convenio sobre la protección de la maternidad (Revisado), 2000 (núm. 183) relativo a la protección de la
maternidad.
• En junio de 2012, la OIT ha adoptado la Recomendación núm. 202 sobre los pisos de protección social.
Esta recomendación va en el sentido de los compromisos anteriores de la OIT en este ámbito y constituye
en cierta forma una hoja de ruta para los Estados que deberían “poner en práctica pisos de protección
social en el marco de estrategias de extensión de la seguridad social para el mayor número de personas
posible”. La OIT precisa que estos pisos deberían comprender al menos las siguientes garantías
elementales de seguridad social: “a) acceso a un conjunto de bienes y servicios definido a nivel nacional,
que constituyen la atención de salud esencial, incluida la atención de la maternidad, que cumpla los
criterios de disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad; b) seguridad básica del ingreso para los
niños, por lo menos equivalente a un nivel mínimo definido en el plano nacional, que asegure el acceso a
la alimentación, la educación, los cuidados y cualesquiera otros bienes y servicios necesarios; c)seguridad
básica del ingreso, por lo menos equivalente a un nivel mínimo definido en el plano nacional, para las
personas en edad activa que no puedan obtener ingresos suficientes, en particular en caso de
enfermedad, desempleo, maternidad e invalidez; d) seguridad básica del ingreso para las personas de
edad, por lo menos equivalente a un nivel mínimo definido en el plano nacional.”
 La fuerza de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) considera las necesidades
elementales de todo ser humano en su conjunto, incluida la seguridad social: “Toda persona tiene
derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en
especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios;
tiene asimismo derecho a los seguros en casos de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u
otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes a su voluntad.”
(art. 25.1). Su artículo 22 trata también sobre el derecho a la seguridad social: “Toda persona, como
miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y
la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la
satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre
desarrollo de su personalidad.”
 Los Estados Parte del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC)
“reconocen el derecho de toda persona a la seguridad social, incluso al seguro social” (art. 9). Además de
los otros derechos económicos, sociales y culturales enumerados en el PIDESC (alimentación, salud,
educación y vivienda entre otros), también reconocen que: “se debe conceder a la familia (…) la más
amplia protección y asistencia posibles (…) a las madres durante un período de tiempo razonable antes y
después del parto. (…) Se deben adoptar medidas especiales de protección y asistencia en favor de todos
los niños y adolescentes, sin discriminación alguna por razón de filiación o cualquier otra condición. Debe
protegerse a los niños y adolescentes contra la explotación económica y social...” (art. 10).
 Para el Comité de la ONU sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CODESC), el derecho a la
seguridad social engloba los siguientes elementos: “el derecho a obtener y mantenerprestaciones
sociales, ya sea en efectivo o en especie, sin discriminación, con el fin de obtener protección, en
particular contra: a) la falta de ingresos procedentes del trabajo debido a enfermedad, invalidez,
maternidad, accidente laboral, vejez o muerte de un familiar; b) gastos excesivos de atención de salud; c)
apoyo familiar insuficiente, en particular para los hijos y los familiares a cargo.”
 La Experta Independiente de la ONU encargada de los derechos humanos y la extrema pobreza entiende
por seguridad social “las políticas y los programas que tienen por objeto permitir a las personas
responder a distintas circunstancias y gestionar los niveles de riesgo o privación considerados
inaceptables por la sociedad. Estos planes tienen por objeto contrarrestar las privaciones y garantizar la
protección, entre otras cosas, de una falta o reducción importante de los ingresos del trabajo, el apoyo
insuficiente a las familias con hijos o adultos a cargo, la falta de acceso a la atención sanitaria, la pobreza
en general y la exclusión social.”
 En 2001, la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó la Resolución y Conclusiones Relativas a la
Seguridad Social.
 En el ámbito regional, el artículo 16 de la DADDH reconoce expresamente el derecho a la seguridad social
que tiene toda persona, que lo proteja contra la desocupación, vejez y la incapacidad que lo imposibilite
de obtener sus propios medios de subsistencia.
 En el plano Nacional, la Constitución Argentina legisla sobre derechos fundamentales en su primera parte
titulada "Declaraciones, derechos y garantías." y, con la reforma del año 1994, en el artículo 75 inciso 22
donde se encuentran incluidos los siguientes Tratados de Derechos Humanos: Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre; Declaración Universal de Derechos Humanos; Convención
Americana sobre Derechos Humanos; Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales;
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; Convención sobre la
Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; Convención Internacional sobre la Eliminación de todas
las Formas de Discriminación Racial; Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer y Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos
o Degradantes; Convención sobre los Derechos del Niño.

Seguridad Social Vs. Asistencialismo


La mera garantía legal no basta para hacer efectivos los derechos individuales y sociales básicos para determinados
grupos, como por ejemplo los ciudadanos de escasos recursos. Estos derechos rigen plenamente cuando además
de constar en las leyes se cumplen ciertas condiciones concretas.
La importante función del Estado social consiste en crear para todos los miembros de la sociedad, dentro del
marco del orden constitucional y de las posibilidades económicas, las condiciones materialesmínimas, definidas
democráticamente, que permiten gozar de los derechos fundamentales, así como asegurar las condiciones de una
vida digna.
Esta proposición implica, en los casos en que sea necesario, proveer a todos los sectores más desprotegidos de un
ingreso mínimo que garantice su supervivencia y les otorgue un margen mínimo para el desenvolvimiento libre de
su personalidad.
También otorga especial protección al matrimonio y a la familia y exige que el Estado tome medidas destinadas a
fortalecer la capacidad de las familias de cumplir sus objetivos básicos para el desarrollo de la sociedad.
La comparación de las experiencias internacionales muestra que tiende a existir una correlación entre nivel de
ingreso y gastos sociales. Los países desarrollados tienen sistemas de seguridad social más amplios y costosos que
los países pobres.
El Estado social se ha probado efectivo en la reducción de la pobreza, pero este tipo de políticas requiere de una
alta calidad de las instituciones y la administración.
En este sentido, los principales fines del Estado social, desde la perspectiva de la Economía Social de Mercado, son:
1. fomentar la libertad, garantizando a las personas oportunidades de empleos en una economía productiva,
implementando un sistema de seguridad social e impulsando una política de lucha contra la pobreza;
2. establecer la justicia social a través de una justicia distributiva, que complementa la justicia de rendimiento, e
igualdad de oportunidades en las condiciones iniciales de los ciudadanos;
3. garantizar la paz social y la resolución pacífica y consensuada de los conflictos de intereses.

Para ello, el Estado social debe cumplir las siguientes tareas: otorgar ayuda contra la miseria y pobreza,
garantizando un mínimo existencial humanamente digno; apuntar hacia la equidad jurídica y real mediante la
reducción de las diferencias de bienestar y las relaciones de dependencia; garantizar la seguridad social frente a los
riesgos de accidente, enfermedad, incapacidad laboral, desempleo, vejez y pérdida del sostén de la familia;
incrementar el bienestar y proveer a la distribución justa del mismo.
Por otro lado, ciertos derechos fundamentales consagrados en la Constitución implican también un determinado
límite a las actividades del Estado social, por cuanto ciertas medidas, por ejemplo, una política social asistencialista,
pueden afectar la libertad, la responsabilidad personal.
Para lograr un balance entre asistencia y autonomía, las políticas del Estado deben partir de la apertura y el
fomento de la participación de las organizaciones de la sociedad civil. Los Estados que seexceden en su función
social son llamados Estados de beneficencia o clientelares.
El Estado social se convierte en Estado bienestarista cuando libera a la persona de la responsabilidad de ocuparse
de su propia existencia y su futuro, es decir, cuando ignora el principio de solidaridad a tal punto que las personas
beneficiadas llegan a considerar las prestaciones como permanentes y sin obligaciones correspondientes.
En este caso, se infringen no sólo los valores fundamentales de la sociedad como la libertad personal, la retribución
de acuerdo con el rendimiento, la voluntad de valerse por sí mismo y la responsabilidad personal, sino que la
excesiva carga tributaria y social sobre las empresas y ciudadanos lleva al mal desempeño de la economía
productiva.
Asimismo, debido a la necesidad de tener presentes otras normas de una democracia pluralista, la política social
del Estado debe respetar los principios de subsidiariedad y pluralidad. En este sentido, es importante que las
instituciones sociales del Estado sean administradas o supervisadas por asociaciones no gubernamentales con
participación de la sociedad civil.
El concepto de gasto social suele ser utilizado para describir la suma de todas las prestaciones sociales
suministradas por el Estado durante un período. Los principales componentes del gasto social en general son salud,
educación, trabajo, asistencia social, vivienda, servicios urbanos y agua potable.
La política social es una parte de la política pública que apunta en términos absolutos o relativos a mejorar el
bienestar de la sociedad. Está generalmente dirigida a grupos de personas consideradas débiles, por ejemplo,
aquellos que no están en capacidad de generar un ingreso que les garantice una vida digna.
En este sentido, está relacionada con las necesidades de educación, salud, vivienda, trabajo y seguridad social. Sin
política social se presentarían varios problemas. En primer lugar, peligraría la existencia de las personas con
capacidad limitada para ejercer un trabajo remunerado.
También debido a condiciones desiguales de partida, se generan grandes diferencias en los ingresos y la riqueza.
También los cambios estructurales relacionados con el desarrollo económico generan problemas de ajuste que por
razones de justicia social tienen que ser resueltos solidariamente, ya que en muchos casos no pueden ser asumidos
adecuadamente por las personas y sus familias.
Los entes responsables de impulsar la política social estatal son el Estado nacional, los estados provinciales y los
distritos y municipios, las denominadas entidades parafiscales (seguros de pensiones, seguros de salud, etc.), las
asociaciones independientes de beneficencia (por ejemplo, Caritas, organizaciones de otras comunidades
religiosas, Cruz Roja, etc.), así como los sindicatos y asociaciones de empleadores.
El principal objetivo de la política social es garantizar la dignidad del hombre y de las condiciones para el libre
desenvolvimiento de la personalidad basada en los derechos individuales y la justicia social.
De allí se desprende también el requerimiento de garantizar y mejorar la capacidad de trabajo como base de un
sustento seguro y responsable, lograr un adecuado nivel de seguridad social que permita a las personas obtener
ingresos y un sistema de redistribución interpersonal e intertemporal de los ingresos en caso de necesidad
justificada, la protección y recuperación de la salud, garantizar la cantidad y la calidad de la educación, y
compensar las diferencias en el nivel de ingresos y de cargas mediante una política redistributiva.
Se entiende que es necesario que la política social respete los demás principios de ordenamiento, como la libertad,
responsabilidad, subsidiariedad, etc. en sus esfuerzos por alcanzar los objetivos planteados.
En este sentido, debe partir de la apertura y el fomento de la participación de las asociaciones de la sociedad civil
para el logro de los objetivos de la política social. La política de acción social actúa en las siguientes áreas:
1. La política de protección del trabajador. Abarca medidas que regulan la jornada laboral, la prohibición del trabajo
infantil, la protección para jóvenes, madres y personas con discapacidades, la protección contra riesgos y
accidentes, y la protección contra el despido.
2. El sistema de seguridad social, con su seguro de pensiones, seguro de salud, seguro de asistencia, seguro de
accidentes y de desempleo, que asegura a la mayoría de los ciudadanos contra las consecuencias de una
incapacidad temporal o permanente de trabajo en la vejez, una disminución de la capacidad de trabajo, viudez,
orfandad, enfermedad, necesidad de asistencia permanente y desempleo. Está complementado por la asistencia
social, que protege de la pobreza extrema a las personas que no han adquirido derechos en el seguro social.
3. La política de régimen empresarial y cogestión. Otorga a los empleados el derecho de información, recurso,
consulta y cogestión en materia de organización de los puestos de trabajo, los procedimientos laborales,
jornadas de trabajo, formas de remuneración, contratación y despido.
4. La política de mercado laboral que, por un lado, mejora la calidad de los mercados laborales mediante la
administración del trabajo y, por el otro, contribuye a un proceso de fijación de salarios económica y socialmente
aceptable, al cambiar la forma del mercado laboral a través de la libre asociación y la autonomía en la
celebración de los convenios colectivos de trabajo.
5. La política de vivienda, que quiere ofrecer a todos los ciudadanos una vivienda que cumpla con las normas
cuantitativas y cualitativas mínimas.
6. La política de la familia, que facilita el cumplimiento de las funciones de la familia facilitando ventajas
económicas y la creación de condiciones generales favorables.
7. La política de salud y prevención de enfermedades, que apunta a organizar el sistema de saluddando el marco
operativo al mismo y financiando la atención de salud pública a los que no pueden acceder a la misma en el
sector de mercado.

ELEMENTOS Y MEDIOS TÉCNICOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL


CONTINGENCIAS
CONCEPTO:La definición de contingencia según los diccionarios suele referirse a algo que es probable que
ocurra, aunque no se tiene una certeza al respecto. La contingencia, por lo tanto, es lo posible o aquello que
puede, o no, concretarse.
Las contingencias sociales son los eventos que normalmente provocan una necesidad económica que se traduce en
la disminución o pérdida de los ingresos habituales o bien generan gastos adicionales o suplementarios. Por eso
decimos que el objeto de la seguridad social es amparar al hombre contra las contingencias sociales.

CLASIFICACIÓN DE AZNAR
La clasificación de las contingencias más difundida es la que propuso el profesor español Severino Aznar quien las
divide en: biológicas, patológicas y económico-sociales.
Entre las primeras -biológicas- podemos mencionar a la maternidad -cubierta desde distintos ángulos con
prestaciones dinerarias y de tipo médico-asistencial pre y post parto, la vejez que, cumplidos ciertos requisitos de
edad y tiempo de servicios, se atiende mediante una prestación denominada jubilatoria, cuya finalidad es sustituir
(en parte) los ingresos que se percibían durante la actividad; y desamparo por muerte que se cubre mediante una
prestación dineraria única para atender a los gastos de sepelio del causante y otra periódica -pensión- destinada a
la cónyuge y/o grupo familiar primario y/o económicamente dependiente del causante, para paliar el efecto que
sobre los ingresos del núcleo, significó su desaparición.
Las patológicas son aquellas situaciones que, por efecto de una enfermedad, accidente o invalidez, impiden la
realización de actividad laborativa generando, además de la necesidad de prestaciones para la salud -en especie-,
la disminución total o parcial de los ingresos de quien los padece y su grupo. Así veremos que mientras que el
subsistema de obras sociales tiende a cubrir el primer aspecto; prestaciones dinerarias a cargo de los empleadores
(caso de accidentes y enfermedades inculpables) o del organismo previsional en su caso, brindan apoyo económico
para la cobertura del otro aspecto de la contingencia.
Dentro de las que según la clasificación referida son de orden económico-social, podemos citar a las cargas de
familia y a la situación de desempleo. Las primeras refieren a la desigualdad existente entre quienes tienen esposa
e hijos en edad escolar o incapacitados o en número elevado -y los mayores gastos que esto origina: educación,
alimentación, vestimenta, etc.- respecto de quienes no los tienen o los tienen en un número menor. Se trata de
cubrir la mencionada desigualdad mediante el otorgamiento de una prestación dineraria denominada “asignación
familiar” a quienes cuentan con mayores cargas de familia. La ley ha establecido la obligatoriedad de su pago a los
trabajadores dependientes y a los jubilados y pensionados -pues se considera que la contingencia no desparece
con el retiro de la actividad.
El desempleo, como su nombre lo indica, es la imposibilidad de un individuo de encontrar ocupación útil en el
marco social, sea porque carece de toda posibilidad de trabajo o porque se desempeña en uno que corresponde a
un nivel inferior al de su capacidad productiva (subocupación o subempleo). En la Argentina no se ha
instrumentado la cobertura de esta contingencia de manera universal, ya que el seguro de desempleo está dirigido
solo a quienes se encuentran insertos en el mercado formal, trabajando en relación de dependencia en el ámbito
privado, que hayan logrado un mínimo de cotizaciones o aportes al sistema en el periodo inmediatamente anterior
al cese de la relación laboral (entre otros que van a ver en profundidad más adelante en la cursada), y ciertos
programas que buscan favorecer las posibilidades de empleo de las personas que están fuera del mercado laboral.
La recomendación de los organismos internacionales en materia de trabajo y seguridad social en este sentido es la
implementación coordinada de una serie de medidas que estén dirigidas por un lado a la creación de condiciones
que faciliten la generación de puestos de trabajo, por otro la puesta en marcha de programas que abarque
medidas de carácter educativo y técnico para facilitar el acceso a otros niveles de empleo; establecer estímulos
para la registración laboral de los trabajadores precarizados o informales entre otras.
Además de las contingencias mencionadas (tradicionales) en la actualidad se señala la necesidad de orientar la
cobertura a otras que igualmente afectan la calidad de vida. Un ejemplo de ellas son la escasez de vivienda, la
imposibilidad de gran parte de los jóvenes de acceder a estudios superiores, la insuficiencia de las prestaciones
dinerarias para satisfacer en su amplitud las necesidades humanas y todos aquellos servicios que contribuyan al
pleno desarrollo de las posibilidades de cada hombre en el orden del tener y, fundamentalmente, del “ser”.

ESTADO DE NECESIDAD
Se entiende por estado la situación que vive el individuo, y por necesidad una condición de privación de derechos
indispensables (a la vida, a la salud, a su integridad física o psíquica, a la alimentación básica, etcétera).
Todo ciudadano que se encuentre en situación de necesidad tiene derecho a algún tipo de tutela por parte del
sistema de Seguridad Social.
Las diferentes contingencias que se van presentando a lo largo de la vida pueden poner a una persona y/o a su
familia en un Estado de Necesidad, pues afectan su capacidad de cubrir sus necesidades básicas, ya sea
disminuyendo o anulando el ingreso, o generando un incremento inesperado de gastos afectando la situación
económica de manera negativa y el Estado, como promotor del bien común, debe hacerse cargo de subsidiar estas
contingencias para reducir las desigualdades que ellas provocan y garantizar el acceso a los medios para que
puedan seguir satisfaciendo sus principales necesidades y evitar que la permanencia en estado de necesidades
insatisfechas lo haga caer en un círculo vicioso de donde cada vez sea más difícil salir.
El eje central no es la idea de igualdad de las personas, sino la de la nivelación de las desigualdades que entre ellas
existen, la igualdad deja de ser punto de partida del derecho, para convertirse en meta o aspiración del orden
jurídico.
Esta desigualdad puede verse entre individuos ligados entre sí por determinado vínculo jurídico o en aquellas
situaciones objetivas que a las personas les tocan en suerte. De este modo se advierte la existencia de individuos
en una situación de mayor desventaja o vulnerabilidad que otros por diferentes motivos: discapacidad o
enfermedad, vejez, imposibilidad de subsistencia digna, etc.
Los desafíos crecientes de la economía mundial, a la luz de la globalización y sus riesgos e incertidumbres, afectan
de manera diferente a las distintas regiones y países. El aumento de la pobreza e indigencia en las sociedades y la
pérdida de importancia del empleo como fuente de acceso a un conjunto de bienes sociales básicos y de ingresos
marcaron la necesidad de nuevas estrategias para incluir a la población, lo que llamó a una resignificación de la
Protección Social como eslabón central para lograr una mayor equidad e inclusión social.
Este enfoque de la Protección Social horizontal derivó en el concepto de Piso de Protección Social que la
Organización Internacional del Trabajo junto a la Organización Mundial de la Salud vienen plasmando y
recomendando en distintos documentos desde el año 2009, y se refiere a un “conjunto integrado de políticas
sociales diseñado para garantizar a toda persona la seguridad de los ingresos y el acceso a los servicios sociales
esenciales, prestando especial atención a los grupos vulnerables y protegiendo y empoderando a las personas a lo
largo del ciclo de vida” (OIT, 2011). Por otro lado, algunos organismos internacionales han reconocido también el
rol central que tienen “las políticas de Protección Social para estabilizar la demanda agregada y mejorar la
resiliencia frente a perturbaciones económicas, contribuyendo a facilitar sendas de desarrollo más inclusivas y
sostenibles” (OIT, 2011; CEPAL, FLACSO Y UN-DESA, 2011).

RIESGO, CARGA Y CONSISTENCIA.


Para que exista un riesgo es necesario que se descuide una necesidad. Las contingencias son aquellas situaciones
que tienen alguna probabilidad de ocurrir a lo largo de la vida de las personas y que generan estados de necesidad.
Se entiende por riesgo social la posibilidad que una persona sufra un daño que tiene su origen en una causa social.
Es decir que, el riesgo social depende de las condiciones del entorno que rodea al individuo.
Si definimos al riesgo social no por sus causas sino por sus efectos. El riesgo social, supone la existencia de algo que
podría derivar en que un conjunto de personas quede marginado de la sociedad.
Por ejemplo, si en una comunidad los niños no tienen acceso a las escuelas, dichos menores están en riesgo social,
crecerán sin la formación necesaria para integrarse al mundo laboral y por lo tanto tendrán menores posibilidades
de ganarse su sustento. De la misma manera, si los trabajadores no son registrados se verán excluidos del ejercicio
de ciertos derechos de la seguridad social como la cobertura de obra social, cobro de asignaciones familiares y
previsionales.
Los riesgos físicos afectan los ingresos ya que reducen la capacidad de trabajo, entre ellos encontramos la
enfermedad, la vejez y la invalidez mientras que los riesgos económicos si bien no alteran la fuerza de trabajo
obstaculizan su ejercicio, tal es el caso del desempleo.
La carga de la seguridad social está en cabeza del Estado, ya sea proporcionando la legislación necesaria para
garantizar la cobertura necesaria que permita hacer frente a los riesgos que las personas se vean obligadas a
enfrentar, desde el mandato constitucional está establecido que debe ser el Estado el que proporcione a sus
ciudadanos una mínima seguridad frente a las situaciones de necesidad en la que puedan encontrarse,
facilitándoles los medios precisos para eliminar los obstáculos que les dificultan o impiden alcanzar los objetivos
humanos de realización plena de la autonomía y la independencia del individuo, favoreciendo la igualdad entre
todos los ciudadanos, ya sea a través del sistema contributivo o en forma subsidiaria a través del sistema no
contributivo actuando como ultima red de contención.
Una de las características que debe cumplir un sistema de seguridad social es la consistencia a lo largo del tiempo.
La definición de consistente refiere a la propiedad de las cosas de ser duraderas o difíciles de alterar a lo largo del
tiempo. También alude a la coherencia que existe entre los elementos que forman parte de un conjunto, decimos
que un sistema de seguridad social tiene consistencia cuando se muestra sólido o estable.
Se vincula con la confianza que los miembros de la sociedad tienen en el sistema, a mayores niveles de consistencia
mayor es la confianza que genera en función de la previsibilidad y la seguridad sobre la garantía de la cobertura de
los niveles de ingreso y subsistencia lo largo de la vida.
En el mundo actual la globalización imprimió una mayor velocidad y dinamismo de cambios en las economías de
los países provocando grandes desafíos para mantener la consistencia y sostenibilidad de los sistemas de seguridad
social y los pisos de protección social parecen ser la mejor salida para brindar confianza y garantizar la cobertura de
la seguridad social a todas las personas que forman parte de la sociedad constituyéndose paralelamente sistemas
de prestaciones contributivos y no contributivos entre los cuales alternan los beneficiarios, siendo su objetivo la
universalización de la seguridad social, por ejemplo los menores tendrán garantizada su cobertura
independientemente de que sus padres o mayores a cargo estén insertos o no en el mercado formal de trabajo
correspondiéndoles la asignación familiar (contributiva), la asignación universal (no contributiva) o la posibilidad de
desgravar del impuesto a las ganancias las cargas familiares (para los casos en que superan el tope para el cobro de
asignaciones familiares).

ÁMBITO DE APLICACIÓN PERSONAL DE LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD SOCIAL


POBLACIÓN ACTIVA
La población activa es una magnitud económica que se define como el número de personas en edad de trabajar
dentro un territorio.

POBLACIÓN DEPENDIENTE
Es la compuesta por todas aquellas personas que trabajan bajo condiciones de subordinación y dependencia con tu
empleador. El trabajador ofrece su fuerza de trabajo y el empleador debe proporcionarle los medios para trabajar y
pagarle una remuneración por el trabajo que realiza.

POBLACIÓN AUTÓNOMA
Un trabajador independiente es una persona que desarrolla una actividad económica por cuenta propia,
valiéndose de su propio capital, y recursos económicos, sus ingresos dependen del nivel de ventas o prestación de
servicios q realice en un periodo de tiempo.

POBLACIÓN PASIVA
La población pasiva es la que está por debajo de la edad mínima que la ley permite para el ingreso laboral y los que
superan la edad fijada por la ley para acceder al derecho jubilatorio, de esta manera se consideran pasivos porque
no trabajan, en oposición a la población activa la cual es la población que se encuentra dentro del rango de edades
aptas por la ley para laborar.

POBLACIÓN ANTERIOR Y POSTERIOR A LA ACTIVIDAD


Anterior y posterior a la actividad es todo el tiempo de vida que una persona pasó en forma previa y posterior a la
actividad laboral independientemente de la edad que tuviera.

POBLACIÓN RURAL
El concepto de población rural se aplica a aquellos tipos de población ubicadas en zonas no urbanizadas que se
dedican a la producción primaria, ya sea de productos agrícolas como de productos ganaderos.
En las zonas rurales, las condiciones de trabajo tienden a ser difíciles, precarias y peligrosas puesto que los empleos
rurales son generalmente informales, no existen contratos escritos. Es habitual que las personas trabajen muchas
horas, perciban ingresos bajos e inestables y con frecuencia se vean forzadas a combinar varias actividades para
poder subsistir.
La mayoría de los habitantes de zonas rurales tienen escaso o ningún acceso a sistemas de protección social, es por
eso que tanto en el derecho laboral como en la seguridad social merece una consideración especial para el
abordaje de las vulnerabilidades a las que se enfrentan los trabajadores rurales a lo largo de sus vidas, que nacen
de condiciones laborales peligrosas y del carácter precario de sus trabajos.

MENORES DE EDAD
En Seguridad Social se considera menores de edad a todos los integrantes de la población menores a 18 años de
edad.

FAMILIARES A CARGO
A los efectos de la seguridad social los familiares a cargo son hijos menores de edad, hijos discapacitados sin
importar su edad y cónyuge o conviviente.

PERSPECTIVA DE GÉNERO EN SEGURIDAD SOCIAL


La Seguridad Social desde sus orígenes surge ligada a los derechos de los trabajadores y por lo tanto reproduce las
desigualdades que se hayan presentado en el ámbito laboral. Entre los obstáculos a los que se enfrentan las
mujeres para lograr acceder al beneficio jubilatorio podemos contar: Las inferiores tasas de participación en la
fuerza laboral y mayores tasas de desempleo; mayor presencia en la economía informal y mayor inestabilidad
laboral; mayor cantidad de interrupciones laborales dadas por la dedicación a tareas de cuidado; brecha salarial
respecto del hombre.
Los temas de genero han cobrado gran importancia en el último tiempo en todos los ámbitos, se han logrado
muchísimos avances buscando la equidad e igualdad entre todas las personas y la seguridad social no puede
escapar a eso ya que es uno de los pilares fundamentales que han servido de apoyo para lograr grandes avances en
la materia, siendo esto reconocido por todos los organismos internacionales relacionados con el mundo del trabajo
y la seguridad social, resultando más notorio esto en los Estados donde las desigualdades son más marcadas ya sea
por cuestiones de índole económica como por cuestiones religiosas y culturales.
La disponibilidad de los recursos económicos provenientes de la seguridad social ha permitido y permite a un
importante número de mujeres no solo mejorar sus niveles de subsistencia, sino poder participar de la toma de
decisiones en el ámbito familiar que antes les estaban vedadas e incluso salir de situaciones de violencia o abuso a
las cuales estaban sometidas ya que la dependencia económica es una de las razones que condicionan la
posibilidad de salir de esa situación.
Analizando el universo de beneficiarios de cada una de las prestaciones podemos identificar claramente las
dificultades que han tenido las mujeres para insertarse y desarrollarse laboralmente. Si hacemos un breve
recorrido por las prestaciones que se abonan en cada uno de los subsistemas de nuestra seguridad social podemos
ver esta situación con claridad.
Los principales generadores del pago de asignaciones familiares (sistema contributivo) son hombres, ya que son
quienes logran más frecuentemente tener inserción en el mercado laboral formal.
Como contrapartida de esto, La Asignación Universal (no contributiva) suele estar en cabeza de las mujeres que,
por estar condicionadas por el mandato social de ser quienes se ocupan de las tareas de cuidado se enfrentan a
mayores dificultades para insertarse en el mercado formal o realizan tareas como trabajadoras de casas de familia,
ámbito en el cual se ha avanzado mucho en materia de reconocimiento de derechos laborales, pero que queda un
largo camino por recorrer porque aún persiste un alto porcentaje de informalidad.
En relación a las asignaciones familiares y universales, con la puesta en vigencia de la Asignación universal en el año
2009 se produjeron varios cambios de gran importancia, el primero es el reconocimiento del derecho de los niños a
tener garantizado un ingreso mínimo para cubrir sus necesidades, complementado con el beneficio de los
controles de salud y vacunación así como escolaridad; pero también un cambio muy significativo para las madres
de las y los niños al poner en cabeza de las madres el cobro de la prestación, salvo en los casos donde se acredite
fehacientemente que los y las menores están a cargo del padre u otro familiar.
De la mano de esto también se hizo visible la necesidad de facilitar el cobro de las asignaciones familiares por parte
de las madres sin necesidad de recurrir a la vía judicial, creándose un trámite abreviado donde toda mujer que se
presente a solicitar el cobro de las asignaciones familiares lo gestiona con un simple trámite administrativo. La
importancia de esto radica en que las asignaciones familiares eran percibidas por el adulto generador (es decir el
que se encontraba inserto en el mercado formal) por lo cual en su mayoría eran percibidas por los hombres, que
las consideraban parte de su ingreso, dificultándose la posibilidad de decidir respecto del destino de las mismas
para las mujeres, y en los casos donde no había convivencia entre los miembros del grupo familiar, las mujeres
veían la misma dificultad para el cobro de las asignaciones familiares correspondientes a sus hijos e hijas que para
la percepción de las cuotas alimentarias.
En relación al fondo de desempleo el análisis de la composición de sus beneficiarios corrobora la dura realidad que
vivimos las mujeres en cuanto a la segregación y precariedad laboral, al tratarse de un beneficio que pertenece al
universo de prestaciones contributivas, solo acceden a él las personas que se encuentren trabajando en el mercado
formal, y aparte de ese requisito también incluye que ese trabajo sea en relación de dependencia, que se haya
realizado en el ámbito privado, que tenga una determinada cantidad de cotizaciones al sistema (aportes) para
poder acceder y también ello será determinante del monto que le corresponderá percibir.
Todo esto hace que sea mayor el universo de beneficiarios hombres ya que las mujeres tenemos mayores
dificultades para insertarnos laboralmente en general, mayor cantidad de interrupciones (ya sea para dedicarnos a
las tareas de cuidado de menores, adultos mayores y enfermos, como por la mayor inestabilidad que presentan los
trabajos a los que podemos acceder), por lo que se dificulta lograr la cantidad de cotizaciones mínimas para
acceder al beneficio, a ello hay que agregarle que las licencias por embarazo y nacimiento no cotizan al sistema
porque son consideradas asignaciones familiares, el periodo de excedencia por ser una licencia sin goce de sueldo
tampoco cotiza aportes al sistema, y también es importante destacar que las trabajadoras de casa de familia no
pueden acceder a la prestación, ya que es un régimen hibrido que hace un mix entre el trabajo en relación de
dependencia y el régimen de trabajo independiente y a los efectos del fondo de desempleo y cobro de
asignaciones familiares quedan excluidas (las trabajadores de casas de familia no perciben asignaciones familiares
sino asignación universal aun cuando se encuentren trabajando en blanco); esta mayor incidencia de mujeres
desempeñándose laboralmente en ámbitos vinculados con las tareas de cuidado (actividades feminizadas) como la
docencia, cuidado de menores, personas enfermas o de edad avanzada resulta un motivo más de exclusión en la
percepción del fondo de desempleo ya que son actividades que se llevan a cabo mayormente en relación de
dependencia con el Estado y no están incluidas en el cobro de esta prestación por considerarse que el estado
brinda estabilidad perfecta.
En el subsistema de riesgos de trabajo también se da esta marcada diferencia entre la población incluida, la
mayoría son de género masculino y esto está dado porque es mucho mayor la incidencia de la informalidad laborar
en las mujeres que en los hombres.
El subsistema de salud está compuesto por el sistema público y el sistema de obras sociales (para quienes trabajan
en relación de dependencia), el sistema privado (pago), y en ellos vemos que hay mayor concurrencia de mujeres al
sistema público que al privado, por otro lado de las mujeres que gozan de cobertura de obra social hay un
porcentaje muy significativo que acceden a ella por estar a cargo de sus parejas, y la tercer cuestión que va de la
mano y corrobora lo que ya venimos mencionando en relación a la sobrecarga de tareas de cuidado en las mujeres
es que los menores que son asistidos tanto en el sistema público como el privado o el de obras sociales es que en
su gran mayoría van acompañados por sus madres.
Por último, el universo de mujeres que se encuentran en edad de ser incluidas en el sistema de jubilaciones y
pensiones no escapa a la realidad del resto de las prestaciones de la seguridad social, son mujeres principales
perceptoras de pensiones no contributivas, cuya cuantía por lo general cubre solo las necesidades básicas, y de
pensiones derivadas de los derechos adquiridos por su cónyuge o pareja, esto no solo se da porque la expectativa
de vida entre géneros presenta algunas diferencias y además porque durante mucho tiempo culturalmente
estábamos mandados como sociedad a establecer parejas que mantuvieran el formato de mayor edad del hombre
respecto de la mujer con lo cual se genera la situación de un fallecimiento anterior del hombre en la pareja antes
que la mujer, sino que además, de los hombres que llegan al estado de viudez muchos no logran pensionarse
porque es requisito necesario que el o la causante del beneficio pensionario hubiera tenido derecho a acceder al
algún beneficio y es el caso de las mujeres la falta de cumplimiento de requisito jubilatorio es mayor.
En relación a esto fueron de gran importancia para mitigar la brecha jubilatoria las moratorias previsionales, mal
llamadas jubilaciones de ama de casa porque no solo beneficiaron a amas de casa, tampoco fueron
exclusivamentemujeres las beneficiarias, muchos hombres también accedieron a su beneficio jubilatorio a través
de ellas, ya que fueron concebidas para que aquellas personas que se vieron perjudicadas en algún o varios
momentos a lo largo de su vida activa viéndose impedidos de acceder a su beneficio jubilatorio una vez cumplida la
edad requerida para ello a falta de los aportes necesarios.
La primera ley de inclusión previsional, la ley 25994/05 contemplaba dos tipos de beneficios a otorgar en función
de las contingencias que afectaban a la población en ese momento, en su artículo 2º preveía el pago de una
jubilación anticipada para aquellas personas que tenían los aportes jubilatorios requeridos para acceder al
beneficio jubilatorio (30 años) y le faltaran hasta 5 años de edad para jubilarse, otorgándoles un beneficio al 50%
del que correspondería y que se actualizaría al 100% cuando se cumpliera el requisito de edad. Y por otro lado en
su artículo 6º la posibilidad de completar a través de una moratoria previsional los aportes faltantes a aquellas
personas que tuvieran la edad jubilatoria pero que le faltaran aportes.
La composición de los beneficiarios de las prestaciones otorgadas bajo la ley 25994 refleja con absoluta claridad
que todas las situaciones que atraviesan las personas durante la etapa activa de su vida tienen su correlato en la
etapa pasiva de su vida, las estadísticas de la Anses muestran que hubo mayor incidencia de hombres que
accedieron a la prestación jubilatoria establecida en el artículo 2º de la ley (que en su mayoría había trabajado toda
su vida y que quedaron sin trabajo en la época de las privatizaciones y la flexibilización laboral no pudiendo
reinsertarse) y eran mayoritariamente mujeres las que accedieron al beneficio acogiéndose al artículo 6º de la ley
(ya que eran mujeres que se dedicaron a tareas de cuidado en el ámbito del hogar o desempeñaban trabajos en el
mercado informal ya la brecha de género en la época de su etapa activa prácticamente invalidaba las posibilidades
de insertarse en el mercado formal).
Con el advenimiento de la pandemia de COVID 19 se puso de manifiesto la gran importancia de poder contar con
un sistema de seguridad social amplio, variado, universal y fuerte que permitió poner en marcha rápidamente la
asistencia económica necesaria para paliar los efectos negativos que sobre la economía genera. Podemos opinar
sobre el tipo de prestación o la suficiencia en la cuantía de las mismas, nadie tiene dudas que nada es suficiente
frente a una crisis mundial inédita como la que nos toca vivir, pero enfrentarla sin la asistencia económica a los
más golpeados hubiera sido mucho más difícil.
Entre las medidas implementadas para mitigar los efectos económicos de la pandemia es importante destacar el
pago del IFE, donde una vez más la realidad nos pone de manifiesto que la pobreza, la informalidad laboral, la
exclusión tiene cara de mujer, y eso se hace evidente ya que según los datos de la anses, el organismo de la
seguridad social que permitió materializar rápida y eficazmente los pagos gracias a la magnitud de su base de datos
(la más grande de Sudamérica), la mayor parte de las personas que percibieron el IFE fueron mujeres.
Esto muestra la importancia de la seguridad social para cumplir con las recomendaciones de los organismos
internacionales en la materia que recomiendan a los países garantizar pisos de cobertura para sus habitantes,
teniendo la capacidad de adaptarse a las necesidades de cada momento, donde la globalización incrementó
significativamente la velocidad de estos cambios, esto sumado a las fatalidades de índole natural (terremotos,
inundaciones, etc., que se ven incrementadas por el cambio climático) al igual que las de salud como la que nos
toca vivir en este momento.

PRESTACIONES SOCIALES
La seguridad social es un ámbito del derecho que ampara a la persona como tal y compromete a la sociedad, con
apoyo en la solidaridad, en la cobertura de las necesidades derivadas de ciertas contingencias sociales mediante el
otorgamiento de prestaciones y es el Estado quien debe garantizar el goce de los beneficios de la seguridad social.
Los beneficios consisten en las prestaciones resultantes de la cobertura de las contingencias que puedan afectar a
la persona, provengan ellas tanto de regímenes de carácter contributivo como asistencial, no ya como individuos,
sino como integrantes de lo social ya que lo que se encuentra en juego es el interés de la sociedad en pleno. La
cualidad de “integral” que la Constitución impone a esa cobertura, implica que debe ser amplia y total en relación
con el conjunto de contingencias incluidas en el sistema, abarcándolas globalmente.
En cuanto al sistema de la Seguridad Social, Argentina es uno de los países Latinoamérica más avanzada en esta
materia de la protección del ser humano. Este sistema procura el equilibrio e igualdad en la sociedad.
Las prestaciones son un conjunto de medidas que pone en funcionamiento la Seguridad Social para prever, reparar
o superar determinadas situaciones de infortunio o estados de necesidad concretos, que suelen originar una
pérdida de ingresos o un exceso de gastos en las personas que los sufren. Las prestaciones se clasifican en
dinerarias o en especie.

 Las prestaciones económicas o dinerarias son aquellas prestaciones que consisten en la entrega de una
cantidad de dinero.

 Las prestaciones en especie, son aquellas prestaciones consistentes en la entrega de un bien o un servicio,
por ejemplo, la asistencia sanitaria y los servicios sociales.
Dentro de las prestaciones económicas hay dos modalidades básicas que afectan a la forma de pago:

 Las prestaciones de tracto único o de pago único, son aquellas que consisten en la entrega de una única
cantidad de dinero, por ejemplo, un subsidio de gastos de sepelio por defunción, la indemnización por
lesión permanente.

 Las prestaciones de tracto sucesivo o de pago periódico, son aquellas consistentes en la entrega de
cantidades periódicas, por ejemplo, el salario por hijo o la asignación universal, la licencia por maternidad.
Dentro de las prestaciones de tracto sucesivo existen dos tipos:

 Aquellas prestaciones económicas de pago periódico que tiene limitada en el tiempo su duración máxima,
por ejemplo, el desempleo, la maternidad.

 Aquellas prestaciones económicas de pago periódico que no tienen a priori limitado el tiempo de duración
máxima. Por ejemplo, la jubilación, la pensión por fallecimiento.
Entre las diferentes prestaciones que deben tener cobertura en cualquier sistema de seguridad social podemos
mencionar: Asistencia sanitaria, Incapacidad temporal, Embarazo, Maternidad, Incapacidad permanente,
Jubilación, Muerte y supervivencia (Subsidio por defunción, Pensión de viudez, Pensión por orfandad,
Indemnización en los supuestos de accidente de trabajo y enfermedad profesional), Prestaciones familiares
(Prestación económica por nacimiento/adopción de hijo, Asignación familiar por hijo o cónyuge, Ayuda escolar,
Prestaciones por desempleo).
Prestaciones sustitutivas: Son aquellas destinadas a sustituir el ingreso perdido o mermado, entre ellas se
encuentra el seguro de desempleo ante la pérdida de la fuente laboral, podemos mencionar los ATP que se
implementaron durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio decretado por la pandemia de Covid 19 para
aquellas personas quetrabajaban en relación de dependencia como mecanismo de ayuda a los trabajadores para
que no sufrieran una reducción salarial a causa de la crisis económica que se generó y como ayuda al sector de
empresarios, pymes y comercios que les permitía beneficiarse con el subsidio por parte del Estado de una porción
de la masa salarial de sus empleados a condición que mantuvieran las fuentes de trabajo.
Prestaciones complementarias: Comprende a prestaciones de carácter económico que tienen como finalidad
atender situaciones de urgencia y necesidad, con el fin de paliar contingencias extraordinarias que se puedan
presentar a personas o unidades familiares y que deban ser atendidas con inmediatez. Como ejemplo de ellas
podemos mencionar los subsidios que se otorgaron en diferentes oportunidades ante fatalidades de índole natural,
catástrofes causadas accidentalmente y sanitarias como la que nos está tocando atravesar en este momento a
través del pago de montos de dinero para asistir a los damnificados y amortiguar el impacto causado por el
acontecimiento que los afectó.
Poe ejemplo el pago del IFE como refuerzo a todas las personas que se encontraban en el mercado informal o
desempleadas y que se veían impedidas de reunir los ingresos necesarios para su subsistencia. Otros ejemplos un
poco más lejanos en el tiempo son el pago de subsidios a los damnificados de las inundaciones del año 2013 en la
ciudad de La Plata, el pago de subsidios a los damnificados de la explosión ocurrida en Rosario en el mes de agosto
del año 2013 en un edificio ocasionada por una pérdida de gas que provocó la destrucción total de todas las
propiedades que se ubicaban en la manzana y daños severos en los alrededores, entre muchos otros.

REQUISITOS PARA SU PERCEPCIÓN


El pago de toda prestación, sea del tipo e índole que sea, siempre implica el cumplimiento de ciertos requisitos que
deben ser acreditados para convertirse en beneficiario y poder acceder a las mismas, más adelante cuando se
desarrollen en detalle cada una de las prestaciones que se encuentran vigentes en nuestro sistema de seguridad
social van a ver en profundidad los requisitos particulares de cada una de ellas y los organismos otorgantes
detallan según la normativa vigente cuales son los correspondientes a cada prestación.
Estos requisitos pueden ser de diferentes tipos, pero siempre estarán vinculados con acreditar una condición o
circunstancia que provoca un estado de necesidad.
Por ejemplo una persona que se encuentra incapacitada en forma permanente sin posibilidad de generar por sus
propios medios a través de su fuerza laborativa los recursos para su subsistencia (y la de su familia en caso que
tenga familiares a cargo) debe ser asistido por la seguridad social, de hecho ya tuvo una primera asistencia de la
seguridad social en el sistema de salud, donde bien sea a través la cobertura de una obra social (si era trabajador
en relación de dependencia o se encontraba a cargo de un familiar) o en el sistema público si no tenía cobertura
fue atendido por su problema de salud o accidente que le causo la incapacidad, y según acredite haber realizado
los aportes mínimos que se requieren para acceder a un retiro transitorio o definitivo por invalidez o en el sistema
no contributivo a través de una pensión no contributiva por discapacidad (nacional o provincial), o bien por el pago
al familiar que lo tiene a cargo de salario familiar por hijo con discapacidad o asignación universal por hijo con
discapacidad será la prestación que le corresponda.
Para poder acceder a la misma deberá acreditar documentalmente el cumplimiento de los requisitos, a
continuación, detallo algunos a modo de ejemplo:

 Las discapacidades se acreditan mediante la presentación de estudios y certificados médicos que den fe de
su estado, o mediante los certificados de discapacidad otorgados por organismos autorizados sin perjuicio
que los Organismos de la Seguridad Social en los casos donde la normativa así lo indique pueda requerir la
intervención de las comisiones medicas a fin de que emitan dictamen sobre el estado de salud a fin de
corroborar el derecho a acceder a la prestación.

 Los vínculos familiares se acreditan mediante la presentación de las partidas emitidas por el registro
correspondiente, las convivencias a través de declaraciones juradas y documentación probatoria como
porejemplo coincidencia de domicilios en los DNI de las personas involucradas en la relación,
correspondencia y recibos de servicios a nombre de uno y otro miembro del vínculo en el domicilio
declarado como de habitación común.

 La condición de estudiante a través de certificados emitidos por las entidades educativas.

PERÍODO DE CARENCIA
A los fines de ejercer el derecho a ciertas prestaciones, generalmente las vinculadas con la cobertura de las obras
sociales o algunos seguros, en ciertos casos hay que superar lo que se denomina como periodo de carencia. El
periodo de carencia se traduce en la no obligación de cumplimiento de unas condiciones determinadas en una fase
temporal. Dicho incumplimiento puede ser tanto total como parcial.
La carencia es el período posterior a la contratación durante el cual se impone al usuario una espera para
usufructuar ciertas prestaciones, suele justificarse en la necesidad de los prestadores de asegurar una suma de
ingresos mínimos por asociado antes de comenzar al goce pleno de su plan. La ley establece que en las
prestaciones del Plan Médico Obligatorio (PMO) no puede existir período de carencia. Es decir que
inmediatamente el beneficiario puede gozar delas prestaciones del PMO.
Para las modalidades de prestación no previstas en el PMO, los tiempos de carencia deben estar suficientemente
explicitados en el contrato y aprobados por la Superintendencia de Servicios de Salud. Los períodos de acceso
progresivo en ningún caso podrán superar los doce meses corridos desde el comienzo de la relación contractual y
sólo podrán establecerse para el acceso a las prestaciones sanitarias superadoras o complementarias al PMO
vigente, según el decreto reglamentario.
Por ejemplo, al principio pueden no cubrir cirugías programadas o estéticas, ciertos tratamientos o prestaciones
que no representen riesgos para la vida o salud del beneficiario.
El Programa Médico Obligatorio es una especie de canasta básica de prestaciones a través de la cual los
beneficiarios tienen derecho a recibir prestaciones médico asistencial. La obra social debe brindar las prestaciones
del PMO y otras coberturas obligatorias, sin carencias, preexistencias o exámenes de admisión.

SATISFACCIÓN DE LAS PRESTACIONES


La obligación del estado frente a los derechos económicos, sociales y culturales es la de adoptar medidas
apropiadas con miras a lograr la plena efectividad delos derechos económicos, sociales y culturales hasta el
máximo de los recursos de que se disponga e implementar políticas de inclusión protegiendo a los que se
encuentran en situaciones de vulnerabilidad y debe otorgar los recursos necesarios para una subsistencia digna.
Cuando hablamos de satisfacción de las prestaciones debemos remitirnos a los principios fundamentales de la
seguridad social que vieron durante la clase anterior, estando la satisfacción de las prestaciones directamente
relacionada con el mayor o menor cumplimiento de estos principios por parte del sistema y sus prestaciones:
La Subsidiariedad (que actúa cuando el propio individuo no puede sobrellevar las contingencias que sufre por sí,
obligando al Estado a ser esta “ultima red de contención” frente a las contingencias en forma indelegable);
La Integralidad (que consiste en cubrir la mayor cantidad de contingencias posibles);
La Universalidad (que se refiere a que deberá tender a alcanzar a la totalidad de los habitantes);
La Inmediatez (consagra que los beneficios deben llegar lo antes posible a sus beneficiarios ya que las
contingencias son en su mayoría de carácter alimentario e improrrogable. El beneficio debe otorgarse cuando
existe la necesidad, debiendo prevalecer, incluso, por sobre la acreditación del derecho a acceder al mismo);
La suficiencia (que implica que el Estado tiene la obligación de garantizar, para la cobertura de las contingencias,
montos de prestaciones que permitan asegurar recursos económicos suficientes para mantener un nivel de vida
digna, y que enla definición de este nivel se ha de tener debidamente en cuenta las necesidades biológicas y
socioculturales de los beneficiarios);
La Unidad de Gestión (debe buscarse lograr un sistema integral que interrelacione los beneficios con una gestión
coordinada entre los organismos de los diferentes niveles del Estado involucrados para lograr una mejor
distribución de los recursos);
La Progresividad (que busca direccionar la proliferación cada vez más amplia y protectoria de los beneficios del
sistema, prohibiendo cualquier reforma que tienda a menoscabarlos, limitarlos y reducirlos); y
La Justicia Social (que determina que el sistema debe tender siempre a buscar el más alto valor de justicia, con un
fin de distribución equitativa de recursos y partiendo del presupuesto básico esencial que es paliar la desigualdad o
la injusticia social por medio de la solidaridad de sus integrantes).

AFILIACIÓN
Nos referimos a afiliación o personas afiliadas al sistema a aquellas que se encuentran insertas en el mercado
formal registrados en como trabajadores dependientes o independientes realizando los aportes y contribuciones
correspondientes. La afiliación a la Seguridad Social es el proceso administrativo mediante el que una persona es
reconocida como incluido en el sistema debido a que realiza una actividad económica determinada.

MONTO MÍNIMO Y MÁXIMO


Nuestra constitución pone en cabeza del Congreso Nacional la facultad de establecer el sistema previsional
argentino, el congreso tiene la facultad para determinar las bases de cálculo de las prestaciones, así como también
su movilidad y sus topes máximos.
La fijación de topes a los haberes previsionales, se basa en el principio de solidaridad, en tanto tienden a asegurar
una más justa y equitativa distribución de los ingresos, priorizando la situación de aquellos que se encuentran en
desventaja, al asegurarles un haber mínimo garantizado.
La finalidad redistributiva se cumple en la medida que existan haberes que establezcan la garantía de un mínimo
vital para la subsistencia de los beneficiarios, aun cuando los aportes efectuados por el propio trabajador no
alcancen para el financiamiento de un piso mínimo. Ello justifica la solidaridad de todo el colectivo, lo que es
posible gracias al esfuerzo contributivo de todos ellos.
El haber de jubilación no se deriva en forma exclusiva del “esfuerzo personal” del trabajador aportante. A ese
esfuerzo, contribuyen también todos los ciudadanos, incluidos los más pobres, a través del pago de los impuestos
que gravan el consumo. Los sectores de menores ingresos, son los que menor capacidad tienen para obtener un
trabajo formal, con lo cual muchas veces quedan fuera de la cobertura del sistema, o sus aportes son insuficientes
para financiar un haber mínimo. De ahí entonces, la actual tendencia de la seguridad social hacia una mayor
universalización y ampliación de la cobertura, independientemente del nivel de ingreso de los trabajadores, lo que
permite mejores tasas de sustitución para los trabajadores que han tenido salarios bajos y medios

DIVERSOS SISTEMAS
Contributivo: La protección social a través de un sistema contributivo es aquella que está basada en los aportes y
contribuciones de sus afiliados, que serán junto a su grupo familiar los potenciales beneficiarios.
No Contributivo: La protección a través de prestaciones no contributivas tiene como finalidad principal que el
derecho a la seguridad social sea universal, es decir, que las personas que no hubieran cotizado nunca, o al menos
no lo suficiente como para tener derecho a las prestaciones del nivel contributivo, estén protegidas ante
determinadas situaciones.
La financiación se obtiene de los presupuestos generales del Estado y la gestión de las cantidades provistas para tal
fin se realiza a través de entidades gestoras especializadas.
Las prestaciones que los estados suelen garantizar en su modalidad no contributiva difieren en función del país al
que nos refiramos ya que están sometidos a regulaciones específicas.
Público: Son aquellos sistemas con administración y control directo estatal de estos fondos.
Privado: sistemas donde la gestión opera a través de entes privados, sujetas generalmente a algún tipo de
regulación estatal.
Reparto: Los sistemas de reparto son aquellos en los que los trabajadores presentes contribuyen a un fondo que se
distribuye entre los jubilados y pensionados del presente. El sistema puede adicionalmente ser asistido por el
Estado a través de fondos provenientes de rentas generales o por afectación específica de determinados
impuestos, cuando los aportes sobre salarios no alcanzan para financiar las pasividades establecidas.
Los sistemas de reparto se basan en el principio de solidaridad intergeneracional, en tanto los trabajadores
presentes aportan para el sostenimiento de la clase pasiva del presente, bajo la expectativa que, en el futuro,
cuando pasen a la pasividad, la generación joven futura los sostenga con sus aportes.
Capitalización: consiste en un proceso de acumulación de reservas (ahorro) que se canaliza en inversiones de
diversa naturaleza, que generan un determinado rendimiento. Las personas individualmente acumulan en su
cuenta personal dichos ahorros y su haber previsional generalmente que dará supeditado al resultado final de las
inversiones al momento de recibir la pensión. Por definición, por lo tanto, la pensión se dimensiona de acuerdo a la
reserva acumulada.

SISTEMAS PREVISIONALES VIGENTES EN ARGENTINA


En la actualidad, existen y funcionan en plenitud más de 140 regímenes independientes del Sistema Integrado
Previsional Argentino:

 13 cajas o institutos de empleados provinciales (Buenos Aires, Chaco, Chubut, Córdoba, Corrientes, Entre
Ríos, Formosa, La Pampa, Misiones, Neuquén, Santa Cruz, Santa Fe, Tierra del Fuego).

 22 cajas de empleados municipales: Rosario (con el Instituto Municipal de Previsión Social de Rosario,
Ciudad de Neuquén (Instituto Municipal de Previsión Social), la Federación De Cajas Municipales De
Jubilaciones Y Pensiones de Entre Ríos, la Ciudad de Santa Fe (con la Caja Municipal de Jubilaciones y
Pensiones), por mencionar algunos ejemplos.

 70 cajas de previsión social para profesionales en las provincias.


 24 cajas complementarias o compensatorias.

 4 regímenes especiales: cajas de previsión para empleados de Bancos provinciales, regímenes especiales
para el personal policial de provincias, y además para las Fuerzas Armadas a través del Instituto de Ayuda
Financiera (IAF), y personal de organismos de seguridad (Prefectura, Gendarmería, Servicio Penitenciario
Nacional, Policía Federal, Administración de Parques Nacionales).

 Pensiones No Contributivas Nacionales y Provinciales.

CAJAS DE PREVISIÓN SOCIAL PARA PROFESIONALES


Los Estados provinciales delegaron en favor de un determinado sector de la comunidad, los profesionales, las
facultades de creación, administración y gestión de un sistema de previsión social.
Estos organismos situados en el límite entre el derecho público y el derecho privado, toman del primero ciertas
prerrogativas de poder público y del segundo las formas de gestión. Son personas de derecho público no estatal,
con participación directa de los afiliados en el gobierno de las mismas.
La ley 18.038 (art.56) preveía el reconocimiento del carácter sustitutivo de estos regímenes. La misma fue
derogada con la reforma introducida por la ley 24.241, pero esta ley, ratifica ese criterio, al posibilitar que los
profesionales que se encuentren obligatoriamente afiliados a algún régimen jubilatorio provincial para
profesionales, puedan incorporarse como afiliados voluntarios al SIJP.
Asimismo, la reforma de la Constitución Nacional efectuada en 1994, incluyó –a solicitud de la Coordinadora de
Cajas de Previsión y Seguridad Social para Profesionales de la República Argentina- el artículo 125, que autoriza a
las provincias a conservar los entes de la seguridad social para empleados públicos y profesionales. Esta facultad
reconocida a las provincias de mantener su sistema de jubilaciones para profesionales ha sido entendida en
sentido amplio, permitiendo que en algunas provincias se creen nuevas cajas de previsión social para
profesionales.
Las Cajas de Previsión Social para Profesionales tienen una larga tradición en el país, otorgan además de las
prestaciones previsionales, otras de carácter asistencial y de salud a los profesionales y su grupo familiar en forma
directa en todo el país. Conforman la Coordinadora de Cajas de Previsión y Seguridad Social para Profesionales de
la República Argentina.
Algunas Cajas incluyen sólo a una de las diferentes profesiones, y otras a varias de ellas. Los profesionales están
obligatoriamente adheridos a estas Cajas de previsión, en razón de que desarrollan su actividad profesional dentro
del ámbito provincial de cobertura de las mismas. Estos sistemas son sustitutivos del SIPA, ya que la obligación de
contribuir al sistema previsional para profesionales, lo exime de la obligación de aportar al sistema nacional.
El régimen financiero es bipartito donde el profesional efectúa aportes personales y el cliente usuario de los
servicios profesionales una contribución sustitutiva del aporte patronal de los dependientes. Los sistemas tienen
en su mayoría un esquema de reparto puro, y en los últimos años unas pocas, han incorporado algún componente
de cuenta individual, pero manteniendo una prestación definida.

SISTEMAS COMPLEMENTARIOS
En nuestro país los Sistemas Complementarios tienen su origen en las llamadas “Cajas Complementarias” o
“Institutos Compensadores”, que tienen por objeto, precisamente, complementar e incrementar el monto del
haber previsional de un determinado sector de trabajadores, al que, además de aplicársele el sistema general de
jubilaciones y pensiones, se beneficia con un haber adicional complementario.
Han sido creadas por Ley, por Convenciones Colectivas de Trabajo (Ley 14.250) o por Convenios de
Corresponsabilidad Gremial (Ley 20.155). La financiación de estos sistemas esta exclusivamente a cargo de los
afiliados, sin que el Estado o terceros participen en la financiación de estos beneficios.
Características de estos sistemas: son voluntarios, son complementarios y no sustitutivos del sistema público, su
sistema financiero es de capitalización, pertenecen al derecho privado
Entre las creadas por Ley se puede mencionar el Régimen de Jubilaciones y Pensiones para Pilotos Aviadores de
Líneas Aéreas Comerciales y Regulares (Ley 19.346), entre las originadas por Convenciones Colectivas de Trabajo la
Caja Complementaria de Previsión para el Personal de la Jurisdicción Comunicaciones (CAPRECOM) instituida por la
CCT 30/1973 y entre las que fueron generadas por Convenios de Corresponsabilidad Gremial la Caja
Complementaria de Jubilaciones y Pensiones para el Personal de Obras Sanitarias establecido por la Res. MTSS
38/1987.
El objeto de estos institutos es paliar las diferencias entre el haber previsional y el ingreso que se percibía en la
actividad, al principio el objetivo se cumplía, pero con el paso del tiempo por razones estructurales tales como el
incremento en la expectativa de vida, la disminución de la relación actividad/pasividad deberían haber aumentado
el complemento a fin de asegurar la razonabilidad entre el haber jubilatorio y el de la actividad, pero al
dependerúnicamente de los aportes de los trabajadores debían recurrir a un aumento importante de los aportes,
hecho que siempre fue resistido llegando por esa razón a perder la capacidad de cumplir su objetivo original, las
que en la actualidad subsisten han quedado reducidas al otorgamiento de un beneficio de acuerdo a sus
disponibilidades económicas.

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