Documento 11

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 21

ANTECEDENTES

En sus orígenes, los estimulantes tipo anfetamínico fueron creados para


sustituir a la efedrina, sustancia derivada de la planta efedra, la cual fue
utilizada para el tratamiento de enfermedades respiratorias en la antigüedad.
En el año 1919, los japoneses sintetizan la metanfetamina por primera vez.

En los años 1930 's, se identificaron propiedades broncodilatadoras para el


manejo del asma; se usaron para el tratamiento de la narcolepsia, Parkinson,
déficit de atención, depresión, obesidad e incluso para el consumo de alcohol.
En el año 1940, la metanfetamina fue utilizada comercialmente, con el nombre
de mefedrina.

En la Segunda Guerra Mundial se proveían estimulantes de tipo anfetamínico


a los soldados y pilotos aviadores para evitar la fatiga durante el combate.

La metanfetaminas son producidas a partir de la efedrina, pseudoefedrina y la


1-Fenil-2-propanona (P-2-P) como principal precursor alterno.
La efedrina y la pseudoefedrina son usados en la manufactura de
descongestionantes y broncodilatadores, y la P-2-P se usa en la manufactura
de anfetaminas/metanfetaminas por la industria farmacéutica.

Debido a las regulaciones de los precursores de las metanfetaminas, los


fabricantes se han adaptado por medio del “smurfing” (obtención de
ingredientes en pocas cantidades, en diferentes lugares), además de utilizar
derivados y precursores de P-2-P, particularmente el PAA, que es precursor
directo de P-2-P.

Laboratorios clandestinos de metanfetaminas la metanfetamina producida a


partir de efedrina y la pseudoefedrina es más potente, en comparación con la
que se produce a partir de P-2-P como base.

La información epidemiológica principal que aborda el uso de metanfetaminas


en México proviene de la Encuesta nacional de adicciones (Secretaría de
Salud, SSA, Consejo Nacional contra las Adicciones, CONADIC 2008), donde
0.49 por ciento de los encuestados dijo haberlas consumido alguna vez en su
vida. Se emplearon muestras de población abierta de entre 12 y 65 años. Si
bien a escala nacional existe poca evidencia estadística sobre el consumo de
metanfetaminas, parece estar más presente en la población que asiste a
tratamiento. Los centros de integración juvenil tienen registros actualizados de
las personas que atienden, y de acuerdo con el último reporte, de los 9 733
casos recibidos en el segundo semestre de 2008 en el país, 12.5 por ciento
consumieron dichas drogas alguna vez.

1
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Actualmente existe un amplio consenso en reconocer la influencia de la familia


en las circunstancias en las que se vea “comprometido” el funcionamiento de
cualquier persona.

Cuando se realiza una intervención, cada miembro de la familia puede tomar


conciencia de sus patrones de comportamiento, con el fin de que logren
introducir cambios significativos que le lleven a satisfacer sus necesidades
personales y a resolver los posibles conflictos presentes en la dinámica
familiar.

En esta línea, los modelos sistémicos son fuente de referencia, pues se


entiende, que en las familias existen herramientas de resolución de conflictos
que pueden facilitar y acelerar los procesos terapéuticos y educativos.

DELIMITACIÓN CONTEXTUAL

León, Guanajuato es uno de los 12 estados con mayor consumo de cristal y


metanfetaminas, principales drogas de atención, señaló Raúl Martín del
Campo, director de Planeación del Instituto Nacional de Psiquiatría.

En otros 14 estados el alcohol es la principal droga de consumo y en cuatro, el


cannabis, esto por la necesidad de los cárteles de la droga para desbancar las
sustancias de origen natural.

Así lo explicó durante su ponencia Panorama internacional de drogas sintéticas


y su repercusión en México del congreso Planet Youth.

Ejemplifica que para producir cocaína se requiere un arbusto de coca y que los
cárteles tengan acceso a plantíos en países andinos, escondidos de
autoridades en gran volumen.

El material se cosecha y se obtiene el alcaloide que se distribuye, este arbusto


solo se consigue en Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia.

De acuerdo con los datos de la Unesco que presentó, en México la principal


actividad de consumo de drogas ilegales son los opioides, cristal,
metanfetaminas y fentanilo.

En drogas legales el alcohol y tabaco siguen a la cabeza, aunque generan


mayor causa de muerte, pero al ser el cristal y metanfetamina más
desgastantes del organismo las atenciones del sector salud son superiores.

El consumo de drogas en México y en el mundo se encuentra en constante


cambio, de ahí la necesidad de establecer proyectos de diagnóstico

2
epidemiológico del problema para su adecuada comprensión, adaptando los
sistemas de monitoreo acorde a las necesidades y características de cada
contexto, tomando en consideración la evolución del fenómeno, las nuevas
problemáticas asociadas y las características de las poblaciones, favoreciendo
así no sólo el acceso a la información sino que además la detección oportuna
de los cambios que nos permitan una planeación estratégica y la aplicación de
programas e intervenciones adecuadas ante problemas emergentes con una
base científica.

En el presente documento se exponen, desde la perspectiva epidemiológica,


información sobre el consumo de sustancias psicoactivas a nivel nacional,
estatal y local, identificando aspectos como la magnitud, forma y tendencias de
este problema de salud, así como los patrones de consumo, grupos en riesgo
y factores asociados.

Las fuentes consultadas en la elaboración del presente diagnóstico son:


La Encuesta Nacional del Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017
(ENCODAT 2016-2017); la Encuesta Nacional del Consumo de Drogas en
Estudiantes 2014 (ENCODE 2014).

El consumo de drogas en México y en el mundo se encuentra en constante


cambio, de ahí la necesidad de establecer proyectos de diagnóstico
epidemiológico del problema para su adecuada comprensión, adaptando los
sistemas de monitoreo acorde a las necesidades y características de cada
contexto, tomando en consideración la evolución del fenómeno, las nuevas
problemáticas asociadas y las características de las poblaciones, favoreciendo
así no sólo el acceso a la información sino que además la detección oportuna
de los cambios que nos permitan una planeación estratégica y la aplicación de
programas e intervenciones adecuadas ante problemas emergentes con una
base científica.

En el presente documento se exponen, desde la perspectiva epidemiológica,


información sobre el consumo de sustancias psicoactivas a nivel nacional,
estatal y local, identificando aspectos como la magnitud, forma y tendencias de
este problema de salud, así como los patrones de consumo, grupos en riesgo
y factores asociados.

Las fuentes consultadas en la elaboración del presente diagnóstico son:

La Encuesta Nacional del Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017


(ENCODAT 2016-2017); la Encuesta Nacional del Consumo de Drogas en
Estudiantes 2014 (ENCODE 2014); y, el Sistema de Información
Epidemiológica del Consumo de Drogas de Centros de Integración Juvenil.

3
En la región noroeste del país (CIJ 2009), conformada por Baja California, Baja
California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora la cifra aumentó a 36.1 por ciento.
Sólo en las unidades de Baja California, el uso se incrementó a 59.1, en
Tijuana, 65.6 por ciento de los pacientes reportaron haberlas empleado, y en
la unidad de hospitalización de la ciudad la cifra fue de 88.4, esta condición
refleja un consumo alto en un área geográfica delimitada (Castillo y Gutiérrez
2009, 46; Rojas et al. 2009, 13). Dicho panorama epidemiológico permite
visualizar la tendencia en el empleo de este tipo de sustancias en México.

Sin embargo, hay que tener presente que las metanfetaminas son estimulantes
sintéticos, y se han popularizado por la facilidad en su preparación y la
disponibilidad, que quizá tenga relación con la presencia en el mercado y la
cercanía con la frontera norte, que posibilita el flujo constante, lo cual a su vez
conlleva a una apertura para su inserción y por ende a su oferta, reflejada en
el bajo costo, lo que facilita obtenerlas. Además de las condiciones sociales,
existen ciertas características individuales como una raíz social debilitada, la
pertenencia a una familia disfuncional, la comorbilidad psiquiátrica, baja
autoestima y habilidades sociales pobres, entre otras, que se conjugan para
favorecer su uso.

OBJETIVO GENERAL

Determinar ¿cómo puede ayudar la familia en la recuperación y/o rehabilitación


de una persona adicta?, ¿qué papel cumple? y si resulta beneficioso que la
familia de una persona con problemas de adicciones esté acompañando en el
proceso de recuperación.

JUSTIFICACIÓN

Actualmente existe un alto número de consumidores en el Estado de


Guanajuato, México, de diversas sustancias, las cuales son; la marihuana,
cocaína, metanfetaminas, alcohol entre otras, predominando especialmente la
metanfetamina.

Mi investigación será basada en la importancia y el rol que cumple la familia,


cuando existe alguien con problemas de adicción a las metanfetaminas.

Siempre hemos tenido en cuenta el papel de la familia en el proceso adictivo


y, sobre todo, en su recuperación. En estos años ha ido cambiando el perfil de
las personas atendidas, el modelo de familia, nuevas sustancias, etc. y por ello
vamos adaptando nuestra metodología a la problemática individual, familiar y
social de cada momento.

4
LIMITACIONES

Aunque parezca una contradicción, el principal enemigo de la adicción no es


la droga. De hecho, el uso de sustancias ha estado muy ligado a la existencia
de la humanidad, desde su aparición. Cuando una persona acude a pedir
ayuda porque ha desarrollado una adicción tanto a sustancias como a
conductas, es necesario contar con tres enemigos que tarde o temprano van a
aparecer para tumbar el valiente proceso de recuperación. Los principales
obstáculos en el tratamiento de adicciones son la deshonestidad, el exceso de
confianza y la impaciencia.

• La deshonestidad es de capital importancia trabajarla en la recuperación, ya


que la adicción es la enfermedad del autoengaño y la manipulación. Muchos
años de mentiras, manipulaciones emocionales, chantajes, deslealtades, van
creando todo un clima de desconfianza y sospecha que acompañará al
paciente y a la familia, que ha sufrido en los más de los casos esa
deshonestidad. La recuperación pasa por ser salvajemente sincero. Por otro
lado, los compañeros y los terapeutas no actuarán como jueces sino como
aliados de tu yo auténtico, no del personaje ficticio que ha creado tu adicción.
• El exceso de confianza tarde o temprano aparece. Al poco de ir haciendo
cambios y dar algunos pasos acertados ese monstruo tenderá a engordar y a
inflarse. Eso puede echar por tierra todo un tiempo considerable de trabajo
personal. Nos podemos sentir un poco gigantes, pero tenemos los pies de
barro. El exceso de confianza no está reñido en absoluto con la fe en uno
mismo y con la autoeficacia. Mientras más consciente se es de tu debilidad,
más autoeficaz serás para resolver las situaciones que pueden hacerte caer.
• La impaciencia también es clave a la hora de ponerse a trabajar en uno mismo
cuando decides salir de tu sufrimiento. Son muchos años consumiendo y todo
tiene que volver a equilibrarse. Los tiempos de cada uno son distintos y la
paciencia es crucial a la hora de exigir resultados, tanto por la familia como por
el propio paciente. No basta con conseguir hacer cambios, también hay que
asentarse, arraigarse, fortalecerlos. De lo contrario, la prisa y la impaciencia
puede hacer que no se haga un buen trabajo.

HIPÓTESIS

La familia debe aprender a manejar la responsabilidad, rompiendo con formas


inadecuadas de relacionarse, a la vez que tiene que empezar a delimitar
responsabilidades y tareas entre sus miembros.

La familia forma parte del contexto en el que se desenvuelve la persona, no


sólo como mero espectador, sino como una herramienta de apoyo y referencia
básica.

5
La persona con problemas de adicción, por lo general, ocupa un lugar central
en el sistema, por lo que gira en torno a él o ella toda la familia. Esto no es
saludable para ninguno de sus miembros, ya que afecta a todo el sistema
familiar, aunque de forma distinta a cada uno de ellos.

MARCO TEÓRICO

Usualmente se ha entendido que la prevención contra las drogas consiste en


“evitar” el uso de las mismas, y que el mejor medio para llevarla a cabo es
“informar” sobre los efectos, riesgos y peligros de su consumo. “Llegando al
extremo de insistir en que hay que meter miedo para impedir que los jóvenes
se droguen”.
En algunos casos hasta se ha acudido a la representación como medio para
evitar el consumo de las drogas: “en la mayoría de países el enfoque de la
lucha contra el problema de las drogas, según se comprueba en sus
legislaciones, es meramente represivo, pero en muy poco dicho enfoque se
hace desde el punto de vista médico y preventivo.”

Estas formas de enfrentar el problema, “evitar”, “informar”, “meter miedo” y


“reprimir”, han puesto por centro a la droga y no a la persona. Atacan el
consumo de las drogas, pero no van a la raíz del problema.

Actualmente se entiende la prevención como un proceso de formación integral


de la persona y no como un mero “informar para evitar”. De tal manera, que la
prevención es un proceso mediante el cual se crean las condiciones que
permitan la formación integral del ser humano y su participación consciente,
como agente de cambio social.

Para realizar esta formación integral, es necesario el robustecimiento de los


aspectos positivos del hombre, a través de la creación de un ambiente y
estímulo para su desarrollo. En otras palabras, “la prevención del uso de las
drogas se aborda fortaleciendo la autoestima, haciendo énfasis en el fomento
de la autonomía, desarrollando la capacidad de tomar decisiones, mejorando
la comunicación y la calidad de las relaciones Interpersonales y preparando al
joven a enfrentarse a la presión de grupo de otros niños y adolescentes. No
menos importante es ofrecerles alternativas libres de drogas y ayudarlos a dar
sentido a sus vidas.”

El uso indebido de la metanfetamina, un estimulante potente y muy adictivo,


continúa siendo un problema muy grave en México. En algunas zonas del país,
la metanfetamina representa un peligro mayor que los opioides y es la droga
que más contribuye a los delitos violentos.

Según los datos de la Encuesta Nacional sobre la Salud y el Consumo de


Drogas (NSDUH, por su sigla en inglés) de 2021, más de 16,8 millones de
6
personas de 12 años o más (el 6,0% de la población) consumieron
metanfetamina al menos una vez en su vida (2021 DT 1.1). En 2021, se estima
que 2,5 millones de personas declararon haber consumido metanfetamina en
los últimos 12 meses (2021 DT 1.42A)

continúa siendo una de las drogas estimulantes que más se usan en forma
indebida en todo el mundo.

El uso indebido de la metanfetamina tiene terribles consecuencias


psicológicas, médicas y sociales para quien la consume. Puede causar pérdida
de la memoria, conductas agresivas, comportamientos psicóticos, daños al
sistema cardiovascular, malnutrición y problemas dentales graves. También se
ha observado que el uso indebido de la metanfetamina contribuye a la mayor
propagación de enfermedades infecciosas, como la hepatitis, el VIH y el sida.

Más allá de los efectos devastadores en la salud de quien la consume, el uso


indebido de la metanfetamina representa un peligro para comunidades
enteras, ya que causa nuevas olas de delitos, desempleo, negligencia o abuso
infantil y otros problemas sociales. Un informe del 2009 de RAND Corporation
señaló que el uso indebido de metanfetamina le costó al país
aproximadamente $23,400 millones en el 2005.

Pero la buena noticia es que el consumo indebido de metanfetamina se puede


prevenir y la adicción a la droga se puede tratar con terapias conductuales.

También continúan las investigaciones para descubrir nuevos tratamientos


farmacológicos y otros tipos de terapias para el consumo de metanfetamina,
incluidos medicamentos, vacunas y la estimulación no invasiva del cerebro por
medio de campos magnéticos.

Las personas pueden recuperarse de la adicción a la metanfetamina y en


efecto lo hacen si tienen acceso simple a tratamientos eficaces que aborden
los muchos problemas médicos y personales que causa el consumo
prolongado de la droga.

La adicción es una enfermedad de suma importancia; para entender la


dinámica del adicto y poder intervenir de manera adecuada, conociendo sus
causas y consecuencias, la evolución del proceso adictivo, sus clasificaciones
y como se dan, se explicará de una forma más concreta.
Las adicciones son un síndrome constituido por un conjunto de signos y
síntomas característicos. El origen de las mismas es multifactorial, entre los
que podemos mencionar factores biológicos, genéticos, psicológicos y
sociales. Algunos síntomas característicos de las adicciones son el daño o
deterioro progresivo de la calidad de vida de la persona, debido a las
consecuencias negativas de la práctica de la conducta adictiva, la pérdida de
control.

7
Los trastornos relacionados con adicciones en la adolescencia son causados
por múltiples factores, incluyendo la vulnerabilidad genética, los factores
ambientales, las presiones sociales, las características individuales de la
personalidad y problemas psiquiátricos.
Las consecuencias de esta enfermedad pueden ser en la salud, interviniendo
en daños, prejuicios y problemas orgánicos y psicológicos, también en lo social
ya que la persona adicta no es capaz de mantener relaciones estables y puede
destruir lazos familiares y amistosos, la persona deja de participar en el mundo,
destruyendo toda vida social, también puede ser en el bajo rendimiento laboral,
porque se puede llegar a abandonar metras y planes, recurriendo a la
adicciones como única “solución”, de igual manera en lo económico ya que
lleva al adicto a destinar todos sus recursos para mantener el consumo, incluso
a sustraer los bienes de su familia y amigos.

Para esto Existen diversos centros de rehabilitación y muchos tipos de


tratamientos para superar las adicciones. Elegir el centro y tratamientos
adecuados para superar las adicciones, siendo este para uno mismo o para un
ser querido, es sumamente importante ya que va a determinar la recuperación
de una vida normal y saludable para la persona que sufre de adicciones.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adicción es una


enfermedad cerebral igual que otros trastornos neurológicos o psiquiátricos
reconocidos, como son la enfermedad de Alzheimer o la esquizofrenia.
Además, la equipara a otras enfermedades crónicas como la diabetes o la
hipertensión arterial. Entonces, ¿no es un vicio?, ¿no es una depravación?,
¿no es un problema de índole moral? Pues no.

Concretamente la adicción es una enfermedad en la que se pierde la capacidad


para controlar el impulso de consumir alcohol u otras drogas. Las personas
que son adictas son incapaces de poner freno, de dejar de consumir estas
sustancias, ni siquiera cuando ya se enfrentan a un grave problema de salud,
o a las repercusiones perjudiciales a nivel psicológico, familiar, social o laboral
que la dependencia conlleva. Cuanto más tiempo transcurre más difícil es de
tratar. Por eso, cuanto antes intentemos poner remedio mejores resultados
obtendremos. Muchas personas con esta enfermedad niegan ser adictos, y
con frecuencia minimizan su problema alegando que pueden dejarlo cuando
quieran o que sus amigos también consumen.

Para que alguien se convierta en adicto se necesita tiempo. La droga afecta


directamente al cerebro y lo va dañando haciendo que respondamos de esa
manera al efecto de la misma. Una de las grandes dificultades a la hora de
plantear un proceso de desintoxicación es el perverso mecanismo de adicción,
no sólo psicológico sino también físico, que generan estas sustancias.

8
Llamamos “craving” al deseo intenso, al ansia, de consumir drogas. Estos
poderosos deseos forman parte de la condición humana, porque nuestros
cerebros están diseñados para apreciar y perseguir las recompensas
naturales, como puedan ser la comida o el sexo. Las drogas consumidas por
las personas adictas activan los mismos circuitos neuronales que motivan las
conductas placenteras. Los “cravings” por alcohol u otras drogas pueden ser
incluso más fuertes que aquellos dirigidos al alimento o al sexo. Y así, en el día
a día con frecuencia observamos por ejemplo un descuido en la alimentación
secundario al abuso de alcohol.

Llega un momento en que se necesita más dosis de la droga para conseguir el


mismo efecto (tolerancia) y cuando se deja de consumir y le falta al cuerpo,
éste responde con un síndrome de abstinencia. Muchas veces la persona bebe
o toma la droga ya de mañana para evitar la aparición de los síntomas de
abstinencia, fundamentalmente malestar general y temblores. Cuando aparece
el síndrome de abstinencia debe tratarse de forma conveniente, porque aparte
de que la persona lo pasa muy mal, en ocasiones, pueden aparecer síntomas
de gravedad suficiente como para requerir por sí mismo atención médica.

Lo síntomas físicos del síndrome de abstinencia pueden variar de acuerdo con


la sustancia consumida y la gravedad del mismo. Puede complicarse con
convulsiones y con la presencia de delirium tremens. Éste es un trastorno
tóxico-metabólico que pudiera considerarse el grado máximo de síndrome de
abstinencia y es una urgencia vital, ya que pone en peligro la vida. Comienza,
por lo general, con ansiedad, insomnio, temblores y pupilas dilatadas. Puede
no tolerarse la alimentación, apareciendo náuseas, vómitos o diarrea.
Posteriormente aparece una obnubilación de la conciencia, con un estado
confusional y desorientación, alucinaciones, ideas delirantes, agitación
psicomotriz, inversión del ciclo sueño-vigilia, sudoración profusa y temblores
generalizados. Esta situación de urgencia debe ser tratada por profesionales
médicos competentes en la materia y dada su gravedad, hospitalizados.

El desarrollo de un modelo con capacidad explicativa y que encuadre las


diferentes aportaciones metodológicas y la praxis que ha incorporado Proyecto
Hombre a lo largo de su historia, ha transcurrido con una definición orientadora
de una práctica común, asentada en definiciones de carácter filosófico y de
componentes referidos a la tradición metodológica de las Comunidades
Terapéuticas y de los grupos de autoayuda, véase a modo de ejemplo Durand-
Dassier J, (1971). Estos aspectos, siendo nucleares, necesitan ser adaptados
y sistematizados debido a los avances en investigación, prevención,
tratamiento e incorporación social y de la evidencia científica que requiere el
campo de las adicciones en el momento presente. La propuesta que se
presenta también debe diferenciar claramente el marco teórico, esto es, el
modelo de las aportaciones metodológicas (corrientes, escuelas y
orientaciones) y de las técnicas, confiriendo el valor que cada nivel tiene. El
9
modelo Bio-Psico-Social que se propone adoptar como definitorio y estable de
Proyecto Hombre, no debería estar en permanente discusión, aunque con el
tiempo pueda entrar en crisis y necesite ser actualizado. Sí deberían revisarse
periódicamente las referencias metodológicas y, continuamente, las técnicas
que se aplican, debiendo ser validadas en referencia al modelo vigente. En
este sentido, debemos pensar en el modelo de Proyecto Hombre como algo
perdurable en el tiempo, algo que no debemos cambiar continuamente, sino
que debe mantenerse y, como en ciencia, mientras explica coherentemente lo
que se pretende explicar y satisface el objetivo para el que se definió. Como
plantea Khun (1962) en su definición de paradigma, buscamos adoptar una
serie de compromisos que nos permitan dar soluciones concretas a problemas
concretos, en nuestro caso una propuesta integral que dé respuesta al
fenómeno de las adicciones. Por otro lado, deben exponerse también los
diferentes componentes constitutivos del modelo, que harán referencia a lo
neurálgico de la intervención que realiza Proyecto Hombre y definirán en la
práctica qué encaja y se ajusta con coherencia en el mismo. La Asociación
Proyecto Hombre ha definido para el periodo 2014-2016 un Plan Estratégico
que debe estar en concordancia con el modelo propuesto, fundamentalmente
en lo referido a la Visión, Misión y Valores.

Existen diferentes modelos teóricos que guían el diseño y el desarrollo de un


programa o acción preventiva. El modelo de influencias sociales se basa en
que las razones que llevan al individuo al consumo y a mantenerlo en el tiempo
provienen de su entorno social. El modelo informativo enfoca su acción en
informar a la población sobre las consecuencias del consumo, se centra en la
enfermedad de la adicción y en el individuo como único responsable. Otro de
los modelos, el jurídico, aboga por el aumento de las sanciones por el consumo
de drogas ilegales como el cannabis, afirma que a más sanción menor
consumo. Por último, el modelo de prevención integral, observa todas las
dimensiones de la persona que consume, estudia las variables
biopsicosociales del individuo.

En nuestra sociedad actual, el cambio de comportamientos sociales y el uso


de las tecnologías, entre otros aspectos socioculturales, crean escenarios en
los que se hacen más accesibles todo tipo de drogas y con ello la reiteración
del consumo, esto hace que muchas acciones preventivas no tengan el
impacto esperado.

A lo largo de la evolución de esta problemática social de las


drogodependencias, se han propuesto distintos tipos de prevención, los más
actuales son: universal, selectiva e indicada. La prevención universal es la que
va dirigida a un grupo social general al que aporta habilidades sociales y
herramientas para la vida social (valores, comunicación, etc.) con las que tratar
de fortalecer los factores de protección ante el consumo de drogas. La
prevención selectiva se dirige a un grupo de riesgo (dentro del grupo general)
10
al que se ha detectado con una mayor probabilidad o tendencia al consumo de
sustancias adictivas. Por el contrario, la prevención indicada se centra en un
grupo diana al que se le considera de alto riesgo por inicio de consumo o por
cercanía a sustancias adictivas en cuanto a su tráfico o producción.

En Andalucía, desde la Secretaría General de Servicios Sociales de la


Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, se elaboró el III Plan Andaluz
sobre Drogas y Adicciones (PASDA) 2016-2021, que persigue tres objetivos
generales: evitar el consumo y/o retrasar la edad de inicio, evitar la instauración
de conductas adictivas, la dependencia a sustancias psicoactivas y de
consumos de riesgo y abusivos para reducir la mortalidad y morbilidad
asociadas, e incorporar la cultura de la calidad y de la evaluación. Este Plan
se compone de cuatro áreas: prevención, atención sociosanitaria,
incorporación social y gestión del conocimiento. También encomienda la
elaboración y puesta en marcha de planes provinciales para adoptarlo a la
realidad de cada población. Así que, podemos afirmar que se han venido
desarrollando múltiples programas preventivos desde entidades públicas como
privadas, pero, en su mayoría, no han tenido el efecto esperado.

Como hemos visto, la prevención de adicciones va dirigida a aumentar los


factores de protección y disminuir los factores de riesgo para el consumo. Se
conoce que a mayor edad disminuye el consumo de sustancias adictivas, por
lo que es la adolescencia la etapa en la que la prevención tiene más efecto y
donde se debe incidir en los factores de protección, mayoritariamente.

Los factores de riesgo y de protección se desarrollan durante proceso de


socialización. En la familia se empiezan a adquirir creencias, normas sociales,
actitudes, valores, etc. En la escuela continua el proceso de socialización con
amigos y compañeros durante la adolescencia. Durante todo este proceso se
encuentran factores de riesgo y protección de su medio social, familia, sistema
escolar y otros propios.

MARCO LEGAL

La situación de drogas en México, tanto en su vertiente de oferta como de


demanda, se encuentra estrechamente ligada a las condiciones económicas,
culturales, sociales e históricas que han prevalecido en el país en las últimas
décadas.

Una lectura analítica de este complejo fenómeno sería completamente parcial,


si se deja de lado el contexto en que ocurre y transcurre la vida institucional y
cotidiana.

11
Desde los años 70, el fenómeno de las drogas, particularmente lo relacionado
con la producción, transportación y comercio, comenzó a ocupar mayores
espacios en el desarrollo de políticas y recursos legales; muestra de ello es el
robusto marco legal que se ha construido con el objetivo de controlar, normar
y regular las diversas actividades asociadas.

En este contexto, el país ha colaborado activamente en el escenario


internacional para incorporar y armonizar su marco legislativo con los acuerdos
y convenios internacionales, al tiempo de orientarse al diseño de propuestas
alternativas a la política de drogas que prevalece en el mundo.

La política de drogas en México está basada en tres principios:

1) enfoque de salud pública;


2) prevención y reducción del daño social asociado al fenómeno de las drogas;
y,
3) contención y disuasión de la producción, tránsito y distribución de drogas. A
su vez, se enmarca en los siguientes ejes de actuación:

a) reducción de la demanda;

b) control y reducción de la oferta;

c) prevención de la violencia y delincuencia;

d) procuración y administración de justicia;

e) investigación, evaluación y capacitación; y,

f) cooperación internacional. Lo anterior bajo coordinación de los tres órdenes


de gobierno.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y


Tabaco 2016-2017 (ENCODAT), la prevalencia del consumo de cualquier
droga alguna vez en la vida y en el último año en la población general fue de
10.3% (hombres, 16.2% y mujeres, 4.8%) y de 2.9% (hombres, 4.6% y
mujeres, 1.3%), respectivamente.
Para el primer caso, esto representó un aumento significativo respecto a la
encuesta previa de 2011, tanto para hombres como para mujeres y,
particularmente, para los rangos de edad más jóvenes.

Para el segundo escenario de prevalencias, es decir, en el último año, el


incremento también fue significativo, sobre todo en el caso de las mujeres más
jóvenes (12 a 17 años), en los hombres este incremento ocurrió en el estrato
correspondiente a los 18 a 34 años.

12
Por otra parte, se identificó que quienes habían desarrollado dependencia a
cualquier droga correspondía a un 0.6% de la población, que representa un
aproximado de 546 mil personas (1.1% de los hombres y 0.2% de las mujeres).

La droga ilegal de mayor consumo alguna vez en la vida y en el último año fue
la mariguana (8.6% y 2.1%, respectivamente), en ambos casos se registró un
incremento significativo respecto a la encuesta anterior de 2011. La segunda
droga de mayor consumo fue la cocaína, con una prevalencia de 3.5% alguna
vez en la vida y de 0.8% en el último año.

El consumo alguna vez en la vida de heroína fue de 0.2%, de estimulantes tipo


anfetamínico de 0.9% y de drogas de uso médico fuera de prescripción de
1.3%.

Respecto a la edad de inicio del consumo de drogas ilícitas, en hombres fue a


los 17.7 años y en mujeres ocurrió a los 18.2 años de edad. La Encuesta
Nacional de Consumo de Drogas en Estudiantes (ENCODE, 2014), identificó
que el 3.3% de los estudiantes de 5° y 6° grado de educación primaria (10 a
12 años, aproximadamente) había consumido drogas ilegales alguna vez en la
vida (hombres, 4.7% y mujeres, 1.7%).

En los estudiantes de secundaria (13 a 15 años aproximadamente) y


bachillerato (16 a 18 años aproximadamente) la prevalencia alguna vez en la
vida fue de 17.2% (hombres, 18.6% y mujeres, 15.9%). La estrategia para la
atención del consumo de drogas está basada principalmente en la prevención,
la detección oportuna y el tratamiento del uso, abuso y dependencia a
sustancias psicoactivas.

Respecto a la primera, la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC)


cuenta con el Programa Nacional de Prevención del Uso, Abuso y
Dependencia a Sustancias Psicoactivas y Participación Ciudadana y publicó
los Lineamientos Nacionales para la Prevención del Consumo de Tabaco,
Alcohol y Otras Drogas, con el objetivo de impulsar y consolidar los programas
preventivos que operan en el territorio nacional, cuyas bases se encuentran
fundamentadas en evidencia científica y las mejores prácticas; asimismo, a
través de la CONADIC se promueven criterios para homologar el desarrollo y
evaluación de las intervenciones.

MARCO CONTEXTUAL:

Me llama mucho la atención este tema, ya que me he visto envuelto en


problemas de adicciones y también que en mi localidad existen muchos
jóvenes con problemas de este tipo y para evitarlo hay que hacer una
intervención temprana.

13
Cuanto antes se aborden los problemas por uso de sustancias, más probable
será obtener mejores resultados para mejorar o retomar las distintas destrezas
que se han ido abandonando o perdiendo.

Este deterioro viene reflejado en el comportamiento que tiene nuestro/a


familiar, pues ha adquirido una dependencia absoluta de la sustancia y por ello
realiza conductas como aumento de la necesidad del dinero, búsqueda de
traficantes, discusiones familiares, mostrarse cada vez más reservado,
cambios bruscos de humor, insomnio, descuido del aspecto personal,
manipulación para su beneficio, etc. Cuando existen sospechas de que esto
está sucediendo, se deberán tratar estos temas mediante una correcta
comunicación.

¿Cómo tratar la drogadicción en las terapias conductuales?

Las terapias conductuales ayudan a las personas que están bajo tratamiento
por drogadicción a modificar sus actitudes y comportamientos relacionados
con el consumo de drogas. Como resultado, los pacientes son capaces de
afrontar situaciones de estrés y varios factores desencadenantes que podrían
causar otra recaída. Las terapias conductuales también pueden aumentar la
eficacia de los medicamentos y ayudar a que el paciente continúe con el
tratamiento durante más tiempo.

La terapia cognitivo conductual: busca ayudar a los pacientes a reconocer,


evitar y hacer frente a las situaciones en las que es más probable que
consuman drogas.

El control de contingencias usa la reafirmación positiva, como por ejemplo el


otorgamiento de recompensas o privilegios por no consumir drogas, asistir a
las sesiones de apoyo psicológico y participar activamente en ellas, o tomar
los medicamentos del tratamiento de acuerdo con las indicaciones.

La terapia de estimulación motivacional: usa estrategias para aprovechar al


máximo la disposición de una persona para modificar su comportamiento e
iniciar un tratamiento.
La terapia familiar ayuda a las personas con problemas de consumo de drogas
(especialmente a los jóvenes) y sus familias a examinar los factores que
influyen en las pautas de consumo y mejorar el funcionamiento general de la
familia.

La facilitación en 12 pasos es un tratamiento individual que normalmente se


realiza en 12 sesiones semanales con el propósito de preparar a la persona
para que participe activamente en programas de 12 pasos de apoyo mutuo.
Los programas de 12 pasos, como el de Alcohólicos Anónimos, no son
tratamientos médicos, sino que ofrecen apoyo social y complementan el
tratamiento médico. La facilitación en 12 pasos sigue las fases de aceptación,

14
entrega y participación activa en la recuperación, típicas de los programas de
12 pasos.

¿De qué manera los buenos programas de tratamiento ayudan a los pacientes
a recuperarse de la adicción?

Dejar de consumir drogas es solo una parte de un proceso de recuperación


que es complejo y largo. Cuando una persona inicia el tratamiento, a menudo
la adicción ha provocado graves consecuencias en su vida y probablemente
haya desestabilizado su salud y la forma en que se desenvuelve en su entorno
familiar, su trabajo y su comunidad.

Como la adicción puede afectar tantos aspectos de la vida de una persona, el


tratamiento debe abarcar las necesidades del individuo como un todo para
tener éxito. Para asistir en la recuperación, los asesores psicológicos pueden
elegir entre una variedad de servicios que cubren las necesidades médicas,
mentales, sociales, laborales, familiares y legales específicas de cada
paciente.

METODOLOGÍA

Las adicciones son un problema de salud pública que afecta a millones de


personas en todo el mundo, y su impacto se extiende mucho más allá del
individuo que las padece. La familia de la persona adicta sufre las
consecuencias de su conducta y se convierte en un factor clave en el
tratamiento y recuperación del paciente. En este artículo, se analizará la
importancia del apoyo familiar en el tratamiento de las adicciones y se
explorarán las diferentes estrategias que pueden implementarse para ayudar
a la persona adicta y a su familia a superar esta difícil situación.

El papel fundamental de la familia en la lucha contra las adicciones: claves


para una recuperación exitosa
La familia desempeña un papel crítico en la prevención y el tratamiento de las
adicciones. Los estudios han demostrado que los pacientes con una red de
apoyo familiar sólida tienen una mayor probabilidad de recuperación exitosa.
La familia puede proporcionar una fuente de motivación, apoyo emocional y
ayuda práctica en el tratamiento de las adicciones.

La familia puede ayudar a los pacientes a mantenerse comprometidos y


motivados en el tratamiento. Los miembros de la familia pueden proporcionar

15
una base emocional sólida para el paciente, lo que puede ser extremadamente
importante en momentos de estrés y ansiedad.

Además, la familia puede ayudar a mantener al paciente responsable de su


comportamiento y asegurarse de que cumple con sus compromisos.

La familia también puede ser una fuente importante de ayuda práctica en el


tratamiento de las adicciones. Pueden ayudar a asegurarse de que el paciente
cumpla con sus citas médicas y terapias, ayudar con las finanzas o la
búsqueda de un trabajo y proporcionar un ambiente estable y libre de drogas
en el hogar.

Es importante que los miembros de la familia reciban educación y apoyo sobre


la adicción y cómo pueden ayudar en el tratamiento. Los terapeutas y los
profesionales médicos pueden proporcionar información y recursos útiles para
ayudar a la familia a entender la adicción y cómo pueden apoyar al paciente
en su recuperación.
En resumen, la familia desempeña un papel fundamental en la lucha contra las
adicciones. Proporciona un apoyo emocional y práctico que puede ayudar a
los pacientes a mantenerse comprometidos en el tratamiento y lograr una
recuperación exitosa. Es importante que los miembros de la familia reciban
educación y apoyo para que puedan desempeñar este papel crítico de manera
efectiva.

La importancia del apoyo familiar en la recuperación de adicciones: consejos


para prevenir recaídas.

La recuperación de una adicción es un proceso complejo que requiere de una


serie de factores para lograr un resultado exitoso. Uno de los elementos más
importantes en este proceso es el apoyo familiar, ya que la familia puede
proporcionar un soporte emocional y práctico que resulta fundamental para la
prevención de recaídas.

La investigación ha demostrado que la adicción no solo afecta a la persona


que la padece, sino también a su entorno, especialmente a la familia. Por lo
tanto, es vital que los miembros de la familia estén preparados para enfrentar
esta situación y brindar el apoyo necesario.

Para lograr esto, es importante que los familiares se eduquen sobre la adicción
y se involucren en el tratamiento.

La participación de la familia en las sesiones de terapia puede ser de gran


ayuda, ya que les permite comprender mejor la situación y aprender estrategias
para apoyar al paciente.

Otro aspecto importante es el establecimiento de límites claros y consistentes.


La adicción puede generar comportamientos destructivos que afectan a toda

16
la familia, por lo que es necesario establecer límites para proteger a los
miembros y mantener un ambiente seguro y estable.

Además, es fundamental que los familiares sean pacientes y comprensivos


durante el proceso de recuperación. La adicción es una enfermedad crónica
que puede requerir varios intentos antes de lograr una recuperación completa.
La paciencia y el apoyo incondicional pueden ser la clave para prevenir
recaídas y ayudar al paciente a mantenerse en el camino hacia la
recuperación.

NOTA: El apoyo familiar es un elemento fundamental en el tratamiento de


adicciones. La educación, la participación en el tratamiento, el establecimiento
de límites claros y la paciencia y comprensión son algunos de los consejos que
pueden ayudar a prevenir recaídas y lograr una recuperación exitosa.

La adicción es un trastorno grave que afecta no solo al individuo, sino también


a su entorno familiar y social. En este sentido, se ha demostrado que la
participación activa de la familia en el tratamiento del adicto es esencial para
lograr una recuperación exitosa y duradera.

La familia ofrece un espacio seguro y de confianza en el que el individuo puede


expresar sus inquietudes, miedos y emociones. Además, la familia puede
proporcionar una red de apoyo emocional y práctico, que ayuda a la persona
a superar las dificultades y las recaídas que puedan surgir durante el proceso
de recuperación.

Para fortalecer el vínculo familiar en el proceso de recuperación del adicto, es


fundamental que la familia participe activamente en el tratamiento. Esto implica
informarse sobre la adicción y sus efectos, así como participar en las sesiones
de terapia y apoyo. También es importante que la familia aprenda a establecer
límites claros y saludables, y a mantener una comunicación abierta y sincera
con el adicto.

Otro aspecto crucial para fortalecer el vínculo familiar es fomentar la


comprensión y la empatía hacia el adicto. Es importante recordar que la
adicción no es una elección, sino una enfermedad que requiere tratamiento y
apoyo. Por lo tanto, es fundamental evitar la crítica y el juicio, y en su lugar,
ofrecer comprensión y apoyo incondicional.

Cómo puede la familia ayudar a un adicto

La participación activa de la familia en el tratamiento del adicto es esencial para


lograr una recuperación exitosa y duradera. Fortalecer el vínculo familiar
implica informarse, participar en las sesiones de terapia y apoyo, establecer
límites claros, mantener una comunicación abierta y fomentar la comprensión

17
y la empatía hacia el adicto. Con estos consejos, la familia puede convertirse
en un apoyo fundamental en el camino hacia la recuperación del adicto.

La familia es un apoyo fundamental en el tratamiento de adicciones. Su


presencia y colaboración en el proceso de recuperación del ser querido es
esencial para lograr una recuperación exitosa. La participación activa de la
familia en programas terapéuticos y la promoción de un ambiente de apoyo y
comprensión son cruciales para que la persona adicta se sienta motivada y
respaldada en su proceso de recuperación.

Es fundamental trabajar en conjunto con la familia para abordar los problemas


que pueden haber surgido en el hogar a causa de la adicción. La terapia
familiar puede ayudar a identificar patrones de conducta disfuncionales y a
encontrar soluciones para mejorar la comunicación y la dinámica familiar.

La implicación de la familia en el tratamiento de adicciones es una herramienta


fundamental para garantizar una recuperación efectiva y duradera. La familia
puede actuar como un sistema de apoyo y contención, ayudando a la persona
adicta a sentirse acompañada y respaldada en su proceso de recuperación. El
trabajo conjunto entre la persona adicta, la familia y los profesionales sanitarios
es la clave para superar la adicción y lograr una vida plena y saludable.

BIBLIOGRAFÍAS

Jorge A, V(Informe sobre la situación del consumo de drogas y su atencion


integral)https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/477564/Informe_sob
re_la_situacio_n_de_las_drogas_en_Me_xico_.pdf

Rosa María A, H(Los programas preventivos contra las drogas)


http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/07/07_1721.pdf

Laura M, N (El papel de la familia en el consumo de


sustancias)https://fundacionamigo.org/wp-
content/uploads/2017/11/guia_familias_proyecto_amigo2017.pdf

Johnston, L. D.(Abuso y adicción a la


metanfetamina)https://nida.nih.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/abuso-
y-adiccion-la-metanfetamina/panorama-general

Brailowsky, S. (2014). (Las sustancias de los sueños. México: Fondo de


Cultura
Económica)https://estrategiaenelaula.sep.gob.mx/storage/recursos/2023/04/L
27N4jDZ3d-Documento-de-Consulta_Que-dice-la-
ciencia_Metanfetaminas.pdf
Ahedo, Elvia M. 2007. (El comportamiento anoréxico como
etnopsicopatología.)

18
https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-
39252011000100007

Kish, S. J. (2008). Pharmacologic mechanisms of cristal meth. Canadian


Medical Association journal, https://doi.org/10.1503/cmaj.071675

National Institute on Drug Abuse (2019a). DrugFacts. Methamphetamine.


Recuperado https://www.drugabuse.gov/sites/default/files/df-
methamphetamine-sp.pdf

Clínica Efficiens (Principales obstáculos en tratamiento de adicciones)


https://clinicaefficiens.com/principales-obstaculos-en-
adicciones/#:~:text=Los%20principales%20obstáculos%20en%20el,del%
20autoengaño%2

-Colectivo Energy Control (2010). Metanfetamina. Energy Control.


Recuperado de:
https://energycontrol.org/infodrogas/otras/metanfetamina.html

Hospital San Vicente (2007) Adicciones y desintoxicación


https://www.clinicasanvicente.es/servicios/adicciones-y-
desintoxicacion/#:~:text=Es%20un%20proceso%20en%20el,y%20tener
%20unos%20hábitos%20saludables.

Álvarez, J. N., Esteban R. y Sauvagnat, F. (2004). Fundamentos de


Psicopatología psicoanalítica. Madrid, España: Ed. Síntesis.

Casas, M. (2007). Hipótesis de la automedicación en drogodependencias.


Psiquiatría. com, 2007.

Jiménez, A. (2016). El papel del trabajador social en los equipos integrales


de los centros ambulatorios de atención a drogodependientes en la
Comunidad de Madrid.

Mayor, J. (1995). Las drogodependencias como objeto del Trabajo Social.


Cuadernos de Trabajo Social, 213-240.

Moyle, L., Childs, A., Coomber, R., & Barratt, M. J. (2019). #Drugsforsale:
An exploration of the use of social media and encrypted messaging apps to
supply and access drugs. International Journal of Drug Policy.

San José Burgos, E. (2017). El desarrollo rural y la educación de calle:


proyecto para la prevención de drogas en jóvenes del medio rural.

Tabares, M. (2000). La prevención en drogodependencias desde la


perspectiva del Trabajo Social. Documentos de trabajo social: Revista de
trabajo social y acción social.

Ruiz, H., Herrera, A., Martínez, A. & Puldón, G. (2016). Caracterización del
consumo de drogas psicoactivas por jóvenes y adolescentes atendidos en

19
el CDA del municipio Playa. Convención Internacional Virtual de Ciencias
Morfológicas.

Observatorio Español de la Droga y las Toxicomanías. (2016). Informe


2018. Alcohol, tabaco y drogas ilegales en España.

Pérez, G., Medina, B. & Rubio, L. (2019). Influencia de la impulsividad y de


la búsqueda de sensaciones en el consumo precoz de cannabis. Diferencias
de género y orientaciones para la prevención.

Ghosh, T. et al. (2016) The Public Health Framework of Legalized Marijuana


in Colorado. American Journal of Public Health, 106(1), pp. 21–27. doi:
10.2105/AJPH.2015.302875.

Estrategia nacional antidroga de Australia


(http://www.nationaldrugstrategy.gov.au/)

Plan de Acción de Nueva Zelandia contra la Metanfetamina, 2003


(http://www.ndp.govt.nz/publications/methamphetamineactionplan.html)

Grupo de Trabajo de Epidemiología Comunitaria, Instituto Nacional sobre el


Abuso de Estupefacientes
(http://www.drugabuse.gov/CEWG/Reports.html)

Catherine Spooner, Wayne Hall y Michael Lynskey, Structural Determinants


of Youth Drug Use, Consejo Nacional Australiano sobre Drogas, 2001
(http://www.ancd.org.au/publications/pdf/rp2_youth_drug_use.pdf)

2005 Statewide Strategy Recommendations: A Comprehensive Plan for New


Mexico Communities, Grupo de Trabajo de Nuevo México sobre
Metanfetamina, septiembre de 2005
(http://www.drugpolicy.org/docUploads/NM_Methamphetamine2005Reco
mmendations_Final.pdf)

Boister, N. y Jelsma, M. (2018) Inter se Modification of the UN Drug Control


Conventions: An Exploration of its Applicability to Legitimise the Legal
Regulation of Cannabis Markets. International Community Law Review,
20(5), pp. 488. doi: 10.1163/18719732- 12341385.

Khantzian EJ. (1985) The self-medication hypothesis of addictive disorders:


focus on heroin and cocaine dependence. American Journal of Psychiatry,
142(11), pp. 1259–1264. doi: 10.1176/ajp.142.11.1259.

20
21

También podría gustarte