Los Cuatro Temas de Poesía
Los Cuatro Temas de Poesía
Los Cuatro Temas de Poesía
LA GENERACIÓN DEL 27
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una poesía desarraigada, en desacuerdo con su realidad. Como en
la novela, esta poesía aborda una temática existencial: angustia, duda,
con lo social como trasfondo. El tono es trágico, el lenguaje
desgarrado y la forma más utilizada es el verso libre. El núcleo de esta
tendencia es la revista Espadaña, que agrupa a autores cono
V.Crémer, E.de Nora, V.Gaos, C.Bousoño, J.L.Hidalgo,
J.M.Valverde, y poetas del 27 como D.Alonso y V.Aleixandre.
poesía vanguardista, ajena a la situación del país y dedicada a la
experimentación lingüística y formal. Sus principales representantes
son el Grupo Cántico, liderado por Pablo García Baena, y el
postismo, último vanguardismo español, que se define a sí mismo
como “surrealismo ibérico”, encabezado por Carlos Edmundo de
Ory. Los poetas del grupo Cántico, muy influidos por Guillén y
Cernuda, tratan sobre todo sobre el amor muchas veces manifestado
en formas de amor prohibido. Por su parte, los postistas reivindican
la libertad creativa y el sentido lúdico de la poesía.
En los años 50 la poesía se hace más abiertamente social: se busca el
testimonio crítico de la realidad española; los temas son: la injusticia social, la
libertad, la explotación política, el trabajo...El lenguaje es llano y asequible. Los
autores más importantes son Blas de Otero, Gabriel Celaya, José Hierro
–aunque la trayectoria de éste abarca mucho más que esta tendencia y se
desarrolla prácticamente durante toda la segunda mitad del siglo XX- y Ángela
Figuera. La poesía social deja a un lado los problemas individuales para
centrarse en los colectivos. Del mismo modo abandona el lenguaje esteticista a
favor de una poesía clara, e incluso coloquial capaz de llegar a una mayoría de
lectores.
Durante los años 60 los poetas abordan una renovación del lenguaje,
haciéndolo más elaborado y retórico. Aunque no se abandona el testimonio
crítico, los temas se orientan preferentemente hacia lo personal: la infancia, el
amor, la familia...Los autores más significativos son: Claudio Rodríguez,
Ángel González, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma... Se trata de
una poesía escéptica, que asume su incapacidad para cambiar la realidad, de
modo que se centra en lo cotidiano e íntimo.
En los años 70, tras la revolución cultural del “mayo del 68”, irrumpe el grupo
de los Novísimos (Pere Gimferrer, Félix de Azúa, Vicente Molina
Foix,...) que aportan nuevos aires a la poesía, llenándola de mitos de la
civilización moderna: el cine, la música y la cultura pop, el cómic, el jazz y, en
general, todas las manifestaciones culturales consideradas marginales hasta
entonces. Una tendencia muy particular dentro del grupo la constituyen los
poetas culturalistas, influidos por la poesía de Kavafis y por la estética
decadente de Venecia. Los novísimos son también conocidos como
Generación del 68, en referencia a la revolución cultural del mayo del 68. Su
lenguaje es claramente esteticista y refinado.
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El estudio de la poesía española en esta etapa debe incluir necesariamente a los
poetas que escriben su obra en el exilio. Durante el Guerra civil y tras su
finalización unos 400 mil españoles (muchos regresaron al poco tiempo) de los
más diversos niveles sociales y culturales tuvieron que emigrar primero a
Francia y después a Hispanoamérica, especialmente a México. Muchos poetas
cuya trayectoria había empezado antes de 1936 siguen escribiendo en el exilio:
son poetas bien conocidos como Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, Luis
Cernuda o Rafael Alberti. Pero a estos nombres hay que unir otros como León
Felipe o Juan Gil Albert.
El tema primordial de la poesía en el exilio es España: la evocación de la guerra,
la amargura de la derrota o la denuncia contra los vencedores. Pero poco a poco
nuevos asuntos van ocupando los poemas: la nostalgia por la patria perdida, el
amor, el deseo de volver además de cultivarse temas tradicionales como el paso
del tiempo, la muerte, los sentimientos religiosos... En cuanto al estilo, en
principio emplean un lenguaje realista y directo como continuación de la poesía
de combate, pero pronto se suceden otros estilos como la tendencia surrealista o
la recuperación de formas clásicas o tradicionales.
En los años 70, tras la revolución cultural del “mayo del 68”, irrumpe el grupo
de los Novísimos (Pere Gimferrer, Félix de Azúa, Vicente Molina
Foix,...) que aportan nuevos aires a la poesía, llenándola de mitos de la
civilización moderna: el cine, la música y la cultura pop, el cómic, el jazz y, en
general, todas las manifestaciones culturales consideradas marginales hasta
entonces. Una tendencia muy particular dentro del grupo la constituyen los
poetas culturalistas, influidos por la poesía de Kavafis y por la estética
decadente de Venecia. Los novísimos son también conocidos como
Generación del 68, en referencia a la revolución cultural del mayo del 68. Su
lenguaje es claramente esteticista y refinado.
Desde los años setenta, bajo el influjo de los novísimos, la poesía española
presenta una gran variedad de tendencias, tanto temática como estilística.
Entre las más representativas están:
La poesía experimental (José Miguel Ullán), que recupera las
técnicas experimentales vanguardistas, como el collage o los poemas
visuales.
El culturalismo (Antonio Colinas, Julio Martínez), poesía influida
por el clasicismo grecolatino y la Edad Media.
El surrealismo, durante los años ochenta (Blanca Andréu, Ana
Rossetti), con un fuerte componente erótico.
La poesía metalingüística (Jenaro Taléis, Jaime Siles, Justo
Navarro), también llamada poesía del silencio o minimalista, que
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entronca con la poesía pura y se orienta hacia la indagación sobre el
lenguaje. Se trata de una poesía muy depurada, exenta de adornos
superfluos.
La poesía de la conciencia (Jorge Riechmann), concebida como
acción social y política.
El “realismo sucio” (Pablo García Casado), próximo al anterior y
bajo la influencia del “dirty realism” norteamericano.
En los últimos años la poesía ha tendido a superar la influencia de los
novísimos para recuperar la tradición literaria anterior, especialmente
los poetas de la generación del medio siglo (Ángel González, Claudio
Rodríguez…) Se produce una vuelta a formas clásicas como los endecasílabos o
alejandrinos, junto al uso de un lenguaje cercano y cotidiano y elementos
irónicos y humorísticos. En cuanto a los temas, destacan los urbanos, junto a la
rememoración de momentos de la infancia o adolescencia. Autores
representativos de esta poesía son Felipe Benítez Reyes, Luis García
Montero, Jon Juaristi o Andrés Trapiello.
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