Los Cuatro Temas de Poesía

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

LA POESÍA DESDE EL MODERNISMO A LAS VANGUARDIAS

La poesía sigue, en general, los mismos pasos que la novela: Modernismo,


Novecentismo, vanguardias y rehumanización. La influencia del Modernismo
es patente en las primeras décadas del siglo, no sólo en autores estrictamente
modernistas, como Manuel Machado, sino en poetas noventaiochistas e
incluso novecentistas. El Modernismo se caracteriza por la utilización de un
lenguaje estético y elaborado y por su actitud romántica de evasión de la
realidad.
El poeta más importante de esta etapa es Antonio Machado, cuya obra abarca
el influjo modernista (Soledades) y el noventaiochista (Campos de Castilla),e
incluso actitudes comprometidas en la segunda edición de este último título.
Durante el período novecentista destaca la figura de Juan Ramón
Jiménez: su obra, igual que la de Machado, escapa de cualquier intento de
encasillamiento: modernista primero, simbolista después,
vanguardista...Incluso tras la guerra, en el exilio, su obra será la referencia de la
poesía española. Su obra resume los caminos recorridos por la poesía española
desde el Modernismo hacia nuevas formas. En esa trayectoria ininterrumpida,
suelen distinguirse varias etapas, siguiendo declaraciones del propio autor:
De 1919 es el famoso poema en que Juan Ramón resume la evolución de
su poesía hasta ese año: «Vino primero, pura,...». Según estos versos, su
trayectoria habría pasado por las siguientes etapas:
1. Poesía sencilla, inocente, en sus comienzos. Destacan Arias tristes
y Jardines lejanos
2. Poesía envuelta en los ropajes del Modernismo. De esta etapa es
La soledad sonora
3. Etapa de depuración progresiva, hacia una nueva sencillez.
Aquí encontramos los libros de poemas Diario de un poeta recién
casado y Eternidades
4. Poesía desnuda, definitivamente depurada de las galas modernistas,
con el libro La estación total
Las primeras experiencias vanguardistas -creacionismo y ultraísmo- se
caracterizan por la originalidad y el juego con el lenguaje; destacan autores
como Guillermo de Torre y Juan Larrea. Pueden observarse cuatro etapas
en el desarrollo del Vanguardismo español:
-De 1908 a 1918: primeras manifestaciones de la literatura de vanguardia
protagonizadas esencialmente por Ramón Gómez de la Serna
-De 1918 a 1925, desde la llegada del poeta chileno Vicente Huidobro
hasta los primeros contactos con el Surrealismo. Años presididos por el
Ultraísmo y el Creacionismo. Predomina el optimismo vital, el juego, la
exaltación de la modernidad y la deshumanización.
-De 1925 a 1930 es el influjo dominante del Surrealismo y el proceso de
rehumanización con cierto pesimismo y angustia ante los efectos
deshumanizantes.
-De 1930 a 1936: un nuevo Romanticismo y el ocaso del Vanguardismo

LA GENERACIÓN DEL 27

A la Generación del 27 le corresponde llevar a su máxima expresión la


literatura vanguardista en España y también el comienzo de un proceso de
rehumanización literaria que se vería truncado por el estallido de la Guerra
Civil. Los autores más significativos del grupo son Jorge Guillén (Cántico,
Clamor, Homenaje),Pedro Salinas (La voz a ti debida, Razón de amor),
Vicente Aleixandre (Ámbito, Historia del corazón), Luis Cernuda, Rafael
Alberti, Federico García Lorca (Poema del cante jondo, Llanto por Ignacio
Sánchez Mejías, Romancero gitano, Poeta en Nueva York), Gerardo Diego
(Alondra de verdad, Imagen, Manual de espumas), Dámaso Alonso (Hijos
de la ira), Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. No podemos olvidar las
voces silenciadas de las mujeres de esta generación (“Las Sinsombrero”),
artistas de todos los ámbitos entre las que destacan las poetas María Teresa
León, Ernestina de Champourcín, Concha Méndez o Josefina de la Torre.
De entre los diversos nombres que fueron dados al grupo –Generación de la
Dictadura, Generación de la República, Nietos del 98…- el más aceptado fue
Generación del 27, motivado por le célebre reunión en el Ateneo de Sevilla para
conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora.
También se debate acerca de si forman o no una generación literaria. El
grupo cumple algunos de los requisitos “generacionales” (a criterio de
Petersen):
 Edad cercana (sólo hay diez años de diferencia entre Salinas y
Altolaguirre, el más viejo y el más joven del grupo, respectivamente)
 Nivel cultural semejante: casi todos tienen formación universitaria
 Asistencia a actos comunes, ambientes comunes (la Residencia de
Estudiantes de Madrid, sobre todo)
 Revistas: Litoral, Mediodía, Revista de Occidente
 Liderazgo externo de Juan Ramón Jiménez
Sin embargo también hay requisitos no cumplidos por el grupo:
 No hay un líder interno, aunque se habla del eje Guillén-Lorca
 No hay una circunstancia histórica aglutinante, al estilo del desastre del
98
 No hay un evidente rechazo a los modelos literarios anteriores
 El grupo presenta una gran diversidad estilística
En cuanto a los rasgos estéticos de la Generación del 27, pueden señalarse
algunas características comunes a todo el grupo: sentido trascendente de la
poesía, depuración del sentimiento, intelectualismo, poesía de contrastes
(lenguaje culto / lenguaje popular, hermetismo / claridad, vanguardismo /
tradición), recuperación de las formas métricas clásicas, desarrollo de verso
libre…
En general se admite el criterio de Dámaso Alonso acerca de la evolución del
grupo. Él habla de dos etapas:
 Hasta 1927: es la etapa eminentemente vanguardista, de poesía pura,
hermética e intelectual, basada en la metáfora y en la creación de un
lenguaje poético elaborado, bajo el modelo de Góngora. No obstante, en
esta etapa ya aparecen las primeras muestras del futuro interés por la
lírica popular.
 Desde 1927 a 1936: es la etapa de la rehumanización, del influjo del
surrealismo. Lo humano vuelve a tener cabida en la poesía: primero en
forma de expresión de los sentimientos y luego derivando incluso hacia
una poesía política y hasta revolucionaria acentuada por los
acontecimientos históricos.
 Habría que añadir una tercera etapa, tras la Guerra Civil. El grupo se
dispersa (Lorca ha muerto, unos se exilian y otros permanecen en
España). Los poetas que permanecen sufren las dificultades de la
posguerra, pero son capaces de marcar el camino a las nuevas
generaciones con una poesía existencial (Hijos de la ira, de Dámaso
Alonso) o solidaria (Historia del corazón, de Vicente Aleixandre). Entre
los exiliados predomina el sentimiento de nostalgia y desarraigo.

LA POESÍA DESDE 1939 A LOS AÑOS 70

En líneas generales, la evolución de la poesía española de posguerra es bastante


similar a la de la novela: existencial en los 40, social en los 50, experimental en
los 60 y abierta a diversas tendencias a partir de los 70.
En la década de los 40 , durante la inmediata posguerra, la poesía está muy
condicionada por la situación histórica: los poetas buscan un sentido a la
realidad, que encuentran en la espiritualidad o en la queja. En general, se trata
de una poesía fuertemente individualista. Conviven tres tendencias:
 una poesía arraigada, conforme con el régimen de Franco: los
autores, agrupados en torno a las revistas Garcilaso y Escorial,
exaltan el pasado imperial y recuperan temas (religión, paisaje, amor)
y formas (soneto) clásicas. Los más destacados son Luis Rosales,
Luis Felipe Vivanco, Dionisio Ridruejo, Leopoldo Panero...

10
 una poesía desarraigada, en desacuerdo con su realidad. Como en
la novela, esta poesía aborda una temática existencial: angustia, duda,
con lo social como trasfondo. El tono es trágico, el lenguaje
desgarrado y la forma más utilizada es el verso libre. El núcleo de esta
tendencia es la revista Espadaña, que agrupa a autores cono
V.Crémer, E.de Nora, V.Gaos, C.Bousoño, J.L.Hidalgo,
J.M.Valverde, y poetas del 27 como D.Alonso y V.Aleixandre.
 poesía vanguardista, ajena a la situación del país y dedicada a la
experimentación lingüística y formal. Sus principales representantes
son el Grupo Cántico, liderado por Pablo García Baena, y el
postismo, último vanguardismo español, que se define a sí mismo
como “surrealismo ibérico”, encabezado por Carlos Edmundo de
Ory. Los poetas del grupo Cántico, muy influidos por Guillén y
Cernuda, tratan sobre todo sobre el amor muchas veces manifestado
en formas de amor prohibido. Por su parte, los postistas reivindican
la libertad creativa y el sentido lúdico de la poesía.
En los años 50 la poesía se hace más abiertamente social: se busca el
testimonio crítico de la realidad española; los temas son: la injusticia social, la
libertad, la explotación política, el trabajo...El lenguaje es llano y asequible. Los
autores más importantes son Blas de Otero, Gabriel Celaya, José Hierro
–aunque la trayectoria de éste abarca mucho más que esta tendencia y se
desarrolla prácticamente durante toda la segunda mitad del siglo XX- y Ángela
Figuera. La poesía social deja a un lado los problemas individuales para
centrarse en los colectivos. Del mismo modo abandona el lenguaje esteticista a
favor de una poesía clara, e incluso coloquial capaz de llegar a una mayoría de
lectores.
Durante los años 60 los poetas abordan una renovación del lenguaje,
haciéndolo más elaborado y retórico. Aunque no se abandona el testimonio
crítico, los temas se orientan preferentemente hacia lo personal: la infancia, el
amor, la familia...Los autores más significativos son: Claudio Rodríguez,
Ángel González, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma... Se trata de
una poesía escéptica, que asume su incapacidad para cambiar la realidad, de
modo que se centra en lo cotidiano e íntimo.
En los años 70, tras la revolución cultural del “mayo del 68”, irrumpe el grupo
de los Novísimos (Pere Gimferrer, Félix de Azúa, Vicente Molina
Foix,...) que aportan nuevos aires a la poesía, llenándola de mitos de la
civilización moderna: el cine, la música y la cultura pop, el cómic, el jazz y, en
general, todas las manifestaciones culturales consideradas marginales hasta
entonces. Una tendencia muy particular dentro del grupo la constituyen los
poetas culturalistas, influidos por la poesía de Kavafis y por la estética
decadente de Venecia. Los novísimos son también conocidos como
Generación del 68, en referencia a la revolución cultural del mayo del 68. Su
lenguaje es claramente esteticista y refinado.

11
El estudio de la poesía española en esta etapa debe incluir necesariamente a los
poetas que escriben su obra en el exilio. Durante el Guerra civil y tras su
finalización unos 400 mil españoles (muchos regresaron al poco tiempo) de los
más diversos niveles sociales y culturales tuvieron que emigrar primero a
Francia y después a Hispanoamérica, especialmente a México. Muchos poetas
cuya trayectoria había empezado antes de 1936 siguen escribiendo en el exilio:
son poetas bien conocidos como Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, Luis
Cernuda o Rafael Alberti. Pero a estos nombres hay que unir otros como León
Felipe o Juan Gil Albert.
El tema primordial de la poesía en el exilio es España: la evocación de la guerra,
la amargura de la derrota o la denuncia contra los vencedores. Pero poco a poco
nuevos asuntos van ocupando los poemas: la nostalgia por la patria perdida, el
amor, el deseo de volver además de cultivarse temas tradicionales como el paso
del tiempo, la muerte, los sentimientos religiosos... En cuanto al estilo, en
principio emplean un lenguaje realista y directo como continuación de la poesía
de combate, pero pronto se suceden otros estilos como la tendencia surrealista o
la recuperación de formas clásicas o tradicionales.

8.9. LA POESÍA ESPAÑOLA DESDE LOS AÑOS 70 A NUESTROS


DÍAS

En los años 70, tras la revolución cultural del “mayo del 68”, irrumpe el grupo
de los Novísimos (Pere Gimferrer, Félix de Azúa, Vicente Molina
Foix,...) que aportan nuevos aires a la poesía, llenándola de mitos de la
civilización moderna: el cine, la música y la cultura pop, el cómic, el jazz y, en
general, todas las manifestaciones culturales consideradas marginales hasta
entonces. Una tendencia muy particular dentro del grupo la constituyen los
poetas culturalistas, influidos por la poesía de Kavafis y por la estética
decadente de Venecia. Los novísimos son también conocidos como
Generación del 68, en referencia a la revolución cultural del mayo del 68. Su
lenguaje es claramente esteticista y refinado.
Desde los años setenta, bajo el influjo de los novísimos, la poesía española
presenta una gran variedad de tendencias, tanto temática como estilística.
Entre las más representativas están:
 La poesía experimental (José Miguel Ullán), que recupera las
técnicas experimentales vanguardistas, como el collage o los poemas
visuales.
 El culturalismo (Antonio Colinas, Julio Martínez), poesía influida
por el clasicismo grecolatino y la Edad Media.
 El surrealismo, durante los años ochenta (Blanca Andréu, Ana
Rossetti), con un fuerte componente erótico.
 La poesía metalingüística (Jenaro Taléis, Jaime Siles, Justo
Navarro), también llamada poesía del silencio o minimalista, que

12
entronca con la poesía pura y se orienta hacia la indagación sobre el
lenguaje. Se trata de una poesía muy depurada, exenta de adornos
superfluos.
 La poesía de la conciencia (Jorge Riechmann), concebida como
acción social y política.
 El “realismo sucio” (Pablo García Casado), próximo al anterior y
bajo la influencia del “dirty realism” norteamericano.
En los últimos años la poesía ha tendido a superar la influencia de los
novísimos para recuperar la tradición literaria anterior, especialmente
los poetas de la generación del medio siglo (Ángel González, Claudio
Rodríguez…) Se produce una vuelta a formas clásicas como los endecasílabos o
alejandrinos, junto al uso de un lenguaje cercano y cotidiano y elementos
irónicos y humorísticos. En cuanto a los temas, destacan los urbanos, junto a la
rememoración de momentos de la infancia o adolescencia. Autores
representativos de esta poesía son Felipe Benítez Reyes, Luis García
Montero, Jon Juaristi o Andrés Trapiello.

13

También podría gustarte