Marco - Referencial - 5 - y - 6 - Basico - Ciencias Naturales
Marco - Referencial - 5 - y - 6 - Basico - Ciencias Naturales
Marco - Referencial - 5 - y - 6 - Basico - Ciencias Naturales
CIENCIAS NATURALES
Marco referencial
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
NIVEL DE EDUCACIÓN BÁSICA
2013
2 / Marco Referencial / Ciencias Naturales
ÍNDICE
1. Lederman, N. J. Lederman & R. Bell (2004). Constructing Science in Elementary Classrooms. Pearson Education, Inc.; Bybee,
R. W., J. C. Powell, & L. W. Trowbridge (2008). Teaching secondary school science. Pearson Education, Inc.; Ward, H., J.
Roden, C. Hewlett & J. Foreman (2008). Teaching science in the primary classroom. SAGE Publications Inc.
2. Settlage J. & S. Southerland (2012). Teaching Science to Every Child. Routledge, USA.
3. Settlage J. & S. Southerland (2012), op. cit.
Un cuerpo de conocimientos
Hechos, conceptos, teorías, leyes, modelos,
entre otros.
4. Bell, R. (2009). Teaching the nature of science. Recuperado el 29 de junio de 2012 desde: http://pactiss.org/wp-content/
uploads/2011/08/Teaching-the-Nature-of-Science1.pdf
5. Modificado de Bell, R. (2009), op. cit.
6. Lederman, N.G. (2007). Nature of science: Past, present, and future. En: S.K. Abell y N.G. Lederman (Eds.), Handbook of
research on science education, Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum, 831–879.
7. Wellington, J., & Ireson, G (2008). Science Teaching, Science Learning, London: Routledge.
8. Lederman, N. G. (2007), op. cit.
9. Tomado de Cofré, H. (2012). La enseñanza de la Naturaleza de la Ciencia en Chile: del currículo a la sala de clases. Revista
Chilena de Educación Científica, 11, 12–21.
10. American Association for the Advancement of Science (1990). Science for all Americans. New York: Oxford University
Press; National Research Council (NRC) (1996). National Science Education Standards. Washington, D.C. Academic Press.
11. Bases Curriculares de Ciencias Naturales, 2012.
12. Harlen, W. (2010). Principles and big ideas of science education. ASE. Obtenido de: www.ase.org.uk.
Junto a las características del conocimiento científico, están los procedimientos y métodos
por los cuales éste se genera y que son conocidos como indagación o investigación científica.
La indagación científica, así como la naturaleza de la ciencia, son partes fundamentales de
la alfabetización. Por esta razón, las últimas reformas en educación científica alrededor del
mundo (por ejemplo, en países como USA, Inglaterra, Canadá, Australia, Taiwán, Líbano,
Israel y Venezuela) la han incluido en su curriculum13. Sin embargo, la indagación científica
muchas veces se ha definido de forma ambigua, lo cual puede ser un obstáculo para que los
profesores(as) puedan desarrollarla en sus aulas.
Existen muchos documentos oficiales que se han referido, durante los últimos veinte años,
sobre qué es la indagación científica en el contexto de la enseñanza de la asignatura14. Si
bien los autores y propuestas pueden no coincidir completamente en sus definiciones, lo
que sí se ha logrado aclarar es la definición de lo que NO es indagación científica. Aquí, en
primer lugar existe consenso en que la indagación científica significa mucho más que la
realización de experimentos de laboratorio o actividades prácticas15, aunque ambas cosas se
pueden estructurar como parte de una experiencia de investigación. Estas acciones pueden
ser actividades que apoyan la indagación científica, pero que no son ella en sí16 y entre ellas
podemos encontrar:
13. Abd-El-Khalick, F., Boujaoude, S., Duschl, R., Lederman, N.G., Mamlok-Naaman, R., Hofstein, A., Niaz, M., Treagust, D. &
Tuan, H. (2004). Inquiry in Science Education: International Perspectives. Science Education, 88, 3, 397–419.
14. AAAS (1990), op. cit.; NRC (1996); Colburn, A. (2000). An inquiry primer. Science Scope, 23, 42–44; Duschl, R. A. H.
A. Schweingruber, y Shouse, A.W. (Eds.) (2007). Taking Science to School: Learning and Teaching Science in Grades K-8.
National Academies Press. : http://www.nap.edu/catalog/11625.html; Windschitl, M. (2008) Chapter 1. What Is Inquiry? A
Framework for thinking about authentic Scientific Practice in the Classroom En: Science as inquiry in the secondary. Julie
Luft, Randy L. Bell, and Julie Gess-Newsome (Eds).
15. NRC, (1996), op. cit.
16. Windschitl, M. (2008), op. cit.
17. Tomado de Vergara C. & H. Cofré (2012). La Indagación Científica: un concepto esquivo, pero necesario. Revista Chilena de
Educación Científica, 11, 30–38.
Una cuestión relevante de señalar respecto a la indagación científica, es que existe consenso
en que enseñar el método científico como una serie única de pasos indispensables para
la investigación científica, no constituye un real aporte al entendimiento de lo que es la
indagación, ni al desarrollo de habilidades asociadas a ella20. Es importante destacar este
aspecto, porque los libros de texto para ciencias han colocado demasiado énfasis en esta
fórmula (realización de observaciones, definición del problema, construcción de hipótesis,
experimentación, análisis de los resultados, conclusiones), pero la mayoría de los científicos
están de acuerdo en que este modelo es, al menos, una simplificación extrema de la forma
en que la ciencia actúa. Por lo tanto, asociar el método científico con la indagación científica
está más cerca de generar o potenciar un error conceptual que mostrar a los estudiantes
cómo se origina el conocimiento científico21.
La opinión contemporánea acerca de la investigación científica afirma que son las preguntas
de investigación las que guían el enfoque, y que éstas, a su vez, varían ampliamente dentro
y fuera de las disciplinas y áreas científicas22. La percepción de que existe un solo método
científico se debe en gran medida al estatus del diseño experimental clásico. El problema,
por supuesto, no es que las investigaciones consistentes con el método científico no existan.
El problema es que la investigación experimental no es representativa de las investigaciones
científicas como un todo (por ejemplo, campos como la geología, astronomía o la
biogeografía no efectúan experimentos en la mayoría de sus investigaciones). Por lo tanto,
la limitación que implica esta visión de la indagación asociada a la necesidad de realización
de experimentos con grupos control y experimental puede llevar a una excesiva repetición
de experiencias ya conocidas o a las prácticas de investigaciones tipo “receta de cocina”,
donde existen pocas oportunidades reales para que los estudiantes desarrollen habilidades
de razonamiento propias de la investigación científica23. Sobre este último tema hay una
Teniendo claro qué cosas NO son indagación científica, se puede dar un paso adelante e
intentar reconocer algunas características comunes o de consenso en torno al tema.
Cuando se trata de buscar una definición general sobre qué es la indagación científica, los
investigadores más autorizados en el tema generalmente se refieren a la definición que
da el National Research Council (1996) en su documento de National Science Education
Standards25 que la define como:
“Las diversas formas en que los científicos estudian el mundo natural y proponen
explicaciones basadas en la evidencia derivada de su trabajo. También se refiere a las
actividades de los estudiantes donde desarrollan conocimientos y comprensión de
ideas científicas, así como también una comprensión de cómo los científicos estudian
el mundo natural26.
De este párrafo se puede desprender que la indagación en la educación científica debe ser
una actividad que lleve a los estudiantes tanto a comprender contenidos (ideas científicas),
como a entender lo que es la indagación científica en sí misma (indagación que hacen los
científicos). Más aún, para gran parte de los educadores en ciencia, el National Research
Council (1996) propone que lo que se debe aprender de la indagación científica son dos
componentes: aquello que los estudiantes deberían hacer y aquello que los estudiantes
deberían comprender en la indagación27.
El aprender a hacer puede ser visto como un conjunto de habilidades que deben ser aprendidas
por los estudiantes, demostrando que son capaces de realizar una investigación científica
(por ejemplo, observar, diseñar un experimento, generar una pregunta de investigación,
entre otras cosas), aspecto en el que las Bases Curriculares (2012) ponen un gran énfasis
para su desarrollo.
Entre aquellas habilidades que los estudiantes deben ser capaces de hacer se reconocen tanto
habilidades cognitivas como habilidades manipulativas28, aunque otras visiones incluyen
(1) Identificar un problema y (1) Identificar las preguntas que (1) Hacer preguntas.
recopilar información. pueden ser contestadas a
(2) Hacer predicciones. través de la investigación (2) Observar.
científica.
(3) Dar sentido a las
(2) Diseñar y llevar a cabo una (3) Medir.
observaciones y a los
patrones encontrados en la investigación científica.
(4) Clasificar.
información. (3) Utilizar las herramientas y
(4) Usar analogías y la intuición técnicas apropiadas para
(5) Deducir.
física para conceptualizar los reunir, analizar e interpretar
fenómenos. los datos.
(6) Registrar y analizar datos.
(5) Analizar y representar datos. (4) Desarrollar descripciones,
explicaciones, predicciones (7) Realizar cálculos.
(6) Postular los posibles factores
y modelos, utilizando la
causales.
evidencia. (8) Realizar experimentos.
(7) Trabajar con evidencias
(5) Pensar críticamente y
para desarrollar y revisar las
lógicamente para establecer (9) Comunicar utilizando una
explicaciones.
relaciones entre la evidencia y variedad de medios tales
(8) Generación de hipótesis de la explicación. como:
relaciones entre variables. - Expresión escrita.
(6) Reconocer y analizar
(9) Evaluación de la consistencia explicaciones alternativas y - Expresión oral.
empírica de la información. predicciones. - Uso de gráficos, tablas y
(10) La formulación y la (7) Comunicar el procedimiento figuras.
manipulación de modelos científico y las explicaciones.
mentales o físicos.
(8) Usar las matemáticas en
(11) Coordinar los modelos todos los aspectos de la
teóricos con la información. investigación científica.
(12) Compartir con sus pares lo
que se ha investigado.
29. Khan, S. (2007). Model-based inquiries in chemistry. Science Education, 91, 877–905.
30. NRC, (1996), op. cit. y Bybee, (2004), op. cit.
31. Abd-El-Khalick et al. (2004), op. cit.
Recientes estudios han mostrado que las habilidades básicas se pueden enseñar a estudiantes
de educación primaria, y que éstos las aprenden mejor mediante estrategias de enseñanza
centradas en el alumno(a) (por ejemplo, la indagación), a diferencia de aquellos a quienes se
les enseña de forma tradicional. Por otra parte, las habilidades de tipo integradas pueden ser
aprendidas o desarrolladas por estudiantes tan jóvenes como los de tercero básico, siempre
y cuando, por una parte, se les dé el tiempo necesario y, por otra, el contexto en el cual se
trabaje sea lo suficientemente simple. Esto se ha demostrado tanto para las habilidades
32. Padilla, M.J. (1990). Research matters to the science teacher: The science process skill. Retrieved from: http://narst.org/
publications/research/skill.cfm.
33. Windschitl, M. (2008), op. cit.
34. Padilla. M. J. (1990), op. cit.; Settlage J. & S. Southerland (2012), op. cit.
35. Tomado de Padilla, M. J. (1990), op. cit.
En cuanto a lo que los estudiantes deben comprender en la indagación, esto puede ser visto
como un resultado cognitivo que los alumnos(as) logran, por ejemplo, saben que la pregunta
es la que dirige el cómo se diseña la investigación, comprenden que existe más de un método
de investigación, entre otros. Esto porque una cosa es hacer que los estudiantes organicen un
grupo de control para un experimento, mientras que otra cosa es esperar que comprendan la
necesidad lógica de tener un control dentro de un diseño experimental37.
El objetivo (quizá muy ambicioso) de la alfabetización científica impone entonces una serie
de desafíos a los encargados de la enseñanza de las ciencias (y no solo a los profesores(as)
de aula), que incluyen, entre otras cosas, más y mejores estrategias de enseñanza para todos
los estudiantes, mayor esfuerzo de éstos por lograr una actitud positiva hacia la ciencia y su
aprendizaje, y una propuesta curricular moderna donde el eje central no esté en los contenidos
conceptuales, sino en una integración de contenidos conceptuales, procedimentales
y actitudinales, así como en el desarrollo de habilidades de investigación científica y de
pensamiento científico que incluyan la comprensión de la naturaleza de la ciencia.
39. Lederman et al. (2004), op. cit; Bybee et al. (2008), op. cit; Ward et al. (2008), op. cit; Settlage, S. & J. Southerland (2012),
op. cit.
40. Krüger, D., & Upmeier zu Belzen, A. (2010). Cómo enseñar exitosamente la didáctica de la Biología Dirk Krüger & Annette
Upmeier zu Belzen 43 – 82. En: Cofre H. (ed.). Cómo mejorar la enseñanza de las ciencias en Chile. Ediciones Universidad
Católica Silva Henríquez.
Un ejemplo de aplicación de la teoría del Cambio Conceptual podría ser la siguiente secuencia
de enseñanza de las estaciones del año a estudiantes de primer ciclo43.
El objetivo de las clases fue que los estudiantes comprendieran las causas de las
estaciones del año. Para ello, el docente comenzó con un trabajo grupal en el cual
cada grupo confeccionó un papelógrafo donde se anotó lo que ellos(as) creen
sobre por qué existen las estaciones del año. Como podría anticipar un docente
con experiencia en la enseñanza de este tema, la mayoría de los grupos propuso
41. Posner et al. (1982). Accommodation of a scientific conception: Toward a theory of conceptual change. Science Education,
66, 211-227.
42. Krüger, D. & A. Upmeier zu Belzen (2010), op. cit.
43. Modificado de Settlage, S. & J. Southerland (2012), op. cit.
En la tercera clase se les pidió a los estudiantes que realizaran una actividad
donde debían determinar el área de la superficie de un punto de luz creado por
una linterna. Al mantener la linterna a una misma altura, pero cambiando el
ángulo en el cual la luz llega a la superficie (por ejemplo, una cartulina apoyada
en una pared, donde se cuentan el número de cuadrados de un área dentro de
cada medición), los estudiantes se dieron cuenta de que el área de la superficie
del punto de luz en la cartulina depende del ángulo. A mayor ángulo, mayor el
área del punto de luz. Luego el docente les hizo ver que esto es una analogía de lo
que ocurre en ciertas épocas del año con la Tierra y el Sol
Por supuesto que es imposible que una sola actividad cumpla todas estas recomendaciones,
pero una vez que el profesor(a) planifica una, puede evaluar si al menos dos o tres de ellas
están incluidas54.
47. Braund, M. (2010). Capítulo 6. Pensamiento crítico en la enseñanza de las ciencias. En: Cofré H. (ed.). Cómo mejorar la
enseñanza de las ciencias en Chile. Ediciones Universidad Católica Silva Henríquez.
48. Ward et al. (2008) op. cit.; Abrahams, I. & M. Braund (2012). Performing science. Continuum International Publishing Group.
49. Ward et al. (2008), op. cit.
50. Settlage S. & J. Southerland (2012), op. cit.
51. Ward et al. (2008), op. cit.
52. White, R., & Gunstone, R.F. (1992). Prediction-observation-explanation. In R. White & R. Gunstone (Eds.), Probing
understanding (pp. 44–64). London, UK: The Falmer Press.
53. Mitchell I. & D. Carbone (2011). A typology for task characteristics and their effects on student engagement. International
Journal of Educational Research, 50, 257–270.
54. Mitchell I. & D. Carbone (2011), op. cit.
En respuesta al modelo de enseñanza por descubrimiento, el cual proponía que los estudiantes
podían descubrir todo el conocimiento al igual que lo hacen los científicos, nace la indagación
científica como estrategia de enseñanza, con el fin de guiar al estudiante hacia lo que es el
quehacer científico de una forma más explícita y cuidadosa55. En esta manera de enseñanza
el profesor(a) tiene un rol más activo que en el modelo por descubrimiento, pero sin dejar
de incentivar la participación activa del estudiante en la construcción de su aprendizaje. En
efecto el National Research Council (1996) hace mención a la indagación científica en sí
como una “estrategia de enseñanza”, donde el aprendizaje de las ciencias ocurre como un
proceso activo en el cual los estudiantes “hacen ciencia” por sí mismos.
Este tipo de estrategia pedagógica adquiere un papel relevante cuando el foco de la instrucción
está en el desarrollo de las habilidades de indagación y la comprensión de la naturaleza de
la ciencia56. Sin embargo, para poder lograr el desarrollo de estas habilidades, la indagación
como estrategia de enseñanza debe centrarse en que el estudiante se enfrente a preguntas
del mundo natural, las cuales deben ser respondidas a través de una metodología en que él
tenga un papel relevante57. De esta forma, las actividades de indagación que se realicen con
el propósito de desarrollar habilidades en los estudiantes debe tener al menos como premisa,
permitirles generar sus propias conclusiones58 (véase Fig. 2).
Indagación
Profesor Profesor Estudiantes
estructurada
En este punto, podría parecer que el planificar y ejecutar una actividad de tipo indagatoria
fuera algo que en realidad requiere de mucha preparación y esfuerzo, sin embargo, aunque
esta aproximación puede ser compleja cuando el docente no está habituado a ella, no
es menos cierto que casi cualquier actividad puede modificarse hacia una actividad de
indagación en alguna de sus distintas versiones.
Para ejemplificar esta situación podemos describir formas de trabajar el mismo tema, una
de manera tradicional, en la que la participación de los estudiantes es más bien pasiva,
y una nueva forma que modifica la actividad original para convertirla en una experiencia
de aprendizaje con carácter indagatorio. Este ejemplo es un resumen de lo propuesto por
Furman y de Podestá (2010) las que mencionan la existencia de muchas actividades tipo
“receta de cocina” que fácilmente se pueden transformar en experiencias indagatorias con
algunos “cambios claves”.
60. NRC (2000), op. cit.; Martin-Hansen, L. (2002), op. cit.; Bybee (2004), op. cit.
Procedimiento:
Recorta un círculo en la bolsa o pañuelo de género. Corta cuatro trozos de lana de la misma longitud. Ata
cada uno de los trozos de lana en extremos opuestos del círculo y júntalos en el centro, atándolos a un peso
(una o más tuercas, clips, etc.). Arroja el paracaídas y mide el tiempo que demora en caer.
Conclusiones:
¿Qué fuerzas están actuando sobre este paracaídas casero?
¿Estarán actuando estas mismas fuerzas cuando un paracaidista se tira desde un avión?
Ahora, ¿cómo transformar esta actividad práctica no indagatoria en una actividad donde se
pueda realizar indagación? En este punto es importante comenzar la planificación de la clase
determinando cuáles son los conceptos y las habilidades científicas centrales que aborda. En
este caso el concepto clave podría ser que el movimiento del paracaídas es el efecto de la
acción de dos fuerzas combinadas: el peso y la fuerza de roce. Por su parte, las habilidades
que podríamos desarrollar son varias, y dependerá del profesor(a) elegirlas de acuerdo al
conocimiento que tengamos de los alumnos(as). Por ejemplo, en esta actividad podríamos
concentrarnos en tres: que los estudiantes realicen preguntas investigables, que generen
hipótesis y predicciones a partir de la pregunta, y que diseñen un experimento simple para
poner a prueba sus predicciones. En una versión de indagación, la actividad quedaría como
se presenta en la página siguiente.
Una mirada reflexiva a los conceptos de ciencia y alfabetización científica desde una
perspectiva educativa, nos invita a reflexionar sobre las estrategias de enseñanza de la
ciencia que hoy en día se utilizan con más frecuencia y cómo ellas se relacionan con las
actuales teorías del aprendizaje de esta disciplina.
En esta reflexión la indagación científica surge como una estrategia de enseñanza que,
alejándose de las prácticas más tradicionales de enseñanza sustentadas en la memorización
de contenidos y conceptos, ofrece un camino para abordar la problemática de mejorar la
enseñanza de las ciencias en la escuela, especialmente para el logro de la alfabetización
científica, un objetivo de la ciencia escolar indicado expresamente en las Bases Curriculares61.
Para la escuela actual, la indagación científica es una estrategia de enseñanza que permite
a los estudiantes una efectiva apropiación del currículo, a la vez que facilita el desarrollo
progresivo de habilidades de pensamiento e investigación científica en una combinación
didáctica que, aplicada al aula, contribuye a desarrollar el pensamiento crítico, la capacidad
reflexiva y la valoración del error como fuente del conocimiento, fomentando además
actitudes científicas como el rigor, la perseverancia, la honestidad, la búsqueda de la
objetividad, la responsabilidad, el trabajo colaborativo y el respeto al otro, entre otras
características y objetivos planteados por las Bases Curriculares de Ciencias Naturales62.
61. The PISA 2003 assessment Framework: Mathematic, Reading, Science and Problem Solving Knowledge and Skills. OCDE
en Bases Curriculares de Ciencias Naturales, 2013. Aprobadas por Decreto Supremo N° 439 de 2012.
62. Bases Curriculares de Ciencias Naturales. Aprobadas por Decreto 439, del 28 de enero de 2012.