El rol del docente universitario en la actualidad esta en constante transición,

el avance tecnológico lo ha llevado a modificar su práctica pedagógica, superando

así la percepción que tiene incluso de si mismo. Desde esta perspectiva, su
participación en la formación de profesionales no es la de cuidador celoso de los
conocimiento, al contrario, toma el rol de orientador de procesos; no es el
poseedor del saber, sino el guía de los estudiantes para alcanzar e integrar: el
saber, el hacer, el ser y el formar parte de una sociedad productiva. Para Raposo,
Fuentes y González (2006, p. 200), el principal rol del docente investigador es
“comprender la complejidad de los procesos educativos en general y del proceso
enseñanza aprendizaje en particular.”

Es por ello, que el docente investigador en las universidades es el facilitador

del aprendizaje autónomo, cooperativo y solidario, siendo una fuente de
motivación permanente para el estudiante, el cual, busca en ello incrementar el
espíritu crítico y reflexivo, imprescindible para el conocimiento de la situación real
de su entorno, donde requiere de una actitud positiva para crear e innovar el
conocimiento; fomenta la investigación a partir de su propio testimonio de trabajo y
abre espacios para que la formación de profesionales responda a la demanda de
un mundo complejo, que requiere del trabajo interdisciplinario.

Este docente, desde la investigación, procura la productividad académica e

investigativa del estudiante, despertando interés en las formas de aprendizaje,
antes que en los contenidos temáticos, razón por la cual trabaja sobre procesos y
no sobre temas, potenciando el rendimiento académico en el marco de una
formación profesional integral.

Es imperativo mencionar, que el docente debe desarrollar un conjunto

habilidades, aptitudes, actitudes, conocimientos, destrezas y valores necesarios
para llevar a cabo su función como investigador y tutor-asesor de investigaciones
aplicables en entornos socio-educativos y socio-productivos. Al respecto, Ruiz y
Aguilar (2017b): distinguen claramente dos tipos de competencias que debe tener
el docente universitario: competencias transversales constituidas por valores,
actitudes, destrezas y cualidades personales que acompañan la labor docente; y
competencias específicas relativas a las funciones del profesor universitario,
docencia, investigación, y extensión (pág. 42).

En este orden de ideas, López y Pérez (2018), afirman que el docente:

“debe contar con un conjunto de competencias tutoriales que le permitan
satisfacer las demandas planteadas” (pág. 50). En relación a esto, ser un buen
profesor-asesor de proyectos implica poseer un conjunto de competencias que le
permita abordar situaciones del entorno, que lo llevan a resolver problemas dentro
de un contexto educativo universitario.

Por otra parte, Delgado y Alfonzo (2019), afirman que el:

Docente-investigador implica reflexionar permanentemente, asumir una

actitud crítica sobre lo aprendido en su formación y notificar saberes con sus pares
y estudiantes, para establecer sinergias entre lo que se aprende e investiga,
además sobre lo que se enseña y el para qué. Imparcialmente, la figura del
docente-investigador lleva a considerar al sujeto como un representante reflexivo
capaz de articular la praxis docente con la investigación (pág. 203-204).

En este sentido se comprende que, lo largo de la historia, los docentes han

desempeñado un papel clave en la generación de conocimiento y en la formación
de las futuras generaciones.La investigación educativa ha evolucionado a lo largo
del tiempo, y los docentes se han convertido en agentes activos en la búsqueda
de soluciones a los desafíos que enfrenta el sistema educativo. Su labor implica
indagar, analizar y reflexionar sobre las prácticas pedagógicas, con el objetivo de
mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje.

La historia del docente investigador se remonta a los primeros sistemas

educativos, donde los maestros eran responsables de generar y transmitir
conocimientos. Sin embargo, con el paso del tiempo, la investigación educativa se
ha convertido en una disciplina académica reconocida, con metodologías y
enfoques propios.

De alli a que la visión del docente investigador sea la de ser un agente de

cambio en la educación, el cual busca transformar las prácticas pedagógicas
tradicionales, incorporando nuevas estrategias y tecnologías que fomenten el
aprendizaje significativo y el desarrollo integral de los estudiantes.

Seguidamente, la misión del docente investigador es generar conocimiento

y promover la innovación en el ámbito educativo. A través de la investigación,
busca identificar problemas, plantear hipótesis, recopilar y analizar datos, y
proponer soluciones basadas en evidencias. Su objetivo es entonces contribuir al
avance de la educación y mejorar la calidad de la enseñanza.

En resumen, el rol del docente investigador es esencial para el desarrollo

de la educación. A través de su historia, visión y misión, los docentes
investigadores han ayudado a forjar un sistema educativo más sólido y adaptado a
las necesidades de la sociedad actual. Su labor es fundamental para garantizar un
futuro mejor para las generaciones venideras.

Cabe considerar que como docente investigador, es importante comprender

la estructura y los procesos involucrados en la investigación educativa, así como el
esquema corporativo en el que se desarrolla esta labor.

La investigación educativa generalmente sigue el esquema IMRAD

(Introducción, Metodología, Resultados y Discusión). Esta estructura proporciona
un marco lógico para presentar y discutir los hallazgos de la investigación
planteada, de alli a que en la introducción, se plantee el problema a investigar y se
establece el propósito, el "por que" del estudio; la metodología entonces, describe
los métodos utilizados para recopilar y analizar los datos, seguidamente los
resultados presentan los hallazgos de la investigación y la discusión analiza e
interpreta los resultados, relacionándolos con la literatura existente y destacando
asi su importancia.

Por otra parte, el esquema operativo del docente investigador puede variar
dependiendo del contexto educativo y las necesidades específicas de la
investigación. Sin embargo, en general, se pueden identificar algunas
características comunes en el esquema operativo del docente investigador: 1)
Identificación del tema de investigación: El docente investigador selecciona un
tema de investigación relevante en su área de especialización. Esto puede estar
relacionado con la mejora de la práctica docente, la exploración de nuevos
enfoques educativos o la generación de conocimiento en un campo específico. 2)
Revisión de la literatura: que es donde el docente investigador realiza una revisión
exhaustiva de la literatura existente sobre el tema de investigación. Esta revisión le
permite conocer los avances y hallazgos previos en el área, identificar lagunas en
el conocimiento y establecer una base teórica sólida para su estudio. 3) Diseño de
la investigación: es donde de diseña o selecciona la metodología de investigación
que utilizará. Esto implica decidir qué tipo de estudio se llevará a cabo (por
ejemplo, experimento, estudio de caso, investigación acción, entre otros),
seleccionar las técnicas de recolección de datos adecuadas (entrevistas,
observación, encuestas, etc.) y determinar el tamaño y perfil de la muestra, de ser
necesario. 4) Recopilación y análisis de datos: es aqui donde se recopilan los
datos necesarios para su estudio siguiendo el diseño de investigación establecido.
Posteriormente, analiza los datos utilizando técnicas y herramientas estadísticas
apropiadas. El análisis de datos permite obtener resultados y conclusiones que
respondan a las preguntas de investigación planteadas. 5) Interpretación de
resultados: El docente investigador interpreta los resultados obtenidos y los
relaciona con la literatura existente. Esto implica analizar las implicaciones de los
hallazgos, identificar posibles limitaciones del estudio y sugerir recomendaciones
para la práctica docente o futuras investigaciones. Y por ultimo el paso 6)
Divulgación de resultados: donde finalmente se comparten los resultados de su
investigación a través de publicaciones en revistas científicas, presentaciones en
congresos, participación en mesas redondas u otros medios de difusión. La
divulgación de resultados permite que otros profesionales y académicos se
beneficien de los hallazgos y contribuyan al avance del conocimiento en el campo
educativo.

Es importante tener en cuenta que este esquema operativo puede variar en

función de las características y necesidades específicas de la investigación y del
contexto educativo en el que se desarrolle. Además, es fundamental seguir los
principios éticos de la investigación y asegurar la confidencialidad y el
consentimiento informado de los participantes, de ser necesario.

En conclusión, como docente investigador, es esencial comprender la

estructura, el esquema operativo y los procesos de la investigación educativa.
Esto permitirá llevar a cabo investigaciones de calidad, contribuyendo al avance
del conocimiento y la mejora de la educación.

Como docente investigador, es común encontrarse con aspectos polémicos

y divergentes en el campo de la investigación educativa. Estos aspectos pueden
surgir de diferentes perspectivas, teorías o enfoques metodológicos utilizados por
los investigadores. Algunos de los aspectos polémicos y divergentes pueden
incluir:

1. Interpretación de datos: Los investigadores pueden tener diferentes

interpretaciones de los datos recopilados durante la investigación. Esto puede
deberse a diferencias en la formación académica, sesgos personales o enfoques
teóricos utilizados.

2. Métodos de investigación: Existen diversas metodologías de

investigación educativa, como los enfoques cualitativos, cuantitativos o mixtos. Los
investigadores pueden tener opiniones divergentes sobre cuál es el mejor enfoque
o cómo deben combinarse estos métodos.

3. Ética de la investigación: Las cuestiones éticas son un aspecto

importante de la investigación educativa. Los investigadores pueden tener
diferentes opiniones sobre cómo abordar problemas éticos, como la
confidencialidad de los participantes, el consentimiento informado o la divulgación
de resultados.

4. Enfoques teóricos: Existen múltiples teorías y marcos conceptuales en el

campo de la educación. Los investigadores pueden tener perspectivas divergentes
sobre cuál es la mejor teoría a aplicar en un estudio o cómo se relacionan
diferentes teorías entre sí.
 5. Impacto de la investigación: Los resultados de la investigación pueden
tener implicaciones prácticas y políticas en el ámbito educativo. Los investigadores
pueden tener opiniones divergentes sobre cómo se deben utilizar los resultados de
la investigación y cómo pueden influir en la toma de decisiones en la educación.

Se quiere con ello significar que, como docente investigador es importante

reconocer y abordar los aspectos polémicos y divergentes que pueden surgir en el
campo de la investigación educativa. Estos aspectos pueden enriquecer el debate
académico y contribuir al avance del conocimiento en la educación.

Finalmente, la sociedad, la política, la organización y la docencia están

interrelacionadas dentro del ámbito educativo. La educación es un reflejo de la
sociedad en la que se desarrolla, en donde esta influye en los objetivos,
contenidos y enfoques de la educación. Además, la educación tiene un impacto en
la sociedad al formar ciudadanos, transmitir valores y contribuir al desarrollo social
y económico; a nivel de politica la eeducacional es el conjunto de decisiones y
acciones que se toman a nivel gubernamental en relación con la educación. La
política educativa puede abordar temas como el acceso a la educación, la calidad
educativa, la equidad, la financiación y la formación docente. Los docentes pueden
verse afectados por las políticas educativas y también tienen la oportunidad de
influir en su desarrollo, por supuesto que esto varia segun la organización de la
educación, la cual se refiere a la estructura y funcionamiento de los sistemas
educativos. Esto incluye la distribución de responsabilidades entre los diferentes
actores educativos, como los docentes, directivos, estudiantes y padres. También
implica la planificación curricular, la gestión de recursos y la evaluación de los
resultados educativos.

En conclusión, la sociedad, política, organización y docencia están

estrechamente relacionadas en el ámbito educativo. Comprender y abordar estos
aspectos es fundamental para promover una educación de calidad, equitativa y
relevante para las necesidades de la sociedad.
 Referencias bibliográficas

Delgado, Y., & Alfonzo, R. (2019). Competencias Investigativas del Docente

Construidas durante la Formación Universitaria. Revista Scientific, 4(13), 200-220,
e-ISSN: 2542-2987. Recuperado de: https://doi.org/10.29394/Scientific.issn.2542-
2987.2019.4.13.10.200-220

López, C., & Pérez, M. (2018). Competencias Tutoriales en los Programas

de Postgrado: Una Mirada desde la Experiencia Venezolana. Revista Scientific,
3(9), 39-60, e-ISSN: 2542-2987. Recuperado de:
https://doi.org/10.29394/Scientific.issn.2542-2987.2018.3.9.2.39-60

Raposo, M., Fuentes, E. y González, M. (2006). Desarrollo de competencias

tecnológicas en la formación inicial de maestros. Revista Latinoamericana de
Tecnología Educativa, 5 (2), 525‐ 537. Extraído el 24 de febrero de 2009, de
http://www.unex.es/didactica/RELATEC/

Ruiz, M., & Aguilar, R. (2017). Competencias del profesor universitario:

elaboración y validación de un cuestionario de autoevaluación. Revista
Iberoamericana de Educación Superior (RIES), VIII(21), 37-65, e-ISSN: 2007-
2872. Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=299149615003