Teoria Seminario La Incidencia Del Celular en El Rendimiento Academico Segundo Año Genral Seccion C
Teoria Seminario La Incidencia Del Celular en El Rendimiento Academico Segundo Año Genral Seccion C
Teoria Seminario La Incidencia Del Celular en El Rendimiento Academico Segundo Año Genral Seccion C
Rodríguez”
Seminario
Con la ampliación del acceso a la tecnología, es cada vez más común ver a los
menores asistir a sus escuelas con sus dispositivos, lo que para la organización
genera un impacto negativo en el rendimiento académico y amplía las
desigualdades digitales.
Mientras que los profesores deben hacer esfuerzos para mantener la atención de
los alumnos, que cada vez más tiene acceso a estas tecnologías y a las diferentes
aplicaciones, como redes sociales y juegos.
La mayoría de los docentes prohibe el uso del celular en clase y escasas ocasiones
lo utilizan como recurso didáctico o herramienta pedagógica, uno de los factores
puede ser la falta de formación de los profesores en relación con las TIC y la
educación para los medios. Por lo general, aunque su uso está prohibido en las
instituciones educativas el 90% de los estudiantes lo lleva a la escuela. El celular se
convierte así, como lo decía Macluhan (1996) “en una extensión del hombre”. Cabe
enfatizar que no existe una normatividad o cultura que promueva pasar de una
tecnología informática y de comunicación a una Tecnología de Empoderamiento y
Participación (TEP).
Son contados los profesores que utilizan el celular con fines académicos, aunque
estos dispositivos tienen un amplio potencial educativo, según Prensky (2013). El
94% de los profesores considera que las calificaciones de los estudiantes se ven
afectadas por el uso del celular, ya que se distraen, pierden tiempo, no atienden
instrucciones, hacen las cosas rápido por estar con el dispositivo móvil. Según los
profesores este uso del celular afecta también en la realización de las tareas en
casa, antes “el distractor era la televisión”, hoy es el celular.
Por otra parte, los padres de familia en su mayoría, no reglamentan ni educan a sus
hijos en el uso del celular. El control gira en torno a castigos tal como: “Apagar el
internet”, “Les quitan el teléfono”, “Condicionarlos, primero a hacer la tarea y
después el dispositivo”, pero no forman una conciencia y reflexión sobre su uso y
consecuencias. Ya Virilio (1997) sostenía que la tecnología tiene sus pros y sus
contras, sus accidentes. Como por ejemplo la locomotora, su descarrilamiento.
Los incidentes que desfavorecen el rendimiento académico de los estudiantes de
preparatoria a causa del Smartphone y Apps son variantes y numerosos. No se
puede decir que la alternativa a esta problemática es prohibirlos o quitarlos
rigurosamente, porque se caería en un error grave. Un primer paso importante que
los docentes y padres de familia es asumir que el uso a las tecnologías en los
adolescentes de ahora, es un fenómeno implantado e irreversible. Resulta vano
querer cambiar o atentar con esos patrones coexistentes en la juventud ya que de
una u otra forma los jóvenes tendrán acceso a ellas.
Se considera que el papel que del docente y padre de familia es fundamental para
que no se llegue a extremos. Lo ideal es que ambas figuras deben estar muy de
cerca de los adolescentes, por un lado, el padre de familia es el responsable de lo
que su hijo haga en su casa y por el otro, el docente es el responsable del
desempeño del estudiante en el aula de clases. Con ello no se quiere decir que
ambos tutores actúen de manera tajante ante esta situación. Lo estratégico es que
de manera coasociada el joven sea tomado en cuenta para que haya estimulación
y pueda sentirse parte del proceso y no llegue a considerarlo como una amenaza.
Influye mucho en el bajo nivel académico, la distracción en clase hace que el pierda
la concentración y se pierda de la explicación del profesor. Además, pierde la noción
de las tareas y ejercicios propuestos.
Los resultados también señalan que el uso excesivo de aparatos electrónicos en los
estudiantes. Se pierde la noción de las horas dedicadas a la tecnología, y no se
cumple con las tareas o actividades asignadas en clase. El uso de los dispositivos
móviles potencia la interacción dentro y fuera del aula estimulando la exploración,
la comunicación, el pensamiento crítico y reflexivo.
• Hábitos saludables.
• Orden mental.
• Sentido de realización.
• Sentimiento de reto.
• Logro de una retribución.
• Incremento de la Resiliencia.
CAUSAS DEL BAJO RENDIMIENTO ESCOLAR
Un entorno familiar desfavorable
Desintegración familiar
Estilos de crianza
Padres trabajadore
Adicciones
Hijos predilectos
Hijos no deseados
En todos los casos, los estudiantes de preparatoria deben tener en claro que el uso
del celular está prohibido y solo se puede utilizar cuando el profesor lo indique (para
buscar información o para alguna actividad) o ante las citadas emergencias.
Como padres debemos partir de una realidad: los hijos usan este medio para
comunicarse con sus amigos (vía redes sociales) y como diversión, no como una
fuente de educación. Ello exige que se establezca una estructura de horarios. Y esta
debe ser más estricta entre más pequeños son los hijos.
También es importante establecer una comunicación directa con nuestros hijos,
donde ellos nos comenten –y nos muestren, periódicamente— qué redes sociales
o aplicaciones están empleando. También es válido revisar periódicamente las apps
que tienen descargadas en el dispositivo, esto con el fin de resguardar su privacidad
y seguridad. Al final, padres de familia y escuela deben actuar como un binomio. Lo
más importante debe ser colaborar para construir un entorno seguro y propicio para
el aprendizaje de los estudiantes.
Dicen que las nuevas generaciones nacen con un celular en las manos y que no
pueden vivir sin él. Lo grave es que un estudio GOED: Prof.: Martin Romeo
Monterrosa Rodríguez los andes demostrado que hay relación entre el excesivo uso
de aparato y el promedio de notas en algunos estudiantes
Los padecimientos por el excesivo del móvil son muy variados, entre ellos podemos
encontrar problemas de audición, dolor en las manos o tendinitis, dolor en cuello y
dolores de cabeza relacionados con las tensiones en el cuello provocados por mala
postura a la hora de mirar la pantalla del celular
Propone el uso excesivo del celular en muchas ocasiones los jóvenes y niños, niñas,
que muchas veces están en hora de la comida y están con el móvil al igual que en
el colegio a escuela usan demasiado el celular y muchas veces eso les afecta
mucho porque se bajan de calificaciones, tiene más problemas, y por estar
pendiente al celular o a lo que publican no ponen atención en la escuela, muchas
veces si nos sirven por que los profesores nos dicen que lo podemos usar pero a
veces tenemos una obsesión que cuando no lo tenemos cerca sentimos una gran
necesidad.
En parte ese aparato nos ha ayudado mucho en muchas cosas, pero también ha
venido arruinar a la juventud porque nos tienen bien dormidos que eso nos arruina
el cerebro y nos quema neuronas y pueda que si seguimos a si nos arruinara el
futuro.
Posibles consecuencias físicas y psicológicas, daños cervicales estrés visual,
insomnio, obesidad infantil, sedentarismo, dependencia o adicción. Supone un
escolle al adecuado desarrollo de las competencias sociales.
El mismo estudio preguntó a profesores: “¿El uso de celulares y apps por parte de
los estudiantes afecta su rendimiento académico? Para sorpresa de nadie, 94% de
los maestros participantes consideraron que sí lo hace.
¿Qué piensan los alumnos? De acuerdo con el estudio dirigido por Olmer
Hernández Argueta, Carla Beatriz Capetillo Medrano y Efraín Soto Bañuelos, el 47%
indicó que el uso de redes sociales en clase sí afecta “un poco” sus calificaciones;
12% señaló que “mucho”; 2% señaló que “muchísimo” y 39% dijo que “nada”, lo cual
contrasta con lo que opinan sus profesores.
Una pregunta que es sintomática sobre el grado de apego de los estudiantes hacia
sus celulares es:“¿Dónde dejas tu dispositivo móvil cuando te vas a dormir?”.
El 59% menciona que lo deja a la mano, el 33% en alguna parte de la cama, el 6%
debajo de la almohada y solo el 2% en otro lugar. Esa es la realidad con la cual se
debe trabajar.
En todos los casos, los estudiantes de preparatoria deben tener en claro que el uso
del celular está prohibido y solo se puede utilizar cuando el profesor lo indique (para
buscar información o para alguna actividad) o ante las citadas emergencias.
Los resultados también señalan que el uso excesivo de aparatos electrónicos en los
estudiantes influye en un bajo rendimiento académico. Se pierde la noción de las
horas dedicadas a la tecnología, y no se cumple con las tareas o actividades
asignadas en clase.
Como padres debemos partir de una realidad: los hijos usan este medio para
comunicarse con sus amigos (vía redes sociales) y como diversión, no como una
fuente de educación. Ello exige que se establezca una estructura de horarios. Y esta
debe ser más estricta entre más pequeños son los hijos.
También es importante establecer una comunicación directa con nuestros hijos,
donde ellos nos comenten –y nos muestren, periódicamente— qué redes sociales
o aplicaciones están empleando. También es válido revisar periódicamente las apps
que tienen descargadas en el dispositivo, esto con el fin de resguardar su privacidad
y seguridad.
Así lo ponen de manifiesto los impulsores de Smartme Family una aplicación familiar
gratuita que apoya a los padres en la educación digital de sus hijos-, que destacan
que hasta el 73% de los menores han utilizado el teléfono móvil en alguna ocasión
entre la 1.00 y las 6.00 horas en días de colegio.
Además, el uso frecuente y sin pausas de los celulares con internet pueden causar
en el transcurso del tiempo, en un futuro no muy lejano, problemas en las
articulaciones de los dedos (por teclear en un espacio sumamente reducido), en la
visión (por estar mirando la pantalla con letras pequeñas y al caer la iluminación de
esta en los ojos), en el sueño (ya que se ha comprobado que muchos usuarios
mantienen sus celulares prendidos todo el tiempo y no suelen apagarlos ni para
dormir, sino por el contrario, inclusive si éste suena mientras duermen, ellos
despiertan y responden los mensajes o llamadas), etc.
Por otro lado, se ha encontrado que muchos estudiantes se sienten más confiados
al expresar sus sentimientos a través de este medio, que hacerlo cara a cara; y que
mientras más tiempo pasen conectados quizá esto afecte ciertamente su forma de
socializar y comunicarse en persona.
Sin embargo, hoy en día los jóvenes usuarios de dicho aparato consideran de suma
importancia contar con éste, ya que el solo hecho de tenerlo les brinda un mayor
“status” frente a los demás y por ende, mayor popularidad al estar conectado con
muchos amigos a la vez.
Existe peligro y a la vez fascinación por este universo virtual, el cual se suele
conocer como el refugio de los tímidos, de los solitarios y hasta de los deprimidos a
veces; ya que permite que estos se expresen libremente al tener una pantalla
delante de sí y puedan huir o escapar sin tener que dar explicaciones sobre nada a
nadie. El uso inmoderado de internet se debe a diferentes razones. Por ejemplo,
unos lo utilizan por la excitación que ocasiona y la adquisición de un nuevo sentido
de identidad; otros lo utilizan para reducir las tensiones internas que puedan tener;
otros lo utilizan para tener una compañía o simplemente sentirse acompañados; en
general, como se puede notar estas serían personas que suelen sentirse solas.
Estas conductas destruyen a estos usuarios, no solo a ellos, sino también a todos
aquellos que los rodean (Lejoyeux y Adés, 2003). Hoy en día existe cierto nivel de
dependencia de los Smartphones; lo cual, se puede ver en los jóvenes actualmente
que ya no memorizan números telefónicos de nadie, puesto que todos están
almacenados en sus aparatos inteligentes; por ende, si se les pierde o se les
malogra o simplemente no lo tienen un día, significa que están aislados del mundo
todo un día. Asimismo, en el caso de que una persona sea adicta, puede perder el
sentido del tiempo real y de este modo afectar sus relaciones interpersonales; así
mismo, puede provocar trastornos de sueño, de alimentación, ansiedad, etc.
En la actualidad, la juventud utiliza las Tecnologías de la Información y
Comunicación (TIC), en la vida cotidiana, a través de los diferentes dispositivos
tecnológicos existentes. La adquisición de “software” (Aplicaciones) y servicios de
internet en los teléfonos móviles inteligentes generan cambios sociales de
comunicación e interacción que no sólo se reflejan en los estudiantes sino en los
procesos de enseñanza aprendizaje. Este tipo de tecnología transforma a la
sociedad del siglo XXI. La población de clase media, por lo general, dispone de un
teléfono móvil inteligente, como medio de acceso a la comunicación virtual.
Relacionar el rendimiento académico con el uso del celular tiene relevancia ya que
en la actualidad la mayoría de adolescentes a nivel mundial, nacional, y
específicamente en Zacatecas, México, están identificados con las redes sociales,
la mayoría de ellos usa Facebook y WhatsApp. Según Moreno (2016), en el cuarto
trimestre de 2015, Facebook alcanzó los 1,590 millones de usuarios activos, de ellos
1,440 millones de usuarios se conectan por el móvil, además, 934 millones de
usuarios entran a la red social todos los días. Por otro lado, Sánchez (2016),
menciona que WhatsApp alcanza en el 2016 los mil millones de usuarios a nivel
mundial, 42 mil millones de mensajes y mil millones de fotos enviadas cada día. Una
gran cantidad de jóvenes dedican parte del día y noche a estos dispositivos,
conectados a las redes sociales de manera continua y en muchas ocasiones por
tiempos prolongados. Se concibe que este tipo de prácticas por los escolares reduce
tiempo para poder desarrollar actividades de índole académico que requieren de
responsabilidad y aplicación.
Uno de los primeros objetivos de este estudio fue comprender el fenómeno del uso
del celular inteligente en el rendimiento académico de los estudiantes, así como
también identificar las aplicaciones que utilizan los estudiantes de Preparatoria en
sus smartphones. Otro propósito fue describir el significado que les otorgan los
estudiantes a los anteriores. Además de indagar sobre el concepto que tienen los
maestros de los alumnos con respecto al uso de los celulares inteligentes y
aplicaciones, ya que ellos son quienes conviven a diario en los salones de clases y
son la figura principal que enfrenta la problemática de manera cotidiana.
Los llamados de atención que se hacen a los estudiantes por parte de los docentes
son constantes, muchos de los maestros toman medidas de control con aquellos
alumnos que hacen uso de su dispositivo móvil en la clase, entre algunas acciones
y llamados de atención se encuentran, los decomisos, la suspensión temporal de
los dispositivos y regaños verbales, todo a raíz de las conductas mostradas por los
jóvenes en el desarrollo de las clases.
Cabe retomar a Islas (2015), quien hace una compilación de estadísticas de cuatro
investigaciones sobre el uso de redes sociales en México. Entre algunos datos de
mayor trascendencia que abonan y dan pertinencia y relevancia a este estudio es
que el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en el año
2013, en la “Encuesta sobre disponibilidad y uso de las tecnologías de la
información” concluyó que en el nivel de preparatoria es donde se concentra el
mayor porcentaje de población del uso de internet, en jóvenes de 12 a 17 años de
edad, siendo la principal actividad, el uso de redes sociales en materia de ocio y
entretenimiento.
En ese sentido, al ver las estadísticas sobre la penetración que tienen las
tecnologías y redes sociales en los jóvenes, se considera pertinente estudiar el
fenómeno desde una perspectiva educativa, dado que en la actualidad muchos de
los autores confluyen en argumentos que apuntan a que este tipo de tecnologías
deben ser aprovechadas como un soporte de apoyo en el proceso educativo, ya
que las nuevas generaciones nacieron en plena era digital, donde sus intereses,
relaciones sociales y quehaceres responden a un mundo encaminado a la
conectividad.
Además, se determina que los estudiantes no dan mucha importancia a las tareas
escolares debido a que no existe un análisis y reflexión en las mismas, al tener como
factor el poco tiempo que dedican para realizarlas, lo que ocasiona distracción y
despreocupación en las actividades escolares, llevándolos directamente a un bajo
rendimiento académico.