Teoria Seminario La Incidencia Del Celular en El Rendimiento Academico Segundo Año Genral Seccion C

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“Complejo Educativo Profesor Martin Romeo Monterrosa

Rodríguez”

Seminario

Tema: Teoría del tema de investigación.

Docente: Glenda Verónica Aldana Dueñas.

Alumnos: Carlos Román Cruz Zepeda.

Pamela Michelle Morán Rodríguez.

Ana Zuleima Pérez Corado.

Gerson Nehemías Ramírez Guevara.

Jeansy Yesenia Reyes Pérez.

Grado: 2°Año General. Sección: “C”


La incidencia del celular en el rendimiento académico.

El impacto del uso creciente de teléfonos celulares en la sociedad actual. Se


reflexiona sobre cómo esta tecnología ha transformado la comunicación, tanto en el
ámbito personal como profesional, impulsando una cultura del uso del teléfono
móvil. Se menciona que, aunque el uso del celular es fundamental en el ámbito
laboral para mantener la comunicación con docentes, compañeros y familiares, su
uso inadecuado puede afectar la productividad. Se resalta la importancia de
establecer políticas claras sobre el uso del celular en la institución y se discute la
necesidad de regulaciones en este sentido.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura


(UNESCO) presentó un informe en el que advirtió a los colegios del mundo sobre el
uso excesivo del celular en los estudiantes y las consecuencias que trae.

Con la ampliación del acceso a la tecnología, es cada vez más común ver a los
menores asistir a sus escuelas con sus dispositivos, lo que para la organización
genera un impacto negativo en el rendimiento académico y amplía las
desigualdades digitales.

Según las investigaciones, la presencia de los teléfonos móviles en las aulas de


clase distrae a los estudiantes y disminuye su capacidad de concentra

Mientras que los profesores deben hacer esfuerzos para mantener la atención de
los alumnos, que cada vez más tiene acceso a estas tecnologías y a las diferentes
aplicaciones, como redes sociales y juegos.

El bajo rendimiento académico y la inestabilidad emocional son algunas de las


consecuencias que se asocian con el uso excesivo de celulares entre los
estudiantes. La sobreexposición a pantallas y redes sociales puede afectar
negativamente el proceso de aprendizaje y el desarrollo emocional de los jóvenes.

“Las notificaciones entrantes o la mera proximidad de un dispositivo pueden ser una


distracción para los estudiantes, haciendo que pierdan la atención en la tarea que
tienen delante”, publicó la Unesco en su informe.
Además, la presencia de celulares en las aulas también contribuye a ampliar la
brecha de desigualdad digital entre estudiantes.

El uso del celular y las Apps (WhatsApp y Facebook) afecta el rendimiento


académico de los estudiantes de nivel preparatoria, ya que al no descansar lo
suficiente y al uso excesivo de estas redes, se distraen, no mantienen la atención
en clase, llegan somnolientos, lo que repercute en el rendimiento académico.
Además, el uso de esta telefonía móvil es ubicua, continua y permanente.

La mayoría de los docentes prohibe el uso del celular en clase y escasas ocasiones
lo utilizan como recurso didáctico o herramienta pedagógica, uno de los factores
puede ser la falta de formación de los profesores en relación con las TIC y la
educación para los medios. Por lo general, aunque su uso está prohibido en las
instituciones educativas el 90% de los estudiantes lo lleva a la escuela. El celular se
convierte así, como lo decía Macluhan (1996) “en una extensión del hombre”. Cabe
enfatizar que no existe una normatividad o cultura que promueva pasar de una
tecnología informática y de comunicación a una Tecnología de Empoderamiento y
Participación (TEP).

Son contados los profesores que utilizan el celular con fines académicos, aunque
estos dispositivos tienen un amplio potencial educativo, según Prensky (2013). El
94% de los profesores considera que las calificaciones de los estudiantes se ven
afectadas por el uso del celular, ya que se distraen, pierden tiempo, no atienden
instrucciones, hacen las cosas rápido por estar con el dispositivo móvil. Según los
profesores este uso del celular afecta también en la realización de las tareas en
casa, antes “el distractor era la televisión”, hoy es el celular.

Por otra parte, los padres de familia en su mayoría, no reglamentan ni educan a sus
hijos en el uso del celular. El control gira en torno a castigos tal como: “Apagar el
internet”, “Les quitan el teléfono”, “Condicionarlos, primero a hacer la tarea y
después el dispositivo”, pero no forman una conciencia y reflexión sobre su uso y
consecuencias. Ya Virilio (1997) sostenía que la tecnología tiene sus pros y sus
contras, sus accidentes. Como por ejemplo la locomotora, su descarrilamiento.
Los incidentes que desfavorecen el rendimiento académico de los estudiantes de
preparatoria a causa del Smartphone y Apps son variantes y numerosos. No se
puede decir que la alternativa a esta problemática es prohibirlos o quitarlos
rigurosamente, porque se caería en un error grave. Un primer paso importante que
los docentes y padres de familia es asumir que el uso a las tecnologías en los
adolescentes de ahora, es un fenómeno implantado e irreversible. Resulta vano
querer cambiar o atentar con esos patrones coexistentes en la juventud ya que de
una u otra forma los jóvenes tendrán acceso a ellas.

Se considera que el papel que del docente y padre de familia es fundamental para
que no se llegue a extremos. Lo ideal es que ambas figuras deben estar muy de
cerca de los adolescentes, por un lado, el padre de familia es el responsable de lo
que su hijo haga en su casa y por el otro, el docente es el responsable del
desempeño del estudiante en el aula de clases. Con ello no se quiere decir que
ambos tutores actúen de manera tajante ante esta situación. Lo estratégico es que
de manera coasociada el joven sea tomado en cuenta para que haya estimulación
y pueda sentirse parte del proceso y no llegue a considerarlo como una amenaza.
Influye mucho en el bajo nivel académico, la distracción en clase hace que el pierda
la concentración y se pierda de la explicación del profesor. Además, pierde la noción
de las tareas y ejercicios propuestos.

Los resultados también señalan que el uso excesivo de aparatos electrónicos en los
estudiantes. Se pierde la noción de las horas dedicadas a la tecnología, y no se
cumple con las tareas o actividades asignadas en clase. El uso de los dispositivos
móviles potencia la interacción dentro y fuera del aula estimulando la exploración,
la comunicación, el pensamiento crítico y reflexivo.

Los 6 principales factores que determinan el rendimientode las personas

• Hábitos saludables.
• Orden mental.
• Sentido de realización.
• Sentimiento de reto.
• Logro de una retribución.
• Incremento de la Resiliencia.
CAUSAS DEL BAJO RENDIMIENTO ESCOLAR
Un entorno familiar desfavorable

La falta de apoyo parental o la falta de acceso a recursos educativos en el


hogar

Desintegración familiar

Estilos de crianza

Padres trabajadore

Desinterés de los padres

Adicciones

Hijos predilectos

Hijos no deseados

El desempeño académico está influenciado por una variedad de factores, tanto


externos como internos. Los factores externos incluyen aspectos socioeconómicos
y culturales de la familia de origen, la metodología de enseñanza, los materiales
educativos, la infraestructura y los métodos de evaluación.

El bajo rendimiento escolar o académico, es el resultado de múltiples factores y


causas, entre los que se encuentran: los de carácter individual con relación a su
estado de salud, el contexto familiar, la situación socioeconómica y otros asociados
al propio sistema educativo los motivos que surgen más relevantes para la
reprobación, destacan: poca dedicación al estudio de las temáticas del curso, falta
de adecuados hábitos de estudio, deficiencia en conocimientos previos, priorización
hacia otro curso y falta de interés por el estudio.
El bajo rendimiento académico y la inestabilidad emocional son algunas de las
consecuencias que se asocian con el uso excesivo de celulares entre los
estudiantes. La sobreexposición a pantallas y redes sociales puede afectar
negativamente el proceso de aprendizaje y el desarrollo emocional de los jóvenes.

Distrae a los estudiantes y disminuye su capacidad de concentración en el entorno


educativo actual, el uso de teléfonos celulares ha generado un intenso debate sobre
su impacto en las aulas. La creciente dependencia de los dispositivos móviles
plantea interrogantes sobre cómo afecta el aprendizaje, la concentración y las
relaciones sociales de los estudiantes. En esta nota, exploraremos las diversas
perspectivas sobre esta cuestión, analizando sus efectos positivos y negativos en
el contexto educativo.

Mucho se ha discutido sobre cuándo es el momento adecuado para dejar que


nuestros hijos tengan un teléfono celular. ¿En kínder, primaria, secundaria o hasta
preparatoria? Lo cierto es que 9 de cada 10 jóvenes que acuden a preparatorias
privadas cuentan con un celular. Y la mayoría de ellos posee un smartphone o
teléfono inteligente, pero, ¿el uso de celular los ayuda o los distrae en el aula?

¿Por qué es bueno el uso de celular en el aula?

1. Permite la búsqueda de información o de datos relacionados con el tema que


se está viendo en clase de forma inmediata.
2. Permite el uso de herramientas educativas tecnológicas, como realidad
aumentada, actividades interactivas o lecturas.
3. Funciona como registro de actividades, planificación de tiempos de estudio y
de tareas, etcétera.
4. Permite tomar fotos y videos (y editarlos), lo cual es útil para ilustrar trabajos
y presentaciones.
5. Permite la lectura de noticias de actualidad en medios informativos, para que
los chicos estén mejor enterados de su realidad
6. Permite anotar ideas, lo cual es muy útil para los chicos, pues la inspiración
puede llegar en cualquier instante
7. Funciona como diccionario y traductor, a través de ciertas apps.
8. Funciona como cronómetro/temporizador y grabadora.
9. Permite la comunicación inmediata con la familia (en especial con los padres)
ante una emergencia.
10. A los padres, les proporciona tranquilidad sobre la ubicación de sus hijos (lo
cual implica que se habilite la geolocalización del dispositivo).

En todos los casos, los estudiantes de preparatoria deben tener en claro que el uso
del celular está prohibido y solo se puede utilizar cuando el profesor lo indique (para
buscar información o para alguna actividad) o ante las citadas emergencias.

Desventajas uso del celular en el salón de clase

El uso del celular y aplicaciones (apps), en particular en la preparatoria, no es


negativo o nocivo en sí mismo. Como acabamos de ver, representa una potente
herramienta para compartir información, aprender y tener tranquilidad sobre la
ubicación y seguridad de los integrantes de la familia.

El estudio “Uso de teléfonos celulares inteligentes en estudiantes de preparatoria y


su influencia en el rendimiento académico” revisó 40 investigaciones al respecto, y
halló que 19 coinciden en el tipo de influencias negativas. Para empezar:

¿Cómo regular el uso de celular en el aula?

Como padres debemos partir de una realidad: los hijos usan este medio para
comunicarse con sus amigos (vía redes sociales) y como diversión, no como una
fuente de educación. Ello exige que se establezca una estructura de horarios. Y esta
debe ser más estricta entre más pequeños son los hijos.
También es importante establecer una comunicación directa con nuestros hijos,
donde ellos nos comenten –y nos muestren, periódicamente— qué redes sociales
o aplicaciones están empleando. También es válido revisar periódicamente las apps
que tienen descargadas en el dispositivo, esto con el fin de resguardar su privacidad
y seguridad. Al final, padres de familia y escuela deben actuar como un binomio. Lo
más importante debe ser colaborar para construir un entorno seguro y propicio para
el aprendizaje de los estudiantes.

Dicen que las nuevas generaciones nacen con un celular en las manos y que no
pueden vivir sin él. Lo grave es que un estudio GOED: Prof.: Martin Romeo
Monterrosa Rodríguez los andes demostrado que hay relación entre el excesivo uso
de aparato y el promedio de notas en algunos estudiantes

• El uso de la tecnología en todos los campos del conocimiento, sobre todo


en la etapa formativa de los estudiantes, que frecuentemente acceden a
internet como herramienta de investigación en temas avanzados y
actualizados.
• Lo más importante de tener un celular es que éste ayuda a acortar
distancias.
• En vista del grave problema que atraviesan algunas escuelas colegios
universidades del país el celular es un instrumento molesto e inadecuado
dentro de las aulas, cuyo uso indebido era visto como una simple
travesura que podía afectar el rendimiento académico del estudiante pasa
a ser una herramienta que en juego su integridad personal y deja a un
lado los valores, la moral y el respeto y sobre todo su estudio.

El acceso a la telefonía móvil aumenta y la asistencia de estos dispositivos en niños


y jóvenes está presente en sus actividades educativas; fundamento para analizar la
relación de uso del teléfono celular con los niveles de atención en el proceso de
enseñanza- aprendizaje en el GOED: Prof.: Martin Romeo Monterrosa Rodríguez.
Se aplico un cuestionario tipo a 431 estudiantes de bachillerato y la discusión de
resultados permite deducir que el uso del teléfono móvil con relación a los niveles
de atención tiene una incidencia poco significativa, por lo que no interfiere en forma
negativa, como elemento distractor del acto didáctico.

Los padecimientos por el excesivo del móvil son muy variados, entre ellos podemos
encontrar problemas de audición, dolor en las manos o tendinitis, dolor en cuello y
dolores de cabeza relacionados con las tensiones en el cuello provocados por mala
postura a la hora de mirar la pantalla del celular

Propone el uso excesivo del celular en muchas ocasiones los jóvenes y niños, niñas,
que muchas veces están en hora de la comida y están con el móvil al igual que en
el colegio a escuela usan demasiado el celular y muchas veces eso les afecta
mucho porque se bajan de calificaciones, tiene más problemas, y por estar
pendiente al celular o a lo que publican no ponen atención en la escuela, muchas
veces si nos sirven por que los profesores nos dicen que lo podemos usar pero a
veces tenemos una obsesión que cuando no lo tenemos cerca sentimos una gran
necesidad.

En parte ese aparato nos ha ayudado mucho en muchas cosas, pero también ha
venido arruinar a la juventud porque nos tienen bien dormidos que eso nos arruina
el cerebro y nos quema neuronas y pueda que si seguimos a si nos arruinara el
futuro.
Posibles consecuencias físicas y psicológicas, daños cervicales estrés visual,
insomnio, obesidad infantil, sedentarismo, dependencia o adicción. Supone un
escolle al adecuado desarrollo de las competencias sociales.

¿Cómo afecta el uso del celular en el aula?


En el entorno educativo actual, el uso de teléfonos celulares ha generado un intenso
debate sobre su impacto en las aulas. La creciente dependencia de los dispositivos
móviles plantea interrogantes sobre cómo afecta el aprendizaje, la concentración y
las relaciones sociales de los estudiantes. En esta nota, exploraremos las diversas
perspectivas sobre esta cuestión, analizando sus efectos positivos y negativos en
el contexto educativo.

Mucho se ha discutido sobre cuándo es el momento adecuado para dejar que


nuestros hijos tengan un teléfono celular. ¿En kínder, primaria, secundaria o hasta
preparatoria? Lo cierto es que 9 de cada 10 jóvenes que acuden a preparatorias
privadas cuentan con un celular. Y la mayoría de ellos posee un smartphone o
teléfono inteligente, pero, ¿el uso de celular los ayuda o los distrae en el aula?

De acuerdo con el estudio “Uso de teléfonos celulares inteligentes en estudiantes


de preparatoria y su influencia en el rendimiento académico”, 88% de los alumnos
de preparatoria que posee un celular siempre acude con él a la escuela.

El mismo estudio preguntó a profesores: “¿El uso de celulares y apps por parte de
los estudiantes afecta su rendimiento académico? Para sorpresa de nadie, 94% de
los maestros participantes consideraron que sí lo hace.
¿Qué piensan los alumnos? De acuerdo con el estudio dirigido por Olmer
Hernández Argueta, Carla Beatriz Capetillo Medrano y Efraín Soto Bañuelos, el 47%
indicó que el uso de redes sociales en clase sí afecta “un poco” sus calificaciones;
12% señaló que “mucho”; 2% señaló que “muchísimo” y 39% dijo que “nada”, lo cual
contrasta con lo que opinan sus profesores.

Al preguntar a los estudiantes si su nivel de aprendizaje y participación en clases se


han visto afectados por el tiempo que les consume el celular y redes sociales, el
48% menciona que “poco”; el 12%, “mucho”; el 2% “muchísimo y el 38%, “nada”.

En términos digitales, esto se conoce como phubbing: la acción de prestar atención


al móvil en lugar de las personas con las que estamos acompañados (en este caso,
el profesor).

Una pregunta que es sintomática sobre el grado de apego de los estudiantes hacia
sus celulares es:“¿Dónde dejas tu dispositivo móvil cuando te vas a dormir?”.
El 59% menciona que lo deja a la mano, el 33% en alguna parte de la cama, el 6%
debajo de la almohada y solo el 2% en otro lugar. Esa es la realidad con la cual se
debe trabajar.

¿Por qué es bueno el uso de celular en el aula?


1. Permite la búsqueda de información o de datos relacionados con el tema que
se está viendo en clase de forma inmediata.
2. Permite el uso de herramientas educativas tecnológicas, como realidad
aumentada, quizes, actividades interactivas o lecturas.
3. Funciona como registro de actividades, planificación de tiempos de estudio y
de tareas, etcétera.
4. Permite tomar fotos y videos (y editarlos), lo cual es útil para ilustrar trabajos
y presentaciones.
5. Permite la lectura de noticias de actualidad en medios informativos, para que
los chicos estén mejor enterados de su realidad.
6. Permite anotar ideas, lo cual es muy útil para los chicos, pues la inspiración
puede llegar en cualquier instante
7. Funciona como diccionario y traductor, a través de ciertas apps.
8. Funciona como cronómetro/temporizador y grabadora.
9. Permite la comunicación inmediata con la familia (en especial con los padres)
ante una emergencia.
10. A los padres, les proporciona tranquilidad sobre la ubicación de sus hijos (lo
cual implica que se habilite la geolocalización del dispositivo).

En todos los casos, los estudiantes de preparatoria deben tener en claro que el uso
del celular está prohibido y solo se puede utilizar cuando el profesor lo indique (para
buscar información o para alguna actividad) o ante las citadas emergencias.

Desventajas uso del celular en el salón de clase

El uso del celular y aplicaciones (apps), en particular en la preparatoria, no es


negativo o nocivo en sí mismo. Como acabamos de ver, representa una potente
herramienta para compartir información, aprender y tener tranquilidad sobre la
ubicación y seguridad de los integrantes de la familia.

El estudio “Uso de teléfonos celulares inteligentes en estudiantes de preparatoria y


su influencia en el rendimiento académico” revisó 40 investigaciones al respecto, y
halló que 19 coinciden en el tipo de influencias negativas. Para empezar, que los
jóvenes dediquen de entre 3 a 5 horas diarias a su teléfono puede llevar al descuido
de las tareas diarias.

Los resultados también señalan que el uso excesivo de aparatos electrónicos en los
estudiantes influye en un bajo rendimiento académico. Se pierde la noción de las
horas dedicadas a la tecnología, y no se cumple con las tareas o actividades
asignadas en clase.

¿Cómo regular el uso de celular en el aula?

Hasta 2023, en México, el uso de celular en el aula era responsabilidad de cada


plantel. Lo mismo sucede en Estados Unidos, Argentina, Chile y muchos otros
países. Sin embargo, en Francia, en agosto de 2022, el parlamento aprobó la
restricción para el uso de aparatos móviles, tablets o relojes inteligentes en escuelas
y colegios donde estudian los menores de hasta 15 años.

Como padres debemos partir de una realidad: los hijos usan este medio para
comunicarse con sus amigos (vía redes sociales) y como diversión, no como una
fuente de educación. Ello exige que se establezca una estructura de horarios. Y esta
debe ser más estricta entre más pequeños son los hijos.
También es importante establecer una comunicación directa con nuestros hijos,
donde ellos nos comenten –y nos muestren, periódicamente— qué redes sociales
o aplicaciones están empleando. También es válido revisar periódicamente las apps
que tienen descargadas en el dispositivo, esto con el fin de resguardar su privacidad
y seguridad.

Al final, padres de familia y escuela deben actuar como un binomio. Lo más


importante debe ser colaborar para construir un entorno seguro y propicio para el
aprendizaje de los estudiantes.

¿Afecta el uso del móvil al rendimiento académico?


El uso excesivo del teléfono móvil conlleva un aumento «considerable» del riesgo
de sufrir déficit de atención, problemas de memoria, una disminución del
rendimiento académico, alteraciones del sueño, problemas de alfabetización o
reducción de capacidades de los menores en periodo escolar.

Así lo ponen de manifiesto los impulsores de Smartme Family una aplicación familiar
gratuita que apoya a los padres en la educación digital de sus hijos-, que destacan
que hasta el 73% de los menores han utilizado el teléfono móvil en alguna ocasión
entre la 1.00 y las 6.00 horas en días de colegio.

En este sentido, advierten de que la adicción a las nuevas tecnologías perjudica el


desarrollo académico de los niños y puede provocar la pérdida de socialización. Así,
han indicado que el 34% de los menores de 18 años pasan más de una hora y
cuarto usando el móvil cada día, lo que excede el tiempo habitual de uso entre niños
y adolescentes.

Según los expertos en uso responsable de 'smartphones', estos niños se relacionan


menos con su entorno apegándose cada vez más a sus teléfonos móviles. Además,
apuntan que esta conducta adictiva fomenta el sedentarismo, lo que podría provocar
problemas de salud como la obesidad, la diabetes y afecciones cardiovasculares.
Por otro lado, advierten de que la exposición a contenidos violentos provoca que los
niños «pierdan sensibilidad ante este tipo de conductas», y añaden que la adicción
al teléfono móvil y las nuevas tecnologías en un estadio muy elevado podría
desembocar «en enfermedades mentales como depresión y ansiedad infantil,
trastornos bipolares, psicosis y problemas de conducta».
«No se trata de demonizar el terminal, sino de guiarles y enseñarles todas las
posibilidades que tiene un teléfono móvil para que sepan a qué pueden enfrentarse
con su uso», explica Pascual Hernández, consejero delegado de Smartme Family.

La encuesta aplicada a los alumnos del curso de Nivelación, segundo periodo


académico (SPA), Sede “La María”, de la Universidad Técnica Estatal de Quevedo,
permitió detectar la incidencia de los teléfonos inteligentes y sus aplicaciones en el
rendimiento académico. La metodología se concibe a partir de elementos teóricos
que fundamentan el resultado científico.

La muestra es de 234 estudiantes, entre 17 y 24 años de edad. Los resultados


revelan que la mayoría poseen un teléfono inteligente. Manifiestan que
generalmente no utilizan las aplicaciones para actividades académicas, con
excepción del buscador Google.

De forma contraria, un elevado porcentaje utiliza su teléfono para redes sociales,


jugar, chatear u otra actividad no académica. Sin embargo, aceptan el uso
inadecuado de los teléfonos inteligentes afecta su rendimiento académico. La
contribución de este estudio es socializar la importancia del uso de los teléfonos
inteligentes en las actividades curriculares y pedagógicas, mediante las
aplicaciones previamente instaladas y las existentes en el mercado tecnológico,
siendo parte de las estrategias que fortalecen el rendimiento académico.

En la actualidad muchos jóvenes estudiantes pertenecientes a niveles


socioeconómicos A y B, principalmente, poseen como mínimo un celular, y en el
mejor de los casos un celular con servicio de internet; sea este un IPhone, Android,
entre otros (Smartphones); el cual utilizan constantemente y muchas veces durante
grandes cantidades de tiempo. A partir de ello, el problema planteado vendría a ser
las consecuencias de este uso que se le da al Smartphone, o en todo caso abuso
de éste, en el rendimiento académico de estudiantes universitarios. Esto es un
problema, ya que estas consecuencias podrían estar llevando a actitudes y/o
conductas dependientes, que estarían interfiriendo en el ámbito académico en el
que se encuentran dichos estudiantes.

Además, el uso frecuente y sin pausas de los celulares con internet pueden causar
en el transcurso del tiempo, en un futuro no muy lejano, problemas en las
articulaciones de los dedos (por teclear en un espacio sumamente reducido), en la
visión (por estar mirando la pantalla con letras pequeñas y al caer la iluminación de
esta en los ojos), en el sueño (ya que se ha comprobado que muchos usuarios
mantienen sus celulares prendidos todo el tiempo y no suelen apagarlos ni para
dormir, sino por el contrario, inclusive si éste suena mientras duermen, ellos
despiertan y responden los mensajes o llamadas), etc.

Justamente, los problemas antes mencionados se pueden notar en la falta de


seguridad en uno mismo, incapacidad para relacionarse con otros, dependencia,
estrés y ansiedad son posibles factores para desencadenar la adicción a dicho
aparato. Ello debido a que el uso excesivo de este aparato puede ocasionar dolor
de cabeza, artritis, déficit de atención, trastornos de sueño y hasta problemas de
visión (ya que por ser un espacio reducido de 6 x 3cm con 35 botones
aproximadamente, se requiere mayor concentración de la vista).

Por otro lado, se ha encontrado que muchos estudiantes se sienten más confiados
al expresar sus sentimientos a través de este medio, que hacerlo cara a cara; y que
mientras más tiempo pasen conectados quizá esto afecte ciertamente su forma de
socializar y comunicarse en persona.

Sin embargo, hoy en día los jóvenes usuarios de dicho aparato consideran de suma
importancia contar con éste, ya que el solo hecho de tenerlo les brinda un mayor
“status” frente a los demás y por ende, mayor popularidad al estar conectado con
muchos amigos a la vez.

Existe peligro y a la vez fascinación por este universo virtual, el cual se suele
conocer como el refugio de los tímidos, de los solitarios y hasta de los deprimidos a
veces; ya que permite que estos se expresen libremente al tener una pantalla
delante de sí y puedan huir o escapar sin tener que dar explicaciones sobre nada a
nadie. El uso inmoderado de internet se debe a diferentes razones. Por ejemplo,
unos lo utilizan por la excitación que ocasiona y la adquisición de un nuevo sentido
de identidad; otros lo utilizan para reducir las tensiones internas que puedan tener;
otros lo utilizan para tener una compañía o simplemente sentirse acompañados; en
general, como se puede notar estas serían personas que suelen sentirse solas.

El problema, vendría a ser cuando el uso del Smartphone se empieza a convertir en


abuso, ya que este puede llevar a una dependencia o peor aún, a una adicción. En
este sentido, existen dependencias relacionadas con la tecnología, los celulares con
internet, las redes sociales, entre otras. Ciertas costumbres, distracciones o
placeres, cuando se repiten más que nada por una necesidad que por una elección,
podrían ser enfermedades reales.

Estas conductas destruyen a estos usuarios, no solo a ellos, sino también a todos
aquellos que los rodean (Lejoyeux y Adés, 2003). Hoy en día existe cierto nivel de
dependencia de los Smartphones; lo cual, se puede ver en los jóvenes actualmente
que ya no memorizan números telefónicos de nadie, puesto que todos están
almacenados en sus aparatos inteligentes; por ende, si se les pierde o se les
malogra o simplemente no lo tienen un día, significa que están aislados del mundo
todo un día. Asimismo, en el caso de que una persona sea adicta, puede perder el
sentido del tiempo real y de este modo afectar sus relaciones interpersonales; así
mismo, puede provocar trastornos de sueño, de alimentación, ansiedad, etc.
En la actualidad, la juventud utiliza las Tecnologías de la Información y
Comunicación (TIC), en la vida cotidiana, a través de los diferentes dispositivos
tecnológicos existentes. La adquisición de “software” (Aplicaciones) y servicios de
internet en los teléfonos móviles inteligentes generan cambios sociales de
comunicación e interacción que no sólo se reflejan en los estudiantes sino en los
procesos de enseñanza aprendizaje. Este tipo de tecnología transforma a la
sociedad del siglo XXI. La población de clase media, por lo general, dispone de un
teléfono móvil inteligente, como medio de acceso a la comunicación virtual.

Los jóvenes del estado de Zacatecas no están exentos en el uso de estas


tecnologías y redes sociales en su diario vivir, en la actualidad la mayoría de
adolescentes se encuentran conectados e insertos en un mundo digital. La
comunicación, las relaciones sociales y su propia existencia gira en torno a un nuevo
paradigma virtual. Muchos de ellos se acoplan a este nuevo modelo porque
crecieron en ambientes donde prevalece un conjunto de dispositivos electrónicos y
es ahí donde encuentran y descubren sus gustos e intereses, hasta su propia
identidad de un yo ideal-virtual.

Por otra parte, el rendimiento académico es un fenómeno educativo multifactorial


en el que intervienen variables como el nivel socioeconómico, el contexto, la
motivación escolar, el autocontrol, las competencias y habilidades que tiene el
alumno, entre otros. También es conocido como aptitud escolar, desempeño
académico o rendimiento escolar. En muchas ocasiones estos conceptos se utilizan
como sinónimos (Edel, 2003).

Relacionar el rendimiento académico con el uso del celular tiene relevancia ya que
en la actualidad la mayoría de adolescentes a nivel mundial, nacional, y
específicamente en Zacatecas, México, están identificados con las redes sociales,
la mayoría de ellos usa Facebook y WhatsApp. Según Moreno (2016), en el cuarto
trimestre de 2015, Facebook alcanzó los 1,590 millones de usuarios activos, de ellos
1,440 millones de usuarios se conectan por el móvil, además, 934 millones de
usuarios entran a la red social todos los días. Por otro lado, Sánchez (2016),
menciona que WhatsApp alcanza en el 2016 los mil millones de usuarios a nivel
mundial, 42 mil millones de mensajes y mil millones de fotos enviadas cada día. Una
gran cantidad de jóvenes dedican parte del día y noche a estos dispositivos,
conectados a las redes sociales de manera continua y en muchas ocasiones por
tiempos prolongados. Se concibe que este tipo de prácticas por los escolares reduce
tiempo para poder desarrollar actividades de índole académico que requieren de
responsabilidad y aplicación.

Uno de los primeros objetivos de este estudio fue comprender el fenómeno del uso
del celular inteligente en el rendimiento académico de los estudiantes, así como
también identificar las aplicaciones que utilizan los estudiantes de Preparatoria en
sus smartphones. Otro propósito fue describir el significado que les otorgan los
estudiantes a los anteriores. Además de indagar sobre el concepto que tienen los
maestros de los alumnos con respecto al uso de los celulares inteligentes y
aplicaciones, ya que ellos son quienes conviven a diario en los salones de clases y
son la figura principal que enfrenta la problemática de manera cotidiana.

Mediante la observación participante se constató que cuando se desarrolla la


práctica docente en el aula, algunos estudiantes no prestan atención por estar
pendientes del celular. Algunas veces lo hacen a escondidas del profesor y a
espaldas del compañero de adelante con el fin de visualizar las notificaciones de
sus redes sociales. Se percibe que muchos de los adolescentes son dependientes
al uso del móvil, al mostrarse que cuando tienen un espacio libre (recreo), o cuando
se dan los cambios de clase, por ejemplo, lo primero que hacen es extraer sus
celulares de los bolsillos y revisar sus cuentas de Facebook o WhatsApp,
particularmente.

El ambiente de aprendizaje y las conductas de los estudiantes en el desarrollo de


las clases se interrumpe a causa del uso de los celulares. Se observa que
asiduamente sacan estos dispositivos y fijan sus miradas a las pantallas móviles,
ubicadas en las gavetas de sus escritorios y otros bajo sus brazos. Algunos
docentes reprenden a los estudiantes que hacen uso de este dispositivo en clase,
otros, simplemente lo ignoran para evitar problemas y en lo que respecta a los
padres, éstos en ocasiones son permisivos o no ponen reglas. Los padres, están
tan inmersos en sus actividades diarias que no educan a sus hijos en lo que se
refiere al uso del celular.

En los centros educativos es frecuente ver a estudiantes, a todas horas, con


celulares en las manos. Realizan cualquier tipo de actividad, entre las más comunes
se destacan: leer y contestar mensajes por WhatsApp o Facebook-Messenger,
visualizar las actualizaciones de ambas redes, ver fotos, compartir audios y videos
con sus compañeros y amigos, tomarse “selfies”, entre otras.

Los llamados de atención que se hacen a los estudiantes por parte de los docentes
son constantes, muchos de los maestros toman medidas de control con aquellos
alumnos que hacen uso de su dispositivo móvil en la clase, entre algunas acciones
y llamados de atención se encuentran, los decomisos, la suspensión temporal de
los dispositivos y regaños verbales, todo a raíz de las conductas mostradas por los
jóvenes en el desarrollo de las clases.

Cabe retomar a Islas (2015), quien hace una compilación de estadísticas de cuatro
investigaciones sobre el uso de redes sociales en México. Entre algunos datos de
mayor trascendencia que abonan y dan pertinencia y relevancia a este estudio es
que el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en el año
2013, en la “Encuesta sobre disponibilidad y uso de las tecnologías de la
información” concluyó que en el nivel de preparatoria es donde se concentra el
mayor porcentaje de población del uso de internet, en jóvenes de 12 a 17 años de
edad, siendo la principal actividad, el uso de redes sociales en materia de ocio y
entretenimiento.

Otra investigación titulada “Estudio de consumo de Medios entre internautas


mexicanos, de la Interactive Advertising Bureau México (IAB México)” llevada a cabo
en el 2014, comprueba que el 88% de los internautas mexicanos descargan
aplicaciones en línea y de éstos la mayoría son jóvenes que oscilan entre los 13 a
18 años de edad. Además, 9 de cada 10 mexicanos se encuentran en las redes y el
promedio de los cibernautas mexicanos activos realizan acciones en redes en un
porcentaje representativo, como se observa a continuación:
Enviar mensajes instantáneos (76%), publicar mensajes personales (61%), subir
fotos (53%), actualizar estado (43%), buscar personas (39%), publicar comentarios
(34%), participar en los juegos que ofrecen las redes sociales (21%), recomendar
y/o calificar lugares y/o servicios (13%), hacer checkin en lugares visitados (12%).
En cambio, los usuarios “pasivos” afirmaron realizar las siguientes actividades: ver
fotografías (71%), ver las últimas noticias de sus contactos (56%), leer los mensajes
o comentarios de las personas que siguen (34%), recibir información sobre alguna
fanpage o perfil de marca (30%) (Islas, 2015 p. 14).

En ese sentido, al ver las estadísticas sobre la penetración que tienen las
tecnologías y redes sociales en los jóvenes, se considera pertinente estudiar el
fenómeno desde una perspectiva educativa, dado que en la actualidad muchos de
los autores confluyen en argumentos que apuntan a que este tipo de tecnologías
deben ser aprovechadas como un soporte de apoyo en el proceso educativo, ya
que las nuevas generaciones nacieron en plena era digital, donde sus intereses,
relaciones sociales y quehaceres responden a un mundo encaminado a la
conectividad.

Es necesario mencionar que el uso del celular y aplicaciones en los centros


educativos no es negativo en sí mismo ya que representan una potente herramienta
para compartir información, dialogar y mantener relaciones. Sin embargo, un uso
descontrolado de las mismas puede incidir en alguna deficiencia escolar como en
los aprendizajes y llegar a términos de un fracaso escolar.

Para profundizar en el estado del arte se acudió a revisar 43 documentos de


investigaciones relacionadas con el tema. En su mayoría corresponden a los últimos
2 años, (2015-2016). Cabe mencionar que las primeras 19 (44%) investigaciones
en sus resultados muestran influencias negativas en los escolares, en cuanto al
rendimiento académico a raíz del uso de los celulares y de redes sociales. El 21%
(9), de ellas concluyen que las repercusiones que éstas tienen en los jóvenes son
positivas y un 35% (15), no muestran datos relevantes si incide o no en los
resultados académicos de los estudiantes. A continuación, se presenta algunos
datos relevantes sobre los resultados encontrados.
Oña (2016), en su proyecto de tesis titulado, Las Redes Sociales y el Rendimiento
Académico de los estudiantes de décimo Año de Educación General Básica de la
Unidad Educativa Santa Rosa Del Cantón Ambato, Provincia de Tungurahua,
Ecuador, realiza un estudio de tipo mixto. En el veredicto final de esta investigación,
después de ser sometida a un análisis y a una interpretación exhaustiva se
menciona que: las Redes Sociales demuestran que sí influyen de manera negativa
en el rendimiento académico de los estudiantes de décimo año de Educación
General Básica de la Unidad Educativa Santa Rosa.

De acuerdo a los resultados de Oña (2016), evidencia que la mayoría de los


estudiantes poseen alguna cuenta en las redes sociales, sin embargo, se reconoce
que la preferencia a la red social de Facebook es mayor, al ser utilizada de 3 a 5
horas diarias. Esto conlleva al descuido de las tareas diarias, al ser la principal
causa la falta de control por parte de los padres, al no estar alerta a lo que sus hijos
hacen en las redes sociales y del tiempo que ellos invierten a estos dispositivos,
además se demuestra que revisan las redes sociales en jornadas de clases debido
al acceso de equipos electrónicos que portan.

Además, se determina que los estudiantes no dan mucha importancia a las tareas
escolares debido a que no existe un análisis y reflexión en las mismas, al tener como
factor el poco tiempo que dedican para realizarlas, lo que ocasiona distracción y
despreocupación en las actividades escolares, llevándolos directamente a un bajo
rendimiento académico.

En un estudio de tipo descriptivo y exploratorio, titulado Conductas de ciberacoso


en niños y adolescentes, Bartrina (2014), analiza casos sobre 185 expedientes de
adolescentes de 14 a 17 años, oficiados por la Fiscalía de Menores a los equipos
técnicos de Barcelona por denuncias presentadas ante ese organismo producto de
los daños sufridos a consecuencia del uso de redes sociales. En los resultados
señalan que el uso excesivo de aparatos electrónicos en los estudiantes de nivel
escolar, influye en un bajo rendimiento académico y conductas absentistas. El abuso
de la herramienta tecnológica tiene un efecto negativo en su salud: más propensión
a sufrir ansiedad, depresión y desórdenes psicológicos. Junto a la falta de empatía.
Por su parte, en las víctimas que sufren la agresión por cualquier tipo de
intimidaciones o acoso cibernético, se identifican algunas cualidades en sus estados
emocionales negativos, como ansiedad, baja autoestima, conductas depresivas,
indefensión, apariencia triste, mal humor e ideas suicidas. Están presentes también
las expresiones de disgusto, miedo, soledad, frustración, irritabilidad,
somatizaciones (convertir los trastornos psíquicos en síntomas orgánicos y
funcionales), trastornos del sueño y altos niveles de estrés permanente. En una
situación de ciberacoso, la víctima puede expresar deseos de aislarse de la escuela,
disminución en su rendimiento académico, dificultades para concentrarse y pérdida
de interés por actividades sociales, con tendencia al distanciamiento y al aislamiento

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