El Impacto de La Situación Económica en Mujeres y Disidencias Sexo-Genéricas A Cargo de Tareas

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Informe

El impacto de la situación económica


en mujeres y disidencias sexo-
genéricas a cargo de tareas de
reproducción social (cuidado de
personas, domésticas y de gestión
de sus hogares) (Vol. 1)

Fecha de Publicación: Septiembre 2024


Rosario, Santa Fe, Argentina
Coordinación General
Dir. ISEPCi Santa Fe: Sofía Botto

Equipo de trabajo territorial


Graciela Beatriz Guidobaldi. Asociación Vecinal Acindar
Norma Basualdo. Red de Mujeres del Sur
Marisa Muñoz. Red de Mujeres del Sur
Carolina Roldán. Asociación Civil Orillas
Jésica Natalí Pérez. Mumalá Rosario
Alejandra Amarillo. Libres del Sur Territorial
Micaela Ojeda. Libres del Sur Territorial
Mailén Balmaceda. Libres del Sur Territorial
Cintia Martínez. Causa
Brenda Baez. Causa
Nadia Benitez. Causa
Ana Laura Pinto. Causa
Noelia Díaz. Mumalá Rosario
Mía Feito. Mumalá Rosario
Lucía Valenzuela. Mumalá Rosario
Verónica Orellana. Mumalá Rosario
Bárbara López. Mumalá Rosario
Lorena Bucardo. Mumalá Rosario
Camila Godoy. Mumalá Rosario
Micaela Aguilar. Mumalá Rosario
Sol Monzón. Mumalá Rosario
Lorena Amicelli. Mumalá Rosario
Lucila Bustos. Mumalá Rosario
Barbara Tolosa. Mumalá Rosario
Sebastián Monzón. Libres y Diverses Santa Fe

Colaboración Especial
Directora Ejecutiva MuMaLá Nacional: Gabriela Sosa

Sobre el ISEPCi

El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) es el


resultado de la síntesis de diversas experiencias colectivas de construcción de
conocimientos sociales con el objetivo de contribuir a visibilizar las distintas
problemáticas que afectan a nuestra sociedad, en especial a las personas de los
sectores populares.

Para ello construimos indicadores comunitarios como el Índice Barrial de Precios


(IBP), Indicador Familiar de Acceso a Derechos (IFAD) y el Índice Barrial de Situación
Nutricional (IBSN), entre otros.
PRESENTACIÓN

El presente trabajo es el resultado de la elaboración colectiva del ISEPCi (Instituto de


Investigación Social Económica y Política Ciudadana) junto a instituciones y
organizaciones de Rosario, preocupadas por el crecimiento de la pobreza y su
particular impacto en mujeres y disidencias sexuales.

Las reuniones comenzaron en el mes de marzo del año en curso, convocadas para
intercambiar miradas y construir un instrumento de análisis y búsqueda de datos,
que permitiera identificar los impactos concretos en los consumos de los hogares a
partir del incesante aumento en los precios de alimentos, prendas de vestir, útiles
escolares, así como también de las tarifas y el transporte, entre otros.

La encuesta se realizó a mujeres e identidades sexogenéricas feminizadas, pues son


quienes se encuentran mayoritariamente a cargo de tareas no remuneradas de
cuidado de personas (alimentación, transporte a espacios educativos, recreativos;
higiene), limpieza y otras gestiones en sus hogares y comunidades, que implican la
compra de productos y pago de servicios. Las consultadas garantizan los ingresos
económicos como jefas de familia o complementan los de otra persona proveedora.
El relevamiento también registra estrategias en búsqueda de sumar ingresos y/o
modificación en los consumos.

Si bien es una encuesta realizada a una reducida cantidad de mujeres y disidencias


sexo genéricas feminizadas de la ciudad de Rosario, las respuestas, combinadas con
los datos de diversas fuentes sobre la dinámica económica de la provincia y la
ciudad en el primer semestre de 2024, podrían dar cuenta de que las modificaciones
en los consumos y estrategias para sortear los gastos cotidianos son una realidad
atravesada por el conjunto de las mujeres e identidades sexogenéricas feminizadas
que se encuentran bajo la línea de pobreza.
METODOLOGÍA

La metodología utilizada fue con mesa de trabajo e intercambio, diseño colectivo del
contenido de la encuesta, seguimiento y análisis, desde la perspectiva de la
investigación participativa.

Se realizaron 221 encuestas presenciales durante los meses abril y mayo del presente
año a mujeres y disidencias sexogenéricas en los seis distritos de la ciudad de
Rosario, con especial participación de encuestadas que habitan en barrios populares.
El análisis de las mismas se realizó entre junio y mediados de julio de 2024.

Este trabajo de investigación fue coordinado por el Instituto de Investigación Social,


Económica y Política Ciudadana ( https://isepci.org.ar/) de la provincia de Santa Fe
(ISEPCi). El proceso de encuestas fue llevado adelante por la Red de Mujeres del Sur, la
Asociación Vecinal Acindar, Asociación Civil Orillas, Libres del Sur Territorial, Mumalá –
Mujeres de la Matria Latinoamericana-, Encuentro por Rosario y Causa.
RESULTADOS

De las 221 personas encuestadas, 217 (doscientas diecisiete) dijeron autopercibirse


Mujeres, mientras que 2 (dos) de ellas se presentaron como Mujeres Trans y 2 (dos)
del género no binario.

Si bien las encuestas se realizaron a personas de 18 años en adelante, el 61,53% se


encuentran entre los 25 y los 44 años (gráfico 1.1).

80

60

40

20

0
De 18 a 24 años De 25 a 34 años De 35 a 44 años De 45 a 54 años De 55 a 64 años 65 años o más

Gráfico 1.1. Edades de las encuestadas

En cuanto a la representatividad territorial, se realizaron encuestas en los seis


distritos de la ciudad, con mayor presencia de participantes del Distrito Oeste, como
se observa a continuación en el gráfico 1.2.

DISTRITO NORTE

12,73%
DISTRITO NOROESTE

5,6% DISTRITO CENTRO

DISTRITO OESTE
12,26%
28,77%
DISTRITO SUR
DISTRITO SUDOESTE
23,19%
17,45%
Gráfico 1.2. Representatividad territorial de las encuestadas
Antes de comenzar con la encuesta se les preguntó si tenían personas
económicamente a cargo o dependientes de sus cuidados, con posibilidad de
respuesta múltiple. Sólo el 25,33% (56 encuestadas) respondió no tener a nadie bajo su
responsabilidad, mientras que el 74,67% asintió, expresando tener a cargo a niñes y
adolescentes, en algunos casos combinados con personas adultas mayores y/o
personas con discapacidad (gráfico 1.3.).

Personas adultas mayores


10.8%
Personas con discapacidad
No
7.5%
23.2%

Niñes y adolescentes
57.7%
Gráfico 1.3. ¿Tiene personas a cargo?

INGRESOS ECONÓMICOS

Al consultar sobre los ingresos económicos en sus hogares, las personas encuestadas
refirieron tener distintas fuentes de ingresos: trabajos remunerados, pensiones y/o
jubilaciones, programa social[1].

Algunos datos relevantes, de las personas encuestadas:

El 40,27% (89 encuestadas) expresó tener un trabajo remunerado.

El 64,25% (142 encuestadas) respondió que sus trabajos remunerados no son en


relación de dependencia.

El 12.21% (27 encuestadas) afirmó ser monotributista.

El 50,22% (111 encuestadas) refirió ser beneficiaria de algún programa social.

El 11,31% (25 encuestadas) informó ser jubilada o pensionada.


En cuanto a la frecuencia en la que perciben sus ingresos, el 61,99% lo hace de
manera mensual, mientras que casi el 30% de forma diaria o semanal (gráfico 1.4.).

Diario

Semanal

Quincenal

Mensual

NS/NC

0 20 40 60 80 100 120 140

Gráfico 1.4. ¿Con qué frecuencia percibe su salario o ingreso principal?

El 57,91% de las personas encuestadas expresó que su ingreso es el principal en su


hogar (gráfico 1.5.).

NS/NC
5.4%

No
36.7%

Si
57.9%

Gráfico 1.5. ¿Es el suyo el principal ingreso de su hogar?


Fue de interés para el equipo investigador registrar si las personas encuestadas
apelaron para sus gastos diarios, además de a sus ingresos, a opciones con
posterior devolución. Las respuestas se presentan en el gráfico 1.6. que se muestra a
continuación.

Otros
Préstamos de billeteras virtuales
3.6%
22.8%

Préstamos bancarios
5.6%
Ninguno
48.8%

Préstamos barriales informales


19.2%

Gráfico 1.6. Otros recursos utilizados para compras diarias,

Como se puede observar, el 43,43% utiliza algún método de pago que implica un
endeudamiento, mayoritariamente a través de préstamos de billeteras virtuales y
préstamos barriales informales.

Luego se consultó si desarrollaron nuevas actividades para conseguir dinero que


aporte a garantizar sus gastos diarios: el 43% de las encuestadas respondió SI. A la
pregunta de cuáles, las respuestas se diversificaron dando lugar a la siguiente tabla:

Nuevas actividades para obtener ingresos Respuestas

Ventas en general (comidas, ferias, artículos varios, ropa) 52

Cuidados y limpieza (niñxs, adultxs mayores, casas


9
particulares)

Venta/Juego casinos virtuales (bingos, rifas, casinos) 8

Trabajos extra (peluquería, manicuría, electricidad) 7

Cartoneo y cirujeo 4

Prostitución y venta de contenido erótico 2


CAMBIOS EN LOS HÁBITOS DE CONSUMO

Al consultar sobre hábitos de consumo, la primera pregunta fue si consideraba que


hubo cambios en las compras diarias de su hogar, a lo que el 95% de las
encuestadas dijo que SÍ (gráfico 1.7.).
No
3.2%

Si
95%
Gráfico 1.7. ¿Considera que en los últimos 3 meses hubo cambios en el consumo y compras diarias en su hogar?,

De la pregunta anterior se desprendieron dos más sobre la calidad y cantidad de


productos que se consumían en sus hogares al momento de la encuesta. El 87% dijo
que compra productos de menor calidad y el 81% dijo que compra menos productos
que antes.

Con respecto a la pregunta “Si tuvo que ‘ajustarse’, ¿en cuáles de los siguientes rubros
lo hizo?” las respuestas fueron las siguientes, ordenadas de mayor a menor:

Vestimenta/Ropa 201
Alimentos básicos 144
Compra de comidas hechas/delivery 134
Suscripciones a plataformas (Netflix, otros) 112
Actividades recreativas nocturnas 101
Medicamentos 94
Actividades recreativas diurnas 93
Compra de útiles escolares 88
Uso de servicios básicos (gas/luz) 84
Internet 72
Contratación de servicio de limpieza/cuidados 66
ALIMENTOS

Para profundizar sobre el consumo de artículos de la Canasta Básica Alimentaria, a


cada encuestada se le mostró una tabla y se le preguntó en qué grupos de alimentos
disminuyó su consumo en los últimos tres meses. Las respuestas se exponen en la
siguiente tabla:

PRODUCTO DEJÓ DE CONSUMIR PRODUCTO DEJÓ DE CONSUMIR

Pan 23 Fiambre 104

Galletitas 62 Latas 25

Arroz 25 Aceite 28

Fideos 17 Yerba 36

Polenta 22 Puré de tomates 13

Azúcar 42 Bebidas gaseosas 85

Leche 52 Vino y cerveza 59

Yogur 72 Verduras 37

Manteca 69 Frutas 61

Crema de leche 68 Carne de vaca 126

Quesos 110 Carne de pollo 35

A la consulta sobre cuál fue el principal motivo por el que dejó de consumir esos
alimentos, el 91,4% de las encuestadas respondió exclusivamente que por razones
económicas, mientras que un 2% dejó de consumir por razones de salud (gráfico 1.8.).
Ambos
Salud 6.6%
2%

Económico
91.4%

Gráfico 1.8. ¿Por qué motivos dejó de consumir esos alimentos?,


PERCEPCIÓN DE LA SITUACIÓN ECONÓMICA

Finalmente, se indagó sobre la percepción de la situación económica (al momento de


la encuesta). A la pregunta de cómo considera su situación económica en
comparación a diciembre del 2023, el 81,9% dijo estar peor, mientras que el 18,1% dijo
estar igual (gráfico 1.9.).
Igual
16.2%

Peor
83.8%

Gráfico 1.9. ¿Cómo considera su situación económica respecto a diciembre de 2023?,

Por último, se le preguntó a las encuestadas cómo se sentían en referencia a la


situación económica al momento de la encuesta, a lo que el 98,1% dijo sentirse
preocupada y/o angustiada. Las respuestas figuran en el gráfico 1.10.
Tranquila
1.9%

Preocupada
43.8%
Angustiada
54.3%

Gráfico 1.10. La actual situación económica ¿cómo la hace sentir?,

Es destacable mencionar que algunas entrevistadas refirieron tener depresión,


ansiedad y ataques de pánico que relacionaron con la situación económica.
PRINCIPALES CONCLUSIONES

En primer lugar, un tercio de las mujeres encuestadas expresa vivir el día a día, con
ingresos diarios o semanales. Asimismo, un 36% percibe mensualmente ingresos sin
identificar un “trabajo”, por lo que inducimos que se trata de ingresos provenientes de
Programas Sociales o Asignaciones familiares (Asignación Universal por Hijo AUH). La
población mencionada, que en su mayoría es jefa de hogar o tiene personas a cargo,
posee ingresos precarios e inseguros, sin llegar a cubrir las necesidades básicas.

En consecuencia con lo anterior, es destacable que gran parte de las encuestadas


afirma necesitar ingresos extras para subsistir, lo que implica explorar nuevas
actividades y/o, por ejemplo, “ahorrar” caminando en lugar de usar transporte. Esta es
una sobrecarga de esfuerzo que no necesariamente se refleja en una mejora en el
acceso a productos y servicios. El 40% de las consultadas sumó actividades para
alcanzar los ingresos para sus gastos diarios. La más relevante es la venta, de
comida, ropa o cualquier mueble o electrodoméstico proclive a ser vendido
disponible en sus casas. Luego aparecen el ofrecimiento de servicios de cuidados de
niños/as/es o adultos mayores, limpieza en casas de familia, changas de peluquería y
electricidad, etc.

Otra actividad relevante son los juegos virtuales (bingos, casinos), rifas u otros
similares que, si bien están en debate por el crecimiento de la ludopatía en
adolescentes y jóvenes, son históricamente una forma de supervivencia en sectores
populares, cobrando más énfasis en los momentos de crisis. Por último y en menor
medida, pero no en menor importancia, las encuestadas también mencionan el
cirujeo, el cartoneo, la prostitución y la venta de contenido erótico. Esto último, desde
la perspectiva de género, refuerza el planteo de que en momentos de crisis
económica, son los cuerpos de mujeres y lgbtiq+ quienes sufren las mayores
consecuencias, no sólo por la vulnerabilidad material a la que se ven arrojados, sino a
las múltiples explotaciones de las que son objeto en una cultura machista y patriarcal
que los considera objeto de consumo.

También aparece con fuerza el endeudamiento doméstico, ya no originado por la


compra de productos o servicios en algún momento específico del año (comienzo de
clases, vacaciones, fiesta de 15 años de las niñas, ropa o zapatillas para el club, etc),
sino para resolver lo cotidiano (compra de alimentos, elementos de limpieza,
medicamentos, etc.)[2]. De acuerdo a los datos obtenidos, la mitad de las
encuestadas utilizan para sus gastos habituales dinero proveniente de préstamos
(billeteras virtuales) y otros mecanismos informales (prestamistas barriales). Ambas
modalidades cobran altísimos intereses y en el último caso se relatan, además,
prácticas atemorizantes si no se cumplen los plazos de la devolución del dinero. Se
observa entonces, la multiplicación de “herramientas financieras” informales o
ilegales con escaso o nulo control del Estado que, por su naturaleza, buscan obtener
el máximo rédito económico aprovechándose de la vulnerabilidad de las usuarias.
Otro dato que se desprende de las respuestas, es que los principales recortes en la
economía hogareña se realizaron en el consumo de alimentos básicos.
Prácticamente la totalidad de las encuestadas dijo estar comprando menos
productos y de menor calidad. “Alimentos” fue el segundo rubro más señalado,
luego de “Vestimenta”, cuando se preguntó en cuales tuvieron que hacer ajustes.

Los principales alimentos de la Canasta Básica Alimentaria que han sufrido la


disminución de su consumo señalados en la encuesta, son la carne de vaca, seguida
por fiambres y quesos. También cayó de manera considerable el consumo de leche,
frutas y verduras. No contar en la rutina alimentaria con los rubros mencionados no es
nuevo, aunque sí la dimensión del recorte. Esto profundiza la precariedad en la salud
nutricional de las familias, cuestión que desde el ISEPCi venimos estudiando con el
Índice Barrial de Situación Nutricional (IBSN), que arrojó un 46,6% de malnutrición en
niñxs y adolescentes entre 2 a 17 años en 2023[3] en la provincia de Santa Fe.

Es de extrema preocupación la caída del consumo de los alimentos básicos, también


en otros rubros como la vestimenta, medicamentos, útiles escolares; el impacto de
las medidas económicas profundiza la brecha entre las familias y los derechos
establecidos en la Constitución Nacional para el ejercicio de la ciudadanía como son
Alimentación, Salud, Educación.

Finalmente, consideramos que la crisis económica afecta a la salud integral de las


mujeres. Sumar actividades para incrementar ingresos impacta en el aspecto físico,
la mayor carga de tareas, caminar o usar la bicicleta con mayor frecuencia para
evitar gastos, en muchas ocasiones cargando niñas/os/es, provoca agotamiento,
cansancio, falta de horas de sueño, entre otras manifestaciones de las consultadas.
También hay mayor exposición a situaciones inseguras (robos en la calle, accidentes
con la bici o cochecitos) que se profundizan en la nocturnidad. A la par, la salud
mental se ve fuertemente afectada. La abrumadora mayoría en las respuestas
refieren sentirse emocionalmente preocupadas, angustiadas. Además, recortaron
actividades de ocio y recreación que, justamente, aportan a sobrellevar esas
sensaciones o a un mejor disfrute de sus vidas. El hecho de que algunas señalen a la
actual situación económica como causa de ataques de pánico, ansiedad y períodos
de depresión, ilustra los profundos efectos negativos que tiene el momento que
estamos viviendo. El deterioro del contexto social, territorial, también influye
negativamente en la salud de quien habita la comunidad. La falta o ajuste de la
inversión pública en Infraestructura (arreglo de calles, cloacas), en Servicios ( luz,
limpieza), en Políticas Sociales ( comedores, programas, subsidios), el ataque para el
desmantelamiento de las actividades de las organizaciones sociales, entre otros
tópicos, desmejora las condiciones de vida que son especialmente percibidas por
quienes desarrollan tareas comunitarias, solidarias y tareas de cuidado.
A MODO DE CIERRE

El actual gobierno nacional encabezado por Javier Milei y Victoria Villarruel llegó con
promesas de ajuste económico, tarea que viene realizando sostenidamente desde el
primer día de gobierno. Su propuesta económica ha profundizado la desigualdad,
arrojando a más ciudadanas/os a la pobreza e indigencia.[4]

Sólo para mencionar algunos aspectos económicos, en los primeros meses de la


gestión de Javier Milei, la devaluación impactó fuertemente en los precios, en particular
de los alimentos, acumulando un 118% desde diciembre a julio de 2024, de acuerdo al
Índice Barrial de Precios (IBP)[5]. También cayeron distintos índices de producción[6] y
hubo un aumento de la desocupación[7], problemática con indicios de profundizarse.

Las mujeres y lgbtiq+, por su condición de género, atraviesan históricamente múltiples


discriminaciones y violencias, la pauperización de las condiciones de vida las impacta
particularmente. La feminización de la pobreza se multiplica cuando las posibilidades de
autonomía económica, educación, salud integral, capacitación, acceso al empleo,
tiempo de ocio, entre otras, se recortan o niegan. Crece su inseguridad cuando deben
mantener la vinculación con su agresor si es, al mismo tiempo, proveedor económico
del hogar, si deben exponerse en horarios nocturnos, caminar más cuadras, etc.

En momentos de persistente precarización económica, las mujeres y lgbtiq+ en tareas


de cuidado, se convierten en víctimas de las condiciones usurarias de ofertas
financieras sin control. Se convierten en deudoras permanentes para garantizar
derechos básicos como el alimento. Las mujeres y lgbtiq+ también son aprovechadas,
por sus condiciones de vulnerabilidad, como objetos de consumo sexual por las
plataformas digitales.

A las dificultades de acceso a una alimentación básica para ellas y sus familias, se
agrega la decisión política del gobierno nacional de eliminar el envío de alimentos a los
comedores comunitarios, pilar social en los barrios más humildes para que miles de
personas accedan a un plato de comida. La Emergencia Alimentaria es palpable no sólo
en relación a la crisis económica, sino en la responsabilidad del gobierno de Milei de
negar el acceso a los alimentos a millones de personas. Asimismo, las mujeres cuentan
con menos oferta de iniciativas culturales, deportivas, educativas, impulsadas
históricamente por las organizaciones territoriales por los obstáculos que interpone el
gobierno nacional.

La finalidad de esta investigación es acercarnos a los impactos concretos de las


políticas de ajuste, alertar sobre las consecuencias concretas en el presente y, sobre
todo, en el futuro, en vidas que ya atraviesan desigualdades y violencias por razones de
género.

Como instituciones y organizaciones comprometidas, exigimos el acceso democrático a


todos los derechos para todas las personas y que, con criterios de equidad de género,
se construyan las condiciones para vidas dignas de ser vividas. El Estado es responsable.
REFERENCIAS

[1] Al momento de la encuesta no le especificamos a las personas encuestadas a


cuáles nos referíamos. Al hacer un análisis más profundo podemos entender que las
respuestas se relacionan al ex Potenciar Trabajo y a beneficios sociales como la
Asignación Universal por Hijo y/o Embarazo y a la Tarjeta Alimentar.
[2] Sobre este punto está en proceso una nueva investigación coordinada por ISEPCi

[3] Para más información recomendamos visitar la página web del Isepci Nacional
(www.isepci.org.ar)

[4] De acuerdo al Informe de la Universidad Di Tella, se contabilizaron 3,2 millones de


nuevos pobres en el primer trimestre del año
(https://www.utdt.edu/ver_nota_prensa.php?
id_nota_prensa=21960&id_item_menu=6)

[5] El Índice Barrial de Precios (IBP) es un indicador realizado por el ISEPCi (Instituto de
Investigación Social, Económica y Política Ciudadana) en 13 provincias del país, con el
fin de mostrar el aumento de precios en los comercios de cercanía de los barrios
populares. En la provincia de Santa Fe este trabajo de investigación se realiza desde el
año 2021.

[6] De acuerdo al INDEC, en abril de 2024, en comparación interanual, la actividad


industrial y la construcción cayeron, respectivamente, 15,2% y 37,2%.

[7] El desempleo fue del 7,7% primer trimestre de 2024, mientras que en el trimestre
previo fue de 5,7%, de acuerdo a datos del INDEC

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