Epistemología en Psicología

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INTRODUCCIÓN

El presente portafolio se ha desarrollado con el objetivo de evidenciar los

aprendizajes adquiridos en el transcurso de la última unidad del curso de

Epistemología de la Psicología.

Durante la unidad: "Análisis de los sistemas teóricos de la psicología y de la

salud mental", cada sesión ha desarrollado temas fundamentales que orientan

nuestra formación profesional a encontrar la esencia de la psicología. Hemos

analizado cómo se llegó al conocimiento científico para que la psicología fuera

considerada una ciencia, así como la evidencia científica que sustenta los

conceptos y teorías de la salud mental.

A lo largo de las sesiones, hemos explorado el proceso histórico y

epistemológico que permitió a la psicología consolidarse como una disciplina

científica. Asimismo, revisamos las principales escuelas de pensamiento a través

de una comparación entre enfoques que difieren en sus métodos, conceptos

básicos y objetivos terapéuticos, tales como el psicoanálisis y el conductismo, al

igual que el humanismo y cognitivismo. Lo cual permitirá entender la perspectiva

que adoptaremos como psicólogos para ejercer nuestra profesión.

Además, analizar las terapias de tercera generación permitirá entender

cómo la psicología, ahora considerada una ciencia, ha progresado y se ha

adaptado a nuevos conocimientos y evidencias a lo largo del tiempo para priorizar

y garantizar el bienestar global del paciente.

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Al ser profesionales en formación dentro de una institución adventista, es

fundamental analizar la interrelación entre la cosmovisión cristiana y la psicología.

Es esencial comprender cómo nuestra fe y valores espirituales pueden enriquecer

y complementar nuestra práctica profesional. La psicología, con su énfasis en el

bienestar emocional, mental y relacional, encuentra armonía en principios cristianos

como la esperanza.

Finalmente, al estudiar la validez de la evidencia científica en salud mental,

nos permitirá comprender mejor los trastornos mentales, mejorando la confiabilidad

diagnóstica y la utilidad clínica de los hallazgos, además de brindar una mejor

calidad de atención para las personas que sufren de problemas de salud mental.

En definitiva, analizar cada uno de estos temas complementa nuestra

formación como futuros psicólogos, ya que sabremos respaldar con argumentos

sólidos las bases de nuestra profesión.

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ANÁLISIS DEL HUMANISMO Y COGNITIVISMO

Corriente psicológica Humanismo Cognitivismo


• Jean Piaget: Teoría del desarrollo cognitivo.
• Abraham Maslow: Teoría de la jerarquía
• Lev Vygotsky: Teoría socio-cultural del desarrollo
de las necesidades.
cognitivo.
• Carl Rogers: Teoría de la personalidad
• Jerome Bruner
Representantes centrada en el cliente.
• Ulric Neisser
• Rollo May
• George A. Miller
• Viktor Frankl
• Herbert A. Simon
• Erich Fromm
• Donald Broadbent
Se centra en la capacidad y dignidad del ser El conocimiento se construye a través de procesos
humano para adquirir conocimiento y comprensión mentales como la percepción, la memoria, la atención, el
Postura epistemológica
del mundo mediante el uso de la razón, la razonamiento y el lenguaje, los cuales permiten interpretar,
experiencia y la evidencia empírica. procesar y almacenar información sobre el mundo.

Se basa en la corriente renacentista. También Se basa en el racionalismo, que sostiene que conocemos
tiene influencia del racionalismo y el empirismo, que usando la razón y el pensamiento lógico, y en el
Corriente filosófica
subrayan la importancia de la razón y la experiencia constructivismo, que postula que construimos
empírica en la adquisición del conocimiento. conocimiento a través de nuestras experiencias y reflexiones.

Desarrollo de las capacidades intelectuales y los A través del estudio de los procesos mentales,
Método para llegar al valores humanos, por el uso del razonamiento, el especialmente como la mente humana percibe, procesa,
conocimiento escepticismo, la observación empírica y la almacena y recupera información, en interacción con el
experiencia. entorno y la experiencia.

Considero que el enfoque humanista en la


Desde mi punto de vista resalto la importancia de estudiar
experiencia personal y la subjetividad puede
cómo la mente humana procesa la información, además de
capturar importantes aspectos de la realidad
ser un enfoque base para la neurociencia cognitiva. Sin
humana, pero también puede llevar al relativismo
embargo, no comparto el enfoque reduccionista, al
epistemológico, donde se duda de la existencia de
Análisis simplificar la complejidad de la experiencia humana a
verdades universales, por ello se debe integrar la
modelos computacionales, puesto que la mente es mucho
experiencia subjetiva con métodos que permitan
más que procesar información ya que implica aspectos
validar el conocimiento universal teniendo en
emocionales, sociales y culturales que también influyen en el
cuenta que puede variar según la cultura, la
comportamiento y la cognición humana.
sociedad o incluso la perspectiva individual.
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TERAPIAS DE TERCERA GENERACIÓN

Las terapias de tercera generación representan una evolución significativa en el

campo del tratamiento psicológico, marcando un cambio de enfoque respecto a las terapias

cognitivo-conductuales de primera y segunda generación. Este nuevo enfoque surge en la

década de los 90 como una respuesta a ciertas limitaciones de las terapias anteriores,

enmarcándose dentro del conductismo radical y el contextualismo funcional, adoptando una

perspectiva más amplia y flexible (Díaz-Fernández et al., 2020; Luciano et al., 2019; Ruiz,

2021).

Por lo tanto, estas nuevas propuestas de tratamiento se caracterizan por un enfoque

contextual y holístico, centrándose en el contexto del paciente y su bienestar general, no

solo en eliminar síntomas. Promueven la aceptación de eventos difíciles y el compromiso

con valores y acciones que mejoren la vida (Ruiz, 2021). Además, analizan la función y

finalidad de las conductas problemáticas, no solo los síntomas. Por todo ello, estas terapias

han demostrado ser efectivas para una amplia gama de problemas psicológicos, desde

trastornos de ansiedad y depresión hasta trastornos de personalidad.

Ahora bien, para ser un uso efectivo de estas terapias me parece relevante analizar

su origen. En primer lugar, responder al porqué surgieron esta nueva generación de

terapias. Si bien las primeras dos generaciones son efectivas para ciertos problemas, tenían

un enfoque demasiado estrecho y se centraban excesivamente en la eliminación de

síntomas, sin tener en cuenta el contexto y el bienestar global del paciente. Por ende, existía

una insatisfacción personal por los resultados obtenidos en la psicoterapia tradicional, lo

que lleva a buscar nuevos enfoques y procedimientos. Es por ello que esta frustración en

el tratamiento efectivo llevó la búsqueda de nuevos enfoques más flexibles y holísticos,

dando lugar al desarrollo de las terapias de tercera generación.

Adicionalmente, considero relevante entender cuáles son los postulados de las

principales terapias de esta generación.

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La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) se centra en la aceptación de las

experiencias internas (pensamientos, sentimientos) y el compromiso con acciones basadas

en valores personales. Asimismo, la Terapia Dialéctica Conductual (DBT) se basa en la

combinación de estrategias de cambio conductual y aceptación. Mientras que, la Terapia

Basada en la Compasión (CFT), desarrolla la compasión hacia uno mismo y hacia los

demás. Por otra parte, la Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT) combina

principios de la terapia cognitiva con prácticas de mindfulness, principalmente para prevenir

recaídas en la depresión. Así también, la Terapia Conductual Integral para la Pareja (IBCT)

incorpora la aceptación junto al cambio, a diferencia de la terapia tradicional para parejas.

Al describir de manera breve los principios de cada terapia resaltó uno de los pilares

fundamentales de esta generación el cual es la aceptación. A diferencia de los enfoques

anteriores que se centran en cambiar o eliminar pensamientos y emociones negativas,

estas terapias fomentan la aceptación de estas experiencias como parte inevitable de la

vida humana (Valdivia-Salas y Luciano, 2020; Villatte et al., 2020)

Por otro lado, la atención plena, o mindfulness, es otra característica central de estas

terapias. De modo que es importante entender en qué consiste el Mindfulness. Es una

técnica que implica estar plenamente presente en el momento actual, observando los

pensamientos y emociones sin juicio ni apego. Esta práctica no solo reduce el estrés y la

ansiedad, sino que también mejora la regulación emocional y la capacidad de respuesta

adaptativa a las situaciones difíciles (Cobo y Casellas-Grau, 2020).

Además, el énfasis en los valores personales y el compromiso con acciones

significativas guía a los individuos a identificar sus valores fundamentales y a tomar

decisiones basadas en ellos, incluso en presencia de emociones incómodas. Este enfoque

orientado a los valores ayuda a las personas a vivir más congruentes y satisfactorias,

enfocándose en lo que realmente importa en lugar de evitar o escapar de experiencias

dolorosas.

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Otro aspecto distintivo de estas terapias es la flexibilidad psicológica, que se refiere

a la capacidad de adaptarse a las circunstancias cambiantes y de responder de manera

efectiva a los desafíos de la vida. La flexibilidad psicológica implica una combinación de

aceptación, mindfulness y compromiso con acciones basadas en valores. Las terapias de

tercera generación buscan cultivar esta flexibilidad, ayudando a las personas a manejar

mejor el estrés, las emociones negativas y las situaciones complejas, promoviendo así una

mayor resiliencia y bienestar general.

A modo de conclusión, tras este análisis de los principales postulados de estas

terapias. Considero en primer lugar que este nuevo panorama fue muy significativo para

acrecentar la efectividad del tratamiento psicológico con este nuevo enfoque que

prioriza el bienestar general del paciente, dado que se tiene en cuenta todas las

circunstancias para mejorar la calidad de vida en general.

Del mismo modo, comparto la idea de considerar a la aceptación como un elemento

fundamental para el tratamiento. Puesto que, en nuestra práctica profesional, sin duda

enfrentaremos situaciones complejas que no tienen una solución perfecta o definitiva. Ante

esto, es importante adoptar una actitud de aceptación y flexibilidad. En lugar de luchar

contra la realidad o frustrarnos porque no podemos resolver todo, es mejor aceptar que hay

cosas fuera de nuestro control, como una enfermedad terminal. Sin embargo, la aceptación

no significa resignación. Incluso cuando no hay una solución ideal, siempre hay algo que

se puede hacer para mejorar las cosas, aunque sea en pequeña medida. Nuestra labor

como profesionales de la salud mental es identificar esas oportunidades y actuar en

consecuencia.

Por otro lado, desde mi punto de vista la práctica del mindfulness es cuestionable,

puesto que no va de acorde con mis principios cristianos y no solo por sus orígenes budistas

sino también porque la autoexploración y la desconexión del pensamiento puede ser visto

como contrario a la espiritualidad cristiana, que valora la conexión constante con Dios y la

oración como la única manera de encontrar paz y guía. Por ello, en mi opinión optar por

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técnicas de respiración y relajación es una mejor herramienta para disminuir síntomas de

ansiedad o estrés.

Pese a ello, considero importante implementar los valores en el tratamiento

psicológico, especialmente en casos de depresión. En mi opinión, incorporar valores en la

terapia es fundamental porque ayuda a los individuos a vivir de manera coherente con lo

que consideran importante y significativo. Esto no solo mejora el bienestar emocional, sino

que también proporciona un sentido de propósito y dirección en la vida.

Por último, comparto el principio de flexibilidad psicológica, el cual implementaré en

mi práctica como futura psicóloga. Al fomentarla en el tratamiento permitirá que las

personas obtengan la capacidad de enfrentar situaciones difíciles de manera más eficaz,

manejando el estrés y las emociones negativas sin quedar atrapado en ellas. Además de

mantener un equilibrio emocional, promoviendo una mayor resiliencia y bienestar general.

En conclusión, las terapias de tercera ola me proporcionan un nuevo panorama para

el abordaje efectivo del tratamiento. Asimismo, despierta mi interés de perfeccionar mis

conocimientos en las diversas técnicas y manejos que se incluyen en cada una de sus

terapias.

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REFLEXIÓN DE LA NATURALEZA DEL SER HUMANO Y LA SALUD MENTAL

DESDE LA COSMOVISIÓN BÍBLICA.

Considero que la cosmovisión bíblica comparte mucho los principios de la salud

mental. El abordaje de este tema es muy importante para mi formación como una

profesional íntegra y cristiana, ya que me permite comprender la profundidad de la salud

mental desde una perspectiva bíblica que valora el bienestar espiritual, físico y emocional.

Al profundizar el estudio de la cosmovisión cristiana y su influencia en la salud mental,

reconozco cuan valioso es el rol que cumple la oración, la fe, la esperanza y el apoyo

comunitario en el proceso de sanación y bienestar mental.

Integrar este aprendizaje a mi práctica profesional me ayudará a brinda un apoyo

más completo y compasivo a aquellos que buscarán mi ayuda, puesto que fomentar la

confianza en un propósito de vida mejor, incluso en medio del sufrimiento, será crucial para

la recuperación y crecimiento de cada individuo.

Por otro lado, los problemas de salud mental son diversos y las Sagradas Escrituras

los abordan ofreciendo consuelo, esperanza y orientación a través de enseñanzas e

historias.

En primer lugar, desde la salud mental el primer paso en el proceso de tratamiento

es reconocer el dolor. En la Biblia personajes como Job, Elías, Jeremías y David expresaron

su angustia y desesperación. “¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío”, expresa el Rey

David en el libro de Salmo 42:5. Asimismo, la vida de Job es un claro ejemplo de alguien

que vivió una vida llena de sufrimiento; “No tengo paz, no tengo tranquilidad, no tengo

descanso, sino solo agitación” (Job 3:26). Probablemente Job haya experimentado

depresión y Dios fue su terapeuta.

Del mismo modo, ante el sufrimiento es necesario recibir la cura y Dios es el único

que ofrece consuelo. La Biblia afirma que en medio de la desesperación se puede buscar

refugio en Dios; “Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias.

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Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los de contritos de

espíritu” (Salmo 34:17-18).

Según la cosmovisión cristiana la oración y la confianza en Dios es una estrategia

para reducir los síntomas que afectan el bienestar psicológico. El apóstol Pablo afirma que

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda

oración y ruego, con acción de gracias” (Filipenses 4:6-7). Al igual que Pedro: “Echando

vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7).

Asimismo, Elena de White, un personaje de influencia en la Iglesia Adventista del

Séptimo Día, también aborda los problemas mentales en sus diversos escritos. Ella

menciona:

El que confía en Dios será rodeado de un manto de paz y amor. La salud del cuerpo

y del alma será restaurada y se mantendrá. La mente que está firmemente anclada

en Dios no será fácilmente perturbada por las vicitudes de la vida (Camino a Cristo,

p. 121).

En estas líneas expresa la importancia de recurrir a Dios cuando deseamos restaurar

nuestra “alma” que en términos actuales sería nuestra salud mental.

Por otro lado, también afirma la importancia de la fe afirmando que:

Nuestro Padre Celestial tiene mil maneras de proveer para nosotros, de las cuales

nada sabemos. Aquellos que aceptan el principio de hacer del servicio de Dios el

primero y lo más importante, verán que sus pruebas y ansiedades desaparecen, y

se despejan sus sendas (El Camino a Cristo, p. 123).

Además de confirmar que “cuando confiamos plenamente en Él, la ansiedad y la

preocupación no tienen cabida en nuestra vida, porque confiamos en su providencia y en

que Él sabe lo que es mejor para nosotros” (El Ministerio de Curación, p. 100).

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Desde mi punto de vista es reconfortante reflexionar y entender como las Sagradas

Escrituras y los escritos de Elena de White hablan sobre la salud mental y el cuidado que

debemos de dedicar a cada aspecto psicológico puesto que “La mente y el cuerpo están

estrechamente relacionados. Cuando uno está afectado, el otro simpatiza. La condición de

la mente afecta la salud del sistema físico y viceversa” (Mente Carácter y Personalidad Vol.

1, p. 59). Cuidemos nuestra salud mental como si se tratara de nuestro cuerpo físico, pues

es templo del Espíritu Santo (1 Corintios 3:16–17).

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CONCLUSIONES

A modo de conclusión, la psicología es considerada como una ciencia

debido a su riguroso método de investigación, que incluye la formulación de

hipótesis, el diseño de estudios empíricos controlados, y el análisis sistemático de

datos. A través de métodos como la observación, experimentación y análisis

estadístico, la psicología busca entender el comportamiento humano y los procesos

mentales de manera objetiva y reproducible. Esta aproximación científica permite

desarrollar teorías y aplicaciones prácticas en áreas relacionadas a la salud mental.

Asimismo, el análisis realizado en las corrientes psicológicas como es el

humanismo y cognitivismo nos ha permitido conocer la perspectiva de cada

enfoque. Por un lado, el humanismo enfatiza la experiencia subjetiva y el potencial

humano para el crecimiento personal, argumentando que el individuo tiene

capacidad para autorregularse y buscar la autotrascendencia. En contraste, el

cognitivismo se centra en los procesos mentales internos, como la percepción, la

memoria y el pensamiento, utilizando modelos computacionales para entender

cómo la información se procesa y afecta el comportamiento. Ambos enfoques han

enriquecido el entendimiento psicológico, influenciando prácticas terapéuticas y

teorías sobre el desarrollo humano.

Asimismo, al explorar las terapias de tercera generación podemos darnos

cuenta que estas terapias se caracterizan por su enfoque en la aceptación de las

experiencias internas y la promoción de habilidades para gestionar el malestar

emocional. A través de técnicas como la atención plena (mindfulness), valoración

de valores personales y flexibilidad psicológica, fomentándose que no solo se

busca reducir síntomas, sino también fomentar un sentido de bienestar integral y

una vida significativa.


Por último, comprender cómo la cosmovisión cristiana influye en la salud

mental nos ayudará a proporcionar un marco ético y espiritual para la comprensión

del sufrimiento humano y la búsqueda de la sanidad emocional. El desarrollo de

una fe cristiana ofrece consuelo a través de la creencia en un Dios amoroso que

proporciona perdón, esperanza y propósito, incluso en tiempos de dificultad.

Estudiar estos temas es relevante porque aclara el rumbo de nuestra

profesión, fundamentándonos en principios sólidos y examinando críticamente

diferentes enfoques. Asimismo, nos permite retener lo valioso y ser psicólogos

íntegros, comprometidos con el bienestar y el crecimiento de quienes confían en

nosotros.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Compromiso (ACT) en el tratamiento del cáncer: Revisión sistemática y

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Villatte, M., Villalta, L., & Montesano, A. (2020). La Terapia de Aceptación y

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