La-inclusion-escolar-desde-la-teoria-y-las-politicas-publicas-a-la-practica
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A LA PRÁCTICA
Patricia Gutiérrez,
Gracias por inspirarme cada mañana, gracias por ser quien eres
Gracias por darme alas para volar y estar conmigo cuando lo he necesitado.
Gracias a Rodrigo por estar apoyándome a cada momento y con cada risa que me
has sacado durante este largo proceso.
2
TABLA DE CONTENIDO
DEDICATORIA………………………………………………………………………...
RESUMEN………………………………………………………………………….....
1. INTRODUCCIÓN………………………………………………………………6
2. MARCO TEÓRICO……………………………………………………………..9
2.1. LA ALTERIDAD Y LOS DISTINTOS PROCESOS DE
ESCOLARIZACIÓN………………………………………………………..9
2.2. LOS PARADIGMAS DE LA INCLUSIÓN EDUCATIVAS: LA EDUCACIÓN
ESPECIAL, LA INTEGRACIÓN ESCOLAR Y LA EDUCACIÓN
INCLUSIVA………………………………………………………………..11
2.3. EL MARCO REGULATORIO DE LA INCLUSIÓN ESCOLAR EN
CHILE……………………………………………………………………....15
2.4. EL ROL DE LA FAMILIA EN LA INCLUSIÓN ESCOLAR…………….19
2.5. EL ROL DOCENTE EN LA INCLUSIÓN ESCOLAR……………………22
3. MARCO METODOLÓGICO…………………………………………....………25
4. PARTICIPANTES………………………………………………...……………..26
5. PROCEDIMIENTO……………………………………………………………...25
6. RESULTADOS……......…………………………………………………………27
6.1. LA FAMILIA EN LA INCLUSIÓN ESCOLAR…………………………...27
6.1.1. LA TRAYECTORIA ESCOLAR DE FABIÁN……………………..27
6.1.2. LA INCLUSIÓN ESCOLAR EN EL SISTEMA EDUCATIVO
CHILENO.......………………………………………………………….29
6.1.3. LA FAMILIA Y EL ESTADO EN EL ACCESO A LA
EDUCACIÓN………………………………………………………..…33
6.1.4. LA INCLUSIÓN ESCOLAR EN LA ESCUELA SEGÚN LA
APODERADA…………………………………………...……………..34
3
6.1.5. DEBILIDADES DE LA INCLUSIÓN ESCOLAR DE ACUERDO A
LA APODERADA……………………………………………………..35
6.2. EL ROL DE LAS Y LOS PROFESORES EN LA INCLUSIÓN
ESCOLAR……...……………………………………………………….......36
6.2.1. LA INCLUSIÓN ESCOLAR SEGÚN LA
APODERADA……………………………………………………………....36
6.2.2. DEBILIDADES DE LA INCLUSIÓN ESCOLAR DE ACUERDO A
LA PROFESORA …………………………………………………………..38
7. DISCUSIONES Y
CONCLUSIONES………………………………………………………………..39
8. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………...….45
4
RESUMEN
Las responsabilidades asumidas por Chile en la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad (2006), obligan al Estado a diseñar estrategias para mejorar
el acceso y permanencia de los niños y niñas con discapacidad en el sistema escolar; y
asegurar así una educación inclusiva de calidad. Asimismo, en 2015 se dicta la Ley de
Inclusión Escolar, con la que se busca desarrollar al interior de las escuelas una
educación inclusiva de calidad. Pero, ¿ocurrirá realmente en la práctica? Por medio de
un estudio de caso de un estudiante con síndrome de Down en una escuela común, se
analiza cómo se da el proceso de inclusión escolar. A través de entrevistas a actores
claves del proceso educativo, como la profesora jefe y la apoderada y madre del
estudiante, se determinan las principales fortalezas y debilidades del actual sistema de
inclusión escolar.
5
1. INTRODUCCIÓN
Pues, las personas con discapacidad hasta ese minuto se habían visto impedidas de
participar en la vida pública y social por las barreras que les imponía la sociedad. Sin
embargo, gracias al rol de las convenciones y las organizaciones sociales de las personas
en situación de discapacidad, el contexto social se volvió un poco más favorable y proclive
6
a mejorar sus condiciones de vida. Así, se hizo urgente recopilar datos fidedignos acerca
del número de personas en situación de discapacidad que había, qué impedimentos
enfrentaban y cómo les afectaban estos en sus vidas. Lo cierto es que, muchas de estas
personas eran invisiblizadas y confinadas -ya sea al interior de sus casas o en instituciones-
por el desconocimiento y prejuicios de sus propias familias y una sociedad que se negaba
a abordar el problema con altura de miras. Fue así, que Chile en 2015, implementó la
primera encuesta sobre discapacidad con enfoque de Derechos Humanos a nivel nacional1.
Este estudio, permitió reunir datos sobre las personas en situación de discapacidad y
elaborar políticas públicas afines a sus necesidades y principales demandas. Gracias a esta
encuesta, hoy se sabe que un número no menor de 2 millones 836 mil 818 personas se
encuentra en situación de discapacidad, es decir, el 16,7% de la población nacional. Del
mismo modo, el 5,8% de los niños, niñas y adolescentes del país se encuentra en situación
de discapacidad, es decir 229 mil 904 menores de edad. Además, este informe, permitió
disponer de datos integrales acerca de la calidad de vida de estas personas, como: la
relación con su ambiente, su vida personal, su condición de salud y su desempeño logrado
en distintos ámbitos de la sociedad; así como también el acceso a servicios sociales como:
la salud, la vivienda y la educación. Siendo este último ámbito el abordado en la
investigación.
1
II Estudio Nacional de la Discapacidad (2015).
7
mediante la selección escolar: por notas, liquidaciones de sueldo de los padres, religión,
género, conducta y necesidades educativas especiales; se limita la posibilidad de que
niños, niñas y jóvenes se desarrollen en entornos educativos donde sean bienvenidos,
valorados, respetados y queridos: y dónde, además, se cuenten con las condiciones para
sus necesidades de aprendizaje.
8
Por último, la investigación se llevó a cabo por medio de una rigurosa búsqueda
bibliográfica acerca de la inclusión escolar, el marco regulatorio en Chile, la
discapacidad en cifras, el rol de la familia en la educación inclusiva y el rol docente en
la inclusión escolar. Cabe señalar, que éste también es el orden de los contenidos de la
investigación.
2. MARCO TEÓRICO
9
distanciada del debate educativo general y generadora de discursos y prácticas de
exclusión.
Por ende, los últimos paradigmas sobre educación especial trasladan el foco de
la llamada “anormalidad” a lo entendido como “normalidad”, es decir, la atención se
traslada a deconstruir aquello que se entiende y destaca como “lo normal” (Skliar,
2010). Esta desmitificación de la norma tiene mucho más que ofrecer en educación, que
los encasillamientos médicos y profesionales de la escuela especial. Por lo tanto, la
nueva visión de la educación inclusiva -lejos de promover el modelo de normalización
y estandarización- cuestiona y redefine las nociones de: “lo ‘normal’ corporal, lo
‘normal’ de la lengua, lo ‘normal’ del aprendizaje, lo ‘normal’ de la sexualidad, lo
‘normal’ del comportamiento” (pp. 2), para lograr el propósito de construir una
verdadera sociedad en la que convivan y sean respetadas las personas en situación de
discapacidad.
10
inalterable, ya que se mantiene la categorización y la comprensión del otro desde la
diferenciación por el déficit. A propósito, en Chile el porcentaje de la población adulta
que señala haberse sentido discriminada en los últimos doce meses, por situación y
grado de discapacidad, asciende en personas en situación de discapacidad de leve a
moderada a un 18,9%; mientras que en las personas en situación de discapacidad severa
a un 31,1% (SENADIS, 2015). A esto mismo se refiere Sinisi (2010) con los “circuitos
escolares diferenciados”2 en los cuales los niños, niñas y adolescentes son etiquetados
y diferenciados del resto por problemas de aprendizaje, cognitivos, de conducta e
hiperactividad, para excluirlos del sistema escolar común y derivarlos a la escuela
especial (Romero & Rereyra, 2018, 160).
2
Traslado de estudiantes con necesidades educativas especiales de la escuela “común” a la “especial” o
el apoyo diferenciado en la escuela común por medio de proyectos de integración escolar.
11
idea de que las dificultades de aprendizaje de los estudiantes ocurren a causa de sus
propias limitaciones, sin tener en cuenta el contexto donde éstas tienen lugar.
Con esto se pasó al uso del concepto de la integración, que implicó el ingreso
de niños, niñas y jóvenes con dificultades al sistema escolar común, pero sin las
adecuaciones necesarias para hacer posible la integración. Esto ha llevado a entender la
integración como un proceso y esfuerzo individuales de las personas con discapacidad
para integrarse a la sociedad tal y como son (Echeita, 2002). En consecuencia, esto
conllevó a responsabilizar a los estudiantes con dificultades del fracaso de su
integración al sistema escolar, cuando la responsabilidad de modificar el proyecto
educativo y hacer accesible el currículo para los estudiantes con necesidades especiales,
debe recaer en los centros escolares y el propio sistema educativo en su conjunto
(Ainscow, 2001). Del mismo modo, Oliver (1996) afirma que no deben ser los niños
quienes se adapten, sino los centros de enseñanza en conjunto con el sistema educativo
quienes lideren un nuevo proceso de trasformación profunda del sistema escolar.
12
Además, Blanco (2008) sostiene que la integración mantiene inalterables los sistemas
educativos, ya que las acciones que se promueven están más focalizadas en la atención
individualizada a “alumnos integrados” (programas individuales, estrategias y
materiales diferenciados, profesores especializados, etc.), que en modificar el contexto
y la enseñanza, que, finalmente, terminan limitando el acceso, los aprendizajes, la
participación y la permanencia de los estudiantes en los centros.
Sin embargo, el sistema escolar bajo este paradigma, no terminó por brindar una
integración efectiva a los estudiantes recién incorporados al sistema, ya que los
establecimientos escolares no estaban lo suficientemente preparados para diversificar
sus modos de enseñanza, realizar adecuaciones curriculares y capacitar a la comunidad
educativa respecto al tema. Así, en un contexto de integración, los estudiantes con
problemas cognitivos, enfrentan limitaciones condicionadas por el número de
estudiantes en el aula, la carencia de recursos y la falta de formación y capacitación de
los profesores (Silva, 2007).
13
están excluidos o en riesgo de ser marginados. (p.10).
Por consiguiente, se reafirma la idea de que la educación inclusiva abarca la
totalidad de la diversidad de los estudiantes y no únicamente a los niños, niñas y jóvenes
con dificultades cognitivas o motoras, como ocurre con el enfoque de la integración.
También, Echeita (2011) ofrece una visión más amplia y metodológica sobre cómo
llevar a cabo la educación inclusiva:
Una buena parte de la historia educativa del país estuvo marcada por la
15
segregación escolar de niños, niñas y jóvenes con discapacidad en centros educativos
especiales. Estos estudiantes estaban separados del resto, ya que se creía que la mejor
forma de rehabilitar sus “déficits” era en entornos con alumnos con dificultades
similares y profesionales especialistas con un fuerte enfoque médico y rehabilitador
(Echeita, 2002). De este modo, la primera etapa, la de educación especial, se caracterizó
por la coexistencia de establecimientos comunes y especiales, pero que de ninguna
manera se mezclaban (Mancebo y Goyeneche, 2010).
3
Estrategia inclusiva del sistema escolar, que contribuye al mejoramiento continuo de la calidad de la
educación, favoreciendo la presencia en la sala de clases, la participación y el logro de los objetivos de
aprendizaje de todos y cada uno de los estudiantes, especialmente de aquellos que presentan
necesidades educativas especiales, seas éstas de carácter permanente o transitorias (Ministerio de
Educación, 2015).
16
Especial en dónde se insta al trabajo con estudiantes que presenten necesidades
educativas especiales.
4
Entrega recursos adicionales por cada alumno prioritario (aquellos para quienes las condiciones
socioeconómicas de sus hogares pueden dificultar sus posibilidades de enfrentar el proceso educativo) y
preferente (aquellos estudiantes que no tengan calidad de alumno prioritario y cuyas familias
pertenezcan al 80% más vulnerable del total nacional).
5
Norma legal que instauró las condiciones para el funcionamiento de los PIE.
17
de inclusión: el Decreto n. 83 (2015)6 y la Ley de Inclusión Escolar n. 20.845 en 20157.
En la última etapa, se impulsa una educación mucho más inclusiva, que pone
fin al sistema de selección escolar de los colegios, para evitar actos de discriminación
por: el nivel socioeconómico, cultural, étnico, académico, de necesidades educativas
especiales, de conducta y de género de los estudiantes8. Así, los principales principios
de la ley son:
6
Fortalece el Decreto n. 170, 14 de mayo de 2009, que estaba relacionado íntegramente a los
estudiantes con NEE, a partir de la inclusión curricular de todas las personas en riesgo de ser excluida o
discriminada, desde estudiantes con discapacidad física hasta estudiantes extranjeros.
7
Sus tres pilares fundamentales corresponden a: el fin de la selección escolar, la eliminación progresiva
del copago de los apoderados y la prohibición del lucro en la educación escolar. Lineamientos
establecidos en la dictadura cívico-militar y consolidados durante los gobiernos democráticos de los 90’
(Assaél, J., Cornejo, R., González, J., Redondo, J., Sánchez, R., y Sobarzo, M., 2011).
8
Para asegurar el fin a la discriminación en el acceso de los y las estudiantes, se estableció el nuevo
Sistema de Admisión Escolar (SAE) que prohíbe la selección escolar por parte de los establecimientos.
18
comunes; hasta finalmente, las políticas de inclusión, de las cuales queda un gran
trabajo por hacer. Así, la formación inicial y continua docente, el cambio de actitudes
respecto a las necesidades educativas especiales y la diversificación de metodologías y
estrategias se hacen tareas imperiosas de llevar a cabo -tanto para los docentes como
para los directivos y desarrolladores de políticas públicas- conforme a la diversidad del
estudiantado, en términos: socioeconómicos, académicos, culturales, de género y de
necesidades educativas especiales.
En esta sección se abordará el rol que tienen las familias de las personas en
situación de discapacidad respecto a la inclusión escolar. Para ello, se menciona: el
panorama general de los niños, niñas y jóvenes que se encuentran en situación de
discapacidad y su acceso escolar; el rol del Estado frene a las personas en situación de
discapacidad; la importancia de las relaciones sanas entre escuela y familia; los efectos
positivos de las relaciones satisfactorias entre docentes y apoderados; y, las principales
dificultades para consolidar un vínculo docente-estudiante en pos de la inclusión
escolar.
19
-el 92,5% de los cuidadores reside en el hogar y el 96,7% corresponde a mujeres. Es
más, apenas el 5,5% de las personas cuidadoras recibe una remuneración por su trabajo
(SENADIS, 2015). De este modo, se hace plausible la desventaja económica en la que
quedan las familias por no contar con ayudas financieras del Estado y la urgencia de
contar con un Sistema Nacional de Cuidados, en el cual se reconozca el rol fundamental
que cumplen los cuidadores y se les asignen recursos por su trabajo.
Respecto al acceso escolar, los niños, niñas y adolescentes con discapacidad que
asisten a la educación parvularia corresponden a 15,5%, a la educación especial el
11,8%, a la educación básica el 60,7%, y a la educación media, apenas un 12%; mientras
que de los niños, niñas y jóvenes sin situación de discapacidad asisten a la educación
parvularia el 16%, a la educación especial el 0,6%, a la educación básica el 58%, y a
la educación media un 25,3%. Asimismo apenas un 9,1% de las personas en situación
de discapacidad logra terminar estudios superiores, mientas que el 20% de las personas
sin situación de discapacidad concluye esta nivel (SENADIS, 2015).
20
afectivos y sociales del estudiante (Dessen y Polonia, 2014).
21
Sin embargo, el vínculo apoderados/docentes, también, ofrece distancias desde
ambas partes (Quiroga y Aravena, 2018). En relación a la perspectiva docente, los
profesionales de la educación, perciben negativamente a los apoderados de los
estudiantes con discapacidad. (Blue-Banning, Summers, Nelson y Frankland, 2004;
Cooper, Riehl y Hasan, 2010; Hill y Taylor, 2004). Además, un análisis reveló -a partir
de relatos de profesores- un discurso reiterativo acerca de la falta de colaboración por
parte de las familias de estudiantes con discapacidad intelectual, así como también, el
bajo impacto del vínculo escuela-comunidad; situaciones que interfieren y no
contribuyen en el proceso de inclusión (Prata, 2009). En relación a la perspectiva de las
familias, los apoderados temen que a sus hijos en la escuela no se les apoye lo suficiente,
y que por esto, sufran acoso físico o psicológico (Tash, 2014).
Para efectos de esta sección, se abordarán los siguientes temas referidos al rol
docente en la inclusión escolar: la importancia de la relación docente-estudiante; el rol
de la docencia inclusiva; el rol docente en el marco europeo de la enseñanza inclusiva;
principales problemáticas frente a la inclusión escolar; principales soluciones para
22
acoger la inclusión como práctica permanente.
23
en contextos de heterogeneidad escolar (Duk, Cisternas y Ramos, 2019). Así, la
Agencia Europea para el Desarrollo de la Educación del Alumnado con Necesidades
Educativas Especiales (2011) estructura el perfil docente en función de cuatro áreas
fundamentales:
(i) Valorar la enseñanza inclusiva, donde enfatiza que las diferencias entre
estudiantes son un recurso y un valor educativo; (ii) Principios de diversidad,
donde se señala que la educación se basa en creer en la igualdad, en los derechos
humanos y en la democracia para todos los estudiantes; (iii) Promoción del
aprendizaje académico, social y emocional del estudiante, donde se enfatiza que
todos son igual de importantes, así como el desarrollo de la autonomía y la
autodeterminación para todo el alumnado, siendo las expectativas de los
profesores una clave para el éxito del estudiante; (iv) Práctica pedagógica, donde
finalmente se suscribe que la enseñanza es una actividad que debe resolver
problemas, siendo la práctica reflexiva un facilitador para conseguir un trabajo
eficiente con el equipo de profesores, profesionales y padres de los estudiantes.
(pp. 10-48).
En lo concerniente a la formación docente para la inclusión escolar, es
importante señalar que el rol de la inclusión en la formación inicial constituye un lugar
privilegiado para crear e implementar propuestas que posibiliten nuevos caminos y
avances con respecto a la diversidad cultural del contexto escolar (Cane y Xavier,
2011). Así, el proceso de formación docente inicial debe ser extensivo a todas las etapas
de formación del/la profesor/a. De esta manera, la formación debe ser continua y
permanente, privilegiando, además, el acompañamiento a las prácticas docentes en
contexto de vulnerabilidad social (Calvo, 2013).
Sin embargo, hay prácticas arraigadas en los contextos laborales que entorpecen
las prácticas inclusivas del cuerpo docente (Quiroga y Aravena, 2018). De hecho, una
de las prácticas que impiden por parte de los y las docentes ser inclusivos, es la actitud
(Granada, M., Pomés, M., y Sanhueza, S, 2013). Así, los docentes perciben con
aprensión y recelo las aulas inclusivas, considerándolas un obstáculo para el aprendizaje
(Cuadra, 2008; Fernández, 2012). Ello, porque atentan contra los principios reguladores
y de exclusión, ampliamente adoptados y exigidos por el sistema escolar chileno (Drago
y Paredes, 2011). De este modo, tanto para los docentes como para los directivos de las
24
instituciones escolares, el tránsito desde las políticas de integración hacia políticas de
inclusión es un proceso que exige tiempo, adoptar miradas renovadas, convicción y
participación para desarrollar una auténtica cultura escolar inclusiva (Villegas, Simón
y Echeita, 2014).
Para terminar, numerosos son los estudios que sostienen que un hito a considerar
en la formación docente para la inclusión escolar, tanto en la formación inicial como
continua, es la reconstrucción de una nueva identidad docente. Fundada en los
principios de equidad y justicia social, de manera que en el desarrollo de la profesión
docente se configure una cultura profesional basada en valores inclusivos, que permitan
ver a la diversidad como un mecanismo para superar desafíos que lleven a la excelencia
profesional docente (Blanco, 2009; Durán y Climent, 2017; Hsien, 2007; Moliner y
Loren, 2010; UNESCO, 2009).
3. MARCO METODOLÓGICO
25
de la comunidad educativa. En primer lugar, se entrevistó a la profesora jefa; quien,
además, pertenece al equipo de gestión del establecimiento; desempeñándose como
coordinadora de la Subvención Escolar Preferencial (SEP). En segundo lugar, se
entrevistó a la apoderada y madre del estudiante con síndrome de Down. El estudio se
llevó a cabo en un colegio subvencionado y técnico profesional de la comuna de
Independencia (Santiago, Chile). Y tuvo como objetivos específicos: (i) analizar la
trayectoria escolar del estudiante en función de conceptos claves de la inclusión escolar,
como; exclusión escolar, integración escolar y educación inclusiva; (ii) identificar
fortalezas y debilidades del proceso de inclusión escolar del joven, a partir de las
percepciones de la apoderada del alumno; entendiendo su participación desde el rol de
la familia en la educación; y (iii) identificar las principales fortalezas y debilidades del
proceso de inclusión escolar del estudiante a partir de una entrevista a la profesora jefe,
que a su vez era parte del equipo directivo del establecimiento escolar.
4. PARTICIPANTES
26
de las entrevistadas en la investigación, una de ellas corresponde a la profesora jefe, que
cuenta con más de diez años de experiencia en el colegio; desempeñándose, además, como
coordinadora de la Subvención Escolar Preferencial (SEP). Mientras, la otra entrevistada,
es la apoderada y madre del estudiante con síndrome de Down; quien pasará a tomar el
nombre ficticio de Pilar. Lleva más de dos años en el colegio como apoderada; a su vez,
conoce las dificultades que enfrentan a diario los niños, niñas y jóvenes con discapacidad,
especialmente, los problemas de acceso y permanencia de los estudiantes con necesidades
educativas especiales en el sistema común de enseñanza.
5. PROCEDIMIENTO
6. RESULTADOS
27
Fabián nació hace dieciocho años en la ciudad de Santiago, sus padres lo esperaban con
ansias, sin embargo una sorpresa cambiaría sus vidas para siempre. Fabián había nacido
con síndrome de Down. Si bien al principio fue difícil asumir las dificultades que
supondría el síndrome para la madre, conforme pasó el tiempo se fue encantando de
Fabián y de cada uno de los pasos que daba en el mundo. El día diecisiete de su corta vida,
Fabián fue a su primera cita de estimulación temprana. Fue atendido en la Cruz Roja de
Providencia. Gracias a la estimulación aprendió a caminar y controlar esfínteres a los tres
años. En la medida que Pilar participaba de las terapias, iba aprendiendo cada día más
sobre su hijo y las complicaciones de salud que venían aparejadas al síndrome. Además,
por medio de la Universidad Ucinf pudo sumar más terapias para enfrentar sus
dificultades. La edad escolar llegó y fue el momento de buscar jardín infantil. Su mamá
lo llevó a uno Montessori pensando que serían más abiertos con la idea de incluir a un
niño con síndrome de Down, pero le dijeron que no. Luego fue a otro jardín que le gustó,
pero también le cerraron las puertas. Fue a una escuela de lenguaje y también le dijeron
que no lo podían recibir. Hasta que al fin encontraron uno muy cerca de casa, en el que
fue muy bien recibido. Fabián sabía a esas alturas muchas cosas, había aprendido a contar
hasta el diez y ya identificaba las vocales, las educadoras estaban muy contentas con él.
Lamentablemente el jardín cerró, y Fabián tuvo que partir a un nuevo jardín. Esta vez
asistió al mismo colegio particular pagado de su hermana, dos años más grande. Pero allí
fue donde comenzaron los problemas. Los padres de los niños no estaban preparados para
Fabián, no conocían lo que era el síndrome de Down y no querían que sus hijos
compartieran con él. Con estos reclamos, la dirección del colegio citó a Pilar para hacerle
saber de las quejas de los apoderados. Con todo, Pilar y su esposo, tristes y enfadados por
el glacial recibimiento de los padres, idearon con prontitud una estrategia que ella había
pensado hacer de antes. Les explicarían, a pesar del dolor que les causaba la actitud de los
padres, de que se trataba el síndrome de Down a todo el curso, incluida la profesora.
Llevaron fotos y videos. La actividad resultó ser todo un éxito, los apoderados quedaron
encantados con Fabián y no dudaron en invitarlo a los cumpleaños y sumarlo a la
comunidad. Sin embargo, nuevamente surgieron las quejas de los profesores, lo tildaban
28
de inquieto y travieso. La madre cansada de las quejas del colegio, decidió llevarse a su
hijo; inscribiéndolo en un nuevo colegio particular de enseñanza básica. En este centro de
enseñanza fue tratado como a uno más, le exigieron aprenderse el silabario y tuvo un nivel
de exigencia similar al resto. En quinto básico fue cambiado nuevamente, esta vez a una
escuela básica municipal. Allí estuvo hasta octavo básico, ya que solo tenían hasta ese
nivel. La búsqueda de un nuevo colegio se avecinaba pero esta vez con una complicación
extra, el sistema de selección escolar por sorteo. Averiguando en la municipalidad, Pilar
se enteró que solo existía un cupo por curso para los niños y niñas con necesidades
educativas especiales, situación que la desalentó. Si antes era difícil conseguir colegio,
con el sistema por sorteo lo sería aún más. Sin embargo, una amiga que trabajaba en un
colegio particular subvencionado, le dijo que lo llevara a su colegio, que no habría
complicaciones allí, ya que algunos profesores ubicaban de antes al niño por los conocidos
que tenía en el establecimiento Pilar. Así que a mediados de octavo básico Fabián se
incorporó a su actual colegio. Está en el colegio y compartió bastante con sus compañeros
de forma presencial el 2019. Por su afición al fútbol, hizo amistades con alumnos de cuarto
medio con los que jugaba en el recreo a la pelota. Fabián se entristeció mucho cuando
tuvieron que irse a final de año. Sin embargo, en el colegio ha podido adaptarse bien, los
chicos y chicas son comprensivos y buenos compañeros. En las actividades extraescolares
como paseos de curso y bailes folclóricos ha sido muy bien recibido y ha podido participar
con toda su energía y talento.
La búsqueda de jardín infantil, en el año 2009, para la madre de Fabián fue un proceso
frustrante y agobiante. Antes de encontrar jardín infantil, el niño fue rechazado por tres
jardines infantiles: uno con educación Montessori, una escuela de lenguaje (las cuales por
ley no pueden aceptar a los niños con síndrome de Down) y una tercera escuela de la que
la madre no dio mucho detalle. Esta situación era posible porque hasta esa fecha no
existían mecanismos legales que prohibieran a los establecimientos educativos seleccionar
29
a sus estudiantes. Cuando finalmente encontró vacante en un jardín, sólo estuvo un tiempo
breve, ya que por motivos de no contar con los niños suficientes tuvieron que cerrar la
escuela. En este lugar fue bien recibido e incluso lo pusieron en una sesión más adelantada.
Como siempre Fabián estuvo acostumbrado a las terapias, era súper fácil que se
adaptara a otras partes. Fuimos al jardín en la tarde y después las chicas (las educadoras
de párvulos) me dijeron que lo iban a pasar a la mañana porque estaba adelantado. Ya
sabía contar hasta el diez, se sabía las vocales y algunas letras y sabía cortar con las
tijeras, porque eso todo lo traía de la Cruz Roja y empezamos a funciona súper bien con
Fabián. Él estuvo de los tres a los cinco años allí. Y luego cerró la escuela (Apoderada).
Fabián era inquieto, se quejaban todas las semanas de él, yo lo iba a buscar y que Fabián
es aquí, que Fabián es allá y llegan un día (la directiva del colegio), un día que nunca
voy a olvidar, a decirme que querían hablar conmigo. Llegó el día y fui a la cita con
Fabián. Estaba la directora, el subdirector, la profesora jefe y una inspectora, y yo con
la guata apretada, y me dicen que lamentablemente nos hemos dado cuenta que Fabián
no va a poder seguir, porque los apoderados han puesto problemas, que por los niños y
ahí me dieron un sinfín de explicaciones que yo no entendía nada. Al final salí llorando
toda acongojada. Y un amigo fue a hablar al colegio, a decirles cómo era posible esto y
el colegio se excusó que no eran ellos sino los apoderados. (Apoderada)
30
Después de esta difícil experiencia Pilar se llevó a su hijo a un nuevo
establecimiento, en el cual tuvo un cálido recibimiento por la directora, que además la
ubicaba de antes. Este colegio también correspondía a uno particular pagado.
A partir del 2011 Fabián ingresa al kínder en su nuevo colegio, en el cual es muy
bien recibido. De todas maneras, siguen existiendo falencias respecto a la inclusión
escolar, ya que no existen los conocimientos acerca de las adecuaciones curriculares y
metodologías más pertinentes para trabajar con él. Al respecto, la apoderada señala:
Allá al Fabián lo consideraron como uno más del colegio, no habían cosas muy
diferenciadas, sino que ponte tú el aprendió a hablar por el silabario, así aprendió a leer.
Pero obviamente todo su aprendizaje le costaba mucho más que al resto de sus
compañeros. Era más lento, le costaba más. Pero si le exigían bastante. A mí me insistían
que se tenía que saber el abecedario completo. No te imaginas todo lo que tuvimos que
luchar para que se aprendiera todas las letras de corrido. Entonces igual fue una
exigencia bastante buena. Yo si ahora lo pienso, pienso que fue bueno porque le exigieron.
(Apoderada).
31
Me pasé prácticamente todo el segundo semestre del 2016 buscando vacantes, insistía
todas las semanas entre el municipio y el colegio, y siempre me decían lo mismo que no
habían vacantes. Finalmente, gracias a una conocida de la municipalidad logré que mi
hijo entrara al colegio. Así que con la orden del municipio mi hijo finalmente fue
aceptado. Aunque antes siempre me decían que no habían vacantes. (Apoderada).
Ahora el Fabián tenía que entrar a octavo por medio de la plataforma. Todos iban a
entrar a los colegios por plataforma. Entonces yo fui a la municipalidad a averiguar si el
Fabián iba a tener un cupo de forma especial, y me dicen que no, que él iba a tener que
entrar como cualquier mortal. Y si les cuesta a los que saben, que no tienen ningún
problema; yo con el Fabián íbamos a tener más problemas. Porque era solo un alumno
por sala con necesidad especial, pero yo no sabía cuántos niños con necesidades
especiales iban a postular, así que me empecé a afligir.
Nicolás fue súper bien recibido cuando él llegó al colegio. Tenía muchos ojos que lo
vigilaban porque tú sabes que uno nunca sabe. Tú siempre estás con la angustia, con la
desconfianza, con todo eso.
32
Ahora bien, respecto al tema de la formación profesional en educación inclusiva,
Fabián nunca contó con educadores(as) de diferencial de apoyo en la sala de clases, es
decir, de los cuatro colegios donde estuvo -de primero básico a segundo medio- nunca
contó con profesionales especialistas que ayudaran al proceso de adecuaciones
curriculares y de diversificaran los métodos de enseñanza. Excepto en el colegio
municipal en el cual había una educadora de diferencial y una fonoaudióloga, de las cuales
no se menciona un aporte relevante. También de forma breve estuvo compartiendo el 2019
en su actual colegio con la educadora de diferencial. El 2020 no hubo educadora y el 2021
se contrató a alguien que pidió licencia en mayo, alcanzó a verle solo por tres sesiones
este año.
De acuerdo a los datos que se conocen sobre la calidad de la vida de las personas
en situación de discapacidad, se puede afirmar que gracias a la familia de Fabián, él ha
podido salir adelante en distintos ámbitos de su vida. Ahora bien, tal como señalan los
estudios, uno de los progenitores de Fabián, en este caso la madre, tuvo que dejar de
trabajar para ocuparse a tiempo completo de los cuidados de él. Del mismo modo, quienes
han apoyado en lo económico de forma mayoritaria han sido los padres de Fabián.
Mientras que los aportes que ha hecho el Estado en la vida de Fabián son mínimos, ya que
él se educó hasta cuarto básico en escuelas particulares pagadas; sólo desde quinto básico
hasta mediados de octavo básico estudió en una escuela municipal; y actualmente estudia
en un colegio subvencionado. Al respecto, la madre es enfática:
33
Si tú no tienes plata, si tú no tienes cómo para costear todo lo que uno costea, como la
estimulación temprana de Fabián. Hay muchos niños como él, que se quedan ahí no más,
no avanzan por lo mismo. Tú piensas en la Cruz Roja que es beneficencia, y no es así,
diecinueve años atrás nos cobraba $80.000, es harto, era como un colegio particular
pagado de esa época. Nosotros pensamos, bueno sino va a ir a la universidad, estamos
invirtiendo acá. (Apoderada).
Aquí hay muchas limitaciones. De partida acá todo lo tienes que pagar, porque si yo
quiero poner a Fabián en alguna parte hay que pagar. Con Fabián es incierto, no
sabemos qué va a pasar con Fabián. Un niño que sale de cuarto medio ya puede entrar
a trabajar, pero, el Fabián, ¿dónde podría entrar a trabajar con cuarto medio y en las
condiciones en que él está? No es como con los otros chicos donde dices ya va a ir a un
técnico, va a ir a la universidad o va a entrar a trabajar. Pero si yo creo que va a seguir,
seguir adelante en lo que a él más le gusta, si a él le gusta bailar ponerlo en una cosa
donde el aprenda a bailar. (Apoderada)
Cómo lo han recibido ha sido bueno. Súper buena la recepción. Yo pienso que con los
chiquillos siempre hay menos problemas. (Apoderada).
34
interactúa, dialoga y pasa momentos distendidos en comunidad.
Ese año 2019 pasaron como dos semanas practicando un baile. Y ellos habían estado
practicando un baile de todos los países. Y Fabián de inmediato se puso a bailar. Una de
las cosas que más le gusta es bailar, así que lo hizo súper bien ese día. Sacaron hartos
aplausos. Así que en ese sentido tiene muy buena acogida con los chiquillos y chiquillas.
(Apoderada).
Estas mismas actividades le han servido a Fabián para integrarse al colegio y participar
activamente de la escuela. Del mismo modo, sus compañeros y compañeras lo han
aprendido a conocer, respetar y querer.
Ese año tuvimos un paseo al Rosa Agustina9, y yo fui para ver al Fabián. Y ahí me di
cuenta que todos lo consideraban, Fabián vamos para acá, Fabián vamos para allá.
Después Fabián se quería subir a una rueda, y todos los compañeros intentando subirlo,
yo no me metí, así que cual observadora me puse a ver qué era lo que hacían. Hasta que
lograron subir al Fabián. Entonces yo decía ay qué bonito. Así que súper buena onda sus
compañeros. (Apoderada).
Los profesores se ven con dificultades, porque yo sé que ellos no tienen los aprendizajes
para hacer cosas con los niños con necesidades especiales, entonces las evaluaciones
todo eso al final es como un trabajo extra que le dan al profesor, porque la que se debiera
de encargar de todo esto es la educadora de diferencial, y si no hay, es pega para el profe
9
Centro acuático y recreativo.
35
no más. (Apoderada).
Los profesores debieran de estar preparados a recibir a alguien y a bajarse del nivel
donde están. Porque claro, Fabián está en segundo medio, pero no es como si estuviera
en la media, sino es como que estuviera en tercero básico, por decirte algo. (Apoderada).
Yo creo que haber escrito su autobiografía y explicar más menos lo del Fabián, les ayuda
a entender a los chicos lo que es el síndrome de Down. Porque hay muchos prejuicios y
muchas cosas que ellos no saben. Tampoco saben todo el trabajo que tenemos como
familia para que ellos salgan adelante. Y que en un momento determinado digan una
pachotada y todo lo que uno ha trabajado quede en nada. Uno queda como desilusionada.
(Apoderada).
36
6.2. El rol de las y los profesores en la inclusión escolar
No ha sido un trabajo adecuado, al ritmo que se merecen los niños con necesidades
educativas especiales, en eso todavía nos falta mucho, siento personalmente. Por factores
que van más allá de la planificación como colegio, como: asuntos personales, pandemia
de por medio, no una buena selección de personal. Hay factores que no nos han jugado
de buena manera a la hora de ir desarrollando este plan para los niños con necesidades
educativas especiales. Nos falta mucho. (Profesora).
Pilar es muy cercana, porque también es una apoderada que tiene un vínculo de cercanía
con nosotros, es una apoderada que nosotros conocemos desde antes y tiene esa confianza
de haber solicitado todos los teléfonos de los profesores. Ella se comunica con los
profesores. De ella ha dependido mucho el trabajo también, no porque se haya
coordinado desde acá, sino porque como te dije hay muchas ausencias de estos
profesionales (educadores de diferencial). Entonces ella solicita, se pone de acuerdo con
los profesores, los profesores se ponen de acuerdo con las evaluaciones, ella ayuda a
Fabián. (Profesora).
Asimismo, la profesora señala que la diversidad de los estudiantes, más allá de los
niños con necesidades educativas especiales, contribuye al proceso de integración social
37
de todas y todas, ya que al ser tan diversa la composición de la escuela, se crea una
atmosfera plural, tolerante y de respeto mutuo.
En general el alumnado de este colegio tiene una característica muy importante, que tiene
que ver con la multiculturalidad. Eso ha hecho que los alumnos sean más bien solidarios
entre ellos, sean bien tolerantes, hay mucha diversidad sexual en este colegio también.
Esto se ha traducido en que hay mucho respeto en el aula. No solamente en los niños con
capacidades distintas en el ámbito del conocimiento, sino que también de los que tienen
carencias afectivas, de los que han sufrido bullying en otros colegios, de los que son
homosexuales y en el fondo quieren estar más libres. Se sienten muy bien acá, han sentido
un espacio de apoyo y de inclusión. En ese sentido es una inclusión social de los alumnos.
(Profesora).
Para nosotros es bien nuevo este lenguaje de una educación diferencial, especialmente
en un área técnica, como es la del colegio. Además nosotros tenemos educación técnica-
profesional en tercero y cuarto, por lo tanto allí la educación diferencial no tiene un rol
muy preponderante. De séptimo a segundo medio, tampoco estamos muy familiarizados
con un lenguaje de ley de inclusión. Y todo lo que se ha hecho, no ha sido desde un marco
curricular o desde una teoría más profunda, sino más bien improvisando en un principio.
38
Después nosotros, como no tenemos un PIE que nos oriente, porque los colegios de
enseñanza media no están obligados a tenerlos, no contábamos con profesionales
especialistas que nos dirigieran el trabajo”. (Profesora).
Nosotros como equipo SEP, entendimos que debíamos ponernos al día para entender la
educación como integralidad. Así que destinamos recursos SEP para contratar a
profesionales que nos ayudaran a desarrollar una educación más inclusiva. Contratamos
a una psicóloga, un psicopedagogo y a una asistente social. Sin embargo el trabajo del
psicopedagogo no rindió los frutos que perseguíamos. Así que desistimos de trabajar con
él. Tuvimos que contratar a otra psicóloga para que nos ayudara a aplicar los tests, y
luego a una educadora de diferencial. En la práctica, la educación diferencial, depende
mucho del profesor de aula. También contratamos por ley SEP, programas donde nos
capacitan y nos hablan de educación inclusiva, marco curricular, el plano legal y
decretos nuevos. (Profesora).
Ahora el trabajo siempre depende de las persona y en ese sentido nos falta mucho, porque
falta un equipo que se consolide en el colegio y que esté a la altura de guiar un proceso
que los profesores obviamente no podemos hacer solos, por más capacitaciones que
hagamos, finalmente no tenemos esa educación de base. (Profesora).
39
7. DISCUSIONES Y CONCLUSIONES
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En el caso de Fabián, la negación del acceso a muchas escuelas dio muestras de lo
cerradas, obtusas y desactualizadas que siguen siendo muchas escuelas en Chile. Al
ofrecer, más que soluciones, barreras para impedir el desarrollo dentro de sus aulas de
niños, niñas y adolescentes con necesidades educativas especiales. No es menor el número
de escuelas que rechazaron a Fabián, por ser considerado, su síndrome, un problema y no
una oportunidad de aprendizaje; fueron tres escuelas que no lo aceptaron y en el colegio
religioso donde estudió, el tema de la intolerancia a la diversidad, llegó a tal punto que su
madre tuvo que sacarlo. El hecho de que las escuelas no cuenten con educadoras
diferenciales y otros profesionales de la educación sugiere una escasa perspectiva de
cambios y de enfoque de Derechos Humanos en los cuerpos directivos de los
establecimientos. Del mismo modo, la buena voluntad de dos de las directoras que
acogieron con empatía y respeto a Fabián, no se puede quedar en buenas intenciones ni en
una simple integración escolar, sin las adecuaciones pertinentes, sin la contratación de
profesionales y sin la concientización de los docentes acerca del tema de la inclusión. Es
imprescindible en Chile, una política conjunta que promueva y evalué los valores e
implicancias de la inclusión en todos los actores del mundo educativo. Porque en la
medida que la sociedad se hace cargo de las postergaciones, vejaciones, exclusiones y
estigmatizaciones que han vivido las personas en situación de discapacidad, a lo largo de
décadas, se repara mínimamente el daño causado. Pero cuando los sistemas educativos,
insisten en diferenciar, separar y excluir, se vuelve a tropezar con el problema de la
exclusión social. Lo que se quiere como sociedad es todo lo contrario. Como señalaba
Pilar, los profesores deben creer en sus alumnos y alentarlos a seguir adelante, esperando
lo mejor de ellos.
Respecto a los aportes del Estado a la calidad de vida de las personas en situación
de discapacidad, se puede afirmar que este es muy marginal, ya que todos los costosos
tratamientos médicos, terapias de rehabilitación y contratación de educadores, los hicieron
los padres de Fabián. Del mismo modo, se hace urgente legislar en relación a un Servicio
Nacional de Cuidados, ya que en el caso de Fabián, la madre tuvo que dejar de trabajar y
41
cuidarlo de él a tiempo completo. Cabe agregar, que el Estado tampoco ha cumplido con
la Ley de Inclusión Escolar, ya que no fiscaliza que los colegios cuenten con los
profesionales necesarios para implementar la inclusión escolar. Analizando este caso en
profundidad, es bastante probable que una persona de escasos recursos con discapacidad,
quede sin muchos de los tratamientos que ofrecen las instituciones privadas, porque
simplemente no hay ayudas del Estado. Asimismo, el sistema educativo superior carece
de programas que ofrezcan inclusión escolar, ya que ésta corresponde solo a la enseñanza
básica y media. Del mismo modo, Pilar tiene claro que van a costear ellos los estudios
posteriores a la escuela, porque no existen ayudas de ningún tipo para cubrir costos de
estudios. Sin ir más lejos, el municipio no ofrece talleres recreativos con inclusión.
Cabe también agregar, que sería de gran utilidad estudiar la situación de la inclusión
escolar en el sistema privado, ya que, aunque hay experiencias, el sistema privado es el
más segregado del país. Del mismo modo sería interesante conocer los discursos de las
comunidades educativas respecto a la inclusión escolar, en contextos educativos de liceos
emblemáticos, ya que en la medida que conocemos cómo están articulados los sistemas
de exclusión y bajo qué discursos se sustentan, podemos llegar a entender la lógica,
ideología y filosofía que hay detrás de esta concepción excluyente de la escuela.
44
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