Dupla 32j
Dupla 32j
El síntoma y su relación
con el inconsciente
Responsables
Verónica Berenstein – Silvina Sanmartino
Integrantes
Andrés Rosental, Agustina Luque, Damián Pérez,
Ricardo Gandolfo, Hilen Páez Flores,
Natalia Pelizzetti, Cintya González, María Luján Ros,
Lucila Tavernier, Agostina Ventre, Laura Cecchini,
Carolina Córdoba, Guillermo López, Roxana Cozza,
Delfín Leguizamón, Andrea Carpi
jornadaseol.ar
TEXTOS DE ORIENTACIÓN
El síntoma y su relación
con el inconsciente
El síntoma, es decir, la “forma en la que cada cual goza del inconsciente”1 presenta dos
caras: un síntoma con Otro, resultado de la determinación inconsciente, con un
sentido oculto, que historiza en la lengua del padre y, un síntoma sin Otro, sin rela-
ción al inconsciente, que se escribe en silencio2 y no es comunicación, sino escritura.
Esta cara se revela en los restos sintomáticos al final de un análisis; pero, es
también inicial. Es letra que marca el cuerpo, no habla ni arma un sentido.
Estas dos facetas, no son evolutivas. Son coyunturas en que el síntoma se “abo-
na” o “no abona” al saber inconsciente dirigido a Otro.
¿HAY INCONSCIENTE SIN SÍNTOMA? ¿HAY SÍNTOMA SIN INCONSCIENTE?
Un inconsciente sin síntoma es un relato sin real, una ilusión de nuestros tiempos:
un delirio3.
Con el fin de las narrativas y las ideologías, surge la fe en la objetividad del cál-
culo, la evaluación y clasificación. Es la aspiración de los DSM de clasificar los tras-
tornos según la cantidad de fenómenos y déficits, silenciando el efecto de creencia4.
Borra la dimensión causal y singular.
El ideal tecnocientificista, bajo el paradigma de la evaluación permanente, su-
pone un individuo aséptico, calculable y previsible.
1 Miller, Jacques-Alain, Los signos del goce. Editorial Paidós. Buenos Aires, 1998. Pág. 272
2 Laurent, Eric: El reverso de la biopolítica. Ed. Grama/Navarin/Le champ freudien. Buenos Aires, 2016.
Pág.52
3 Laurent Eric: “El delirio un inconsciente sin el síntoma” en El sentimiento delirante de la vida. Colección
Diva. Buenos Aires, 2011
4 Laurent Eric: “El delirio un síntoma sin inconsciente” en El sentimiento delirante de la vida. Colección
Diva. Buenos Aires, 2011Pág 63
Es el intento de hacer del cuerpo una máquina divisible en unidades cada vez más
numerosas5 a la vez que promueve una imagen unificada y multiplicada en las pan-
tallas. Es la identificación del ser hablante con su organismo, sin síntoma.
Pero, las formaciones del inconsciente son imprevisibles, pulsionales e insis-
ten. Freud se refiere al efecto de sorpresa y ubica la causa subjetiva como anticon-
ceptual: hay un hueco y lo que allí se produce, sorprende.
El inconsciente no se ajusta a la ontología, no es ni no es, por lo que decimos que
es ético: se produce a partir del deseo y de la presencia del analista.
Freud, en su consultorio, en un tren o en un parque no explicaba conceptos;
hacía la experiencia. Invitando a hablar, el inconsciente irrumpe y hace fracasar al
discurso de la voluntad. Por eso la importancia de la presencia del analista que, en
una sesión o en la cultura, hace existir al inconsciente. Vez por vez.
Freud ligaba el fenómeno sin sentido, traumático, al lenguaje; hablando, sur-
gían los accidentes de la lengua. El yo se equivoca y se produce lo inconsciente.
Algo tocó el cuerpo contingentemente y, a partir de ese acontecimiento de cuerpo,
marca de goce, letra que se escribe, se puede construir un sentido que teje una histo-
ria. Y se repite, mejor dicho, se itera un modo de gozar la pulsión, un saber cifrado.
SÍNTOMA Y DISCURSO
“El síntoma como acontecimiento de cuerpo no condena a ningún… individualismo. Le
adviene a un cuerpo … tomado en el cuerpo social con otros. Ya que el cuerpo en cuestión no
es el del individuo”6
La relación de un sujeto al inconsciente, varía en cada época y lugar; cambia según
las coordenadas discursivas. El tiempo es un nombre de lo real y marca los cuerpos.
El Discurso del Amo clásico, edípico, articula la ley y el amor. Hay una deter-
minación de las marcas provenientes del Otro, así como un imposible que marca lo
prohibido y habilita lo permitido.
En el discurso actual, que no es el del amo, sino el de la mercancía, (histórica-
mente lo ubicamos en el pasaje del Estado- Nación hacia el Estado Administrativo
Tecnocrático) se juega ya no la ley, sino el contrato sin articulación al amor.
5 Laurent, Eric: El reverso de la biopolítica. Ed. Grama/Navarin/Le champ freudien. Buenos Aires, 2016.
Pág.13
6 Laurent, Eric: El reverso de la biopolítica. Ed. Grama/Navarin/Le champ freudien. Buenos Aires, 2016.
Pág. 24
No actúa la represión con su efecto de castración del goce, propia del Discurso del
Amo o Edípico, sino que el mecanismo en juego es el rechazo de la castración y el
borramiento de la imposibilidad.
Al haber un rechazo de las marcas provenientes del Otro, el sujeto no está en fal-
ta, está completo y no busca su complemento en el Otro, lo cual dificulta el lazo amo-
roso. Es un rechazo de las sujeciones al Otro, de las determinaciones inconscientes.
El individuo del Pseudodiscurso Capitalista no se identifica a los rasgos del Otro,
sino que se presenta con la ilusión de un yo autónomo, sin marcas simbólicas. Cada
uno inventa su propia “nominación /marca” a partir de su modo de gozar, acoplado a
los objetos y aislado de los otros, lo cual arma una “identidad”, un “ser”: “consumo you
tube, soy youtuber”. El término “reinvención”, tan de moda, da cuenta de esa aspiración
al éxito de crearse uno mismo, una y otra vez, sin resto, sin fallas y en soledad.
7 Lacan, Jacques. (1973), “Prefacio a la edición inglesa del Seminario 11”, en Otros Escritos, Buenos Ai-
res, Editorial Paidós. (2018)
8 Lacan, Jacques. El Seminario, libro 3, “Las psicosis”. Editorial Paidos. Buenos Aires, 1981. Pág. 24
10 Lacan, Jacques: “Respuesta al comentario de Jean Hyppolite sobre la verneinung en Freud”, Escritos 1,
pg. 372.
lo real del acontecimiento de cuerpo y no llama al Otro para descifrar. Se rechaza el
goce significantizado, marcado por el Otro y subjetivar un fenómeno, responsabili-
zarse y buscar un sentido a lo que le pasa. Lacan dice que el estatuto normal del sujeto
es el “no pienso”. No pienso que lo que me pasa me implica y puede querer decir algo.
La no direccionalidad de una pregunta a Otro implica también un rechazo a que
un fenómeno devenga síntoma analítico.
Entonces, del lado forclusivo: lo rechazado en lo simbólico reaparece en lo real.
Del lado del rechazo contemporáneo generalizado, se rechaza la castración como
modo de goce.
Lo no admitido no es un significante, como ocurre en la forclusión del Nombre
del Padre, sino que es un real que no se simboliza. No se trata de un retorno de lo
simbólico en lo real, mecanismo propio de las psicosis, sino de un real que perma-
nece real.
El real del goce marcado por la castración se rechaza y reaparece en aconteci-
mientos de cuerpo.
ABONAMIENTO/DESABONAMIENTO
Lacan en 197511 se refiere al síntoma que “no se abona al sentido, no quiere decir
nada”, es decir, el síntoma ya no como símbolo, sino como signo.
Entonces, un uso del síntoma es abonarse, inscribirse al desciframiento.
El monto pulsional del síntoma se transfiere al goce de la palabra que se dirige a
Otro, para encontrar un sentido.
O, un fenómeno puede no abonarse al saber inconsciente y atribuirlo a una cau-
sa neurobiológica o al zodíaco o a partir de un sueño ir a jugarle a un número a la
quiniela o apostar on line.
En la actualidad hay un desinterés por el saber inconsciente, a favor de un in-
terés por el saber útil.12 Es muy frecuente que los pacientes hayan googleado para
llegar a un autodiagnóstico y automedicarse. O leer libros de autoayuda.
Los síntomas contemporáneos13 y los finales de los análisis, paradójicamente, tie-
11 Lacan, Jacques: « Joyce el sinthome », en El Seminario, libro 23, El sinthome, Editorial Paidos. Buenos
Aires 2008.
12 Rabinovich, Diana: Modos lógicos del amor de transferencia. Ed. Manantial, Buenos Aires 2007, p77
13 Cosenza, Domenico: texto desgrabado de una conferencia “El exceso en el cuerpo hablante”, 11-09-
2020
nen un punto común: no se ligan a la dimensión semántica. En un caso porque nun-
ca se entró en ella y en el otro porque se salió de la fascinación por el desciframiento.
NOMINACIONES
El funcionamiento “ser nombrado para”14 aparece como una solución desde lo so-
cial, frente al declive de la ley paterna. Lacan lo describe como un “orden de hierro”,
en que no entra en juego la ley anudada al amor y concluye que el ordenamiento
social, podría anudar cuando lo familiar no lo realizó.15
Lo que está rechazado, la transmisión de la ley anudada al amor, es decir, el
Nombre del Padre, retorna en lo real de un anudamiento en un lugar social, un
lugar en un casillero, un título.
“El Nombre del Padre hoy es acceder a una posición social.”16
Esta subjetivación a predominio imaginario es al modo “todo o nada”; si se pier-
de un lugar, suele implicar un derrumbe subjetivo.
Este empuje a la “nominación” se ve en el éxito y masividad de los diagnósticos.
Últimamente, es muy frecuente la presentación de adolescentes bajo el nombre de
“neurodivergentes”; diagnóstico que localiza cierta desorganización, alivia el des-
acomodamiento corporal, eludiendo toda pregunta sobre el goce y su singularidad.
INDIVIDUO AUTODETERMINADO
La afirmación del individuo en una identidad basada en el yo desconoce las
identificaciones a rasgos de los otros.
15 Indart, Juan Carlos: Sobre el Ideal y el ser nombrado para. Serie Tyché. Unsam edita. Buenos Aires,
2019.
16 revconsecuencias.com.ar/ediciones/015/template.php?file=arts/Alcances/Efecto-retorno-so-
bre-la-psicosis-ordinaria.html
La “locura fálica” 17 consiste en creerse ser el que uno quiere ser. Lacan sitúa allí el
“orgullo” (goce yoico de la unicidad), la “infatuación” que carece de la referencia al
Otro. Este desconocimiento yoico es un “delirio de identidad”.
La ciencia y la tecnología ayudan al empuje a “ser uno mismo” elidiendo al sujeto.
El término “cosmotecnología” alude a un modo de gestionar la vida cotidiana con lo tec-
nológico, que optimiza rendimientos y abona a la idea de ser empresario de sí mismo.
Ejemplo exacerbado de esto es el caso de Valeria Lukyanova, la Barbie humana.
EL CUERPO MÁQUINA
La ciencia y la tecnología imbricadas con los medios de comunicación favore-
cen la ilusión de “la idea de sí”. El cuerpo, como “consistencia mental”18, se concibe
como que no le falta nada19. Esta idea de unidad completa rechaza al cuerpo como
superficie de inscripción de lo traumático del goce y de lo inconsciente como marca.
Ejemplo de ello es el “quantified self”: el “yo cuantificado” que, a través del self-
tracking (autorastreo) con instrumentos técnicos miden ritmo cardíaco, pasos da-
dos, glucemia, etc. Con el imperativo evaluatorio (“todo lo que puede medirse, debe
medirse”), hay aplicaciones de “quantified babies”, “quantified minds” que abonan la
concepción de cuerpo máquina sin goce y sin otros.
Otros fenómenos que reflejan el mecanismo del rechazo sobre los cuales no nos
extenderemos son: policonsumos, aislamiento, inhibición, pasajes al acto violentos, en
los que se verifica que lo real rechazado retorna en lo real del acontecimiento de cuerpo.
17 Miller, Jacques-Alain: “La locura fálica del yo”, en Donc. Editorial Paidos. Bs As 2011
18 Miller, Jacques-Alain: Biología lacaniana y acontecimiento del cuerpo. Colección Diva. Buenos Aires,
2002
19 Milner, Jean Claude/ Miller, Jacques-Alain: “¿Quieres ser evaluado? Reflexiones sobre una máquina
de impostura”. Revista Lacaniana nº 3. Edición Eol. Buenos Aires, 2005
20 Miller, Jacques-Alain: Sutilezas analíticas, capítulo XI. Ed Paidos. Buenos Aires, 2020.
La oferta del psicoanálisis va en sentido contrario: hacer de la palabra una expe-
riencia de cuerpo: “…lo importante no es aislar la intención de significación sino la marca
del borrado de lo que ha sido rechazado”21.
Un recorte clínico lo refleja:
M no quiere hablar de su pasado. Consulta por acontecimientos de cuerpo: “taquicardia,
me duele todo y bruxo en la calle. Voy mordiendo como un perro”. El analista repite: “bruxas
en la calle”, “como un perro”. Delimitación significante, vaciamiento del goce: la paciente se
alivia y evoca una escena en la que muerde a su tío frente un intento de abuso.
Si bien no hubo un franco consentimiento al inconsciente, la intervención produjo ali-
vio y el análisis continúa.
¿Cómo analizamos hoy?
- “Tomar la palabra es un modo de satisfacción específico”22, para mutar el goce ili-
mitado a uno acotado. La palabra auténtica, se produce al hablar y es necesario el
tiempo, que es la experiencia de lo real en la cura. 23
- El desciframiento “es lo que instala la atmósfera interpretativa, sin la cual, de hecho,
no hay experiencia analítica”24.
- Leer desde el inicio lo que itera25 y apuntar a crear significantes que localicen
el goce, al modo de un ejercicio poético26, ya que nombrar es un modo de apaciguar
lo traumático.
- Instaurar un lazo donde no lo hay, a partir del deseo del analista encarnado
en su presencia: la “ética coordinada a un real.”27 Como expresó un paciente violento
que había estado preso, que poli consumía desde la pubertad y tenía el cuerpo lleno
de cicatrices: “casi voy preso, estaba por acribillar a X, pero se me cruzo usted por la mente
y dije: ¿qué le voy a decir cuando vaya a verla?”
21 Laurent, Eric: Ponencia del Seminario del Campo Freudiano de Barcelona. Octubre 2023.
22 Laurent, Eric: El reverso de la biopolítica. Ed. Grama/Navarin/Le champ freudien. Buenos Aires, 2016.
Pág.178
24 Revista Lacaniana de psicoanálisis, año XIII, número 25, noviembre 2018, “La palabra que hiere” en La
palabra que hiere. Publicación de la escuela de orientación Lacaniana. Pág. 25.
25 Salman, S. y Tarrab, M., Leer y escribir en psicoanálisis. Grama ediciones. Bs.As.2022, pág 20.
26 Focchi, Marco. “Los ataques de pánico”, en Síntomas sin inconsciente de una época sin deseo. Tres Ha-
ches, Buenos Aires, 2012. P 101
28 García. Germán: Intrusión textual. en D’ Escolar, p.69. Ed. Atuel - Anáfora, Buenos Aires, 2000.
29 Miller, Jacques-Alain: El lenguaje, aparato de goce. Colección Diva. Buenos Aires, 2000. Pág.173
30 Miller, Jacques-Alain: El lenguaje, aparato de goce. Colección Diva. Buenos Aires, 2000. Pág.173
31 Laurent, Eric: La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, clase XVI “Invariantes lacanianas”. Ed.
Paidós, Buenos Aires, 2011. Pág 281
DIRECTORAS
Celeste Viñal
Silvia Chichilnitzky
CARTEL EPISTÉMICO
Blanca Sánchez
Lisa Erbin
Nieves Soria
Esteban Stringa
más–uno: Silvia Pino
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