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Denis CL retos c Denis Sulmont LA CUESTIN LABORAL Cambios y retos en el Per Completado abril 2009 PALABRAS PRELIMINARES Ante

todo, agradezco al Departamento en Ciencias Sociales por dedicar este seminario a mi trayectoria y contribucin acadmica. Esta dedicatoria sorpresiva no es un gesto protocolar. Es un modo de celebrar nuestras hazaas colectivas: la exigencia de rigor terica y metodolgica, nuestra compromiso con el pas y con los de abajo, con los cambios profundos. El rea de Sociologa de la PUCP es un milagro que hicimos posible por que nos necesitamos mutuamente, valoramos nuestras diferencias y trabajamos juntos sin petulancia. Logramos construir una comunidad intelectual de alta intensidad y larga duracin, tejida de profundas amistades. Este reconocimiento es ahora para m un valioso estmulo para culminar los trabajos que tengo pendientes, aprovechando de mi entrada en esta etapa importante de la vida, bien llamada jubilacin en m caso. ndice Introduccin 1. Origen y fundamentos de la cuestin laboral a. El trabajo tratado como mercanca b. El capitalismo c. El desarrollo industrial d. Sistemas de relaciones industriales e. El pacto fordista f. Estado protector: consenso keynesiano g. Industrializacin y populismo en Amrica Latina h. La cuestin laboral y la heterogeneidad estructural 2. Los nuevos grandes cambios a. Emergencia de la sociedad post-industrial b. La ofensiva neo-liberal y neo-conservadora c. La era de la informacin y la globalizacin d. Transformacin del trabajo e. Globalizacin y derechos del trabajo 3. Problemas y retos actuales a. El capitalismo requiere contra-peso b. Flexibilidad y seguridad c. Vigencia del sindicalismo d. La concertacin socio-laboral e. La economa informal y las pequeas empresas Conclusin Bibliografa

INTRODUCCIN El presente trabajo es un esfuerzo de reflexin sobre lo que propongo llamar la nueva cuestin laboral. Mi propsito es ofrecer un anlisis sinttico de los problemas y retos actuales acerca de las relaciones laborales en el mundo de hoy, particularmente en el Per. Estas reflexiones forman parte de un trabajo de actualizacin de la historia de la problemtica laboral peruana, trabajo en el que estoy abocado en estos tiempos. Considero al trabajo como una actividad fundamental de la vida social, estrechamente ligado a la subsistencia de la poblacin, al desarrollo de las fuerzas productivas, y la capacidad de cada ser humano de producir una utilidad social y contribuir al desarrollo. Utilizo la expresin cuestin laboral en un sentido deliberadamente amplio para incluir a los diferentes actores involucrados trabajadores y empleadores, Estado y otros - y tomar en cuenta sus interrelaciones y retos histricos. La cuestin laboral implica el reconocimiento de problemas inherentes a las relaciones de trabajo en un mbito nacional. La cuestin laboral actual es heredera de la cuestin obrera que emergi junto con la revolucin industrial a fines del siglo XVIII y que se convirti en el eje de la cuestin social desde entonces. La cuestin obrera expresaba un temor ante la irrupcin de los obreros en el escenario social y una preocupacin por el divorcio entre el trabajo y la vida familiar, el trabajo degradante de las mujeres y de los nios, las deplorables condiciones de vida de los barrios obreros que contrastaban con la riqueza generada por la industrializacin. Manifestaba una inquietud respecto a la prdida de cohesin de la sociedad moderna (problema en torno al cual Durkheim fund la sociologa). La cuestin social corresponde a la capacidad de una colectividad de garantizar a sus integrantes la cobertura de las necesidades bsicas de vida. Expresa la exigencia de una solidaridad con los sectores vulnerables, sin recursos. Lo social es una construccin humana plasmada en una serie de instituciones (Castel, 1999: 25). El jurista italiano M. Mazziotti define los derechos sociales desde dos perspectivas: por un lado, la del ciudadano, que apunta a participar en los beneficios de la vida asociada; por otra, la del estado que ha de cumplir con una funcin equilibradora de las disparidades sociales (Mazzioti 1964: 804, citado por Canessa 2006: 44). Entre las respuestas a la cuestin obrera se encuentran la legislacin laboral, la organizacin sindical, los sistemas de seguridad social; la gestin de las relaciones industriales; las polticas de fomento del empleo. Estas diferentes respuestas contribuyen al reconocimiento de los aspectos ms problemticos de las relaciones de trabajo. Los derechos laborales se sustentan en el reconocimiento por la sociedad y el Estado de la conveniencia de compensar una situacin concreta de desventaja, de proteger a los sujetos sociales ms vulnerables en la relacin laboral. En este sentido los derechos laborales tienen carcter social, distinto del derecho civil. Ese carcter social y el principio tuitivo es lo que recusa el neoliberalismo. Este niega la conveniencia de compensar las diferencias de poder en la relaciones de trabajo enmarcndolas en un variante de contrato civil privado. Sin embargo la naturaleza colectiva y desigual de dichas relaciones no permite tal reduccin. Por ello la lucha social sigue vigente.

DERECHOS HUMANOS EN GENERAL Derechos cvicos: Libertad de residencia, de expresin de opiniones y creencias, de asociacin, de trabajo; derecho a la propiedad y la celebracin de contratos Derechos polticos: participacin en elecciones, votar y ser elegido a un cargo pblico Derechos econmicos y sociales: salud, educacin, vivienda, trabajo, descanso, seguridad social, nivel de vida suficiente Derechos del Nio Derechos de la mujer Derechos de los pueblos y minoridades DERECHOS LABORALES Jornada de trabajo, horas extra descansos obligatorios Proteccin de la seguridad y salud en el trabajo Remuneracin mnima vital Asignaciones familiares, gratificaciones, compensacin por tiempo de servicio Libertad sindical, negociacin colectiva, huelga Proteccin social del trabajador y su familia: Seguros por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, Seguros sociales de salud, Sistemas de pensiones. Participacin en el capital social, el directorio y las utilidades de la empresa DERECHOS FUNDAMENTALES EN EL TRABAJO (OIT, 1998) la libertad de asociacin y la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho de negociacin colectiva; la eliminacin de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio; la abolicin efectiva del trabajo infantil; y la eliminacin de la discriminacin en materia de empleo y ocupacin.

Lo social implica el reconocimiento de derechos socio-econmicos asociados a una afiliacin nacional, mediante el acceso a un empleo y un ingreso salarial que permita a cada ciudadano subsistir y compartir los frutos del progreso. Varios derechos sociales tienen un alcance humano universal. Las preguntas que nos planteamos ahora son: Qu balance hacemos de los logros y deficiencias respecto a la problemtica laboral en el mundo de hoy, en el Per en particular?, Cules son los problemas a los que nos enfrentamos? Qu nuevas respuestas podemos ofrecer? Cules son los retos actuales del movimiento sindical? Cmo enfrentar la flexibilidad y la precariedad del empleo? Ordenar mis reflexiones en torno a tres puntos. El primero se refiere a los orgenes y fundamentos de la cuestin laboral; la autonomizacin del trabajo de la esfera domstica y su incursin en el mbito social; la conformacin de los mercados de trabajo y la organizacin de los trabajadores en los centros laborales sometidos a la racionalizacin capitalista. Esta parte nos permitir sustentar que el problema laboral reside fundamentalmente en la resistencia de los trabajadores ante el intento de reducirlos a mercancas y medios instrumentales; problema que plantea la necesidad de la intervencin reguladora y protectora del Estado. El segundo punto analiza sintticamente los cambios ocurridos desde los aos 1970: la movilizacin sindical y la contra ofensiva neo-liberal y neo-conservadora que impulsa la flexibilidad de las relaciones de trabajo y la globalizacin as como la reestructuracin productiva y el desmantelamiento de las bases del pacto social entre capital y trabajo (pacto fordista y keynesiano, populismo desarrollista en Amrica Latina, entre otros); estos cambios forman parte de proceso histrico ms amplio que caracterizamos como la emergencia de la sociedad post-industrial, o sociedad del saber y de las

organizaciones complejas. El tercer punto se centra en rol del sindicalismo y de los actores sociales en un mundo dominado por el poder del capitalismo, la flexibilidad y la incertidumbre; abordar el tema de la heterogeneidad estructural y de las estrategias de subsistencia y desarrollo relacionadas a la informalidad y las pequeas empresas.

1. ORIGEN Y FUNDAMENTOS DE LA CUESTIN LABORAL a. El trabajo no es simplemente una mercanca La cuestin laboral, hemos visto, tiene su origen en los trastornos derivados de la conformacin de mercados de trabajo en los que incursionaron los trabajadores obligados a vender su fuerza de trabajo para vivir. El problema fue es tratado por Marx y Engels en los siguientes trminos: En la misma proporcin en que se desarrolla la burguesa, es decir el capital, desarrollase tambin el proletariado, la clase de los obreros que no viven sino a condicin de encontrar trabajo y lo encuentran nicamente mientras su trabajo acreciente el capital. Estos obreros, obligados a venderse al detalle, son una mercanca como cualquier otro artculo de comercio, sujeta por tanto, a todas las vicisitudes de la competencia, a todas las fluctuaciones del mercado (El manifiesto comunista, 1848) El mismo problema es tratado enfticamente por las encclicas papales dedicadas a la problemtica social. Cien aos despus de Rerum Novarum publicada por Len III en 1891, Juan Pablo II escribe: En el campo econmico, donde confluan los descubrimientos cientficos y sus aplicaciones se haba llegado progresivamente a nuevas estructuras en la produccin de bienes de consumo. Haba aparecido una nueva forma de propiedad, el capital y una nueva forma de trabajo, el trabajo asalariado, caracterizado por gravosos ritmos de produccin, sin la debida consideracin por el sexo, la edad o la situacin familiar, y determinada nicamente por la eficiencia con vista al incremento de los beneficios. El trabajo se converta de este modo en mercanca que poda comprarse y venderse libremente en le mercado y cuyo precio era regulado por la ley de la oferta y la demanda, sin tener en cuenta el mnimo vital. Adems el trabajador no tena la seguridad de vender su propia mercanca, al estar continuamente amenazado por el desempleo, el cual, a falta de previsin social significaba el espectro de la muerte por hambre. (Centesimus Annus, 1991) Mencionar tambin aqu el anlisis de Kart Polanyi en su obra: La gran transformacin. Los orgenes polticos y econmicos de nuestro tiempo. (Primera edicin en ingls: 1957) El punto crucial es este: la mano de obra, la tierra y el dinero son esenciales a la industria: 1992); tambin deben organizarse mercados; en efecto estos mercados forman una parte absolutamente vital del sistema econmico. Pero es obvio que la mano de obra, la tierra y el dinero no son mercancas (). El trabajo es solo otro nombre para una actividad humana que va unida a la vida misma, la que a su vez no se produce para la venta sino por razones enteramente diferentes; ni puede separarse esa actividad del resto de la vida, almacenarse o movilizarse. La tierra es otro nombre de la naturaleza que no ha sido producida por el hombre; por ltimo el dinero es solo un smbolo de poder de compra que por regla general no se produce sino que surge a travs del mecanismo de la banca o de las finanzas estatales. Ninguno de estos elementos se produce para la venta. La descripcin de la mano de obra, la tierra y el dinero como mercancas es enteramente ficticia (). La supuesta mercanca llamada fuerza de trabajo no puede ser manipulada, usada

indiscriminadamente, o incluso dejarse ociosa sin afectar tambin al individuo humano que sea el poseedor de esta mercanca peculiar (). Privados de la cobertura protectora de las instituciones culturales, los seres humanos pereceran por efecto del desamparo social; moriran vctimas de una aguda dislocacin social a travs del vicio, la perversin, el crimen y la inanicin. La naturaleza quedara reducida a sus elementos, las vecindades y los paisajes se ensuciaran, los ros se contaminaran () (Polanyi, 1992: 81-82) Para precisar los alcances tericos y prcticos de la cuestin laboral es imprescindible remitirnos al estudio realizado por Bruce Kaufman: The global evolution of industrial relations. Elaborado a pedido de la Asociacin Internacional de Relaciones Industriales, este estudio fue publicado por la OIT en el ao 2004. Se concentra en dos tipos de respuesta: el derecho del trabajo y las relaciones industriales que pueden definirse como los sistemas de la gestin de recursos humanos y de las relaciones entre empresas y sindicatos en las sociedades industrializadas, especialmente en los Estados Unidos. Kaufman analiza con detalle los principales puntos de vista y propuestas tales como: el ensayo de Charles Morrison sobre la relacin de capital - trabajo; el anlisis marxista, la Encclica de Len XIII, las polmicas con los economistas ortodoxos sobre la teora del trabajo como commodity; el papel de Sydney y Beatrice Webb en Inglaterra abogando por la democracia industrial, basada en el reconocimiento de los sindicatos y los derechos laborales; el de John Common, pionero de la corriente institucionalista en la economa y en el derecho, en los Estados Unidos.1 El siguiente extracto, citado por Kauffman, de la obra de Morrison, An essay on the relation between labour and capital (publicado en 1854) ilustra el propsito central de lo que llamamos el management de las relaciones laborales. Cmo mejorar simultneamente las condiciones y bienestar de los trabajadores, integrar la parte laboral como clase en la poltica y economa de modo tal que no se sientan ms alienados, excluidos; reemplazar la amargura y el conflicto entre capital y trabajo por la confianza y la buena voluntad; y generar mayor progreso econmico, social; estabilidad poltica mediante el incremento de la cooperacin y la armona entre capital y trabajo. Citado por Kaufman, 2004: 37. (traduccin: D.S.) Kaufman presta una atencin especial a la creacin de la OIT. Recuerda cmo los pases industriales experimentaron una creciente contienda laboral y polarizacin de clases. Las luchas sindicales y los movimientos polticos radicales cuestionaban el sistema capitalista. Esta confrontacin se intensific durante la Primera Guerra Mundial, periodo marcado por la Revolucin Bolchevique en Rusia. Varios lderes estaban convencidos de que eran necesarias importantes reformas en la relacin empleador - trabajador. Esta intuicin llev a la creacin de la OIT en 1919. Esta organizacin se propuso contribuir a la paz a travs de dilogo social y la aprobacin tripartita de las normas internacionales del trabajo. En el prembulo de su fundacin, la OIT afirma: el trabajo no debe considerarse simplemente como mercanca o un artculo de comercio. En 1944 la OIT aprob la Declaracin de Filadelfia que asume la perspectiva de justicia social. En 1966 suscribe el Pacto sobre derechos sociales, econmicos y culturales que incluye los derechos laborales. En 1969 recibe el Premio

Otro promotor inesperado de la gestin y regulacin de las relaciones industriales en este campo fue John D. Rockeffeller quien contribuy al financiamiento de departamentos de formacin de profesionales expertos en este campo. 6

Nobel de la Paz. En 1998 aprueba la Declaracin sobre principios y derechos fundamentales que se refiere al trabajo decente en el contexto de la globalizacin.

b. El capitalismo. Fernando Braudel, uno de los historiadores ms acuciosos del fenmeno capitalista, usa para caracterizarlo la imagen de un edificio de tres pisos. El primer piso corresponde a la economa natural o economa de mera subsistencia, en la que est inmersa la mayora de la poblacin del mundo. El segundo piso es el de los intercambios simples, rutinarios, de ganancias menudas que reproducen una divisin del trabajo estable. El tercer piso se refiere al capitalismo, caracterizado por la bsqueda de beneficios excepcionales, de alto voltaje, que implican aventuras audaces y operaciones arriesgadas; es una economa inestable; accesible sobre todo a quienes manejan grandes cantidades de dinero. (Fernando Braudel, La dinmica del capitalismo, 1985) El capitalismo es un poderoso sistema de concentracin de recursos. Su expansin es muy anterior a la revolucin industrial. Su principal campo de accin era el comercio de larga distancia. No intervena directamente en la organizacin del trabajo. Las cosas cambiaron a fines del siglo XVIII en Inglaterra cuando algunos jvenes adinerados se empearon a controlar y racionalizar el proceso de produccin, someter a los trabajadores a una divisin detallada del trabajo, introducir mquinas y sistemas de automatizacin, abriendo paso a la gran industria. Se sentaron las bases de un modo de produccin muy eficiente pero generador de grandes desigualdades. Con estos cambios, los trabajadores llamados obreros que ocupaban un lugar marginal en la sociedad pre-industrial, se convirtieron en protagonistas de un movimiento social de gran importancia en la sociedad industrial. Este movimiento est asociado a la conformacin de la llamada clase obrera, la cual surge en el seno de las concentraciones de trabajadores separados de los medios de produccin y despojados del control del proceso de trabajo y de sus frutos. Como bien seala Alain Touraine, los integrantes de esta clase no se definen solamente por sus carencias sino por la afirmacin de su dignidad y sus capacidades frente a un poder que los niega. Por ello, los principales protagonistas de esta clase son trabajadores calificados. Por ejemplo, en el Per, los promotores del sindicalismo en los campamentos mineros y las haciendas azucareras fueron los obreros de las maestranzas. Otra condicin para la conformacin de una clase obrera es el desarrollo de una conciencia de clase que combine una identidad, el reconocimiento de los adversarios y una visin global del cambio social. (Touraine, Viewiorka y Dubet, 1984) La nocin de clase obrera est vinculada estrechamente al conflicto con los empresarios capitalistas; conflicto que incluye tambin un reto comn: el desarrollo y la capacidad productiva de la sociedad, el progreso econmico y social. Una caracterstica central del capitalismo es la gestin racional de la actividad econmica orientada hacia la ganancia (Weber). El agente de esta gestin es la empresa privada lucrativa, dotada de una contabilidad que permite evaluar los costosbeneficios de sus operaciones y calcular la rentabilidad. Las condiciones de existencia del capitalismo son: la apropiacin de los medios materiales de produccin por empresas lucrativas privadas; la contratacin de trabajadores libres; la organizacin racional del trabajo; el uso de tcnicas que hagan posible el clculo exacto; un marco jurdico que garantice los derechos de propiedad y la vigencia de los contratos; y la mercantilizacin de los bienes y servicios.

Gorz subraya la importancia de los lmites de la racionalidad econmica del capitalismo: La historia de las sociedades capitalistas desde su nacimiento, pueden leerse como la historia primero de la supresin progresiva de los lmites que trababan el despliegue de la racionalidad econmica, y luego, la incorporacin de nuevos lmites: prohibicin de la esclavitud, del trfico de mujeres, de la venta y del trabajo de nios, etc., hasta la reglamentacin de la duracin y funcionamiento del trabajo, de la densidad de la vivienda, de las normas de higiene, de los residuos contaminantes, etc.. En otras palabras, el problema central de la sociedad capitalista y el objeto central de los conflictos polticos, ha sido, desde el principio, el de los lmites al interior de los cuales la racionalidad econmica puede jugar (Gorz, 1988: 160, traduccin: D.S.)
Para Schumpeter, la clave del capitalismo es el empresario innovador. Este no se limita a expandir la produccin utilizando los mismos parmetros productivos que antes. Introduce nuevas combinaciones de recursos y tecnologas, produciendo un proceso de destruccin creativa, que da lugar a una situacin transitoria de monopolio, fuente de enormes ganancias. Este proceso implica una sucesin de crisis sociales que afectan a amplios sectores de la poblacin. Los liberales caracterizan al capitalismo como economa de mercado. El mercado se convierte en mecanismo fundamental de regulacin; pero no es el nico. Otra forma de regular es la autoridad empresarial, la jerarqua que organiza y controla directamente a los trabajadores empleados. La economa de mercado es tambin una economa de empresa. La cuestin laboral no se refiere solamente al problema del mercado sino al problema de la disciplina y el desempeo de los trabajadores en los centros de trabajo. El economista Hayek considera que el funcionamiento del mercado resuelve de la mejor manera posible la complejidad de las coordinaciones en la sociedad, incluyendo la cuestin de la justicia social. Sin embargo esta hiptesis es desmentida por la realidad donde las relaciones de poder son muy asimtricas y las desigualdades muy hondas. Polanyi distingue tres tipos de regulacin: la reciprocidad entre miembros de una familia, una comunidad o un clan, la redistribucin va el Estado y los intercambios en el mercado. Polanyi muestra que la tentativa del siglo XIX de extender la regulacin del mercado a toda la vida social incluyendo el trabajo, la tierra y la moneda- es una tentativa utpica y peligrosa que desemboc en el desempleo y una crisis social que propici el estatismo fascista en Europa.

c. El desarrollo industrial. La industrializacin es un modo de desarrollo. Se puede describir como un proceso acumulativo de innovaciones tecnolgicas y organizativas, orientado a incrementar de manera exponencial las capacidades de produccin a gran escala. Esquemticamente, podemos distinguir dos etapas en el desarrollo del capitalismo industrial. La primera (1770-1880) est marcada por la introduccin de la mquina de vapor. Los principales sectores productivos son la industria textil, los
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ferrocarriles y la metalurgia. La fuente de energa es el carbn. La economa peruana se inserta en esta fase mediante la extraccin del gano destinado a mejorar la produccin agro-pecuaria en Europa, la exportacin de algodn, azcar y lana, el establecimiento de algunas fbricas textiles, y la construccin de los ferrocarriles y la explotacin minera. La segunda etapa (1890-1960), responde a la ampliacin y diversificacin de la produccin y el consumo. Se multiplican las innovaciones que transforman la vida. Aparecen el automvil y los nuevos medios de transporte terrestre, martimo y areo. El petrleo se convierte en la fuente de energa estratgica. Otro elemento fundamental es la electricidad. En esta fase, Federico Taylor sistematiza la Organizacin Cientfica del Trabajo y Henry Ford disea la cadena de montaje. Esta segunda etapa se profundiza durante la Segunda Guerra Mundial y luego con la Guerra Fra y la carrera espacial entre los Estados Unidos y la URSS; el empuje desarrollista del tercer mundo; el milagro japons; el despegue de los tigres asiticos. La urgencia de contar con armamentos, medios de transporte y sistemas de comunicacin cada vez ms poderosos estimula las innovaciones tecnolgicas. El espectacular desarrollo de la aeronutica, la computadora electrnica, las telecomunicaciones deben mucho a las sinergias entre fines civiles y militares, entre las empresas y el Estado. d. Sistemas de relaciones industriales. El desarrollo industrial plantea grandes desafos de organizacin y gestin. La capacidad de gestin de las organizaciones complejas se ha convertido en una exigencia fundamental para el desempeo empresarial y la administracin pblica. Los institutos de formacin de expertos en Management y en gestin de personal se multiplican; por ejemplo en el Per: IPAE, ESAN, el Instituto de Relaciones Humanas de la Universidad de San Marcos, la Facultad de Relaciones Industriales de la Universidad San Martn de Porres, la Universidad de El Pacfico, la UPC, CENTRUMCatlica, entre otras. Surgen enfoques que buscan atender el problema de las relaciones humanas en el trabajo, los sistemas socio-tcnicos y los procesos de toma de decisin. Se establece la obligacin de las empresas de ms de cien trabajadores de contratar un profesional a cargo de una oficina de relaciones industriales. En 1982 se funda la Asociacin Peruana del Trabajo bajo la direccin de Luis Aparicio Valds, tambin destacado promotor de la Asociacin Internacional de Relaciones Industriales, cuya creacin se dio en 1966. Estas iniciativas se enmarcan en un enfoque que considera las relaciones laborales como parte de un conjunto de sistemas y subsistemas econmico, cultural y psico-social en el que se interrelacionan tres actores fundamentales: los sindicatos, el management y el Estado. Este campo de interaccin se sita en un contexto conformado por tres elementos condicionantes: la tecnologa, los mercados y el poder. Este esquema de interpretacin fue sistematizado por John Dunlop en 1958. e. El pacto fordista. La relacin tpica de trabajo en la sociedad industrial es la del trabajador asalariado que presta servicios a un empleador de manera continua. Como consecuencia de las luchas obreras y de la necesidad de paz social, las empresas y los gobiernos establecieron normas y procedimientos para regular el conflicto entre capital y trabajo. Un importante instrumento de regulacin fue el llamado Pacto Fordista2, que alude al acuerdo negociado entre Henry Ford y sus obreros; segn este
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Vese a Aglieta, Boyer y Lipietz, investigadores de la escuela de la regulacin en Francia. 9

acuerdo, el empresario accede a negociar colectivamente con los trabajadores y compartir con ellos parte de los beneficios provenientes del incremento de la productividad, aumentando regularmente los salarios. De este modo el capital logra a la vez amenguar el descontento laboral y ampliar el mercado para los nuevos productos de consumo masivo; esta negociacin tiene como condicin que los trabajadores no intervengan en la gestin. El pacto fordista facilit el crecimiento de los sindicatos, pero encaus la accin sindical hacia una orientacin economisista, es decir prioriz las reivindicaciones de incremento salarial, y dej en segundo plano las exigencias sobre las condiciones de trabajo y la participacin en la toma de decisiones. f. Estado Protector: Consenso Keynesiano En la regulacin de las relaciones entre capital y trabajo, intervino el Estado. Este asumi la institucionalizacin de los derechos laborales y las negociaciones colectivas. Los gobiernos participaron en la OIT con la finalidad de sentar la base de una normatividad laboral de amplia aceptacin. A raz de la crisis de 1930, el Estado desempe un papel ms directo en la economa. Siguiendo las recomendaciones de John Keynes, varios gobiernos occidentales aplicaron polticas de inversin y gasto pblico destinadas a mantener el nivel de empleo y de ingresos, e incentivar la produccin. A ello, se sum la expansin de los sistemas de prevencin y seguridad social as como la creacin de seguros de desempleo. g. Industrializacin y populismo en Amrica Latina La produccin industrial en masa y los compromisos de clase logrados en los pases capitalistas desarrollados tuvieron influencia sobre los procesos de industrializacin sustitutiva de importaciones en Amrica Latina. Los regmenes desarrollistas y reformistas de los aos 1950 y 1960 siguieron en parte el modelo de los pases centrales en cuanto a tecnologa, organizacin del trabajo, patrones de consumo e institucionalizacin de las relaciones laborales, pero lo hicieron en contextos nacionales diferentes, desde una situacin de dependencia, en la periferia de la economa mundial. En Amrica Latina el sindicalismo se configur a travs de tres momentos (Zapata, 1986): el primero llamado fase heroica corresponde a la irrupcin del movimiento sindical desde fines del siglo XIX hasta los aos posteriores a la Primera Guerra Mundial; etapa en la que las luchas obreras enfrentan una situacin de total carencia de derechos laborales y empujan a las clases dominantes a tomar en consideracin la cuestin social. De esta etapa nacen las primeras leyes protectoras y los primeros mecanismos de resolucin de los conflictos de trabajo.3
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Las protestas obreras en diversos lugares del pas, constituyeron un motivo de preocupacin de intelectuales, periodistas, juristas y polticos. Los problemas ms impactantes eran la jornada laboral y los accidentes de trabajo. Varios diputados y senadores presentaron proyectos de reglamentacin. La propuesta ms importante fue elaborada en 1904 por Jos Matas Manzanilla profesor de la Universidad de San Marcos. Comprenda diez proyectos de ley: 1) higiene y seguridad de los trabajadores; 2) trabajo de los nios y de las mujeres; 3) descanso obligatorio; 4) horas de trabajo; 5) indemnizacin por accidente de trabajo; 6) Contrato de trabajo; 7) contrato de aprendizaje; 8) asociaciones de industriales y obreros; 9) conciliaciones y arbitraje; y 10) Junta Nacional de trabajo. El primer proyecto discutido por el parlamento a partir de 1905 se refera a los accidentes de trabajo. Encontr la resistencia tenaz de los representantes de la burguesa. La ley, aprobada en 1911 representa una innovacin jurdica en Amrica Latina. Dicha ley fue duramente cuestionada por los dirigentes anarco10

En el Per la ley de accidente de trabajo se remonta a 1911; la reglamentacin del trabajo de la mujer y del nio a 1918 y la limitacin de la jornada de trabajo a ocho horas a 1919. Se crean los sistemas de seguridad social a partir de 1936. En 1959 el Per ratifica el Convenio 87 de la OIT relativo a la libertad sindical y al derecho de sindicalizacin. En 1961 se dan las leyes sobre jubilacin y vacaciones de los obreros. A partir de 1962 el Estado fija los sueldos y los salarios mnimos. El segundo momento -llamado fase institucional se desarrolla en el marco de regmenes populistas de alianzas polticas que promueven las estrategias de industrializacin sustitutiva de importaciones hasta los aos 1960. En este periodo prevalece la iniciativa de los partidos y del Estado en relacin a la organizacin sindical. El otorgamiento de derechos y beneficios sociales (regmenes de seguridad social, aumentos salariales, etc.) se convierte en un instrumento de movilizacin poltica. El tercer momento llamado fase excluyente corresponde a los aos 1970 y 1980. Se inicia con la crisis de los compromisos populistas. Esta fase est dominada por los efectos combinados de la poltica de ajuste y de liberalizacin econmica; polticas que implican una desproteccin de los trabajadores y la represin del sindicalismo. La aplicacin ms drstica de estas polticas estuvo a cargo de las dictaduras militares. Este proceso excluyente no significa la desaparicin de los sindicatos. No debemos olvidar el papel que jugaron las movilizaciones sindicales en las luchas anti-dictatoriales y a favor de la democracia en pases como Chile, Brasil y Per. h. La Heterogeneidad estructural La expansin capitalista en Amrica Latina no logr consolidar las economas nacionales y asegurar la subsistencia del conjunto de la poblacin. No resolvi el problema de la discriminacin hacia poblacin indgena, especialmente en las relaciones de trabajo, como lo expresa la figura del cholo barato. Centrado en la exportacin de materias primas, el capitalismo no se interes en propiciar una economa integrada y ampliar el mercado interno. Contribuy a extender la pobreza y las desigualdades sociales, obligando a los trabajadores a recurrir simultneamente a diversas modalidades de subsistencia. La industrializacin no pudo absorber a las masas marginadas del campo que migraron a las ciudades. El desarrollo industrial fue restringido; muchas empresas se limitaron a ensamblar insumos elaborados en los pases desarrollados. La sustitucin de importaciones encontr trabas para incursionar en la fase ms difcil de produccin de bienes de capital. La organizacin taylorista del trabajo fue aplicada de manera limitada, predominando las formas tradicionales de autoridad patronal. Las relaciones de clases sociales fueron poco definidas. Como dice Touraine, los principales personajes de la historia latinoamericana no parecen ser la burguesa y el proletariado, tampoco los terratenientes y los campesinos, sino ms bien el capital extranjero y el Estado.

sindicales, que la consideraban favorable a los intereses de los dueos capitalistas. Vase: Abajo la ley de trabajo, en El Oprimido (1908), reproducida en LVANO y TEJADA (compiladores), 2006. p 259.

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La cuestin laboral no se puede precisar sin tomar en cuenta la estructura de la sociedad donde opera el capitalismo. En los pases del primer mundo, el grueso de la PEA depende fundamentalmente de sus ingresos salariales, incluyendo fondos provisionales (ya sea pblicos, asociativos y privados) para cubrir los perodos de desempleo, enfermedad y jubilacin. Los trabajadores y su familia cuentan con una red de proteccin social reforzado por el Estado y las iniciativas de la economa social (cooperativas, mutuales, asociaciones sin fines de lucro, etc.)4 En pases como el Per la estructura ocupacional est marcada por una heterogeneidad estructural, entendida como la vigencia de diferentes modalidades de produccin y generacin de ingresos basadas en el uso de determinados activos y formas de organizacin. La heterogeneidad en Amrica Latina comprende por un lado la economa domstica, la economa campesina, la pequea produccin mercantil simple, la economa informal y las diferentes formas de economa popular y de economa social; y por otro lado, las modalidades de produccin y de organizacin de las empresas capitalistas, del estado y de las instituciones modernas dominantes de la sociedad. No se trata de sectores econmicos aislados sino de formas de producir, subsistir y participar al desarrollo que se combinan unas con las otras. Cabe mencionar aqu la tipologa de sociedades capitalistas elaborada por Adolfo Figueroa. Esta tipologa intencionalmente terica y abstracta, ofrece esquemas que sugerentes para entender cmo funciona la economa de determinados pases concretos; especialmente el modelo de sociedad llamado Sigma que corresponde al caso del Per, considerado como el ms complejo e inestable.

Resumen de las caractersticas de tres tipos de sociedad En la sociedad psilon, los individuos estn dotados inicialmente con cantidades desiguales de activos econmicos (capital fsico capital humano), pero los activos sociales estn distribuidos equitativamente. psilon es una economa socialmente homognea. psilon es tambin una sociedad que no est sobre-poblada. Cmo funciona esta sociedad? El instrumento de extraccin de esfuerzo es una tasa positiva de desempleo. Los trabajadores que incumplen con la disciplina laboral deben sufrir un costo econmico, convirtindose el desempleo en el instrumento disciplinario. Por lo tanto, el desempleo es una necesidad para el funcionamiento del sistema. () La sociedad omega se diferencia de psilon en que es una economa sobrepoblada. No podra funcionar como una economa psilon porque el exceso de oferta es mucho mayor que el desempleo necesario para mantener la disciplina laboral. El funcionamiento del capitalismo requerir de la existencia de un sector de autoempleo para dicha fuerza laboral excedente denominado sector de subsistencia- () En omega, el ingreso nacional tiene tres componentes: beneficios, salarios e ingresos del autoempleo. La asignacin de la fuerza laboral incluye el empleo en el mercado laboral, el autoempleo y el desempleo. Esta economa opera con desigualdad en el ingreso. Existen dos niveles en la desigualdad. La primera es la desigualdad entre capitalistas y trabajadores; y la otra es la existente entre trabajadores: los asalariados

Sobre la economa social en los pases del norte y del sur, vase Defourny y Develtere, 1999. 12

tienen mayores ingresos que los auto empleados. As la desigualdad es una necesidad para el funcionamiento del sistema. () A semejanza de omega, sigma es una economa sobre poblada. En la economa sigma los individuos participan en el mercado en una desigual dotacin inicial en activos econmicos y sociales. Sigma es entonces una economa socialmente heterognea y jerrquica. Esta es su diferencia con la economa omega. Se trata de una sociedad mucho ms compleja que las otras. Pues existen en ellas clases sociales y etnias. () Los individuos estn dotados con menores cantidades de activos polticos y culturales no solo son excluidos de los mercados bsicos sino, tambin, de la provisin de bienes pblicos bsicos, tales como educacin y salud y los sistemas de proteccin social y de justicia () La desigualdad es necesaria para el funcionamiento del sistema pero el grado de desigualdad que resulta del proceso econmico es mayor que el necesario y genera desorden social. Sigma es una sociedad inestable. Adolfo Figueroa, 2003. pp. 291-294. Para no caer en un determinismo funcional, este tipo de anlisis debe tomar en cuenta los actores sociales, sus desafos y luchas, conjugando el anlisis sincrnico (la estructura y la dominacin) y el anlisis diacrnico (el proceso histrico y los cambios).5

2. LOS NUEVOS GRANDES CAMBIOS a. Emergencia de la sociedad post-industrial. Desde los aos 1960, socilogos como Daniel Bell en los Estados Unidos y Alain Touraine en Francia hablan de la emergencia de una sociedad post-industrial. Bell seala el trnsito de una economa dominada por la produccin de bienes materiales hacia una economa de servicios (Bell, 1976). Touraine define la sociedad post-industrial como sociedad programada donde el eje del poder reside en el control de los aparatos de gestin econmica, poltica y cultural. El conflicto central gira en torno a la relacin entre la tecnocracia y los individuos - trabajadores, consumidores y ciudadanos- que reivindican el derecho a afirmarse como sujetos y actores (Touraine, 1969). No hay que confundir post-industrial con post-moderno. La post-modernidad corresponde a un desencanto respecto al progreso y la accin transformadora del hombre en la historia. El post-industrialismo por el contrario remite a una fase ms avanzada de la modernidad. Alvin Tofler6 populariz la metfora de la tercera ola, entendida como nueva revolucin productiva, de importancia histrica comparable al nacimiento de la agricultura hace diez mil aos, y a la revolucin industrial a fines del siglo XVIII.

En esta direccin apunt el estudio interdisciplinario auspiciado por la OIT que realizamos Adolfo Figueroa, Tefilo Altamirano y yo sobre la exclusin y la desigualdad Socia (Figueroa et al. 1990). 6 Tofler impact el mundo de los gerentes y la opinin pblica con la publicacin de tres libros El shock del futuro (1970), La tercera ola (1980) y el cambio del poder (Powershift) (1990)-, que se convirtieron en best seller.

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Peter Drucker, sugiere que estamos entrando a una sociedad post-capitalista (1993) donde el principal medio de produccin el saber- y la principal fuente de financiamiento los fondos de pensiones- provienen de los propios trabajadores. () el desafo econmico de la sociedad pos-capitalista, escribe Drucker, ser la productividad del trabajo del saber y del trabajador del saber. No obstante, el reto social ser la dignidad de los trabajadores de servicios. (Drucker, 1994: 14). El poder de la clase dirigente en la sociedad post-industrial se sustenta en la capacidad de programar sistemas complejos. Es un poder tecnocrtico que abarca el conjunto de las actividades econmicas, sociales y culturales (Educacin, salud, medios de comunicacin, etc.). El conflicto capital-trabajo no desaparece pero coexiste con otros conflictos en los que est en juego la defensa de la persona humana, la calidad de vida, el medio ambiente, los valores culturales y la libertad frente a la imposicin de los aparatos controlados por las clases dominantes. b. La ofensiva neo-liberal y neo-conservadora Desde fines de los aos 1960, asistimos a una serie de acontecimientos que cuestionan el modelo de desarrollo industrial en plena expansin. Uno de los factores de cambio lo constituye el fortalecimiento de los sindicatos que se traduce en la multiplicacin de las huelgas. Las reivindicaciones sindicales no se limitan a aumentos salariales; incluyen reclamos referidos a la participacin de los trabajadores en la gestin empresarial, la proteccin social y la calidad de vida y de trabajo. Adems, esta movilizacin sindical se articula con nuevos movimientos sociales, particularmente de estudiantes y mujeres. La efervescencia social se propaga y globaliza mediante los medios de comunicacin, desbordando la capacidad de control de los gobiernos. Esta situacin genera una viva inquietud por parte de los empresarios y los lleva a elaborar una estrategia destinada a socavar las bases del poder sindical: cuestionando el pacto fordista, las negociaciones populistas y el rol del Estado protector, y buscando formas de flexibilizar la mano de obra. Esta reaccin sent la base de una fuerte contra-ofensiva neo-liberal y neo-conservadora. Esta contra-ofensiva se consolida con la victoria de Margaret Thatcher (1979) en Gran Bretaa y Ronald Reagan (1981) en los Estados Unidos. Ambos desempearon un papel destacado en la poltica de desgaste de los sindicatos y las privatizaciones; poltica que se vio reforzada con la crisis del socialismo real y la cada del muro de Berln en 1989. En medio de estas confrontaciones ocurrieron dos hechos histricos, sin duda de enorme importancia: el despliegue de las nuevas tecnologas de informacin y comunicacin; y la globalizacin. c. La era de la informacin y la globalizacin En su obra titulada La era de la informacin. La sociedad red: (1996), Castells caracteriza el gran cambio actual a partir de la combinacin de los dos procesos que acabamos de mencionar: el impacto de las tecnologas y la globalizacin. Una nueva economa escribe Castells- emerge desde hace dos dcadas a escala mundial. La llamo informacional y global para indicar sus rasgos fundamentales y subrayar su interpenetracin. Es informacional porque la productividad y la competitividad de las unidades o agentes de esta economa (trtense de empresas, regiones o naciones) dependen esencialmente de su capacidad de generar, tratar y aplicar una informacin eficaz basada en el conocimiento. Es informacional y global porque, en las condiciones histricas

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nuevas, la productividad nace y la competencia se expresa en una red global de interaccin. Ha emergido en el ltimo cuarto del siglo XX porque la revolucin de la tecnologa de la informacin ofrece la base material indispensable para una economa de este tipo. (Castells, 1996: cap. 2) La economa global - informacional es una economa con capacidad de funcionar como una unidad de tiempo real a escala planetaria. De este modo el capital efecta sus transacciones las 24 horas del da en mercados financieros integrados. Los mercados laborales, en cambio, no son globales, excepto un pequeo segmento de profesionales y cientficos. La meta fundamental de los cambios organizativos, precisa Castells, fue hacer frente a la incertidumbre causada por el rpido ritmo de cambio en el entorno econmico, institucional y tecnolgico de la empresa, aumentando la necesidad de flexibilidad en la produccin, gestin y comercializacin. (Castells: 1996: 181) La exigencia de flexibilidad motiva el inters por especializacin flexible de la pequea empresa, (Piore y Sabel, 1984)7 y por los modelos de organizacin en redes. La propia gran empresa cambia su modelo de organizacin para adaptarse a los rpidos cambios. El principal cambio consiste en el paso de burocracias verticales a la gran empresa horizontal. Esta transformacin se caracteriza por las siguientes tendencias: organizacin en torno al proceso no a la tarea; jerarqua plana; gestin en equipo; medida de los resultados por la satisfaccin del cliente; recompensas basadas en los resultados del equipo; maximizacin de los contactos con los proveedores y clientes; informacin, formacin y retencin de los empleados en todos los niveles. (Castells, 1996: cap. 3) d. La transformacin del trabajo. Los procedimientos automatizados ya ocupaban un lugar importante en la etapa anterior de industrializacin pero las nuevas tecnologas permiten desarrollarlos ms extensamente. Se inventan artefactos programables capaces de realizar una serie completa de tareas complejas (por ejemplo los tornos numricos). El nuevo patrn tecnolgico rompe con la rigidez de la produccin industrial de masa. Las mquinas polivalentes y programables hacen posible cambiar los diseos de los productos, ofrecer bienes y servicios ms personalizados, adaptar cuantitativa y cualitativamente la oferta a la demanda y las fluctuaciones de los mercados. Segn Robert Reich las categoras ocupacionales ms importantes son: 1) Los trabajos simblicos-analticos: trabajos que requieren informacin y conocimientos cuya funcin consiste en identificar y resolver problemas, generar iniciativas e innovar; 2) los servicios a personas, especialmente en salud y educacin, cuidado de nios, ancianos y enfermos, seguridad, enseanza; estos trabajos consisten en establecer una relacin de persona a persona, comunicar, orientar y asistir; 3) los servicios de produccin rutinaria que a pesar de la automatizacin siguen necesitando una cantidad importante de operarios; por ejemplo: las cajeras de supermercados. A estas tres categoras aadir una cuarta: las actividades que exigen una destacada pericia mental y fsica, manual y corporal como por ejemplo: los artesanos, pescadores, mineros, artistas, deportistas, choferes.

La promocin de la pequea empresa como agente productivo y fuente de empleo en el Per es enfatizada por Fernando Villarn quien siendo Ministro de Trabajo cambi el nombre de esta institucin que pas a denominarse: Ministerio de Trabajo y Fomento del Empleo. 15

La reconversin productiva transforma la estructura tpica del empleo en la sociedad industrial. El obrero fabril parcelario y semi-especializado pierde el lugar central que ocupaba en esta sociedad. El trabajador decisivo hoy da pasa a ser el obrero calificado, el tcnico o el profesional: un trabajador capaz de programar, controlar y asegurar el mantenimiento de las mquinas automatizadas, manejar los conocimientos, las informaciones y las comunicaciones necesarias para el funcionamiento de los procesos productivos complejos y flexibles. El trabajo moderno post-industrial revaloriza la calidad del oficio, de manera parecida a la requerida por la produccin artesanal. Exige educacin y preparacin cientfica, as como la iniciativa y capacidad de atender emergencias y de coordinar. El trabajo manual y rutinario, descalificado o semi-calificado no desaparece; sigue vigente en sectores tradicionales de la produccin y en muchos servicios. La modernizacin de los sistemas de produccin concentra los ncleos de trabajadores ms calificados en los lugares estratgicos de los procesos productivos y administrativos. El mundo laboral tiende a diversificarse y segmentarse: por un lado estn los trabajadores de primera categora, fuertemente implicados en los sistemas tcnicos y administrativos, con responsabilidades y buena remuneracin; por otro, estn los trabajadores de segunda categora, ocupados de manera precaria en tareas y servicios subalternos, y los trabajadores de tercera categora, desocupados o subempleados crnicos. La discriminacin entre los sexos coloca generalmente a las mujeres en la segunda categora. Tambin se encuentran en situacin de desventaja los ciudadanos discriminados por ser migrantes, por su origen tnico-cultural o por una discapacidad. Esta fragmentacin no debe entenderse como algo rgido. Los trabajadores responden a estrategias personales de movilidad ocupacional, actuando para acceder a mejores oportunidades de empleo mediante la capacitacin y experiencia apuntando a empleos de mayor calidad. e. Globalizacin y derechos del trabajo La cuestin laboral se plantea fundamentalmente en el mbito nacional pero desde sus inicios tuvo tambin un alcance internacional. Tanto los sindicatos como los gremios empresariales y los gobiernos asumieron esta dimensin, lo cual dio lugar, como hemos visto, a la conformacin de la OIT. En el campo sindical se constituyeron centrales y federaciones a nivel mundial.8 Dicha dimensin internacional se convierte en tema inevitable ante la expansin de las empresas multinacionales, la liberacin del comercio internacional y el avance de la globalizacin, los procesos de integracin econmica, la mundializacin de la produccin, la creciente movilidad de las inversiones y de los bienes y servicios facilitados por la revolucin tecnolgica en el campo de las comunicaciones acortando las distancias, relativizando las fronteras. Paradjicamente esta globalizacin restringe la movilidad de los trabajadores, especialmente los que provienen de pases menos desarrollados.

Las principales centrales sindicales a nivel mundial fueron (hasta hace poco): la Confederacin Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) de orientacin Social Demcrata, la Confederacin Mundial de Trabajo (CMT) de origen social-cristiano y la Federacin Sindical Mundial de Trabajadores (FSM) ligada a los regmenes comunistas. En el 2006 la CIOSL y la CMT se fusionaron dando lugar a la nueva central denominada Confederacin Sindical Internacional (CSI). Segn sus dirigentes esta nueva central representara a 168 millones de afiliados provenientes de 154 pases. 16

La globalizacin ofrece grandes posibilidades de desarrollo. Pero tambin refuerza el poder del capitalismo a nivel mundial, debilitando los mecanismos de regulacin y de reconocimiento de derechos constituidos alrededor del Estado-nacin. El enorme peso de las empresas multinacionales en las economas nacionales plante la necesidad de promover compromisos ticos y sociales por parte de estas empresas mediante la adopcin de cdigos de conducta y normas sobre responsabilidad social empresarial.9 La relacin entre globalizacin y derechos laborales ha dado lugar a una controversia respecto al problema del dumping social o competencia desleal, a la baja, derivado de las diferencias de los estndares laborales vigentes entre pases. Como dice Renato Meja, dicha apuesta, ms que a una estrategia de desarrollo, arriesga la trampa de un crecimiento empobrecedor, condenando a su mano de obra a continuar siendo mano de obra barata, que puede recrear una cuestin social del tipo de la que, a fines del siglo XIX y comienzo del siglo XX hicieron surgir el derecho del trabajo, los sindicatos y la misma OIT. (Meja, 2008:161) Se trata de elegir entre dos estrategias: una centrada en el empleo de calidad que permita la mayor competitividad y la otra priorizando el crecimiento del empleo sin preocuparse de la calidad. (De los Heros; 2008: 33) Los Estados Unidos en particular defendieron la idea de que eran necesarias clusulas sociales para protegerse frente a las prcticas que afectaban a sus sindicatos y que era inaceptable desde un punto de vista moral. Sin embargo la propuesta de clusula social result de difcil aplicacin, afectando a la poblacin ms pobre. Por ello despus de arduos debates, la OMC acord que la instancia ms pertinente para resolver el problema de la competencia a la baja era la OIT por contar con sus propios estndares laborales y tener los mecanismos para vigilar su cumplimiento. Este debate plantea el problema de la especificacin de los derechos laborales ms importantes en relacin con los derechos humanos fundamentales: tema que ha sido tratado en profundidad por Miguel Canessa en su tesis doctoral sobre Los derechos humanos laborales en el seno de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) (Canessa, 2002). Asumiendo el requerimiento de la OMC, la OIT aprob en 1998 una declaracin comprometiendo sus miembros a respetar, promover y hacer realidad, de buena fe los Principios y Derechos relativos a los cuatros derechos fundamentales siguientes: 1) la libertad de asociacin y la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho de negociacin colectiva; 2) la eliminacin de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio; 3) la abolicin efectiva del trabajo infantil; y 4) la eliminacin de la discriminacin en materia de empleo. (OIT, 1998, Declaracin relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento) Estos derechos constituyen la base de lo que la OIT llama trabajo decente. El Tratado de Libre Comercio suscrito entre el Per y los Estados Unidos en 2008, establece una clusula social que recoge la Declaracin de los principios y derechos fundamentales en el trabajo de la OIT, y lo ampla a condiciones aceptables
Vase: David Campana y Javier Mujica: Cdigos de conducta y normas sobre la responsabilidad social y empresarial: un desafo para la competitividad en la economa global. (1999). Para evaluar la responsabilidad social se ha elaborado la norma SA8000 basada en los principios de la OIT referidos al trabajo decente, y la Declaracin Universal de los Derechos Humanos, adems de otros acuerdos internacionales. 17
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de trabajo con compromisos respecto a salarios mnimos, horas de trabajo, seguridad y salud ocupacionales, acceso a los tribunales y debido proceso para exigir el cumplimiento de la legislacin laboral. (Meja, 2008: 175)

3. PROBLEMAS Y RETOS ACTUALES a. El capitalismo requiere contra-peso. La globalizacin significa la consolidacin del poder del capital a nivel nacional y mundial. Este capital est concentrado en manos de personalidades, grupos y redes articulados alrededor de intereses financieros, tecnolgicos, militares que operan de manera autnoma respecto a los estados nacionales e internacionales. Esta autonomizacin significa un poder sin contra-peso; un poder fctico difcil de identificar y regular. Como hemos visto, el poder de las clases dirigentes no se sustenta solamente en el control de medios de produccin industriales sino tambin en el dominio de los conocimientos y de los medios de comunicacin. Es un poder fluido, sustentado en la capacidad de manejar lo complejo y adaptarse a los cambios. b. Flexibilidad y seguridad. Una cuestin que merece especial atencin es la flexibilizacin de las relaciones laborales, la precarizacin del empleo y la inseguridad en la que se encuentran los trabajadores. En el Per se evala que slo alrededor del 8% de la PEA cuenta con un contrato de trabajo a tiempo indefinido; y la gran mayora de los asalariados no tienen una relacin laboral estable. El modelo tpico de relaciones laborales en la sociedad industrial era un trabajo salariado a tiempo completo relacionado de manera continua a un nico empleador; un trabajo que daba acceso a beneficios sociales y era relativamente protegido frente al despido arbitrario. Este modelo se resquebraja a partir de la crisis del capitalismo en los aos 1970. El nuevo modelo responde a la necesidad de flexibilidad reclamado por los empresarios: propicia un tipo de empleo eventual y una amplia libertad del empleador respecto a la contratacin y despido de los trabajadores y los cambios en el contenido de su labor. Fomentan la terciarizacin del empleo a travs de los subcontratistas, los services y las cooperativas de trabajo.10 Este modelo implica la externalizacin de las relaciones laborales. Apunta a debilitar el colectivo de trabajo y socavar el poder sindical. Responde a la fase de crisis de productividad del capital y la agudizacin de la competencia en el escenario mundial.

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La terciarizacin del empleo se ha extendido de manera alarmante en el sector minero en el Per. La revista Bajo la lupa (2007) estima que de los 101 mil trabajadores del sector, apenas el 36% est en planilla, mientras que el 64% restante est contratado de manera indirecta a travs de los services; Se constata adems que la mayora de los accidentes fatales en la minera desde 2000 tuvieron como vctimas a trabajadores de los services. 18

La flexibilidad se ha convertido en una exigencia categrica de los empleadores; siendo una fuente de angustia para la mayora de los trabajadores que insisten en el reconocimiento de la estabilidad en el trabajo. Hoy da, nadie cuestiona la necesidad de flexibilidad de las empresas. Sin embargo, la inestabilidad laboral sigue siendo un problema crucial. La seguridad es un requerimiento persistente de quienes viven fundamentalmente de sus ingresos salariales. En el contexto laboral actual se hace imprescindible inventar nuevas formas de seguridad compatibles con la indispensable flexibilidad de las relaciones de trabajo. De ah el inters por la experiencia de flexiseguridad en Dinamarca. El socilogo Richard Sennett centr su anlisis de las relaciones laborales en torno al tema de la precariedad. El nuevo modelo de trabajo se aleja de las carreras bien definidas. Sennett habla de un capitalismo del corto plazo. La experiencia vivida del trabajo est marcada por una tensin extrema entre exigencia de competitividad y el horizonte de la precariedad. La seguridad del trabajo descansa sobre estrategias de desarrollo personal. Un joven diplomado de nivel medio debe prepararse a cambiar de empleador por lo menos doce veces en su vida profesional. (Sennett, 2007: 441) La CEPAL intenta promover la flexi-seguridad en Amrica Latina, segn las caractersticas propias de cada pas. Su propuesta se sostiene en tres pilares: 1) la regulacin del mercado de trabajo. 2) los sistemas de proteccin contra el desempleo y 3) las polticas activas del mercado laboral. (CEPAL, 2008:10) Segn el economista Peter Auer, analista de la OIT, la promocin de la flexiseguridad comprende los siguientes componentes: a) acuerdos contractuales, b) polticas activas de Mercado Laboral que ayuden a las personas a hacer frente al cambio rpido, perodos de desempleo, reintegracin y transicin a nuevos empleos, c) sistemas de aprendizaje vitalicio, garantizando la empleabilidad de todos los trabajadores y mantener los niveles de productividad, d) sistemas de seguridad social que proveen apoyo salarial adecuado. e) dilogo social solidario y productivo. (Asociacin Peruana de Relaciones de Trabajo, 2008: 619)

c. Vigencia del sindicalismo. El sindicalismo es una forma de accin colectiva de trabajadores asalariados que buscan conformar una fuerza comn frente a los empleadores, para hacer valer sus intereses y sus derechos. El sindicalismo articula tres funciones11: a) representar intereses, reivindicaciones y aspiraciones de un conjunto de trabajadores; b) contribuir a la regulacin de las relaciones laborales, agrupando las demandas y participando en la negociacin colectiva y en la solucin de los problemas. c) constituir un grupo social y fomentar la cooperacin y solidaridad entre sus miembros. El fenmeno sindical expresa la existencia de un conflicto y una desigualdad inaceptable en las relaciones de trabajo. Apunta a negociar y lograr una solucin. Se apoya en tres derechos fundamentales la huelga, la asociacin y la negociacin colectiva. Tiene un carcter corporativo en la medida que aglutina a determinados grupos o categora de trabajadores pero se convierte en portavoz del conjunto de los asalariados y del mundo del trabajo en general. El derecho laboral se ha ido construyendo a partir de pequeos derechos ganados de manera progresiva por la lucha sindical. Estos derechos se plasman en
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Vase: Rosanvallon, 1988. 19

convenios colectivos y leyes. De este modo las conquistas fragmentadas tienden a generalizarse, convirtindose en derechos vlidos para sectores sociales ms amplios. Para que ello ocurra es necesario conjugar la accin sindical y poltica. Ambas son importantes para compatibilizar y defender los derechos conquistados y garantizar su aplicacin. Un aspecto central del sindicalismo es la capacidad de negociacin, la que implica la existencia por lo menos temporal de una relacin de mutua dependencia. El conflicto laboral no se puede definir en trminos de guerra donde prevalece el objetivo de aniquilar al adversario. Empleadores y empleados, trabajadores y empresarios se necesitan mutuamente y por lo tanto se ven obligados a negociar. El objeto mismo de la negociacin consiste en definir un inters comn, un reto compartido y una regulacin conjunta. El sindicato constituye un contra poder que contribuye a equilibrar una relacin. Es un contra poder molestoso pero necesario. La organizacin sindical en el Per tuvo un importante desarrollo en la primera etapa de conformacin de los ncleos obreros al principio del siglo XX. Luego de un largo periodo de represin, se expandi notablemente, en los aos 1950-1960, marcado por la diversificacin de la economa, el empleo asalariado y la migracin hacia las grandes ciudades. Los sindicatos tuvieron poca capacidad de presin econmica directa sobre las empresas: la amenaza del despido y el autoritarismo patronal por un lado, y la precariedad de las garantas legales por otro, llevaron a los lderes sindicales a politizar su estrategia de lucha, dirigindola hacia el gobierno, amenazando su estabilidad mediante no tanto la interrupcin del trabajo sino las protestas sociales: movilizaciones callejeras, marchas de sacrificio, huelgas de hambre, cierre de carreteras, etc. (Payne, 1965) El sindicalismo jug un papel importante en los intensos proceso polticos y sociales de los aos 1968-2008, que abarcan el derrumbe del estado oligrquico que se concreta con el golpe militar de Velasco, la nacionalizacin del petrleo, la Reforma Agraria, la inesperada reforma laboral orientada hacia la cogestin y la autogestin; el proyecto de desarrollo industrial y de institucionalidad corporativo impulsado por el gobierno de las Fuerzas Armadas; la temprana frustracin de este proyecto ante el embate de la crisis de la deuda externa y las masivas respuestas a las medidas de ajuste; la reinstauracin de la institucionalidad democrtica con los gobiernos de Belaunde y Garcia; la ampliacin del espacio poltico de las izquierdas a nivel nacional, local y regional; la irrupcin de la violencia propiciada por Sendero Luminoso y el MRTA; y la ofensiva neo-liberal. El gobierno de Velasco tuvo una marcada incidencia respecto a la cuestin laboral. Entre sus principales iniciativas estn la estatizacin de las empresas estratgicas, la constitucin de las cooperativas agrarias de produccin y las comunidades industriales, la ley de estabilidad laboral y el reconocimiento oficial de los sindicatos. Este ambicioso proyecto choc con la oposicin frontal del grueso de los empresarios. Tambin se enfrent a una parte importante de los dirigentes sindicales clasistas relacionados con los partidos de izquierda, que reivindicaban su autonoma de clase respecto a las reformas corporativas del rgimen militar. 12

La denominacin clasista est profundamente arraigada en la historia del movimiento laboral en el Per. Fue acuada en la poca del anarco-sindicalismo y de la propaganda socialista de Jos Maritegui en los sindicatos. Es retomada por las corrientes sindicales que desde fines de los aos 1950 desplazan el liderazgo aprista y se acercan a la izquierda. El clasismo se consolida como orientacin mayoritaria del movimiento sindical en la dcada de 1970, convirtindose en patrimonio de un campo popular ms amplio. Gonzalo Portocarrero y Rafael Tapia lo enfocan como una orientacin motivadora de la accin basada en la indignacin 20

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La segunda fase del gobierno militar encabezada por Morales Bermdez dio inicio a los paquetes de medidas de ajustes. Las manifestaciones de protesta sindical y popular se masificaron y desembocaron en el paro del 19 de julio de 1977. El gobierno militar respondi autorizando el despido de los dirigentes sindicales comprometidos con el paro; medida que afect a ms de cuatro mil dirigentes. En esta coyuntura el gobierno militar anunci el proceso de transferencia del poder a los civiles. En la dcada de los aos 1980, prosiguieron las medidas de ajuste, generando una recesin con inflacin que tuvo un efecto dramtico sobre el empleo y los salarios reales, elev el nivel de pobreza en el pas, provoc la expansin masiva de la informalidad y desgast el sindicalismo (Balbi, 1993; Parodi 1986; Portocarrero y Tapia 1992). Muchos trabajadores asalariados tanto del sector privado como del pblico tuvieron que implementar estrategia de subsistencia, basada en el auto-empleo y el pluriempleo. Muchos optaron por buscar trabajo al extranjero. En esos aos, asistimos al fuerte incremento de la participacin de las mujeres en la PEA. El accionar de Sendero Luminoso y el MRTA introdujo un nivel de violencia sin precedente en el pas, desafiando la perspectiva de democracia. Entre las vctimas de esta violencia, se encuentran empresarios y dirigentes sindicales. A fines de los aos 1980 Sendero Luminoso intent penetrar en el movimiento sindical. El asesinato de dirigentes y el uso de medidas intimidatorios como los paros armados reforzaron el amplio rechazo a sta tentativa.13 Los paros nacionales se multiplicaron, pero con resultados cada vez ms restringidos. Junto con las centrales sindicales, los frentes de defensa constituidos en las provincias tuvieron un protagonismo creciente. En los aos 1990 el gobierno de Alberto Fujimori promulg un conjunto de dispositivos legales orientados a flexibilizar el empleo y restringir la capacidad de accin colectiva de los trabajadores, particularmente el Decreto Legislativo 728, llamado Ley de Fomento del empleo (1991) y el Decreto Ley 25593, referido a las relaciones colectivas de trabajo (1992). Este ltimo fue objeto de numerosas observaciones del Comit de Libertad Sindical de la OIT. La contra-reforma laboral neo-liberal fue drstica y se impuso sin debate poltico pblico.14

Entre los aos 1990 y 2007 la tasa de sindicacin (trabajadores afiliados/ PEA asalariada urbana) se redujo de 21 a 8 por ciento.15A fines de los aos 1990, el total de sindicalizados detectados por la Encuesta de Hogares a nivel nacional era apenas 53 mil trabajadores en las empresas privadas y 167 mil en el sector pblico (Convenio MTPE-INEI, Encuesta Nacional de Hogares, III trimestre 2000). Recin a principios de los aos 2000, durante los gobiernos de Valentn Paniagua y de Alejandro Toledo, se produce un leve repunte del movimiento sindical. Hoy da, los sindicatos ms poderosos se encuentran en las empresas
mineras y de hidrocarburo, el sector de construccin Civil, las telecomunicaciones y los servicios bsicos de agua, electricidad, transporte, salud y educacin.

producida por la conciencia de tener derechos y la vivencia de la discriminacin. (Portocarrero y Tapia, 1992: 18) 13 Vase Comisin de la Verdad y Reconciliacin Per Informe Final Tomo 5:Los sindicatos Mineros (Pg.194 y siguientes) ; Los sindicatos de la carretera central: entre el radicalismo y la resignacin (Pg. 460 y siguientes) 14 Sobre la reforma laboral fujimorista vase Canessa (1999); Ferro (2001), Verdera (2000) 15 Sobre la tasa de sindicalizacin, vase Ypez y Bernedo (1986); Figueroa, Altamirano y Sulmont (1996); Sulmont (2006)1996: 100; Bajo la Lupa, 2007). 21

d. La concertacin socio-laboral En 2001, el gobierno de Paniagua propici una instancia de concertacin social en el pas a travs de la conformacin del Consejo Nacional de Trabajo. Seguidamente, el gobierno de Toledo instala el Acuerdo Nacional el 2002. El Consejo Nacional de Trabajo (en adelante CNT) est concebido como rgano consultivo del Ministerio de Trabajo, encargado de discutir y concertar polticas en materia de trabajo, promocin del empleo y proteccin social, revisar proyectos de leyes y pronunciarse sobre propuestas en debate. Se le asign tambin la funcin de participar en la regulacin de la remuneracin mnima. El CNT constituye una instancia de concertacin tripartita, en la que participan, con igual calidad de voto, representantes del gobierno, de los trabajadores y de los empleadores. El Consejo incluye adems, con voz sin voto, a representantes de organizaciones sociales vinculadas a la problemtica laboral. Los trabajadores estn representados por cuatro centrales sindicales (CGTP, CUT, CATP y CTP), y los empleadores por cinco gremios afiliados a la CONFIEP y dos gremios independientes (la Sociedad Nacional de Industrias y la Cmara de Comercio de Lima). Poco despus, se acord incorporar la Asociacin de Pequeos y Medianos IndustrialesAPEMIPE, la Asociacin de Exportadores-ADEX y los Conglomerados de Pequea Empresa en el Per. El eje de la intervencin del Consejo fue la discusin y la aprobacin de propuestas consensuadas respecto a los proyectos de ley en debate, en especial el proyecto de Ley General de Trabajo. Entre los resultados ms destacados de esta intervencin, cabe mencionar la aprobacin de la Ley General de inspecciones y Defensa del Trabajador (2001), la ley que regula la actividad de las empresas de Servicios y Cooperativas de Trabajadores (2002), la ley que levanta las observaciones formuladas por el Comit de Libertad Sindical a la Ley de relaciones colectivas de trabajo (2003), y la ley que regula las actividades de capacitacin (2004). El debate sobre la Ley General de Trabajo iniciado en 2002 en el CNT se dilat. Los consejeros lograron ponerse de acuerdo sobre la gran mayora de los puntos. Pero quedaron sin resolver algunos temas sensibles; particularmente la negociacin colectiva por rama de actividad y el tratamiento del despido arbitrario. En mayo del 2005, ante el entrampamiento de la discusin, las centrales sindicales acordaron su retiro temporal del CNT, pidiendo al Ejecutivo y a la Comisin de Trabajo del Congreso que resuelvan los puntos controvertidos y den curso a la aprobacin de la ley. En cambio, los representantes empresariales plantearon que el debate contine en el CNT exigiendo la aprobacin por unanimidad.

Los dirigentes sindicales tienen una posicin ambivalente respecto a su participacin en la concertacin. Es importante para ellos ser reconocidos en la escena oficial como representantes e interlocutores sociales vlidos; reconocen que el Consejo atendi algunas de sus demandas; pero no quieren prestarse al juego de los gremios empresariales. Condicionaron su presencia en el CNT a la solucin de ciertos conflictos emblemticos. Es as que, en julio del 2002, las cuatro centrales se retiraron ante el despido de 480 trabajadores de la Empresa Telefnica. El Consejo qued paralizado durante tres meses, hasta que el Tribunal Constitucional ordenara la reposicin.
Los principales lderes sindicales siguen con un discurso de confrontacin. Sin embargo, vienen prestando un mayor inters a la concertacin. La preocupacin de la CGTP y de las dems centrales es demostrar su capacidad de convocatoria y de

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movilizacin social, con el fin de mejorar la correlacin de fuerza en su favor en las negociaciones. Al respecto, la CGTP seala: Nos reiteramos en el aspecto central de nuestra tctica que se basa en que la participacin en los espacios de dilogo y la defensa de nuestra propuesta se cimientan sobre las acciones de masa y medidas de fuerza como son las marchas, movilizaciones, concentraciones, mtines, paros y huelgas cuando estas sean necesarias la situacin lo exija, desarrollando primordialmente un rol centralizador de las luchas populares. (CGTP, Memoria 2004) 16 A esta estrategia responde la convocatoria a movilizaciones y paros nacionales. El paro Nacional del 14 de julio del 2004 merece una atencin especial.17 Fue la primera protesta nacional organizada por las dirigencias sindicales despus del paro convocado por la CGTP el 28 de abril de 1999. Se gest en un contexto de multiplicacin de luchas sectoriales, locales y regionales, con bloqueos de carreteras y actos de violencia. Remite a una plataforma muy amplia: convocatoria a una Asamblea Constituyente; cambio en la poltica econmica; lucha contra la corrupcin; y atencin inmediata a las demandas laborales y sociales, regionales y locales. El paro fue contundente en las principales ciudades del interior del pas. Fue significativo tambin en Lima. Contrariamente a los pronsticos, se llev a cabo de manera pacfica; los dirigentes demostraron su capacidad de movilizar a amplios sectores y expresar sus reclamos sin desborde de violencia.

e. Los trabajadores de la economa informal y las pequeas empresas Un importante tema en debate lo constituye la representacin de los intereses de los trabajadores vinculados a la informalidad y la pequea empresa. La categora de empleo informal fue definida estadsticamente como la suma de cuatro rubros: los trabajadores independientes no calificados, los trabajadores familiares no remunerados, los trabajadores de las microempresas y los trabajadores del hogar. Este conglomerado representa ms de la mitad del empleo total en el Per. La dispersin en la que se encuentran sus integrantes hace prcticamente imposible su coalicin sobre la base de relaciones colectivas de trabajo. A partir de los aos 80, la pequea y micro empresa se han expandido, constituyendo una gran variedad de gremios. Como hemos visto, el Consejo Nacional de Trabajo acord incorporar a dos representantes de este sector. En la mesa de concertacin, esos representantes se colocaron al lado de los empresarios. La problemtica de la informalidad se precis a principios de los aos 70 a raz de un estudio auspiciado por la OIT sobre el desempleo en Kenia, en el que el antroplogo Keith Hart analiza cmo los asalariados urbanos completan sus remuneraciones recurriendo a oportunidades informales de ingresos. Desde entonces, la OIT entiende la informalidad como el conjunto de unidades de pequea escala que desarrollan actividades que pueden emprenderse con escasos recursos. 18 La informalidad remite tambin a las actividades, personas y entidades que operan al margen de la estndares de organizacin de la normatividad legal oficial (registro, obligaciones tributarias y laborales y otras). Gran parte de las prcticas
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Citado por Vildoso, 2005: 9. Sobre este paro, vase la monografa realizada en el curso Sociologa de las organizaciones en la facultad de Ciencias sociales de la Pontificia Universidad Catlica del Per por Ana Ins Corzo, Gianina Pastor, Sofa Vera y Rodrigo Barrenechea (2005). 18 Sobre el debate conceptual en torno al sector informal, vase Tokman (2004) 23

informales responden a la estrategia de grupos de escasos recursos, que intentan abrirse campo en la economa y la sociedad. Forman parte del desborde popular del cual habla Matos Mar (1984) y del "otro sendero promocionado por Hernando De Soto (1987). Como remarca la OIT, las prcticas informales no se circunscriben slo a las organizaciones de pequea escala dedicadas a actividades de subsistencia. Ocupan un lugar importante tambin en empresas medianas y grandes altamente rentables. Por ejemplo muchas de las nuevas empresas agro-exportadoras incumplen con registrar en planilla a los trabajadores temporales y pagar los beneficios que les corresponden (Inspeccin de la Direccin Regional del Trabajo de ICA, 2005). A principios de los aos 2000, la OIT, en el marco de su campaa respecto al trabajo decente para el siglo XXI, abandon el concepto de sector, reemplazndolo por el de economa informal, que comprende adems de las cuatro categoras mencionadas, la de los trabajadores sin proteccin, independientemente de s estn en grandes, medianas o pequeas empresas. La informalidad encubre tambin a negocios ilcitos, tales como el contrabando, la venta de auto-partes robadas, la piratera de libros y CD, pero que son tolerados con la complicidad de los clientes y las autoridades locales. La incorporacin de la pequea empresa en la concertacin plantea el delicado problema de legalizar la diferencia de los derechos laborales en el pas. Este problema ha sido ardorosamente debatido en el proceso de elaboracin de la Ley de Promocin y Formalizacin de la Micro y Pequea Empresa ley MYPE, promovida por el Ministerio de Trabajo y aprobada por el Congreso en julio del 2003 (Ley 28015)19 Esta Ley es aplicable a un universo muy amplio de empleadores y trabajadores. Establece un rgimen laboral especial de naturaleza temporal de cinco aos para las microempresas, con el propsito de hacer efectivo el disfrute por parte de los trabajadores de algunos derechos mnimos esenciales: salario mnimo, vacaciones (15 das), acceso al seguro de salud y rgimen pensionario. Exonera al empleador del sobre pago por trabajo nocturno, y reduce el monto de la indemnizacin en caso de despido. Promueve la inspeccin del trabajo en las PYME. La ley PYME suscit polmicas. Varios analistas sealan el peligro de pymetizar la cuestin laboral, nivelando hacia abajo los derechos y beneficios sociales del conjunto de trabajadores. El rgimen laboral especial puede inducir a las medianas y grandes empresas a subdividirse. Carmen Vildoso, Viceministra de Promocin del Empleo y de la Micro y Pequea empresa, involucrada en la gestacin de la ley seala: El problema de este debate es que todo el mundo opinaba, menos los trabajadores de las micro-empresas que -como se sabe- no tienen organizaciones que los representen. (Vildoso, 2004: 57). A fines del 2004 y principios del 2005, voceros del Ministerio de Economa y de los gremios empresariales propusieron hacer extensivo el rgimen laboral de las PYMES a los nuevos trabajadores contratados por las empresas en general. Esta propuesta suscit el rechazo de los dirigentes sindicales y del Ministro de Trabajo de entonces, Javier Neves.

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Sobre est discusin, vase Carmen Vildoso, 2004. 24

CONCLUSIN Hemos visto que la cuestin laboral nace a partir de la afirmacin de la dignidad de los trabajadores como seres humanos que se niegan a ser tratados como mercanca y como simple medio pasa fines ajenos. A travs de arduos conflictos dicha cuestin se ha plasmado en un conjunto de instituciones y modalidades de regulacin. Este proceso dio lugar al reconocimiento de una nueva generacin de derechos -llamados econmicos y sociales- enraizados en los derechos humanos en general. Las repuestas a los problemas laborales se han enmarcado principalmente en el mbito del estado-nacin, adecundose a los regmenes polticos y los niveles de desarrollo de cada pas. La cuestin laboral se ha institucionalizado tambin a nivel internacional. La OIT abri un espacio de negociacin tripartita y propici la aprobacin por los pases de un conjunto de convenios y recomendaciones en materia laboral. Sin embargo carece de poder de coaccin poltica sobre los estados para hacer respetar los acuerdos. Su influencia proviene del compromiso moral de sus miembros. Hoy la dimensin internacional de las polticas laborales tiene una importancia crucial debido a la globalizacin de la economa, la intensificacin del comercio mundial y los TLC. Tanto las empresas como los estados y las regiones buscan posicionarse en los mercados, mediante dos tipos de estrategias paralelas o combinadas: el incremento de eficiencia sistmica fundada en la calidad del personal, la tecnologa y la organizacin por un lado; y por otro lado, la reduccin de los costos laborales. En el Per, la nueva cuestin laboral no puede disociarse de las luchas por reducir la pobreza y las desigualdades estructurales, fortalecer la democracia e impulsar el desarrollo humano, terminando con el cholo barato. A modo de conclusin, sealar los lineamientos sindicales siguientes: 1. Reconocer que el sindicalismo, no obstante su crisis, sigue vigente, como uno de los contrapesos al capitalismo extremo que domina en el mundo global. 2. Actuar como frente nico y responder a los problemas concretos respetando la pluralidad poltica de los trabajadores. Hacer de los sindicatos escenarios de debates constructivos, democrticos y fraternales. 3. Impulsar la solidaridad con los emprendedores y trabajadores de la economa social y las pequeas empresas. 4. Encarar el problema de la inseguridad ocupacional mediante la regulacin del despido y la formacin laboral permanente, as como la generalizacin de sistemas de previsin social. 5. Precisar los alcances de la responsabilidad social empresarial. 6. Promover formas de cogestin de trabajadores, y su participacin responsable en la calidad del trabajo y de los bienes y servicios producidos. 7. Propiciar la negociacin colectiva articulada. 8. Impulsar la concertacin laboral y valorar el dilogo social. 9. Culminar la aprobacin de la Ley General de Trabajo. 10. Sostener ante la opinin pblica la legitimidad de las luchas sindicales.

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