El Amor en El Matrimonio
El Amor en El Matrimonio
El Amor en El Matrimonio
el
matrimonio
El amor en el matrimonio
«El amor es paciente,
es servicial;
el amor no tiene
envidia,
no hace alarde,
no es arrogante,
no obra con dureza,
no busca su propio
interés,
no se irrita,
no lleva cuentas del
mal,
no se alegra de la
injusticia,
sino que goza con la
verdad.
Todo lo disculpa,
todo lo cree,
todo lo espera,
todo lo soporta»
(1 Co 13,4-7).
Paciencia:
La paciencia de Dios es el ejercicio de la misericordia con el
pecador y ahí se manifiesta el verdadero poder.
Actitud de servicio:
Amor, no solo como sentimiento sino del amar, en hebreo =
hacer el bien.
Sanando la envidia:
La envidia es una tristeza por el bien ajeno, demuestra que no
nos interesa la felicidad de los demás, ya que nos
concentramos en nuestro propio bienestar.
Sin hacerse alarde ni agrandarse:
Vanagloria= la ansia de mostrarse como superior para
impresionar a otros con una actitud pedante y agresiva.
Amabilidad:
El amar también es volverse amable.
Desprendimiento:
«Lo que habeis recibido gratis, dalo gratis».
( Mt 10,8)
Sin violencia interior
103. Si la primera expresión del himno nos
invitaba a la paciencia que evita reaccionar
bruscamente ante las debilidades o errores de
los demás, ahora aparece otra palabra —
paroxýnetai—, que se refiere a una reacción
interior de indignación provocada por algo
externo.
104. El Evangelio invita más bien a mirar la viga
en el propio ojo (cf. Mt 7,5), y los cristianos no
podemos ignorar la constante invitación de la
Palabra de Dios a no alimentar la ira: «No te
dejes vencer por el mal» (Rm 12,21).
Perdón