Duelo Secreto Anticipado y Con Ansiedad

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DUELO

“Como enfrentar la pérdida”


Mtra. Magda Soraya Rodríguez Real
Celular 5533314517
Correo [email protected]

Generación 34
Maestría en Tanatología
Duelo con ansiedad
Duelo anticipado
Duelos secretos
Porque la pérdida nos toma por
sorpresa y nos cuesta creer que
esto haya ocurrido.
Y es que por mucho que
pensemos que la muerte es
algo inherente en la vida, la
verdad es que no estamos
preparados para afrontar el
dolor que esto conlleva.
Cuando las emociones que sentimos son tan inmensas que nos
desarman y debilitan; cuando no logramos darle un lugar a las
emociones para procesarlas satisfactoriamente, estas terminan
siendo prisioneras en nuestro interior.
Lo que hace que busquen otras formas de expresarse. Y esto
puede dar lugar a problemas de ansiedad, síntomas de depresión
por duelo, fobias, etc.
Duelo con ansiedad

¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un estado de angustia o incertidumbre. Una persona ansiosa
puede estar inquieta, tensa y/o nerviosa; incapaz de dormir y de
concentrarse, con falta de aliento o entumecimiento.

Estos signos físicos pueden


oscurecer los síntomas
psicológicos del miedo, la
aprehensión o la preocupación.
Algunos de los síntomas pueden ser:
•Dificultad para resolver problemas
•Tensión muscular
•Excitación
•Temblor
•Pesadillas
•Dificultad para respirar
•Estremecimiento en el estómago
•Sentir que estás perdiendo el control
•Irritabilidad
La ansiedad por duelo puede aparecer porque el sobreviviente se encuentra
atravesando por la primera fase de este proceso, en la que se puede
experimentar sentimientos de negación ante la realidad de la muerte del ser
querido.
En este momento pueden ocurrir muchas cosas.
Se pueden negar los hechos, sentir un bloqueo emocional, no reconocer la
evidencia y tener dificultades para reaccionar ante la realidad que se
presenta.
La ansiedad también puede aparecer por la dependencia
que se tiene con el ser querido que ha fallecido.

Se puede haber sido dependiente en temas de apoyo


económico o emocional. Lo que hace que la persona sienta
que no va a poder seguir adelante sin la presencia del ser
querido.
La ansiedad también puede aparecer porque se intenta tapar el dolor de la
pérdida.
Por intentar mantenerse fuerte a pesar del desgarro emocional que se siente
por dentro tras la pérdida del ser querido.
Por lo general, esto ocurre porque se tiene miedo a sentir el dolor o porque
se quiere hacer de sostén emocional a un familiar qué se encuentra muy
afectado, lo que lleva a tapar y evitar expresar las propias emociones.
Lidiar con la muerte de un ser querido a menudo
hace que se reflexione sobre la propia mortalidad.

Hasta tal punto que la ansiedad se apodera de el


individuo… sintiéndose angustiado y con miedo a la
muerte propia.
Si el ser querido murió por una enfermedad, la
ansiedad puede surgir porque el sobreviviente
se empieza a preocupar de que se haya
heredado la enfermedad.
La muerte de un ser querido es un evento traumático en nuestra
vida.

Si se presencia la muerte o se estuvo presente en un accidente, se


puede sufrir de TEPT; experimentando flashbacks dolorosos,
problemas de sueño o cualquier otro síntoma.
La ansiedad por duelo también puede aparecer por
querer seguir conectado con la persona que ha
fallecido.
Por evitar hacer el proceso de duelo, que implica
aceptar poco a poco la pérdida y dar lugar a que la
vida siga adelante.
Sin importar cuáles sean las creencias espirituales de las personas,
no se entiende lo que sucede después de la muerte.

El miedo de dónde puede estar el ser querido y de lo que va a


pasar después de morir suele intensificarse durante los primeros
días o semanas después de una pérdida.
El duelo anticipado se refiere a la reacción que se
produce luego de la noticia de la pérdida
inminente de un familiar debido a una
enfermedad terminal.
Para Fonnegra (2001), O’Connor (1990) y Viorts (1990)
respectivamente, éste tipo de duelo se inicia al momento de
conocer la noticia de una próxima pérdida, que puede generarse
por causas como : conocer el diagnóstico de una enfermedad que
invariablemente provoca la muerte, recibir la noticia de solicitud
de divorcio, conocer el periodo que resta antes de perder el
empleo, etc.
Los síntomas más comunes en el duelo anticipado:

•Tristeza y llanto debido a la pérdida próxima del ser querido.


Esta tristeza implica miedo no sólo a la muerte sino también a los
cambios que esta pérdida traerá en la familia.

•Intensa soledad y aislamiento debido a la falta de aceptación


social para expresar sus emociones durante el duelo anticipatorio.
• Se experimenta una mayor ansiedad que puede causar
síntomas físicos como temblores, falta de memoria, trastornos
en el sueño y en el apetito.

• Sentimientos ambivalentes que llevan a hacerte sentir culpa.

• Intensa ira e irritabilidad debido a esta pérdida inevitable y la


impotencia de no poder hacer nada para evitarlo. El enojo
puede extenderse a los profesionales de la salud que
intervienen en el tratamiento de su ser querido.
Saber que sucederá una pérdida ofrece algunas ventajas:
• La oportunidad de prepararse para el cambio.
• La posibilidad de planear un futuro o imaginar como será “la
vida“ a partir de la futura pérdida.
• Se le da sentido a las causas de la separación.
• Da oportunidad a las partes involucradas de aclarar o expresar
puntos pendientes.
• Se toma conciencia de una pérdida recíproca.
• Puede iniciarse la elaboración del duelo, antes de que suceda la
pérdida.
DUELO SECRETO

Fonnegra (2001) y O’Connor (1990) respectivamente, lo


describen como un duelo inconfesable.

Surge por situaciones que no pueden salir a la luz pública,


lo cual lleva al doliente a vivir su duelo en soledad.
Este tipo de duelo puede generarse por sucesos como:
suicidio, abortos voluntarios y pérdida de pareja
clandestina u homosexualidad, entre otros.

En este tipo de duelo es posible, el surgimiento de


síntomas físicos o cambios drásticos de actitud, que para
los familiares o amigos muy cercanos son inexplicables,

También puede dificultarse el inicio de nuevas relaciones


personales, sobre todo, si existe similitud con la persona
ausente.

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