Dominio Iii - Mape
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MAPE
MATERIALES PARA APOYAR LA PRACTICA EDUCATIVA
El contenido del material Herramientas para mejorar las prácticas de evaluación formativa en la asignatura de
Español plantea un espectro más amplio que permite reconocer que las concepciones sobre evaluación impactan
no sólo en los momentos administrativos de su aplicación, la evaluación bimestral, sino en la práctica educativa
cotidiana.
4.-Rúbricas
5.-Evaluación bimestral
En este proceso, clasificar los aprendizajes de acuerdo con la demanda cognitiva que
representan puede ser de gran ayuda.
algunos autores han encontrado cerca de 200 taxonomías de los aprendizajes (Tristán y
Molgado, 2006). Una de las características comunes en estas clasificacio- nes es la
graduación que hacen de los procesos cognitivos de acuerdo con su nivel
de complejidad; por ejemplo, recordar o identificar son aprendizajes de poca demanda
cognitiva, mientras que crear representa una mayor demanda.
Se distinguen cuatro niveles de demanda cognitiva, nombrados de aquí en delante como
metas de aprendizaje:
1.Conocimiento: Estas metas de aprendizaje por lo general se establecen utilizando
algunos de los siguientes verbos: explicar, comprender, describir, identificar,
informar, nombrar, listar, entre otros.
2.Razonamiento: el alumno desarrolla habilidades del pensamiento utilizando el
conocimiento para resolver problemas, tomar decisiones, planear, etc. Algunos
aprendizajes esperados de este tipo comienzan con verbos como: comparar,
sintetizar, clasificar, inferir, evaluar, entre otros.
En el caso de la evaluación diagnóstica inicial : aun cuando se suele realizar en los primeros días del
ciclo escolar o de cada bloque, lo que determinará su efectiva función diagnóstica será la
utilización que hagamos de la información que obtenemos de los alumnos.
Su principal propósito es identificar las áreas de formación en las que habremos de trabajar con el estudiante con especial atención para que consiga los
aprendizajes esperados, lo que tendría que ser indispensable para el diseño de la planeación de la enseñanza.
Para realizar una evaluación inicial eficaz es importante que usted:
Defina los propósitos de la evaluación inicial que diseñará.
Priorice los aprendizajes esperados a los que hará la evaluación inicial.
Identifique el nivel de demanda cognitiva que requieren los aprendizajes es- perados que ha decidido evaluar.
Diseñe la estrategia con la que evaluará a los alumnos.
Aplique en su grupo la estrategia de evaluación.
Utilice la información que le proveyeron los alumnos para diseñar su planeación
3.- Tareas y tareas auténticas
Una matriz de valoración o rúbrica es una herramienta que describe los criterios que se van a
utilizar para evaluar los desempeños de los alumnos, por lo que puede ser una guía de
valoración y/o calificación. Asimismo, las rúbricas como herramientas de evaluación permiten
dar respuesta a las siguientes preguntas:
a) ¿Con qué criterios debería juzgarse el desempeño?
b) ¿Dónde y qué deberíamos buscar para juzgar el logro de un desempeño?
c) ¿Cómo es el rango de calidades del desempeño?
d) ¿Cómo podemos determinar en forma válida, confiable y justa la calificación que debería
otorgarse y su significado?
e) ¿Cómo deberían describirse los diferentes niveles de calidad y lo que distingue a un nivel de
otro?
Por lo tanto, la rúbrica explicita a evaluados y evaluadores qué elementos
del desempeño son más importantes y cómo será evaluado el trabajo en
términos de calidad relativa, tomando como papel central de la evaluación
la mejora del desempeño por medio del autoajuste del evaluado. En este
sentido, una rúbrica nos sirve:
• Para que el docente explicite sus expectativas (individual y
colectivamente).
• Para los estudiantes el tipo de desempeño que se espera de ellos.
• Como herramienta de autoevaluación, ayuda a los estudiantes a ser
responsables de sus propios aprendizajes.
• Como herramienta de calificación, brinda significado a estudiantes y
padres de fa
• Contribuye a limitar la arbitrariedad en las calificaciones (confiabilidad).
Elementos de una rúbrica
Aunque el formato de las rúbricas puede variar, generalmente
encontraremos tres elementos
básicos:
a) Gradaciones de calidad: niveles, categorías, calificaciones...
b) Dimensiones: aspectos centrales de aquello que interesa lograr
y valorar.
c) Descripciones de criterios o indicadores.
Diseño de matices de valoración o rúbricas
Las mejores rúbricas seguirán una lógica, un método útil (aunque no rígido), lineamientos y criterios que
permitan revisar constantemente la efectividad del trabajo del diseño que se está aplicando; para ello, se
tomarán en cuenta las siguientes condiciones básicas:
• L a matiz de valoración o rúbrica deberá distinguir los aspectos centrales de aquello que interesa lograr o
valorar, es decir, las dimensiones que se pretende evaluar, así como los niveles de logro en cada caso.
• Las dimensiones deberán concentrarse en los aspectos fundamentales del desempeño, evitando incluir
aquellos que son fáciles de observar o cuantificar.
• Cada dimensión será excluyente: evitará incluir dimensiones que se refieran a un
• mismo aspecto del producto o proyecto que se pretende evaluar.
• La descripción de los indicadores en cada dimensión deberá permitir identificar
• cómo se manifiesta la calidad (su ausencia o presencia) en cada nivel.
• Evitar la combinación de criterios independientes en una misma dimensión. Es decir,
• cuidar que no existan traslapes entre las características o los aspectos descritos en
• las casillas correspondientes a una misma dimensión (o entre otras).
• Asimismo, se deberá enfocar la evaluación en el impacto del desempeño.
5.- Evaluación bimestral
El desempeño de los alumnos en un periodo dado puede hacerse utilizando diferentes recursos; por ejemplo: los
trabajos en aula, las tareas que hayan realizado en casa, portafolios de evidencias, exposiciones o presentaciones,
debates, mesas redondas, entre otros.
A pesar de esta variedad de recursos a los que pueden acudir los docentes para revisar el desempeño de los
alumnos, uno de los más utilizados es la aplicación de exámenes al final del bimestre.
Dada la importancia de los exámenes bimestrales dentro de las prácticas de los docentes en México, se consideró de
gran importancia analizar este tipo de recursos en este capítulo, identificando sus implicaciones para la valoración de
los aprendizajes de diferente demanda cognitiva. En específico se pretende fortalecer la capacidad de valorar la
congruencia del tipo de preguntas incluidas en los exámenes, con respecto a las metas de aprendizaje que
representan los aprendizajes esperados. Así, este capítulo busca que los lectores continúen desarrollando la
comprensión sobre la manera en 114 Materiales para Apoyar la Práctica Educativa Herramientas para mejorar las
prácticas de evaluación formativa que se relacionan los aprendizajes esperados y los métodos para evaluarlos,
enfocándose en el análisis de los exámenes de Español que aplicaron al final de algún bimestre en este ciclo escolar.
Objetivo: que el docente
construya nuevas herramientas
de evaluación porque conoce
mucho mejor las metas de
aprendizaje
6.- Las calificaciones
En este capítulo se hace evidente la importancia de asignar calificaciones de una manera
más consciente por parte de los docentes. Se revisan diferentes conceptos que subyacen a
las prácticas de calificar que se llevan a cabo en las aulas, poniendo énfasis en la
importancia de definir los logros que se evaluarán y que se quiere que el alumno adquiera,
el proceso o el tiempo que cada alumno requiere para asimilar ese referente (nivel de
desempeño y criterios) y los instrumentos usados para otorgar “la calificación” (métodos de
evaluación).
Dos conceptos importantes que orientan a los profesores sobre su forma de calificar son los
de calificación normativa y calificación criterial. La primera es la que asigna la calificación
mediante la comparación de los sujetos entre sí. La segunda la asigna mediante la
comparación del sujeto con un criterio previamente establecido o estándar.
Se menciona de que para cualquier alumno la asignación de calificación criterial posee
mayor riqueza para mejorar su desempeño y, por ende, ofrece una mayor posibilidad de dar
un sentido al número asignado.
Otorgar una calificación implica determinar el grado que el alumno ha
logrado en conocimientos o capacidades establecidas en el currículo,
tomando como referencia los aprendizajes esperados en cada caso, por lo
que resulta indispensable establecer y, sobre todo, distinguir aspectos
que sirvan como puntos de referencia claros y estables para resumir
dichos aprendizajes. Unos criterios bien establecidos darán insumos al
alumno y al docente para saber qué mejorar y cómo hacerlo.