Antecedentes Históricos de Las IAAS

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Antecedentes Históricos

Infecciones Asociadas a la Atención de la


Salud (IAAS)

Dr. Samuel Banda Gurrola


Residente de segundo año de Epidemiología
UMAE 25
Las infecciones asociadas a la atención de la salud
(IAAS), anteriormente llamadas Infecciones
Nosocomiales, son un problema relevante de salud
pública de gran trascendencia económica y social, por
lo que constituyen un desafío para las instituciones de
salud y el personal médico responsable de su
atención.

Las IAAS se asocian con altas tasas de morbilidad y


mortalidad, lo que se traduce en un incremento en los
días de hospitalización, costos de atención y años de
vida ajustados por discapacidad en la población

Dirección General de Epidemiología (DGE). Manual de Procedimientos Estandarizados para la


Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria. México, 2016
Hace años, un estudiante le preguntó a la antropóloga
Margaret Mead cuál consideraba que era el primer signo de
civilización en una cultura. (…) Margaret Mead dijo que el
primer signo de civilización en una cultura antigua fue un
fémur roto y luego curado.

(…) en el reino animal, si te rompes una pierna, mueres. No


puedes huir del peligro, ir al río a beber o buscar comida.
Eres carne para las fieras que merodean. Ningún animal
sobrevive a una pata rota el tiempo suficiente para que el
hueso sane.

Un fémur roto que se ha curado es evidencia de que alguien


se tomó el tiempo para estar con la persona que se cayó,
vendó la herida, llevó a la persona a un lugar seguro y la
cuidó durante la recuperación
Los Hospitales tienen su origen en los templos
griegos dedicados a Asclepio, que eran casas de
sanación.

Los romanos introducen los xenodoquios (edificios


para atender a los enfermos), y los valetudinaria
(instalaciones militares para el cuidado de los heridos)

En la Edad Media las posadas alojaban tanto a los


viajeros como a los desposeídos y a los enfermos, a
los cuales se les proporcionaban alimentos y
cuidados: “hospitalidad”
Los árabes son considerados como los creadores del
hospital moderno (bimaristán).

Los bimaristán tenían una administración separada de


la dirección médica, había secciones para hombres y
mujeres, así como pabellones dedicados a cada
especialidad (mentales, ojos, fiebres y cirugía,
fundamentalmente).

Contaban con farmacia propia, los médicos visitaban


a los pacientes acompañados de los estudiantes.
Alexander Gordon Laing (1752-1799), médico de
Aberdeen, Inglaterra, fue el primero que demostró la
naturaleza contagiosa de la fiebre puerperal transmitida
por las manos de médicos y matronas.
En ese entonces se creía que las enfermedades se
transmitían por miasmas (vapores transportados por el
aire)

Gordon publicó en 1795 su obra «A Treatise of


Epidemical Puerperal Fever of Aberdeen».
En 1843, el médico norteamericano Oliver Wendell
Holmes, en su clásico trabajo On the contagiousness of
Childbed Fever postuló que las infecciones puerperales
eran propagadas físicamente a las mujeres parturientas
por los médicos a partir de las mujeres infectadas que
atendían.
Para ello dictó reglas de higiene en torno al parto.
Ignaz Philip Semmelweiss, el “profeta” de la
bacteriología
En 1847 Viena tenía dos clínicas dedicadas a atender
partos, y abrían alternadamente.
El Hospital General de Viena tenía una tasa de
mortalidad por fiebre puerperal de aproximadamente
de un 20%
En la otra clínica, atendida por matronas, la
mortalidad era mucho más baja, menos del 4%.
Este hecho era conocido fuera del hospital y las
mujeres intentaban ser admitidas en la clínica de
matronas debido a la mala reputación del hospital,
llegando a suplicar de rodillas no ser admitidas en él.
Algunas mujeres preferían dar a luz en la calle
antes que internarse en el Hospital.
Semmelweis estaba intrigado por el hecho de
que la fiebre puerperal era infrecuente en las
mujeres que daban a luz "en camino" al hospital.
Tampoco comprendía por qué las mujeres que
daban a luz en el hospital sufrían una tasa de
mortalidad más alta que las de la clínica de las
matronas, dado que en ambas se usaban los
mismos procedimientos.
En marzo de 1847 muere el profesor de Medicina
Forense Jakob Kolletschka, amigo de Semmelweiss.

Kolletschka murió a consecuencia de cortarse en un


dedo con el mismo bisturí con que estaba realizando
una autopsia, y desarrolló un proceso infeccioso con
sintomatología similar a la fiebre puerperal.

La autopsia de Kolletschka mostró alteraciones


patológicas similares a las que se encontraban en las
mujeres que fallecían de fiebre puerperal.
Las autopsias sólo se realizaban en el Hospital
General, y los estudiantes asistían a las prácticas.
Después atendían a las pacientes parturientas.
Los exámenes a las parturientas se realizaban después
de lavarse las manos con agua y jabón (o incluso sin
lavarse las manos) pero el olor a putrefacción persistía
en las manos de los estudiantes y médicos aún
después de lavarse
Los estudiantes no asistían a la clínica de matronas
desde 1841.

Semmelweis concluyó que los estudiantes


transportaban “partículas cadavéricas” en sus manos.​
Semmelweiss instituyó una política de inmersión de
las manos de estudiantes y médicos en una solución
de hipoclorito de calcio​entre la realización de
autopsias y el examen de las parturientas.

El resultado de la aplicación de esta técnica fue un


descenso de la mortalidad por fiebre puerperal de un
90%.
No obstante, la técnica de Semmelweiss generó mas
resistencia, ya que parecía no tener fundamento.

En 1848 es relevado de su cargo en el Hospital por


motivos políticos.

En los siguientes años las luchas contra la comunidad


médica europea causaron estragos en su estado
económico y mental.

En 1865 es internado en un sanatorio mental mediante


engaños. A las 2 semanas falleció a consecuencia de
las golpizas y duchas de agua fría que recibió.
Semmelweiss no vivió para ver confirmada su teoría.

Entre 1860 y 1864 Louis Pasteur rebate definitivamente


las teorías de la generación espontánea y la transmisión
por miasmas, demostrando que las enfermedades eran
causadas por microorganismos y reivindicando a
Semmelweiss.
Hasta ese entonces, los microorganismos sólo eran
curiosidades de circo.

Joseph Lister en 1885 une los trabajos de Semmelweiss


y Pasteur, proponiendo técnicas para el lavado del
instrumental médico.
Se le considera el “Padre de la antisepsia”
Florence Nightingale, la Dama de la Lámpara.

En 1854 Rusia invade Turquia, dando lugar a la


Guerra de Crimea.
Inglaterra se une a la guerra contra los rusos. Los
diarios londinenses pronto critican las terribles
condiciones de los hospitales de batalla.

Nightingale fue requerida como administradora de


enfermeras en los hospitales militares. Su título oficial
era Superintendente del Sistema de Enfermeras de los
Hospitales Generales Ingleses en Turquía.
Nightingale llegó a Estambul el 4 de noviembre
de 1854.
En dos semanas montó una cocina para preparar la
comida de 800 hombres; una lavandería en donde
se desinfectaba la ropa de los pacientes, además
dotó a los heridos y enfermos de 10 mil camisas.

Igualmente estableció un sistema de higiene y


disposiciones sanitarias; esta información fue
usada después como herramienta para mejorar los
hospitales militares y de las ciudades.
Con la llegada del Siglo XX se abrieron numerosos
hospitales especializados en enfermedades infecciosas.

Se reconoció por primera vez la importancia de las


infecciones no solamente en obstetricia y cirugía, sino en
otras condiciones médicas y en procedimientos invasivos.

Entre 1930 y 1950 se estableció la importancia de los


estafilococos y estreptococos en la aparición de infecciones
nosocomiales (grampositivos propios de la piel y
superficies)
A partir de los 60’s empezaron a cobrar
importancia las bacterias gramnegativas: E. coli,
Klebsiella, Proteus y Pseudomonas.
Posteriormente se reconoció también la
importancia de Acinetobacter.

Estas bacterias que habitan superficies y tubo


digestivo no suelen ser patógenas en individuos
sanos, pero se vieron favorecidas por la aparición
y uso inadecuado de nuevos antibióticos.
También hubo un mayor entendimiento de las
enfermedades que comprometen el sistema
inmunitario.
Comenzaba la “era de los oportunistas”.
En la década de los 50’s, como consecuencia de la alta
incidencia de infecciones intrahospitalarias por
Staphylococcus aureus resistente a la Penicilina, la
Asociación Americana de Salud Pública, los
Programas del Departamento de Salud de la ciudad de
Nueva York y el CDC, implementaron en los
hospitales un cargo para una persona con
conocimientos de epidemiología de las enfermedades
infecciosas agudas: un profesional médico.

Posteriormente, Gran Bretaña, Estados Unidos y


Canadá, incluyeron dentro del control de infecciones
al profesional de enfermería.
“Una de las principales razones por las que constantemente
fracasamos en persuadir a nuestros colegas de los
hospitales para que hagan la antisepsia que deben hacer, es
que raramente les hemos proporcionado evidencia
convicente de que si lo hacen, sus pacientes mejorarán más
rapido o sobrevivirán en mayor número”

Sir Robert E.O. Williams, en la Primera Convención


Internacional sobre Enfermedades Infecciosas, Atlanta,
1970
La vigilancia de las IAAS en México está a cargo de la
Red de Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria
(RHOVE), este sistema de vigilancia centinela se
estableció formalmente en 1997.
La RHOVE es responsable de unificar los criterios para
la recopilación dinámica, sistemática y continúa de la
información generada por cada unidad de atención
médica hospitalaria afiliada.
Se apoya en la NOM-045-SSA2-2005, Para la
vigilancia, prevención y control de las Infecciones
Nosocomiales, y en el manual de procedimientos
estandarizados para la vigilancia epidemiológica.
Gracias
Unidad de Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria
Residencia en Epidemiología
UMAE 25

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