SOFONIASKEV
SOFONIASKEV
SOFONIASKEV
La profecía de Sofonías deja bien claro que Judá y sus países circunvecinos sentirán el ardor de la ira de Dios.
Profetizó en Judá durante el tiempo del rey JOSÍAS.
La profecía de Sofonías deja bien claro que Judá y sus países circunvecinos
sentirán el ardor de la ira de Dios. Profetizó en Judá durante el tiempo del
rey JOSÍAS.
El uso repetido del término “el Día del Señor” indica que el libro de
Sofonías contiene un mensaje sobre el fin de los tiempos. El Día del Señor
equivale a un tiempo, o al día determinado, cuando Dios cumplirá su
propósito para la humanidad y la tierra. El justo será recompensado con
eterna bendición y el impío será castigado con eterna condenación.
PROPÓSITO: Estremecer al pueblo de Judá a fin de que abandone su
indiferencia e instarlo a volver a Dios
Este libro tiene una revelación extensa acerca del futuro “día de Jehová
El profeta Sofonías demuestra que conoce bien la ciudad de Jerusalén (1:10-
11). Como era descendiente de reyes, probablemente vivía en Jerusalén.
Tiene que haberle sido en extremo doloroso anunciar el castigo de Dios
contra su amada ciudad.
Como sucede con la mayoría de los profetas, los escritos de Sofonías tienen
tres componentes:
CAPÍTULO 1
1:1 Sofonías profetizó en los días de Josías, rey de Judá (640–609 a.C.).
Los indicadores de que el libro fue escrito a principios del reinado de Josías
son:
2. Nínive (2:13–15) fue destruida en el 612 a.C., justamente tres años antes
del fin de su reinado.
Poco a poco los israelitas comenzaron a adorar los dioses de los cananeos.
A pesar de que había muchos dioses, Baal era el principal; simbolizaba
fortaleza y fertilidad. Dios se enojó grandemente porque su pueblo se alejó
de Él para adorar a Baal.
La historia está llena de ídolos e idólatras, y la idolatría prevalece incluso
hasta en nuestros días. Un ídolo es cualquier cosa que reverenciamos más
que a Dios. Sin embargo, a la larga todos los ídolos demuestran su carencia
de valor y el verdadero Dios prevalecerá.
1:7 Estas profecías tienen un doble cumplimiento, uno para el futuro cercano
(muy poco después de esta profecía) y otro para el futuro distante (quizás
durante el fin de los tiempos). Ocurrió un día de juicio y de gran matanza
durante la vida de este pueblo cuando los babilonios invadieron la tierra.
Algunos eruditos entienden que estas profecías de juicio se refieren
totalmente al futuro. El profeta vio estas profecías como sucesos futuros, pero
no pudo ver cuándo ni en qué orden se llevarían a cabo.
Día, en hebreo yom: el período diurno o lo que tiene lugar en un lapso de 24
horas, es decir, un amanecer y un atardecer. También se refiere a un período
de tiempo específico. yom se menciona más de 2,200 veces. Esta palabra
contiene una variedad de significados. La encontramos por vez primera en
Génesis 1.5, donde Dios llama a la luz “día”. El resto del versículo muestra
que el día no sólo es el período diurno, sino también el lapso que transcurre
entre el anochecer y la mañana. (Como Dios colocó el anochecer antes que
el amanecer a lo largo de toda la semana de la creación, el día judío
comienza a la caída del sol.) yom puede representar un período de tiempo o
la ocasión en que ocurre algo de especial importancia.
1:8-10 Usar vestidura pagana implicaba que deseaban los dioses y estilos de
vida extranjeros. Los líderes que debieron ser un buen ejemplo para el
pueblo, adoptaban las prácticas extranjeras y por lo tanto, mostraban su
desprecio hacia el Señor y pasaban por alto sus mandamientos en contra de
adoptar la cultura pagana.
Los que visten vestido extranjero no lo hacían sólo para lucir costosas
vestimentas, sino para imitar las modas de los pueblos paganos.
1:14-18 El gran día de Jehová estaba cerca; pronto los babilonios vendrían
y destruirían Jerusalén. La conquista babilónica ocurrió tan cierta y
horriblemente como lo predijo Sofonías.
2:1–3 Todavía había tiempo para evitar el juicio. Simplemente el pueblo
tenía que volverse de sus pecados, humillarse y obedecer a Dios. Los
profetas del Antiguo Testamento anunciaron destrucción, pero también
ofrecieron el único medio de escape y protección: volverse del pecado y
caminar con Dios.
El juicio de Dios en contra de Judá llegó con una larga advertencia, y el
pueblo no tenía excusa alguna. Dios les dijo lo siguiente:
2:12 Etiopía, al extremo sur del Mar Rojo, controlaba a Egipto en este
tiempo. Sofonías mencionó una gran nación al sur y luego una nación al
norte, Asiria.
2:13 Asiria, a pesar de su decadencia, seguía siendo la potencia militar más
poderosa de esos días. Dominó al mundo durante tres siglos, destruyendo
todo a su paso. Nínive, su gran ciudad capital, se consideraba impenetrable.
Los babilonios la borraron en el año 612 a.C., los que se convertirían en la
siguiente potencia mundial.
2:15 Nínive era el centro cultural, tecnológico y de belleza del Cercano
Oriente. Tenía bibliotecas, edificios y un vasto sistema de irrigación que creó
exuberantes jardines en la ciudad. El muro de la ciudad tenía 96 km de
largo, 32 m de altura y alrededor de 9.6 m de ancho y estaba fortificado con
1,500 torres. Aun así, toda la ciudad fue destruida de una forma tan
completa que se cuestionó su misma existencia hasta que se descubrió, con
gran dificultad, por arqueólogos del siglo XIX. El área donde reinó el
esplendor se convirtió en pastizal.
3:5 Los israelitas no tenían excusa alguna para sus pecados. Jerusalén,
donde se encontraba el templo, era el centro religioso de la nación. Pero aun
cuando el pueblo no seguía a Dios, Él estaba “dentro de la ciudad”, presente
en medio de la corrupción, persecución e incredulidad.
3:7 Podemos preguntarnos cómo los israelitas tuvieron advertencias tan
claras y aun así no se volvieron a Dios. El problema no se debía a que no
tuvieran conocimiento, sino que permitieron que el pecado los endureciera
tanto, que ya no se preocupaban por seguir a Dios. Se negaron a escuchar
las advertencias de Dios y rechazaron el arrepentimiento.
3:9–13 Esta sección es una promesa de salvación para todos los pueblos y
para el remanente de Israel. Dios purificará y unificará el idioma para que
su pueblo proveniente de todas las naciones lo adoren al unísono. En la
nueva tierra, los creyentes hablarán el mismo idioma, la confusión del
lenguaje en la torre de Babel será revertida (Gn. 11).
A lo largo de las Escrituras, los profetas que mencionan juicio para el pueblo
de Dios continúan con la promesa de redención.
Los profetas post-exílicos son tres: Hageo, Zacarías y Malaquías. Los tres
motivaron a la reconstrucción; tanto al remanente que regresó de Babilonia,
como a aquellos quienes habían quedado. Principalmente hablaron de su
necesidad espiritual y religiosa. Tuvieron como centro de su mensaje la
reconstrucción del templo.