Contrato de Factoraje - Tarjeta de Credito - Mutuo

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CONTRATO DE FACTORAJE

arts. 1421 a 1428 CCyC

Art. 1421 del CCyC

“Hay contrato de factoraje cuando una de las


partes, denominada factor, se obliga a adquirir por
un precio en dinero determinado o determinable
los créditos originados en el giro comercial de la
otra, denominada factoreado, pudiendo otorgar
anticipo sobre tales créditos asumiendo o no los
riesgos”
Definición

Es el negocio por el cual el factoreado (cedente)


cede o se obliga a ceder al factor (cesionario) una cartera
de créditos determinables (existentes o futuros) con
terceras personas (deudores cedidos) originados en su giro
comercial, ya sea con anterioridad a la fecha del contrato
o durante un tiempo posterior expresamente convenido,
asumiendo el factor la cobranza de los créditos cedidos,
contra una comisión o contraprestación pactada,
pudiendo el factor otorgar anticipo sobre tales créditos y
asumir o no los riesgos
Definición

No se trata de una mera cesión de facturas, por cuanto


se integra con un sistema de gestión de cobro, financiamiento
de esas facturas cedidas y un sistema de asesoramiento
administrativo y financiero.

Este contrato permite al cliente factoreado una


inyección de fondos al circuito productivo de su empresa,
convirtiendo activos corrientes no exigibles en disponibles,
reduciendo así sus costos administrativos.
Caracteres
a. Consensual. Se perfecciona con el simple
consentimiento de las partes.
b. Bilateral. Impone obligaciones recíprocas a las partes
intervinientes (art. 966 CCyC).
c. Oneroso. Las ventajas que el contrato procura a una
de las partes le son concedidas en función de una prestación
que efectuó o se obliga a efectuar (art. 967 CCyC).
d. Conmutativo. Las ventajas para todas partes son
ciertas (art. 968 CCyC).
e. Formal. Dado los recaudos que se imponen hace que
necesariamente debe hacerse por escrito (conf. art. 1618
CCyC).
f. Nominado. Se encuentra regulado por la ley.
Diferencias con otros contratos
A. Con la cesión de derechos.
Si bien surge como una variante de la cesión de
derechos, se diferencia de éste en que en el contrato
de cesión el cedente busca ganar liquidez cediendo a
menor precio su crédito, mientras que en el factoraje
los créditos o derechos se ceden a su valor,
descontándose comisiones o intereses.

También en que la cesión suele ser de créditos


individuales, mientras que el factoraje suele
comprende un cúmulo de derechos o créditos, muchas
veces futuros.
Diferencias con otros contratos
A. Con la cesión de derechos.
Otra diferencia se halla en la forma y el modo de
notificación al deudor cedido, en la cesión debe
notificarse al deudor cedido por instrumento público o
privado de recha cierta (conf. art. 1620), mientras que
en el factoraje no lo es así.

No obstante, para llenar los vacíos legales o


contractuales del factoraje debe recurrirse a la
regulación del contrato de cesión de derechos.
Diferencias con otros contratos
B. Con el descuento de documento.
En el factoraje, el factor adquiere -se le transfieren
derechos- créditos originados en el giro comercial del asistido,
lo que permite desprender que los créditos comprometidos
salen del patrimonio del factoreado asistido para pasar a
integrar el patrimonio del factor, mientras que en la operatoria
de descuento de documento, los documentos negociados se
transfieren a título de respaldo de la asistencia crediticia
otorgada (“pro solvendo”), puesto que el cliente descontado
se endeuda con el banco y se obliga a cancelar la totalidad del
crédito otorgado, en el supuesto de que alguno de los
documentos descontados no pudieran cobrarse.
Diferencias con otros contratos
B. Con el descuento de documento.
De modo que, en el factoraje, es natural la
asunción del riesgo de incobrabilidad por parte del
factor, quien tiene plenas facultades para evaluar y
seleccionar los créditos que va a asumir y financiar. No
sucede lo mismo en el descuento de documentos.

No obstante, en el factoraje “con recursos” es


afín con el descuento bancario, visto que el cliente se
endeuda mediante esta alternativa.
Modalidades del contrato
A. Según el riesgo asumido por el factor.
Si bien esto no está expresamente del texto del Código Civil y
Comercial, lo cierto es que ello se desprende de la última parte del art.
1421:

Sin recurso.
–“pro solutum o propio”-

Con recurso.
–“pro solvendo”-
Modalidades del contrato
1. Factoraje “sin recurso”.

En esta modalidad, la empresa de factoring -el factor-


asume el riesgo de la insolvencia y el riesgo del no cobro de la
deuda cedida, quedando el factoreado al margen de la disputa por
el cobro, por lo que se lo suele equiparar a la llamada “compra-
venta” de créditos.
Modalidades del contrato
2. Factoraje “con recurso”.
En este caso, la empresa de factoring no asume el riesgo de
la imposibilidad de cobro, debiendo el factoreado asumir el riesgo
de la operatoria, es decir, el incumplimiento de su cliente -deudor-
de su operación de crédito.

De modo que, si los créditos futuros cedidos al factor no


resultan adquiridos, el factoreado queda obligado a restituir los
anticipos que le hizo el factor.

Puede asimilarse a una operación de crédito, donde la


cesión es una suerte de garantía del recupero del adelanto de
fondos efectuado por el factoreado –descuento de documento-.
Modalidades del contrato
B. Clasificación de los créditos que se ceden.
Si bien esto no está expresamente del texto del Código Civil y
Comercial, lo cierto es que ello se desprende de la última parte del art.
1421:

Factoraje parcial.

Factoraje total.
Modalidades del contrato
1. Factoraje parcial.
En estos casos, el factor se reserva el derecho a seleccionar
las facturas, créditos o los clientes que aceptará del factoreado,
operación que, a su vez, podrá ser, con o sin recurso.

Pero una vez cerrado el contrato de factoraje, el factor


estará obligado a aceptar los créditos que reúnan las
características materiales, formales, cuantitativas y cualitativas que
se hayan determinado previamente, conforme el proceso de
selección que hubiere realizado a los fines de minimizar el riesgo
de incobrabilidad de los mismos.
Modalidades del contrato
2. Factoraje total.
Acá, el factor se compromete a absorber la totalidad de la
facturación del factoreado, negocio que también puede celebrarse
con o sin recurso.

Esta modalidad, por lo general, se trata de una operación


que va vinculada a un servicio completo de administración de
cartera.
Modalidades del contrato

La operación de factoraje, puede complementarse con


servicios de administración y gestión de cobranza, asistencia
técnica, comercial o administrativa de los créditos cedidos -
investigación de mercados, publicidad, mercadotecnia,
contabilización, información de interés, etc.-.

A través de este servicio, los clientes pueden tener por


satisfechas sus necesidades administrativas con mayor eficacia y
menor costo, en tanto delegan el manejo administrativo contable
en el factor.
Contenido del contrato
Dispone el art. 1424 que el contrato de factoraje debe incluir la
relación de los derechos de crédito que se transmiten, la identificación
del factor y factoreado y los datos necesarios para identificar los
documentos representativos de los derechos de crédito, sus importes y
sus fechas de emisión y vencimiento o los elementos que permitan su
identificación cuando el factoraje es determinable.

Como se señaló se trata de un contrato formal en razón de los


recaudos que exige la norma impone y que necesariamente conllevan
que deban ser plasmados por escrito. Implícitamente se exige la forma
escrita.

Esto se reafirma con el art. 1425 en cuanto dice que el


documento contractual es título suficiente de transmisión de los
derechos cedidos.
Contenido del contrato
De este modo, la celebración del contrato deja cedidos
todos los derechos instrumentados en todas las facturas -existente
o a existir- que se hallan comprendidos en el contrato, e impone la
tradición de todos los documentos relacionados con el crédito o
derecho cedido que se encuentra en poder del factoreado -art.
1619-.

Resulta imprescindible una identificación precisa el objeto


del contrato para tener una real certeza de los créditos
comprendidos -y cuáles no- en la operatoria.
Contenido del contrato
En el caso de un factoraje con extensión en el tiempo y por
ende la cesión de facturas o créditos futuros, al no poderse
identificarlos al momento de celebración -son determinables-, se
exige la determinación de todos los elementos que faciliten la
identificación de los créditos que se cederán en cumplimiento del
contrato, como podría ser definiendo las operaciones a facturar, la
clientela deudora, entre otros datos.

Asimismo, si bien la norma no lo establece expresamente,


en el contrato deberá consignarse los intereses y las comisiones u
honorarios del factor, así como el plazo o término de duración del
contrato -si correspondiere-.
Garantía de incobrabilidad
El art. 1426 dispone que las garantías reales y personales y la
retención anticipada de un porcentaje del crédito cedido para
garantizar su incobrabilidad o aforo, son válidos y subsisten hasta la
extinción de las obligaciones del factoreado.

Se desprende así que, en el factoraje con recurso, además de


responder personalmente el factoreado en caso de incobrabilidad
del crédito cedido, se pueden constituir garantías reales para
garantizar tal incobrabilidad.

Tales garantías hallan su límite en la extinción de las


obligaciones del factoreado, que, al tratarse de un factoraje con
recurso, es cuando se haya concluido con el cobro de todos los
créditos, facturas o documentos cedidos.
Deber de notificación del deudor
El art. 1428 dispone que la transmisión de los derechos del
crédito cedido debe ser notificada al deudor cedido por cualquier
medio que evidencie razonablemente la recepción por parte de
éste.

Es esencial que se notifique al deudor cedido la operatoria


celebrada, a fin de evitar que éste cancele su obligación con el
factoreado.

De este modo, para que le sea oponible el factoraje, al


tratarse de un tercero de la relación negocial, debe ser
debidamente notificado (conf. arg. 1620).
Deber de notificación del deudor
En caso de no encontrarse debidamente notificado el
deudor, los pagos que haga al factoreado tendrán el efecto
liberatorio, más allá de la responsabilidad del factoreado frente al
factor.

La notificación puede ser efectuada tanto por el factor


como por el factoreado y puede ser por cualquier medio que
acredite la recepción del deudor cedido de tal notificación.
También se lo tendrá por notificado si se acredita que éste tenía
conocimiento de tal cesión.
Derechos y obligaciones de las partes
1. Factor.
La principal obligación es que debe adelantar el dinero efectivo; o tener a
disposición del cliente factoreado, el o los importes comprometidos en el contrato.

Debe asumir el riesgo de la insolvencia de los clientes insolventes, si así se


pactó -factoraje sin recurso-.

Asimismo, debe respetar las fechas de pago de las facturas, documentos, o


contratos cedidos, agotando las gestiones previas y las extrajudiciales de cobro al
vencimiento de dichas facturas o documentos, antes de recurrir a la vía judicial o
utilizar el recurso contra el cliente factoreado.

Tiene el derecho de aprobar o elegir los créditos que recibirá del


factoreado, y al cobro de su comisión y de los intereses de las sumas adelantadas.
Derechos y obligaciones de las partes
2. Factoreado.
Tiene la obligación de operar con el factor exclusivamente,
haciendo entrega de todos los documentos relacionados con el
crédito o derecho cedido que se encuentre en su poder garantizando
la existencia y legitimidad de todos los créditos cedidos y en su caso
su cobrabilidad.

Debe notificar a su clientela cedida la transferencia de los


derechos, créditos o facturas y los datos del factor, y suministrarle
todos los datos e información de los deudores cedidos.

Tiene derecho al adelanto de los fondos pactados o a la


financiación y servicios pactados y, al cobro de los fondos o a girar
contra los fondos comprometidos por el factor.
Imposibilidad de cobro del derecho cedido
Dispone el art. 1427 que cuando el cobro del derecho de
crédito cedido no sea posible por una razón que tenga su causa en
el acto jurídico que le dio origen, el factoreado responde por la
pérdida de valor de los derechos del crédito cedido, aun cuando el
factoraje se haya celebrado sin garantía o recurso.

Esta norma de principal aplicación al factoraje sin recurso,


impone la responsabilidad del factoreado ante la falta o
imposibilidad de cobro de facturas o documentos transferidos al
factor, cuando ello tuvo su causa al momento de generarse el
crédito factoreado o al momento de ser contrato el factoraje, sea
por una actuar del factoreado, o por una omisión de información
de su parte.
Prescripción de las acciones derivadas del
factoraje

a. Las acciones entre factor y factoreado emergentes


del contrato prescriben a los 5 años (art. 2560); y

b. Las acciones entre factor y los clientes o deudores


cedidos prescribirán según se trate el crédito
cedido:
i. En el caso de facturas a los 5 años (art. 2560).
ii. Para reclamos procedentes de documentos
endosables o al portador, al año (art. 2564, inc. d).
TARJETA DE CREDITO
ley 25.065
Art. 1 (texto decreto 70/23).

“Se entiende por sistema de Tarjeta de Crédito al conjunto de contratos


individuales cuya finalidad es:

a) Posibilitar al usuario efectuar operaciones de compra o locación


de bienes o servicios u obras, obtener préstamos y anticipos de dinero del
sistema, en los comercios e instituciones adheridos.

b) Diferir para el titular responsable el pago o las devoluciones a


fecha pactada o financiarlo conforme alguna de las modalidades
establecidas en el contrato.

c) Abonar a los proveedores de bienes o servicios los consumos del


usuario en los términos pactados”.
Definición

En esta definición legal se advierte la noción de


finalidad supracontractual, propia de los sistemas; que
en el caso es el conjunto sistematizado de contratos el
que debe permitir la realización de otros contratos (inc.
a), mediante crédito (inc. b), con pago al negocio
adherido (inc. c).
Caracteres
a. Consensual. Se perfecciona con el simple consentimiento de las
partes.
b. Bilateral. Impone obligaciones recíprocas a las partes
intervinientes (art. 966 CCyC).
c. Oneroso. Las ventajas que el contrato procura a una de las partes
le son concedidas en función de una prestación que efectuó o se obliga
a efectuar (art. 967 CCyC).
d. Conmutativo. Las ventajas para todas partes son ciertas (art. 968
CCyC).
e. Formal. Dado los recaudos que se imponen (art. 6 ley 25.065) hace
que necesariamente debe hacerse por escrito (conf. art. 1618 CCyC).
f. Adhesión.
g. Nominado. Se encuentra regulado por la ley.
h. Duración.
Sujetos
1. Emisor: Es la entidad, de cualquier naturaleza, en tanto se encuentre previsto
dentro de su objeto social, que emita Tarjetas de Crédito, o que haga efectivo el
pago.
Pueden serlo las entidades financieras, los bancos, y las sociedades
comerciales.

2. Titular de Tarjeta de Crédito: Aquel que está habilitado para el uso de la Tarjeta
de Crédito y quien se hace responsable de todos los cargos y consumos realizados
personalmente o por los autorizados por el mismo.

3. Usuario, titular adicional, o beneficiario de extensiones: Aquel que está


autorizado por el titular para realizar operaciones con Tarjeta de Crédito, a quien el
emisor le entrega un instrumento de idénticas características que al titular.

4. Proveedor o Comercio Adherido: Aquel que, en virtud del contrato celebrado


con el emisor, proporciona bienes, obras o servicios al usuario aceptando percibir
el importe mediante el sistema de Tarjeta de Crédito.
Modalidades
A. Según los sujetos intervinientes.

Tarjetas bilaterales.

Tarjetas trilaterales.
Modalidades del contrato
1. Bilateral. Interviene la entidad emisora de la tarjeta y el titular.
Son las llamadas tarjetas de cliente o de compra.

2. Trilateral. Involucran a la entidad emisora y/o gestora de la


tarjeta, al titular, y a los establecimientos o personas que
admitirán la tarjeta como medio de pago.
Hay tres contratos: i) entre la entidad emisora y/o gestora de la tarjeta, y el
titular; ii) entre la entidad emisora y/o gestora de la tarjeta, y el
establecimiento que se adhiere al sistema; y iii) entre el titular de la tarjeta,
y el establecimiento que se adhiere al sistema.
Modalidades del contrato
B. Según su finalidad.

Tarjeta de crédito.

Tarjeta de débito.

Tarjeta de compra.

Tarjeta recargable.
Modalidades del contrato
1. Tarjeta de crédito. Permiten el pago de las obligaciones de
dinero contraídas con las personas que prestan un servicio o
venden bienes mediante la concesión de un crédito al titular
de la tarjeta.

2. Tarjeta de débito. Aquellas que las instituciones bancarias


entregan a sus clientes para que, al efectuar compras o
locaciones, los importes de las mismas sean debitados
directamente de una cuenta de ahorro o corriente bancaria del
titular.
Modalidades del contrato
3. Tarjeta de compra. Son aquellas que las instituciones comerciales entregan
a sus clientes para realizar compras exclusivas en su establecimiento o
sucursales.

Facilitan y simplifican todos los pagos de obligaciones dinerarias que deba


efectuar el titular de la tarjeta derivados de las futuras relaciones
obligatorias que pueden producirse entre la empresa emisora y su cliente.

No hay crédito, débito, cuenta corriente bancaria, ni obligación a cargo del


emisor derivada de la tarjeta.

Las obligaciones surgen del contrato de compraventa o servicios que


celebra el cliente con la empresa comercial, y como se trata de compras
sucesivas, no se implementan en una cuenta corriente comercial, sino en
una tarjeta.
Modalidades del contrato
4. Tarjeta recargables. Son aquellas que pueden ser cargadas,
para disponer o utilizar hasta el límite de alimentación en el
momento de realizar determinados pagos.
No se trata de una tarjeta de crédito, en sentido amplío
(crédito, débito, compra), sino de un documento, que permite
accionar determinados dispositivos sin llevar a cabo un
desembolso en dinero efectivo -billetera digital-.
Ley aplicable
Las relaciones por operatoria de Tarjetas de Crédito quedan
sujetas a la ley 25.065 y supletoriamente se aplicarán las normas
de los Códigos Civil y Comercial de la Nación y de la ley de Defensa
del Consumidor (Ley 24.240).

De conformidad con la propia ley, que se declara de orden


público (art. 57), el régimen dispone las reglas aplicables en tanto
normas especial, desplazando tanto a la autonomía de la voluntad
como a otras leyes especiales, que sólo rigen supletoriamente.
Ley aplicable

Ahora bien, en lo relativo a la ley de protección de los


consumidores, en principio, debe aplicarse supletoriamente a la
ley de tarjetas de créditos, pero si hubiera contracción, deberá
buscarse la interpretación que armonice ambas normas, y para el
caso de contradicción insalvable, la solución que se impone es la
prevalencia de la ley de defensa del consumidor que posee
protección constitucional (art. 42).
Diferencia con el título de valor
La tarjeta de crédito es un título legitimante en cuanto con
su presentación se identifica al titular o usuario, y en virtud de ello
se lo legitima para su crédito, débito o compra.

No es un título de valor porque no hay una incorporación


de un derecho al título, no hay literalidad, ni autonomía, ni
abstracción; tampoco hay transmisibilidad, ya que la tarjeta es
personalísima no está concebida para su circulación, como sí lo
está el título de valor; y la tarjeta no tiene una fuerza extintiva
legal, sino que depende de un contrato mediante el cual el
comerciante acepta recibirla.
Objeto y contenido

El contrato de emisión de Tarjeta de Crédito debe contener


los requisitos previstos en el art. 6.

Esta norma es imperativa y configura una intervención en el


contenido contrato, cuya violación acarrea la nulidad, total o
parcial, según el caso.
Deber de información
1. Aspectos generales.
El emisor tiene un deber de información que abarca todos
los aspectos de la relación jurídica.

La ley 25.065 no prevé normas sobre la información


precontractual, por lo que resulta aplicable supletoriamente la ley
24.240.
Deber de información
2. Información por medios electrónicos.
A los fines de garantizar las operaciones y minimizar los
riesgos por operaciones con tarjetas sustraídas o pérdidas, el
emisor debe contar con un sistema de recepción telefónica de
denuncias que opere las veinticuatro (24) horas del día,
identificando y registrando cada una de ellas con hora y número
correlativo, el que deberá ser comunicado en el acto al
denunciante (art. 51).
Deber de información
3. Los resúmenes de cuenta.
El emisor deberá confeccionar y enviar mensualmente un
resumen detallado, preferentemente en forma electrónica, de las
operaciones realizadas por el titular o sus autorizados (art. 23),
cuyo contenido esta expresamente regulado por el art. 22.

El resumen deberá ser recibido por el titular con una


anticipación mínima de cinco (5) días anteriores al vencimiento de
su obligación de pago, independientemente de lo pactado en el
respectivo contrato de Tarjeta de Crédito.
Deber de información
3. Los resúmenes de cuenta.
En el supuesto de la no recepción del resumen, el titular
dispondrá de un canal de comunicación telefónico proporcionado
por el emisor durante las veinticuatro (24) horas del día que le
permitirá obtener el saldo de la cuenta y el pago mínimo que
podrá realizar (art. 25).
Deber de información
4. Impugnación del resumen.
El titular puede cuestionar la liquidación dentro de los
treinta (30) días de recibida, detallando claramente el error
atribuido y aportando todo dato que sirva para esclarecerlo por
nota simple girada al emisor (art. 26).

Así el usuario tiene la carga de revisar diligentemente cada


uno de los conceptos de las cuentas mensuales y observarlas si no
coincidieran con sus propios cálculos de compras y egresos.
Deber de información
4. Impugnación del resumen.
El emisor debe acusar recibo de la impugnación dentro de
los siete (7) días de recibida y, dentro de los quince (15) días
siguientes, deberá corregir el error si lo hubiere o explicar
claramente la exactitud de la liquidación, aportando copia de los
comprobantes o fundamentos que avalen la situación. El plazo de
corrección se ampliará a sesenta (60) días en las operaciones
realizadas en el exterior (art. 27).
Deber de información
4. Impugnación del resumen.
Mientras dure el procedimiento de la impugnación se
establece que el emisor:

a) no podrá impedir ni dificultar de ninguna manera el uso


de la Tarjeta de Crédito o de sus adicionales mientras no se
supere el límite de compra; y

b) podrá exigir el pago del mínimo pactado por los rubros


no cuestionados de la liquidación, y su pago no implica la
aceptación del resumen practicado por el emisor (art.
30).
El cobro del crédito, como título ejecutivo

La tarjeta no constituye un título ejecutivo por sí misma


(art. 42), ni es lícita la cláusula contractual que así lo establezca
(art. 14, inc. h).

La ley se inclina por el procedimiento de preparación de la


vía ejecutiva (art. 39), de conformidad con lo prescripto por las
leyes procesales vigentes en el lugar en que se acciona, pidiendo el
emisor el reconocimiento judicial de:

a) El contrato de emisión de Tarjeta de Crédito instrumentado en legal


forma.
b) El resumen de cuenta que reúna la totalidad de los requisitos legales.
El cobro del crédito, como título ejecutivo

Por su parte el emisor deberá acompañar:

a) Declaración jurada sobre la inexistencia de denuncia fundada y válida,


previa a la mora, por parte del titular o del adicional por extravío o
sustracción de la respectiva Tarjeta de Crédito.

b) Declaración jurada sobre la inexistencia de cuestionamiento fundado y


válido, previo a la mora, por parte del titular, de conformidad con lo
prescripto por los artículos 27 y 28 de esta ley.
El cobro del crédito, como título ejecutivo

Se prevé la pérdida de la vía ejecutiva (art. 41) cuando:

a) No se reúnan los requisitos para la preparación de la vía ejecutiva de los


artículos anteriores.
b) Se omitan los requisitos contractuales previstos en esta ley.
c) Se omitan los requisitos para los resúmenes establecidos en el art. 23.
Los intereses
1. Compensatorios o financieros.
El límite de los intereses compensatorios o financieros que
el emisor bancario aplique al titular no podrá superar en más del
veinticinco por ciento (25%) a la tasa que el emisor aplique a las
operaciones de préstamos personales en moneda corriente para
clientes.

En caso de emisores no bancarios el límite de los intereses


compensatorios o financieros aplicados al titular no podrá superar
en más del veinticinco por ciento (25%) al promedio de tasas del
sistema para operaciones de préstamos personales publicados del
día uno al cinco (1 al 5) de cada mes por el Banco Central de la
República Argentina.
Los intereses
1. Compensatorios o financieros.
La entidad emisora deberá obligatoriamente exhibir al
público en todos los locales la tasa de financiación aplicada al
sistema de Tarjeta de Crédito (art. 16).

Corren desde el momento en que se devenga la deuda (art.


21).
Los intereses
2. Punitorios.
En materia de intereses punitorios, la ley dispone que no
serán capitalizables (art. 18).

Proceden cuando no se abone el pago mínimo del resumen


y sobre el monto exigible (art. 21), más no cuando se hubieran
efectuado los pagos mínimos indicados en el resumen en la fecha
correspondiente (art. 19).
Extinción
- Concluye la relación contractual cuando –titular y emisor-:

a) No se opera la recepción de las Tarjetas de Crédito renovadas por parte


del titular;
b) El titular comunica su voluntad en cualquier momento por medio
fehaciente (art. 11); y
c) Si se hubiese pactado la renovación automática, cuando el usuario
comunica su decisión de dejarla sin efecto comunicando su decisión por
medio fehaciente con treinta (30) días de antelación (art. 10).

- Se prevé la resolución del contrato del emisor con el proveedor,


ante el incumplimiento de cualquiera de las obligaciones del
proveedor con el titular de la tarjeta de crédito (art. 44).
Relaciones entre el emisor y el proveedor

El contrato entre el emisor y el proveedor tiene su fuente


en la autonomía de la voluntad, pero con fuertes limitaciones
legales, ya que se le impone un contenido mínimo, lo cual importa
una fuerte limitación a la liberación de contratación. Este
contenido mínimo esta regulado en el art. 38.

Es deber del emisor informar inmediatamente a los


proveedores sobre las cancelaciones de Tarjetas de Crédito antes
de su vencimiento sin importar la causa. La falta de este deber no
perjudicará al proveedor (art. 33).
Relaciones entre el emisor y el proveedor

Por su parte, el proveedor, está obligado a:

a) Aceptar las tarjetas de crédito que cumplan con las disposiciones de esta
ley.
b) Verificar siempre la identidad del portador de la tarjeta de crédito que se
le presente.
c) No efectuar diferencias de precio entre operaciones al contado y con
tarjeta.
d) Solicitar autorización en todos los casos (art. 37).
Prescripción

Las acciones derivadas de la ley de tarjeta de crédito prescriben:

a) Al año, la acción ejecutiva; y


b) A los tres (3) años, las acciones ordinarias (art. 47).
CONTRATO DE MUTUO
arts. 1525 a 1532 CCyC

Art. 1525 del CCyC

“Hay contrato de mutuo cuando el mutuante


se compromete a entregar al mutuario en
propiedad, una determinada cantidad de
cosas fungibles, y éste se obliga a devolver
igual cantidad de cosas de la misma calidad y
especie”
CONTRATO DE MUTUO
arts. 1525 a 1532 CCyC
Es requisito esencial que la cosa objeto del
contrato sea fungible porque como se desprende
de la norma no se requiere la devolución de la
misma cosa, sino que se exige que sea de la misma
cantidad, calidad y especie a la entrega.

De este modo, si en el contrato se estipula la


devolución de cosas distintas, ya no se está frente
un mutuo, sino ante otro tipo de contrato.
Caracteres
a. Consensual. Se perfecciona con el simple
consentimiento de las partes.
b. Bilateral. Impone obligaciones recíprocas a las
partes intervinientes (art. 966 CCyC).
c. Oneroso. Las ventajas que el contrato procura a
una de las partes le son concedidas en función de una
prestación que efectuó o se obliga a efectuar (art. 967
CCyC).
d. Conmutativo. Las ventajas para todas partes son
ciertas (art. 968 CCyC).
e. No formal. Consumidor es formal –art. 36 ley 24.240-.
f. Nominado. Se encuentra regulado por la ley.
Diferencias con otros contratos
A. Con el comodato.
La diferencia con el comodato estriba en la naturaleza
de la cosa prestada, en el mutuo la cosa es necesariamente
fungible, mientras que en el comodato debe ser no fungible.
Así en el mutuo hay transferencia de la propiedad y en el
mutuo no, por lo que los riesgos de la cosa en el mutuo recaen
en el que recibió el préstamo -mutuario- y en el comodato en
el que lo hizo -comodante-.

Además, el comodato es gratuito y, el mutuo, por regla,


es oneroso.
Diferencias con otros contratos
B. Con la locación.
Si bien en ambos se presentan como el compromiso de
entregar una cosa con facultad de usarla, a cambio de un precio en
dinero que por lo general se paga periódicamente, la diferencia
esencial entre ambos contratos es la naturaleza de la cosa objeto
del contrato; en principio, las cosas fungibles no pueden ser dadas
en locación, mientras que en el mutuo sólo puede recaer sobre
ellas.

En el mutuo se transfiere la propiedad de la cosa, mientras


que en locación el locador conserva la propiedad, por lo que los
riesgos de la cosa originados en un acontecimiento de fuerza mayor
son sufridos por el mutuario, y en la locación por el locador.
Diferencias con otros contratos
B. Con los contrato societarios.
La diferencia se halla en que si el que entrega el dinero no
participa de las pérdidas y se le asegura el reintegro de su
capital contra todo evento, hay préstamo y no sociedad.
Forma y prueba
El mutuo no requiere de formalidad alguna, por lo que rige
el principio de libertad de formas (art. 1015) -incluso el contrato se
puede celebrar verbalmente-.

En cuanto a la prueba, también se rige por las disposiciones


generales -arts. 1019 y ss.-, por lo que es válido cualquier medio de
prueba apto para legar a una razonable convicción sobre la
existencia del mutuo.

Siendo que este contrato es de uso y práctica celebrarlo por


escrito, no se podrá probar con testigos su celebración, en virtud de
lo normado por el art. 1019 in fine.
Forma y prueba
Ahora bien, si se trata de un mutuo para el consumo, debe cumplir con las previsiones
del art. 36 de la ley 24.240.

Debe hacerse por escrito y expresar bajo pena de nulidad:

a) La descripción del bien o servicio objeto de la compra o contratación, para los casos de adquisición de
bienes o servicios;
b) El precio al contado, sólo para los casos de operaciones de crédito para adquisición de bienes o
servicios;
c) El importe a desembolsar inicialmente —de existir— y el monto financiado;
d) La tasa de interés efectiva anual;
e) El total de los intereses a pagar o el costo financiero total;
f) El sistema de amortización del capital y cancelación de los intereses;
g) La cantidad, periodicidad y monto de los pagos a realizar;
h) Los gastos extras, seguros o adicionales, si los hubiere.

Además, cuando el proveedor omitiera incluir alguno de estos datos en el documento que
corresponda, el consumidor tendrá derecho a demandar la nulidad del contrato o de una o
más cláusulas. Cuando el juez declare la nulidad parcial simultáneamente integrará el contrato,
si ello fuera necesario.
Efectos
A. Obligación del mutuante o prestamista.
Dado que el contrato de mutuo es consensual, la
principal obligación que el mutuante tiene a su cargo es la
entrega de la cosa fungible prometida al mutuario y, en
consecuencia, respetar el derecho de éste de tener la cosa
consigo durante todo el término fijado en el contrato.

Si el mutuante no entrega la cosa prometida en el


plazo pactado, o en su defecto, al simple requerimiento del
mutuario, éste prora exigir el cumplimiento forzoso de la
prestación o la resolución del contrato (art. 1526).
Efectos
A. Obligación del mutuante o prestamista.
Asimismo, la norma citada, faculta al mutuante a no
entrega la cosa prometida si, con posterioridad al contrato,
un cambio en la situación del mutuario hace incierta la
restitución. Prueba y acreditación, que recae en el
mutuante.
Efectos
A. Obligación del mutuante o prestamista.
En cuanto al lugar de entrega nada prevé la norma al
respecto, por lo que por aplicación de los principios generales
se entiende que es el domicilio del deudor al momento del
nacimiento de la obligación, o bien donde la cosa se encuentre
habitualmente (art. 874).

La entrega puede ser real o ficta. Se está ante la primera


cuando ocurre por vía de tradición (art. 750), mientras la
segunda cuando la cosa ya está en poder del mutuario por otro
título.
Efectos
B. Responsabilidad por la mala calidad o vicios
ocultos de la cosa.
Dispone el art. 1530 que, si la cantidad prestada no es
dinero, el mutuante responde por los daños causados por la
mala calidad o el vicio de la cosa prestada; si el mutuo es
gratuito, responde sólo si conoce la mala calidad o el vicio y no
advierte al mutuario.

Cabe señalar que la recepción de la cosa fungible por el


mutuario hará presumir la inexistencia de vicios aparentes y
que la cosa es de la calidad acordada, desde que es de
aplicación el art. 747 que faculta al mutuario a requerir la
inspección de la cosa en el acto de su entrega.
Efectos
B. Responsabilidad por la mala calidad o vicios
ocultos de la cosa.
Siendo que en el mutuo se transfiere la propiedad de la
cosa el mutuante responde por la evicción de conformidad con
los términos de los arts. 1044 y ss -asegurar la existencia y la
legitimidad del derecho transmitido-.

Por lo que se habilita la acción redhibitoria como la


acción de indemnización por los daños ocasionados en el
mutuo oneroso. En el gratuito, solo responde el mutuante si
éste conocía la mala calidad o vicio antes de la entrega y no
advirtió al mutuario.
Efectos
C. Obligaciones del mutuario.
1. Plazo.
El mutuario debe restituir al mutuante en el término convenido una
cantidad de cosas de la misma calidad y especie que la prestada.

Si no se pactó plazo de devolución, se debe a los 10 días de requerido


ello, salvo que de los usos surja otra alternativa (art. 1528).

Cuando no sea posible restituir una cantidad de cosas de la misma


calidad y especie que la prestada, el mutuario deberá pagar el precio de
la cosas o cantidad recibida, calculado por el que la cosa tenía en el lugar
y fecha de restitución o bien afrontar una indemnización por los daños
causados (art. 955).
Efectos
C. Obligaciones del mutuario.
2. Lugar de restitución.

La restitución debe efectuarse en el lugar convenido y, ante la


ausencia de convención al respecto, en el domicilio del deudor al
nacimiento de la obligación, y si el deudor se muda, el acreedor tiene
derecho a exigir el pago en el domicilio actual o en el anterior. (arts.
1528 y 874).
Efectos
D. Incumplimiento del mutuario.
Dispone el art. 1529 que, la falta de pago de los intereses o de
cualquier amortización de capital da derecho al mutuante a resolver el
contrato y a exigir la devolución de la totalidad de lo prestado, más sus
intereses hasta la efectiva restitución.

Si el mutuo es oneroso a falta de convención sobre intereses


moratorios, rige lo dispuesto para las obligaciones de dar sumas de
dinero.

Si el mutuo es gratuito, después del incumplimiento -de una


cuota o el reintegro-, se deben intereses moratorios.
Efectos
E. Intereses.
El negocio típico del mutuo es el préstamo de dinero, operación
que pueden pactarse intereses. El Código Civil y Comercial no fija
ninguna tasa específica.

El art. 1527 prescribe que, el mutuo es oneroso, excepto pacto


en contrario. Si el mutuo es en dinero, el mutuario debe los intereses
compensatorios, que se deben pagar en la misma moneda prestada.

De este modo, debe estarse al art. 767 que indica que son
válidos los intereses pactados y la tasa fijada entre acreedor y deudor.
Pero si no estuvieran acordados, ni resulta de la ley o de usos y
costumbres, la tasa de interés la debe fijar el juez.
Efectos
E. Intereses.
Por otro lado, si el mutuo es de otro tipo de cosas fungibles, los
intereses son liquidados en dinero, tomando en consideración el precio
de la cantidad de cosas prestadas en el lugar en que debe efectuarse el
pago de los accesorios, el día del comienzo del período, excepto pacto
en contrario.

Salvo estipulación en contrario, los intereses se deben por


trimestre vencido, o con cada amortización total o parcial de lo prestado
que ocurra antes de un trimestre.
Efectos
E. Intereses.
Hay tres tipos de intereses:

a. Interés compensatorio. Es el debido por la indisponibilidad del


capital. Es el precio por el uso del dinero.

b. Interés moratorio. Es el debido a causa de la mora en el


cumplimiento de una obligación. Se adeudan por la privación de
uso de un capital al cual el deudor no tiene derecho. Se deben
incluso cuando el mutuo fuera gratuito.

c. Interés punitorio. Son los convenidos por las partes y que


adeuda el deudor sino cumple en término la obligación a la que se
comprometió cumplir. Se pacta para reparar las consecuencias del
acto ilícito del incumplimiento.
Efectos
E. Intereses.

El art. 1527 aclara que, si se ha pactado la gratuidad del mutuo, los


intereses que haya pagado el mutuario voluntariamente son irrepetibles y
que el recibo de intereses por un período, sin condición ni reserva, hace
presumir el pago de los anteriores.
Efectos
F. Anatocismo.
Como principio, debe recordarse que no se deben intereses sobre
intereses -capitalización de intereses-.

Salvo 4 excepciones (art. 770):


a) una cláusula expresa autorice la acumulación de los intereses
al capital con una periodicidad no inferior a seis meses;
b) la obligación se demande judicialmente; en este caso, la
acumulación opera desde la fecha de la notificación de la
demanda;
c) la obligación se liquide judicialmente; en este caso, la
capitalización se produce desde que el juez manda pagar la suma
resultante y el deudor es moroso en hacerlo;
d) otras disposiciones legales prevean la acumulación.
Aplicación supletoria de otras normas

Indica el art. 1532 que se aplican al mutuo las disposiciones


relativas a las obligaciones de dar sumas de dinero -arts. 765 a 772-
o de género -arts. 762 y 763-, según sea el caso.

Asimismo, si el contrato de mutuo contiene un


reconocimiento de deuda, con el nombre de los celebrantes, el
monto prestado, y las condiciones indubitables en que dicha suma
debe ser devuelta (intereses, modo de calcularlos, etc), es un
documento hábil para habilitar la preparación de la vía ejecutiva.
Aplicación de las normas del mutuo a otros
acuerdos.
Las reglas de este Capítulo se aplican, aunque el contrato de mutuo
tenga cláusulas que establezcan que:

a) la tasa de interés consiste en una parte o un porcentaje de las


utilidades de un negocio o actividad, o se calcula a una tasa variable de
acuerdo con ellos;
Es un préstamo participativo, en el cual -más allá del reintegro del capital-, el
interés compensatorio se determinará sobre un porcentual de la utilidad del
negocio o actividad del mutuario.
Por ejemplo, puede pactarse una tasa del 10% sobre un determinado porcentual
de las utilidades, o que esa tasa se aplicará en tanto las utilidades no superen una
determinada suma y de superarla, la tasa será, por ejemplo, del 15%.
Esta modalidad permite al sujeto que aporta el capital, a no estar vinculado
directamente con el negocio o actividad emprendido, desarrollado, ampliado o
reestructurado, pero atando su rentabilidad a la productividad del negocio al cual
se van a aplicar las sumas de dinero entregadas.
Aplicación de las normas del mutuo a otros
acuerdos.
b) el mutuante tiene derecho a percibir intereses o a recuperar su
capital sólo de las utilidades o ingresos resultantes de un negocio o
actividad, sin derecho a cobrarse de otros bienes del mutuario;

Plantea dos supuestos:


i) el primero similar, al inciso anterior, pero sin poder cobrarse
intereses devengados sobre otros bienes del mutuario que no sean los
propios del negocio o actividad, o los bienes que lo integran; y
ii) el segundo, una especie particular del negocio participativo del
art. 1448, ya que el mutuante solo recuperará sus intereses y capital del
resultado del negocio actividad, sin posibilidad de otro tipo de reclamo al
mutuario sobre otros bienes que no sean los que integren el negocio o la
actividad de éste.

c) el mutuario debe dar a los fondos un destino determinado.


Prescripción
a. Las acciones prescriben a los 5 años (art. 2560) en lo que
respecta a la devolución del capital;

b. Las correspondientes a los intereses, rige el lazo de dos años en


función de lo determinado por el art. 2562, inc. c, que así lo fija
para todo lo que se devenga por años o plazos periódicos más
cortos.

c. La acción de daños que pudiera emerger de lo normado por los


arts. 1526 -insolvencia del mutuario antes de la entrega de la
cosa-, 1529 -incumplimiento del mutuario del pago de los
intereses o cualquier cuota de amortización de capital-, 1530 -
mala calidad o vicio de la cosa prestada-, entre otros, prescribe
a los 3 años (art. 2561, 2do parr.).

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