Administración bahaí
La administración bahaí o el orden administrativo bahaí se refiere al sistema administrativo del bahaísmo.[1] Está dividida en dos partes: entre los electos y los nombrados. La Institución gobernadora suprema del bahaísmo es la Casa Universal de Justicia, situada en Haifa, Israel.
Algunas diferencias claves que separan la administración bahaí de otros sistemas de gobierno humano similares es que los representantes elegidos deben seguir su conciencia, más que ser responsable de velar por la de los electores; campañas políticas, postulaciones y partidos políticos son prohibidos; y la autoridad religiosa fue heredada de su fundador a la Casa Universal de Justicia.
La administración bahaí tiene cuatro documentos directrices[2][3]
Carácter de la administración bahaí
[editar]Shoghi Effendi escribió que la administración bahaí incorporará dentro de su estructura, ciertos elementos los cuales deben ser encontrados en cada una de las tres formas de gobierno secular conocido: autocracia, aristocracia y democracia. Su objetivo en efectivamente designar el orden administrativo bahaí era el incluir, reconciliar y asimilar dentro de sí “tales sanos elementos dentro de cada uno de ellos” al mismo tiempo que excluía lo “los males inherentes dentro de cada uno de estos sistemas…” de tal forma que “jamás deban degenerarse en ninguna forma de despotismo, oligarquía o demagogia con que tarde o temprano corrompería los mecanismos de todas las instituciones políticas, esencialmente defectuosas, hechas por el hombre.”[4]
Bahá’u´lláh apremio el sistema británico de gobierno en el cual la monarquía se beneficia de la consulta con el pueblo:
- “El sistema de gobierno que el pueblo británico ha adoptado en Londres parece bueno, pues está adornado con la luz tanto de la realeza como de la consulta del pueblo.”[5]
No obstante, Bahá’u´lláh no promocionaba la democracia parlamentaria:
- "Aunque la forma de gobierno republicana beneficia a todos los pueblos del mundo, no obstante, la majestad de la realeza es uno de los signos de Dios. No deseamos que los países del mundo permanezcan privados de ella. Si los sagaces combinasen las dos formas en una, grande será su recompensa en presencia de Dios."[5]
Estructura
[editar]Hay dos elementos distintivos dentro de la administración bahaí, los electos y los nombrados. El cuerpo electo de mayor nivel es la Casa Universal de Justicia, el cual posee “derechos exclusivos para legislar en asuntos no explícitamente revelados en el Libro Más Sagrado”. La autoridad nombrada de mayor nivel es la Institución de la Guardianía, la cual es de autoridad hereditaria y tiene “derechos exclusivos para la interpretación de las escrituras sagradas.”[2] Estás dos instituciones son descritas en la "Voluntad y Testamento de Abdu’l’Bahá" como instituciones de autoridad divina:
- "...El guardián de la Causa de Dios, así como la Casa Universal de Justicia que será universalmente elegida y establecida, se encuentran bajo el cuidado y protección de la Belleza de Abhá... Cualquier cosa que ellos decidan es de Dios. Quienquiera no obedece a él o a ellos, no ha obedecido a Dios".[6]
Dicho documento también nombra a Shoghi Effendi como el Guardián, y da más detalles sobre la estructura de la administración, incluyendo el proceso de elección y nombramiento. Shoghi Effendi trabajo durante su vida para establecer las instituciones secundarias necesarias que eran necesarias para la elección de la Casa Universal de Justicia, la cual fue elegida por primera vez en 1963.
Referencias
[editar]- ↑ Smith, Peter (2000). "Administration - A concise encyclopedia of the Bahá'í Faith". Oxford: Oneworld Publications. Páginas. 24–29. ISBN 1-85168-184-1.
- ↑ a b Shoghi Effendi. "God Passes By" US Bahá'í Publishing Trust. 2 Edición. 1979. Página 213
- ↑ Shogi Effendi, "Mensaje al Mundo Bahá'í: 1950-1957" US Bahá’í Publishing Trust. 1971. Página 84.
- ↑ Shoghi Effendi. "El Orden Mundial De Bahá'ú´lláh" US Bahá’í Publishing Trust. 1991.
- ↑ a b Bahá’u´lláh. "Tablas de Bahá’u´lláh" páginas 28 y 93.
- ↑ Abdu’l’Bahá. "Voluntad y Testamento de Abdu’l’Bahá" Página 12.