Hoteles en Cádiz

Uno de los mejores hoteles de Cádiz es, sin duda, un verdadero oasis de elegancia y sofisticación en pleno corazón de la ciudad. Imagina un lugar donde el encanto de la arquitectura andaluza se combina con detalles contemporáneos: eso es Olom. Me encantan sus habitaciones. Son un refugio de paz decoradas con gusto y transmiten lujo en cada rincón, desde los muebles hasta los tocadiscos disponibles en cada una de ellas.

Su joya más preciada es la terraza. Las vistas panorámicas sobre la Catedral de Cádiz son inigualables, y si a esto le sumas su piscina de agua salada, es como tener un pequeño paraíso en lo alto. El desayuno, lleno de sabores del sur y con panes de Chiclana, es exquisito. No olvides reservar en Ettu, uno de los mejores restaurantes de la ciudad, con una propuesta basada en productos locales gaditanos.

Pocas cosas son tan emocionantes como alojarte en un lugar que fue algo completamente diferente. Esta cadena está comprometida con la recuperación del patrimonio, convirtiéndolo en alojamientos. Este hotel, uno de los mejores de Cádiz, está ubicado en un palacio del siglo XVIII que en su momento fue la sede de la embajada británica. Ahora, se ha transformado en un hotel de lujo, manteniendo su esencia histórica.

Su ubicación es excelente, a pocos pasos de la playa de La Caleta y de Santa María del Mar. Las habitaciones, algunas con techos de madera y otras con balcones franceses, son impresionantes. Me encanta el patio central, coronado por una bóveda de cristal y la torre mirador desde donde se puede ver toda la ciudad. No te pierdas el spa, con una piscina templada en una cueva que cada día gana más adeptos.

Perderse por las callejuelas del casco histórico es una experiencia obligatoria en Cádiz. Y en ese recorrido te encontrarás con joyas como este hotel boutique, uno de los mejores de la ciudad. Ubicado en una antigua casa señorial andaluza, el hotel cuenta con tan solo 10 habitaciones, todas diferentes y con una fuerte personalidad.

El mobiliario antiguo, cuidadosamente seleccionado, se mezcla a la perfección con el lujo contemporáneo. Las camas son tan cómodas que no querrás levantarte, gracias a sus colchones de fibras naturales y las sábanas de algodón egipcio de 300 hilos. ¡Un lujo para los sentidos! Cuando quieras disfrutar de sabores italianos, te recomiendo su restaurante, con deliciosas pinsas romanas y los imperdibles fagottini rellenos de queso y pera con salsa trufada.

Este palacete del año 1736, año en el que ya era un alojamiento, es un testigo de la historia gaditana. Ahora se ha reconvertido en uno de los mejores hoteles boutique de Cádiz. Todo en este hotel gira en torno al mar: desde las habitaciones con techos altos y vigas de barco, hasta los nombres de las mismas, dedicados a famosos marineros gaditanos.

Incluso una de las paredes está hecha con piedra ostionera, típica de la región y compuesta de conchas y arena, algo que añade un toque único. Si viajas en grupo, te recomiendo el gran apartamento o el dúplex para disfrutar de más espacio. No dejes de subir a la torre mirador, desde donde se contemplan vistas espectaculares del mar, cargado de historias.

La Playa de la Victoria, con su arena dorada, es el escenario perfecto donde encontrar uno de los mejores hoteles en Cádiz. Y se trata de un alojamiento ideal para quienes aman despertar con el sonido de las olas y la brisa marina. Las habitaciones, llenas de luz natural, están diseñadas para ofrecer el máximo confort. Si eres de quienes que disfrutan de un chapuzón nada más levantarse, las habitaciones Swim Up, con una terraza y acceso directo a una piscina privada, son la mejor opción.

El hotel cuenta con varias piscinas, pero mi favorita es la infinita con vistas a la playa. Además, el hotel ofrece una experiencia gastronómica completa, con exquisitos platos en su bar de piscina y un restaurante bufé que abre por las noches. Relájate en su spa, y si te animas a reservar un masaje tailandés, saldrás de allí como nuevo.

¡Atención, amantes del diseño y del buen vivir! Este lugar, uno de los mejores hoteles de Cádiz, hará que tu corazón lata más fuerte. Se trata de una maravilla moderna, que tiene la piscina infinita más alucinante de la ciudad, con el mar como lo único que asoma por el horizonte. Es más, el océano baña de luz todo el hotel. Desde sus habitaciones de diseño con amplios ventanales hasta el spa con zona de aguas climatizadas.

Si hay otra cosa que este hotel también cuida, es su cocina. Es mi sitio favorito para darme un festín con sabor auténtico gaditano. Sus dos restaurantes, Especia y La tacita del Atlántico, preparan cocina sobresaliente: frituras de pescado, atún rojo de almadraba, chicharrones de Chiclana, papas aliñás, flamenquines… Sin duda, este es un lugar para repetir y disfrutar.

Cádiz son sus callejuelas, pero también sus impresionantes playas. Cuando quiero un alojamiento urbano, pero playero a la vez, elijo este, que es uno de los mejores hoteles de Cádiz. Su ubicación, a tan solo 100 metros del mar en la playa de Santamaría, es su mayor reclamo, porque también está a un paso del resto de la ciudad. Es una opción ideal tanto si viajas en pareja como en grupo, ya que también ofrece habitaciones triples muy cómodas.

El desayuno tipo bufé, es de los mejores de la ciudad. Encontrarás fruta fresca y delicias, como embutidos y jamón ibérico de primera calidad, con los que hacerse una tostada memorable. Además, si lo prefieres, te lo llevan a la habitación para que puedas disfrutarlo en la cama y seguir descansando un poco más. En recepción, te pueden organizar desde tours privados por la ciudad hasta excursiones en kayak para descubrir Cádiz desde el mar.

Esta cadena hotelera se destaca por elegir las mejores localizaciones en las ciudades más importantes, y Cádiz no es la excepción. Se trata de un alojamiento boutique en pleno centro, ideal para sentirte como en casa. La decoración, en tonos neutros y con detalles de mimbre, crea un ambiente acogedor y relajado. Las habitaciones están decoradas con fotografías de rincones únicos de Cádiz, aportando un toque especial y auténtico. Y por eso, es uno de los mejores hoteles de la Tacita de Plata.

Si quieres vivir una experiencia única, te recomiendo que elijas su habitación terraza para tener un espacio al aire libre. Tanto si vas de vacaciones como si lo haces por trabajo, disponen de espacios perfectos para ti. Tiene una terraza en la azotea con zona de solarium, con una pequeña piscina donde refrescarse y un espacio de trabajo compartido. El ying y el yang para combinar ambos aspectos y hacer de él un alojamiento único.

Desde 2004, este alojamiento se ha ganado un lugar especial en la ciudad, convirtiéndose en uno de los mejores hoteles de la zona. Está ubicado en una antigua casa-palacio, y lo más interesante es que cada habitación rinde homenaje a la Constitución de 1812, con nombres de personajes ilustres de esa época.

Además de por su historia, el hotel destaca por el confort y la amabilidad de su personal, que te hará sentir como en casa. Es un espacio vivo, frecuentado por locales que disfrutan de un café mientras leen el periódico, donde además se organizan eventos y exposiciones. En su azotea, el Mirador Las Cortes, programan conciertos de flamenco al atardecer y preparan deliciosos cócteles. En su restaurante, no te pierdas platos para el recuerdo como la ensalada de melva canutera o el salmorejo.

Ubicado en el barrio de San Juan, a tan solo 150 metros de la impresionante catedral, se encuentra otro de los mejores hoteles de Cádiz. Y este hace honor a su nombre, con ese «duende» especial que solo se encuentra en el sur. Este hotel, ubicado en un antiguo palacete reformado, conserva detalles únicos como los suelos hidráulicos y un hermoso patio central.

Te recomiendo la habitación Doble Torreón, que se extiende en tres plantas y ofrece vistas espectaculares a la Torre del Reloj y la fachada de la catedral. Aunque el hotel es sencillo, es cómodo y cuenta con todo lo necesario para una escapada perfecta en Cádiz. El desayuno es otro punto destacado, con bizcochos caseros y deliciosos sándwiches. Además, si viajas con mascotas, aquí son bienvenidas, lo que lo convierte en un lugar aún más especial.