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El coche oficial del presidente Macron, un DS 7 Crossback Elys�e, se desliza por los Campos El�seos. Por la ventanilla posterior asoma la sonrisa divertida de Brigitte Macron. Con picard�a, le gui�a un ojo al guardaespaldas que camina a su lado, a la misma velocidad que el coche. "�Subes, querido?", le dice. �l hace esfuerzos para contener la risa y sigue mirando al frente. Es uno de los tres guardaespaldas que el servicio de seguridad del El�seo ha asignado a Brigitte Macron. "Los tres son extraordinariamente altos y apuestos, parecen modelos, me cuenta Ga�l Tchakaloff, la periodista que durante dos a�os ha realizado un seguimiento en corto de la pareja presidencial y que ha plasmado su experiencia en un libro que ha arrasado en Francia, Tant qu'on est tous les deux, Flammarion. Tiene con los guardaespaldas una relaci�n muy c�mplice, natural en una mujer como ella de temperamento cordial".
Junto a sus tres hombres y en d�as alternos, Brigitte Macron sale a las 7.00 para recorrer a paso en�rgico los muelles del Sena. Sesenta indispensables minutos de marcha para mantener el tono muscular de sus pantorrillas. Los dem�s d�as practica bicicleta est�tica o cinta el�ptica en el gimnasio de palacio, antes de sus ejercicios de tonificaci�n. Despu�s desayuna, se ducha, pasa por maquillaje y peluquer�a, y empieza su jornada a las 9.00. Elige personalmente su vestuario, no cuenta con el asesoramiento de ninguna estilista y tiene debilidad por las minifaldas, las chaquetas estructuradas de Louis Vuitton y el color azul en todas sus versiones. El presidente practica boxeo varios d�as por semana en el gimnasio del El�seo, y completa esas duras sesiones con ejercicios de tonificaci�n.
Ga�l Tchakaloff conoci� a los Macron en 2016, cuando empez� la campa�a presidencial para las elecciones de 2017. "En aquella �poca, explica la escritora, la prensa no les hac�a caso. Eran los dos muy cercanos y enseguida simpatic� con ambos, sobre todo con ella. �l me pareci� un hombre de personalidad muy atractiva, con una oratoria impecable. Te estaba hablando de los datos del paro o de la inmigraci�n y, de repente, se arrancaba a comentar sus �ltimas lecturas de poes�a o filosof�a. O mostraba su admiraci�n por Flaubert y te citaba pasajes concretos de Madame Bovary. Luego, Brigitte Macron me invit� a comer en el El�seo y les propuse hacerles un seguimiento para transmitir c�mo era la vida del presidente y su mujer. Me cost� convencerles, a Brigitte le gust� la idea pero los consejeros de presidencia se opusieron. Finalmente accedieron y, entre 2019 y 2021, me convert� en la sombra de la pareja, acompa��ndoles en todos sus desplazamientos, en sus reuniones, recepciones y cenas privadas en el El�seo".
LA ABUELA DE MACRON FUE LA �NICA QUE APOY� A LA PAREJA. A LOS PADRES DE EMMANUEL LES PREOCUPABA QUE �L NO PODR�A SER PADRE SI segu�a con brigitte
El esp�ritu de Flaubert, cuya obra tanto admiran Brigitte y Manu (as� lo llama ella en la intimidad), fue el nexo que uni� a la pareja hace ya casi tres d�cadas. Ambos nacieron en Amiens, una ciudad rica y burguesa del norte de Francia, con 24 a�os de diferencia. Ella, Brigitte Trogneux, es la peque�a de seis hermanos. Su padre era el due�o de la conocida f�brica de chocolates Jean Trogneaux, fundada en 1872, hoy en manos de la sexta generaci�n. �l es el mayor de los tres hijos de un matrimonio formado por dos m�dicos. Brigitte, casada en primeras nupcias con el banquero Andr�-Louis Auzi�re y madre de tres hijos, entr� a trabajar como profesora de teatro y literatura en el colegio jesuita La Providence de Amiens, donde estudian los hijos de las buenas familias y donde Macron compartir� pupitre con Laurence, la segunda de los hijos de Brigitte, hoy una conocida cardi�loga que, ya de adolescente, le dec�a a su madre "en mi clase hay un chico que lo sabe todo".
Y este chico tan cultivado result� ser Emmanuel Macron, seg�n me cuenta Ma�lle Brun, periodista, autora del libro Brigitte Macron: L'Affranchie (Ed. Archipel) que escribi� sin el consentimiento del matrimonio. En 1993, durante un taller de teatro dirigido por Brigitte, Emmanuel empez� a sentirse atra�do por ella, una profesora diferente, a la que los alumnos llamaban de t� y por el nombre. Entusiasta y cordial, sab�a transmitir a los j�venes su pasi�n por la literatura. Entonces, Macron se sac� un as de la manga para pasar m�s tiempo con ella: un d�a apareci� en clase con un ejemplar de El Arte de la Comedia, de Eduardo de Filippo, y le propuso a la profesora hacer juntos una adaptaci�n del texto para llevarlo al teatro. Brigitte accedi�, y la sinton�a intelectual de la pareja comenz� a ser muy evidente.
Brigitte se propuso que Macron estuviera presente en las altas esferas internacionales y, para ello, planific� cenas en su apartamento oficial, llegando a convocar hasta dos el mismo d�a: a las 19.00 y a las 21.00
Buscaron espacios de intimidad y no era raro verles pasear juntos algunos domingos. Lo chocante era que ella ten�a 40 a�os y �l 16. Los padres de Macron cre�an al principio que de quien estaba enamor�ndose su hijo era de Laurence Auzi�re, la hija de Brigitte. Pero cuando se enteraron de la verdad decidieron mandar a su hijo a estudiar a Par�s. Les preocupaba el hecho de que �l no podr�a ser padre si continuaba esa relaci�n. "Fran�oise Nogu�s, madre de Macron, no conceb�a tener una nuera tan s�lo 3 a�os m�s joven que ella", me cuenta Tchakaloff. As� que le matricularon en el elitista Instituto Henry IV de la capital francesa donde Manu acabar� su bachillerato prometi�ndole a Brigitte que volver�a. La abuela de Macron, Germaine Nogu�s, ser� la �nica de ambas familias que apoyar� incondicionalmente a la pareja.
Los a�os pasaron y la relaci�n continu�. Mientras Brigitte se separaba de su marido y se distanciaba de sus padres y hermanos, Macron acab� su formaci�n con gran �xito en diversas universidades y escuelas de negocios. Finalmente, la pareja se cas� el 20 de octubre de 2007 en el Hotel de Ville de Touquet. Iron�as del destino, el alcalde que celebr� la ceremonia, L�once Deprez, era el mismo que hab�a casado a Brigitte con su primer marido, 33 a�os antes, y en el mismo lugar. Estuvieron presentes los tres hijos de Brigitte, los padres de Macron y algunos amigos de los novios. Entraron en el Hotel de Ville de la mano y caminando con paso firme al son de la Marcha Radetzky, sin duda una met�fora de la fuerza y la energ�a con las que emprend�an su aventura.
La pareja se instal� a vivir en Par�s, en un apartamento de 80 m2 en la rue Falgui�re en el que Brigitte, al mando de la vida social del matrimonio, como en su d�a hizo con su primer marido, organizar� peri�dicamente cenas a las que invitaba a lo mejor de la sociedad parisina. Por all� pasaron desde Bernard-Henri L�vy y Arielle Dombasle hasta St�phane Bern, Jean Dujardin, Fabrice Luchini, Michel Boujenah o Vincent Lindon (expareja de Carolina de M�naco). En esos a�os Macron trabajaba en la banca Rotschild, en la que amasar� una buena fortuna, hasta que en diciembre de 2012 entr� en el El�seo por la puerta grande, como secretario general adjunto del nuevo presidente de la Rep�blica, Fran�ois Hollande. Dos a�os m�s tarde ser� nombrado ministro de Econom�a e Industria en el gobierno de Manuel Valls, cargo que ocupar� hasta el 30 de agosto de 2016 en que dimitir� para liderar el movimiento pol�tico En marche!
macron acud�a a los consejos de ministros acompa�ado por Brigitte. ante la posibilidad de poner en rid�culo a su esposa por encontrarse sin sitio, llegaba primero, se despojaba de su chaqueta y la pon�a en el sill�n contiguo
Y ser� durante esos dos a�os al frente del Ministerio en que la solidez de su relaci�n con Brigitte dejar� a la clase pol�tica sin respiraci�n: "el flamante ministro sorprend�a con la costumbre de acudir siempre a las reuniones y consejos de ministros acompa�ado por Brigitte", me cuenta Ma�lle Brun. Ante las cr�ticas de sus compa�eros de partido responder� que el criterio de su mujer es muy importante para �l, y ante la posibilidad de poner en rid�culo a su esposa por encontrarse sin sitio, se despojaba de su chaqueta y la pon�a en el sill�n contiguo a su derecha. Incluso en un reportaje filmado entonces en el Ministerio de Econom�a, la c�mara se empe�� en mostrar a una Brigitte muy elocuente, opinando deliberadamente. S�lo otro ministro de Econom�a hab�a hecho a�os antes algo parecido, Nicolas Sarkozy, que tambi�n acud�a a las reuniones y consejos junto a la que entonces era su mujer, Cecilia Ciganer-Alb�niz".
"El presidente y su mujer funcionan como un binomio profesional perfectamente sincronizado, adem�s de ser una pareja muy unida", sostiene Brun, como se puso de manifiesto durante los �ltimos ocho meses en que Macron fue ministro. Desde enero a julio de 2016 Manu llegar� a gastar 120.000 euros, el presupuesto que se le hab�a asignado hasta diciembre para representaci�n, en las cenas celebradas en su apartamento oficial privado, un �tico acristalado con vistas al Sena en el complejo ministerial de Bercy. Y, �qui�n estaba detr�s de esa calculada operaci�n de Relaciones P�blicas? Brigitte, naturalmente, explica Brun. Ella se propuso que su marido estuviera presente en las altas esferas internacionales, y para ello planific� esas cenas, llegando a convocar hasta dos en el mismo d�a, una a las 19.00 y otra a las 21.00. "Lo curioso del caso, contin�a Brun, es que Brigitte no quiere reconocer la enorme influencia que tiene sobre su marido en decisiones y cuestiones de Estado. Desde que es presidente, ella no asiste a reuniones o consejos, pero sus colaboradores saben que Macron le consulta todo. Ella influye en el tono de sus discursos, en la puesta en escena de sus comparecencias p�blicas, en ciertas decisiones. Es vox populi que en el primer mandato de su marido ella entrevist� y eligi� a varios ministros, entre otros a Jean-Michel Blanquer, ministro de Educaci�n, y a Sophie Cluzel, secretaria de Estado para personas con discapacidad".
su presupuesto asignado para desplazamientos, vestuario y equipo asciende a 440.000 anuales, el m�s bajo que ha tenido una primera dama
A pesar de las muchas cr�ticas que la pareja ha tenido que soportar (entre otras, las alusiones a la supuesta ambig�edad sexual de �l, sobre la que no hay pruebas), Brigitte es una Primera Dama muy popular, cuenta Tchakaloff. Jam�s se plante� no vivir al El�seo, como hizo Carla Bruni que nunca abandon� su apartamento. Escrupulosa con los n�meros, como su marido, el presupuesto que tiene asignado para desplazamientos, vestuario y equipo de trabajo, asciende a 440.000 euros anuales, el m�s bajo que ha tenido una Primera Dama. Y en su equipo de colaboradores s�lo tiene cuatro personas, mientras que Bernardette Chirac o Carla Bruni contaban con ocho". Existe algo as� como un destino maldito sobre las parejas presidenciales francesas. El pa�s sufri� una tremenda conmoci�n cuando Fran�ois Hollande fue pillado in fraganti saliendo del apartamento de la actriz Julie Gayet, o cuando Sarkozy fue abandonado por su mujer. El elegante Giscard d'Estaing llevaba una doble vida, igual que Chirac y Mitterrand, cuya segunda familia se oficializ� el d�a de su funeral. Por eso, la indestructible uni�n que demuestran los Macron es muy bien vista por la opini�n p�blica. Se sabe que intentan desayunar juntos a diario y que comparten una intensa afici�n por la cultura. De ah� que Brigitte no haya renunciado a asistir a los estrenos teatrales aunque, eso s�, no ocupe nunca su asiento hasta que las luces se hayan apagado.