Este documento describe tres dimensiones principales de la comunicación intercultural: 1) La dimensión comunicativa, que se refiere a las normas sociales que rigen la comunicación en cada cultura, como el uso del lenguaje, los roles de los hablantes, y las estrategias retóricas; 2) El desconocimiento mutuo de estas diferencias culturales puede dificultar la comunicación entre personas de distintas culturas; 3) Comprender estas dimensiones es importante para interactuar exitosamente en contextos interculturales como solicitar asilo o trabajar en entornos multiculturales.
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Martín Rojo - Dimensiones Principales de La Comunicación Intercultural
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Este documento describe tres dimensiones principales de la comunicación intercultural: 1) La dimensión comunicativa, que se refiere a las normas sociales que rigen la comunicación en cada cultura, como el uso del lenguaje, los roles de los hablantes, y las estrategias retóricas; 2) El desconocimiento mutuo de estas diferencias culturales puede dificultar la comunicación entre personas de distintas culturas; 3) Comprender estas dimensiones es importante para interactuar exitosamente en contextos interculturales como solicitar asilo o trabajar en entornos multiculturales.
Título original
Martín Rojo - Dimensiones principales de la comunicación intercultural
Este documento describe tres dimensiones principales de la comunicación intercultural: 1) La dimensión comunicativa, que se refiere a las normas sociales que rigen la comunicación en cada cultura, como el uso del lenguaje, los roles de los hablantes, y las estrategias retóricas; 2) El desconocimiento mutuo de estas diferencias culturales puede dificultar la comunicación entre personas de distintas culturas; 3) Comprender estas dimensiones es importante para interactuar exitosamente en contextos interculturales como solicitar asilo o trabajar en entornos multiculturales.
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Martín Rojo - Dimensiones Principales de La Comunicación Intercultural
Este documento describe tres dimensiones principales de la comunicación intercultural: 1) La dimensión comunicativa, que se refiere a las normas sociales que rigen la comunicación en cada cultura, como el uso del lenguaje, los roles de los hablantes, y las estrategias retóricas; 2) El desconocimiento mutuo de estas diferencias culturales puede dificultar la comunicación entre personas de distintas culturas; 3) Comprender estas dimensiones es importante para interactuar exitosamente en contextos interculturales como solicitar asilo o trabajar en entornos multiculturales.
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Dimensiones principales de la comunicacin intercultural
Luisa Martn Rojo
Universidad Autnoma de Madrid
Los cambios econmicos y tecnolgicos que ha trado consigo la globalizacin han hecho cada vez ms frecuentes y ms cotidianas las situaciones en las que la comunicacin se establece entre personas que no comparten la misma lengua o variedad de lengua, que son originarias de pases diferentes, que coinciden, pero que pueden tambin diferir en valores, actitudes, usos y costumbres. Dado que nuestra vida social es eminentemente comunicativa y dado que la comunicacin no siempre fluye con facilidad -no siendo extrao que en consecuencia se produzca cierto malestar en los hablantes o que surjan pequeos malentendidos o, incluso, conflictos-, estas situaciones de intercambio comunicativo a travs de las culturas han despertado en las ltimas dos dcadas el inters de la antropologa lingstica y de algunas ramas de la lingstica, como la sociolingstica y la pragmtica contrastiva. Los contextos a los que se ha atendido han sido, especialmente, el mundo laboral, los negocios, la escuela, los servicios pblicos, y, por supuesto tambin, el mbito acadmico. La comunicacin intercultural es, sin embargo, un fenmeno complejo en el que interaccionan factores de distinta ndole, por ello, su estudio demanda planteamientos interdisciplinares y no reduccionistas. El objetivo de este artculo es, precisamente, mostrar esa complejidad.
1. La dimensin comunicativa
El primer aspecto que debemos atender en este estudio es la dimensin comunicativa o lingstica (siempre que este ltimo trmino se entienda en sentido amplio). Al igual que otras prcticas sociales, las practicas comunicativas se regulan socialmente. Es precisamente, por el papel constitutivo de otras prcticas sociales, que cada comunidad organiza sus intercambios comunicativos, de manera que se establecen normas acerca de cmo hablar, cundo hablar, quin puede hablar, de qu y con quin (pinsense, por ejemplo, en cmo podran realizarse sin intercambio comunicativo prcticas sociales como administrar justicia, ensear, legislar, o practicar la medicina). Cuando aprendemos una lengua adquirimos tambin estos conocimientos Pgina 1de 13 Dimensiones de la comunicacin intercultural 23/8/2006 http://www.cesdonbosco.com/revista/revistas/revista%20ed%20futuro/Ef8/exp_dimens... (competencia comunicativa), de manera que ante una situacin dada, sabemos qu es lo que normalmente se espera en ese contexto y ello nos guiar a la hora de optar por una lengua, por una variedad y unos usos determinados (as, por ejemplo, en el caso de la comunicacin en el aula, es posible que nos inclinemos por la seleccin de temas acadmicos en lugar de personales, por exponerlos de una determinada manera, por dirigirnos al profesor con unas formas y no otras, por respetar su derecho a mantener el turno de palabra, etc.). Si comparamos distintas comunidades, encontraremos coincidencias en el abanico de opciones, sin embargo, tambin se registrarn diferencias, por ejemplo, a la hora de marcar con mayor o menor intensidad la autoridad de los hablantes o a la hora de mostrar respeto, de hacer ms o menos fluida la toma de turnos, y a la hora de utilizar unas determinadas estrategias argumentativas, de persuasin y de disciplinamiento en el aula. Tal diversidad es, por tanto, un ejemplo ms de la creatividad humana y una fuente de enriquecimiento de los procesos de comunicacin. Sin embargo, el tratamiento que de ella se hace es muchas veces controvertido y fuente de exclusin o dominio, ya que, por lo general, se valoran y se priman unos usos y se rechazan o se malinterpretan otros. De hecho, en situaciones de contacto entre comunidades y grupos sociales, suelen imponerse las formas y los modos de la mayora, o de aquellos grupos sociales con mayor poder y prestigio social. Basta pensar en lo que sucede hoy en los foros acadmicos en los que, tanto en las publicaciones de mbito internacional como en los congresos, no slo se ha impuesto el ingls como lengua franca, sino tambin los usos retricos y la definicin anglosajona de qu es y cmo deben ser los artculos y las contribuciones cientficas. De manera que la riqueza que en s supone la diversidad, si se utiliza de forma restrictiva y sesgada, puede dificultar e, incluso, bloquear el acceso de determinados colectivos a mbitos sociales relevantes. Por ejemplo, solo los parlamentarios pueden intervenir en los debates parlamentarios, si bien varan las condiciones de acceso concretas que en los distintos pases han de cumplir los individuos y grupos sociales para alcanzar esta condicin. De ah, la excepcionalidad y el acontecimiento que supuso para la vida parlamentaria mexicana el discurso de la Comandanta Zapatista Esther ante el Congreso Mexicano, que si bien intervino en la nica lengua permitida en ese mbito, el espaol, en lugar de en su lengua, lo hizo vestida como una mujer indgena y evocando la retrica y los conceptos a los que ha dado lugar este movimiento (vase, por ejemplo, Carb, 2002). Pero dejemos por un momento esta gestin y seleccin social de los usos comunicativos, para centrarnos en cmo se concretan estos usos lingsticos diferenciados. Entre los aspectos que se han estudiado destacan, por ejemplo: cun personal o impersonal se puede ser en un determinado contexto; cmo Pgina 2de 13 Dimensiones de la comunicacin intercultural 23/8/2006 http://www.cesdonbosco.com/revista/revistas/revista%20ed%20futuro/Ef8/exp_dimens... enfatizar o cmo pasar por alto algunos aspectos; cun directo se puede ser a la hora de relacionarse con los otros (sobre todo a la hora de mandar o sugerir); cun explcito se puede ser al abordar cuestiones personales; cmo exteriorizar emociones; qu tono de voz, qu ritmo, qu palabras elegir; cmo utilizar los turnos de palabra o ceder la palabra, etc. Por ello, cuando los hablantes cambian de lengua o de pas, tienen que enriquecer tambin su saber comunicativo. De lo contrario, puede ocurrir que se enfrenten a situaciones comunicativas semejantes, pero que se regulan de forma diferente. De hecho, el desconocimiento mutuo de la forma de conversar del otro, y sobre todo, la falta de consideracin de que tales diferencias existen puede dificultar la comunicacin cuando interaccionan personas que no pertenecen a la misma comunidad de habla o que hablan distintas lenguas. En ocasiones, la dificultad provienen de que al cambiar de lengua o pas, las personas se enfrentan a situaciones que son nuevas por completo, y con frecuencia, adems, de vital importancia y en las que el buen hacer comunicativo tienen un papel decisivo. Pinsese, por ejemplo, en la situacin que afrontan los demandantes de asilo, cuando tienen que rellenar un formulario cuyo contenido est reglamentado, pero en el que se da por sentado que se ha de exponer, argumentar, justificar de una manera determinada y no de otra.
Ejemplo 1 La solicitud se formalizar mediante la cumplimentacin y firma del correspondiente formulario por el solicitante, que deber exponer de forma detallada los hechos, datos o alegaciones en que fundamente su pretensin. Junto con su solicitud deber aportar fotocopia de su pasaporte o ttulo de viaje, del que har entrega si su solicitud es admitida a trmite, as como cuantos documentos de identidad personal o de otra ndole estime pertinentes en apoyo de la misma. Si el solicitante no aportase ningn tipo de documentacin personal deber justificar la causa de dicha omisin. (Reglamento de Aplicacin de la Ley de Asilo).
En estos casos, desconocer cules son las expectativas de quien va a decidir sobre la solicitud constituye una dificultad aadida. Sin duda, el hablante se preguntar cmo responder en una lengua diferente (si es que no cuenta con un traductor, los cuales con frecuencia no ha sido sensibilizado acerca de las diferencias interculturales), cmo argumentar para que una solicitud sea considerada justificada, y en este sentido, qu es posible o conveniente revelar de la vicisitudes personales (se puede aludir a la situacin familiar, o slo a los aspectos ms documentados de la represin poltica), a qu es necesario apelar (a la solidaridad, al estatus que se tena en el pas de origen, etc.), y por Pgina 3de 13 Dimensiones de la comunicacin intercultural 23/8/2006 http://www.cesdonbosco.com/revista/revistas/revista%20ed%20futuro/Ef8/exp_dimens... ltimo, cmo se han de exponer todo ello (dejando lo ms importante para el final o el contrario empezando por ello). Todo ello, generar dudas y se realizarn algunas elecciones que no sern tan eficaces como se quisiera. En otros casos, la dificultad reside en que a un mismo uso, los hablantes pertenecientes a diferentes comunidades pueden atribuirle distinto valor, guindose por sus conocimientos comunicativos. As ocurre, por ejemplo: con el uso de un imperativo (dame un cigarro, sera una forma usual entre los hablantes espaoles, pero si nuestro interlocutor es britnicos, esperar una forma indirectas de tipo: can I have a cigarette, por lo que el uso del imperativo puede ser vivido como impositivo y descorts); o con el tono de voz (el peninsular, por ejemplo, muy elevado para los odos mexicanos, pueden fcilmente ser interpretado como autoritario o enfadado); con la distancia interpersonal (la ms habitual en Espaa, en situaciones sociales de no intimidad, ser con probabilidad sentida como excesiva si nuestro interlocutor es finlands); y lo mismo ocurre con las confidencias (aspecto muy delicado de la cortesa, por el que una pregunta corts, por ejemplo, entre personas que slo se conocen, acerca de si se ha disfrutado el fin de semana, puede resultar invasiva y, por tanto, descorts, si nuestro interlocutor est acostumbrado a una cortesa, como la ms habitual en el norte de Europa, que marca la distancia como un forma de asegurar el respeto a la esfera personal del individuo), etc. Estas diferencias en s no presentan grandes problemas para los hablantes. Pero, adems, tenemos que tener presente que los hablantes se guiarn por sus conocimientos comunicativos, es decir, por lo que es habitual en sus comunidades, no slo a la hora de usar, sino tambin a la hora de interpretar los que otros hacen, y ello, pueden llevarles, incluso, a realizar algunas inferencias sobre la situacin comunicativa, que pueden no corresponderse con la intencin de su interlocutor: pro ejemplo, acerca de cules son sus objetivos, cul es la intencin del otro, en qu tipo de interaccin se encuentran comprometidos, etc. Por lo tanto, los usos distintos y el valor diferencial que se les atribuye pueden configurarse en fuente de malentendidos entre hablantes pertenecientes a distintas comunidades. As, una investigacin precedente, dirigida por la autora, en los centros de educacin de Madrid mostr cmo la eleccin por parte de un profesor o de los alumnos de un tono o un lxico informal en el aula, puede llevar a quienes estn acostumbrados a una mayor formalidad, a interpretar que se encuentran ante una situacin frvola y no una verdadera actuacin docente (Martn Rojo et al. 2002). Son numerosos los trabajos que en la dcada de los 80 mostraron cmo en las diferentes comunidades lingsticas se produce una diferente regulacin Pgina 4de 13 Dimensiones de la comunicacin intercultural 23/8/2006 http://www.cesdonbosco.com/revista/revistas/revista%20ed%20futuro/Ef8/exp_dimens... de la comunicacin, que da lugar a comportamientos inferenciales distintos que producen malentendidos comunicativos. Hoy este es un campo muy activo de investigacin (entre otros, Wiercbicka 1991, Scollon y Scollon 2000). Tenemos que tener presente que en la comunicacin son muchos los significados que no se formulan explcitamente, pero que se dan a entender. Nuestro interlocutor tratar de recuperar estos significados implcitos, guindose por lo que se dice, ms todo sus conocimientos acerca del contexto y acerca de lo que suele ocurrir y puede esperarse en una situacin equivalente. Estos procesos de inferencia tienen lugar a diferentes niveles, vinculados: a) a la gestin de la informacin (con lo que se distingue qu informacin es central y cul es subsidiaria, por ejemplo), b) a las relaciones sociales entre los interlocutores (ya sean de distancia o proximidad; o remitan a las diferencias de poder-igualdad), c) a la propia situacin comunicativa (en qu tipo de acontecimientos se encuentran inmersos los interlocutores y qu cabe esperar). En todos ellos, los supuestos culturales acerca de qu comportamientos comunicativos son esperables pueden ser fuente de confusin para los hablantes (Gumperz. y Roberts, 1979). Veamos el ejemplo 2, en el que los hablantes manejan distintos supuestos acerca de cmo, a la hora de regular el comportamiento de los alumnos en clase, se han marcan las diferencias de autoridad en clase.
Ejemplo 2 Prof (en clase, de secundaria).: nos callamos, nos callamos, no va a haber concurso hoy, no va haber concurso. (Grabacin de A. Gar y L. Miranda, 2001)
Esta forma atenuada de orden, que hemos encontrado con mucha frecuencia, sobre todo entre profesoras, responde a un patrn de cortesa en el que a la hora de regular el comportamiento del otro se marcan proximidad y cercana, y no hay deslindamiento (nosotros nos callamos frente a ustedes/vosotros) y no se enfatizan las diferencias de poder (cllense). La frecuencia con que se utilizan forma atenuadas, quizs paternalita de ejercer la autoridad, est, sin duda, influida por la tendencia observada en la cortesa espaola a no enfatizar (escamotear) las diferencias de poder entre los interlocutores y a acortar las distancias (nosotros frente a ustedes). Esta tendencia parece verse acrecentada entre las mujeres, por su todava relativamente dbil posicin social. Se tratara simplemente de una forma de gestionar unas diferencias de poder que de hecho existen, como vamos a ver en el ejemplo 3. As, las entrevistas realizadas a nios y adolescentes de origen Pgina 5de 13 Dimensiones de la comunicacin intercultural 23/8/2006 http://www.cesdonbosco.com/revista/revistas/revista%20ed%20futuro/Ef8/exp_dimens... ecuatoriano y tambin de Marruecos muestran cmo la forma de llevar las clases llega a confundirles y de ella concluyen que los profesores no estn interesados en su desarrollo (Martn Rojo et al 2002). De manera que estos usos lingsticos podran favorecer inferencias sobre el tipo de situacin comunicativa que se alejan de la clase. En el ejemplo que estudiamos estas inferencias se ven reforzadas porque la profesora ha elegido una estrategia docente muy eficaz, pero siempre difcil, el juego (concurso), ya que los alumnos han de aceptar que la finalidad de este es ensear y aprender, y no divertirse. A esta conclusin les cuesta llegar a toda en la clase. Ahora bien, es posible que las diferencias en la regulacin de la comunicacin hagan todava ms difciles a algunos alumnos, inferir dnde estn los lmites. En el ejemplo 3 vemos un ejemplo de cmo se desarrolla la dinmica conversacional.
Ejemplo 3 - Prof.: Vamos a ver, empieza y tu misma a leer, Irene. Lelo, bueno, Irene, siempre lee con voz muy bajita pero hoy lo va a leer un poquito ms alto para que se la oiga bien. A ver, silencio religioso, vale? [Ibrahim no cesa de hacer ruido] -Ibl.: Aaamn -Prof.: te va a ir a jefatura por gracioso, no, no, que s te vas a ir a jefatura, como un loco adems, ahora mismo te voy a poner una falta en tu libreta por hacerte el gracioso, donde est tu libreta (Grabacin de A. Gar y L. Miranda, 2001)
Este ejemplo muestra cmo los hablantes han de conocer que estas estrategias comunicativas que atenan las diferencias de poder y acrecientan la cercana profesor-alumno, no anulan tales diferencias, que, como vemos, al final se imponen. Y lo que poda parecer una forma blanda o tolerante de imponer el silencio necesario, en realidad, no lo es, a pesar que pueda parecerlo si estamos acostumbrados a formas menos coloquiales o ms imperativas. Desde el punto de vista comunicativo, este tipo de malentendidos son casi siempre superables, siempre que domine la voluntad de comunicarnos. Sin embargo, ocasionalmente, pueden requerir una intervencin especializada que haga explcita la diferencia cultural y facilitar la comunicacin. Sin embargo, la experiencia nos muestra que la situacin suele complicarse y ello se debe a la interferencia en la dimensin comunicativa de otras dimensiones relevantes. Las ltimas investigaciones sobre comunicacin intercultural muestran la incidencia que sobre estos malentendidos tiene el etnocentrismo: al tiempo que se subestiman las diferencias en la forma de conversar de las Pgina 6de 13 Dimensiones de la comunicacin intercultural 23/8/2006 http://www.cesdonbosco.com/revista/revistas/revista%20ed%20futuro/Ef8/exp_dimens... comunidades, se asume con frecuencia que los propios comportamientos son los normales y lgicos. Y cmo estas diferencias en la forma de comunicarse reflejan valores culturales diferentes o, al menos, jerarquas de valores diferentes (por ejemplo, individualismo frente a colectivismo). Sin embargo, los hablantes pocas veces somos conscientes de ello, a menos que hayamos desarrollado una competencia comunicativa intercultural. Al contrario, la falta de entendimiento o incluso los malentendidos no suelen percibirse como el resultado de modos de hacer distintos, sino de formas de ser. As, frecuentemente, los malentendidos interculturales son interpretados como fallos de la competencia comunicativa del otro (por lo general, de quien se encuentra en posicin de minora o de subordinacin), por pueden utilizarse como evidencias por las que se refuerzan estereotipos negativos o se justifica la exclusin social.
2. Dimensin psicosocial Esta es segunda dimensin que vamos a estudiar y a la que acabamos de referirnos, la dimensin psicosocial. Cuando nos comunicamos no slo intercambiamos informacin, sino que tambin negociamos nuestras relaciones con los otros, construimos la propia identidad y la de los otros, transmitimos una imagen propia y percibimos la de nuestros interlocutores. Es difcil, por tanto, comprender lo que sucede en los procesos comunicativos sin atender a estos aspectos psicosociales. Son, precisamente, los estereotipos que tenemos acerca de nuestros interlocutores los que pueden atenuar o exagerar la importancia de un modo de hacer. Por ejemplo, la interpretacin del volumen y el tono de voz usual en la pennsula no sera tan rpidamente interpretado por los hablantes latinoamericanos como un modo de imposicin y dominacin, de no ser por la imagen que del espaol ha emanado de un pasado de colonizacin y explotacin. Como ya hemos sealado, en la interaccin comunicativa, la forma de hablar suele ser interpretada como una forma de ser, por lo que los estereotipos son evocados y reconfirmados sin cesar. Y es precisamente la voluntad de agruparse o distanciarse de otros, la que explica por qu la sintona o la mala comunicacin desempean un papel tan relevante a la hora de distinguir entre nosotros y ellos, diferenciado entre endo y exogrupo. En el ejemplo 4, vemos cmo esta voluntad alcanza a explicar lo que ocurre en la comunicacin y, a su vez, se ve influida por ella. Este ejemplo est tomado de la misma clase a la que ya nos hemos referido, en la que la profesora utilizaba un juego para trabajar un gnero textual, la descripcin. El juego consista en que cada alumno realizara una descripcin annima de s mismo, atendiendo a aspectos fsicos y de carcter, y luego Pgina 7de 13 Dimensiones de la comunicacin intercultural 23/8/2006 http://www.cesdonbosco.com/revista/revistas/revista%20ed%20futuro/Ef8/exp_dimens... pasara esta descripcin a otra persona que haba de leerla en alto, mientras que los dems tenan que adivinar de quin se trataba. Algunos compaeros, como ocurre en el ejemplo siguiente, se saltan esa norma y en lugar de describirse a s mismos, describen a un tercero, ocasin que aprovechan para meterse con l o ella.
Ejemplo 4 A-Yo tengo el pelo corto, ojos cafeses, orejas largas (risas), pantalones apretados (...) M- Es Cristian Ir- Es Luis Prof.: Y en qu lo has notado Ir.: Ummm, eh, en lo de cafeses Prof.: Muy bien, y eso qu te parece Ir.:== que es de Per (:::) Prof.: Cmo diramos ojos color cafeses? A.: == Achinaos Ir.:== Marrones (...)(Grabacin de A. Gar y L. Miranda, 2001)
Comprobamos aqu cmo entran en juego los prejuicios y cmo son parte de la construccin de una imagen irnica, pero tambin negativa, del otro. En este caso, se da implcitamente un deslindamiento, entre nosotros y ellos, que se pone de manifiesto en la evocacin de unos rasgos fsicos que se viven como diferentes y que remiten, a su vez, a estereotipos, los cuales no pueden obviarse si queremos explicar el malestar que pueda surgir entre los interlocutores. Esta proyeccin sobre la dinmica conversacional se ve an ms clara en el siguiente ejemplo. Se trata de una entrevista laboral, en la que un candidato, originario de Pakistn, compite con otros candidatos britnicos, como los examinadores. El puesto que solicita es de bibliotecario en una Facultad.
Ejemplo 5 [1]
P.: Entonces, entre 1957 y el periodo en el que estuvo en Ealing, de hecho usted no tuvo contacto con el mundo acadmico? R.: No realic trabajo acadmico. Ustedes deben tener en cuenta que durante quince aos trabaj en fbricas, y lejos del trabajo acadmico. Segu el mismo curso, aprob los mismos exmenes que otros estudiantes verdad? que acaban de licenciarse en este pas. Ellos aprobaron el mismo examen. Yo aprob el mismo examen. Cuatro exmenes escritos de tres horas cada uno, y hice el mismo curso. P.: Por qu, en esa poca, no pens en seguir un curso de biblioteconoma Pgina 8de 13 Dimensiones de la comunicacin intercultural 23/8/2006 http://www.cesdonbosco.com/revista/revistas/revista%20ed%20futuro/Ef8/exp_dimens... antes? R.: Bueno, no tuve oportunidad. No haba ninguna oportunidad. P.: Por qu no, Sr. Sandu? R.: Bueno, quiz por los prejuicios, tal vez... Siempre que intentaba conseguir un trabajo que no fuera manual, me respondan lo siento, pero no. No s. (tomado de Gumperz. y Roberts, 1979)
La insistencia, por parte de los examinadores, en el alejamiento del seor Sandu del mbito acadmico, es interpretada por l como un sealamiento de un rasgo desacreditador y negativo para su seleccin. Mientras que, para l, este es, precisamente, el rasgo que mayor valor del confiere: haber salido adelante, a pesar de las dificultades derivadas de la migracin, que le han llevado a trabajar en una fbrica durante el da y estudiar por la noche. De ah su respuesta, en la que insiste en que l ha recibido la misma formacin. De tal insistencia puede inferirse que, a pesar de tener idntica formacin, no est recibiendo idntico trato. As, en su ltima intervencin hace referencia explcita a la existencia de prejuicios, como posible explicacin de por qu ha vivido una situacin de exclusin social, en un mbito laboral equivalente al que ahora quiere acceder. Sus examinadores interpretan ambos elementos como acusaciones veladas de racismo, y la interaccin deriva en conflicto. De manera que, esta dimensin psicosocial no slo puede explicar los orgenes de ciertos conflictos en la comunicacin, sino que, dependiendo de cmo se maneje, puede acrecentar las diferencias y tener consecuencias sociales, adems de comunicativas, para los individuos.
3. Dimensin social
La dimensin psicosocial nos conduce inevitablemente a la dimensin social, la tercera que queremos considerar. Esta dimensin se refiere a la asimetra social, especialmente en cuanto a las diferencias de estatus y poder entre los interlocutores. Estas diferencias hacen que los distintos modos de comunicarse se conviertan en mecanismos de diferenciacin y exclusin social dado que ciertos hablantes estn legitimados socialmente para imponer sus formas sobre otras. Ms all de que los hablantes mantengan estereotipos y de que usen la comunicacin para afiliarse o separarse, lo que es relevante, en este contexto, es que esas diferencias sirven para legitimar el poder de ciertos grupos de hablantes y la exclusin social de otros (la nocin de mercado lingstico de Bourdieu, y las aplicaciones que de ella se han hecho, explican este proceso). De hecho, las situaciones de comunicacin intercultural que mejor conocemos son aquellas presididas por la asimetra y las diferencias de poder. Pgina 9de 13 Dimensiones de la comunicacin intercultural 23/8/2006 http://www.cesdonbosco.com/revista/revistas/revista%20ed%20futuro/Ef8/exp_dimens... Por ello, los cambios en los patrones comunicativos asociados a los fenmenos migratorios han sido objeto de estudio prioritario de este campo de investigacin. Si nos situamos en el nivel macrosocial, rara vez encontramos polticas coherentes de transformacin de nuestras sociedades, en las que se observan las consecuencias del cada da mayor desnivel econmico entre el norte y el sur, y en las que ha aumentado la movilidad y en las que, por otro lado, se trata de sacar partido de esta movilidad tratando de obtener mano de obra barata. A pesar de ello, y a pesar de la incorporacin de trabajadores extranjeros, no se observan polticas transformadoras que tengan por objetivo la integracin de la diversidad cultural, lingstica y religiosa. Por lo general y, en parte, como resultado de las tensiones sociales, de las reivindicaciones y del compromiso social, por parte de los colectivos de migrantes y de las fuerzas polticas y movimientos sociales que demandan la universalidad de los derechos fundamentales, encontramos actuaciones parciales y la creacin de servicios dirigidos especficamente a los inmigrantes y no al conjunto de la sociedad. Este tipo de polticas incide nicamente sobre el colectivo inmigrante que debe con su esfuerzo incorporarse a los usos y formas de la mayora. Como consecuencia de ello, las interacciones interculturales que encontramos se producen en contextos institucionales, en los que los profesionales dan un servicio a un usuario que ha de contar con una serie de conocimientos: expectativas apropiadas de lo que cabe esperar de estas interacciones, conocimiento de la forma de llevarlas a cabo, de las normas y de la lengua de la mayora. En estos contextos, las interacciones son siempre asimtricas, pero esta asimetra puede incrementarse notablemente, y ello se refleja y reproduce en la comunicacin. Adems, si estas interacciones culminan con la exclusin, con la negacin del acceso a servicios o beneficios, estas suelen justificarse o legitimarse culpando a la vctima, y en ello los modos de hacer y o la falta de competencia social del solicitante. Es en este tipo de instancias donde la actuacin del mediador-traductor intercultural puede ser fundamental para facilitar la comunicacin e integracin.
Ejemplo 6 (lugar: centro de ayuda al inmigrante) Vol.: vamos a ver t me entiendes a m el espaol? Us.: s Vol.: bueno, t ests empadronado en Majadahonda? Us.: s Vol.: bueno, pues me vas a hacer un favor Us.: hhh (asiente) Vol.: vais a empezar a decir que la correspondencia os la enven a vuestra casa a vuestro domicilio porque aqu al final esto de recibir las cartas lo Pgina 10de 13 Dimensiones de la comunicacin intercultural 23/8/2006 http://www.cesdonbosco.com/revista/revistas/revista%20ed%20futuro/Ef8/exp_dimens... vamos a quitar porque a veces no vens a por las cartas se pierden + Us. las tenemos aqu antes, sabes? Vol.: lo s de toda la vida esto ha esta aqu (...) Us.: antes aqu Vol.: bueno t me ests entendiendo lo que yo =te digo= Us.: =s, s= Vol.: esto no es una norma ma eso me han dich= Us.: =xxx= pasa por aqu, sabes? Vol.: que hagis el favor de avisar que os escriban a vuestras casas, lo mismo en el banco que en la seguridad social que en el trabajo que los amigos y que la familia, porque la gente al final no vens a recogerlas. Se pierden muchas oportunidades de trabajo porque la gente no viene a recoger las cartas y entonces ...a los espaoles nos escriben a nuestra casa pues a vosotros os tienen que escribir a vuestra casa tambin, de acuerdo? (ejemplo grabado por G. La Madrid y A. Gmez, 2001, para el proyecto C-ORAL-ROM [2] ).
En este ejemplo, vemos cmo adems de la dificultad derivada del idioma, se utiliza el argumento de la igualdad (como los espaoles) y se obvia la diferencia; una diferencia social, en este caso: a pesar de que estos trabajadores puedan estar empadronados (gracias al apoyo y la residencia de otros ya instalados), ese no es necesariamente su lugar de residencia, ya que pueden tratarse de recin llegados y cambiar de vivienda con frecuencia. La idea de que para integrar, no hay que hacer distingos, hay que tratar igual, se encuentra muy afianzada, a pesar de que ello supone competir sobre la base de las condiciones y valores de la mayora, dndose una desigualdad de hecho. Este ejemplo refleja cmo la persona que atiende el servicio no se pone en el lugar del otro, quizs por desconocimiento. No recoge, por tanto, que conviene, por tanto, tener un lugar par recibir la correspondencia, entre la que se encuentran cartas oficiales para la tramitacin de la tarjeta de residencia y ofertas de trabajo. Pero en esta dinmica conversacional no slo vemos que esta situacin se obvia, sino que la diferencia lingstica y comunicativa (la insistencia del usuario que no se va, y repite que antes s, en una estrategia propia de quien ocupa la posicin del dbil), revierte sobre la indefensin social. Slo la presencia de un mediador, o de un traductor-mediador, podra en este caso evitar que los problemas que puedan surgir en una dimensin, en especial la comunicativa, reviertan sobre la psicosocial, incrementando los prejuicios, y sobre la dimensin social, incrementando las posibilidades de exclusin social.
4. El papel de la educacin Lo visto hasta ahora nos muestra cmo nicamente desplegando un panorama complejo y multidimensional podemos acercarnos a los procesos comunicativos interculturales y reflexionar sobre cmo podemos intervenir en Pgina 11de 13 Dimensiones de la comunicacin intercultural 23/8/2006 http://www.cesdonbosco.com/revista/revistas/revista%20ed%20futuro/Ef8/exp_dimens... ellos. Se evitan as simplificaciones que slo reparan en las asimetras sociales o slo en las diferencias culturales. Un marco complejo como este puede contribuir a que, en situaciones concretas, se evite que las diferencias en la manera de conversar o en los usos lingsticos incrementen las distancias sociales y justifiquen los procesos de exclusin social. La posibilidad de intervenir nos muestra la centralidad que en relacin a todos estos aspectos desempea la educacin. En primer lugar, y como se sealaba en algunos de los ejemplos dados, la lengua y los usos lingsticos pueden actuar como cierre social, frenando el acceso a los servicios y a la educacin. Si trasladamos esta cuestin a la escuela, comprobamos cmo los materiales docentes presentan, sus contenidos y actividades, no son idnticos en los diferentes pases y sistemas educativos. Los profesores no somos siempre conscientes de que los contenidos, las actividades, la retrica y los usos conversacionales son convencionales, y de que en otra lengua y cultura pueden ser diferentes. Atender a estos aspectos, incorporar nuevos contenidos a los currculos y nuevas estrategias pedaggicas, es el camino a seguir para desarrollar modelos educativos integradores e interculturales. La educacin puede desempear, por tanto, en este mbito un papel relevante. La intervencin en la educacin puede crear un espacio en el que los hablantes sean conscientes de las diferencias y de que les resulten enriquecedoras, desarrollando as una competencia comunicativa intercultural. Por ello, hoy se observa una tendencia general a aplicar una perspectiva comunicativa, atenta a las diferencias culturales, en la educacin (vase, por ejemplo, Aikman 1999, Aitken 2000). Con ello, la educacin tambin sensibilizar y preparar a los futuros profesionales a ejercer en un contexto social que ya no est presidido por la homogeneidad.
Pgina 12de 13 Dimensiones de la comunicacin intercultural 23/8/2006 http://www.cesdonbosco.com/revista/revistas/revista%20ed%20futuro/Ef8/exp_dimens... Referencias citadas Aikman, S. (1999) Intercultural communication and literacy: an ethnographic study of indigenous knowledge and learning in the Peruvian Amazon. Amsterdam/ Philadelphia: John Benjamins Pub. Co. Aitken, M. (2000) Directives and indirectness: the semantics and pragmatics of instructional discourse. Frederiksberg: Institut for Fransk, Italiensk og Russisk Handelshjskolen i Kbenhavn. Corpus espaol C-ORAL-ROM, Laboratorio de Lingstica Informtica de la UAM (http:// www.lllf.uam.es/proyectos/). Gar, A. y Miranda, L. (2001) . Comunicacin intercultural en el aula. Trabajo de doctorado. Gmez, A., y LA Madrid, G. (2001) Comunicacin intercultural en servicios pblicos. Trabajo de doctorado. Gumperz, J. y C. Roberts (1979) Crosstalk. A study of cross-cultural communication. The National Centre for Industrial Training y BBC Continuing Education Department. Martn Rojo L. et al. (2002) Asimilar o integrar? Dilemas de las polticas educativas ante los procesos migratorios (en prensa). Scollon W. y Scollon, R. (2000) Intercultural communication a discourse approach. Oxford: Backwell. Ventola, E. & Mauranan, A. (eds.). (1996) Academic writing: intercultural and textual issues. Amsterdam/ Philadelphia: John Benjamins Pub. Co. Wiercbicka, A. (1991) Cross-cultural pragmatics. Amsterdam: Mouton de Gruyter.
[1] Ejemplo tomado de Gumperz y traducido por Rachel Whittaker y Luisa Martn Rojo.
[2] Este ejemplo del corpus espaol de C-ORAL-ROM, que est recopilando en el Laboratorio de Lingstica Informtica de la UAM (http:// www.lllf.uam.es/proyectos/). Este hbeas estar disponible al pblico en 2004. Pgina 13de 13 Dimensiones de la comunicacin intercultural 23/8/2006 http://www.cesdonbosco.com/revista/revistas/revista%20ed%20futuro/Ef8/exp_dimens...
L. Milroy y J. Milroy (1985) Authority in Language. Investigating Language Prescription and Standardization. Londres / Nueva York, Routledge & Kegan Paul.