Rosa María Torres: "No Basta Con Ensenar A Leer y A Escribir"
Rosa María Torres: "No Basta Con Ensenar A Leer y A Escribir"
Rosa María Torres: "No Basta Con Ensenar A Leer y A Escribir"
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ad-hoc para seguir aprendiendo a leer y escribir; a partir de lo que
sabe puede continuar leyendo y escribiendo sola, con propósito y
con sentido, utilizando y perfeccionando sus habilidades para
expresarse y comunicarse, lo que es la base misma del aprendizaje
a lo largo de la vida.
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los medios de comunicación, a cargo de alcaldes, gobernadores,
ministros, primeras damas e incluso candidatos presidenciales, fue
algo que observé repetirse en mis recorridos por varios de estos
países. Es más: la propaganda electoral, especialmente en zonas
rurales y urbano-marginales, apareció en la investigación como el
tipo de material más extendido en la creación de “ambientes
letrados”. Claro que, por lo general, dicha propaganda no está
pensada para quienes no saben leer o apenas están aprendiendo.
Lo que capta la atención es sobre todo la imagen y el uso de
colores y símbolos.
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Qué bueno que el Plan Iberoamericano de Alfabetización y
Educación Básica de Jóvenes y Adultos (2007-2015) no se detenga
en la alfabetización sino que apunte a universalizar la educación
básica entre jóvenes y adultos (lástima que la sigla adoptada sea
PIA, cercenando la EB más amplia, tan importante de recordar y
machacar). No obstante, aún dado este marco, la mentalidad
tradicional hace que muchos gobiernos, políticos, tecnócratas, y la
“opinión pública” construida por los medios, sigan hablando de
“reducir” o “erradicar el analfabetismo” como LA meta.
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escuela, y es ahí donde se ubican las prioridades. Se habla de
alfabetización y educación, como si la alfabetización no fuese parte
de la educación (esta separación sigue presente en muchas
constituciones y leyes, en los organigramas de los ministerios de
educación, en la programación y metas de las agencias
internacionales, etc.).
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regionales, hemisféricos e iberoamericanos entrecruzándose hoy
en día en nuestra región. UNESCO coordina la Década, la
Educación para Todos (1990-2015) - una de cuyas metas es reducir
el analfabetismo a la mitad para el 2015 – y el programa mundial
LIFE (apoyado por la Casa Blanca) que ha seleccionado 35 países,
2 de ellos (Brasil y Haití) en esta región. España, a través de la
OEI, viene organizando el Plan Iberoamericano de Alfabetización y
Educación Básica de Jóvenes y Adultos (2007-2015). Cuba, a través
del IPLAC, viene implementando desde el 2003 el programa “Yo Sí
Puedo” en varios países, incluidos también Brasil y Haití. Cada
iniciativa tiene marcos, objetivos, metas, plazos, alcances,
investigaciones, informes y modalidades diferentes de acción.
Hasta la fecha, lamentablemente, lo que predomina es la
descoordinación, el paralelismo y hasta la competencia entre las
diversas iniciativas, lo que es caldo de cultivo para los
protagonismos, la duplicación de esfuerzos, el desperdicio de
recursos, y la siempre vigente y temida “guerra de los métodos”.
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¿Qué piensa sobre la evaluación de los programas de
alfabetización en la región?
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Personalmente, me inquieta la posibilidad de que pasemos de la
ausencia de evaluación en este campo, a la sobredosis de empeños
evaluadores y de construcción de indicadores que viene
impregnando a la educación en general. El campo educativo es
muy proclive a estos movimientos pendulares. La educación básica
de jóvenes y adultos, y dentro de ella la alfabetización
específicamente, deben pensarse desde otros parámetros,
inseparables de las condiciones de vida de la gente, de sus
aspiraciones y luchas. Estas no pueden verse aquí como meros
“factores asociados” al aprendizaje, como mero “contexto”. Si
reconocemos, por ejemplo, que aprender a leer y escribir es un
derecho ciudadano, una herramienta de conciencia y
transformación social, un aprender a leer no sólo lo escrito sino a
“leer el mundo” y la propia realidad críticamente, como decía Paulo
Freire, ¿cuáles deberían ser los parámetros para definir el “perfil”
deseable o el buen “desempeño” del alfabetizador y el buen
“rendimiento” del alfabetizando?
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cada vez más, a los grupos interesados, a los otrora llamados
“beneficiarios”. Es parte de la responsabilidad de quienes dirigen
facilitar las condiciones para que la población participe y
contribuya desde criterios informados y cabalmente deliberados en
el seno de sus respectivas organizaciones.
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El campo de alfabetización ha sido siempre flojo en términos de
formación y capacitación, tanto de los educadores del sistema
escolar como de los que actúan fuera de éste. En la alfabetización
de adultos, éste ha sido tradicionalmente uno de los grandes
talones de Aquiles. Además, cuando se habla de formar y capacitar,
se piensa en los alfabetizadores, en los facilitadores. No obstante,
lo que se requiere es un esfuerzo de renovación de cuadros a todos
los niveles, con una visión actual y ampliada de la alfabetización y
de la cultura escrita, en todos los ámbitos: la investigación, el
diseño políticas y programas, la elaboración de materiales, la
enseñanza, la asesoría, la supervisión, la evaluación, etc.
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