Violeta Parra - Pa' Cantar de Un Improviso
Violeta Parra - Pa' Cantar de Un Improviso
Violeta Parra - Pa' Cantar de Un Improviso
VIOLETA PARRA
GRACIAS A LA VIDA. Gracias a la vida que me ha dado tanto! Me dio dos luceros que cuando los abro, perfecto distingo lo negro del blanco. Y en el alto cielo su fondo estrellado, y en las multitudes el hombre que yo amo. Gracias a la vida que me ha dado tanto! Me ha dado el sonido y el abedecedario, con l las palabras que pienso y declaro. Madre amigo hermano y luz alumbrando, la ruta del alma del que estoy amando. Gracias a la vida que me ha dado tanto! Me ha dado la marcha de mis pies cansados, con ellos anduve ciudades y charcos. Playas y desiertos montaas y llanos, y la casa tuya, tu calle y tu patio. Gracias a la vida que me ha dado tanto! Me dio el corazn que agita su marco, cuando miro el fruto del cerebro humano. Cuando miro al bueno tan lejos del malo, cuando miro al fondo de tus ojos claros. Gracias a la vida que me ha dado tanto! Me ha dado la risa y me ha dado el llanto, as yo distingo dicha de quebranto. Los dos materiales que forman mi canto, y el canto de ustedes que es el mismo canto y el canto de todos que es mi propio canto.
MUDA, TRISTE Y PENSATIVA. Muda, triste y pensativa ayer me dej mi hermano cuando me habl de un fulano muy famoso en la poesa. Fue grande sorpresa ma cuando me dijo: Violeta, ya que conocs la treta de la vers popular, princpiame a relatar tus penurias a lo pueta. Vlgame Dios, Nicanor, si tengo tanto trabajo, que ando de arriba pabajo desentierrando folklor. No sabs cunto dolor, miseria y padecimiento me dan los versos quencuentro; muy pobre est mi bolsillo y tengo cuatro chiquillos a quienes darl el sustento. En ratitos que me quedan entre campo y grabacin, agarro mi guitarrn, o bien, mi cogote yegua. Con ellos me siento en tregua pa reposarme los nervios, ya que este mundo soberbio me ha destinado este ocio, y, malhaya el benecio, como lo dice el proverbio. Igual que jardn de ores se ven los campos sembraos
de versos tan delicaos que son perfeutos primores. Ellos cantan los dolores, llenos de fe y esperanzas; algotros piden mudanzas de nuestros amargos males; fatal entre los fatales voy siguiendo estas andanzas. Por n, hermano sencillo que no comprends mi caso, no sabs que un solo lazo lacea un solo novillo? Picao tengo el colmillo de andar como el avestruz, sin conseguir una luz ni una sed de agua siquiera. Mientras tanto, la bandera no dice ni chuz ni muz.
PERO, PENSNDOLO BIEN... Pero, pensndolo bien y haciendo juicio a mi hermano, tom la pluma en la mano y jui llenando el papel. Luego vine a comprender que la escritura da calma pa los tormentos del alma, y en la ma, que hay sobrantes, hoy cantar lo bastante pa dar el grito de alarma. Empezar del comienzo sin perder ningn detalle; espero que no me falle lo que contarles yo pienso. A lo mejor no convenzo con mi pobr inspiracin, escas ando de razn, mi seso est polillao, mi pensamiento nublao con tanta preocupacin. Recular algunos aos y de lugar mudar, as les relatar sin coilas y sin engaos. Que se descarguen los daos en la pobre relatora por no valerle hast ahora haberse amarrao a Chile. Si el canto no le da miles, vlgame Dios, la cantora. Primero, pido licencia pa trasportar la guitarra;
despus, digo que jue Parra quien me don lexistencia. Si me falta lelocuencia para tejer el relato, me pongo a pensar un rato armando el tuntuneo, a ver si as deletreo con claridez mi retrato. Tenga calma la compaa, ya viene la despeda; la poca sabidura mis ocurrencias empaa. Siempre la suerte mengaa por mucha ilusin que tenga. Que la juerza me sostenga si el sacricio es en vano, y no me condene, hermano: no hay mal que por bien no venga.
LA CARTA (LOS HAMBRIENTOS PIDEN PAN). Me mandaron una carta por el correo temprano. En esa carta me dicen que cay preso mi hermano. Y, sin lstima, con grillos, por la calle lo arrastraron, s. La carta dice el motivo que ha cometido Roberto: haber apoyado el paro que ya se haba resuelto. Si acaso esto es un motivo, presa tambin voy, sargento, s. Yo que me encuentro tan lejos, esperando una noticia, me viene a decir la carta que en mi patria no hay justicia: los hambrientos piden pan, plomo les da la milicia, s. De esta manera pomposa quieren conservar su asiento los de abanico y de frac, sin tener merecimiento. Van y vienen de la iglesia y olvidan los mandamientos, s. Habrase visto insolencia, barbarie y alevosa, de presentar el trabuco y matar a sangre fra a quien defensa no tiene con las dos manos vacas?, s.
La carta que he recebido me pide contestacin. Yo pido que se propale por toda la poblacin que El Len es un sanguinario en toda generacin, s. Por suerte tengo guitarra para llorar mi dolor; tambin tengo nueve hermanos fuera del que se engrill. Los nueve son comunistas con el favor de mi Dios, s.
ARAUCO TIENE UNA PENA... Arauco tiene una pena que no la puedo callar son injusticias de siglos que todos ven aplicar, madie le ha puesto remedio pudiendolo remediar. Levntate Huenchulln! Un da llega de lejos huescufe conquistador buscando montaas de oro que el indio nunca busc, al indio le basta el oro que le relumbra del sol. Levntate Curimn! Entonces corre la sangre no sabe el indio qu hacer le van a quitar su tierra la tiene que defender, el indio se cae muerto y el afuerino de pi Levntate Manquilef! Adnde se fue Lautaro perdido en el cielo azul y el alma de Galvarino se la llev el viento sur, por eso pasan llorando los cueros de su cultrn Levntate, pues, Callfull!
Del ao mil cuatrocientos que el indio aigido est a la sombra de su ruca lo pueden ver lloriquear, totora de cinco siglos nunca se habr de secar. Levntate Callupn! Arauco tiene una pena ms negra que su chamal ya no son los espaoles los que les hacen llorar, hoy son los propios chilenos los que les quitan su pan. Levntate Pailahun! Ya rugen las votaciones se escuchan por no dejar pero el quejido del indio por que no se escuchar? aunque resuene en la tumba la voz de Caupolicn Levntate Huenchulln! Levntate Curimn! Levntate Manquilef! Levntate, pues, Callfull! Levntate Callupn! Levntate Pailahun! Levntate!
PA CANTAR DE UN IMPROVISO (TALENTO PA CANTAR). Pa cantar de un improviso se requiere gen talento, memoria y entendimiento, juerza de gallo castizo. Cual vendaval de granizos han de orear los vocablos, se ha de asombrar hast el diablo con estas bellas razones, como en las conversaciones entre San Peiro y San Pablo. Tamin, seores oyentes, se necesita estrumento, muchsimos elementos y compaero locuente; ha de ser gen contendiente, conoceor de lhistoria. Quisiera tener memoria pa entablar un desafo, pero no me da el sento pa nalizar con gloria. Al hablar del estrumento dirjome al guitarrn; con su alambre y su bordn su sonoro es un portento. Cinco ordenanzas le cuento, tres de a cinco, dos de a tres, nel clavijero a sus pies lentrastara legante; cuatro diablitos cantantes debe su caja tener. Y pa cantar a porfa habr que ser tocaora,
arrogante la cantora para seguir meloda, galantizar alegra mientras dure l contrapunto, formar un bello conjunto, responder con gran destreza: yo veo que mi cabeza no es capaz par este asunto. Por n, seores amables que me prestis atencin, me habris hallado razn de hacerle quite a este sable. Mas no quiero que sentable contra m algn comentario, pa cominillo en los diarios sobran muchos condimentos. No ha de faltarm el momento que aprenda la del canario.
MAS VAN PASANDO LOS AOS... Mas van pasando los aos, las cosas son muy distintas: lo que fue vino, hoy es tinta, lo que fue piel, hoy es pao, lo que fue cierto, hoy engao. Todo es penuria y quebranto, de las leyes de hoy me espanto, lo paso muy confundida, y es grande torpeza mida buscar alivio en mi canto. Han visto la mantequilla, dicen de ques vegetal, y que de leche animal fabrican la mostacilla. Las lneas de las chiquillas, desmyese el ms sereno, que lo que miran por seno no es nada ms que niln. Pregunto con emocin: quin trajo tanto veneno? En este mundo moderno, qu sabe el pobre de queso, caldo de papa sin hueso, menos sabe lo que es terno; por casa, callampa, inerno de lata y ladrillos viejos. Cmo le aguanta el pellejo?, eso s que no lo s, pero bien s que el burgus se pit al pobre verdejo. Yo no protesto por migo, porque soy muy poca cosa;
reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. A Dios pongo por testigo, que no me deje mentir: no me hace falta salir un metro fuera e la casa pa ver lo que aqu nos pasa y el dolor que es el vivir. Dispnsenme las chiquillas si mhe salido del tema, es questa verdad me quema el alma y la pajarilla. Quem est la sopaipilla, pal pobre ya no hay razones; hay costra en los corazones y horchata en las venas ricas. Y claro, esto a m me pica igual que los sabaones.
DE TAL PALO, TAL ASTILLA. De tal palo, tal astilla, se dequivoca el refrn: solo le cuadra a San Juan, pero no a esta mocosilla; bien dor jue la tortilla, muy revueltita despus. Ya ven, mi abuelo Jos con el Cdigo en su mente, y quin hubo ms prudente como mi otro abuelo jue. Tan sabios conocimientos no recayeron en hijos; con un misterio prolijo pasan direuto a los nietos, en lo cual yo no les miento, tengo la preba en la mano: yo les presento a mi hermano como el ms bonito ejemplo. Si agora no tiene un templo lo tendr tarde o temprano. No es que yo quiera pasarme el lomo por lescobilla; tampoco hacerle cosquilla al que ha venido a escucharme. Con prisiones y gendarmes castiguen mi vanidad, a la pate la verdad yo estoy contando mi cuento. Perdonen mi atrevimiento y mi escasa habilidad. Toco vihuela, improviso, compongo mis melodas,
las noches las hago das pensando si lo preciso; buscando el oro macizo salgo volando al camino, y el versear a lo divino es oro de gran quilate. Si pa vos es disparate pa m no, pues, Secundino. Sentencia de doble multa es no saber pentagrama. Si en el mate arde una llama destin pa gente culta, en el cerebro me abulta causndome confusin, y al toque del guitarrn le voy cambiando el estilo por un concierto pililo que alegra mi corazn.
DCIMA CENTSIMA. Una vez que me asediaste dos juramentos me hiciste, tres lagrimones vertiste, cuatro gemidos sacaste, cinco minutos dudaste, seis ms porque no te vi; siete pedazos de m, ocho razones me aquejan, nueve mentiras me alejan, diez que en tu boca sent. Once cadenas me amarran, doce quieren desprenderme, trece podrn detenerme, catorce que me desgarran; quince perversos embarran mis diecisis esperanzas, las diecisiete mudanzas dieciocho penas me dan, diecinueve me aguardarn veinte ms que ya me alcanzan. Veintiuno son los dolores que veintids pensamientos me dan veintitrs tormentos por veinticuatro temores, veinticinco picaores me dicen veintisis veces que veintisiete me ofrecen veintiocho de sus estambres, son veintinueve calambres los treinta que me adolecen. Treinta y un das te am, treinta y dos horas soaba,
treinta y tres minutos daban o treinta y cuatro tal vez; treinta y cinco yo escuch treinta y seis junto a tu pecho, treinta y siete fue a mi lecho treinta y ocho de pasin, treinta y nueve el corazn cuarenta marc despecho. Cuarenta y una distancias, cuarenta y dos, vide en ti, cuarenta y tres recorr, cuarenta y cuatro con ansia, cuarenta y cinco fragancias, cuarenta y seis aspir, cuarenta y siete despus, cuarenta y ocho suspiro, cuarenta y nueve deliro cincuenta de tu inters. Cincuenta y una penuria y cincuenta y dos bramidos, cincuenta y tres alaridos y cincuenta y cuatro furias; cincuenta y seis son las tuyas * cincuenta y seis engaifa, cincuenta y siete la rifa cincuenta y ocho me dio, cincuenta y nueve el adis, sesenta de tu avaricia. Sesenta y un besos creo sesenta y dos que me diste, sesenta y tres que volviste sesenta y cuatro cual reo, sesenta y cinco deseos sesenta y seis demostraste,
sesenta y siete alcanzaste sesenta y ocho es tu afn, sesenta y nueve al nal setenta me traicionaste. Setenta y una revueltas, setenta y dos como gallo setenta y tres a tus rayos setenta y cuatro a mi puerta, setenta y cinco respuestas setenta y seis complet entonces consider, setenta y siete que daba, setenta y ocho miradas ochenta veces despus. Ochenta y un sentimientos me dan ochenta y dos hieles, ochenta y tres los ineles, ochenta y cuatro del cuento ochenta y cinco no encuentro me agitan ochenta y seis, ochenta y siete la ley me da ochenta y ocho multas por ochenta y nueve culpas, noventa, que yo pagu. Noventa y una sorpresas noventa y dos veces tuve, noventa y tres que yo anduve noventa y cuatro asperezas, noventa y cinco rarezas tu amor dio noventa y seis, noventa y siete de rey, noventa y ocho ironas, noventa y nueve agonas, cien aos recibir.
VOLVER A LOS 17. Volver a los diecisiete despus de vivir un siglo es como descifrar signos sin ser sabio competente. Volver a ser de repente tan frgil como un segundo, volver a sentir profundo como un nio frente a Dios, eso es lo que siento yo en este instante fecundo. Se va enredando, enredando, como en el muro la hiedra, y va brotando, brotando, como el musguito en la piedra, ay, s s s. Mi paso retrocedido, cuando el de ustedes avanza; el arco de las alianzas ha penetrado en mi nido con todo su colorido, se ha paseado por mis venas y hasta las duras cadenas con que nos ata el destino es como un diamante no que alumbra mi alma serena. Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber, ni el ms claro proceder ni el ms ancho pensamiento. Todo lo cambia el momento cual mago condescendiente, nos aleja dulcemente
de rencores y violencia: solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes. El amor es torbellino de pureza original; hasta el feroz animal susurra su dulce trino, detiene a los peregrinos, libera a los prisioneros; el amor con sus esmeros al viejo lo vuelve nio y al malo solo el cario lo vuelve puro y sincero. De par en par la ventana se abri como por encanto, entr el amor con su manto como una tibia maana; al son de su bella diana hizo brotar el jazmn, volando cual serafn, al cielo le puso aretes y mis aos en diecisiete los convirti el querubn. Se va enredando, enredando, como en el muro la hiedra, y va brotando, brotando, como el musguito en la piedra, ay, s s s.
Violeta Parra. Pa' cantar de un improviso. Chile. 1953-1967. Dcimas con races hondas como los Andes, florecen para rimar sobre la vida annima del Pueblo y su cantora ms fiel.
El autor destos textos es la sociedad en la que fueron concebidos. Su comprensin se torna imposible sin un conocimiento cabal de las circustancias polticas, culturales y econmicas que los rodea(ba)n en el momento de su publicacin.