El Teatro de Manuel Puig
El Teatro de Manuel Puig
El Teatro de Manuel Puig
Jess-Antonio CAPELLN
(Universidad de Valladolid)
' En este estudio abordar nicamente las tres obras dramticas que Puig public en
vida, dos de ellas conjuntamente (Bajo un manto de estrellas y El beso de la mujer araa,
Seix Barral, Barcelona, 1983), y una tercera de la que slo ha sido editada su traduccin
inglesa (Mystery of the Rose Bouquet, trans. Alian Baker, Faber and Faber, London,
1988). Las pginas que aparecen tras las citas corresponden a estas ediciones.
Aparte de las sealadas, Puig dej inditas otras obras escritas para la escena, entre
ellas Gardel, Utna Lembranfa (sobre varios de los tangos que Alfredo Le Pera compuso
para Gardel), estrenada en el Teatro da Galera de Rfo de Janeiro en septiembre de 1987,
bajo la direccin de Aderbal Freir (hijo); Triste golondrina macho, cuya primera versin,
de 1985, fue publicada aos despus por Iln Stavans en Gestos. Teora y prctica del
teatro hispnico, ao 7, ntm. 13 (abril 1992), pp. 92-122; y algunas comedias musicales
menores que no lleg a estrenar, como "Amor del bueno" (sobre canciones de Jos
Alfredo Jimnez) y "Muy seor mo" (juguete cmico-musical con boleros pensado para
la parodista mexicana Carmen Salinas), escritas ambas en Mxico a mediados de los
setenta.
163
su publicacin,
Pepe Martn est preparando la reposicin de la obra que l mismo haba estrenado.
* Comentario recogido en Manuel Puig, Juan Manuel GARCA-RAMOS (editor).
Ediciones de Cultura Hispnica, Madrid, 1991, p. 122. El mismo autor explicaba en este
coloquio el origen de la idea y hasta qu punto le ayud a decidirse la experiencia de una
librrima versin en italiano realizada con anterioridad: "Yo estaba en Nueva York y Pepe
[Martn] haba ledo la novela. No nos conocamos personalmente. Pas por Nueva York
y me habl de la posibilidad de adaptarla al teatro y yo puse el grito en el cielo. Dije:
< <No, no, no. Esto es muy literario. Yo necesit trescientas pginas para contar esta
historia y no puedo reducirla a una obra de teatro de unas dos horas. Imposible> > . En
el nterin, un ex director de teatro de Italia me pidi lo mismo, que hiciera la versin.
Insisti tanto, tanto, tanto e iba a hacer una cosa tan experimental, y digo: < <Bueno, yo
no la hago pero hganla ustedes. Total, si es una cosa de poca difusin, no importa. Hagan
lo que quieran>>. Entonces yo le pregunt al italiano < < Q u has hecho? Qu
tienes?... Qu experiencia tienes?> > , y l dice: < <Ninguna> > , y digo: < <Bueno.
Buen comienzo > > , y digo: < < Yo no me animo a hacerla y otro que nunca ha hecho
nada se anima. Vamos Aunque esto va a ser una catstrofe > > . Tuvo muchsimo xito.
Yo recib el libreto, la adaptacin, y no me gust. Pero ah ya o la voz de Pepe Martn
dicindome: < < M i r a , si se hace de tal manera, de tal o t r a > > . Yo entonces dije:
< < Ahora voy a hacer yo la prueba a ver si me sale mejor que al italiano > > . Entonces
hice la adapatacin y Pepe la estren aqu con Juan Diego. Me di cuenta al verle en escena
que ya no era yo solo, que no estaba slo el texto all, que haba dos actores, un director,
adems del texto, y que las cosas que faltaban -que yo senta como mutilaciones- estaban,
a veces, ms que compensadas por una mirada, un silencio, una actitud... Creca de otra
manera la historia y as fue que empec a escribir teatro -que no a todos gusta- [...]" (op.
cit., p. 116). Vase tambin Armando ALMADA ROCHE, Buenos Aires, cundo ser el
da que me quieras. Conversaciones con Manuel Puig, Editorial Vinciguerra, Buenos
Aires, 1992, pp. 161-162.
165
166
' Osvaldo OBREGN, 'El beso de la mujer araa: la adaptacin teatral de Manuel
Puig", Aaes du colloque sur l'oeuvre de Puig et Vargas LLosa. Avril 1982, Les cahiers
de Fonlenay, nm. 26-27 (junio 1982), p. 115. Obregn analiza cinco aspectos de la
transposicin del texto novelesco al texto dramtico: contraccin selectiva del texto
(episodios eliminados y transformados), el dispositivo escnico (acotacin inicial con pocos
indicaciones, pero precisas), los efectos sonoros y musicales, el cdigo visual (iluminacin
y gestualidad) y la condensacin de la escena fnal. Otros acercamientos al texto son los
de Rita GNUTZMANN, "/ beso de la mujer araa: De la novela al teatro",
Iberoromania, nm. 27-28 (1988), pp. 220-234; y Becky BOLING, 'El beso de la mujer
araa: Or whose story is this?", Cestos: Teora y prctica del Teatro Hispnico, vol. III,
nm. 5 (abril 1988), pp. 85-93, y "From Beso to Beso: Puig's Experiments with Genre",
Symposium: A Quaterly Journal in Modern Foreign Literatures, vol XLIV, nm. 2
(Summer 1990), pp. 75-87.
En relacin con la abundancia de elementos dramticos que contiene la novela, pueden
resultar de inters, entre otros, los artculos de Eva GOLLUSCIO DE MONTOYA,
"Director y procesado: elementos pseudo dramticos en El beso de la mujer araa', Actes
du colloque sur l'oeuvre de Puig et Vargas Llosa. Avril 1982, Les cahiers de Fontenay,
nm. 26-27 (junio 1982), pp. 147-152; Lilia DAPAZ STROUT, "Ms all del principio
del placer del texto: Pascual, Puig y la pasin de la escritura: < <EI misterio de la celda
sete>>", Hispanic Journal, vol. V, nm. 1 (Fall 1983), pp. 87-99; Odil Jos de
OLIVEIRA, "A voz do narrador em O beijo da mulher aranha". Revista de Letras, vol.
XXIV (1984), pp. 53-60; Ane-Grethe OSTERGAARD, "Dinmica de la ficcin en El beso
de lamujer araa", Latin American Theater Review, vol. XIX, nm. 1 (Fall 1985), pp. 512; y Juan Manuel MARCOS, "Puig, Plutarco, Goethe: La dramaticidad cronotpica de
El beso de la mujer araa", Latin American Theatre Review, vol. XX, nm. 1 (Fall 1986),
pp. 5-9. Juan Manuel MARCOS, por ejemplo, habla de la "dramaticidad cronotpica" de
la novela, idea enmarcada dentro de un concepto ms general, desarrollado por Bajtn a
propsito del discurso narrativo de Goethe, que es el de 'cronotopo', constituido por "la
triple eleccin de tiempo (transicin hacia una sociedad post-individualista), espacio (una
celda sudamericana) y lenguaje (dilogo dramtico), por parte de Puig" {art. cit., p. 8).
167
168
cortos: una tarde-noche en el caso de Bajo un manto, unos diecisis das en "El
misterio", y un plazo menos definido, aunque algo mayor, en El beso.
La evolucin de la narrativa de Puig est tambin marcada por una reduccin
del nmero de personajes, que a partir de su tercera novela se va limitando hasta
llegar a constituir una serie de estructuras dialgicas en las que, cada una con sus
propias peculiaridades, dos personajes soportan casi con exclusividad el peso del
relato. A travs de mltiples tcnicas, una de las obsesiones de Puig como
novelista es la de ceder la palabra a sus personajes, al tiempo que reduce o se
camufla la voz del narrador. La propia esencia del gnero teatral incluye,
precisamente, la desaparicin de tal narrador, y la presentacin y desarrollo de los
conflictos ante el lector/espectador por parte de los propios seres de ficcin. El
dilogo, las cartas o las distintas formas del monlogo a travs de los que
conocemos a Leo y Gladys, Valentn y Molina, Ana y Pozzi, Larry y Ramrez,
Josemar y Mara da Gloria o Nidia y Luci, son los procedimientos tcnicos en los
que se sustentan unas novelas cuyas situaciones son esencialmente dramticas. En
esta misma lnea, la versin teatral de El beso mantiene el protagonismo casi
exclusivo de MOLINA y VALENTN, eliminando incluso la presencia del
Director de la prisin, que queda reducido a una voz grabada superpuesta a la
accin que tiene lugar en las tablas. De la misma forma, dos nicos personajes
(una orguUosa mujer que padece una profunda depresin y la sufrida enfermera
que la cuida) protagonizan "El misterio". Slo Bajo un manto rompe esta tnica,
con un quinteto de protagonistas (las parejas formadas por los DUEOS y los
VISITANTES, y la HIJA adoptiva de los primeros, adems de los otros
secundarios) que recuerda, aunque slo superficialmente, el esquema de Boquitas
pintadas ".
En la literatura de Puig hay un componente de intriga y suspense al que no
escapan sus obras teatrales. La comprensin del desarrollo de las relaciones entre
VALENTN y MOLINA pasa por el descubrimiento por parte del
lector/espectador de la ancdota poltico-policial que se esconde tras ellas y de la
verdadera intencin de Molina. A ello se suma la dosificacin de la intriga en la
narracin de la pelcula de 'la mujer pantera' y el suspense provocado por los
cortes que se producen en su relato. En el caso de Bajo un manto, los enigmas que
se plantean tienen que ver con la identidad real de varios de los protagonistas
(mezclados tambin en una ancdota policial secundaria), sus relaciones en el
pasado, y la sucesin catica de hechos y comportamientos ambiguos que se
repetir en la siguiente obra. En esta ltima, nos vemos obligados a reconstruir las
vidas de las protagonistas con las incompletas y equvocas noticias que deducimos
Universidad de
169
'^ Los destacados en negrita son mos. Las cursivas que aparecen dentro de las citas
corresponden al texto de las acotaciones.
170
'^ El propio Puig ha sepalado la dimensin fantstica de esta obra y su inters por
penetrar en su teatro dentro del plano del sueo. Vanse Yan MICHALSKI, 'Quero....
Manuel Puig e o seu teatro-sonho", Jornal do Brasil, 25 de agosto de 1982, p. 1.; Susana
SCHILD, "Manuel Puig. "Felizamente, o meu desconforto parece ser o de muita gente",
Journal do Brasil, 12 de septiembre de 1983, p. 1; y Barbara MJICA, "The Imaginary
Worlds of Manuel Puig", Amricas, vol. XXXVIII, nm. 3 (mayo-junio 1986), pp. 2-7.
171
stos la acojan, pero a la primera oportunidad se va con las joyas; y los visitantes
siguen el juego a los de la casa, porque ello les beneficia. Las acotaciones sealan
este contraste con la repeticin de trminos como "irona", "ambigedad",
"falsamente", "doble juego", etc. El lxico, efectivamente, confirma a cada paso
los temas claves: tenemos, por una parte, "confundido", "confundir" y "estar
confundido"; por otra, "fingir", "mentira", "mentiras", "embustes", "falsamente",
"antifaz", "mscara", "mascarn", "inventar", "complot", "confabulacin" y
"cmplice" '*; ms all, "tener la sensacin", "parecer", "sospechar", "a
oscuras", "oscuro" y "oscursimo"; por ultimo, en fin, "fascinada", "nia
arrebatada", "luntica", "locura", "hacerse la ilusin", "delirio", "alucinacin",
"hospital", "psiquitrico", "centro psiquitrico", "psiquis frgil", "loca",
"demencia", "perturbar", "desquiciado" y "manicomio".
Adems de engaarse con fantasas, en las contadas ocasiones en que se cuela
alguna verdad, los personajes se resisten a creerla: cuando LA VISITANTE
incluye como parte de su representacin el dato cierto de que son unos ladrones
de joyas, los de la casa, irnicamente, se niegan a crela; y cuando EL
VISITANTE, harto ya de la farsa, le dice a la DUEA: "Y le ruego que no me
confunda ms con quien no soy" (p. SO), sta, despechada por aqul a quien cree
su antiguo amante, le pega un tiro. El momento culminante de este proceso se
produce cuando EL VISITANTE y la HIJA son sorprendidos haciendo el amor,
y el DUEO tranquiliza a la HIJA:
"DUEO: {Apiadndose, siempre pendiente de lo que para l es la
frgil salud mental de la Hija) No te inquietes... [...] Cuando una
doncella es desflorada siempre ocurre lo mismo, ella se imagina que
los padres la descubren.
HIJA: No, vosotros me estis viendo...
DUEO: Nada de eso, somos una alucinacin. Es tu conciencia
culpable que te hace ver visiones.' (p. 34)
" Como observa Gabriela MORA, art. cit., p. 226, "e\ fingir es sema clave de la
obra. Los ladrones se flngen padres, el Visitante fmge ser el novio de la hija y ex-amante
de la Duea, el Dueo se fmge enfermo para que no lo abandonen, la Duea fmge al
comienzo haber olvidado su pasado amor, los Dueos y la Visitante fingen no ver el acto
sexual; despus del crimen los Dueos fingen que los cadveres no existen.
1 disfraz, elemento ldico englobado tambin en el sema del fingir, sirve como
catlisis del falso reconocimiento de las parejas. [...]".
172
campo" (CRIADA, p. 61). Cuando la CRIADA se va con las joyas que haban
escondido los ladrones, el autor acota: "Los Dueos no se percatan, perdidos
como estn en su delirio" (p. 63). Delirio que no est reido con una curiosa
consciencia de la situacin real: "Se te va la mano con la imaginacin -dice la
DUEA a su marido-. Hoy ya matamos una pareja, en nuestro delirio" (p. 64).
Consciencia prxima, a pesar de todo, al pragmatismo de los visitantes, que se
mantienen en otro plano: "No soy un fantasma, soy un hombre vulgar y silvestre,
si pasan unas horas vers mi barba crecer, mis axilas apestarn, y tambin mis
pies" (EL VISITANTE, p. 27).
Por otro lado, el aspecto ms interesante del juego dramtico de "El misterio"
consite en los cinco cortes del hilo argumenta!, en los que la realidad cede el paso
a otras tantas alucinaciones (como se denominan en las acotaciones) de los
personajes, en las que stos, desdoblndose, actualizan sujetos y momentos de su
pasado, poniendo de relieve sus ms profundas obsesiones y frustraciones ". Las
palabras de los personajes contraponen tambin en esta ocasin realidad y sueo.
"No puede ser verdad... es como un sueo", "Es como un sueo que se hace
realidad. Morira antes de perderlo ahora" (p. 30) ", comenta la ENFERMERA
a propsito de su posible ingreso en una escuela, cuando nosotros sabemos que no
es ms que un engao tramado por la enferma para vengarse. Cualquier cambio
es posible en la imaginacin: "El tiempo transcurre como en un sueo" (p. 51),
insite machaconamente incluso despus de haber visto desvanecerse sus ilusiones.
Aunque la anciana seora afirma no recordar nunca sus sueos, tambin a ella le
173
" Elias Miguel MUOZ, art. cit., p. 254, relaciona los papeles de MOLINA y la
ENFERMERA, a quienes califica como "gifted storytellers".
174
^ Elias Miguel MUOZ, art. cit., pp. 254-255, lo interpreta as: "Through their
respective stories, which unfold in a slow and calculated manner, Molina and the Nurse
manage to subvert the Other's authority and convert him/her into a friend and co-narrator.
In both cases, the fantasy is violently rejected and ridiculed at frst. But gradually both
Valentn and the Seora incorprate themseives into the tale, becoming characters within
it and storytellers as well.
In Molina's case, the character has been unable to grow beyond the bounds de su
fantasa. The impossibility of making his dream come true -he'll never find a real man
because what a real man wants is a real woman- has frustrated and embittered him. He
narrates and dreams in order to forget [...]". De otra manera, la ENFERMERA acude a
la fantasa "not as the ideal to be pursued, the key to happiness, but as a therapeutic way
of dealing with adversity and pain. While Molina is reluctant to see through his own web
of frustrated hopes and impossible dreams, the Nurse wants < <a differente sort of Ufe.
Not a housewife's life> >".
175
176