Mediaciones Sociales
Mediaciones Sociales
Mediaciones Sociales
Resumen Abstract
Las mediaciones sociales no son cosa nueva. Social mediation is not something new, it me-
Significan “ponerse en medio”, aproximar facilitar.. ar)s to mediate, lo bring closer, to make easy.. Pie-
Sin embargo, comienza a cobrar auge un sentido vertheless, a strict sense of mediation is coming
estricto de la mediación: la intervención exclusiva into view: Mediation as the constructive comuni-
en el conflicto y la comunicación constructiva pa- cation for conflict andas the constructive comu-
ra la convivencia. Con la aportación de técnicas, nication for living together, with the contribution
procesos y ciencias —pensamiento, acción y re- of technics, processes and sciences —thoughts,
flexión—, la mediación empieza a tener un estatu- action and reflection—, A4ediation stars having its
fo propio en nuestra vida cotidiana, La acción so- own estatus ir our daily uve, Social action, tradi-
cia4 mediadora por tradición, debe incorporar tal tionally mediator, shouldincorporate that metho-
metodología para complementan e incluso ser al- dology lo complemení and even to became anal-
ternativa, en muchos de sus quehaceres, Por otra ternative, ir mosí ofIheir taslrs, Qn the otherhand,
parte, la mediación necesita del componente so- mediation needs the social componen t fo beca-
cial para ser una herramienta útil en el terreno de me a use ful bol on fue field of the human relatioos
las relaciones humanas y comunitarias. and community.
E
n las segundas jornadas de los diferentes colectivos que inciden en la
servicios de atención primaria acción social, en la aproximación a
(estrategias de acción comunita- nuevas formas de intervención. Hemos
ria), que se hicieron en Barcelona en el de sentirnos muy agradecidos por el
año 1999, se presentó un trabajo que apoyo demostrado.
hoy, por fin, ha podido encontrar luz A continuación vamos a hablar de
(más ampliado), gracias a Teresa Za- mediaciones amplias y de mediacio-
manillo ya Leticia G. Villaluenga. El que nes estrictas. Os pedimos un esfuerzo
fue presentado entonces ha sido fiel- para descubrir en vuestras experien-
mente recuperado gracias a Angel cias, la forma y el fondo de esta mo-
Marzo, en su revista “Diálogos”, de cla- dalidad de intervención. De hecho, os
ra orientación en educación de adul- manifestamos nuestro propósito de
Licenciado en Pedagogía y Educador Social, trabaia en los Servicios Sociales de Badalona, Es docer,-
te en el ISEP <Instituto Superior de Estudios Psicológicos>.
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Francesc Reina Las mediaciones sociales. Nuevas tendencias en acción social comunitaria
2 Sant i Marsal es secretario de prevención en el Area de via pública del Ayuntamiento de Barcelona, es-
tudioso, traductor e impulsor de las mediaciones sociales municipales. Junto a Jean Frangois Six, <Seulí,
Paris> o Helena cornelius (Gala>, otras autoras y autores nos hacen revisar bibliografia sobre mediacio-
nes: Grover, Floyer, Grasasinger, Suares, Kolb, Folger... Aunque existe más literatura sobre el tema de
conflictos, la colección “mediación’, de la editorial Granica presenta un amplio abanico de ámbitos y sus
reflexiones. Paidós también abrió su colección sobre mediación. Edupaz es la colección que dirige el se-
minario para la Paz, en su editorial La catarata, de Madrid (de ámbito básicamente escolar>. Grijalbo, Ler-
na, o Martinez Roca cuentan con gran tradición de ediciones sobre comunicación social y autoayuda.
nas para una mejor vida interior y co- diario entre el propietario de unafinca
mún. Sin embargo, no todas las me- y un futuro comprador o arrendatario,
diaciones gozan de este componente o la misma función que realizamos en
social, aún más, la mediación, sin los la atención y orientación desde nues-
matices anteriores, se sitúa primor- tros servicios, cuando informamos, fa-
dialmente en la posición de búsqueda cilitamos, acompañamos. La media-
de una solución ad hoc, por lo que su ción “estricta”, es decir, el acto de
proceso, sí puede resultar tan sólo una “ponerse en medio”, sin dejar de lado
aplicación de técnicas. Mientras, la lo anterior, incorpora algunos matices,
vocación y el estilo social, que com- finalidades que, básicamente podrian
partimos muchos colectivos profesio- caracterizarse, tal como la entende-
nales, ciudadanos o voluntarios, con- mos, por la intervención especifica en
tienen características muy parecidas conflictos y la prevención de éstos;
que, con ayuda de Hall, E. (Saez, .J, dicho de otro forma, para la mejora de
1994: 29> hemos reescrito para nues- las relaciones de convivencia. Dentro
tro propósito de esta forma: de este marco siguen existiendo ma-
El compromiso de muchos en
— tices, puesto que no siempre se actúa
las vidas de las gentes con las que tra- de la misma forma ante las problemá-
bajan. ticas, como ya hemos comentado más
Una crítica del papel y los mé-
— arriba.
todos de las formas de investigación Para completar esta conceptuali-
(y acción) más utilizadas. zación no falta más que intentar aco-
Un interés por la formación <de
— pIar todos los elementos de una forma
agentes) que potencien los movimien- esquemática. La mediación estricta,
tos sociales y fomenten la capacidad social y educativa:
de acción de la gente. a> Atiende el conflicto como uni-
Un interés por contribuir a la
— dad de acción y reflexión;
construcción de conocimiento (y prác- b) Entendiendo que la conflictivi-
tica>, que ponga su atención en la me- dad entre partes puede que tenga que
jora de la sociedad. ver en alguno de sus muchos momen-
PorÁñédíátiób am~lia entendemos los con dificultades de relación por fal:
cualquier intervención de terceros pa- ta de habilidades para una comunica-
ra incidir en la mejora o bienestar de ción positiva y pacífica, amén de
las personas sea en el nivel que sea. intereses, necesidades, posturas o el
Por ejemplo, sería una mediación en problema en cuestión;
un sentido amplio la que realiza un c> Procurando, entonces, con el
profesor o maestro que se coloca co- manejo de técnicas especificas, que
mo intermediario entre los conoci- las partes en desacuerdo tomen algu-
mientos que deben impartirse según na solución autónoma, óptima o sim-
la legislación educativa (curricula) y el plemente tolerada;
alumnado, o el papel que juega un d) Resaltando los intereses co-
agente inmobiliario (a veces llamado lectivos, globales, a pesar de su apa-
mediador> por su función de interme- riencía individual;
José Luis castilleio en Teoría de/a educación, Taurus, Madrid, 19890 Jaume Sarramona, en Tecnología
educativa, ceac, 1990, unto con otros tales como Garcia Garrido, Gonzalo vázquez., son claros expo-
nentes de la llamada tecnologia de la acción educativa. Esta concepción de la educación que estrecha
la relación educador-educando, aporta un enfoque práctico basado en las mayores posibilidades del en-
señante que, por preparación, domina más el proceso y las condiciones de aprendizaje.
En el ler congreso de Mediación Comunitaria realizado en Prat de Llobregat el pasado año, las inter-
venciones de la alcaldesa Maite Arqué Ferrer, del Ayuntamiento de Badalona y de Angel Merino Benito,
alcalde de San Feliu de Llobregat, (ciudades, ambas, próximas a Barcelona>, se caracterizan por el com-
promiso de impulsar las mediaciones municipales. Xavier Jiménez, es educador social, responsable del
Servicio de Mediación en Seguridad ciudadana del Ayuntamiento del Prat deLlobregat, verdadero artifi-
cede! congreso. En Sendra, .1 encontramos un repertorio de experiencias municipales (Fundació Pi i Sun-
yer, document n’ 8, Barcelona>.
Hemos encontrado temas de victimismo reflelados en la revista Prevenció, cuaderno de estudios y do-
cumentación, concretamente sun’ 5. Ayuntamiento de Barcelona, Ares de vis Pública, 1990, a partir de
una experiencia. También en Martin González, A (1998> en la editorial Sintesis Psicología comon/tana, o
en Garcia Hoz, Iniciativas soc/ales en educac/ón informal, Rialp, Madrid, con un articulo de vicente Ca-
rndo Genovés, p. 232.
‘En esta linea, ver Reina,E Las mediaciones familiares desde una perspectiva socioeducativa’. ler con-
greso de Mediación familiar, Valencia, 1999 (actas>. Pérez Montiel, J ‘via contenciosa y mediación en los
conflictos coparentales’, en ler. congreso Internacional de Mediación Familiar, Barcelona 1999 (actas>.
fijarnos en los modos de hablar que tado puede ser pasado por alto o no
utilizamos cuando estamos tensos, con el fin de evitar males mayores. La
preocupados o cansados, en los me- conducta de evitación puede ser tan-
canismos de desconfianza y agresivi- to un indicador de sumisión frente al
dad a los que llegamos cuando al- otro, como de madurez.
guien realiza o dice algo que no es de
nuestro agrado, a las posturas que
Las mediaciones, ¿cómo se hacen?
adoptamos cuando vemos en peligro
alguna costumbre o hábito arraigado Tenemos delante una nueva fórmu-
(Quintana, JM. 1992). la, aún tierna, de manejar las dudas me-
todológicas que surgen al operar alre-
Causas de los conflictos7 dedor de fenómenos de violencia,
1. Recursos. agresividad, prejuicios, aislamientos, in-
2. Necesidades personales. diferencias o descalificaciones, que se
3. Valores. dan en los núcleos de convivencia (ciu-
dades, comunidades>, allá en las fami-
has, en las instituciones, en los servicios,
El conflicto encuentra variables entre las personas, y que muestran la va-
que, al ser identificadas, cobran ca- riedad de fenómenos y consecuencias
pacidad para su mejora y solución. Tal que la acción social ha de tener en cuen-
como nos indica Paco Cascón (2000), ta para seguir jugando su papel prota-
un conflicto encierra a su vez proble- gonista en las politicas sociales8.
mas derivados de la forma en cómo se El papel mediador es de una gran
han tratado éstos y aquellas implica- relevancia puesto que no es nada fá-
ciones personales, sentimentales o cH devolver el protagonismo a quien
emocionales (no es lo mismo inducir a por cultura institucional lo delega a ter-
la prevención de un conflicto que se ceros para que muchas veces decidan
da entre personas que han estado muy por ellos (Solaños, 1998). Además, nos
unidas que entre aquéllas que se han parece lógico que la responsabilidad
visto en una discoteca, en la calle o en resolver la conflictividad generada
campo de deportes, y de forma ca- entre partes tenga en éstas a sus má-
sual>. También se hace necesario ca- ximos protagonistas. Aquéllas, y sólo
librar el grado del problema, es decir, aquéllas, saben o han percibido la si-
discriminar si aquéllo que nos ha afec- tuación de la cual forman parte.
xiliar a las pseudo-democracias que se nes, que forman parte de una realidad
ocultan en las familias, las escuelas, las reconocida (Borja, J 1990). A pesar de
entidades, las empresas. Todos sabe- todo, la conflictividad urbana, el en-
mos que la igualdad no quiere decir uni- frentamiento entre tradición y moder-
formidad de trato sino atención discri- nidad (ahora más que pos-moderni-
minada según las capacidades de los dad>, el choque entre intereses y
grupos humanos (Ion, .11991, Pindado, poderes, todo ello nos da la oportuni-
F 1999, García, A 1991>. dad de penetrar en la otra cara de la
¿Tiene responsabilidades el munici- ciudad, aquella creativa, autónoma y cí-
pio y concretamente los Servicios a las vica y cada vez menos distante de
Personas en la tarea de capacitar para nuestras acciones (Botella, J 1997).
tomar decisiones, para resolver conflic- Asistimos, en palabras de Toifler (1990>,
tos, para trabajar en la promoción de la a un nuevo resurgir municipalista, pues
solidaridad? Pensamos que sí, y por es- son en aquellos donde más se obser-
te motivo estamos convencidos de que va la distribución y el desplazamiento
es necesario dotar de contenidos edu- de las diferentes autoridades. No obs-
cativos las acciones dirigidas a las per- tante, la ciudad debe permanecer en
sonas destinatarias de nuestra atención, alerta permanente para que la ciuda-
que lo son todas (no necesariamente danía no se aleje de la cosa pública. Te-
aquellas pobres, toxicómanas, delin- nemos presente el reto: a> no dar la es-
cuentes sino ciudadanas). Queremos palda al conflicto, b) aprovechar esos
decir que las políticas sociales que se momentos para introducir otras formas
llevan a cabo en las ciudades tienen la de atención, y c) ser conscientes de
responsabilidad de unir esfuerzos con que el aprendizaje de las conductas cí-
las clásicas instancias educativas, en vicas es consecuencia de las enseñan-
estos momentos en bajaforma, aunque zas sociales de nuestro entorno.
aún imprescindibles. De hecho la edu- La comunidad justa, siguiendo con
cación se politizó desde el mismo mo- el término de Kholberg, es el modelo
mento que dejó el estricto ámbito fami- de enseñanza y aprendizaje que pro-
liar para pasar al social y en este último, picia que las personas de cualquier
también ámbito educativo, es donde en- edad tomen el compromiso
cuentra lugar de ser el trabajo social car, observar e imitar formas alterna-
(Colom, AJ 1987,1995) tivas a la sanción, al aislamiento, a la
Nosotros damos a las comunida- descalificación, al victimismo, este úl-
des, grandes o pequeñas, pero sobre timo tan extendido en los sectores
todo a los municipios, el papel de ver- más minusvalorados, los cuales pen-
daderos agentes de transformación ac- samos que tienen derecho a estímu-
tiva. Más allá de las necesidades pri- los de otra índole. Proponemos que los
manas y, por lo tanto, de respuestas municipios laboren los conflictos con
reactivas a situaciones marginales, en entusiasmo y actitud cooperativa con
la ciudad se producen transgresiones la sociedad civil que es la que, en re-
no “delictivas”: insolidaridades, si se sumidas cuentas, detecta antes que
prefiere, individualismos, explotacio- nadie las necesidades sociales y la
victoria camps propone en el articulo citado “comunicación, democracia y conflicto” una revisión de las
ideas de Júrgen Habermas y John Rawls: “Por ello, creo que deberian corregirse tres supuestos que con-
vierten a la razón dialógica en algo demasiado alejado de nuestros diálogos habituales”. Se referirá a
la imposibilidad de simetria entrelos hablantes, la fragilidad del consenso o la escasa credibilidad de lo
legitimo. p. 245,249
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