Paquete Tecnológico para El Cultivo de Maralfalfa

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PAQUETE TECNOLÓGICO PARA EL CULTIVO DE MARALFALFA

(Pennisetum sp)
 
Enero de 2009
I. PREPARACIÒN DEL TERRENO.
Barbecho con profundidad normal (30 cm. aproximadamente).
Uno o dos pasos de rastra.
Surcado siguiendo curvas de nivel, a 80 cm entre surcos, profundos.
 
II. SIEMBRA.
Se puede sembrar en cualquier época del año, con algunas ventajas en
dos períodos: dos o tres semanas antes del inicio del temporal, o bien,
en el último mes de frío en lugares donde hay heladas, lo cual le permite
a la planta enraizar aunque las plántulas en sus etapas iniciales de
desarrollo puedan helarse una o varias veces.
 
Se recomienda una cantidad de semilla vegetativa tal que permita cubrir
los surcos con una línea continua y otra discontinua, intercaladas en el
mismo surco, de acuerdo con el siguiente diagrama:
 
 
                          
         
 
      
 

Esto se logra con 3 toneladas de semilla vegetativa si ésta se encuentra


verde, bien hidratada, o con un volumen de semilla vegetativa con peso
de 2 a 2.5 toneladas si se encuentra ya muy maciza (“rendida”) y
deshidratada, lo cual se identifica en que el centro de los tallos está muy
poroso y la cubierta exterior muy lignificada (dura). Toda la semilla
vegetativa es viable. Después de cortada, a la sombra y con buena
ventilación, la semilla puede durar con buena viabilidad hasta dos o más
meses.
 
La semilla se cubre con una ligera capa de tierra, no mayor de 4
centímetros. Se cubre en forma manual, con azadón, tomando tierra
no del lomo del surco porque se borraría, lo que dificultaría el riego por
surcos, sino de la parte media entre el fondo y el lomo del surco. Si la
superficie es relativamente grande (mayor de 4 hectáreas) y la tierra
está bien mullida puede utilizarse el tractor para tapar y realizar la
rectificación en forma manual, procurando siempre que la semilla no
quede enterrada más de 4 cm.
 
III. CONTROL DE MALEZAS.
A partir de la siembra y después del primer riego, debe combatirse la
maleza por todos los medios posibles. Después de que la planta de
maralfalfa tenga unos 50 cm de altura, ya no habrá necesidad de
combatir malezas, pues la densa sombra le impide su desarrollo, aún
después de los cortes porque el rebrote crece mucho más rápido que
cualquier mala hierba.
 
Después del primer riego, lo más pronto posible puede aplicarse un
sellador preemergente, para controlar tanto algunos pastos como
hierbas de hoja ancha. Se obtienen buenos resultados con el Gesaprim
Calibre 90, aplicado con mochila aspersora y siguiendo las indicaciones
de la etiqueta del producto.
Si nace maleza de hoja ancha se puede utilizar un herbicida para este
tipo de maleza, tal como Hierbamina u otro producto con el ingrediente
activo 2-4-D-Amina.
 
Antes de aplicar herbicidas post emergentes, sugerimos combatir
malezas manualmente si las áreas afectadas son pequeñas.
 
Si las malezas surgen cuando la planta de maralfalfa tenga algunos 15 –
20 cm de altura puede realizarse una escarda, con lo que se elimina
toda la maleza de la calle del surco, la que se encuentra alineada a las
plantas de marlafalfa difícilmente podrá prosperar.
 
Una última medida que puede utilizarse para combatir pastos como
maleza es la aplicación de Faena,SIGUIENDO ESTAS
PRECAUCIONES BÁSICAS: con mochila, con campana y baja presión
de la aspersora, cuando no haya viento, dirigir la aspersión exactamente
a la calle del surco. Si la aspersión toca las hojas del maralfalfa ésta se
secará.
 
 
IV. FERTILIZACIÓN.
Una recomendación de fertilización requiere una serie de trabajos de
investigación que en México no existen, apenas están en proceso los
primeros trabajos de este tipo. Además, estas recomendaciones tienen
una alta variabilidad, dependiendo de las características físicas, químicas
y biológicas del suelo.
Sin embargo, como referencia, se han obtenido hasta 210 ton/ha de
forraje verde de maralfalfa en madurez fisiológica, primer corte, a los
120-130 días de establecido el cultivo en ciclo primavera-verano,
utilizando la dosis:           140-50-50. Aplicada de la siguiente forma:
La mitad del nitrógeno, todo el fósforo y todo el potasio en la primera
aplicación, cuando la planta tenga 15-20 cm de altura y el resto del
nitrógeno cuando la planta esté por iniciar su etapa de rápido desarrollo,
cuando la planta tiene una altura de 80 cm.
 
En suelos ácidos o neutros estas dosis de fertilización se logran con:
a)   Primera fertilización: 70-50-50:
-        300 kg de Triple 17 (O triple 16)/hectárea
-        50  kg  de Urea / hectárea
b)   Segunda fertilización: 70-0-0:
- 150 kg de Urea / hectárea
 
En suelos alcalinos o neutros estas dosis de fertilización se logran con:
c)    Primera fertilización: 70-50-50:
-        300 kg de Triple 17 (O triple 16)/hectárea
-        100 kg  de Sulfato de amonio / hectárea
d)   Segunda fertilización: 70-0-0:
- 350 kg de Sulfato de amonio / hectárea
 
 
Adicionalmente, aunque no son resultado de trabajos de investigación,
sino de observaciones recurrentes, para proporcionar microelementos
que pudieran encontrarse en bajas concentraciones en el suelo, se
recomiendan 3 aplicaciones de fertilizantes foliares, una cada quince
días a partir de cuando la planta (o el rebrote) tienen unos 10 cm de
altura, con productos como Bayfolan, Cosmocel u otros, incluyendo los
orgánicos.
 
En suelos muy fértiles, con un alto contenido de materia orgánica,
producto de la incorporación de grandes cantidades de abono de corral,
se han obtenido buenos rendimientos en un primer corte sin fertilización
química, desconociendo aún la respuesta en los cortes posteriores.
 
La fertilización que se utiliza para los cortes segundo, tercero y
sucesivos es parecida a la del primer corte, pero disminuyendo o
eliminando la adición de fósforo.
 
En suelos ácidos o neutros estas dosis de fertilización se logran con:
e)   Primera fertilización: 70-0-50:
-        150 kg de Urea/hectárea
-        100  kg  de Cloruro de Potasio / hectárea
f)     Segunda fertilización: 70-0-0:
- 150 kg de Urea / hectárea
 
En suelos alcalinos o neutros estas dosis de fertilización se logran con:
g)   Primera fertilización: 70-0-50:
-        350 kg de Sulfato de amonio / hectárea
-        100 kg  de Sulfato de potasio / hectárea
h)   Segunda fertilización: 70-0-0:
- 350 kg de Sulfato de amonio / hectárea
 
IV. RIEGOS.
No existe una recomendación en cuanto riegos, debido a que aún no se
realizan mediciones de láminas de riego aplicadas y los correspondientes
rendimientos, sin embargo, algunas observaciones derivadas de la
experiencia indican que el maralfalfa es un cultivo resistente a la sequía,
pues soporta períodos prolongados sin riego (de hasta un mes), pero
disminuye su rendimiento. Además se ha observado que no requiere
láminas grandes de riego, sino que responde mejor, por contraposición,
a riegos más frecuentes con láminas delgadas. En Apozol, Zac., en
suelos poco profundos, con buen drenaje, los mejores resultados se han
obtenido aplicando pequeñas láminas de riego por surco (de 5 a 10 cm)
cada 15-17 días en otoño-invierno y cada 10-12 días en primavera, en
verano ha sido suficiente con el agua de lluvia (650 mm). En
Tepechitlán, Zac. en suelos profundos, francos, se han obtenidos los
mejores resultados con intervalos entre riegos de 20-22 días en otoño-
invierno y de 15-17 en primavera.
 
En el período de establecimiento del cultivo, antes del primer corte, se
han obtenido buenos resultados en riego por goteo, con cintilla, en
Huimanguillo, Tab.
En Apozol, Zac. en terrenos muy accidentados se ha logrado optimizar el
agua con buenos resultados en el desarrollo del cultivo hasta un metro
de altura, mediante el riego por aspersión.
 
VI. CORTE.
Para forraje, dependiendo de la estación del año y de las condiciones
agroclimatológicas del lugar del cultivo, el corte debe hacerse
aproximadamente a una edad de 90 días de rebrote o de 120 días en el
caso del primer corte, cuando la planta alcanza una altura de alrededor
de 3 metros, que es cuando se obtiene un buen balance entre:
a)      la concentración de proteína (alrededor del 16 %), la cual
disminuye rápidamente después de los 90 días
b)      El rendimiento, que debe alcanzar a esa edad de 100 a 150
ton/ha
El corte puede realizarse en forma manual, con machete a ras de suelo,
para suministrarse en verde, picado al ganado, o bien, con ensiladora
para maíz, de un surco. Aproximadamente a los 90 días de edad, la
planta comienza a lignificar el tallo (endurecerse) y puede presentar
dificultades crecientes para ensilarse.
Inmediatamente después del corte, se recomienda realizar la primera
aplicación de fertilizante químico y del riego. Esto le dará un crecimiento
múltiple y vigoroso al rebrote, el cual puede iniciar su desarrollo con una
coloración amarillenta durante las primeras 2-3 semanas, lo cual se
corrige con la aplicación de fertilización foliar.
 
Para usarse como semilla vegetativa, la planta puede cortarse a partir
de los 120 o hasta los 150 días si es cultivo de invierno en regiones frías
y primer corte, con rendimientos de hasta 210 ton/ha  (tallo y hojas).
 
En ausencia de humedad y por períodos cortos de tiempo, puede
pastorearse el cultivo con bovinos u ovicaprinos sin dañar el cultivo.
Esto se ha practicado para aprovechar el forraje en lugares donde el
follaje se heló.
 
El cultivo, en cualesquiera condiciones, no ha presentado absolutamente
ningún signo de toxicidad (como los sorgos) o riesgos de timpanismo
(como la alfalfa).  

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