La Prosa en La Edad Media
La Prosa en La Edad Media
La Prosa en La Edad Media
Traducciones de textos:
Hay que aludir en este período a la traducción de textos orientales,
especialmente árabes, que se lleva a cabo en diversos focos
castellanos y que traducen primero al latín y luego al castellano.
España, desde el s. X, se convierte en un eslabón fundamental entre
la cultura árabe y la cristiana.
Hay muy pocos textos anteriores a Alfonso X y los que hay son de
escaso o ningún interés literario. Se suele afirmar que el texto más
antiguo escrito en lengua romance son “Las crónicas navarras”, que
es una narración histórica con muy poco interés narrativo o literario,
de fines del s. XII.
Otro texto que se suele citar en los orígenes de la prosa medieval
castellana es el libro titulado “La fazienda de Ultramar”. Se ha
especulado sobre su datación y se cree que es del primer tercio del
XIII. Es un texto religioso, una traducción parcial del antiguo
testamento acompañada de descripciones geográficas.
Los exempla:
Estas novelas serán asimiladas por autores cultos como Don Juan
Manuel. Muchos de esos exempla se hicieron muy populares en la
tradición literaria medieval europea y fueron utilizados y reutilizados
por muchos autores.
Las dos obras más conocidas de este género son “Calila e Dimna” y
“Sendebar”.
“Calila e Dimna”:
Es de origen judío, traducida al persa y de ahí al árabe. Después pasó
a otras muchas lenguas como al hebreo, latín o castellano.
La versión castellana de esta obra está datada en el año 1251. Es una
colección de cuentos que consta de 15 exempla, los cuales son
independientes pero unos sirven de marco a otros.
El título se debe a que uno de los cuentos que aparece en la colección
se llama así. Es el número tres y es el más largo de todos. Se trata de
una fábula protagonizada por dos lobos hermanos en el que uno de
ellos calumnia al consejero del rey león, que es un buey. Y a partir de
ahí empiezan los problemas.
La enseñanza que transmite esta obra es que trata de educar al
hombre para que sepa relacionarse. En algunos cuentos se pueden
encontrar enseñanzas para el príncipe y el buen rey.
“Sendebar”: