Patrones de Covariación Sociolingüística
Patrones de Covariación Sociolingüística
Patrones de Covariación Sociolingüística
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López Morales señala las conclusiones de P. Smith (1985) en Language, the sexes and the society, con
base en distintas investigaciones, quien afirmó: “1) las diferencias de las variedades femeninas y masculinas
son pocas y sutiles (habla de comunidades técnicamente desarrolladas) y no siempre aparecen donde se
esperan casi todos los ejemplos presentados son casos de preferencias, de tendencias y no de rasgos
exclusivos; quizás, si no se estudia directamente la relación entre variación lingüística y sexo, otros factores
–como la profesión, por ejemplo- podrían ser patrocinadores; 3) las diferencias entre el habla de mujeres y
hombres no son necesariamente marcadores primarios de sexo”. (López Morales 2004:129)
entonces asociarse con un rasgo lingüístico determinado o con un conjunto de rasgos
empleados por ese individuo, incrementando la posibilidad (en diferente medida) de ser
imitado por otros. (Penny 2004:118).
El cambio desde abajo surge cuando, de forma inconciente, los hablantes del nivel
social bajo emplean la variable innovadora; en esos casos, la variable se convierte en un
indicador y no está sujeta a la variación estilística. W. Labov explica este comportamiento
como una actitud de inconformidad hacia el comportamiento sociolingüístico reconocido
como correcto, actitud base del cambio lingüístico, pues los cambios en la lengua se
relacionan con una actitud de crítica y desafío a los cánones sociales (Labov 2006: 770).
Si la innovación se propaga desde los hablantes de nivel social alto, los de mayor
estatus en la comunidad, el cambio es desde arriba y la variable se carga de prestigio.
Ante ambas direcciones, los hablantes de los niveles medios pueden querer emular el
comportamiento de los de arriba, y se produce la hipercorrección desde arriba (la
frecuencia de uso de la variable innovadora sobrepasa a la de las clases poderosas) o,
pueden rechazar la innovación e intentar, incluso, corregirla (y se da la hipercorrección
desde abajo). Cuando ocurre esta reacción, el uso innovador se convierte, o puede
convertirse, en un estereotipo. 4
Hay que señalar, asimismo, que los estilos formales (asociados a los sociolectos
altos) son más conservadores y, contrariamente, los estilos informales suelen ser más
innovadores. Hay un aspecto fundamental con el grado de consciencia o no que se tiene
sobre la innovación, es decir, con el conocimiento de la norma estándar y la acción de los
factores contextuales y el registro. En este sentido, Labov ha afirmado:
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Como cambios desde abajo en la historia del español, apunta Conde Silvestre (2007), pueden tomarse los
cambios de /s/ implosiva, por ejemplo, que surgieron en la zona meridional entre hablantes de los niveles
inferiores de la sociedad a comienzos del siglo XVI, o el yeísmo, que también se difundió como cambio
desde abajo.
por los hablantes nativos, sino que se diferencian sólo en sus grados relativos de
avance entre los grupos sociales que las iniciaron (indicadores). (Labov 1996: 144)
Cabe destacar en este punto el papel que juega el estilo. Por variación estilística
debe entenderse el conjunto de usos lingüísticos determinados por la situación
comunicativa general. La variación en el estilo se proyecta en una escala continua de
grados intermedios y es, como señala Moreno Fernández, una proyección de la dimensión
sociolingüística, puesto que los sociolectos se reflejan en los estilos.
Como se ha dicho, el cambio lingüístico se origina en la interacción cotidiana, en
el cara a cara de los hablantes. La variable innovadora avanza en cada acto comunicativo,
enmarcado entre los factores de la variación estilística que determinan el grado de
formalidad del discurso, presentes en toda situación comunicativa, como los que se
muestran en los siguientes cuadros (el primero, de Moreno Fernández y el segundo, de
Silva-Corvalán).
Silva-Corvalán (2001)
2.4.2. La estratificación por edad: tiempo real y tiempo aparente. El cambio en curso
Lo primero que debe señalarse sobre el análisis sincrónico del cambio lingüístico
es que parte del llamado principio de uniformidad, según el cual “el conocimiento de
los procesos que operaban en el pasado puede inferirse observando los procesos que
siguen operando en el presente” (Labov 1996: 60). Así, analizar lo que sucede en una
comunidad de habla, a partir del comportamiento de sus miembros atendiendo a su edad,
permite comprender el comportamiento de los miembros de esa comunidad en el pasado.
El concepto de tiempo aparente representa un aporte esencial para el estudio de la
variación sincrónica. Al analizar las diferencias en los resultados según la edad de los
informantes, se establece si constituyen el patrón de estratificación por edad y reflejan
un cambio lingüístico, esto es, si la variable innovadora se da entre los más jóvenes y los
de los grupos intermedios y no en los más viejos. Esta generalización se basa en el hecho
de que el habla de los mayores (70 años o más) representa el habla de jóvenes de 20 años,
cincuenta años atrás, por lo que se puede comparar con el habla de los que tienen, en la
actualidad, 20 años (hipótesis del tiempo aparente). Cabe citar a Labov en este punto:
Hay, de acuerdo con los anteriores indicadores, dos tipos de patrones de cambio:
el relacionado con el nivel sociocultural es un patrón curvilíneo y el relacionado con la
edad es un patrón de estratificación continua.
Cuando el cambio está en su etapa inicial o intermedia, la variante innovadora
covaría únicamente con la edad (las edades intermedias), el sexo (las mujeres) y el nivel
sociocultural (los niveles medio-bajos); cuando el cambio está en su fase más avanzada:
los niveles sociolingüísticos forman un patrón de distribución lineal.
Si el análisis del tiempo aparente no da señales de cambio en curso se tiene lo que
se conoce como variable sociolingüística estable: su distribución es regular (paralela)
según el nivel educativo o nivel socioeconómico, lo que quiere decir que la
variante innovadora es más alta en los niveles medios-bajos y la variante
conservadora, en los niveles altos, entre las mujeres y en estilo formal.
Para concluir, podemos insistir en que la variación es un proceso
constantemente dinámico; se manifiesta en el haz de circunstancias sociales,
históricas, psicológicas; se proyecta en el espacio, el espacio histórico, que
incluye el territorio o geografía. Las diferencias dialectales son el resultado del
hecho de que grupos de hablantes seleccionan distintas opciones entre sí.
Las frecuencias de uso, afirma Company Company (2002), son el
síntoma de que en el sistema se producen microquiebres relevantes por sus
consecuencias dialectales. Estudiaremos en cada modalidad dialectal los factores
lingüísticos y socialesrelacionados con la alternancia de ser y estar con adjetivos
de edad; los resultados, a la luz del proceso de extensión de estar como verbo
copulativo, confirmarán el modo en que los datos del presente sirven para
explicar y entender el pasado.