Patrones de Covariación Sociolingüística

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2.4. EL CAMBIO LINGÜÍSTICO.

PATRONES DE COVARIACIÓN SOCIOLINGÜÍSTICA

Se ha dicho reiteradamente que la variación permite la diferenciación social del


comportamiento lingüístico: la edad y la dimensión socioeducativa constituyen dos
factores determinantes en el modo en que se da el cambio, según la sociolingüística
variacionista. Es por ello que los datos que se obtienen del análisis según el nivel social
de los hablantes se interpretan como posible patrón de estratificación social o patrón de
covariación sociolingüística los cuales describiremos a continuación porque desvelan la
evolución o dirección del cambio y el grado de difusión de la variable innovadora.

2.4.1. La estratificación social: cambio desde abajo y cambio desde arriba

Cuando se estudia un cambio lingüístico se analizan, conjuntamente, la


competencia entre las opciones lingüísticas y los factores sociales. El cambio comienza
cuando la variable innovadora se generaliza en un subgrupo de la comunidad; las
características sociales de ese subgrupo determinaran su proyección en el resto de la
comunidad, produciéndose cambios desde arriba o cambios desde abajo. Como señala
Penny (2004), y la mayoría de los sociolingüistas, el grado de difusión de las innovaciones
está en relación con el estatus social de quienes las emplean:

la principal fuerza que impulsa la extensión de cualquier rasgo es el relativo prestigio de


los individuos que estén implicados. El prestigio, sin duda, no es un asunto lingüístico,
pero consiste en varios rasgos (que no intentaremos enumerar) que posee en grados
diferentes un determinado individuo específico; este prestigio puede

3
López Morales señala las conclusiones de P. Smith (1985) en Language, the sexes and the society, con
base en distintas investigaciones, quien afirmó: “1) las diferencias de las variedades femeninas y masculinas
son pocas y sutiles (habla de comunidades técnicamente desarrolladas) y no siempre aparecen donde se
esperan casi todos los ejemplos presentados son casos de preferencias, de tendencias y no de rasgos
exclusivos; quizás, si no se estudia directamente la relación entre variación lingüística y sexo, otros factores
–como la profesión, por ejemplo- podrían ser patrocinadores; 3) las diferencias entre el habla de mujeres y
hombres no son necesariamente marcadores primarios de sexo”. (López Morales 2004:129)
entonces asociarse con un rasgo lingüístico determinado o con un conjunto de rasgos
empleados por ese individuo, incrementando la posibilidad (en diferente medida) de ser
imitado por otros. (Penny 2004:118).

El cambio desde abajo surge cuando, de forma inconciente, los hablantes del nivel
social bajo emplean la variable innovadora; en esos casos, la variable se convierte en un
indicador y no está sujeta a la variación estilística. W. Labov explica este comportamiento
como una actitud de inconformidad hacia el comportamiento sociolingüístico reconocido
como correcto, actitud base del cambio lingüístico, pues los cambios en la lengua se
relacionan con una actitud de crítica y desafío a los cánones sociales (Labov 2006: 770).
Si la innovación se propaga desde los hablantes de nivel social alto, los de mayor
estatus en la comunidad, el cambio es desde arriba y la variable se carga de prestigio.
Ante ambas direcciones, los hablantes de los niveles medios pueden querer emular el
comportamiento de los de arriba, y se produce la hipercorrección desde arriba (la
frecuencia de uso de la variable innovadora sobrepasa a la de las clases poderosas) o,
pueden rechazar la innovación e intentar, incluso, corregirla (y se da la hipercorrección
desde abajo). Cuando ocurre esta reacción, el uso innovador se convierte, o puede
convertirse, en un estereotipo. 4
Hay que señalar, asimismo, que los estilos formales (asociados a los sociolectos
altos) son más conservadores y, contrariamente, los estilos informales suelen ser más
innovadores. Hay un aspecto fundamental con el grado de consciencia o no que se tiene
sobre la innovación, es decir, con el conocimiento de la norma estándar y la acción de los
factores contextuales y el registro. En este sentido, Labov ha afirmado:

Nos interesamos necesariamente por el nivel de consciencia social en cada etapa.


Algunas variables son temas abiertos de comentario social y muestran tanto
corrección como hipercorrección (estereotipos); otras no muestran el mismo alto nivel
de consciencia social, pero presentan estratificación estilística y social consistente
(marcadores); y aun otras nunca se comentan o siquiera son reconocidas

4
Como cambios desde abajo en la historia del español, apunta Conde Silvestre (2007), pueden tomarse los
cambios de /s/ implosiva, por ejemplo, que surgieron en la zona meridional entre hablantes de los niveles
inferiores de la sociedad a comienzos del siglo XVI, o el yeísmo, que también se difundió como cambio
desde abajo.
por los hablantes nativos, sino que se diferencian sólo en sus grados relativos de
avance entre los grupos sociales que las iniciaron (indicadores). (Labov 1996: 144)

Cabe destacar en este punto el papel que juega el estilo. Por variación estilística
debe entenderse el conjunto de usos lingüísticos determinados por la situación
comunicativa general. La variación en el estilo se proyecta en una escala continua de
grados intermedios y es, como señala Moreno Fernández, una proyección de la dimensión
sociolingüística, puesto que los sociolectos se reflejan en los estilos.
Como se ha dicho, el cambio lingüístico se origina en la interacción cotidiana, en
el cara a cara de los hablantes. La variable innovadora avanza en cada acto comunicativo,
enmarcado entre los factores de la variación estilística que determinan el grado de
formalidad del discurso, presentes en toda situación comunicativa, como los que se
muestran en los siguientes cuadros (el primero, de Moreno Fernández y el segundo, de
Silva-Corvalán).

CUADRO 2. VARIACIÓN ESTILÍSTICA


 Hablante: Características psico y sociolingüísticas
Factores personales
 Audiencia: Audiencia (oyente formal, informal,
casual, curioso); capacidad de respuesta del oyente;
número de oyentes; relación entre los interlocutores.

 Discurso: Tema (formal, informal); Tipo de


comunicación (monologado, conversacional)
Factores no personales
 Contexto: lugar (familiar-no familiar), momento
(adecuado-no adecuado), tipo de actividad (pública-
privada)

(Basado en Moreno Fernández, 2005a: 107)


CUADRO 3. COMPONENTES DEL CONTEXTO SITUACIONAL

Silva-Corvalán (2001)

Como se verá a continuación, el nivel de difusión de una innovación y el proceso


de cambio están muy relacionados con el estilo.

2.4.2. La estratificación por edad: tiempo real y tiempo aparente. El cambio en curso

Lo primero que debe señalarse sobre el análisis sincrónico del cambio lingüístico
es que parte del llamado principio de uniformidad, según el cual “el conocimiento de
los procesos que operaban en el pasado puede inferirse observando los procesos que
siguen operando en el presente” (Labov 1996: 60). Así, analizar lo que sucede en una
comunidad de habla, a partir del comportamiento de sus miembros atendiendo a su edad,
permite comprender el comportamiento de los miembros de esa comunidad en el pasado.
El concepto de tiempo aparente representa un aporte esencial para el estudio de la
variación sincrónica. Al analizar las diferencias en los resultados según la edad de los
informantes, se establece si constituyen el patrón de estratificación por edad y reflejan
un cambio lingüístico, esto es, si la variable innovadora se da entre los más jóvenes y los
de los grupos intermedios y no en los más viejos. Esta generalización se basa en el hecho
de que el habla de los mayores (70 años o más) representa el habla de jóvenes de 20 años,
cincuenta años atrás, por lo que se puede comparar con el habla de los que tienen, en la
actualidad, 20 años (hipótesis del tiempo aparente). Cabe citar a Labov en este punto:

La primera y más sencilla aproximación al estudio del cambio lingüístico en curso es


seguir la pista del cambio en tiempo aparente: es decir, la distribución de las variables
lingüísticas por niveles de edad. Si descubrimos una relación uniforme entre la edad y
la variable lingüística, o una significativa correlación entre las dos, entonces el problema
es decidir si estamos tratando con un verdadero cambio en curso o con estratificación
por edad. (Labov 1996: 99)

Se trata de constatar si la frecuencia de uso de la variable innovadora es alta


entre los hablantes más jóvenes y en los de mediana edad y, por el contrario, si es baja
en los viejos, es decir, si hay o no covariación de la innovación con la edad. Cuando se
observa una misma comunidad en dos períodos, se analiza el tiempo real y es la
“combinación de observaciones en tiempo aparente y tiempo real es el método básico
para el estudio del cambio en curso” (Labov 1996: 123). Hay, como se aprecia en el
cuadro 4, cuatro patrones de cambio a partir de la comparación de los datos del tiempo
aparente y del tiempo real.

CUADRO 4. PATRONES DE CAMBIO EN EL INDIVIDUO Y EN LA COMUNIDAD


Individuo Comunidad
1. Estabilidad Estable Estable
2. Estratificación por edad Inestable Estable
3. Cambio generacional Estable Inestable
4. Cambio comunitario Inestable Inestable

(W. Labov. 1996: 153)


Con base en los cuatro parámetros labovianos, se tiene que:

1) cuando el comportamiento del individuo (tiempo aparente) y la comunidad


(tiempo real) son estables, no hay variación;
2) cuando el comportamiento del individuo cambia (cambios en la frecuencias de
uso según la edad) y la comunidad no muestra cambios, se da el patrón de
estratificación por edad y se admite como prueba del cambio en curso.

Moreno Fernández (2005a), Silva-Corvalán (2001) resumen los indicadores del


cambio en el análisis del tiempo aparente y, como se verá, el papel de las mujeres cobra
importancia:

1) los grupos generacionales intermedios emplean la variante innovadora; cuando ello


ocurre, se toma como indicador de cambio o un cambio en curso;
2) los hablantes de los grupos socioeconómicos intermedios emplean la variante
innovadora, el grupo bajo-alto y medio-bajo; si esto ocurre se toma como cambio
en curso;
3) la variante innovadora no muestra diferencias de uso según el grado de formalidad;
4) las mujeres emplean más que los hombres las formas innovadoras, así que si éste
es el caso, se considera como indicador del cambio;
5) hay hipercorrección;
6) se reconocen las reacciones subjetivas positivas hacia la variante innovadora.

Hay, de acuerdo con los anteriores indicadores, dos tipos de patrones de cambio:
el relacionado con el nivel sociocultural es un patrón curvilíneo y el relacionado con la
edad es un patrón de estratificación continua.
Cuando el cambio está en su etapa inicial o intermedia, la variante innovadora
covaría únicamente con la edad (las edades intermedias), el sexo (las mujeres) y el nivel
sociocultural (los niveles medio-bajos); cuando el cambio está en su fase más avanzada:
los niveles sociolingüísticos forman un patrón de distribución lineal.
Si el análisis del tiempo aparente no da señales de cambio en curso se tiene lo que
se conoce como variable sociolingüística estable: su distribución es regular (paralela)
según el nivel educativo o nivel socioeconómico, lo que quiere decir que la
variante innovadora es más alta en los niveles medios-bajos y la variante
conservadora, en los niveles altos, entre las mujeres y en estilo formal.
Para concluir, podemos insistir en que la variación es un proceso
constantemente dinámico; se manifiesta en el haz de circunstancias sociales,
históricas, psicológicas; se proyecta en el espacio, el espacio histórico, que
incluye el territorio o geografía. Las diferencias dialectales son el resultado del
hecho de que grupos de hablantes seleccionan distintas opciones entre sí.
Las frecuencias de uso, afirma Company Company (2002), son el
síntoma de que en el sistema se producen microquiebres relevantes por sus
consecuencias dialectales. Estudiaremos en cada modalidad dialectal los factores
lingüísticos y socialesrelacionados con la alternancia de ser y estar con adjetivos
de edad; los resultados, a la luz del proceso de extensión de estar como verbo
copulativo, confirmarán el modo en que los datos del presente sirven para
explicar y entender el pasado.

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