Coplas Colombianas

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La gallina puso un huevo pero lo puso movido, de tanto bailar bambuco con el gallo amanecido.

Los muchachos de otros tiempos trabajaban por mujer, los muchachos de estos tiempos buscan una que les d. Ay del pobre que se casa con una mujer blanquita, que a la vuelta de la iglesia viene un blanco y se la quita. Ay quien fuera zapatico para tu bonito pie, y mirar con los dos ojos lo que el zapatico ve! El amor y el inters se fueron al campo un da y ms pudo el inters que el amor que te tena. Las avecillas del cielo se mantienen con mosquitos, as me mantengo yo con abrazos y besitos. La bala que a mi me hiri tambin hiri al comandante, a l lo hicieron capitn y a m soldado como antes! La caa con ser la caa, tambin tiene su dolor: si la meten al trapiche le parten el corazn. Desde el punto que te vi, le dije a m corazn: qu bonita piedrecita para darme un tropezn. Yo no soy de por aqu yo soy de Capitanejo, no me creci ms el coto porque no alcanz el pellejo. De mi tierra me he venido con el agua hasta el tobillo, slo por venirte a ver narices de tortuguillo. Tres aguas habr bebido, cuatro con la de verbena y no hay agua ms amarga que vivir en casa ajena.

El gallo en su gallinero libre, se sacude y canta. El que duerme en casa ajena pasitico se levanta. Djame entrar al monte, djame coger la flor, djame dormir sueito entre tus brazos, mi amor. Vndame un cuartillo de chicha en totuma timaneja; yo no lo hago por la chicha sino por la muchareja. Dos cosas hay en la vida que me hacen trastabillar: la chicha de ojo de Ortega y una negra en Espinal. A cualquiera se le da un trago con bizcochuelo y unas alpargatas viejas para que no pise el suelo. Me sub en una lomita por ver si la divisaba; tan solo top las quimbas del indio que la llevaba. Lloraba la margarita la muerte de su marido y en el llanto preguntaba si el otro ya haba venido. Hasta que el pueblo las canta, la coplas, coplas no son, y cuando el pueblo las canta ya nadie sabe su autor. No hay mal que dure cien aos ni cuerpo que lo resista, ni aguacero que no escampe ni mal que por bien no venga. Ayer me dijiste que hoy y hoy me dices que maana, as se pasan los das y nunca te da la gana. Bonito es comer con hambre, bonito es beber con sed, bonito es dormir sin sueo con una linda mujer. Si acaso yo me muriera que no lloren mis parientes, que lloren los alambiques donde sacan los aguardientes.

Del toro me gusta el cacho, del caballo la carrera, de las muchachas bonitas la figura y la cadera. Una me dijo que s, otra me dijo que no, yo me qued sin saber cul de las dos me enga. Tus ojos son dos corozos, tu nariz es una olleta, tu boca es una atarraya, tus orejas dos chancletas. Ay dame lo que te pido, que no te pido la vida, de la cintura pa' bajo de las rodillas pa' rriba. Hasta los palos del monte tienen su separacin: unos sirven pa' hacer santos y otros para hacer carbn. Al pobre del armadillo lo reclaman para juez y l dice que no lo jodan, que lo dejen pa despus. Estos cantos que cantamos Ques que las llaman folclores; malhaya nombres tan raros que ponen esos seores. Aunque la puerca sea ruciay la tengan en la villa y la alimenten con leche, siempre es negra la morcilla.

Los enemigos del alma me dijeron que eran tres; y yo digo que son cuatro si se cuenta a la mujer. Mol, trapiche, mol mol, pues si sos tan guapo que la hornilla tiene lea y el fondo quiere guarapo.

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