Traducción de Hamlet
Traducción de Hamlet
Traducción de Hamlet
San Carlos de Bariloche, 5-7 noviembre 2010, Albert Freixa y Juan Gabriel Lpez Guix (eds.), 2011. ISBN: 978-84-694-0265-8. Disponible en: http://www.traduccionliteraria.org/coloquio2/actas.htm URL estable: http://www.traduccionliteraria.org/coloquio2/actas/Serrano.pdf
Hamlet y el verso en espaol. Alrededor de la traduccin de Toms Segovia Pedro Serrano La nueva edicin de Hamlet hecha por Ediciones Sin Nombre y la UAM retoma y ampla la traduccin hecha por Toms Segovia dentro del ambicioso proyecto de Marcelo Cohen para Norma.1 A la traduccin corregida y al prlogo que apareca en la primera edicin, hay que aadirle un eplogo de Juan Villoro. Estos tres elementos juegan alternadamente produciendo no tanto ecos sino iluminaciones que, adems, alumbran otras cmaras de la historia, de la literatura y de la lengua de las que resulta imprescindible hablar. Toms Segovia dice al inicio de su prlogo que este libro no pretende en absoluto ser una edicin erudita, acadmica o educativa. Y en efecto, no lo es, aparentemente, porque es mucho ms que eso. La lectura de su Hamlet es en primer lugar un placer, en el que se paladean distintos caramelos de la lengua espaola, con sabores sabiamente alternados, de una materia densa y a la vez fresca, y precisamente por eso es un revulsivo de muchas cosas aceptadas sin pensarlas bien, sobre Hamlet, sobre la traduccin, y principalmente sobre la naturaleza del verso en espaol. Su rendicin del emblemtico To be or not to be, that is the question, que Toms Segovia traduce como de eso se trata, por ejemplo, le da un giro a la expresin en espaol, que no resalta slo por su novedad y diferencia, sino que, por su pertinencia incontestable, afecta la interpretacin completa del monlogo de Shakespeare. La expresin es un hallazgo, una
1. William Shakespeare, Hamlet, traduccin y prlogo de Toms Segovia, eplogo de Juan Villoro, Ediciones Sin Nombre-Universidad Autnoma Metropolitana, Mxico, 2009, 352 pp.
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afirmacin de la lengua y una fidelidad al sentido. Porque that is the question, en el monlogo de Hamlet, como seala Segovia, responde a la pregunta de si vale la pena estar vivo o no, una pregunta que, como bien describe Eliot en su ensayo sobre Hamlet, nunca levanta de un nivel adolescente, pero su trascendencia en el individuo creador lleva a acciones abismales. Dice Eliot en su travieso ensayo que Hamlet (el hombre) est dominado por una emocin que es inexpresable, porque excede [it is in excess] a los hechos tal como aparecen. Ese exceso es abismal y, aunque lo que Eliot pretende es minusvaluar un poco la obra de Shakespeare, no se deja escapar, ni esquiva, el horror que represent y, quizs la salvacin vital que fue. Con Hamlet, dice Eliot, Shakespeare enfrent un problema que era demasiado para l. Por qu lo intent es un misterio insoluble; bajo la compulsin de qu experiencia quiso l intentar expresar lo horrible inexpresable, nunca lo podremos saber. Y eso es lo que, con una sola pincelada, Toms Segovia ha puesto sobre la mesa en su Hamlet en espaol. Como dice Yves Bonnefoy en la defensa que hace de su propia traduccin de Hamlet al francs, es necesario aproximarse y al mismo tiempo mantenerse a distancia de las realidades oscuras y peligrosas, en un momento de conjuracin.2 No ha sido fcil eleccin, por el arado de la costumbre, por la identificacin conocida. Su eleccin en este caso en particular nos da idea del empuje ejercitado por Toms para hacer de Hamlet una obra en donde, en espaol, jueguen simultneamente el peso de autoridad del clsico ingls, lo siniestro que hay en su bsqueda, y tambin su alegre desparpajo, pues no otra cosa es lo que hace a un clsico, clsico. La solemnidad siempre termina por encogerse. Al leerlo u orlo sigue por supuesto reverberando la palabra cuestin, no tanto del original, sino principalmente del legado en que ha cristalizado este verso en nuestra memoria en espaol, pues de eso se trata la continua soba que las lecturas, crticas y traducciones hacen de un poema, y que es lo que lo justifica, ya sea en su propia lengua o en traduccin. Pero a la vez que eso, la innovacin se abre a una naturalidad antes insospechada, de un calado perfectamente natural en espaol. Es tal su contundencia que Juan Villoro no ha dudado en utilizarlo como ttulo de su libro de ensayos.
2. Yves Bonnefoy, Transposer ou traduire Hamlet, en Thtre et Posie. Shakespeare et Yeats, Pars, Mercure de France, 1998.
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El trabajo de Tomas Segovia es un ejemplo de maestra en el ejercicio de la traduccin, una mquina mgica de relojera verbal, trayendo a nosotros un Shakespeare a la vez legible y clsico. Se propone dice Segovia sobre todo un mximo de legibilidad y frescura; unos textos ms para gozarlos que para instruirse, encaminados idealmente a hacer entrar al lector en el mundo de la obra, absorber la experiencia del modo ms inmediato posible, mucho ms que a hacerle acumular conocimientos sobre ella. Y eso que vemos aventado en el ejemplo citado, tiene un ejercicio continuo, con muchas variantes. Por ejemplo en los refranes: cuando Rosencratz le dice a Hamlet que el rey le dio su palabra de que Hamlet lo iba a suceder, ste contesta Ay, but, sir, While the grass grows, the proverb is something musty, a lo que Segovia traduce: S, pero del plato a la boca el refrn enmohece. Sbitamente, uno est escuchando a Shakespeare a la vez que est mirando la boca abierta de la vieja chimuela en un dibujo de Ribera. El prlogo que antecede a la traduccin, en ningn modo fcil, es un ejercicio sobriamente acadmico pero tambin profundamente ilustrativo. En l Toms Segovia despliega todo su conocimiento de mtrica, y avanza ideas muy firmes sobre la prosodia del espaol. No voy a entrar aqu en sus detalles, que son intensamente elaborados y que recomiendo no prescindir a la hora de leer este Hamlet, pero s quiero sealar uno de sus argumentos principales. Segovia nos hace ver simplemente que el ritmo del espaol no es como nos lo ensearon. O no es slo as. Hay en la lengua cadencias poticas a los que quizs nos hemos desacostumbrado, o que el peso del aprendizaje, ms que de la tradicin, ha querido someter a metros fijos, pero que estn ah, desde el principio de la versificacin en espaol, movindose, y que l recupera y ejercita en su versin de Hamlet. En su ensayo Segovia muestra como volvi a aparecer en el verso del siglo xx, tanto en el libre como en el liberado, y demuestra de paso cmo todos los metros de Shakespeare aparecen en los poemas del mexicano Ramn Lpez Velarde. Pero lo ms interesante, nos hace saber Segovia, no es porque Lpez Velarde trabajara el verso blanco ingls en espaol, por supuesto, sino porque esa rtmica que consideramos tan particular del verso ingls ya exista en nuestra lengua y en nuestro paladar. El espaol es, como el ingls pero en sentido contrario, una lengua hbrida, mitad latina y mitad germnica, y por eso mismo la ductilidad 217
rtmica de una se puede dar, se da de hecho, perfectamente en la otra. Y eso es lo que demuestra Segovia al traducir a Shakespeare, pero antes lo muestra en los versos de un poeta en castellano. Porque lo que Lpez Velarde intenta en espaol ya estaba en la lengua desde el principio, y es la razn por la cual los primeros poemas castellanos, como el Cantar del Cid por ejemplo, tienen una rtmica, ms que una mtrica. Slo con el paso del tiempo, y la influencia francesa, fue el verso en espaol encajonndose en mtrica fija, es decir enajenndose en el sistema silbico con el que estamos acostumbrados a contar los versos. Por supuesto que toda la tradicin potica del siglo xx es de agradecer, pero muchas cosas ya estaban ah desde los orgenes. Slo que era necesario regresar a esa liberacin para poder ejercer en espaol un verso de ms pleno sentido y de mayores resonancias. Esto, dicho sea de paso, permite algo que podemos corroborar en muchas traducciones de poesa contempornea, que pasan muy fielmente de otras lenguas a la nuestra, y es muestra indudable de que el espaol se ha liberado de los corsetes o corchetes de una mtrica fija. Pero lo que Segovia nos permite descubrir es que esta naturalidad de la traduccin, en muchos casos, no es resultado de que est pasando algo nuevo en espaol, sino que es posible por la simple razn de que ya estaba ah, no slo en las posibilidades de la lengua, que tambin las tiene, sino en sus palpables realizaciones. La ductilidad rtmica que encontramos en traducciones y tambin en poemas originales actuales viene de algo que estaba sucediendo hace mil aos en la lengua, pero que nos cuesta trabajo aplicar a momentos paralelos de la historia, por ejemplo a Shakespeare, porque nos educaron a leerlo y a leer nuestra tradicin de otra manera. As que volvamos a la traduccin de Toms Segovia. Lo que yo quiero dice Segovia en su prlogo no es que mi texto sea muy bello, o muy bueno, sino que, siendo enteramente espaol, sea a la vez muy Shakespeare. Esa fidelidad me lleva a traducir en prosa toda la prosa, en verso blanco todo el verso blanco y en verso rimado todo el verso rimado. Cmo se puede ser a la vez muy Shakespeare y muy espaol? Muy fcil: descubriendo, como lo hace Toms, que la rtmica de Shakespeare ya estaba en nuestra lengua. De esta manera, Segovia demuestra con su traduccin y argumenta con su prlogo, que el verso espaol es mucho ms flexible de lo que 218
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muchos creen, y no slo eso, sino que el octoslabo, que se considera el verso respiratorio y fundacional de la lengua, es slo uno de sus alientos. Para que se entienda lo que quiero decir voy a poner un ejemplo distinto y opuesto, una regresin a ritmos falsificados. Hace no mucho el poeta espaol Antonio Colinas public una versin muy suya de algunos versos del Poema del Cid , es decir, en sentido estricto, una traduccin, que dice as: De los ojos de mo Cid Volva atrs la cabeza Vea puertas abiertas Vacas estn las perchas y sin halcones y mucho llanto va brotando. mientras los iba mirando. y postigos sin candados. sin pieles y sin mantos sin los azores mudados.3
Si los leemos o escuchamos, reconocemos por supuesto un ambiente, un ritmo, una tradicin. Pero no la del Poema del Cid, sino la la del Romancero, es decir, de una mtrica posterior a su escritura, y para colmo ajena a ella. El poema no est actualizado sino tambin atrado, o ms bien forzado, a acomodarse en el octoslabo, es decir, en una mtrica regular que apareci en espaol varios siglos despus de su escritura. Para entender esto hay que ir a un ejemplo ms cercano a nosotros en el tiempo. La ocupacin hecha por parte del octoslabo de la mtrica popular durante el siglo xii es equivalente a lo alcanzado por algunos de los corridos de la Revolucin mexicana, que estn escritos en endecaslabo. En lo alto de una abrupta serrana, acampado se encontraba un regimiento, dice el corrido de La Adelita, uno de los ms famosos de la Revolucin mexicana. Muchos han querido ver en l la mano de un autor ilustrado, sin darse cuenta de que, a principios del siglo xx, el endecaslabo era ya perfectamente natural en la versificacin popular. Efectivamente, como defiende Nicanor Parra, el endecaslabo es el verso moderno natural del espaol. Moderno, es decir del cambio de siglo pasado, no del actual. Lo que quiero decir con esto es que, no porque el endecaslabo haya tomado carta de naturalizacin completa en todos los niveles del verso en castellano, vamos entonces a poner el Romancero en
3. Antonio Colinas, Nuestra poesa en el tiempo (Una antologa), Madrid, Siruela, 2009.
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endecaslabo, ejercicio equivalente al que realiz Colinas con el Poema del Cid. Vale la pena regresar a los versos originales, para ver algunos pliegues y cadencias de sabor inigualable que el ejercicio realizado por Colinas simple y llanamente alisa y borra, como en las peores traducciones. El Poema del Cid dice, en el original: De los sus ojos tan fuerte mientre llorando, tornaba la cabeza e estabalos catando; vio puertas abiertas e uzos sin caados, alcandaras vazias sin pieles e sin mantos y sin falcones y sin adtores mudados. Los acomodos y desacomodos rtmicos del poema, efectivamente, se acercan a veces a la versin de Colinas, pero tambin se alejan. Y ese alejamiento, que es crucial para la tonalidad emocional que el poema comunica, en la versin de Colinas desaparece. Al acomodarse demasiado a la mtrica tradicional, a su acostumbramiento, el Poema del Cid deja de ser el Poema del Cid, y se vuelve una versin pasada por las manos de un Pierre Menard del siglo xx. Es decir, la traduccin que hace Colinas no es slo una modernizacin de los versos del Poema del Cid, sino su domesticacin. Por eso, al final resulta mucho ms vigente el original que su adaptacin. Me he alargado en este ejemplo aparentemente tan alejado de nuestro tema, porque muestra con claridad los alcances de la traduccin de Toms Segovia. Su Hamlet, al revs que el Cid de Colinas, es a la vez fiel al original y fiel a nuestra lengua. La tentativa dice Segovia en el prlogo es dar a mi lector hasta donde sea posible todo lo que a m me da el texto ingls. As, soy fiel hasta el fanatismo a ese texto: nunca lo corrijo, o lo explico, o le ayudo. Esto lo dice uno de los grandes traductores de nuestra lengua, de Ungaretti a Nerval y de Lacan a Bloom. Intuyo que traducir Hamlet signific el reto de toda una vida dedicada a la poesa, a la traduccin y a la enseanza. Como l mismo ha comentado, se prepar para traducir Hamlet traduciendo primero el libro Shakespeare. La invencin de lo humano del crtico estadounidense Harold Bloom. Es interesante sealar cmo, en este libro, la rendicin de los versos es forzosamente otra, ms explicativa, ms literal, ms ne220
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cesariamente acadmica, porque el sentido de su lectura es otro. La del traductor es una labor que, por su natural discrecin, disfraza u oculta a quien lo hizo, pero que es central para la propia tradicin de una lengua. Gracias al prlogo de Toms Segovia, que lo disecta, recuperamos en este libro su labor. Pues sin el bagaje que ah se muestra este libro simplemente no existira. Esta diferencia entre sus dos versiones, la del poema en s y la de los ejemplos que usa Bloom, me lleva a otro punto. Hay, en mi parecer, dos maneras extremas de traducir un clsico. Una, que sirve para la enseanza, respeta escrupulosamente la literalidad del texto, desdobla sus ambigedades, las sustituye por explicaciones. La otra, que se suele servir para la escena, se permite todas las libertades posibles y necesarias para esa y slo esa actualizacin. Pero la gente de teatro no se suele permitir las mismas libertades con una obra de Lope que con una traduccin. Creo que hay aqu un hueco que es importante recuperar y hurgar en l, porque significa la vigencia en todos sus sentidos de la obra dramtica, y esta es la traduccin potica, sea hecha en francs por Bonnefoy o en espaol por Segovia. La traduccin potica, que es como una alfombra mgica, imbricada a la vez en la lengua y la tradicin original y en la lengua y la tradicin a la que se le rinde, y que lo que alcanza es la plasmacin de una realidad ms cierta pero a la vez ms difcil de exponer, es decir la de una continuidad cultural mutua, lo que Seamus Heaney seala en el ttulo de su ltimo libro al llamarlo Human Chain. La traduccin verdadera, la llamo yo, la ms fiel, quizs dira Segovia, tiene no slo una efectividad ms prolongada, sino, me atrevera a decir, refundadora. En este sentido, el Hamlet de Toms Segovia puede ser utilizado en un recinto acadmico, porque su fidelidad al texto es proverbial, pero tambin puede servir para una representacin teatral, porque su efectividad dramtica tambin lo es. Una versin como la de Toms Segovia de Hamlet hace para nosotros lo que hizo San Jernimo con la Biblia en latn, o los traductores de la del rey Jacobo en ingls. Es decir, nos lo hace nuestro. Esta traduccin es parte ya de nuestra tradicin, de nuestra lengua y, lo que es ms importante, de nuestra poesa. Por eso mismo es imprescindible. De la misma manera que lo es el Cantar de los Cantares en la versin de Fray Luis de Len. Veamos ahora los versos que siguen a la pregunta famosa, que son de lo ms conocido del poema, para ver la consistencia del trabajo de Segovia: 221
Hamlet: Ser o no ser, de eso se trata. Si para nuestro espritu es ms noble sufrir las prdidas y dardos de la atroz fortuna o levantarse en armas contra un mar de aflicciones y oponindose a ellas darles fin. Morir para dormir; no ms y con dormirnos decir que damos fin a la congoja y a los mil choques naturales de que la carne es heredera? Es la consumacin que habra que anhelar devotamente. Morir para dormir. Dormir, soar acaso; s, ah est el tropiezo: que en ese sueo de la muerte qu sueos puedan visitarnos cuando ya hayamos desechado el trfago mortal, tiene que darnos que pensar. Esta es la reflexin que hace que la calamidad tenga tan larga vida. Como seala Eliot, y como reafirma Bonnefoy, el objeto Hamlet est mal construido, es un tropiezo, como pone Segovia en este monlogo. Pero esa mala construccin es su profundidad, o su abismo. No la adolescencia, sino la interrogante que conduce al suicidio. Si ya intent mostrar de qu manera los sabores rancios se mezclan con otros ms de alcantarilla, produciendo un sabor inusitado, quiero mostrar ahora, para terminar, porque tambin contribuye a su vigencia, la golosa manera en que Toms Segovia trae al espaol la naturalidad plstica y la amplitud mtrica del verso de Shakespeare, en unos pocos ejemplos distintos. En el siguiente parlamento de Laertes podemos ver cmo la flexibilidad del verso ingls es atrada al espaol, en un juego de ritmos de tal ductilidad que lo que se dice es romance fluido y prosa desatada. Laertes: I will dot: And for that purpose, Ill anoint my sword. I bought an unction of a mountebank, 222
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So mortal that, but dip a knife in it, Where it draws blood no cataplasm so rare, Collected from all simples that have virtue Under the moon, can save the thing from death That is but scratchd withal: Ill touch my point With the contagion, that, if I gall him slightly, It may be death. Laertes: As lo har, y para ese propsito untar mi florete: compr un ungento a un charlatn, que es tan mortal, que con meter en l la punta de un cuchillo, si hace sangre, no hay cataplasma tan perfecta, hecha juntando cuantos simples tienen virtud bajo la luna, que salve de la muerte a quien reciba de l tan slo un araazo: pondr en mi punta un toque de esa infeccin, que si le rozo apenas, bien puede ser la muerte. Si en los versos anteriores Toms Segovia ha alcanzado una naturalidad del verso en espaol en la que no nos sentimos ni extraos ni extraados, sino perfectamente a gusto en nuestro paladar, tambin, si de eso se trata, se decanta hacia el verso tradicional, como cuando hace decir a Ofelia: Porque el lindo petirrojo ha de ser mi nico amor que es como traduce For bonny sweet robin is all my joy. O cuando escribe esta mgica cancin tradicional de los siglos de oro en boca de ella, en realidad de la completa autora de Toms Segovia, pero ya integrado a nuestro Hamlet: Maana es el da de san Valentn, maana es el da, 223
y yo virgencita frente a tu ventana tu novia sera. Despierta la rosa, revista sus galas, ha abierto su puerta; entre la doncella, que nunca saldr por la puerta abierta. Alcanzar esa ductilidad del verso es obra necesaria si se quiere ser fiel a los tan diversos registros de Shakespeare. Porque as como se mece en las aguas suaves del Avon, digmoslo melanclicamente, tambin se avienta en las procelosas del barroco. De este modo, cuando Shakespeare hace decir a Hamlet: Oh, from this time forth, My thoughts be blood, or be nothing worth! Segovia traduce: Oh, desde ahora, si no son sangrientos no valgan nada ya mis pensamientos, que me llevan no slo a Shakespeare, sino tambin a y su epitafio la sangrienta luna de Quevedo. Porque as es el proceso de integracin, paladeo y reconstruccin de la tradicin potica en una lengua: incorporando, interrogando, suplantando. Sin estas tres cosas no hay traduccin vlida, como tampoco habra poesa efectiva, en la lengua que sea y de quien sea. Lo que toms Segovia ha hecho es meterse en el cuerpo y alma y ropaje tanto de Hamlet como de Shakespeare y desde all, pero en espaol, lanzar las mismas estocadas La ltima joya de este libro es el Eplogo de Juan Villoro, un emocionado recorrido por su experiencia personal no slo con la traduccin de Toms Segovia sino con la totalidad de la obra de Shakespeare, en la que se adentr de la mano de Harold Bloom, cuando asisti a su seminario en Princeton. Su texto nos ampla las insidencias que Hamlet tiene en nuestra cultura, como por ejemplo el ttulo de un libro de Augusto Monterroso, Lo dems es silencio. Juan tena a la mano todas las herramientas para realizar esta labor con enriquecido gozo, salpicada su escri224
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tura de experiencias personales como una pierna rota o la otra metida en las rotativas del diario La jornada. Su lectura del libro es perspicaz y nos ayuda a explicarnos el asombro de una traduccin. Dice Villoro: Como expres Benjamin, la traduccin roza el misterio. Acaso el mayor hallazgo de un traductor consista en crear la sensacin de que es el idioma y no un caprichoso artfice quien encuentra las soluciones. La voz que recibe el texto sumerge su tono personal y arroja un resplandor lejano, similar al que tie el horizonte cuando el sol ya se ha alejado. Esa modesta luz sugiere que el idioma brilla por su cuenta. No otra cosa sucede con el creador, me atrevera a aadir. La seccin final de su ensayo es una muy interesante reflexin sobre la dubitacin, las acciones y las palabras de Hamlet. Es sintomtico que para ello Villoro recurra invariablemente a las palabras de Shakespeare, siempre en boca de Toms. Hay tres cosas ms que slo voy a mencionar, para no extenderme ms, y que tienen que ver con las apropiaciones, trasmutaciones y recomposiciones que sufre el traductor. La primera est relacionada con la definicin que hizo Eliot de Hamlet como una obra emocionalmente inmadura. La segunda con el hecho conocido de que Shakespeare escribe Hamlet poco tiempo despus de que muere su nico hijo, Hamnet, y que mediante digamos una hiplage, vuelve en la obra deudo al hijo del padre. Y la tercera con la personificacin en el traductor, a la hora de emprender los versos, de una autora, entrando en un mundo emocional que le es ajeno y al introducirse hacindolo suyo. Toms Segovia es un poeta que naci en Espaa, que qued hurfano muy pequeo, que sali al final de la guerra por los Pirineos hacia Mxico, donde vio reconstituida una familia en casa de su to, donde vivi, escribi y tuvo hijos. Todas estas experiencias estn en el ejercicio de su traduccin, como si la hiplage elaborada por Shakespeare se volviera del revs, se volviera a escribir, se volviera inteligible. La vivencia de Toms Segovia, con respecto a estos tres puntos, al recorrer los parajes emocionales de Hamlet, est indudablemente presente en esta traduccin, en esta escritura magistral.
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