Patricio Marchant - Jorge Guzman Filosofo, Sicoanalista Detective.
Patricio Marchant - Jorge Guzman Filosofo, Sicoanalista Detective.
Patricio Marchant - Jorge Guzman Filosofo, Sicoanalista Detective.
Patricio Marchant*
La posición de C. Goic
respecto del sentido y los
límites de la crítica litera-
ria, es, sin duda, ejem-
plar. Entre tantos moti-
vos, señalo éste: impide
los amateurismos; por
ejemplo, extraer conclu-
siones "filosóficas" y "si-
coanalíticas" de textos
estudiados sólo en su
contenido manifiesto,
como sucede, precisa-
mente, en D. L. Sobre la
relación entre la crítica li-
teraria y una "lectura
desconstructiva", proble-
ma que discutiré con ex-
tensión en el segundo vo-
lumen de mi obra, publi-
caré próximamente un ar-
tículo breve (Pierre Me-
nard como escena).
Igualmente delata ese espíritu, la
Sobre el Manuel Kant de "novelita" que Guzmán inventa so-
Torretti se publicaron, bre mis relaciones con Roberto To-
cuando su aparición en rretti. En mi proceder "judicial" —la
1967, dos reseñas: una vida, para Guzmán, parece no consis-
buena y laudatoria de J. tir sino en juzgar y, sobre todo, en
M. Ibáñez L. y una insen- castigar (problema por determinar: a
satez en la antigua revista
P. E. C. Escribí un ar- quién castigar)—, ". . . el lector no
tículo sobre su libro. To- llega a advertir qué motiva el ataque"
rretti me pidió que no lo —también la vida para Guzmán pare-
"perdiera" aquí en Chile ce no consistir sino en ataques, en
y lo publicara en el ex- guerras. Y " . . . no muestra que To-
tranjero; una precisa vía rreti (sic) haya incidido para nada,
se abría por la vincula- temáticamente, en la materia del li-
ción de C. Huneeus con bro de Marchant". Sí que incidió por
la revista Mundo Nuevo motivos que se expresan en el Capí-
de París, adonde mi ar- tulo Cuestiones de estilo, motivos
tículo fue enviado y
aceptado. Pero, por esos con los que Guzmán hasta hace tan
días, se pudo probar defi- pocos años coincidía conmigo: que
nitivamente que Mundo Torretti debiera haber dedicado su
Nuevo estaba financiado inmensa capacidad teórica a pensar
por la CIA, por lo cual la los problemas filosóficos de su patria
RESPUESTA A JORGE GUZMAN 297
una crítica seria pero res- der por lo que de específicamente re-
petuosa de sus supuestos gional haya en las obras literarias lati-
y conclusiones. Guzmán, noamericanas; si no sirven a la tarea,
en su reseña, eligió el có- si fuerzan una sosa universalidad so-
modo camino de obligar-
me a decir lo que le digo: bre nuestros textos, entonces, redon-
eso es parte de su "com- damente, no sirven". Luego abierta
pulsión a confesar" —otra confesión: "No se me oculta que la
"violencia conceptual", vaguedad de la proposición deja
pensará quien no haya abierto el camino a toda clase de pre-
entendido la situación en muras ideológicas a menudo asocia-
la que la reseña de Guz- das con la cruda ignorancia. . ."; pero
mán me obliga a ubicar- con una excusa: ". . . pero el peligro
me. Obligarme a la "vio- es inevitable cuando se quiere empe-
lencia", a que la "violen- zar a pensar objetos que sólo por ex-
cia conceptual" parezca
violencia pura, en eso cepción han sido intentados como lo
consiste el juego de lo que originariamente son. Finalmen-
que Guzmán escribe. te: "Mucho más grave me parece
continuar con la larga tradición de
La incapacidad de Jorge trabajos sobre textos literarios reali-
Guzmán para entender zados con métodos orientados a con-
problemas filosóficos se figurar las obras según los intereses
deja ver en su reducción a teóricos de comunidades que son ver-
un problema sociológico daderamente otras". No hay objetivi-
menor, de la importancia dades universales en ciencias huma-
que tuvo para R. Barthes nas, como no sean inanidades" (pág.
el descubrimiento de la
cuestión del "nombre 8). Conclusión intelectualmente te-
propio" —cuestión cen- rrorista: si así fuera, uno tendría que
tral de toda la filosofía, pensar que las consideraciones "sico-
la religión y la literatura, analíticas" que presenta en su reseña
en especial, precisamente, son "inanidades" (y no lo son, son
de la filosofía y la confesiones, y no cualesquieras).
literatura contemporá-
neas— a partir del "nom-
bre", como su foto, de su
madre muerta: La Cham-
bre Claire; descubrimien-
to que lo hizo abandonar
los métodos que antes
—en verdad, libremente—
utilizaba y lo condujo a
una muerte deseada y
ciertamente preparada.
Muerte de la madre y
"nombre propio", ese
otro "suicidio", orgánico
esta vez, de Merleau-
Ponty: cumplimiento no-
-simbólico, si se puede
llamar así, de la "logique
de la obséquence" (Glas)
302 ESTUDIOS PÚBLICOS
Necesidad de "tiempo,
la paciencia, y la ener-
gía"; así (pág. 303), Guz-
mán se reprocha, median-
te su inversión de atribu-
ción, lo que le pasó con
D. L.