Fraude Procesal

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SALA CONSTITUCIONAL Magistrada Ponente: LUISA ESTELLA MORALES LAMUO Expediente N 09-0467 El 21 de abril de 2009, el abogado Jos Clemente

Prez Angulo, inscrito en el Instituto de Previsin Social del Abogado bajo el N 74.838, actuando en su condicin de apoderado judicial de los ciudadanos ALEJANDRO EUGENIO IRANZO BADA y MARA VICTORIA ADAMOWICZ DE IRANZO, titulares de las cdulas de identidad Nros. 4.125.922 y 3.664.668, respectivamente, solicit a esta Sala la revisin constitucional de la sentencia dictada por el Juzgado Superior Accidental en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y de Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy el 26 de abril de 2004, que declar: (i) con lugar el recurso de apelacin interpuesto por el abogado Antonio Fernndes Texeira, contra la decisin del Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Trnsito de la misma Circunscripcin Judicial el 25 de septiembre de 2003, que declar, a su vez, sin lugar las cuestiones previas relativas a la cosa juzgada y a la prohibicin de ley de admitir la accin propuesta, promovidas en el procedimiento por fraude procesal seguido por los preindicados ciudadanos, contra la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A.; (ii) con lugar las cuestiones previas de la cosa juzgada y prohibicin de ley de admitir la accin propuesta promovidas por la parte demandada, por tanto, en virtud de lo establecido en el artculo 356 del Cdigo de Procedimiento Civil, se desech la demanda y declar extinto el proceso en referencia, y (iii) conforme a lo

preceptuado en el artculo 274 eiusdem, se conden en costas a los actores, por resultar vencidos en la incidencia. El 28 de abril de 2009, se dio cuenta en Sala del presente expediente y se design ponente a la Magistrada Luisa Estella Morales Lamuo, quien con tal carcter suscribe la presente decisin.

Mediante diligencia del 6 de mayo de 2009, el abogado Jos Clemente Prez Angulo, en su condicin de apoderado judicial de los solicitantes, seal el domicilio procesal de la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A., y solicit () se admita el presente recurso (sic). Tal solicitud fue reiterada por el preindicado abogado en diligencias suscritas el 15 de mayo, 22 de mayo y 12 de junio de 2009.

Mediante auto N 872 del 3 de julio de 2009, esta Sala orden oficiar al Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y de Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, con sede en la ciudad de San Felipe, para que dentro del lapso de cinco (5) das de despacho, ms el trmino de la distancia, siguientes a que constara en autos su notificacin, recabara y remitiera copias certificadas de la totalidad de las actas procesales que conforman la incidencia relativa a las cuestiones previas opuestas por la empresa Agrocomercial Los Caobos, C.A., contra los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo, que culmin con la sentencia sometida a la revisin de esta Sala.

Por Oficio N 214 del 12 de agosto de 2009, el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y de Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, remiti a esta Sala copias certificadas de las actas procesales que conforman la incidencia relativa a las cuestiones previas, antes descritas.

Constituida esta Sala Constitucional el 9 de diciembre de 2010, en virtud de la incorporacin de los Magistrados designados por la Asamblea Nacional en sesin especial celebrada el 7 del mismo mes y ao, publicada en la Gaceta Oficial de la Repblica Bolivariana de Venezuela N 39.569 del 8 de diciembre de 2010, qued integrada de la

siguiente forma: Magistrada Luisa Estella Morales Lamuo, Presidenta; Magistrado Francisco Antonio Carrasquero Lpez, Vicepresidente; y los Magistrados y Magistradas Marcos Tulio Dugarte Padrn, Carmen Zuleta de Merchn, Arcadio Delgado Rosales, Juan Jos Mendoza Jover y Gladys Mara Gutirrez Alvarado. Mediante diligencias suscritas el 8 de febrero; 5 y 14 de marzo y 11 de junio de 2012, el abogado Jos Clemente Prez Angulo, actuando en su carcter de apoderado judicial de los actores, solicit a esta Sala pronunciamiento sobre la solicitud de revisin constitucional.

Revisados los recaudos que acompaan a la presente solicitud, pasa esta Sala a decidir sobre la base de las siguientes consideraciones.

I FUNDAMENTOS DE LA SOLICITUD DE REVISIN

El apoderado judicial de los solicitantes apoy su pretensin en los siguientes argumentos:

Sobre el juicio civil primigenio, refiri que sus representados incoaron un juicio por fraude procesal contra la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A., cuyo objeto es () demostrar cmo, siguiendo argucias y simulaciones, los representados (sic) legales de dicha empresa en connivencia con terceros, forjaron la existencia de un supuesto contrato de alquiler con un ciudadano sobre un inmueble que [sus] representados vienen alquilando de forma legtima y pacfica por ms de veinte aos (especficamente desde el 1 de septiembre de 1981). Que [de] este modo, y haciendo ver al Juzgado Primero de los Municipios San Felipe, Cocorote, Independencia y Veroes que exista un contrato con un tercero (a quien [desconocen] por completo) se procedi a una medida de Secuestro, no sobre bienes del tercero involucrado en el fraude, sino, de forma inslita, sobre los bienes de [sus]

representados, secuestro este (sic) basado en los falsos supuestos mencionados anteriormente. Que [una] vez en la ejecucin de la medida y ante lo imprevisto de la misma, de lo inslito, turbio e increble de la situacin (recurdese que se trataba de un juicio contra un tercero, un tal Jess Valera, totalmente desconocido, supuesto arrendatario del inmueble, pero el secuestro se verificaba sobre bienes de [sus] mandantes) y en razn de que el secuestro se estaba ejecutando sobre equipos vinculados al servicio de laboratorio de uso delicado y de manejo cuidadoso (sin cumplir adems con las normas procesales que protegen a quienes prestan servicios pblicos como sern en este caso el de la salud), uno de [sus] representantes se vio obligado a suscribir unas letras de cambio y un nuevo contrato de alquiler con clusulas exorbitantes, con tal de no perder dichos instrumentos de trabajo, en un acto que fcilmente se puede calificar de coactivo y cuya validez, por supuesto, [desconocen]. Que ante () tamaa maquinacin y por la gravedad de lo sucedido, [sus] representados se vieron en la obligacin de incoar un juicio para establecer la evidente existencia del fraude procesal ya mencionado, por cuanto la medida sealada los haca ver como poseedores ilegtimos de un bien sobre el cual han ejercido sus derechos en forma cabal y responsable, y sobre el que incluso han realizado importantes mejoras, cumpliendo, por supuesto, con todas sus obligaciones como inquilinos de acuerdo con la ley.

Respecto del acto jurisdiccional que decidi la procedencia de las cuestiones previas, y del avocamiento que le precedi, alega que la notificacin del mismo no se realiz (...) por cuanto se notific el 19 de enero de 2004 al abogado LUIS EDUARDO DOMNGUEZ, quien en diligencia del 14 de octubre de 2003 (folio 322 de la segunda pieza), es decir casi tres meses antes que el Juez accidental tomase su cargo, dej constancia de su renuncia definitiva al poder que le haban otorgado [sus] representantes.

Luego de transcribir parte del texto de la sentencia cuestionada; afirm que () el Tribunal Superior estim notificadas las partes, cuando en realidad, como se ha indicado, ello no fue as por cuanto la notificacin a [sus] representados se realiz en la persona de un profesional del derecho que para el momento en que se le impuso la notificacin no tena capacidad jurdica de representacin respecto de [sus] mandantes. Concluy que () a pesar del grave vicio antes indicado, el Juez mencionado dict su decisin declarando con lugar las cuestiones previas y extinguido el proceso. Debido a la anotada ausencia de notificacin, sostuvo que () [sus] representados no pudieron interponer los recursos ordinarios que les otorga la ley, en razn de que ignoraban la decisin tomada y el estado de indefensin en el que se encontraban.

Luego de explicar la decisin adoptada por esta Sala Constitucional el 10 de febrero de 2009, que declar inadmisible una solicitud de revisin constitucional incoada con anterioridad por falta del instrumento poder que acreditase su representacin, destac que () [su] solicitud no busca alargar artificialmente y con mala fe un juicio de forma indefinida. Muy por el contrario () slo busca la ventilacin, en un proceso que respete los derechos consagrados en el Texto Constitucional, del fraude al que se vieron expuestos [sus] representados ().

Respecto de los derechos y principios constitucionales quebrantados por la actividad jurisdiccional desplegada por el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y de Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, denunci la supuesta violacin del derecho a la defensa contenido en los numerales 1 y 3 del artculo 49 de la Constitucin vigente, puesto que () al dar por buena una notificacin realizada a un representante legal que no tena para el momento de dicho acto, tal representacin, por lo que el acto de avocamiento (sic) por parte del juez no produjo efectos jurdicos vlidos, y por lo mismo, las acciones posteriores de dicho rgano jurisdiccional no pueden estimarse como legtimas o ajustadas a derechos (sic).

Tambin alega el supuesto quebrantamiento del derecho al debido proceso pues [al] decidirse la incidencia de cuestiones previas sin la debida notificacin a [sus] representados, as como la indebida continuacin del proceso, en el cual se dej transcurrir el lapso para el recurso de casacin, en razn de la indefensin mencionada, ello nos conduce a la conclusin de que se conculcaron los principios bsicos del debido proceso; y en razn de la ntima imbricacin de ste con el derecho a la defensa, ha sido violado coetneamente con el mismo, por las razones expuestas supra en tanto que se termin un procedimiento contradictorio sin la intervencin de una de las partes ().

Con relacin a los argumentos que sustentan la pretendida vulneracin del derecho a la tutela judicial efectiva que le reconoce el artculo 26 constitucional, afirm que [la] emisin de una decisin judicial, sin escuchar a todas las partes involucradas, evidencia una inefectiva tutela judicial por cuanto la actuacin jurisdiccional se realiz sin el conocimiento de todos los involucrados, lo que efectivamente implica que la decisin jurisdiccional no pudo tutelar todos los derechos que estaban en discusin ().

Consider tambin afectado el derecho a la seguridad jurdica de sus representados, pues () la sentencia contra la cual [solicitan] amparo constitucional (sic) no tiene fundamento alguno, por cuanto fue tomada sin considerar los elementos bsicos de todo proceso, pero ello no obsta para que pueda afectar el libre desenvolvimiento de la posesin que tienen [sus] representados sobre un inmueble que alquilan legalmente y en el que prestan un servicio pblico, por lo que la mera existencia de la sentencia contra la actuamos (sic), genera en [sus] representados una violacin de su seguridad jurdica, al ser susceptible de ser desalojados del inmueble en cuestin, por la formacin de una relacin contractual con alguien que nunca ha estado en dicho inmueble, la sola afirmacin anterior basta para que se pueda comprender la violacin del derecho a la seguridad jurdica que han sufrido [sus] mandantes, pues como lo demuestra la propia interposicin de esta revisin, la necesidad de la intervencin jurisdiccional para restaurar la seguridad jurdica lesionada por un accionar (sic) sin fundamento que slo puede provocar zozobra en los accionantes, atentando contra la garanta establecida en el artculo 299 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela.

Sobre la base de lo expuesto, solicit a esta Sala que revise y deje sin efectos la decisin adoptada por el Juzgado Superior Accidental en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y de Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy el 26 de abril de 2004 () por la que se declar extinguido el proceso que por fraude procesal intentaron [sus] mandantes y se ordene a dicho Tribunal la reposicin de la causa al estado de notificacin del avocamiento (sic) de la causa a los fines de que puedan realizarse las defensas a que tienen derecho [sus] representados.

II DEL FALLO OBJETO DE REVISIN

El acto jurisdiccional sometido a la revisin de esta Sala Constitucional lo constituye la sentencia adoptada por el Juzgado Superior Accidental en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y de Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy el 26 de abril de 2004, que declar: (i) con lugar el recurso de apelacin interpuesto por el abogado Antonio Fernandes Teixeira, contra la decisin del Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Trnsito de la misma Circunscripcin Judicial el 25 de septiembre de 2003, que declar, a su vez, sin lugar las cuestiones previas relativas a la cosa juzgada y a la prohibicin de ley de admitir la accin propuesta, promovidas en el procedimiento por fraude procesal seguido por los preindicados ciudadanos, contra la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A.; (ii) con lugar las cuestiones previas de la cosa juzgada y prohibicin de ley de admitir la accin propuesta promovidas por la parte demandada, por tanto, en virtud de lo establecido en el artculo 356 del Cdigo de Procedimiento Civil, se desech la demanda y declar extinto el proceso en referencia, y (iii) conforme a lo preceptuado en el artculo 274 eiusdem, se conden en costas a los actores, por resultar

vencidos en la incidencia. Para la adopcin de su veredicto el mencionado rgano jurisdiccional razon como sigue: omissis Discrepa este Juzgador de la decisin emitida por el Juez de la causa, en virtud que en los alegatos de la parte demandada en lo que fundamenta la Cuestin Previa de la Cosa Juzgada, no slo se encuentra el de la Cosa Juzgada por efecto del Desistimiento del proceso, sino tambin el de la Cosa Juzgada por efecto de la Transaccin Judicial, que no fue analizado por la Juzgadora en su decisin; por otra parte al pronunciarse sobre las Cuestiones Previas contenidas en los ordinales 9 y 11 del artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil, omiti la juzgadora pronunciarse en relacin al contenido del artculo 351 ejusdem (sic), que era de necesaria observancia. A este respecto el que Juzga observa: Previamente a la emisin de la sentencia de la Primera Instancia, por diligencia de fecha 22 de agosto de 2003 inserta al folio 32, la parte demandada, seala que opuestas las cuestiones previas de los ordinales 9 y 11 (sic) del artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil, la parte actora no ha manifestado si conviene o las contradice, y que desde el vencimiento del emplazamiento hasta la fecha de la diligencia haban transcurrido once (11) das de despacho; ms adelante por escrito de fecha 25 de agosto de 2003 inserto a los folios 34 al 36, la parte actora, entre otros argumentos contradice las cuestiones previas de los ordinales 9 y 11 (sic) del artculo 346 opuestas por la parte demandada. El artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil establece: dentro del lapso fijado para la contestacin de la demanda, podr el demandado en vez de contestarla promover las siguientes Cuestiones Previas: 9.- La Cosa Juzgada 11.- La prohibicin de la Ley de admitir la accin propuesta. Del contenido de dicha norma se desprende que tanto la cosa juzgada como la prohibicin de la Ley de admitir la accin propuesta, pueden ser promovidas acumulativamente con las restantes cuestiones previas en lugar de contestar la demanda, en este sentido, la contraparte debe adoptar las conductas establecidas en los artculos 349, 350 y 351 ejusdem (sic), que en el caso especfico de los ordinales 9 y 11, el artculo 351 establece: Alegadas las Cuestiones Previas a que se refieren los ordinales 7, 8, 9, 10 y 11 del artculo 346 la parte demandante manifestar dentro de los cinco das siguientes al vencimiento del lapso del emplazamiento si conviene en ellas o las contradice. El silencio de la parte se entender como admisin de las cuestiones no contradichas expresamente. En este sentido el que juzga estima, en primer lugar, que esta norma impone a la parte demandante la carga de manifestar su contradiccin a la cuestin previa opuesta en caso de desacuerdo, so (sic) sancin de admisin por causa de silencio u omisin, en segundo lugar, que el actor dispone de un lapso perentorio, de cinco das siguientes al vencimiento del lapso de

emplazamiento, dentro del cual deber manifestar su contradiccin, con lo cual se materializan las garantas del debido proceso del derecho a la defensa y del derecho a ser odo, y por otra parte, dicha norma debe ser acogida por el juzgador, como manifestacin del principio de la legalidad de las formas procesales, previsto en el artculo 7 del Cdigo de Procedimiento Civil, que impone la necesidad de realizar los actos en el tiempo en que el legislador ha estimado suficiente para ello, al considerar que es ese y no otro el que brinda las garantas debidas a las partes. En el caso en estudio, aun cuando a los autos corre inserto escrito suscrito por el apoderado judicial de la actora, en el que manifiesta su contradiccin a las cuestiones previas de cosa juzgada y prohibicin de la Ley de admitir la accin propuesta, se aprecia de la manifestacin anticipada de la parte demandada, no contradicha ni desvirtuada por la actora, que haban transcurrido once (11) das de despacho siguientes al vencimiento del lapso de emplazamiento, sin que la actora hubiese manifestado su contradiccin, lo que a todas luces hace extempornea la contradiccin formulada por la parte demandante, que debi formularse dentro de los cinco (5) das siguientes al vencimiento del lapso de emplazamiento. omissis Por lo antes expuesto, siendo extempornea la contradiccin de la parte demandante de las cuestiones previas de cosa juzgada y prohibicin de la ley de admitir la accin propuesta, promovidas por la parte demandada, ambas cuestiones previas deben ser declaradas con lugar y en consecuencia la demanda deber ser desechada y el proceso extinguido de conformidad con el artculo 356 ejusdem (sic), y as se decidir (sic). III DE LA COMPETENCIA

Como premisa procesal, debe esta Sala determinar su competencia para conocer la presente solicitud de revisin y al respecto observa que conforme lo establece el numeral 10 del artculo 336 de la Constitucin, la Sala Constitucional tiene atribuida la potestad de () revisar las sentencias definitivamente firmes de amparo constitucional y de control de constitucionalidad de leyes o normas jurdicas dictadas por los tribunales de la Repblica, en los trminos establecidos por la ley orgnica respectiva ().

Correlativamente, dispone el artculo 25.10 de la Ley Orgnica del Tribunal Supremo de Justicia -que conserva en similitud de trminos el precepto contenido en el artculo 5.4 de la derogada Ley Orgnica del Tribunal Supremo de Justicia (2004), vigente a la fecha de presentacin de la solicitud de revisin-, lo siguiente:

Artculo 25. Son competencias de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia omissis 10. Revisar las sentencias definitivamente firmes que sean dictadas por los tribunales de la Repblica, cuando hayan desconocido algn precedente dictado por la Sala Constitucional; efectuado una indebida aplicacin de una norma o principio constitucional; o producido un error grave en su interpretacin; o por falta de aplicacin de algn principio o normas constitucionales. Asimismo, en el fallo N 93 del 6 de febrero de 2001 (caso: Corpoturismo) esta Sala determin su potestad extraordinaria, excepcional, restringida y discrecional, de revisar las siguientes decisiones judiciales: () 1. Las sentencias definitivamente firmes de amparo constitucional de cualquier carcter, dictadas por las dems Salas del Tribunal Supremo de Justicia y por cualquier juzgado o tribunal del pas. 2. Las sentencias definitivamente firmes de control expreso de constitucionalidad de leyes o normas jurdicas dictadas por los tribunales de la Repblica o las dems Salas del Tribunal Supremo de Justicia. 3. Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las dems Salas de este Tribunal o por los dems tribunales o juzgados del pas apartndose u obviando expresa o tcitamente alguna interpretacin de la Constitucin contenida en alguna sentencia dictada por esta Sala con anterioridad al fallo impugnado, realizando un errado control de la constitucionalidad al aplicar indebidamente la norma constitucional. 4. Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las dems Salas de este Tribunal o por los dems tribunales o juzgados del pas que de manera evidente hayan incurrido, segn el criterio de la Sala, en un error grotesco en cuanto a la interpretacin de la Constitucin o que sencillamente hayan obviado por completo la interpretacin de la norma constitucional. En estos casos hay tambin un errado control constitucional (). Ahora bien, por cuanto en el caso de autos, se pidi la revisin de una sentencia dictada el 26 de abril de 2004, por el Juzgado Superior Accidental en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y de Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, que agot el doble grado de conocimiento jurisdiccional en un procedimiento seguido por fraude procesal, en virtud de la cosa juzgada formal que dimana de dicho pronunciamiento, esta Sala puede ejercer su potestad extraordinaria de revisin conforme a las normas y

precedentes jurisprudenciales citados. En consecuencia, se declara competente para dicho examen, y as se decide.

IV CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Estudiadas como han sido las actas que conforman el presente expediente, esta Sala pasa a pronunciarse sobre la presente solicitud, no sin antes reiterar, como premisa del anlisis subsiguiente, el criterio sostenido en sentencia del 2 de marzo de 2000 (caso: Francia Josefina Rondn Astor), ratificado en el fallo del 13 de julio de 2000 (caso: Asociacin de Propietarios y Residentes de la Urbanizacin Miranda), conforme al cual la discrecionalidad que se atribuye a la facultad de revisin constitucional, no debe ser entendida como una nueva instancia y, por tanto, la solicitud en cuestin se admitir slo a los fines de preservar la uniformidad de la interpretacin de normas y principios constitucionales o cuando exista una deliberada violacin de preceptos de ese rango, lo cual ser analizado por esta Sala, siendo siempre facultativo de sta, su procedencia.

Por otra parte, esta Sala ha sostenido en casos anteriores que la labor tuitiva del Texto Constitucional, mediante la revisin extraordinaria de sentencias no se cristaliza de forma similar al establecido para los recursos de gravamen o impugnacin, diseados para cuestionar la sentencia, para ese entonces, definitiva. Para la revisin extraordinaria el hecho configurador de la procedencia no es el mero perjuicio, sino que, adems, debe ser producto de un desconocimiento absoluto de algn precedente dictado por esta Sala, de la indebida aplicacin de una norma constitucional, de un error grotesco en su interpretacin o, sencillamente, de su falta de aplicacin, lo cual se justifica en el hecho de que en los recursos de gravamen o de impugnacin existe una presuncin de que los jueces de instancia o casacin, de ser el caso, actan como garantes primigenios de la Carta Magna. Slo cuando esa presuncin logra ser desvirtuada es que procede, en tales casos, la revisin de la sentencia (Vid. Sentencia de la Sala N 2.957 del 14 de diciembre de 2004, caso: Margarita de Jess Ramrez).

Precisado lo anterior, esta Sala advierte que, el acto decisorio sometido a revisin lo constituye el pronunciamiento dictado por el Juzgado Superior Accidental en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y de Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy el 26 de abril de 2004, que declar: (i) con lugar el recurso de apelacin interpuesto por el abogado Antonio Fernndes Texeira, contra la decisin del Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Trnsito de la misma Circunscripcin Judicial, el 25 de septiembre de 2003, que declar, a su vez, sin lugar las cuestiones previas relativas a la cosa juzgada y a la prohibicin de ley de admitir la accin propuesta, promovidas en el procedimiento por fraude procesal seguido por los preindicados ciudadanos, contra la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A.; (ii) con lugar las cuestiones previas de la cosa juzgada y prohibicin de ley de admitir la accin propuesta promovidas por la parte demandada, por tanto, en virtud de lo establecido en el artculo 356 del Cdigo de Procedimiento Civil, se desech la demanda y se declar extinto el proceso en referencia, y (iii) conforme a lo preceptuado en el artculo 274 eiusdem, se conden en costas a los actores, por resultar vencidos en la incidencia.

El apoderado judicial de los solicitantes denunci que el preindicado fallo presuntamente vulner sus derechos constitucionales a la defensa, a la asistencia jurdica, debido proceso judicial, a la tutela judicial efectiva y seguridad jurdica, ya que, a su juicio, no se notific vlidamente a su representante judicial en el marco de la causa civil primigenia, pues ste haba renunciado al poder conferido el 14 de octubre de 2003, esto es, mucho antes de dictarse la sentencia antes descrita, cuya revisin se pretende. La ausencia de notificacin, segn aleg, caus un gravamen irreparable, concretamente para el ejercicio del recurso de casacin ante el fenecimiento de los lapsos para ello.

Con el propsito de analizar la veracidad de los argumentos que sustentan la solicitud de revisin -que se concentran en la posible lesin del derecho a la defensa de los solicitantes, en su proyeccin relativa a su derecho a la impugnacin- esta Sala Constitucional considera imprescindible, para una mejor comprensin, describir el ter procesal llevado a cabo en el juicio que por fraude procesal incoaran los abogados Carmelo Pifano G. y Luis Eduardo Domnguez, actuando en su carcter de apoderados judiciales de

los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo ante el Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy.

Sobre la base de lo expuesto, debe esta Sala desmontar el entramado judicial relacionado con la demanda de fraude procesal y la incidencia seguida con ocasin de las cuestiones previas relativas a la cosa juzgada y a la prohibicin de ley de admitir la accin propuesta (ordinales 9 y 11 del artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil), con el propsito de verificar las pretendidas irregularidades denunciadas en torno a la falta de apreciacin de la renuncia al poder que efectuara uno de los apoderados judiciales de los solicitantes, con anterioridad a la sentencia cuya revisin se solicita. En ese contexto, de los recaudos remitidos por el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y de Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, con sede en la ciudad de San Felipe, en virtud de la orden que le fuera impartida por esta Sala en decisin N 872 del 3 de julio de 2009, se extrae la siguiente relacin procesal:

1.- El 11 de marzo de 2002, los abogados Carmelo Pifano G. y Luis Eduardo Domnguez, inscritos en el Instituto de Previsin Social del Abogado bajo los Nros. 031 y 20.918, respectivamente, actuando en su carcter de apoderados judiciales de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo ejercieron ante el Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, demanda por fraude procesal contra la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A. Dicho fraude persigue principalmente declarar la nulidad e inexistencia del juicio que por resolucin de contrato de arrendamiento de un inmueble, donde funcionara un Laboratorio de Diagnstico Clnico de los demandantes, que fuera incoado por la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A., contra el ciudadano Jess Anbal Valera Monsalve, ante el Juzgado Primero de los Municipios San Felipe, Independencia, Cocorote y Veroes de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy.

Consta que la representacin judicial conferida a ambos profesionales del Derecho, fue otorgada a travs de instrumento autntico otorgado ante la Notara Pblica de San Felipe, Estado Yaracuy el 7 de marzo de 2002, del cual se desprende que las facultades all conferidas podan ser ejercidas conjunta o separadamente por los preindicados abogados (Vid. Folios 1 al 15 del Anexo 1 del expediente judicial);

2.- La anterior demanda fue reformada por los mismos abogados el 10 de abril de 2002, la cual fue admitida mediante auto dictado el 22 de abril de 2002 por el Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy (Vid. Folios 159 al 173 del Anexo 1 del expediente judicial);

3.- Luego, surge de autos una incidencia de recusacin propuesta por el abogado Carmelo Pifano contra la Jueza Temporal del juzgado de primera instancia antes nombrado. Visto el cuestionamiento de su imparcialidad, la Jueza Temporal del Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy neg en su informe los motivos que dieron lugar a la recusacin, empero se inhibi conforme a lo establecido en el artculo 82, ordinal 18 del Cdigo de Procedimiento Civil;

4.- Separada la anterior jueza de la causa civil bajo examen, sta sigui ante el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy. Practicada entonces la citacin de la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A., mediante diligencia consignada el 26 de junio de 2003, el apoderado judicial de la sociedad mercantil demandada, recus a la Jueza Titular de ese Juzgado, con fundamento en los ordinales 12 y 15 del artculo 82 del Cdigo de Procedimiento Civil;

5.- Remitidos los autos al Juzgado Distribuidor, en virtud del trmite de la recusacin, la causa recay, nuevamente, en el Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, como se evidencia del auto que dio por recibido el expediente en ese rgano jurisdiccional el 8 de

julio de 2003. En esa oportunidad, el juzgado de primera instancia contaba con un Juez Provisorio, el abogado Ignacio Jos Herrera G. (Vid. Folio 240 del Anexo 1 del expediente judicial).

6.- En ese estado, el 29 de julio de 2003, el abogado Antonio Fernndes Teixeira, actuando en su carcter de apoderado judicial de la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A. procedi a recusar al Juez Provisorio del Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, por encontrarse presuntamente incurso en los supuestos previstos en el ordinal 15 del artculo 82 del Cdigo de Procedimiento Civil (Vid. Folios 250 al 254 del Anexo 2 del expediente judicial);

7.- Nuevamente distribuido el expediente en virtud de la recusacin antes descrita, la causa civil primigenia fue remitida al Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, como consta de la nota de recepcin del 5 de agosto de 2003 (Vid. Folio 257 del Anexo 2 del expediente judicial);

8.- Ya en la oportunidad de contestar la demanda, el 7 de agosto de 2003, en lugar de contestar el fondo, el abogado Vctor G. Caridad Zavarce, actuando en su carcter de apoderado judicial de la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A., promovi algunas de las cuestiones previas previstas en el artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil, a saber, la relativa a la incompetencia por el territorio y por la materia (ordinal 1); la ilegitimidad de la persona citada como representante del demandado (ordinal 4); el defecto de forma de la demanda, en lo relativo al carcter con que se presentan los actores -legitimatio ad causam- y ausencia del carcter con que se presenta la demandada (ordinal 6, en conjuncin con el ordinal 2 del artculo 340 del Cdigo de Procedimiento Civil); defecto de forma del libelo de la demanda, en lo relativo a la determinacin de los datos, ttulos y explicaciones necesarios cuando se trate de derechos u objetos incorporales (ordinal 6, en concordancia con el ordinal 4 del artculo 340 eiusdem); el defecto de forma del libelo de la demanda relativo a la expresin de los fundamentos de derecho en

que se base la pretensin (ordinal 6, conjuntamente con el ordinal 5 del artculo 340 del mismo Cdigo Procesal Civil); defecto de forma de la demanda relativo a los instrumentos en que se fundamente la pretensin, por cuanto, no acompaaron el original del poder de administracin presuntamente otorgado al ciudadano Jos Perruolo; no fue acompaado el original del contrato de arrendamiento original supuestamente suscrito entre los ciudadanos Jos Perruolo y Alejandro Iranzo; no fue aportado el original de la presunta autorizacin otorgada por el ciudadano Jos Perruolo al ciudadano Alejandro Iranzo para subarrendar y construir mejoras en el inmueble del cual fue, luego, desalojado; no se acompa el presunto poder otorgado por Agrocomercial Los Caobos, C.A. al ciudadano Francisco Santeliz; no se aportaron los originales de los recibos de pago de las pensiones de arrendamiento y, por ltimo, no fue producido el documento de propiedad del inmueble objeto del contrato de arrendamiento (ordinal 6, en concordancia con el ordinal 6 del artculo 340 del Cdigo de Procedimiento Civil); tambin promovi la cuestin previa relativa a la inepta acumulacin prevista en el artculo 78 del Cdigo de Procedimiento Civil, pues, las pretensiones ejercidas por los actores -hoy solicitantes de la revisin- se concentran en solicitar la accin de nulidad del contrato de arrendamiento, la accin de nulidad de unas letras de cambio, la accin de reintegro de cantidades de dinero, la accin de reconocimiento y cumplimiento de contrato de arrendamiento y nulidad e inexistencia del juicio de resolucin de contrato de arrendamiento y desalojo (ordinal 6, en conjuncin con el ordinal 6 del artculo 340 del Cdigo de Procedimiento Civil); la cuestin previa contenida en el ordinal 9 del artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil relativa a la cosa juzgada, en virtud del desistimiento efectuado por la parte actora en el juicio que cursara ante el Juzgado Primero de los Municipios San Felipe, Independencia y Cocorote del Estado Yaracuy, por desalojo incoado por la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A., en su condicin de arrendadora del inmueble contra el ciudadano Jess Anbal Varela Monsalve, como arrendatario -causa sta que se denuncia como fraudulenta por los solicitantes de revisin- y en virtud de los efectos de la transaccin judicial que fuera suscrita entre la mencionada sociedad mercantil y la ciudadana Mara Victoria Adamowicz de Iranzo con ocasin de la preindicada causa; promovi igualmente la cuestin previa relativa a la prohibicin de ley de admitir la accin propuesta, toda vez que se instaur una accin de nulidad e inexistencia del juicio de resolucin de contrato de

arrendamiento y desalojo, donde los actores no fueron parte ni utilizaron los recursos legales para el ejercicio de su derecho a la defensa, conforme a lo dispuesto en el ordinal 11 del artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil. Por ltimo, impugn fotocopias, tach instrumentos pblicos y desconoci documentos privados que constituyeran los documentos fundamentales que acompaaran los actores a su demanda (Vid. Folios 261 al 279 del Anexo 2 del expediente judicial);

9.- Esta Sala, prescindiendo de cualquier descripcin de las incidencias relativas a la tacha de instrumentos y desconocimiento de documento privado, observa que con ocasin de la prolija promocin de cuestiones previas, el Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, mediante auto del 14 de agosto de 2003, emiti pronunciamiento nicamente en lo relativo a la cuestin previa contenida en el ordinal 1 del artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil. Luego de desestimar la incompetencia por el territorio, afirm su competencia por la materia para conocer del pleito, en consecuencia, declar sin lugar la cuestin previa opuesta y conden en costas a la parte vencida en la incidencia (Vid. Folios 287 al 291 del Anexo 2 del expediente judicial);

10.- Seguidamente, aparece una diligencia suscrita por el abogado Antonio Fernandes Teixeira, actuando en su carcter de apoderado judicial de la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A., en la que expone () visto que se alegaron las cuestiones previas previstas en los ordinales 9 y 11 del artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil, siendo el caso que la parte actora no manifest si conviene o las contradice, por cuanto de conformidad con el artculo 51 ejusdem (sic) se entender su silencio como admisin, de igual modo desde el vencimiento del emplazamiento hasta la fecha han transcurrido once (11) das de despacho sin que se hayan contradicho las cuestiones previas descritas. [Solicita] de conformidad con el artculo 356 del mencionado Cdigo se deseche la demanda y se extinga el proceso () (Vid. Folios 292 y 293 del Anexo 2 del expediente judicial).

11.- El abogado Carmelo Pifano, actuando en su carcter de apoderado judicial de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo, en el marco de la anotada incidencia surgida con ocasin de las numerosas cuestiones previas promovidas por el apoderado judicial de la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A., present el 25 de agosto de 2003, sendo escrito de oposicin a las cuestiones previas, alegando que: (i) en cuanto a la ilegitimidad de la persona citada como representante de la demandada, fue uno de los apoderados de la demandada quien se dio por citado en el juicio consignando el respectivo poder () es decir, NO SE CITO (sic) A NADIE, se dieron por citados; (ii) rebati el defecto de forma establecido en el ordinal 5 del artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil; (iii) efectu algunas consideraciones respecto del ejercicio caprichoso de las cuestiones previas y con relacin a la cuestin previa de cosa juzgada y (iv) desvirtu la cuestin previa relativa a la prohibicin de ley de admitir la accin propuesta (Vid. Folio 294 al 296 del Anexo 2 del expediente judicial, destacado del escrito).

A partir de la consignacin del escrito descrito, puede esta Sala Constitucional afirmar preliminarmente -con prescindencia de la tempestividad de su defensa- que el abogado Carmelo Pifano, en su carcter de apoderado judicial de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo, conoca la incidencia suscitada con ocasin de las cuestiones previas cuya tramitacin acarre con posterioridad, la extincin del proceso por fraude procesal, como se ver infra.

12.-Ante los argumentos expuestos, el abogado Antonio Fernandes Teixeira, en su carcter de apoderado judicial de la empresa Agrocomercial Los Caobos, C.A., consign escrito a los autos en el cual acus la extemporaneidad de las defensas del apoderado judicial de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo y solicit que se dictara sentencia interlocutoria DECLARANDO CON LUGAR LAS CUESTIONES PREVIAS DE LOS ORDINALES 9 Y 11, LAS CUALES NO FUERON CONTRADICHAS O RECHAZADAS POR EL ACTOR, LO QUE HACE INEXORABLE LA APLICACIN DE LO DISPUESTO EN EL ARTCULO 356 DEL CDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL, CUYO EFECTO ES DECLARAR

DESECHADA LA DEMANDA Y EXTINGUIDO EL PROCESO (Vid. Folios 297 al 300 del Anexo 2 del expediente judicial, destacado del escrito).

13.- El Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, mediante sentencia del 25 de septiembre de 2003, se pronunci con relacin a las cuestiones previas previstas en los ordinales 4 y 6 del artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil, en concordancia con los ordinales 2, 4, 5 y 6 del artculo 340 eiusdem, as como las contenidas en los ordinales 9 y 11 del artculo 346 del mismo Cdigo Procesal. En ese contexto, el preindicado rgano jurisdiccional declar sin lugar las mencionadas cuestiones previas y conden en costas a la parte vencida en esa incidencia (Vid. Folios 307 al 317 del Anexo 2 del expediente judicial).

14.- Por diligencia del 29 de septiembre de 2003, el apoderado judicial de Agrocomercial Los Caobos, C.A., apel de la sentencia interlocutoria antes mencionada.

15.- Luego de proveerse las copias que integraran el cuaderno separado de la apelacin y remitido el mismo al Juzgado Superior Civil de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, seguidamente, consta en la causa principal diligencia suscrita por el abogado Luis Domnguez el 14 de octubre de 2003, por la cual renuncia en forma definitiva al poder que le fuera otorgado por los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo (Vid. Folio 322 del Anexo 2 del expediente judicial).

16.- Mediante escrito presentado en la misma fecha que se efectuara la renuncia al poder antes descrita, el abogado Antonio Fernndes Teixeira, en su carcter de apoderado judicial de la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A., present escrito de contestacin a la demanda que por fraude procesal incoaran los abogados Carmelo Pifano G. y Luis Eduardo Domnguez, actuando en su carcter de apoderados judiciales de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo. Destacan en el citado escrito, sendas menciones que ponen en entredicho el patrocinio

brindado por el abogado Luis Domnguez a la ciudadana Mara Victoria Adamowicz de Iranzo en el decurso de la accin por desalojo que se imputa como fraudulenta -seguida ante el Juzgado Primero de los Municipios San Felipe, Cocorote, Independencia y Veroes de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy-; solicit la citacin del preindicado profesional del Derecho, Luis Eduardo Domnguez, bajo la figura de la intervencin forzosa prevista en los artculos 370, ordinal 4 y 382 del Cdigo de Procedimiento Civil, () en su carcter de ABOGADO COLUSIVO E IDEALIZADOR, CREADOR, FORJADOR Y MATERIALIZADOR DEL FRAUDE PROCESAL en contra de la empresa AGROCOMERCIAL LOS CAOBOS, C.A. por ser comn la presente causa, ya que gracias a su asesora legal y su asistencia jurdica a la ciudadana MARA DE IRANZO en la firma de la TRANSACCIN JUDICIAL, as como la redaccin y visado del contrato de arrendamiento y sus ulteriores actuaciones fraudulentas en el presente juicio ha configurado UN FRAUDE PROCESAL para [su] representada (Destacado del escrito).

No obstante lo anterior, llama poderosamente la atencin que el preindicado abogado tambin reconvino en el juicio por fraude procesal, alegando simultneamente la existencia de un fraude procesal inventado por los demandantes contra la sociedad mercantil que representa, alegando, entre otros aspectos: Como se observa ciudadano Juez, los ciudadanos ALEJANDRO IRANZO y MARA DE IRANZO luego que celebran la TRANSACCIN JUDICIAL y firman el Contrato de Arrendamiento, contrato que su propio abogado redact y vis, se niegan SISTEMTICAMENTE a cumplir con las dems clusulas de la Transaccin Judicial, tales como pagar los cnones de arrendamiento atrasados e insolutos, los gastos del proceso, los Honorarios Profesionales de los Abogados, alegando motivos de salud, de estrechez econmica y por ltimo alegan que fueron vctimas de una decisin comprometedora, que el hecho de haber trasladado y constituido en el inmueble objeto del contrato de arrendamiento, un Tribunal, la Polica, un Fiscal del Ministerio Pblico que los oblig a firmar la Transaccin Judicial y el Contrato de Arrendamiento. Por tal razn, contrataron a dos inescrupulosos y fraudulentos Abogados de la localidad de nombre Carmelo Pifano y Luis Eduardo Domnguez, ste ltimo es precisamente el corredactor de la demanda de FRAUDE PROCESAL, QUIEN ASESOR JURDICAMENTE Y ASISTI COMO ABOGADO A MARA DE IRANZO EN LA TRANSACCIN JUDICIAL, QUIEN A SU VEZ REDACT Y VIS EL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO DEL

INMUEBLE (Vid. Folios 323 al 349 del Anexo 2 del expediente judicial, destacado del escrito). 17.- Practicadas las diligencias tendentes a notificar al abogado Luis Eduardo Domnguez de la tercera propuesta en su contra por el apoderado judicial de Agrocomercial Los Caobos, C.A., el 21 de noviembre de 2003, dio formal contestacin a la cita (Vid. Folios 369 y 370 del Anexo 2 del expediente judicial);

18.- Reasumido el conocimiento de la causa, al haber sido declarada sin lugar la recusacin planteada por el apoderado judicial de la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A., contra el Juez Provisorio del Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, abogado Ignacio Jos Herrera Gonzlez; el Juez Titular de ese mismo rgano jurisdiccional, abogado Humberto Jos Brito Brito, vista la reconvencin propuesta y suspendida como se encontraba la causa por noventa (90) das a tenor de lo dispuesto en el artculo 386 del Cdigo de Procedimiento Civil, emiti un auto el 3 de febrero de 2004 por el cual fij el lapso para contestar la reconvencin y fij cinco (5) das de despacho siguientes para que la parte demandada formalizara la tacha propuesta en su escrito de contestacin de la demanda (Vid. Folio 446 del Anexo 2 del expediente judicial);

19.- Mediante escrito consignado el 10 de febrero de 2004, el abogado Carmelo Pifano, actuando en su carcter de apoderado judicial de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo, contest la reconvencin propuesta (Vid. Folio 447 y vto. del Anexo 2 del expediente judicial);

Lo anterior evidencia la activa participacin que tuviera el abogado Carmelo Pifano en la causa seguida por fraude procesal, pues efectu actos procesales de defensa de sus clientes en la causa, de lo cual se infiere que ste tena pleno conocimiento de la renuncia al poder que efectuara su coapoderado judicial, Luis Eduardo Domnguez, el 14 de octubre de 2003 y de la citacin que se le hiciese como tercero forzoso supra descrita. Tal conclusin no slo emerge de las actas del expediente sino de la relacin de comunicacin extraprocesal que deban mantener en razn de haber sido nombrados conjuntamente como

apoderados judiciales de los ciudadanos Alejandro Iranzo Bada y Mara Adamowicz de Iranzo.

20.- Luego, se aprecia del expediente contentivo de la solicitud de revisin, la sentencia dictada por el Juzgado Superior Accidental en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy el 26 de abril de 2004 -cuya revisin se solicita ante esta Sala Constitucional- que declar (i) con lugar el recurso de apelacin interpuesto por el abogado Antonio Fernndes Texeira, contra la decisin del Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Trnsito de la misma Circunscripcin Judicial el 25 de septiembre de 2003, que declar, a su vez, sin lugar las cuestiones previas relativas a la cosa juzgada y a la prohibicin de ley de admitir la accin propuesta, promovidas en el procedimiento por fraude procesal seguido por los preindicados ciudadanos, contra la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A.; (ii) con lugar las cuestiones previas de la cosa juzgada y prohibicin de ley de admitir la accin propuesta promovidas por la parte demandada, por tanto, en virtud de lo establecido en el artculo 356 del Cdigo de Procedimiento Civil, se desech la demanda y declar extinto el proceso en referencia, y (iii) conforme a lo preceptuado en el artculo 274 eiusdem, se conden en costas a los actores, por resultar vencidos en la incidencia (Vid. Folios 39 a 46 de la pieza judicial principal).

Segn alegan los solicitantes, de la anterior decisin se notific al abogado Luis Eduardo Domnguez, cuando haba renunciado al mandato judicial con anterioridad. As, como se desprende del texto de la sentencia interlocutoria antes descrita, consta que el 7 de enero de 2004, el Juez Accidental libr boletas de notificacin a las partes y, tambin como se constata de la copia de la boleta de notificacin librada en esa misma fecha y de la nota dejada por el Alguacil del Juzgado Superior Accidental en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado, se notific del abocamiento del Juez Accidental al abogado Luis Eduardo Domnguez () inscrito en el Inpreabogado N 20.918 en su carcter de apoderado judicial de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo en la presente causa, en la siguiente direccin: Centro Comercial Yurub, piso II (sic), oficina N 8 quien en mi presencia ley y

firm el da 19 de enero de 2004, siendo las 2:05 de la tarde, cuando ste, como se indic supra, haba renunciado al mandato mucho antes de esa fecha -14 de octubre de 2003(Vid. Folio 47 y su vto. de la pieza principal judicial).

21.- Por auto del 28 de mayo de 2004, el preindicado Juzgado Superior declar firme la anterior decisin al haberse vencido el lapso para el ejercicio del recurso de casacin, conforme el artculo 314 del Cdigo de Procedimiento Civil y orden la remisin del expediente contentivo de la incidencia al Tribunal de origen (Vid. Folio 49 del expediente judicial principal);

De la enrevesada tramitacin procesal de la causa, que culmin con la extincin de la misma en razn de haber prosperado sendas cuestiones previas que aparejan tal consecuencia jurdica (ordinales 9 y 11 del artculo 346 del Cdigo de Procedimiento Civil), esta Sala extrae algunas conclusiones: en primer lugar, la tramitacin del juicio por fraude procesal -seguido por el juicio ordinario previsto en el Cdigo de Procedimiento Civil- cont con prolijas recusaciones -planteadas tanto por el abogado Carmelo Pifano como apoderado judicial de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo, como por los apoderados judiciales de la sociedad mercantil demandada Agrocomercial Los Caobos, C.A.y; la promocin

desproporcionada de cuestiones previas, incidencias derivadas del desconocimiento de documentos privados y tacha de documentos pblicos -propuestas contra los documentos fundamentales de la demanda-; una reconvencin dirigida a revelar que el propio juicio de fraude procesal era, a su vez, un fraude procesal y una cita forzosa de un tercero, el abogado Luis Eduardo Domnguez, quien fuera apoderado judicial de los demandantes -que dio lugar al llamamiento de nuevos terceros en la litis-, todo ello por parte de la demandada; de tal forma, que, en sano criterio judicial, esta causa se halla plagada de abusos por parte de los apoderados judiciales de la sociedad mercantil demandada en el ejercicio de defensas y excepciones que traspasan el sano ejercicio de los derechos procesales que materializan la defensa y el debido proceso en juicio, pues tales conductas -o maniobras dilatorias- estaban dirigidas a evitar un juzgamiento de fondo con relacin a la pretensin de fraude procesal que inicialmente fuera planteada contra sta.

En segundo lugar, es palmario el hecho que el abogado Luis Eduardo Domnguez, quien fuera designado apoderado judicial de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo, conjuntamente con el abogado Carmelo Pifano, para la fecha en que se dict la sentencia cuya revisin se solicita, haba renunciado al mandato judicial y el abogado Carmelo Pifano, que contaba con iguales facultades procesales, ejerci activamente la defensa en juicio de los preindicados ciudadanos en la causa principal por fraude procesal. Sin embargo, ste ltimo aparentemente desconoca la tramitacin y consecuencias jurdicas de las cuestiones previas que conllev la extincin de la causa principal.

Con relacin al hecho de la renuncia de un apoderado judicial, en el caso concreto del abogado Luis Eduardo Domnguez, esta Sala Constitucional ha sido enftica en sostener que el trmite de la renuncia al poder que reconoce el ordinal 2 del artculo 165 del Cdigo de Procedimiento Civil, es una garanta instaurada a favor de la contraparte en juicio y no del mandante, ello sobre la base de la relacin extraprocesal que subyace en el contrato de mandato, que supone un alto grado de confiabilidad en el sujeto al cual se le otorga y a la elemental rendicin de cuentas que sobre los negocios confiados debe hacer a su mandante, sin perjuicio del establecimiento de las responsabilidades que, en caso de incumplimiento, recoge el Cdigo Civil. As, esta Sala precis en su decisin N 1.631 del 16 de junio de 2003, caso: Jess Rafael Trillo Mrquez, respecto de la correcta aplicacin del ordinal 2 del artculo 165 del Cdigo de Procedimiento Civil, lo que sigue: El artculo 165, ordinal 2 del Cdigo de Procedimiento Civil seala: La representacin de los apoderados y sustitutos cesa: (...) 2 Por la renuncia del apoderado o la del sustituto; pero la renuncia no producir efecto respecto de las dems partes, sino desde que se haga constar en el expediente la notificacin de ella al poderdante. (Subrayado de la Sala). De conformidad con lo expresado en el artculo citado, el Juzgado de Proteccin que actu en primera instancia en el juicio principal, tena la obligacin de notificar al demandado de la renuncia al poder que haban efectuado sus apoderados judiciales, a los fines de que dicha renuncia produjera efecto respecto de la otra parte en el proceso. El mandato judicial es un contrato entre poderdante y apoderado que crea responsabilidades para cada una de las partes. Dicho contrato tiene una de

sus bases en la eleccin que del apoderado hace el mandante, surgiendo entre ellos una relacin, que es incluso extraprocesal, donde existen instrucciones, rendiciones de cuentas, etc. De all que el ordinal 2 del artculo 165 del Cdigo de Procedimiento Civil al prever la notificacin del poderdante para el caso de la renuncia del poder por los apoderados, no la prev en beneficio del mandante, sino para precaver los derechos de su contraparte, hasta el punto que la renuncia se tiene como no efectuada y no paraliza ni suspende la causa, hasta que se deje constancia de la notificacin del poderdante. Con ello se busca no entorpecer la marcha del proceso con intempestivas renuncias de los apoderados de las partes. En consecuencia, la renuncia del poder no notificada al mandante, en principio no lo deja en ningn estado de indefensin, ya que el poderdante escogi a sus mandatarios, y en ellos tiene que confiar, y slo si tal renuncia es una aagaza intencional para dejar al mandante indefenso, es que ste podr exigir responsabilidad a los mandatarios. El poderdante es parte, que se encuentra a derecho, y tal condicin no la pierde porque sus apoderados, renuncien al poder conferido. Como se observa, en principio, la notificacin que debe constar en el expediente luego de la renuncia al poder, no es una exigencia instituida a favor de la parte que lo otorg, sino a favor de los dems sujetos que integran la relacin procesal. Sin embargo, ello no obsta para que el juez deje constancia de ello en el expediente, a los fines de brindar certeza jurdica respecto de los sujetos involucrados en el proceso, como representantes de las partes. Asimismo, cabe observar que el enunciado plasmado en ese fallo es un principio que puede tener sus excepciones, toda vez que la buena fe es una presuncin iuris tantum, desvirtuable por la valoracin conjunta de otros elementos probatorios en el expediente que d lugar a una conclusin contraria que abone por la constatacin de actuaciones maliciosas o dolosas dirigidas a dejar en estado de indefensin al poderdante.

La anterior valoracin es posible para esta Sala Constitucional, en la medida que el proceso, como se indic en las premisas preliminares, instrumenta el derecho material debatido y, como ltimo fin, hace prevalecer la justicia como valor superior en el ordenamiento jurdico venezolano y por eso, en la medida que las formas procesales faciliten la concrecin de la justicia, es que stas son tiles y garantistas del debido proceso judicial que postula el artculo 49 constitucional.

Es por ello que, adminiculadas las anteriores consideraciones al presente caso, puede esta Sala afirmar que, al menos, hay tres circunstancias objetivamente apreciables que operaron en detrimento de los derechos a la defensa y al debido proceso de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo: en primer lugar, la renuncia que efectuara el abogado Luis Eduardo Domnguez del mandato que le fuera conferido por los mencionados ciudadanos, sin que mediara la ms elemental y oportuna notificacin a sus mandantes o a su coapoderado judicial -lo que la convierte en una actuacin desleal y maliciosa por parte de ste-; en segundo lugar, la falta de pronunciamiento alguno por parte del Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy sobre la mencionada renuncia al mandato que constara en el expediente principal contentivo del juicio por fraude procesal manifestada a travs de diligencia suscrita por el abogado Luis Eduardo Domnguez el 14 de octubre de 2003, -por la cual renunci en forma definitiva al poder que le fuera otorgado por los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo- y, en tercer lugar, la aparente pasividad del abogado Carmelo Pifano en ejercer la defensa integral de sus clientes -que abarcare la incidencia de las cuestiones previas ya descritas- constituyen actos de tal entidad que materializan la vulneracin al derecho a la defensa de los solicitantes de la revisin constitucional aqu examinada, reconocido en el artculo 49.1 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela.

La anterior censura, se insiste, que no slo abarca la actividad de sustanciacin de la causa civil por parte del rgano jurisdiccional, al inobservar las formalidades que sobre el supuesto de renuncia al poder recoge el Cdigo de Procedimiento Civil ( ex ordinal 2 del artculo 165 del Cdigo de Procedimiento Civil), sino que se extiende a la desleal y maliciosa renuncia que efectuare el abogado Luis Eduardo Domnguez y hacia la anotada omisin del abogado Carmelo Pifano quien, conociendo la renuncia de su colega -pues dicha diligencia consta en el expediente principal-, nada hizo respecto de la incidencia pendiente ante la Alzada, pese a que formalmente la rebati en la primera instancia.

En ese contexto, esta Sala Constitucional conoce por notoriedad judicial otra situacin donde se ha cuestionado la conducta procesal del abogado Carmelo Pifano. En ese sentido, en sentencia N 18 del 20 de enero de 2006, caso: Refinadora de Maz Venezolana C.A., dictada en el marco de otro juicio por fraude procesal, se declar la nulidad del juicio de estimacin e intimacin de honorarios profesionales intentado por el abogado Carmelo Pifano en contra de Refinadora de Maz Venezolana C.A. (REMAVENCA), al constatar actuaciones colusorias del preindicado abogado -que radicaban tambin en el manejo indebido de la figura de la representacin judicial, a travs de una sustitucin fraudulenta-. Lo anterior pone en tela de juicio que la pasividad antes anotada, sea ingenua o producto de falta de pericia en el manejo del rgimen de las cuestiones previas en el decurso de un juicio ordinario -del cual, como se insiste, tena un conocimiento previo-, lo que coloc en un grave estado de indefensin a sus representados, restando con ello eficacia al derecho constitucional a la defensa que les reconoce el artculo 49.1 del Texto Constitucional.

Constatada la violacin de la anterior norma constitucional, en virtud de las desdeables conductas procesales antes analizadas, que conllevaron la extincin de la causa civil por fraude procesal, esta Sala Constitucional, conforme a lo dispuesto en el artculo 25.10 de la Ley Orgnica del Tribunal Supremo de Justicia -anterior artculo 5.16 de la Ley Orgnica del Tribunal Supremo de Justicia (2004)- y conforme al supuesto contenido en la sentencia N 353 del 30 de marzo de 2005, caso: Alcido Pedro Ferreira y otros, declara ha lugar la solicitud de revisin constitucional que fuera ejercida por el abogado Jos Clemente Prez Angulo, actuando en su condicin de apoderado judicial de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo y, en consecuencia, se anula la sentencia dictada por el Juzgado Superior Accidental en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y de Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy el 26 de abril de 2004, que declar: (i) con lugar el recurso de apelacin interpuesto por el abogado Antonio Fernndes Texeira contra la decisin del Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Trnsito de la misma Circunscripcin Judicial el 25 de septiembre de 2003, que declar, a su vez, sin lugar las cuestiones previas relativas a la cosa juzgada y a la prohibicin de ley de admitir la accin propuesta, promovidas en el

procedimiento por fraude procesal seguido por los preindicados ciudadanos, contra la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A.; (ii) con lugar las cuestiones previas de la cosa juzgada y prohibicin de ley de admitir la accin propuesta promovidas por la parte demandada, por tanto, en virtud de lo establecido en el artculo 356 del Cdigo de Procedimiento Civil, se desech la demanda y declar extinto el proceso en referencia, y (iii) conforme a lo preceptuado en el artculo 274 eiusdem, se conden en costas a los actores, por resultar vencidos en la incidencia. As se decide.

Sin embargo, no escapa a esta Sala las maniobras dilatorias efectuadas por la demandada en el juicio de fraude procesal instaurado el 11 de marzo de 2002, por los abogados Carmelo Pifano G. y Luis Eduardo Domnguez, inscritos en el Instituto de Previsin Social del Abogado bajo los Nros. 031 y 20.918, en ese orden, actuando en su carcter de apoderados judiciales de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo contra la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A., representada por los abogados Vctor Caridad Zavarce y Antonio Fernandes Teixeira, inscritos en el Instituto de Previsin Social del Abogado bajo los Nros. 20.068 y 75.172, respectivamente, ante el Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, quienes en un ejercicio exacerbado de defensas y promocin de incidencias dilatorias, persiguieron evitar la obtencin de alguna resolucin que decidiera sobre la existencia o no de un fraude procesal.

Tales conductas, en criterio de esta Sala, no se corresponde con el sano ejercicio del derecho a la defensa en el proceso, sino que obedece a otros fines muy particulares y cuestionables por dems, de esta forma, se precisa citar a CALAMANDREI quien seala Mientras en el proceso (...) se vea solo un conflicto entre dos intereses privados, fcilmente el abogado, con tal que su cliente triunfase, se transformaba en picapleitos; pero hoy, cuando se piensa que el proceso sirve para reafirmar con la sentencia la autoridad del Estado, la existencia de los profesionales del Foro no se justifica sino cuando se les ve como colaboradores y no burladores del juez. (Cfr. Demasiados

Abogados. Librera General del Victoriano Surez. Madrid. 1929. P. 4. Citado por Manuel P. Olaechea en El Abogado. Themis N 4. 1986, p. 34).

A partir de la anterior premisa, se tiene que la primordial labor del Juez es resolver conflictos haciendo efectivos los derechos sustanciales lo que significa que los conflictos no se resuelven sin direccin del proceso por parte del juez, sin bsqueda de la verdad material y sin la garanta de igualdad de las partes-, y todos los actos que se produzcan durante el proceso deben apuntar a ello, a que el proceso se desarrolle de manera fluida para llegar a una solucin eficaz y oportuna, evitando situaciones dilatorias, pese a que en algunas oportunidades el inters de la parte consista precisamente en prolongar la incertidumbre del conflicto jurdico para lograr que la coyuntura del proceso le favorezca.

Es por ello que, considera esta Sala que una eventual reposicin de la causa dara lugar a un juicio con la reedicin de las mismas censurables actuaciones procesales. Siendo ello as, esta Sala Constitucional anula, adems, la totalidad del juicio principal por fraude procesal y las correspectivas incidencias suscitadas en el expediente signado con el N 12.572 de la nomenclatura de ese rgano jurisdiccional, y as se decide.

No obstante lo anterior, esta Sala debe examinar otros aspectos del caso bajo juzgamiento, y a tal fin observa:

Como lo precis recientemente esta Sala en sentencia N 1.209 del 25 de julio de 2011, caso: Mara Teresa Pomoli Muecas, es funcin del Juez Constitucional mantener la supremaca y efectividad de las normas y principios constitucionales; de all que cuando los afectados por las decisiones han sido partes en el juicio donde se constatan los hechos contrarios al orden pblico, y ellos son generadores de esos hechos, al ser conocidos por el Juez, ste de oficio tendr que dejar sin efectos tales determinaciones judiciales, ya que ellas contraran el orden pblico constitucional y las violaciones del orden pblico se declaran de oficio.

As, el artculo 11 del Cdigo de Procedimiento Civil, faculta al juez a proceder de oficio cuando la ley lo amerite, o cuando en resguardo del orden pblico o de las buenas costumbres, sea necesario dictar alguna providencia legal. Por otra parte, el artculo 17 eiusdem, ordena al Juez tomar de oficio las medidas necesarias para evitar el fraude procesal y los actos contrarios a la majestad de la justicia.

Majestad de la justicia, no slo como atributo de la estructura orgnica que ejerce el poder jurisdiccional que le ha sido confiado al Estado venezolano, sino entendida como concepto que abarca uno de los fines esenciales del sistema de justicia constitucionalmente delineado: la concrecin de la justicia como valor tico-social que se concreta en el proceso no slo como instrumento de pacificacin de conflictos intersubjetivos entre los particulares, sino como idea de hacer posible la igualdad ante la ley y la solidaridad en la construccin de una sociedad justa y amante de la paz, constitucionalmente reconocida en el artculo 3 del Texto Fundamental.

De all y con base en los valores del Estado de tica y justicia, consagrados en el artculo 2 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, esta Sala Constitucional, adems de declarar ha lugar la solicitud de revisin constitucional llevada ante su conocimiento, puede, con base en el acervo probatorio aportado, extender su poder de juzgamiento hacia el juicio primigenio que pretenda declararse inexistente por va del fraude procesal aqu declarado nulo en su totalidad, si de las actas se desprendiesen suficientes elementos que ameriten la restitucin del orden pblico constitucional que ha sido vulnerado por la actividad jurisdiccional o la conducta procesal de las partes y sus apoderados judiciales. As se declara.

V RESTABLECIMIENTO DEL ORDEN PBLICO CONSTITUCIONAL

Segn lo ha sostenido esta Sala Constitucional, en distintas oportunidades, entre ellas, sentencias Nros. 909 del 4 de agosto de 2000, caso: Hans Gotterried Ehvert Dreger; 1.085, de1 22 de junio de 2001, caso: Estacionamiento Ochuna C.A.; 2.749 del 27 de diciembre de 2001, caso: Urbanizadora Colinas de Cerro Verde C.A.; 652 del 4 de abril de 2003, caso: Ottoniel Javitt Villaln y otros; 307 del 16 de marzo de 2005, caso: Eudocio Herrera; 2.577 del 12 de agosto de 2005, caso: Reencauchadora Larense, C.A. (RELACA) y 509 del 22 de marzo de 2007, caso: Guido Jos Bello y otros, el medio idneo para demandar un fraude procesal lo constituye en principio el juicio ordinario, ya que es necesario un trmino probatorio amplio para la demostracin de ste. Sin embargo, como excepcin, es posible declarar el fraude en sede constitucional, si de los medios de pruebas que consten en el expediente, aparece patente el empleo del proceso con fines distintos de los que corresponde, siempre y cuando la complejidad del asunto no sea de tal magnitud, que haga necesario el debate contradictorio, en especial el probatorio propio del juicio ordinario.

Esta Sala ha descrito la figura del fraude procesal, en tanto anomala del proceso (...) como las maquinaciones y artificios realizados en el curso del proceso, o por medio ste, destinados, mediante el engao o la sorpresa en la buena fe de uno de los sujetos procesales, a impedir la eficaz administracin de justicia, en beneficio propio o de un tercero y en perjuicio de parte o de tercero. Estas maquinaciones y artificios pueden ser realizados unilateralmente por un litigante, lo que constituye el dolo procesal stricto sensu, o por el concierto de dos o ms sujetos procesales, caso en que surge la colusin; y pueden perseguir la utilizacin del proceso como instrumento ajeno a sus fines de dirimir controversias o de crear determinadas situaciones jurdicas (como ocurre en el proceso no contencioso), y mediante la apariencia procedimental lograr un efecto determinado; o perjudicar concretamente a una de las partes dentro del proceso, impidiendo se administre justicia correctamente (Vid. Sentencia de esta Sala Constitucional N 909 del 4 de agosto de 2000, caso: Hans Gotterried Ebert Dreger).

La desviacin mencionada recae sobre el elemento teleolgico del proceso: ya no se erige como instrumento legtimo de la jurisdiccin para dirimir conflictos intersubjetivos o

para el reconocimiento de determinadas situaciones jurdicas, cuyo fin ltimo es el de hacer prevalecer el valor justicia que postula el Constituyente de 1999 como elemento esencial de la nocin de Estado democrtico y social de Derecho y de Justicia y del propio proceso judicial- en los artculos 2, 3 y 257 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, sino que se convierte en un conjunto de artificios con fines impropios, apartado de la concrecin de la voluntad de la ley en el caso concreto, reducido a simples formalismos.

El proceso as concebido, debe ser informado por principios ticos, en este sentido, apunta MYLL DE PEREIRA, la relacin que se concreta entre las partes y el juez, as como entre stas y los auxiliares del sistema de justicia, se rige por normas jurdicas y normas de conducta, ello permite asegurar que el proceso hace mucho dej de ser visto como un instrumento tcnico, para asumir la dimensin de instrumento tico orientado a pacificar con justicia, dicho de otro modo, a servir de instrumento de equilibrio social haciendo prevalecer el valor superior de justicia, en tanto valor tico-social por excelencia dentro de una comunidad poltica.

Desde esta perspectiva, la actividad de las partes, adems de la elemental demostracin de sus pretensiones y el convencimiento de su legitimidad, a veces sobrepasa la mera contradiccin y adquiere la dimensin de cooperacin con el rgano judicial, de modo que de su posicin dialctica en el proceso pueda emanar una sentencia jurisdiccional lo ms apegada posible a la verdad, al mximo de certeza que implique un alto grado de probabilidad. De all que sea la tendencia moderna, la sancin de aquellas conductas procesales maliciosas en las leyes procesales vigentes (Vid. MYLL DE PEREYRA, Rita. La Conducta tica del Hombre de Ley en Estudios Iberoamericanos de Derecho Procesal. Editorial Legis. 2005. P. 244).

Por su parte, ARAGONESES afirma que en los fines nsitos al proceso, el fin inmediato lo constituye la satisfaccin de las pretensiones frente a una persona determinada y distinta de quien formula la pretensin y el fin mediato o institucional -que en el caso venezolano se erige en un valor constitucionalmente relevante- es la realizacin de la

justicia. (Vid. ARAGONESES ALONSO, Pedro. Proceso y Derecho Procesal. Ediciones Aguilar. Madrid. 1960. Pp. 244-246).

Respecto al fraude procesal, como obstculo ilegtimo para la realizacin de la justicia a travs del proceso, la Sala Constitucional, mediante sentencia N 2.212 del 9 de noviembre de 2001, caso: Agustn Rafael Hernndez Fuentes precis lo que sigue: En tal sentido, es pertinente sealar que en sentencia N 910 del 4 de agosto del 2000, la Sala estableci que los artculos 17 y 170, ordinal 1 del Cdigo de Procedimiento Civil, contienen un rechazo general del dolo procesal y ordenan la prevencin de la colusin y el fraude procesal, por lo que tales conductas deben ser interpretadas como reprimibles en forma general, ya que el legislador estableci una declaracin prohibitiva que se conecta con la tuicin del orden pblico y las buenas costumbres y con los derechos a la tutela judicial efectiva y a obtener de los rganos jurisdiccionales una justicia idnea, transparente y eficaz. Segn la doctrina establecida por esta Sala, el fraude procesal puede ser definido como las maquinaciones y artificios realizados en el curso del proceso o, por medio de ste, destinados, mediante el engao o la sorpresa en la buena fe de uno de los sujetos procesales, a impedir la eficaz administracin de justicia, en beneficio propio o de un tercero y en perjuicio de parte o de tercero. Estas maquinaciones y artificios pueden ser realizados unilateralmente por un litigante, lo que constituye el dolo procesal stricto sensu, o por el concierto de dos o ms sujetos procesales, caso en que surge la colusin; y pueden perseguir la utilizacin del proceso como instrumento ajeno a sus fines de dirimir controversias o de crear determinadas situaciones jurdicas (como ocurre en el proceso no contencioso), y mediante la apariencia procesal lograr un efecto determinado; o perjudicar concretamente a una de las partes dentro del proceso, impidiendo se administre justicia correctamente. En estos casos, se est ante una actividad procesal desviada, cuyos fines no son la resolucin leal de una litis, sino el perjuicio a uno de los litigantes o a los terceros (incluso ajenos a cualquier proceso) (Destacado de ese fallo). Se concluye entonces que el fraude procesal resulta absolutamente contrario al orden pblico, pues impide la correcta administracin de justicia, por ello puede el juez de oficio pronunciarse sobre su existencia y tiene el deber de hacerlo ante todo alegato que le sea formulado en el proceso que se est ventilando ante l o en un juicio autnomo de fraude, ello de conformidad con lo establecido en los artculos 11, 17 y 170 ordinal 1 del Cdigo de Procedimiento Civil.

No obstante, si del expediente surgen elementos que demuestren la utilizacin del proceso con fines diversos a los que constituyen su naturaleza, podr ser declarado ex officio el fraude procesal y, por ende, la inexistencia del juicio, cumplindose as la funcin tuitiva del orden pblico que compete a esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.

En efecto, la tuicin judicial de la Constitucin, permite al Juez de oficio, eliminar cualquier efecto de las actividades inconstitucionales que conozca en su funcin jurisdiccional. Esta tuicin o defensa del orden pblico constitucional es un deber de los jueces, cuando en los casos que conozcan se topen con actuaciones violatorias del orden pblico.

En ese orden, anulado el juicio principal por fraude procesal antes analizado -y la totalidad de sus incidencias procesales-, esta Sala, en ejercicio de su funcin tuitiva del orden pblico, de acuerdo con lo que reglan los artculos 11 y 17 del Cdigo de Procedimiento Civil, que permiten la actuacin, se insiste, ex officio en proteccin de ese orden pblico y de las buenas costumbres, as como la represin de los actos contrarios a los deberes de lealtad y probidad que gravitan sobre las partes y sus apoderados, y con fundamento en el artculo 257 constitucional, segn el cual, el proceso es un instrumento fundamental para la realizacin de la justicia, pasa, inmediatamente, al anlisis sobre la existencia o inexistencia de fraude procesal en el juicio que por resolucin de contrato y desalojo fuera incoado por los abogados Vctor Caridad Zavarce y Antonio Fernndes Teixeira, inscritos en el Instituto de Previsin Social del Abogado bajo el N 20.068 y 75.172, respectivamente, actuando en su carcter de apoderados judiciales de la empresa Agrocomercial Los Caobos, C.A., inscrita ante el Registro Mercantil de la Circunscripcin Judicial del Distrito Federal y Estado Miranda el 25 de marzo de 1972, bajo el N 51, Tomo 78-A-Pro, modificada el 10 de septiembre de 1987, inscrito en el Tomo 78-A-Pro, N 9, contra el ciudadano Jess Anbal Varela, cuyo nmero de cdula no consta en autos, sobre un inmueble constituido por una casa quinta ubicado en la Cuarta avenida con avenida La Patria, municipio San Felipe del Estado Yaracuy.

Con tal propsito, se constata de las copias certificadas solicitadas por esta Sala Constitucional al Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y de Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, con sede en la ciudad de San Felipe, mediante decisin N 872 del 3 de julio de 2009, los siguientes hechos y actos procesales:

1.- El 18 de septiembre de 2001, los abogados Vctor Caridad Zavarce y Antonio Fernndes Teixeira, actuando en su carcter de apoderados judiciales de Agrocomercial Los Caobos, C.A. presentaron ante el Juzgado Primero de los Municipios San Felipe, Cocorote, Independencia y Veroes de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy demanda de resolucin de contrato de arrendamiento y desalojo contra el ciudadano Jess Anbal Varela Monsalve, en virtud de la falta de pago de los cnones de arrendamiento correspondiente a los meses de enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio y julio de 2001, en virtud de lo cual operaba la causal prevista en el artculo 14 del Decreto con Rango y Fuerza de Ley de Arrendamientos Inmobiliarios. En el mismo escrito, solicitaron medida preventiva de secuestro del inmueble descrito supra, conforme al ordinal 7 del artculo 599 del Cdigo de Procedimiento Civil, pidiendo, a tales efectos, que se comisionara al Juzgado Ejecutor de Medidas correspondiente al municipio San Felipe del Estado Yaracuy para su prctica (Vid. Folios 66 al 69 del Anexo 1 del expediente judicial);

2.- Por auto del 24 de septiembre de 2001, se admiti la demanda y se orden la citacin del ciudadano Jess Anbal Varela Monsalve. En cuanto a la medida cautelar solicitada, el citado Juzgado de Municipio la acordara a travs de auto separado (Vid. Folio 80 del Anexo 1 del expediente judicial);

3.- Mediante diligencia del 9 de octubre de 2001, el abogado Antonio Fernndes Teixeira, actuando en su carcter de apoderado judicial de la parte actora, consign recibos de pago de canon de arrendamiento del inmueble objeto del litigio a los fines de impulsar el decreto de la medida (Vid. Folio 83 del Anexo 1 del expediente judicial);

4.- Por auto del 11 del mismo mes y ao, el preindicado Juzgado de Municipio otorg la medida cautelar solicitada y orden librar Despacho al Juzgado Ejecutor de Medidas de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy (Vid. Folio 91 del Anexo 1 del expediente judicial);

5.- Mediante diligencia del 8 de febrero de 2002, el abogado Antonio Fernndes Teixeira desisti del procedimiento, en ese sentido, solicit la devolucin de los documentos originales y el archivo del expediente (Vid. Folio 95 del Anexo 1 del expediente judicial);

6.- Mediante decisin del 22 de febrero de 2002, el Juzgado Primero de los Municipios San Felipe, Cocorote, Independencia y Veroes de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, homolog el desistimiento planteado conforme a lo dispuesto en el artculo 263 del Cdigo de Procedimiento Civil, impartindole, adems, fuerza de cosa juzgada (Vid. Folios 96 y 97 del Anexo 1 del expediente judicial);

La anterior relacin procesal corresponde, como se observa, a la causa principal, sin embargo, lo relevante a los fines del anlisis judicial lo constituyen las actuaciones verificadas en ejecucin de la medida cautelar de secuestro que fuera solicitada por los apoderados judiciales de la sociedad mercantil de la actora, que dieron lugar al desalojo y, paralelamente, la suscripcin de una transaccin judicial y un contrato de arrendamiento sobre el inmueble objeto de litigio con la ciudadana Mara Victoria Adamowicz de Iranzo, quien, sin embargo, no fue sealada como ocupante, tenedora o arrendataria en el libelo de la demanda original. As, se observa del cuaderno separado de la medida cautelar:

1.- Constan los oficios y el despacho librados por el Juzgado Primero de los Municipios San Felipe, Cocorote, Independencia y Veroes de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy el 11 de octubre de 2001, para la prctica de la medida de secuestro sobre un inmueble constituido por una casa-quinta ubicado en la cuarta avenida con avenida La Patria en jurisdiccin del Municipio San Felipe del Estado Yaracuy (Vid. Folios 100 y 101 del Anexo 1 del expediente judicial);

2.- La anterior comisin fue recibida en el Juzgado Ejecutor de Medidas de los Municipios San Felipe, Cocorote, Independencia, Veroes, Bolvar y Manuel Monge de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy el 16 de octubre de 2001 (Vid. Folio 102 del Anexo 1 del expediente judicial);

3.- Mediante diligencia del 19 de octubre de 2001, el abogado Vctor Caridad Zavarce, actuando en su condicin de apoderado judicial de la empresa Agrocomercial Los Caobos, C.A., solicit que se fijara la prctica de la medida y que se oficiara () a la Polica del Estado Yaracuy, a la Guardia Nacional a los efectos de la proteccin del Tribunal (Vid. Folio 103 del Anexo 1 del expediente judicial);

4.- La anterior peticin fue proveda en los trminos solicitados. De esta forma, por auto del 23 de octubre de 2001 el preindicado Juzgado Ejecutor de Medidas fij el traslado y constitucin para el da 29 de octubre de 2001, a las 10:00 antes meridiem; se design perito avaluador y depositaria judicial para la prctica de la medida y se orden oficiar a la Comandancia General de Polica de San Felipe, Estado Yaracuy y, a su vez, al Comando General de la Guardia Nacional de San Felipe (Vid. Folio 104 del Anexo 1 del expediente judicial);

5.- Cumplidas las anteriores notificaciones, por auto del 29 de octubre de 2001, siendo la oportunidad fijada para el traslado y constitucin del Juzgado Ejecutor de Medidas, se declar desierto el acto, ante la falta de comparecencia del solicitante (Vid. Folio 110 del Anexo 1 del expediente judicial);

6.- Empero, en esa misma fecha, el abogado Antonio Fernndes Teixeira, en su carcter de apoderado judicial de la sociedad mercantil actora, consign diligencia en la cual solicit que se notificara a la Procuradura General de la Repblica de la ejecucin de le medida preventiva () por prestar un servicio pblico el sitio en donde se va a practicar la medida. Ello fue provedo por el Juzgado Ejecutor de Medidas por auto del 31 de octubre de 2001; se practic la notificacin y se suspendi la tramitacin de la

medida cautelar sesenta (60) das, en virtud de lo dispuesto en el artculo 46 de la Ley Orgnica de la Procuradura General de la Repblica, vigente rationae temporis (Vid. Folios 111 al 119 del Anexo 1 del expediente judicial);

7.- Vencido el anterior lapso, consta en autos que, luego de dos diferimientos, el 7 de febrero de 2002, se traslad y constituy el Juzgado Ejecutor de Medidas de los Municipios San Felipe, Cocorote, Independencia, Veroes, Bolvar y Manuel Monge de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, en el inmueble objeto del litigio civil ya descrito. En ese estado, se le notific de su misin a la ciudadana Mara Victoria Adamowicz de Iranzo () quien manifest hacer (sic) la encargada del Laboratorio de Diagnstico que funciona en el inmueble donde nos encontramos constituidos. Luego, se puede apreciar del texto del acta levantada al efecto que los representantes de la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A. manifestaron que visto que el inmueble se hallaba ocupado por la ciudadana Mara Victoria Adamowicz de Iranzo, se le plante la celebracin de una transaccin judicial por la cual la parte ocupante () cancele cnones de arrendamiento vencidos a razn de quinientos mil bolvares (500.000 Bs.) por doce meses lo cual asciende a la cantidad de seis millones de bolvares (6.000.000 Bs.) pagaderos a treinta y sesenta das consecutivos; la firma de un contrato de arrendamiento de un ao fijo a razn de quinientos mil bolvares (500.000 Bs.) -hoy quinientos bolvares fuertes (Bs. F. 500)- mensuales los seis primeros meses y seiscientos mil bolvares (600.000 Bs.) -hoy seiscientos bolvares fuertes (Bs. F. 600)- los ltimos seis meses y que se hiciera a cuenta de los ocupantes la prctica de la medida de embargo preventivo. La propuesta efectuada fue avalada y aceptada por la ciudadana antes indicada con la asistencia jurdica del abogado Luis Eduardo Domnguez, inscrito en el Instituto de Previsin Social del Abogado bajo el N 20.918, quien adems solicit la suspensin de la medida, vista la aceptacin de la transaccin (vid. Folios 138 al 143 del Anexo 1 del expediente judicial);

En las actas subsiguientes, aparece copia de la autenticacin del contenido y firma de dos letras de cambio suscritas entre el ciudadano lvaro Sder, actuando en su carcter de Administrador Gerente de la empresa Agrocomercial Los Caobos, C.A. y el librado

aceptante, ciudadana Mara Victoria Adamowicz de Iranzo y avalada por el ciudadano Alejandro Eugenio Iranzo Bada, siendo la primera, identificada 1/2, por la cantidad de tres millones de bolvares (Bs. 3.000.000) -actualmente tres mil bolvares fuertes (Bs. F. 3.000)para ser pagada sin aviso y sin protesto el 8 de marzo de 2002 y, la segunda identificada como 2/2 por la cantidad de tres millones de bolvares (Bs. 3.000.000) -actualmente tres mil bolvares fuertes (Bs. F. 3.000)- para ser pagada sin aviso y sin protesto el 8 de abril de 2002 por su librado aceptante ciudadana Mara Victoria Adamowicz de Iranzo y avalada por el ciudadano Alejandro Eugenio Iranzo Bada, documento redactado y visado por el abogado Luis Eduardo Domnguez, autenticado en la Notara Pblica de San Felipe, Estado Yaracuy el 8 de febrero de 2002, la misma fecha en la cual el representante judicial de la sociedad mercantil actora desisti de la demanda de resolucin de contrato de arrendamiento y desalojo que incoara por va principal.

Tambin consta en el expediente contrato de arrendamiento suscrito en esa misma fecha -8 de febrero de 2002- y autenticado ante la misma Notara Pblica, entre el ciudadano lvaro Sder, actuando en su carcter de Administrador Gerente de la empresa Agrocomercial Los Caobos, C.A. y los ciudadanos Mara Victoria Adamowicz de Iranzo y Alejandro Eugenio Iranzo Bada, cuyo objeto es el arrendamiento por un ao del inmueble objeto del litigio antes descrito, tambin redactado y visado por el Abogado Luis Eduardo Domnguez.

Se observa que, en los anteriores trminos, la pretensin de la demandante -sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A.- fue ntegramente satisfecha a tal punto que bast la suscripcin de una transaccin judicial, un nuevo contrato de arrendamiento y unas letras de cambio en el marco de la incidencia cautelar con una tercera ajena al proceso para que se diera fin voluntariamente a la litis a travs de un desistimiento, siendo esta tercera la ciudadana Mara Victoria Adamowicz de Iranzo, a quien se conmin a suscribir unas letras de cambio por el monto equivalente a unos presuntos cnones de arrendamiento insolutos. Cmo se le formula semejante exigencia a dicha ciudadana si no consta que se hubiera subrogado en las obligaciones que como arrendatario correspondan al ciudadano Jess Anbal Varela Monsalve, parte demandada?, Acaso la ciudadana Mara Victoria

Adamowicz de Iranzo contaba con la legitimacin o cualidad para serle exigido el pago de cnones de arrendamiento insolutos y para suscribir una transaccin judicial en el decurso de ese litigio para cumplir con tales obligaciones, exigibles slo al arrendatario?, Cmo es que en ese momento se pacta un nuevo contrato de arrendamiento con la ciudadana Mara Victoria Adamowicz de Iranzo, desconociendo la legitimacin pasiva que ostentaba el ciudadano Jess Anbal Varela Monsalve quien, por dems, jams compareci al juicio ni se hallaba ocupando el inmueble objeto de la medida cautelar?, Cmo es que el abogado Luis Eduardo Domnguez asiste a la preindicada ciudadana al momento en que se estaba ejecutando la medida preventiva de embargo y en lugar de hacer formal oposicin a dicha medida conforme lo establece el artculo 602 y siguientes del Cdigo de Procedimiento Civil, avala la suscripcin de una transaccin judicial para cumplir con cargas que slo corresponden al arrendatario? Las respuestas a tales interrogantes surgen de las mismas actas del expediente, as, constan copias del expediente administrativo de la solicitud de regulacin de canon de arrendamiento que solicitara el abogado Francisco Santeliz en su carcter de apoderado judicial de la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A. de un inmueble ubicado en la Cuarta avenida y avenida La Patria con Calle 16 en el Municipio San Felipe del Estado Yaracuy (Vid. Folios 22 al 42 del Anexo 1 del expediente judicial).

En el marco de dicho procedimiento administrativo de regulacin de canon de arrendamiento el ciudadano Alejandro Iranzo Bada, por diligencia plasmada el 24 de abril de 2000, se dio por notificado () en la sede de la Sindicatura Municipal por medio del presente declaro darme por notificado en el procedimiento de regulacin de inmuebles seguido ante dicha oficina, en mi condicin de arrendatario de un inmueble ubicado en la 4 Av. (sic) entre calle 18 y Av. (sic) La Patria signado con el N 17/8 (). Con tal propsito consign copia del contrato de arrendamiento que suscribiera con el ciudadano Jos S. Perruolo, como apoderado judicial de la ciudadana Ana de Perruolo e hijas, el 1 de septiembre de 1991 (Vid. Folios 43 y 44 del Anexo 1 del expediente judicial).

Cabe acotar que las ciudadanas Ana Snchez de Perruolo y sus hijas, Mara Isabel Perruolo de Rodrguez y Ana Beatriz Perruolo de Sader, son accionistas de la sociedad

mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A., siendo que la ltima de las nombradas, como se infiere de la coincidencia de apellidos, estara vinculada civilmente con el ciudadano lvaro Sader quien funge como el Administrador Gerente de esa empresa -Vid. Artculo cuarto y vigsimo primero del Acta Constitutiva- como puede evidenciarse de la copia del acta constitutiva que consignaran, junto con el instrumento poder, los abogados Vctor Caridad Zavarce y Antonio Fernandes Teixeira al incoar la demanda por resolucin de contrato de arrendamiento y desalojo contra el ciudadano Jess Varela (Vid. Folios 70 al 75 del Anexo 1 del expediente judicial).

Asimismo, consta que el contrato cuya resolucin se pretendi en sede jurisdiccional, aparece fechado el 23 de marzo de 1993, es decir, con posterioridad a la fecha del contrato de arrendamiento suscrito entre el ciudadano Alejandro Iranzo Bada y el ciudadano Jos S. Perruolo, como apoderado judicial de la ciudadana Ana de Perruolo e hijas. Sobre la base de lo expuesto, la Sala considera que el verdadero propsito de la anterior demanda por resolucin de contrato de arrendamiento y desalojo fue la de sacar de hecho a los verdaderos inquilinos del inmueble y efectuar el cobro de cnones de arrendamiento -aparentemente retrasados- al margen de cualquier pronunciamiento que recayera en el procedimiento administrativo de regulacin arrendaticia previamente instaurado por la sociedad mercantil actora ante la Alcalda del Municipio San Felipe del Estado Yaracuy. En tal sentido, puede afirmarse que los ciudadanos Mara Victoria Adamowicz de Iranzo y Alejandro Eugenio Iranzo Bada fueron sorprendidos ante la ejecucin de una medida cautelar en un proceso civil por resolucin de contrato de arrendamiento y desalojo del cual tenan pleno desconocimiento, por cuanto la velada intencin de la demandante fue la de urdir semejante entramado procesal para obtener el desalojo de la casa-quinta y el cobro de unas cantidades de dinero, as como suscribir un nuevo contrato de arrendamiento con un canon fijado a su entera conveniencia.

El proceso de resolucin de contrato de arrendamiento y desalojo as llevado sirvi para amedrentar a los ciudadanos Mara Victoria Adamowicz de Iranzo y Alejandro Eugenio Iranzo Bada, pues nunca se plante la intencin de hacerlos formalmente partes

en juicio y establecer un vlido contradictorio, sino que, por el contrario, se cre y se maquin un proceso fraudulento con fines ajenos a la justa resolucin de un conflicto de intereses encontrados.

Lo anterior encuentra refuerzo en que se dict una medida cautelar de embargo preventivo que no afect al demandado, ciudadano Jess Anbal Varela Monsalve, sino a personas distintas que conllev el desalojo de hecho de la casa-quinta que ocupaban y, adems, el cumplimiento de una transaccin judicial que inclua el pago de cnones de arrendamientos vencidos para esa fecha y el compromiso contractualmente fijado de pagar nuevos cnones, apartado de cualquier eventual decisin del rgano administrativo municipal en el marco del procedimiento administrativo de regulacin de canon de arrendamiento. Tal era el despropsito de la accin ejercida que, como se indic supra, luego de consumados los efectos de la rrita medida cautelar, la sociedad mercantil actora procedi a desistir del juicio principal sin haber instaurado un vlido contradictorio con el ciudadano Jess Anbal Varela Monsalve, parte demandada, a quien ni siquiera lleg a citrsele para la contestacin de la demanda. De all que en el caso bajo examen, se puede afirmar que los ciudadanos antes nombrados se les arrebat la posibilidad de ejercer las defensas y recursos establecidos en el Cdigo de Procedimiento Civil para enervar la medida cautelar tantas veces referida, pues a ellos no iba formalmente dirigido el juicio, pero s sus efectos jurdicos ulteriores, aunado al hecho de la falta de lealtad y probidad que resulta imputable al apoderado judicial que les asista, abogado Luis Eduardo Domnguez, quien, en lugar de oponerse a la medida cautelar en procura de salvaguardar los intereses de sus clientes, por el contrario, aval, redact y vis una transaccin judicial y unas letras de cambio en detrimento de ciudadanos que, como se ha recalcado, no tenan la cualidad o legitimacin procesal para responder por obligaciones que le eran imputables a otro supuesto arrendatario, en el marco de la causa judicial ya analizada (Vid., en igual sentido, sentencia N 77 del 9 de marzo de 2000, caso: Jos Alberto Zamora Quevedo).

Dilucidado lo anterior, esta Sala debe destacar que se desvirtan los fines del proceso, plasmados en el artculo 257 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de

Venezuela, cuando se decide en contra de los valores de la justicia, la libertad y la paz. No consiguen desarrollarse los fines primordiales del Estado, cuando se utiliza la jurisdiccin con propsitos obscuros y adversos a la verdad.

Actuaciones procesales como las anteriores, la maquinacin de un proceso civil para la satisfaccin de pretensiones derivadas del presunto incumplimiento de un contrato de arrendamiento y el cobro de cnones insolutos, atienden a una visin perversa del proceso, como conjunto de formalismos al servicio de fines innobles, apartado de la recta realizacin de la justicia -en tanto valor tico-social- a travs de un proceso que cuente con las garantas mnimas reconocidas en los artculos 26, 49 y 257 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela y, peor an, desdice de las cualidades que, como profesionales del Derecho, deberan ostentar los abogados de la parte actora -los abogados Vctor Caridad Zavarce y Antonio Fernndes Teixeira, inscritos en el Instituto de Previsin Social del Abogado bajo el N 20.068 y 75.172, respectivamente, actuando en su carcter de apoderados judiciales de la empresa Agrocomercial Los Caobos, C.A.- quienes contradicen deberes ticos esenciales del ejercicio de la abogaca, al ejecutar actos ajenos a la eficaz, recta y oportuna administracin de justicia, en franca contravencin a los principios recogidos en el Cdigo de tica Profesional del Abogado Venezolano. Se abusa igualmente del proceso y con ello de la administracin de justicia, cuando se trata de concertar una serie de elementos probatorios, creando situaciones jurdicas inexistentes como se desprende claramente de autos, para crear un proceso amaado y, por ende fraudulento, dirigido a anular cualquier posibilidad de defensa en juicio de los verdaderos obligados en una relacin contractual de arrendamiento y los que deban, en consecuencia, apersonarse en juicio para conformar un vlido contradictorio.

Ha sostenido esta Sala con respecto al derecho a la tutela judicial efectiva, establecido en el artculo 26 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, que se trata de un postulado de Derecho Constitucional Procesal que impregna cada una de las leyes procesales cuyo fin ltimo es hacer prevalecer en cada juicio el valor justicia, como pilar del Estado venezolano, en ese sentido, en sentencia N 708 del 10 de mayo de

2001, caso: Juan Adolfo Guevara, Eneyda Josefina Ynez de Mario y otros, esta Sala Constitucional expres lo que sigue: Observa esta Sala, que el artculo 26 de la Constitucin vigente, consagra de manera expresa el derecho a la tutela judicial efectiva, conocido tambin como la garanta jurisdiccional, el cual encuentra su razn de ser en que la justicia es, y debe ser, tal como lo consagran los artculos 2 y 3 eiusdem, uno de los valores fundamentales presente en todos los aspectos de la vida social, por lo cual debe impregnar todo el ordenamiento jurdico y constituir uno de los objetivos de la actividad del Estado, en garanta de la paz social. Es as como el Estado asume la administracin de justicia, esto es, la solucin de los conflictos que puedan surgir entre los administrados o con la Administracin misma, para lo que se compromete a organizarse de tal manera que los mnimos imperativos de la justicia sean garantizados y que el acceso a los rganos de administracin de justicia establecidos por el Estado, en cumplimiento de su objeto, sea expedito para los administrados. El derecho a la tutela judicial efectiva, de amplsimo contenido, comprende el derecho a ser odo por los rganos de administracin de justicia establecidos por el Estado, es decir, no slo el derecho de acceso sino tambin el derecho a que, cumplidos los requisitos establecidos en las leyes adjetivas, los rganos judiciales conozcan el fondo de las pretensiones de los particulares y, mediante una decisin dictada en derecho, determinen el contenido y la extensin del derecho deducido, de all que la vigente Constitucin seale que no se sacrificar la justicia por la omisin de formalidades no esenciales y que el proceso constituye un instrumento fundamental para la realizacin de la justicia (artculo 257). En un Estado social de derecho y de justicia (artculo 2 de la vigente Constitucin), donde se garantiza una justicia expedita, sin dilaciones indebidas y sin formalismos o reposiciones intiles (artculo 26 eiusdem), la interpretacin de las instituciones procesales debe ser amplia, tratando que si bien el proceso sea una garanta para que las partes puedan ejercer su derecho de defensa, no por ello se convierta en una traba que impida lograr las garantas que el artculo 26 constitucional instaura. Asimismo, en sentencia N 5 del 24 de enero de 2001, caso: Supermercado Ftima, S.R.L., sostuvo, en cuanto al contenido de los derechos a la defensa y al debido proceso lo que sigue: Omissis Al respecto, es menester indicar que el derecho a la defensa y al debido proceso constituyen garantas inherentes a la persona humana y en consecuencia, aplicables a cualquier clase de procedimientos. El derecho al debido proceso ha sido entendido como el trmite que permite or a las partes,

de la manera prevista en la Ley, y que ajustado a derecho otorga a las partes el tiempo y los medios adecuados para imponer sus defensas. En cuanto al derecho a la defensa, la Jurisprudencia ha establecido que el mismo debe entenderse como la oportunidad para el encausado o presunto agraviado de que se oigan y analicen oportunamente sus alegatos y pruebas. En consecuencia, existe violacin del derecho a la defensa cuando el interesado no conoce el procedimiento que pueda afectarlo, se le impide su participacin o el ejercicio de sus derechos, o se le prohbe realizar actividades probatorias. Es as como, una vez develada la errada utilizacin del proceso para materializar un desalojo de hecho, la suscripcin de un contrato de arrendamiento y el cobro de unas sumas de dinero a travs de sendas letras de cambio, esta Sala Constitucional, por las razones de resguardo del orden pblico constitucional sealadas en este fallo, con fundamento en los artculos 257 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, y los artculos 11 y 17 del Cdigo de Procedimiento Civil, declara inexistente el proceso relativo a la demanda de resolucin de contrato de arrendamiento y desalojo incoada el 18 de septiembre de 2001 por los abogados Vctor Caridad Zavarce y Antonio Fernndes Teixeira, actuando en su carcter de apoderados judiciales de Agrocomercial Los Caobos, C.A. ante el Juzgado Primero de los Municipios San Felipe, Cocorote, Independen cia y Veroes de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy contra el ciudadano Jess Anbal Varela Monsalve, cursante en el expediente N 1523-01 de la nomenclatura de ese rgano jurisdiccional, as como los actos procesales relacionados con la medida cautelar de embargo ejecutada por el Juzgado Ejecutor de Medidas de los Municipios San Felipe, Cocorote, Independencia, Veroes, Bolvar y Manuel Monge de esa misma Circunscripcin Judicial, y as se decide.

Como corolario de los razonamientos expuestos en el presente fallo, esta Sala Constitucional debe censurar la deplorable conducta desplegada por los profesionales del Derecho intervinientes en ambos juicios, abogados Carmelo Pifano Garrido y Luis Eduardo Domnguez, inscritos en el Instituto de Previsin Social del Abogado bajo los Nros. 031 y 20.918, actuando en su carcter de apoderados judiciales de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo, as como de los abogados Vctor Caridad Zavarce y Antonio Fernndes Teixeira, inscritos en el Instituto de Previsin

Social del Abogado bajo el N 20.068 y 75.172, respectivamente, actuando en su carcter de apoderados judiciales de la empresa Agrocomercial Los Caobos, C.A. a quienes exhorta a ejercer su profesin apegados a los principios ticos y morales contenidos en el Cdigo de tica Profesional del Abogado Venezolano, en aras de colaborar con el sistema de administracin de justicia del cual tambin forman parte, como postula el artculo 253 constitucional.

Por ltimo, esta Sala Constitucional deja a salvo la posibilidad que tienen los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo de ejercer las acciones jurisdiccionales pertinentes ante los rganos del sistema de administracin de justicia, derivadas de los efectos del presente fallo.

VI DECISIN

Por las razones anteriormente expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la Repblica por autoridad de la ley, declara:

1.- HA LUGAR la solicitud de revisin constitucional interpuesta por el abogado Jos Clemente Prez Angulo, actuando en su condicin de apoderado judicial de los ciudadanos ALEJANDRO EUGENIO IRANZO BADA y MARA VICTORIA ADAMOWICZ DE IRANZO, ya identificados, de la sentencia dictada por el Juzgado Superior Accidental en lo Civil, Mercantil, de Trnsito y de Menores de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy el 26 de abril de 2004, que declar: (i) con lugar el recurso de apelacin interpuesto por el abogado Antonio Fernndes Texeira contra la decisin del Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Trnsito de la misma Circunscripcin Judicial el 25 de septiembre de 2003 que declar, a su vez, sin lugar las cuestiones previas relativas a la cosa juzgada y a la prohibicin de ley de admitir la accin

propuesta, promovidas en el procedimiento por fraude procesal seguido por los preindicados ciudadanos contra la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A.; (ii) con lugar las cuestiones previas de la cosa juzgada y prohibicin de ley de admitir la accin propuesta promovidas por la parte demandada, por tanto, en virtud de lo establecido en el artculo 356 del Cdigo de Procedimiento Civil, se desech la demanda y declar extinto el proceso en referencia, y (iii) conforme a lo preceptuado en el artculo 274 eiusdem, se conden en costas a los actores, por resultar vencidos en la incidencia;

2.- Se declara NULO el juicio que por fraude procesal incoaran los abogados Carmelo Pifano G. y Luis Eduardo Domnguez, inscritos en el Instituto de Previsin Social del Abogado bajo los Nros. 031 y 20.918, actuando en su carcter de apoderados judiciales de los ciudadanos Alejandro Eugenio Iranzo Bada y Mara Victoria Adamowicz de Iranzo contra la sociedad mercantil Agrocomercial Los Caobos, C.A., representada por los abogados Vctor Caridad Zavarce y Antonio Fernandes Teixeira, inscritos en el Instituto de Previsin Social del Abogado bajo los Nros. 20.068 y 75.172, contenido en el expediente signado con el N 12.572 de la nomenclatura del Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy, as como todas sus incidencias procesales;

3.- Por orden pblico constitucional, se declara INEXISTENTE el proceso relativo a la demanda de resolucin de contrato de arrendamiento y desalojo incoada el 18 de septiembre de 2001 por los abogados Vctor Caridad Zavarce y Antonio Fernandes Teixeira, actuando en su carcter de apoderados judiciales de Agrocomercial Los Caobos, C.A. ante el Juzgado Primero de los Municipios San Felipe, Cocorote, Independencia y Veroes de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy contra el ciudadano Jess Anbal Varela Monsalve, cursante en el expediente N 1523-01 de la nomenclatura de ese rgano jurisdiccional, as como los actos procesales relacionados con la medida cautelar de embargo ejecutada en esa causa por el Juzgado Ejecutor de Medidas de los Municipios San Felipe, Cocorote, Independencia, Veroes, Bolvar y Manuel Monge de esa misma Circunscripcin Judicial;

Publquese y regstrese. Remtase copia certificada de la presente decisin al Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Trnsito de la Circunscripcin Judicial del Estado Yaracuy y al Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Trnsito y de Menores de esa misma Circunscripcin Judicial. Cmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Saln de Despacho de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 18 del mes de julio de dos mil doce (2012). Aos: 202 de la Independencia y 153 de la Federacin.

La Presidenta de la Sala,

LUISA ESTELLA MORALES LAMUO Ponente

El Vicepresidente,

FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LPEZ

Los Magistrados,

MARCOS TULIO DUGARTE PADRN

CARMEN ZULETA DE MERCHN

ARCADIO DE JESS DELGADO ROSALES

JUAN JOS MENDOZA JOVER

GLADYS MARA GUTIRREZ ALVARADO

El Secretario,

JOS LEONARDO REQUENA CABELLO

Exp. N 09-0467 LEML/i.-

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