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Por Alejandro Almazn / enviado Ilustracin: Leticia Barradas

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Religiosamente, de 11 a 12 de la maana y de tres a cuatro de la tarde, nios y adolescentes mexicanos son regresados, algunos de ellos esposados de manos y pies, a territorio nacional. Son entregados en un pequeo cuarto instalado justo en la lnea que divide a Mxico y Estados Unidos, en territorio de nadie, como si fueran prisioneros de guerra. Todos los das ocurre la escena. Todos los das hasta sumar cada ao 35 mil menores de edad que tienen 10, 12 o 17 aos, aunque se han registrado casos de bebs transportados por polleros que ingresan sin papeles a ese pas y son deportados sin indulgencia. Estos intrpidos nios solitarios slo buscan llegar a tierra rme y ponerse a trabajar en ese primer mundo que los desprecia. Los nios de las garitas son los personajes. Hablarn de un pasado de carencias, del presente de abandono y del futuro de incertidumbre.

ijuana, Baja California. Mi regalo de 15 aos fue pagarle a un pollero. Yo le insist a mi ap que no me hiciera esta en el rancho porque eso noms era un gastadero. Le dije que mejor me mandara a Los ngeles con mi to para trabajar. A qu me quedaba: en Amatln (Nayarit), uno es pobre toda la vida. Apenas siendo mala se agarra dinero. Pos no. Por eso me vine a Tijuana. Y ya ve: los americanos me arrestaron en la mera lnea. Me charon porque dicen que soy narca. [Estamos en el mdulo del DIF estatal, a unos 10 metros de ese muro de acero que intenta proteger a San Isidro, California, del tercer mundo. Aqu llegan los menores de 18 aos a los que la suerte les mostr su cara mala y fueron repatriados sin indulgencia. En estos 30 metros cuadrados de tablaroca, pintados de un coqueto anaranjado, todo es de todos los chicos: el cereal, las galletas con chispas de chocolate, la televisin, los juguetes, las sillas, los DVDs de Pixar y Walt Disney. Slo las historias son particulares. Y para hablar de ellas hay nios que hacen la. Se impresionan al escuchar su propia voz: a veces congestionadas de odio, otras con resignacin. Claro que tambin hay nios que no levantan ni la cabeza. Apenas musitan. Como si ser indocumentado fuese una deshonra. Ese no es el caso de Rosa, la quinceaera de ojos verdes que est enfrente. Quiere hablar tan rpido que sus ideas se atropellan con sus pala-

bras. Quiere descargar el miedo que la mancill desde que los agentes fronterizos la esposaron de los tobillos y las manos. Quienes la arrestaron le dijeron con risas que durante algunos aos su futuro sera unas celdas compartidas con peligrosas adictas, esas que se la pasan jode y jode, robndole el alma a los ms dbiles. Que si crea en Dios, era tiempo de invocarlo porque le esperaba una parada en el inerno].

Llegu el domingo a Tijuana. Estaba asustada porque nunca haba salido del rancho. Slo una vez, cuando estaba ms chica, fui a Guadalajara. Pero noms. Cuando me desped de mis paps, en el aeropuerto de Tepic, me puse a llorar y a ellos los mir preocupados. Ya luego me bendicieron y fue que me dieron esta medallita de Jess Nazareno. Es el patrn del pueblo. En enero fue su esta. Ah unos amigos me dijeron que en Tijuana trabajaban unos polleros de Amatln. Luego supe que esos fueron los que llevaron a mi to a Los ngeles y que cobraban 4 mil dlares para cruzar por la garita con visa falsa. Para juntar el dinero, mi ap tuvo que pedirle prestado al seor que le trabaja la tierra. Y ah vengo hasta ac, pensando que me ira bien. Ya me haca trabajando en la fbrica donde una de mis primas hace juguetes. Y cul? [Rosa no es de las chicas a las que se les ha endurecido el corazn. Es frgil. Llora. Por momentos su sacudida cabeza viaja lejos y uno, que en este ocio se la pasa importunando vidas, o se calla o trata de animarla con comentarios imbciles. Por haber desaado a un pas que se cree grande, el hecho de que te hayan esposado es

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porque les pareces grande. Eso le digo a Rosa porque no se me ocurre algo mejor]. Desde el aeropuerto me recogi el ayudante del pollero. Era un chavalo de mi edad, dizque de Sonora. Estaba bien gilo aco y fumaba mucho. Me dijo que bamos a estar en un hotel del callejn Coahuila hasta que me consiguiera la visa falsa. Que no me preocupara, que todo estaba arreglado con mi to. Que l les iba a pagar hasta que me llevaran a Los ngeles. Ya luego me mir bien y me pregunt si traa dinero. Le dije que s, que mi ap slo pudo darme 600 pesos. Entonces me dijo que con eso comprara un tinte para el cabello, porque as de rubia me vea muy chiquilla. Por eso lo traigo negro. Cuntos aos se ven? Verdad que no parezco de 35? Un migra me deca que no fuera mentirosa, que de seguro hasta hijos tena y los haba abandonado. Me dijo que era una mala mujer. Pero le digo: me pintaron el cabello y no sal del Coahuila. [El callejn Coahuila es una sucursal del abismo: en aquella media hectrea, perdida en una cuesta, matan, violan, secuestran y asaltan a toda prisa, a toda hora. Es una alucinacin pegada al muro metlico: prostitutas cansadas de tanto querer, hambre carroera, luces de nen, demencias sueltas, hoteles de paso en penumbras como El Fracaso, picaderos de herona, extorsiones a granel, hombres derrotados que miran lo que hacen otros hombres derrotados, revlveres que son usados a la menor provocacin, ojos para no ver, bocas para no decir, pacas de contrabando, tatuajes infectados, funerales sin rezos, ensemas pulmonares, vagabundos retorcidos, msica chillona, piojos y oraciones que nadie escucha en la iglesia Bethel, porque al lado de su nostlgica fachada est el ms santo burdel de Tijuana: Las Adelitas. En pocas palabras: Coahuila es el mundo en el que no somos felices. Por eso no es un lugar para nios. Ah pas Rosa dos das. El pollero, adems de hospedaje, le incluy la comida: carne seca, mitad grasa mitad nervio, y papa aplastada con arroz. Dej el hotel hasta que el ayudante de pollero le dijo: El patrn te va a cruzar porque vienes recomendada por tu to; no hay pedo, el jefe es de Amatln, de tu pueblo. Lo has de conocer. Le dicen El Barbas. Rosa no lo reconoci. Ni siquiera cuando el barbado hombre, con dientes de oro y mal aliento, la trep al auto para cruzar por la garita]. En el coche bamos el tal Barbas, yo y atrs una seora embarazada de cinco meses que conoc en el hotel. Tena dos hijos chiquitos, los haba dejado en su pueblo, de Michoacn; iba hasta Chicago porque all tena una hermana. A ella, como a m, nos dieron visas falsas. Traan nuestra fotografa, pero el nombre no era de nosotras.

Sabe Dios de quin. Yo me llamaba Anglica no s qu. Hasta que nos las dieron fue que el pollero nos dijo que si nos preguntaban a dnde bamos, dijramos que noms ah enseguida, de compras a una tienda de San Ysidro. Todo iba bien, pero cuando nos faltaban como dos coches para llegar, se nos acerc un migra con un perro negro y nos dijo que nos bajramos. Nos apunt con una pistola y rpido llegaron otros migras. Quin sabe qu decan porque no s nada de ingls. Y el pollero les contestaba. La seora se puso mal y me asust harto. Me temblaban las manos y los pies. Hasta se me resec la boca. Nos pusieron de espaldas y nos esposaron. Toda la gente vio y nadie hizo nada. Cuando nos pasaron a una ocina un migra que hablaba espaol me dijo que El Barbas era narcotracante y que yo estaba acusada de lo mismo. Que por lo menos pasara cinco meses en la crcel. Me charon, me tomaron mis huellas, me tomaron fotos y me empujaron. Todo se me vino encima. Adems, no crean que tuviera 15 aos. [Y Rosa mira al piso como si tratase de agarrarse a un punto. Entonces de la bolsa de su barata chamarra caf saca una maltratada credencial de la secundaria. Ese retrato es como su pasaporte]. Por ms que les deca que no conoca al tal Barbas, los migras me gritaban en la cara. Slo uno, en espaol, me dijo: Pinche mentirosa. Ni porque estaba llore y llore se calmaban. Quera ensearles mi credencial, pero como el pollero me haba dicho que si deca que era menor me ira peor, pues segu con la idea de que tena 20 aos. Hasta que un migra me pidi que hablara con la verdad fue que saqu la credencial. Entonces me mandaron con alguien del consulado mexicano y me llevaron a un cuarto grande con muchos nios. Ya luego nos trajeron aqu. Pobre seora, la embarazada, ella s se va a quedar en la crcel. Y la verdad, nada tiene que ver con ese narco. Cmo no voy a andar agitada? Mejor me regreso a mi pueblo. Ya no quiero estar aqu. [Rosa termina el plato de cereal y le agradece a Juanita, una voluntaria del DIF que, si no fuese tan indiferente con los extraos, tendra muchas ancdotas que narrar: quiz hubiese contado la historia de aquel nio de siete aos al que, con su playera del Spiderman, lo deportaron con todo y aletas, visor y un snorkel; dicen que cruz por la playa. O la de aquel otro chico, de nueve aos, al que echaron con bicicleta incluida. Rosa se comunica con sus padres. Se quiebra. Parece la nia ms sola del mundo. Junto con otros cinco menores, ella dejar el mdulo. Los trasladarn a la siempre samaritana Casa YMCA, monte arriba. Ah van a dar los chicos de entre 12 y 17 aos. Ah debern de recogerlos sus familiares, con un documento que los acredite como tales.
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Las horas, para Rosa, se deformarn. Se ir hasta que un conocido del conocido de su to llegue por ella. Entonces subir la quinceaera a un bus enfermo de carraspeo, rumbo a Tecate. La esperan unos padrinos que le prestarn dinero para volver a Amatln. Apenas trae 117 pesos. Le alcanza para morir de hambre]. PD: No s qu la orill a querer regalarme su medalla de Jess Nazareno. Le dije que la conservara. Siempre ser necesario contar con un aliado, un socio que, en el extravo, puede salvarla o acompaarla.

Son 35 mil nios mexicanos al ao. Es decir: 97 menores repatriados al da. Unos 8 mil llegan con menos de 12 aos a la lnea. El 80 por ciento es echado por la garita de Tijuana; el resto, por Mexicali. La mayora tiene una casa, pero muchos viven en la calle. A su edad, ya saben lo que es vivir a salto de mata. Nadie los conocera si no

San Francisco. No conozco a nadie all, pero seguro iba a agarrar jale. Ya ve que los gringos son bien gevones y buscan quin les haga el trabajo. A m me agarr la migra por culpa del chofer del camin. Como no traigo nada de dinero, le dije al chofer que me hiciera el paro. Pero el bato sali muy mamn y me encerr en el camin hasta que lleg la polica. Chale. Ya de ah me llevaron a unas ocinas con rejas. Haba mucho morro como yo. Cuando le ped a un migra algo de comer, me llev un sngich casi hecho hielo. Dorm en el suelo, por eso me duele la espalda. Los pies los traigo adoloridos porque un migra se la pas patendome porque no le haca caso de quitarme el piercing de la lengua. La neta que cuando dijeron que ya nos iban a mandar patras, sent bien chingn. Ya no quera estar ah. Pinchis gringos. Ora a ver si quiere venir mi am por m, porque, como le digo, no me quiere. [Luis tiene 14 aos viviendo en el desamor. La independencia, cree l, es la nica alternativa.

Me anim a cruzar porque mi am no me quiere. Siempre me lo dice. No tengo padre. Bueno, s, pero no lo conozco. Ella nunca habla de l, le tiene coraje. Siempre est enojada. Por eso me cruc yo solo. Como por donde vivo pasan muchos coyotes, ya me aprend la ruta
fuese porque las autoridades estadunidenses los atrapan. De cualquier forma, son personajes invisibles de una historia jams contada. Estos intrpidos nios solitarios slo buscan llegar a tierra rme y ponerse a trabajar en ese primer mundo que los desprecia y, a la vez, los necesita tanto. Los nios de las garitas son los personajes aqu. Hablarn de un pasado de carencias, del presente de abandono y del futuro de incertidumbre. Odia la escuela, odia su barrio la colonia Alemn y odia a su padre por no conocerlo. A los funcionarios del DIF les dice que no se acuerda del telfono de su madre o da un nmero equivocado. No sabe mentir. Supongo que por ser su primera vez como devuelto como los llaman, no quiere irse del mdulo, pues este lugar le ofrece, as sea en dosis mnimas, lo que no tiene en casa: afecto. Pero Luis debera entender que, con todo, esto slo roza la realidad. Es un hogar de mentira. Lindo, pero de mentira]. PD: Su madre fue a recogerlo al DIF. Pareca una mujer amorosa aun con la cicatriz en la frente. Pero en cuanto sali del mdulo y se alej con Luis, volaron algunos golpes y ciertas maldiciones. Entonces record lo que Luis dijo cuando nos despedimos: voy a volver a cruzar, me caga Tijuana, me caga estar en mi casa.

Me anim a cruzar porque mi am no me quiere. Siempre me lo dice en mi cara. No tengo padre. Bueno, s, pero no lo conozco. Mi am nunca habla de l, le tiene coraje. Siempre est enojada. Por eso me cruc yo solo. Como por donde vivo pasan muchos coyotes, ya me aprend la ruta: es por unas fbricas. Te vas caminando hasta que llegas a la parada de un camin que, creo, te deja en Chula Vista. Ya de ah te subes al troley y parriba. Puedes llegar hasta Canad. Yo pens jalarme a
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Existen dos turnos diarios para repatriar a los nios: uno es de 11 a 12 del da y el otro de tres a cua-

CUARTOSCURO

Los nios devueltos son tratados casi con la misma rudeza que los adultos capturados por la migra.

tro de la tarde. Los agentes del Instituto Nacional de Migracin (INM) ya conocen el procedimiento: cuando la migra provoca un ruido que taladra los dientes es el pasador de una reja compartida entre Estados Unidos y Mxico, los funcionarios mexicanos se acercan, pasan lista y cada uno de los chicos camina hacia el mdulo del DIF, donde se harn los trmites para entregarlos a sus familiares, aunque en el cotidiano casi siempre terminen como nios de nadie. Esto no ocurra antes: hasta febrero de 2004 cuando fueron construidos los mdulos en Tijuana y Mexicali, los nios permanecan en las instalaciones del INM a la espera de que alguien los recogiera. Eran das de tedio, horas de hacinamiento, minutos donde lo nico que se pensaba era salir de ah y volver a intentar el cruce. Lo peor era cuando repatriaban bebs, cuenta uno de los agentes del INM. Debamos llevrnoslos a nuestras casas para cuidarlos, mientras se reportaba un familiar. Recuerdo que un compaero tuvo a una nia de ocho meses como tres semanas en su casa. Entonces apareci la madre. Le haba dado la beba a un coyote para que la cruzara con acta de nacimiento falsa. La mam s pas y andaba esperando a su nia en Oakland. Cuando supo que su hija haba sido deportada, la seora no saba si venir por ella o quedarse a trabajar porque el coyote le haba salido caro. Qu inconciencia. Por increble que suene, todava deportan a bebs. Roberto, un funcionario del mdulo del DIF,

cuenta que al menos una vez a la semana devuelven a uno. El de hace unos das apenas tena tres meses. La madre ya estaba esperndolo cuando lo deportaron. Las mujeres se ponen sentimentales, lloran, dicen que lo nico que buscaban era una mejor oportunidad de vida, pero alguien debera hacerles entender que sus hijos no son perros para drselos a cualquiera. Y ha habido padres que no vengan por sus bebs? Que yo recuerde, no. Pero lo que s hay es mucha madre buscando a bebs. Se los roban los polleros.

[Clarisa es de Culiacn. Humberto de San Luis Potos. Manuel de Oaxaca. No se conocen, pero han sorteado el mismo camino. Lo sabemos los cinco ahora que vamos en la camioneta de la Casa YMCA, serpenteando las hostiles calles de Tijuana]. A m me agarraron por Playas. Iba para San Diego para cuidar a los hijos de mi prima. No pagu coyote. Yo solita me anim porque ya no aguanto a mi padrastro. Se pone muy loco cuando pistea, nos insulta, nos dice que gracias a l tenemos casa en Tijuana. Y yo le dije a mi mam: Mejor me voy a San Diego, no vaya ser que un da el viejo me quiera hacer algo. Mi abuela era la que sala a defendernos. Pero ya no: se cambi de casa porque la ltima vez el viejo le peg. Los de la migra son bien abusones. Se burlan. Si les pides agua, te dan un vasito o no te llevan
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EDUARDO LOZA

Una de las menores deportadas a Tijuana espera a que lleguen sus padres a recogerla.

nada. Uno de ellos me dijo que me tomara mi orina. Si les pides comida, ni te pelan. As pas dos das. Pero sabe qu? Voy a volver a cruzar y un da me voy a llevar a mi mam y a mi abue, porque Dios no nos puede castigar tanto. [Clarisa, all en Culiacn, pens ser doctora. Pero cuando su padre muri en un accidente y migraron a Tijuana, las expectativas se redujeron a dejar la escuela para aspirar a ser niera. Tiene 14 aos y muchas frustraciones. Su abuela, una vez que la recoja, le aconsejar que se olvide de cruzar, que mejor termine la secundaria y que busque un trabajo de medio tiempo. Pero Clarisa no ceder. Quiere intentarlo de nuevo. Quiere hacer su vida en un pas de fantasa y no en una casa de locura. La abuela, doa Carmelita, me pedir que haga entrar en razn a su nieta. Quin diablos soy yo para hacerlo]. Yo cruc junto con mi to por el monte de Tecate. Cuando nos agarraron me separaron de l. A m me pusieron una pulsera roja que identica a los menores de edad y a l una verde. Y por ms que les dijo mi to que venamos juntos, les vali pura madre. En el camino le ped a un migra tantita agua. Y sabe qu me dijo? Que la prxima vez que quisiera cruzar tomara ms agua, que l no tena por qu darle nada a un criminal. Apenas, ahorita, en el DIF, me dieron jugo. Por eso no le hice caso. Me gusta platicar, pero traa un chingo de sed. Me llamo Humberto, pero all en mi pueblo me dicen El Budita. Siempre he sido gordillo. Y ya hasta me acostumbr. Por eso, que no nos hayan dado nada que tragar, fue feo. Las tripas me trona50 | EMEEQUIS | 03 DE MARZO DE 2008

ban. Hasta me dio un dolor en la panza. Que si lo voy a intentar otra vez? No. Mejor sigo de albail en mi pueblo. All al menos hay agua. [Aunque Humberto est por cumplir 17 aos, el rostro de nio es inequvoco. Su to ya lo est esperando en la Casa YMCA; a l lo deportaron ayer por la noche. Le pregunt que si se arriesgara a pasar nuevamente, junto con Humberto. Me contest que no, que lo regresaba en ese instante a San Luis Potos. El chico, sin embargo, lo chantaje de algn modo, porque cuando nos despedimos, Humberto me dijo que ahora s iba a tener suerte. Y que si no, ya saba dnde caerle]. Llevo cuatro intentos y cuatro deportaciones. Hasta risa me da. En todas he cruzado en cajuelas. Para la otra me voy a ir por el monte. No porque ya no quiera las cajuelas, porque el coyote dice que es cuestin de suerte, que los gringos no revisan siempre. No. Es que la ltima vez iba con una seora bien gordota y noms iba olindole el sobaco. Conoce Pochutla? De ah soy. Mi pap trabaja en el otro lado. No s dnde vive, pero trabaja en San Diego. Desde hace tres semanas me est esperando y yo noms no llego. Un conocido de mi pap, que es el que me recoge en la Casa YMCA, ya me dijo que si no paso para nes de febrero le voy a tener que buscar a dnde vivir, porque l se va a Denver a trabajar. l s tiene visa. Conoci a mi pap en un bar de la Coahuila y por eso me quedo en su casa. [Manuel habla con una soltura que parece acostumbrado a las desgracias. Se la pasa riendo. Hasta cuando se pone serio sigue riendo. Tres das despus, cuando dejaba Tijuana, telefone a

la Casa YMCA. Yadira, la encargada de los chicos, me dijo: Sabes a quin tengo otra vez aqu? A Manuel. Otra vez lo intent en una cajuela].

La Casa YMCA Tijuana se fund hace 20 aos. Surgi cuando el profesor Escalada ya no pudo meter a un nio vagabundo ms en su casa, cuando se dio cuenta de sus nanzas cojeaban. Entonces busc recursos de las casas YMCA estadunidenses. Y le aprobaron el proyecto en la avenida Cuauhtmoc, una calle que, como todas las de esta ciudad, fue trazada por una mano titubeante. En todo este tiempo, miles de chicos han hecho su hogar de esta construccin que no guarda semejanza con los dibujos de casitas que los nios suelen garabatear en la escuela. El edicio parece una caja pintada de azul. Pero por dentro es otra cosa: el olor a comida hipnotiza, la pelcula la Era del hielo cobra sentido, los sillones invitan a dormir y Yadira, la encargada, trata a los chicos con amor de madre. Desde 2004, con la inauguracin de los mdulos del DIF estatal en la lnea, Casa YMCA recibe a los chicos deportados de entre 12 y 17 aos. Slo los nios que viven en Tijuana no son aceptados. Yadira explica por qu: Es que el nio tijuanense est maleado y contamina a los otros. Antes lo hacamos, pero las ltimas veces los de Tijuana se llevaban a los otros, los convencan de que podan cruzar por un lugar seguro, pero en realidad slo los llevaban a robar o los volvan adictos. Y entonces a dnde van a parar los de Tijuana? Al DIF municipal. Se llena de nios problemticos. Qu casos extraordinarios hay? Esto es lo que platica: Caso uno: Hace como una semana lleg David en shock. Un nio de 10 aos. Vena de Guanajuato. Me cont que l y su hermano, un chico de 15 aos, ya haban intentado cruzar por La Rumorosa, pero el fro los regres. Con el poco dinero que traan, su hermano preri que David comiera, as que el hermano se la pas a pura agua, porque adems deban pagarle al coyote. Volvieron a intentar el brinco, pero ahora por el monte de Tecate. Y llevaban como dos das caminando cuando el hermano se desplom. David me dijo que ya estaba muerto, que ya no respiraba. Entonces el coyote puso en un dilema a David: o se quedaba con su hermano o segua caminando. David dej ah a su hermano. Ya luego los agarr la migra y David les cont la tragedia. No s bien qu pas, porque intervino el consulado mexicano, pero el hermano, en

efecto, muri. Nosotros aqu juntamos algo de dinero y mandamos a David a su pueblo. Caso dos: Mara lleg ayer con 12 aos y un tobillo roto. Ella cuenta que brinc la barda y, al caer, se rompi el hueso. Ya no pudo caminar. Empez a arrastrarse hasta que lleg una camioneta de la Border Patrol. La vieron y ah la dejaron. Hasta como dos horas despus la levant la migra, la deportaron y el DIF hizo su trabajo. Te cuento estas dos historias para que sepas con lo que trata uno a diario. Y no te llevas esas historias a tu casa? No te perturban el sueo? Antes s. A veces me soaba extraviada con nios porque el coyote nos haba abandonado. Pero ahora llego a casa y beso a mis hijos, los abrazo. Ellos son mi antdoto contra la tristeza.

Lo traan esposado. Y Antonio no dejaba de arrojarle al migra una mirada de odio. El agente fronterizo, un negro al que no se le encogi msculo alguno, le dijo a su colega del INM en cuanto le entreg a Antonio: Hacer algo con l, ya cay muchas veces, es coyote Pens que exageraba, pero cuando el DIF lo rechaz por ser un caso especial y los agentes del INM se hicieron cargo de Antonio, cambi de parecer. Antonio, ni ms ni menos, llevaba ocho arrestos en un solo mes. A sus 14 aos, el rcord pareca insuperable. Se necesitaba tener verdadera mala suerte para ser deportado tantas veces. Algo tena el chico. Y eso le pregunt. Antonio me trat con la indiferencia de un reptil. Hasta que lo enviaron al DIF municipal y una mujer fue por l despus cada quien tom su camino, Antonio me cont brevemente su historia. Y es sta, con todo y sus tijuanismos: Simn, soy gua. Yo noms les ayudo a los alambres (indocumentados) a saltar la bordera con escaleras que hacemos con varillas o los llevo por el monte, por Tecate. Gano ms si los encamino: 100 cueros de rana diarios. El mero cacarizo recluta a puro morro porque si nos agarra la placa nos sueltan en jat. No nos hacen nada los geros, nos pelan el wini. Aqu vivo solo. Bueno, me sal del cantn hace rato porque mi jefe es bien jaiporrn (adicto a la herona), por eso lo dej mi jefa, creo que ahora ella anda trabajando en Las Vegas. No s. La que me recogi es una comadre de mi jefe. Sus hijos tambin estn bien pesados. Ellos s andan en jales ms ac. Bueno, bato, al rato. Voy a ver si hay jale este noche. A Antonio lo vi irse tranquilo, como gozando cada pedazo de vida que se le cae.
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