William Spence Robertson, Iturbide de Mxico, Rafael Estrada Smano, introd., notas y trad.

, Jaime del Arenal Fenochio, present., Mxico, FCE, 2012 (Col. Historia), 487 pgs., ils. Por qu tuvieron que pasar sesenta aos para que esta obra fuera traducida al espaol y se publicara en Mxico?1 Fue por influencia de la Historia oficial que esta produccin no vea la luz en nuestro idioma? Llama mucho la atencin este hecho tomando en cuenta los numerosos libros de estudiosos extranjeros que son traducidos y publicados por editoriales mexicanas. William Spence Robertson fue un notable historiador nacido en Glasgow, Escocia, el 7 de octubre de 1872 y fallecido en Urbana, Illinois, el 24 de octubre de 1955. En su infancia fue llevado por sus padres a Estados Unidos, en donde se form profesionalmente en las universidades de Wisconsin y Yale, en esta ltima obtuvo su doctorado. Se orient especialmente a la investigacin de la historia latinoamericana, preferentemente al periodo de la Independencia. En este campo produjo abundantes frutos como The Life of Miranda (1929), libro publicado varias veces en traduccin al castellano.2 De hecho, Robertson descubri el archivo personal del Precursor Francisco de Miranda en una biblioteca privada inglesa. Tambin fue autor de libros como: France and Latin-American Independence; Rise of the Spanish American Republics: as told in the lives of their liberators; History of the Latin-American nations; Hispanic-American relations with the United States, por citar slo algunos, as como de numerosos artculos. Lo anterior nos muestra la predileccin del autor por los temas hispanoamericanos y biogrficos. El doctor Robertson nos muestra a Iturbide como producto de la sociedad tradicional novohispana. Nacido en el seno de una familia de la lite de Valladolid de Michoacn, recibe la educacin propia de la poca en el Seminario Conciliar de la ciudad. Es conveniente mencionar que nuestro personaje no fue un intelectual, sino que se dedic a labores prcticas como la administracin de las propiedades de su padre y la milicia. En uno de los captulos se nos muestra la trayectoria del michoacano como oficial del ejrcito realista en el cual lleg a destacar notablemente y a ser reconocido por los principales militares espaoles, como Flix Mara Calleja. Sin embargo, algunos hechos ensombrecen su figura, como la crueldad mostrada en la represin de los insurgentes y la acusacin de personas de la ciudad de Guanajuato de que aprovechaba su cargo militar para traficar con mercancas. A raz de esta denuncia, y a pesar de que nunca se demostr su culpabilidad, Iturbide resiente la poca consideracin con que es tratado por la monarqua es-

1 William Spence Robertson, Iturbide of Mexico, Durham, NC, Duke University Press, 1952, 361 pgs., ils. 2 Vase William Spence Robertson, La vida de Miranda, trad. de Julio E. Payr, ed. revisada y compulsada por Pedro Grases, Caracas, Publicaciones del Banco Industrial de Venezuela, 1967, 491 pgs., ils.

paola, por ejemplo, al no permitrsele realizar un viaje a la Pennsula Ibrica, por lo que prefiere retirarse de su puesto. Cuando en 1820 es restablecida la Constitucin liberal en el imperio hispnico surge como reaccin a ella la conspiracin de la Profesa en la Ciudad de Mxico y, en ese contexto, Iturbide es nombrado para comandar las tropas que luchan en el Sur contra el insurgente Vicente Guerrero. Despus de algunas derrotas ante las huestes guerreristas, el vallisoletano sigue el proyecto de unin entre realistas e insurgentes para obtener la independencia de Mxico, bajo un esquema monrquico en donde se invitara a Fernando VII o a miembros de su familia a encabezar el imperio mexicano, proyecto expresado en el Plan de Iguala, en cuya confeccin sostiene Robertson don Agustn podra haber seguido el consejo de diversas personas como Juan Jos Espinosa de los Monteros, Juan N. Gmez de Navarrete y Juan Francisco Azcrate, entre otros. Mediante el despliegue de sus dotes diplomticas Iturbide logra que se adhieran al plan los diversos sectores de la sociedad novohispana, desde los obispos hasta los liberales. Vendrn despus los Tratados de Crdoba con el capitn general de Nueva Espaa, Juan ODonoj, mediante los cuales se obtiene la independencia. Comienzan los conflictos de nuestro personaje con el poder legislativo y con los grupos polticos llamados borbonistas monrquicos liberales que queran soberano de la Casa Real espaola pero bajo el rgimen constitucional liberal y republicanos los cuales se incrementarn notablemente cuando Iturbide se convierta en emperador. Segn deca el periodista insurgente Carlos Mara de Bustamante, uno de sus ms tenaces enemigos, el monarca cav su propia tumba al pelear con el Congreso (p. 295). Don Agustn crea que el pueblo mexicano no estaba preparado para la repblica y la democracia, Robertson toma incluso una cita de ste para sealar que pareciera haber recibido influencia del dublins Edmund Burke, lo que es poco probable, ya que el michoacano escribi: que cada pueblo deba tener una constitucin anloga a su religin, a su posicin, a sus costumbres, a sus relaciones internacionales y aun a sus prejuicios (p. 304). Entre los mayores opositores a Agustn I encontramos a varios masones del rito escocs, como son los casos de Jos Mariano de Michelena, antiguo diputado a Cortes en la Pennsula Ibrica, y de Jos Mara Fagoaga, miembro de una familia con vnculos polticos internacionales. Tambin intrigaron contra Iturbide el clebre fray Servando Teresa de Mier y el embajador de la Gran Colombia en Mxico, Miguel Santa Mara, quien era mexicano de nacimiento. Antonio Lpez de Santa Anna se levant en armas y proclam la repblica mediante el Plan de Veracruz que le escribi Miguel Santa Mara. El gobierno envi al militar peninsular Jos Antonio Echvarri a sofocar la revuelta santannista, pero ste acab unindose al enemigo y proclam el Plan de Casa Mata, paso en el que pudo tener influencia sobre l Francisco Lemaur, quien estaba al mando del fuerte de San Juan de Ula, an en manos del gobierno espaol, as como el hecho de la reciente afiliacin de Echvarri a la masonera escocesa.

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Es una aportacin interesante del autor sealar la participacin de Lemaur en este entramado. Bajo el Plan de Casa Mata el emperador envi a combatir a los insurrectos a otro militar espaol amigo suyo, pero ste, de ideas polticas liberales, se une a los rebeldes y precipita la cada del efmero imperio. Iturbide restablece el Congreso, que antes haba disuelto, y finalmente enva su abdicacin. Carlos Mara de Bustamante mencion en una de las sesiones del Congreso: Agustn! Agustn! T nos diste la independencia, pero nos quitaste la libertad! (p. 352). ste era el argumento principal de los liberales enemigos de Iturbide. El ex emperador fue enviado al exilio y aqu vemos otro de los aportes de esta biografa que es sealarnos aspectos desconocidos de su estancia en Europa. Nos recuerda, por ejemplo, que Iturbide tuvo una entrevista en Londres con el Libertador Jos de San Martn, quien le aconsej que no regresara a Mxico por el bien de la paz pblica. El michoacano no sigui el consejo porque, segn l, Fernando VII buscaba reconquistar estos territorios con el apoyo de la Santa Alianza. Iturbide desembarca en nuestro pas y es fusilado en Padilla, Tamaulipas, el 19 de julio de 1824. Quienes estaban al frente del gobierno en ese momento sostenan que el verdadero propsito de don Agustn era restablecer su imperio. En el eplogo de la obra Robertson considera que Iturbide no fue tan glorioso como Simn Bolvar y Jos de San Martn: Principalmente en razn del infortunado resultado de su ensayo de gobierno imperial, cuando priv de la libertad al pueblo que l haba emancipado de la dominacin espaola, a Iturbide se le debe asignar un nicho en el templo panamericano de la fama histrica inferior al ocupado por Bolvar o San Martn (p. 427). En mi opinin, este libro de William Robertson es un brillante aporte para el estudio de la vida de Agustn de Iturbide. Obra de madurez, como lo seal Jos Bravo Ugarte en su momento,3 sita muy bien a su personaje en el contexto de la historia latinoamericana de la poca. La impresionante cantidad de documentos consultados en archivos situados en apartados lugares del mundo, como lo mencion Silvio Zavala,4 as como la amplsima bibliografa citada es otro de los grandes mritos de esta biografa. El autor trat de seguir un criterio ecunime y no ser un detractor ni un apologista de Iturbide. Ojal que la traduccin al castellano de Iturbide de Mxico nos sirva para profundizar ms en el conocimiento de este personaje fundamental en la Independencia de nuestro pas a quien Clo no ha otorgado el lugar que l merece (p. 423), como declara Robertson. Salvador Mndez Reyes

3 Resea de Jos Bravo Ugarte a la edicin original de esta obra, Historia Mexicana (El Colegio de Mxico), vol. II, nm. 2 (octubre-diciembre de 1952), pp. 269-276. 4 Resea de Silvio Zavala a la edicin original de esta obra, en ibid., pp. 267-269.

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