Monografia - El Maltrato Infantil en La Familia PDF

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UNIVERSIDAD ABIERTA INTERAMERICANA

Facultad de Derecho y Ciencias Polticas






Sede Regional Rosario




TESIS DE GRADO DE LA CARRERA DE ABOGACA




EL MALTRATO INFANTIL EN LA FAMILIA


2009



Tutor: Dr. Ricardo J. Dutto

Alumno: Pedro J. Gonzlez


Titulo al que se aspira: Abogado


Fecha de presentacin: 12/05/2009












AGRADECIMIENTOS.










































Mi ms sincero agradecimiento para todas aquellas personas que, de
una manera u otra, colaboraron para que esto fuera posible. Para aquellas
personas que con su cario y comprensin me apoyaron y me estimularon
para lograr este objetivo, a todos. Gracias por estar.


































Resumen.

El tema tratado a lo largo de este trabajo final, pretende demostrar los motivos que
originan el maltrato en los nios y las consecuencias que podran tener a corto y largo
plazo, ya que sabemos que en nuestra sociedad existen padres que pretenden dar una
buena educacin a sus hijos disciplinndolos de una manera incorrecta o tambin en
muchos casos el padre no cumple ningn propsito disciplinario, ms bien, sirve de
escape para su propia ira, frustracin y desdicha.
Algunas personas no saben las caractersticas del maltrato, sea psicolgico, fsico y/o
abuso sexual y tambin las razones por las cuales los padres maltratan a sus hijos. La
mayora de las personas no saben a donde recurrir para dar ayuda a un nio que ha sido
maltratado y como se le puede ayudar al padre agresor.
Una cosa importante es demostrar que un nio presenta caractersticas cuando ha sido
maltratado y que como nio tambin tiene derechos para defenderse, slo que por
ignorancia la mayora de las personas no saben de estos derechos.
Todo nio maltratado necesita ayuda, y an ms el padre que agrede a su hijo.
El primer paso en toda intervencin es el conocimiento. Que tanto se conoce acerca de
este problema? Es importante que la sociedad se informe acerca del maltrato infantil,
esto permite que se sepa ms del asunto y se tomen medidas para ayudar o para no
maltratar a los hijos.
Todo tipo de maltrato tiene consecuencias a largo plazo. Pero pueden asimismo
presentarse a corto plazo, una de ellas puede ser que el nio presente un
comportamiento o actitudes muy distintas al de cualquier otro, en el caso de golpes y
agresin fsica puede provocar consecuencias al instante. Los nios pueden ser en el
futuro padres de familia que maltraten a sus hijos o por lo contrario pueden ser padres
de familia que por haber sido maltratados no les gustara que sus hijos sufrieran lo
mismo.
Hay que recordar que el maltrato al nio es un problema muy grave y que ste debe
recibir ayuda medica, psicolgica y legal para poder superar el problema.
La naturaleza del maltrato infantil es de tal especie, que es muy difcil para el ser
humano asumir que las personas que traen al mundo criaturas, puedan castigarlas
brutalmente y en muchos casos, llegar a quitar esa vida que engendraron.
Por cierto que la cuestin no es para nada sencilla y, por el contrario, presenta
superlativos aspectos de complejidad que demand un arduo trabajo de investigacin
plasmado en la elaboracin de este trabajo, por lo que una primera pregunta se impone
sobre el particular: qu nos motiv a elegir el maltrato infantil como tema de nuestra
tesis? Pues, y con toda sinceridad, el abandono que se ve a diario en la calle, de nios
limpiando vidrios de autos, mendigando en los semforos como malabaristas de circo,
las terribles noticias que a diario se perciben en los medios de comunicacin y la visin
actual de que el menor ha dejado de ser un objeto para ser reconocido como un sujeto de
derecho, como lo expresa la Convencin de los Derechos del Nio. Todo esto despert
mi inters como estudiante de derecho y a partir de este hecho, comenc a recopilar
algunos datos que me permitieron asomarme a la cuestin, esta no tan sencilla como
pareca.
Nadie duda de que el tema sea muy complejo y que tiene varias respuestas posibles.
Nadie puede dudar de que cada uno hace lo que puede desde el lugar que le toca actuar.
Lo hacen quienes trabajan en los hospitales con su tarea asistencial; lo hacen quienes
trabajan en los centros de asistencia a las victima; lo hacen quienes trabajan en
prevencin y redes solidarias; lo hacen los docentes con los pocos elementos con que
cuentan; lo hacen, en fin, miles de personas annimas.
S que hay muchos caminos posibles porque, obviamente, no hay una nica verdad, no
puede haberla ante semejante problema. Hay quienes hacen deteccin y contencin, y es
imprescindible que lo hagan. Pero tambin hay casos que necesitan tratamiento porque
no tienen otra salida. Y , asimismo, existen dolorosamente, casos irrecuperables.
Nadie duda de la funcin protectora que debe desarrollar la familia, pero tampoco se
puede desconocer que hay familias enfermas. Y es imprescindible reafirmar que el
maltrato infantil es un problema de todas las clases socioeconmicas.
As y a modo de ejemplo, en la provincia de Crdoba, los accidentes, que se asocian a
malos tratos, son la primera causa de muerte en nios de 1 a 4 aos. Esto es alarmante.
Es una realidad demasiado dolorosa y difcil de asumir, pero ni la sociedad ni el Estado
pueden mirar para otro lado. Porque el Maltrato Infantil es una Realidad que nos
concierne a todos y con la que tenemos la obligacin de comprometernos.
En el presente trabajo, y en cada uno de los captulos que lo componen, hemos
desarrollado este tema tan complejo, El Maltrato Infantil. As su capitulo uno hace
referencia a la familia y los hijos, especialmente el nio en la edad media, en donde
no recibi una atencin particularizada, estaba integrado completamente a la vida de los
adultos a tal punto de no existir una vestimenta propiamente infantil y se observaba al
nio mezclado y confundido con los adultos y compartiendo sus trabajos, juegos y
preocupaciones.
La Edad Media desconoci la transicin del mundo de los nios a los adultos; no se
pasaba por las etapas de la infancia y la juventud.
Tambin hemos desarrollado la situacin jurdica y social del nio en la posmodernidad,
en donde se da la sobreproteccin familiar y que da origen a un nio desinteresado
socialmente, por que no saber poner limites a los nios tambin es una especie de
abandono por parte de los adultos.
En el capitulo segundo hemos desarrollado las diversas formas de maltrato infantil, la
amplitud de dicho concepto y los diversos criterios a tener en cuenta en la definicin.
En el tercer capitulo, ya nos adentramos a la prevencin del maltrato infantil por medio
de la comunicacin que posibilita encontrar un espacio, ser protagonistas, aprender a
respetar al otro, a formar espritu critico, aceptar el error como incentivo para la
bsqueda de otras alternativas y ayuda a superar las dificultades porque la carga se
reparte.
Esta prevencin del maltrato infantil, entendida como el conjunto de acciones que
evitan la aparicin del fenmeno o permiten su interrupcin, es decir, aquellas
acciones que se disponen y ejecutan con anticipacin para evitar que un hecho suceda o,
de haberse producido, para evitar que el dao que causa el mismo continu.
Asimismo, hacemos referencia a la Responsabilidad del Estado y a la Cooperacin de
la Comunidad, toda vez que los padres cumplen una funcin trascendente, porque son
los encargados de convertir a la criatura desvalida que nace en un ser humano, es decir,
constituyen la polea esencial que permite la supervivencia de la sociedad.
En el cuarto captulo vemos el marco normativo supra- nacional, sustentado en la
Convencin Internacional Sobre Los Derechos Del Nio, la normativa Nacional
contenida en la Ley 26.061 de Proteccin Integral De Los Derechos De Las Nias,
Nios y Adolescentes, la Ley 24.417 en el orden Nacional, contra la Violencia Familiar
y la normativa contenida en la Ley 11.529 De Violencia Familiar de la Provincia de
Santa Fe.
En el quinto y ltimo captulo se trato de plasmar el objetivo y propuesta que
tiene el presente trabajo. Como objetivos generales propongo una serie de lneas de
accin que buscan, cada una en el marco de su especificidad, dar cumplimiento a tales
finalidades. Estos lineamientos deben ser tomados solamente como un enunciado de las
acciones posibles, ya que el desarrollo particular de cada una de ellas escapa a los
objetivos de esta tesis.
El tema que nos ocupa en este captulo, los distintitos cursos de accin con relacin al
maltrato infantil, y la creacin futura y puesta en funcionamiento del Fuero de Nios,
Nias, Adolescentes y la familia, son importantes ya que nos permitir conjugar
armoniosamente en el esfuerzo mancomunado de proteccin integral de sus derechos,
articulando y coordinando modos de accin oportunos y pertinentes-necesidad.
Asimismo, se propugna la unificacin del sistema normativo referente a intervenciones
estatales y no estatales en situacin de maltrato y/o abuso infantil, tanto a nivel
provincial como nacional. Unificacin esta que el Estado debera implementar para dar
respuestas a problemas que surgen por la omisin del propio Estado de cumplir con su
funcin de control, prevencin y con sus funciones sociales como dar proteccin y
seguridad haciendo cumplir a raja tabla los Pactos Internacionales reconocidos en la
Constitucin Nacional en la Reforma de 1994, y que estn por encima de cualquier ley
nacional o provincial implicando la inconstitucionalidad de cualquier fallo que no
cumpla los Pactos Internacionales.
Para la elaboracin del presente trabajo hemos analizado textos legales doctrinarios y
jurisprudenciales, tanto del derecho local como del derecho comparado y textos de
opiniones de profesionales mdicos, psiclogos, profesionales del rea de la educacin,
ONG especializadas en dicha temtica como as tambin consultas en la Defensoria del
Pueblo de la Ciudad de Rosario.
Es indudable que para encarar este tipo de desafos con alguna probabilidad de xito,
hay que comenzar por determinar los conceptos con la mayor precisin posible, y en
este caso, si lo que pretendemos es evaluar la nocin de justicia en el orden social, sera
una buena opcin remitirnos a la definicin de Kelsen: La justicia es para m aquello
bajo cuya proteccin puede florecer la ciencia, y junto con la ciencia, la verdad y la
sinceridad. Es la justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la
democracia, la justicia de la tolerancia.
Las comunidades, como sistemas humanos crecen, evolucionan, generan alternativas y
soluciones. La amplia entusiasta y comprometida respuesta a nuestra propuesta nos
habla de su preocupacin por la violencia como realidad que nos y los atraviesa.
En alguna de ellas, han empezado a gestarse respuestas, redes, equipos, ideas para el
trabajo, cada una con sus particularidades, con sus tiempos. y ellos nos reafirman
que: El ser humano sabe hacer de los obstculos nuevos caminos, porque a la vida le
basta el espacio de una grieta par renacer como magistralmente dice Ernesto Sabato.






























1.- Area

Derecho Privado- Derecho Familia

2.- Tema

El Maltrato Infantil en la Familia

3.- Ttulo

La importancia de una regulacin especfica y correcta del maltrato infantil en
el Cdigo Civil y Cdigo Penal Argentino.

4.- Problema.

Cmo Disminuir el Maltrato infantil en Argentina?

5.- Objetivos.

5.1.- Objetivos Generales.

5.1. a.-Realizar una investigacin acerca de la regulacin legal del maltrato infantil en

Argentina.

5.1. b.-Describir el estado de contradiccin normativa en el que nos encontramos.

5.1. c.-Analizar los modos de superacin de una regulacin legal contradictoria.

5.2.- Objetivos Especficos.

5.2. a.- Conceptualizar el maltrato infantil, y su amplitud.

5.2. b- Estudiar las caractersticas y distintas formas en que se manifiesta el maltrato
infantil.
5.2. c- Repasar su evolucin histrica

5.2. d- Analizar nuestra legislacin

5.2. e- Revisar el Derecho Comparado

5.2. f- Analizar las consideraciones oportunas para prevenir el maltrato infantil.

5.2. g-Analizar los intereses constitucionales en juego.

6.- Marco terico.

Se considera Maltrato Infantil, o abuso, a todas las formas de maltrato fsico y/o
emocional, abuso sexual, negligencia o trato negligente, o cualquier tipo de explotacin
comercial o de cualquier otra ndole, que ocurren en el contexto de relaciones de
responsabilidad, confianza o poder, y que resulten en un dao real o potencial para la
salud, la supervivencia o el desarrollo o la dignidad de los nios.
El concepto de maltrato se ha amplificado incluyndose situaciones como la
explotacin sexual y econmica, mendicidad, el uso de los nios con fines
pornogrficos, la prostitucion infantil. Asimismo, se mencionan otras formas de
violencia que daan al hijo en los casos de separacin o divorcio; cuando los padres
pelean por la persona del nio, sin atender a sus necesidades y sentimientos, cuando lo
retienen, obstaculizan la adecuada comunicacin con el hijo o lo trasladan ilegalmente
dejando al nio hurfano de padre o madre.
He de aqu, que Toda violencia contra la niez es prevenible y por ninguna
razn justificable, el mbito familiar es el lugar donde nios, nias y adolescentes
corren ms peligro, espacio donde se supone debera estar la principal proteccin para
ellos. Detener y prevenirla no es cuestin nica de sancionar a quien la comete, sino de
propiciar cambios profundos en las creencias y costumbres.
Resulta pertinente reflexionar acerca de cuntas escenas de violencia vemos a
diario o cuntas vivimos cotidianamente. Ello no es a los fines estadsticos sino para
entender qu es lo que est ocurriendo entre nosotros. Recin entonces podremos
encarar la bsqueda de estrategias que nos permitan modificar esa realidad.
Preguntarnos qu nos pasa implica cuestionarnos qu nos pasa como actores sociales,
como miembros de una familia, como padres, como hijos, como docentes, como
alumnos, como autoridad.
El conflicto se encuentra insito en todas las relaciones humanas y en todas las
instituciones, tal dato es indispensable partir para iniciar cualquier anlisis u abordaje
que se vuelve complejo cuando se trata de sociedades fragmentadas, desiguales, donde
junto con los procesos de modernizacin econmica acelerada, se ha producido una
modernizacin de la miseria que ha implicado e implica segregacin, separacin y
marginalizacin.
Qu intentamos decir con esto? Que al hablar de violencia y maltrato infantil,
debemos tener presente que no se trata de hechos aislados y homogneos. Es
imprescindible contextualizar y complejizar el anlisis sin que ello importe afirmar que
la violencia y el maltrato infantil sea un problema de los sectores excluidos, o sinnimo
de pobreza.
Lo importante es dejar de pensar a la violencia y al maltrato infantil como si se
tratara de algo que nos viene dado, de algo natural o biolgico, como si provinieran de
un ms all de lo social, y meditar desde un adentro, un adentro de lo social.
Es necesario al respecto que todos tomemos conciencia de la magnitud del
problema, una magnitud que no puede medirse ni leerse. Hacer visible el maltrato
infantil, nos permitir efectuar su abordaje, conocer sus peculiaridades y contar con
herramientas para modificar determinadas practicas.
Por consiguiente, mi posicin y modo de superacin a esta problemtica, es
otorgar mayor difusin y conocimiento de la ley 11.529 en la ciudadana; disear y
sostener programas de tratamiento para los agresores, refugios para albergar victimas
como as tambin par el agresor excluido de su hogar, establecer un sistema de
denuncias centralizado, dar mayor rapidez en los tramites, proponer la creacin de
centros de orientacin y asesoramiento en todo el territorio provincial e incorporacin
de temas sobre violencia familiar y maltrato infantil en los programas y curriculas
educativas de los distintos niveles. Asimismo, proponer la unificacin del sistema
normativo argentino, referente a las intervenciones estatales y no estatales en situacin
de maltrato y/o abuso infantil, tanto a nivel provincial como nacional, respetando
siempre la jerarqua constitucional de los tratados internacionales firmados por
Argentina e incorporados a nuestra Constitucin Nacional en la Reforma de 1994 (art.
75, inc. 22), frente a ellos existe el deber del Estado de respetarlos, y la facultad de
cualquier individuo a contar con un recurso sencillo y rpido ante los jueces
competentes, que lo ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la Constitucin, los tratados internacionales o las leyes, aun cuando tal
violacin sea cometida por personas que acten en ejercicio de sus funciones oficiales.
7.- Hiptesis
El maltrato infantil puede disminuirse en argentina, unificando la normativa
aplicable y respetando los pactos internacionales firmados por Argentina.
8.- Puntos de tesis que se demostrarn y defendern
8.1.-El maltrato infantil ha cobrado relevancia jurdica a travs de los aos.
8.2.- El maltrato infantil adopta diversas formas.
8.3.- El maltrato infantil puede prevenirse.
8.4.- Es necesario unificar el sistema normativo referente a intervenciones estatales y no
estatales en situacin de maltrato, tanto a nivel provincial como nacional.
8.5.- Como consecuencia del punto de tesis anterior, proponemos la creacin de un
tribunal especializado y futura puesta en funcionamiento del Fuero de Nios, Nias,
Adolescentes y la Familia en la Provincia de Santa Fe.
9.- Metodologa.
9.1.- Tcnicas.
9.1. a-Anlisis de textos legales doctrinarios y jurisprudenciales.
9.1. b-Confeccin de fichas de contenido y bibliogrficas.
9.2.- Medio y recursos
9.2. b-Bibliografa especializada.
9.2. c- Jurisprudencia acerca del tema.
9.2. d- Derecho Comparado. Bibliografa y Jurisprudencia extranjera.
9.2. e- Artculos periodsticos.
9.2. f- Paginas Web de organismos pblicos y privados.




















Captulo I





LA Familia Y Los Hijos.





SUMARIO: 1. Introduccin. 2. El nio de la edad media. 2. a.
Antecedente. 2. b. El nio sin registro. 2. c. Carencia de un sentimiento
de la infancia. 2. d. El aprendizaje. 2. e. El Derecho de primogenitura.
3. El nio en la sociedad moderna. 3. a. El nuevo espacio del nio en la
familia. 3. b. La escuela. 3. c. Sentimiento de la familia y de la infancia.
3. d. Familia moderna y sociedad. 3. e. Discurso sobre el nio. 3. f.
Problemtica del nio. 3. g. Sobreproteccin y dependencia. 4.
Situacin jurdica y social del nio en la posmodernidad. 5.
Consideraciones finales.






















1.- Introduccin.
En el presente captulo estudiaremos los comienzos histricos, de la niez
comenzando en la edad media hasta llegar a la posmodernidad, ya que es un objetivo
propuesto por el tesista, el demostrar que el maltrato infantil ha cobrado relevancia
jurdica a travs de los aos, si bien no en la medida de lo deseado, la sociedad
Argentina ha hecho sus progresos, tanto en el orden jurdico como en las prcticas
sociales.
El tema que nos ocupa, la familia y los hijos, es importante ya que debemos
comprender que en la actualidad se incluyen situaciones que antes, en la edad media,
no eran consideradas prcticas abusivas o malos tratos.
En la elaboracin del presente captulo, hemos recurrido a bibliografa
especializada, que tratan la temtica de Violencia Familiar y especficamente el
Maltrato Infantil, entre ellos, podemos mencionar al trabajo realizado por Silvio
Lamberti; Grosman- Mesterman y Sara Noem Cadoche
i
, dichos autores, han recopilado
datos que ofrece la lectura antropolgica en las obras de Aries, Badinter, Burguire,
Duby, Flandrin, Shorter y otros.
En los captulos siguientes veremos que por medio de las diversas instituciones
de salud que componen la Red Asistencia de Violencia y Maltrato, no slo se
implementan acciones de asistencia, prevencin y capacitacin frente al problema del
maltrato infantil, sino que al mismo tiempo representan un relevante espacio cientfico
dirigido al estudio de temas como la deteccin del abuso sexual, negligencia, abandono,
diagnostico del caso, estrategias de tratamiento, etc.
Entre los organismos donde recurrir citamos: Defensora del pueblo de la
provincia de Santa Fe
ii
; y sus delegaciones, Arequito, Carcara, Coronda, Roldn, San
Lorenzo, Caada de Gmez, Casilda
iii
; Defensora del Pueblo de la Nacin; Instituto
Nacional Contra la Discriminacin, la Xenofobia y el Racismo (INADI)
iv
; Centro de
Asistencia a la Vctima y al Testigo del Delito (Santa Fe), Equipo interdisciplinario de
Violencia Familiar, Hospital de Nios Dr. Alassia, Colegio de Abogados; Jefatura
Santa Fe, Tribunales Colegiados de Familia N 2 y 3, Juzgado de Menores N 1 y 2
v
y
en la cuidad de Rosario
vi
: Centro de Asistencia a la Victima y al Testigo del Delito-
Defensora del Pueblo de Santa Fe; Casa de la Mujer; Centro Desarrollo para la Familia
y la Mujer (CEDEIFAM); Centro comunitario Alicia Moreau; Asociacin Lola Mora;
Centro de orientacin a la Vctima de Delitos Sexuales; Centro Popular de Asistencia a
la Comunidad; Grupo Desde el Pie; Programa de Prevencin y Atencin en Violencia
Familiar; Programa Grupo El Refugio Prevencin de las relaciones afectivas
violentas.
2.- EL Nio De La Edad Media.

2. a.-Antecedentes.

La niez es una construccin social que no siempre se concibi as. Hay autores
que consideran que el concepto de infancia era desconocido hasta el siglo XVII y que
hasta esa fecha los nios eran simplemente ignorados o fuente de diversin de los
adultos. La documentacin antropolgica muestra que hay variaciones culturales en casi
todos los aspectos vinculados a la integridad fsica y a la educacin de los nios. Los
criterios para determinar la legitimidad o no del atentado a la vida o el castigo de un
nio por parte de sus progenitores, han variado en el curso de la historia y aun hoy se
manifiestan prcticas que son inadmisibles en un pas y aceptadas en otro.
El nio ha sido victima de violencia y malos tratos desde los tiempos ms
remotos. Su indefensin lo colocaba bajo el poder de los adultos, especialmente el poder
absoluto del padre. Esos malos tratos y violencia no eran considerados tales. Por el
contrario, a menudo se los consideraba un trato adecuado y responsable para
correccin de su naturaleza. El maltrato infantil es una definicin de prcticas que hoy
consideramos abusivas pero que antes no eran as.
Hay datos que demuestran un comportamiento distinto en cada pueblo, que van
desde la muerte o castigos corporales muy duros infligidos a los menores, hasta una
actitud de indulgencia y sobreproteccin. As de esta manera se puede ver que en
numerosas culturas se legitiman acciones que afectan la integridad fsica del nio, ya
sea por motivos religiosos o educativos. Se sacrifican criaturas en ritos o inmolaciones
simblicas. En las tribus Tamala de Madagascar
vii
, la prctica del infanticidio surge del
deseo de mantener el honor de la familia. Si el nio nace, de acuerdo con el
calendario, en un da nefasto, se lo elimina, porque est predestinado a convertirse en un
ladrn o traer desgracias al grupo familiar. En Tiro y en Sidon
viii
se sacrificaba a los
nios con el objeto de calmar la ira de los dioses, en Egipto cada ao se ahogaba en el
Nilo a una jovencita para que el ri desbordara y fertilizara las tierras. En tiempos
antiguos, el infanticidio ejecutado por el padre se basaba en su derecho a aceptar al
recin nacido o rechazarlo por ejemplo si era una mujer o posea ciertas
malformaciones. En relacin con los mtodos educativos, en el sudoeste de frica del
Norte, los nios, entre 6 y 10 aos, son violentamente golpeados en el transcurso de su
iniciacin.
Por el contrario, en la Polinesia, Etiopa, el solo hecho de golpear a un nio o
amenazarlo se considera un atentado a sus derechos como ser humano.
Hasta el siglo XVIII, el nio no recibi una atencin particularizada. Estaba
integrado completamente a la vida de los adultos, del cual prcticamente no se
distingua al punto de no existir una vestimenta propiamente infantil. Lo indicado se
presenta, en especial en la edad media, en la que se observaba a los nios mezclados y
confundido con los adultos y compartiendo sus trabajos, juegos y preocupaciones
ix
. Ni
bien se consideraba que el nio era capaz de valerse por si mismo, y sin ayuda de su
madre o nodriza (aproximadamente a los siete aos) ingresaba de golpe en la gran
comunidad de los hombres.- As, en la vida se reuna a los nios con los adultos, incluso
en lugares de diversin, tabernas y hasta en el ejercito.-
La EDAD MEDIA desconoci la transicin del mundo de los nios a los
adultos; no se pasaba por la infancia y la juventud.
2. b.-El Nio Sin Registro.
En la EDAD MEDIA el nio naca y mora sin registro ni inscripcin
x
. Es que
los nios se engendraban muchos para conservar solo algunos, debido a que la muerte
temprana era frecuente. Mas aun hasta el siglo XVII, si bien el infanticidio era
castigado, se lo toleraba socialmente, a merito de que el asesinato de nios por sus
padres se practicaba en secreto y disimulado en forma de accidente. Es por ello, que
Aries seala que la vida del nio se consideraba con la misma ambigedad que
actualmente la del feto, con la diferencia de que el infanticidio se ocultaba en silencio y
el aborto se reivindica en voz alta
xi
.
En el pas Vasco, Navarra, los nios que moran eran sepultados en la casa, en el
jardn o en el huerto, en cualquier lugar, esto es de la misma manera que en la
actualidad se podra enterrar un animal domestico. Asimismo y respecto al infanticidio,
existen pasajes de los rituales postridentinos en los cuales los obispos prohiban a los
padres acostar a los nios en la cama con ellos, donde con mucha frecuencia perecan
asfixiados.- Este aserto se corrobora con la clara disminucin de la mortalidad infantil
observada en el siglo XVII (cuando llega a su fin la practica del infanticidio) y que no
se puede explicar por razones medicas o higinicas
xii
.
2. c.-Carencia De Un Sentimiento De La Infancia.
Lo que primaba en la EDAD MEDIA como nico sentimiento de carcter
familiar era el del LINAJE, es decir, aquel que se extenda slo a los lazos de sangre, al
honor y la solidaridad entre sus miembros. Por supuesto que ello se asentaba en el
hecho de que el hogar estaba demasiado abierto al exterior, y que la practica del
aprendizaje hacia que los hijos quedaran pronto despegados de sus familias.- Sin duda
que estas costumbres neutralizaron la posibilidad de la formacin del sentimiento
existencial profundo entre padres e hijos
xiii
.
En suma, la nota en la EDAD MEDIA ha sido la indiferencia hacia el nio, es
decir, la falta de conciencia de la particularidad infantil, la ausencia de un sentimiento
propiamente de la infancia
xiv
.
En los primeros aos del nio, paralelamente al sentimiento de indiferencia,
existi otro sentimiento de naturaleza superficial; era el que Aries denomino el
mimoseo reservado solo cuando el nio era una cosita graciosa. La gente se diverta
con el como si fuera un animalito, un monito impdico.- Si el nio Moira entonces,
como ocurra frecuentemente, haba quienes se afligan, pero por regla natural no se
daba mucha importancia al asunto; otro lo reemplazara enseguida
xv
.
2. d.-El Aprendizaje.
El mtodo comn en todo el occidente medieval fue el aprendizaje, que
importaba para los hijos vivir en medio de los adultos.- Tan pronto alcanzaban los siete
aos, se los colocaba como aprendiz en casa de otros, mientras se reciba en la propia a
nios ajenos. La situacin de que los nios no residan en su hogar fue, desde cierta
perspectiva determinante de un rico intercambio. Sin embargo, desde otra ptica; la
vigencia del aprendizaje contribua a DISOCIAR los vnculos afectivos.-
xvi

El ltimo rgimen se aplico de modo generalizado, cualquiera que hubiese sido
la fortuna de los familiares; se rescataba como valor el sentido del servicio.
En suma, la socializacin de nio no estaba a cargo de la familia, ni controlada
por ella. El mundo afectivo y los contactos sociales tenan lugar fuera de la familia, en
un medio ms denso y calido, constituido por vecinos, amigos, maestros y servidores,
nios y viejos, hombres y mujeres
xvii
.
Hay un texto de fines del siglo XV define a la familia medieval en Inglaterra:
La falta de corazn de los ingleses se manifiesta en su actitud hacia el nio. Despus
de retenerlos en la casa hasta los 9 o 10 aos, se los sita en las casas de otras personas
como sirvientes, durante un periodo de 7 a 9 aos, hasta la edad de 17 a 18 aos,
aproximadamente. Durante esta etapa cumplen con todos los oficios domsticos, siendo
tambin el objetivo que aprendan las buenas maneras
xviii
. ARIES, dice, resulta difcil,
saber si el nio se desempea como pensionario, aprendiz o servidor. Lo relevante es
que el servicio domestico no es vergonzante y se integra con el aprendizaje, como forma
general de educacin. El nio aprende mediante la prctica, y esta transmisin por
aprendizaje se realizaba de una generacin a otra. La educacin en general, se daba,
entonces, en trminos de amaestramiento. En todas partes donde la gente trabajaba o se
diverta apareca el nio, mezclado con los adultos. Lo que aqu se observa es que la
sociedad no pareca preocupada por crear recursos especiales para la educacin del
nio; se trataba ms bien de una instruccin espontnea. La tarea de correccin, si es
que existe, no pertenece a la familia sino a la sociedad en su conjunto.
2. e.-El Derecho De Primogenitura.
En la EDAD MEDIA la familia por su apertura al exterior, hacia que la vida de
sus miembros transcurriera en gran medida en publico, por ello es que la funcin de
estos, se limitaba en los hechos, a la transmisin de la vida, de los bienes y del apellido.
En este orden el derecho de primogenitura ha sido el fundamento de la sociedad
familiar, por lo menos desde fines de la EDAD MEDIA hasta el siglo XVII. A travs de
este derecho por el cual se trasmitan los bienes familiares a favor del hijo mayor, se
evito la arriesgada particin de un patrimonio. Ello tuvo importancia cuando se produjo
una creciente movilidad de la riqueza y, en consecuencia, una regresin de la
concentracin unitaria de los bienes, al no estar estos mas protegidos por las
indivisiones y la solidaridad del linaje. La consecuencia de esta practica tiene su causa
en el temor de los progenitores de que, repartiendo sus bienes entre todos sus hijos no se
pudiese realzar el brillo y la gloria de su familia y lograr la eternizacin del apellido. El
intento era mantener la concepcin del linaje
xix
.
3.- El Nio En La Sociedad Moderna.
3. a.-El nuevo espacio del nio y la familia.
El nio fue considerado como un ser deseado y no fabricado en cadena y sin
control; la pareja conyugal en cada uno de sus actos, se sinti responsable del futuro de
aquel, y ya se planificaban los nacimientos
xx
. Ayudo en este proceso el desarrollo de
ciertas disciplinas (la psicologa, la pediatra, y mas tarde el impulso del psicoanlisis)
que comenzaron a analizar los problemas fsicos, morales y sexuales de la infancia, y
que adquirieron una difusin cada vez mayor en el seno de las familias. Es decir, la
familia moderna se reorganiza en torno al nio, y se retiro de la comunidad de los
adultos. Oponiendo al grupo solitario de padres e hijos a la sociedad, queda habilitado el
canal para establecer relaciones ms afectivas entre unos y otros.
3. b.-La Escuela.
La situacin del aprendizaje por la escuela, por medio de la educacin,
determino el fin de la mezcla de edades caracterstico de la poca medieval.
Las razones de esta mutacin son: a) La idea de que el aislamiento de la
juventud era necesario para separarlo del mundo contaminado de los adultos. Es decir,
si el nio no esta preparado para afrontar la vida hay que someterlo a un rgimen
especial. b) El deseo de obtener un nuevo acercamiento entre padres e hijos, entorpecido
en el medioevo por las tempranas retiradas del nio del hogar
xxi
.
3. c.-Sentimiento De La Familia y De La Infancia.
Se desarrolla un sentimiento nuevo; el de familia conyugal circunscripta a
padres e hijos, sentimiento enlazado a los valores del hogar, de la cohabitacin, de la
intimidad, de la vida dentro de la casa y simtrica, ajeno al honor del linaje y a la
integridad del patrimonio. Y hay otro sentimiento: el de la infancia que no se puede
deslindar del de la familia, por que el inters que se despierta de la niez es una forma
ms particular de ese sentimiento ms general, y que adquiere relieve una vez agrupados
los nios, tras la frecuentacin escolar, en una sociedad separada de los adultos.
El desarrollo del sentimiento de la infancia esta conectado de algn modo, con la
reduccin voluntaria de los nacimientos que se produce a partir del siglo XVIII. Se
comprende que hay que limitar el numero de hijos para ocuparse mejor de ellos. Es que
ya la prdida de un hijo es motivo de afliccin. La esperanza de que otro hijo
reemplazara al desaparecido, no importa para la familia moderna ningn consuelo. El
hijo es insustituible, y su muerte irreparable. En virtud de ello se incito a las madres a
amamantar a sus hijos y dejar de entregarlos a nodrizas. Tambin se renuncio
progresivamente a la costumbre de la fajadura, pues encerraba al bebe en sus
excrementos, y le impeda la libertad de movimiento
xxii
.
3. d.-Familia Moderna y Sociedad.
El fortalecimiento de la familia conyugal moderna, impulso una degradacin
progresiva de la posicin de la mujer en el matrimonio al punto de ser considerada
jurdicamente como incapaz, testimonindolo as en nuestro pas la redaccin originaria
del art. 55, inc. 2 Cdigo Civil. El marido termina por ejercer una suerte de monarqua
domestica, a la que quedaran sometidos cada vez mas rigurosamente la mujer y los
hijos; dicha organizacin adquiri el valor atribuido al linaje
xxiii
. Asimismo se produjo
la anulacin de la primogenitura, que fue abolida por las costumbres antes que por las
leyes escritas. La mutacin de esta practica importa el eslabn que sella la evolucin de
la familia- linaje a la familia-conyugal moderna la que en adelante no ser solo una
institucin para la transmisin de los bienes y del apellido, sino que asumir una
funcin moral y espiritual aunque enmarcado en un estricto rgimen disciplinario
xxiv
.

3. e.-Discurso Sobre El Nio.
Surge la idea de la infancia protegida, el modelo del nio rey; el nio
incorporado a un universo mgico, un mundo apartado, ad hoc.
Deca Freud que se atribuyen a los pequeos todas las perfecciones, y se nieguen
o se olvidan todos sus defectos. En el esquema planteado el nio esta destinado a
cumplir los sueos de deseos que los padres no pusieron en ejecucin; el ser una gran
hombre, un hroe en lugar del padre; ella se casara con su prncipe. El nio se ofrece
entonces como garante de la perennidad del narcisismo, de la inocencia, de la pasividad
que le estn asociados
xxv
.
La familia conyugal, dedicada plenamente a la organizacin del consumo,
concreta su atencin en los hijos a quienes exime del trabajo de los adultos, con el
consecuente retardo de aquellos al ingreso en la estructura laboral
xxvi
.
Esta concepcin se acompaa en la faz normativa, con el moderno
constitucionalismo social.
Entre los pronunciamientos de esta ndole, puede mencionarse a la Declaracin
de Ginebra sobre los Derechos Humanos del nio, del 1924; la declaracin universal de
derechos humanos, de 1948- en cuanto proclama que la infancia tiene derecho a
cuidados y asistencias especiales, la declaracin de los derechos del nio, de 1959 y
finalmente, la Convencin sobre los Derechos del Nio, de 1989, aprobada en nuestro
pas por la ley 23.849.- Esta ultima y la declaracin Universal de Derechos Humanos,
tiene jerarqua constitucional ( art. 75, inc. 22, Const. Nacional).
xxvii

3. f.-Problemtica Del nio.
Es cierta la reflexin de Diez-Picazo en el sentido que no necesariamente ser
mas beneficioso para los nios lo que subjetivamente los padres entiendan como tal, y
que tampoco son decisivas las creencias que sobre la cuestin tenga el legislador o el
orden jurdico
xxviii
.
Lo que se expone con frecuencia acerca de los menores, en el plano jurdico, y
fuera de el, parece esquivar y disimular lo esencial; el deber primordial de los padres de
orientar a sus hijos hacia la gradual adquisicin de Autonoma, sin obligacin de estos
de imitar el modelo adulto; es decir, afianzar el derecho de los hijos a defender su
libertad y a elegir su propio camino. La seria dificultad percibida es la aspiracin del
padre-madre a que el hijo lo continu no solo en cuerpo, sino fundamentalmente, en
alma, que sea portador de todo lo que han sido sus valores, e ideales
xxix
.
Es probable que la infancia protegida, pueda ser equiparada a una infancia
Alienada, si convenimos en que toda proteccin excesiva se alimenta con una vigorosa
Dominacin. As las cosas, quizs el perfil sobre protector que ha adquirido el
tratamiento de la llamada minoridad constituye la arquitectura de un sistema tramposo
que dificulta el desarrollo de los hijos y le genera patologas
xxx
.
3. g.-Sobreproteccin Familiar y Dependencia.
El moderno discurso sobre el nio facilit el fenmeno de la sobreproteccin
familiar, la que no ayudara a la humanidad infantil a desarrollar la autodefensa de su
seguridad esta posicin adulta pudo haber colocado a los hijos en una encrucijada
disvaliosa; padecer de una suerte de segregacin social, y quedar prisioneros en un
cierto numero de itinerarios trazados de antemano. Adems, el aparato legal y
jurisdiccional prestara su concurso al hacer muy poco por favorecer la libre expresin
de los nios, y su pasividad coadyuva a inculcarles la dependencia de los adultos.-
xxxi

Adems la organizacin jerrquica y disciplinaria de la familia moderna impulso
a los progenitores a ejercer derechos discrecionales sobre las actividades de sus hijos,
en orden a que por entonces el nio era considerado ante todo como la cosa de sus
padres, un objeto totalmente sometido a su voluntad.-
xxxii

No se descarta, que operan en el adulto mecanismos inconcientes que no lo
llevan, precisamente a favorecer la autonoma del nio. Es verdad, que los hijos aportan
la certeza de la muerte del padre, circunstancia trgica que le hace a ste adoptar
inconscientemente conductas que dificultan el crecimiento de aquellos y que cercenan
su libertad de imaginacin.-
xxxiii

4.- Situacin Jurdica y Social Del Nio En La Posmodernidad.
Si bien la sobreproteccin familiar dio origen en la modernidad a un nio
desinteresado socialmente, la cruda realidad en el presente mundo globalizado nos
exhibe con violencia una cara aparentemente opuesta, pero en rigor homologa
(homologo por que no saber poner limites a los nios tambin es una especie de
abandono por parte de los adultos.; la muerte insensata y el abandono de los nios, su
explotacin y abuso, su maltrato fsico y psquico; todo ello por accin, omisin,
tolerancia e indiferencia del mundo de los adultos. Ambas facetas: sobreproteccin y
abandono integran un siniestro juego que de manera inconcebible, acercan los extremos,
tal como la incomunicacin humana adquiere en la actualidad particular relieve,
precisamente en el siglo de la comunicacin.
No obstante, debe advertirse que el maltrato de los nios parece ser una cuestin
cultural enraizada en la sociedad desde hace milenios. Colapinto destaca los mismos
preceptos de la Biblia cuando dice: no ahorres correccin al nio, que no se va a morir
por que lo castigues con la vara. Con la vara le castigaras y libraras su alma del
infierno. A ello se le suma la afirmacin de San Agustn quien enunciaba, que el nio
es un ser maligno que debe ser tratado duramente y sacudir sus costados para que no
sea indmito y pueda ser domado; no menos duras las enseanzas de Calvino
cuando deca que la voluntad del nio es esencialmente maligna. En fin ya entrado el
siglo XVII, el cardenal Francs Pierre De Berulle sentenciaba que la condicin de la
infancia es la ms vil y abyecta de la naturaleza humana.
xxxiv

Desde otra perspectiva, se comprueba que el modelo adulto en la era
posmoderna y globalizada no representa en nada un paradigma positivo para su
imitacin por las generaciones futuras. El desamor se difunde por doquier, con sus
secuelas de guerra, represin, violencia, odio, miseria y explotacin.
Por eso, para usar un paradigma de moda, estamos ante el hombre COOL,
producto de la desestabilizacin y desustanciacin del sujeto, que hace adems posible
el efecto HARD: la radicacin de la violencia.
El agudo impulso del proceso de personalizacin, y sus secuelas de
comportamientos aberrantes e inestables, ha provocado el desmantelamiento de la
propia personalidad del hombre posmoderno. De ello se concluye, que el adulto no
puede actualmente proporcionar a la niez, ejemplos y modelos de conductas
coherentes.-
xxxv

La celebre psicoanalista francesa Maud Mannoni vaticino que el mundo de
maana no se sabe de que estar hecho. Lo que se sabe a partir del peligro creciente en
los suburbios es que parece encaminarse hacia lo que La naranja mecnica describi
hace veinte aos. Cuando la otra escena desaparece, no queda mas que lo real y el
odio.
xxxvi

Recin a partir del siglo XIX aparecen los primeros estudios cientficos de los
malos tratos, se crean los primeros hospitales infantiles, el trabajo de los menores
comienza a ser remunerado y surgen las primeras sociedades dedicadas a la prevencin
de la crueldad hacia los nios
xxxvii
. Toulmuche y Tardieu fueron mdicos franceses a
quienes se recuerda entre otras razones por haber sido quienes realizaron las primeras
denuncias de malos tratos fsicos a fines de ese siglo, pero encuentran poco eco social.
Caffley 1946, Silverman 1951, sealan la responsabilidad paterna en hematomas
subdurales y alteraciones radiolgicas anormales en huesos largos.
Es recin en 1961, cuando el pediatra Kempe, da a conocer en Estados Unidos el
sndrome del Nio Golpeado.
xxxviii
Esta vez si se produce un impacto social. Estas
primeras descripciones realizadas se referan al maltrato fsico como sinnimo de
maltrato infantil.
En 1970, Gil habla de responsabilidades sociales e institucionales, lo que
implica una ampliacin del concepto. En 1971, Lukianowicz menciona el maltrato
emocional.-
xxxix

El abuso sexual, tard an ms en salir a la luz, los primeros estudios se dan a
partir de los aos 80. Finkelhor, en su libro Chile Sexual Abuse (1984), resea un
importante conjunto de estudios realizados en los EE.UU. para obtener informacin.-
xl

Este autor en primer termino, cita los trabajos de la American Human
Association, que publica estadsticas sobre abuso de nios de acuerdo con los informes
de los casos oficialmente denunciados en los Servicios de Proteccin para Nios. Segn
esta agencia, en 1976 se denunciaron 1975 caso, pero en 1982 ya eran 22.918,
estimndose que esta cifra estaba aun por debajo de los guarismos reales.
Kempe seala que los datos proporcionados por la agencia anteriormente
mencionada, daban un total de 5.000 casos, pero puede estimarse una incidencia real
diez veces mayor. Solo en el Denver General Hospital entraron, durante los seis
primeros meses de 1972, 89 casos de abuso sexual; este numero se incremento diez
veces, entre 1967 y 1972. Adems, las victimas tenan cada vez menos edad.-
xli

En EE.UU., el Nacional Center For Chile Abuse And Neglect, conforme a una
muestra representativa, realizo un estudio de incidencia nacional en 1979. La
metodologa incluyo un telfono de contacto y cuestionarios confidenciales repartidos a
las agencias protectoras de nios. El objetivo era obtener informacin de los
profesionales intervinientes que no hubieran procedido a realizar una denuncia oficial.
Extrapolando los datos, se estimo que 44.700 casos de abuso sexual llegaron a
conocimiento de tales profesionales en 1979.-
xlii

Otras investigaciones apuntaron a obtener informacin a travs de las victimas,
esto es, se interrogo a los adultos que pudieron haber sufrido abuso sexual en su
infancia.
Glenn y Kercher, en 1980, hicieron un estudio mediante el envi de 2.000
cuestionarios a personas seleccionadas por azar, entre los que tenan licencias para
conducir en Texas. De 1.054 que respondieron, un 12% de las mujeres y un 3% de los
varones admitieron haber sido abusados sexualmente.-
xliii

Por su parte Finkelhor realizo en 1984 otro estudio sobre una muestra de 521
adultos de Boston con hijos entre 6 y 14 aos; se les pregunto sobre sus experiencias
sexuales abusivas (antes de los 16 aos) con alguna persona por lo menos cinco aos
mayor. Respondieron afirmativamente un 15% de las mujeres y un 6% de los
hombres.
xliv

Los estudios mencionados dan una idea de dos aspectos centrales del Abuso
Sexual: su difusin e invisibilidad. Sin embargo, son de validez local, en tanto su
metodologa no permite proyecciones de orden nacional. Kicrwood y Mihaila estiman
que alrededor de un 50% a 90% de todos los abusos sexuales a nios/as no son
informados, menos an si se trata de abuso incestuoso.
xlv

En cuanto al incesto como un tipo de abuso sexual especifico, Merzagora
xlvi

formula algunas consideraciones interesantes en relacin con la existencia del
fenmeno.
Esta autora, opina que las estadsticas Judiciales Extranjeras informan una
incidencia de 1 a 2 casos por milln de personas cada ao, pero cuando las fuentes
provienen de las estadsticas de agencias no oficiales, las cifras ascienden rpidamente.
En lo que concierne a los Estados Unidos, los informes estiman 40 casos por milln de
habitantes al ao en (1969) y en (1976) en California la proporcin fue de 180 casos por
milln de personas.
Para Gran Bretaa, en 1980, informo sobre el nmero de casos que fueron
llevados ante las instituciones judiciales desde 1909 a 1978. Se pas de las 56 denuncias
entre 1909 y 1913, a 962 entre 1976 y 1978. Puede suponerse que este resultado no
implica un incremento del incesto, sino un probable cambio en la percepcin social del
delito.
Respecto a los diversos tipos de incesto, los datos aportados fueron los
siguientes: en 1955 el Estado de Illinois, informo 203 casos, de los cuales 159 fueron
casos de incesto padre-hija, 37 hermano-hermana, 2madre- hijo y 5 de incesto mltiple.
En Italia, en 1984 a travs de un informe realizado por medio de un trabajo social, se
detecto: un 97% de padre-hija; 1,5% madre-hijo; 1,5% hermano-hermana.-
xlvii

En Inglaterra en 1978 se encuesto a 1600 mdicos respecto de los casos de abuso
sexual que hubieran conocido durante un ao, se registr as 1.072 hechos, en los cuales
las victimas fueron, en su mayora, nias (85%). El 23% tena menos de 5 aos y el
38% entre 5 y 10 aos; el 45% lo constituan relaciones incestuosas.
En la actualidad se calcula que casi 7 millones de nios en los Estados Unidos
estn sometidos a agresiones por parte de sus padres cada ao, de los cuales 1.5
millones son lesionados fsicamente; entre 1.9 millones y 2.1 millones de mujeres
padecen episodios graves de violencia a manos de sus cnyuges.-
xlviii

Estudios realizados han comprobado que entre un 5 y un 45% de las mujeres de
la poblacin general han sido objeto de abuso sexual durante la infancia. En cuanto a la
edad de los nios abusados, las informaciones evidencian un elevado porcentaje de
nios pequeos, tal como surge de estas cifras: el 7% es menor de 4 aos; 22% entre 4 y
6 aos, 49% tiene entre 6 y 13 aos, y 22% tiene mas de 13 aos. Aqu se observa que
un 78% de los nios ha sido abusado antes de alcanzar los 13 aos y casi un 30% antes
de cumplir los 6 aos.-
xlix

Del 6 al 12 de marzo de 1995, tuvo lugar la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo
Social de las Naciones Unidas, en la ciudad de Copenhague (Dinamarca), en la cual se
informo que cada ao el 4% de los nios experimenta violencia. La mayora de las
victimas infantiles son asesinadas por sus padres u otros familiares, y los nios menores
de un ao son quienes estn expuestos al mayor riesgo. La mitad de los asesinatos se
producen en las familias, siendo la mayora de las veces las mujeres y los nios las
victimas de estos actos criminales. Dado que los casos de violencia en el hogar no
suelen figurar como categora especial en las estadsticas oficiales
l
, constituyen una
proporcin considerable de la cifra negra del delito
li
. Se estima que en Estados Unidos
slo se informa el 1% de las muertes por maltrato, mientras que en Francia se Declara
nicamente el 1%
lii
.
Especficamente en lo relativo al abuso sexual, un estudio transcultural en veinte
pases indico que el abuso sexual intrafamiliar afectaba entre un 7 y un 36% de la
poblacin femenina y entre un 3 y un 29% de las victimas de sexo masculino. Los nios
sufren ms victimizacion que los adultos, padecen dos o tres veces mas robos y
violaciones que aquellos (el 61% de las violaciones se cometen contra menores de 18
aos) y en los incidentes de violencia familiar son mucho mas vulnerables, a punto tal
que los adultos reconocen haber ejercido el doble de violencia contra los nios en
comparacin con la que dirigan contra su compaero adulto
liii
.
En 1989, se crea en Francia por medio de ley el Servicio Nacional de
Acusaciones Telefnicas para casos de Maltrato Infantil. Desde entonces, cada ao el
Servicio edita un informe de actividades. Los datos estadsticos del ao 2006, muestran
que el 90% de las llamadas provienen de tres grandes grupos: 29% de los menores, 28%
del ncleo familiar del menor (las madres representan el 17% y los padres el 7%) y 32%
del entorno; el 10% restante corresponde a un 6% de profesionales y 5% de personas
indeterminadas. En el 50% de las situaciones los malos tratos son de carcter fsico, en
tanto que los malos tratos emocionales representan el 41% de las llamadas recibidas.
Seala el informe que en el curso de los ltimos aos se ha registrado un incremento de
las comunicaciones referidas al abuso sexual; solo entre 2005 y 2006 se constato un
aumento de la revelacin del ms del 10%. Tambin el informe de la SNATEM brinda
datos sobre los autores identificados por las personas que llama, sealando que un 86%
corresponde a miembros del ncleo familiar cercano al menor, 9% a personas del
entorno, 3% a profesionales y solo un 2% es indeterminado. Dentro del grupo familiar,
se destaca que los padres estn implicados en el 40% de los casos, las madres en un
30%, en tanto que los padrastros y madrastras son responsables en el 10% y el 2% de
las situaciones de maltrato, respectivamente; el porcentaje de abuelos es del 5% y el que
ocurre entre hermanos de un 2%. Por ltimo, con respecto a la edad de los menores
maltratados en todas sus categoras, incluido el abuso sexual, las estadsticas sealan
valores de un 34% para el intervalo de edad entre 0 y 3 aos; 18% entre 4 y 6; 15%
entre 7 y 9; 15% entre 10 y 12; 12% entre 13 y 15; y 6% para 16 aos o ms.
En Amrica Latina, datos provenientes de Chile informan que cada ao se
producen 500.000 casos de maltrato infantil. Un estudio realizado indica que en una de
cada dos familias ambos padres golpean a sus hijos. Casi la mitad de los nios
golpeados o abandonados tiene menos de 6 aos.-
liv

En nuestro pas no se registran estadsticas ni estimaciones sobre las diversas
formas de violencia domestica hacia los menores. Nuestra realidad actual no nos
permite manejar datos cuantitativos sobre el maltrato fsico o el abuso sexual; menos
aun, sobre el problema mas especifico del incesto. En la Argentina los estudios sobre
este tema se han producido en estos ltimos quince aos. Un grupo de especialistas ha
brindado informacin en diversos trabajos e investigaciones realizados en sus lugares de
insercin laboral, as como tambin en seminarios y congresos que trataron el
problema.-
lv

En el Hospital de Nios Ricardo Gutirrez se reciben de 2 a 4 nios
maltratados por mes, promedindose de 50 a 70 por ao. Se trata de casos graves,
porque el hospital aun no esta preparado para la deteccin de los mas leves (entrevista al
Sr. Hctor Mora, diario Clarn, 5 de diciembre de 2006).
Un grupo de mdicos (el Dr. Tomas Banzas, juntamente con los Dres. Emilio
Astolfi y Matias T. Mouzet) estudi, en la morgue judicial de la Capital Federal, 1.000
casos de muerte violenta sufrida por menores de 10 aos, desde 1999 hasta el primer
trimestre de 2005. Sobre este universo se registraron traumatismos en el 22% de los
casos; 136 presentaban fractura de crneo, observndose que el 35% de los hechos haba
afectado a nios de hasta 2 aos; 75 menores murieron por asfixia (estrangulamiento,
sumersin).
El Dr. Roberto Chiarantano jefe del Departamento Medico del Hospital Diego
E. Thompson, de General San Martn, Provincia de Buenos Aires, informo que en el
primer semestre de 2002 se detectaron, en organismos oficiales, 5.300 casos de nios
maltratados y abandonados.
En la Direccin General de la Mujer, del Gobierno de la Ciudad Autnoma de Buenos
Aires, funciona el Programa de Asistencia del Maltrato Infantil, que comprende la
evaluacin del grado de riesgo familiar, tratamientos psicolgicos y seguimientos
mdico sociales.
En 2006 las proporciones de los casos atendidos que fueron 1026 son las
siguientes
lvi
: Maltrato fsico 42%; abuso sexual 38%; maltrato emocional 10%; testigos
de violencia 5%; otras problemticas 5%.
La franja de edades atendida ha sido: 0 a 12 aos 68.3%; 13 a 17 aos 28.2%;
mayores de 18 aos 3.5%.


Porcentajes de malos tratos discriminados por tipos.
Maltrato fsico 42.3%
Abuso sexual 14.43%
Maltrato
emocional
15.41%
Negligencia 3.28%
Maltrato fsico y
emocional
6.23%
Maltrato fsico y
abuso sexual
0.98%

Por su parte el Hospital General de Nios, Dr. Pedro De Elizalde, y de acuerdo
a los datos estadsticos proporcionados por el Dr. Norberto H. Garrote, jefe de la Unidad
de Violencia Familiar, en el ao 2003 se registraron 605 consultas, en el 26% de las
cuales fue necesaria la internacin en diferentes salas del hospital. De estos casos de
internacin, 59% fueron nios y 41% nias, y en el 63.6% de las consultas se trataba de
menores de 3 aos. El 86% de ellos padecieron maltrato fsico y/o negligencia y el 14%
abuso sexual, informacin sta que alerta sobre la vulnerabilidad del nio en la edad
temprana
lvii
.
Ya en el mbito Judicial, a partir de la Ley de Proteccin Contra la Violencia
Familiar 24.417, se genero un nuevo canal de comunicacin; la sancin de esta ley,
como surge de las cifras aportadas, ha producido un aumento notable en la visualizacin
del problema. Si comparamos las cifras anuales, mes a mes, observaremos que se
produjo un incremento importante en el nmero de denuncias, a medida que se
acrecentaron la difusin y el conocimiento de la normativa. Veamos estos datos
proporcionados por el Centro de Informacin Judicial, referentes a los casos ingresados
a los juzgados nacionales en lo Civil, con competencia en los asuntos de Familia, desde
el mes de enero de 1999 al 25 de febrero de 2001:
Ao 1999 Ao 2000 Ao 2001
Enero 3 55 64
Febrero 18 139 147
Marzo 91 117 133
Abril 82 125
Mayo 99 137
Junio 69 137
Julio 65 135
Agosto 67 158
Septiembre 105 137
Octubre 119 178
Noviembre 143 145
Diciembre 148 138
Totales 1.009 1.601 344

A los guarismos sealados es necesario agregar las diferentes formas de maltrato
al menor que han ingresado al centro de Informtica Jurdica bajo el recurso de
proteccin de personas (art. 234 del Cdigo de Procedimiento en Materia Civil y
Comercial de la Nacin) y que listamos a continuacin
lviii
.





Proteccin de personas
Ao Cantidad
1999 541
2000 765
2001 1009
2002 1012

5.-Consideraciones Finales.
Los ttulos que conforman este captulo nos han mostrado el maltrato infantil
como hecho histrico-cultural. No ha escapado a nuestro cometido hacer un estudio
histrico y antropolgico del trato que los nios han recibido y del modo en que,
todava hoy, se dispone de sus vidas y de sus cuerpos en distintos lugares del orbe.
Nos ha parecido necesario ofrecer un breve bosquejo del tema, para que se
comprendiera la evolucin de las prcticas y mentalidades, as como la profunda
incidencia que tiene el relativismo cultural en esta materia. Con tal objeto, hemos
tomado algunos datos que ofrecen la lectura antropolgica y las descripciones que nos
brindan las obras de Aries, Badinter, Burguire, Duby, Flandrin, Shorter y otros.
Esta documentacin muestra que hay variaciones culturales en casi todos los
aspectos vinculados a la integridad fsica y a la educacin de los nios. Los criterios
para determinar la legitimidad del atentado a la vida o el castigo de un nio por parte de
sus progenitores, han variado en el curso de la historia y aun hoy se manifiestan
prcticas que son inadmisibles en un pas y aceptadas en otro. Los datos recogidos
ponen en evidencia un abanico de comportamientos en distintos pueblos, que van desde
la muerte o castigos corporales muy duros infligidos a los menores, hasta una actitud de
indulgencia y sobreproteccin.
As, de esta manera, hemos visto que en numerosas culturas se legitiman
acciones que afectan la integridad fsica del nio, ya sea por motivos religiosos o
educativos. Se sacrifican criaturas en ritos o inmolaciones simblicas, como as tambin
el solo hecho de golpear a un nio o amenazarlo se considera un atentado a sus derechos
como ser humano.
En este captulo hemos probado que el maltrato en todas sus formas es
compatible con la fuerte tutela de un miembro de la familia sobre otros miembros. Es
necesario educar a toda la sociedad en este tema, de modo que cada uno pueda respetar
y respetarse a s mismo, exigiendo tolerancia cero a la violencia interpersonal.
El dao psquico que produce el ultraje deja una huella que no se borra nunca
ms, deteriora al ser humano y lo inhibe de desarrollar relaciones sociales cordiales,
porque lo vuelven un ser desconfiado, temeroso, solitario, de baja autoestima, de
personalidad rgida. Este perfil, a su vez, favorece la reproduccin de la violencia,
porque la personalidad frgil se autoagrede y agrede a otros.
Si bien no en la medida de lo deseado, la sociedad argentina ha hecho sus
progresos, tanto en el orden jurdico como en las prcticas sociales.
Las diversas instituciones de salud que componen la Red Asistencia de
Violencia y Maltrato no slo implementan acciones de asistencia, prevencin y
capacitacin frente al problema que nos ocupa. Al mismo tiempo representan un
relevante espacio cientfico dirigido al estudio de temas como la deteccin del abuso
sexual, negligencia, abandono, diagnostico del caso, estrategias de tratamiento, por slo
citar algunos.
La incorporacin a la Constitucin Nacional de las convenciones internacionales
constituye la defensa ms importante de las ltimas dcadas, y como se ha dicho, por
mltiples razones la violencia ejercida contra menores tiende a ser ocultada a la
sociedad. Por lo tanto, la disponibilidad de una informacin detallada, brindada por
profesionales que tienen contacto diario con los casos que trascienden al ambiente
familiar donde se han producido, abre incontables posibilidades a la intervencin
interdisciplinaria. Sin lugar a dudas, cualquier forma de difusin de tales hechos
permitir el conocimiento mas acabado y global de los factores que inducen o provocan
la violencia; ello, en definitiva, podr favorecer el diseo y la adopcin de medidas para
prevenirla.
En el captulo siguiente conceptualizaremos el maltrato infantil y
observaremos la amplitud de dicho concepto, en donde hoy por hoy, se incluyen
situaciones que en la parte histrica del capitulo uno no eran consideradas como
practicas abusivas o malos tratos. Asimismo describiremos detalladamente las diversas
formas de maltrato infantil y sus consecuencias, por eso es que estos dos captulos estn
ntimamente relacionados.













Capitulo II






Maltrato Infantil.






SUMARIO: 1. Introduccin. 2. Amplitud del concepto. 2. a. Criterios a
tener en cuenta en la definicin. 3. Formas diversas de maltrato. 3. a.
Maltrato fsico. 3. b. El castigo fsico en los nios causa los siguientes
efectos. 3. c. Conductas opuestas que un nio golpeado suele
adoptar. 3. d. Esquema para reconocer en un nio cuando tiene
lesiones accidentales y no accidentales. 3. e. Indicadores a tener en
cuenta. 4. Maltrato Emocional. 4. a. Cuestiones que implican (MNE).
4. b. Conclusin. 5. Negligencia. 6. Sndrome de Munchaunsen por
poderes. 7. Abuso Sexual Infantil. 7. a. Definicin de Abuso Sexual
Infantil. 7. b. El abuso implica. 7. c. Revelacin. 7. d. Trastornos
disociativos. 8. El escepticismo frente al relato infantil. 8. a. La Evaluacin
del relato del nio exige que el entrevistador posea. 8. b. Por qu el
abordaje del ASI resulta tan complejo? 9. Consideraciones Finales.











1. Introduccin.
En primer lugar comenzaremos por analizar el concepto de maltrato infantil y
probaremos que se ha amplificado dicho concepto con el correr del tiempo llegando a
contemplar nuevas situaciones que no estaban incluidas en el siglo pasado.
En la actualidad se han incorporado situaciones como la explotacin sexual y
econmica, el uso de nios con fines pornogrficos, la prostitucion infantil, como as
mismo situaciones de maltrato, que se producen a raz de la separacin o divorcio,
cuando los progenitores pelean por la persona del nio, cuando lo retienen, cuando
obstaculizan la adecuada comunicacin con el hijo o lo trasladan ilegalmente dejando al
nio hurfano de padre o madre.
El tema que nos ocupa, Maltrato Infantil, es importante ya que debemos
comprender que el fenmeno compromete el destino mismo de la sociedad pues es
indudable que una socializacin edificada sobre la coaccin y el miedo engendrar
hombres que reproducirn este modelo de convivencia en su vida privada y en la accin
publica, con el consiguiente deterioro del bienestar y calidad de vida de los seres
humanos.
En la elaboracin del presente captulo, hemos recurrido a diferentes fuentes
entre ellas, Intebi Irene, Norma Osnajaski, Sara Noem Cadoche, Grosman-
Mesterman
lix
.
Seguidamente, veremos los criterios a tener en cuenta en la definicin de
maltrato infantil, posteriormente demostrar el punto de tesis reflejado en este segundo
capitulo, a saber: el maltrato infantil adopta diversas formas.
2. Amplitud Del Concepto.
El maltrato infantil se define como cualquier acto de fuerza que produzca un
dao en el cuerpo o en la salud, con o sin dolor. El emocional, constituido por formas
ms sutiles que crean situaciones en las cuales los nios viven aterrorizados, agredidos
verbalmente, menospreciados o rechazados. En estos casos, no es tarea fcil para los
profesionales de la salud determinar cundo se est ante una situacin de maltrato. Esta
consecuencia, que determina alteraciones del comportamiento, retraso, trastornos
emocionales o conductas agresivas en el nio, requiere de una cuidadosa observacin.
El abandono o negligencia comprende las diversas omisiones que implican una
inadecuada proteccin de la salud, seguridad y bienestar del nio. El maltrato sexual
abarca todos los ataques a la integridad sexual del nio o adolescente.
El concepto se ha amplificado incluyndose situaciones como la explotacin
sexual y econmica, mendicidad, el uso de los nios con fines pornogrficos y la
prostitucin infantil. Asimismo, se mencionan otras formas de violencia que daan al
hijo en los casos de separacin o divorcio; cuando los padres pelean por la persona del
nio, sin atender a sus necesidades y sentimientos, cuando lo retienen, obstaculizan la
adecuada comunicacin con el hijo o lo trasladan ilegalmente dejando al nio hurfano
de padre o madre.
Tambin se configura por abandono si los padres dejan de ver a sus hijos o no
les prestan la debida asistencia, perturbando de este modo su derecho al desarrollo, a la
salud y a la educacin.
Por otro lado, opina G. Gulotta
lx
, que un concepto como el de maltrato presenta
un conjunto de significados extremadamente amplios, que aluden a un complejo
espectro de comportamientos sobre los cuales se pueden producir superposiciones y
coincidencias, ellas son la agresin fsica; la perturbacin y violencia sexual; la
negligencia en lo que respecta a la alimentacin, la salud y la proteccin; la violencia
psicolgica; el abandono fsico y emocional.
Este autor adems agrega, en el intento de ampliar el anlisis, en la definicin no
solo los aspectos familiares del fenmeno, sino tambin los sociales, colectivos e
institucionales, dada la complejidad de los factores asociados.
Para Kempe
lxi
, (dio a conocer en Estados Unidos el Sndrome Del Nio
Golpeado), el maltrato infantil supone la existencia de cuatro categoras que lo
clasifican: violencia fsica, abandono fsico y emocional, maltrato emocional y
explotacin sexual.
La violencia fsica, segn este autor, es definida como, cualquier lesin
infligida: hematomas, quemaduras, lesiones en la cabeza, fracturas, daos abdominales
o envenenamientos.
El abandono o negligencia implica una falla del progenitor o guardador, en
cuanto a actuar debidamente para salvaguardar la salud, seguridad y bienestar del nio.
El maltrato emocional, constituido por formas ms sutiles, en las que los nios
estn permanentemente aterrorizados, regaados o rechazados.
El abuso sexual, lo define como a implicacin de nios y adolescentes,
dependientes e inmaduros en cuanto a su desarrollo, en actividades sexuales que no
comprenden plenamente y para las cuales son incapaces de dar un consentimiento
informado y que, asimismo, violan los tabes sociales o los papeles familiares. Estos
hechos incluyen la paidofilia, la violacin y el incesto.
Una definicin de Maltrato en sentido amplio, que comprende varios de los
aspectos sealados es la que formula Intebi Irene, Norma Osnajaski
lxii
, cuando dicen:
Se considera Maltrato Infantil, o abuso, a todas las formas de maltrato fsico y/o
emocional, abuso sexual, negligencia o trato negligente, o cualquier tipo de explotacin
comercial o de cualquier otra ndole, que ocurren en el contexto de relaciones de
responsabilidad, confianza o poder, y que resulten en un dao real o potencial para la
salud, la supervivencia o el desarrollo o la dignidad de los nios.



2. a. Criterios A Tener En Cuenta En La Definicin:
1.-Perspectiva evolutiva:
Un comportamiento parental puede ser daino para el nio en un momento
evolutivo (por ejemplo dejar solo a un nio de tres meses) y no serlo tanto o incluso ser
adecuado en otros periodos evolutivos.
2.-Presencia de factores de vulnerabilidad del nio:
Un mismo comportamiento parental puede no ser daino para un nio sano,
mientras que en otro nio, por ejemplo, con una enfermedad crnica si constituira un
dao.
3.-Existencia de dao real o potencial:
Es decir, si tiene en cuenta no slo el dao inmediato sino tambin el producido
tiempo despus.
Segn la (OMS), alrededor de 40 millones de nias entre 1 y 14 aos padecen
alguna forma de maltrato o negligencia infantil y requieren una atencin mdica y
social.
Inicialmente los modelos explicativos que se utilizaban para describir el
Maltrato Infantil eran monocausales: psicopatolgico, sociolgico, cultural, no
resultaron abarcativos de un problema tan complejo como el que nos ocupa. Hoy ms
que hablar de unicausalidad se consideran mltiples factores que pueden producir el
maltrato; este concepto es dinmico porque los factores pueden evolucionar y permite
considerar el nter juego entre los factores de riesgo y los de proteccin.
Segn Cicchetti y Rizley, La conducta parental estara determinada por el
equilibrio relativo entre los factores de riesgo (factores que incrementan la posibilidad
de que ocurra el maltrato) y factores de compensacin (factores que disminuyen esta
posibilidad) que experimenta una familia. Los malos tratos ocurran cuando los factores
de riesgo transitorios o crnicos, sobrepasan o anulan cualquier influencia
compensatoria
lxiii
.
As por ejemplo factores de riesgo son historia de malos tratos, desatencin
severa, rechazo emocional y falta de calor afectivo en la infancia, carencia de la
experiencia en el cuidado del nio, poca tolerancia al estrs, problemas psicolgicos,
tcnicas de disciplinas conflictivas, conflicto conyugal, que generan violencia y
agresin, y respecto a las caractersticas del nio: prematuro, bajo peso al nacer, aptico,
temperamento difcil, problemas de conducta, hiperactivo, hijos no deseado, padre
nico.
Otros factores de riesgo, lo constituyen el trabajo, el desempleo, la falta de
dinero, prdida del rol, de autoestima y poder, estrs conyugal, insatisfaccin laboral,
tensin en el trabajo, la clase social, falta de apoyo social, la crisis econmica,
aprobacin cultural del uso de la violencia, aceptacin cultural del castigo corporal en la
educacin de los nios, por slo citar algunos.
Entre los factores de compensacin se pueden mencionar el reconocimiento de
las experiencias de maltrato en la infancia, historia de relaciones positivas con un padre,
habilidad y talentos especiales, habilidades interpersonales adecuadas, hijos fsicamente
sanos, apoyo del cnyuge o pareja, seguridad econmica, apoyos sociales afectivos,
escasos sucesos vitales estresantes, afiliacin religiosa fuerte y apoyativa, experiencias
escolares positivas y buenas relaciones con los iguales, intervenciones teraputicas,
prosperidad econmica, normas culturales opuestas al uso de la violencia, promocin
del sentido de responsabilidad compartida en el cuidado de los nios, entre otros.
3- Formas Diversas De Maltrato.
3. a. Maltrato Fsico.
Es aquella forma de maltrato infantil que origina dao fsico real o potencial a
partir de algn tipo de interaccin ubicable dentro de los mrgenes razonables de
control de uno o ambos progenitores; o de alguna persona en posicin de
responsabilidad, confianza o poder
lxiv

3. b. El Castigo Fsico En Los Nios Causa Los Siguientes Efectos:
Daa su autovaloracin (soy malo por eso me pegan); les hace sent ir soledad,
tristeza y abandono; genera bronca y enojo; le ensea a ser agresores y/o victimas; no se
aprende a respetar a la autoridad, se aprende a someterse a las normas o transgredirlas.
Se aprende a no razonar, excluye el dialogo.
El nio que es golpeado, recibe golpes que duelen y son propinados en un
contexto de terror y desproteccin en donde las relaciones de poder son desiguales y
asimtricas. Lo traumtico es el ambiente de tensin y terror que existe en esas
familias
lxv
.
3. c. Conductas Opuestas Que Un Nio Golpeado Suele Adoptar:
1.- Se muestra extremadamente obediente, pasivos, sumisos, pasar desapercibidos.
2.- Se muestra agresivo, peleador, desobediente, provocador, se violenta con nios ms
pequeos y con los animales.
El punto 2 es el que ms se refleja en las escuelas, porque perturban y alteran las
clases y los ms tristes y apartados suelen no ser visibilizados.
Estos nios son totalmente sumisos a los deseos de sus padres. Gran parte de
ellos son asustadizos, tmidos y tratan de pasar inadvertidos; les faltan todas las
condiciones ptimas para un correcto aprendizaje y, por tanto, tienen dificultades
escolares, se niegan la posibilidad de explorar y explotar su entorno. Aceptan, pasivos y
obedientes, todo cuanto les suceda. Parecen estoicos. Necesitan mucho tiempo para
tomar confianza y expresar sentimientos reales de furia y resentimiento.
Sin embargo, no todos los nios maltratados son dciles y ansiosos por agradar.
Una cuarta parte de los menores de edad son negativos, agresivos y con frecuencia
hiperactivo. Muy difciles de manejar y generalmente rechazados en jardines o grupos
de juego
lxvi
.
3. d. Esquema Para Reconocer En Un Nio Cuando Tiene Lesiones
Accidentales y No Accidentales.
Lesiones Accidentales Lesiones no accidentales

Se observan en prominencias o rebordes
seos.
.
Aparecen en las zonas no expuestas del
cuerpo. No tienen relacin con sapiencias
seas /abdomen, espalda, genitales,
glteos, dorso de manos, orejas)
Ubicacin: raramente son bilaterales No tienen un patrn determinado, pueden
observarse en ambos hemicuerpos.
Antigedad: todas las lesiones en el
mismo momento evolutivo.
Lesiones en diferentes etapas de
resolucin.
Forma y tamao: No es habitual que
pueda identificarse el objeto que las
provoco.
Reproducen la forma del objeto que
provoco la lesin (dedos, nudillos, cintos,
perchas, hebillas, zapatos, tablas, utensilios
de cocina, arcadas dentarias).

3. e. Indicadores A Tener En Cuenta:
Los hematomas, comnmente conocidos como Moretones, son un indicador
altamente relacionado con la posibilidad de que se trate de lesiones no accidentales, es
importante poder reconocerlos por su aspecto, mas all del relato que ofrezca el
cuidador.
Evolucin Normal
Das Color
1 a 2 Azul rojizo
3 a 5 Azul prpura
6 a 7 Verde
8 a 12 Amarillo
13 a 28 Resuelto

lxvii

4. Maltrato Emocional.
El maltrato emocional, (ME) implica la ausencia de un entorno evolutivamente
adecuado y contenedor, y de alguna figura de apego primario que le permita al nio
desarrollar capacidades emocionales y sociales estables y complejas, en relacin a su
potencial dentro del contexto social en el que vive
lxviii
.
El maltrato emocional est vinculado con las interacciones que estn bajo la
posibilidad de control razonable por parte de los padres, cuidadores o personas en
posicin de responsabilidad, confianza o poder y que tienen alta probabilidad de causar
daos a la salud del nio ya que son inadecuadas, insuficientes o incoherentes respecto
del nio.
El Maltrato Emocional, para que se configure, no requiere que exista contacto
fsico entre el cuidador y el nio. As, por lo tanto, abarca tantos actos de omisin como
de comisin, por lo cual la denominacin competa seria Maltrato y Negligencia (MNE).
4. a. Cuestiones Que Implican (MNE).
Danya Glaser
lxix
, psiquiatra inglesa de nios especializada en el tema, propone 5
categoras que constituyen el MNE.
1.- Falta de respuestas emocionales, o negligencia emocional. Aqu el cuidador
primario del nio, se preocupa por su propia dificultad, es decir, problemas de salud
mental, consumo de drogas, problemas laborales, que lo inhabilitan para responder a la
necesidad emocional del nio, situacin a la que no procura una alternativa adecuada.
2.- Atribuciones de caractersticas negativas al nio. Su cuidador manifiesta,
hostilidad, denigracin y rechazo hacia el nio, ya que cree que el nio se merece tales
comportamientos, y por lo tanto el nio puede crecer y comportarse como si estas
creencias negativas fueran verdaderas.
3.- Interacciones con el nio, inadecuadas o incoherentes. Esto est relacionado
con las habilidades del nio; la sobreproteccin y limitacin en la exploracin y en el
aprendizaje; y la exposicin del nio a situaciones e interacciones confusas y/o
traumticas.
4.-Hay fracaso en reconocer o aceptar la individualidad del nio y respetar sus
lmites psicolgicos. Son las acciones en que los padres utilizan al nio para la
satisfaccin de sus propias necesidades psicolgicas, y a las conductas que denotan la
incapacidad de los padres para diferenciar sus propias creencias y deseos de la realidad
del nio. Esta forma de MNE suele darse en los litigios de los divorcios contenciosos en
que lo que respecta a la tenencia y al rgimen de visitas con los hijos.
5.-Fracaso en alentar la adaptacin social del nio. Referido a las malas
conductas (corrupcin) y a los comportamientos propios de la negligencia emocional.
En esta categora se incluyen actos de comisin y de omisin, tales como aislar al nio o
involucrarlo en comportamientos delictivos.
4. b. Conclusin.
Los padres que descuidan afectivamente a sus hijos, son padres fros, distantes y
poco demostrativos con sus hijos. No miran casi nunca a sus hijos, les hablan muy poco,
no muestra inters por ellos y en presencia, por ejemplo de otros adultos y/o interesados
por sus propias actividades ignoran rpidamente la presencia de sus hijos. La ausencia de
cario, empata y aceptacin, as como de estmulos afectivos son evidentes.
La carencia afectiva puede provocar retrasos del crecimiento por causa no
orgnica que se manifiestan en los bebs como consecuencia de estas carencias.
5. Negligencia.
La Negligencia es la Omisin, por parte del cuidador, de proveer aquello que el
nio necesita para su desarrollo en cualquiera de las reas: salud, educacin, desarrollo
emocional, alimentacin, vivienda y condiciones seguras de vida. Esta omisin se
encuadra como negligencia cuando tiene una alta probabilidad de producir daos en la
salud o el desarrollo psicofsico, mental, espiritual, moral o social del nio, y siempre
que ste adentro del contexto de los recursos disponibles para la familia o los
cuidadores.
La Negligencia incluye la falta de supervisin y proteccin adecuadas ante las
posibilidades de que el nio padezca algn dao
lxx
.
Pero no es fcil de diferenciar la negligencia en familias con disponibilidad
material y/o cultural que en aquellas que no lo tienen, incluso en condiciones de
aislamiento geogrfico y social que tienen que enfrentar para acceder a la atencin
medica por ejemplo.
El nio tiene derecho a recibir de sus padres, cuidadores la obligacin razonable
y prudente de: alimentacin, vestimenta, vivienda, supervisin, atencin mdica,
contencin, escolaridad.
Pobreza y negligencia, no son sinnimos pero la pobreza puede ocasionar
carencias a los nios por las que los padres no pueden responder.
6. Sndrome De Munchaunsen Por Poderes.
El SMP, es una forma de maltrato infantil en la cual el adulto cuidador falsea el
historial clnico de un nio, o altera los resultados de sus anlisis, o produce signos y/o
sntomas fsicos y/o psicolgicos de tal manera que se lo lleva a considerar enfermo o
disminuido
lxxi
.
Este tipo de maltrato es muy poco frecuente dado que es de difcil deteccin que
se da habitualmente en el mbito hospitalario.
Es calificado como un trastorno del maternaje porque la intencionalidad de la
madre es satisfacer sus propias necesidades psicolgicas y que estn relacionadas con
sus deseos de ser considerada una buena cuidadora, una mrtir, una victima.
Si el nio es hospitalizado se recupera rpidamente y tolera bien la separacin de
la agresora; por el contrario con el retorno al hogar la tasa de recidiva es alta.
7. Abuso Sexual Infantil.
Quiz algn da exista una bien informada y considerada y, sin embargo,
ferviente conviccin publica de que el ms grave de todos los pecados posibles es el de
mutilacin del espritu de un nio, porque la misma socava el principio vital de
confianza, sin el cual todo acto humano por bueno y justo que parezca, propende a la
perversin mediante formas destructivas de rectitud.
lxxii

El reconocimiento del Abuso Sexual Infantil, tiene una historia breve, en nuestro
pas, no ms de veinte aos.
Su visibilizacin y abordaje ha tenido que atravesar obstculos conceptuales e
ideolgicos, prejuicios y actitudes que minimizaron el problema, desacreditaron a las
victimas y a los profesionales que trabajaron en el tema.
Dentro de las diversas formas que adopta el maltrato infantil, el Abuso Sexual
es sin duda una de las ms graves, tanto por el impacto que produce en el nio victima
como por las consecuencias postraumticas que genera.
lxxiii
.
Este tipo de maltrato es el que ms dificultades presenta en su deteccin,
investigacin y decisin de intervencin adecuada (teraputica y/o judicial).
El Abuso Sexual Infantil lleva a cuestionar las concepciones de infancia,
sexualidad y poder. Su abordaje exige cambios sociales y organizacionales que aun
resultan insuficientes, que aun estn pendientes, lo que dificulta la proteccin y atencin
de las victimas y sus familiares.
7. a. Definicin De Abuso Sexual Infantil.
Contactos sexuales e interacciones entre un nio y un adulto cuando el adulto
(agresor) usa el nio para estimularse sexualmente l mismo o con otra persona. El
abuso sexual puede tambin ser cometido por una persona menor de 18 aos, cuando
este es significativamente mayor que el nio (la victima) o cuando esta (el agresor) en
una persona de poder o control sobre otro menor
lxxiv
.
En el ASI, es necesario destacar que estn incluidas actividades como la
explotacin sexual de los nios a travs de la prostitucin y la explotacin de nios en
la produccin de materiales y exhibiciones pornogrficas.
7. b. El Abuso Implica.
1.-Correccin utilizando la fuerza fsica, presin o engao siempre, la cual siempre debe
ser considerada, por s misma, como una conducta de ASI, independientemente de la
edad del agresor.
2.-La asimetra de edad entre quienes participan en dichos comportamientos, ya que los
mayores poseen experiencias, grado de madurez biolgica y expectativas diferentes, lo
cual impide el ejercicio de la verdadera libertad de decisin y hace imposible una
actividad sexual comn.
3.- El abuso sexual es cometido por alguien que tiene dominio sobre otra persona, ya
sea porque tiene ms fuerza, jerarqua o est en una situacin que le da poder. Ejemplo:
tutor, profesor, jefe, padres, tos, entre otros.
En casi todos los casos el abusador (agresor) es una persona conocida, del propio
entorno, es decir, de la familia y muchos aprovechan la situacin de confianza para
abusar; es as que el abusador lo lleva a cabo para satisfacer su propia necesidad sexual,
tomando al nio como objeto. En todos los casos incluye el uso de la coaccin de un
modo implcito o explcito, y se considera abusado a un nio cuando no resiste el
avance de un adulto, debido a su falta de conocimiento del significado social y de los
efectos psicolgicos de los encuentros sexuales, tambin su confianza o su dependencia
significa que no estara en condicin de prestar un consentimiento informado.
La existencia del abuso se configura en parte por el uso que se hace de una
posicin de poder, para manipular a otro con el fin de lograr la gratificacin de uno
mismo en contra de los derechos y bienestar de otro.
Los adultos que acosan a los nios/as no actan impulsivamente y en la mayora
de los casos, establecen una estrategia que implica acercarse paulatinamente, generar
confianza y afecto, y una discursiva que busca bloquear cualquier otra relacin
significativa para la nia/o. Poco a poco la victima baja sus defensas se encuentra
confiada y alejada de otros miembros de la familia que podran protegerla. Me deca
que nadie me quiere como l.
Que siempre estara a mi lado, que mis hermanos no me queran porque yo
soy especial.
La ambigedad de la situacin inicial busca confundir a la nia el padre no
seduce a la hija sino que la confunde y la hace perder el sentido crtico, de suerte que a
sta le resulta imposible cualquier rebelin.
lxxv

El uso de premios y castigos, tambin intervienen, el hombre de al lado me
regalaba caramelitos, las amenazas verbales y el miedo, amenazas que describen un
panorama para la nia si habla nadie te va a querer, te encerraran y tu familia se
enojara, te vas a quedar sola y lo mas terrible que muchas de esas cosas suceden
cuando el nio/a habla.
La actividad sexual entre un adulto y un nio/a siempre seala una explotacin
de poder y la dependencia es un elemento definitorio y necesario de la infancia, y los
nios tienen derecho a vivirla con confianza. La trasgresin de este derecho especial
constituye siempre un abuso.
lxxvi

El tema del abuso sexual infantil forma parte del maltrato a la infancia
guardando estrecha relacin con la violencia intrafamiliar.
Es tradicin tanto en sectores profesionales como no profesionales
responsabilizar a la madre por el abuso sexual de que son vctimas sus hijos e hijas. Se
las acusa de no haber hecho algo para detener el abuso, de descuido, de ser abusadoras
pasivas, de no ser buenas esposas al no cumplir con los requerimientos sexuales de sus
parejas (en caso de incesto) favoreciendo de esta manera la conducta incestuosa de ste.
Prejuicios estos que enturbian la comprensin de la temtica.
Estudios realizados indican "que los adultos (especialmente las mujeres de
quienes se obtuvo la mayor parte de la informacin) que fueron sexualmente abusadas
de nias, tienen daada su autoestima, incluida la autoestima sexual
lxxvii
.
Otros estudios han revelado altas tasas de abuso sexual en la infancia, en las
historias de vctimas adultas de violaciones y de mujeres abusadas por sus maridos.
Hasta cierto punto, esto ltimo constituye un vnculo directo por el cual las personas
que han sido abusadas sexualmente prosiguen ellas mismas abusando de sus hijos / as,
lo que ocurre primariamente con vctimas varones, que a menudo parecen repetir los
desoladores patrones parentales a los que fueron expuestos, los que incluyen una
imagen de los nios como sexualmente explotables. Este tambin es un poderoso
vnculo indirecto mediante el cul las nias que fueron sexualmente abusadas crecen
para tener hijas que son sexualmente abusadas por otras personas.
lxxviii

7. c. Revelacin.
Implica una fuerte crisis familiar, es como si una bomba atmica hubiera cado
en el seno familiar y los impactos producen, desconcierto, confusin, negacin y en
medio de ese caos est la nia o el nio con temor y angustia.
Reinaldo Perrone describe
lxxix
: El temor a las sanciones judiciales, las condenas,
las separaciones, los reproches y la vergenza comprometen el sistema de defensa
comn, de modo que cada uno lo sustituye por un sistema de defensa individual, con el
que trata de protegerse lo mejor posible de las consecuencias de la revelacin. Vemos
entonces madres que no pueden creer a sus hijos, padres que niegan toda
responsabilidad e hijos que se acusan de todo o desdicen sbitamente.
Es all cuando la familia que tiene altamente comprometida su capacidad de
cumplir las funciones de cuidado, proteccin apoyo, pueda contar con una red
interinstitucional que los gue y apoye brindando contencin e informacin adecuada,
que esa red funcione de manera respetuosa y articulada.
Roland Summit
lxxx
describi en 1983 las conductas habituales en los nios
abusados: Secreto, el nio/a, por temor, por culpa y confusin no habla; desproteccin,
no han funcionado por alguna razn las barreras protectoras del nio. Algunos
sensibles, solitarios o tmidos son especialmente elegidos por los abusadores;
atropamiento yacomodacin: cuando el abuso se instala y se repite, sin que el nio/a
pueda evitarlo o protegerse queda atrapado y genera mecanismos adptativos para
sobrevivir, as por ejemplo una nia que por la maana va a la escuela y por las noches
recibe tocamientos y caricias genitales por parte del padrastro que la va a tapar; slo
separando, disociando, alejndose squicamente de la experiencia durante el ao, logra
mantener el secreto y sobrevivir; revelacin, por lo general en medio de un conflicto
familiar, a menudo en la adolescencia; esto es utilizado para descalificar a las nias ya
que suena a excusas para desobediencias o venganzas por castigos; retractacin; ya que
el momento critico pos-revelacin que implica el quiebre familiar la crisis familiar
donde circulan reproches y culpabilizaciones. El desamparo, la soledad y las presiones
muchas veces lleva a la nia a negar lo afirmado. Esta retractacin es aceptada con ms
comodidad por parte de los adultos y rpidamente reconocida en contraste con el relato
de la denuncia.
7. d. Trastornos Disociativos.
Es el mecanismo defensivo por excelencia que permite sobrevivir a
situaciones altamente traumticas, el abuso sexual es uno de los hechos que activan esa
reaccin.
Este mecanismo es descrito como un complejo proceso psicofisiologico que
produce una alteracin en el estado de conciencia.
Durante el proceso los pensamientos, los sentimientos y las experiencias no son
integradas a la conciencia ni a la memoria del individuo de la manera en que
normalmente sucede.
lxxxi
Irene Intebi agrega: la ventaja que este mecanismo
representa para la economa psquica es que permite convivir y sobre todo sobrevivir a
situaciones altamente traumticas, conservando una adaptacin aparentemente normal al
entorno
Reiterando, la Disociacin es uno de los mejores mecanismos defensivos frente
a sucesos que desbordan la capacidad de elaboracin del aparato psquico, sea de un
acercamiento abusivo o un desastre natural. Es una de las formas de garantizar la
supervivencia.
No obstante la cronicidad en su uso plantea una seria limitacin al desarrollo de
la personalidad, un empobrecimiento y rigidizacin frente a las exigencias del ambiente.
Ejemplo: la nia puede aparecer como sobre adaptada, excelente alumna, correcta,
cumplidora, pero inexpresiva y distante, casi como una autmata.
8. El Escepticismo Frente Al Relato Infantil.
Las muy difundidas concepciones acerca de existencia de fantasas sexuales
infantiles, fabulacin y mentiras, sistemticamente invalidaron las declaraciones de los
nios. Hoy en la actualidad, afortunadamente se han generado estudios que
revalorizaron las competencias y habilidades cognitivas de las mismas teniendo en
cuenta el desarrollo evolutivo. Es excepcional que las mentiras infantiles incluyan
referencias sexuales y menos que aun aporten detalles concretos que remitan a la
sexualidad adulta.
lxxxii

8. a. La Evaluacin Del Relato Del Nio Exige Que El Entrevistador
Posea:
1.- Habilidades empticas para el trabajo con el nio que generen un clima de confianza
y aceptacin.
2.-Capacidad de evaluar el nivel evolutivo del nio/a, especialmente sus habilidades
cognitivas.
3.-Conocimientos sobre el abuso sexual infantil y su dinmica.
4.-Saber interrogar sin inducir.
5.-Conocer los mtodos de indicadores; evaluadores de la credibilidad y validez de los
testimonios.
6.- Evaluar los sntomas de la victima.
La evaluacin del relato del nio debe ser competencia de profesionales
especializados en el tema; pero todo adulto que es depositario de un relato abusivo por
parte del nio debe creerle y apoyarlo, no culpabilizarlo y garantizarle seguridad.
Le cont a mi seo y ella me ayudo a decirle a mi mama, no me animaba, tenia miedo
8. b. Por Qu El Abordaje Del ASI Resulta Tan Complejo?
Hay una serie de factores que se suelen mencionar en estos casos:
1.- Razones derivadas de la propia naturaleza del ASI, ya que se trata de un fenmeno
complejo, de un problema multidisciplinar que debe ser abordado desde diferentes
perspectivas y por diferentes profesionales.
2.- Motivos que estn ligados al descubrimiento del ASI, la revelacin no solo causa
una crisis en la familia sino tambin en los profesionales involucrados.
3.- Causas asociadas a las potenciales consecuencias dainas de un abordaje no
apropiado sobre el nio y la familia.
Torres Gmez
lxxxiii
agrega algunos elementos clave para comprender las
dificultades que se presentan cotidianamente.
En el mbito Legal, el ASI es definido a partir de declaraciones normativas
explicitas o implcitas dentro del contexto de sistemas culturales, sociales y legales.
Estos describen las normas y limites de las conductas de los adultos hacia los nios. En
cambio, las definiciones de salud mental del ASI hacen referencia a los aspectos
psicolgicos y a los factores evolutivos en el desarrollo psicosexual del nio y a los
efectos que tales conductas le produciran.
Una diferencia bsica entre ambas definiciones es que lo normativo forma parte
del dominio social, cultural y poltico, mientras que la de salud mental pertenecen al
mbito cientfico. Las primeras pueden ser definidas incondicionalmente de acuerdo con
opiniones y creencias, siendo modificables a travs de los cambios culturales y polticos
que son representados en la ley. En cambio, las definiciones desde la perspectiva de la
salud fsica y mental requieren pruebas a travs de la evaluacin fsica y de salud
mental, medible y apoyada en datos.
Estas diferencias explican en parte los desajustes entre los sectores involucrados
en los casos de Abuso Sexual Infantil, entre el diagnostico del impacto sobre la salud
mental del nio, llevado a cabo por los profesionales de la salud, encargados de
investigar el caso a fin de determinar su validacin o no, y las acciones que los
representantes de la justicia deben decidir llevar a cabo frente al diagnostico, en las que
se filtran muchas veces los aspectos normativos derivados de las concepciones
culturales, sociales y poltica. Este parece ser un buen punto de partida para analizar
estas cuestiones, aunque no se debe dejarse llevar por la simplicidad del planteo; el
abordaje del ASI y la toma de decisiones son realmente muy complejos, y los
profesionales de la salud no estn exentos de conceptos y valores derivados del contexto
y del momento histrico.
Segn Furniss, desde una perspectiva de salud mental observamos diferentes
niveles de impacto en los nios frente al ASI: pueden presentar mayor o menor
presencia de alteraciones psicolgicas, confusin, estrs postraumtico, etc. Sin
embargo dice este autor, a pesar del menor impacto observado en el nio y la presencia
de secuelas leves, en el caso de que fueran diagnosticadas como tales, el ASI en
temimos normativos es abuso y no debera ocurrir, requirindose que se intervenga para
evitarlo. As necesitamos ser cautelosos, no confundiendo estos dos elementos
diferentes, y juzgar la severidad de la violacin de las normas legales a travs del dao
fsico o psicolgico causado.
lxxxiv

La confusin entre las diferentes facetas del problema lleva a intervenciones
inadecuadas, contrarias al beneficio del nio.
En el contexto Legal, el nio puede ser separado de sus padres debido a que se
ha violado una ley y el nio tiene el derecho legal a ser protegido de un abuso posterior.
Sin embargo, esta proteccin legal puede ser inadecuada, causando un impacto negativo
en el nio cuando el abuso no ha producido dao psicolgico y evolutivo significativo,
que si precipitara la separacin y la ruptura familiar. Los terapeutas, apoyndose en
este ltimo argumento, tratan muchas veces de resolver el problema bajo formas
tradicionales de terapia familiar e individual, convirtiendo al tratamiento en
antiterapeutico ya que deja al nio desprotegido.
Por otra parte, una intervencin apresurada y descoordinado puede llevar a una
investigacin que no aporte pruebas concluyentes sobre la ocurrencia del ASI.
Fracasada la intervencin y/o establecida la absolucin del abusador en juicio, ello va a
ser interpretado por este como un permiso explicito o implcito para continuar con el
abuso con mayor ocultamiento y presin sobre el nio
lxxxv
.
La crisis producida por el develamiento del ASI implica no solo a la familia,
sino tambin a los profesionales. La familia puede acudir o ser derivada como
consecuencia del abuso o, por el contrario, concurrir por otros motivos a una consulta y
ser los profesionales los que ayuden al develamiento. Para que los profesionales puedan
utilizar el potencial teraputico que tiene la crisis de la familia tras la revelacin del
abuso, es necesario tener claras las diferencias entre crisis familiar y crisis profesional.
Los profesionales deben abordar su propia crisis en primer trmino para poder saber
como actuar con la familia adecuadamente, en lugar de que la ansiedad y la confusin
que provoca el abuso los lleve a tapar o a tratar de minimizar el hecho.
Desde otro marco terico-abordaje sistmico-, Perrone y Nannini
lxxxvi
plantean
que el develamiento del abuso hace caer la concepcin sagrada de la familia, aparece el
temor a la justicia, a las condenas, a las separaciones, los reproches y la vergenza,
llevando a sus miembros a desarrollar sistemas de defensa individuales, madres que no
creer a sus hijos, padres que niegan toda responsabilidad e hijos que se acusan de todo o
se desdicen de un momento para otro. Sin embargo, los autores sealan que la terapia no
puede tener lugar en un contexto al margen de la ley.
La denuncia a la instancia judicial es un requisito preliminar aunque no
suficiente, ya que se debe estar seguro de que la victima se halla protegida en la
realidad, de que los abusos sexuales hayan cesado efectivamente y de que la victima
este ha cubierto de toda presin por parte del abusador y de la familia. En el caso de que
la intervencin implique la prescripcin teraputica por parte de la justicia o responda a
un pedido de la familia, deben aclararse una y otra vez las diferencias entre el terapeuta
y el sistema judicial a fin de asegurar la confiabilidad de las informaciones vertidas en
el espacio teraputico y de que el mismo pueda funcionar como tal.
lxxxvii

En la dcada del 80, existi la necesidad de actuar sobre las severas
consecuencias del ASI en nios y adolescentes, as como la observacin del impacto
que a todo nivel producen las develaciones, hicieron que predominara la concepcin de
que ante una denuncia de abuso sexual era necesario creer al nio; por lo tanto, el
ofensor trataba de descalificar su relato diciendo que estaba mintiendo, fantaseando o
estaba trastornado. Lentamente, razones de diferente ndole llevaron a los profesionales
a centrar su atencin en las posibilidades de falsas denuncias, dada su preocupacin por
los daos que podran causarse al nio y a la familia al tomarse decisiones conforme a
las mismas.
De los distintos factores que pueden intervenir en los falsos alegatos o denuncias
maliciosas se sealan tres: el enojo o conflicto de un nio con su padre/madre; los
trastornos psiquitricos del adulto progenitor que realiza la denuncia y, por ltimo,
cuando las acusaciones se producen en el marco de un divorcio conflictivo con
problemas con la tenencia y las visitas. Este ltimo caso se mostr como el de ms
difcil resolucin, ya que en el marco de una separacin conflictiva es donde se
producen mayormente los casos de ASI a nios pequeos, generalmente por parte del
padre, o muy frecuentemente la separacin se produce por el develamiento del
abuso.
lxxxviii

Respecto a las Denuncias: se realizaron diferentes investigaciones, que han
sealado que se producen alrededor de un 7 a un 10% de denuncias falsas y, dentro de
ellas, entre el 36 y el 50% corresponden a problemas en la separacin de la pareja
lxxxix
.
Como podemos observar, los especialistas en ASI cuentan con una serie de
estrategias para la investigacin del caso. Sin embargo, es necesario insistir en que la
opinin experta y profesional debera basarse no solo en la investigacin emprica sino
en la explicitacin de los criterios que han llevado al evaluador a determinadas
conclusiones, siendo de suma importancia el relato del abuso por parte del nio.
Los especialistas, se centran en las declaraciones realizadas sobre el abuso
sexual en si mismo. Se basan en el supuesto de que las afirmaciones realizadas por un
nio sobre sucesos que realmente ha experimentado difieren de manera cuantificable de
las afirmaciones falsas o producto de la fantasa, de forma tal que un anlisis de la
declaracin puede discriminar entre declaraciones verdaderas y falsas.
El empleo del SVA (Statement Validity Anlysis o Anlisis de la Validez de los
Resultados) que incluye el CBCA (Anlisis basado en los Criterios de Contenido) es
adecuado cuando las declaraciones de los sucesos tienen una cierta longitud, lo que
plantea el problema de si se puede utilizar con los nios pequeos y hasta que edad
exactamente
xc
.
9. Consideraciones Finales.
La violencia contra el menor, se caracteriza por su invisibilidad.
Ante el horror de lo que escapa a todo control, ante la irrupcin de lo que
apenas comprendemos y no podemos reparar, los humanos parloteamos anlisis y
dicterios como los nios silban en la oscuridad para espantar su miedo
xci
.
Fernando Savater escribi las lneas que anteceden, para comentar los efectos
que haba provocado entre nosotros (los que no habamos sido directamente afectados)
la destruccin de las Torres Gemelas de Nueva York
xcii
. Cuando las le, pens cun
aplicables eran ante la irrupcin de otras catstrofes (menos visibles y, en apariencia, de
mucha menor escala), que tambin escapan a todo control, nos resultan difciles de
comprender y creemos que no se pueden reparar: los abusos sexuales infantiles.
En un trabajo que consult con motivo de mi trabajo final
xciii
, le acerca de
algunos anlisis y dicterios que ciertos humanos suelen parlotear para espantar su miedo
ante los abusos sexuales en la infancia: entre otros, que se trata de hechos excepcionales
y aislados; que son perpetrados por personajes muy distintos del comn de la gente y
fcilmente identificables; que, por lo general, no dejan secuelas en las victima; con
frecuencia, las madres son cmplices o responsables.
Estos preconceptos funcionan no slo como defensas ante una realidad difcil de
aceptar. Se transforman en anteojeras que impiden apreciar las peculiaridades y la
complejidad implcitas en la dinmica intra y extrafamiliar de los abusos contra los
nios y las nias.
En este tiempo transcurrido entre el inicio del trabajo mencionado y el da de
hoy han surgido nuevos anlisis y dicterios (para seguir espantando el miedo, en el
mejor de los casos, o para defender intereses y posturas ideolgicas, en el peor) de los
que ha llegado el momento de ocuparnos. Desde mi humilde aporte por medio de esta
tesis como estudiante de Derecho y aspirante al ttulo de grado de Abogado he tratado
de ocuparme, indagando al respecto en pos de la demostracin de los objetivos
superadores expuestos en el diseo. Esta vez los anlisis y dicterios encierran un grave
peligro para los nios y nias. La realidad los coloca en una situacin de importante
desproteccin y como sociedad, nos exponen a la posibilidad de retroceder en los logros
conseguidos en los ltimos aos en nuestro pas en materia de derechos de los nios.
Adems de las formas de maltrato infantil ya mencionadas, podemos incluir
aquellas que daan al hijo en los casos de separacin o divorcio; cuando los padres
pelean por la persona del nio, sin atender a sus necesidades y sentimientos, cuando lo
retienen, obstaculizan la adecuada comunicacin con el hijo o lo trasladan ilegalmente
dejando al nio hurfano de padre o madre.
En este captulo partimos de la idea de que la agresin es ocasionada por
distintas causas que se interrelacionan. Esta hiptesis intenta un enfoque articulado de
los aspectos individuales, familiares y sociales del problema, excluyendo la posibilidad
de la accin de una nica instancia o de una sumatoria o agregado de niveles.
De tal modo, hemos definido nuestro encuadre desde una perspectiva
interdisciplinaria que plantea la necesidad de contemplar la interaccin de las diferentes
instancias comprometidas en el fenmeno violento, y ste tiene su expresin en los
diferentes niveles de la vida social: poltica, econmica, familiar y cotidiana.
Hemos descrito a lo largo de este captulo, las diversas formas de abordar dicha
problemtica y que en algunas de ellas, han empezado a gestarse respuestas, redes,
equipos, ideas para el trabajo, cada una con sus particularidades, con sus tiempos. y
ello nos reafirma que: El ser humano sabe hacer de los obstculos nuevos caminos,
porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer como magistralmente
dice Ernesto Sbato
xciv
.
En el siguiente captulo veremos la prevencin del maltrato infantil, la
responsabilidad del estado, la cooperacin de la comunidad, intervencin de la justicia,
la denuncia, quienes pueden formularlas y a quienes se le esta prohibido realizarla,
tambin veremos el secreto profesional, sus lmites y consecuencias.














Captulo III






Prevencin Del Maltrato Infantil.





SUMARIO: 1. Introduccin. 2. La prevencin del maltrato infantil. 2. a. El
derecho de correccin de los padres y sus lmites. 2. b Situacin del
pediatra en la prevencin del maltrato infantil. 2. c. La prevencin del
maltrato infantil se establece en tres niveles. 2. d. El modelo democrtico
en el funcionamiento de la familia. 3. La responsabilidad del Estado y la
cooperacin de la comunidad. 4. Intervencin de la justicia.
4. a. La denuncia o presentacin. 4. b. Hecha por los profesionales de la
salud, los menores, los servicios pblicos o privados. 4. c. Personas
habilitadas para hacer la denuncia de maltrato fsico y abuso sexual. 4. d.
Quienes estn obligados a hacer la denuncia. 4. e. El secreto profesional. 4.
f. Prohibiciones. 4. g. Prohibicin de denunciar. 4. h. Efectos de la
denuncia. 5. Consideraciones Finales.








.



1. Introduccin.
En el presente captulo trataremos la prevencin del maltrato infantil,
herramienta til, sta para disminuir los casos de maltrato infantil. Asimismo se
analizar la situacin del pediatra en la prevencin del maltrato infantil, que como bien
sabemos, estos profesionales de la salud son los que estn en mayor contacto con los
nios, son los llamados a realizar la prevencin del maltrato infantil, adems de
establecer diagnsticos y junto con un equipo multidisciplinario colaboran en su
tratamiento.
El tema que nos ocupa, Prevencin Del Maltrato Infantil, es importante ya que
por medio de ella podemos evitar situaciones de malos tratos o bien permitir su
interrupcin.
En la elaboracin del presente captulo, hemos recurrido a obras de diferentes
autores que dan distintas pautas de tratar dicha temtica, entre ellos podemos
mencionar, al trabajo realizado por Lamberti Silvio; Grosman- Mesterman y Sara
Noem Cadoche
xcv
.
Tambin abordamos el tema de la responsabilidad que le cabe al Estado. A
modo de ejemplo en la presente introduccin mencionaremos la aplicacin de polticas
econmicas que deja a muchas familias sin posibilidad de alimentar y educar a sus
hijos. La primera violencia y la ms poderosa, proviene del propio Estado, cuando
abandona a los nios, les niega el derecho a la vida o al desarrollo.
Seguidamente, terminaremos nuestro trabajo con la llamada intervencin de la
justicia, que comienza con la denuncia, tema este complejo y relevante en la tesina a
desarrollar, ya que veremos su forma de manifestacin y efectos de la misma, quienes
estn obligados a efectuar dicha denuncia por maltrato fsico y abuso sexual, como as
tambin quienes tienen prohibicin de realizarla y como es entendido por la normativa
vigente el secreto profesional.
2- La Prevencin Del Maltrato Infantil.
La comunicacin es prevencin porque posibilita encontrar un espacio, ser
protagonistas, aprender a respetar al otro, a formar espritu crtico, aceptar el error como
incentivo para la bsqueda de otras alternativas y ayuda a superar las dificultades
porque la carga se reparte.
Una idea central a partir de la cual debe afrontarse el fenmeno del maltrato
infantil es la prevencin que, en un sentido amplio, es conceptualizada como el
conjunto de acciones que evitan la aparicin del fenmeno o permiten su
interrupcin
xcvi
.
Comienza con la vida del nio en una familia democrtica, forma esencial que
obstruye el paso de la coaccin, porque las relaciones de sometimiento y subordinacin
constituyen una fuente substancial de situaciones abusivas.
La igualdad entre el hombre y la mujer en la pareja conyugal, la participacin y
cooperacin de ambos en las funciones familiares, la tolerancia y el respeto hacia el
otro, la solucin de los conflictos mediante el dialogo y la negociacin, son las
condiciones que alejan los comportamientos violentos. Este modelo ajeno a la
imposicin se disea en los tratados de Derechos Humanos, en particular en la
Convencin sobre la Eliminacin de todas las formas de Discriminacin contra la Mujer
y en la Convencin sobre los Derechos Del Nio
xcvii
.
Si en la relacin entre padres e hijos los nios y adolescentes son respetados
como personas, aceptados como seres diferentes con sus propias caractersticas, deseos
e inclinaciones, si son escuchados y su voz es tenida en cuenta, tal como impone en el
articulo 12 la Convencin sobre los Derechos Del Nio, sin dejar por ello de ejercer los
padres la funcin normativa, no se crear un campo propicio para la coercin.
En suma, considerar al nio como un ser humano que interacta con el adulto y
coopera en su formacin, estimula su responsabilidad familiar y social. Si se permite el
crecimiento del nio o adolescente, es decir no quitarle el aire necesario para que pueda
realizar su aprendizaje de autonoma; ensearle a caminar sobre sus propios pies,
seguramente la violencia no se inhalara en la familia.
Este funcionamiento democrtico en la familia, que constituye la descripcin
sumaria de preceptos de rango constitucional, aleja la creencia de que los nios por ser
dependientes y vulnerables tienen derechos inferiores a las otras personas.
La Provincia de Santa Fe cuenta con la Ley Provincial N 10.947
xcviii
sobre
Educacin Sexual. Su implementacin efectiva en el mbito de la provincia favorecera
la prevencin y deteccin del abuso infantil.
La educacin sexual en los nios y nias genera mecanismos de defensa, ya que
los nios aprenden el sentido de sus propias capacidades, adquieren sentido de
pertenencia de su cuerpo y ellos decidirn y estarn seguros cuando quieren decir No.
Dado el gran campo de accin que abarca esta problemtica ser muy
importante el diseo de una poltica social sobre salud sexual que contemple la atencin
gratuita por parte de especialistas con experiencia en el tema que pueda atender las
nuevas demandas. Como as tambin el poder contemplar con nfasis todo lo inherente
a una accin constante y permanente en cuanto a lo relacionado con la difusin y
deteccin temprana de todo tipo de situacin abusiva en nuestros nios y nias.
La Municipalidad de rosario, ha sancionado el 30 de noviembre del ao 2000, la
ordenanza N 7.125
xcix
mediante el cual se crea el "Programa Integral para la Prevencin
y Deteccin Temprana del Abuso Sexual y Maltrato Infantil", la implementacin de
dicho programa, quedar a cargo de los organismos correspondiente al Departamento
Ejecutivo de la Municipalidad de Rosario.
Dicho programa est dirigido a los agentes de salud, mdicos, psiclogos y
dems profesionales que presten servicios en los distintos Centro de Salud y Programas
Crecer del municipio, al personal docente y no docente de los distintos establecimientos
educativos de la ciudad, previa firma de convenios entre el Ministerio de Educacin de
la Provincia de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario, a todo vecino/ a, lder barrial,
etc., que se sienta especialmente interesado en esta problemtica.
El objetivo bsico de este programa ser propender a una difusin eficaz de esta
problemtica a travs de:
a- Campaa masiva en distintos medios de comunicacin.
b- Charlas de actualizacin temtica para todos los profesionales que presten servicios
en los distintos Centro de Salud y Programas Crecer del municipio como as tambin al
personal docente y no docente de los distintos establecimientos educativos de la ciudad.
c- Talleres de reflexin destinado al personal docente y no docente de los distintos
establecimientos educativos de la ciudad.
d- Cursos de Capacitacin para Operadores Comunitarios en la prevencin y deteccin
temprana del abuso sexual infantil, dirigidos a todas las personas mencionadas
anteriormente.
2. a. El Derecho De Correccin De Los Padres Y Sus Lmites.
Un aspecto trascendente que forma parte de la prevencin del maltrato infantil se
refiere al derecho de correccin de los padres u otros responsables en la educacin de
los nios.
La ley otorga a los progenitores la responsabilidad primordial en la crianza y
formacin de sus hijos
c
. Otorgndoles la patria potestad, que es el conjunto de deberes y
derechos que corresponden a los padres, para su proteccin y formacin integral. Ya no
se trata del ejercicio de un poder, sino del cumplimiento de una funcin en cabeza de
ambos progenitores destinada al cuidado y educacin del nio o adolescente.
En esta tarea, los padres son libres de elegir los caminos que les dicten sus
convicciones, valores y pautas culturales. El Estado no puede interferir en la voluntad
materna o paterna y toda intromisin en esta materia ha sido considerada por la doctrina
jurdica como un dirigismo inaceptable. Asimismo, si el Estado no puede interferir en
las decisiones sobre las formas concretas que cada familia elija para cumplir su funcin
de cuidado del hijo o sea, cmo han de educarlo, vestirlo, alimentarlo o cuidar su salud,
necesariamente deber actuar si las acciones de los padres vulneran alguno de los
derechos del nio o adolescentes. La Convencin sobre los Derechos del Nio declara
que los padres o guardadores deben, en sus acciones, atender al inters superior del
nio. Esto quiere decir que pueden hacer todo lo que beneficie al nio o adolescente,
pero nada que atente contra su vida, integridad, salud, educacin, seguridad o dignidad.
Nuestra ley, al igual que en la mayor parte de las legislaciones, otorga a los
padres la facultad de corregir a sus hijos. El Cdigo Civil, en su art. 278, nos dice que
Los padres tienen la facultad de corregir o hacer corregir la conducta de sus hijos
menores. El poder de correccin debe ejercerse moderadamente, debiendo quedar
excluidos los malos tratos, castigos o actos que lesionen o menoscaben fsica o
psquicamente a los menores. Los jueces debern resguardar a los menores de las
correcciones excesivas de los padres, disponiendo su cesacin y las sanciones
pertinentes si correspondieren
ci
.
Sin embargo, pese al texto legal, an opera la idea de que muchas veces es
indispensable y conviene al nio ejercer cierta coercin sobre su persona con finalidades
educativas. La ley nos habla de la posibilidad de una correccin moderada, que es
interpretada como el permiso para un castigo corporal mesurado, es decir, sin exceso,
cuando, en verdad, corregir no es golpear ni encaminar al nio mediante la coaccin
fsica.
2. b. Situacin Del Pediatra En La Prevencin Del Maltrato Infantil.
Los pediatras al ser los profesionales de salud que estn en mayor contacto con
los nios, son los llamados a realizar la prevencin del maltrato infantil, adems de
establecer diagnsticos y junto con un equipo multidisciplinario colaboran en su
tratamiento.
Los pediatras se encuentran en una posicin favorable para detectar nios en una
situacin de riesgo (sobre todo en menores de 5 aos, la poblacin mas vulnerable), a
partir de esta edad los maestros comienzan a tener un papel principal en la prevencin y
diagnstico.
2. c. La Prevencin Del Maltrato Infantil Se Establece En Tres
Niveles:
1.- Prevencin Primaria.
Dirigida a la poblacin general con el objetivo de evitar la presencia de factores de
riesgo y potenciar factores protectores del maltrato infantil.
Se incluyen:
1.- Sensibilizacin y formacin de profesionales de atencin al menor.
2.-Intervenir en la psicoprofilaxis obstetricia (preparacin al parto).
3.- Intervenir en las escuelas para padres, promoviendo valores de estima hacia la
infancia, la mujer y la paternidad.
4.- Prevenir el embarazo no deseado, principalmente en mujeres jvenes, mediante la
educacin sexual en centros escolares y asistenciales.
5.- Bsqueda sistemtica de factores de riesgo en las consultas de nio sano. As como
evaluar la calidad del vnculo afectivo padres-hijos, los cuidados del nio, actitud de los
padres en la aplicacin del binomio autoridad-afecto.
6.- Intervenir en las consultas y exponer los derechos de los nios y la inconveniencia
de los castigos fsicos. Ofrecer la alternativa de la aplicacin del castigo conductal.
7.- Identificar los valores y fortalezas de los padres, reforzando su autoestima.


2.- Prevencin Secundaria.
Dirigida a la poblacin de riesgo con el objetivo de realizar un diagnstico temprano y
un tratamiento inmediato. Atenuar los factores de riesgo presentes y potenciar los
factores protectores.
Se incluyen:
1. Reconocer situaciones de maltrato infantil, estableciendo estrategias de tratamiento.
2. Reconocer situaciones de violencia domestica o de abuso a la mujer y buscar
soluciones.
3. Reconocer las conductas paternas de maltrato fsico o emocional, considerando la
remisin de la familia a una ayuda especializada en el manejo de la ira y la frustracin.
4. Remitir a centros de salud mental a padres con adiccin a alcohol y drogas.
3.- Prevencin Terciaria.
Consiste en la rehabilitacin del maltrato infantil, tanto para los menores
victimas como para los maltratadotes. Para ello se debe disponer de un equipo
interdisciplinario (pediatras, psiquiatras, psiclogos, trabajadores sociales, orientadores
familiares, terapeutas, abogados, jueces de menores, cuerpos policiales, etc.).
Por otra parte es importante mencionar al Legislador Dr. Simn Hernndez
cii
,
diputado nacional, que presento un proyecto que establece la inclusin de un programa
de Prevencin Sobre Maltrato Infantil en la enseanza de escuelas primarias y
secundarias, proyecto que fue aprobado por la Cmara de Diputados de la Nacin.
Uno de los objetivos principales del programa es la capacitacin de los docentes
sobre el maltrato infantil y los derechos del nio.
El argumento del proyecto esta basado en que las cifras de maltrato crecen de
forma alarmante, y esto teniendo en cuenta que son pocos los que denuncian en forma
particular por miedo, temor y vergenza. Por su parte los menores deben saber y
conocer que los adultos que quieran abusar de ellos de cualquier forma no tienen
derecho a hacerlo y por lo tanto deben ser castigados por ello.
Por su parte la ley otorga a los padres la responsabilidad primordial de la crianza
y formacin de los hijos, pero no se trata del ejercicio de un Poder, sino del
cumplimiento de una funcin en cabeza de ambos progenitores destinada al cuidado y
educacin del nio. El amparo de los nios no puede justificar acciones abusivas, frente
a los cuales el Estado debe intervenir como garante de los derechos del mismo.
Tambin hemos considerado que la violencia ejercida a un menor genera doble
responsabilidad, una para el autor del maltrato y la otra es para el estado, que debe
adoptar todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas
para la proteccin del nio.
Es adecuado ver a un hijo como una persona y no como objeto, tratndoles de
imponer deberes y obligaciones continuamente, los padres deben tener en cuenta su
particular personalidad, inclinaciones y preferencias que hacen de su persona una
identidad propia, el respeto por las diferencias aleja las imposiciones nacidas de los
propios deseos y expectativas de los progenitores, lo cual a veces hace que estos sean
poco tolerantes porque arrastran ellos mismos de su infancia vergenzas, fracasos,
desalientos y exclusiones.
Finalmente, sabemos que es cierto e indudable que el maltrato del nio
permanece generalmente en la penumbra por la creencia muy arraigada en nuestra
sociedad, que nadie debe inmiscuirse en el espacio intimo de la familia, de esta manera
muchas veces transcurren episodios aberrantes por largos aos que solo son
interrumpidos cuando la propia victima o un tercero logran sacarlo a la luz. As el
respeto por la privacidad que es legtimo se convierte en injusto, cuando implica
pasividad y ocultamiento de situaciones de violencia.
En consecuencia, a la violencia familiar hay que batallarla para lograr un mejor
bienestar y calidad de vida de los menores, y el mejor mbito para desarrollar este
programa es la escuela, dado que all acuden la mayora de los nios de nuestra
sociedad.
2. d. El Modelo Democrtico En El Funcionamiento De La Familia.
La prevencin bsica de la violencia en el mbito ntimo es asegurar un modelo
de familia con un funcionamiento democrtico basado esencialmente en la igualdad de
sus miembros, la participacin, el derecho a la autonoma y al desarrollo personal
unidos a la idea de cooperacin y solidaridad familiar, as como en el respeto por la
diversidad y la bsqueda de consenso en la composicin de los conflictos.
El modelo democrtico de la familia significa, con relacin al maltrato infantil,
considerar las necesidades de los nios que son propias de toda persona, y, a la vez, sus
necesidades especficas de crecimiento y formacin. El lema del ao internacional de la
familia ha sido, precisamente, erigir la democracia ms pequea en el corazn de la
sociedad, pues slo un nio tratado con respeto y dignidad dentro de una estructura y
experiencias democrticas en la familia puede llegar a ser un adulto participativo en una
sociedad democrtica
ciii
.
3. La Responsabilidad Del Estado y La Cooperacin De La
Comunidad.
Los padres cumplen una funcin social trascendente, porque son los encargados
de convertir a la criatura desvalida que nace en un ser humano, es decir constituyen la
polea esencial que permite la supervivencia de la sociedad.
Asimismo los padres, son muchas veces victimas de su propia historia y
necesitan el apoyo de la sociedad. Es as, porque generalmente se ve la responsabilidad
individual, y queda en la sombra la responsabilidad que cabe al Estado en la funcin de
crianza y educacin del nio. Se deposita el peso de estos hechos en los padres y se
ponen velos a la violencia estructural.
Existe Responsabilidad del Estado cuando se aplican polticas econmicas que
deja a muchas familias sin posibilidad de alimentar y educar a sus hijos. La primera
violencia y la ms poderosa proviene del propio Estado, cuando abandona a los nios,
les niega el derecho a la vida o al desarrollo.
No se puede ignorar que la violencia aparece, muchas veces como una reaccin
que se descarga en el mbito domestico, frente a la insuficiencia de recursos,
desocupacin, transplantes culturales o aislamiento, circunstancias stas origen de
tensiones que bajan el nivel de tolerancia hacia el nio. Tambin se encuentran otras
formas de maltrato infantil, consecuencia de la violencia social, cuando los padres no
pueden contener a sus hijos en el hogar, los nios viven en la calle o son objeto de
explotacin econmica y sexual. De igual modo irrumpe la violencia si la persona sufre
situaciones especialmente difciles, como el caso de la madre sola a cargo del hogar que
carece de apoyo familiar y social. En este orden, a los efectos de atacar las races
sociales del maltrato infantil es indispensable de una mayor participacin de la
ciudadana para organizar formas comunitarias que coadyuven a asegurar esta
responsabilidad.
Existe Responsabilidad Estatal cuando no se presta a los padres la asistencia
apropiada para que puedan hacerse cargo del cuidado del hijo (arts. 18 y 27 de la
Convencin sobre los Derechos del Nio). Este compromiso del Estado se articula con
el deber de proteccin de la familia enunciado en el artculo 14 bis. De la Constitucin
Nacional y otros tratados de derechos humanos. Ya el octavo Congreso de las Naciones
Unidad sobre Prevencin del Delito y Tratamiento del Delincuente en el ao 1990
seal la recomendacin de elaborar programas para dar a las familias oportunidades de
aprender sus funciones y obligaciones con relacin al cuidado y desarrollo de sus hijos,
propiciar la informacin y mejorar la capacidad educativa de los padres. Al respecto,
cuantos son los casos de extrema violencia como resultado de las exigencias
desmedidas de una madre o un padre por no conocer las posibilidades de los nios en
las distintas etapas de su desarrollo.
Hay Responsabilidad del Estado cuando no desarrolla programas destinados a
crear una instancia crtica de las prcticas cotidianas relativas a la crianza y educacin
de los nios, y al mismo tiempo a ofrecer nuevos modelos educativos para que los
padres puedan explotarlos. Los padres muchas veces enfrentan una falsa opcin porque
no vislumbran otras alternativas: Usar la fuerza o dejar al hijo hacer lo que quiere, que
representa un abandono, o sea, otra forma de maltrato. El golpe es a menudo, fruto de la
impotencia del progenitor que no sabe como actuar. Hay que recordar que la familia se
mantiene como la primera responsable de la crianza de los nios y en ella se deposita el
origen de todas las conductas positivas y negativas del nio o adolescente, circunstancia
que incrementa las tensiones por los posibles fracasos.
La Responsabilidad del Estado incluye el deber de adoptar medidas para atenuar
los niveles de tensin y ansiedad originados en el conflicto entre el desempeo laboral y
la funcin materna o paterna, como la creacin de guarderas para el cuidado temporario
de los nios, comedores escolares, lugares de recreacin infantil y establecimientos que
acojan a madres solas con dificultades sociales o afectivas.
civ

En sta revisin ideolgica, es indispensable ofrecer espacios de reflexin sobre
la articulacin entre la responsabilidad formativa de los padres, la orientacin y puesta
de limites y los derechos de los nios; constituyendo la comunidad un eje primordial
para cooperar en esta labor.
cv

4. Intervencin De La Justicia.
La intervencin de la justicia comienza sealndose el caso. Actualmente se
utiliza la expresin sealamiento y/o presentacin en lugar de denuncia.
Los datos registrados revelan que el nio difcilmente denuncia el hecho, ya que
resulta difcil para el nio hablar del asunto. El otro progenitor, muchas veces, por una
suerte de complicidad implcita, tambin oculta el maltrato. Con bastante frecuencia la
madre silencia el abuso sexual de su hija o hijo cometido por su pareja, por su relacin
de dependencia emocional o econmica. Se trata de un momento difcil para todo el
grupo familiar porque la intervencin judicial romper el secreto, el pacto interno que
funciona en esa familia, impuesto por quien ejerce el poder.
Slo a partir de la revelacin es posible hacer efectiva la preservacin de los
derechos del nio o adolescente y el acceso a la justicia. Para romper el muro de
silencio que oculta el maltrato, el nio requiere un apoyo, un acompaamiento que
puede venir de los parientes, la escuela, las organizaciones no gubernamentales u
organismos de la comunidad.
Hemos visto que este auxilio lo necesita no solo el nio o la nia victima sino
tambin el otro progenitor, generalmente la madre, en los casos de abuso sexual, para
que le permita cortar su dependencia y afirmar su responsabilidad materna.
4. a. La Denuncia o Presentacin.
La denuncia es vista como un acto de colaboracin de los particulares con la
administracin de justicia tendiente a la realizacin efectiva del derecho penal.
4. b. Hecha Por Los Profesionales De La Salud, Los Menores, Los
Servicios Pblicos o Privados.
La Ley Provincial de Santa Fe 11.529
cvi
, al igual que todas las leyes de
proteccin contra la violencia familiar sancionadas en nuestro pas, impone la
obligacin de denuncia por parte de los servicios asistenciales, sociales, educativos,
pblicos o privados, los profesionales de la salud y los funcionarios que en razn de sus
funciones accedan al conocimiento del maltrato de nios o adolescentes
cvii
. Estas
normas, que han tenido la intencin de dar una mayor proteccin a la infancia y afirmar
la responsabilidad ciudadana, tienen limitada efectividad, tanto en Argentina como en
otros pases, pese a que en muchos de ellos se establecen sanciones, incluso de carcter
penal, si se incumple el mandato legal. Hay muchas razones que crean esta resistencia,
as es el caso del psiclogo que atiende a la familia difcilmente quiera informar los
hechos. Confa en poder controlar el conflicto y no desea ser considerado un traidor
para la familia que trata. Otros piensan que la intervencin de la justicia puede terminar
por ser negativa si decide separar al nio de su entorno con la idea de protegerlo.
Igualmente, se teme futuras acciones judiciales del ofensor. Seria altamente valioso
realizar una investigacin sobre las diversas causas que motivan esta actitud de los
mediadores de la comunidad, informacin que permitira disear ciertas pautas que
dieran mayor eficacia a la accin institucional.
Indiscutiblemente, la posibilidad de hacer conocer los hechos a la justicia civil
ha reducido esta renuncia social y esto seria aun ms frecuente si adems, se habilitaran
servicios sociales o administrativos que pudieran recibir dicha informacin. Respecto al
tema es preciso mencionar, el sistema que se aplica en Holanda, en donde se han creado
los Consultorios de Mdicos de Confianza en Materia de Maltrato de Menores, a los
cuales puede acudir toda persona para revelar un hecho o sospecha de maltrato infantil,
sin necesidad de mencionar el nombre del informante. El consultorio, que funciona
ininterrumpidamente las veinticuatro horas, posee los medios para investigar y verificar
el hecho denunciado. Comprobada la situacin de abuso, se moviliza una ayuda con el
consentimiento de la familia. Si la intervencin es rechazada y el caso es grave,
interviene el Consejo de Proteccin que es un rgano del Ministerio de Justicia.
Cuando esta instancia tambin fracasa, recin se acude al juez de Menores para que
dicte las medidas de amparo
cviii
.
Nuestras leyes de proteccin contra la violencia familiar no imponen, en general,
sanciones para quienes incumplen la obligacin de informar. Hay que tener en cuenta
que la ley 12.569
cix
de la Provincia de Buenos Aires, en cambio, establece que el juez o
tribunal debe citar de oficio a los que no han acatado dicho deber y puede fijarles una
multa, como tambin remitir los antecedentes al fuero penal (art. 4). Entendemos que
pese a la ausencia de un especfico esquema sancionatorio, la omisin podra ser
considerada, si se trata de un funcionario pblico, como un caso de violacin de sus
deberes. Igualmente, dara lugar a una accin de responsabilidad civil por daos y
perjuicios, si como consecuencia de la inobservancia del mandato el nio ha sufrido un
dao. Esto se ve frecuentemente en los Estados Unidos, en donde se promueven
demandas de esta naturaleza, por mala prctica medica, contra los profesionales de la
salud.
Entendemos, que al mismo tiempo, para proteger los derechos de las personas
denunciantes es preciso establecer clusulas de inmunidad con el objeto de evitar su
responsabilidad civil o penal. Asimismo no ignoramos el peligro de imponer la
denuncia, pues puede provocar un efecto no desdado, o sea, que los padres maltratantes
no quieran requerir el auxilio ante el temor de que los profesionales intervinientes hagan
saber los hechos a la polica o a la justicia. Hay que recordar que el Reglamento de la
ley 24.417 (art. 4)
cx
, establece la obligacin de informar dentro de las setenta y dos
horas de conocido el hecho violento. Sin embargo puede extenderse dicho plazo si el
caso se encuentra bajo la atencin de los organismos administrativos o cuando, por
motivos fundados, a criterio del denunciante, resulte conveniente su ampliacin.
Naturalmente que la decisin del profesional implica asumir una responsabilidad en
cuanto a la ausencia de un peligro para el nio, pues un diagnostico errado puede tener
sus consecuencias civiles si sufre nuevos daos. Algunos autores critican la norma pues
juzgan que no se puede dejar librado a la voluntad del profesional la determinacin
sobre el momento en que informara al juez.


4. c. Personas Habilitadas Para Hacer La Denuncia De Maltrato Fsico
y Abuso Sexual.
Toda persona victima de maltrato fsico o abuso sexual, siempre que configure
un delito, puede denunciar el hecho al juez, al agente fiscal o a la polica. Asimismo,
puede denunciarlo toda persona que tuviere noticias de que el hecho se ha cometido,
siempre que se tratare de un delito perseguible de oficio (art. 174, Cd. Procesal
Penal)
cxi
. La denuncia es vista como un acto de colaboracin de los particulares con la
administracin de justicia tendiente a la realizacin efectiva del derecho penal
cxii
.
Versa al respecto el (art. 175, Cd. Procesal Penal)
cxiii
, que sta denuncia puede
hacerse sin ningn rigor formal, personalmente o por un mandatario, por escrito o
verbalmente. Como vemos, todo ciudadano, de acuerdo con el texto legal, tiene varias
vas para hacer conocer dicha informacin. Puede transmitirla al juez, al fiscal o bien a
la polica. Tambin cualquier persona tiene la facultad de comunicar tales hechos al
asesor de Menores, quien debe informarlos a la justicia penal si se trata de un delito, sin
perjuicio de otras acciones que puede adoptar para proteger al menor; o sea, tiene la
competencia necesaria para entablar las acciones y recursos con el objeto de ampararlo.
En los casos en que la iniciacin del proceso requiera la iniciativa de la victima o
de sus representantes legales, es decir, en las acciones dependientes de instancia privada
( lesiones leves, violacin, rapto y abuso deshonesto), cuando la accin delictiva fue
cometida por uno de los ascendientes, tutor o guardador, se proceder de oficio y , por
consiguiente, la denuncia puede hacerla el progenitor que no ha atentado contra el hijo,
un pariente, el guardador o cualquier persona que tome conocimiento del episodio.
El propio Menor Adulto (mayor de 14 aos), tiene capacidad para denunciar el
delito
cxiv
. Incluso cuando no hubiere alcanzado dicha edad, puede hacer conocer el
hecho a la autoridad pblica. Si bien este acto no tiene el carcter de denuncia desde el
punto de vista procesal, los rganos competentes deben iniciar la investigacin al haber
tomado conocimiento del hecho
cxv
.
4. d. Quienes Estn Obligados a Hacer La Denuncia.
El ciudadano comn, de acuerdo con la legislacin vigente, no esta obligado a
denunciar los hechos de maltrato de los cuales hubiere tomado conocimiento. En
cambio, la ley enumera algunas personas a quienes se les impone el deber de hacer
conocer los episodios delictivos.
Los funcionarios pblicos, en cambio, tendrn la obligacin de denunciar los
delitos perseguibles de oficio, que los conozcan en el ejercicio de sus funciones., es
decir, aquellos delitos que no requieran el impulso de la propia victima (art. 177, inc. 1,
Cd. Procesal Penal)
cxvi
. En caso de no hacerlo, incurre en las responsabilidades
establecidas en el Cdigo Penal por el delito de encubrimiento (art. 277)
cxvii
, que fija
una pena que va de 6 meses a 3 aos de prisin. Queda exento de la obligacin impuesta
el empleado o funcionario publico que hubiese obtenido la informacin fuera del
ejercicio de sus funciones. En este supuesto se lo equipara al ciudadano comn.
Se entiende por funcionario publico y empleado publico a todo aquel que
participe accidental o permanentemente del ejercicio de funciones publicas, sea por
eleccin popular o por nombramiento de autoridad competente. Por ejemplo, un
mdico, un psiclogo, un asistente social o una enfermera de un hospital son empleados
pblicos. Tambin lo son los maestros que trabajan en las escuelas pblicas. En suma,
son empleados pblicos todos los que prestan servicios, sin distincin de jerarquas, en
la Administracin Pblica, sea Nacional, Provincial o Municipal
cxviii
. La ley ha
impuesto la obligacin de denuncia a los funcionarios o empleados pblicos porque
forman parte del Estado interesado en restablecer el orden jurdico.
Mdicos y dems personas que ejerzan cualquier rama en el arte de curar.
Tienen el mismo deber de denuncia, sean mdicos, parteras, farmacuticos y dems
personas que ejerzan cualquier rama del arte de curar, en cuanto a los delitos contra la
vida y la integridad fsica que conozcan al prestar los auxilios de la profesin, salvo que
los hechos conocidos estn bajo el amparo del secreto profesional ( art. 177, inc. 2)
cxix
.
Por ejemplo, si el medico o la enfermera de un hospital atienden a un nio gravemente
golpeado, estn obligados a denunciar el hecho.
Respecto a cuando deben hacer la denuncia las personas a quienes se les impone
dicho deber, la ley nada dice, pero entendemos que debe darse la informacin tan pronto
como se tenga conocimiento del hecho y resulte posible ponerse en contacto con la
autoridad competente.
El carcter obligatorio de la denuncia en los casos de maltrato infantil se ve
reforzado por el apart. 2 del art. 19 de la Convencin sobre los Derechos del Nio (art.
75, inc. 22, Constitucin Nacional)
cxx

4. e. El Secreto Profesional.
Quedan exceptuados de la obligacin de denuncia si hubieran tomado
conocimiento del delito por revelaciones que les hubieran sido hechas bajo el secreto
profesional (art. 177, inc. 2, Cd. Procesal Penal)
cxxi
. La ley establece sanciones para
quien, teniendo noticia, por razn de su estado, oficio, empleo, profesin o arte, de un
secreto cuya divulgacin pueda causar dao, lo revelare sin justa causa (art. 156, Cd.
Penal)
cxxii
. As por ejemplo cuando el medico, psiclogo, asistente social o abogado,
funcionario publico o no
cxxiii
, hace conocer un hecho delictivo cometido por su paciente
o cliente revelado por ste durante la prestacin del servicio.
Entendemos que los valores que aqu se protegen por medio del secreto
profesional, es el derecho a la Intimidad, que es el bien jurdico protegido. Las personas
obligadas a guardar la informacin desempean funciones en la vida social que llevan,
generalmente, a quien utiliza sus servicios, a depositar en ellos toda su confianza. De
esta manera, los profesionales se constituyen, con frecuencia, en receptores de secretos
cuya divulgacin puede perjudicar a quien los ha hecho conocer. La prohibicin de
revelar el secreto confiado busca que la persona que requiere la asistencia se sienta
absolutamente libre cuando por razones de necesidad debe informar ciertos hechos.
Ahora bien, hemos visto que, de acuerdo con las normas procesales vigentes, el
medico y dems personas que profesan cualquier rama en el arte de curar tienen la
obligacin de denunciar el acontecimiento en el cual hubiesen prestado los socorros de
su profesin. Empero, al mismo tiempo, no estn obligados a hacerlo si hubieren
tomado conocimiento del delito por revelaciones que les fueron hechas bajo el secreto
profesional (art. 167, Cd. Procesal Penal)
cxxiv
. Aqu observamos una aparente
contradiccin, y dicho tema ha sido objeto de variadas interpretaciones doctrinales, a la
hora de resolver tal contradiccin. Pero hemos de ocuparnos aqu de la cuestin cuando
se trata de maltrato fsico o abuso sexual cometido contra el nio o adolescente por uno
de sus padres o sustitutos.
Entendemos al respecto, que al profesional que denuncia hechos constitutivos de
un delito contra el menor no se lo puede acusar de haber violado el secreto profesional,
porque lo ha hecho en virtud de una justa causa, es decir, en el ejercicio de un deber.
As por ejemplo, el medico, ha actuado en defensa de la persona del nio, frente a una
agresin ilegitima, con la finalidad de evitar la repeticin del hecho daoso. La ley y la
justicia, ante dos bienes jurdicamente protegidos (la integridad o vida del menor y el
secreto que debe ser guardado) tendrn que pronunciarse por la tutela de la persona. La
justa causa en esta situacin implica un verdadero estado de necesidad que legitima la
revelacin para evitar un mal mayor
cxxv
. Es decir que aqu el mdico debe hablar
cxxvi
, o
sea que la revelacin del hecho obedece a una razn valedera. Definir, pues, si existe o
no justa causa depende del bien jurdico que se prioriza teniendo en cuenta la jerarqua
de los valores plasmados en el orden jurdico. En la doctrina se ha sostenido que entre
dos derechos, el derecho a la intimidad y el derecho a la vida, debe de prevalecer este
ltimo
cxxvii
.
En la hiptesis del maltrato a un nio no se dan los elementos configurativos del
secreto ni se viola el derecho a la intimidad porque, como bien lo seala el art. 19 de la
Constitucin Nacional, las acciones privadas estn exentas de la autoridad de los
magistrados siempre que no perjudiquen a terceros. No es el supuesto que la ley ha
deseado proteger, o sea, cuando el propio autor del delito requiere los servicios mdicos.
En este caso, el derecho ha querido preservar la vida o integridad fsica de quien ha
delinquido ponindolo a cubierto de una revelacin que puede llevarlo a la crcel. Seria
el caso, por ejemplo, cuando la mujer sufre hemorragias a raz de un aborto
autoprovocado, la ley quiere proteger su derecho a la vida y a la salud, o sea, evitar que
deje de solicitar auxilio medico por temor a que el profesional denuncie el hecho a la
autoridad pblica. Como se ha dicho en un fallo: enfrentarse a la disyuntiva d recurrir
al hospital y soportar el riesgo de ser encarcelado, o bien, abandonarse a su suerte y
soportar el riesgo de morir.
La obligacin de denuncia por parte del mdico o de otros profesionales en el
arte de curar se mantiene, frente a un grave atentado cometido contra un menor, porque
el socorrido tiene exclusivamente el carcter de vctima. Criterio este sustentado en la
doctrina y la jurisprudencia. No hay duda de que el facultativo tiene el deber de
denunciar que atendi a quien fue victima del delito, es decir, informar acerca de la
materialidad del hecho con todos los datos que conozca a raz de su intervencin
profesional, Soler sostiene que no esta obligado a revelar el nombre del autor si lo ha
conocido por confesin o por los dichos de la propia victima
cxxviii
. De esta manera,
quedara eliminado el conflicto con que se enfrenta el profesional: al violar su
obligacin de denuncia o traicionar la confianza y la fe en l depositada.
En un caso, acaecido en los Estados Unidos, un hombre haba revelado a su
terapeuta la intencin de matar a una mujer, y aunque no la nombro, el profesional
comprendi que se trataba de Tatiana Tarasoff
cxxix
, novia del paciente. El psiquiatra
ordeno la interaccin del enfermo en un instituto de salud del cual salio no bien, los
mdicos forenses determinaron que no se hallaba alterada su facultad de discernimiento.
Dos meses ms tarde el hombre mato a su novia. Este caso dio origen a la doctrina
Tarasoff, la cual sostiene el deber de revelar el secreto profesional cuando
mantenerlo pueda significar un peligro hacia un tercero identificable.
4. f. Prohibiciones.
4. g. Prohibicin De Denunciar.
Art. 178 del Cd. Procesal Penal
cxxx
, versa al respecto, que nadie podr
denunciar a su cnyuge, ascendiente, descendiente o hermano, a menos que el delito
aparezca ejecutado en perjuicio del denunciante o de un pariente suyo de grado igual o
mas prximo que el que lo liga con el denunciado. Sin embargo, esta norma, cuya
finalidad ha sido afianzar y estimular los sentimientos de unidad, respeto y jerarqua
que constituyen la base de la organizacin familiar, ha sufrido una aplicacin
restringida. O sea, se ha considerado que en el caso de actos lesivos contra el nio
cometidos en el seno de la familia, la unidad o respeto ya no existen, razn por la cual
los parientes cercanos pueden efectuar la denuncia del hecho.
La prohibicin establecida no opera cuando el delito fue ejecutado contra el
propio denunciante. Por ejemplo, un hijo lesionado por su padre puede hacer la
denuncia. Tambin la denuncia puede ser realizada por la madre, pues su vnculo con la
victima es ms prximo que el que la une al propio denunciado, v. gr., el marido.
4. h. Efectos De La Denuncia.
El denunciante no es parte en el juicio penal y no contrae ninguna obligacin ni
responsabilidad que lo ligue al proceso iniciado, salvo cuando hubiese hecho una
acusacin falsa, o sea, sabiendo que la persona imputada es inocente (art. 179 del
Cdigo Procesal Penal de la Nacin)
cxxxi
. Debe quedar claro que se halla incurso en el
delito de calumnia solo el denunciante de mala fe, pero no aquel que presume
razonablemente que el hecho haya sido cometido, aun cuando no lo hubiese presenciado
o aunque despus el abuso no se pruebe.
Al recibir la denuncia, si el hecho es verosmil el juez tiene el deber de iniciar la
investigacin, valindose de las pruebas que se le ofrezcan as como de las que adopte
por su propia iniciativa. Es necesario tener presente que el denunciante no esta obligado
a proporcionar evidencias del hecho, pero puede aportar las que conociere o tuviere en
su poder.
El Cdigo Procesal Penal de la Nacin, establece las atribuciones y obligaciones
que tienen los jueces, el Ministerio Fiscal y los funcionarios de la polica o de las
fuerzas de seguridad cuando reciben una denuncia (arts. 180 a 188)
cxxxii
. Si el
magistrado, el fiscal o el funcionario policial no realizan las diligencias que les impone
la ley pueden ser acusados de violar los deberes de los funcionarios pblicos e
imponrseles las penas previstas en los arts. 248 (prisin de 1 mes a 2 aos e
inhabilitacin especial por doble tiempo) y 249 del Cdigo Penal (reprimido con multa
de $ 750 a $ 12.500 e inhabilitacin especial de un mes a un ao, cuando el funcionario
publico retardare, omitiere, rehusare algn acto de su oficio ilegalmente). EL Cdigo
Procesal Penal dispone sanciones para los funcionarios de la polica o de las fuerzas de
seguridad que violen las disposiciones legales u omitan o retarden la ejecucin de un
acto propio de sus funciones (art. 187)
cxxxiii
.
5. Consideraciones Finales.
A modo de ir dando andamiaje a la presente tesis y como hemos adelantado en la
introduccin de este captulo, queda en claro, que la prevencin del maltrato infantil se
logra por medio de la comunicacin porque posibilita encontrar un espacio, ser
protagonistas, aprender a respetar al otro, a formar espritu critico, aceptar el error como
incentivo para la bsqueda de otras alternativas y ayuda a superar las dificultades
porque la carga se reparte, dando lugar a la responsabilidad que le cabe al Estado, es
as, porque generalmente lo que se ve es la responsabilidad individual, y queda en la
sombra la responsabilidad que cabe al Estado en la funcin de crianza y educacin del
nio. Se deposita el peso de estos hechos en los padres y se ponen velos a la violencia
estructural.
Como ya se ha mencionado en el presente capitulo, existe responsabilidad
Estatal cuando no se presta a los padres la asistencia apropiada para que puedan hacerse
cargo del cuidado del hijo (arts. 18 y 27 de la Convencin sobre los Derechos del
Nio)
cxxxiv
.
Con respecto a la denuncia, solo a partir de la revelacin es posible hacer efectiva la
preservacin de los derechos del nio o adolescente y el acceso a la justicia. Para
romper el muro de silencio que oculta el maltrato, el nio requiere un apoyo, un
acompaamiento que puede venir de los parientes, la escuela, las organizaciones no
gubernamentales u organismos de la comunidad hay que asegurar un modelo de familia
con un funcionamiento democrtico basado esencialmente en la igualdad de sus
miembros, la participacin, el derecho a la autonoma y al desarrollo personal unidos a
la idea de cooperacin y solidaridad familiar, as como en el respeto por la diversidad y
la bsqueda de consenso en la composicin de los conflictos, siendo necesario
considerar las necesidades de los nios que son propias de toda persona, y, a la vez, sus
necesidades especficas de crecimiento y formacin. El lema del ao internacional de la
familia ha sido, precisamente, erigir la democracia ms pequea en el corazn de la
sociedad, pues slo un nio tratado con respeto y dignidad dentro de una estructura y
experiencias democrticas en la familia puede llegar a ser un adulto participativo en una
sociedad democrtica.
En el siguiente capitulo analizaremos la legislacin Argentina y desarrollaremos
la normativa vigente y tratados internacionales que gobiernan dicha temtica.
























Captulo IV





Anlisis De La Legislacin Argentina y Alcance Normativo
Sobre Los Derechos De Las Nias, Nios y Adolescentes.





SUMARIO: 1. Introduccin. 2. Los derechos del nio en la familia. La
convencin. La ley. 2. a. Convencin sobre los derechos del nio. 2. b. ley
26.061 de proteccin integral de los derechos de las nias, nios y
adolescentes. 3. Participacin del nio/a o adolescente en el proceso 4.
Normativa contra la violencia familiar. 4. a. Que Es La Violencia
Familiar. 4. b. Legislacin nacional. Ley 24.417. 5. Legislacin de la
provincia de Santa Fe. 5. a. Ley 11.529 y decreto reglamentario 1745/01. 5.
b. Aspectos positivos en la ley. 5. c. A modo de crtica puede manifestarse.
5. d. mbito de aplicacin. Art.1. 5. e. Decreto reglamentario provincial
1745/2001. 5. f. Parientes. Ascendientes y descendientes. 5. g. Menores. 5.
h. Parientes Colaterales. 6. Presentacin. Competencia. 6. a. Juez
interviniente y juez competente. 6. b. Ley 11.117. 6. c. Asesoramiento
letrado. 7. Trmite reservado. 7. a. Deber de denunciar. 7. b. Obligacin de
denunciar y el secreto profesional. 7. c. Procedimiento. 7. d. Medidas
autosatisfactivas. 7. e. Caractersticas de las medidas autosatisfactivas. 7. f.
Asistencia especializada. 7. g. Sanciones. 8. Consideraciones finales.







1. Introduccin.
En el presente captulo busco describir el marco normativo supra- nacional,
sustentado en la Convencin Internacional Sobre Los Derechos Del Nio, la normativa
Nacional contenida en la Ley 26.061 de Proteccin Integral De Los Derechos De Las
Nias, Nios y Adolescentes, la Ley 24.417 en el orden Nacional, contra la Violencia
Familiar y la normativa contenida en la Ley 11.529 De Violencia Familiar de la
Provincia de Santa Fe.
El tema que nos ocupa en el presente captulo, es importante ya que en dichas
normativas observaremos enfticamente el respeto por los derechos del nio y
consiguientemente el respeto de los derechos-deberes paternos, familiares o
comunitarios, en donde los Estados Partes respetarn las responsabilidades, los derechos
y los deberes de los progenitores o, en su caso, de los miembros de la familia ampliada
o de la comunidad segn establezca la costumbre local, de los tutores u otras personas
encargadas legalmente del nio de impartirle, en consonancia con la evolucin de sus
facultades, direccin y orientacin apropiadas para que el nio ejerza los derechos
reconocidos en las presentes Leyes y Convencin.
En la elaboracin del presente captulo, hemos recurrido al marco normativo
vigente nacional y supra-nacional, como as tambin a obras de diversos autores que
buscan determinar los verdaderos alcances del trmino Inters Superior Nio, en el
contexto de todos aquellos aspectos que referencian los derechos, necesidades, intereses
y fundamentos de ser considerado un sujeto de derecho en las relaciones intersubjetivas
que lo vinculan.
2. Los Derechos Del Nio En La Familia. La Convencin. La Ley.
2. a. Convencin Sobre Los Derechos Del Nio.
La Convencin sobre los Derechos del Nio, adoptada por la Asamblea General
de las Naciones Unidas el 20 de Noviembre de 1989
cxxxv
(en adelante CDN), ratificada
por nuestro pas mediante ley 23.849
cxxxvi
y con supremaca constitucional mediante la
manda del art. 75 inc. 22 de la Carta Magna, crea-adems de la jerarqua legislativa en
el orden interno-el compromiso internacional del pas de adoptar todas las medidas
legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al nio
contra toda forma de perjuicio o abuso fsico o mental, descuido o trato negligente,
malos tratos o explotacin incluido el abuso sexual, mientras el nio se encuentre bajo
la custodia de los progenitores, de un representante legal o de cualquier otra persona que
lo tenga a su cargo
cxxxvii
.
Se especifica que las medidas de proteccin deben comprender procedimientos
eficaces para el establecimiento de programas sociales de prevencin y tratamiento de
los casos de malos tratos. Por otra parte, el art. 39 obliga a los Estados a adoptar las
medidas apropiadas para promover la recuperacin fsica y psicolgica del nio, cuando
ha sido vctima de cualquier forma de abandono, explotacin o abuso.
La CDN, contiene y enuncia diez principios bsicos de derechos protectorios de
los nios, a saber: Igualdad; crecer y desarrollarse fsica y espiritualmente; a un nombre
y a una nacionalidad; crecer sanos; a cuidados y atencin especiales; al amor y a la
comprensin; educacin gratuita, a jugar y a gozar de igualdad; ser los primeros en
recibir ayuda; ser protegidos contra la crueldad, el abandono y la explotacin en el
trabajo; educados en la paz, la comprensin y la fraternidad. La Convencin establece
estos derechos en 54 artculos y dos Protocolos Facultativos. Define los derechos
humanos bsicos que disfrutan los nios y nias en todas partes como ser, el derecho a
la supervivencia; al desarrollo pleno; a la proteccin contra influencias peligrosas, los
malos tratos y la explotacin; y a la plena participacin en la vida familiar, cultural y
social.
Los cuatro principios fundamentales de la Convencin son la no discriminacin;
la dedicacin al inters superior del nio; el derecho a la vida, la supervivencia y
desarrollo; y el respeto por los puntos de vista del nio. Todos los derechos que se
definen en la Convencin son inherentes a la dignidad humana y el desarrollo
armonioso de todos los nios y nias. La Convencin protege los derechos de la niez
al estipular pautas en materia de atencin de la salud, la educacin y la prestacin de
servicios jurdicos, civiles y sociales.
La Convencin consagra el Inters Superior del Nio, de la manera siguiente.
Art. 3.1: En todas las medidas concernientes a los nios, que tomen las
instituciones pblicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
administrativas o los rganos legislativos una consideracin primordial a que se
entender ser el inters superior del nio
cxxxviii
.
Art. 2.1: Los Estados Partes en la presente Convencin respetarn los derechos
enunciados en esta Convencin y asegurarn su aplicacin a cada nio sujeto a su
jurisdiccin, sin distincin alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el
idioma, la religin, la opinin poltica o de otra ndole, el origen nacional, tnico o
social, la posicin econmica, los impedimentos fsicos, el nacimiento o cualquier otra
condicin del nio, de sus progenitores o de sus tutores.
La nocin de inters superior del nio se identifica con el moderno y actual
paradigma en materia de la infancia, la doctrina de la proteccin integral
cxxxix
.
El inters del nio debe ser el principio rector de quienes tienen la
responsabilidad de su educacin y orientacin, as la Convencin, declara que los
progenitores o guardadores deben, es sus acciones, atender el inters superior del nio.
Esto quiere decir que pueden hacer todo lo que beneficie al nio o adolescente, pero
nada que atente contra su vida, integridad, salud, educacin, seguridad o dignidad.
La Convencin establece a su vez, a que las partes en un proceso en caso de
existir controversia, tengan la oportunidad de participar en el procedimiento y de dar a
conocer su opinin.
Para aquellos nios privados temporal o permanentemente de su medio familiar,
establece el derecho a la proteccin y asistencia especiales del Estado.
As lo regulan los arts. 9 y 20, que disponen respectivamente
cxl
:
Art.9: Los Estados Partes velarn por que el nio no sea separado de sus
progenitores contra la voluntad de stos, excepto cuando, a reserva de revisin judicial,
las autoridades competentes determinen, de conformidad con la ley y los
procedimientos aplicables, que tal separacin es necesaria en el inters superior del
nio, es decir, en un caso particular, por ejemplo, en los casos que el nio sea objeto de
maltrato o descuido por parte de sus progenitores o cuando stos viven separados y debe
adoptarse una decisin acerca del lugar de residencia del nio.
En cualquier procedimiento entablado de conformidad con el prrafo 1, se
ofrecer a todas las partes interesadas la oportunidad de participar en l y de dar a
conocer sus opiniones
Art.20: 1-Los nios temporal o permanentemente privados de su medio
familiar, o cuyo superior inters exija que no permanezcan en ese medio, tendrn
derechos a la proteccin y asistencia especiales del Estado.
2- Los Estados Partes asegurarn, de conformidad con sus leyes
nacionales, otros tipos de cuidado para esos nios.
3- Entre esos cuidados figurarn, entre otras cosas, la colocacin en
hogares de guarda, la adopcin, o de ser necesario la colocacin en instituciones
adecuadas de proteccin de menores. Al considerar la soluciones, se prestar particular
atencin a la conveniencia de que haya continuidad en la educacin del nio y a su
origen tnico, religioso, cultural y lingstico.
Estas normas refuerzan la disposicin del art.5, que enfatiza el respeto por los
derechos-deberes paternos, familiares o comunitarios, segn la costumbre local.
Art.5: Los Estados Partes respetarn las responsabilidades, los derechos y los
deberes de los progenitores o, en su caso, de los miembros de la familia ampliada o de
la comunidad, segn establezca la costumbre local, de los tutores u otras personas
encargadas legalmente del nio de impartirle, en consonancia con la evolucin de sus
facultades, direccin y orientacin apropiadas para que el nio ejerza los derechos
reconocidos en la presente Convencin
cxli
.
De tal manera, la Convencin, partiendo de un derecho al medio natural,
pretende abarcar las diversas situaciones por las cuales el nio puede encontrarse
privado de aqul, imponiendo al Estado Parte la obligacin de proteger un inters
superior.
En sta inteligencia, la Constitucin Nacional reformada en el ao 1994, los
tratados y declaraciones vigentes sobre derechos humanos son superiores a las leyes y
gozan de jerarqua constitucional, formando el llamado bloque constitucional.
Art.75 CN. Corresponde al congreso:
Inc.22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las dems naciones y con las
organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y
concordatos tienen jerarqua superior a las leyes; en las condiciones de su vigencia,
tienen jerarqua constitucional, no derogan artculo alguno de la primera parte de esta
Constitucin y deben entenderse complementarios de los derechos y garantas por ella
reconocidos
cxlii

Es de destacar que la intencin de la Convencin no es slo la proteccin del
nio contra la violacin de los derechos humanos, sino tambin crearle condiciones
favorables que le permitan una participacin activa y creadora en la vida social.
La Convencin precepta, como mecanismo de control, la creacin de un
Comit de los Derechos del Nio que tiene la finalidad de examinar los progresos
realizados en el cumplimiento de las obligaciones contradas por los Estados Partes
cxliii
.
Estos se comprometen a presentar a dicho Comit, por conducto del secretario general
de las Naciones Unidas, informe sobre las medidas que hayan adoptado para dar efecto
a los derechos reconocidos en la Convencin y sobre el progreso realizado en cuanto al
goce de tales derechos
cxliv
. El Comit puede formular sugerencias y recomendaciones
generales basadas en la informacin recibida
cxlv
. El texto transcripto no significa dar
carcter programtico a los derechos declarados, sino vigilar el grado de cumplimiento
efectivo de las normas. Este cumplimiento se manifiesta tanto en la sancin de leyes
para ajustar nuestro derecho interno a su contenido, como en las disposiciones, polticas
sociales y fallos judiciales destinados a asegurar los derechos consagrados.
2. b. Ley 26.061 De Proteccin Integral De Los Derechos De Las Nias,
Nios Y Adolescentes.
As tambin en lo inminentemente operativo, en el ao 2005, entr en vigencia
la Ley 26.061 De Proteccin Integral De Los Derechos De Las Nias, Nios Y
Adolescentes
cxlvi
, cuyo objetivo es la proteccin integral de los derechos de las nias,
nios y adolescentes que se encuentren en el territorio de la Republica Argentina, para
garantizar el ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de aquellos reconocidos
en el ordenamiento jurdico nacional y en los tratados internacionales en los que la
Nacin sea parte.
Digamos que esta norma interna torna operativa los derechos integrales de nias,
nios y adolescentes contemplados en la Convencin.
Los derechos aqu reconocidos estn asegurados por su mxima exigibilidad y
sustentados en el principio del inters superior del nio, en clara consonancia con la
Convencin Internacional precitada.
Entonces, la Convencin sobre los Derechos del Nio es de aplicacin
obligatoria en las condiciones de su vigencia, en todo acto, decisin o medida
administrativa, judicial o de cualquier naturaleza que se adopte respecto de las personas
hasta los dieciocho aos de edad. Las nias, nios o adolescentes tienen derecho a ser
odos y atendidos cualquiera sea la forma en que se manifiesten, en todos los mbitos.
Los derechos y garantas de los sujetos de esta ley son de Orden Pblico,
irrenunciables, interdependientes, indivisibles e intransigibles.
La norma en anlisis dispone como Inters Superior Del Nio a los efectos de la
ley por inters superior de la nia, nio y adolescente la mxima satisfaccin, integral y
simultnea de los derechos y garantas reconocidos en esta ley
cxlvii
.
Debindose respetar:
a) Su condicin de sujeto de derecho;
b) El derecho de las nias, nios y adolescentes a ser odos y que su opinin sea tenida
en cuenta;
c) El respeto al pleno desarrollo personal de sus miembros en su medio familiar, social
y cultural;
d) Su edad, grado de madurez, capacidad de discernimiento y dems condiciones
personales;
e) El equilibrio entre los derechos y garantas de las nias, nios y adolescentes y las
exigencias del bien comn;
f) Su centro de vida. Se entiende por centro de vida el lugar donde las nias, nios y
adolescentes hubiesen transcurrido en condiciones legtimas la mayor parte de su
existencia.
Este principio rige en materia de patria potestad, pautas a la que se ajustarn el
ejercicio de la misma, filiacin, restitucin del nio, la nia o el adolescente, adopcin,
emancipacin y toda circunstancia vinculada a las anteriores cualquiera sea el mbito
donde deba desempearse.
Cuando exista conflicto entre los derechos e intereses de las nias, nios y
adolescentes frente a otros derechos e intereses igualmente legtimos, prevalecern los
primeros.
Respecto a las polticas pblicas de la niez y adolescencia, las mismas se
elaborarn de acuerdo al fortalecimiento del rol de la familia en la efectivizacin de los
derechos de las nias, nios y adolescentes; entre otros aspectos.
La normativa contempla la Responsabilidad Familiar, donde la familia es
responsable en forma prioritaria de asegurar a las nias, nios y adolescentes el disfrute
pleno y el efectivo ejercicio de sus derechos y garantas. As, el padre y la madre tienen
responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo que respecta al cuidado,
desarrollo y educacin integral de sus hijos.
En tanto, los organismos del Estado deben asegurar polticas, programas y
asistencia apropiados para que la familia pueda asumir adecuadamente esta
responsabilidad, y para que los progenitores asuman, en igualdad de condiciones, sus
responsabilidades y obligaciones.
En otra parte de la norma se estipula el Derecho a la Dignidad y a la Integridad
Personal, donde las nias, nios y adolescentes tienen derecho a la dignidad como
sujetos de derechos y de personas en desarrollo; a no ser sometidos a trato violento,
discriminatorio, vejatorio, humillante, intimidatorio; a no ser sometido a ninguna forma
de explotacin econmica, torturas, abusos o negligencias, explotacin sexual,
secuestros o trfico para cualquier fin o en cualquier forma o condicin cruel o
degradante. En sntesis, las nias, nios y adolescentes tienen derecho a su integridad
fsica, sexual, psquica y moral.
As tambin las nias, nios y adolescentes tienen derecho a la vida privada e
intimidad de y en la vida familiar. Estos derechos no pueden ser objeto de inferencias
arbitrarias o ilegales
cxlviii
.
En lo inminentemente procedimental en mbitos judiciales y administrativos se
establece que los Organismos del Estado debern garantizar a las nias, nios y
adolescentes en cualquier procedimiento judicial o administrativo que los afecte,
adems de todos aquellos derechos contemplados en la Constitucin Nacional, la
Convencin sobre los Derechos del Nio, en los tratados internacionales ratificados por
la Nacin Argentina y en las leyes que en su consecuencia se dicten, los siguientes
derechos y garantas
cxlix
:
a) A ser odo ante la autoridad competente cada vez que as lo solicite la nia, nio o
adolescente;
b) A que su opinin sea tomada primordialmente en cuenta al momento de arribar a una
decisin que lo afecte;
c) A ser asistido por un letrado preferentemente especializado en niez y adolescencia
desde el inicio del procedimiento judicial o administrativo que lo incluya. En caso de
carecer de recursos econmicos el Estado deber asignarle de oficio un letrado que lo
patrocine;
d) A participar activamente en todo el procedimiento;
e) A recurrir ante el superior frente a cualquier decisin que lo afecte.
La norma en su art.39 determina Medidas Excepcionales
cl
, a aquellas medidas
que se adoptan cuando las nias, nios y adolescentes estuvieran temporal o
permanentemente privados de su medio familiar o cuyo superior inters exija que no
permanezcan en ese medio. Tienen como objetivo la conservacin o recuperacin por
parte del sujeto del ejercicio y goce de sus derechos vulnerados y la reparacin de sus
consecuencias.
Estas medidas son limitadas en el tiempo y slo se pueden prolongar mientras
persistan las causas que le dieron origen.
Declarada procedente la medida de excepcin, ser la autoridad local de
aplicacin quien decida y establezca el procedimiento a seguir, acto que deber estar
jurdicamente fundado, debiendo notificar fehacientemente dentro del plazo de
Veinticuatro (24) horas, la medida adoptada a la autoridad judicial competente en
materia de familia de cada jurisdiccin.
La autoridad competente de cada jurisdiccin, en proteccin de los derechos de
las nias, nios y adolescentes dentro del plazo de Setenta y Dos (72) horas de
notificado, con citacin y audiencia de los representantes legales, deber resolver la
legalidad de la medida; resuelta sta, la autoridad judicial competente deber derivar el
caso a la autoridad local competente de aplicacin para que sta implemente las
medidas pertinentes.
Las medidas establecidas en el art. 39, se aplicarn conforme a los siguientes
criterios
cli
:
a) Permanencia temporal en mbitos familiares considerados alternativos. Las medidas
consisten en la bsqueda e individualizacin de personas vinculadas a ellos, a travs de
lneas de parentesco por consanguinidad o por afinidad, o con otros miembros de la
familia ampliada o de la comunidad, segn costumbre local, en todos los casos teniendo
en cuenta la opinin de las nias, nios y adolescentes;
b) Slo en forma excepcional, subsidiaria y por el ms breve lapso posible puede
recurrirse a una forma convivencial alternativa a la de su grupo familiar, debindose
propiciar, a travs de mecanismos rpidos y giles, el regreso de las nias, nios y
adolescentes a su grupo o medio familiar y comunitario. Al considerar las soluciones se
presentar especial atencin a la continuidad en la educacin de las nias, nios y
adolescentes, y a su origen tnico, religioso, cultural y lingstico. Estas medidas
debern ser supervisadas por el organismo administrativo local competente y judicial
interviniente;
c) Las medidas se implementarn bajo formas de intervencin no sustitutivas del grupo
familiar de origen, con el objeto de preservar la identidad familiar de las nias, nios y
adolescentes;
d) Las medidas de proteccin excepcional que se tomen con relacin a grupos de
hermanos deben preservar la convivencia de los mismos;
e) En ningn caso, las medidas de proteccin excepcionales pueden consistir en
privacin de la libertad;
f) No podr ser fundamento para la aplicacin de una medida excepcional, la falta de
recursos econmicos, fsicos, de polticas o programas del organismo administrativo.
En tal sentido, siguiendo a la prestigiosa Jurista Dra. Cecilia P. Grosman
clii
,
busco determinar los verdaderos alcances del trmino Inters Superior Nio, en el
contexto de todos aquellos aspectos que referencian los derechos, necesidades, intereses
y fundamentos de ser considerado un sujeto de derecho en las relaciones intersubjetivas
que lo vinculan.
El inters superior del nio, forma parte de las llamadas nociones- marco
cliii
,
particularmente, frecuentes en el derecho de familia. Con su introduccin, se produce
una auto limitacin del Poder Legislativo, pues se deja en manos del juzgador tomar la
decisin de acuerdo con la informacin que surge del caso concreto, o sea, conforme a
las circunstancias de hecho, de lugar y de tiempo. De alguna manera el propsito es
ofrecer un espacio abierto y flexible al juez o funcionario publico y legitimar la
autoridad de la decisin judicial o administrativa.
Cuando la interpretacin judicial evala en un proceso el Inters Superior del
Nio adquiere la fuerza de una gestacin normativa. Si en un primer momento la lectura
de cual es dicho inters se nutre de la historia singular, ms tarde su reproduccin en los
discursos judiciales forja reglas capaces de llenar los vacos de la ley o de neutralizar la
aplicacin de ciertos preceptos. Es decir, la pauta se convierte en un poderoso
instrumento de creacin que alimenta el cambio legal.
Detrs de la valoracin circunstanciada de cual es el inters del nio, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, ha sealado claramente, en el caso Bulacio
cliv
,
que cuando se trata de la proteccin de los derechos del nio y de la adopcin de
medidas para lograr dicha proteccin, rige el principio del inters superior del nio, que
se funda en la dignidad misma del ser humano, en las caractersticas propias de los
nios, y en la necesidad de propiciar el desarrollo de stos, con pleno aprovechamiento
de sus potencialidades. En este caso la Corte reiter el criterio de la excepcional
gravedad cuando estamos frente a las violaciones de los derechos de un nio. En efecto,
la Corte seal que ste caso reviste especial gravedad por tratarse la vctima de un
nio, cuyos derechos se encuentran recogidos no slo en la Convencin Americana,
sino tambin en numerosos instrumentos internacionales, ampliamente aceptados por la
comunidad internacional, entre los cuales destaca la Convencin sobre los Derechos del
Nio, que hacen recaer en el Estado el deber de adoptar medidas especiales de
proteccin y asistencia a favor de los nios bajo su jurisdiccin
clv
.
Asimismo subyacen las creencias generales sobre lo que es beneficioso para el
nio, existira un alcance de tipo social, como tambin su dimensin individual. Cada
poca y cada cultura define que es lo mejor para la niez en funcin de un determinado
sistema de valores y de representaciones sociales
clvi
. La pauta, pues, es una construccin
sujeta a singularidades histricas, culturales, incluso regionales, verbigracia la realidad
imperante por los menores referenciados en el captulo primero.
Por consiguiente, en las decisiones es necesario articular aspectos sustanciales
que los jueces y funcionarios deben tener en cuenta, al presenciar el inters del nio, los
usos y costumbres propios del medio social y cultural en que se ha desenvuelto
habitualmente, pues es deber del Estado y de la sociedad respetar la identidad y la
pluridad cultural
clvii
; por la otra, este relativismo cultural, que exige aceptar las
diferencias, no puede servir de escudo para tolerar interpretaciones que signifiquen una
vulneracin de la dignidad que pertenece a los nios como seres humanos y que afectan
sus derechos consagrados en instrumentos de jerarqua constitucional
clviii
.
3. Participacin Del Nio/A o Adolescente En El Proceso.
Otra cuestin a considerar es el momento apropiado en que el nio tenga debida
participacin en el proceso en que los involucran, variando las edades entre cinco y
catorce aos
clix
, en todo caso seria conveniente observar la mayor o menor madurez del
infante y buscar parmetros menos significativos en caso concreto y realizando un
enfoque de las diferentes circunstancias y caractersticas de las personas. Adems,
mantiene una correlacin adecuada con el derecho de familia actual, flexibilidad y la
delegacin de la ley en el juez de amplias atribuciones, para aplicar en la causa que le
toca decidir el estndar contenido en aquella
clx
.
No obstante ello, existe consenso de la doctrina y jurisprudencia nacional acerca
de la operatividad de la Convencin de los Derechos del nio y la consecuencia
obligatoria de sus disposiciones, de lo que se desprende que el juez directa o
indirectamente tiene la obligacin de cerciorarse acerca de la opinin del nio en el
asunto que le afecta, cuanto menos si considera que est en condiciones de formarse un
juicio propio, readecuando las normas civiles a los alcances de la convencin
clxi
.
Haciendo una interpretacin genrica de la Convencin, lo que busca es que el
nio aparezca con una actitud autnoma al desempearse dentro del proceso,
asistindole el derecho de oponerse y sostener su posicin negociando con sus
progenitores, al decir de Morello De Ramrez
clxii
, donde la figura del abogado del
nio, debe estructurar un andamiaje circunstancial de un nuevo inters autnomo
personal y de directa atencin por el rgano jurisdiccional.
As las cosas, el nio debe participar dentro del proceso donde debe sentir y
percibir que quien dirime el conflicto es el juez y no la familia, a quien la Constitucin
Nacional le envisti del imperio legal para tales fines.
Claro est, que existi cierta doctrina y jurisprudencia que la intervencin del
nio debe manejarse con un carcter irrestricto, y que exterioriza efectos negativos
indagar al infante en despachos pblicos y pulular en pasillos de tribunales, como as
tambin, que es probable la afeccin a su psiquis hacindolos participes de la contienda
y erigidos en jueces de los progenitores
clxiii
.
Atendiendo a la consonancia y armoniosa interpretacin de variada doctrina y
jurisprudencia en la especie, no cabe dudas que lo procedente deviene estril y neutro
frente a los alcances, parmetros y paraguas jurdicos y fcticos que se utilizan para que
el nio intervenga claramente en el conflicto que se presenta en su familia y las
consecuencias del mismo en su futuro y su vida, al decir de Dolto: Lo definitorio no
es apartar a los nios del problema judicial, sino enfrentarlos ante l y lograr su
humanizacin con la mediacin del lenguajes
clxiv

El tema requiere estudios empricos sobre las prcticas judiciales y desarrollos
especficos interdisciplinarios destinados a asegurar el cumplimiento de las reglas del
debido proceso que en relacin al maltrato infantil tiene algunas notas particulares, entre
ellas
clxv
:
a) Participacin de la vctima en el proceso, tanto en el mbito penal como en el civil.
La palabra del nio debe contar con una previa informacin y ser recibida por personal
especializado teniendo en cuenta la edad de la vctima, es decir, su etapa evolutiva. Va
de suyo que considerar al nio o adolescente como un sujeto de derechos y no
meramente un objeto de amparo significa darle la posibilidad de opinar, si tiene
suficiente grado de madurez, sobre las medidas protectoras que deban adoptarse, aun
cuando, ciertamente, no defina la actuacin judicial. Esta participacin comprende el
derecho del nio a tener una representacin independiente que lo asista y defienda sus
intereses, colabore en la investigacin, sugiera las soluciones convenientes y controle
las medidas resueltas.
b) Un esquema democrtico exige decisiones que cuenten, en la medida de lo posible,
con la aceptacin de los progenitores o guardadores. Muchas veces las familias pobres,
de quienes se desconfa, sufren un paternalismo intrusito y no se les dan los medios ni la
oportunidad de recuperar los vnculos.
c) Trato digno y respetuoso de la vctima. Confidencialidad. Una dinmica democrtica
de la justicia reclama un procedimiento especial que contemple la situacin dramtica
en la cual se encuentra un nio maltratado por sus progenitores cuando ingresa al
tribunal. El nio, ms que acusador, se siente acusado y culpable de lo que sucede. Una
de las cuestiones que lesionan seriamente al nio o adolescentes es el manoseo judicial,
es decir, la necesidad de repetir en diversas instancias el relato del abuso sufrido. Por lo
tanto, hoy en da, se emplean tcnicas como el video-tape o la declaracin del nio en
presencia de las personas claves. Es esencial, igualmente, preservar la confidencialidad
de sus dichos mediante audiencias informales, al margen del sistema contradictorio, sin
la presencia de las partes o sus asesores.
Si el nio sabe que sus palabras sern transmitidas al ofensor no querr hablar, y
si ms tarde recibe el reproche de alguno de sus progenitores su mutismo se volver
impenetrable. Por esta razn, una orientacin en el Derecho Comparado es preservar el
testimonio del nio y registrar en el expediente slo un informe resumido de sus dichos.
d) Un especfico sistema probatorio. Un proceso justo demanda un proceso probatorio
flexible acorde con la naturaleza de los hechos que suceden en la intimidad. El
testimonio de la vctima, que constituye una pieza importante en el proceso, debe ser
tomado por personas especializadas capaces de formular adecuadamente las preguntas
y resguardar la expresin espontnea de la vctima. Al mismo tiempo, debe acordarse al
nio o adolescente el derecho de estar acompaado por personas de su confianza.
e) Redes sociales. Resulta esencial en el tratamiento del maltrato infantil la formacin
de una red social que rompa el aislamiento de la familia y la apoye en su
funcionamiento cotidiano.
f) Coordinacin institucional. Finalmente, un proceso justo requiere una articulacin
institucional, sobre la base de una planificacin conjunta y diagnsticos eficientes que
contemplen la gravitacin de los diversos factores intervinientes. De esta manera es
posible combatir las acciones disociadas e incomunicaciones que, a menudo, se
producen en el mbito institucional
clxvi
.
4. Normativa Contra LA Violencia Familiar.
Antes de meternos de lleno en la ley de violencia familiar, hemos considerado
necesario dar una definicin al vocablo violencia familiar.
4. a. Qu es la Violencia Familiar?
El consejo de Europa, en su recomendacin N R (85) 4, 26, 5 de 1989 defini la
violencia familiar en los siguientes trminos: Toda accin u omisin cometida en el
seno de la familia por uno de sus miembros, que menoscabe la vida o la integridad fsica
o psicolgica o incluso la libertad de otro de los miembros de la misma familia, que
causa un serio dao al desarrollo de su personalidad
clxvii
.
De la definicin podemos decir, que son hechos fsicos, actitudes insultantes u
omisiones groseras traducidas en no acordar con otro integrante del grupo familiar la
posicin igualitaria, respeto y consideracin reciproca, ocasionando un dao fsico o
perturbacin psquica que tornen imposible la vida en comn
clxviii
.
Dicha relacin de abuso implica un desequilibrio de poder, que para configurar
violencia familiar debe ser crnica, permanente o peridica y cumplir con el requisito de
la intencionalidad: un golpe, el insulto una mirada amenazante, un portazo, una sonrisa
irnica, la rotura de un objeto, deben tener por parte del agresor la intencin de
ocasionar un dao
clxix
.
La jurisprudencia extendi el concepto a la mera sospecha de maltrato ante la
evidencia psquica o fsica que presente el maltratado y la verosimilitud de la denuncia
para la intervencin judicial
clxx
.
4. b. Legislacin Nacional. Ley 24.417.
En el ao 1995, tras varios intentos legislativos se sanciona la ley 24.417-1995-
denominada ley contra la violencia familiar
clxxi
, bsicamente de contenido
procedimental, siguiendo en general el lineamiento europeo frente al nio maltratado,
protegiendo asimismo a personas mayores de edad, no ofreciendo instrumentos para
actuar sobre las causas sociales que originan la violencia familiar, ya que permite actuar
para hacerla cesar y no para prevenirla
clxxii
.
Esta ley como l as dictadas por las Provincias-entre ellas la Santafesina- son
leyes locales que contienen disposiciones adjetivas aplicables en cada uno de los
respectivos territorios.
Cuando se debati en el parlamento se sostuvo que deba cubrir los siguientes
objetivos: 1. Dar una mayor visibilidad al fenmeno, es decir, instalar la problemtica
y resolverla va legislativa; 2. Proteger a la vctima; 3. Impulsar y controlar un
tratamiento teraputico del problema; 4. Contribuir desde la ley y la justicia a un
cambio de conciencia social y 5. Crear un procedimiento que guarde los principios del
debido proceso y que garantice el derecho de defensa y la participacin de los
protagonistas del hecho en la decisin de las medidas a adoptar
clxxiii
.
La ley 24.417 manda la intervencin de la Justicia civil en el conflicto
intrafamiliar y en consonancia con las normas internacionales-con jerarqua
constitucional a partir de la Carta Magna de 1994- fomenta el respeto de la dignidad y la
libertad de la persona y su derecho a no ser sometida a tratos crueles, inhumanos o
degradantes
clxxiv
, con especial proteccin al nio contra toda forma de perjuicio o abuso
fsico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotacin, incluido el
abuso sexual, mientras el nio se encuentre bajo la custodia de los progenitores, de un
representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo
clxxv
. Asimismo
debe incluirse en la legislacin interna normas penales, civiles y administrativas, as
como las de otra naturaleza que sean necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra la Mujer y adoptar las medidas administrativas apropiadas que sean del
caso
clxxvi
.
La normativa nacional y provincial se cien al mbito de la competencia
funcional civil, confirmando la anterior relacin de estas cuestiones con los Tribunales
de Familia-como el caso de Santa Fe- donde el fenmeno emerga en las acciones de
divorcio, tenencia o visitas de hijos, o medidas previas como la exclusin del hogar
conyugal, pero dejaban fuera el amplio espectro de las uniones de hecho o cuando la
situacin conflictiva involucraba a parientes mayores de edad, que ineludiblemente
deban recurrir a la Justicia Penal.
Es decir, los casos de violencia familiar se conocan por el juicio de separacin
personal o divorcio, configurativo de la causal del art. 202 inc. 5 del Cdigo Civil
clxxvii

abarcativo de los malos tratamientos, derogada como causal autnoma por ley
23.515
clxxviii
.
Si bien la ley tiende a despenalizar la cuestin, no obstante los elementos
negativos, muchas veces la integridad fsica o psquica de la victima obliga a recurrir al
sistema penal, as, entre las normas penales genricas que se relacionan o pueden tener
una derivacin de la violencia intrafamiliar se encuentran la tipificacin de los delitos
contra la vida, lesiones
clxxix
, abuso de armas
clxxx
, delitos contra la honestidad, amenazas,
violacin de domicilio. As por ejemplo, si por consecuencia de una agresin entre
cnyuges o entre uno de los progenitores para con uno de sus hijos, deriva el homicidio
de uno de ellos, el delito ser uno ms en la estadstica tipificado por el art. 79 del
ordenamiento penal, con agravante por su condicin de esposo o padre
clxxxi
, pero
quedar pendiente el tratamiento de la violencia previa, que obviamente a la luz de las
graves consecuencias, pierde trascendencia. Curiosamente la ley sustantiva penal no
ofrece agravante para el homicidio entre concubinos, aunque la jurisprudencia por va
de los arts. 40 y 41 del C.P. han entendido que tambin debe juzgarse con mayor
severidad la agresin a la compaera
clxxxii
.
La efectividad de la sancin penal se relaciona asimismo con la disponibilidad o
no de la vctima y la posibilidad de desistir del proceso en orden a la prosecucin de
otros objetivos que no se vinculan exclusivamente con la aplicacin de una pena, sino
que apuntan a crear una serie de medida protectoras del agredido, tratamiento del
agresor y procurar la no-repeticin del episodio.
La violencia familiar pone de manifiesto dificultades para que el actual Derecho
Penal d una respuesta adecuada a su problemtica: a) el sistema penal es estigmtico;
b) la pena privativa de la libertad perjudicara la economa del grupo familiar; c)
imposibilidad de eliminar las conductas disvaliosas mediante sanciones; d) necesidad de
demostrar la ocurrencia de la conducta prevista en el tipo penal y el nexo causal; e)
dificultades para la toma de medidas cautelares preventivas
clxxxiii
.
Existe un abordaje alternativo del problema, consistente en habilitacin de lneas
Menor y la Familia en el orden Nacional o las Municipalidades, como obligacin
ineludible del Estado hacia los ciudadanos, que abarca desde la dimensin del carcter
legislativo hasta la implementacin de polticas de prevencin general y especial
clxxxiv
.
5. Legislacin De La Provincia De Santa Fe.
5. a. Ley 11.529 Y Decreto Reglamentario 1745/01
La ley 11.529 sancionada en 1997, al igual que la nacional, de caractersticas
esencialmente procesales, con la incorporacin al texto normativo de las medidas
autosatisfactivas- la primera en todo el pas-como medida judicial urgente, es
omnicomprensiva pues agota todo lo relacionado con la violencia domstica desde la
perspectiva civil, en una suerte de Cdigo de la violencia familiar
clxxxv
.
5. b. Aspectos Positivos En La Ley.
1) Inmediacin lograda por el acceso directo de la vctima a los estrados judiciales,
notablemente facilitada por la estructura legal;
2) Despacho de medidas autosatisfactivas de proteccin;
3) Contencin y/o derivacin de los denunciantes hacia sitios especializados con
intervencin de otras reas disciplinarias;
4) Ampliacin del espectro contemplativo de la problemtica en las uniones de hecho,
progenitores e hijos mayores convivientes y circunstancias derivadas por inadecuada
continencia familiar de personas ancianas o discapacitadas;
5) Colaboracin desinteresada de organismos o instituciones dependientes del rea de
gobierno, ej., la polica para efectuar notificaciones o relevamientos urgentes; rea de
salud, indispensable para lograr efectividad en las disposiciones tomadas y distintos
centros de accin comunitaria especializados en violencia que colaboran formando una
amplia red social;
6) Informacin cuantitativa-parcial-sobre un tema que hasta el presente se le restaba
trascendencia dentro de la planificacin poltica.
5. c. A Modo De Critica Puede Manifestarse.
1) La Reglamentacin por decreto 1745/01 dista de ser coherente con los principios
enunciados en la ley, comprensiva de la ausencia de infraestructura o programas que
prevengan y detecten la violencia, cuestin, por cierto bastante comn a legislaciones
novedosas dictadas en el pas;
2) Causa-efecto del punto anterior: la postergacin de tratamientos o seguimientos por
los victimarios o la familia involucrada;
3) Falencias de una adecuada planificacin que determine exactamente el material
humano y la disposicin del mismo en el lugar que aporte ayuda en la prevencin y
durante los episodios;
4) Escaso asesoramiento de abogados particulares en la presentacin inicial. La mayora
de las cuestiones son presentadas por las Defensoras Barriales, Defensoras Generales-
cuando se trata de gente de poco recurso o hay afectados menores de edad-, Defensora
del pueblo y por Fiscala, que normalmente son anoticiados por la propia vctima,
servicios hospitalarios o escuelas;
5) Planteos que desnaturalizan el procedimiento o bien conflictos domsticos que
carecen de entidad por s solos para adoptar las medidas previstas en la ley;
6) Cierta tendencia a implicar cuestiones que tienen un tratamiento especfico en la
normativa del Cdigo Civil como medidas cautelares previas a una accin de estado de
familia, ej. la exclusin del hogar conyugal o en el ordenamiento procesal por ej. la
proteccin de personas, distante de la finalidad perseguida en esta legislacin
clxxxvi
.
5. d. mbito De Aplicacin. Art. 1.
La ley describe su mbito de aplicacin y ubica la violencia como abarcativa de
la coaccin fsica y la psquica, y establece que quedan comprendidas en las
disposiciones de la presente ley, todas aquellas personas que sufriesen lesiones o malos
tratos fsicos o psquicos por parte de alguno de los integrantes del grupo familiar. A
los efectos de esta ley, entendindose por tal al surgido del matrimonio y al concubinato
o unin de hecho, pudiendo residir en el mismo hogar o en domicilios distintos, por ej.
la esposa o compaera separada, conflictos que acaecen cuando se deben ver por las
visitas de los hijos; violencia del padre o de la madre cuando no conviven con los hijos
menores; de uno de los esposos o compaero hacia los hijos del anterior matrimonio de
su esposa o compaera; de los hijos hacia sus progenitores, etc.
Cuando entr en vigencia la ley nacional se confundi el significado y
concurrieron madrastra y los hijastros todos mayores de edad, que queran excluirse
mutuamente de la propiedad heredada de quien fuera marido de la primera y padre de la
segunda. Estos casos se resuelven dentro de la sucesin o de haber lesin en sede penal.
Por su parte la ley 24.417, dispone que los efectos de la ley se extienden a la
familia constituida legalmente como a las uniones de hecho, aunque omite referirse al
cnyuge y a la concubina entre las personas beneficiadas por la proteccin legal
clxxxvii
.
El trato igualitario matrimonio-concubinato representa la interpretacin con
sustento fctico de que los conflictos de violencia surgidos en las uniones
extramatrimoniales, representan-aproximadamente-el 25% del total. Asimismo la
expresin uniones de hecho ha de ser aqu entendida como refiriendo a aquellas
relaciones estables entabladas entre un hombre y una mujer que cohabitan pblicamente
haciendo vida marital, sin estar unidos en matrimonio, o, lo que es lo mismo, la
concubinaria
clxxxviii
, y, dada su equiparacin a aqul en la materia, le son aplicables, en
sus hiptesis. Por su parte, cabe sealar que no se encuentran incorporadas en el mbito
de operatividad de la norma las personas de varn y mujer que mantienen entre s un
reiterado y habitual trato sexual mas sin configurar el aludido concubinato
clxxxix
.
El artculo no exige que la unin sea pblica y notoria, ni que exista trato
matrimonial entre los componentes al admitir que pueden ser no convivientes, por ello y
ms all de la intencin del legislador, su campo de aplicacin es ms amplio que la ley
nacional pudiendo comprender a los noviazgos o relaciones de pareja circunstancial.
Respecto a los noviazgos violentos, cabe recordar, en la cuestin, la respuesta de
Peyrano, quien afirma que: Si bien no resulta claro que sa haya sido la intencin, el
hecho de que la ley 11.529 se aplique a las uniones de hecho (convivientes o no) podra-
en algn supuesto-comprender tambin los noviazgos
cxc
.
Asimismo puede extenderse hacia uniones de hecho del mismo sexo, ya que si
la pretensin legal es la proteccin de las personas, su orientacin no puede inclinarse
nicamente hacia la unin heterosexual y, por lo tanto, impugnable por discriminatoria.
Respecto a personas que padecieran una enfermedad que, de acuerdo a
parmetros psiquitricos las posicionan en una particular situacin de indefensin que,
precisamente les impide peticionar la proteccin legal adecuada frente a la violencia
sufrida. Se sustenta en la situacin fctica que indica que la gran mayora de esas
personas no han sido declarada interdicta, o no se les ha iniciado el correspondiente
proceso, de lo contrario su problemtica encuentra respuesta legal en el captulo referido
a "proteccin de incapaces
cxci
.
5. e. Decreto Reglamentario Provincial 1745/2001.
Este decreto defini los distintos tipos de violencia que abarca esta norma.
Violencia fsica: es toda accin u omisin que arriesga o daa la integridad corporal de
una persona.
Violencia psicolgica: es toda accin u omisin destinada a degradar o controlar las
acciones, comportamientos, creencias y decisiones de otras personas por medio de
intimidacin, manipulacin, amenaza directa o indirecta, humillacin, aislamiento o
cualquier otra conducta que implique un perjuicio en la salud psicolgica, emocional, la
autodeterminacin o el desarrollo personal.
Violencia sexual: es toda accin que obliga a una persona a mantener contacto
sexualizado, fsico o verbal, o a participar en otras interacciones sexuales con la persona
que despliega la accin o con un tercero, mediante el uso de la fuerza fsica, amenaza,
chantaje, soborno, manipulacin o cualquier otra conducta que anule o limite la
voluntad personal.
Violencia patrimonial: es toda accin u omisin que implique perjuicio, prdida,
transformacin, sustraccin, destruccin, retencin o distraccin de objetos,
instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores, derechos o recursos
econmicos, destinados a satisfacer necesidades que conlleven un riesgo de dao
inminente en la salud fsica o psquica o la vida de algn miembro del grupo familiar.
Tambin el decreto comprende por violencia familiar el incumplimiento de los
deberes de asistencia alimentaria.
5. f. Parientes. Ascendientes y Descendientes.
Esta clasificacin obedece a parientes por consanguinidad de personas que
descienden una de otras o bien de un antepasado comn, y comprende en lnea recta
descendente a los hijos, nietos y dems descendientes
cxcii
, y en la ascendiente al padre,
abuelo y otros ascendientes
cxciii
, existiendo tantos grados como generaciones
cxciv
.
5. g. Menores.
Entre los descendientes se ubican los menores, y en sentido amplio se refiere
cuando la salud fsica o mental de un nio- ubican en esta categora al menor de 18
aos-aunque en Argentina con la reserva efectuada a la Convencin sobre los Derechos
del nio, se extiende a 21 aos-, o su seguridad estn en peligro, por acciones u
omisiones llevadas a cabo por el padre o la madre u otras personas responsables de su
cuidado o negligencia
cxcv
.
Por lo tanto maltratado es todo nio/a, a que en el transcurso de la interaccin
con sus progenitores o sustitutos resulte objeto de lesiones fsicas no accidentales,
derivadas de acciones u omisiones por parte de los mismos
cxcvi
.
Cuando el menor se encuentra en estado de abandono interviene el Juez de
Menores, conforme la competencia material asignada en el art. 5 inc. 1 de la ley
11.452
cxcvii
. Se trata del abandono fsico o negligencia que se produce cundo las
necesidades bsicas del menor (alimentacin, higiene, vestimenta, cuidados mdicos,
educacin) no son atendidas por sus progenitores, es materia de la Justicia Minoril. En
tanto que resulta paradjico que el maltrato fsico normalmente asociado al trmino
maltrato, esto es, cuando estamos en presencia de un nio que se le ha pegado o
golpeado-pero no ha existido abandono- es competente el Tribunal de Familia a pesar
de la mayor especializacin de aqullos Juzgados.
Los Menores de 21 aos quedan comprendidos en la normativa
cxcviii
, pero se
debe incluir cualquier maltrato a las personas por nacer, por comprometer la salud de
stas y de la madre. Es lo que se denomina MALTRATO PARENTAL, comprensivo de
aquellas condiciones de vida de la madre gestante que, pudindolas evitar, se
mantienen y tienen consecuencias negativas en el feto como alimentacin deficitaria,
exceso de trabajo corporal, enfermedades infecciosas, hbitos txicos, seguimiento
inadecuado de una enfermedad crnica, etc.
cxcix
. Asimismo nuestro ordenamiento
jurdico, tanto constitucional como infraconstitucionalmente constituido, reconoce a la
persona por nacer-nio desde la concepcin para nuestro ya mencionado ordenamiento
jurdico-sus derechos a la vida, a la integridad psicofsica, a la salud y a la proteccin
por su familia
cc
, motivo por el cual, y aun cuando las disposiciones de la ley 11.529 no
la tengan expresamente incorporada en su concepto de grupo familiar, ha de
reputrsela como tal.
As lo ha decidido como juez de trmite del Tribunal Colegiado de Familia N 3
de la ciudad de Santa Fe
cci
, competente, pues en el caso
ccii
, declarando admisible la
presentacin de quien, mayor de edad y dicindose padre del nasciturus portado en su
seno por madre menor de edad, deba a conocer la circunstancia de que, en su entender,
tanto el padre como la madre de sta-abuelos del mencionado nasciturus y, por ende,
sus parientes- descuidaban la adecuada tutela del embarazo.
5. h. Parientes Colaterales.
La lnea colateral, a diferencia de la recta descendente o ascendente, se establece
por la relacin existente entre consanguneos determinada por un ascendiente comn o
tronco (conf. Art. 348, 353 y conos. del C, Civil). Por lo tanto comprende los hermanos,
tos, sobrinos, primos, etc.
Aqu lo llamativo es que la ley haya olvidado a los parientes afines en primer o
segundo grado y as no podra sancionarse conflictos violentos con relacin a suegra,
suegro, nuera, yerno, cuados, cuadas, etc. No obstante si el agredido fuere un menor
que convive con algunos de estos parientes, el mejor inters del menor como pauta
axiolgica de raigambre constitucional tornar aplicable la preceptiva legal
cciii
.
Esta ley no puede esgrimirse como medida cautelar previa a la separacin o
divorcio, pues si bien el hecho disparador puede ser idntico al que se emplea para
interponer por ej. la exclusin del hogar, sta es una pretensin accesoria, de carcter
provisional, revisable si cambian las circunstancias, autorizada especficamente por el
art. 231 del C. Civil a favor de los cnyuges y sujeta a caducidad en caso de no iniciarse
la accin principal de separacin personal o divorcio vincular, caracterizacin que no
condice con la medida en anlisis que se agota con su despacho-autosatisfactiva-,
extensible a otras personas adems de los esposos, no sujeta a plazo de caducidad y con
posibilidad de aplicar terapia obligatoria.
6. Presentacin. Competencia.
ART. 2: La ley usa el vocablo presentacin y no denuncia o demanda,
ubicando este derecho de postulacin como expresamente permitido (art. 30 y 31 inc.2
del CPCCSF.) debido a las especiales caractersticas de las medidas en cuestin
cciv
.
El decreto reglamentario a su vez precisa: que debe entenderse por Presentacin,
poner en conocimiento de un juez, cualquiera sea su competencia, o del Ministerio
Pblico, el hecho o situacin de violencia
ccv
.
Es decir, reconoce el Jus postulando del agredido par presentarse directamente
ante los estrados judiciales reclamando tutela jurisdiccional sin que fuera menester que
cuente con asistencia jurdica tcnica alguna.
Esto se ha objetado que sea ventajoso a pesar de los loables propsitos
perseguidos por el legislador que, muy posiblemente, apunt a desembarazar de todo
obstculo a la presentacin del agredido. Sucede que la asistencia letrada, provenga de
donde fuera, no solamente cumplira con la funcin de encuadrar jurdicamente de
manera correcta la cuestin, sino que tambin funcionara a modo de contencin de la
vctima. De otro modo, muchas veces ocurrir que sta se presente ante el juez con toda
la carga psquica de la agresin sufrida y el oficio se ver en la obligacin de adoptar
actitudes apaciguadoras, con distraccin de sus tareas jurisdiccionales especficas
ccvi
.
Esta crtica es compartida en los casos con competencia de los Juzgados de
Primera Instancia de Distrito y los Tribunales de Familia, por la multiplicidad de tareas
y causas. Ante los Juzgados Comunales esta posibilidad de formular postulaciones
significa una simplificacin para la vctima, sin ocasionarle trastornos al Juzgador.
Es un trmite especial para que la vctima pueda requerir y obtener el despacho
inmediato jurisdiccional, sin que exista sancin hacia el violento.
Respecto a la presentacin, puede ser escrita o verbal, la cual se sumar a las
excepciones contenidas en los arts. 49, 65 y 66 del CCCSF.
ccvii
, apartndose del
principio general: toda solicitud dirigida al tribunal debe hacerse por escrito-art. 62 del
mismo ordenamiento.
Es conveniente que la postulacin verbal se realice con intervencin actuarial. Si
alguna duda se planteara en torno a las circunstancias de una postulacin verbal dada-
por ejemplo si efectivamente se formaliz, su fecha o la identidad del peticionante-, el
secretario del Juzgado se ver obligado a producir sobre el punto, el informe previsto
por el art. 48 del CPCCSF
ccviii
.
6. a. Juez Interviniente y Juez Competente.
El juez interviniente es aqul ante el que se efecta la presentacin y puede ser
cualquier magistrado de la Provincia, incluso el Juez Comunal quien por ley le est
expresamente vedado intervenir en cuestiones de familia, art. 120 ltimo prrafo
LOPJ
ccix
, quien puede adoptar algunas de las medidas del art5- Medidas
Autosatisfactivas.
Luego, debe remitir las actuaciones en forma INMEDIATA al Juez competente
que es el Juez de Familia o donde no hay, al Juez de 1. Instancia de Distrito.
El Juez interviniente o el competente intervendrn en los asuntos cuya
competencia territorial est determinada por el domicilio del denunciante.
El Juez inicial, tiene deberes funcionales inmediatos:
1. Requerir informes sobre el estado de salud del agredido,
2. Luego de haber tomado alguna de las medidas previstas en el art.5, debe dar vista al
Ministerio Pblico y or al presunto autor de la agresin.
3. Proveer las medidas conducentes a fin de brindar al agresor y/o grupo familiar
asistencia mdica o psicolgica gratuita a travs de los organismos pblicos, siendo
obligatoria la participacin del agresor a estos programas, debiendo efectuarse
evaluaciones peridicas sobre su evolucin y los resultados de los servicios teraputicos
o educativos, a efectos de ser considerados y registrados como antecedentes. (Art. 6).
4. Ante el incumplimiento de las medidas o ante la reiteracin de hechos de violencia
por parte del agresor, puede ordenar la realizacin de trabajos comunitarios en los
lugares que se determinen-bajo resolucin fundada-. Dicha resolucin ser recurrible
conforme lo previsto en el CPCC. El recurso que se conceda lo ser con efecto
suspensivo (Art. 7).
5. El Juez Competente podr solicitar la conformacin de un equipo interdisciplinario
para el diagnstico y tratamiento de la violencia familiar con el fin de prestar apoyo
tcnico en los casos que le sea necesario (Art. 8).
6. De las denuncias que se presenten, el juez inicial, notificar a la Direccin
Provincial del Menor, la Mujer y la Familia dependiente de la Secretara de Estado de
Promocin Comunitaria, la cual podr solicitar la colaboracin del Centro de Asistencia
a la Vctima, dependiente de la Defensora del Pueblo (Art. 9).
Se ha dicho que cuando una seora, una maestra, el mdico de un hospital o un
nio se dirigen al Estado pidiendo socorro y el Estado, a travs de sus distintos
organismos comienza a discutir a quien le corresponde intervenir, crea una sensacin de
desconfianza, retroalimentada singularmente por los medios de comunicacin
ccx
.
La crtica que se le hace al sistema es que el Juez competente, el que decide
finalmente, se puede encontrar con situaciones consumadas difciles de retrotraer
ccxi
.
Con arreglo a la extensin territorial de la Provincia de Santa Fe, parece til y
ventajoso que las vctimas- muchas veces de condicin humilde- puedan acudir ante el
Juez Comunal (con competencia en poblaciones inferiores a 10.000 habitantes) o el Juez
de Primera Instancia de Circuito (art. 4 ley 10.160) para una pronta respuesta a su
presentacin y, no verse en la necesidad de acudir indefectiblemente al Juez de Primera
Instancia o Tribunales de Familia que en ocasiones se encuentran muy distantes de su
domicilio habitual.
El Juez Competente, es el denominado Juez de Trmite en los Tribunales
Colegiados de Familia (dos en Santa Fe y tres en Rosario) o bien el Juez de Primera
Instancia de Distrito que tenga esa competencia donde los primeros no estuvieren
constituidos, y ambos estn autorizados para despachar idnticas medidas que el
magistrado inicial.
6. b. Ley 11.117.
ccxii

Esta ley incorpora al Cdigo Procesal Penal de Santa Fe el inc. 14 del art. 190 y
el art. 306 bis siguiendo la convocatoria efectuada por la Nacin al incorporar por ley
23.984 un segundo prrafo al art. 310 del Cdigo Procesal Penal de la Nacin.
El art.190 inc. 14: autoriza al Juez a excluir del hogar por un trmino que no
exceda las 48 horas, en los delitos dolosos cuando el agresor y agredido cohabiten en el
mismo lugar, sean cnyuges, concubinos, ascendientes o descendientes de uno de ellos
o de ambos, y tal cohabitacin conlleve a suponer la reiteracin de hechos similares y
con el nico fin de prevenir los mismos. En caso de desobediencia deber cumplir ese
trmino detenido, sin perjuicio de lo que disponga el juez competente-Tribunal
Colegiado de Familia o Juzgado de Distrito en lo Civil y Comercial donde no existen
aqullos-.
El art. 306 bis prescribe que ante la reiteracin de delitos y por idnticas razones
de las ya referidas el juez podr despus de recibida la indagatoria y por auto fundado
mantener la exclusin del hogar del imputado por otras 48 horas, prorrogables cuando
existan causas o motivos graves que lo justifiquen.
La nica medida cautelar autorizada expresamente en el mbito de la
competencia penal es la exclusin del hogar.
6. c. Asesoramiento Letrado.
La ley civil, no exige la defensa profesional del presentante, no obstante la
asistencia letrada es aconsejable para los casos en que la presentacin la efecta
directamente el fiscal, un mdico, o una maestra. De tomarse conocimiento a travs de
los Defensores Generales, ellos brindarn la asistencia gratuita que la Provincia
garantiza
ccxiii
.
En caso de violencia entre adultos, con o dirigida a hijos menores, comunes o
no, deber darse intervencin necesaria a su representante promiscuo
ccxiv
.
7. Trmite Reservado.
Art. 2: Las presentaciones autorizadas por esta ley, pueden efectuarse en forma verbal
o escrita, ante cualquier Juez o ante el Ministerio Pblico
Todos los procesos sern de trmite reservado, con excepcin de las
intervenciones del agresor y/o agredido, sus representantes o mandantes y la de los
expertos que en cada caso autorice el juez interviniente.
La reserva del expediente importa que slo tendrn acceso a l las personas
mencionadas en el ltimo prrafo del artculo, lo que indica necesariamente el resguardo
fsico en los lugares adecuados del tribunal, pero tambin la debida proteccin a los
derechos personalsimos de cada una de las personas involucradas.
Aqu observamos que existe cierta contradiccin con esa funcin protectiva, la
obligatoriedad de notificar a la Direccin Provincial del Menor, la Mujer y la Familia de
las denuncias recibidas, pues los datos de los involucrados se conocern en esa
dependencia. (conf. Art. 9).
Ms all de ese anoticiamiento, concluida la actuacin judicial el expediente
debe reservarse en el mbito del Juzgado y tampoco puede ser destruido. (conf. Art. 252
LOPJ)
7. a. Deber De Denunciar.
Art. 3: La ley 11.529 igual que el art. 2 de la ley nacional impone la obligacin de
denunciar el hecho-luego de asistir a la vctima- a los servicios asistenciales, sociales o
educativos, pblicos o privados, a los profesionales educativos pblicos o privados, a
los profesionales de la salud y a todo otro funcionario que en razn de sus funciones
acceda al conocimiento de una situacin de violencia, con la diferencia que en la
Provincia debe realizarse ante el Ministerio Pblico-Fiscal, Defensor General o Asesor
de Menores de acuerdo art. 125 ley 10.160 y por las funciones asignadas-, o ante
cualquier Juez mientras que en el orden nacional la denuncia es solo ante el Juez
competente-art.1-, salvo el caso del menor o incapaz que puede poner en conocimiento
los hechos ante el Ministerio Pblico-art. 2 in fine-.
En Nacin, el Decreto Reglamentario N 235/96, impone la obligacin de
denuncia dentro de un plazo mximo de setenta y dos horas (art.4), plazo que podr
extenderse si el caso se encuentra bajo atencin ante los organismos administrativos o
que, por motivos fundados a criterio del denunciante resulte conveniente hacerlo. Esta
segunda excepcin rige slo si el denunciante es persona capaz; si es incapaz y la
cuestin no est bajo tratamiento de los organismos especializados, la denuncia debe ser
elevada al Juez, quien resolver si es conveniente o no suspender el dictado de las
medidas reguladas en la ley
ccxv
.
En el orden Nacional, el Ministerio Pblico se encuentra obligado a efectuar las
presentaciones de las denuncias:
a) A travs de las Asesorias de Menores cuando se trata de menores e incapaces, dada la
representacin promiscua que ejercen los intereses de los mencionados.
b) A travs de las Defensoras de Pobres, Incapaces y Ausentes o de las Fiscalas en lo
Civil y Comercial cuando se trate de ancianos o discapacitados
ccxvi
.
La ley 11.529 faculta al Ministerio Pblico para que, una vez recepcionada la
presentacin le d intervencin al Juez competente. Conforme el art. 125 LOPJ, el
rgano est integrado por el Procurador de la Corte Suprema, los Fiscales de las
Cmaras de Apelaciones, los Defensores generales y los Asesores de Menores.
Los legitimados para realizar la presentacin son:
El Fiscal (art. 139 inc. 1 LOPJ), el Defensor general, en el caso de existir
menores involucrados o bien ejercer la representacin de pobres (art. 142 inc. 1 LOPJ)
y el Asesor de Menores cuando el menor se encuentra en estado de abandono (art. 146
inc. 1 LOPJ).
Cuando el menor o incapaz fuere golpeado por uno de los progenitores, el otro,
deber poner en conocimiento del Juez de Familia esos hechos de acuerdo a los
derechos-deberes derivados de la patria potestad
ccxvii
.
La ley no impone sancin especfica en caso de incumplimiento del deber de
denunciar, en consecuencia se afirma que rige la responsabilidad ordinaria por daos y
perjuicios, amn que dicha conducta podra encuadrarse en el tipo penal del abandono
de personas, agravado por el vnculo
ccxviii
.
Al igual que la ley nacional, tampoco previ una exencin de responsabilidad-
civil y penal- por el cumplimento de la obligacin legal de efectuar la denuncia. A estos
efectos la norma aplicable es la del art. 1071 del C. Civil
ccxix
. Se ha visto en ello un
lmite a que se efecten libremente denuncias en los casos en los que la ley as lo
impone, ya que pesa sobre los denunciantes el riesgo de resultar demandados y de estar
sometidos a procesos judiciales, propugnndose una reforma en ese sentido
ccxx
. El
propio menor o incapaz puede denunciar los hechos al Ministerio Pblico-Fiscal-quien a
su vez lo pondr en conocimiento del Juez, quien deber dar intervencin al Defensor
General por la representacin promiscua
ccxxi
. Debiendo en la medida de lo posible ser
odo personalmente conforme la Convencin de los Derechos del Nio con rango
constitucional por el art. 75 inc. 22 de la Carta Magna. El menor impber, realizar la
presentacin con la asistencia del Defensor General o del Asesor de Menores
(interpretacin a contrario sensu del art. 286 del C. Civil
ccxxii
.).
Por lo general cuando el agredido es un menor la imputacin es efectuada por el
establecimiento educativo o asistencial, y slo excepcionalmente por el propio
maltratado. Si la poltica del Estado es impedir el desarrollo de la violencia en el marco
familiar, deber ampliarse la legitimacin a otros familiares o terceros a fin de evitar o
prevenir el hecho violento, presentada en el Juzgado es indispensable citar a la vctima a
fin de que ratifique lo denunciado.
Esto, se cuestiona porque obligar a una mayor exigencia para su admisibilidad
a fin de evitar aprovechamientos indecorosos de tales terceros, pero, se admite su
necesariedad en torno de la problemtica reseada
ccxxiii
.
Conforme lo expuesto y atento ser el criterio legislativo conferir al agredido
todas las facilidades para formular la denuncia, se debe entender que la legitimacin
activa no es nmero cerrado respecto a las personas mencionadas y por lo tanto tiene un
carcter meramente enunciativo.
7. b. Obligacin De Denunciar Y El Secreto Profesional.
En la violencia familiar el secreto profesional en la revelacin del hecho
salvaguarda slo al autor o agresor, quien se vera perjudicado ante la revelacin de la
circunstancia, pero como principio general, las vctimas no pueden verse perjudicadas
por esa manifestacin que hace el obligado a guardar secreto, pues es evidente que
dicha revelacin no puede perjudicarla.
El objeto jurdico de la reglamentacin del secreto profesional es el Inters
Pblico de amparar la libertad individual relativa a los secretos confiados por necesidad
a personas que se hallan en determinadas situaciones sociales o jurdicas (estado) o que
ejercen determinados cargos, artes o profesiones
ccxxiv
.
Cuando el secreto no tiene la entidad necesaria para dar al profesional un poder
sobre la persona a quien se ha prestado sus servicios, el secreto deja de ser tal para la ley
an cuando desde el punto de vista de las normas ticas de la profesin puede seguir
considerndoselo. Por eso para hallarnos ante un verdadero supuesto de violacin de
secreto profesional, el sujeto activo debe ser un verdadero profesional que desarrolla
una actividad lcita y en cuanto a los empleados pblicos su funcin cubre an el
carcter de profesionales que puedan tener.
La ley protegera el secreto en la medida en que el individuo est interesado en
l. Ese es el motivo por el cual se ha considerado que el consentimiento para que se
revele el hecho o circunstancia por parte del interesado, antes que justa causa de
revelacin, excluye el carcter secreto de aqullos. No todos admiten ese subjetivismo.
As Nez descarta que el secreto protegido por la ley exija la voluntad del interesado
en l como requisito imprescindible
ccxxv
.
La ley al hablar de secreto cuya divulgacin puede causar dao seala
exclusivamente una caracterstica del secreto. No se trata de que el secreto se pueda
divulgar, sino que al divulgarse produzca dao, y tampoco puede ser un juicio a
posteriori de la revelacin sobre la posibilidad de divulgacin daosa, sino de un juicio
previo al hecho de la revelacin.
En la violencia familiar la propia ley impone el deber jurdico de poner el hecho
en conocimiento de la autoridad, esto sin perjuicio del consentimiento del interesado
que, tiene virtualidad para eliminar la responsabilidad penal por la revelacin del
secreto pues no se puede destruir la libertad de un individuo cuando se hace lo que l
mismo quiere que se haga, por lo tanto existira una justa causa de revelacin.
Lo que se encuentra en juego es la libertad que se defiende con el silencio y el
bien jurdico que se puede ofender observando ese silencio. Por ejemplo si el silencio
puede vulnerar el bien jurdico de la vida, la revelacin se encontrar justificada y el
profesional tendr la obligacin de denunciar.
Si media justa causa o no existe secreto conforme el art. 156 Cdigo Penal
ccxxvi

el profesional est obligado a denunciar cometiendo el delito de encubrimiento si omite
el cumplimiento de dicha obligacin. La estimacin que a priori se haga de tales
cuestiones jurdicas no resultar sencilla pero es preciso tener presente el abundante
material que proporciona el error sobre los elementos del tipo, que puede vaciar de dolo
tanto al delito de encubrimiento como al de violacin de secreto.
Ahora bien, el problema se presenta porque existen normas procesales que
exceptan de la obligacin de declarar a los profesionales del arte de curar cuando
hubieren tenido conocimiento del delito por revelaciones que les fueron hechas bajo
secreto profesional. No cabe duda que la interpretacin de las normas procesales no
puede llegar hasta el punto de que importe la eliminacin, aunque ms no fuere que en
casos determinados, de una norma penal, si alguna debe ceder son aqullas, dado la
primaca establecida por la Constitucin Nacional, art. 31
ccxxvii
.
De los profesionales enunciados por la ley, quienes tienen un trato frecuente o
relacin permanente, por ejemplo, el docente sobre el alumno o el mdico pediatra en el
nio atendido, tienen una obligacin agravada y el ilcito generado por el no
cumplimiento de la obligacin de denunciar continuar por todo el tiempo en que se
omita dicho mandato sin que haya prescripcin o caducidad de la carga, a menos que
est obligado se anoticie fehacientemente de que la denuncia fue formalizada por el
propio damnificado por su representante legal o por cualquier otra persona cuya
obligacin de denunciar sea exigido
ccxxviii
.
Si el lesionado fuere un menor, incapaz o anciano existe un inters superior
social de denunciar el hecho y a la persona del agresor, por lo que el obligado a guardar
secreto se vera revelado. Es decir, el secreto profesional cede cuando se efecta la
denuncia en ejercicio de un deber y en funcin de justa causa, que est legitimada por el
estado de necesidad que tiende a evitar un mal mayor.
Distinto sera el caso de un psiclogo que atiende el problema y no existe un
delito pues estas conductas comienzan, a veces, en forma sutil consistente en atentados
contra la autoestima del cnyuge.
Si el psiclogo no toma conocimiento de ningn delito, no hay secreto
profesional sobre un hecho futuro, pues siempre se tiene que referir a un hecho
acaecido, luego no habra inconveniente en hacer la presentacin legal.
La obligatoriedad de la denuncia ocasiona cierta reticencia en la maestra o
directora por el conocimiento que tenga de los progenitores y pensar que la intervencin
judicial, puede ser ms perjudicial, no obstante cuando aparece un educando objeto de
violencia, recurrir a los docentes como fuente de anoticiamiento es un imperativo
ineludible para la mejor dilucidacin del caso, atento el prolongado tiempo que pasan
con los escolares, y son normalmente quienes ms datos pueden ofrecer en cuanto
caractersticas no solo de los menores sino del grupo familiar al cual pertenece.
El tratamiento jurdico del tema debe comenzar en el medio educativo, sanitario
o institucional y a tal efecto parece conveniente estandarizar los indicadores de los actos
violentos, a fin de evitar la superposicin de criterios o indicaciones y precisar la
situacin del denunciante y en obrar en consecuencia con el debido asesoramiento
profesional
ccxxix
.
7. c. Procedimiento.
Art. 4: No es obligatorio para el Juez requerir el diagnstico mdico, siendo una
facultad discrecional del Magistrado interviniente la pertinencia o no del mismo
ccxxx
.
En cambio para la ley nacional s lo es
ccxxxi
. Al respecto la jurisprudencia ha
expresado que no obstante, la omisin temporal no produce la anulacin de la medida
sino que slo la condiciona a su ulterior realizacin
ccxxxii
.
En el supuesto caso en que se presentara un hecho en donde existen actuaciones
penales previas sobre la situacin violenta, en lo que el Juez Penal orden la produccin
del referido dictamen y el mismo es de reciente data, carece de sentido ordenar la
evaluacin prescripta nuevamente. Tambin prescindir para el caso que lo considere
innecesario
ccxxxiii
.
En cuanto al tiempo que la ley concede para la elaboracin del informe mdico
ha sido criticado por ser excesivamente breve ya que en el ltimo prrafo del citado art.
3 establece que deber realizarse dentro del plazo de 3 horas teniendo en cuenta la
celeridad del caso y contener la mayor cantidad de datos posibles a fin de una mejor
evaluacin de la situacin de riesgo existente.
El decreto reglamentario fija que el plazo para la presentacin del informe
mdico, deber contarse desde el momento en que la vctima se pone a disposicin del
facultativo a los fines de la realizacin de la tarea de evaluacin.
En la mayora de los casos habra que hacer tres pericias. Psicolgica, socio
ambiental y mdica, pero las dos primeras, pueden posponerse en cumplimiento de los
fines inmediatos e impostergables de la ley
ccxxxiv
.
La disposicin faculta al Juez a optar por el profesional relacionado con el caso
concreto, profesionales expertos, y requerir la evaluacin bajo ciertas pautas,
permitiendo al mismo la certitud de la verosimilitud en la situacin fctica a resolver.
7. d. Medidas Autosatisfactivas.
Art. 5: Medidas Autosatisfactivas. El juez, al tomar conocimiento de los hechos
denunciados, medie o no el informe a que refiere el artculo 4, podr adoptar de
inmediato alguna de las siguientes medidas, a saber:
a) Ordenar la exclusin del agresor de la vivienda donde habita con el grupo familiar,
disponiendo-en su caso- la residencia en lugares adecuados a los fines de su control.
b) Prohibir el acceso del agresor al lugar donde habita la persona agredida y/o
desempea su trabajo y/o en los establecimientos educativos donde concurre la misma o
miembros de su grupo familiar.
c) Disponer el reintegro al domicilio a pedido de quien ha debido salir del mismo, por
razones de seguridad personal.
d) Decretar provisoriamente cuota alimentaria, tenencia y derecho de comunicacin con
los integrantes del grupo familiar, sin perjuicio de la aplicacin de las normas vigentes
de similar naturaleza.
e) Recabar todo tipo de informes que crea pertinente sobre la situacin denunciada, y
requerir el auxilio y colaboracin de las instituciones que atendieron a la vctima de la
violencia. El juez tendr amplias facultades para disponer de las precedentes medidas
enunciativas en la forma que estime ms conveniente con el fin de proteger a la vctima;
hacer cesar la situacin de violencia y evitar la repeticin de hechos de agresin o malos
tratos. Podr asimismo, fijar a su arbitrio y conforme a las reglas de la sana critica el
tiempo de duracin de las medidas que ordene, teniendo en cuenta el peligro que
pudiera correr la persona agredida, la gravedad del hecho o situacin denunciada, la
continuidad de los mismos; y los dems antecedentes que se pongan a su consideracin.
Posteriormente a la aplicacin de las medidas urgentes antes enunciadas, el juez
interviniente deber dar vista al Ministerio Pblico y or al presunto autor de la agresin
a los fines de resolver el procedimiento definitivo a seguir
Las Medida Autosatisfactiva es un requerimiento urgente formulado ante el rgano
jurisdiccional por los justiciables que se agota con su despacho favorable, no siendo
necesaria la iniciacin de una ulterior accin principal para evitar su caducidad o
decaimiento
ccxxxv
.
Por lo general la medida prevista en el inc. b) se complementa con la orden de
alejamiento o medida de distancia mediante la cual se impone al autor mantener una
distancia mnima-100 o 200 metros por ej.- del lugar donde la vctima se encuentre,
cualquiera sea: vivienda, trabajo, esparcimiento, etc.
A su vez el Juez puede ordenar una guarda provisional en cabeza de persona
idnea, cuando la vctima fuere un anciano, discapacitado, nio o incapaz y fuere
necesario proteger la seguridad del mismo.
Adems de las medidas que provocan una separacin fsica entre vctima y
victimario la ley prev que mientras dure esa situacin el juez pueda decretar
provisoriamente cuota alimentaria, tenencia y derecho de comunicacin con los
integrantes del grupo familiar, sin perjuicio de la aplicacin de las normas de similar
naturaleza.
7. e. Caractersticas De Las Medidas Autosatisfactivas.
1) Verosimilitud: No es estrictamente una cautelar pues esencialmente se diferencia en
que el despacho reclama una fuerte probabilidad de que lo pretendido por el presentante
sea atendible y/o la mera verosimilitud con que se contenta aqulla y lo ms importante
es que genera un proceso que se autosatisface sin depender de otro, ni es accesorio, se
vale por s mismo
ccxxxvi
.
2) Obligatoriedad: El legislador procur ajustarse a los lineamientos fijados sobre el
particular por la doctrina especializada, y as el juez podr no deber despachar la
medida, es decir no ser un reflejo automtico del juez interviniente o competente.
3) Enunciativas: El listado de medidas autosatisfactivas es meramente enunciativo, por
cuanto el Tribunal cuenta con un amplio margen de accin a los fines de adoptar las
medidas que sean conducentes para la afectiva solucin del caso en particular, as lo
seala expresemante la norma y tambin la doctrina
ccxxxvii
.
4) Proteccin de la vctima y recuperacin del agresor: Uno de los fines de la ley,
mencionado en el articulo, es prevenir futuros daos, buscando adems de la proteccin
a la vctima, la recuperacin del agresor. Asimismo el juez interviniente o el competente
deben fijar el tiempo de duracin de las medidas que ordene, teniendo en cuenta entre
otros tems: el peligro que pudiera correr la persona agredida; la gravedad del hecho o
situacin denunciada y la continuidad de los mismos.
5) Sustanciacin: El Juez puede or al presunto agresor antes de adoptar alguna de
las medidas y no necesariamente despus de despacharlas. Esa diferencia no altera el
carcter de autosatisfactiva.
6) In dubio pro vctima: Conforme la redaccin legal bastara una acusacin hacia un
integrante de la familia para que, de no tomarse debidamente el recaudo de la fuerte
probabilidad que los hechos sean ciertos, se termine sancionando al sealado. De ah
que la duda del Juez se instale, pero no obstante, conforme las reglas de la sana crtica
como estndar legal, es atrayente el criterio de la jurisprudencia inglesa del balance of
probabilities, que atiende las posibilidades de riesgo que tiene un menor de sufrir
nuevos actos de violencia o de no hacer cesar la violencia inicial
ccxxxviii
.
7) Inexistencia de caducidad: Ello ocurre al agotarse en s misma y que no es tributaria
ni accesoria de otra principal. Pero, la propia ley establece la posibilidad de fijar un
tiempo de duracin de las medidas, vencidos los cuales caduca si es que no se ha
iniciado otra accin principal.
8) Amplias facultades judiciales: el Juez Interviniente y el competente gozan de
una amplitud de facultades otorgadas por la ley N 11.529 convirtindolo en
protagonista, teniendo su razn de ser en que los conflictos de familia y sus valores en
juego se conectan con los intereses de la sociedad y por ende del Estado. A ello debe
sumarse la heterogeneidad de situaciones que engloba el concepto de maltrato, y si bien
pueden enunciarse caracteres generales con completamente diferentes en sus causas as
como en las consecuencias que se derivan de ellas, por lo que hace que el juzgador debe
propender a vigilar con el mayor celo posible.
La Jurisprudencia a dicho, el Juez que entiende tiene amplias facultades para
sustanciar las pruebas destinadas a demostrar la verosimilitud de los hechos, aunque las
partes no las soliciten y tambin puede ordenar de oficio medidas protectoras, ampliar o
modificar las peticionadas
ccxxxix
.
9) Procedimiento definitivo a seguir. Recursos: El sistema de la ley 11.529 no
contiene disposiciones sobre la apelabilidad o no de las decisiones adoptadas a la
cuestin, por lo tanto es una de las atribuciones ms que se le confiere al magistrado,
entendiendo los autores que es obligacin de ste de sealar en el despacho de la
medida cules son las vas para impugnarla. Cuando ha participado un juez
interviniente, distinto al competente o definitivo-Tribunal Colegiado de Familia o
Primera Instancia-aqul slo podra substanciar las vas impugnativas que se hubieran
intentado contra la autosatisfactivas, pero no resolverlas.
Frente a la omisin en la normativa nacional algunos autores sostuvieron que
son inapelables
ccxl
pero en un trabajo posterior revisan el criterio y dicen que debe
seguirse el principio general del art. 198 ltimo prrafo del CPCN. Esto es que la
apelacin se concede con efecto devolutivo: no suspende el cumplimiento de la
medida
ccxli
.
No obstante la ausencia, parece atinado otorgar la posibilidad-por analoga-del
medio impugnativo que se aplica a las cautelares tpicas-criterio de normas supletorias
que recepta el art. 11 de la ley 11.529
ccxlii
- y a fin de no quitarle fuerza ejecutiva, el
recurso que se conceda ser en efecto devolutivo. Asimismo debe tenerse en cuenta que
de ser despachada la medida por el Juez de trmite, primeramente debe agotarse el
rgimen de impugnabilidad interna propia de los Tribunales Colegiados sealado en el
art. 64 de la LOPJ
ccxliii
.
Si el despacho de la medida fuere rechazada, tambin existir apelacin a favor
del solicitante, sin efecto alguno. Para los Tribunales Colegiados rige el criterio
sealado en el prrafo anterior.
La jurisprudencia seal que el marco de actuacin para el tratamiento judicial
de los episodios de violencia familiar no debe ser desnaturalizado con planteos y
trmites que exceden notoriamente el limitado marco procesal fijado para la adopcin
de medidas urgentes tendientes a neutralizar la situacin de crisis denunciada ante los
estrados judiciales
ccxliv
.
10) Modo de terminacin: Al no existir dictado de sentencia, no hay modo normal de
terminacin del trmite, por lo tanto, una vez que se decrete la medida, puede
plantearse:
a) el allanamiento del denunciado al ser citado para ser odo
ccxlv
.
b) La conciliacin cuando el trmite sirvi para encauzar a la familia en crisis bajo una
forma jurdica determinada;
c) el desistimiento por parte del presentante del proceso incoado
ccxlvi
.


7. f. Asistencia Especializada.
ART. 6: El Magistrado intervieniente proveer las medidas conducentes a fin de
brindar al agresor y/o al grupo familiar asistencia mdica psicolgica gratuita de los
organismos pblicos y entidades no gubernamentales con formacin especializada en la
prevencin y atencin de la violencia familiar y asistencia a la vctima. La participacin
del agresor en estos programas ser de carcter obligatorio, debiendo efectuarse
evaluaciones peridicas sobre su evolucin y los resultados de los servicios
teraputicos o educativos, a efectos de ser considerados y registrados como
antecedentes.
ccxlvii

Doctrina especializada, y la jurisprudencia se acercan a la cuestin con una
visin interdisciplinaria, en razn de permitir una mayor amplitud de respuestas tiles a
las necesidades, toda vez que el abordaje jurdico de la problemtica familiar no puede
detenerse en la aplicacin nica de la ley respectiva. En este sentido la ley 11.529 sigue
esta tendencia y la solucin de la ley en el art.6 y en el 8 se especifica la solucin
mdico-psicolgica gratuita a travs de organismos pblicos y entidades no
gubernamentales con formacin especializada en la prevencin y atencin de la
violencia familiar y atencin a la vctima.
La finalidad esencial de la ley, es lograr el cese de una conducta perjudicial y el
acceso a un tratamiento teraputico para obtener la recuperacin de la familia, pero
como sucede que luego de la adopcin de las primeras medidas, victimario y vctima no
asuman su necesidad de tratamiento, se implant la denominada terapia coactiva o bajo
mandato o apercibimiento.
Este instituto, es nuevo jurdicamente, encuentra resistencia en los mbitos
psicolgicos.
La terapia coactiva, se puede definir como la orden emanada del Juez por la que
dispone- ms all de la voluntad de las personas en conflicto- que la totalidad del grupo
familiar o bien alguno/s de sus integrantes- generalmente uno o ambos progenitores- se
sometan a un tratamiento psicolgico o psiquitrico que se considera idneo e
indispensable para resolver radicalmente el conflicto familiar, con la advertencia de que
en caso de incumplimiento cobrar virtualidad una consecuencia disvaliosa
ccxlviii
.
Este instituto, fue citado por la jurisprudencia en el campo de las medidas
urgentes: La exclusin del hogar del denunciado como agresor o el sometimiento de la
familia a un tratamiento bajo mandato judicial, constituye verdaderas medidas
cautelares previstas por la ley 24.417
ccxlix
.
A quienes se han manifestado a favor de esta medida ponderando el rol del Juez
de Familia, poniendo nfasis en las dificultades que debe sortear el Tribunal en la
cuestin asociada al apercibimiento el que no debe convertirse en una frmula contraria
al inters del menor
ccl
.
En contra, se dijo que la medida importa un inaceptable embate sobre el mbito
de la autonoma privada de los progenitores par la solucin de los conflictos familiares,
razn por la que los Magistrados se encuentran inhibidos de disponer un tratamiento
coactivo
ccli
.
Kelmemajer de Carlucci no lo considera viable jurdicamente, alegando que en
todo caso el Juzgador puede crear consecuencias jurdicas para esa negativa
cclii
.
Desde una mirada psicolgica, la terapia coactiva presupone una demanda de
ayuda y una subyacente motivacin, que constituye, el motor que puede impulsar al
paciente hacia el cambio, ayudndolo a superar inercias y resistencias de todo tipo. La
coaccin, por el contrario, puede a los sumo inducir a un sujeto recalcitrante a tolerar
servilmente una medida que no ha elegido, y que puede parecerle odiosa, desagradable
o incomprensible.
As, la dificultad de pedir ayuda por temor a autodenunciarse, y la desconfianza
en los servicios sociosanitarios son elementos casi comunes a todas las familias en las
cuales maltratan o descuidan a los hijos. A ello se agrega el desconocimiento de la
psicoterapia como recurso en estratos culturales bajos y especficas dinmicas familiares
que se oponen a la peticin de ayuda
ccliii
.
En estos casos es aconsejable recurrir a un psicodiagnstico, que es una especie
dentro del gnero de tcnicas de evaluacin en el territorio de las disciplinas de la salud
mental, con una delimitacin adecuada que parece ser no menos de tres ni ms de seis
sesiones, siendo su finalidad diagnstica y no teraputica.
Ahora bien, un psicodiagnstico para ser considerado aceptable tiene que reunir
los siguientes requisitos:
a) Debe existir suficiente evidencia para la interpretacin; b) tiene que especificarse una
tendencia, con indicacin de su forma manifiesta y su intensidad; c) la tendencia
interpretada tiene que ser situada jerrquicamente dentro del panorama integral de la
personalidad; d) tiene que consignarse tanto los aspectos adaptativos como patolgicos
de la personalidad examinada; y e) las afirmaciones contenidas deben ser susceptibles
de verificacin por otro profesional.
El Juez es el que decidir la terapia, ms all de la autorizacin que la ley
provincial expresamente recepta sobre la consideracin del psicodiagnstico, que
indicar, de acuerdo a lo descrito la necesidad e intensidad del apoyo teraputico. De ah
que la ejercitacin del mandato judicial, como autntica imposicin emanada
legislativamente, generare la correlativa obligacin para sus destinatarios de satisfacer
el trabajo teraputico, debiendo efectuarse evaluaciones peridicas sobre su
evolucin.
Esta medida encuadra dentro de los poderes de hecho del Juez y al ser
despachadas oficiosamente, la decisin no resulta recurrible
ccliv
.
Si de existir menores en el conflicto planteado, el Juez se ve compelido por la
obligacin de raigambre constitucional de activar todos los mecanismos conducentes
para neutralizar las consecuencias daosas para los hijos, conforme la Convencin de
los Derechos del Nio que exige la adopcin por parte de todos los involucrados de las
medidas idneas para dotar de efectividad el mejor inters del nio
cclv
.
Hay un caso al respecto, en que un Juez de Primera Instancia con carcter
cautelar suspende las visitas paternas, de acuerdo al art. 4 ley 24.417, el progenitor
apela la medida. La madre concurri a un grupo de ayuda debido a la violencia
conyugal que padeci de parte de su marido. En el informe se lee: Dado lo delicado del
proceso, la necesidad de no forzar a la criatura y de no someterla a probables y nuevas
victimizaciones es que se solicita en carcter de urgente e imprescindible la suspensin
temporal de todo contacto entre la nia y su padre, respetando el derecho de la nia de
ser atendida y el derecho de la madre, la abuela y otros familiares preocupados por el
caso y esta institucin especializada a proveer proteccin y amparo a una menor en
situacin de riesgo grave. La Cmara juzga conveniente ante la opinin de los expertos
y en una consulta de urgencia, surgira una seria presuncin de abuso sexual, que el
progenitor se integre al tratamiento que se encuentra realizando su hija segn estima el
asesor de menores de Cmara, como medio idneo de revertir la estimacin que origina
su queja. Cuando existen serias presunciones acerca de la existencia de alguna forma
de abuso sexual que una nia podra estar sufriendo por parte de su padre, se presentan
razones suficientes par encuadrar el caso en los supuestos de excepcin previsto por el
art. 9 ap. 1 y 3 in fine de la CDN incorporada a la Constitucin Nacional
cclvi
.
Puede tambin suceder que la terapia sea solicitada por una o ambas partes del
conflicto y si bien se apartara del marco de las facultades concedidas por el artculo al
Juez, ste al hacer lugar al pedido trata de afianzar la realizacin prctica del
pronunciamiento posterior.
En ambos supuestos es prioritario que las personas sometidas a terapia entiendan
que va a existir un control por parte del Juez que dispuso la medida, por ej. con
remisin peridica de informes sobre la evolucin, lo cual hace a una total transparencia
en la relacin del asistente con las partes y con el Juez, evitando asimismo el problema
del secreto profesional con el usuario, totalmente fuera de lugar en el contexto
coercitivo
cclvii
.
7. g. Sanciones.
ART. 7: Imposicin De Trabajos Comunitarios. Aqu se contempla la sancin ante el
incumplimiento de las medidas ordenadas, o la reiteracin de hechos violentos por parte
del agresor, consistente en la realizacin de trabajos comunitarios, y sin perjuicio de las
restantes medidas a aplicar
cclviii
. Dicha resolucin ser recurrible conforme lo previsto
en el CPCCSF. El recurso que se conceda lo ser con efecto suspensivo.
Esta modalidad sancionatoria se podr tomar solo ante la comprobacin efectiva
de la medida dispuesta, por ej. el no retiro del hogar conyugal o la continuidad en la
perturbacin a la vctima.
En otras provincias, el Juez puede, amonestar por el acto cometido, imponer
multas pecuniarias destinadas a programas de prevencin y tratamiento del maltrato,
cuyo monto se fijar teniendo en cuenta la situacin patrimonial del agresor, y la
comunicacin de los hechos de violencia denunciados a la asociacin profesional,
sindical u organizacin intermedia a la que pertenezca el agresor (Art. 5 Ley n
39/1992. Tierra del Fuego y la Ley n 3040/1996 de Ro Negro).
La amonestacin asume una funcin de prevencin. Este sistema es similar al
anglosajn de la probation, en que el Tribunal se abstiene de pronunciar la condena
que impone al acusado un perodo de prueba que, si es cumplido satisfactoriamente,
determina que se deje sin efecto la sentencia de modo definitivo
cclix
.
Por su parte, la ausencia de un sistema sancionador de parte de la ley nacional,
para los casos en los cuales el agresor incumple deliberadamente la medida dispuesta
judicialmente, fue una de las crticas efectuadas a la ley 24.417, poniendo en evidencia
la incapacidad legal para dar una respuesta positiva a quienes recurren en auxilio de
justicia, desperdicindose la oportunidad de crear una ley que representara un verdadero
recurso alternativo de la accin penal, fundamentalmente en los casos de violencia sobre
menores
cclx
.
Respecto al Juez Interviniente, que est facultado para la imposicin de trabajos
comunitarios, se ha entendido que existi un error material en la redaccin, ya que sta
medida no es una cuestin que deba ser rpidamente despachada por l cuando ste no
es el Juez Competente, y solamente el ltimo es el nico idneo para aplicar esta suerte
de sancin disciplinaria. Sobre el cuestionamiento de inconstitucionalidad, no debe
perderse de vista que por ley orgnica del Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe los
magistrados tienen facultades sancionatorias
cclxi
y cuando es aplicada por un juez no
penal-de familia civil-, existe el fundamento que no lo es hacia una persona sino tan
slo la configuracin de una suerte de Contempt of court que sanciona el
menosprecio hacia la autoridad del tribunal
cclxii
.
En cuanto a los medios impugnativos opuestos a las medidas despachadas,
deber interponerse un recurso de reposicin contra el propio Juez, si no hubo
sustanciacin previa al dictado de la resolucin, o bien entender el Tribunal Pleno
cuando el trmite se sustanci y el recurso ser el de revocatoria-art. 64 LOPJ-. En
ambos casos deber suspenderse la imposicin de los trabajos comunitarios hasta tanto
se resuelva en definitiva.
Adems corresponde dentro del marco del proceso y como obligacin del Poder
Ejecutivo, asegurar una vivienda donde aqullos puedan habitar y desarrollarse, como
tambin la preservacin de la fuente de trabajo mediante la cual la madre puede
procurar el sustento a sus hijos. As por ejemplo en el centro de Capital Federal se
organizan en ese sentido talleres de reinsercin laboral.
El decreto reglamentario prev, en este sentido, el funcionamiento de equipos
interdisciplinarios que debern funcionar abarcando todo el territorio de la Provincia de
Santa Fe, an fuera de los contornos edilicios del Poder Judicial del cual, no obstante,
sern auxiliares ante un caso concreto y de urgente solucin y que requiera de su
actuacin inmediata en la interdiccin de la violencia. Los mismos estarn formados por
profesionales especializados en las disciplinas jurdicas, mdicas, psicolgicas, sociales
y educativas
cclxiii
.
Se establecen Organismos de Evaluacin y Registro
cclxiv
.
El juzgado interviniente notificar de las denuncias que se le presenten a la
Direccin Provincial del Menor, la Mujer y la Familia dependiente de la Defensora del
Pueblo, a fin de que ella atienda la coordinacin de los servicios pblicos y privados y
se aboquen a las acciones que eviten las causas de malos tratos, abusos y todo tipo de
violencia dentro del grupo familiar. Adems dicha direccin tendr a su cargo llevar un
registro con antecedentes estadsticos de los hechos de violencia contemplados en la ley.
La Direccin Provincial, podr solicitar la colaboracin de equipos o de
profesionales inscriptos en el Registro establecido en el art. 6 de la presente
reglamentacin y del Ministerio de Educacin y de Salud y Medio Ambiente de la
Provincia. Teniendo los mismos a su cargo la tarea de capacitacin y formacin a travs
de programas de promocin, asesoramiento en la temtica de violencia familiar.
Asimismo desarrollaran campaas de difusin masiva en diarios, revistas, radio,
televisin, afiches, folletos, etc., garantizando el alcance de la publicidad a todos los
habitantes de la provincia, con la colaboracin de profesionales expertos en materia de
violencia familiar y de comunicacin social.
El Ministerio de Educacin procurar temas de violencia familiar en los
programas y currculas educativas de los distintos niveles, intensificndose stas
acciones preventivas los meses de marzo a noviembre. Se deber asimismo dar
capacitacin permanente a los agentes del Estado, enviar la ley, el reglamento y cartillas
explicativas a escuelas, centros de salud, seccionales y/o comisaras, con medidas de
prevencin concretas y mecanismos de derivacin a organismos pblicos y ONG y a las
redes creadas o a crearse en todo el territorio provincial
cclxv
.
8. Consideraciones Finales.
Hemos estudiado en este captulo la normativa supra-nacional, contenida en la
Convencin Internacional sobre los Derechos del Nio, la normativa nacional atinente a
la Proteccin Integral De Los Derechos De Las Nias, Nios y Adolescentes, la Ley
24.417 en el orden Nacional, contra la Violencia Familiar y la normativa contenida en la
Ley 11.529 De Violencia Familiar de la Provincia de Santa Fe, mediante el
desglosamiento de sus artculos.
Tal cual lo apunte en el presente captulo, es reiterativo la utilizacin en las
distintas normativas expuestas como as tambin en los distintos fallos y resoluciones de
Jueces de familia, el Inters Superior del Nio, en donde se busca hacer operativa la
Convencin de los derechos del nio, parafraseando los alcances instrumentales de su
contenido normativo y lo hacen jugar armoniosamente con el tandem normativo y
jurisprudencial sobre la determinacin de los derechos de los nios involucrados en los
conflictos y crisis familiares que dirimen. Asimismo se debe dar andamiento a la
estricta Proteccin del Inters Superior Del Nio, tal cual reza la Convencin predicha.
Busquemos desde la vigencia del tandem normativo aqu explicado, el juego
armonioso de articulacin de los organismos del Estado, de hacer un efectivo
reordenamiento organizacional desde los recursos humanos-sensibilizacin y
concientizacin- y materiales- recursos tecnolgicos adecuados-, del alcance que
experimenta hoy da el abordaje de nias, nios, adolescentes y la familia, en su actual
escenario, y de captar que estos sectores son los ms vulnerables y en permanente riesgo
para enfrentarlos de manera conveniente y oportuna en el contexto de su verdadera
dimensin.
Asimismo y respecto al deber de informar el hecho, creemos necesario para que
este deber establecido en la ley tenga real cumplimiento, la implementacin de
programas dirigidos a la sensibilizacin y capacitacin de los profesionales de las
distintas disciplinas, como tambin el asesoramiento y la difusin de los recursos, que
de ordinario no se conocen, en las escuelas, hospitales, comisaras, transportes pblicos,
organismos pblicos y privados y medios masivos de comunicacin. Al mismo tiempo,
para proteger los derechos de las personas denunciantes es preciso establecer clusulas
de inmunidad con el objeto de evitar su responsabilidad civil o penal. Se trata de
eliminar los sobresaltos que puede tener quien seala el maltrato por futuras acciones
por parte del acusado.
En el siguiente captulo, propugnamos la creacin de juzgados de familia en la
provincia de Santa Fe y futura puesta en funcionamiento del Fuero de Nios, Nias,
Adolescentes y la familia.
Asimismo propugnamos nuevos lineamientos de accin frente al maltrato
infantil, entre ellos: prevencin, intervenciones, capacitacin y programas de
enfrentamientos y bases para las reformas en el plano legal-judicial.








Captulo V





Lineamientos De Accin Frente Al Maltrato Infantil, y Futura Puesta
En Funcionamiento Del Fuero De Nios, Nias, Adolescentes Y La
Familia.




SUMARIO: 1. Introduccin. 2. Distintos cursos de accin con relacin al
maltrato infantil. 2. 1. Prevencin. 2. 2. Evaluacin de riesgo y diagnstico.
2. 3. Intervenciones. 2. 4. Evaluacin de resultados. 2. 5. Capacitacin y
programas de entrenamiento. 2. 5. 1. Caractersticas de la capacitacin. 2.
5. 2. Destinatarios de la capacitacin. 2. 5. 3. Metodologa. 2. 6. Bases para
las reformas en el plano legal-judicial. 2. 6. 1. Tratamiento especfico del
maltrato del nio por sus padres o sustitutos. 2. 6. 2. Establecer un proceso
autnomo dentro del cual se adopten las medidas cautelares. 2. 6. 3.
Denuncia de los hechos. Quienes pueden denunciar el maltrato. Su carcter
facultativo u obligatorio. 2. 6. 4. Inmunidad para los denunciantes. 2. 6. 5.
Medidas de emergencia. 2. 6. 6. Tutela jurisdiccional y el respeto del
principio de legalidad en los procesos penales y civiles. 2. 6. 7. Establecer
un adecuado sistema probatorio. 2. 6. 8. Disposicin del nio o adolescente
como medida excepcional. 3. Creacin de juzgados de familia en la
provincia de Santa Fe y futura puesta en funcionamiento del fuero de nios,
nias, adolescentes y la familia. 3. 1. Competencia. 3. 2. rganos
judiciales. 4. Ley N 12967. 4. a. Esquema. Ley 12967. 4. b. Medidas de
proteccin integral. 4. c. Medidas de proteccin excepcional. 4. d.
Aplicacin de las medidas excepcionales. 4. e. Defensor provincial de
nias, nios y adolescentes. 5. Conclusiones finales. 6. Propuestas.





1. Introduccin.
Desde nuestra perspectiva, y tal como lo hemos expresado en los diferentes
captulos de esta tesina, la temtica del maltrato infantil se ha constituido en los ltimos
tiempos en un problema social. Esto implica, por una parte, el reconocimiento del hecho
y por la otra, una calificacin valorativa negativa del mismo por un amplio sector de la
sociedad. Sin embargo ste es un hecho social reciente y, como tal, est impregnado de
contradicciones e incongruencias producto de la ruptura de un consenso histricamente
legitimador del maltrato infant il.
Las condiciones histrico-sociales presentes nos encuentran en un momento de
transicin. Las ideologas que tradicionalmente ubicaban a los nios en un lugar
inamovible de objetos de uso y abuso, estn, al menos explcitamente, en plena retirada.
Al mismo tiempo, cada vez cobran ms fuerza y se extienden hacia mayores sectores de
la sociedad las ideas que rescatan la necesidad de cuidado y proteccin de los nios y su
condicin incuestionable de sujetos de derecho. No obstante, es preciso remarcar que el
hecho de que se mencione tan explcitamente la importancia de la atencin y amparo de
los nios no siempre incluye una explicacin abierta y clara que condene el maltrato
infantil en sus diversas formas.
Es por ello que consideramos de fundamental importancia avanzar cada vez ms
en la brecha que abre actualmente la ruptura con la vieja ideologa, profundizar la
discrepancia y el conflicto con aquellos valores que en el presente consideramos
inadmisibles, y desarrollar y profundizar cada vez ms los conceptos ideolgicos que
proponen una realidad alternativa en trminos de una sociedad y una familia basada en
el respeto por los derechos humanos.
El tema de la violencia hacia los nios es un tema de derechos humanos. Esta
construccin social de la realidad de la infancia requiere, en el presente, un mayor grado
de legitimacin y consenso con relacin al problema. De acuerdo con lo que hemos
expresado previamente, tales cuestiones slo podrn lograrse si hay acciones, prcticas
sociales, que transformen el problema del maltrato infantil en un problema social real.
Tales acciones tienen como objetivos centrales; deslegitimar y desnaturalizar
toda forma de maltrato infantil; legitimar y crear consenso acerca del maltrato infantil
como un problema social; desarrollar y fortalecer una ideologa basada en las relaciones
democrticas y de respeto por los derechos de los nios; atenuar la incidencia del
fenmeno.
Para llevar a cabo dichos objetivos generales es que propongo una serie de lneas
de accin que buscan, cada una en el marco de su especificidad, dar cumplimiento a
tales finalidades. Estos lineamientos deben ser tomados solamente como un enunciado
de las acciones posibles, ya que el desarrollo particular de cada una de ellas escapa a los
objetivos de esta tesis.
Los lineamientos de accin que he de sugerir a continuacin para el desarrollo
de este ltimo captulo, han sido elaborados sobre la base del material bibliogrfico
relevado sobre el tema, los datos obtenidos en mi investigacin, la propia experiencia,
las diversas propuestas aportadas por los distintos especialistas dedicados al estudio de
este problema, legislacin comparada, y proyectos legales de distintas provincias de la
argentina que bregan por mejorar el sistema jurdico-legal vigente.
El tema que nos ocupa, los distintitos cursos de accin con relacin al maltrato
infantil, y la creacin futura y puesta en funcionamiento del Fuero de Nios, Nias,
Adolescentes y la familia, son importantes ya que nos permitir conjugar
armoniosamente en el esfuerzo mancomunado de proteccin integral de sus derechos,
articulando y coordinando modos de accin oportunos y pertinentes-necesidad-.
Desde el mbito del poder administrador-poder ejecutivo- y del poder
jurisdiccional-poder judicial-, se estn adecuando las estructuras organizacionales y de
recursos materiales para de manera paulatina alcanzar el fin, pero creo todava falta tela
por cortar en tal sentido.
2. Distintos Cursos De Accin Con Relacin Al Maltrato Infantil.
Para referirnos a los distintos cursos de accin con relacin al maltrato infantil,
consideraremos cinco aspectos bsicos, relacionados entre s: 1) prevencin; 2)
evaluacin de riesgos y diagnstico; 3) intervencin; 4) evaluacin de resultados; 5)
capacitacin. Y agregaremos una sexta accin, las bases para las reformas en el plano
legal-judicial. Cada una de estas instancias implica la visin interdisciplinaria del
problema, y su conjunto entramado configura una dinmica de abordaje compleja y
totalizadora.
2. 1. Prevencin.
a) Concepto y clases.
La prevencin es definida por el Diccionario de la Real Academia Espaola
como la preparacin y disposicin que se hace anticipadamente par evitar un
riesgo
cclxvi
. Este riesgo es, en el tema del maltrato infantil, la posibilidad de que
determinadas acciones de los adultos atenten contra la integridad fsica y psquica de los
nios, obstaculicen su pleno desarrollo o, en un extremo, pongan en peligro su vida.
Dentro del campo de la violencia contra los nios/as y adolescentes, entendemos como
preventivas todas aquellas acciones que lleven a evitar su aparicin o permitan su
interrupcin. Tomaremos al concepto de prevencin en un sentido amplio, que pueda
incluir el espectro de dimensiones que contiene la definicin del problema. El maltrato
infant il considerado como un problema social, multidimensional y multidisciplinario es
un tema que comprende campos variados como lo son: el legal, el de la salud, tanto
fsica como psquica, el sociolgico, el educacional, el filosfico o el poltico, por
nombrar algunas de las reas desde donde puede observarse el fenmeno.
Los trabajos ms extendidos acerca de la temtica de la prevencin provienen en
su mayora del mbito de la salud y, en particular, de la salud mental. Los primeros
desarrollos tienen origen en los aos sesenta y se concretan en los tradicionales trabajos
de G. Caplan en 1980
cclxvii
. Este autor, establece una distincin entre tres tipos de
prevencin: primaria, secundaria y terciaria
cclxviii
.
Actualmente, existe la tendencia de distinguir entre: prevencin (esto es,
prevencin primaria en salud, dirigida a la poblacin general con el objetivo de evitar la
presencia de factores de riesgo y potenciar factores protectores del maltrato infantil),
tratamiento (esto es prevencin secundaria y consiste en la intervencin despus de
haber comenzado el trastorno y de haberlo detectado precozmente, dirigida a la
poblacin de riesgo con el objetivo de realizar un diagnstico temprano y un tratamiento
inmediato. Atenuar los factores de riesgo presentes y potenciar los factores protectores)
y rehabilitacin (prevencin terciaria y es reparar el dao que haya causado un desorden
ya manifestado, que consiste en la rehabilitacin del maltrato infantil, tanto para los
menores victimas como para los maltratadotes. Para ello se debe disponer de un equipo
interdisciplinario, pediatras, psiquiatras, psiclogos, trabajadores sociales, orientadores
familiares, terapeutas, abogados, jueces de menores, cuerpos policiales, etc.)
Si bien en mltiples ocasiones resulta difcil distinguir si un determinado
programa es de prevencin primaria o secundaria, es que por sta razn, se considera a
estas clases de prevencin, no ya como una dicotoma, sino como un continuo.
Al referirnos a la prevencin del maltrato infantil, tomaremos los conceptos
desarrollados en el campo de la salud ya sealados. Aqu enunciaremos los aspectos
relacionados con la prevencin primaria, es decir, la propuesta de acciones que
disminuyen la incidencia del fenmeno.
La prevencin primaria, intenta equipar a las personas (sujetos competentes) con
recursos ambientales y personales para superar los problemas que puedan surgir;
reconoce la necesidad de una sociedad ms equitativa en la que se puedan reducir al
mximo las situaciones de indefensin.
b) Objetivos.
Podramos decir que la prevencin primaria del maltrato infantil tiene, entre
otros, los siguientes objetivos:
Generales.
-reducir la incidencia del problema del maltrato infantil; -promover una ideologa
basada en el menor como sujeto de derechos y en la inclusin de los derechos humanos
en el interior de la familia; -promover la salud, en trminos de mayor bienestar y
mejoramiento de la calidad de vida de los nios.
Especficos.
- promover el desarrollo pleno de los menores; - incrementar la comprensin de las
pautas de crianza y socializacin de menores y sus efectos en las familias y la
comunidad; -acrecer el conocimiento de recursos; - incidir sobre las prcticas
organizacionales; - influenciar la poltica social y la legislacin; - favorecer las redes
interinstitucionales; -promover la formacin de especialistas y ampliar su papel.
c) Acciones comprendidas en la prevencin primaria.
Formularemos a continuacin algunas de las acciones a implementar en la
prevencin primaria en el maltrato infantil.
1) Poltica de carcter social:
El maltrato infantil no puede ser concebido slo como un problema privado de
disfuncin familiar y olvidar el entorno social productor de la violencia. Es decir junto a
la responsabilidad individual existe una responsabilidad del Estado en la omisin de las
polticas sociales y preventivas del maltrato.
La solucin que aqu proponemos, no pasa slo por el tratamiento teraputico de
la familia o por las medidas represivas, sino que es deber del Estado crear las
condiciones materiales y culturales que coadyuven a la proteccin de los derechos
humanos de los ciudadanos.
Hay que actuar sobre los factores de carcter social que coadyuvan en la
aparicin del maltrato. La mala calidad de vida de las familias por la ausencia de los
soportes bsicos de su funcionamiento las convierte en grupos de alta vulnerabilidad.
Por consiguiente la violencia aparece, muchas veces, como respuesta a las frustraciones
de la vida cotidiana en cuanto a trabajo, manutencin, vivienda, condiciones laborales,
educacin y esparcimiento. La insuficiencia de recursos, desocupacin, hacinamiento,
migracin, trasplantes culturales, aislamiento del grupo social, prdida de las races
culturales, son circunstancias que engendran tensiones que bajan el nivel de tolerancia
hacia el nio. En otros trminos, las condiciones de vida generadoras de exclusin
social con frecuencia se mediatizan en abusos y agresiones al nio, chivo expiatorio de
la violencia que sufren los padres.
Una respuesta esencial a las races sociales de la violencia es, indudablemente,
pensar en modelos socioeconmicos que superen esta marginacin de vastos sectores de
la poblacin que sobreviven sin satisfacer las necesidades bsicas.
Dentro de las mltiples acciones que deben emprenderse para dar solucin a las
deficiencias que abarcan las reas de la salud, educacin, vivienda, proponemos incluir
distintos servicios sociales que es necesario prestar para atenuar los niveles de tensin y
ansiedad originados en el conflicto entre el desempeo laboral y la funcin materna o
paterna, entre ellos proponemos:
1- La creacin de guarderas para el cuidado temporario de los nios.
2- Comedores escolares o lugares de recreacin infantil.
2- Establecimientos que acojan a madres solas con dificultades sociales o afectivas, etc.
La necesidad de organizar estos servicios se intensifica an ms con la reforma
constitucional que ha dado jerarqua superior a la Convencin sobre los Derechos del
Nio. Este tratado establece, como ya lo hemos dicho, el deber del Estado de prestar a
los padres la asistencia apropiada para el desempeo de sus funciones en lo que respecta
a la crianza del nio, imponindoles la obligacin de crear instituciones, instalaciones y
servicios para el cuidado de los nios
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, particularmente en beneficio de los nios
cuyos padres trabajan
cclxx
.
Se requiere, igualmente, la organizacin de servicios de planificacin familiar
para que las parejas tengan la posibilidad de controlar el nmero de nacimientos y
disminuir, de esta manera, los embarazos no deseados, causantes muchas veces del
maltrato al hijo.
Asimismo en esta esfera es conveniente, adems, estructurar el funcionamiento
de un sistema de salud completo con controles regulares que permita seguir el desarrollo
de todos los nios en edad preescolar, responsabilidad que nace del art. 24 de la
Convencin sobre los Derechos del Nio.
2) Programas que propicien un cambio en la conciencia social:
Esta propuesta tiene como fin modificar comportamientos, creencias y valores.
Es importante aqu difundir los derechos del nio y la correlativa
responsabilidad de los padres orientada hacia una interaccin paterno- filial mediante
pautas participativas y de cooperacin, de acuerdo con la edad del menor. Por otra parte,
la imagen idealizada de la familia que siempre muestran los medios masivos de
comunicacin debe ser reemplazada por una visin realista que brinde una idea de las
satisfacciones, pero tambin de las dificultades ligadas a la condicin paterna o materna.
A lo sealado precedentemente, se deben sumarse campaas especficas
dirigidas a difundir el problema del maltrato y abuso sexual de los menores, a hacer
conocer sus causas y a alertar sobre sus efectos.
La violencia slo se convierte en noticia cuando adquiere contornos
espectaculares. Falta desde el mbito pblico una accin sistemtica educadora que
interiorice la idea de que el nio es persona. El trato cotidiano del nio, cuando hiere de
manera permanente su calidad de sujeto y su dignidad, queda oculto detrs de hechos
extremos. La violencia diaria se naturaliza, es normal. Slo cuando se hace visible en
los hechos desmedidos se la califica como una conducta desviada. En este sentido son
relevantes las campaas de sensibilizacin dirigidas a los padres, educadores,
trabajadores sociales y mdicos acerca de la realidad del abuso infantil.
3) Programas que propicien la difusin de recursos existentes en diferentes mbitos:
Con frecuencia, los protagonistas de los episodios violentos, los profesionales de
distintas disciplinas que deben tratar con el problema y los ciudadanos que toman
conocimiento de los casos de maltrato, ignoran cules son los caminos a seguir y las
diversas alternativas que ofrecen la ley y los servicios sociales, pblicos y privados.
Entonces, y a modo de propuesta, se trata de hacer conocer mediante variados
mecanismos de difusin los recursos legales, los centros que ofrecen asesoramiento, los
servicios de ayuda telefnica, las unidades sanitarias especializadas, los centros de
atencin teraputica, etc. Esta informacin debe ser de fcil acceso y, en lo posible,
transmitida a travs de los medios de comunicacin de masas, de modo continuo.
En este sentido, la reglamentacin de la Ley 24.417, prev programas elaborados
por los distintos organismos para difundir las finalidades de dicho ordenamiento
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.
4) Programas preventivos a nivel de la familia y la comunidad:
Se trata de reforzar los lazos de comunicacin entre padres e hijos, mejorar la
aptitud de los progenitores para enfrentar los problemas que se suscitan en las relaciones
paterno- filiales, y promover el sostn que brinda la comunidad de pertenencia.
La comunidad constituye un eje esencial en la prevencin y tratamiento del
problema de la violencia familiar. El maltrato de nios y adolescentes, como ya lo
hemos sealado, se encuentra en todos los estratos sociales, pero son ms vulnerables
los ncleos familiares sometidos a grandes presiones por su calidad de vida y la falta de
recursos para manejarse. Son indispensables, por consiguiente, mecanismos de ayuda
comunitaria, la creacin de redes de apoyo formales e informales para que las familias
puedan afrontar los distintos problemas que se les plantean.
5) Programas informativos-educativos dirigidos a los padres:
En trminos generales es preciso propiciar la informacin y la capacidad
educativa de los padres para que comprendan las necesidades y el comportamiento de
sus hijos en las distintas etapas de su desarrollo. Para ello es deseable que los
progenitores, o sus sustitutos, conozcan las tendencias ms modernas en la educacin y
crianza de los nios para desempear con mayor eficacia la tarea materna o paterna. En
ciertos sectores sociales se halla ampliamente difundida la creencia de que la crianza es
una actividad instintiva que no requiere el consejo de expertos. Sin embargo, la
investigacin ha puesto de manifiesto que las exigencias de los padres respecto de los
hijos son, a menudo desmedidas y no corresponden a su etapa evolutiva. De esta
manera, se generan resistencias o rebeldas que pretenden frenarse mediante actos de
fuerza.
La mayora de los programas, tanto de prevencin como de intervencin,
dirigidos a los padres, incluyen bsicamente los siguientes objetivos: a) adquirir
destrezas ms efectivas en la conduccin de los nios con el fin de controlar problemas
tpicos y difciles relacionados con ellos; b) promover el uso de mtodos de control
positivos y reducir la confianza en el castigo; c) desarrollar una estrategia efectiva para
la solucin de problemas en situaciones conflictivas que surjan en el futuro, y que pueda
aplicarse a las dificultades relacionadas con la familia; d) controlar las respuestas
violentas y el comportamiento impulsivo que perjudican al nio y a la familia.
Dentro de este tipo de programas informativo-educativos para padres, es
importante considerar la inclusin de los prenatales, dirigidos a los futuros padres con
el fin de iniciarlos en el cuidado de sus hijos, remarcar la trascendencia de su funcin y
anticipar los lazos afectivos con el recin nacido.
Por ltimo, es aconsejable preparar a los jvenes para que asuman sus futuros
roles familiares (preparacin para el matrimonio, pautas par la administracin del hogar,
informacin sobre las etapas evolutivas de los nios, etc.), mediante cursos dictados en
diferentes mbitos institucionales tales como la escuela, la comunidad religiosa, los
centros barriales y comunitarios, e incluso, los medios de comunicacin masiva.
6) Programas informativos dirigidos a profesionales, personal de diferentes mbitos
institucionales y educadores:
Es indispensable desarrollar programas que tengan como objetivo central
sensibilizar y brindar informacin adecuada a los profesionales de diferentes disciplinas
tales como mdicos, psicolgicos, asistentes sociales, abogados, personal de la justicia,
de la polica, de los hospitales y de los municipios, que, por distintas razones y de modo
directo o indirecto, tengan vinculacin con el problema del maltrato infantil. Estos
programas estn destinados a lograr que todas aquellas personas que, de manera
potencial, puedan actuar con relacin al maltrato infantil, lo tengan internalizado como
un problema, detecten sus caractersticas conozcan los recursos existentes para actuar
en consecuencia. En este sentido, es importante que, por ejemplo, en un hospital, no
slo estn sensibilizados acerca del tema los profesionales especializados, sino tambin
todos aquellos que puedan llegar a tener algn tipo de intervencin en la deteccin del
maltrato, tales como mdicos de guardia, enfermeras, etc. igualmente, en el sistema
judicial es importante que todos los integrantes del juzgado adquieran conocimiento y
sensibilizacin del problema.
La inclusin de los docentes en la prevencin primaria del maltrato infantil es
una cuestin clave. La importancia de su preparacin es innegable, pues el maestro en el
aula tiene la posibilidad de detectar, anticipar y prevenir cualquier situacin que
implique un riego para la integridad de sus educandos y puede actuar de modo directo,
con los nios y sus familias. Asimismo, en la escuela, los nios tienen la oportunidad de
conocer sus derechos y aprender el significado negativo del maltrato y su perpetuacin.
Un docente formado como agente de cambio forma nios para el cambio de la ideologa
del maltrato.
7) Programas informativo-educativos dirigidos a los nios:
Diversas experiencias han sido llevadas a cabo para prevenir a los nios con
relacin a los malos tratos y el abuso sexual, principalmente en los Estados Unidos,
Canad. El realizado en Canad es un programa de prevencin del Abuso Sexual para
nios entre 6 y 12 aos que realiz el Nacional Film Board of Canad. Este programa,
denominado FEELIN YES, FEELING NO, que en nuestra traduccin literal sera:
sentimientos por el s, sentimientos por el no
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, brinda al nio medios para
protegerse y hacer respetar su integridad frente al adulto. Es decir, el menor se convierte
en actor de su propia prevencin. El formato de este programa es completo, ya que
incluye tambin a padres, profesionales y maestros de los nios. Est diseado para ser
usado por escuelas, iglesias, organizaciones de la comunidad y/o grupos familiares
interesados en la prevencin del abuso sexual infantil. Consta de 4 videofilms y de
materiales escritos. Est dividido en dos partes: la parte A, para padres y profesionales
directa o indirectamente conectados con los nios con quienes se desarrollar el
programa preventivo, y la parte B, dirigida a los nios y sus maestros. Todo esto est
organizado de modo secuencial para el logro de los objetivos educacionales, que son,
bsicamente, la adquisicin de habilidades para cuidarse y protegerse de cualquier
situacin abusiva tanto en el exterior como en el interior de la familia.
La parte A, para padres y profesionales, contiene un film de 28 minutos, ms un
material escrito para distribuir entre los participantes. Este material comprende una
gua para el facilitador, las caractersticas del abuso sexual infantil, los signos
comportamentales de los nios abusados sexualmente, qu hacer si un nio ha sido
abusado, una sntesis del contenido de la parte B, cmo conversar con los nios sobre el
abuso sexual, medidas preventivas y bibliografa. La parte B, para los nios y sus
maestros contiene una secuencia de 3 videofilms de 15 minutos cada uno, ms 9 horas
de ejercicios experienciales, que acompaan a la proyeccin de los videos. Asimismo
incluye tambin una gua para maestros que va a conducir el trabajo con los nios,
enseanzas para los menores que les indican cmo identificar lo que sienten, cmo
comunicarlo, cmo y donde obtener ayuda, cul es el significado del abuso sexual,
cmo protegerse de l, un vocabulario con trminos que les sirva para desarrollar su
seguridad personal.
Estos trabajos constituyen un ejemplo de lo que puede hacerse en materia de
prevencin primaria con los nios y, por consiguiente, nuestra propuesta es que,
deberan multiplicarse con el tratamiento de la totalidad de los aspectos del maltrato
infantil.
2. 2. Evaluacin De Riesgo y Diagnstico.
La evaluacin de las situaciones de maltrato infantil presenta caractersticas
particulares con respecto a otras problemticas de carcter psicosocial o familiar, ya que
en general se produce bajo condiciones de invisibilidad y falta de motivacin y
voluntariedad por parte de la familia y/o del maltratante. La tarea evaluativa y
diagnstica, realizada por profesionales especializados, consiste en confirmar si
realmente se ha producido una situacin de maltrato, realizar una valoracin del dao
que ha sufrido o puedo llegar sufrir el nio con el fin de adoptar las medidas necesarias
para protegerlo y, por ltimo, llevar a cabo una evaluacin en profundidad de la
situacin de la familia y el menor para determinar los pasos a seguir y la posible
rehabilitacin.
Una evaluacin adecuada permite desarrollar intervenciones de mayor precisin
y eficacia. Para ello es importante conocer adecuadamente el suceso, qu consecuencias
tuvo, cules fueron sus causas inmediatas y cmo podra corregirse la situacin.
Un aspecto importante es poner especial nfasis en la forma en que se obtiene
informacin. Debe tenerse en cuenta la totalidad de las fuentes a las que es posible
acceder; adems de los datos que puedan aportar los padres, los familiares directamente
implicados o los profesionales o funcionarios que han intervenido, tiene particular
relevancia el testimonio del nio.
Confirmada la sospecha del maltrato es fundamental considerar el estado de
peligro en que se encuentra la presunta vctima, es decir, si es necesario adoptar de
manera inmediata medidas protectoras o si es posible extender el tiempo de la
evaluacin diagnstica para futuras intervenciones. Por ltimo, debe realizarse un
pronstico en cuanto a las posibilidades de atenuacin o desaparicin del maltrato.
2. 3. Intervenciones.
Esta fase comprende todas aquellas acciones que se desarrollan una vez que tuvo
lugar la situacin de maltrato. La prevencin en este caso se identifica con las diversas
medidas que es posible adoptar para evitar la reiteracin de los episodios abusivos. El
primer paso para la actuacin institucional de los episodios abusivos es la revelacin del
hecho. Por consiguiente, deben adoptarse las estrategias indispensables para facilitar la
informacin del maltrato. En tal sentido, proponemos:
1) Creacin de organismos sociales receptores de las denuncias:
Aqu proponemos la apertura de otros canales en la comunidad donde puedan
radicarse las denuncias, junto a la polica y la justicia, permite acrecentar la visibilidad
del problema.
Esto significa que el sealamiento del hecho de abuso pueda efectuarse ante los
servicios sociales-administrativos que se ocupen del problema, como ante los rganos
judiciales. De esta manera se atenuara la resistencia de los profesionales, maestros,
parientes o vecinos para revelar los hechos; los organismos sociales actuaran como un
canal mediador ms aceptable, pues con frecuencia se asocia la revelacin a una
respuesta institucional represiva. Ello sin perjuicio de las necesarias derivaciones
judiciales cuando deban adoptarse medidas protectoras o sancionatorias que requieren
respetar las garantas del debido proceso. No se descarta el importante rol que puedan
juzgar los organismos policiales, debidamente entrenados, pues es el espacio al cual
acceden habitualmente las personas cuando quieren hacer conocer un hecho ilcito
grave.
Nuestra propuesta aqu, consiste en la creacin de un Registro nico
Centralizado, en donde las denuncias deban volcarse. Esto permite detectar las
situaciones de maltrato reiterado, evitndose de este modo la accin de los adultos
abusadores, quienes para no ser identificados acuden a otro hospital en cada ocasin.
Adems, la centralizacin de la informacin facilita el diagnstico de un caso
sospechoso, pues proporciona datos al mdico interviniente sobre los presuntos abusos
que anteriormente le hubiesen infligido al nio. En otros trminos, el conocimiento de
los antecedentes previos avala con mayor fundamento una sospecha de abuso. A veces,
la ayuda a la familia llega muy tarde por desconocerse la historia del caso. Igualmente la
concentracin de las causas posibilita el control de las distintas intervenciones
institucionales y la eficacia de las medidas adoptadas.
2) Tipos de intervenciones:
Cuando hablamos de intervenciones nos referimos a las diferentes maneras de
actuar, una vez producidos la evaluacin y el diagnstico. La observacin del problema
desde cada uno de los diferentes sistemas permite una mejor solucin y la convergencia
de tales sistemas es complementaria, es decir, ninguno de ellos pierde la autonoma y
los lmites de su competencia. Cada uno desde su propio campo constituye un apoyo
para el otro, lo cual permite una tarea de colaboracin conjunta, bajo la direccin del
juez, en los casos de la intervencin judicial
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.
Entre los distintos momentos de actuacin, podemos mencionar: a) El aspecto
educativo- formativo implica la enseanza de habilidades para la prevencin del
maltrato. Este aprendizaje comprende tanto la figura del nio como a la del adulto. Con
respecto al nio importa la tarea de informarle y educarlo para que pueda distinguir y
defenderse frente a las actuaciones abusivas. Esta labor se relaciona con el
conocimiento de sus derechos en cuanto al cuidado de su propio cuerpo, su sexualidad,
su integridad fsica y psquica, y su salud.
El entrenamiento dirigido a los padres tiene como objetivo ayudarlos a subsanar
las debilidades que presentan en cuanto a sus aptitudes de trato, y gobierno de la
persona del nio. b) El aspecto psicoteraputico es otra de las etapas de intervencin. Si
bien no debe ser considerada como una instancia definitoria y nica de resolucin en
razn de sus limitaciones, constituye, no obstante, un recurso relevante para enfrentar el
problema. Entre las diferentes estrategias teraputicas que pueden implementarse de
manera separada o simultnea, mencionamos: 1) tratamiento individual (psicoterapia,
programas con visitadores domiciliarios); 2) tratamiento grupal (multicontextual
familiar, terapia familiar, con grupos de ayuda, grupos de apoyo).
3) Centros especializados de carcter interdisciplinario:
A modo de propuesta, creemos que sera conveniente la creacin de centros
interdisciplinarios para el tratamiento del nio maltratado y la familia, pblicos o
privados, que intervengan, a peticin de los juzgados o servicios sociales, para realizar
el diagnstico y tratamiento del caso, como el centro comunitario existente en la ciudad
de Miln, Italia, que ayuda al nio maltratado y a la familia en crisis constituyendo un
modelo representativo de la forma en que se puede integrar las distintas intervenciones
institucionales
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.
El trabajo de la institucin, tiene como presupuesto bsico, el abuso de los nios
en sus diversas formas, no puede ser tratado y resuelto si no se define claramente con
los afectados, con los servicios implicados y con el tribunal interviniente, que se opera
en el contexto de una intervencin coactiva.
El Tribunal Interviniente o los servicios sociales, son los encargados de decidir
la actuacin del centro, ordenndole un diagnostico o tratamiento teraputico del caso.
Este centro debe trabajar: En primer trmino, las distintas categoras clnicas de
las familias maltratantes que tienen como caracterstica comn la negacin del conflicto,
el cual se descarga en la pura y simple accin sintomtica; sus integrantes no advierten,
por lo tanto, la necesidad de una ayuda externa. Por ello resultan indispensables
operaciones de control y terapias que inhiban y paralicen el sntoma, permitan la
explicacin de la dificultad y conduzcan al aprendizaje de otros patrones de
funcionamiento.
En segundo lugar, la recuperacin de una familia no depende slo de sus
variables internas; se relaciona, adems, con la capacidad de los servicios intervinientes
para integrarse y crear un equipo interinstitucional que conforma el contexto de la
intervencin coactiva.
Entre los diversos componentes del equipo podemos mencionar: 1) el Tribunal
Interviniente, que es el responsable del tratamiento coactivo a la familia; 2) los distintos
Centros a los cuales el Tribunal deriva el caso, los que conducen libremente una alianza
teraputica con la familia para su sostn y tratamiento. Dicha integracin debe
realizarse, adems, con los diversos servicios comprometidos en el problema (servicios
sanitarios especializados, escuelas, servicios sociales, etc.); 3) el aparato de control,
distinto del teraputico, que verifica la eficacia del tratamiento en sus distintas etapas y
vigila el cumplimiento de las decisiones del Tribunal Interviniente.
Para que cada operador cumpla su rol sin ceder a la tentacin de asumir la
funcin del otro, es indispensable un nivel superior, o sea, el equipo interinstitucional,
en el cual se integran las diversas funciones. El centro, por otra parte, establece una
clara relacin con el tribunal y la familia usuaria, o sea, informa que se trata de una
labor encomendada por el juez para determinar los problemas que originaron el
maltrato, asimismo, al mismo tiempo seala los beneficios de la intervencin para la
familia, ya que de este modo podr entender lo que le sucede y superar la situacin
conflictiva. Pese al carcter coactivo de esta actuacin, a travs del tratamiento se busca
crear una situacin semejante a una terapia familiar espontnea. Es decir, se emplean
diversas estrategias para inducir a la familia a formular el pedido de ayuda. La primera
respuesta del centro, frente a una situacin de maltrato grave, es pedir, como condicin
para realizar una evaluacin profunda, el alejamiento del nio del hogar por algunos
das. Aqu frente a esta medida, los padres tienen el inmenso deseo de volver a tener al
nio, lo cual constituye casi siempre un fuerte incentivo para el cambio y opera con ms
eficacia que el procedimiento inverso, donde se acta mediante la coaccin: o cambian
o les sacamos al nio.
4) Coordinacin. Creacin de redes:
La articulacin de las diferentes causas en un problema de violencia familiar
exige conjugar las acciones en los distintos campos, lo cual demanda ineludiblemente la
creacin de redes interinstitucionales, en las cuales participen sectores pblicos y
privados de las diversas reas: salud, educacin, justicia, polica, de modo tal que pueda
darse una respuesta global al problema tanto en el campo de la prevencin, as como en
el de asistencia o rehabilitacin de quien se ve afectado por hechos de violencia
familiar. Dentro de los programas de ayuda y control comunitario, destacamos:


a) Padres annimos.
Los padres annimos constituyen organizaciones grupales compuestas por
progenitores que han maltratado a sus hijos y desean ayudar a quienes se encuentran en
dificultades similares. Existen tambin los llamados grupos teraputicos, que han sido
empleados en el tratamiento del abuso sexual, en los cuales participan padres
abusadores y vctimas pertenecientes a familias diferentes
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.
b) Programas de ayuda mutua.
Dentro de este programa de ayuda mutua, se ha formado un grupo de personas
ya retiradas del trabajo activo que cumplen la funcin de abuelos adoptivos, o bien,
equipos de voluntarios, debidamente entrenados, que ayudan y aconsejan a los padres
que tienen dificultades para afrontar la crianza y educacin de los hijos. Estas acciones
pueden tambin ser emprendidas por las parroquias u otros centros comunitarios.
c) Programas de apoyo en situaciones crticas.
Estos programas destinados a los nios y padres en situaciones crticas
constituyen un apoyo que es posible prodigar mediante el urgente auxilio telefnico, la
guarda transitoria de los hijos a otras personas o la intervencin de parientes o amigos.
El objetivo es siempre, repetimos, evitar el aislamiento de la familia en crisis.
d) Gabinetes escolares.
Es conveniente crear gabinetes escolares que puedan detectar los casos de malos
tratos infligidos a los nios y organizar el tratamiento de la familia mediante su
derivacin a los servicios sociales o atencin domiciliaria.
e) Hogares transitorios.
Aqu proponemos la creacin de hogares transitorios para albergar a los nios en
situaciones graves, tomando como modelo los creados en muchos pases extranjeros,
entre ellos, comentaremos las siguientes experiencias. As por ejemplo en los Estados
Unidos, existen nurseries, que funciona las 24 horas, en las cuales pueden alojarse los
nios, incluso con sus madres. Atienden aquellos casos en que los propios padres
desean la salida transitoria del nio, pues temen las consecuencias del momento
emocional crtico por el cual atraviesan.
En Pittsburg existe un Centro de stress parental, que ayuda al tribunal a
adoptar decisiones en las causas de maltrato infantil. El tribunal dispone el envo de los
nios maltratados o de alto riesgo a dicho centro. Los padres los visitan diariamente y
los cuidan bajo la supervisin de los directores del Centro. Esta residencia se prolonga
por un trmino que no excede, generalmente, los tres meses. El objetivo primario de tal
institucin es aumentar la capacidad de crianza de los padres. Sin embargo, al mismo
tiempo, la informacin recogida le permite efectuar recomendaciones al tribunal cuando
es necesaria una posterior disposicin del nio
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.
En Suecia, el menor puede permanecer durante un perodo con familias que se
presentan a dicha funcin de ayuda. En estos hogares los nios permanecen varias
horas, los fines de semana o por un perodo ms largo, segn el diagnstico del caso y
los cuidadores reciben un estipendio por dicha funcin. Cabe destacar que esta
estructura se halla muy difundida en Suecia y constituye un mecanismo social destinado
a cuidar a los nios o adultos que no pueden o no quieren ser atendidos por sus familias
(menores abandonados, maltratados, discapacitados, ancianos, personas
psicticas)
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.
2. 4. Evaluacin De Resultados.
En trminos generales, podemos decir que hasta el presente existe escaso
desarrollo de la evaluacin de los diferentes tipos de programas que se aplican tanto
para la prevencin como para el tratamiento y la rehabilitacin en el problema del
maltrato infantil.
La evaluacin de programas de proteccin infantil, como la de cualquier
programa social, debe partir de una valoracin de la forma en que cubre las necesidades
que han originado su creacin. El anlisis de los resultados permite modificar y
optimizar su eficacia, en la medida en que se haya realizado el examen del proceso del
programa: estudio de sus premisas tericas, del contexto organizativo, anlisis de los
recursos y su estructuracin. En el diseo de la evaluacin de resultados, es necesario
conocer si los efectos que el programa buscaba se han producido y son estadsticamente
significativos, y si se puede afirmar que tal progr ama ha causado dichas consecuencias.
Por ltimo, es preciso sealar que un elemento importante para la evaluacin de
los resultados de los programas ejecutados en relacin al maltrato infantil es la
informacin estadstica, distinguiendo los datos en sus distintas modalidades. La
existencia de organismos que centralicen las denuncias en cada una de las jurisdicciones
coadyuva, indudablemente, a la simplificacin de la tarea.
De acuerdo con la ley 24.417, el Consejo Nacional del Menor y la Familia
centraliza el registro de denuncias mediante un sistema computarizado, cuyas
caractersticas figuran en el anexo
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.
2. 5. Capacitacin y Programas De Entrenamiento.
2. 5. 1. Caractersticas De La Capacitacin.
En violencia familiar en general y, en cada una de sus reas especficas, el tema
de la capacitacin, est basado en tres supuestos bsicos.
a) cualquier accin que se intente desarrollar en el campo de la violencia, requiere algn
tipo de capacitacin en la temtica;
b) toda capacitacin, para ser efectiva, debera ser sustentable en el tiempo y tender a
producir un efecto multiplicador en los destinatarios;
c) debe apoyarse en los recursos que ya existen en los operadores y en los capacitados,
promoviendo su reconversin, desarrollo y fortalecimiento, para actuar en el campo de
la violencia;
d) toda capacitacin de personal especializado en violencia debe incluir un trabajo
intensivo con la persona del operador. Esto implica, un aspecto de cuidado de todas las
personas que deban enfrentarse con el tratamiento del fenmeno, y una tarea de
conocimiento de s mismos, de los propios valores y creencias, habilidades y
dificultades para actuar en este campo.
Esta formulacin general acerca de la capacitacin incluye, por lo menos, tres
niveles diferenciados y, a su vez, interrelacionados: sensibilizacin, informacin-
educacin y formacin.
Sensibilizacin: son todas aquellas acciones dirigidas, en diferentes etapas y
estadios, a producir una toma de conciencia acerca de la temtica de la violencia hacia
los nios como un problema social, es decir, un problema social existe cuando es
producto de una definicin colectiva.
La tarea sensibilizadota tiene como finalidad central producir una fractura en el
consenso existente en los diferentes grupos sociales con relacin a creencias tales como;
el nio es un objeto de propiedad de los padres, el castigo corporal es un mtodo
disciplinario y correctivo necesario, o que el maltrato infantil ocurre slo en algunos
sectores, bsicamente pobres y marginales. Por consiguiente, la idea es, a travs de la
tarea de sensibilizacin, instalar, en primer trmino, el maltrato infantil como un tema
que nos compete a todos como miembros de la sociedad y de los subgrupos a los que
pertenecemos. Par ello, es preciso reconocerlo como problema social, tenerlo
incorporado en nuestra mirada de los procesos en los que estamos implicados, actuar en
la direccin de reconocer su presencia y minimizar la accin de los factores que lo
activan y reproducen.
Cuanto mayor sea la sensibilizacin, mayor ser la visibilizacin. Esto implica
mayor posibilidad de prevencin primaria y tambin de diagnstico, intervencin y
rehabilitacin.
El segundo aspecto de la capacitacin es la Informacin-educacin. Con esto
aludimos, por una parte, a la transmisin de conocimientos de diversa ndole con
respecto al tema del maltrato infantil. Como ser, datos estadsticos, aspectos definitorios
bsicos acerca de las caractersticas de las situaciones abusivas, teoras explicativas,
particularidades de las estructuras familiares y de sus miembros, efectos a corto,
mediano y largo plazo, etc.
La faz educativa, incluye, bsicamente a los nios, sus padres, hermanos y
familiares ms cercanos, as como a todos aquellos profesionales y educadores que de
modo directo o indirecto estn vinculados con los nios y sus familias. Los contenidos
comprenden cuestiones tales como pautas de crianza, modelos comunicacionales e
interaccinales, alternativas para la solucin de problemas de la vida cotidiana y
resolucin de conflictos de carcter interpersonal. Esta dimensin informativo-educativa
debera incorporarse primordialmente a los programas de prevencin primaria, as como
tambin con relacin a las intervenciones vinculadas con la deteccin, tratamiento y
rehabilitacin en las situaciones de maltrato.
La Formacin: es la tercera dimensin que concierne al proceso de capacitacin
en el tema. Est dirigida a la profundizacin y desarrollo de las dimensiones anteriores y
a la elaboracin de instrumentos para el tratamiento del problema. En este sentido, la
formacin debe centrarse en la persona del operador, bsicamente con la finalidad de
entrenarlo a travs de la experiencia prctica para que pueda tratar de la manera ms
eficaz posible los diferentes factores y aspectos que presenta el fenmeno. Es
indispensable un entrenamiento especfico, cuyo objetivo es la transformacin
ideolgica y, por ende, el cambio en los comportamientos. Con esta finalidad, debemos
partir de la idea de que el operador en el campo de la violencia es un agente de cambio
social.
2. 5. 2. Destinatarios De La Capacitacin.
Es necesario proporcionar una formacin especializada a los profesionales o
funcionarios de la salud para la deteccin rpida del abuso infantil. Es conveniente que
esta preparacin tenga carcter interdisciplinario para romper con las barreras
profesionales y facilitar la cooperacin entre las distintas disciplinas.
Resulta importante, adems la formacin de los funcionarios policiales que
intervienen en las situaciones de violencia familiar. Particularmente en los casos de
abuso sexual, es insoslayable un adecuado entrenamiento del personal policial y judicial
para que pueda conducir las entrevistas con el nio/a vctima, de modo tal que no le
causen un mayor dao psicolgico.
La necesidad de la especializacin y entrenamiento especfico surge claramente
de los instrumentos legales de carcter internacional relacionados con la problemtica
de la violencia familiar y aparece como un requisito indispensable en los diversos
tramos de funcionamiento de la Ley de Proteccin contra la Violencia Familiar
cclxxix
. Su
decreto reglamentario pone especial nfasis en la capacitacin especializada de quienes
deben afrontar estos problemas. De esta manera, el reglamento impone que los centros
de informacin y asesoramiento estn integrados por profesionales con formacin
especializada en violencia familiar
cclxxx
; los diagnsticos preliminares, de interaccin
familiar y el tratamiento de los casos deben estar, igualmente, a cargo de equipos
especializados, tanto de los organismos pblicos como privados
cclxxxi
. Tambin se
propone la formacin de un cuerpo policial especializado para atender los casos de
violencia familiar y actuar en auxilio de los jueces
cclxxxii
.
2. 5. 3. Metodologa.
La metodologa de cualquier mdulo de capacitacin debe ser bsicamente
participativa, con permanente insistencia en la aplicabilidad de los contenidos tericos y
prcticos del programa a la tarea cotidiana de los participantes en su actual o futuro
lugar de trabajo. Nos referimos aqu, al aprendizaje como un proceso dinmico,
centrado en las interacciones entre los participantes y los docentes. La intencin es
propiciar un intercambio que tienda a horizontalizar el proceso de conocimiento para
llegar a las necesidades bsicas de los capacitandos y desarrollar al mximo sus recursos
personales para la resolucin de problemas. La adecuada calibracin y el respeto por los
ritmos y tiempos de los alumnos es una de las claves de la implementacin
metodolgica.
2. 6. Bases Para Las Reformas En El Plano Legal-Judicial.
2. 6. 1. Tratamiento Especfico Del Maltrato Del Nio Por Sus Padres o
Sustitutos.
Aqu proponemos la creacin de una ley especial que trate el maltrato del nio.
Una ley especial fortalece la idea de que los derechos fundamentales de la persona
tambin deben ser respetados en el seno familiar y, por consiguiente no son admisibles
los comportamientos violentos.
La creacin de una figura especifica posibilita, adems, el tratamiento del
problema mediante estrategias acordes con su particular naturaleza.
La Ley 11.529, de Violencia Familiar de la Provincia de Santa Fe, como ya lo
hemos destacado en el captulo IV, si bien no colma en toda su extensin anhelos y
expectativas, puede cumplir una importante misin en la lucha contra el fenmeno de la
violencia en la familia. Su contenido ofrece un abanico de medidas protectoras para las
personas vctimas de los hechos de maltrato, aunque ha naufragado en gran medida la
intencin de tratar de manera ms amplia el problema. En este aspecto se ha
desperdiciado, a nuestro entender, la oportunidad para crear una ley que representara un
verdadero recurso alternativo de la accin penal, por cierto, inadecuada, para tratar los
casos de violencia de menores que, acumuladas, desencadenan los episodios
demenciales de los que dan cuenta los medios de comunicacin en forma cotidiana.
Creemos que una ley futura deber reparar tales deficiencias. Con esta
perspectiva, desarrollamos las siguientes propuestas.
2. 6. 2. Establecer Un Proceso Autnomo, Dentro Del Cual Se Adopten
Las Medidas Cautelares.
Una ley de violencia familiar, cuya finalidad es amparar a la vctima, debe
encuadrar su normativa dentro de un determinado proceso organizado con los debidos
recaudos. Es decir, un procedimiento que culmine en una sentencia con un trmite
sumario, basado en el principio de oralidad e inmediacin, con amplia libertad
probatoria, facultades instructorias del tribunal, respecto del principio de legalidad y
adopcin de medidas frente al incumplimiento de las decisiones judiciales o
compromisos contrados.
Aqu proponemos ampliar el contenido de la ley y establecer un sistema
sancionatorio (adems de los trabajos comunitarios previstos en el Art.7
cclxxxiii
;
sanciones pecuniarias como ser multas de uno a cien das de salario mnimo legal,
convertibles en arresto, asimismo la pena de multa o arresto podrn ser conmutadas por
la realizacin de trabajos en beneficio de la comunidad, la resolucin que otorgue la
conmutacin deber sealar expresamente el tipo de trabajo, el lugar donde deba
realizarse, su duracin y la persona o institucin encargada de controlar su
cumplimento; pase de los antecedentes a la justicia penal; arresto como principal o
accesoria; prdida de la guarda; la suspensin o destitucin de la patria potestad y
controles domiciliarios realizados por asistentes sociales, etc.).
Dicho en pocas palabras el proceso autnomo que proponemos es un
procedimiento simple. Una vez efectuados los exmenes mdico- legal y el estudio
psicosocial y adoptadas las medidas de proteccin para el nio, se fija una audiencia
donde deben comparecer las partes en forma obligatoria. El juez tendr amplia facultad
instructoria y puede disponer todas las medidas legales necesarias para verificar los
hechos. Adems, entrevista al menor, finalmente se dicta la sentencia que determina si
ha existido maltrato, identifica a los responsables, dispone de medidas legales y sociales
y, si la conducta reviste gravedad, pasa los antecedentes a la justicia penal.
Medidas sustitutivas: Por otra parte tambin vemos oportuno implementar
medidas sustitutivas de las penas, por la participacin en programas teraputicos o
educativos. Es decir, se difiere la sentencia o la aplicacin de la condena por la
voluntaria participacin del denunciado en programas diseados para prevenir futuras
violencias. Empero, si pendiente el programa, el ofensor comete un delito o viola una
orden de proteccin o no realiza en forma satisfactoria el tratamiento, la prosecucin
contina. No siempre se otorgar la posibilidad de participar en los programas
teraputicos o educativos. Se la excluye cuando el maltrato ha sido severo, la historia
del imputado indica que el tratamiento ser intil o ya particip en tales programas y
luego volvi a cometer actos de violencia. Igualmente el programa se suspender si el
imputado no lleva a cabo el tratamiento en forma satisfactoria, repite el maltrato o viola
una orden protectora.
Respecto a las penas privativas de la libertad, cuando el maltrato ha sido de tal
magnitud, el ofensor internado en crceles comunes no modifica su comportamiento, y
cuando retorna al hogar existe la posibilidad de que se reitere el maltrato.
La estrategia frente a las conductas abusivas debe insertarse en un proyecto
poltico-social, dentro del cual pueden darse distintas formas de control, entre un
mximo y un mnimo disciplinario, pero con la mira puesta en una mayor intervencin
de los servicios sociales. La tendencia doctrinaria actual, en el mbito penal, se inclina
por el abandono progresivo de las respuestas de tipo represivo a favor de sistemas en los
cuales predominan los aspectos teraputicos compensatorios. Se busca, en suma, la
recomposicin privada de los conflictos; es decir, afrontar el caso como una situacin
que requiere ayuda y, a la vez vigilancia social
cclxxxiv
.
Con esta orientacin, pensamos que el autor del abuso debe ser tratado
teraputicamente, de acuerdo con las diferentes causas que originaron el maltrato. No se
trata de borrar el hecho delictivo ni de eliminar el principio de culpabilidad, sino de
proyectar respuestas acordes con la naturaleza de los episodios abusivos, historia y
personalidad del ofensor. Debe tenerse en cuenta que mientras el discurso psicolgico
explica, el jurdico fija responsabilidad, es decir, la comprensin psicolgica no implica
irresponsabilidad social, aunque se imaginen otras formas para tratar los resultados de
las acciones humanas.
Por otra parte, la sancin ayuda a los autores a tomar conciencia de su
responsabilidad, a deslegitimar el hecho considerado como normal. De esta manera, la
pena puede ser vista con otra perspectiva; no como un castigo, sino como un factor
positivo para el cambio. Es decir, entonces, que la conducta debe estar unida a la
comprensin de su significado.
Se trata, pues, de idear intervenciones institucionales que acten sobre los
conflictos, para evitar los efectos disgregantes de las penas privativas de la libertad, que
estigmatizan, provocando el distanciamiento social. El propsito es, dentro de lo
posible, reconstruir la adecuada comunicacin entre el autor y la vctima del delito, a los
fines de la reintegracin familiar.
2. 6. 3. Denuncia De Los Hechos. Quienes Pueden Denunciar El
Maltrato. Su Carcter Facultativo u Obligatorio.
Las normas reguladoras de la denuncia del maltrato de los nios por sus padres o
sustitutos deben definir quienes tienen derecho a informar los hechos y si esta
comunicacin es facultativa o debe establecerse su obligatoriedad.
Como ya lo sealamos al comentar la Ley de Violencia Familiar (ver Cap. IV),
entendemos que toda persona que tome conocimiento de una situacin de maltrato
infantil tiene el derecho de informarla a la autoridad pblica.
Ahora bien, frente a la alternativa de la denuncia obligatoria o facultativa de los
hechos de maltrato infantil, se establece un sistema mixto, de un lado, la obligatoriedad
de la denuncia por parte de los profesionales de la salud, de la educacin, del trabajo
social y para todo funcionario pblico que en razn de su labor tome conocimiento de
una situacin de maltrato y, del otro, la revelacin facultativa para los dems
ciudadanos. Este criterio fue el adoptado por la ley 24.417, como as tambin por
nuestra ley Santafesina 11.529, entre otras
cclxxxv
.
Conocemos los inconvenientes de forzar la denuncia, que puede tener, como
efecto no deseado, la reticencia de los padres para requerir auxilio ante el temor de que
los profesionales intervinientes informen los hechos a la polica o a la justicia. Sin
embargo, nuestra inclinacin y propuesta, radica en que creemos necesario impulsar el
compromiso social desde el campo legal, particularmente de quienes, en razn de su
oficio o funcin, tienen una mayor probabilidad de conocer las situaciones de abuso
infantil. No parece oportuno imponer el mismo deber al ciudadano comn, al vecino,
amigo o pariente, porque existe una creencia muy arraigada de que nadie debe
inmiscuirse en la vida privada de una familia; adems, muchos temen las represalias
futuras por tal intervencin y, por otra parte, no quieren sufrir las molestias que les
significar testimoniar en el proceso. Por consiguiente, es indispensable apelar a
diversos recursos para que la comunidad tome conciencia de que la revelacin no es una
traicin a la privacidad, sino la puerta de entrada a una familia que necesita ayuda. Un
hecho oculto implica encubrir el dao o, incluso, la posible muerte de un nio que no
puede defenderse por s mismo.
Revelar los hechos que se producen en la intimidad del hogar ante al mundo
pblico, ante la sociedad, no es tarea fcil, porque an no se ha alcanzado a comprender
que la defensa de los derechos humanos en el interior de la familia no es un mero asunto
privado, sino que, a la vez, es responsabilidad de toda la comunidad. Con frecuencia la
revelacin es sentida como un comportamiento desleal, sentimiento que se redobla
cuando este pasaje de lo privado a lo pblico se materializa por la va de la polica y la
justicia penal.
El sealamiento tambin es un momento difcil para el nio y el grupo familiar
porque la intervencin frente a la transgresin de la ley implica vulnerar la ley familiar
del silencio, el pacto interno que oculta la violencia. De esta manera transcurren
episodios aberrantes por largos aos que slo pueden ser interrumpidos por actuaciones
institucionales, especialmente en el marco de la justicia, capaces de neutralizar la regla
impuesta por el ofensor. Al investigar sobre maltrato infantil en la familia y las
constantes noticias periodsticas dan cuenta de hechos escalofriantes, agazapados en el
reducto domstico, que se esconden con la complicidad del cnyuge o compaero, el
resignado mutismo de los nios y la indiferencia del entorno.
2. 6. 4. Inmunidad Para Los Denunciantes.
En este punto proponemos que para proteger los derechos de las personas
denunciantes que han actuado de buena fe y sin malicia, es preciso establecer clusulas
de inmunidad con el objeto de evitar su responsabilidad civil o penal. Se trata de
eliminar los temores que puede tener quien informa por futuras acciones por parte del
acusado.
En la mayor parte de los ordenamientos que contemplan la violencia familiar o,
especficamente, el maltrato del menor, disponen la inmunidad civil y penal para las
personas que denuncian los hechos, as el decreto reglamentario 1.745/2001 de la ley
11.529
cclxxxvi
, en el art. 3, recepta la inmunidad al decir,-si la presentacin fuera
realizada por una persona fsica, perteneciente a alguno de los servicios legitimados
para hacerla, podr solicitar que la presentacin verbal sea con reserva de su identidad, a
los efectos de preservar su integridad y la de su grupo familiar. A fin de salvar su
responsabilidad el tribunal o los jueces extendern una constancia escrita para su uso
privado.
El objetivo de estas normas es apartar los temores de una futura accin legal por
parte de los imputados para alentar, de esta manera, la informacin de los actos
abusivos, as por ejemplo en la ley de Proteccin de Menores de Puerto Rico, toda
persona obligada a dar informacin sobre maltrato o negligencia de menores y cualquier
ciudadano que voluntariamente y de buena fe efecta una denuncia de esta naturaleza,
goza de inmunidad respecto de cualquier accin civil o criminal que pueda ser
promovida a consecuencia de la mentada denuncia
cclxxxvii
.
La ley federal estadounidense Chile Abuse Prevention and Treament Act,
exige que cada Estado disponga la inmunidad para los denunciantes, es decir, la
exencin de responsabilidad legal, penal o civil, por hacer conocer el hecho del
maltrato. Los Estados de Florida, Illinois y North Carolina determinan que se presume
la buena fe del denunciante; por consiguiente, es la persona imputada la que tendr que
acreditar la mala fe. En algunos Estados esta inmunidad protege a todas las personas
que intervienen en el proceso y en la investigacin (Missouri, New Hampshire, New
Jersey, UTA, New Cork)
cclxxxviii
.
Creemos necesario en este aspecto, que es necesario dar mayor publicidad, a
travs de los diferentes medios de comunicacin, de la clusula tercera del reglamento,
que establece dicha inmunidad.
2. 6. 5. Medidas De Emergencia.
Sin perjuicio de las medidas cautelares que ya han sido establecidas en la actual
Ley de Violencia Familiar, proponemos la necesaria inclusin de medidas de
emergencia para proteger al nio objeto de abuso si hubiese razones que hicieran
presumir la existencia de un peligro inminente para su vida o integridad psicofsica.
Estimamos que en estas circunstancias, se debera otorgar facultades a funcionarios o
profesionales (polica, mdicos, trabajadores sociales, tcnicos, servicios de proteccin
de la infancia) para guardar al menor sin el consentimiento de los padres o guardadores.
Igual derecho a estas guardas protectoras asiste al hospital o institucin mdica, aun
cuando los padres o responsables del nio exijan la entrega del menor. Estas medidas
deben fijarse por un tiempo limitado y con obligacin de una inmediata comunicacin al
tribunal competente
cclxxxix
.
En este sentido proponemos seguir los lineamientos de la ley de Proteccin de
Menores de Puerto Rico, en donde se ha creado la figura de la custodia protectora,
dicha figura permite a cualquier polica, tcnico, trabajador social o mdico guardar al
menor sin el consentimiento de los padres o de las personas que lo tengan bajo su
cuidado. Este derecho puede ser ejercido, si se tuviere motivos razonables para creer
que existe un peligro inminente para la vida y seguridad del nio; cuando los padres no
estn accesibles o no consienten que se les retire el menor; si no hubiese tiempo para
solicitar al tribunal una custodia de emergencia. Igual facultad tiene el hospital o
institucin mdica, en el caso de haberse producido hechos que justifiquen este
proceder, aun si los padres o personas responsables del nio soliciten su entrega. Esta
custodia no puede exceder de 24 horas, salvo en los casos en que se obtenga una
autorizacin del tribunal
ccxc
. Criterio este al cual adherimos y propugnamos como futura
reforma a implementar en nuestra legislacin interna.
2. 6. 6. Tutela Jurisdiccional y El Respeto Del Principio De Legalidad
En Los Procesos Penales y Civiles.
La tutela jurisdiccional del nio o adolescente se sustenta en tres ejes esenciales:
a) acceso a la justicia; b) derecho a ser odo en el proceso judicial; c) derecho a una
representacin propia, como elemento esencial del debido proceso.
a) El acceso a la justicia:
La proteccin del nio contra toda forma de maltrato por parte de sus padres o
substitutos, asegurada por una norma de rango superior (art. 19 de la Convencin sobre
los Derechos del Nio), exige otorgar al nio o adolescente la posibilidad de acudir al
tribunal cuando la actuacin parental resulte abusiva y lesione sus derechos. El ampara
puede ser reclamado por el nio o adolescente no slo en los casos ms graves como el
abuso fsico, mental o sexual, sino tambin cuando se encuentra en conflicto con los
padres o sustitutos por cuestiones relativas, por ejemplo, a su educacin, salud,
formacin profesional o relaciones personales, controversias stas que pueden culminar
en situaciones de maltrato.
El derecho a la jurisdiccin del hijo en modo alguno significa confrontarlo con
su familia ni restar autoridad a los padres. La mayor parte de los conflictos entre padres
e hijos se resuelven mediante formas negociadas y excepcionalmente se acudir al
tribunal. En los casos serios en que no pueda hallarse una solucin, es responsabilidad
de Estado garantizar los derechos del nio.
El acceso a la justicia slo es posible si se crea un rgimen de asistencia jurdica
de la cual carecen, de ordinario, el nio o las personas de su entorno que desean
ampararlo (parientes, maestros, vecinos). Esto es particularmente relevante cuando se
trata de personas de escasos recursos, quienes no saben cmo proceder por la falta de un
adecuado asesoramiento. Esta asistencia jurdica no necesariamente debe pensarse como
el camino hacia una accin punitiva. La asistencia puede tener un cariz preventivo, o
sea, constituir un continente para la familia y el encuentro de soluciones logradas a
travs de distintos recursos (alejamiento del agresor, tratamiento teraputico, prestacin
de servicios sociales).
La asistencia jurdica no slo debe estar al servicio de los propios afectados, sino
tambin de aquellas personas que, por su contacto con el nio o funciones que cumplen,
conocen los hechos abusivos y requieren orientacin acerca del camino a seguir. El
acceso a la justicia, que comienza con la denuncia del hecho, muchas veces no se
concreta, precisamente, por la ignorancia de los mecanismos judiciales.
En este aspecto, es de suma importancia el trabajo de la Direccin Provincial del
Menor, la Mujer y la Familia, que deben de prestar informacin y asesoramiento,
desarrollando campaas de prevencin de la violencia familiar y difusin de los
alcances de la ley, as como tambin implementar la asistencia letrada gratuita para las
personas que no cuenten con medios suficientes.
b) El derecho del nio vctima a ser odo en el proceso judicial:
La participacin del nio en el proceso judicial, iniciado a raz del maltrato
sufrido por obra de sus padres o sustitutos, representa un elemento esencial en al
defensa de sus derechos, pues le permite expresarse en las cuestiones que lo afectan
directamente. Ms an, como las decisiones que pueden adoptarse en estos casos se
relacionan con su derecho a permanecer en el mbito familiar, salvo que la separacin
fuere necesaria para proteger su bienestar
ccxci
, es indudable que la palabra del nio
vctima constituye un factor primordial para determinar dicho inters. En estos
procedimientos todas las partes interesadas tendrn la oportunidad de participar en l y
dar a conocer sus opiniones
ccxcii
.
En otros trminos, las normas jerrquicamente superiores confieren al nio o
adolescente objeto de abuso una posicin activa en la justicia, tanto en la etapa de
investigacin como en la de tratamiento.
Las leyes actuales facultan a los jueces, en aras de una misin tutelar, a disponer
del menor vctima de un delito por parte de sus padres o guardadores. Aunque la mira es
la proteccin, la esencia material de la disposicin judicial puede significar la
separacin del nio de su familia, su trasplante a otro ncleo familiar con posibles
perturbaciones en su vida emocional y un dao a su bienestar. Tambin puede culminar
en un encierro institucional, un apartamiento de la sociedad, que en definitiva significa
una verdadera privacin de la libertad; en suma, una sancin
ccxciii
. Creemos que
consecuencias tan graves imponen otorgar al nio vctima todas las garantas del debido
proceso, en lugar de considerarlo, tal como ocurre en los procedimientos actuales, un
mero objeto pasivo de investigacin.
El nio objeto de abuso por sus padres o guardadores debe ser escuchado
obligatoriamente en forma personal, con las modalidades propias acordes con su edad o
grado de madurez
ccxciv
, o bien representado por un abogado o persona de su confianza,
pues muchas veces el nio no desea o no se encuentra en condiciones de expresarse en
forma directa. Si bien la norma garantiza slo al nio que est en condiciones de
formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinin, esto no significa
desconocer los sentimientos y aportes que pueden realizar los ms pequeos, cuyas
expresiones deben ser interpretadas por especialistas designados al efecto. Es necesario,
por otra parte, tener buen cuidado de que la palabra del nio sea dada libremente, es
decir, que no resulte la consecuencia del miedo, el estrs, la inhibicin o el producto de
presiones o influencias.
Por consiguiente el Estado est obligado a crear procedimientos y regulaciones
adecuadas para escuchar al nio. En primer trmino, su opinin debe contar con una
previa informacin o asesoramiento; en segundo lugar, su palabra debe ser recibida por
personal con una capacitacin especializada que permita la expresin espontnea del
nio y evite la constante y morbosa reactualizacin del hecho traumtico a travs de
preguntas, lenguajes o imgenes que, lejos de protegerlo, terminan en acciones de
violencia institucional, lo que se ha dado en llamar, la victimizacin en segundo grado.
c) El derecho del nio a tener su representante legal:
El nio vctima tiene derecho de tener su propio patrocinio y representante legal,
tanto en el fuero civil como en el fuero penal. Si no cuenta con un letrado de su
eleccin, es necesario que el tribunal le nombre un asesor que lo asista y defienda en sus
intereses para contrarrestar la accin de los abogados del imputado, quienes a menudo,
dentro de su esquema de defensa, buscan culpabilizar a la vctima.
El derecho de defensa no slo es propio de quien ha cometido un hecho ilcito,
sino tambin de la vctima que tiene derecho a un proceso justo en el cual se adopten,
con su participacin y, en la medida de lo posible con su consenso y el de su familia,
las medidas protectoras necesarias, sin perjuicio de determinar la responsabilidad del
ofensor.
La labor del abogado es importante porque el nio o el adolescente ignora la ley
y los mecanismos judiciales. Dar la palabra al nio en el proceso no es suficiente. Hay
una forma de hacer las preguntas, y de interpretar las respuestas y los silencios que
requiere la presencia del abogado que garantice su libre y autntica expresin.
El representante del nio, por otra parte, debe colaborar con la justicia mediante
la bsqueda de informacin relevante que permita determinar cul es la disposicin ms
conveniente para preservar el bienestar del menor. En suma, dar un abogado al nio
vctima es reconocer y respetar sus derechos y calidad de persona.
Se ha argido que tal representacin es innecesaria, pues el Ministerio Pblico
de Menores vela por sus intereses. Sin embargo, este organismo no cuenta, de ordinario,
con la infraestructura indispensable para satisfacer tal intencin; una actuacin
profesional independiente contribuira de manera ms eficaz a la indagacin, control y
seguimiento de las medidas adoptadas. Misin esta, que naturalmente podra ser
cumplida por el Ministerio Pblico de Menores en la medida en que se modifique su
estructura actual de funcionamiento, que conduce, muy a menudo, a una prctica pasiva,
ritual y burocrtica. Por otra parte, es conveniente la asistencia del menor por una figura
autnoma, sobre la cual no recaiga la desconfianza que puede inspirar al nio o
adolescente un funcionario visto como un hombre del poder, como una parte del propio
aparato judicial
ccxcv
.


2. 6. 7. Establecer Un Adecuado Sistema Probatorio.
1) Amplia libertad probatoria.
Eliminacin de las restricciones en materia de prueba testimonial. Es indudable
que, en un mbito tan ntimo como es la familia, los hechos de maltrato que se cometen
en su seno difcilmente puedan probarse. Por esta razn es preciso establecer un
esquema probatorio especfico para estas situaciones de abuso intrafamiliar, tanto en el
campo penal como en el civil.
En este sentido deben suprimirse las restricciones para ser testigos establecidas
en el art. 427 del Cdigo de Procedimientos en Materia Civil y Comercial de la Nacin,
por las cuales se prohbe la declaracin de los consanguneos o afines en lnea recta de
las partes o el cnyuge.
Tambin deberan eliminarse las limitaciones que establece el art. 242 del
Cdigo Penal. Si bien un cnyuge podra declarar contra el otro porque su parentesco
con el hijo objeto de abuso es ms prximo que el vnculo que lo une con su esposo/a,
no podra hacerlo, en cambio, un hermano de la vctima pues su lazo con el imputado es
ms cercano.
La preservacin de la paz familiar como fundamento de la prohibicin de
testimoniar, impuesta a los parientes ntimos, carece de sentido cuando alguno de los
componentes de la familia sufre abusos. La vctima, con estas limitaciones en materia
testimonial, queda indefensa, pues se trata de hechos que acontecen en la intimidad del
hogar, donde difcilmente se pueda contar con la presencia de terceros que puedan
testimoniar. Por otra parte, como bien se ha sostenido, no parece razonable prescindir de
testimonios para la averiguacin de la verdad, si los familiares prximos desean
declarar
ccxcvi
.
Igualmente, no es justo el criterio legal que admite las declaraciones a favor del
acusado y prohbe las que supuestamente pudieran estar en su contra. Esta distincin es
muy difcil de realizar en el contexto de una comunicacin donde se entremezclan los
dichos de ambas categoras
ccxcvii
.
Dificulta la prueba, asimismo, la facultad de abstenerse de testificar en contra
del imputado que el Cdigo de Procedimientos en Materia Penal (art. 243) confiere a
sus parientes colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad,
a menos que el testigo fuere denunciante, querellante o actor civil o que el delito
aparezca ejecutado en su perjuicio o contra un pariente suyo de grado igual o ms
prximo que el que lo liga con el imputado.
Por otra parte, el principio de libertad probatoria impone suprimir la prohibicin
de declarar a quienes hubieren conocido los hechos en razn de su propio estado, oficio
o profesin (art. 244 CPPN.), porque, como ya lo sealamos cuando nos hemos referido
a la denuncia de los hechos lesivos, en este caso hay una justa causa que permite la
revelacin (ver Cp. III y IV).
2) El testimonio de la vctima.
En este aspecto nos permitimos incorporar algunos lineamientos que ofrece la
literatura especializada, particularmente cuando se trata de casos de abuso sexual, y que
confirma la experiencia de la Dra. Virginia Berlinerblau
ccxcviii
.
Es necesario acordar fuerza probatoria al testimonio del nio vctima si sus
manifestaciones poseen razonabilidad, mxime si tales declaraciones son corroboradas
por indicios u otros elementos de prueba. Es los casos de abuso sexual, la prueba del
hecho reviste dificultades especiales. Los jueces penales son muy rigurosos en su
evaluacin y, en muchos casos, han juzgado que la acreditacin ha sido insuficiente,
pues, aun cuando se verific el abuso, no se pudo establecer en forma concluyente la
identidad del autor. En este tipo de procesos la demostracin depende de una adecuada
investigacin, pues en la mayor parte de los casos el acusado niega y el nio guarda
silencio.
Es necesario respetar el silencio del nio, es decir, no obligarlo a declarar, aun
cuando es esencial que el tribunal le preste apoyo adecuado para que pueda superar sus
reticencias e inhibiciones. Es, indispensable buscar los mecanismos para sacar al nio
de su mutismo, para que se sienta cmodo y pueda expresarse.
El nio debe ser odo a travs de sus distintas formas de expresin, sea, por
medio de la palabra, los gestos, el juego o el grafismo. Los nios con suficiente grado
de madurez atestiguan con la palabra y los ms pequeos podrn hacerlo ante expertos
en psicologa infantil, quienes utilizan distintas tcnicas especializadas en la materia.
El experto deber determinar la competencia del nio para declarar teniendo en
cuenta su edad cronolgica, el nivel de funcionamiento psicosocial, su estado mental y
emocional, y la naturaleza y cualidad de la dinmica familiar
ccxcix
, aun cuando en
definitiva sea el juez quien valore el testimonio ofrecido. Una vez determinada la
capacidad del nio para declarar, su testimonio debe ser tomado en cuenta y evaluado
dentro del contexto probatorio. Es frecuente poner en tela de juicio sus dichos y
considerarlos producto de la fantasa.
3) Respeto del nio o adolescente en el proceso judicial.
Como ya hemos dicho, una de las cuestiones que perjudican al menor vctima es
el manoseo judicial al cual se lo somete, al verse obligado a relatar, en repetidas
oportunidades, el abuso sufrido. En varias ocasiones, se ha recomendado filmar el
testimonio del nio o adolescente en video-tape o bien, tomar la declaracin en el
despacho del juez con la participacin de las personas clave para evitar que la vctima
deba hablar reiteradamente sobre hechos que pueden reproducir su bochorno o su dolor.
Por otro parte, es preciso controlar rigurosamente la veracidad de la retractacin
del nio o adolescente, que acontece a menudo. Esta retractacin se origina en presiones
familiares y en los propios conflictos de la vctima al observar las consecuencias graves
que ha tenido su acusacin, como el encarcelamiento del autor o la desintegracin de la
familia. En este sentido, a fin de facilitar la investigacin, es aconsejable la imposicin
de terapias que permitan orientar a los miembros de la familia y lograr de ellos una
actitud ms comprometida
ccc
.
A continuacin, nos parece til relatar las expresiones de una nia en un proceso
de abuso sexual, que repite, con distintas variantes, una situacin frecuente y que revela
de manera viva la desproteccin que sufre muchas veces la vctima en el proceso penal.
A este desamparo contribuye la madre, quien, lejos de apoyar a su hija, por sus propios
conflictos y dependencia se encuentra incapacitada para asumir su responsabilidad
materna y culpa a su hija por las consecuencias del sealamiento pblico.
Veamos el caso: Una nia de 12 aos, abusada sexualmente por su padre en
forma reiterada desde los 4 aos, dice: yo pensaba que mam al enterarse se iba a
enojar y me iba a pegar. Mam me pregunt si era verdad lo que le haba contado A
(es el hermano que presenci uno de los abusos) y yo le dije que s. Mam habl con
pap y hablaron tranquilamente, yo estaba en la escuela
Luego relata: mi pap haba cerrado la puerta con una cadena para que no
entre nadie pero mam empuj la puerta y lo vio y mi mam se puso loca, me quera
pegar, a pap lo perdonaba; despus mi pap me ret porque le cont y me mand a
limpiar la casa ahora mi mam quiere volver con l porque la estn robando, ayer le
robaron la video y el televisor
Surgen de estas expresiones que toda la familia conoce los hechos, pero la madre
opera como el eje del ocultamiento y evita la revelacin que puede romper la cohesin
familiar.
La nia contina con su relato pero ya internada en un instituto y con el padre
encarcelado; comenta a la mdica forense que interviene en el caso: con la jueza no
se puede hablara ahora?... le quera preguntar una cosa que mi pap no come bien,
que come comida con bichos, que si puedo llevarle una gaseosa o algo, me lo dijo la
D (su hermana), porque mam va los mircoles a la maana a verlo quiero que
pap vuelva a casa porque mam fuma, antes no fumaba por miedo de que le peguen
los vecinos, de le roben. Ayer fueron mis hermanos al Instituto (tiene cuatro hermanos);
D me dijo que no tienen qu comer, mam fuma, van al comedor escolar a comer.
Las expresiones de la nia en el proceso revelan que se trastruecan los papeles
del drama y la vctima se convierte en victimario. La menor siente culpa por su padre
que vive mal en la crcel, por sus hermanos que se han quedado sin el sustento
econmico y por la madre que padece agresiones porque ha quedado sola. El final de la
historia es previsible. La nia se retracta de sus dichos. Dice que todo lo invent y el
hombre es absuelto.
2. 6. 8. Disposicin Del Nio o Adolescente Como Medida Excepcional.
El objetivo bsico de la intervencin judicial es impedir la reiteracin del
maltrato. Por consiguiente desarrollaremos a continuacin una serie de pasos a seguir.
El primer paso es apartar al autor de los hechos del mbito donde el nio vive o
se desenvuelve (medidas protectoras, ver Cp. IV).
En segundo lugar, es necesario procurar la recomposicin del ncleo, y el
sostenimiento y fortalecimiento de los vnculos familiares y comunitarios. Slo cuando
ello no fuera posible podr separarse al nio de su familia para ser cuidado por otros
miembros de la familia ampliada, hogares de la comunidad o familias sustitutas. La
solucin de apartar en forma definitiva al nio maltratado del entorno familiar debe ser
considerada slo en situaciones en que aqul se encuentre en un estado de efectivo
riesgo. El inters del nio erige a la familia como el mbito ms conveniente para su
desarrollo y a la institucin como el lugar que mayores perjuicios puede traerle. Por
consiguiente, debe preferirse, sin lugar a dudas, el retiro del hogar del padre maltratante
durante el perodo de recuperacin familiar.
El apartamiento del menor de su hogar le acarrea, con frecuencia, graves efectos,
es imperioso cuidar que la medida sea adoptada tras un buen diagnstico, y con un plan
bien definido de accin. Es decir, las decisiones deben estar precedidas de
investigaciones psicosociales realizadas por equipos interdisciplinarios. A la vez, se
impone garantizar el seguimiento de las familias, la continuidad de las intervenciones,
su coherencia y una coordinacin apropiada a nivel institucional.
Hay que tener bien presente, que los medios segregativos conllevan el peligro,
tanto para los maltratantes como para los menores, de sentirse expulsados de la
comunidad, con el consiguiente riesgo de no poder normalizar sus relaciones familiares.
Por ello es insoslayable evaluar en cada caso si las sevicias tienen el carcter ocasional
o revelan una perturbacin peligrosa en la relacin materna o paterno- filial y, en este
ltimo supuesto, si es posible mantener o modificar el vnculo mediante un apoyo
apropiado.
Si el nio maltratado es separado de su entorno, es importante que contine el
trato y la comunicacin con sus padres, quienes deben recibir el apoyo necesario en
funcin de sus necesidades de manera que se superen las deficiencias, siempre que esto
fuere posible, segn la circunstancia de cada caso en concreto
ccci
. El retorno del nio
debe ir acompaado de una supervisin que ayude a la familia a la readaptacin.
Cuando el nio permanece en el hogar y no se han decidido medidas que alejen
al maltratante del entorno familiar, es preciso acordar al juez la posibilidad de tomar
disposiciones que controlen o limiten la autoridad del progenitor o su sustituto, de
acuerdo con las caractersticas del caso, por ejemplo, designara a una persona que
supervise a la familia por un plazo determinado; ordenar a los padres el acatamiento de
las indicaciones de un funcionario calificado relativas a la formacin y educacin del
hijo; disponer la comparecencia peridica ante el tribunal de los padres y el nio;
nombrar un curador que asista al padre y a la madre, prestndoles el apoyo necesario
para el cuidado del hijo hasta tanto se modifique la dinmica familiar. En suma, el
magistrado debe imaginar diversas estrategias para controlar la situacin y actuar sobre
el conflicto familiar.
Es conveniente tambin, que las medidas a adoptar cuenten con la aceptacin de
los padres o guardadores y de la propia vctima. En suma: el nio, como sujeto de
proteccin, no puede ser amparado prescindindose de su persona.
3. Creacin De Juzgados De Familia En La Provincia De Santa Fe Y
Futura Puesta En Funcionamiento Del Fuero De Nios, Nias,
Adolescentes y La Familia.
Los rganos Jurisdiccionales del Fuero de Nios, Nias, Adolescentes y la
Familia, estar integrado por:
a) Cmara de Apelaciones en lo Civil y Comercial;
b) Juzgados de familia;
c) Consejeros de Familia;
d) Tribunales penales de nios, nias y adolescentes;
e) Jueces penales de garantas de nios, nias y adolescentes;
f) Ministerio Pblico.
Respecto a los Consejeros de familia, debern intervenir en la etapa prejudicial
de avenimiento, de acuerdo al procedimiento que se establezca a tales fines. Sus
titulares tendrn igual jerarqua que los defensores oficiales.
En tanto la defensa tcnica de los derechos de nios, nias y adolescentes, en
todas las causas judiciales en que se adopten decisiones que los afecten, ser ejercida
por los defensores oficiales con las atribuciones acordadas por la normativa legal
vigente.
En todas las actuaciones ante la justicia de familia y en lo penal de nios, nias y
adolescentes, se preservar la intimidad del nio, nia o adolescente, en cuanto a la no
difusin de su identificacin ni circunstancias de la causa, a excepcin de los casos en
que el nio, nia o adolescente s su defensa tcnica lo autoricen expresamente, en cuyo
caso primar el principio de publicidad.
Las actuaciones sern secretas para cualquier persona que no sea el nio, nia o
adolescente, las partes, la defensa y los funcionarios judiciales intervinientes. Esta
garanta rige an cuando el nio, nia o adolescente hubiera cumplido dieciocho (18)
aos de edad.
Los juzgados de familia contarn con psiclogos para la elaboracin de sus
respectivos dictmenes en intervenciones que deban concretar en el abordaje y
contencin de nios y nias, pudiendo a su vez solicitar al tribunal la intervencin del
centro de especializacin de carcter interdisciplinario, al cual nos remitimos y
propugnamos su creacin (ver pg. 155 Cap. V ). Este cuerpo multidisciplinario actuar
dentro del mbito del juzgado para abordar las crisis familiares. En tanto, respecto al
aspecto socio ambiental, las pericias sern realizadas por el Servicio Social del Poder
Judicial.
3. 1. Competencia.
Los juzgados de familia tendrn competencia para entender en las siguientes
causas:
a) autorizacin supletoria para contraer matrimonio o por dispensa de edad y dispensa
supletoria;
b) inexistencia y nulidad de matrimonio;
c) separacin personal y divorcio vincular, exclusin del hogar conyugal y rgimen de
visitas;
d) liquidacin y particin de la sociedad conyugal, con excepcin de la que se produzca
por causa de muerte;
e) separacin judicial de bienes;
f) acciones de estado relativas a la filiacin;
g) adopcin, su nulidad y revocacin;
h) suspensin, privacin, restitucin de la patria potestad y toda cuestin relativa a su
ejercicio;
i) tenencia y guarda de nios, nias y adolescentes y rgimen de comunicacin de los
mismos con su familia;
j) acciones relativas a la asistencia alimentaria;
k) designacin, suspensin y remocin del tutor y toda cuestin referente a la tutela;
l) decisiones relativas a la situacin jurdica de nios, nias y adolescentes y a su grupo
familiar, en los casos que sea necesaria la intervencin judicial en las medidas de
proteccin especial de derechos establecidas en esta ley;
m) emancipacin de personas menores de edad por habilitacin de edad y su
revocacin;
n) autorizacin para gravar y disponer de bienes de nios, nias y adolescentes;
) cuestiones relativas a inscripciones de nacimiento, nombre, estado civil y sus
registraciones;
o) declaracin de incapacidad, inhabilitacin, rehabilitacin, internaciones previstas en
la legislacin civil y toda cuestin referente a la cratela;
p) homologacin de actas sobre cuestiones familiares;
q) requerimientos interjurisdiccionales relacionados con la competencia del juzgado;
r) toda cuestin patrimonial derivada de los asuntos de su competencia;
s) litis expensas y toda causa conexa, incidentes, trmites auxiliares, preparatorios,
cautelares y sus cancelaciones, terceras, juicios accesorios y ejecutorios en relacin a
las materias enumeradas precedentemente.

3. 2. rganos Judiciales.
En tal sentido, se crea los siguientes rganos judiciales con fuero en nios, nias,
adolescentes y la familia:
En la Primera Circunscripcin Judicial: (Santa Fe)
Un (1) Juzgado de Familia con una Secretara Letrada.
Una (1) Consejera de Familia.
Un (1) Tribunal Penal de Nios, Nias y Adolescentes.
Una (1) Fiscala.
En la Segunda Circunscripcin Judicial: (Rosario)
Un (1) Juzgado de Familia con una Secretara Letrada.
Una (1) Consejera de Familia.
Un (1) Tribunal Penal de Nios, Nias y Adolescentes.
Una (1) Fiscala.
En la Tercera Circunscripcin Judicial: (Venado Tuerto)
Un (1) Juzgado de Familia con una Secretara Letrada.
Una (1) Consejera de Familia.
En la Cuarta Circunscripcin Judicial: (Reconquista)
Un (1) Juzgado de Familia con una Secretara Letrada.
Una (1) Consejera de Familia.
En la Quinta Circunscripcin Judicial: (Rafaela)
Un (1) Juzgado de Familia con una Secretara Letrada.
Una (1) Consejera de Familia.
En tal sentido, hasta tanto se pongan en funcionamiento las consejeras de
familia creadas por ley, las funciones de los consejeros de familia sern desempeadas
por los defensores oficiales, conforme el orden que disponga el Procurador General. En
la Circunscripcin Judicial en que exista un solo defensor oficial, la funcin de asesor
de familia ser desempeada por el subrogante legal.
Los Centros especializados de carcter interdisciplinario de derechos de nios,
nias, adolescentes y la familia brindarn apoyo a la labor de los rganos judiciales en
causas que involucren a nios, nias o adolescentes, mediante la elaboracin de
diagnsticos, pericias e informes que stos les requieran, en las condiciones de
prestacin del servicio que se convengan.
En este sentido, el Superior Tribunal de Justicia determinar la fecha en la cual
los rganos jurisdiccionales creados por ley asumirn la jurisdiccin y competencia
correspondiente, establecer las normas de funcionamiento y proceder a la distribucin
de tareas, turnos, personal y equipamiento indispensable para su eficaz funcionamiento.
Las causas actualmente en trmite o que se inicien antes de que comiencen a
funcionar los juzgados que se crean por la presente, continuarn hasta su finalizacin en
los juzgados de su radicacin y se tramitarn de acuerdo con las disposiciones
procesales actualmente vigentes.
4. Ley N 12967.
En fecha reciente la legislatura de la provincia de Santa Fe, sancion la Ley N
12967
cccii
, de Promocin y Proteccin Integral de los Derechos de las Nias, Nios y
Adolescentes.
Varias provincias de la Argentina cuentan con normativas locales, as entre ellas
a modo de ejemplo: la provincia de Misiones rige la ley N 3820
ccciii
del dos mil dos, de
Proteccin Integral de los Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes; En Crdoba
rige la ley N 9053
ccciv
, del dos mil dos, de Proteccin Judicial Del Nio y el
Adolescente, ambas leyes reglamentan su accionar y adhieren a la ley Nacional N
26.061 de Proteccin Integral de los Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes.
Era de esperar que nuestra provincia promulgara una ley de Proteccin Integral
de los Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes, estableciendo aspectos
relacionados al sistema de proteccin integral de derechos y adhiriendo a la normativa
Nacional N 26061.
La presente ley tiene por objeto la promocin y proteccin integral de los
derechos y garantas de las nias, nios y adolescentes que se encuentren en el territorio
de la Provincia.
Los derechos y garantas que enumera la ley se entienden como
complementarios e interdependientes de los derechos y garantas reconocidos en el
ordenamiento jurdico provincial, nacional y en los tratados internacionales en los que la
Nacin sea parte.
A los efectos de esta ley quedan comprendidas todas las personas hasta los dieciocho
(18) aos de edad.
En sus primeros artculos la ley provincial recepta lo establecido en la Norma
Nacional N 26061, al decir respecto de su aplicacin obligatoria, inters superior del
nio, polticas pblicas integrales y objetivos, debiendo ser las mismas, universales y
especficas que garanticen las condiciones bsicas para el ejercicio efectivo de los
derechos reconocidos en la Provincia, y que son desarrolladas por el Poder Ejecutivo en
su conjunto, etc.
Titulo II, establece los Principios, Derechos y Garantas, enunciando en el art.
7 y siguientes, el Principio de Igualdad y no Discriminacin; Efectividad; derecho a la
vida; a la integridad personal; a la identidad; derecho a la convivencia familiar y
comunitaria; a la salud; educacin y a la educacin de nias, nios y adolescentes con
necesidades diferentes; derecho a la libertad; al descanso, recreacin, deporte y juego;
derecho a la propia imagen; de libre asociacin, reunin y trnsito; a opinar y a ser odo;
derecho al trabajo de los adolescentes; derecho a la proteccin contra la explotacin
econmica; derecho a la seguridad social y garantas mnimas respecto a los
procedimientos judiciales o administrativos; deber del funcionario de decepcionar
denuncias.
Titulo III, refiere a la conformacin del Sistema Provincial de Promocin y
Proteccin Integral de Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes, est conformado
por los organismos pblicos y las organizaciones no gubernamentales de niez y
adolescencia. Este sistema se organiza en niveles local, regional y provincial de
conformidad con su mbito de actuacin territorial.
La distribucin de competencias no puede ser obstculo para la asistencia
inmediata en situaciones de riesgo para la vida o la integridad personal de la nia, nio
o adolescente y la tramitacin ante la Autoridad que corresponda.
De los organismos pblicos (art. 30): las Autoridades Administrativas de
Promocin y Proteccin de Derechos del mbito Local son las reas responsables de
desarrollar planes y programas de promocin y proteccin de derechos de la Niez, en
el mbito territorial de los Municipios y Comunas de la Provincia.
Se propender a que en cada municipio o comuna la Autoridad de Aplicacin
establezca rganos descentralizados denominados Servicios Locales de Promocin y
Proteccin de Derechos los cuales pueden depender de la provincia o de gestiones
conjuntas a partir de la celebracin de convenios con municipalidades o comunas.
Estos Servicios Locales de Promocin y Proteccin de Derechos, son unidades
tcnico operativas con una o ms sedes, desempeando las funciones de facilitar que las
nias, nios y adolescentes que tengan amenazados o violados sus derechos, puedan
acceder a los programas y planes disponibles en su comunidad.
Estos Servicios Locales intervienen en las situaciones de urgencia y en todas las
situaciones de amenaza o vulneracin de derechos a nias, nios y adolescentes, as
como desarrollar programas y actividades de promocin de derechos.
Asimismo deben contar con equipos profesionales interdisciplinarios, los que se
encargan de adoptar y aplicar las medidas de proteccin integral con la asistencia
tcnico - financiera de la Nacin de acuerdo a lo establecido por la Ley 26.061 y la
asistencia tcnico-financiera y supervisin de la Provincia, pudiendo estos equipos
aplicar medidas de proteccin excepcionales adoptadas por las Delegaciones Regionales
o por la Autoridad de Aplicacin provincial conforme a lo establecido en el Ttulo IV de
la presente, en coordinacin con las Delegaciones Regionales.
En este primer nivel de intervencin actuarn los Centros de Accin Familiar
constituidos como Centros de promocin y proteccin de derechos, o los organismos
que los reemplacen dependientes de la Subsecretara de los Derechos de la Niez,
Adolescencia y Familia de la Provincia de Santa Fe, los que actuarn en articulacin
con los efectores de salud y educacin.
Delegaciones Regionales (art. 31): Las Delegaciones Regionales brindan
asistencia tcnico - jurdica a los Servicios Locales de Promocin y Proteccin de
Derechos para la intervencin concreta y para el diseo de programas.
Intervienen, mediante la adopcin y aplicacin de medidas de proteccin integral
y medidas de proteccin excepcional. Actan en coordinacin con los Servicios Locales
de Promocin y Proteccin de Derechos, en la aplicacin de medidas excepcionales.
Para garantizar los objetivos enunciados en esta ley en cada Delegacin
Regional, la Subsecretara debe garantizar programas e instituciones con la modalidad
de puertas abiertas como centros de da, centros de atencin inmediata, paradores
nocturnos, albergues temporarios u otros con especificidad para el abordaje de
situaciones de calle, de abandono real o simblico, consumo de sustancias, maltrato,
violencia familiar, abuso sexual, crisis subjetivas graves y situaciones de riesgo penal,
entre otras.

Los programas e instituciones con la modalidad de puertas abiertas a ejecutar
pueden ser gestionados por la Subsecretara de los Derechos de la Niez, Adolescencia
y Familia o Direcciones Provinciales de Proteccin de Derechos de Niez, Adolescencia
y Familia o sus Delegaciones o en convenio con Municipios y Comunas u
organizaciones de la sociedad civil.
En cada nivel del sistema la autoridad administrativa es responsable de coordinar
con las organizaciones de la sociedad civil vinculadas a la niez, las acciones y los
programas con el fin de potenciar los recursos existentes.
La Subsecretara de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia, es la
autoridad de aplicacin del Sistema Provincial de Promocin y Proteccin Integral de
los Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes.
Entre sus funciones podemos mencionar (art. 31):
a) Coordinar el sistema Provincial en los mbitos local, regional y provincial.
b) Disear las polticas pblicas integrales destinadas a las nias, nios, adolescentes y
sus grupos familiares.
c) Elaborar, con la participacin del Consejo Provincial, un Plan Provincial de
Promocin y Proteccin de Derechos, donde se fijen los lineamientos de acuerdo a los
principios establecidos en la presente ley, las acciones prioritarias a desarrollar, las reas
gubernamentales responsables, los plazos previstos y los recursos necesarios. En la
elaboracin de este Plan deben participar y colaborar los organismos que sean
requeridos y es refrendado por el Poder Ejecutivo Provincial.
d) Ejecutar descentralizadamente polticas de promocin y proteccin de derechos para
lo cual deben contar con una estructura que posibilite dar respuesta a las distintas
regiones, departamentos y localidades agrupndolas de acuerdo a las caractersticas de
cada una de ellas.
e) Promover la creacin de Servicios Locales de Promocin y Proteccin de Derechos
de Nias, Nios y Adolescentes, en coordinacin con Municipios y Comunas.
f) Brindar a las nias, nios, adolescentes y sus grupos familiares, servicios
especializados en la atencin de situaciones de calle, maltrato, abuso, explotacin,
prostitucin, consumo de sustancias, situacin de riesgo penal y cualquier otra que
implique vulneracin de sus derechos.
g) Ejercer la representacin del Estado Provincial en las reas de su competencia.
h) Promover el desarrollo de investigaciones en materia de niez, adolescencia y
familia.
i) Disear normas generales de funcionamiento y principios rectores que deben cumplir
las instituciones pblicas o privadas de promocin, asistencia y proteccin de derechos
de los sujetos de esta ley.
j) Apoyar a las organizaciones no gubernamentales en la definicin de sus objetivos
institucionales hacia la promocin del ejercicio de derechos de las nias, nios y
adolescentes y la prevencin de su institucionalizacin.
k) Promover polticas activas de promocin y defensa de los derechos de las nias,
nios y adolescentes y sus grupos familiares.
l) Interactuar con todos los poderes del Estado a fin de lograr la implementacin
transversal de las polticas de promocin y proteccin de derechos de las nias, nios y
adolescentes.
m) Coordinar acciones consensuadas y realizar convenios con los poderes del Estado,
organismos gubernamentales y organizaciones no gubernamentales, fomentando la
participacin activa de las nias, nios y adolescentes.
n) Brindar asistencia tcnica y capacitacin a organismos de la Provincia, Municipios,
Comunas y Organizaciones de la Sociedad Civil que participen en Programas o en
servicios de atencin directa a los sujetos que esta ley protege.
o) Gestionar la obtencin y transferencia de los fondos que desde la Secretara Nacional
de Niez, Adolescencia y Familia corresponda remitir para la efectivizacin de las
polticas pblicas destinadas a las nias, nios y adolescentes.
p) Organizar un sistema de informacin nico, descentralizado, discriminado por sexo y
edad, y que incluya indicadores para el monitoreo, evaluacin y control de las polticas
y programas de Niez, Adolescencia y Familia.
q) Fortalecer el reconocimiento en la sociedad de nias, nios y adolescentes como
sujetos activos de derechos.
r) Asignar los recursos pblicos para la formulacin y ejecucin de las polticas
previstas en el Plan Provincial de Accin.
s) Establecer en coordinacin con el Consejo Provincial de Nias, Nios y Adolescentes
mecanismos de seguimiento, monitoreo y evaluacin de las polticas pblicas destinadas
a la promocin y proteccin de los derechos de las nias, nios y adolescentes.
Asimismo, se crea la Comisin Interministerial de la Niez y Adolescencia en el
mbito de la Subsecretara de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia
integrada por: secretarios y subsecretarios de las reas de los ministerios de desarrollo
social, salud, educacin, trabajo y seguridad social, justicia y derechos humanos,
seguridad, innovacin y cultura, produccin y economa.
Direccin Provincial (art. 35): la Direccin Provincial es un Organismo
descentralizado de la Subsecretara de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia
con sede en las ciudades de Santa Fe y Rosario. La Direccin ejerce funciones de
coordinacin directa de las delegaciones regionales de la zona y asistencia tcnica
jurdica.
Consejo Provincial del Menor, Pblicos y Privados (art. 36): Crase el Consejo
Provincial de Nias, Nios y Adolescentes con carcter consultivo y de asesoramiento
en materia de promocin y proteccin de derechos de nias, nios y adolescentes.
Este Consejo es presidido por un Subsecretario de los Derechos de la Niez,
Adolescencia y Familia y est conformado por representantes de los Ministerios y
reparticiones del Ejecutivo Provincial vinculados a la temtica y representantes de
ambas Cmaras Legislativas. Asimismo, la Autoridad de Aplicacin debe convocar para
su integracin a representantes del poder judicial, representantes de Municipios y
Comunas, representantes de Organizaciones de la Sociedad Civil, a representantes de
Organizaciones infantiles y juveniles, Universidades, y Colegios Profesionales con sede
en el territorio de la Provincia, as como de otros mbitos acadmicos y comunicadores
sociales.
Este Consejo se rene al menos trimestralmente y fija en su primera reunin un
reglamento interno de funcionamiento. Los miembros de este Consejo sern ad-
honorem.
Respecto a sus funciones podemos mencionar:
a) Participar en la elaboracin en coordinacin con la Subsecretara de los Derechos de
la Niez, Adolescencia y Familia del Plan Provincial Anual de Promocin y Proteccin
de Derechos, para fijar los lineamientos de acuerdo a los principios establecidos en la
presente ley, las acciones prioritarias a desarrollar, las reas gubernamentales
responsables, los plazos previstos y los recursos necesarios.
b) Proponer e impulsar las reformas legislativas o de procedimientos destinadas a dar
cumplimiento a los principios establecidos en la Convencin de los Derechos del Nio y
en la ley nacional N 26.061.
c) Participar en campaas pblicas que incrementen entre la poblacin el conocimiento
de los derechos de las Nias, Nios y Adolescentes.
d) Recibir y solicitar informacin acerca de la distribucin de recursos, el
funcionamiento de servicios y programas, y toda otra accin desarrollada por el Estado
destinada a los sujetos de esta ley.
e) Recibir anualmente el informe del Defensor Provincial de Nias, Nios y
Adolescentes y solicitar la informacin que se encuentre en el mbito de su Defensora.
Titulo III, Captulo II, se hace mencin a las Organizaciones No
Gubernamentales (art. 46): son aquellas que con Personera Jurdica y en cumplimiento
de su misin institucional, desarrollen programas o servicios de informacin, difusin,
promocin, tratamiento, proteccin y defensa de los derechos de las nias, nios y
adolescentes y que dentro de sus obligaciones deben cumplir con los derechos y
garantas reconocidos en la Constitucin Nacional, la Convencin Internacional de los
Derechos del Nio, los Tratados Internacionales sobre los Derechos Humanos en los
que nuestro pas sea parte, y observar los principios de identidad, respeto y no
discriminacin, a ser odos y a que su opinin sea tenida en cuenta en todos los asuntos
que les conciernan como sujetos de derechos, entre otros.
Asimismo se crea en el mbito de la subsecretara de Derechos de Niez,
Adolescencia y Familia el Registro de las Organizaciones No Gubernamentales con
Personera Jurdica con el objeto de controlar y velar en cada departamento, por el fiel
cumplimiento de los principios que establece esta ley, con comunicacin a la Secretara
Nacional de Niez, Adolescencia y Familia con miras a la creacin del Registro
Nacional de estas Organizaciones.
A fin, de ir concluyendo con el anlisis de la presente normativa es importante
destacar que lo novedoso de la ley es que se regula un procedimiento administrativo,
que de ser posible su aplicacin efectiva, entendemos que podr dar resultados positivos
al abordar la problemtica del maltrato infantil.
Como precedentemente, se ha dicho, la normativa regula un procedimiento
administrativo en donde establece autoridades de aplicacin (Equipos regionales y
Direccin provincial), que podrn tomar administrativamente la medida excepcional de
quitar de su centro de vida a un menor en una situacin de vulneracin de derechos
grave.
4. a. Esquema. Ley 12967.
A continuacin haremos un esquema de como funcionaria el sistema previsto en
la ley.
Subsecretaria de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia
Consejo (autoridad de aplicacin del sistema)
Provincial
Del Menor Direccin Provincial de promocin de los Derechos de la Niez,
Pblico y Adolescencia y Familia. (Santa Fe y Rosario)
Privados
(rgano Delegaciones Regionales (brinda asistencia tcnica-jurdica a los
Consultivo) Servicios Locales, actan en coordinacin con los S. L.)

Servicios Locales (realizan la segunda entrevista a la vctima,
Siendo obligatoria la misma)

Escuelas Centro de Salud Vecinos Familia Polica Otros (ONG, Hospitales).
CAF (Centros de Asistencia Familiar), en la Ciudad de Rosario hay actualmente cinco
centros, dos en zona sur, uno en zona centro, uno en zona norte y uno en zona oeste.
A continuacin explicaremos el esquema con un ejemplo prctico:
La intervencin de las autoridades administrativas y judiciales puede ser
requerida por:
a) la propia nia, nio o adolescente, no siendo necesario que concurra con la asistencia
de sus padres o representantes legales.
b) los representantes legales de las nias, nios y adolescentes, o miembros de su
familia o centro de vida. La Autoridad Administrativa o Judicial requerida evaluar si es
necesario proteger la identidad de la persona requirente.
c) integrantes de los equipos tcnicos que se desempeen en los organismos creados por
la presente ley.
d) cualquier agente del Estado nacional, provincial municipal o comunal.
e) por miembros de la comunidad.
La nia, nio o adolescente, la persona fsica o jurdica, pblica o privada,
gubernamental o no gubernamental que haya por cualquier medio tomado conocimiento
de un hecho o acto que vulnere, impida o afecte de cualquier modo la mxima
satisfaccin, integral y simultnea de los derechos de las nias, nios y adolescentes,
puede formular denuncia ante el Servicio de Promocin y Proteccin de Derechos Local
o ante la Autoridad administrativa del mbito regional o de la Autoridad de Aplicacin
provincial o ante cualquier agente pblico. ste ltimo deber inmediatamente derivar
al Servicio de Promocin y Proteccin de Derechos Local o a la Autoridad
administrativa del mbito regional o a la Autoridad de Aplicacin provincial.
Asimismo y casi siempre los primeros en tener contacto con la vctima del
maltrato, son las escuelas o Centros de Salud, en donde se realiza la atencin primaria
del nio/a o adolescente. La informacin de la que se hace referencia precedentemente,
debe ser documentada en formularios, en los cuales se asentarn todos los datos
aportados o colectados al tiempo de la denuncia o noticia, acto seguido, se debe derivar
de modo inmediato la comunicacin y de ser necesario a la persona que hace conocer la
noticia, al Servicio de Promocin y Proteccin de Derechos Local o a la Autoridad
administrativa del mbito regional o a la Autoridad de Aplicacin provincial a los fines
de su intervencin. De requerirse atencin mdica, se debe dar intervencin al servicio
de salud estatal ms prximo, con informacin concreta que se trata de un caso de
proteccin de derechos de una nia, nio o adolescente, adems de dar intervencin al
Servicio de Promocin y Proteccin de Derechos Local o a la Autoridad administrativa
del mbito regional o a la Autoridad de Aplicacin provincial.
Una vez que el Servicio Local-que en un futuro prevn su funcionamiento en los
CAF- tome conocimiento de la situacin de vulneracin de derechos se debe dar
intervencin a los equipos interdisciplinarios, de actuacin en ese mbito territorial a los
fines de relevar la situacin y disear la estrategia de abordaje de la problemtica. Es
decir, se realiza la entrevista a la vctima, que es obligatoria y en forma personal.
Se debe citar a los familiares, representantes, responsables o allegados
involucrados de la nia, nio o adolescente, a una entrevista con el equipo
interdisciplinario del Servicio. En dicha entrevista se debe poner en conocimiento de los
familiares o responsables la peticin efectuada, la forma de funcionamiento del Sistema
de Promocin y Proteccin de Derechos, los programas existentes para dar solucin a la
problemtica planteada y su forma de ejecucin, los resultados esperados, los derechos
de los que goza la nia, nio o adolescente, el plan de seguimiento y el carcter
consensuado de la decisin que se adopte.
Con el dictamen del equipo interdisciplinario, el Servicio Local o la Direccin
Regional o la Autoridad de Aplicacin provincial, podrn tomar todas las medidas de
proteccin que dispone la ley, las que sern debidamente documentadas por los
organismos intervinientes, constituyndose as en prueba necesaria para la probable
adopcin de medidas de proteccin excepcionales.
El procedimiento es escrito y breve, con participacin activa de la nia, nio o
adolescente, su familia nuclear o ampliada o sus representantes o responsables.
Lo novedoso en la normativa son las Medidas de Proteccin Excepcionales que
puede solicitar el Servicio Local, fundadamente a la Autoridad administrativa del
mbito regional o a la Autoridad de Aplicacin provincial cuando persista la situacin
de amenaza o vulneracin de derechos de nias, nios y adolescentes. En el pedido
fundado debe constar un detalle circunstanciado de las medidas de proteccin
adoptadas, una evaluacin de las razones de su fracaso y una sugerencia fundada de la
medida de proteccin excepcional que se estima conveniente adoptar.
El pedido fundado debe acompaarse de los informes de los profesionales del
equipo interdisciplinario interviniente.
A partir de la solicitud de la aplicacin de una medida de proteccin
excepcional, la Autoridad Administrativa del mbito regional o la Autoridad de
Aplicacin provincial interviene a travs de sus equipos interdisciplinarios con la
finalidad de evaluar la situacin y la conveniencia y procedencia de la medida de
proteccin excepcional cuya adopcin se solicita, pudiendo resolver la adopcin de la
medida de proteccin excepcional que se solicita u otra medida excepcional o bien una
medida de proteccin integral.
El equipo interdisciplinario puede mantener con la nia, nio o adolescente una
entrevista personalizada en un mbito adecuado a la edad y etapa evolutiva de la nia,
nio o adolescente, respetando al mximo los derechos previstos en la presente ley.
Separadamente el equipo interdisciplinario debe citar a una entrevista a los
familiares, representantes, responsables o allegados involucrados de la nia, nio o
adolescente, a los que se debe poner en conocimiento de los derechos de la nia, nio o
adolescente que se encuentran vulnerados, la medida de proteccin excepcional
solicitada, los cursos de accin propuestos y los resultados esperados.
La Autoridad administrativa del mbito regional y la Autoridad de Aplicacin
provincial son los nicos funcionarios con competencia para dirigir el procedimiento y
para declarar y disponer por resolucin administrativa debidamente fundada alguna
medida de proteccin excepcional. Las medidas de proteccin excepcional son de
aplicacin restrictiva.
La resolucin administrativa que ordene la aplicacin de una medida
excepcional debe notificarse debidamente a los representantes legales, familiares o
responsables de la nia, nio o adolescente.
Contra la resolucin que decide la aplicacin de una medida de proteccin
excepcional puede deducirse recurso de revocatoria en audiencia oral y actuada
producida dentro del plazo de doce (12) horas de interpuesto el recurso. Este no tiene
efecto suspensivo de la medida recurrida. Finalizada la sustanciacin del recurso ste
debe ser resuelto en un plazo de tres (3) horas, sin apelacin administrativa y con
notificacin a las partes.
Remisin: Las actuaciones administrativas deben ser puestas a disposicin del
Juez o Tribunal Colegiado con competencia en materia de Familia a los fines de la
realizacin del control de legalidad en el da siguiente hbil de adoptada la medida
excepcional o de agotado el procedimiento recursivo si se hubiese planteado.
Los trmites judiciales que demande el control de legalidad no obstan la
aplicacin urgente e inmediata de la medida, cuando la autoridad administrativa
evaluare que la no aplicacin urgente e inmediata implique un grave riesgo para la vida
e integridad psicofsica de la nia, nio o adolescente.
De resultar necesario recurrir al empleo de la fuerza pblica para el
cumplimiento de la medida de proteccin excepcional, la Autoridad administrativa del
mbito regional o la Autoridad de Aplicacin provincial requerirn a la autoridad
judicial competente las rdenes respectivas.
El funcionario que no d efectivo cumplimiento a esta disposicin, ser pasible
de las sanciones previstas en el Captulo IV del Cdigo Penal.
El incumplimiento de las medidas excepcionales por parte de la nia, nias o
adolescentes no puede suponerle sancin alguna.
Al equipo interdisciplinario de los Servicios de Promocin y Proteccin de
Derechos Locales y de la Autoridad administrativa del mbito regional y de la
Autoridad de Aplicacin provincial les corresponde intervenir en los supuestos en que
Nias, Nios o Adolescentes sean vctimas de delitos de accin pblica o dependientes
de instancia privada.
El equipo interdisciplinario debe citar en el trmino de dos horas de puesta la
denuncia o noticia en su conocimiento a una entrevista personalizada a la nia, nio o
adolescente vctima de tales delitos en un mbito adecuado a la edad yetapa evolutiva
de la nia, nio o adolescente, garantizando especialmente los derechos descriptos en la
presente ley.
Previo al abordaje, debe poner en conocimiento al Tribunal, Juez o Instruccin
Fiscal que disponga el Cdigo Procesal Penal de la Provincia de Santa Fe.
Se debe evitar en toda circunstancia, la exposicin a relatos repetidos o
audiencias, entrevistas o comparecencias innecesarias de la nia, nio o adolescentes.
Una vez recibidas las actuaciones por el Tribunal o Juzgado Competente en
materia de Familia, el Juez practicar por auto fundado, y en el trmino de 3 das el
control de legalidad de las medidas excepcionales establecidas en esta ley y sus
prrrogas, adoptadas por la Autoridad administrativa del mbito regional o por la
Autoridad de Aplicacin provincial, ratificndolas o rechazndolas.
Resuelta la ratificacin de la medida, el Tribunal o Juez competente debe oficiar
a la Autoridad administrativa del mbito regional o a la Autoridad de Aplicacin
provincial que solicit el control de legalidad, para que se apliquen las medidas
continuando con el procedimiento administrativo.
Rechazada la medida por el Tribunal o Juez competente, ste debe oficiar a la
Autoridad administrativa del mbito regional o a la Autoridad de Aplicacin provincial
que solicit el control de legalidad. En el curso del procedimiento la nia, nio o
adolescente es reintegrado a la familia o centro de vida de donde fue retirado con
motivo de las medidas de proteccin excepcionales.
La resolucin adoptada debe ser notificada a la nia, nio o adolescente, su
defensor privado si hubiera intervenido, el Defensor de Menores de Edad, los
representantes legales, familiares o responsables del nio o la nia y sus defensores y
dems partes del proceso. La resolucin es apelable.

4. b. Medidas De Proteccin Integral.
Son las adoptadas y aplicadas por la autoridad administrativa de promocin y
proteccin competente ante la amenaza o violacin de los derechos o garantas de una o
varias nias, nios o adolescentes individualmente considerados, para preservar o
restituir a los mismos el goce y ejercicio de los derechos amenazados o vulnerados o la
reparacin de sus consecuencias.
La amenaza o violacin, puede provenir de la accin u omisin del Estado, la
Sociedad, los particulares, los padres, el grupo familiar, representantes legales o
responsables, o de la propia conducta de la nia, nio o adolescente.
En ningn caso estas medidas pueden consistir en la separacin de su familia
nuclear, ampliada o con quienes mantenga lazos afectivos, a excepcin de aquellas
situaciones en que la permanencia en su medio familiar implique una amenaza o
vulneracin de sus derechos; debiendo en esta circunstancia adoptarse medidas de
proteccin excepcional.
Las medidas de proteccin integral nunca pueden consistir en la privacin de la
libertad. Estas medidas pueden ser sustituidas, modificadas o revocadas en cualquier
momento por acto de la autoridad administrativa competente que las haya dispuesto y
cuando las circunstancias que las causaron varen o cesen.
4. c. Medidas De Proteccin Excepcional.
Son aquellas medidas subsidiarias y temporales que importan la privacin de la
nia, nio o adolescente del medio familiar o de su centro de vida en el que se encuentra
cuando el inters superior de stos as lo requiera.
Tienen como objetivo la conservacin o recuperacin por parte del sujeto del
pleno ejercicio y goce de sus derechos vulnerados y la reparacin de sus consecuencias
y slo proceden cuando la aplicacin de las medidas de proteccin integral resulten
insuficientes o inadecuadas para su situacin particular.
Su duracin es limitada en el tiempo, no pudiendo exceder de noventa das y
solo pueden prolongarse con el debido control de legalidad, mientras persistan las
causas que le dieron origen. Una vez cumplido un ao y medio desde que se adopt la
medida, la Subsecretara debe resolver definitivamente la medida.
La Subsecretara, la Direccin Provincial y las Delegaciones Regionales son los
organismos facultados para adoptar medidas de proteccin excepcionales con la debida
fundamentacin legal y posterior control de legalidad por la autoridad judicial
competente en materia de familia.
4. d. Aplicacin De Las Medidas Excepcionales.
Deben de ser aplicadas conforme a los siguientes criterios:
a) Permanencia temporal en mbitos familiares considerados alternativos,
preferentemente ligadas a personas vinculadas a ellos a travs de lneas de parentesco
por consanguinidad o por afinidad, o con otros miembros de la familia ampliada o de la
comunidad, segn costumbre local, en todos los casos teniendo en cuenta la opinin de
las nias, nios y adolescentes.
b) Slo en forma excepcional, subsidiaria y por el ms breve lapso posible puede
recurrirse a una forma convivencial alternativa a la de su grupo familiar, debindose
propiciar, a travs de mecanismos rpidos y giles, el regreso de las nias, nios y
adolescentes a su grupo o medio familiar y comunitario. Aqu se prev la posibilidad de
familias sustitutas. Al considerar las soluciones se debe prestar especial atencin a la
continuidad en la educacin de las nias, nios y adolescentes, y a su origen tnico,
religioso, cultural y lingstico.
c) Permanencia temporal en centros teraputicos de salud mental o adicciones.
d) Las medidas se implementan bajo formas de intervencin no sustitutivas del grupo
familiar de origen, con el objeto de preservar la identidad familiar de las nias, nios y
adolescentes.
e) Las medidas de proteccin excepcional que se tomen con relacin a grupos de
hermanos deben preservar la convivencia de los mismos.
f) En ningn caso, las medidas de proteccin excepcionales pueden consistir en
privacin de la libertad.
g) No podr ser fundamento para la aplicacin de una medida excepcional la falta de
recursos econmicos, fsicos, de polticas o programas de la autoridad administrativa.
La aplicacin de las medidas deber ser supervisada por la autoridad
administrativa que las dict.
4. e. Defensor Provincial De Nias, Nios y Adolescentes.
A modo de ir concluyendo con el anlisis de la ley, es importante hacer
mencin a la nueva figura que se incorpora en el mbito de la Defensora Del Pueblo de
la provincia de Santa Fe, en donde se crea, la figura del Defensor Provincial de Nias,
Nios y Adolescentes quien tiene a su cargo, velar por la proteccin y promocin de los
derechos consagrados en la Constitucin Nacional, la Convencin sobre los Derechos
del Nio, las leyes nacionales y provinciales y el resto del ordenamiento jurdico.
En sus funciones, debe asumir la defensa de los derechos de las nias, nios y
adolescentes ante las instituciones pblicas y privadas y la supervisin y auditoria de la
aplicacin del Sistema de Proteccin Integral de Derechos de Nias, Nios y
Adolescentes en el mbito de la Provincia; velar por el efectivo respeto a los derechos y
garantas asegurados a las nias, nios y adolescentes, promoviendo las medidas que
estime ms adecuadas para cada situacin; supervisar las entidades pblicas y privadas
que se dediquen a la atencin de las nias, nios o adolescentes, debiendo denunciar
ante las autoridades competentes cualquier irregularidad que amenace o vulnere los
derechos de las nias, nios y adolescentes; proporcionar asesoramiento de cualquier
ndole a las nias, nios y adolescentes y a sus grupos familiares, informando acerca de
los recursos pblicos, privados y comunitarios adonde puedan recurrir para la solucin
de su problemtica; recibir todo tipo de reclamo o denuncia formulado por las nias,
nios y adolescentes en forma personal o mediante un servicio telefnico gratuito y
permanente, debindose dar curso inmediato al requerimiento de que se trate,
canalizndolo a travs del organismo competente.
El Defensor de Nias, Nios y Adolescentes, depende en forma directa del
Defensor del Pueblo. La Defensora del Pueblo cuenta adems con dos funcionarios
denominados Defensores del Pueblo Adjuntos, actuando uno en la ciudad de Santa Fe y
otro en la ciudad de Rosario. El titular de la Defensora del Pueblo o el Defensor de
Nias, Nios y Adolescentes pueden delegar en ellos sus funciones y stos los
sustituyen en los supuestos de imposibilidad temporal o definitiva y en los casos de
recusacin y excusacin.
El Defensor de Nias, Nios y Adolescentes, dura cinco (5) aos en el cargo
pudiendo ser reelegido por una sola vez.
5. Conclusiones Finales.
Pues bien: este es el espacio en el cual llegamos a puerto y en el que
correspondern exponerse nuestras conclusiones finales sobre el tema.
Las lneas de accin que hemos sugerido en este captulo slo han tenido la
intencin de abrir un campo de reflexin y de debate, que permita imaginar propuestas
precisas para abordar ese lado oculto de la escena familiar que lleva al maltrato del nio.
Bueno es advertir que la insistencia en el camino teraputico no significa dejar de lado
medidas ms enrgicas en los casos en que no existe voluntad de realizar los
tratamientos o en los que no sea posible la rehabilitacin por las caractersticas
psicopatolgicas o las perversiones del ofensor. Es esencial tener la mira puesta en la
persona del nio y protegerlo de toda accin que lesione su vida y su dignidad,
vulneracin que afecta al mismo tiempo el futuro de toda la sociedad.
En suma, planteamos una formacin integral que incluya no slo elementos
tericos y tcnicos, sino tambin la propia persona del operador frente a los procesos
que el fenmeno genera. Cada uno de nosotros recibe y responde de modo singular a las
distintas experiencias. El sistema de valores y creencias, la historia familiar y personal,
la edad, el gnero, la condicin econmica y de vida, entre otros aspectos, comprometen
de modo integral a la persona que interacta con el problema del maltrato infantil. Es
por ello que la formacin especializada deber tener como eje el conocimiento que cada
uno de los profesionales y/o personal interviniente tengan de su propia persona con
relacin al tema del maltrato. La formacin, entendida en este sentido, es un
instrumento clave para el logro de cualquier propuesta o programa que intente acciones
deslegitimadoras y desnaturalizadoras del maltrato infantil.
El juez, en los casos de maltrato, no acta como si estuviese frente a un
conflicto de intereses. No hay alguien que pierde y alguien que gana. Existe un inters
comn: el bienestar del hijo. Esto significa que la decisin del tribunal no se halla
asociada a la culpa del progenitor, sino a la proteccin del hijo. Busca prevenir
conductas futuras. Los malos tratos o el abuso slo constituyen un sntoma o signo de
un inadecuado ejercicio del poder parental.
El concepto de que el Juez solamente tena que hablar por su sentencia y
quedarse encerrado en su despacho no sirve cuando estamos tratando problemas de
maltratos a nios, nias y adolescentes, tanto sea en sede civil como en sede penal o en
sede asistencial. Se debe dejar de lado aquel concepto; se necesita que el juez se integre
a la comunidad y que de la comunidad obtenga los recursos para la caridad. No es que
no puede el juez, el juez tiene que imaginar la forma de lograr el apoyo. se es el
secreto.
Las limitaciones no son de recursos, sino que en estos temas que son tan
complejos y cambiantes, el juez tiene que llegar a determinar, por ejemplo, cul es el
maltrato psicolgico, y para ello tiene que adentrarse en psicologa para poder hacer las
preguntas exactas al especialista. Es decir, que para poder hacer las preguntas debe
conocer el idioma, hablar con la asistente social y conocer la realidad; esto es
fundamental porque si no el juez est haciendo un discurso que pasa sobre la realidad y
no llega a la realidad.
En este sentido, es que creemos que el derecho solo no alcanza para conocer el
maltrato. Quienes se introduzcan en estos temas deben saber muy claramente cmo
funciona el asistente social, que informacin puede traer. El derecho es conducta y para
comprender la conducta necesita el aporte de otras disciplinas. Es tiempo de
comunicarnos si queremos una sociedad mejor.
Asimismo con la creacin del Fuero de Nios, Nias, Adolescentes y Familia,
tender a que se interprete la verdadera dimensin que reviste la problemtica del nio
en el proceso, al cual llega por vulnerabilidad de la institucin FAMILIA, y donde el
tratamiento de un conflicto o crisis de la familia en el que est involucrado un Nio,
Nia o Adolescente se le d la importancia y necesidad que reviste el asunto.
Solo la sensibilizacin y concientizacin de los recursos humanos del poder
judicial- involucrando a los seores jueces-, los estamentos del Estado vinculados a la
problemtica y nosotros la sociedad-, sobre la necesidad de tomar la proteccin integral
de los derechos de nias, nios y adolescentes en su correcto y efectivo encuadramiento,
evaluando oportuna y pertinentemente cada caso en su verdadera dimensin, permitir
demostrar el alcance que reviste tal institucin.
Entiendo que en los Juzgados de Familia de la Provincia de Santa Fe, no se
protegen de manera ntegra el inters superior del nio en la familia, cuando abordan un
conflicto familiar, quedan zonas grises que debilitan la performance del sistema en la
temtica especfica del derecho de nios, no cobra vida un rol protagnico que dinamice
la optimizacin del quehacer de quien debe aplicar el derecho al caso concreto, y ello es
as porque, la responsabilidad del iuris-dictio se limita a aplicar derecho con cnones
preestablecidos, con anlisis estticos y no integrales, interdisciplinarios y con un
encuadre pragmtico de los casos llevados a su conocimiento, proyectando su control de
gestin solo en la cantidad de expedientes que posee en trmite, y no en la cantidad de
casos concretos que resuelve, all es donde verdaderamente radica la fortaleza de la
justicia.
No podemos concluir nuestro trabajo, sin antes, referirnos a la nueva normativa
de la Provincia de Santa Fe, Ley N 12967 de Promocin y Proteccin Integral de los
Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes
cccv
.
La norma tiene varias similitudes con la ley nacional y por ello le pueden caber
las mismas crticas que se le efectuaron -desde la doctrina- a dicha norma.
Cuando se trata de proteger a un grupo vulnerable como es el caso de los nios-
las regulaciones legales corren algunos riesgos.
Uno es la grandilocuencia terminolgica. Es decir, el empleo de trminos
ampulosos y abarcativos con el buen fin de intentar obtener la mayor cobertura legal
posible sin dejar ningn nicho de desproteccin.
Otro riesgo es la superposicin de normas parecidas pero no iguales que obligan
a un esfuerzo interpretativo desmesurado. Claro que siempre es posible resolver la
cuestin con un salto a los grandes principios que estn en la Constitucin Nacional; los
tratados de Derechos Humanos; la jurisprudencia de tribunales internacionales y
nacionales. Pero a veces las urgencias de los chicos no permiten ciertos lujos como la
intrincada discusin jurdica.
Ahora bien, nos preguntamos si es de buena tcnica legislativa que una ley en
cuyo artculo 1 adhiere a la ley 26.061
cccvi
sin ms luego enumere las mismas ideas a
las que ya manifest su adhesin (aunque como decamos al inicio- con redaccin no
siempre idntica).
Tal vez hubiese bastado con regular cuestiones particulares no previstas en la ley
nacional y que no se contrapongan, que traten materias no delegadas, que brinden una
proteccin ms amplia o que creen o adecuen los organismos locales de aplicacin.
La ley provincial tambin hace un poco de todo eso.
Asimismo, creemos que el tiempo y el accionar de los operadores
administrativos y judiciales- irn dando carnadura al nuevo sistema. Porque como ha
dicho el Dr. Erbetta, las leyes son papeles y no cambian la realidad por si
solas.
cccvii
, con modestia: lo que s puede cambiar la realidad es el compromiso de las
personas y el aporte del Estado.
En ese sentido entendemos que es esencial e ineludible deponer cierta actitud de
soberbio fanatismo institucional y trabajar coordinadamente entre los distintos poderes.
Entonces escuchemos e integremos la opinin- fundada y seria-de cada actor e
intentemos contribuir para encontrar la solucin ms simple y efectiva posible para el
problema concreto que nos plantea un ser-o grupo- humano igualmente concreto.
Solo el accionar comprometido de las personas nos dir si esta ley es un
instrumento de excepcional vala o solo otro montn de palabras tan bellas como
superficiales.
Es igualmente necesario que los poderes respectivos asignen recursos
econmicos, humanos y de infraestructura suficientes para que sea posible la efectiva
aplicacin. Sin profesionales idneos, sin programas ni instituciones adecuadas para
alojar nios cuando es necesario (las que no solo deben existir sino estar en condiciones
de habitabilidad compatibles con la dignidad humana de personas menores de edad) no
existe sistema de proteccin y promocin viable. Slo as podr hacerse realidad lo
regulado por la ley comentada en su art. 31, tercer prrafo (prev que la Subsecretara
de la Niez garantice programas e instituciones con la modalidad de puertas abiertas
como centros de da, centros de atencin inmediata, paradores nocturnos, albergues
temporarios, etc.)
Ahora bien, hay en la norma dos cuestiones de suma trascendencia e incidencia
prctica: 1. el sistema Provincial de Promocin y Proteccin integral de los Derechos de
las nias, nios y adolescentes. 2. la asignacin exclusiva de competencia penal a los
juzgados de menores.
1) El Sistema Provincial de Promocin y Proteccin integral de los Derechos de las
nias, nios y adolescentes, est conformado por organismos pblicos y organismos no
gubernamentales.
Entre los primeros se cuentan (Pblicos):
a) La Subsecretara de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia (o el
organismo que lo reemplace) que ser la autoridad de aplicacin del Sistema Provincial.
b) La Comisin Interministerial de la Niez y Adolescencia, la que se crea en el mbito
de la anterior.
c) Direccin Provincial de Promocin de los Derechos de la Niez, Adolescencia y
Familia, cuya funcin es ejercer la coordinacin de las delegaciones regionales de la
zona y brindar asistencia jurdica. En rigor, este organismo ya existe.
d) Consejo Provincial de Nias, Nios y Adolescentes, de carcter consultivo y de
asesoramiento.
e) Defensora Provincial de Nias, Nios y Adolescentes, la que tiene a su cargo velar
por la proteccin y promocin de los derechos de los mismos.
Entre los segundos se cuentan (organizaciones no gubernamentales):
Las Organizaciones No Gubernamentales: Son las entidades con personera jurdica que
tengan por objeto desarrollar tareas referidas a la niez.
Como impresin liminar, tememos que tanta abundancia de rganos, comisiones
y funcionarios para tratar el mismo tema-claro que se dir que desde distintas aristas- es
una potencial fuente de superposiciones funcionales y conflictos de competencia.
Mayor cantidad de rganos de proteccin no necesariamente garantiza mejor
calidad de proteccin.
La confusin en determinar quin se ocupa de qu cosa puede resultar en que
nadie se ocupe de nada.
Tenemos nuestra ley provincial de promocin y proteccin de la niez. Es
siempre mejor tener la herramienta.
Es seguro que habr otros comentarios, conclusiones y no faltar oportunidad
para detenerse en normas especficas de esta ley.
Por ahora esperamos haber sido lo suficientemente claros en cuanto a lo que
desebamos transmitir al respecto de la nueva norma. Una especie de sobrevuelo de
aproximacin.
Estamos ante una oportunidad de mejorar la situacin de la niez en la
Provincia. Ojal seamos capaces de transmutar las palabras en hechos.
Slo resta esperar que la profusin retrica-de la que creemos haber dado un
panorama- no nos deje sumergidos en la nube de la duda. Porque, cuidado, no siempre
la incertidumbre enamora-en ocasiones desespera-
cccviii
.
Asimismo, debemos tener en claro que esto no es suficiente, porque es esencial
cambiar los patrones culturales, los estereotipos asumidos, el ideario social.
Hay pautas sociales que definen la interpretacin de las leyes, el grado de la
aceptacin de las normas, el modo de su aplicacin por los jueces, etctera.
Si no ponemos en crisis los estereotipos y las pautas culturales y sociales, no
podremos evitar el maltrato infantil en la familia entre las leyes y su aplicacin. ste
es el mayor desafo.
6. Propuestas.
Como hemos evidenciado a lo largo del presente trabajo existe la necesidad de
proponer la Creacin de nuevos Juzgados De Familia En La Provincia De Santa Fe Y
Futura Puesta En Funcionamiento Del Fuero De Nios, Nias, Adolescentes y la
Familia. Esto nos permitir conjugar armoniosamente en el esfuerzo mancomunado de
proteccin integral de sus derechos, articulando y coordinando modos de accin
oportunos y pertinentes necesidad. Otras de las ventajas de este sistema, son que nos
permitir descongestionar el actuar tribunalicio, que como bien sabemos estn colmados
de causas.
Debe destacarse aqu que en materia de menores y familia, es necesario siempre
contar con una rpida respuesta jurdica, previo contacto con las partes y consulta con
operadores sociales, atento carecer el Tribunal dentro de su estructura interna de
consultores tcnicos a tales efectos.
Con la especificidad del fuero de nios, nias, adolescentes y familia,
entendemos que estamos dando un paso importante hacia un mejor servicio de justicia,
respecto a la creacin futura de estos Tribunales, que sern el muro de contencin de
ste flagelo cotidiano que azota a la comunidad. En la medida que se creen ms
juzgados de este tipo habr ms denuncias de violencia familiar, pero no necesariamente
a causa del crecimiento de esta problemtica en la provincia sino como consecuencia de
estar brindndoles a las familias la posibilidad de poder acercarse a un juzgado
especializado a denunciar.
Lo que estamos viendo es apenas la punta del iceberg, puesto que la violencia
como fenmeno social se ha convertido en uno de los principales problemas sociales de
nuestro pas.
El menor, por su falta de madurez psquica necesita un tratamiento diferenciado
y un juzgador especializado en la materia, preparado mentalmente para atender todas
sus necesidades.
Para que los resultados sean ptimos proponemos adems, distintos cursos de
accin con relacin al maltrato infantil entre ellas:
a) La Prevencin: teniendo como objetivo, reducir la incidencia del problema del
maltrato infantil; -promover una ideologa basada en el menor como sujeto de derechos
y en la inclusin de los derechos humanos en el interior de la familia; -promover la
salud, en trminos de mayor bienestar y mejoramiento de la calidad de vida de los
nios; promover el desarrollo pleno de los menores; -incrementar la comprensin de las
pautas de crianza y socializacin de menores y sus efectos en las familias y la
comunidad; -acrecer el conocimiento de recursos; - incidir sobre las prcticas
organizacionales; - influenciar la poltica social y la legislacin; - favorecer las redes
interinstitucionales; -promover la formacin de especialistas y ampliar su papel.
b) Proponemos incluir distintos servicios sociales que es necesario prestar para atenuar
los niveles de tensin y ansiedad originados en el conflicto entre el desempeo laboral y
la funcin materna o paterna, entre ellos proponemos:
1- La creacin de guarderas para el cuidado temporario de los nios.
2- Comedores escolares o lugares de recreacin infantil.
2- Establecimientos que acojan a madres solas con dificultades sociales o afectivas, etc.
c) Programas que propicien un cambio en la conciencia social: esta propuesta tiene
como fin modificar comportamientos, creencias y valores por medio de la difusin de
los derechos del nio y la correlativa responsabilidad de los padres orientada hacia una
interaccin paterno- filial mediante pautas participativas y de cooperacin.
d) Programas que propicien la difusin de recursos existentes en diferentes mbitos: se
trata de hacer conocer mediante variados mecanismos de difusin los recursos legales,
los centros que ofrecen asesoramiento, los servicios de ayuda telefnica, las unidades
sanitarias especializadas, los centros de atencin teraputica, etc. Esta informacin debe
ser de fcil acceso y, en lo posible, transmitida a travs de los medios de comunicacin
de masas, de modo continuo.
e) Programas informativo-educativos dirigidos a los nios: brinda al nio medios para
protegerse y hacer respetar su integridad frente al adulto. Es decir, el menor se convierte
en actor de su propia prevencin. Asimismo el decreto reglamentario 1.745/2001 de la
ley 11.529 de proteccin integral contra la violencia familiar en su art. 10, prrafo
segundo, establece que el ministerio de educacin evaluar la incorporacin en las
currculas de cada nivel educativo, a travs de los contenidos transversales, de los temas
referidos a las causas, modos y consecuencia de la violencia familiar, pero entendemos
que esto no se cumple, por lo tanto es imperioso que tales contenidos sean dados, as
todo nio sabr, por ejemplo que una cachetada, un insulto, es atentar contra sus
derechos.
f) Creacin de un Registro nico Centralizado, en donde las denuncias deban volcarse.
Esto permite detectar las situaciones de maltrato reiterado, evitndose de este modo la
accin de los adultos abusadores, quienes para no ser identificados acuden a otro
hospital en cada ocasin. A veces, la ayuda a la familia llega muy tarde por
desconocerse la historia del caso. Igualmente la concentracin de las causas posibilita el
control de las distintas intervenciones institucionales y la eficacia de las medidas
adoptadas.
g) Centros especializados de carcter interdisciplinario: Proponemos la creacin de
centros interdisciplinarios para el tratamiento del nio maltratado y la familia, pblicos
o privados, que intervengan, a peticin de los juzgados por medio de la Consejera de
Familia (que son las que se mencionan en la creacin de los juzgados de familia) o
servicios sociales, para realizar el diagnstico y tratamiento del caso.
h) Programas de ayuda y control comunitario: Padres annimos que constituyen
organizaciones grupales compuestas por progenitores que han maltratado a sus hijos y
desean ayudar a quienes se encuentran en dificultades similares.
i) Hogares transitorios: Aqu proponemos la creacin de hogares transitorios para
albergar a los nios en situaciones graves, cuando el mismo no pueda ser ubicado dentro
de su grupo familiar.
j) Establecer un proceso autnomo, dentro del cual se adopten las medidas cautelares:
proponemos un procedimiento simple. Una vez efectuados los exmenes mdico-legal y
el estudio psicosocial y adoptadas las medidas de proteccin para el nio, se fija una
audiencia donde deben comparecer las partes en forma obligatoria. El juez tendr
amplia facultad instructoria y puede disponer todas las medidas legales necesarias para
verificar los hechos. Adems, entrevista al menor, finalmente se dicta la sentencia que
determina si ha existido maltrato, identifica a los responsables, dispone de medidas
legales y sociales y, si la conducta reviste gravedad, pasa los antecedentes a la justicia
penal. Tambin vemos oportuno implementar medidas sustitutivas de las penas, por la
participacin en programas teraputicos o educativos.
k) Establecer un adecuado sistema probatorio; amplia libertad probatoria: eliminacin
de las restricciones en materia de prueba testimonial. Es indudable que, en un mbito
tan ntimo como es la familia, los hechos de maltrato que se cometen en su seno
difcilmente puedan probarse. Por esta razn es preciso establecer un esquema
probatorio especfico para estas situaciones de abuso intrafamiliar, tanto en el campo
penal como en el civil.
Concluyendo nuestras propuestas solo nos queda por decir que desde el mbito
del poder administrador-poder ejecutivo- y del poder jurisdiccional-poder judicial-, se
estn adecuando las estructuras organizacionales y de recur sos materiales para de
manera paulatina alcanzar el fin, pero creo todava falta tela por cortar en tal sentido.









































i
LAMBERTI, Silvio (compilador)Maltrato Infantil: Riesgos del compromiso profesional. Universidad,
2Ed. Rivadavia 1225- Ciudad de Buenos Aires 2006.; GROSMAN, Cecilia P. y MESTERMAN, Silvia.
Maltrato al Menor: El lado oculto de la escena familiar. Universidad. Rivadavia 1225- Ciudad de
Buenos Aires 2004, 2 ED. actualizada y ampliada; CADOCHE, Sara Noem. Violencia Familiar.
Rubinzal- Culzoni y Asociados S. A. Talcahuano 442- Ciudad Autnoma de Buenos Aires 2003.
ii
En Santa Fe: San Martn 1731-0342-4572990, 4572991, 4572992( [email protected])
y en Rosario: Pasaje lvarez 1516-0341-4721112 ( [email protected] ) .
iii
Arequito: comuna de Arequito (2183) Arequito telfono/fax (03464) 470532. Email:
[email protected] . Carcara: centro Comercial 9 de julio 520 PA (2138) Carcara.
Telfono/fax: (0341) 4943055. Email: [email protected] . Coronda: Accin Social
Municipal (2170) Coronda. Telfono/fax: (0342) 4911372. Email: [email protected]
Roldn: Vieja Estacin de Ferrocarril (San Martn al 700) (2134) Roldan. Telfono/fax: (0341) 4960688
(int. 14) Email: [email protected] . San Lorenzo: Centro Cultural- Entre Ros 514 P.A. (2200)
San Lorenzo. Telfono/fax: (03476) 423827. Email: [email protected] .
Caada de Gmez: Ocampo 920. (2138) Caada de Gmez. Telfono/fax: (03471) 422132.
Casilda: Secretaria Promocin Comunitaria - Moreno y Mendoza (Corraln Municipal) 2170 Casilda.
Telfono/fax: (03464) 426327 (oficina). Email: [email protected] .
iv
Defensora del Pueblo de la Nacin: Suipacha 365 (C1008AAG), Ciudad Autnoma de Buenos Aires.
Telfono: 08103333762. fax: (11) 48191581 [email protected] . INADI: 25 de Mayo 145 8 piso
(C1002ABC) Ciudad Autnoma de Buenos Aires. Telfono: 011-4346-1734. [email protected] .
v
Centro de Asistencia a la Victima y al Testigo del Delito: Defensora del Pueblo. San Martn 1615. TE:
4572993/98. Equipo interdisciplinario de Violencia Familiar: (Direccin Provincial del Menor, la Mujer y
la Familia) San Jos 1701. TE: 45728888, Hospital de Nios Dr. Alassia: (Comit de Maltrato Infantil)
La madrid y Mendoza. TE: 4579237-4505900., Colegio de Abogados: (Consultora Jurdica Gratuita) 3
de febrero 2761. TE: 4592700-45977731; Jefatura Santa Fe: (Delitos Contra la Integridad Sexual)
Primera Junta y 9 de julio. TE: 4575218/19, Tribunales Colegiados de Familia N 2 y 3: San Jernimo
1551. TE: 4572766/67, Juzgado de Menores N 1 y 2: 9 de julio 1842. TE: 4572736/37/38/39/40/4/.
vi
Centro de Asistencia a la Vctima y al Testigo del Delito-Defensora del Pueblo de Santa Fe: Pje.
lvarez 1516 (Crdoba y Pte. Roca). TE: 472-1500/05, Casa de la Mujer: San Nicols 281. TE: 4302341.
Email: [email protected] , Centro Desarrollo para la Familia y la Mujer (CEDEIFAM):
Callao 170bis TE: 4370369. Email: [email protected] , Centro comunitario Alicia Moreau:
Asesoramiento y apoyo a mujeres que sufren violencia. Taller de reflexin. La Republica 6130. TE: 439-
9508, Asociacin Lola Mora: Talleres de prevencin de violencia familiar. Platn 1140 Rosario. TE:
4656566, Centro de orientacin a la Victima de delitos sexuales: Italia 2153, P. alta (Comisara 5) TE:
472-8523, Centro Popular de Asistencia a la Comunidad: (CEPAC) Avenida Bermdez 6623. TE: 0341-
4834162, Grupo Desde el Pie: Pasaje Puelches y Casilda. TE: 4387672, Programa de prevencin y
atencin en Violencia Familiar: rea de la Mujer, Secretaria de promocin social Municipalidad Rosario.
TE: 0800-444-0420. (Santa Fe 638), Programa Grupo El Refugio Prevencin de las relaciones afectivas
violentas: (para adolescentes) (gratuito). Centro de Salud n 2, Donado y Derqui. TE: 4573259. Email:
[email protected].
vii
LINTON, Ralph: Estudio del hombre, F. C. E. Mxico, 1942, p. 198, Cp. X. Cit. Por GROSMAN-
MESTERMAN Maltrato al Menor, el lado oculto de la escena familiar. Universidad, 2004, Pg., 78 y
SS.
viii
Cit. Por GROSMAN- MESTERMAN Op. Cit. Algunos datos forman parte de un estudio realizado por
un grupo de alumnos en un Seminario de Maltrato al Menor (Carrera de Especializacin en Derecho de
Familia, Facultad de Derecho, U.B.A., 1996). Otros datos han sido recogidos de la obra: BURGUIRE, C.,
y otros: Historia de la Familia. Alianza, 1988, Pgs. 125 a 130.
ix
DOLTO, Francoise, La causa de los nios. Paids, 1994. pgs. 15 y 18
x
SAUCE, De cuando el nio no tena nombre. Espaa: Entrelineas, 1997, p. 10.
xi
Cit. Por GROSMAN- MESTERMAN Op. Cit. ARIES, Philippe, El nio y la vida familiar en el
Antiguo Rgimen. Espaa: Taurus Ediciones, 1988. ISBN: 84-306-1284-X Pg. 10, 11, 19, 488, 498,
65, 178, 537.
xii
ARIES, P., Op. Cit., Pg. 6.
xiii
ARIES, P., Op. Cit, Pg. 6.
xiv
ARIES, P., Op. Cit, Pg. 6.
xv
ARIES, P., Op. Cit, Pg. 6.
xvi
SAUCE, Op. Cit. Pg. 7 y Dr. Lenidas COLAPINTO,La hija incestuosa Editado por la
Universidad Nacional del Sur. Baha Blanca, 2001. , Pgs. 87 a 89.
xvii
Aries, Op. Cit, Pg. 7.
xviii
Aries, Op. Cit., Pg. 8.
xix
DOLTO, Francoise. Op. Cit. Pgs. 394 y 386; ARIES, Philippe. . Op. Cit. Pgs., 17, 482 y 483,
485,489, 539, 492 y 293.

xx
ROUDINESCO, Elizabeth, La familia en desorden: Fondo de cultura econmica. Mxico, 2003,
Pgs. 107 y 108.
xxi
Cit. Por GROSMAN- MESTERMAN. ARIES, Philippe Op. Cit Pgs., 11, 469, 480 y 481.
xxii
ROUDINESCO, Elizabeth. Op. Cit. Pg. 107.
xxiii
ARIES, Philippe Op. Cit Pgs. 466, 468 a 470.
xxiv
ARIES, Philippe Op. Cit Pgs.s. 492, 494, 534 y 541.
xxv
Cit. Por: GROSMAN- MESTERMAN Maltrato al Menor, el lado oculto de la escena familiar.
Universidad, 2004. FREUD, Introduccin al narcisis mo, en obras completas, Vol. I, p. 1091.
xxvi
DOLTO, Francoise. Op. Cit. Pgs. 100 y 236. y La Causa de los Adolescentes, Pg. 262.
xxvii
CARRILLO BASCARY, la proteccin legal de la vida, JA, 1002- T- 864.
xxviii
DIEZ- PICAZO, Familia y Derecho, Tecnos. Madrid, 2006 Pg. 176.-
xxix
PEREZ, Preparacin de abogado en el tema de familia, Derecho de Familia, n 1, Abeledo Perrot,
1989. Buenos Aires, pg. 110.
xxx
COOPER, La muerte de la familia. Paids, Buenos Aires, 1972 Pgs. 6 a 27; DOLTO. Op. Cit.,
Pgs. 11, 125, 226, 267 y 335.
xxxi
COOPER; Ibd.; DOLTO; Ibd.
xxxii
ROUDINESCO. Op.Cit., Pg. 106.
xxxiii
COOPER; Ibd.; DOLTO; Ibd.
xxxiv
COLAPINTO, Lenidas. Editado por la Universidad Nacional del Sur. Baha Blanca, 2001. La hija
incestuosa, Pgs. 85 y 86. -
xxxv
Sin embargo, esa posibilidad (el buen modelo de adulto) sigue siendo la aspiracin de GROSMAN;
Op. Cit., significado de la Convencin de los Derechos del Nio en las relaciones de familia, II., 1993-B-
I089.-
xxxvi
MANNONI, La salud mental hacia al final del siglo, Psicoanlisis y el Hospital. Fasc. n 9, Edit.
Psiquiatra y psicoanlisis -Mario Puj, 1996, Pg.60. (Citado 5/6/96). (Disponible en Internet)
www.psiconet.com/psa-hospital/9.htm(ltima consulta 5/03/09).
xxxvii
MARTINEZ Roig y De Pal Ochotorena (1993). Maltrato y abandono en la infancia. Barcelona.
Martnez Roca. (Disponible en Internet) www.libreriapaidos.com/libros
xxxviii
Cit. Por: INTEBI Irene: Cuadernos de capacitacin de Maltratos de nios/nias y adolescentes
2003. Familias del Nuevo Siglo.( Kempe, Ruth S)., "Nios maltratados . Morata, Madrid, 1985, Pg. 23
y ss.
xxxix
INTEBI Irene. Op cit. Pg. 45, ss.
xl
INTEBI Irene. Op cit. Pg. 47, ss. (Finkelhor, David): Child Sexual Abuse, The Free Press, New
York, U.S.A., 1984.
xli
INTEBI Irene. Op Cit. Kempe, R. y H., Op. Cit., pgs. 16 y siguientes.
xlii
INTEBI Irene. Op Cit. Finkelhor, D. Op. Cit., pgs. 1 y siguientes.
xliii
INTEBI Irene. Op Cit. Finkelhor, D. Op. Cit., pgs. 1 y siguientes.
xliv
INTEBI Irene. Op Cit. Finkelhor, D. Op. Cit., pgs. 1 y siguientes.
xlv
Cit. Por: GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit. Pgs. 26, 27, 28 y ss. Kirwood, J. Laurie, y Mihaila,
Marcelle: Incest and the Legal System, Inadecuacies and Alternatives, U.C.D., Law Review, University
of California, U.S.A., Su mmer, 1979, v. 12, n 2.
xlvi
GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit Pg. 30, MERZAGORA, I.: Lincesto, Edit. Giuffr, Miln,
186.
xlvii
GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit Pg.31.
xlviii
GROSMAN- MESTERMAN; Ibd. Weinhold, B., y Weinhold, Barry K.: Informe del Secretariado
del Ao Internacional de la Familia, Viena, 1993. -
xlix
GROSMAN- MESTERMAN; Ibd. Hayes, J. Y.: Les abus sexuelles sur des mineurs dage: inceste et
abus sexual extrafamilial, 1992, cit., en Mezquita Blanca Vsquez: Agresin sexual. Evaluacin y
tratamiento en menores, Edit. Siglo XXI de Espaa, Madrid, 1995.
l
GROSMAN- MESTERMAN; Op. Cit. Pg. 32. Actualmente, en los informes normalizados sobre el
delito en los Estados Unidos (United Uniform Crime Reports), se incluye una categora denominada
Violencia en el hogar(del informe del secretario general, en el Octavo Congreso de las Naciones Unidas
sobre Prevencin del Delito y Tratamiento del DelincuenteLa Habana, Cuba, 27 de agosto al 7 de
septiembre de 1990--).
li
GROSMAN- MESTERMAN; Ibd. Informe del secretario general, Ibd. nota anterior.
lii
GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit. Pg. 34. Datos registrados en el trabajo de Albarracn, Dolores:
Hacia una teora integrativa de la victimizacin de los nios, en Buendia Vidal, J.: Psicopatologia infantil,
Pirmide, Madrid, 1995.
liii
GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit. Pg. 34.
liv
GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit. Pg 35. SERNAM: Proceso de creacin de redes sociales e
institucionales para enfrentar la violencia intrafamiliar, Chile, 1991-1994.

lv
GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit Pg. 36 Agradecimientos: Hay que destacar la labor efectuada
por Diana Goldberg, Aurora Prez, Ester Romano y otros profesionales y estudiosos en sus lugares de
trabajo. Desde el seminario El nio maltratado llevado a cabo en el Hospital de Nios Ricardo
Gutirrez el 18 de noviembre de 2004.
lvi
GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit Pgs. 34 y 35. Fuente: Direccin General de la Mujer, Gobierno
de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires, 2006.
lvii
GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit Pg. 36 Fuente: Cifras proporcionadas por el Comit de
Maltrato Infantil del Hospital Dr. Pedro de Elizalde, agosto 2003.
lviii
Cdigo Civil Argentino [en lnea] [Citado 4/03/09] [Disponible en Internet: www.infoleg.gov.ar].
lix
CADOCHE, Sara Noem Violencia Familiar. Rubinzal- Culzoni y Asociados S. A. Talcahuano 442-
Ciudad Autnoma de Buenos Aires 2002. INTEBI Irene y Norma OSNAJASKI: Cuadernos de
Capacitacin de Maltratos de nios/nias y adolescentes, Buenos Aires, 2003, Familias de Nuevo Siglo.
GROSMAN- MESTERMAN. Maltrato al Menor. El lado oculto de la escena familiar. 2
Ed.Universidad. Buenos Aires, 2004.
lx
CADOCHE Sara Noem. Op. Cit. Pg. 167
lxi
CADOCHE Sara Noem. Ibd.
lxii
INTEBI Irene y OSNAJASKI Norma. Op. Cit. Pg. 9 y ss.
lxiii
Cit. Por: BRINGIOTTI Mara Ins. Maltrato Infantil. UBA.1999. [en lnea]. [Citado 08/11/08].
[Disponible en Internet www.jornadaabuso.com/index.php?id=8. [Ultima consulta 13/03/09].
lxiv
CADOCHE Sara Noem. Op. Cit Pg. 168.
lxv
BARUDY Jorge. El dolor invisible de la infancia. Paids. Buenos Aires, 1998. pg. 65 y ss.
lxvi
Cit. Por. GROSMAN- MESTERMAN. Maltrato al Menor. El lado oculto de la escena familiar. 2
Ed.Universidad. Buenos Aires, 2004. pgs. 45, 46 y 47.
lxvii
INTEBI Irene y Norma OSNAJASKI. Op. Cit. Pgs. 27, 28, 29.
lxviii
CADOCHE Sara Noem. Op. Cit Pg. 169.
lxix
Cit. Por. INTEBI Irene. Op. Cit. Pg. 33.
lxx
INTEBI Irene y Norma OSNAJASKI. Ibd.
lxxi
INTEBI Irene y Norma OSNAJASKI. Ibd.
lxxii
Cit. Por. LA DEFENSORIA DEL PUEBLO DE SANTA FE. Violencia: Teora y Realidad. CFI
(Consejo Federal de Inversiones) Fondo Especial. Santa Fe, 2006. pg. 85.
lxxiii
Cit. Por: BRINGIOTTI Maria Ins. Op. Cit. pg. 39.
lxxiv
Concepto elaborado por: El Nacional Center Of. Chile Abuse an Neglect 1978. [en lnea] [Citado
13/06/08]. [Disponible en Internet] http://www.editum.org/abuso-sexual-infantil-p-1111.html [Ultima
consulta 10/03/09].
lxxv
REINALDO Perrone y MARTINE Nannini: En Violencia y abusos sexuales en la familia. Paids,
Bs. As 1997. Pg. 73.
lxxvi
GlASER Danya y FROSH Spehen "Abuso sexual de nios". Paids, Bs. AS 1997. pg. 55.
lxxvii
GlASER Danya y FROSH Spehen. Ibd.
lxxviii
GlASER Danya y FROSH Spehen. Ibd.
lxxix
REINALDO Perrone y MARTINE Nannini. Op Cit. Pg. 75.
lxxx
INTEBI Irene:Abuso Sexual Infantil en las mejores familias.Granika. Bs. As.. 1998. pgs. 89 y ss.
lxxxi
INTEBI Irene. Ibd.
lxxxii
INTEBI Irene y OSNAJASKI Norma. Op Cit. Pg. 79.
lxxxiii
BRINGIOTTI Mara Ins. Los limites de la objetividad en el abordaje del abuso sexual
infantil.Cit. por: LAMBERTI Silvio. Op. Cit. Pgs. 44, 45, 46, 47, 48 Y 49. TORRES Gmez, 1997
Furniss. [en lnea]. [Citado 13/05/97]. [Disponible en Internet]
http://www.saludactiva.org.ar/index.php?id=3_5 [Ultima consulta el 11/03/09].
lxxxiv
TORRES Gmez. Ibd.
lxxxv
TORRES Gmez. Ibd.
lxxxvi
Cit. Por. LAMBERTI Silvio,- compilador- Maltrato Infantil: Riesgos del compromiso profesional.
Universidad, Buenos Aires, 2006. Pg. 46.
lxxxvii
LAMBERTI Silvio. Ibd.
lxxxviii
BRINGIOTTI Mara Ins. Cit. por: LAMBERTI Silvio. Op. Cit. Pgs. 47, 48.
lxxxix
CANTON Duarte Jos y CORTES Arboleda, Mara del Rosario: Gua para la evaluacin del abuso
sexual infantil, 2 Ed. Pirmide 2003. Pg... 296
xc
RASKIN y ESPLIN, 1991.Cit. por: Cantn Duarte y Cortes Arboleda. Op. Cit. Pg. 305.
xci
Cit. Por: LAMBERTI Silvio. Op. Cit pg. 57. Diario Clarn, 16/9/01.
xcii
SAVATER, Fernando. Ibd.
xciii
INTEBI Irene. Abuso Sexual Infantil en las mejores familias. Granika. Bs. As. 1998. pgs. 89 y ss.
xciv
LA DEFENSORIA DEL PUEBLO DE SANTA FE Op.Cit. pg. 104.
xcv
LAMBERTI Silvio [compilador] Maltrato Infantil: Riesgos del compromiso profesional, 2 Ed.
Buenos Aires. Universidad, 2006; GROSMAN- MESTERMAN. Maltrato al Menor: El lado oculto de

la escena familiar, 2 Ed. Buenos Aires. Universidad, 2004; CADOCHE Sara Noem. Violencia
Familiar, Buenos Aires. Rubinzal- Culzoni, 2002.
xcvi
CADOCHE Sara Noem. Op. Cit. Pg. 168.
xcvii
CADOCHE Sara Noem. Ibd.
xcviii
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www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 10/03/09].
cii
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www.diarioc.com.ar/politica/severas_penas_contra_el_maltrato_de_menores/32891]. [Ultima consulta el
10/03/09].
ciii
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familia de estructura igualitaria: erigir la democracia ms pequea en el corazn de la sociedad,
Secretariado del Ao Internacional de la Familia, Viena, 1993.
civ
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CADOCHE, Sara Noem. Op. Cit., pgs. 167, 174.
cvi
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[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 10/03/09].
cvii
ART. 3. Ibd.
cviii
Cit. Por, CADOCHE, Sara Noem. Op. Cit pgs. 178, 179.
cix
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www.gpyasociados.com.ar/content/decreto-reglamentario-de-la-ley-24417]. [Ultima consulta 10/03/09].
cxi
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www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 10/03/09].
cxii
CLARIA Olmedo, Jorge A: Tratado de Derecho Procesal Penal. Ediar, 1963, T.III, p. 19.
cxiii
ART. 175, Cd. Procesal Penal de la Nacin. [en lnea]. [Citado 09/03/09]. [Disponible en Internet.
www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 10/03/09].
cxiv
C.N.Crim., Sala I, C. 26.669, 15/5/83, J.P.B.A., n 53.
cxv
C.N.Crim. y Correc., Sala II, 9/6/88, Rev. La Ley, 29/2/90.
cxvi
ART.177, Inc. 1, Cd. Procesal Penal de la Nacin. [en lnea]. [Citado 09/03/09]. [Disponible en
Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 10/03/09].
cxvii
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www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 10/03/ 09].
cxviii
BARGERIS, Lus A.: Cdigo de Procedimientos en lo Penal y Leyes complementarias, Edit.
Desalma, Buenos Aires, 1956, comentario al art. 164.
cxix
ART.177, Inc. 2 del Cdigo Procesal Penal de la Nacin. Obligacin de Denunciar. [en lnea].
[Citado 09/03/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 10/03/09].
cxx
Cit. por. VIAR, Juan Pablo M. Backlash: Una lectura desde lo jurdico. Pgs. 95, 96, 97. LAMBERTI,
Silvio. Op. Cit., pgs. 95, 96, 97.
cxxi
ART.177, Inc. 2. Ibd.
cxxii
ART.156, Cd. Penal. [en lnea]. [Citado 09/03/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar].
[Ultima consulta 10/03/09].
cxxiii
SOLER, Sebastin, Derecho Penal Argentino. T. IV, Pg. 146; TOZZINI, Carlos A. La violacin
del secreto profesional medico en el aborto, Rev. Doctrina Penal, Depalma, Bs. As., n 17, enero-
marzo 1982, Pg. 156.
cxxiv
SOLER, Sebastin. Op. Cit. Pg. 136.
cxxv
C.N. Crim. Y Correc. Fed., Sala I, 14/2/95, Z. D. B. s/inf. Ley 23.737.
cxxvi
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Ferreira, Maria ngela y otros s/aborto. [en lnea]. [Citado 24/12/79].
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cxxvii
TRAVASIO, Mariana: Manual de Psicologa Forense, Universidad de Bs. As., 1999, p. 62.
cxxviii
SOLER, S. Op. Cit. Pg. 144.
cxxix
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[Disponible en Internet. www.taringa.net/posts/info/932177/El-secreto-profesional-en-Psicologa_-
cuando-debe-romperse.html y en www.vaneduc.edu.ar/Uai/comunicacion/conexion-
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cxxx
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www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 10/03/09].
cxxxi
ART. 179.Rgimen del Cdigo Procesal Penal de la Nacin. Revisado y comentado por: EDWARDS,
Carlos Enrique. 2. Ed. Astrea. Buenos Aires, 1994. Pg. 175.
cxxxii
ARTS.180 a 188. Cdigo Procesal Penal de la Nacin. Ibd. Pgs. 175 a 189.
cxxxiii
ART. 187. Sanciones. Cdigo Procesal Penal de la Nacin Ibd. Pg. 188.
cxxxiv
ARTS.18 y 27 de la Convencin sobre los Derechos del Nio. [en lnea]. [Citado 20/11/89].
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cxxxv
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cxxxvi
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con su incorporacin a la Constitucin Nacional, en el art. 75 inc. 22. [en lnea]. [Citado 16/04/09].
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Art. 2.1. Convencin sobre los Derechos del Nio. Ibd.
cxl
Arts. 9 y 20. Convencin sobre los Derechos del Nio. Ibd.
cxli
Art. 5. Convencin sobre los Derechos del Nio. Ibd.
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cxliv
Art. 44. Ibd.
cxlv
Art. 45. Ibd.
cxlvi
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Art.3: Inters Superior. Ley 26.061. Ibd.
cxlviii
Art.10: Derecho a la Vida Privada e Intimidad Familiar. Ley 26.061. Ibd.
cxlix
Art.27: Garantas Mnimas de Procedimientos. Garantas en los Procedimientos Judiciales o
Administrativos. Ley 26.061. Ibd.
cl
Art.39: Medidas Excepcionales. Ley 26.061. Ibd.
cli
Art.41: Aplicacin. Ley 26.061. Ibd.
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Juzgados Nacionales con competencia en materia de familia. ED 155-616.

clx
MORELLO DE RAMIREZ-MORELLO. El Abogado del Nio, ED 164-1180.
clxi
KEMELMAJER DE CARLUCCI. Principios procesales y tribunales de familia. JA 1993-IV676.
clxii
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clxiii
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GROSSMAN, La opinin del hijo en las decisiones sobre tenencia. ED 107-1011, quien realiz una
acertada crtica a la jurisprudencia restrictiva referida del texto.
clxiv
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clxv
CADOCHE, Sara Noem. Op. Cit. Pgs. 186, 187, 188, 189.
clxvi
CADOCHE, Sara Noem. Ibd.
clxvii
CADOCHE, Sara Noem. Op. Cit. Pg. 275.
clxviii
CORSI, Jorge-compilador-Violencia Familiar: Una mirada interdisciplinaria sobre un grave
problema social. Paids, Buenos Aires, 1995, pg. 17.
clxix
CORSI, J., Op. Cit., pgs. 20, 30.
clxx
CNCiv., Sala A, mayo 21/1996. LL, 1996-E-3; dem, Sala A, marzo, 25/1997, LL, 16/9/1997. En el
primer caso se cont con informes en que se pone de resalto el tpico perfil del hombre violento como as
tambin la situacin de alto riesgo por la que atraviesan la denunciante y sus hijos. [en lnea]. [Citado
21/04/09]. [Disponible en Internet www.Lexis -Nexis.com.ar]. [Ultima consulta 23/04/09].
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DUTTO, Ricardo J. Manual doctrinal y jurisprudencial de familia. Librera Juris. 2005. Rosario.
Pgs. 527 y ss.
clxxiii
Cit. Por. DUTTO, Ricardo J. Op. Cit., pgs. 528. Dip. Juan P. Cafiero. Cmara de Diputados de la
Nacin. Orden del da 1728/93.
clxxiv
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Derechos Humanos; arts. 7 y 9 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos. [en lnea]. [Citado
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clxxx
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clxxxi
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personal. Ibd.
clxxxii
DUTTO, Ricardo J. Op. Cit. pg. 530.
clxxxiii
Cit. Por, DUTTO, Ricardo J. Ibd. Lucas C. Aon, Una valoracin de la ley de proteccin contra la
violencia familiar, en Violencia familiar y abuso sexual. Universidad. Buenos Aires, 1998, pg. 80.
clxxxiv
Cit. Por, DUTTO, Ricardo J. Ibd. Veinticinco de cada cien mujeres sufren algn tipo de maltrato.
El cachetazo, las patadas, el abuso psicolgico y las palizas que a veces culminan en asesinato. La
violencia ejercida entre personas que conviven, por lo general del hombre hacia la mujer, se encuentran
en un espiral creciente ya que de las 60.000 llamadas registradas desde 1990 hasta 1996-inclusive-por el
gobierno de la ciudad de Buenos Aires, se pas a 26.520 pedidos de ayuda durante 1997, lo cual oblig a
esa autoridad a la creacin de un refugio secreto para mujeres golpeadas al que acuden con sus hijos, que
no pierden clases pues dentro del centro hay guardera, jardn de infantes y van maestros de hasta sptimo
grado. Diario La Nacin, 25/7/1998.
clxxxv
DUTTO, Ricardo J. Op. Cit. Pg. 531.
clxxxvi
DUTTO, Ricardo J. Ibd.
clxxxvii
DUTTO, Ricardo j. Ibd.
clxxxviii
GARCIA DE GHIGLINO, Silvia S., Unin de hecho, en LAGOMARSINO, Carlos A. R. y
SALERNO, Marcelo U. (dirs.) y URIARTE, Jorge A. (coord.), Enciclopedia de Derecho de Familia, t III,
Matr. Yerno, Universidad, Buenos Aires, 1994, pg. 831.
clxxxix
DAZ DE GUIJARRO, Enrique. Diferencia entre el concubinato y la reiteracin habitual de trato
sexual como base probatoria de la filiacin, en J. A. 1984-IV-755.

cxc
Cit. Por. GOMEZ, Julio Lus, en Violencia Familiar, Cadoche, Sara Noem, pg. 164.
cxci
JUAN Pablo Maria Viar y Lamberti, Silvio. La obligacin de denunciar en la ley 24.417. Sistema
actual. Crticas y propuestas. Violencia familiar y abuso sexual. Universal, Buenos Aires, 1998. pg. 121.
cxcii
Art. 350 C. Civil Se llama lnea descendente la serie de grados o generaciones que unen el tronco
comn con sus hijos, nietos y dems descendientes. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en
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Art. 351C. Civil. Se llama lnea ascendente la serie de grados o generaciones que ligan al tronco con
su padre, abuelo y otros ascendientes. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet.
www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09].
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llama lnea la serie no interrumpida de grados. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet.
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cxcv
PEREZ, Aurora, El maltrato y violencia infanto juvenil, Unicef, 1986, pg. 53.
cxcvi
GROSMAN, Cecilia P., y MESTERMAN, Silvia. Op. Cit, pg. 28.
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cxcix
MARTINEZ Roig, Antoni y De Pal Ochotorena, Joaqun. Op. Cit. Pg. 28.
cc
Cit. Por GOMEZ, Julio Lus. Op. Cit. Pg. 163.
cci
GOMEZ, Julio Lus. Abogado, Juez de Familia de la ciudad de Santa Fe. Docente de la Facultad de
Ciencias Jurdicas y Sociales de la UNL.
ccii
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cciv
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Garca, Sol. Eguren, Mara Carolina. Peyrano, Marcos. 2da. ED. Actualizada. Juris. Rosario, 2006, pgs.
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ccvi
Cit. Por. DUTTO, Ricardo J. Op. Cit. Pg. 540. PEYRANO, Jorge W., Las postulaciones verbales en
la ley procesal santafesina, Juris, t. 59-344.
ccvii
ARTS. 49, 65 y 66 del CCCSF. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet.
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PEYRANO, Jorge W. Op. Cit. t. 59-344. ART. 48 del CPCCSF. [en lnea]. [Citado 21/04/09].
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Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09].
ccx
Cit. Por. DUTTO, Ricardo J. Op. Cit. Pg. 542. lvarez, Atilio, en una reunin con senadores de la
Nacin. Antecedentes parlamentarios, ao 1996, N 10, pg. 188, conf. Dutto, Ricardo, Violencia familiar
o domstica, JS. N 31-164, por eso es necesario que la ley tenga normas sobre competencia.
ccxi
KELMEMAJER DE CARLUCCI, Ada, la medida autosatisfactivas. Instrumento eficaz para mitigar
los efectos de la violencia familiar, JA. 1998-III-693.
ccxii
Modificacin del Cdigo Procesal Penal de Santa Fe. Art.12 ley 11529. [en lnea]. [Citado 21/04/09].
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ccxv
Cit. Por. DUTTO, Ricardo J. Op. Cit. Pg. 545, al decir de. KELMEMAJER DE CARLUCCI. Op.
Cit.
ccxvi
CNCiv. Tribunal de Superintendencias, Resol. del 2-III-1995. [en lnea]. [Citado 21/04/09].
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ART. 264 y concs. del C. Civil y en el Art. 19 de la Convencin sobre los Derechos del Nio, que
contempla la proteccin al menor contra toda forma de maltrato. [en lnea]. [Citado 22/04/09].
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ccxviii
DAYENOFF, David Elvio. Op. Cit. Pgs. 251 a 257. ARTS. 106 Y 107 del Cdigo Penal.
Abandono de Personas. [en lnea]. [Citado 18/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar].
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ccxix
ART. 1071 del C. Civil. El ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una
obligacin legal no puede constituir como ilcito ningn acto. La ley no ampara el ejercicio abusivo de los

derechos. Se considerar tal al que contrare los fines que aqulla tuvo en mira al reconocerlos o al que
exceda los lmites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres. [en lnea]. [Citado
18/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 20/04/09].
ccxx
LAMBERTI, Silvio. Op. Cit., pg. 66.
ccxxi
ART. 59 del C. Civil. Representacin por el Ministerio de Menores [en lnea]. [Citado 21/04/09].
[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09].
ccxxii
ART. 286 del C. Civil. El menor adulto no precisar la autorizacin de sus padres para estar en
juicio, cuando sea demandado criminalmente, ni para reconocer hijos ni para testar. [Texto Segn Ley
23.264]. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet . www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta
23/04/09].
ccxxiii
Cit. Por. DUTTO, Ricardo J. Op. Cit., pg. 547. Alicia Maria Castro y otros, Aplicacin de la ley
24.417 en los juzgados de primera instancia con competencia en familia y asesoras de menores en la
Capital Federal, Derecho de Familia, N 12, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1998, pg. 197.
ccxxiv
MAGGIORE, Derecho Penal. Parte especial, t. IV, Bogot, Buenos Aires, 1955, pg. 514.
ccxxv
NUEZ, Ricardo, Derecho Penal Argentino, Buenos Aires, 1959, t. V, pg. 126.
ccxxvi
DAYENOFF, David Elvio. Op. Cit., pgs. 397, 398, 399, 400. ART. 156, del C. Penal. Violacin
de Secreto Profesional. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar].
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ccxxvii
Cit. Por. DUTTO, Ricardo J. Op. Cit., Pg. 550. GODFRID, Mario, El delito de revelacin del
secreto profesional. LL, 127-1255.
ccxxviii
Cit. Por. DUTTO, Ricardo J. Ibd. Lucas C. Aon, Una valoracin de la ley de proteccin contra la
violencia familiar, en Violencia familiar y abuso sexual. Universidad. Buenos Aires, 1998, pg. 80.
ccxxix
DUTTO, Ricardo J. Op. Cit., Pg. 552.
ccxxx
PEYRANO, en cambio, sostiene que es insoslayable, op. cit.
ccxxxi
ART. 3, de la Ley 24.417. Proteccin contra la violencia familiar. [en lnea]. [Citado 21/04/09].
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ccxxxii
Ver CNCiv. Sala G, abril 20-1995, ED, 166-471. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en
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ccxxxiii
En el orden nacional puede omitir la evaluacin tambin en el caso que hubiese tomado
intervencin el consejo nacional del menor y la familia -arts. 6 y 7 dec. 235/96.
ccxxxiv
DUTTO, Ricardo J. Op. Cit., pg 553.
ccxxxv
DUTTO, Ricardo J. Op. Cit., demanda de pg. 252.
ccxxxvi
PEYRANO, Jorge W., Reformulacin de la teora de las medidas cautelares: tutela de urgencia,
medidas autosatisfactivas. JA, Bol, del 4/6/1997.
ccxxxvii
DUTTO, Ricardo, Violencia familiar o domstica. JS, N 31, pg. 163; CNCiv., Sala C, mayo 20-
1997. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet www.Lexis -Nexis.com.ar]. [Ultima consulta
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ccxxxviii
Cit. Por. KELMEMAJER, Op. cit. Este criterio es vlido y ante la sospecha o simple evidencia
psquica o fsica se debe hacer lugar en aras de proteger a la vctima (es el criterio de la ley de Costa Rica,
segn Chaves de Villalobos, Mara Mayela, Ley contra la violencia domstica, San Jos de Costa Rica,
edit. Edictex S.A.; 1996, pg. 9, citado en el trabajo de Kelmemajer.
ccxxxix
CNCiv., Sala H, julio 16-1997. DJ. 1998-2-854.LL, 1998-B-247. [en lnea]. [Citado 21/04/09].
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ccxl
LAMBERTI, Silvio y Snchez Aurora, Apreciaciones sobre la ley de proteccin contra la violencia
familiar, ED, 163-1186.
ccxli
LAMBERTI, Snchez, Rgimen.Op.Cit. pg. 72.
ccxlii
LEY 11.529, Art. 11, Normas Supletorias de Procedimiento. En todas las cuestiones de
procedimientos no previstas en la presente ley, se aplicarn las disposiciones del Cdigo de
Procedimientos de la Provincia de Santa Fe. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet.
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ccxlviii
Cit. Por. Dutto, Ricardo J. Op. Cit., pg. 560. Carlos M. Mighetti, Graciela S. Iacobelli, Procesos
urgentes y derecho de familia. Cautelares innominadas, medidas autosatisfactivas y anticipatorios.
Monografa presentada en el curso a distancia de la especialidad en Derecho de Familia, 1998.
ccxlix
CNCiv, Sala A, mayo 21/1996. LL, 3/12/1996, dem, marzo 25/1997, LL, 1997-E-241; CNCiv., Sala
C, abril, 17/1997, causa 216.644; CNCiv., Sala H, febrero, 10/1997, causa H 205.288, Base de Datos del
Sistema Informtico Jurisprudencial de la CNC [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet
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ccl
GOWLAND, ED, 136-684.
ccli
LVAREZ, Onofre Contralor o intervencin del Estado en el derecho de familia?, ED, 19-2-1998.
cclii
KEMELMAJER de Carlucci. la medida autosatisfactivas. Op. Cit.
ccliii
Cit. Por. Dutto, R. J. Op. Cit., pg. 561.
ccliv
Conf. Mighetti e Iacobelli, Op. Cit., pg. 563
cclv
BIDART CAMPOS, Germn J., sostiene que la obligacin constitucional de asegurar y respetar los
derechos del nio pesa no slo sobre los poderes del estado sino tambin sobre los particulares (padres,
los tutores, las instituciones que albergan menores, etc.). Constitucin, tratado y normas
infraconstitucionales en relacin con la convencin sobre derechos del nio, en El Derecho y los chicos.
Espacio Editorial, Bs., As., 1995, pg. 35.
cclvi
Cit. Por. Dutto, R. J. Op. Cit., pg. 564. CNCiv., Sala K, octubre 17-1997, LL, 1998-B-753. en lnea].
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psicolgicos y jurdicos. Universidad, Bs. As., 1989. pg. 382.
cclx
Cit. Por. Dutto, R. J. Op. Cit., pg. 566. Castro, Derecho de Familia N 12, Abeledo Perrot, Bs. As.,
1998, pg. 198; Grosman, C., Martnez Alcorta, Irene, una ley a mitad de camino. La ley de proteccin
contra la violencia familiar, LL, 1995-B-851.
cclxi
Art. 207, LOPJ. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima
consulta 23/04/09].
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PEYRANO, Jorge W, Medida cautelar innovativa, Buenos Aires, 1981. Desalma, pg. 109 y ss.
cclxiii
Art. 8, Decreto Reglamentario 1.745/2001 de la Ley 11.529. [en lnea]. [Citado
21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09].
cclxiv
Art. 9 Ibd.
cclxv
Art.10. Ibd.
cclxvi
Cit por. Grosman-Mesterman. Op. Cit., pg. 444.
cclxvii
CAPLAN, G., Principios de psiquiatra preventiva. Paids, Buenos Aires, 1980. , pgs. 66 a 72.
cclxviii
Prevencin, primaria, secundaria, terciaria. Desarrollada en el Captulo 3 de la presente tesina. Pg.
cclxix
Art. 18.2 de la CND. [Citado 16/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima
consulta 20/04/09].
cclxx
Art. 18.3. Ibd.
cclxxi
Art. 13. de la ley 24.417. [Citado 16/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima
consulta 20/04/09].
cclxxii
Cit. Por, Grosman- Mesterman. Op. Cit., pg. 445.
cclxxiii
Grosman-Mesterman. Ibd.
cclxxiv
VASSALLI, A., Gabana, L., Cirillo, S.; Di Blasco, P., y Azzoni, M.: La intervencin coactiva en
los casos de maltrato en la familia, en Lupi, S. y otros: La perspectiva de relaciones en las instituciones y
en los servicios territoriales, Miln, 1985. El Centro al cual hemos hecho referencia funciona en la calle
Spadini 15, Miln, Italia.
cclxxv
Cit. Por, Grosman- Mesterman. Op. Cit., pg. 452. Romano, Esther, en sus intervenciones en las I y
II Jornadas Interdisciplinarias sobre Problemtica Minoril, Colegio de Abogados de Morn, 1985, relata
experiencias de esta naturaleza realizadas en el Estado de California, Estados Unidos. Destaca, asimismo,
que en la localidad de San Martn, provincia de Buenos Aires, se han hecho experiencias de este tipo.
cclxxvi
GROSMAN-Mesterman. Ibd.
cclxxvii
GROSMAN-Mesterman. Ibd.
cclxxviii
Ley 24.417., contra la Violencia Familiar. [Citado 26/04/09]. [Disponible en Internet.
www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 29/04/09].
cclxxix
Ley 24.417. Ibd.
cclxxx
ART. 1 Decreto Reglamentario de la ley 24.417. [Citado 26/04/09]. [Disponible en Internet.
www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 29/04/09].
cclxxxi
ARTS. 7, 8 y 9. Ibd.
cclxxxii
ART. 11. Ibd.

cclxxxiii
LEY, 11.529, art. 7. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar].
[Ultima consulta 23/04/09].
cclxxxiv
HASSEMER, N. Alternativas al principio de culpabilidad, Rev. Doctrina Penal, Desalma, Bs.
As., N 18, abril/junio 1982.
cclxxxv
LEY, 11.529. Ibd., y, Ley, 24.417. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet.
www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09
cclxxxvi
ART. 3. Decreto Reglamentario, 1.745/2001. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en
Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09].
cclxxxvii
Cit por. GROSMAN-Mesterman. Op.Cit., pg. 377.
cclxxxviii
Cit por. GROSMAN-Mesterman. Ibd.
cclxxxix
Criterio que se ha seguido en algunos proyectos antecedentes de la ley 24.417 (proyecto Cceres;
proyecto Gmez Miranda).
ccxc
ART. 10, de la Ley de Proteccin de Menores de Puerto Rico. Cit por. GROSMAN-Mesterman.
Op.Cit., pg. 387.
ccxci
ART. 9.1. Convencin sobre los Derechos del Nio. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en
Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09].
ccxcii
ART. 9.2. Ib d.
ccxciii
BELOFF, Mary. Nios y jvenes. Los olvidados de siempre, en El nuevo Cdigo Procesal Penal
de la Nacin, comp. Julio J. Maier, Editores del Puerto, 1993, pg. 243.
ccxciv
ART. 12. Convencin sobre los Derechos del Nio. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en
Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09].
ccxcv
Cit por. GROSMAN-MESTERMAN. Op.Cit., pg. 468. Berizonce, Roberto O. Necesidad de una
ley nacional de bases sobre garantas del efectivo acceso a la justicia, Rev. Jurisprudencia Argentina,
15/11/81.
ccxcvi
Cit por. GROSMAN-MESTERMAN. Op.Cit., pg. 470. Guariglia, Fabricio: Las prohibiciones
probatorias, en El nuevo Cdigo Procesal de la Nacin, cit., pg. 15.
ccxcvii
GROSMAN-MESTERMAN. Ibid.
ccxcviii
Cit Por. GROSMAN-MESTERMAN. Op.Cit., pg. 471. BERLINERBLAU, Virginia. Dra.
Especialista en Psiquiatra Infanto-Juvenil y en Medicina Legal e integrante del Cuerpo Mdico Forense
de la Justicia Nacional. Una perspectiva mdico-forense del abuso sexual infantil (indito).
ccxcix
BERLINERBLAU, Virginia. Abuso Sexual Infantil, 1997
ccc
GROSMAN-MESTERMAN. Op. Cit., pg. 473.
ccci
GROSMAN-MESTERMAN. Ibd.
cccii
Ley N 12.967, del 17/04/09, de Promocin y Proteccin Integral De Los Derechos De Las Nias,
Nios y Adolescentes. [en lnea]. [Citado 05/05/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar].
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05/05/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 07/05/09].
cccv
Ley N 12.967. Op. Cit. [en lnea]. [Citado 05/05/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar].
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[Citado 05/05/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 07/05/09].
cccvii
Dr. ERBETTA, D. Ex decano de la UNR., y actualmente Ministro de la Corte Suprema De Justicia
de la Provincia de Santa Fe.
cccviii
DOLINA, Alejandro. Lo que me cost el amor de Laura. CD 1, Track N 10 La nube de la duda.
















BIBLIOGRAFA
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DUTTO, Ricardo J., Manual Doctrinal y Jurisprudencial de Familia, ED. Juris.
Rosario, 2005.

GROSMAN-MESTERMAN, Maltrato Al Menor, El Lado Oculto De La Escena
Familiar. 2 Edicin Actualizada Y Ampliada. Buenos Aires. ED. Universidad, 2004.

LAMBERTI, Silvio. (Compilador). Maltrato Infantil, Riesgos Del Compromiso
Profesional. 2 Edicin. Buenos Aires. ED. Universidad, 2006.



INDICE

Agradecimientos....2
Resumen.....4
1. rea......10
2. Tema.............10
3. Ttulo....................10
4. Problema..........10
5. Objetivos..............................................................................................................10
6. Marco terico.......................................................................................................11
7. Hiptesis .............................................................................................................13
8. Puntos de Tesis....................................................................................................13
9. Metodologa.14

Captulo I

LA FAMILIA Y LOS HIJOS

1. Introduccin.......................................................................................................16
2. El nio de la edad Media...................................................................................17
2. a. Antecedentes..........17
2. b. El nio sin registro.19
2. c. Carencia de un sentimiento de la infancia..................................................19
2. d. El aprendizaje.................................20
2. e. El Derecho de primogenitura..21
3. El nio en la sociedad moderna22
3. a. El nuevo espacio del nio en la familia.22
3. b. La escuela..22
3. c. Sentimiento de la familia y de la infancia.22
3. d. Familia moderna y sociedad...23
3. e. Discurso sobre el nio24
3. f. Problemtica del nio.24
3. g. Sobreproteccin y dependencia..25
4. Situacin jurdica y social del nio en la posmodernidad..26
5. Consideraciones finales..36


Captulo II

MALTRATO INFANTIL

1. Introduccin...40
2. Amplitud del concepto..................................................................................40
2. a. Criterios a tener en cuenta en la definicin43
3. Formas diversas de maltrato...44
3. a. Maltrato fsico44
3. b. El castigo fsico en los nios causa los siguientes efectos45
3. c. Conductas opuestas que un nio golpeado suele adoptar...45
3. d. Esquema para reconocer en un nio cuando tiene lesiones accidentales y no
accidentales46
3. e. Indicadores a tener en cuenta46
4. Maltrato Emocional..47
4. a. Cuestiones que implican (MNE)47
4. b. Conclusin..48
5. Negligencia49
6. Sndrome de Munchaunsen por poderes49
7. Abuso Sexual Infantil.50
7. a. Definicin de Abuso Sexual Infantil..51
7. b. El abuso implica.51
7. c. Revelacin..53
7. d. Trastornos disociativos..55
8. El escepticismo frente al relato infantil.55
8. a. La Evaluacin del relato del nio exige que el entrevistador posea..56
8. b. Por qu el abordaje del ASI resulta tan complejo?......................................56
9. Consideraciones Finales61

Captulo III
PREVENCIN DEL MALTRATO INFANTIL

1. Introduccin...65
2. La prevencin del maltrato infantil66
2. a. El derecho de correccin de los padres y sus lmites.68

2. b Situacin del pediatra en la prevencin del maltrato infantil.69
2. c. La prevencin del maltrato infantil se establece en tres niveles70
2. d. El modelo democrtico en el funcionamiento de la familia..73
3. La responsabilidad del Estado y la cooperacin de la comunidad.73
4. Intervencin de la justicia..75
4. a. La denuncia o presentacin76
4. b. Hecha por los profesionales de la salud, los menores, los servicios pblicos o
privados..76
4. c. Personas habilitadas para hacer la denuncia de maltrato fsico y abuso
sexual..79
4. d. Quienes estn obligados a hacer la denuncia.80
4. e. El secreto profesional.81
4. f. Prohibiciones..84
4. g. Prohibicin de denunciar84
4. h. Efectos de la denuncia84
5. Consideraciones Finales.85
Captulo IV

ANLISIS DE LA LEGISLACIN ARGENTINA Y
ALCANCE NORMATIVO SOBRE LOS DERECHOS DE LAS
NIAS, NIOS Y ADOLESCENTES
1. Introduccin...89
2. Los derechos del nio en la familia. La convencin. La ley.89
2. a. Convencin sobre los derechos del nio89
2. b. ley 26.061 de proteccin integral de los derechos de las nias, nios y
adolescentes...94
3. Participacin del nio/a o adolescente en el proceso...101
4. Normativa contra la violencia familiar104
4. a. Que Es La Violencia Familiar?..104
4. b. Legislacin nacional. Ley 24.417....105
5. Legislacin de la provincia de Santa Fe..107
5. a. Ley 11.529 y decreto reglamentario 1745/01..107
5. b. Aspectos positivos en la ley.108
5. c. A modo de crtica puede manifestarse.108

5. d. mbito de aplicacin. Art.1.109
5. e. Decreto reglamentario provincial 1745/2001...111
5. f. Parientes. Ascendientes y descendientes..112
5. g. Menores112
5. h. Parientes Colaterales113
6. Presentacin. Competencia..114
6. a. Juez int erviniente y juez competente115
6. b. Ley 11.117117
6. c. Asesoramiento letrado..118
7. Trmite reservado.118
7. a. Deber de denunciar...119
7. b. Obligacin de denunciar y el secreto profesional122
7. c. Procedimiento..125
7. d. Medidas autosatisfactivas126
7. e. Caractersticas de las medidas autosatisfactivas..127
7. f. Asistencia especializada...131
7. g. Sanciones.135
8. Consideraciones finales...138

Captulo V


LINEAMIENTOS DE ACCIN FRENTE AL MALTRATO
INFANTIL, Y FUTURA PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DEL
FUERO DE NIOS, NIAS, ADOLESCENTES Y LA FAMILIA

1. Introduccin141
2. Distintos cursos de accin con relacin al maltrato infantil...143
2. 1. Prevencin..143
2. 2. Evaluacin de riesgo y diagnstico152
2. 3. Intervenciones.153
2. 4. Evaluacin de resultados159
2. 5. Capacitacin y programas de entrenamiento..160
2. 5. 1. Caractersticas de la capacitacin...160
2. 5. 2. Destinatarios de la capacitacin.162

2. 5. 3. Metodologa163
2. 6. Bases para las reformas en el plano legal- judicial..164
2. 6. 1. Tratamiento especfico del maltrato del nio por sus padres o sustitutos..164
2. 6. 2. Establecer un proceso autnomo dentro del cual se adopten las medidas
cautelares165
2. 6. 3. Denuncia de los hechos. Quienes pueden denunciar el maltrato. Su carcter
facultativo u obligatorio.167
2. 6. 4. Inmunidad para los denunciantes...169
2. 6. 5. Medidas de emergencia..170
2. 6. 6. Tutela jurisdiccional y el respeto del principio de legalidad en los procesos
penales y civiles..171
2. 6. 7. Establecer un adecuado sistema probatorio176
2. 6. 8. Disposicin del nio o adolescente como medida excepcional..180
3. Creacin de juzgados de familia en la provincia de Santa Fe y futura puesta en
funcionamiento del fuero de nios, nias, adolescentes y la familia.182
3. 1. Competencia...183
3. 2. rganos judiciales..185
4. Ley N 12967..186
4. a. Esquema. Ley 12967..195
4. b. Medidas de proteccin integral..201
4. c. Medidas de proteccin excepcional201
4. d. Aplicacin de las medidas excepcionales...202
4. e. Defensor provincial de nias, nios y adolescentes...203
5. Conclusiones finales..204
6. Propuestas...211
Citas215
Bibliografa.225
ndice..226

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