El documento presenta una tesis sobre el maltrato infantil en la familia. Aborda el tema a través de cinco capítulos que analizan el contexto histórico y legal del niño, las diversas formas de maltrato, la prevención a través de la comunicación, el marco normativo y propuestas de acción futuras como la creación de un fuero especializado en niños, niñas y adolescentes. El objetivo general es demostrar las causas y consecuencias del maltrato infantil y brindar herramientas para su detección y
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El documento presenta una tesis sobre el maltrato infantil en la familia. Aborda el tema a través de cinco capítulos que analizan el contexto histórico y legal del niño, las diversas formas de maltrato, la prevención a través de la comunicación, el marco normativo y propuestas de acción futuras como la creación de un fuero especializado en niños, niñas y adolescentes. El objetivo general es demostrar las causas y consecuencias del maltrato infantil y brindar herramientas para su detección y
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El documento presenta una tesis sobre el maltrato infantil en la familia. Aborda el tema a través de cinco capítulos que analizan el contexto histórico y legal del niño, las diversas formas de maltrato, la prevención a través de la comunicación, el marco normativo y propuestas de acción futuras como la creación de un fuero especializado en niños, niñas y adolescentes. El objetivo general es demostrar las causas y consecuencias del maltrato infantil y brindar herramientas para su detección y
El documento presenta una tesis sobre el maltrato infantil en la familia. Aborda el tema a través de cinco capítulos que analizan el contexto histórico y legal del niño, las diversas formas de maltrato, la prevención a través de la comunicación, el marco normativo y propuestas de acción futuras como la creación de un fuero especializado en niños, niñas y adolescentes. El objetivo general es demostrar las causas y consecuencias del maltrato infantil y brindar herramientas para su detección y
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UNIVERSIDAD ABIERTA INTERAMERICANA
Facultad de Derecho y Ciencias Polticas
Sede Regional Rosario
TESIS DE GRADO DE LA CARRERA DE ABOGACA
EL MALTRATO INFANTIL EN LA FAMILIA
2009
Tutor: Dr. Ricardo J. Dutto
Alumno: Pedro J. Gonzlez
Titulo al que se aspira: Abogado
Fecha de presentacin: 12/05/2009
AGRADECIMIENTOS.
Mi ms sincero agradecimiento para todas aquellas personas que, de una manera u otra, colaboraron para que esto fuera posible. Para aquellas personas que con su cario y comprensin me apoyaron y me estimularon para lograr este objetivo, a todos. Gracias por estar.
Resumen.
El tema tratado a lo largo de este trabajo final, pretende demostrar los motivos que originan el maltrato en los nios y las consecuencias que podran tener a corto y largo plazo, ya que sabemos que en nuestra sociedad existen padres que pretenden dar una buena educacin a sus hijos disciplinndolos de una manera incorrecta o tambin en muchos casos el padre no cumple ningn propsito disciplinario, ms bien, sirve de escape para su propia ira, frustracin y desdicha. Algunas personas no saben las caractersticas del maltrato, sea psicolgico, fsico y/o abuso sexual y tambin las razones por las cuales los padres maltratan a sus hijos. La mayora de las personas no saben a donde recurrir para dar ayuda a un nio que ha sido maltratado y como se le puede ayudar al padre agresor. Una cosa importante es demostrar que un nio presenta caractersticas cuando ha sido maltratado y que como nio tambin tiene derechos para defenderse, slo que por ignorancia la mayora de las personas no saben de estos derechos. Todo nio maltratado necesita ayuda, y an ms el padre que agrede a su hijo. El primer paso en toda intervencin es el conocimiento. Que tanto se conoce acerca de este problema? Es importante que la sociedad se informe acerca del maltrato infantil, esto permite que se sepa ms del asunto y se tomen medidas para ayudar o para no maltratar a los hijos. Todo tipo de maltrato tiene consecuencias a largo plazo. Pero pueden asimismo presentarse a corto plazo, una de ellas puede ser que el nio presente un comportamiento o actitudes muy distintas al de cualquier otro, en el caso de golpes y agresin fsica puede provocar consecuencias al instante. Los nios pueden ser en el futuro padres de familia que maltraten a sus hijos o por lo contrario pueden ser padres de familia que por haber sido maltratados no les gustara que sus hijos sufrieran lo mismo. Hay que recordar que el maltrato al nio es un problema muy grave y que ste debe recibir ayuda medica, psicolgica y legal para poder superar el problema. La naturaleza del maltrato infantil es de tal especie, que es muy difcil para el ser humano asumir que las personas que traen al mundo criaturas, puedan castigarlas brutalmente y en muchos casos, llegar a quitar esa vida que engendraron. Por cierto que la cuestin no es para nada sencilla y, por el contrario, presenta superlativos aspectos de complejidad que demand un arduo trabajo de investigacin plasmado en la elaboracin de este trabajo, por lo que una primera pregunta se impone sobre el particular: qu nos motiv a elegir el maltrato infantil como tema de nuestra tesis? Pues, y con toda sinceridad, el abandono que se ve a diario en la calle, de nios limpiando vidrios de autos, mendigando en los semforos como malabaristas de circo, las terribles noticias que a diario se perciben en los medios de comunicacin y la visin actual de que el menor ha dejado de ser un objeto para ser reconocido como un sujeto de derecho, como lo expresa la Convencin de los Derechos del Nio. Todo esto despert mi inters como estudiante de derecho y a partir de este hecho, comenc a recopilar algunos datos que me permitieron asomarme a la cuestin, esta no tan sencilla como pareca. Nadie duda de que el tema sea muy complejo y que tiene varias respuestas posibles. Nadie puede dudar de que cada uno hace lo que puede desde el lugar que le toca actuar. Lo hacen quienes trabajan en los hospitales con su tarea asistencial; lo hacen quienes trabajan en los centros de asistencia a las victima; lo hacen quienes trabajan en prevencin y redes solidarias; lo hacen los docentes con los pocos elementos con que cuentan; lo hacen, en fin, miles de personas annimas. S que hay muchos caminos posibles porque, obviamente, no hay una nica verdad, no puede haberla ante semejante problema. Hay quienes hacen deteccin y contencin, y es imprescindible que lo hagan. Pero tambin hay casos que necesitan tratamiento porque no tienen otra salida. Y , asimismo, existen dolorosamente, casos irrecuperables. Nadie duda de la funcin protectora que debe desarrollar la familia, pero tampoco se puede desconocer que hay familias enfermas. Y es imprescindible reafirmar que el maltrato infantil es un problema de todas las clases socioeconmicas. As y a modo de ejemplo, en la provincia de Crdoba, los accidentes, que se asocian a malos tratos, son la primera causa de muerte en nios de 1 a 4 aos. Esto es alarmante. Es una realidad demasiado dolorosa y difcil de asumir, pero ni la sociedad ni el Estado pueden mirar para otro lado. Porque el Maltrato Infantil es una Realidad que nos concierne a todos y con la que tenemos la obligacin de comprometernos. En el presente trabajo, y en cada uno de los captulos que lo componen, hemos desarrollado este tema tan complejo, El Maltrato Infantil. As su capitulo uno hace referencia a la familia y los hijos, especialmente el nio en la edad media, en donde no recibi una atencin particularizada, estaba integrado completamente a la vida de los adultos a tal punto de no existir una vestimenta propiamente infantil y se observaba al nio mezclado y confundido con los adultos y compartiendo sus trabajos, juegos y preocupaciones. La Edad Media desconoci la transicin del mundo de los nios a los adultos; no se pasaba por las etapas de la infancia y la juventud. Tambin hemos desarrollado la situacin jurdica y social del nio en la posmodernidad, en donde se da la sobreproteccin familiar y que da origen a un nio desinteresado socialmente, por que no saber poner limites a los nios tambin es una especie de abandono por parte de los adultos. En el capitulo segundo hemos desarrollado las diversas formas de maltrato infantil, la amplitud de dicho concepto y los diversos criterios a tener en cuenta en la definicin. En el tercer capitulo, ya nos adentramos a la prevencin del maltrato infantil por medio de la comunicacin que posibilita encontrar un espacio, ser protagonistas, aprender a respetar al otro, a formar espritu critico, aceptar el error como incentivo para la bsqueda de otras alternativas y ayuda a superar las dificultades porque la carga se reparte. Esta prevencin del maltrato infantil, entendida como el conjunto de acciones que evitan la aparicin del fenmeno o permiten su interrupcin, es decir, aquellas acciones que se disponen y ejecutan con anticipacin para evitar que un hecho suceda o, de haberse producido, para evitar que el dao que causa el mismo continu. Asimismo, hacemos referencia a la Responsabilidad del Estado y a la Cooperacin de la Comunidad, toda vez que los padres cumplen una funcin trascendente, porque son los encargados de convertir a la criatura desvalida que nace en un ser humano, es decir, constituyen la polea esencial que permite la supervivencia de la sociedad. En el cuarto captulo vemos el marco normativo supra- nacional, sustentado en la Convencin Internacional Sobre Los Derechos Del Nio, la normativa Nacional contenida en la Ley 26.061 de Proteccin Integral De Los Derechos De Las Nias, Nios y Adolescentes, la Ley 24.417 en el orden Nacional, contra la Violencia Familiar y la normativa contenida en la Ley 11.529 De Violencia Familiar de la Provincia de Santa Fe. En el quinto y ltimo captulo se trato de plasmar el objetivo y propuesta que tiene el presente trabajo. Como objetivos generales propongo una serie de lneas de accin que buscan, cada una en el marco de su especificidad, dar cumplimiento a tales finalidades. Estos lineamientos deben ser tomados solamente como un enunciado de las acciones posibles, ya que el desarrollo particular de cada una de ellas escapa a los objetivos de esta tesis. El tema que nos ocupa en este captulo, los distintitos cursos de accin con relacin al maltrato infantil, y la creacin futura y puesta en funcionamiento del Fuero de Nios, Nias, Adolescentes y la familia, son importantes ya que nos permitir conjugar armoniosamente en el esfuerzo mancomunado de proteccin integral de sus derechos, articulando y coordinando modos de accin oportunos y pertinentes-necesidad. Asimismo, se propugna la unificacin del sistema normativo referente a intervenciones estatales y no estatales en situacin de maltrato y/o abuso infantil, tanto a nivel provincial como nacional. Unificacin esta que el Estado debera implementar para dar respuestas a problemas que surgen por la omisin del propio Estado de cumplir con su funcin de control, prevencin y con sus funciones sociales como dar proteccin y seguridad haciendo cumplir a raja tabla los Pactos Internacionales reconocidos en la Constitucin Nacional en la Reforma de 1994, y que estn por encima de cualquier ley nacional o provincial implicando la inconstitucionalidad de cualquier fallo que no cumpla los Pactos Internacionales. Para la elaboracin del presente trabajo hemos analizado textos legales doctrinarios y jurisprudenciales, tanto del derecho local como del derecho comparado y textos de opiniones de profesionales mdicos, psiclogos, profesionales del rea de la educacin, ONG especializadas en dicha temtica como as tambin consultas en la Defensoria del Pueblo de la Ciudad de Rosario. Es indudable que para encarar este tipo de desafos con alguna probabilidad de xito, hay que comenzar por determinar los conceptos con la mayor precisin posible, y en este caso, si lo que pretendemos es evaluar la nocin de justicia en el orden social, sera una buena opcin remitirnos a la definicin de Kelsen: La justicia es para m aquello bajo cuya proteccin puede florecer la ciencia, y junto con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia. Las comunidades, como sistemas humanos crecen, evolucionan, generan alternativas y soluciones. La amplia entusiasta y comprometida respuesta a nuestra propuesta nos habla de su preocupacin por la violencia como realidad que nos y los atraviesa. En alguna de ellas, han empezado a gestarse respuestas, redes, equipos, ideas para el trabajo, cada una con sus particularidades, con sus tiempos. y ellos nos reafirman que: El ser humano sabe hacer de los obstculos nuevos caminos, porque a la vida le basta el espacio de una grieta par renacer como magistralmente dice Ernesto Sabato.
1.- Area
Derecho Privado- Derecho Familia
2.- Tema
El Maltrato Infantil en la Familia
3.- Ttulo
La importancia de una regulacin especfica y correcta del maltrato infantil en el Cdigo Civil y Cdigo Penal Argentino.
4.- Problema.
Cmo Disminuir el Maltrato infantil en Argentina?
5.- Objetivos.
5.1.- Objetivos Generales.
5.1. a.-Realizar una investigacin acerca de la regulacin legal del maltrato infantil en
Argentina.
5.1. b.-Describir el estado de contradiccin normativa en el que nos encontramos.
5.1. c.-Analizar los modos de superacin de una regulacin legal contradictoria.
5.2.- Objetivos Especficos.
5.2. a.- Conceptualizar el maltrato infantil, y su amplitud.
5.2. b- Estudiar las caractersticas y distintas formas en que se manifiesta el maltrato infantil. 5.2. c- Repasar su evolucin histrica
5.2. d- Analizar nuestra legislacin
5.2. e- Revisar el Derecho Comparado
5.2. f- Analizar las consideraciones oportunas para prevenir el maltrato infantil.
5.2. g-Analizar los intereses constitucionales en juego.
6.- Marco terico.
Se considera Maltrato Infantil, o abuso, a todas las formas de maltrato fsico y/o emocional, abuso sexual, negligencia o trato negligente, o cualquier tipo de explotacin comercial o de cualquier otra ndole, que ocurren en el contexto de relaciones de responsabilidad, confianza o poder, y que resulten en un dao real o potencial para la salud, la supervivencia o el desarrollo o la dignidad de los nios. El concepto de maltrato se ha amplificado incluyndose situaciones como la explotacin sexual y econmica, mendicidad, el uso de los nios con fines pornogrficos, la prostitucion infantil. Asimismo, se mencionan otras formas de violencia que daan al hijo en los casos de separacin o divorcio; cuando los padres pelean por la persona del nio, sin atender a sus necesidades y sentimientos, cuando lo retienen, obstaculizan la adecuada comunicacin con el hijo o lo trasladan ilegalmente dejando al nio hurfano de padre o madre. He de aqu, que Toda violencia contra la niez es prevenible y por ninguna razn justificable, el mbito familiar es el lugar donde nios, nias y adolescentes corren ms peligro, espacio donde se supone debera estar la principal proteccin para ellos. Detener y prevenirla no es cuestin nica de sancionar a quien la comete, sino de propiciar cambios profundos en las creencias y costumbres. Resulta pertinente reflexionar acerca de cuntas escenas de violencia vemos a diario o cuntas vivimos cotidianamente. Ello no es a los fines estadsticos sino para entender qu es lo que est ocurriendo entre nosotros. Recin entonces podremos encarar la bsqueda de estrategias que nos permitan modificar esa realidad. Preguntarnos qu nos pasa implica cuestionarnos qu nos pasa como actores sociales, como miembros de una familia, como padres, como hijos, como docentes, como alumnos, como autoridad. El conflicto se encuentra insito en todas las relaciones humanas y en todas las instituciones, tal dato es indispensable partir para iniciar cualquier anlisis u abordaje que se vuelve complejo cuando se trata de sociedades fragmentadas, desiguales, donde junto con los procesos de modernizacin econmica acelerada, se ha producido una modernizacin de la miseria que ha implicado e implica segregacin, separacin y marginalizacin. Qu intentamos decir con esto? Que al hablar de violencia y maltrato infantil, debemos tener presente que no se trata de hechos aislados y homogneos. Es imprescindible contextualizar y complejizar el anlisis sin que ello importe afirmar que la violencia y el maltrato infantil sea un problema de los sectores excluidos, o sinnimo de pobreza. Lo importante es dejar de pensar a la violencia y al maltrato infantil como si se tratara de algo que nos viene dado, de algo natural o biolgico, como si provinieran de un ms all de lo social, y meditar desde un adentro, un adentro de lo social. Es necesario al respecto que todos tomemos conciencia de la magnitud del problema, una magnitud que no puede medirse ni leerse. Hacer visible el maltrato infantil, nos permitir efectuar su abordaje, conocer sus peculiaridades y contar con herramientas para modificar determinadas practicas. Por consiguiente, mi posicin y modo de superacin a esta problemtica, es otorgar mayor difusin y conocimiento de la ley 11.529 en la ciudadana; disear y sostener programas de tratamiento para los agresores, refugios para albergar victimas como as tambin par el agresor excluido de su hogar, establecer un sistema de denuncias centralizado, dar mayor rapidez en los tramites, proponer la creacin de centros de orientacin y asesoramiento en todo el territorio provincial e incorporacin de temas sobre violencia familiar y maltrato infantil en los programas y curriculas educativas de los distintos niveles. Asimismo, proponer la unificacin del sistema normativo argentino, referente a las intervenciones estatales y no estatales en situacin de maltrato y/o abuso infantil, tanto a nivel provincial como nacional, respetando siempre la jerarqua constitucional de los tratados internacionales firmados por Argentina e incorporados a nuestra Constitucin Nacional en la Reforma de 1994 (art. 75, inc. 22), frente a ellos existe el deber del Estado de respetarlos, y la facultad de cualquier individuo a contar con un recurso sencillo y rpido ante los jueces competentes, que lo ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitucin, los tratados internacionales o las leyes, aun cuando tal violacin sea cometida por personas que acten en ejercicio de sus funciones oficiales. 7.- Hiptesis El maltrato infantil puede disminuirse en argentina, unificando la normativa aplicable y respetando los pactos internacionales firmados por Argentina. 8.- Puntos de tesis que se demostrarn y defendern 8.1.-El maltrato infantil ha cobrado relevancia jurdica a travs de los aos. 8.2.- El maltrato infantil adopta diversas formas. 8.3.- El maltrato infantil puede prevenirse. 8.4.- Es necesario unificar el sistema normativo referente a intervenciones estatales y no estatales en situacin de maltrato, tanto a nivel provincial como nacional. 8.5.- Como consecuencia del punto de tesis anterior, proponemos la creacin de un tribunal especializado y futura puesta en funcionamiento del Fuero de Nios, Nias, Adolescentes y la Familia en la Provincia de Santa Fe. 9.- Metodologa. 9.1.- Tcnicas. 9.1. a-Anlisis de textos legales doctrinarios y jurisprudenciales. 9.1. b-Confeccin de fichas de contenido y bibliogrficas. 9.2.- Medio y recursos 9.2. b-Bibliografa especializada. 9.2. c- Jurisprudencia acerca del tema. 9.2. d- Derecho Comparado. Bibliografa y Jurisprudencia extranjera. 9.2. e- Artculos periodsticos. 9.2. f- Paginas Web de organismos pblicos y privados.
Captulo I
LA Familia Y Los Hijos.
SUMARIO: 1. Introduccin. 2. El nio de la edad media. 2. a. Antecedente. 2. b. El nio sin registro. 2. c. Carencia de un sentimiento de la infancia. 2. d. El aprendizaje. 2. e. El Derecho de primogenitura. 3. El nio en la sociedad moderna. 3. a. El nuevo espacio del nio en la familia. 3. b. La escuela. 3. c. Sentimiento de la familia y de la infancia. 3. d. Familia moderna y sociedad. 3. e. Discurso sobre el nio. 3. f. Problemtica del nio. 3. g. Sobreproteccin y dependencia. 4. Situacin jurdica y social del nio en la posmodernidad. 5. Consideraciones finales.
1.- Introduccin. En el presente captulo estudiaremos los comienzos histricos, de la niez comenzando en la edad media hasta llegar a la posmodernidad, ya que es un objetivo propuesto por el tesista, el demostrar que el maltrato infantil ha cobrado relevancia jurdica a travs de los aos, si bien no en la medida de lo deseado, la sociedad Argentina ha hecho sus progresos, tanto en el orden jurdico como en las prcticas sociales. El tema que nos ocupa, la familia y los hijos, es importante ya que debemos comprender que en la actualidad se incluyen situaciones que antes, en la edad media, no eran consideradas prcticas abusivas o malos tratos. En la elaboracin del presente captulo, hemos recurrido a bibliografa especializada, que tratan la temtica de Violencia Familiar y especficamente el Maltrato Infantil, entre ellos, podemos mencionar al trabajo realizado por Silvio Lamberti; Grosman- Mesterman y Sara Noem Cadoche i , dichos autores, han recopilado datos que ofrece la lectura antropolgica en las obras de Aries, Badinter, Burguire, Duby, Flandrin, Shorter y otros. En los captulos siguientes veremos que por medio de las diversas instituciones de salud que componen la Red Asistencia de Violencia y Maltrato, no slo se implementan acciones de asistencia, prevencin y capacitacin frente al problema del maltrato infantil, sino que al mismo tiempo representan un relevante espacio cientfico dirigido al estudio de temas como la deteccin del abuso sexual, negligencia, abandono, diagnostico del caso, estrategias de tratamiento, etc. Entre los organismos donde recurrir citamos: Defensora del pueblo de la provincia de Santa Fe ii ; y sus delegaciones, Arequito, Carcara, Coronda, Roldn, San Lorenzo, Caada de Gmez, Casilda iii ; Defensora del Pueblo de la Nacin; Instituto Nacional Contra la Discriminacin, la Xenofobia y el Racismo (INADI) iv ; Centro de Asistencia a la Vctima y al Testigo del Delito (Santa Fe), Equipo interdisciplinario de Violencia Familiar, Hospital de Nios Dr. Alassia, Colegio de Abogados; Jefatura Santa Fe, Tribunales Colegiados de Familia N 2 y 3, Juzgado de Menores N 1 y 2 v y en la cuidad de Rosario vi : Centro de Asistencia a la Victima y al Testigo del Delito- Defensora del Pueblo de Santa Fe; Casa de la Mujer; Centro Desarrollo para la Familia y la Mujer (CEDEIFAM); Centro comunitario Alicia Moreau; Asociacin Lola Mora; Centro de orientacin a la Vctima de Delitos Sexuales; Centro Popular de Asistencia a la Comunidad; Grupo Desde el Pie; Programa de Prevencin y Atencin en Violencia Familiar; Programa Grupo El Refugio Prevencin de las relaciones afectivas violentas. 2.- EL Nio De La Edad Media.
2. a.-Antecedentes.
La niez es una construccin social que no siempre se concibi as. Hay autores que consideran que el concepto de infancia era desconocido hasta el siglo XVII y que hasta esa fecha los nios eran simplemente ignorados o fuente de diversin de los adultos. La documentacin antropolgica muestra que hay variaciones culturales en casi todos los aspectos vinculados a la integridad fsica y a la educacin de los nios. Los criterios para determinar la legitimidad o no del atentado a la vida o el castigo de un nio por parte de sus progenitores, han variado en el curso de la historia y aun hoy se manifiestan prcticas que son inadmisibles en un pas y aceptadas en otro. El nio ha sido victima de violencia y malos tratos desde los tiempos ms remotos. Su indefensin lo colocaba bajo el poder de los adultos, especialmente el poder absoluto del padre. Esos malos tratos y violencia no eran considerados tales. Por el contrario, a menudo se los consideraba un trato adecuado y responsable para correccin de su naturaleza. El maltrato infantil es una definicin de prcticas que hoy consideramos abusivas pero que antes no eran as. Hay datos que demuestran un comportamiento distinto en cada pueblo, que van desde la muerte o castigos corporales muy duros infligidos a los menores, hasta una actitud de indulgencia y sobreproteccin. As de esta manera se puede ver que en numerosas culturas se legitiman acciones que afectan la integridad fsica del nio, ya sea por motivos religiosos o educativos. Se sacrifican criaturas en ritos o inmolaciones simblicas. En las tribus Tamala de Madagascar vii , la prctica del infanticidio surge del deseo de mantener el honor de la familia. Si el nio nace, de acuerdo con el calendario, en un da nefasto, se lo elimina, porque est predestinado a convertirse en un ladrn o traer desgracias al grupo familiar. En Tiro y en Sidon viii se sacrificaba a los nios con el objeto de calmar la ira de los dioses, en Egipto cada ao se ahogaba en el Nilo a una jovencita para que el ri desbordara y fertilizara las tierras. En tiempos antiguos, el infanticidio ejecutado por el padre se basaba en su derecho a aceptar al recin nacido o rechazarlo por ejemplo si era una mujer o posea ciertas malformaciones. En relacin con los mtodos educativos, en el sudoeste de frica del Norte, los nios, entre 6 y 10 aos, son violentamente golpeados en el transcurso de su iniciacin. Por el contrario, en la Polinesia, Etiopa, el solo hecho de golpear a un nio o amenazarlo se considera un atentado a sus derechos como ser humano. Hasta el siglo XVIII, el nio no recibi una atencin particularizada. Estaba integrado completamente a la vida de los adultos, del cual prcticamente no se distingua al punto de no existir una vestimenta propiamente infantil. Lo indicado se presenta, en especial en la edad media, en la que se observaba a los nios mezclados y confundido con los adultos y compartiendo sus trabajos, juegos y preocupaciones ix . Ni bien se consideraba que el nio era capaz de valerse por si mismo, y sin ayuda de su madre o nodriza (aproximadamente a los siete aos) ingresaba de golpe en la gran comunidad de los hombres.- As, en la vida se reuna a los nios con los adultos, incluso en lugares de diversin, tabernas y hasta en el ejercito.- La EDAD MEDIA desconoci la transicin del mundo de los nios a los adultos; no se pasaba por la infancia y la juventud. 2. b.-El Nio Sin Registro. En la EDAD MEDIA el nio naca y mora sin registro ni inscripcin x . Es que los nios se engendraban muchos para conservar solo algunos, debido a que la muerte temprana era frecuente. Mas aun hasta el siglo XVII, si bien el infanticidio era castigado, se lo toleraba socialmente, a merito de que el asesinato de nios por sus padres se practicaba en secreto y disimulado en forma de accidente. Es por ello, que Aries seala que la vida del nio se consideraba con la misma ambigedad que actualmente la del feto, con la diferencia de que el infanticidio se ocultaba en silencio y el aborto se reivindica en voz alta xi . En el pas Vasco, Navarra, los nios que moran eran sepultados en la casa, en el jardn o en el huerto, en cualquier lugar, esto es de la misma manera que en la actualidad se podra enterrar un animal domestico. Asimismo y respecto al infanticidio, existen pasajes de los rituales postridentinos en los cuales los obispos prohiban a los padres acostar a los nios en la cama con ellos, donde con mucha frecuencia perecan asfixiados.- Este aserto se corrobora con la clara disminucin de la mortalidad infantil observada en el siglo XVII (cuando llega a su fin la practica del infanticidio) y que no se puede explicar por razones medicas o higinicas xii . 2. c.-Carencia De Un Sentimiento De La Infancia. Lo que primaba en la EDAD MEDIA como nico sentimiento de carcter familiar era el del LINAJE, es decir, aquel que se extenda slo a los lazos de sangre, al honor y la solidaridad entre sus miembros. Por supuesto que ello se asentaba en el hecho de que el hogar estaba demasiado abierto al exterior, y que la practica del aprendizaje hacia que los hijos quedaran pronto despegados de sus familias.- Sin duda que estas costumbres neutralizaron la posibilidad de la formacin del sentimiento existencial profundo entre padres e hijos xiii . En suma, la nota en la EDAD MEDIA ha sido la indiferencia hacia el nio, es decir, la falta de conciencia de la particularidad infantil, la ausencia de un sentimiento propiamente de la infancia xiv . En los primeros aos del nio, paralelamente al sentimiento de indiferencia, existi otro sentimiento de naturaleza superficial; era el que Aries denomino el mimoseo reservado solo cuando el nio era una cosita graciosa. La gente se diverta con el como si fuera un animalito, un monito impdico.- Si el nio Moira entonces, como ocurra frecuentemente, haba quienes se afligan, pero por regla natural no se daba mucha importancia al asunto; otro lo reemplazara enseguida xv . 2. d.-El Aprendizaje. El mtodo comn en todo el occidente medieval fue el aprendizaje, que importaba para los hijos vivir en medio de los adultos.- Tan pronto alcanzaban los siete aos, se los colocaba como aprendiz en casa de otros, mientras se reciba en la propia a nios ajenos. La situacin de que los nios no residan en su hogar fue, desde cierta perspectiva determinante de un rico intercambio. Sin embargo, desde otra ptica; la vigencia del aprendizaje contribua a DISOCIAR los vnculos afectivos.- xvi
El ltimo rgimen se aplico de modo generalizado, cualquiera que hubiese sido la fortuna de los familiares; se rescataba como valor el sentido del servicio. En suma, la socializacin de nio no estaba a cargo de la familia, ni controlada por ella. El mundo afectivo y los contactos sociales tenan lugar fuera de la familia, en un medio ms denso y calido, constituido por vecinos, amigos, maestros y servidores, nios y viejos, hombres y mujeres xvii . Hay un texto de fines del siglo XV define a la familia medieval en Inglaterra: La falta de corazn de los ingleses se manifiesta en su actitud hacia el nio. Despus de retenerlos en la casa hasta los 9 o 10 aos, se los sita en las casas de otras personas como sirvientes, durante un periodo de 7 a 9 aos, hasta la edad de 17 a 18 aos, aproximadamente. Durante esta etapa cumplen con todos los oficios domsticos, siendo tambin el objetivo que aprendan las buenas maneras xviii . ARIES, dice, resulta difcil, saber si el nio se desempea como pensionario, aprendiz o servidor. Lo relevante es que el servicio domestico no es vergonzante y se integra con el aprendizaje, como forma general de educacin. El nio aprende mediante la prctica, y esta transmisin por aprendizaje se realizaba de una generacin a otra. La educacin en general, se daba, entonces, en trminos de amaestramiento. En todas partes donde la gente trabajaba o se diverta apareca el nio, mezclado con los adultos. Lo que aqu se observa es que la sociedad no pareca preocupada por crear recursos especiales para la educacin del nio; se trataba ms bien de una instruccin espontnea. La tarea de correccin, si es que existe, no pertenece a la familia sino a la sociedad en su conjunto. 2. e.-El Derecho De Primogenitura. En la EDAD MEDIA la familia por su apertura al exterior, hacia que la vida de sus miembros transcurriera en gran medida en publico, por ello es que la funcin de estos, se limitaba en los hechos, a la transmisin de la vida, de los bienes y del apellido. En este orden el derecho de primogenitura ha sido el fundamento de la sociedad familiar, por lo menos desde fines de la EDAD MEDIA hasta el siglo XVII. A travs de este derecho por el cual se trasmitan los bienes familiares a favor del hijo mayor, se evito la arriesgada particin de un patrimonio. Ello tuvo importancia cuando se produjo una creciente movilidad de la riqueza y, en consecuencia, una regresin de la concentracin unitaria de los bienes, al no estar estos mas protegidos por las indivisiones y la solidaridad del linaje. La consecuencia de esta practica tiene su causa en el temor de los progenitores de que, repartiendo sus bienes entre todos sus hijos no se pudiese realzar el brillo y la gloria de su familia y lograr la eternizacin del apellido. El intento era mantener la concepcin del linaje xix . 3.- El Nio En La Sociedad Moderna. 3. a.-El nuevo espacio del nio y la familia. El nio fue considerado como un ser deseado y no fabricado en cadena y sin control; la pareja conyugal en cada uno de sus actos, se sinti responsable del futuro de aquel, y ya se planificaban los nacimientos xx . Ayudo en este proceso el desarrollo de ciertas disciplinas (la psicologa, la pediatra, y mas tarde el impulso del psicoanlisis) que comenzaron a analizar los problemas fsicos, morales y sexuales de la infancia, y que adquirieron una difusin cada vez mayor en el seno de las familias. Es decir, la familia moderna se reorganiza en torno al nio, y se retiro de la comunidad de los adultos. Oponiendo al grupo solitario de padres e hijos a la sociedad, queda habilitado el canal para establecer relaciones ms afectivas entre unos y otros. 3. b.-La Escuela. La situacin del aprendizaje por la escuela, por medio de la educacin, determino el fin de la mezcla de edades caracterstico de la poca medieval. Las razones de esta mutacin son: a) La idea de que el aislamiento de la juventud era necesario para separarlo del mundo contaminado de los adultos. Es decir, si el nio no esta preparado para afrontar la vida hay que someterlo a un rgimen especial. b) El deseo de obtener un nuevo acercamiento entre padres e hijos, entorpecido en el medioevo por las tempranas retiradas del nio del hogar xxi . 3. c.-Sentimiento De La Familia y De La Infancia. Se desarrolla un sentimiento nuevo; el de familia conyugal circunscripta a padres e hijos, sentimiento enlazado a los valores del hogar, de la cohabitacin, de la intimidad, de la vida dentro de la casa y simtrica, ajeno al honor del linaje y a la integridad del patrimonio. Y hay otro sentimiento: el de la infancia que no se puede deslindar del de la familia, por que el inters que se despierta de la niez es una forma ms particular de ese sentimiento ms general, y que adquiere relieve una vez agrupados los nios, tras la frecuentacin escolar, en una sociedad separada de los adultos. El desarrollo del sentimiento de la infancia esta conectado de algn modo, con la reduccin voluntaria de los nacimientos que se produce a partir del siglo XVIII. Se comprende que hay que limitar el numero de hijos para ocuparse mejor de ellos. Es que ya la prdida de un hijo es motivo de afliccin. La esperanza de que otro hijo reemplazara al desaparecido, no importa para la familia moderna ningn consuelo. El hijo es insustituible, y su muerte irreparable. En virtud de ello se incito a las madres a amamantar a sus hijos y dejar de entregarlos a nodrizas. Tambin se renuncio progresivamente a la costumbre de la fajadura, pues encerraba al bebe en sus excrementos, y le impeda la libertad de movimiento xxii . 3. d.-Familia Moderna y Sociedad. El fortalecimiento de la familia conyugal moderna, impulso una degradacin progresiva de la posicin de la mujer en el matrimonio al punto de ser considerada jurdicamente como incapaz, testimonindolo as en nuestro pas la redaccin originaria del art. 55, inc. 2 Cdigo Civil. El marido termina por ejercer una suerte de monarqua domestica, a la que quedaran sometidos cada vez mas rigurosamente la mujer y los hijos; dicha organizacin adquiri el valor atribuido al linaje xxiii . Asimismo se produjo la anulacin de la primogenitura, que fue abolida por las costumbres antes que por las leyes escritas. La mutacin de esta practica importa el eslabn que sella la evolucin de la familia- linaje a la familia-conyugal moderna la que en adelante no ser solo una institucin para la transmisin de los bienes y del apellido, sino que asumir una funcin moral y espiritual aunque enmarcado en un estricto rgimen disciplinario xxiv .
3. e.-Discurso Sobre El Nio. Surge la idea de la infancia protegida, el modelo del nio rey; el nio incorporado a un universo mgico, un mundo apartado, ad hoc. Deca Freud que se atribuyen a los pequeos todas las perfecciones, y se nieguen o se olvidan todos sus defectos. En el esquema planteado el nio esta destinado a cumplir los sueos de deseos que los padres no pusieron en ejecucin; el ser una gran hombre, un hroe en lugar del padre; ella se casara con su prncipe. El nio se ofrece entonces como garante de la perennidad del narcisismo, de la inocencia, de la pasividad que le estn asociados xxv . La familia conyugal, dedicada plenamente a la organizacin del consumo, concreta su atencin en los hijos a quienes exime del trabajo de los adultos, con el consecuente retardo de aquellos al ingreso en la estructura laboral xxvi . Esta concepcin se acompaa en la faz normativa, con el moderno constitucionalismo social. Entre los pronunciamientos de esta ndole, puede mencionarse a la Declaracin de Ginebra sobre los Derechos Humanos del nio, del 1924; la declaracin universal de derechos humanos, de 1948- en cuanto proclama que la infancia tiene derecho a cuidados y asistencias especiales, la declaracin de los derechos del nio, de 1959 y finalmente, la Convencin sobre los Derechos del Nio, de 1989, aprobada en nuestro pas por la ley 23.849.- Esta ultima y la declaracin Universal de Derechos Humanos, tiene jerarqua constitucional ( art. 75, inc. 22, Const. Nacional). xxvii
3. f.-Problemtica Del nio. Es cierta la reflexin de Diez-Picazo en el sentido que no necesariamente ser mas beneficioso para los nios lo que subjetivamente los padres entiendan como tal, y que tampoco son decisivas las creencias que sobre la cuestin tenga el legislador o el orden jurdico xxviii . Lo que se expone con frecuencia acerca de los menores, en el plano jurdico, y fuera de el, parece esquivar y disimular lo esencial; el deber primordial de los padres de orientar a sus hijos hacia la gradual adquisicin de Autonoma, sin obligacin de estos de imitar el modelo adulto; es decir, afianzar el derecho de los hijos a defender su libertad y a elegir su propio camino. La seria dificultad percibida es la aspiracin del padre-madre a que el hijo lo continu no solo en cuerpo, sino fundamentalmente, en alma, que sea portador de todo lo que han sido sus valores, e ideales xxix . Es probable que la infancia protegida, pueda ser equiparada a una infancia Alienada, si convenimos en que toda proteccin excesiva se alimenta con una vigorosa Dominacin. As las cosas, quizs el perfil sobre protector que ha adquirido el tratamiento de la llamada minoridad constituye la arquitectura de un sistema tramposo que dificulta el desarrollo de los hijos y le genera patologas xxx . 3. g.-Sobreproteccin Familiar y Dependencia. El moderno discurso sobre el nio facilit el fenmeno de la sobreproteccin familiar, la que no ayudara a la humanidad infantil a desarrollar la autodefensa de su seguridad esta posicin adulta pudo haber colocado a los hijos en una encrucijada disvaliosa; padecer de una suerte de segregacin social, y quedar prisioneros en un cierto numero de itinerarios trazados de antemano. Adems, el aparato legal y jurisdiccional prestara su concurso al hacer muy poco por favorecer la libre expresin de los nios, y su pasividad coadyuva a inculcarles la dependencia de los adultos.- xxxi
Adems la organizacin jerrquica y disciplinaria de la familia moderna impulso a los progenitores a ejercer derechos discrecionales sobre las actividades de sus hijos, en orden a que por entonces el nio era considerado ante todo como la cosa de sus padres, un objeto totalmente sometido a su voluntad.- xxxii
No se descarta, que operan en el adulto mecanismos inconcientes que no lo llevan, precisamente a favorecer la autonoma del nio. Es verdad, que los hijos aportan la certeza de la muerte del padre, circunstancia trgica que le hace a ste adoptar inconscientemente conductas que dificultan el crecimiento de aquellos y que cercenan su libertad de imaginacin.- xxxiii
4.- Situacin Jurdica y Social Del Nio En La Posmodernidad. Si bien la sobreproteccin familiar dio origen en la modernidad a un nio desinteresado socialmente, la cruda realidad en el presente mundo globalizado nos exhibe con violencia una cara aparentemente opuesta, pero en rigor homologa (homologo por que no saber poner limites a los nios tambin es una especie de abandono por parte de los adultos.; la muerte insensata y el abandono de los nios, su explotacin y abuso, su maltrato fsico y psquico; todo ello por accin, omisin, tolerancia e indiferencia del mundo de los adultos. Ambas facetas: sobreproteccin y abandono integran un siniestro juego que de manera inconcebible, acercan los extremos, tal como la incomunicacin humana adquiere en la actualidad particular relieve, precisamente en el siglo de la comunicacin. No obstante, debe advertirse que el maltrato de los nios parece ser una cuestin cultural enraizada en la sociedad desde hace milenios. Colapinto destaca los mismos preceptos de la Biblia cuando dice: no ahorres correccin al nio, que no se va a morir por que lo castigues con la vara. Con la vara le castigaras y libraras su alma del infierno. A ello se le suma la afirmacin de San Agustn quien enunciaba, que el nio es un ser maligno que debe ser tratado duramente y sacudir sus costados para que no sea indmito y pueda ser domado; no menos duras las enseanzas de Calvino cuando deca que la voluntad del nio es esencialmente maligna. En fin ya entrado el siglo XVII, el cardenal Francs Pierre De Berulle sentenciaba que la condicin de la infancia es la ms vil y abyecta de la naturaleza humana. xxxiv
Desde otra perspectiva, se comprueba que el modelo adulto en la era posmoderna y globalizada no representa en nada un paradigma positivo para su imitacin por las generaciones futuras. El desamor se difunde por doquier, con sus secuelas de guerra, represin, violencia, odio, miseria y explotacin. Por eso, para usar un paradigma de moda, estamos ante el hombre COOL, producto de la desestabilizacin y desustanciacin del sujeto, que hace adems posible el efecto HARD: la radicacin de la violencia. El agudo impulso del proceso de personalizacin, y sus secuelas de comportamientos aberrantes e inestables, ha provocado el desmantelamiento de la propia personalidad del hombre posmoderno. De ello se concluye, que el adulto no puede actualmente proporcionar a la niez, ejemplos y modelos de conductas coherentes.- xxxv
La celebre psicoanalista francesa Maud Mannoni vaticino que el mundo de maana no se sabe de que estar hecho. Lo que se sabe a partir del peligro creciente en los suburbios es que parece encaminarse hacia lo que La naranja mecnica describi hace veinte aos. Cuando la otra escena desaparece, no queda mas que lo real y el odio. xxxvi
Recin a partir del siglo XIX aparecen los primeros estudios cientficos de los malos tratos, se crean los primeros hospitales infantiles, el trabajo de los menores comienza a ser remunerado y surgen las primeras sociedades dedicadas a la prevencin de la crueldad hacia los nios xxxvii . Toulmuche y Tardieu fueron mdicos franceses a quienes se recuerda entre otras razones por haber sido quienes realizaron las primeras denuncias de malos tratos fsicos a fines de ese siglo, pero encuentran poco eco social. Caffley 1946, Silverman 1951, sealan la responsabilidad paterna en hematomas subdurales y alteraciones radiolgicas anormales en huesos largos. Es recin en 1961, cuando el pediatra Kempe, da a conocer en Estados Unidos el sndrome del Nio Golpeado. xxxviii Esta vez si se produce un impacto social. Estas primeras descripciones realizadas se referan al maltrato fsico como sinnimo de maltrato infantil. En 1970, Gil habla de responsabilidades sociales e institucionales, lo que implica una ampliacin del concepto. En 1971, Lukianowicz menciona el maltrato emocional.- xxxix
El abuso sexual, tard an ms en salir a la luz, los primeros estudios se dan a partir de los aos 80. Finkelhor, en su libro Chile Sexual Abuse (1984), resea un importante conjunto de estudios realizados en los EE.UU. para obtener informacin.- xl
Este autor en primer termino, cita los trabajos de la American Human Association, que publica estadsticas sobre abuso de nios de acuerdo con los informes de los casos oficialmente denunciados en los Servicios de Proteccin para Nios. Segn esta agencia, en 1976 se denunciaron 1975 caso, pero en 1982 ya eran 22.918, estimndose que esta cifra estaba aun por debajo de los guarismos reales. Kempe seala que los datos proporcionados por la agencia anteriormente mencionada, daban un total de 5.000 casos, pero puede estimarse una incidencia real diez veces mayor. Solo en el Denver General Hospital entraron, durante los seis primeros meses de 1972, 89 casos de abuso sexual; este numero se incremento diez veces, entre 1967 y 1972. Adems, las victimas tenan cada vez menos edad.- xli
En EE.UU., el Nacional Center For Chile Abuse And Neglect, conforme a una muestra representativa, realizo un estudio de incidencia nacional en 1979. La metodologa incluyo un telfono de contacto y cuestionarios confidenciales repartidos a las agencias protectoras de nios. El objetivo era obtener informacin de los profesionales intervinientes que no hubieran procedido a realizar una denuncia oficial. Extrapolando los datos, se estimo que 44.700 casos de abuso sexual llegaron a conocimiento de tales profesionales en 1979.- xlii
Otras investigaciones apuntaron a obtener informacin a travs de las victimas, esto es, se interrogo a los adultos que pudieron haber sufrido abuso sexual en su infancia. Glenn y Kercher, en 1980, hicieron un estudio mediante el envi de 2.000 cuestionarios a personas seleccionadas por azar, entre los que tenan licencias para conducir en Texas. De 1.054 que respondieron, un 12% de las mujeres y un 3% de los varones admitieron haber sido abusados sexualmente.- xliii
Por su parte Finkelhor realizo en 1984 otro estudio sobre una muestra de 521 adultos de Boston con hijos entre 6 y 14 aos; se les pregunto sobre sus experiencias sexuales abusivas (antes de los 16 aos) con alguna persona por lo menos cinco aos mayor. Respondieron afirmativamente un 15% de las mujeres y un 6% de los hombres. xliv
Los estudios mencionados dan una idea de dos aspectos centrales del Abuso Sexual: su difusin e invisibilidad. Sin embargo, son de validez local, en tanto su metodologa no permite proyecciones de orden nacional. Kicrwood y Mihaila estiman que alrededor de un 50% a 90% de todos los abusos sexuales a nios/as no son informados, menos an si se trata de abuso incestuoso. xlv
En cuanto al incesto como un tipo de abuso sexual especifico, Merzagora xlvi
formula algunas consideraciones interesantes en relacin con la existencia del fenmeno. Esta autora, opina que las estadsticas Judiciales Extranjeras informan una incidencia de 1 a 2 casos por milln de personas cada ao, pero cuando las fuentes provienen de las estadsticas de agencias no oficiales, las cifras ascienden rpidamente. En lo que concierne a los Estados Unidos, los informes estiman 40 casos por milln de habitantes al ao en (1969) y en (1976) en California la proporcin fue de 180 casos por milln de personas. Para Gran Bretaa, en 1980, informo sobre el nmero de casos que fueron llevados ante las instituciones judiciales desde 1909 a 1978. Se pas de las 56 denuncias entre 1909 y 1913, a 962 entre 1976 y 1978. Puede suponerse que este resultado no implica un incremento del incesto, sino un probable cambio en la percepcin social del delito. Respecto a los diversos tipos de incesto, los datos aportados fueron los siguientes: en 1955 el Estado de Illinois, informo 203 casos, de los cuales 159 fueron casos de incesto padre-hija, 37 hermano-hermana, 2madre- hijo y 5 de incesto mltiple. En Italia, en 1984 a travs de un informe realizado por medio de un trabajo social, se detecto: un 97% de padre-hija; 1,5% madre-hijo; 1,5% hermano-hermana.- xlvii
En Inglaterra en 1978 se encuesto a 1600 mdicos respecto de los casos de abuso sexual que hubieran conocido durante un ao, se registr as 1.072 hechos, en los cuales las victimas fueron, en su mayora, nias (85%). El 23% tena menos de 5 aos y el 38% entre 5 y 10 aos; el 45% lo constituan relaciones incestuosas. En la actualidad se calcula que casi 7 millones de nios en los Estados Unidos estn sometidos a agresiones por parte de sus padres cada ao, de los cuales 1.5 millones son lesionados fsicamente; entre 1.9 millones y 2.1 millones de mujeres padecen episodios graves de violencia a manos de sus cnyuges.- xlviii
Estudios realizados han comprobado que entre un 5 y un 45% de las mujeres de la poblacin general han sido objeto de abuso sexual durante la infancia. En cuanto a la edad de los nios abusados, las informaciones evidencian un elevado porcentaje de nios pequeos, tal como surge de estas cifras: el 7% es menor de 4 aos; 22% entre 4 y 6 aos, 49% tiene entre 6 y 13 aos, y 22% tiene mas de 13 aos. Aqu se observa que un 78% de los nios ha sido abusado antes de alcanzar los 13 aos y casi un 30% antes de cumplir los 6 aos.- xlix
Del 6 al 12 de marzo de 1995, tuvo lugar la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social de las Naciones Unidas, en la ciudad de Copenhague (Dinamarca), en la cual se informo que cada ao el 4% de los nios experimenta violencia. La mayora de las victimas infantiles son asesinadas por sus padres u otros familiares, y los nios menores de un ao son quienes estn expuestos al mayor riesgo. La mitad de los asesinatos se producen en las familias, siendo la mayora de las veces las mujeres y los nios las victimas de estos actos criminales. Dado que los casos de violencia en el hogar no suelen figurar como categora especial en las estadsticas oficiales l , constituyen una proporcin considerable de la cifra negra del delito li . Se estima que en Estados Unidos slo se informa el 1% de las muertes por maltrato, mientras que en Francia se Declara nicamente el 1% lii . Especficamente en lo relativo al abuso sexual, un estudio transcultural en veinte pases indico que el abuso sexual intrafamiliar afectaba entre un 7 y un 36% de la poblacin femenina y entre un 3 y un 29% de las victimas de sexo masculino. Los nios sufren ms victimizacion que los adultos, padecen dos o tres veces mas robos y violaciones que aquellos (el 61% de las violaciones se cometen contra menores de 18 aos) y en los incidentes de violencia familiar son mucho mas vulnerables, a punto tal que los adultos reconocen haber ejercido el doble de violencia contra los nios en comparacin con la que dirigan contra su compaero adulto liii . En 1989, se crea en Francia por medio de ley el Servicio Nacional de Acusaciones Telefnicas para casos de Maltrato Infantil. Desde entonces, cada ao el Servicio edita un informe de actividades. Los datos estadsticos del ao 2006, muestran que el 90% de las llamadas provienen de tres grandes grupos: 29% de los menores, 28% del ncleo familiar del menor (las madres representan el 17% y los padres el 7%) y 32% del entorno; el 10% restante corresponde a un 6% de profesionales y 5% de personas indeterminadas. En el 50% de las situaciones los malos tratos son de carcter fsico, en tanto que los malos tratos emocionales representan el 41% de las llamadas recibidas. Seala el informe que en el curso de los ltimos aos se ha registrado un incremento de las comunicaciones referidas al abuso sexual; solo entre 2005 y 2006 se constato un aumento de la revelacin del ms del 10%. Tambin el informe de la SNATEM brinda datos sobre los autores identificados por las personas que llama, sealando que un 86% corresponde a miembros del ncleo familiar cercano al menor, 9% a personas del entorno, 3% a profesionales y solo un 2% es indeterminado. Dentro del grupo familiar, se destaca que los padres estn implicados en el 40% de los casos, las madres en un 30%, en tanto que los padrastros y madrastras son responsables en el 10% y el 2% de las situaciones de maltrato, respectivamente; el porcentaje de abuelos es del 5% y el que ocurre entre hermanos de un 2%. Por ltimo, con respecto a la edad de los menores maltratados en todas sus categoras, incluido el abuso sexual, las estadsticas sealan valores de un 34% para el intervalo de edad entre 0 y 3 aos; 18% entre 4 y 6; 15% entre 7 y 9; 15% entre 10 y 12; 12% entre 13 y 15; y 6% para 16 aos o ms. En Amrica Latina, datos provenientes de Chile informan que cada ao se producen 500.000 casos de maltrato infantil. Un estudio realizado indica que en una de cada dos familias ambos padres golpean a sus hijos. Casi la mitad de los nios golpeados o abandonados tiene menos de 6 aos.- liv
En nuestro pas no se registran estadsticas ni estimaciones sobre las diversas formas de violencia domestica hacia los menores. Nuestra realidad actual no nos permite manejar datos cuantitativos sobre el maltrato fsico o el abuso sexual; menos aun, sobre el problema mas especifico del incesto. En la Argentina los estudios sobre este tema se han producido en estos ltimos quince aos. Un grupo de especialistas ha brindado informacin en diversos trabajos e investigaciones realizados en sus lugares de insercin laboral, as como tambin en seminarios y congresos que trataron el problema.- lv
En el Hospital de Nios Ricardo Gutirrez se reciben de 2 a 4 nios maltratados por mes, promedindose de 50 a 70 por ao. Se trata de casos graves, porque el hospital aun no esta preparado para la deteccin de los mas leves (entrevista al Sr. Hctor Mora, diario Clarn, 5 de diciembre de 2006). Un grupo de mdicos (el Dr. Tomas Banzas, juntamente con los Dres. Emilio Astolfi y Matias T. Mouzet) estudi, en la morgue judicial de la Capital Federal, 1.000 casos de muerte violenta sufrida por menores de 10 aos, desde 1999 hasta el primer trimestre de 2005. Sobre este universo se registraron traumatismos en el 22% de los casos; 136 presentaban fractura de crneo, observndose que el 35% de los hechos haba afectado a nios de hasta 2 aos; 75 menores murieron por asfixia (estrangulamiento, sumersin). El Dr. Roberto Chiarantano jefe del Departamento Medico del Hospital Diego E. Thompson, de General San Martn, Provincia de Buenos Aires, informo que en el primer semestre de 2002 se detectaron, en organismos oficiales, 5.300 casos de nios maltratados y abandonados. En la Direccin General de la Mujer, del Gobierno de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires, funciona el Programa de Asistencia del Maltrato Infantil, que comprende la evaluacin del grado de riesgo familiar, tratamientos psicolgicos y seguimientos mdico sociales. En 2006 las proporciones de los casos atendidos que fueron 1026 son las siguientes lvi : Maltrato fsico 42%; abuso sexual 38%; maltrato emocional 10%; testigos de violencia 5%; otras problemticas 5%. La franja de edades atendida ha sido: 0 a 12 aos 68.3%; 13 a 17 aos 28.2%; mayores de 18 aos 3.5%.
Porcentajes de malos tratos discriminados por tipos. Maltrato fsico 42.3% Abuso sexual 14.43% Maltrato emocional 15.41% Negligencia 3.28% Maltrato fsico y emocional 6.23% Maltrato fsico y abuso sexual 0.98%
Por su parte el Hospital General de Nios, Dr. Pedro De Elizalde, y de acuerdo a los datos estadsticos proporcionados por el Dr. Norberto H. Garrote, jefe de la Unidad de Violencia Familiar, en el ao 2003 se registraron 605 consultas, en el 26% de las cuales fue necesaria la internacin en diferentes salas del hospital. De estos casos de internacin, 59% fueron nios y 41% nias, y en el 63.6% de las consultas se trataba de menores de 3 aos. El 86% de ellos padecieron maltrato fsico y/o negligencia y el 14% abuso sexual, informacin sta que alerta sobre la vulnerabilidad del nio en la edad temprana lvii . Ya en el mbito Judicial, a partir de la Ley de Proteccin Contra la Violencia Familiar 24.417, se genero un nuevo canal de comunicacin; la sancin de esta ley, como surge de las cifras aportadas, ha producido un aumento notable en la visualizacin del problema. Si comparamos las cifras anuales, mes a mes, observaremos que se produjo un incremento importante en el nmero de denuncias, a medida que se acrecentaron la difusin y el conocimiento de la normativa. Veamos estos datos proporcionados por el Centro de Informacin Judicial, referentes a los casos ingresados a los juzgados nacionales en lo Civil, con competencia en los asuntos de Familia, desde el mes de enero de 1999 al 25 de febrero de 2001: Ao 1999 Ao 2000 Ao 2001 Enero 3 55 64 Febrero 18 139 147 Marzo 91 117 133 Abril 82 125 Mayo 99 137 Junio 69 137 Julio 65 135 Agosto 67 158 Septiembre 105 137 Octubre 119 178 Noviembre 143 145 Diciembre 148 138 Totales 1.009 1.601 344
A los guarismos sealados es necesario agregar las diferentes formas de maltrato al menor que han ingresado al centro de Informtica Jurdica bajo el recurso de proteccin de personas (art. 234 del Cdigo de Procedimiento en Materia Civil y Comercial de la Nacin) y que listamos a continuacin lviii .
Proteccin de personas Ao Cantidad 1999 541 2000 765 2001 1009 2002 1012
5.-Consideraciones Finales. Los ttulos que conforman este captulo nos han mostrado el maltrato infantil como hecho histrico-cultural. No ha escapado a nuestro cometido hacer un estudio histrico y antropolgico del trato que los nios han recibido y del modo en que, todava hoy, se dispone de sus vidas y de sus cuerpos en distintos lugares del orbe. Nos ha parecido necesario ofrecer un breve bosquejo del tema, para que se comprendiera la evolucin de las prcticas y mentalidades, as como la profunda incidencia que tiene el relativismo cultural en esta materia. Con tal objeto, hemos tomado algunos datos que ofrecen la lectura antropolgica y las descripciones que nos brindan las obras de Aries, Badinter, Burguire, Duby, Flandrin, Shorter y otros. Esta documentacin muestra que hay variaciones culturales en casi todos los aspectos vinculados a la integridad fsica y a la educacin de los nios. Los criterios para determinar la legitimidad del atentado a la vida o el castigo de un nio por parte de sus progenitores, han variado en el curso de la historia y aun hoy se manifiestan prcticas que son inadmisibles en un pas y aceptadas en otro. Los datos recogidos ponen en evidencia un abanico de comportamientos en distintos pueblos, que van desde la muerte o castigos corporales muy duros infligidos a los menores, hasta una actitud de indulgencia y sobreproteccin. As, de esta manera, hemos visto que en numerosas culturas se legitiman acciones que afectan la integridad fsica del nio, ya sea por motivos religiosos o educativos. Se sacrifican criaturas en ritos o inmolaciones simblicas, como as tambin el solo hecho de golpear a un nio o amenazarlo se considera un atentado a sus derechos como ser humano. En este captulo hemos probado que el maltrato en todas sus formas es compatible con la fuerte tutela de un miembro de la familia sobre otros miembros. Es necesario educar a toda la sociedad en este tema, de modo que cada uno pueda respetar y respetarse a s mismo, exigiendo tolerancia cero a la violencia interpersonal. El dao psquico que produce el ultraje deja una huella que no se borra nunca ms, deteriora al ser humano y lo inhibe de desarrollar relaciones sociales cordiales, porque lo vuelven un ser desconfiado, temeroso, solitario, de baja autoestima, de personalidad rgida. Este perfil, a su vez, favorece la reproduccin de la violencia, porque la personalidad frgil se autoagrede y agrede a otros. Si bien no en la medida de lo deseado, la sociedad argentina ha hecho sus progresos, tanto en el orden jurdico como en las prcticas sociales. Las diversas instituciones de salud que componen la Red Asistencia de Violencia y Maltrato no slo implementan acciones de asistencia, prevencin y capacitacin frente al problema que nos ocupa. Al mismo tiempo representan un relevante espacio cientfico dirigido al estudio de temas como la deteccin del abuso sexual, negligencia, abandono, diagnostico del caso, estrategias de tratamiento, por slo citar algunos. La incorporacin a la Constitucin Nacional de las convenciones internacionales constituye la defensa ms importante de las ltimas dcadas, y como se ha dicho, por mltiples razones la violencia ejercida contra menores tiende a ser ocultada a la sociedad. Por lo tanto, la disponibilidad de una informacin detallada, brindada por profesionales que tienen contacto diario con los casos que trascienden al ambiente familiar donde se han producido, abre incontables posibilidades a la intervencin interdisciplinaria. Sin lugar a dudas, cualquier forma de difusin de tales hechos permitir el conocimiento mas acabado y global de los factores que inducen o provocan la violencia; ello, en definitiva, podr favorecer el diseo y la adopcin de medidas para prevenirla. En el captulo siguiente conceptualizaremos el maltrato infantil y observaremos la amplitud de dicho concepto, en donde hoy por hoy, se incluyen situaciones que en la parte histrica del capitulo uno no eran consideradas como practicas abusivas o malos tratos. Asimismo describiremos detalladamente las diversas formas de maltrato infantil y sus consecuencias, por eso es que estos dos captulos estn ntimamente relacionados.
Capitulo II
Maltrato Infantil.
SUMARIO: 1. Introduccin. 2. Amplitud del concepto. 2. a. Criterios a tener en cuenta en la definicin. 3. Formas diversas de maltrato. 3. a. Maltrato fsico. 3. b. El castigo fsico en los nios causa los siguientes efectos. 3. c. Conductas opuestas que un nio golpeado suele adoptar. 3. d. Esquema para reconocer en un nio cuando tiene lesiones accidentales y no accidentales. 3. e. Indicadores a tener en cuenta. 4. Maltrato Emocional. 4. a. Cuestiones que implican (MNE). 4. b. Conclusin. 5. Negligencia. 6. Sndrome de Munchaunsen por poderes. 7. Abuso Sexual Infantil. 7. a. Definicin de Abuso Sexual Infantil. 7. b. El abuso implica. 7. c. Revelacin. 7. d. Trastornos disociativos. 8. El escepticismo frente al relato infantil. 8. a. La Evaluacin del relato del nio exige que el entrevistador posea. 8. b. Por qu el abordaje del ASI resulta tan complejo? 9. Consideraciones Finales.
1. Introduccin. En primer lugar comenzaremos por analizar el concepto de maltrato infantil y probaremos que se ha amplificado dicho concepto con el correr del tiempo llegando a contemplar nuevas situaciones que no estaban incluidas en el siglo pasado. En la actualidad se han incorporado situaciones como la explotacin sexual y econmica, el uso de nios con fines pornogrficos, la prostitucion infantil, como as mismo situaciones de maltrato, que se producen a raz de la separacin o divorcio, cuando los progenitores pelean por la persona del nio, cuando lo retienen, cuando obstaculizan la adecuada comunicacin con el hijo o lo trasladan ilegalmente dejando al nio hurfano de padre o madre. El tema que nos ocupa, Maltrato Infantil, es importante ya que debemos comprender que el fenmeno compromete el destino mismo de la sociedad pues es indudable que una socializacin edificada sobre la coaccin y el miedo engendrar hombres que reproducirn este modelo de convivencia en su vida privada y en la accin publica, con el consiguiente deterioro del bienestar y calidad de vida de los seres humanos. En la elaboracin del presente captulo, hemos recurrido a diferentes fuentes entre ellas, Intebi Irene, Norma Osnajaski, Sara Noem Cadoche, Grosman- Mesterman lix . Seguidamente, veremos los criterios a tener en cuenta en la definicin de maltrato infantil, posteriormente demostrar el punto de tesis reflejado en este segundo capitulo, a saber: el maltrato infantil adopta diversas formas. 2. Amplitud Del Concepto. El maltrato infantil se define como cualquier acto de fuerza que produzca un dao en el cuerpo o en la salud, con o sin dolor. El emocional, constituido por formas ms sutiles que crean situaciones en las cuales los nios viven aterrorizados, agredidos verbalmente, menospreciados o rechazados. En estos casos, no es tarea fcil para los profesionales de la salud determinar cundo se est ante una situacin de maltrato. Esta consecuencia, que determina alteraciones del comportamiento, retraso, trastornos emocionales o conductas agresivas en el nio, requiere de una cuidadosa observacin. El abandono o negligencia comprende las diversas omisiones que implican una inadecuada proteccin de la salud, seguridad y bienestar del nio. El maltrato sexual abarca todos los ataques a la integridad sexual del nio o adolescente. El concepto se ha amplificado incluyndose situaciones como la explotacin sexual y econmica, mendicidad, el uso de los nios con fines pornogrficos y la prostitucin infantil. Asimismo, se mencionan otras formas de violencia que daan al hijo en los casos de separacin o divorcio; cuando los padres pelean por la persona del nio, sin atender a sus necesidades y sentimientos, cuando lo retienen, obstaculizan la adecuada comunicacin con el hijo o lo trasladan ilegalmente dejando al nio hurfano de padre o madre. Tambin se configura por abandono si los padres dejan de ver a sus hijos o no les prestan la debida asistencia, perturbando de este modo su derecho al desarrollo, a la salud y a la educacin. Por otro lado, opina G. Gulotta lx , que un concepto como el de maltrato presenta un conjunto de significados extremadamente amplios, que aluden a un complejo espectro de comportamientos sobre los cuales se pueden producir superposiciones y coincidencias, ellas son la agresin fsica; la perturbacin y violencia sexual; la negligencia en lo que respecta a la alimentacin, la salud y la proteccin; la violencia psicolgica; el abandono fsico y emocional. Este autor adems agrega, en el intento de ampliar el anlisis, en la definicin no solo los aspectos familiares del fenmeno, sino tambin los sociales, colectivos e institucionales, dada la complejidad de los factores asociados. Para Kempe lxi , (dio a conocer en Estados Unidos el Sndrome Del Nio Golpeado), el maltrato infantil supone la existencia de cuatro categoras que lo clasifican: violencia fsica, abandono fsico y emocional, maltrato emocional y explotacin sexual. La violencia fsica, segn este autor, es definida como, cualquier lesin infligida: hematomas, quemaduras, lesiones en la cabeza, fracturas, daos abdominales o envenenamientos. El abandono o negligencia implica una falla del progenitor o guardador, en cuanto a actuar debidamente para salvaguardar la salud, seguridad y bienestar del nio. El maltrato emocional, constituido por formas ms sutiles, en las que los nios estn permanentemente aterrorizados, regaados o rechazados. El abuso sexual, lo define como a implicacin de nios y adolescentes, dependientes e inmaduros en cuanto a su desarrollo, en actividades sexuales que no comprenden plenamente y para las cuales son incapaces de dar un consentimiento informado y que, asimismo, violan los tabes sociales o los papeles familiares. Estos hechos incluyen la paidofilia, la violacin y el incesto. Una definicin de Maltrato en sentido amplio, que comprende varios de los aspectos sealados es la que formula Intebi Irene, Norma Osnajaski lxii , cuando dicen: Se considera Maltrato Infantil, o abuso, a todas las formas de maltrato fsico y/o emocional, abuso sexual, negligencia o trato negligente, o cualquier tipo de explotacin comercial o de cualquier otra ndole, que ocurren en el contexto de relaciones de responsabilidad, confianza o poder, y que resulten en un dao real o potencial para la salud, la supervivencia o el desarrollo o la dignidad de los nios.
2. a. Criterios A Tener En Cuenta En La Definicin: 1.-Perspectiva evolutiva: Un comportamiento parental puede ser daino para el nio en un momento evolutivo (por ejemplo dejar solo a un nio de tres meses) y no serlo tanto o incluso ser adecuado en otros periodos evolutivos. 2.-Presencia de factores de vulnerabilidad del nio: Un mismo comportamiento parental puede no ser daino para un nio sano, mientras que en otro nio, por ejemplo, con una enfermedad crnica si constituira un dao. 3.-Existencia de dao real o potencial: Es decir, si tiene en cuenta no slo el dao inmediato sino tambin el producido tiempo despus. Segn la (OMS), alrededor de 40 millones de nias entre 1 y 14 aos padecen alguna forma de maltrato o negligencia infantil y requieren una atencin mdica y social. Inicialmente los modelos explicativos que se utilizaban para describir el Maltrato Infantil eran monocausales: psicopatolgico, sociolgico, cultural, no resultaron abarcativos de un problema tan complejo como el que nos ocupa. Hoy ms que hablar de unicausalidad se consideran mltiples factores que pueden producir el maltrato; este concepto es dinmico porque los factores pueden evolucionar y permite considerar el nter juego entre los factores de riesgo y los de proteccin. Segn Cicchetti y Rizley, La conducta parental estara determinada por el equilibrio relativo entre los factores de riesgo (factores que incrementan la posibilidad de que ocurra el maltrato) y factores de compensacin (factores que disminuyen esta posibilidad) que experimenta una familia. Los malos tratos ocurran cuando los factores de riesgo transitorios o crnicos, sobrepasan o anulan cualquier influencia compensatoria lxiii . As por ejemplo factores de riesgo son historia de malos tratos, desatencin severa, rechazo emocional y falta de calor afectivo en la infancia, carencia de la experiencia en el cuidado del nio, poca tolerancia al estrs, problemas psicolgicos, tcnicas de disciplinas conflictivas, conflicto conyugal, que generan violencia y agresin, y respecto a las caractersticas del nio: prematuro, bajo peso al nacer, aptico, temperamento difcil, problemas de conducta, hiperactivo, hijos no deseado, padre nico. Otros factores de riesgo, lo constituyen el trabajo, el desempleo, la falta de dinero, prdida del rol, de autoestima y poder, estrs conyugal, insatisfaccin laboral, tensin en el trabajo, la clase social, falta de apoyo social, la crisis econmica, aprobacin cultural del uso de la violencia, aceptacin cultural del castigo corporal en la educacin de los nios, por slo citar algunos. Entre los factores de compensacin se pueden mencionar el reconocimiento de las experiencias de maltrato en la infancia, historia de relaciones positivas con un padre, habilidad y talentos especiales, habilidades interpersonales adecuadas, hijos fsicamente sanos, apoyo del cnyuge o pareja, seguridad econmica, apoyos sociales afectivos, escasos sucesos vitales estresantes, afiliacin religiosa fuerte y apoyativa, experiencias escolares positivas y buenas relaciones con los iguales, intervenciones teraputicas, prosperidad econmica, normas culturales opuestas al uso de la violencia, promocin del sentido de responsabilidad compartida en el cuidado de los nios, entre otros. 3- Formas Diversas De Maltrato. 3. a. Maltrato Fsico. Es aquella forma de maltrato infantil que origina dao fsico real o potencial a partir de algn tipo de interaccin ubicable dentro de los mrgenes razonables de control de uno o ambos progenitores; o de alguna persona en posicin de responsabilidad, confianza o poder lxiv
3. b. El Castigo Fsico En Los Nios Causa Los Siguientes Efectos: Daa su autovaloracin (soy malo por eso me pegan); les hace sent ir soledad, tristeza y abandono; genera bronca y enojo; le ensea a ser agresores y/o victimas; no se aprende a respetar a la autoridad, se aprende a someterse a las normas o transgredirlas. Se aprende a no razonar, excluye el dialogo. El nio que es golpeado, recibe golpes que duelen y son propinados en un contexto de terror y desproteccin en donde las relaciones de poder son desiguales y asimtricas. Lo traumtico es el ambiente de tensin y terror que existe en esas familias lxv . 3. c. Conductas Opuestas Que Un Nio Golpeado Suele Adoptar: 1.- Se muestra extremadamente obediente, pasivos, sumisos, pasar desapercibidos. 2.- Se muestra agresivo, peleador, desobediente, provocador, se violenta con nios ms pequeos y con los animales. El punto 2 es el que ms se refleja en las escuelas, porque perturban y alteran las clases y los ms tristes y apartados suelen no ser visibilizados. Estos nios son totalmente sumisos a los deseos de sus padres. Gran parte de ellos son asustadizos, tmidos y tratan de pasar inadvertidos; les faltan todas las condiciones ptimas para un correcto aprendizaje y, por tanto, tienen dificultades escolares, se niegan la posibilidad de explorar y explotar su entorno. Aceptan, pasivos y obedientes, todo cuanto les suceda. Parecen estoicos. Necesitan mucho tiempo para tomar confianza y expresar sentimientos reales de furia y resentimiento. Sin embargo, no todos los nios maltratados son dciles y ansiosos por agradar. Una cuarta parte de los menores de edad son negativos, agresivos y con frecuencia hiperactivo. Muy difciles de manejar y generalmente rechazados en jardines o grupos de juego lxvi . 3. d. Esquema Para Reconocer En Un Nio Cuando Tiene Lesiones Accidentales y No Accidentales. Lesiones Accidentales Lesiones no accidentales
Se observan en prominencias o rebordes seos. . Aparecen en las zonas no expuestas del cuerpo. No tienen relacin con sapiencias seas /abdomen, espalda, genitales, glteos, dorso de manos, orejas) Ubicacin: raramente son bilaterales No tienen un patrn determinado, pueden observarse en ambos hemicuerpos. Antigedad: todas las lesiones en el mismo momento evolutivo. Lesiones en diferentes etapas de resolucin. Forma y tamao: No es habitual que pueda identificarse el objeto que las provoco. Reproducen la forma del objeto que provoco la lesin (dedos, nudillos, cintos, perchas, hebillas, zapatos, tablas, utensilios de cocina, arcadas dentarias).
3. e. Indicadores A Tener En Cuenta: Los hematomas, comnmente conocidos como Moretones, son un indicador altamente relacionado con la posibilidad de que se trate de lesiones no accidentales, es importante poder reconocerlos por su aspecto, mas all del relato que ofrezca el cuidador. Evolucin Normal Das Color 1 a 2 Azul rojizo 3 a 5 Azul prpura 6 a 7 Verde 8 a 12 Amarillo 13 a 28 Resuelto
lxvii
4. Maltrato Emocional. El maltrato emocional, (ME) implica la ausencia de un entorno evolutivamente adecuado y contenedor, y de alguna figura de apego primario que le permita al nio desarrollar capacidades emocionales y sociales estables y complejas, en relacin a su potencial dentro del contexto social en el que vive lxviii . El maltrato emocional est vinculado con las interacciones que estn bajo la posibilidad de control razonable por parte de los padres, cuidadores o personas en posicin de responsabilidad, confianza o poder y que tienen alta probabilidad de causar daos a la salud del nio ya que son inadecuadas, insuficientes o incoherentes respecto del nio. El Maltrato Emocional, para que se configure, no requiere que exista contacto fsico entre el cuidador y el nio. As, por lo tanto, abarca tantos actos de omisin como de comisin, por lo cual la denominacin competa seria Maltrato y Negligencia (MNE). 4. a. Cuestiones Que Implican (MNE). Danya Glaser lxix , psiquiatra inglesa de nios especializada en el tema, propone 5 categoras que constituyen el MNE. 1.- Falta de respuestas emocionales, o negligencia emocional. Aqu el cuidador primario del nio, se preocupa por su propia dificultad, es decir, problemas de salud mental, consumo de drogas, problemas laborales, que lo inhabilitan para responder a la necesidad emocional del nio, situacin a la que no procura una alternativa adecuada. 2.- Atribuciones de caractersticas negativas al nio. Su cuidador manifiesta, hostilidad, denigracin y rechazo hacia el nio, ya que cree que el nio se merece tales comportamientos, y por lo tanto el nio puede crecer y comportarse como si estas creencias negativas fueran verdaderas. 3.- Interacciones con el nio, inadecuadas o incoherentes. Esto est relacionado con las habilidades del nio; la sobreproteccin y limitacin en la exploracin y en el aprendizaje; y la exposicin del nio a situaciones e interacciones confusas y/o traumticas. 4.-Hay fracaso en reconocer o aceptar la individualidad del nio y respetar sus lmites psicolgicos. Son las acciones en que los padres utilizan al nio para la satisfaccin de sus propias necesidades psicolgicas, y a las conductas que denotan la incapacidad de los padres para diferenciar sus propias creencias y deseos de la realidad del nio. Esta forma de MNE suele darse en los litigios de los divorcios contenciosos en que lo que respecta a la tenencia y al rgimen de visitas con los hijos. 5.-Fracaso en alentar la adaptacin social del nio. Referido a las malas conductas (corrupcin) y a los comportamientos propios de la negligencia emocional. En esta categora se incluyen actos de comisin y de omisin, tales como aislar al nio o involucrarlo en comportamientos delictivos. 4. b. Conclusin. Los padres que descuidan afectivamente a sus hijos, son padres fros, distantes y poco demostrativos con sus hijos. No miran casi nunca a sus hijos, les hablan muy poco, no muestra inters por ellos y en presencia, por ejemplo de otros adultos y/o interesados por sus propias actividades ignoran rpidamente la presencia de sus hijos. La ausencia de cario, empata y aceptacin, as como de estmulos afectivos son evidentes. La carencia afectiva puede provocar retrasos del crecimiento por causa no orgnica que se manifiestan en los bebs como consecuencia de estas carencias. 5. Negligencia. La Negligencia es la Omisin, por parte del cuidador, de proveer aquello que el nio necesita para su desarrollo en cualquiera de las reas: salud, educacin, desarrollo emocional, alimentacin, vivienda y condiciones seguras de vida. Esta omisin se encuadra como negligencia cuando tiene una alta probabilidad de producir daos en la salud o el desarrollo psicofsico, mental, espiritual, moral o social del nio, y siempre que ste adentro del contexto de los recursos disponibles para la familia o los cuidadores. La Negligencia incluye la falta de supervisin y proteccin adecuadas ante las posibilidades de que el nio padezca algn dao lxx . Pero no es fcil de diferenciar la negligencia en familias con disponibilidad material y/o cultural que en aquellas que no lo tienen, incluso en condiciones de aislamiento geogrfico y social que tienen que enfrentar para acceder a la atencin medica por ejemplo. El nio tiene derecho a recibir de sus padres, cuidadores la obligacin razonable y prudente de: alimentacin, vestimenta, vivienda, supervisin, atencin mdica, contencin, escolaridad. Pobreza y negligencia, no son sinnimos pero la pobreza puede ocasionar carencias a los nios por las que los padres no pueden responder. 6. Sndrome De Munchaunsen Por Poderes. El SMP, es una forma de maltrato infantil en la cual el adulto cuidador falsea el historial clnico de un nio, o altera los resultados de sus anlisis, o produce signos y/o sntomas fsicos y/o psicolgicos de tal manera que se lo lleva a considerar enfermo o disminuido lxxi . Este tipo de maltrato es muy poco frecuente dado que es de difcil deteccin que se da habitualmente en el mbito hospitalario. Es calificado como un trastorno del maternaje porque la intencionalidad de la madre es satisfacer sus propias necesidades psicolgicas y que estn relacionadas con sus deseos de ser considerada una buena cuidadora, una mrtir, una victima. Si el nio es hospitalizado se recupera rpidamente y tolera bien la separacin de la agresora; por el contrario con el retorno al hogar la tasa de recidiva es alta. 7. Abuso Sexual Infantil. Quiz algn da exista una bien informada y considerada y, sin embargo, ferviente conviccin publica de que el ms grave de todos los pecados posibles es el de mutilacin del espritu de un nio, porque la misma socava el principio vital de confianza, sin el cual todo acto humano por bueno y justo que parezca, propende a la perversin mediante formas destructivas de rectitud. lxxii
El reconocimiento del Abuso Sexual Infantil, tiene una historia breve, en nuestro pas, no ms de veinte aos. Su visibilizacin y abordaje ha tenido que atravesar obstculos conceptuales e ideolgicos, prejuicios y actitudes que minimizaron el problema, desacreditaron a las victimas y a los profesionales que trabajaron en el tema. Dentro de las diversas formas que adopta el maltrato infantil, el Abuso Sexual es sin duda una de las ms graves, tanto por el impacto que produce en el nio victima como por las consecuencias postraumticas que genera. lxxiii . Este tipo de maltrato es el que ms dificultades presenta en su deteccin, investigacin y decisin de intervencin adecuada (teraputica y/o judicial). El Abuso Sexual Infantil lleva a cuestionar las concepciones de infancia, sexualidad y poder. Su abordaje exige cambios sociales y organizacionales que aun resultan insuficientes, que aun estn pendientes, lo que dificulta la proteccin y atencin de las victimas y sus familiares. 7. a. Definicin De Abuso Sexual Infantil. Contactos sexuales e interacciones entre un nio y un adulto cuando el adulto (agresor) usa el nio para estimularse sexualmente l mismo o con otra persona. El abuso sexual puede tambin ser cometido por una persona menor de 18 aos, cuando este es significativamente mayor que el nio (la victima) o cuando esta (el agresor) en una persona de poder o control sobre otro menor lxxiv . En el ASI, es necesario destacar que estn incluidas actividades como la explotacin sexual de los nios a travs de la prostitucin y la explotacin de nios en la produccin de materiales y exhibiciones pornogrficas. 7. b. El Abuso Implica. 1.-Correccin utilizando la fuerza fsica, presin o engao siempre, la cual siempre debe ser considerada, por s misma, como una conducta de ASI, independientemente de la edad del agresor. 2.-La asimetra de edad entre quienes participan en dichos comportamientos, ya que los mayores poseen experiencias, grado de madurez biolgica y expectativas diferentes, lo cual impide el ejercicio de la verdadera libertad de decisin y hace imposible una actividad sexual comn. 3.- El abuso sexual es cometido por alguien que tiene dominio sobre otra persona, ya sea porque tiene ms fuerza, jerarqua o est en una situacin que le da poder. Ejemplo: tutor, profesor, jefe, padres, tos, entre otros. En casi todos los casos el abusador (agresor) es una persona conocida, del propio entorno, es decir, de la familia y muchos aprovechan la situacin de confianza para abusar; es as que el abusador lo lleva a cabo para satisfacer su propia necesidad sexual, tomando al nio como objeto. En todos los casos incluye el uso de la coaccin de un modo implcito o explcito, y se considera abusado a un nio cuando no resiste el avance de un adulto, debido a su falta de conocimiento del significado social y de los efectos psicolgicos de los encuentros sexuales, tambin su confianza o su dependencia significa que no estara en condicin de prestar un consentimiento informado. La existencia del abuso se configura en parte por el uso que se hace de una posicin de poder, para manipular a otro con el fin de lograr la gratificacin de uno mismo en contra de los derechos y bienestar de otro. Los adultos que acosan a los nios/as no actan impulsivamente y en la mayora de los casos, establecen una estrategia que implica acercarse paulatinamente, generar confianza y afecto, y una discursiva que busca bloquear cualquier otra relacin significativa para la nia/o. Poco a poco la victima baja sus defensas se encuentra confiada y alejada de otros miembros de la familia que podran protegerla. Me deca que nadie me quiere como l. Que siempre estara a mi lado, que mis hermanos no me queran porque yo soy especial. La ambigedad de la situacin inicial busca confundir a la nia el padre no seduce a la hija sino que la confunde y la hace perder el sentido crtico, de suerte que a sta le resulta imposible cualquier rebelin. lxxv
El uso de premios y castigos, tambin intervienen, el hombre de al lado me regalaba caramelitos, las amenazas verbales y el miedo, amenazas que describen un panorama para la nia si habla nadie te va a querer, te encerraran y tu familia se enojara, te vas a quedar sola y lo mas terrible que muchas de esas cosas suceden cuando el nio/a habla. La actividad sexual entre un adulto y un nio/a siempre seala una explotacin de poder y la dependencia es un elemento definitorio y necesario de la infancia, y los nios tienen derecho a vivirla con confianza. La trasgresin de este derecho especial constituye siempre un abuso. lxxvi
El tema del abuso sexual infantil forma parte del maltrato a la infancia guardando estrecha relacin con la violencia intrafamiliar. Es tradicin tanto en sectores profesionales como no profesionales responsabilizar a la madre por el abuso sexual de que son vctimas sus hijos e hijas. Se las acusa de no haber hecho algo para detener el abuso, de descuido, de ser abusadoras pasivas, de no ser buenas esposas al no cumplir con los requerimientos sexuales de sus parejas (en caso de incesto) favoreciendo de esta manera la conducta incestuosa de ste. Prejuicios estos que enturbian la comprensin de la temtica. Estudios realizados indican "que los adultos (especialmente las mujeres de quienes se obtuvo la mayor parte de la informacin) que fueron sexualmente abusadas de nias, tienen daada su autoestima, incluida la autoestima sexual lxxvii . Otros estudios han revelado altas tasas de abuso sexual en la infancia, en las historias de vctimas adultas de violaciones y de mujeres abusadas por sus maridos. Hasta cierto punto, esto ltimo constituye un vnculo directo por el cual las personas que han sido abusadas sexualmente prosiguen ellas mismas abusando de sus hijos / as, lo que ocurre primariamente con vctimas varones, que a menudo parecen repetir los desoladores patrones parentales a los que fueron expuestos, los que incluyen una imagen de los nios como sexualmente explotables. Este tambin es un poderoso vnculo indirecto mediante el cul las nias que fueron sexualmente abusadas crecen para tener hijas que son sexualmente abusadas por otras personas. lxxviii
7. c. Revelacin. Implica una fuerte crisis familiar, es como si una bomba atmica hubiera cado en el seno familiar y los impactos producen, desconcierto, confusin, negacin y en medio de ese caos est la nia o el nio con temor y angustia. Reinaldo Perrone describe lxxix : El temor a las sanciones judiciales, las condenas, las separaciones, los reproches y la vergenza comprometen el sistema de defensa comn, de modo que cada uno lo sustituye por un sistema de defensa individual, con el que trata de protegerse lo mejor posible de las consecuencias de la revelacin. Vemos entonces madres que no pueden creer a sus hijos, padres que niegan toda responsabilidad e hijos que se acusan de todo o desdicen sbitamente. Es all cuando la familia que tiene altamente comprometida su capacidad de cumplir las funciones de cuidado, proteccin apoyo, pueda contar con una red interinstitucional que los gue y apoye brindando contencin e informacin adecuada, que esa red funcione de manera respetuosa y articulada. Roland Summit lxxx describi en 1983 las conductas habituales en los nios abusados: Secreto, el nio/a, por temor, por culpa y confusin no habla; desproteccin, no han funcionado por alguna razn las barreras protectoras del nio. Algunos sensibles, solitarios o tmidos son especialmente elegidos por los abusadores; atropamiento yacomodacin: cuando el abuso se instala y se repite, sin que el nio/a pueda evitarlo o protegerse queda atrapado y genera mecanismos adptativos para sobrevivir, as por ejemplo una nia que por la maana va a la escuela y por las noches recibe tocamientos y caricias genitales por parte del padrastro que la va a tapar; slo separando, disociando, alejndose squicamente de la experiencia durante el ao, logra mantener el secreto y sobrevivir; revelacin, por lo general en medio de un conflicto familiar, a menudo en la adolescencia; esto es utilizado para descalificar a las nias ya que suena a excusas para desobediencias o venganzas por castigos; retractacin; ya que el momento critico pos-revelacin que implica el quiebre familiar la crisis familiar donde circulan reproches y culpabilizaciones. El desamparo, la soledad y las presiones muchas veces lleva a la nia a negar lo afirmado. Esta retractacin es aceptada con ms comodidad por parte de los adultos y rpidamente reconocida en contraste con el relato de la denuncia. 7. d. Trastornos Disociativos. Es el mecanismo defensivo por excelencia que permite sobrevivir a situaciones altamente traumticas, el abuso sexual es uno de los hechos que activan esa reaccin. Este mecanismo es descrito como un complejo proceso psicofisiologico que produce una alteracin en el estado de conciencia. Durante el proceso los pensamientos, los sentimientos y las experiencias no son integradas a la conciencia ni a la memoria del individuo de la manera en que normalmente sucede. lxxxi Irene Intebi agrega: la ventaja que este mecanismo representa para la economa psquica es que permite convivir y sobre todo sobrevivir a situaciones altamente traumticas, conservando una adaptacin aparentemente normal al entorno Reiterando, la Disociacin es uno de los mejores mecanismos defensivos frente a sucesos que desbordan la capacidad de elaboracin del aparato psquico, sea de un acercamiento abusivo o un desastre natural. Es una de las formas de garantizar la supervivencia. No obstante la cronicidad en su uso plantea una seria limitacin al desarrollo de la personalidad, un empobrecimiento y rigidizacin frente a las exigencias del ambiente. Ejemplo: la nia puede aparecer como sobre adaptada, excelente alumna, correcta, cumplidora, pero inexpresiva y distante, casi como una autmata. 8. El Escepticismo Frente Al Relato Infantil. Las muy difundidas concepciones acerca de existencia de fantasas sexuales infantiles, fabulacin y mentiras, sistemticamente invalidaron las declaraciones de los nios. Hoy en la actualidad, afortunadamente se han generado estudios que revalorizaron las competencias y habilidades cognitivas de las mismas teniendo en cuenta el desarrollo evolutivo. Es excepcional que las mentiras infantiles incluyan referencias sexuales y menos que aun aporten detalles concretos que remitan a la sexualidad adulta. lxxxii
8. a. La Evaluacin Del Relato Del Nio Exige Que El Entrevistador Posea: 1.- Habilidades empticas para el trabajo con el nio que generen un clima de confianza y aceptacin. 2.-Capacidad de evaluar el nivel evolutivo del nio/a, especialmente sus habilidades cognitivas. 3.-Conocimientos sobre el abuso sexual infantil y su dinmica. 4.-Saber interrogar sin inducir. 5.-Conocer los mtodos de indicadores; evaluadores de la credibilidad y validez de los testimonios. 6.- Evaluar los sntomas de la victima. La evaluacin del relato del nio debe ser competencia de profesionales especializados en el tema; pero todo adulto que es depositario de un relato abusivo por parte del nio debe creerle y apoyarlo, no culpabilizarlo y garantizarle seguridad. Le cont a mi seo y ella me ayudo a decirle a mi mama, no me animaba, tenia miedo 8. b. Por Qu El Abordaje Del ASI Resulta Tan Complejo? Hay una serie de factores que se suelen mencionar en estos casos: 1.- Razones derivadas de la propia naturaleza del ASI, ya que se trata de un fenmeno complejo, de un problema multidisciplinar que debe ser abordado desde diferentes perspectivas y por diferentes profesionales. 2.- Motivos que estn ligados al descubrimiento del ASI, la revelacin no solo causa una crisis en la familia sino tambin en los profesionales involucrados. 3.- Causas asociadas a las potenciales consecuencias dainas de un abordaje no apropiado sobre el nio y la familia. Torres Gmez lxxxiii agrega algunos elementos clave para comprender las dificultades que se presentan cotidianamente. En el mbito Legal, el ASI es definido a partir de declaraciones normativas explicitas o implcitas dentro del contexto de sistemas culturales, sociales y legales. Estos describen las normas y limites de las conductas de los adultos hacia los nios. En cambio, las definiciones de salud mental del ASI hacen referencia a los aspectos psicolgicos y a los factores evolutivos en el desarrollo psicosexual del nio y a los efectos que tales conductas le produciran. Una diferencia bsica entre ambas definiciones es que lo normativo forma parte del dominio social, cultural y poltico, mientras que la de salud mental pertenecen al mbito cientfico. Las primeras pueden ser definidas incondicionalmente de acuerdo con opiniones y creencias, siendo modificables a travs de los cambios culturales y polticos que son representados en la ley. En cambio, las definiciones desde la perspectiva de la salud fsica y mental requieren pruebas a travs de la evaluacin fsica y de salud mental, medible y apoyada en datos. Estas diferencias explican en parte los desajustes entre los sectores involucrados en los casos de Abuso Sexual Infantil, entre el diagnostico del impacto sobre la salud mental del nio, llevado a cabo por los profesionales de la salud, encargados de investigar el caso a fin de determinar su validacin o no, y las acciones que los representantes de la justicia deben decidir llevar a cabo frente al diagnostico, en las que se filtran muchas veces los aspectos normativos derivados de las concepciones culturales, sociales y poltica. Este parece ser un buen punto de partida para analizar estas cuestiones, aunque no se debe dejarse llevar por la simplicidad del planteo; el abordaje del ASI y la toma de decisiones son realmente muy complejos, y los profesionales de la salud no estn exentos de conceptos y valores derivados del contexto y del momento histrico. Segn Furniss, desde una perspectiva de salud mental observamos diferentes niveles de impacto en los nios frente al ASI: pueden presentar mayor o menor presencia de alteraciones psicolgicas, confusin, estrs postraumtico, etc. Sin embargo dice este autor, a pesar del menor impacto observado en el nio y la presencia de secuelas leves, en el caso de que fueran diagnosticadas como tales, el ASI en temimos normativos es abuso y no debera ocurrir, requirindose que se intervenga para evitarlo. As necesitamos ser cautelosos, no confundiendo estos dos elementos diferentes, y juzgar la severidad de la violacin de las normas legales a travs del dao fsico o psicolgico causado. lxxxiv
La confusin entre las diferentes facetas del problema lleva a intervenciones inadecuadas, contrarias al beneficio del nio. En el contexto Legal, el nio puede ser separado de sus padres debido a que se ha violado una ley y el nio tiene el derecho legal a ser protegido de un abuso posterior. Sin embargo, esta proteccin legal puede ser inadecuada, causando un impacto negativo en el nio cuando el abuso no ha producido dao psicolgico y evolutivo significativo, que si precipitara la separacin y la ruptura familiar. Los terapeutas, apoyndose en este ltimo argumento, tratan muchas veces de resolver el problema bajo formas tradicionales de terapia familiar e individual, convirtiendo al tratamiento en antiterapeutico ya que deja al nio desprotegido. Por otra parte, una intervencin apresurada y descoordinado puede llevar a una investigacin que no aporte pruebas concluyentes sobre la ocurrencia del ASI. Fracasada la intervencin y/o establecida la absolucin del abusador en juicio, ello va a ser interpretado por este como un permiso explicito o implcito para continuar con el abuso con mayor ocultamiento y presin sobre el nio lxxxv . La crisis producida por el develamiento del ASI implica no solo a la familia, sino tambin a los profesionales. La familia puede acudir o ser derivada como consecuencia del abuso o, por el contrario, concurrir por otros motivos a una consulta y ser los profesionales los que ayuden al develamiento. Para que los profesionales puedan utilizar el potencial teraputico que tiene la crisis de la familia tras la revelacin del abuso, es necesario tener claras las diferencias entre crisis familiar y crisis profesional. Los profesionales deben abordar su propia crisis en primer trmino para poder saber como actuar con la familia adecuadamente, en lugar de que la ansiedad y la confusin que provoca el abuso los lleve a tapar o a tratar de minimizar el hecho. Desde otro marco terico-abordaje sistmico-, Perrone y Nannini lxxxvi plantean que el develamiento del abuso hace caer la concepcin sagrada de la familia, aparece el temor a la justicia, a las condenas, a las separaciones, los reproches y la vergenza, llevando a sus miembros a desarrollar sistemas de defensa individuales, madres que no creer a sus hijos, padres que niegan toda responsabilidad e hijos que se acusan de todo o se desdicen de un momento para otro. Sin embargo, los autores sealan que la terapia no puede tener lugar en un contexto al margen de la ley. La denuncia a la instancia judicial es un requisito preliminar aunque no suficiente, ya que se debe estar seguro de que la victima se halla protegida en la realidad, de que los abusos sexuales hayan cesado efectivamente y de que la victima este ha cubierto de toda presin por parte del abusador y de la familia. En el caso de que la intervencin implique la prescripcin teraputica por parte de la justicia o responda a un pedido de la familia, deben aclararse una y otra vez las diferencias entre el terapeuta y el sistema judicial a fin de asegurar la confiabilidad de las informaciones vertidas en el espacio teraputico y de que el mismo pueda funcionar como tal. lxxxvii
En la dcada del 80, existi la necesidad de actuar sobre las severas consecuencias del ASI en nios y adolescentes, as como la observacin del impacto que a todo nivel producen las develaciones, hicieron que predominara la concepcin de que ante una denuncia de abuso sexual era necesario creer al nio; por lo tanto, el ofensor trataba de descalificar su relato diciendo que estaba mintiendo, fantaseando o estaba trastornado. Lentamente, razones de diferente ndole llevaron a los profesionales a centrar su atencin en las posibilidades de falsas denuncias, dada su preocupacin por los daos que podran causarse al nio y a la familia al tomarse decisiones conforme a las mismas. De los distintos factores que pueden intervenir en los falsos alegatos o denuncias maliciosas se sealan tres: el enojo o conflicto de un nio con su padre/madre; los trastornos psiquitricos del adulto progenitor que realiza la denuncia y, por ltimo, cuando las acusaciones se producen en el marco de un divorcio conflictivo con problemas con la tenencia y las visitas. Este ltimo caso se mostr como el de ms difcil resolucin, ya que en el marco de una separacin conflictiva es donde se producen mayormente los casos de ASI a nios pequeos, generalmente por parte del padre, o muy frecuentemente la separacin se produce por el develamiento del abuso. lxxxviii
Respecto a las Denuncias: se realizaron diferentes investigaciones, que han sealado que se producen alrededor de un 7 a un 10% de denuncias falsas y, dentro de ellas, entre el 36 y el 50% corresponden a problemas en la separacin de la pareja lxxxix . Como podemos observar, los especialistas en ASI cuentan con una serie de estrategias para la investigacin del caso. Sin embargo, es necesario insistir en que la opinin experta y profesional debera basarse no solo en la investigacin emprica sino en la explicitacin de los criterios que han llevado al evaluador a determinadas conclusiones, siendo de suma importancia el relato del abuso por parte del nio. Los especialistas, se centran en las declaraciones realizadas sobre el abuso sexual en si mismo. Se basan en el supuesto de que las afirmaciones realizadas por un nio sobre sucesos que realmente ha experimentado difieren de manera cuantificable de las afirmaciones falsas o producto de la fantasa, de forma tal que un anlisis de la declaracin puede discriminar entre declaraciones verdaderas y falsas. El empleo del SVA (Statement Validity Anlysis o Anlisis de la Validez de los Resultados) que incluye el CBCA (Anlisis basado en los Criterios de Contenido) es adecuado cuando las declaraciones de los sucesos tienen una cierta longitud, lo que plantea el problema de si se puede utilizar con los nios pequeos y hasta que edad exactamente xc . 9. Consideraciones Finales. La violencia contra el menor, se caracteriza por su invisibilidad. Ante el horror de lo que escapa a todo control, ante la irrupcin de lo que apenas comprendemos y no podemos reparar, los humanos parloteamos anlisis y dicterios como los nios silban en la oscuridad para espantar su miedo xci . Fernando Savater escribi las lneas que anteceden, para comentar los efectos que haba provocado entre nosotros (los que no habamos sido directamente afectados) la destruccin de las Torres Gemelas de Nueva York xcii . Cuando las le, pens cun aplicables eran ante la irrupcin de otras catstrofes (menos visibles y, en apariencia, de mucha menor escala), que tambin escapan a todo control, nos resultan difciles de comprender y creemos que no se pueden reparar: los abusos sexuales infantiles. En un trabajo que consult con motivo de mi trabajo final xciii , le acerca de algunos anlisis y dicterios que ciertos humanos suelen parlotear para espantar su miedo ante los abusos sexuales en la infancia: entre otros, que se trata de hechos excepcionales y aislados; que son perpetrados por personajes muy distintos del comn de la gente y fcilmente identificables; que, por lo general, no dejan secuelas en las victima; con frecuencia, las madres son cmplices o responsables. Estos preconceptos funcionan no slo como defensas ante una realidad difcil de aceptar. Se transforman en anteojeras que impiden apreciar las peculiaridades y la complejidad implcitas en la dinmica intra y extrafamiliar de los abusos contra los nios y las nias. En este tiempo transcurrido entre el inicio del trabajo mencionado y el da de hoy han surgido nuevos anlisis y dicterios (para seguir espantando el miedo, en el mejor de los casos, o para defender intereses y posturas ideolgicas, en el peor) de los que ha llegado el momento de ocuparnos. Desde mi humilde aporte por medio de esta tesis como estudiante de Derecho y aspirante al ttulo de grado de Abogado he tratado de ocuparme, indagando al respecto en pos de la demostracin de los objetivos superadores expuestos en el diseo. Esta vez los anlisis y dicterios encierran un grave peligro para los nios y nias. La realidad los coloca en una situacin de importante desproteccin y como sociedad, nos exponen a la posibilidad de retroceder en los logros conseguidos en los ltimos aos en nuestro pas en materia de derechos de los nios. Adems de las formas de maltrato infantil ya mencionadas, podemos incluir aquellas que daan al hijo en los casos de separacin o divorcio; cuando los padres pelean por la persona del nio, sin atender a sus necesidades y sentimientos, cuando lo retienen, obstaculizan la adecuada comunicacin con el hijo o lo trasladan ilegalmente dejando al nio hurfano de padre o madre. En este captulo partimos de la idea de que la agresin es ocasionada por distintas causas que se interrelacionan. Esta hiptesis intenta un enfoque articulado de los aspectos individuales, familiares y sociales del problema, excluyendo la posibilidad de la accin de una nica instancia o de una sumatoria o agregado de niveles. De tal modo, hemos definido nuestro encuadre desde una perspectiva interdisciplinaria que plantea la necesidad de contemplar la interaccin de las diferentes instancias comprometidas en el fenmeno violento, y ste tiene su expresin en los diferentes niveles de la vida social: poltica, econmica, familiar y cotidiana. Hemos descrito a lo largo de este captulo, las diversas formas de abordar dicha problemtica y que en algunas de ellas, han empezado a gestarse respuestas, redes, equipos, ideas para el trabajo, cada una con sus particularidades, con sus tiempos. y ello nos reafirma que: El ser humano sabe hacer de los obstculos nuevos caminos, porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer como magistralmente dice Ernesto Sbato xciv . En el siguiente captulo veremos la prevencin del maltrato infantil, la responsabilidad del estado, la cooperacin de la comunidad, intervencin de la justicia, la denuncia, quienes pueden formularlas y a quienes se le esta prohibido realizarla, tambin veremos el secreto profesional, sus lmites y consecuencias.
Captulo III
Prevencin Del Maltrato Infantil.
SUMARIO: 1. Introduccin. 2. La prevencin del maltrato infantil. 2. a. El derecho de correccin de los padres y sus lmites. 2. b Situacin del pediatra en la prevencin del maltrato infantil. 2. c. La prevencin del maltrato infantil se establece en tres niveles. 2. d. El modelo democrtico en el funcionamiento de la familia. 3. La responsabilidad del Estado y la cooperacin de la comunidad. 4. Intervencin de la justicia. 4. a. La denuncia o presentacin. 4. b. Hecha por los profesionales de la salud, los menores, los servicios pblicos o privados. 4. c. Personas habilitadas para hacer la denuncia de maltrato fsico y abuso sexual. 4. d. Quienes estn obligados a hacer la denuncia. 4. e. El secreto profesional. 4. f. Prohibiciones. 4. g. Prohibicin de denunciar. 4. h. Efectos de la denuncia. 5. Consideraciones Finales.
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1. Introduccin. En el presente captulo trataremos la prevencin del maltrato infantil, herramienta til, sta para disminuir los casos de maltrato infantil. Asimismo se analizar la situacin del pediatra en la prevencin del maltrato infantil, que como bien sabemos, estos profesionales de la salud son los que estn en mayor contacto con los nios, son los llamados a realizar la prevencin del maltrato infantil, adems de establecer diagnsticos y junto con un equipo multidisciplinario colaboran en su tratamiento. El tema que nos ocupa, Prevencin Del Maltrato Infantil, es importante ya que por medio de ella podemos evitar situaciones de malos tratos o bien permitir su interrupcin. En la elaboracin del presente captulo, hemos recurrido a obras de diferentes autores que dan distintas pautas de tratar dicha temtica, entre ellos podemos mencionar, al trabajo realizado por Lamberti Silvio; Grosman- Mesterman y Sara Noem Cadoche xcv . Tambin abordamos el tema de la responsabilidad que le cabe al Estado. A modo de ejemplo en la presente introduccin mencionaremos la aplicacin de polticas econmicas que deja a muchas familias sin posibilidad de alimentar y educar a sus hijos. La primera violencia y la ms poderosa, proviene del propio Estado, cuando abandona a los nios, les niega el derecho a la vida o al desarrollo. Seguidamente, terminaremos nuestro trabajo con la llamada intervencin de la justicia, que comienza con la denuncia, tema este complejo y relevante en la tesina a desarrollar, ya que veremos su forma de manifestacin y efectos de la misma, quienes estn obligados a efectuar dicha denuncia por maltrato fsico y abuso sexual, como as tambin quienes tienen prohibicin de realizarla y como es entendido por la normativa vigente el secreto profesional. 2- La Prevencin Del Maltrato Infantil. La comunicacin es prevencin porque posibilita encontrar un espacio, ser protagonistas, aprender a respetar al otro, a formar espritu crtico, aceptar el error como incentivo para la bsqueda de otras alternativas y ayuda a superar las dificultades porque la carga se reparte. Una idea central a partir de la cual debe afrontarse el fenmeno del maltrato infantil es la prevencin que, en un sentido amplio, es conceptualizada como el conjunto de acciones que evitan la aparicin del fenmeno o permiten su interrupcin xcvi . Comienza con la vida del nio en una familia democrtica, forma esencial que obstruye el paso de la coaccin, porque las relaciones de sometimiento y subordinacin constituyen una fuente substancial de situaciones abusivas. La igualdad entre el hombre y la mujer en la pareja conyugal, la participacin y cooperacin de ambos en las funciones familiares, la tolerancia y el respeto hacia el otro, la solucin de los conflictos mediante el dialogo y la negociacin, son las condiciones que alejan los comportamientos violentos. Este modelo ajeno a la imposicin se disea en los tratados de Derechos Humanos, en particular en la Convencin sobre la Eliminacin de todas las formas de Discriminacin contra la Mujer y en la Convencin sobre los Derechos Del Nio xcvii . Si en la relacin entre padres e hijos los nios y adolescentes son respetados como personas, aceptados como seres diferentes con sus propias caractersticas, deseos e inclinaciones, si son escuchados y su voz es tenida en cuenta, tal como impone en el articulo 12 la Convencin sobre los Derechos Del Nio, sin dejar por ello de ejercer los padres la funcin normativa, no se crear un campo propicio para la coercin. En suma, considerar al nio como un ser humano que interacta con el adulto y coopera en su formacin, estimula su responsabilidad familiar y social. Si se permite el crecimiento del nio o adolescente, es decir no quitarle el aire necesario para que pueda realizar su aprendizaje de autonoma; ensearle a caminar sobre sus propios pies, seguramente la violencia no se inhalara en la familia. Este funcionamiento democrtico en la familia, que constituye la descripcin sumaria de preceptos de rango constitucional, aleja la creencia de que los nios por ser dependientes y vulnerables tienen derechos inferiores a las otras personas. La Provincia de Santa Fe cuenta con la Ley Provincial N 10.947 xcviii sobre Educacin Sexual. Su implementacin efectiva en el mbito de la provincia favorecera la prevencin y deteccin del abuso infantil. La educacin sexual en los nios y nias genera mecanismos de defensa, ya que los nios aprenden el sentido de sus propias capacidades, adquieren sentido de pertenencia de su cuerpo y ellos decidirn y estarn seguros cuando quieren decir No. Dado el gran campo de accin que abarca esta problemtica ser muy importante el diseo de una poltica social sobre salud sexual que contemple la atencin gratuita por parte de especialistas con experiencia en el tema que pueda atender las nuevas demandas. Como as tambin el poder contemplar con nfasis todo lo inherente a una accin constante y permanente en cuanto a lo relacionado con la difusin y deteccin temprana de todo tipo de situacin abusiva en nuestros nios y nias. La Municipalidad de rosario, ha sancionado el 30 de noviembre del ao 2000, la ordenanza N 7.125 xcix mediante el cual se crea el "Programa Integral para la Prevencin y Deteccin Temprana del Abuso Sexual y Maltrato Infantil", la implementacin de dicho programa, quedar a cargo de los organismos correspondiente al Departamento Ejecutivo de la Municipalidad de Rosario. Dicho programa est dirigido a los agentes de salud, mdicos, psiclogos y dems profesionales que presten servicios en los distintos Centro de Salud y Programas Crecer del municipio, al personal docente y no docente de los distintos establecimientos educativos de la ciudad, previa firma de convenios entre el Ministerio de Educacin de la Provincia de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario, a todo vecino/ a, lder barrial, etc., que se sienta especialmente interesado en esta problemtica. El objetivo bsico de este programa ser propender a una difusin eficaz de esta problemtica a travs de: a- Campaa masiva en distintos medios de comunicacin. b- Charlas de actualizacin temtica para todos los profesionales que presten servicios en los distintos Centro de Salud y Programas Crecer del municipio como as tambin al personal docente y no docente de los distintos establecimientos educativos de la ciudad. c- Talleres de reflexin destinado al personal docente y no docente de los distintos establecimientos educativos de la ciudad. d- Cursos de Capacitacin para Operadores Comunitarios en la prevencin y deteccin temprana del abuso sexual infantil, dirigidos a todas las personas mencionadas anteriormente. 2. a. El Derecho De Correccin De Los Padres Y Sus Lmites. Un aspecto trascendente que forma parte de la prevencin del maltrato infantil se refiere al derecho de correccin de los padres u otros responsables en la educacin de los nios. La ley otorga a los progenitores la responsabilidad primordial en la crianza y formacin de sus hijos c . Otorgndoles la patria potestad, que es el conjunto de deberes y derechos que corresponden a los padres, para su proteccin y formacin integral. Ya no se trata del ejercicio de un poder, sino del cumplimiento de una funcin en cabeza de ambos progenitores destinada al cuidado y educacin del nio o adolescente. En esta tarea, los padres son libres de elegir los caminos que les dicten sus convicciones, valores y pautas culturales. El Estado no puede interferir en la voluntad materna o paterna y toda intromisin en esta materia ha sido considerada por la doctrina jurdica como un dirigismo inaceptable. Asimismo, si el Estado no puede interferir en las decisiones sobre las formas concretas que cada familia elija para cumplir su funcin de cuidado del hijo o sea, cmo han de educarlo, vestirlo, alimentarlo o cuidar su salud, necesariamente deber actuar si las acciones de los padres vulneran alguno de los derechos del nio o adolescentes. La Convencin sobre los Derechos del Nio declara que los padres o guardadores deben, en sus acciones, atender al inters superior del nio. Esto quiere decir que pueden hacer todo lo que beneficie al nio o adolescente, pero nada que atente contra su vida, integridad, salud, educacin, seguridad o dignidad. Nuestra ley, al igual que en la mayor parte de las legislaciones, otorga a los padres la facultad de corregir a sus hijos. El Cdigo Civil, en su art. 278, nos dice que Los padres tienen la facultad de corregir o hacer corregir la conducta de sus hijos menores. El poder de correccin debe ejercerse moderadamente, debiendo quedar excluidos los malos tratos, castigos o actos que lesionen o menoscaben fsica o psquicamente a los menores. Los jueces debern resguardar a los menores de las correcciones excesivas de los padres, disponiendo su cesacin y las sanciones pertinentes si correspondieren ci . Sin embargo, pese al texto legal, an opera la idea de que muchas veces es indispensable y conviene al nio ejercer cierta coercin sobre su persona con finalidades educativas. La ley nos habla de la posibilidad de una correccin moderada, que es interpretada como el permiso para un castigo corporal mesurado, es decir, sin exceso, cuando, en verdad, corregir no es golpear ni encaminar al nio mediante la coaccin fsica. 2. b. Situacin Del Pediatra En La Prevencin Del Maltrato Infantil. Los pediatras al ser los profesionales de salud que estn en mayor contacto con los nios, son los llamados a realizar la prevencin del maltrato infantil, adems de establecer diagnsticos y junto con un equipo multidisciplinario colaboran en su tratamiento. Los pediatras se encuentran en una posicin favorable para detectar nios en una situacin de riesgo (sobre todo en menores de 5 aos, la poblacin mas vulnerable), a partir de esta edad los maestros comienzan a tener un papel principal en la prevencin y diagnstico. 2. c. La Prevencin Del Maltrato Infantil Se Establece En Tres Niveles: 1.- Prevencin Primaria. Dirigida a la poblacin general con el objetivo de evitar la presencia de factores de riesgo y potenciar factores protectores del maltrato infantil. Se incluyen: 1.- Sensibilizacin y formacin de profesionales de atencin al menor. 2.-Intervenir en la psicoprofilaxis obstetricia (preparacin al parto). 3.- Intervenir en las escuelas para padres, promoviendo valores de estima hacia la infancia, la mujer y la paternidad. 4.- Prevenir el embarazo no deseado, principalmente en mujeres jvenes, mediante la educacin sexual en centros escolares y asistenciales. 5.- Bsqueda sistemtica de factores de riesgo en las consultas de nio sano. As como evaluar la calidad del vnculo afectivo padres-hijos, los cuidados del nio, actitud de los padres en la aplicacin del binomio autoridad-afecto. 6.- Intervenir en las consultas y exponer los derechos de los nios y la inconveniencia de los castigos fsicos. Ofrecer la alternativa de la aplicacin del castigo conductal. 7.- Identificar los valores y fortalezas de los padres, reforzando su autoestima.
2.- Prevencin Secundaria. Dirigida a la poblacin de riesgo con el objetivo de realizar un diagnstico temprano y un tratamiento inmediato. Atenuar los factores de riesgo presentes y potenciar los factores protectores. Se incluyen: 1. Reconocer situaciones de maltrato infantil, estableciendo estrategias de tratamiento. 2. Reconocer situaciones de violencia domestica o de abuso a la mujer y buscar soluciones. 3. Reconocer las conductas paternas de maltrato fsico o emocional, considerando la remisin de la familia a una ayuda especializada en el manejo de la ira y la frustracin. 4. Remitir a centros de salud mental a padres con adiccin a alcohol y drogas. 3.- Prevencin Terciaria. Consiste en la rehabilitacin del maltrato infantil, tanto para los menores victimas como para los maltratadotes. Para ello se debe disponer de un equipo interdisciplinario (pediatras, psiquiatras, psiclogos, trabajadores sociales, orientadores familiares, terapeutas, abogados, jueces de menores, cuerpos policiales, etc.). Por otra parte es importante mencionar al Legislador Dr. Simn Hernndez cii , diputado nacional, que presento un proyecto que establece la inclusin de un programa de Prevencin Sobre Maltrato Infantil en la enseanza de escuelas primarias y secundarias, proyecto que fue aprobado por la Cmara de Diputados de la Nacin. Uno de los objetivos principales del programa es la capacitacin de los docentes sobre el maltrato infantil y los derechos del nio. El argumento del proyecto esta basado en que las cifras de maltrato crecen de forma alarmante, y esto teniendo en cuenta que son pocos los que denuncian en forma particular por miedo, temor y vergenza. Por su parte los menores deben saber y conocer que los adultos que quieran abusar de ellos de cualquier forma no tienen derecho a hacerlo y por lo tanto deben ser castigados por ello. Por su parte la ley otorga a los padres la responsabilidad primordial de la crianza y formacin de los hijos, pero no se trata del ejercicio de un Poder, sino del cumplimiento de una funcin en cabeza de ambos progenitores destinada al cuidado y educacin del nio. El amparo de los nios no puede justificar acciones abusivas, frente a los cuales el Estado debe intervenir como garante de los derechos del mismo. Tambin hemos considerado que la violencia ejercida a un menor genera doble responsabilidad, una para el autor del maltrato y la otra es para el estado, que debe adoptar todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para la proteccin del nio. Es adecuado ver a un hijo como una persona y no como objeto, tratndoles de imponer deberes y obligaciones continuamente, los padres deben tener en cuenta su particular personalidad, inclinaciones y preferencias que hacen de su persona una identidad propia, el respeto por las diferencias aleja las imposiciones nacidas de los propios deseos y expectativas de los progenitores, lo cual a veces hace que estos sean poco tolerantes porque arrastran ellos mismos de su infancia vergenzas, fracasos, desalientos y exclusiones. Finalmente, sabemos que es cierto e indudable que el maltrato del nio permanece generalmente en la penumbra por la creencia muy arraigada en nuestra sociedad, que nadie debe inmiscuirse en el espacio intimo de la familia, de esta manera muchas veces transcurren episodios aberrantes por largos aos que solo son interrumpidos cuando la propia victima o un tercero logran sacarlo a la luz. As el respeto por la privacidad que es legtimo se convierte en injusto, cuando implica pasividad y ocultamiento de situaciones de violencia. En consecuencia, a la violencia familiar hay que batallarla para lograr un mejor bienestar y calidad de vida de los menores, y el mejor mbito para desarrollar este programa es la escuela, dado que all acuden la mayora de los nios de nuestra sociedad. 2. d. El Modelo Democrtico En El Funcionamiento De La Familia. La prevencin bsica de la violencia en el mbito ntimo es asegurar un modelo de familia con un funcionamiento democrtico basado esencialmente en la igualdad de sus miembros, la participacin, el derecho a la autonoma y al desarrollo personal unidos a la idea de cooperacin y solidaridad familiar, as como en el respeto por la diversidad y la bsqueda de consenso en la composicin de los conflictos. El modelo democrtico de la familia significa, con relacin al maltrato infantil, considerar las necesidades de los nios que son propias de toda persona, y, a la vez, sus necesidades especficas de crecimiento y formacin. El lema del ao internacional de la familia ha sido, precisamente, erigir la democracia ms pequea en el corazn de la sociedad, pues slo un nio tratado con respeto y dignidad dentro de una estructura y experiencias democrticas en la familia puede llegar a ser un adulto participativo en una sociedad democrtica ciii . 3. La Responsabilidad Del Estado y La Cooperacin De La Comunidad. Los padres cumplen una funcin social trascendente, porque son los encargados de convertir a la criatura desvalida que nace en un ser humano, es decir constituyen la polea esencial que permite la supervivencia de la sociedad. Asimismo los padres, son muchas veces victimas de su propia historia y necesitan el apoyo de la sociedad. Es as, porque generalmente se ve la responsabilidad individual, y queda en la sombra la responsabilidad que cabe al Estado en la funcin de crianza y educacin del nio. Se deposita el peso de estos hechos en los padres y se ponen velos a la violencia estructural. Existe Responsabilidad del Estado cuando se aplican polticas econmicas que deja a muchas familias sin posibilidad de alimentar y educar a sus hijos. La primera violencia y la ms poderosa proviene del propio Estado, cuando abandona a los nios, les niega el derecho a la vida o al desarrollo. No se puede ignorar que la violencia aparece, muchas veces como una reaccin que se descarga en el mbito domestico, frente a la insuficiencia de recursos, desocupacin, transplantes culturales o aislamiento, circunstancias stas origen de tensiones que bajan el nivel de tolerancia hacia el nio. Tambin se encuentran otras formas de maltrato infantil, consecuencia de la violencia social, cuando los padres no pueden contener a sus hijos en el hogar, los nios viven en la calle o son objeto de explotacin econmica y sexual. De igual modo irrumpe la violencia si la persona sufre situaciones especialmente difciles, como el caso de la madre sola a cargo del hogar que carece de apoyo familiar y social. En este orden, a los efectos de atacar las races sociales del maltrato infantil es indispensable de una mayor participacin de la ciudadana para organizar formas comunitarias que coadyuven a asegurar esta responsabilidad. Existe Responsabilidad Estatal cuando no se presta a los padres la asistencia apropiada para que puedan hacerse cargo del cuidado del hijo (arts. 18 y 27 de la Convencin sobre los Derechos del Nio). Este compromiso del Estado se articula con el deber de proteccin de la familia enunciado en el artculo 14 bis. De la Constitucin Nacional y otros tratados de derechos humanos. Ya el octavo Congreso de las Naciones Unidad sobre Prevencin del Delito y Tratamiento del Delincuente en el ao 1990 seal la recomendacin de elaborar programas para dar a las familias oportunidades de aprender sus funciones y obligaciones con relacin al cuidado y desarrollo de sus hijos, propiciar la informacin y mejorar la capacidad educativa de los padres. Al respecto, cuantos son los casos de extrema violencia como resultado de las exigencias desmedidas de una madre o un padre por no conocer las posibilidades de los nios en las distintas etapas de su desarrollo. Hay Responsabilidad del Estado cuando no desarrolla programas destinados a crear una instancia crtica de las prcticas cotidianas relativas a la crianza y educacin de los nios, y al mismo tiempo a ofrecer nuevos modelos educativos para que los padres puedan explotarlos. Los padres muchas veces enfrentan una falsa opcin porque no vislumbran otras alternativas: Usar la fuerza o dejar al hijo hacer lo que quiere, que representa un abandono, o sea, otra forma de maltrato. El golpe es a menudo, fruto de la impotencia del progenitor que no sabe como actuar. Hay que recordar que la familia se mantiene como la primera responsable de la crianza de los nios y en ella se deposita el origen de todas las conductas positivas y negativas del nio o adolescente, circunstancia que incrementa las tensiones por los posibles fracasos. La Responsabilidad del Estado incluye el deber de adoptar medidas para atenuar los niveles de tensin y ansiedad originados en el conflicto entre el desempeo laboral y la funcin materna o paterna, como la creacin de guarderas para el cuidado temporario de los nios, comedores escolares, lugares de recreacin infantil y establecimientos que acojan a madres solas con dificultades sociales o afectivas. civ
En sta revisin ideolgica, es indispensable ofrecer espacios de reflexin sobre la articulacin entre la responsabilidad formativa de los padres, la orientacin y puesta de limites y los derechos de los nios; constituyendo la comunidad un eje primordial para cooperar en esta labor. cv
4. Intervencin De La Justicia. La intervencin de la justicia comienza sealndose el caso. Actualmente se utiliza la expresin sealamiento y/o presentacin en lugar de denuncia. Los datos registrados revelan que el nio difcilmente denuncia el hecho, ya que resulta difcil para el nio hablar del asunto. El otro progenitor, muchas veces, por una suerte de complicidad implcita, tambin oculta el maltrato. Con bastante frecuencia la madre silencia el abuso sexual de su hija o hijo cometido por su pareja, por su relacin de dependencia emocional o econmica. Se trata de un momento difcil para todo el grupo familiar porque la intervencin judicial romper el secreto, el pacto interno que funciona en esa familia, impuesto por quien ejerce el poder. Slo a partir de la revelacin es posible hacer efectiva la preservacin de los derechos del nio o adolescente y el acceso a la justicia. Para romper el muro de silencio que oculta el maltrato, el nio requiere un apoyo, un acompaamiento que puede venir de los parientes, la escuela, las organizaciones no gubernamentales u organismos de la comunidad. Hemos visto que este auxilio lo necesita no solo el nio o la nia victima sino tambin el otro progenitor, generalmente la madre, en los casos de abuso sexual, para que le permita cortar su dependencia y afirmar su responsabilidad materna. 4. a. La Denuncia o Presentacin. La denuncia es vista como un acto de colaboracin de los particulares con la administracin de justicia tendiente a la realizacin efectiva del derecho penal. 4. b. Hecha Por Los Profesionales De La Salud, Los Menores, Los Servicios Pblicos o Privados. La Ley Provincial de Santa Fe 11.529 cvi , al igual que todas las leyes de proteccin contra la violencia familiar sancionadas en nuestro pas, impone la obligacin de denuncia por parte de los servicios asistenciales, sociales, educativos, pblicos o privados, los profesionales de la salud y los funcionarios que en razn de sus funciones accedan al conocimiento del maltrato de nios o adolescentes cvii . Estas normas, que han tenido la intencin de dar una mayor proteccin a la infancia y afirmar la responsabilidad ciudadana, tienen limitada efectividad, tanto en Argentina como en otros pases, pese a que en muchos de ellos se establecen sanciones, incluso de carcter penal, si se incumple el mandato legal. Hay muchas razones que crean esta resistencia, as es el caso del psiclogo que atiende a la familia difcilmente quiera informar los hechos. Confa en poder controlar el conflicto y no desea ser considerado un traidor para la familia que trata. Otros piensan que la intervencin de la justicia puede terminar por ser negativa si decide separar al nio de su entorno con la idea de protegerlo. Igualmente, se teme futuras acciones judiciales del ofensor. Seria altamente valioso realizar una investigacin sobre las diversas causas que motivan esta actitud de los mediadores de la comunidad, informacin que permitira disear ciertas pautas que dieran mayor eficacia a la accin institucional. Indiscutiblemente, la posibilidad de hacer conocer los hechos a la justicia civil ha reducido esta renuncia social y esto seria aun ms frecuente si adems, se habilitaran servicios sociales o administrativos que pudieran recibir dicha informacin. Respecto al tema es preciso mencionar, el sistema que se aplica en Holanda, en donde se han creado los Consultorios de Mdicos de Confianza en Materia de Maltrato de Menores, a los cuales puede acudir toda persona para revelar un hecho o sospecha de maltrato infantil, sin necesidad de mencionar el nombre del informante. El consultorio, que funciona ininterrumpidamente las veinticuatro horas, posee los medios para investigar y verificar el hecho denunciado. Comprobada la situacin de abuso, se moviliza una ayuda con el consentimiento de la familia. Si la intervencin es rechazada y el caso es grave, interviene el Consejo de Proteccin que es un rgano del Ministerio de Justicia. Cuando esta instancia tambin fracasa, recin se acude al juez de Menores para que dicte las medidas de amparo cviii . Nuestras leyes de proteccin contra la violencia familiar no imponen, en general, sanciones para quienes incumplen la obligacin de informar. Hay que tener en cuenta que la ley 12.569 cix de la Provincia de Buenos Aires, en cambio, establece que el juez o tribunal debe citar de oficio a los que no han acatado dicho deber y puede fijarles una multa, como tambin remitir los antecedentes al fuero penal (art. 4). Entendemos que pese a la ausencia de un especfico esquema sancionatorio, la omisin podra ser considerada, si se trata de un funcionario pblico, como un caso de violacin de sus deberes. Igualmente, dara lugar a una accin de responsabilidad civil por daos y perjuicios, si como consecuencia de la inobservancia del mandato el nio ha sufrido un dao. Esto se ve frecuentemente en los Estados Unidos, en donde se promueven demandas de esta naturaleza, por mala prctica medica, contra los profesionales de la salud. Entendemos, que al mismo tiempo, para proteger los derechos de las personas denunciantes es preciso establecer clusulas de inmunidad con el objeto de evitar su responsabilidad civil o penal. Asimismo no ignoramos el peligro de imponer la denuncia, pues puede provocar un efecto no desdado, o sea, que los padres maltratantes no quieran requerir el auxilio ante el temor de que los profesionales intervinientes hagan saber los hechos a la polica o a la justicia. Hay que recordar que el Reglamento de la ley 24.417 (art. 4) cx , establece la obligacin de informar dentro de las setenta y dos horas de conocido el hecho violento. Sin embargo puede extenderse dicho plazo si el caso se encuentra bajo la atencin de los organismos administrativos o cuando, por motivos fundados, a criterio del denunciante, resulte conveniente su ampliacin. Naturalmente que la decisin del profesional implica asumir una responsabilidad en cuanto a la ausencia de un peligro para el nio, pues un diagnostico errado puede tener sus consecuencias civiles si sufre nuevos daos. Algunos autores critican la norma pues juzgan que no se puede dejar librado a la voluntad del profesional la determinacin sobre el momento en que informara al juez.
4. c. Personas Habilitadas Para Hacer La Denuncia De Maltrato Fsico y Abuso Sexual. Toda persona victima de maltrato fsico o abuso sexual, siempre que configure un delito, puede denunciar el hecho al juez, al agente fiscal o a la polica. Asimismo, puede denunciarlo toda persona que tuviere noticias de que el hecho se ha cometido, siempre que se tratare de un delito perseguible de oficio (art. 174, Cd. Procesal Penal) cxi . La denuncia es vista como un acto de colaboracin de los particulares con la administracin de justicia tendiente a la realizacin efectiva del derecho penal cxii . Versa al respecto el (art. 175, Cd. Procesal Penal) cxiii , que sta denuncia puede hacerse sin ningn rigor formal, personalmente o por un mandatario, por escrito o verbalmente. Como vemos, todo ciudadano, de acuerdo con el texto legal, tiene varias vas para hacer conocer dicha informacin. Puede transmitirla al juez, al fiscal o bien a la polica. Tambin cualquier persona tiene la facultad de comunicar tales hechos al asesor de Menores, quien debe informarlos a la justicia penal si se trata de un delito, sin perjuicio de otras acciones que puede adoptar para proteger al menor; o sea, tiene la competencia necesaria para entablar las acciones y recursos con el objeto de ampararlo. En los casos en que la iniciacin del proceso requiera la iniciativa de la victima o de sus representantes legales, es decir, en las acciones dependientes de instancia privada ( lesiones leves, violacin, rapto y abuso deshonesto), cuando la accin delictiva fue cometida por uno de los ascendientes, tutor o guardador, se proceder de oficio y , por consiguiente, la denuncia puede hacerla el progenitor que no ha atentado contra el hijo, un pariente, el guardador o cualquier persona que tome conocimiento del episodio. El propio Menor Adulto (mayor de 14 aos), tiene capacidad para denunciar el delito cxiv . Incluso cuando no hubiere alcanzado dicha edad, puede hacer conocer el hecho a la autoridad pblica. Si bien este acto no tiene el carcter de denuncia desde el punto de vista procesal, los rganos competentes deben iniciar la investigacin al haber tomado conocimiento del hecho cxv . 4. d. Quienes Estn Obligados a Hacer La Denuncia. El ciudadano comn, de acuerdo con la legislacin vigente, no esta obligado a denunciar los hechos de maltrato de los cuales hubiere tomado conocimiento. En cambio, la ley enumera algunas personas a quienes se les impone el deber de hacer conocer los episodios delictivos. Los funcionarios pblicos, en cambio, tendrn la obligacin de denunciar los delitos perseguibles de oficio, que los conozcan en el ejercicio de sus funciones., es decir, aquellos delitos que no requieran el impulso de la propia victima (art. 177, inc. 1, Cd. Procesal Penal) cxvi . En caso de no hacerlo, incurre en las responsabilidades establecidas en el Cdigo Penal por el delito de encubrimiento (art. 277) cxvii , que fija una pena que va de 6 meses a 3 aos de prisin. Queda exento de la obligacin impuesta el empleado o funcionario publico que hubiese obtenido la informacin fuera del ejercicio de sus funciones. En este supuesto se lo equipara al ciudadano comn. Se entiende por funcionario publico y empleado publico a todo aquel que participe accidental o permanentemente del ejercicio de funciones publicas, sea por eleccin popular o por nombramiento de autoridad competente. Por ejemplo, un mdico, un psiclogo, un asistente social o una enfermera de un hospital son empleados pblicos. Tambin lo son los maestros que trabajan en las escuelas pblicas. En suma, son empleados pblicos todos los que prestan servicios, sin distincin de jerarquas, en la Administracin Pblica, sea Nacional, Provincial o Municipal cxviii . La ley ha impuesto la obligacin de denuncia a los funcionarios o empleados pblicos porque forman parte del Estado interesado en restablecer el orden jurdico. Mdicos y dems personas que ejerzan cualquier rama en el arte de curar. Tienen el mismo deber de denuncia, sean mdicos, parteras, farmacuticos y dems personas que ejerzan cualquier rama del arte de curar, en cuanto a los delitos contra la vida y la integridad fsica que conozcan al prestar los auxilios de la profesin, salvo que los hechos conocidos estn bajo el amparo del secreto profesional ( art. 177, inc. 2) cxix . Por ejemplo, si el medico o la enfermera de un hospital atienden a un nio gravemente golpeado, estn obligados a denunciar el hecho. Respecto a cuando deben hacer la denuncia las personas a quienes se les impone dicho deber, la ley nada dice, pero entendemos que debe darse la informacin tan pronto como se tenga conocimiento del hecho y resulte posible ponerse en contacto con la autoridad competente. El carcter obligatorio de la denuncia en los casos de maltrato infantil se ve reforzado por el apart. 2 del art. 19 de la Convencin sobre los Derechos del Nio (art. 75, inc. 22, Constitucin Nacional) cxx
4. e. El Secreto Profesional. Quedan exceptuados de la obligacin de denuncia si hubieran tomado conocimiento del delito por revelaciones que les hubieran sido hechas bajo el secreto profesional (art. 177, inc. 2, Cd. Procesal Penal) cxxi . La ley establece sanciones para quien, teniendo noticia, por razn de su estado, oficio, empleo, profesin o arte, de un secreto cuya divulgacin pueda causar dao, lo revelare sin justa causa (art. 156, Cd. Penal) cxxii . As por ejemplo cuando el medico, psiclogo, asistente social o abogado, funcionario publico o no cxxiii , hace conocer un hecho delictivo cometido por su paciente o cliente revelado por ste durante la prestacin del servicio. Entendemos que los valores que aqu se protegen por medio del secreto profesional, es el derecho a la Intimidad, que es el bien jurdico protegido. Las personas obligadas a guardar la informacin desempean funciones en la vida social que llevan, generalmente, a quien utiliza sus servicios, a depositar en ellos toda su confianza. De esta manera, los profesionales se constituyen, con frecuencia, en receptores de secretos cuya divulgacin puede perjudicar a quien los ha hecho conocer. La prohibicin de revelar el secreto confiado busca que la persona que requiere la asistencia se sienta absolutamente libre cuando por razones de necesidad debe informar ciertos hechos. Ahora bien, hemos visto que, de acuerdo con las normas procesales vigentes, el medico y dems personas que profesan cualquier rama en el arte de curar tienen la obligacin de denunciar el acontecimiento en el cual hubiesen prestado los socorros de su profesin. Empero, al mismo tiempo, no estn obligados a hacerlo si hubieren tomado conocimiento del delito por revelaciones que les fueron hechas bajo el secreto profesional (art. 167, Cd. Procesal Penal) cxxiv . Aqu observamos una aparente contradiccin, y dicho tema ha sido objeto de variadas interpretaciones doctrinales, a la hora de resolver tal contradiccin. Pero hemos de ocuparnos aqu de la cuestin cuando se trata de maltrato fsico o abuso sexual cometido contra el nio o adolescente por uno de sus padres o sustitutos. Entendemos al respecto, que al profesional que denuncia hechos constitutivos de un delito contra el menor no se lo puede acusar de haber violado el secreto profesional, porque lo ha hecho en virtud de una justa causa, es decir, en el ejercicio de un deber. As por ejemplo, el medico, ha actuado en defensa de la persona del nio, frente a una agresin ilegitima, con la finalidad de evitar la repeticin del hecho daoso. La ley y la justicia, ante dos bienes jurdicamente protegidos (la integridad o vida del menor y el secreto que debe ser guardado) tendrn que pronunciarse por la tutela de la persona. La justa causa en esta situacin implica un verdadero estado de necesidad que legitima la revelacin para evitar un mal mayor cxxv . Es decir que aqu el mdico debe hablar cxxvi , o sea que la revelacin del hecho obedece a una razn valedera. Definir, pues, si existe o no justa causa depende del bien jurdico que se prioriza teniendo en cuenta la jerarqua de los valores plasmados en el orden jurdico. En la doctrina se ha sostenido que entre dos derechos, el derecho a la intimidad y el derecho a la vida, debe de prevalecer este ltimo cxxvii . En la hiptesis del maltrato a un nio no se dan los elementos configurativos del secreto ni se viola el derecho a la intimidad porque, como bien lo seala el art. 19 de la Constitucin Nacional, las acciones privadas estn exentas de la autoridad de los magistrados siempre que no perjudiquen a terceros. No es el supuesto que la ley ha deseado proteger, o sea, cuando el propio autor del delito requiere los servicios mdicos. En este caso, el derecho ha querido preservar la vida o integridad fsica de quien ha delinquido ponindolo a cubierto de una revelacin que puede llevarlo a la crcel. Seria el caso, por ejemplo, cuando la mujer sufre hemorragias a raz de un aborto autoprovocado, la ley quiere proteger su derecho a la vida y a la salud, o sea, evitar que deje de solicitar auxilio medico por temor a que el profesional denuncie el hecho a la autoridad pblica. Como se ha dicho en un fallo: enfrentarse a la disyuntiva d recurrir al hospital y soportar el riesgo de ser encarcelado, o bien, abandonarse a su suerte y soportar el riesgo de morir. La obligacin de denuncia por parte del mdico o de otros profesionales en el arte de curar se mantiene, frente a un grave atentado cometido contra un menor, porque el socorrido tiene exclusivamente el carcter de vctima. Criterio este sustentado en la doctrina y la jurisprudencia. No hay duda de que el facultativo tiene el deber de denunciar que atendi a quien fue victima del delito, es decir, informar acerca de la materialidad del hecho con todos los datos que conozca a raz de su intervencin profesional, Soler sostiene que no esta obligado a revelar el nombre del autor si lo ha conocido por confesin o por los dichos de la propia victima cxxviii . De esta manera, quedara eliminado el conflicto con que se enfrenta el profesional: al violar su obligacin de denuncia o traicionar la confianza y la fe en l depositada. En un caso, acaecido en los Estados Unidos, un hombre haba revelado a su terapeuta la intencin de matar a una mujer, y aunque no la nombro, el profesional comprendi que se trataba de Tatiana Tarasoff cxxix , novia del paciente. El psiquiatra ordeno la interaccin del enfermo en un instituto de salud del cual salio no bien, los mdicos forenses determinaron que no se hallaba alterada su facultad de discernimiento. Dos meses ms tarde el hombre mato a su novia. Este caso dio origen a la doctrina Tarasoff, la cual sostiene el deber de revelar el secreto profesional cuando mantenerlo pueda significar un peligro hacia un tercero identificable. 4. f. Prohibiciones. 4. g. Prohibicin De Denunciar. Art. 178 del Cd. Procesal Penal cxxx , versa al respecto, que nadie podr denunciar a su cnyuge, ascendiente, descendiente o hermano, a menos que el delito aparezca ejecutado en perjuicio del denunciante o de un pariente suyo de grado igual o mas prximo que el que lo liga con el denunciado. Sin embargo, esta norma, cuya finalidad ha sido afianzar y estimular los sentimientos de unidad, respeto y jerarqua que constituyen la base de la organizacin familiar, ha sufrido una aplicacin restringida. O sea, se ha considerado que en el caso de actos lesivos contra el nio cometidos en el seno de la familia, la unidad o respeto ya no existen, razn por la cual los parientes cercanos pueden efectuar la denuncia del hecho. La prohibicin establecida no opera cuando el delito fue ejecutado contra el propio denunciante. Por ejemplo, un hijo lesionado por su padre puede hacer la denuncia. Tambin la denuncia puede ser realizada por la madre, pues su vnculo con la victima es ms prximo que el que la une al propio denunciado, v. gr., el marido. 4. h. Efectos De La Denuncia. El denunciante no es parte en el juicio penal y no contrae ninguna obligacin ni responsabilidad que lo ligue al proceso iniciado, salvo cuando hubiese hecho una acusacin falsa, o sea, sabiendo que la persona imputada es inocente (art. 179 del Cdigo Procesal Penal de la Nacin) cxxxi . Debe quedar claro que se halla incurso en el delito de calumnia solo el denunciante de mala fe, pero no aquel que presume razonablemente que el hecho haya sido cometido, aun cuando no lo hubiese presenciado o aunque despus el abuso no se pruebe. Al recibir la denuncia, si el hecho es verosmil el juez tiene el deber de iniciar la investigacin, valindose de las pruebas que se le ofrezcan as como de las que adopte por su propia iniciativa. Es necesario tener presente que el denunciante no esta obligado a proporcionar evidencias del hecho, pero puede aportar las que conociere o tuviere en su poder. El Cdigo Procesal Penal de la Nacin, establece las atribuciones y obligaciones que tienen los jueces, el Ministerio Fiscal y los funcionarios de la polica o de las fuerzas de seguridad cuando reciben una denuncia (arts. 180 a 188) cxxxii . Si el magistrado, el fiscal o el funcionario policial no realizan las diligencias que les impone la ley pueden ser acusados de violar los deberes de los funcionarios pblicos e imponrseles las penas previstas en los arts. 248 (prisin de 1 mes a 2 aos e inhabilitacin especial por doble tiempo) y 249 del Cdigo Penal (reprimido con multa de $ 750 a $ 12.500 e inhabilitacin especial de un mes a un ao, cuando el funcionario publico retardare, omitiere, rehusare algn acto de su oficio ilegalmente). EL Cdigo Procesal Penal dispone sanciones para los funcionarios de la polica o de las fuerzas de seguridad que violen las disposiciones legales u omitan o retarden la ejecucin de un acto propio de sus funciones (art. 187) cxxxiii . 5. Consideraciones Finales. A modo de ir dando andamiaje a la presente tesis y como hemos adelantado en la introduccin de este captulo, queda en claro, que la prevencin del maltrato infantil se logra por medio de la comunicacin porque posibilita encontrar un espacio, ser protagonistas, aprender a respetar al otro, a formar espritu critico, aceptar el error como incentivo para la bsqueda de otras alternativas y ayuda a superar las dificultades porque la carga se reparte, dando lugar a la responsabilidad que le cabe al Estado, es as, porque generalmente lo que se ve es la responsabilidad individual, y queda en la sombra la responsabilidad que cabe al Estado en la funcin de crianza y educacin del nio. Se deposita el peso de estos hechos en los padres y se ponen velos a la violencia estructural. Como ya se ha mencionado en el presente capitulo, existe responsabilidad Estatal cuando no se presta a los padres la asistencia apropiada para que puedan hacerse cargo del cuidado del hijo (arts. 18 y 27 de la Convencin sobre los Derechos del Nio) cxxxiv . Con respecto a la denuncia, solo a partir de la revelacin es posible hacer efectiva la preservacin de los derechos del nio o adolescente y el acceso a la justicia. Para romper el muro de silencio que oculta el maltrato, el nio requiere un apoyo, un acompaamiento que puede venir de los parientes, la escuela, las organizaciones no gubernamentales u organismos de la comunidad hay que asegurar un modelo de familia con un funcionamiento democrtico basado esencialmente en la igualdad de sus miembros, la participacin, el derecho a la autonoma y al desarrollo personal unidos a la idea de cooperacin y solidaridad familiar, as como en el respeto por la diversidad y la bsqueda de consenso en la composicin de los conflictos, siendo necesario considerar las necesidades de los nios que son propias de toda persona, y, a la vez, sus necesidades especficas de crecimiento y formacin. El lema del ao internacional de la familia ha sido, precisamente, erigir la democracia ms pequea en el corazn de la sociedad, pues slo un nio tratado con respeto y dignidad dentro de una estructura y experiencias democrticas en la familia puede llegar a ser un adulto participativo en una sociedad democrtica. En el siguiente capitulo analizaremos la legislacin Argentina y desarrollaremos la normativa vigente y tratados internacionales que gobiernan dicha temtica.
Captulo IV
Anlisis De La Legislacin Argentina y Alcance Normativo Sobre Los Derechos De Las Nias, Nios y Adolescentes.
SUMARIO: 1. Introduccin. 2. Los derechos del nio en la familia. La convencin. La ley. 2. a. Convencin sobre los derechos del nio. 2. b. ley 26.061 de proteccin integral de los derechos de las nias, nios y adolescentes. 3. Participacin del nio/a o adolescente en el proceso 4. Normativa contra la violencia familiar. 4. a. Que Es La Violencia Familiar. 4. b. Legislacin nacional. Ley 24.417. 5. Legislacin de la provincia de Santa Fe. 5. a. Ley 11.529 y decreto reglamentario 1745/01. 5. b. Aspectos positivos en la ley. 5. c. A modo de crtica puede manifestarse. 5. d. mbito de aplicacin. Art.1. 5. e. Decreto reglamentario provincial 1745/2001. 5. f. Parientes. Ascendientes y descendientes. 5. g. Menores. 5. h. Parientes Colaterales. 6. Presentacin. Competencia. 6. a. Juez interviniente y juez competente. 6. b. Ley 11.117. 6. c. Asesoramiento letrado. 7. Trmite reservado. 7. a. Deber de denunciar. 7. b. Obligacin de denunciar y el secreto profesional. 7. c. Procedimiento. 7. d. Medidas autosatisfactivas. 7. e. Caractersticas de las medidas autosatisfactivas. 7. f. Asistencia especializada. 7. g. Sanciones. 8. Consideraciones finales.
1. Introduccin. En el presente captulo busco describir el marco normativo supra- nacional, sustentado en la Convencin Internacional Sobre Los Derechos Del Nio, la normativa Nacional contenida en la Ley 26.061 de Proteccin Integral De Los Derechos De Las Nias, Nios y Adolescentes, la Ley 24.417 en el orden Nacional, contra la Violencia Familiar y la normativa contenida en la Ley 11.529 De Violencia Familiar de la Provincia de Santa Fe. El tema que nos ocupa en el presente captulo, es importante ya que en dichas normativas observaremos enfticamente el respeto por los derechos del nio y consiguientemente el respeto de los derechos-deberes paternos, familiares o comunitarios, en donde los Estados Partes respetarn las responsabilidades, los derechos y los deberes de los progenitores o, en su caso, de los miembros de la familia ampliada o de la comunidad segn establezca la costumbre local, de los tutores u otras personas encargadas legalmente del nio de impartirle, en consonancia con la evolucin de sus facultades, direccin y orientacin apropiadas para que el nio ejerza los derechos reconocidos en las presentes Leyes y Convencin. En la elaboracin del presente captulo, hemos recurrido al marco normativo vigente nacional y supra-nacional, como as tambin a obras de diversos autores que buscan determinar los verdaderos alcances del trmino Inters Superior Nio, en el contexto de todos aquellos aspectos que referencian los derechos, necesidades, intereses y fundamentos de ser considerado un sujeto de derecho en las relaciones intersubjetivas que lo vinculan. 2. Los Derechos Del Nio En La Familia. La Convencin. La Ley. 2. a. Convencin Sobre Los Derechos Del Nio. La Convencin sobre los Derechos del Nio, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de Noviembre de 1989 cxxxv (en adelante CDN), ratificada por nuestro pas mediante ley 23.849 cxxxvi y con supremaca constitucional mediante la manda del art. 75 inc. 22 de la Carta Magna, crea-adems de la jerarqua legislativa en el orden interno-el compromiso internacional del pas de adoptar todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al nio contra toda forma de perjuicio o abuso fsico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotacin incluido el abuso sexual, mientras el nio se encuentre bajo la custodia de los progenitores, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo cxxxvii . Se especifica que las medidas de proteccin deben comprender procedimientos eficaces para el establecimiento de programas sociales de prevencin y tratamiento de los casos de malos tratos. Por otra parte, el art. 39 obliga a los Estados a adoptar las medidas apropiadas para promover la recuperacin fsica y psicolgica del nio, cuando ha sido vctima de cualquier forma de abandono, explotacin o abuso. La CDN, contiene y enuncia diez principios bsicos de derechos protectorios de los nios, a saber: Igualdad; crecer y desarrollarse fsica y espiritualmente; a un nombre y a una nacionalidad; crecer sanos; a cuidados y atencin especiales; al amor y a la comprensin; educacin gratuita, a jugar y a gozar de igualdad; ser los primeros en recibir ayuda; ser protegidos contra la crueldad, el abandono y la explotacin en el trabajo; educados en la paz, la comprensin y la fraternidad. La Convencin establece estos derechos en 54 artculos y dos Protocolos Facultativos. Define los derechos humanos bsicos que disfrutan los nios y nias en todas partes como ser, el derecho a la supervivencia; al desarrollo pleno; a la proteccin contra influencias peligrosas, los malos tratos y la explotacin; y a la plena participacin en la vida familiar, cultural y social. Los cuatro principios fundamentales de la Convencin son la no discriminacin; la dedicacin al inters superior del nio; el derecho a la vida, la supervivencia y desarrollo; y el respeto por los puntos de vista del nio. Todos los derechos que se definen en la Convencin son inherentes a la dignidad humana y el desarrollo armonioso de todos los nios y nias. La Convencin protege los derechos de la niez al estipular pautas en materia de atencin de la salud, la educacin y la prestacin de servicios jurdicos, civiles y sociales. La Convencin consagra el Inters Superior del Nio, de la manera siguiente. Art. 3.1: En todas las medidas concernientes a los nios, que tomen las instituciones pblicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los rganos legislativos una consideracin primordial a que se entender ser el inters superior del nio cxxxviii . Art. 2.1: Los Estados Partes en la presente Convencin respetarn los derechos enunciados en esta Convencin y asegurarn su aplicacin a cada nio sujeto a su jurisdiccin, sin distincin alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religin, la opinin poltica o de otra ndole, el origen nacional, tnico o social, la posicin econmica, los impedimentos fsicos, el nacimiento o cualquier otra condicin del nio, de sus progenitores o de sus tutores. La nocin de inters superior del nio se identifica con el moderno y actual paradigma en materia de la infancia, la doctrina de la proteccin integral cxxxix . El inters del nio debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educacin y orientacin, as la Convencin, declara que los progenitores o guardadores deben, es sus acciones, atender el inters superior del nio. Esto quiere decir que pueden hacer todo lo que beneficie al nio o adolescente, pero nada que atente contra su vida, integridad, salud, educacin, seguridad o dignidad. La Convencin establece a su vez, a que las partes en un proceso en caso de existir controversia, tengan la oportunidad de participar en el procedimiento y de dar a conocer su opinin. Para aquellos nios privados temporal o permanentemente de su medio familiar, establece el derecho a la proteccin y asistencia especiales del Estado. As lo regulan los arts. 9 y 20, que disponen respectivamente cxl : Art.9: Los Estados Partes velarn por que el nio no sea separado de sus progenitores contra la voluntad de stos, excepto cuando, a reserva de revisin judicial, las autoridades competentes determinen, de conformidad con la ley y los procedimientos aplicables, que tal separacin es necesaria en el inters superior del nio, es decir, en un caso particular, por ejemplo, en los casos que el nio sea objeto de maltrato o descuido por parte de sus progenitores o cuando stos viven separados y debe adoptarse una decisin acerca del lugar de residencia del nio. En cualquier procedimiento entablado de conformidad con el prrafo 1, se ofrecer a todas las partes interesadas la oportunidad de participar en l y de dar a conocer sus opiniones Art.20: 1-Los nios temporal o permanentemente privados de su medio familiar, o cuyo superior inters exija que no permanezcan en ese medio, tendrn derechos a la proteccin y asistencia especiales del Estado. 2- Los Estados Partes asegurarn, de conformidad con sus leyes nacionales, otros tipos de cuidado para esos nios. 3- Entre esos cuidados figurarn, entre otras cosas, la colocacin en hogares de guarda, la adopcin, o de ser necesario la colocacin en instituciones adecuadas de proteccin de menores. Al considerar la soluciones, se prestar particular atencin a la conveniencia de que haya continuidad en la educacin del nio y a su origen tnico, religioso, cultural y lingstico. Estas normas refuerzan la disposicin del art.5, que enfatiza el respeto por los derechos-deberes paternos, familiares o comunitarios, segn la costumbre local. Art.5: Los Estados Partes respetarn las responsabilidades, los derechos y los deberes de los progenitores o, en su caso, de los miembros de la familia ampliada o de la comunidad, segn establezca la costumbre local, de los tutores u otras personas encargadas legalmente del nio de impartirle, en consonancia con la evolucin de sus facultades, direccin y orientacin apropiadas para que el nio ejerza los derechos reconocidos en la presente Convencin cxli . De tal manera, la Convencin, partiendo de un derecho al medio natural, pretende abarcar las diversas situaciones por las cuales el nio puede encontrarse privado de aqul, imponiendo al Estado Parte la obligacin de proteger un inters superior. En sta inteligencia, la Constitucin Nacional reformada en el ao 1994, los tratados y declaraciones vigentes sobre derechos humanos son superiores a las leyes y gozan de jerarqua constitucional, formando el llamado bloque constitucional. Art.75 CN. Corresponde al congreso: Inc.22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las dems naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarqua superior a las leyes; en las condiciones de su vigencia, tienen jerarqua constitucional, no derogan artculo alguno de la primera parte de esta Constitucin y deben entenderse complementarios de los derechos y garantas por ella reconocidos cxlii
Es de destacar que la intencin de la Convencin no es slo la proteccin del nio contra la violacin de los derechos humanos, sino tambin crearle condiciones favorables que le permitan una participacin activa y creadora en la vida social. La Convencin precepta, como mecanismo de control, la creacin de un Comit de los Derechos del Nio que tiene la finalidad de examinar los progresos realizados en el cumplimiento de las obligaciones contradas por los Estados Partes cxliii . Estos se comprometen a presentar a dicho Comit, por conducto del secretario general de las Naciones Unidas, informe sobre las medidas que hayan adoptado para dar efecto a los derechos reconocidos en la Convencin y sobre el progreso realizado en cuanto al goce de tales derechos cxliv . El Comit puede formular sugerencias y recomendaciones generales basadas en la informacin recibida cxlv . El texto transcripto no significa dar carcter programtico a los derechos declarados, sino vigilar el grado de cumplimiento efectivo de las normas. Este cumplimiento se manifiesta tanto en la sancin de leyes para ajustar nuestro derecho interno a su contenido, como en las disposiciones, polticas sociales y fallos judiciales destinados a asegurar los derechos consagrados. 2. b. Ley 26.061 De Proteccin Integral De Los Derechos De Las Nias, Nios Y Adolescentes. As tambin en lo inminentemente operativo, en el ao 2005, entr en vigencia la Ley 26.061 De Proteccin Integral De Los Derechos De Las Nias, Nios Y Adolescentes cxlvi , cuyo objetivo es la proteccin integral de los derechos de las nias, nios y adolescentes que se encuentren en el territorio de la Republica Argentina, para garantizar el ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de aquellos reconocidos en el ordenamiento jurdico nacional y en los tratados internacionales en los que la Nacin sea parte. Digamos que esta norma interna torna operativa los derechos integrales de nias, nios y adolescentes contemplados en la Convencin. Los derechos aqu reconocidos estn asegurados por su mxima exigibilidad y sustentados en el principio del inters superior del nio, en clara consonancia con la Convencin Internacional precitada. Entonces, la Convencin sobre los Derechos del Nio es de aplicacin obligatoria en las condiciones de su vigencia, en todo acto, decisin o medida administrativa, judicial o de cualquier naturaleza que se adopte respecto de las personas hasta los dieciocho aos de edad. Las nias, nios o adolescentes tienen derecho a ser odos y atendidos cualquiera sea la forma en que se manifiesten, en todos los mbitos. Los derechos y garantas de los sujetos de esta ley son de Orden Pblico, irrenunciables, interdependientes, indivisibles e intransigibles. La norma en anlisis dispone como Inters Superior Del Nio a los efectos de la ley por inters superior de la nia, nio y adolescente la mxima satisfaccin, integral y simultnea de los derechos y garantas reconocidos en esta ley cxlvii . Debindose respetar: a) Su condicin de sujeto de derecho; b) El derecho de las nias, nios y adolescentes a ser odos y que su opinin sea tenida en cuenta; c) El respeto al pleno desarrollo personal de sus miembros en su medio familiar, social y cultural; d) Su edad, grado de madurez, capacidad de discernimiento y dems condiciones personales; e) El equilibrio entre los derechos y garantas de las nias, nios y adolescentes y las exigencias del bien comn; f) Su centro de vida. Se entiende por centro de vida el lugar donde las nias, nios y adolescentes hubiesen transcurrido en condiciones legtimas la mayor parte de su existencia. Este principio rige en materia de patria potestad, pautas a la que se ajustarn el ejercicio de la misma, filiacin, restitucin del nio, la nia o el adolescente, adopcin, emancipacin y toda circunstancia vinculada a las anteriores cualquiera sea el mbito donde deba desempearse. Cuando exista conflicto entre los derechos e intereses de las nias, nios y adolescentes frente a otros derechos e intereses igualmente legtimos, prevalecern los primeros. Respecto a las polticas pblicas de la niez y adolescencia, las mismas se elaborarn de acuerdo al fortalecimiento del rol de la familia en la efectivizacin de los derechos de las nias, nios y adolescentes; entre otros aspectos. La normativa contempla la Responsabilidad Familiar, donde la familia es responsable en forma prioritaria de asegurar a las nias, nios y adolescentes el disfrute pleno y el efectivo ejercicio de sus derechos y garantas. As, el padre y la madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo que respecta al cuidado, desarrollo y educacin integral de sus hijos. En tanto, los organismos del Estado deben asegurar polticas, programas y asistencia apropiados para que la familia pueda asumir adecuadamente esta responsabilidad, y para que los progenitores asuman, en igualdad de condiciones, sus responsabilidades y obligaciones. En otra parte de la norma se estipula el Derecho a la Dignidad y a la Integridad Personal, donde las nias, nios y adolescentes tienen derecho a la dignidad como sujetos de derechos y de personas en desarrollo; a no ser sometidos a trato violento, discriminatorio, vejatorio, humillante, intimidatorio; a no ser sometido a ninguna forma de explotacin econmica, torturas, abusos o negligencias, explotacin sexual, secuestros o trfico para cualquier fin o en cualquier forma o condicin cruel o degradante. En sntesis, las nias, nios y adolescentes tienen derecho a su integridad fsica, sexual, psquica y moral. As tambin las nias, nios y adolescentes tienen derecho a la vida privada e intimidad de y en la vida familiar. Estos derechos no pueden ser objeto de inferencias arbitrarias o ilegales cxlviii . En lo inminentemente procedimental en mbitos judiciales y administrativos se establece que los Organismos del Estado debern garantizar a las nias, nios y adolescentes en cualquier procedimiento judicial o administrativo que los afecte, adems de todos aquellos derechos contemplados en la Constitucin Nacional, la Convencin sobre los Derechos del Nio, en los tratados internacionales ratificados por la Nacin Argentina y en las leyes que en su consecuencia se dicten, los siguientes derechos y garantas cxlix : a) A ser odo ante la autoridad competente cada vez que as lo solicite la nia, nio o adolescente; b) A que su opinin sea tomada primordialmente en cuenta al momento de arribar a una decisin que lo afecte; c) A ser asistido por un letrado preferentemente especializado en niez y adolescencia desde el inicio del procedimiento judicial o administrativo que lo incluya. En caso de carecer de recursos econmicos el Estado deber asignarle de oficio un letrado que lo patrocine; d) A participar activamente en todo el procedimiento; e) A recurrir ante el superior frente a cualquier decisin que lo afecte. La norma en su art.39 determina Medidas Excepcionales cl , a aquellas medidas que se adoptan cuando las nias, nios y adolescentes estuvieran temporal o permanentemente privados de su medio familiar o cuyo superior inters exija que no permanezcan en ese medio. Tienen como objetivo la conservacin o recuperacin por parte del sujeto del ejercicio y goce de sus derechos vulnerados y la reparacin de sus consecuencias. Estas medidas son limitadas en el tiempo y slo se pueden prolongar mientras persistan las causas que le dieron origen. Declarada procedente la medida de excepcin, ser la autoridad local de aplicacin quien decida y establezca el procedimiento a seguir, acto que deber estar jurdicamente fundado, debiendo notificar fehacientemente dentro del plazo de Veinticuatro (24) horas, la medida adoptada a la autoridad judicial competente en materia de familia de cada jurisdiccin. La autoridad competente de cada jurisdiccin, en proteccin de los derechos de las nias, nios y adolescentes dentro del plazo de Setenta y Dos (72) horas de notificado, con citacin y audiencia de los representantes legales, deber resolver la legalidad de la medida; resuelta sta, la autoridad judicial competente deber derivar el caso a la autoridad local competente de aplicacin para que sta implemente las medidas pertinentes. Las medidas establecidas en el art. 39, se aplicarn conforme a los siguientes criterios cli : a) Permanencia temporal en mbitos familiares considerados alternativos. Las medidas consisten en la bsqueda e individualizacin de personas vinculadas a ellos, a travs de lneas de parentesco por consanguinidad o por afinidad, o con otros miembros de la familia ampliada o de la comunidad, segn costumbre local, en todos los casos teniendo en cuenta la opinin de las nias, nios y adolescentes; b) Slo en forma excepcional, subsidiaria y por el ms breve lapso posible puede recurrirse a una forma convivencial alternativa a la de su grupo familiar, debindose propiciar, a travs de mecanismos rpidos y giles, el regreso de las nias, nios y adolescentes a su grupo o medio familiar y comunitario. Al considerar las soluciones se presentar especial atencin a la continuidad en la educacin de las nias, nios y adolescentes, y a su origen tnico, religioso, cultural y lingstico. Estas medidas debern ser supervisadas por el organismo administrativo local competente y judicial interviniente; c) Las medidas se implementarn bajo formas de intervencin no sustitutivas del grupo familiar de origen, con el objeto de preservar la identidad familiar de las nias, nios y adolescentes; d) Las medidas de proteccin excepcional que se tomen con relacin a grupos de hermanos deben preservar la convivencia de los mismos; e) En ningn caso, las medidas de proteccin excepcionales pueden consistir en privacin de la libertad; f) No podr ser fundamento para la aplicacin de una medida excepcional, la falta de recursos econmicos, fsicos, de polticas o programas del organismo administrativo. En tal sentido, siguiendo a la prestigiosa Jurista Dra. Cecilia P. Grosman clii , busco determinar los verdaderos alcances del trmino Inters Superior Nio, en el contexto de todos aquellos aspectos que referencian los derechos, necesidades, intereses y fundamentos de ser considerado un sujeto de derecho en las relaciones intersubjetivas que lo vinculan. El inters superior del nio, forma parte de las llamadas nociones- marco cliii , particularmente, frecuentes en el derecho de familia. Con su introduccin, se produce una auto limitacin del Poder Legislativo, pues se deja en manos del juzgador tomar la decisin de acuerdo con la informacin que surge del caso concreto, o sea, conforme a las circunstancias de hecho, de lugar y de tiempo. De alguna manera el propsito es ofrecer un espacio abierto y flexible al juez o funcionario publico y legitimar la autoridad de la decisin judicial o administrativa. Cuando la interpretacin judicial evala en un proceso el Inters Superior del Nio adquiere la fuerza de una gestacin normativa. Si en un primer momento la lectura de cual es dicho inters se nutre de la historia singular, ms tarde su reproduccin en los discursos judiciales forja reglas capaces de llenar los vacos de la ley o de neutralizar la aplicacin de ciertos preceptos. Es decir, la pauta se convierte en un poderoso instrumento de creacin que alimenta el cambio legal. Detrs de la valoracin circunstanciada de cual es el inters del nio, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha sealado claramente, en el caso Bulacio cliv , que cuando se trata de la proteccin de los derechos del nio y de la adopcin de medidas para lograr dicha proteccin, rige el principio del inters superior del nio, que se funda en la dignidad misma del ser humano, en las caractersticas propias de los nios, y en la necesidad de propiciar el desarrollo de stos, con pleno aprovechamiento de sus potencialidades. En este caso la Corte reiter el criterio de la excepcional gravedad cuando estamos frente a las violaciones de los derechos de un nio. En efecto, la Corte seal que ste caso reviste especial gravedad por tratarse la vctima de un nio, cuyos derechos se encuentran recogidos no slo en la Convencin Americana, sino tambin en numerosos instrumentos internacionales, ampliamente aceptados por la comunidad internacional, entre los cuales destaca la Convencin sobre los Derechos del Nio, que hacen recaer en el Estado el deber de adoptar medidas especiales de proteccin y asistencia a favor de los nios bajo su jurisdiccin clv . Asimismo subyacen las creencias generales sobre lo que es beneficioso para el nio, existira un alcance de tipo social, como tambin su dimensin individual. Cada poca y cada cultura define que es lo mejor para la niez en funcin de un determinado sistema de valores y de representaciones sociales clvi . La pauta, pues, es una construccin sujeta a singularidades histricas, culturales, incluso regionales, verbigracia la realidad imperante por los menores referenciados en el captulo primero. Por consiguiente, en las decisiones es necesario articular aspectos sustanciales que los jueces y funcionarios deben tener en cuenta, al presenciar el inters del nio, los usos y costumbres propios del medio social y cultural en que se ha desenvuelto habitualmente, pues es deber del Estado y de la sociedad respetar la identidad y la pluridad cultural clvii ; por la otra, este relativismo cultural, que exige aceptar las diferencias, no puede servir de escudo para tolerar interpretaciones que signifiquen una vulneracin de la dignidad que pertenece a los nios como seres humanos y que afectan sus derechos consagrados en instrumentos de jerarqua constitucional clviii . 3. Participacin Del Nio/A o Adolescente En El Proceso. Otra cuestin a considerar es el momento apropiado en que el nio tenga debida participacin en el proceso en que los involucran, variando las edades entre cinco y catorce aos clix , en todo caso seria conveniente observar la mayor o menor madurez del infante y buscar parmetros menos significativos en caso concreto y realizando un enfoque de las diferentes circunstancias y caractersticas de las personas. Adems, mantiene una correlacin adecuada con el derecho de familia actual, flexibilidad y la delegacin de la ley en el juez de amplias atribuciones, para aplicar en la causa que le toca decidir el estndar contenido en aquella clx . No obstante ello, existe consenso de la doctrina y jurisprudencia nacional acerca de la operatividad de la Convencin de los Derechos del nio y la consecuencia obligatoria de sus disposiciones, de lo que se desprende que el juez directa o indirectamente tiene la obligacin de cerciorarse acerca de la opinin del nio en el asunto que le afecta, cuanto menos si considera que est en condiciones de formarse un juicio propio, readecuando las normas civiles a los alcances de la convencin clxi . Haciendo una interpretacin genrica de la Convencin, lo que busca es que el nio aparezca con una actitud autnoma al desempearse dentro del proceso, asistindole el derecho de oponerse y sostener su posicin negociando con sus progenitores, al decir de Morello De Ramrez clxii , donde la figura del abogado del nio, debe estructurar un andamiaje circunstancial de un nuevo inters autnomo personal y de directa atencin por el rgano jurisdiccional. As las cosas, el nio debe participar dentro del proceso donde debe sentir y percibir que quien dirime el conflicto es el juez y no la familia, a quien la Constitucin Nacional le envisti del imperio legal para tales fines. Claro est, que existi cierta doctrina y jurisprudencia que la intervencin del nio debe manejarse con un carcter irrestricto, y que exterioriza efectos negativos indagar al infante en despachos pblicos y pulular en pasillos de tribunales, como as tambin, que es probable la afeccin a su psiquis hacindolos participes de la contienda y erigidos en jueces de los progenitores clxiii . Atendiendo a la consonancia y armoniosa interpretacin de variada doctrina y jurisprudencia en la especie, no cabe dudas que lo procedente deviene estril y neutro frente a los alcances, parmetros y paraguas jurdicos y fcticos que se utilizan para que el nio intervenga claramente en el conflicto que se presenta en su familia y las consecuencias del mismo en su futuro y su vida, al decir de Dolto: Lo definitorio no es apartar a los nios del problema judicial, sino enfrentarlos ante l y lograr su humanizacin con la mediacin del lenguajes clxiv
El tema requiere estudios empricos sobre las prcticas judiciales y desarrollos especficos interdisciplinarios destinados a asegurar el cumplimiento de las reglas del debido proceso que en relacin al maltrato infantil tiene algunas notas particulares, entre ellas clxv : a) Participacin de la vctima en el proceso, tanto en el mbito penal como en el civil. La palabra del nio debe contar con una previa informacin y ser recibida por personal especializado teniendo en cuenta la edad de la vctima, es decir, su etapa evolutiva. Va de suyo que considerar al nio o adolescente como un sujeto de derechos y no meramente un objeto de amparo significa darle la posibilidad de opinar, si tiene suficiente grado de madurez, sobre las medidas protectoras que deban adoptarse, aun cuando, ciertamente, no defina la actuacin judicial. Esta participacin comprende el derecho del nio a tener una representacin independiente que lo asista y defienda sus intereses, colabore en la investigacin, sugiera las soluciones convenientes y controle las medidas resueltas. b) Un esquema democrtico exige decisiones que cuenten, en la medida de lo posible, con la aceptacin de los progenitores o guardadores. Muchas veces las familias pobres, de quienes se desconfa, sufren un paternalismo intrusito y no se les dan los medios ni la oportunidad de recuperar los vnculos. c) Trato digno y respetuoso de la vctima. Confidencialidad. Una dinmica democrtica de la justicia reclama un procedimiento especial que contemple la situacin dramtica en la cual se encuentra un nio maltratado por sus progenitores cuando ingresa al tribunal. El nio, ms que acusador, se siente acusado y culpable de lo que sucede. Una de las cuestiones que lesionan seriamente al nio o adolescentes es el manoseo judicial, es decir, la necesidad de repetir en diversas instancias el relato del abuso sufrido. Por lo tanto, hoy en da, se emplean tcnicas como el video-tape o la declaracin del nio en presencia de las personas claves. Es esencial, igualmente, preservar la confidencialidad de sus dichos mediante audiencias informales, al margen del sistema contradictorio, sin la presencia de las partes o sus asesores. Si el nio sabe que sus palabras sern transmitidas al ofensor no querr hablar, y si ms tarde recibe el reproche de alguno de sus progenitores su mutismo se volver impenetrable. Por esta razn, una orientacin en el Derecho Comparado es preservar el testimonio del nio y registrar en el expediente slo un informe resumido de sus dichos. d) Un especfico sistema probatorio. Un proceso justo demanda un proceso probatorio flexible acorde con la naturaleza de los hechos que suceden en la intimidad. El testimonio de la vctima, que constituye una pieza importante en el proceso, debe ser tomado por personas especializadas capaces de formular adecuadamente las preguntas y resguardar la expresin espontnea de la vctima. Al mismo tiempo, debe acordarse al nio o adolescente el derecho de estar acompaado por personas de su confianza. e) Redes sociales. Resulta esencial en el tratamiento del maltrato infantil la formacin de una red social que rompa el aislamiento de la familia y la apoye en su funcionamiento cotidiano. f) Coordinacin institucional. Finalmente, un proceso justo requiere una articulacin institucional, sobre la base de una planificacin conjunta y diagnsticos eficientes que contemplen la gravitacin de los diversos factores intervinientes. De esta manera es posible combatir las acciones disociadas e incomunicaciones que, a menudo, se producen en el mbito institucional clxvi . 4. Normativa Contra LA Violencia Familiar. Antes de meternos de lleno en la ley de violencia familiar, hemos considerado necesario dar una definicin al vocablo violencia familiar. 4. a. Qu es la Violencia Familiar? El consejo de Europa, en su recomendacin N R (85) 4, 26, 5 de 1989 defini la violencia familiar en los siguientes trminos: Toda accin u omisin cometida en el seno de la familia por uno de sus miembros, que menoscabe la vida o la integridad fsica o psicolgica o incluso la libertad de otro de los miembros de la misma familia, que causa un serio dao al desarrollo de su personalidad clxvii . De la definicin podemos decir, que son hechos fsicos, actitudes insultantes u omisiones groseras traducidas en no acordar con otro integrante del grupo familiar la posicin igualitaria, respeto y consideracin reciproca, ocasionando un dao fsico o perturbacin psquica que tornen imposible la vida en comn clxviii . Dicha relacin de abuso implica un desequilibrio de poder, que para configurar violencia familiar debe ser crnica, permanente o peridica y cumplir con el requisito de la intencionalidad: un golpe, el insulto una mirada amenazante, un portazo, una sonrisa irnica, la rotura de un objeto, deben tener por parte del agresor la intencin de ocasionar un dao clxix . La jurisprudencia extendi el concepto a la mera sospecha de maltrato ante la evidencia psquica o fsica que presente el maltratado y la verosimilitud de la denuncia para la intervencin judicial clxx . 4. b. Legislacin Nacional. Ley 24.417. En el ao 1995, tras varios intentos legislativos se sanciona la ley 24.417-1995- denominada ley contra la violencia familiar clxxi , bsicamente de contenido procedimental, siguiendo en general el lineamiento europeo frente al nio maltratado, protegiendo asimismo a personas mayores de edad, no ofreciendo instrumentos para actuar sobre las causas sociales que originan la violencia familiar, ya que permite actuar para hacerla cesar y no para prevenirla clxxii . Esta ley como l as dictadas por las Provincias-entre ellas la Santafesina- son leyes locales que contienen disposiciones adjetivas aplicables en cada uno de los respectivos territorios. Cuando se debati en el parlamento se sostuvo que deba cubrir los siguientes objetivos: 1. Dar una mayor visibilidad al fenmeno, es decir, instalar la problemtica y resolverla va legislativa; 2. Proteger a la vctima; 3. Impulsar y controlar un tratamiento teraputico del problema; 4. Contribuir desde la ley y la justicia a un cambio de conciencia social y 5. Crear un procedimiento que guarde los principios del debido proceso y que garantice el derecho de defensa y la participacin de los protagonistas del hecho en la decisin de las medidas a adoptar clxxiii . La ley 24.417 manda la intervencin de la Justicia civil en el conflicto intrafamiliar y en consonancia con las normas internacionales-con jerarqua constitucional a partir de la Carta Magna de 1994- fomenta el respeto de la dignidad y la libertad de la persona y su derecho a no ser sometida a tratos crueles, inhumanos o degradantes clxxiv , con especial proteccin al nio contra toda forma de perjuicio o abuso fsico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotacin, incluido el abuso sexual, mientras el nio se encuentre bajo la custodia de los progenitores, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo clxxv . Asimismo debe incluirse en la legislacin interna normas penales, civiles y administrativas, as como las de otra naturaleza que sean necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la Mujer y adoptar las medidas administrativas apropiadas que sean del caso clxxvi . La normativa nacional y provincial se cien al mbito de la competencia funcional civil, confirmando la anterior relacin de estas cuestiones con los Tribunales de Familia-como el caso de Santa Fe- donde el fenmeno emerga en las acciones de divorcio, tenencia o visitas de hijos, o medidas previas como la exclusin del hogar conyugal, pero dejaban fuera el amplio espectro de las uniones de hecho o cuando la situacin conflictiva involucraba a parientes mayores de edad, que ineludiblemente deban recurrir a la Justicia Penal. Es decir, los casos de violencia familiar se conocan por el juicio de separacin personal o divorcio, configurativo de la causal del art. 202 inc. 5 del Cdigo Civil clxxvii
abarcativo de los malos tratamientos, derogada como causal autnoma por ley 23.515 clxxviii . Si bien la ley tiende a despenalizar la cuestin, no obstante los elementos negativos, muchas veces la integridad fsica o psquica de la victima obliga a recurrir al sistema penal, as, entre las normas penales genricas que se relacionan o pueden tener una derivacin de la violencia intrafamiliar se encuentran la tipificacin de los delitos contra la vida, lesiones clxxix , abuso de armas clxxx , delitos contra la honestidad, amenazas, violacin de domicilio. As por ejemplo, si por consecuencia de una agresin entre cnyuges o entre uno de los progenitores para con uno de sus hijos, deriva el homicidio de uno de ellos, el delito ser uno ms en la estadstica tipificado por el art. 79 del ordenamiento penal, con agravante por su condicin de esposo o padre clxxxi , pero quedar pendiente el tratamiento de la violencia previa, que obviamente a la luz de las graves consecuencias, pierde trascendencia. Curiosamente la ley sustantiva penal no ofrece agravante para el homicidio entre concubinos, aunque la jurisprudencia por va de los arts. 40 y 41 del C.P. han entendido que tambin debe juzgarse con mayor severidad la agresin a la compaera clxxxii . La efectividad de la sancin penal se relaciona asimismo con la disponibilidad o no de la vctima y la posibilidad de desistir del proceso en orden a la prosecucin de otros objetivos que no se vinculan exclusivamente con la aplicacin de una pena, sino que apuntan a crear una serie de medida protectoras del agredido, tratamiento del agresor y procurar la no-repeticin del episodio. La violencia familiar pone de manifiesto dificultades para que el actual Derecho Penal d una respuesta adecuada a su problemtica: a) el sistema penal es estigmtico; b) la pena privativa de la libertad perjudicara la economa del grupo familiar; c) imposibilidad de eliminar las conductas disvaliosas mediante sanciones; d) necesidad de demostrar la ocurrencia de la conducta prevista en el tipo penal y el nexo causal; e) dificultades para la toma de medidas cautelares preventivas clxxxiii . Existe un abordaje alternativo del problema, consistente en habilitacin de lneas Menor y la Familia en el orden Nacional o las Municipalidades, como obligacin ineludible del Estado hacia los ciudadanos, que abarca desde la dimensin del carcter legislativo hasta la implementacin de polticas de prevencin general y especial clxxxiv . 5. Legislacin De La Provincia De Santa Fe. 5. a. Ley 11.529 Y Decreto Reglamentario 1745/01 La ley 11.529 sancionada en 1997, al igual que la nacional, de caractersticas esencialmente procesales, con la incorporacin al texto normativo de las medidas autosatisfactivas- la primera en todo el pas-como medida judicial urgente, es omnicomprensiva pues agota todo lo relacionado con la violencia domstica desde la perspectiva civil, en una suerte de Cdigo de la violencia familiar clxxxv . 5. b. Aspectos Positivos En La Ley. 1) Inmediacin lograda por el acceso directo de la vctima a los estrados judiciales, notablemente facilitada por la estructura legal; 2) Despacho de medidas autosatisfactivas de proteccin; 3) Contencin y/o derivacin de los denunciantes hacia sitios especializados con intervencin de otras reas disciplinarias; 4) Ampliacin del espectro contemplativo de la problemtica en las uniones de hecho, progenitores e hijos mayores convivientes y circunstancias derivadas por inadecuada continencia familiar de personas ancianas o discapacitadas; 5) Colaboracin desinteresada de organismos o instituciones dependientes del rea de gobierno, ej., la polica para efectuar notificaciones o relevamientos urgentes; rea de salud, indispensable para lograr efectividad en las disposiciones tomadas y distintos centros de accin comunitaria especializados en violencia que colaboran formando una amplia red social; 6) Informacin cuantitativa-parcial-sobre un tema que hasta el presente se le restaba trascendencia dentro de la planificacin poltica. 5. c. A Modo De Critica Puede Manifestarse. 1) La Reglamentacin por decreto 1745/01 dista de ser coherente con los principios enunciados en la ley, comprensiva de la ausencia de infraestructura o programas que prevengan y detecten la violencia, cuestin, por cierto bastante comn a legislaciones novedosas dictadas en el pas; 2) Causa-efecto del punto anterior: la postergacin de tratamientos o seguimientos por los victimarios o la familia involucrada; 3) Falencias de una adecuada planificacin que determine exactamente el material humano y la disposicin del mismo en el lugar que aporte ayuda en la prevencin y durante los episodios; 4) Escaso asesoramiento de abogados particulares en la presentacin inicial. La mayora de las cuestiones son presentadas por las Defensoras Barriales, Defensoras Generales- cuando se trata de gente de poco recurso o hay afectados menores de edad-, Defensora del pueblo y por Fiscala, que normalmente son anoticiados por la propia vctima, servicios hospitalarios o escuelas; 5) Planteos que desnaturalizan el procedimiento o bien conflictos domsticos que carecen de entidad por s solos para adoptar las medidas previstas en la ley; 6) Cierta tendencia a implicar cuestiones que tienen un tratamiento especfico en la normativa del Cdigo Civil como medidas cautelares previas a una accin de estado de familia, ej. la exclusin del hogar conyugal o en el ordenamiento procesal por ej. la proteccin de personas, distante de la finalidad perseguida en esta legislacin clxxxvi . 5. d. mbito De Aplicacin. Art. 1. La ley describe su mbito de aplicacin y ubica la violencia como abarcativa de la coaccin fsica y la psquica, y establece que quedan comprendidas en las disposiciones de la presente ley, todas aquellas personas que sufriesen lesiones o malos tratos fsicos o psquicos por parte de alguno de los integrantes del grupo familiar. A los efectos de esta ley, entendindose por tal al surgido del matrimonio y al concubinato o unin de hecho, pudiendo residir en el mismo hogar o en domicilios distintos, por ej. la esposa o compaera separada, conflictos que acaecen cuando se deben ver por las visitas de los hijos; violencia del padre o de la madre cuando no conviven con los hijos menores; de uno de los esposos o compaero hacia los hijos del anterior matrimonio de su esposa o compaera; de los hijos hacia sus progenitores, etc. Cuando entr en vigencia la ley nacional se confundi el significado y concurrieron madrastra y los hijastros todos mayores de edad, que queran excluirse mutuamente de la propiedad heredada de quien fuera marido de la primera y padre de la segunda. Estos casos se resuelven dentro de la sucesin o de haber lesin en sede penal. Por su parte la ley 24.417, dispone que los efectos de la ley se extienden a la familia constituida legalmente como a las uniones de hecho, aunque omite referirse al cnyuge y a la concubina entre las personas beneficiadas por la proteccin legal clxxxvii . El trato igualitario matrimonio-concubinato representa la interpretacin con sustento fctico de que los conflictos de violencia surgidos en las uniones extramatrimoniales, representan-aproximadamente-el 25% del total. Asimismo la expresin uniones de hecho ha de ser aqu entendida como refiriendo a aquellas relaciones estables entabladas entre un hombre y una mujer que cohabitan pblicamente haciendo vida marital, sin estar unidos en matrimonio, o, lo que es lo mismo, la concubinaria clxxxviii , y, dada su equiparacin a aqul en la materia, le son aplicables, en sus hiptesis. Por su parte, cabe sealar que no se encuentran incorporadas en el mbito de operatividad de la norma las personas de varn y mujer que mantienen entre s un reiterado y habitual trato sexual mas sin configurar el aludido concubinato clxxxix . El artculo no exige que la unin sea pblica y notoria, ni que exista trato matrimonial entre los componentes al admitir que pueden ser no convivientes, por ello y ms all de la intencin del legislador, su campo de aplicacin es ms amplio que la ley nacional pudiendo comprender a los noviazgos o relaciones de pareja circunstancial. Respecto a los noviazgos violentos, cabe recordar, en la cuestin, la respuesta de Peyrano, quien afirma que: Si bien no resulta claro que sa haya sido la intencin, el hecho de que la ley 11.529 se aplique a las uniones de hecho (convivientes o no) podra- en algn supuesto-comprender tambin los noviazgos cxc . Asimismo puede extenderse hacia uniones de hecho del mismo sexo, ya que si la pretensin legal es la proteccin de las personas, su orientacin no puede inclinarse nicamente hacia la unin heterosexual y, por lo tanto, impugnable por discriminatoria. Respecto a personas que padecieran una enfermedad que, de acuerdo a parmetros psiquitricos las posicionan en una particular situacin de indefensin que, precisamente les impide peticionar la proteccin legal adecuada frente a la violencia sufrida. Se sustenta en la situacin fctica que indica que la gran mayora de esas personas no han sido declarada interdicta, o no se les ha iniciado el correspondiente proceso, de lo contrario su problemtica encuentra respuesta legal en el captulo referido a "proteccin de incapaces cxci . 5. e. Decreto Reglamentario Provincial 1745/2001. Este decreto defini los distintos tipos de violencia que abarca esta norma. Violencia fsica: es toda accin u omisin que arriesga o daa la integridad corporal de una persona. Violencia psicolgica: es toda accin u omisin destinada a degradar o controlar las acciones, comportamientos, creencias y decisiones de otras personas por medio de intimidacin, manipulacin, amenaza directa o indirecta, humillacin, aislamiento o cualquier otra conducta que implique un perjuicio en la salud psicolgica, emocional, la autodeterminacin o el desarrollo personal. Violencia sexual: es toda accin que obliga a una persona a mantener contacto sexualizado, fsico o verbal, o a participar en otras interacciones sexuales con la persona que despliega la accin o con un tercero, mediante el uso de la fuerza fsica, amenaza, chantaje, soborno, manipulacin o cualquier otra conducta que anule o limite la voluntad personal. Violencia patrimonial: es toda accin u omisin que implique perjuicio, prdida, transformacin, sustraccin, destruccin, retencin o distraccin de objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores, derechos o recursos econmicos, destinados a satisfacer necesidades que conlleven un riesgo de dao inminente en la salud fsica o psquica o la vida de algn miembro del grupo familiar. Tambin el decreto comprende por violencia familiar el incumplimiento de los deberes de asistencia alimentaria. 5. f. Parientes. Ascendientes y Descendientes. Esta clasificacin obedece a parientes por consanguinidad de personas que descienden una de otras o bien de un antepasado comn, y comprende en lnea recta descendente a los hijos, nietos y dems descendientes cxcii , y en la ascendiente al padre, abuelo y otros ascendientes cxciii , existiendo tantos grados como generaciones cxciv . 5. g. Menores. Entre los descendientes se ubican los menores, y en sentido amplio se refiere cuando la salud fsica o mental de un nio- ubican en esta categora al menor de 18 aos-aunque en Argentina con la reserva efectuada a la Convencin sobre los Derechos del nio, se extiende a 21 aos-, o su seguridad estn en peligro, por acciones u omisiones llevadas a cabo por el padre o la madre u otras personas responsables de su cuidado o negligencia cxcv . Por lo tanto maltratado es todo nio/a, a que en el transcurso de la interaccin con sus progenitores o sustitutos resulte objeto de lesiones fsicas no accidentales, derivadas de acciones u omisiones por parte de los mismos cxcvi . Cuando el menor se encuentra en estado de abandono interviene el Juez de Menores, conforme la competencia material asignada en el art. 5 inc. 1 de la ley 11.452 cxcvii . Se trata del abandono fsico o negligencia que se produce cundo las necesidades bsicas del menor (alimentacin, higiene, vestimenta, cuidados mdicos, educacin) no son atendidas por sus progenitores, es materia de la Justicia Minoril. En tanto que resulta paradjico que el maltrato fsico normalmente asociado al trmino maltrato, esto es, cuando estamos en presencia de un nio que se le ha pegado o golpeado-pero no ha existido abandono- es competente el Tribunal de Familia a pesar de la mayor especializacin de aqullos Juzgados. Los Menores de 21 aos quedan comprendidos en la normativa cxcviii , pero se debe incluir cualquier maltrato a las personas por nacer, por comprometer la salud de stas y de la madre. Es lo que se denomina MALTRATO PARENTAL, comprensivo de aquellas condiciones de vida de la madre gestante que, pudindolas evitar, se mantienen y tienen consecuencias negativas en el feto como alimentacin deficitaria, exceso de trabajo corporal, enfermedades infecciosas, hbitos txicos, seguimiento inadecuado de una enfermedad crnica, etc. cxcix . Asimismo nuestro ordenamiento jurdico, tanto constitucional como infraconstitucionalmente constituido, reconoce a la persona por nacer-nio desde la concepcin para nuestro ya mencionado ordenamiento jurdico-sus derechos a la vida, a la integridad psicofsica, a la salud y a la proteccin por su familia cc , motivo por el cual, y aun cuando las disposiciones de la ley 11.529 no la tengan expresamente incorporada en su concepto de grupo familiar, ha de reputrsela como tal. As lo ha decidido como juez de trmite del Tribunal Colegiado de Familia N 3 de la ciudad de Santa Fe cci , competente, pues en el caso ccii , declarando admisible la presentacin de quien, mayor de edad y dicindose padre del nasciturus portado en su seno por madre menor de edad, deba a conocer la circunstancia de que, en su entender, tanto el padre como la madre de sta-abuelos del mencionado nasciturus y, por ende, sus parientes- descuidaban la adecuada tutela del embarazo. 5. h. Parientes Colaterales. La lnea colateral, a diferencia de la recta descendente o ascendente, se establece por la relacin existente entre consanguneos determinada por un ascendiente comn o tronco (conf. Art. 348, 353 y conos. del C, Civil). Por lo tanto comprende los hermanos, tos, sobrinos, primos, etc. Aqu lo llamativo es que la ley haya olvidado a los parientes afines en primer o segundo grado y as no podra sancionarse conflictos violentos con relacin a suegra, suegro, nuera, yerno, cuados, cuadas, etc. No obstante si el agredido fuere un menor que convive con algunos de estos parientes, el mejor inters del menor como pauta axiolgica de raigambre constitucional tornar aplicable la preceptiva legal cciii . Esta ley no puede esgrimirse como medida cautelar previa a la separacin o divorcio, pues si bien el hecho disparador puede ser idntico al que se emplea para interponer por ej. la exclusin del hogar, sta es una pretensin accesoria, de carcter provisional, revisable si cambian las circunstancias, autorizada especficamente por el art. 231 del C. Civil a favor de los cnyuges y sujeta a caducidad en caso de no iniciarse la accin principal de separacin personal o divorcio vincular, caracterizacin que no condice con la medida en anlisis que se agota con su despacho-autosatisfactiva-, extensible a otras personas adems de los esposos, no sujeta a plazo de caducidad y con posibilidad de aplicar terapia obligatoria. 6. Presentacin. Competencia. ART. 2: La ley usa el vocablo presentacin y no denuncia o demanda, ubicando este derecho de postulacin como expresamente permitido (art. 30 y 31 inc.2 del CPCCSF.) debido a las especiales caractersticas de las medidas en cuestin cciv . El decreto reglamentario a su vez precisa: que debe entenderse por Presentacin, poner en conocimiento de un juez, cualquiera sea su competencia, o del Ministerio Pblico, el hecho o situacin de violencia ccv . Es decir, reconoce el Jus postulando del agredido par presentarse directamente ante los estrados judiciales reclamando tutela jurisdiccional sin que fuera menester que cuente con asistencia jurdica tcnica alguna. Esto se ha objetado que sea ventajoso a pesar de los loables propsitos perseguidos por el legislador que, muy posiblemente, apunt a desembarazar de todo obstculo a la presentacin del agredido. Sucede que la asistencia letrada, provenga de donde fuera, no solamente cumplira con la funcin de encuadrar jurdicamente de manera correcta la cuestin, sino que tambin funcionara a modo de contencin de la vctima. De otro modo, muchas veces ocurrir que sta se presente ante el juez con toda la carga psquica de la agresin sufrida y el oficio se ver en la obligacin de adoptar actitudes apaciguadoras, con distraccin de sus tareas jurisdiccionales especficas ccvi . Esta crtica es compartida en los casos con competencia de los Juzgados de Primera Instancia de Distrito y los Tribunales de Familia, por la multiplicidad de tareas y causas. Ante los Juzgados Comunales esta posibilidad de formular postulaciones significa una simplificacin para la vctima, sin ocasionarle trastornos al Juzgador. Es un trmite especial para que la vctima pueda requerir y obtener el despacho inmediato jurisdiccional, sin que exista sancin hacia el violento. Respecto a la presentacin, puede ser escrita o verbal, la cual se sumar a las excepciones contenidas en los arts. 49, 65 y 66 del CCCSF. ccvii , apartndose del principio general: toda solicitud dirigida al tribunal debe hacerse por escrito-art. 62 del mismo ordenamiento. Es conveniente que la postulacin verbal se realice con intervencin actuarial. Si alguna duda se planteara en torno a las circunstancias de una postulacin verbal dada- por ejemplo si efectivamente se formaliz, su fecha o la identidad del peticionante-, el secretario del Juzgado se ver obligado a producir sobre el punto, el informe previsto por el art. 48 del CPCCSF ccviii . 6. a. Juez Interviniente y Juez Competente. El juez interviniente es aqul ante el que se efecta la presentacin y puede ser cualquier magistrado de la Provincia, incluso el Juez Comunal quien por ley le est expresamente vedado intervenir en cuestiones de familia, art. 120 ltimo prrafo LOPJ ccix , quien puede adoptar algunas de las medidas del art5- Medidas Autosatisfactivas. Luego, debe remitir las actuaciones en forma INMEDIATA al Juez competente que es el Juez de Familia o donde no hay, al Juez de 1. Instancia de Distrito. El Juez interviniente o el competente intervendrn en los asuntos cuya competencia territorial est determinada por el domicilio del denunciante. El Juez inicial, tiene deberes funcionales inmediatos: 1. Requerir informes sobre el estado de salud del agredido, 2. Luego de haber tomado alguna de las medidas previstas en el art.5, debe dar vista al Ministerio Pblico y or al presunto autor de la agresin. 3. Proveer las medidas conducentes a fin de brindar al agresor y/o grupo familiar asistencia mdica o psicolgica gratuita a travs de los organismos pblicos, siendo obligatoria la participacin del agresor a estos programas, debiendo efectuarse evaluaciones peridicas sobre su evolucin y los resultados de los servicios teraputicos o educativos, a efectos de ser considerados y registrados como antecedentes. (Art. 6). 4. Ante el incumplimiento de las medidas o ante la reiteracin de hechos de violencia por parte del agresor, puede ordenar la realizacin de trabajos comunitarios en los lugares que se determinen-bajo resolucin fundada-. Dicha resolucin ser recurrible conforme lo previsto en el CPCC. El recurso que se conceda lo ser con efecto suspensivo (Art. 7). 5. El Juez Competente podr solicitar la conformacin de un equipo interdisciplinario para el diagnstico y tratamiento de la violencia familiar con el fin de prestar apoyo tcnico en los casos que le sea necesario (Art. 8). 6. De las denuncias que se presenten, el juez inicial, notificar a la Direccin Provincial del Menor, la Mujer y la Familia dependiente de la Secretara de Estado de Promocin Comunitaria, la cual podr solicitar la colaboracin del Centro de Asistencia a la Vctima, dependiente de la Defensora del Pueblo (Art. 9). Se ha dicho que cuando una seora, una maestra, el mdico de un hospital o un nio se dirigen al Estado pidiendo socorro y el Estado, a travs de sus distintos organismos comienza a discutir a quien le corresponde intervenir, crea una sensacin de desconfianza, retroalimentada singularmente por los medios de comunicacin ccx . La crtica que se le hace al sistema es que el Juez competente, el que decide finalmente, se puede encontrar con situaciones consumadas difciles de retrotraer ccxi . Con arreglo a la extensin territorial de la Provincia de Santa Fe, parece til y ventajoso que las vctimas- muchas veces de condicin humilde- puedan acudir ante el Juez Comunal (con competencia en poblaciones inferiores a 10.000 habitantes) o el Juez de Primera Instancia de Circuito (art. 4 ley 10.160) para una pronta respuesta a su presentacin y, no verse en la necesidad de acudir indefectiblemente al Juez de Primera Instancia o Tribunales de Familia que en ocasiones se encuentran muy distantes de su domicilio habitual. El Juez Competente, es el denominado Juez de Trmite en los Tribunales Colegiados de Familia (dos en Santa Fe y tres en Rosario) o bien el Juez de Primera Instancia de Distrito que tenga esa competencia donde los primeros no estuvieren constituidos, y ambos estn autorizados para despachar idnticas medidas que el magistrado inicial. 6. b. Ley 11.117. ccxii
Esta ley incorpora al Cdigo Procesal Penal de Santa Fe el inc. 14 del art. 190 y el art. 306 bis siguiendo la convocatoria efectuada por la Nacin al incorporar por ley 23.984 un segundo prrafo al art. 310 del Cdigo Procesal Penal de la Nacin. El art.190 inc. 14: autoriza al Juez a excluir del hogar por un trmino que no exceda las 48 horas, en los delitos dolosos cuando el agresor y agredido cohabiten en el mismo lugar, sean cnyuges, concubinos, ascendientes o descendientes de uno de ellos o de ambos, y tal cohabitacin conlleve a suponer la reiteracin de hechos similares y con el nico fin de prevenir los mismos. En caso de desobediencia deber cumplir ese trmino detenido, sin perjuicio de lo que disponga el juez competente-Tribunal Colegiado de Familia o Juzgado de Distrito en lo Civil y Comercial donde no existen aqullos-. El art. 306 bis prescribe que ante la reiteracin de delitos y por idnticas razones de las ya referidas el juez podr despus de recibida la indagatoria y por auto fundado mantener la exclusin del hogar del imputado por otras 48 horas, prorrogables cuando existan causas o motivos graves que lo justifiquen. La nica medida cautelar autorizada expresamente en el mbito de la competencia penal es la exclusin del hogar. 6. c. Asesoramiento Letrado. La ley civil, no exige la defensa profesional del presentante, no obstante la asistencia letrada es aconsejable para los casos en que la presentacin la efecta directamente el fiscal, un mdico, o una maestra. De tomarse conocimiento a travs de los Defensores Generales, ellos brindarn la asistencia gratuita que la Provincia garantiza ccxiii . En caso de violencia entre adultos, con o dirigida a hijos menores, comunes o no, deber darse intervencin necesaria a su representante promiscuo ccxiv . 7. Trmite Reservado. Art. 2: Las presentaciones autorizadas por esta ley, pueden efectuarse en forma verbal o escrita, ante cualquier Juez o ante el Ministerio Pblico Todos los procesos sern de trmite reservado, con excepcin de las intervenciones del agresor y/o agredido, sus representantes o mandantes y la de los expertos que en cada caso autorice el juez interviniente. La reserva del expediente importa que slo tendrn acceso a l las personas mencionadas en el ltimo prrafo del artculo, lo que indica necesariamente el resguardo fsico en los lugares adecuados del tribunal, pero tambin la debida proteccin a los derechos personalsimos de cada una de las personas involucradas. Aqu observamos que existe cierta contradiccin con esa funcin protectiva, la obligatoriedad de notificar a la Direccin Provincial del Menor, la Mujer y la Familia de las denuncias recibidas, pues los datos de los involucrados se conocern en esa dependencia. (conf. Art. 9). Ms all de ese anoticiamiento, concluida la actuacin judicial el expediente debe reservarse en el mbito del Juzgado y tampoco puede ser destruido. (conf. Art. 252 LOPJ) 7. a. Deber De Denunciar. Art. 3: La ley 11.529 igual que el art. 2 de la ley nacional impone la obligacin de denunciar el hecho-luego de asistir a la vctima- a los servicios asistenciales, sociales o educativos, pblicos o privados, a los profesionales educativos pblicos o privados, a los profesionales de la salud y a todo otro funcionario que en razn de sus funciones acceda al conocimiento de una situacin de violencia, con la diferencia que en la Provincia debe realizarse ante el Ministerio Pblico-Fiscal, Defensor General o Asesor de Menores de acuerdo art. 125 ley 10.160 y por las funciones asignadas-, o ante cualquier Juez mientras que en el orden nacional la denuncia es solo ante el Juez competente-art.1-, salvo el caso del menor o incapaz que puede poner en conocimiento los hechos ante el Ministerio Pblico-art. 2 in fine-. En Nacin, el Decreto Reglamentario N 235/96, impone la obligacin de denuncia dentro de un plazo mximo de setenta y dos horas (art.4), plazo que podr extenderse si el caso se encuentra bajo atencin ante los organismos administrativos o que, por motivos fundados a criterio del denunciante resulte conveniente hacerlo. Esta segunda excepcin rige slo si el denunciante es persona capaz; si es incapaz y la cuestin no est bajo tratamiento de los organismos especializados, la denuncia debe ser elevada al Juez, quien resolver si es conveniente o no suspender el dictado de las medidas reguladas en la ley ccxv . En el orden Nacional, el Ministerio Pblico se encuentra obligado a efectuar las presentaciones de las denuncias: a) A travs de las Asesorias de Menores cuando se trata de menores e incapaces, dada la representacin promiscua que ejercen los intereses de los mencionados. b) A travs de las Defensoras de Pobres, Incapaces y Ausentes o de las Fiscalas en lo Civil y Comercial cuando se trate de ancianos o discapacitados ccxvi . La ley 11.529 faculta al Ministerio Pblico para que, una vez recepcionada la presentacin le d intervencin al Juez competente. Conforme el art. 125 LOPJ, el rgano est integrado por el Procurador de la Corte Suprema, los Fiscales de las Cmaras de Apelaciones, los Defensores generales y los Asesores de Menores. Los legitimados para realizar la presentacin son: El Fiscal (art. 139 inc. 1 LOPJ), el Defensor general, en el caso de existir menores involucrados o bien ejercer la representacin de pobres (art. 142 inc. 1 LOPJ) y el Asesor de Menores cuando el menor se encuentra en estado de abandono (art. 146 inc. 1 LOPJ). Cuando el menor o incapaz fuere golpeado por uno de los progenitores, el otro, deber poner en conocimiento del Juez de Familia esos hechos de acuerdo a los derechos-deberes derivados de la patria potestad ccxvii . La ley no impone sancin especfica en caso de incumplimiento del deber de denunciar, en consecuencia se afirma que rige la responsabilidad ordinaria por daos y perjuicios, amn que dicha conducta podra encuadrarse en el tipo penal del abandono de personas, agravado por el vnculo ccxviii . Al igual que la ley nacional, tampoco previ una exencin de responsabilidad- civil y penal- por el cumplimento de la obligacin legal de efectuar la denuncia. A estos efectos la norma aplicable es la del art. 1071 del C. Civil ccxix . Se ha visto en ello un lmite a que se efecten libremente denuncias en los casos en los que la ley as lo impone, ya que pesa sobre los denunciantes el riesgo de resultar demandados y de estar sometidos a procesos judiciales, propugnndose una reforma en ese sentido ccxx . El propio menor o incapaz puede denunciar los hechos al Ministerio Pblico-Fiscal-quien a su vez lo pondr en conocimiento del Juez, quien deber dar intervencin al Defensor General por la representacin promiscua ccxxi . Debiendo en la medida de lo posible ser odo personalmente conforme la Convencin de los Derechos del Nio con rango constitucional por el art. 75 inc. 22 de la Carta Magna. El menor impber, realizar la presentacin con la asistencia del Defensor General o del Asesor de Menores (interpretacin a contrario sensu del art. 286 del C. Civil ccxxii .). Por lo general cuando el agredido es un menor la imputacin es efectuada por el establecimiento educativo o asistencial, y slo excepcionalmente por el propio maltratado. Si la poltica del Estado es impedir el desarrollo de la violencia en el marco familiar, deber ampliarse la legitimacin a otros familiares o terceros a fin de evitar o prevenir el hecho violento, presentada en el Juzgado es indispensable citar a la vctima a fin de que ratifique lo denunciado. Esto, se cuestiona porque obligar a una mayor exigencia para su admisibilidad a fin de evitar aprovechamientos indecorosos de tales terceros, pero, se admite su necesariedad en torno de la problemtica reseada ccxxiii . Conforme lo expuesto y atento ser el criterio legislativo conferir al agredido todas las facilidades para formular la denuncia, se debe entender que la legitimacin activa no es nmero cerrado respecto a las personas mencionadas y por lo tanto tiene un carcter meramente enunciativo. 7. b. Obligacin De Denunciar Y El Secreto Profesional. En la violencia familiar el secreto profesional en la revelacin del hecho salvaguarda slo al autor o agresor, quien se vera perjudicado ante la revelacin de la circunstancia, pero como principio general, las vctimas no pueden verse perjudicadas por esa manifestacin que hace el obligado a guardar secreto, pues es evidente que dicha revelacin no puede perjudicarla. El objeto jurdico de la reglamentacin del secreto profesional es el Inters Pblico de amparar la libertad individual relativa a los secretos confiados por necesidad a personas que se hallan en determinadas situaciones sociales o jurdicas (estado) o que ejercen determinados cargos, artes o profesiones ccxxiv . Cuando el secreto no tiene la entidad necesaria para dar al profesional un poder sobre la persona a quien se ha prestado sus servicios, el secreto deja de ser tal para la ley an cuando desde el punto de vista de las normas ticas de la profesin puede seguir considerndoselo. Por eso para hallarnos ante un verdadero supuesto de violacin de secreto profesional, el sujeto activo debe ser un verdadero profesional que desarrolla una actividad lcita y en cuanto a los empleados pblicos su funcin cubre an el carcter de profesionales que puedan tener. La ley protegera el secreto en la medida en que el individuo est interesado en l. Ese es el motivo por el cual se ha considerado que el consentimiento para que se revele el hecho o circunstancia por parte del interesado, antes que justa causa de revelacin, excluye el carcter secreto de aqullos. No todos admiten ese subjetivismo. As Nez descarta que el secreto protegido por la ley exija la voluntad del interesado en l como requisito imprescindible ccxxv . La ley al hablar de secreto cuya divulgacin puede causar dao seala exclusivamente una caracterstica del secreto. No se trata de que el secreto se pueda divulgar, sino que al divulgarse produzca dao, y tampoco puede ser un juicio a posteriori de la revelacin sobre la posibilidad de divulgacin daosa, sino de un juicio previo al hecho de la revelacin. En la violencia familiar la propia ley impone el deber jurdico de poner el hecho en conocimiento de la autoridad, esto sin perjuicio del consentimiento del interesado que, tiene virtualidad para eliminar la responsabilidad penal por la revelacin del secreto pues no se puede destruir la libertad de un individuo cuando se hace lo que l mismo quiere que se haga, por lo tanto existira una justa causa de revelacin. Lo que se encuentra en juego es la libertad que se defiende con el silencio y el bien jurdico que se puede ofender observando ese silencio. Por ejemplo si el silencio puede vulnerar el bien jurdico de la vida, la revelacin se encontrar justificada y el profesional tendr la obligacin de denunciar. Si media justa causa o no existe secreto conforme el art. 156 Cdigo Penal ccxxvi
el profesional est obligado a denunciar cometiendo el delito de encubrimiento si omite el cumplimiento de dicha obligacin. La estimacin que a priori se haga de tales cuestiones jurdicas no resultar sencilla pero es preciso tener presente el abundante material que proporciona el error sobre los elementos del tipo, que puede vaciar de dolo tanto al delito de encubrimiento como al de violacin de secreto. Ahora bien, el problema se presenta porque existen normas procesales que exceptan de la obligacin de declarar a los profesionales del arte de curar cuando hubieren tenido conocimiento del delito por revelaciones que les fueron hechas bajo secreto profesional. No cabe duda que la interpretacin de las normas procesales no puede llegar hasta el punto de que importe la eliminacin, aunque ms no fuere que en casos determinados, de una norma penal, si alguna debe ceder son aqullas, dado la primaca establecida por la Constitucin Nacional, art. 31 ccxxvii . De los profesionales enunciados por la ley, quienes tienen un trato frecuente o relacin permanente, por ejemplo, el docente sobre el alumno o el mdico pediatra en el nio atendido, tienen una obligacin agravada y el ilcito generado por el no cumplimiento de la obligacin de denunciar continuar por todo el tiempo en que se omita dicho mandato sin que haya prescripcin o caducidad de la carga, a menos que est obligado se anoticie fehacientemente de que la denuncia fue formalizada por el propio damnificado por su representante legal o por cualquier otra persona cuya obligacin de denunciar sea exigido ccxxviii . Si el lesionado fuere un menor, incapaz o anciano existe un inters superior social de denunciar el hecho y a la persona del agresor, por lo que el obligado a guardar secreto se vera revelado. Es decir, el secreto profesional cede cuando se efecta la denuncia en ejercicio de un deber y en funcin de justa causa, que est legitimada por el estado de necesidad que tiende a evitar un mal mayor. Distinto sera el caso de un psiclogo que atiende el problema y no existe un delito pues estas conductas comienzan, a veces, en forma sutil consistente en atentados contra la autoestima del cnyuge. Si el psiclogo no toma conocimiento de ningn delito, no hay secreto profesional sobre un hecho futuro, pues siempre se tiene que referir a un hecho acaecido, luego no habra inconveniente en hacer la presentacin legal. La obligatoriedad de la denuncia ocasiona cierta reticencia en la maestra o directora por el conocimiento que tenga de los progenitores y pensar que la intervencin judicial, puede ser ms perjudicial, no obstante cuando aparece un educando objeto de violencia, recurrir a los docentes como fuente de anoticiamiento es un imperativo ineludible para la mejor dilucidacin del caso, atento el prolongado tiempo que pasan con los escolares, y son normalmente quienes ms datos pueden ofrecer en cuanto caractersticas no solo de los menores sino del grupo familiar al cual pertenece. El tratamiento jurdico del tema debe comenzar en el medio educativo, sanitario o institucional y a tal efecto parece conveniente estandarizar los indicadores de los actos violentos, a fin de evitar la superposicin de criterios o indicaciones y precisar la situacin del denunciante y en obrar en consecuencia con el debido asesoramiento profesional ccxxix . 7. c. Procedimiento. Art. 4: No es obligatorio para el Juez requerir el diagnstico mdico, siendo una facultad discrecional del Magistrado interviniente la pertinencia o no del mismo ccxxx . En cambio para la ley nacional s lo es ccxxxi . Al respecto la jurisprudencia ha expresado que no obstante, la omisin temporal no produce la anulacin de la medida sino que slo la condiciona a su ulterior realizacin ccxxxii . En el supuesto caso en que se presentara un hecho en donde existen actuaciones penales previas sobre la situacin violenta, en lo que el Juez Penal orden la produccin del referido dictamen y el mismo es de reciente data, carece de sentido ordenar la evaluacin prescripta nuevamente. Tambin prescindir para el caso que lo considere innecesario ccxxxiii . En cuanto al tiempo que la ley concede para la elaboracin del informe mdico ha sido criticado por ser excesivamente breve ya que en el ltimo prrafo del citado art. 3 establece que deber realizarse dentro del plazo de 3 horas teniendo en cuenta la celeridad del caso y contener la mayor cantidad de datos posibles a fin de una mejor evaluacin de la situacin de riesgo existente. El decreto reglamentario fija que el plazo para la presentacin del informe mdico, deber contarse desde el momento en que la vctima se pone a disposicin del facultativo a los fines de la realizacin de la tarea de evaluacin. En la mayora de los casos habra que hacer tres pericias. Psicolgica, socio ambiental y mdica, pero las dos primeras, pueden posponerse en cumplimiento de los fines inmediatos e impostergables de la ley ccxxxiv . La disposicin faculta al Juez a optar por el profesional relacionado con el caso concreto, profesionales expertos, y requerir la evaluacin bajo ciertas pautas, permitiendo al mismo la certitud de la verosimilitud en la situacin fctica a resolver. 7. d. Medidas Autosatisfactivas. Art. 5: Medidas Autosatisfactivas. El juez, al tomar conocimiento de los hechos denunciados, medie o no el informe a que refiere el artculo 4, podr adoptar de inmediato alguna de las siguientes medidas, a saber: a) Ordenar la exclusin del agresor de la vivienda donde habita con el grupo familiar, disponiendo-en su caso- la residencia en lugares adecuados a los fines de su control. b) Prohibir el acceso del agresor al lugar donde habita la persona agredida y/o desempea su trabajo y/o en los establecimientos educativos donde concurre la misma o miembros de su grupo familiar. c) Disponer el reintegro al domicilio a pedido de quien ha debido salir del mismo, por razones de seguridad personal. d) Decretar provisoriamente cuota alimentaria, tenencia y derecho de comunicacin con los integrantes del grupo familiar, sin perjuicio de la aplicacin de las normas vigentes de similar naturaleza. e) Recabar todo tipo de informes que crea pertinente sobre la situacin denunciada, y requerir el auxilio y colaboracin de las instituciones que atendieron a la vctima de la violencia. El juez tendr amplias facultades para disponer de las precedentes medidas enunciativas en la forma que estime ms conveniente con el fin de proteger a la vctima; hacer cesar la situacin de violencia y evitar la repeticin de hechos de agresin o malos tratos. Podr asimismo, fijar a su arbitrio y conforme a las reglas de la sana critica el tiempo de duracin de las medidas que ordene, teniendo en cuenta el peligro que pudiera correr la persona agredida, la gravedad del hecho o situacin denunciada, la continuidad de los mismos; y los dems antecedentes que se pongan a su consideracin. Posteriormente a la aplicacin de las medidas urgentes antes enunciadas, el juez interviniente deber dar vista al Ministerio Pblico y or al presunto autor de la agresin a los fines de resolver el procedimiento definitivo a seguir Las Medida Autosatisfactiva es un requerimiento urgente formulado ante el rgano jurisdiccional por los justiciables que se agota con su despacho favorable, no siendo necesaria la iniciacin de una ulterior accin principal para evitar su caducidad o decaimiento ccxxxv . Por lo general la medida prevista en el inc. b) se complementa con la orden de alejamiento o medida de distancia mediante la cual se impone al autor mantener una distancia mnima-100 o 200 metros por ej.- del lugar donde la vctima se encuentre, cualquiera sea: vivienda, trabajo, esparcimiento, etc. A su vez el Juez puede ordenar una guarda provisional en cabeza de persona idnea, cuando la vctima fuere un anciano, discapacitado, nio o incapaz y fuere necesario proteger la seguridad del mismo. Adems de las medidas que provocan una separacin fsica entre vctima y victimario la ley prev que mientras dure esa situacin el juez pueda decretar provisoriamente cuota alimentaria, tenencia y derecho de comunicacin con los integrantes del grupo familiar, sin perjuicio de la aplicacin de las normas de similar naturaleza. 7. e. Caractersticas De Las Medidas Autosatisfactivas. 1) Verosimilitud: No es estrictamente una cautelar pues esencialmente se diferencia en que el despacho reclama una fuerte probabilidad de que lo pretendido por el presentante sea atendible y/o la mera verosimilitud con que se contenta aqulla y lo ms importante es que genera un proceso que se autosatisface sin depender de otro, ni es accesorio, se vale por s mismo ccxxxvi . 2) Obligatoriedad: El legislador procur ajustarse a los lineamientos fijados sobre el particular por la doctrina especializada, y as el juez podr no deber despachar la medida, es decir no ser un reflejo automtico del juez interviniente o competente. 3) Enunciativas: El listado de medidas autosatisfactivas es meramente enunciativo, por cuanto el Tribunal cuenta con un amplio margen de accin a los fines de adoptar las medidas que sean conducentes para la afectiva solucin del caso en particular, as lo seala expresemante la norma y tambin la doctrina ccxxxvii . 4) Proteccin de la vctima y recuperacin del agresor: Uno de los fines de la ley, mencionado en el articulo, es prevenir futuros daos, buscando adems de la proteccin a la vctima, la recuperacin del agresor. Asimismo el juez interviniente o el competente deben fijar el tiempo de duracin de las medidas que ordene, teniendo en cuenta entre otros tems: el peligro que pudiera correr la persona agredida; la gravedad del hecho o situacin denunciada y la continuidad de los mismos. 5) Sustanciacin: El Juez puede or al presunto agresor antes de adoptar alguna de las medidas y no necesariamente despus de despacharlas. Esa diferencia no altera el carcter de autosatisfactiva. 6) In dubio pro vctima: Conforme la redaccin legal bastara una acusacin hacia un integrante de la familia para que, de no tomarse debidamente el recaudo de la fuerte probabilidad que los hechos sean ciertos, se termine sancionando al sealado. De ah que la duda del Juez se instale, pero no obstante, conforme las reglas de la sana crtica como estndar legal, es atrayente el criterio de la jurisprudencia inglesa del balance of probabilities, que atiende las posibilidades de riesgo que tiene un menor de sufrir nuevos actos de violencia o de no hacer cesar la violencia inicial ccxxxviii . 7) Inexistencia de caducidad: Ello ocurre al agotarse en s misma y que no es tributaria ni accesoria de otra principal. Pero, la propia ley establece la posibilidad de fijar un tiempo de duracin de las medidas, vencidos los cuales caduca si es que no se ha iniciado otra accin principal. 8) Amplias facultades judiciales: el Juez Interviniente y el competente gozan de una amplitud de facultades otorgadas por la ley N 11.529 convirtindolo en protagonista, teniendo su razn de ser en que los conflictos de familia y sus valores en juego se conectan con los intereses de la sociedad y por ende del Estado. A ello debe sumarse la heterogeneidad de situaciones que engloba el concepto de maltrato, y si bien pueden enunciarse caracteres generales con completamente diferentes en sus causas as como en las consecuencias que se derivan de ellas, por lo que hace que el juzgador debe propender a vigilar con el mayor celo posible. La Jurisprudencia a dicho, el Juez que entiende tiene amplias facultades para sustanciar las pruebas destinadas a demostrar la verosimilitud de los hechos, aunque las partes no las soliciten y tambin puede ordenar de oficio medidas protectoras, ampliar o modificar las peticionadas ccxxxix . 9) Procedimiento definitivo a seguir. Recursos: El sistema de la ley 11.529 no contiene disposiciones sobre la apelabilidad o no de las decisiones adoptadas a la cuestin, por lo tanto es una de las atribuciones ms que se le confiere al magistrado, entendiendo los autores que es obligacin de ste de sealar en el despacho de la medida cules son las vas para impugnarla. Cuando ha participado un juez interviniente, distinto al competente o definitivo-Tribunal Colegiado de Familia o Primera Instancia-aqul slo podra substanciar las vas impugnativas que se hubieran intentado contra la autosatisfactivas, pero no resolverlas. Frente a la omisin en la normativa nacional algunos autores sostuvieron que son inapelables ccxl pero en un trabajo posterior revisan el criterio y dicen que debe seguirse el principio general del art. 198 ltimo prrafo del CPCN. Esto es que la apelacin se concede con efecto devolutivo: no suspende el cumplimiento de la medida ccxli . No obstante la ausencia, parece atinado otorgar la posibilidad-por analoga-del medio impugnativo que se aplica a las cautelares tpicas-criterio de normas supletorias que recepta el art. 11 de la ley 11.529 ccxlii - y a fin de no quitarle fuerza ejecutiva, el recurso que se conceda ser en efecto devolutivo. Asimismo debe tenerse en cuenta que de ser despachada la medida por el Juez de trmite, primeramente debe agotarse el rgimen de impugnabilidad interna propia de los Tribunales Colegiados sealado en el art. 64 de la LOPJ ccxliii . Si el despacho de la medida fuere rechazada, tambin existir apelacin a favor del solicitante, sin efecto alguno. Para los Tribunales Colegiados rige el criterio sealado en el prrafo anterior. La jurisprudencia seal que el marco de actuacin para el tratamiento judicial de los episodios de violencia familiar no debe ser desnaturalizado con planteos y trmites que exceden notoriamente el limitado marco procesal fijado para la adopcin de medidas urgentes tendientes a neutralizar la situacin de crisis denunciada ante los estrados judiciales ccxliv . 10) Modo de terminacin: Al no existir dictado de sentencia, no hay modo normal de terminacin del trmite, por lo tanto, una vez que se decrete la medida, puede plantearse: a) el allanamiento del denunciado al ser citado para ser odo ccxlv . b) La conciliacin cuando el trmite sirvi para encauzar a la familia en crisis bajo una forma jurdica determinada; c) el desistimiento por parte del presentante del proceso incoado ccxlvi .
7. f. Asistencia Especializada. ART. 6: El Magistrado intervieniente proveer las medidas conducentes a fin de brindar al agresor y/o al grupo familiar asistencia mdica psicolgica gratuita de los organismos pblicos y entidades no gubernamentales con formacin especializada en la prevencin y atencin de la violencia familiar y asistencia a la vctima. La participacin del agresor en estos programas ser de carcter obligatorio, debiendo efectuarse evaluaciones peridicas sobre su evolucin y los resultados de los servicios teraputicos o educativos, a efectos de ser considerados y registrados como antecedentes. ccxlvii
Doctrina especializada, y la jurisprudencia se acercan a la cuestin con una visin interdisciplinaria, en razn de permitir una mayor amplitud de respuestas tiles a las necesidades, toda vez que el abordaje jurdico de la problemtica familiar no puede detenerse en la aplicacin nica de la ley respectiva. En este sentido la ley 11.529 sigue esta tendencia y la solucin de la ley en el art.6 y en el 8 se especifica la solucin mdico-psicolgica gratuita a travs de organismos pblicos y entidades no gubernamentales con formacin especializada en la prevencin y atencin de la violencia familiar y atencin a la vctima. La finalidad esencial de la ley, es lograr el cese de una conducta perjudicial y el acceso a un tratamiento teraputico para obtener la recuperacin de la familia, pero como sucede que luego de la adopcin de las primeras medidas, victimario y vctima no asuman su necesidad de tratamiento, se implant la denominada terapia coactiva o bajo mandato o apercibimiento. Este instituto, es nuevo jurdicamente, encuentra resistencia en los mbitos psicolgicos. La terapia coactiva, se puede definir como la orden emanada del Juez por la que dispone- ms all de la voluntad de las personas en conflicto- que la totalidad del grupo familiar o bien alguno/s de sus integrantes- generalmente uno o ambos progenitores- se sometan a un tratamiento psicolgico o psiquitrico que se considera idneo e indispensable para resolver radicalmente el conflicto familiar, con la advertencia de que en caso de incumplimiento cobrar virtualidad una consecuencia disvaliosa ccxlviii . Este instituto, fue citado por la jurisprudencia en el campo de las medidas urgentes: La exclusin del hogar del denunciado como agresor o el sometimiento de la familia a un tratamiento bajo mandato judicial, constituye verdaderas medidas cautelares previstas por la ley 24.417 ccxlix . A quienes se han manifestado a favor de esta medida ponderando el rol del Juez de Familia, poniendo nfasis en las dificultades que debe sortear el Tribunal en la cuestin asociada al apercibimiento el que no debe convertirse en una frmula contraria al inters del menor ccl . En contra, se dijo que la medida importa un inaceptable embate sobre el mbito de la autonoma privada de los progenitores par la solucin de los conflictos familiares, razn por la que los Magistrados se encuentran inhibidos de disponer un tratamiento coactivo ccli . Kelmemajer de Carlucci no lo considera viable jurdicamente, alegando que en todo caso el Juzgador puede crear consecuencias jurdicas para esa negativa cclii . Desde una mirada psicolgica, la terapia coactiva presupone una demanda de ayuda y una subyacente motivacin, que constituye, el motor que puede impulsar al paciente hacia el cambio, ayudndolo a superar inercias y resistencias de todo tipo. La coaccin, por el contrario, puede a los sumo inducir a un sujeto recalcitrante a tolerar servilmente una medida que no ha elegido, y que puede parecerle odiosa, desagradable o incomprensible. As, la dificultad de pedir ayuda por temor a autodenunciarse, y la desconfianza en los servicios sociosanitarios son elementos casi comunes a todas las familias en las cuales maltratan o descuidan a los hijos. A ello se agrega el desconocimiento de la psicoterapia como recurso en estratos culturales bajos y especficas dinmicas familiares que se oponen a la peticin de ayuda ccliii . En estos casos es aconsejable recurrir a un psicodiagnstico, que es una especie dentro del gnero de tcnicas de evaluacin en el territorio de las disciplinas de la salud mental, con una delimitacin adecuada que parece ser no menos de tres ni ms de seis sesiones, siendo su finalidad diagnstica y no teraputica. Ahora bien, un psicodiagnstico para ser considerado aceptable tiene que reunir los siguientes requisitos: a) Debe existir suficiente evidencia para la interpretacin; b) tiene que especificarse una tendencia, con indicacin de su forma manifiesta y su intensidad; c) la tendencia interpretada tiene que ser situada jerrquicamente dentro del panorama integral de la personalidad; d) tiene que consignarse tanto los aspectos adaptativos como patolgicos de la personalidad examinada; y e) las afirmaciones contenidas deben ser susceptibles de verificacin por otro profesional. El Juez es el que decidir la terapia, ms all de la autorizacin que la ley provincial expresamente recepta sobre la consideracin del psicodiagnstico, que indicar, de acuerdo a lo descrito la necesidad e intensidad del apoyo teraputico. De ah que la ejercitacin del mandato judicial, como autntica imposicin emanada legislativamente, generare la correlativa obligacin para sus destinatarios de satisfacer el trabajo teraputico, debiendo efectuarse evaluaciones peridicas sobre su evolucin. Esta medida encuadra dentro de los poderes de hecho del Juez y al ser despachadas oficiosamente, la decisin no resulta recurrible ccliv . Si de existir menores en el conflicto planteado, el Juez se ve compelido por la obligacin de raigambre constitucional de activar todos los mecanismos conducentes para neutralizar las consecuencias daosas para los hijos, conforme la Convencin de los Derechos del Nio que exige la adopcin por parte de todos los involucrados de las medidas idneas para dotar de efectividad el mejor inters del nio cclv . Hay un caso al respecto, en que un Juez de Primera Instancia con carcter cautelar suspende las visitas paternas, de acuerdo al art. 4 ley 24.417, el progenitor apela la medida. La madre concurri a un grupo de ayuda debido a la violencia conyugal que padeci de parte de su marido. En el informe se lee: Dado lo delicado del proceso, la necesidad de no forzar a la criatura y de no someterla a probables y nuevas victimizaciones es que se solicita en carcter de urgente e imprescindible la suspensin temporal de todo contacto entre la nia y su padre, respetando el derecho de la nia de ser atendida y el derecho de la madre, la abuela y otros familiares preocupados por el caso y esta institucin especializada a proveer proteccin y amparo a una menor en situacin de riesgo grave. La Cmara juzga conveniente ante la opinin de los expertos y en una consulta de urgencia, surgira una seria presuncin de abuso sexual, que el progenitor se integre al tratamiento que se encuentra realizando su hija segn estima el asesor de menores de Cmara, como medio idneo de revertir la estimacin que origina su queja. Cuando existen serias presunciones acerca de la existencia de alguna forma de abuso sexual que una nia podra estar sufriendo por parte de su padre, se presentan razones suficientes par encuadrar el caso en los supuestos de excepcin previsto por el art. 9 ap. 1 y 3 in fine de la CDN incorporada a la Constitucin Nacional cclvi . Puede tambin suceder que la terapia sea solicitada por una o ambas partes del conflicto y si bien se apartara del marco de las facultades concedidas por el artculo al Juez, ste al hacer lugar al pedido trata de afianzar la realizacin prctica del pronunciamiento posterior. En ambos supuestos es prioritario que las personas sometidas a terapia entiendan que va a existir un control por parte del Juez que dispuso la medida, por ej. con remisin peridica de informes sobre la evolucin, lo cual hace a una total transparencia en la relacin del asistente con las partes y con el Juez, evitando asimismo el problema del secreto profesional con el usuario, totalmente fuera de lugar en el contexto coercitivo cclvii . 7. g. Sanciones. ART. 7: Imposicin De Trabajos Comunitarios. Aqu se contempla la sancin ante el incumplimiento de las medidas ordenadas, o la reiteracin de hechos violentos por parte del agresor, consistente en la realizacin de trabajos comunitarios, y sin perjuicio de las restantes medidas a aplicar cclviii . Dicha resolucin ser recurrible conforme lo previsto en el CPCCSF. El recurso que se conceda lo ser con efecto suspensivo. Esta modalidad sancionatoria se podr tomar solo ante la comprobacin efectiva de la medida dispuesta, por ej. el no retiro del hogar conyugal o la continuidad en la perturbacin a la vctima. En otras provincias, el Juez puede, amonestar por el acto cometido, imponer multas pecuniarias destinadas a programas de prevencin y tratamiento del maltrato, cuyo monto se fijar teniendo en cuenta la situacin patrimonial del agresor, y la comunicacin de los hechos de violencia denunciados a la asociacin profesional, sindical u organizacin intermedia a la que pertenezca el agresor (Art. 5 Ley n 39/1992. Tierra del Fuego y la Ley n 3040/1996 de Ro Negro). La amonestacin asume una funcin de prevencin. Este sistema es similar al anglosajn de la probation, en que el Tribunal se abstiene de pronunciar la condena que impone al acusado un perodo de prueba que, si es cumplido satisfactoriamente, determina que se deje sin efecto la sentencia de modo definitivo cclix . Por su parte, la ausencia de un sistema sancionador de parte de la ley nacional, para los casos en los cuales el agresor incumple deliberadamente la medida dispuesta judicialmente, fue una de las crticas efectuadas a la ley 24.417, poniendo en evidencia la incapacidad legal para dar una respuesta positiva a quienes recurren en auxilio de justicia, desperdicindose la oportunidad de crear una ley que representara un verdadero recurso alternativo de la accin penal, fundamentalmente en los casos de violencia sobre menores cclx . Respecto al Juez Interviniente, que est facultado para la imposicin de trabajos comunitarios, se ha entendido que existi un error material en la redaccin, ya que sta medida no es una cuestin que deba ser rpidamente despachada por l cuando ste no es el Juez Competente, y solamente el ltimo es el nico idneo para aplicar esta suerte de sancin disciplinaria. Sobre el cuestionamiento de inconstitucionalidad, no debe perderse de vista que por ley orgnica del Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe los magistrados tienen facultades sancionatorias cclxi y cuando es aplicada por un juez no penal-de familia civil-, existe el fundamento que no lo es hacia una persona sino tan slo la configuracin de una suerte de Contempt of court que sanciona el menosprecio hacia la autoridad del tribunal cclxii . En cuanto a los medios impugnativos opuestos a las medidas despachadas, deber interponerse un recurso de reposicin contra el propio Juez, si no hubo sustanciacin previa al dictado de la resolucin, o bien entender el Tribunal Pleno cuando el trmite se sustanci y el recurso ser el de revocatoria-art. 64 LOPJ-. En ambos casos deber suspenderse la imposicin de los trabajos comunitarios hasta tanto se resuelva en definitiva. Adems corresponde dentro del marco del proceso y como obligacin del Poder Ejecutivo, asegurar una vivienda donde aqullos puedan habitar y desarrollarse, como tambin la preservacin de la fuente de trabajo mediante la cual la madre puede procurar el sustento a sus hijos. As por ejemplo en el centro de Capital Federal se organizan en ese sentido talleres de reinsercin laboral. El decreto reglamentario prev, en este sentido, el funcionamiento de equipos interdisciplinarios que debern funcionar abarcando todo el territorio de la Provincia de Santa Fe, an fuera de los contornos edilicios del Poder Judicial del cual, no obstante, sern auxiliares ante un caso concreto y de urgente solucin y que requiera de su actuacin inmediata en la interdiccin de la violencia. Los mismos estarn formados por profesionales especializados en las disciplinas jurdicas, mdicas, psicolgicas, sociales y educativas cclxiii . Se establecen Organismos de Evaluacin y Registro cclxiv . El juzgado interviniente notificar de las denuncias que se le presenten a la Direccin Provincial del Menor, la Mujer y la Familia dependiente de la Defensora del Pueblo, a fin de que ella atienda la coordinacin de los servicios pblicos y privados y se aboquen a las acciones que eviten las causas de malos tratos, abusos y todo tipo de violencia dentro del grupo familiar. Adems dicha direccin tendr a su cargo llevar un registro con antecedentes estadsticos de los hechos de violencia contemplados en la ley. La Direccin Provincial, podr solicitar la colaboracin de equipos o de profesionales inscriptos en el Registro establecido en el art. 6 de la presente reglamentacin y del Ministerio de Educacin y de Salud y Medio Ambiente de la Provincia. Teniendo los mismos a su cargo la tarea de capacitacin y formacin a travs de programas de promocin, asesoramiento en la temtica de violencia familiar. Asimismo desarrollaran campaas de difusin masiva en diarios, revistas, radio, televisin, afiches, folletos, etc., garantizando el alcance de la publicidad a todos los habitantes de la provincia, con la colaboracin de profesionales expertos en materia de violencia familiar y de comunicacin social. El Ministerio de Educacin procurar temas de violencia familiar en los programas y currculas educativas de los distintos niveles, intensificndose stas acciones preventivas los meses de marzo a noviembre. Se deber asimismo dar capacitacin permanente a los agentes del Estado, enviar la ley, el reglamento y cartillas explicativas a escuelas, centros de salud, seccionales y/o comisaras, con medidas de prevencin concretas y mecanismos de derivacin a organismos pblicos y ONG y a las redes creadas o a crearse en todo el territorio provincial cclxv . 8. Consideraciones Finales. Hemos estudiado en este captulo la normativa supra-nacional, contenida en la Convencin Internacional sobre los Derechos del Nio, la normativa nacional atinente a la Proteccin Integral De Los Derechos De Las Nias, Nios y Adolescentes, la Ley 24.417 en el orden Nacional, contra la Violencia Familiar y la normativa contenida en la Ley 11.529 De Violencia Familiar de la Provincia de Santa Fe, mediante el desglosamiento de sus artculos. Tal cual lo apunte en el presente captulo, es reiterativo la utilizacin en las distintas normativas expuestas como as tambin en los distintos fallos y resoluciones de Jueces de familia, el Inters Superior del Nio, en donde se busca hacer operativa la Convencin de los derechos del nio, parafraseando los alcances instrumentales de su contenido normativo y lo hacen jugar armoniosamente con el tandem normativo y jurisprudencial sobre la determinacin de los derechos de los nios involucrados en los conflictos y crisis familiares que dirimen. Asimismo se debe dar andamiento a la estricta Proteccin del Inters Superior Del Nio, tal cual reza la Convencin predicha. Busquemos desde la vigencia del tandem normativo aqu explicado, el juego armonioso de articulacin de los organismos del Estado, de hacer un efectivo reordenamiento organizacional desde los recursos humanos-sensibilizacin y concientizacin- y materiales- recursos tecnolgicos adecuados-, del alcance que experimenta hoy da el abordaje de nias, nios, adolescentes y la familia, en su actual escenario, y de captar que estos sectores son los ms vulnerables y en permanente riesgo para enfrentarlos de manera conveniente y oportuna en el contexto de su verdadera dimensin. Asimismo y respecto al deber de informar el hecho, creemos necesario para que este deber establecido en la ley tenga real cumplimiento, la implementacin de programas dirigidos a la sensibilizacin y capacitacin de los profesionales de las distintas disciplinas, como tambin el asesoramiento y la difusin de los recursos, que de ordinario no se conocen, en las escuelas, hospitales, comisaras, transportes pblicos, organismos pblicos y privados y medios masivos de comunicacin. Al mismo tiempo, para proteger los derechos de las personas denunciantes es preciso establecer clusulas de inmunidad con el objeto de evitar su responsabilidad civil o penal. Se trata de eliminar los sobresaltos que puede tener quien seala el maltrato por futuras acciones por parte del acusado. En el siguiente captulo, propugnamos la creacin de juzgados de familia en la provincia de Santa Fe y futura puesta en funcionamiento del Fuero de Nios, Nias, Adolescentes y la familia. Asimismo propugnamos nuevos lineamientos de accin frente al maltrato infantil, entre ellos: prevencin, intervenciones, capacitacin y programas de enfrentamientos y bases para las reformas en el plano legal-judicial.
Captulo V
Lineamientos De Accin Frente Al Maltrato Infantil, y Futura Puesta En Funcionamiento Del Fuero De Nios, Nias, Adolescentes Y La Familia.
SUMARIO: 1. Introduccin. 2. Distintos cursos de accin con relacin al maltrato infantil. 2. 1. Prevencin. 2. 2. Evaluacin de riesgo y diagnstico. 2. 3. Intervenciones. 2. 4. Evaluacin de resultados. 2. 5. Capacitacin y programas de entrenamiento. 2. 5. 1. Caractersticas de la capacitacin. 2. 5. 2. Destinatarios de la capacitacin. 2. 5. 3. Metodologa. 2. 6. Bases para las reformas en el plano legal-judicial. 2. 6. 1. Tratamiento especfico del maltrato del nio por sus padres o sustitutos. 2. 6. 2. Establecer un proceso autnomo dentro del cual se adopten las medidas cautelares. 2. 6. 3. Denuncia de los hechos. Quienes pueden denunciar el maltrato. Su carcter facultativo u obligatorio. 2. 6. 4. Inmunidad para los denunciantes. 2. 6. 5. Medidas de emergencia. 2. 6. 6. Tutela jurisdiccional y el respeto del principio de legalidad en los procesos penales y civiles. 2. 6. 7. Establecer un adecuado sistema probatorio. 2. 6. 8. Disposicin del nio o adolescente como medida excepcional. 3. Creacin de juzgados de familia en la provincia de Santa Fe y futura puesta en funcionamiento del fuero de nios, nias, adolescentes y la familia. 3. 1. Competencia. 3. 2. rganos judiciales. 4. Ley N 12967. 4. a. Esquema. Ley 12967. 4. b. Medidas de proteccin integral. 4. c. Medidas de proteccin excepcional. 4. d. Aplicacin de las medidas excepcionales. 4. e. Defensor provincial de nias, nios y adolescentes. 5. Conclusiones finales. 6. Propuestas.
1. Introduccin. Desde nuestra perspectiva, y tal como lo hemos expresado en los diferentes captulos de esta tesina, la temtica del maltrato infantil se ha constituido en los ltimos tiempos en un problema social. Esto implica, por una parte, el reconocimiento del hecho y por la otra, una calificacin valorativa negativa del mismo por un amplio sector de la sociedad. Sin embargo ste es un hecho social reciente y, como tal, est impregnado de contradicciones e incongruencias producto de la ruptura de un consenso histricamente legitimador del maltrato infant il. Las condiciones histrico-sociales presentes nos encuentran en un momento de transicin. Las ideologas que tradicionalmente ubicaban a los nios en un lugar inamovible de objetos de uso y abuso, estn, al menos explcitamente, en plena retirada. Al mismo tiempo, cada vez cobran ms fuerza y se extienden hacia mayores sectores de la sociedad las ideas que rescatan la necesidad de cuidado y proteccin de los nios y su condicin incuestionable de sujetos de derecho. No obstante, es preciso remarcar que el hecho de que se mencione tan explcitamente la importancia de la atencin y amparo de los nios no siempre incluye una explicacin abierta y clara que condene el maltrato infantil en sus diversas formas. Es por ello que consideramos de fundamental importancia avanzar cada vez ms en la brecha que abre actualmente la ruptura con la vieja ideologa, profundizar la discrepancia y el conflicto con aquellos valores que en el presente consideramos inadmisibles, y desarrollar y profundizar cada vez ms los conceptos ideolgicos que proponen una realidad alternativa en trminos de una sociedad y una familia basada en el respeto por los derechos humanos. El tema de la violencia hacia los nios es un tema de derechos humanos. Esta construccin social de la realidad de la infancia requiere, en el presente, un mayor grado de legitimacin y consenso con relacin al problema. De acuerdo con lo que hemos expresado previamente, tales cuestiones slo podrn lograrse si hay acciones, prcticas sociales, que transformen el problema del maltrato infantil en un problema social real. Tales acciones tienen como objetivos centrales; deslegitimar y desnaturalizar toda forma de maltrato infantil; legitimar y crear consenso acerca del maltrato infantil como un problema social; desarrollar y fortalecer una ideologa basada en las relaciones democrticas y de respeto por los derechos de los nios; atenuar la incidencia del fenmeno. Para llevar a cabo dichos objetivos generales es que propongo una serie de lneas de accin que buscan, cada una en el marco de su especificidad, dar cumplimiento a tales finalidades. Estos lineamientos deben ser tomados solamente como un enunciado de las acciones posibles, ya que el desarrollo particular de cada una de ellas escapa a los objetivos de esta tesis. Los lineamientos de accin que he de sugerir a continuacin para el desarrollo de este ltimo captulo, han sido elaborados sobre la base del material bibliogrfico relevado sobre el tema, los datos obtenidos en mi investigacin, la propia experiencia, las diversas propuestas aportadas por los distintos especialistas dedicados al estudio de este problema, legislacin comparada, y proyectos legales de distintas provincias de la argentina que bregan por mejorar el sistema jurdico-legal vigente. El tema que nos ocupa, los distintitos cursos de accin con relacin al maltrato infantil, y la creacin futura y puesta en funcionamiento del Fuero de Nios, Nias, Adolescentes y la familia, son importantes ya que nos permitir conjugar armoniosamente en el esfuerzo mancomunado de proteccin integral de sus derechos, articulando y coordinando modos de accin oportunos y pertinentes-necesidad-. Desde el mbito del poder administrador-poder ejecutivo- y del poder jurisdiccional-poder judicial-, se estn adecuando las estructuras organizacionales y de recursos materiales para de manera paulatina alcanzar el fin, pero creo todava falta tela por cortar en tal sentido. 2. Distintos Cursos De Accin Con Relacin Al Maltrato Infantil. Para referirnos a los distintos cursos de accin con relacin al maltrato infantil, consideraremos cinco aspectos bsicos, relacionados entre s: 1) prevencin; 2) evaluacin de riesgos y diagnstico; 3) intervencin; 4) evaluacin de resultados; 5) capacitacin. Y agregaremos una sexta accin, las bases para las reformas en el plano legal-judicial. Cada una de estas instancias implica la visin interdisciplinaria del problema, y su conjunto entramado configura una dinmica de abordaje compleja y totalizadora. 2. 1. Prevencin. a) Concepto y clases. La prevencin es definida por el Diccionario de la Real Academia Espaola como la preparacin y disposicin que se hace anticipadamente par evitar un riesgo cclxvi . Este riesgo es, en el tema del maltrato infantil, la posibilidad de que determinadas acciones de los adultos atenten contra la integridad fsica y psquica de los nios, obstaculicen su pleno desarrollo o, en un extremo, pongan en peligro su vida. Dentro del campo de la violencia contra los nios/as y adolescentes, entendemos como preventivas todas aquellas acciones que lleven a evitar su aparicin o permitan su interrupcin. Tomaremos al concepto de prevencin en un sentido amplio, que pueda incluir el espectro de dimensiones que contiene la definicin del problema. El maltrato infant il considerado como un problema social, multidimensional y multidisciplinario es un tema que comprende campos variados como lo son: el legal, el de la salud, tanto fsica como psquica, el sociolgico, el educacional, el filosfico o el poltico, por nombrar algunas de las reas desde donde puede observarse el fenmeno. Los trabajos ms extendidos acerca de la temtica de la prevencin provienen en su mayora del mbito de la salud y, en particular, de la salud mental. Los primeros desarrollos tienen origen en los aos sesenta y se concretan en los tradicionales trabajos de G. Caplan en 1980 cclxvii . Este autor, establece una distincin entre tres tipos de prevencin: primaria, secundaria y terciaria cclxviii . Actualmente, existe la tendencia de distinguir entre: prevencin (esto es, prevencin primaria en salud, dirigida a la poblacin general con el objetivo de evitar la presencia de factores de riesgo y potenciar factores protectores del maltrato infantil), tratamiento (esto es prevencin secundaria y consiste en la intervencin despus de haber comenzado el trastorno y de haberlo detectado precozmente, dirigida a la poblacin de riesgo con el objetivo de realizar un diagnstico temprano y un tratamiento inmediato. Atenuar los factores de riesgo presentes y potenciar los factores protectores) y rehabilitacin (prevencin terciaria y es reparar el dao que haya causado un desorden ya manifestado, que consiste en la rehabilitacin del maltrato infantil, tanto para los menores victimas como para los maltratadotes. Para ello se debe disponer de un equipo interdisciplinario, pediatras, psiquiatras, psiclogos, trabajadores sociales, orientadores familiares, terapeutas, abogados, jueces de menores, cuerpos policiales, etc.) Si bien en mltiples ocasiones resulta difcil distinguir si un determinado programa es de prevencin primaria o secundaria, es que por sta razn, se considera a estas clases de prevencin, no ya como una dicotoma, sino como un continuo. Al referirnos a la prevencin del maltrato infantil, tomaremos los conceptos desarrollados en el campo de la salud ya sealados. Aqu enunciaremos los aspectos relacionados con la prevencin primaria, es decir, la propuesta de acciones que disminuyen la incidencia del fenmeno. La prevencin primaria, intenta equipar a las personas (sujetos competentes) con recursos ambientales y personales para superar los problemas que puedan surgir; reconoce la necesidad de una sociedad ms equitativa en la que se puedan reducir al mximo las situaciones de indefensin. b) Objetivos. Podramos decir que la prevencin primaria del maltrato infantil tiene, entre otros, los siguientes objetivos: Generales. -reducir la incidencia del problema del maltrato infantil; -promover una ideologa basada en el menor como sujeto de derechos y en la inclusin de los derechos humanos en el interior de la familia; -promover la salud, en trminos de mayor bienestar y mejoramiento de la calidad de vida de los nios. Especficos. - promover el desarrollo pleno de los menores; - incrementar la comprensin de las pautas de crianza y socializacin de menores y sus efectos en las familias y la comunidad; -acrecer el conocimiento de recursos; - incidir sobre las prcticas organizacionales; - influenciar la poltica social y la legislacin; - favorecer las redes interinstitucionales; -promover la formacin de especialistas y ampliar su papel. c) Acciones comprendidas en la prevencin primaria. Formularemos a continuacin algunas de las acciones a implementar en la prevencin primaria en el maltrato infantil. 1) Poltica de carcter social: El maltrato infantil no puede ser concebido slo como un problema privado de disfuncin familiar y olvidar el entorno social productor de la violencia. Es decir junto a la responsabilidad individual existe una responsabilidad del Estado en la omisin de las polticas sociales y preventivas del maltrato. La solucin que aqu proponemos, no pasa slo por el tratamiento teraputico de la familia o por las medidas represivas, sino que es deber del Estado crear las condiciones materiales y culturales que coadyuven a la proteccin de los derechos humanos de los ciudadanos. Hay que actuar sobre los factores de carcter social que coadyuvan en la aparicin del maltrato. La mala calidad de vida de las familias por la ausencia de los soportes bsicos de su funcionamiento las convierte en grupos de alta vulnerabilidad. Por consiguiente la violencia aparece, muchas veces, como respuesta a las frustraciones de la vida cotidiana en cuanto a trabajo, manutencin, vivienda, condiciones laborales, educacin y esparcimiento. La insuficiencia de recursos, desocupacin, hacinamiento, migracin, trasplantes culturales, aislamiento del grupo social, prdida de las races culturales, son circunstancias que engendran tensiones que bajan el nivel de tolerancia hacia el nio. En otros trminos, las condiciones de vida generadoras de exclusin social con frecuencia se mediatizan en abusos y agresiones al nio, chivo expiatorio de la violencia que sufren los padres. Una respuesta esencial a las races sociales de la violencia es, indudablemente, pensar en modelos socioeconmicos que superen esta marginacin de vastos sectores de la poblacin que sobreviven sin satisfacer las necesidades bsicas. Dentro de las mltiples acciones que deben emprenderse para dar solucin a las deficiencias que abarcan las reas de la salud, educacin, vivienda, proponemos incluir distintos servicios sociales que es necesario prestar para atenuar los niveles de tensin y ansiedad originados en el conflicto entre el desempeo laboral y la funcin materna o paterna, entre ellos proponemos: 1- La creacin de guarderas para el cuidado temporario de los nios. 2- Comedores escolares o lugares de recreacin infantil. 2- Establecimientos que acojan a madres solas con dificultades sociales o afectivas, etc. La necesidad de organizar estos servicios se intensifica an ms con la reforma constitucional que ha dado jerarqua superior a la Convencin sobre los Derechos del Nio. Este tratado establece, como ya lo hemos dicho, el deber del Estado de prestar a los padres la asistencia apropiada para el desempeo de sus funciones en lo que respecta a la crianza del nio, imponindoles la obligacin de crear instituciones, instalaciones y servicios para el cuidado de los nios cclxix , particularmente en beneficio de los nios cuyos padres trabajan cclxx . Se requiere, igualmente, la organizacin de servicios de planificacin familiar para que las parejas tengan la posibilidad de controlar el nmero de nacimientos y disminuir, de esta manera, los embarazos no deseados, causantes muchas veces del maltrato al hijo. Asimismo en esta esfera es conveniente, adems, estructurar el funcionamiento de un sistema de salud completo con controles regulares que permita seguir el desarrollo de todos los nios en edad preescolar, responsabilidad que nace del art. 24 de la Convencin sobre los Derechos del Nio. 2) Programas que propicien un cambio en la conciencia social: Esta propuesta tiene como fin modificar comportamientos, creencias y valores. Es importante aqu difundir los derechos del nio y la correlativa responsabilidad de los padres orientada hacia una interaccin paterno- filial mediante pautas participativas y de cooperacin, de acuerdo con la edad del menor. Por otra parte, la imagen idealizada de la familia que siempre muestran los medios masivos de comunicacin debe ser reemplazada por una visin realista que brinde una idea de las satisfacciones, pero tambin de las dificultades ligadas a la condicin paterna o materna. A lo sealado precedentemente, se deben sumarse campaas especficas dirigidas a difundir el problema del maltrato y abuso sexual de los menores, a hacer conocer sus causas y a alertar sobre sus efectos. La violencia slo se convierte en noticia cuando adquiere contornos espectaculares. Falta desde el mbito pblico una accin sistemtica educadora que interiorice la idea de que el nio es persona. El trato cotidiano del nio, cuando hiere de manera permanente su calidad de sujeto y su dignidad, queda oculto detrs de hechos extremos. La violencia diaria se naturaliza, es normal. Slo cuando se hace visible en los hechos desmedidos se la califica como una conducta desviada. En este sentido son relevantes las campaas de sensibilizacin dirigidas a los padres, educadores, trabajadores sociales y mdicos acerca de la realidad del abuso infantil. 3) Programas que propicien la difusin de recursos existentes en diferentes mbitos: Con frecuencia, los protagonistas de los episodios violentos, los profesionales de distintas disciplinas que deben tratar con el problema y los ciudadanos que toman conocimiento de los casos de maltrato, ignoran cules son los caminos a seguir y las diversas alternativas que ofrecen la ley y los servicios sociales, pblicos y privados. Entonces, y a modo de propuesta, se trata de hacer conocer mediante variados mecanismos de difusin los recursos legales, los centros que ofrecen asesoramiento, los servicios de ayuda telefnica, las unidades sanitarias especializadas, los centros de atencin teraputica, etc. Esta informacin debe ser de fcil acceso y, en lo posible, transmitida a travs de los medios de comunicacin de masas, de modo continuo. En este sentido, la reglamentacin de la Ley 24.417, prev programas elaborados por los distintos organismos para difundir las finalidades de dicho ordenamiento cclxxi . 4) Programas preventivos a nivel de la familia y la comunidad: Se trata de reforzar los lazos de comunicacin entre padres e hijos, mejorar la aptitud de los progenitores para enfrentar los problemas que se suscitan en las relaciones paterno- filiales, y promover el sostn que brinda la comunidad de pertenencia. La comunidad constituye un eje esencial en la prevencin y tratamiento del problema de la violencia familiar. El maltrato de nios y adolescentes, como ya lo hemos sealado, se encuentra en todos los estratos sociales, pero son ms vulnerables los ncleos familiares sometidos a grandes presiones por su calidad de vida y la falta de recursos para manejarse. Son indispensables, por consiguiente, mecanismos de ayuda comunitaria, la creacin de redes de apoyo formales e informales para que las familias puedan afrontar los distintos problemas que se les plantean. 5) Programas informativos-educativos dirigidos a los padres: En trminos generales es preciso propiciar la informacin y la capacidad educativa de los padres para que comprendan las necesidades y el comportamiento de sus hijos en las distintas etapas de su desarrollo. Para ello es deseable que los progenitores, o sus sustitutos, conozcan las tendencias ms modernas en la educacin y crianza de los nios para desempear con mayor eficacia la tarea materna o paterna. En ciertos sectores sociales se halla ampliamente difundida la creencia de que la crianza es una actividad instintiva que no requiere el consejo de expertos. Sin embargo, la investigacin ha puesto de manifiesto que las exigencias de los padres respecto de los hijos son, a menudo desmedidas y no corresponden a su etapa evolutiva. De esta manera, se generan resistencias o rebeldas que pretenden frenarse mediante actos de fuerza. La mayora de los programas, tanto de prevencin como de intervencin, dirigidos a los padres, incluyen bsicamente los siguientes objetivos: a) adquirir destrezas ms efectivas en la conduccin de los nios con el fin de controlar problemas tpicos y difciles relacionados con ellos; b) promover el uso de mtodos de control positivos y reducir la confianza en el castigo; c) desarrollar una estrategia efectiva para la solucin de problemas en situaciones conflictivas que surjan en el futuro, y que pueda aplicarse a las dificultades relacionadas con la familia; d) controlar las respuestas violentas y el comportamiento impulsivo que perjudican al nio y a la familia. Dentro de este tipo de programas informativo-educativos para padres, es importante considerar la inclusin de los prenatales, dirigidos a los futuros padres con el fin de iniciarlos en el cuidado de sus hijos, remarcar la trascendencia de su funcin y anticipar los lazos afectivos con el recin nacido. Por ltimo, es aconsejable preparar a los jvenes para que asuman sus futuros roles familiares (preparacin para el matrimonio, pautas par la administracin del hogar, informacin sobre las etapas evolutivas de los nios, etc.), mediante cursos dictados en diferentes mbitos institucionales tales como la escuela, la comunidad religiosa, los centros barriales y comunitarios, e incluso, los medios de comunicacin masiva. 6) Programas informativos dirigidos a profesionales, personal de diferentes mbitos institucionales y educadores: Es indispensable desarrollar programas que tengan como objetivo central sensibilizar y brindar informacin adecuada a los profesionales de diferentes disciplinas tales como mdicos, psicolgicos, asistentes sociales, abogados, personal de la justicia, de la polica, de los hospitales y de los municipios, que, por distintas razones y de modo directo o indirecto, tengan vinculacin con el problema del maltrato infantil. Estos programas estn destinados a lograr que todas aquellas personas que, de manera potencial, puedan actuar con relacin al maltrato infantil, lo tengan internalizado como un problema, detecten sus caractersticas conozcan los recursos existentes para actuar en consecuencia. En este sentido, es importante que, por ejemplo, en un hospital, no slo estn sensibilizados acerca del tema los profesionales especializados, sino tambin todos aquellos que puedan llegar a tener algn tipo de intervencin en la deteccin del maltrato, tales como mdicos de guardia, enfermeras, etc. igualmente, en el sistema judicial es importante que todos los integrantes del juzgado adquieran conocimiento y sensibilizacin del problema. La inclusin de los docentes en la prevencin primaria del maltrato infantil es una cuestin clave. La importancia de su preparacin es innegable, pues el maestro en el aula tiene la posibilidad de detectar, anticipar y prevenir cualquier situacin que implique un riego para la integridad de sus educandos y puede actuar de modo directo, con los nios y sus familias. Asimismo, en la escuela, los nios tienen la oportunidad de conocer sus derechos y aprender el significado negativo del maltrato y su perpetuacin. Un docente formado como agente de cambio forma nios para el cambio de la ideologa del maltrato. 7) Programas informativo-educativos dirigidos a los nios: Diversas experiencias han sido llevadas a cabo para prevenir a los nios con relacin a los malos tratos y el abuso sexual, principalmente en los Estados Unidos, Canad. El realizado en Canad es un programa de prevencin del Abuso Sexual para nios entre 6 y 12 aos que realiz el Nacional Film Board of Canad. Este programa, denominado FEELIN YES, FEELING NO, que en nuestra traduccin literal sera: sentimientos por el s, sentimientos por el no cclxxii , brinda al nio medios para protegerse y hacer respetar su integridad frente al adulto. Es decir, el menor se convierte en actor de su propia prevencin. El formato de este programa es completo, ya que incluye tambin a padres, profesionales y maestros de los nios. Est diseado para ser usado por escuelas, iglesias, organizaciones de la comunidad y/o grupos familiares interesados en la prevencin del abuso sexual infantil. Consta de 4 videofilms y de materiales escritos. Est dividido en dos partes: la parte A, para padres y profesionales directa o indirectamente conectados con los nios con quienes se desarrollar el programa preventivo, y la parte B, dirigida a los nios y sus maestros. Todo esto est organizado de modo secuencial para el logro de los objetivos educacionales, que son, bsicamente, la adquisicin de habilidades para cuidarse y protegerse de cualquier situacin abusiva tanto en el exterior como en el interior de la familia. La parte A, para padres y profesionales, contiene un film de 28 minutos, ms un material escrito para distribuir entre los participantes. Este material comprende una gua para el facilitador, las caractersticas del abuso sexual infantil, los signos comportamentales de los nios abusados sexualmente, qu hacer si un nio ha sido abusado, una sntesis del contenido de la parte B, cmo conversar con los nios sobre el abuso sexual, medidas preventivas y bibliografa. La parte B, para los nios y sus maestros contiene una secuencia de 3 videofilms de 15 minutos cada uno, ms 9 horas de ejercicios experienciales, que acompaan a la proyeccin de los videos. Asimismo incluye tambin una gua para maestros que va a conducir el trabajo con los nios, enseanzas para los menores que les indican cmo identificar lo que sienten, cmo comunicarlo, cmo y donde obtener ayuda, cul es el significado del abuso sexual, cmo protegerse de l, un vocabulario con trminos que les sirva para desarrollar su seguridad personal. Estos trabajos constituyen un ejemplo de lo que puede hacerse en materia de prevencin primaria con los nios y, por consiguiente, nuestra propuesta es que, deberan multiplicarse con el tratamiento de la totalidad de los aspectos del maltrato infantil. 2. 2. Evaluacin De Riesgo y Diagnstico. La evaluacin de las situaciones de maltrato infantil presenta caractersticas particulares con respecto a otras problemticas de carcter psicosocial o familiar, ya que en general se produce bajo condiciones de invisibilidad y falta de motivacin y voluntariedad por parte de la familia y/o del maltratante. La tarea evaluativa y diagnstica, realizada por profesionales especializados, consiste en confirmar si realmente se ha producido una situacin de maltrato, realizar una valoracin del dao que ha sufrido o puedo llegar sufrir el nio con el fin de adoptar las medidas necesarias para protegerlo y, por ltimo, llevar a cabo una evaluacin en profundidad de la situacin de la familia y el menor para determinar los pasos a seguir y la posible rehabilitacin. Una evaluacin adecuada permite desarrollar intervenciones de mayor precisin y eficacia. Para ello es importante conocer adecuadamente el suceso, qu consecuencias tuvo, cules fueron sus causas inmediatas y cmo podra corregirse la situacin. Un aspecto importante es poner especial nfasis en la forma en que se obtiene informacin. Debe tenerse en cuenta la totalidad de las fuentes a las que es posible acceder; adems de los datos que puedan aportar los padres, los familiares directamente implicados o los profesionales o funcionarios que han intervenido, tiene particular relevancia el testimonio del nio. Confirmada la sospecha del maltrato es fundamental considerar el estado de peligro en que se encuentra la presunta vctima, es decir, si es necesario adoptar de manera inmediata medidas protectoras o si es posible extender el tiempo de la evaluacin diagnstica para futuras intervenciones. Por ltimo, debe realizarse un pronstico en cuanto a las posibilidades de atenuacin o desaparicin del maltrato. 2. 3. Intervenciones. Esta fase comprende todas aquellas acciones que se desarrollan una vez que tuvo lugar la situacin de maltrato. La prevencin en este caso se identifica con las diversas medidas que es posible adoptar para evitar la reiteracin de los episodios abusivos. El primer paso para la actuacin institucional de los episodios abusivos es la revelacin del hecho. Por consiguiente, deben adoptarse las estrategias indispensables para facilitar la informacin del maltrato. En tal sentido, proponemos: 1) Creacin de organismos sociales receptores de las denuncias: Aqu proponemos la apertura de otros canales en la comunidad donde puedan radicarse las denuncias, junto a la polica y la justicia, permite acrecentar la visibilidad del problema. Esto significa que el sealamiento del hecho de abuso pueda efectuarse ante los servicios sociales-administrativos que se ocupen del problema, como ante los rganos judiciales. De esta manera se atenuara la resistencia de los profesionales, maestros, parientes o vecinos para revelar los hechos; los organismos sociales actuaran como un canal mediador ms aceptable, pues con frecuencia se asocia la revelacin a una respuesta institucional represiva. Ello sin perjuicio de las necesarias derivaciones judiciales cuando deban adoptarse medidas protectoras o sancionatorias que requieren respetar las garantas del debido proceso. No se descarta el importante rol que puedan juzgar los organismos policiales, debidamente entrenados, pues es el espacio al cual acceden habitualmente las personas cuando quieren hacer conocer un hecho ilcito grave. Nuestra propuesta aqu, consiste en la creacin de un Registro nico Centralizado, en donde las denuncias deban volcarse. Esto permite detectar las situaciones de maltrato reiterado, evitndose de este modo la accin de los adultos abusadores, quienes para no ser identificados acuden a otro hospital en cada ocasin. Adems, la centralizacin de la informacin facilita el diagnstico de un caso sospechoso, pues proporciona datos al mdico interviniente sobre los presuntos abusos que anteriormente le hubiesen infligido al nio. En otros trminos, el conocimiento de los antecedentes previos avala con mayor fundamento una sospecha de abuso. A veces, la ayuda a la familia llega muy tarde por desconocerse la historia del caso. Igualmente la concentracin de las causas posibilita el control de las distintas intervenciones institucionales y la eficacia de las medidas adoptadas. 2) Tipos de intervenciones: Cuando hablamos de intervenciones nos referimos a las diferentes maneras de actuar, una vez producidos la evaluacin y el diagnstico. La observacin del problema desde cada uno de los diferentes sistemas permite una mejor solucin y la convergencia de tales sistemas es complementaria, es decir, ninguno de ellos pierde la autonoma y los lmites de su competencia. Cada uno desde su propio campo constituye un apoyo para el otro, lo cual permite una tarea de colaboracin conjunta, bajo la direccin del juez, en los casos de la intervencin judicial cclxxiii . Entre los distintos momentos de actuacin, podemos mencionar: a) El aspecto educativo- formativo implica la enseanza de habilidades para la prevencin del maltrato. Este aprendizaje comprende tanto la figura del nio como a la del adulto. Con respecto al nio importa la tarea de informarle y educarlo para que pueda distinguir y defenderse frente a las actuaciones abusivas. Esta labor se relaciona con el conocimiento de sus derechos en cuanto al cuidado de su propio cuerpo, su sexualidad, su integridad fsica y psquica, y su salud. El entrenamiento dirigido a los padres tiene como objetivo ayudarlos a subsanar las debilidades que presentan en cuanto a sus aptitudes de trato, y gobierno de la persona del nio. b) El aspecto psicoteraputico es otra de las etapas de intervencin. Si bien no debe ser considerada como una instancia definitoria y nica de resolucin en razn de sus limitaciones, constituye, no obstante, un recurso relevante para enfrentar el problema. Entre las diferentes estrategias teraputicas que pueden implementarse de manera separada o simultnea, mencionamos: 1) tratamiento individual (psicoterapia, programas con visitadores domiciliarios); 2) tratamiento grupal (multicontextual familiar, terapia familiar, con grupos de ayuda, grupos de apoyo). 3) Centros especializados de carcter interdisciplinario: A modo de propuesta, creemos que sera conveniente la creacin de centros interdisciplinarios para el tratamiento del nio maltratado y la familia, pblicos o privados, que intervengan, a peticin de los juzgados o servicios sociales, para realizar el diagnstico y tratamiento del caso, como el centro comunitario existente en la ciudad de Miln, Italia, que ayuda al nio maltratado y a la familia en crisis constituyendo un modelo representativo de la forma en que se puede integrar las distintas intervenciones institucionales cclxxiv . El trabajo de la institucin, tiene como presupuesto bsico, el abuso de los nios en sus diversas formas, no puede ser tratado y resuelto si no se define claramente con los afectados, con los servicios implicados y con el tribunal interviniente, que se opera en el contexto de una intervencin coactiva. El Tribunal Interviniente o los servicios sociales, son los encargados de decidir la actuacin del centro, ordenndole un diagnostico o tratamiento teraputico del caso. Este centro debe trabajar: En primer trmino, las distintas categoras clnicas de las familias maltratantes que tienen como caracterstica comn la negacin del conflicto, el cual se descarga en la pura y simple accin sintomtica; sus integrantes no advierten, por lo tanto, la necesidad de una ayuda externa. Por ello resultan indispensables operaciones de control y terapias que inhiban y paralicen el sntoma, permitan la explicacin de la dificultad y conduzcan al aprendizaje de otros patrones de funcionamiento. En segundo lugar, la recuperacin de una familia no depende slo de sus variables internas; se relaciona, adems, con la capacidad de los servicios intervinientes para integrarse y crear un equipo interinstitucional que conforma el contexto de la intervencin coactiva. Entre los diversos componentes del equipo podemos mencionar: 1) el Tribunal Interviniente, que es el responsable del tratamiento coactivo a la familia; 2) los distintos Centros a los cuales el Tribunal deriva el caso, los que conducen libremente una alianza teraputica con la familia para su sostn y tratamiento. Dicha integracin debe realizarse, adems, con los diversos servicios comprometidos en el problema (servicios sanitarios especializados, escuelas, servicios sociales, etc.); 3) el aparato de control, distinto del teraputico, que verifica la eficacia del tratamiento en sus distintas etapas y vigila el cumplimiento de las decisiones del Tribunal Interviniente. Para que cada operador cumpla su rol sin ceder a la tentacin de asumir la funcin del otro, es indispensable un nivel superior, o sea, el equipo interinstitucional, en el cual se integran las diversas funciones. El centro, por otra parte, establece una clara relacin con el tribunal y la familia usuaria, o sea, informa que se trata de una labor encomendada por el juez para determinar los problemas que originaron el maltrato, asimismo, al mismo tiempo seala los beneficios de la intervencin para la familia, ya que de este modo podr entender lo que le sucede y superar la situacin conflictiva. Pese al carcter coactivo de esta actuacin, a travs del tratamiento se busca crear una situacin semejante a una terapia familiar espontnea. Es decir, se emplean diversas estrategias para inducir a la familia a formular el pedido de ayuda. La primera respuesta del centro, frente a una situacin de maltrato grave, es pedir, como condicin para realizar una evaluacin profunda, el alejamiento del nio del hogar por algunos das. Aqu frente a esta medida, los padres tienen el inmenso deseo de volver a tener al nio, lo cual constituye casi siempre un fuerte incentivo para el cambio y opera con ms eficacia que el procedimiento inverso, donde se acta mediante la coaccin: o cambian o les sacamos al nio. 4) Coordinacin. Creacin de redes: La articulacin de las diferentes causas en un problema de violencia familiar exige conjugar las acciones en los distintos campos, lo cual demanda ineludiblemente la creacin de redes interinstitucionales, en las cuales participen sectores pblicos y privados de las diversas reas: salud, educacin, justicia, polica, de modo tal que pueda darse una respuesta global al problema tanto en el campo de la prevencin, as como en el de asistencia o rehabilitacin de quien se ve afectado por hechos de violencia familiar. Dentro de los programas de ayuda y control comunitario, destacamos:
a) Padres annimos. Los padres annimos constituyen organizaciones grupales compuestas por progenitores que han maltratado a sus hijos y desean ayudar a quienes se encuentran en dificultades similares. Existen tambin los llamados grupos teraputicos, que han sido empleados en el tratamiento del abuso sexual, en los cuales participan padres abusadores y vctimas pertenecientes a familias diferentes cclxxv . b) Programas de ayuda mutua. Dentro de este programa de ayuda mutua, se ha formado un grupo de personas ya retiradas del trabajo activo que cumplen la funcin de abuelos adoptivos, o bien, equipos de voluntarios, debidamente entrenados, que ayudan y aconsejan a los padres que tienen dificultades para afrontar la crianza y educacin de los hijos. Estas acciones pueden tambin ser emprendidas por las parroquias u otros centros comunitarios. c) Programas de apoyo en situaciones crticas. Estos programas destinados a los nios y padres en situaciones crticas constituyen un apoyo que es posible prodigar mediante el urgente auxilio telefnico, la guarda transitoria de los hijos a otras personas o la intervencin de parientes o amigos. El objetivo es siempre, repetimos, evitar el aislamiento de la familia en crisis. d) Gabinetes escolares. Es conveniente crear gabinetes escolares que puedan detectar los casos de malos tratos infligidos a los nios y organizar el tratamiento de la familia mediante su derivacin a los servicios sociales o atencin domiciliaria. e) Hogares transitorios. Aqu proponemos la creacin de hogares transitorios para albergar a los nios en situaciones graves, tomando como modelo los creados en muchos pases extranjeros, entre ellos, comentaremos las siguientes experiencias. As por ejemplo en los Estados Unidos, existen nurseries, que funciona las 24 horas, en las cuales pueden alojarse los nios, incluso con sus madres. Atienden aquellos casos en que los propios padres desean la salida transitoria del nio, pues temen las consecuencias del momento emocional crtico por el cual atraviesan. En Pittsburg existe un Centro de stress parental, que ayuda al tribunal a adoptar decisiones en las causas de maltrato infantil. El tribunal dispone el envo de los nios maltratados o de alto riesgo a dicho centro. Los padres los visitan diariamente y los cuidan bajo la supervisin de los directores del Centro. Esta residencia se prolonga por un trmino que no excede, generalmente, los tres meses. El objetivo primario de tal institucin es aumentar la capacidad de crianza de los padres. Sin embargo, al mismo tiempo, la informacin recogida le permite efectuar recomendaciones al tribunal cuando es necesaria una posterior disposicin del nio cclxxvi . En Suecia, el menor puede permanecer durante un perodo con familias que se presentan a dicha funcin de ayuda. En estos hogares los nios permanecen varias horas, los fines de semana o por un perodo ms largo, segn el diagnstico del caso y los cuidadores reciben un estipendio por dicha funcin. Cabe destacar que esta estructura se halla muy difundida en Suecia y constituye un mecanismo social destinado a cuidar a los nios o adultos que no pueden o no quieren ser atendidos por sus familias (menores abandonados, maltratados, discapacitados, ancianos, personas psicticas) cclxxvii . 2. 4. Evaluacin De Resultados. En trminos generales, podemos decir que hasta el presente existe escaso desarrollo de la evaluacin de los diferentes tipos de programas que se aplican tanto para la prevencin como para el tratamiento y la rehabilitacin en el problema del maltrato infantil. La evaluacin de programas de proteccin infantil, como la de cualquier programa social, debe partir de una valoracin de la forma en que cubre las necesidades que han originado su creacin. El anlisis de los resultados permite modificar y optimizar su eficacia, en la medida en que se haya realizado el examen del proceso del programa: estudio de sus premisas tericas, del contexto organizativo, anlisis de los recursos y su estructuracin. En el diseo de la evaluacin de resultados, es necesario conocer si los efectos que el programa buscaba se han producido y son estadsticamente significativos, y si se puede afirmar que tal progr ama ha causado dichas consecuencias. Por ltimo, es preciso sealar que un elemento importante para la evaluacin de los resultados de los programas ejecutados en relacin al maltrato infantil es la informacin estadstica, distinguiendo los datos en sus distintas modalidades. La existencia de organismos que centralicen las denuncias en cada una de las jurisdicciones coadyuva, indudablemente, a la simplificacin de la tarea. De acuerdo con la ley 24.417, el Consejo Nacional del Menor y la Familia centraliza el registro de denuncias mediante un sistema computarizado, cuyas caractersticas figuran en el anexo cclxxviii . 2. 5. Capacitacin y Programas De Entrenamiento. 2. 5. 1. Caractersticas De La Capacitacin. En violencia familiar en general y, en cada una de sus reas especficas, el tema de la capacitacin, est basado en tres supuestos bsicos. a) cualquier accin que se intente desarrollar en el campo de la violencia, requiere algn tipo de capacitacin en la temtica; b) toda capacitacin, para ser efectiva, debera ser sustentable en el tiempo y tender a producir un efecto multiplicador en los destinatarios; c) debe apoyarse en los recursos que ya existen en los operadores y en los capacitados, promoviendo su reconversin, desarrollo y fortalecimiento, para actuar en el campo de la violencia; d) toda capacitacin de personal especializado en violencia debe incluir un trabajo intensivo con la persona del operador. Esto implica, un aspecto de cuidado de todas las personas que deban enfrentarse con el tratamiento del fenmeno, y una tarea de conocimiento de s mismos, de los propios valores y creencias, habilidades y dificultades para actuar en este campo. Esta formulacin general acerca de la capacitacin incluye, por lo menos, tres niveles diferenciados y, a su vez, interrelacionados: sensibilizacin, informacin- educacin y formacin. Sensibilizacin: son todas aquellas acciones dirigidas, en diferentes etapas y estadios, a producir una toma de conciencia acerca de la temtica de la violencia hacia los nios como un problema social, es decir, un problema social existe cuando es producto de una definicin colectiva. La tarea sensibilizadota tiene como finalidad central producir una fractura en el consenso existente en los diferentes grupos sociales con relacin a creencias tales como; el nio es un objeto de propiedad de los padres, el castigo corporal es un mtodo disciplinario y correctivo necesario, o que el maltrato infantil ocurre slo en algunos sectores, bsicamente pobres y marginales. Por consiguiente, la idea es, a travs de la tarea de sensibilizacin, instalar, en primer trmino, el maltrato infantil como un tema que nos compete a todos como miembros de la sociedad y de los subgrupos a los que pertenecemos. Par ello, es preciso reconocerlo como problema social, tenerlo incorporado en nuestra mirada de los procesos en los que estamos implicados, actuar en la direccin de reconocer su presencia y minimizar la accin de los factores que lo activan y reproducen. Cuanto mayor sea la sensibilizacin, mayor ser la visibilizacin. Esto implica mayor posibilidad de prevencin primaria y tambin de diagnstico, intervencin y rehabilitacin. El segundo aspecto de la capacitacin es la Informacin-educacin. Con esto aludimos, por una parte, a la transmisin de conocimientos de diversa ndole con respecto al tema del maltrato infantil. Como ser, datos estadsticos, aspectos definitorios bsicos acerca de las caractersticas de las situaciones abusivas, teoras explicativas, particularidades de las estructuras familiares y de sus miembros, efectos a corto, mediano y largo plazo, etc. La faz educativa, incluye, bsicamente a los nios, sus padres, hermanos y familiares ms cercanos, as como a todos aquellos profesionales y educadores que de modo directo o indirecto estn vinculados con los nios y sus familias. Los contenidos comprenden cuestiones tales como pautas de crianza, modelos comunicacionales e interaccinales, alternativas para la solucin de problemas de la vida cotidiana y resolucin de conflictos de carcter interpersonal. Esta dimensin informativo-educativa debera incorporarse primordialmente a los programas de prevencin primaria, as como tambin con relacin a las intervenciones vinculadas con la deteccin, tratamiento y rehabilitacin en las situaciones de maltrato. La Formacin: es la tercera dimensin que concierne al proceso de capacitacin en el tema. Est dirigida a la profundizacin y desarrollo de las dimensiones anteriores y a la elaboracin de instrumentos para el tratamiento del problema. En este sentido, la formacin debe centrarse en la persona del operador, bsicamente con la finalidad de entrenarlo a travs de la experiencia prctica para que pueda tratar de la manera ms eficaz posible los diferentes factores y aspectos que presenta el fenmeno. Es indispensable un entrenamiento especfico, cuyo objetivo es la transformacin ideolgica y, por ende, el cambio en los comportamientos. Con esta finalidad, debemos partir de la idea de que el operador en el campo de la violencia es un agente de cambio social. 2. 5. 2. Destinatarios De La Capacitacin. Es necesario proporcionar una formacin especializada a los profesionales o funcionarios de la salud para la deteccin rpida del abuso infantil. Es conveniente que esta preparacin tenga carcter interdisciplinario para romper con las barreras profesionales y facilitar la cooperacin entre las distintas disciplinas. Resulta importante, adems la formacin de los funcionarios policiales que intervienen en las situaciones de violencia familiar. Particularmente en los casos de abuso sexual, es insoslayable un adecuado entrenamiento del personal policial y judicial para que pueda conducir las entrevistas con el nio/a vctima, de modo tal que no le causen un mayor dao psicolgico. La necesidad de la especializacin y entrenamiento especfico surge claramente de los instrumentos legales de carcter internacional relacionados con la problemtica de la violencia familiar y aparece como un requisito indispensable en los diversos tramos de funcionamiento de la Ley de Proteccin contra la Violencia Familiar cclxxix . Su decreto reglamentario pone especial nfasis en la capacitacin especializada de quienes deben afrontar estos problemas. De esta manera, el reglamento impone que los centros de informacin y asesoramiento estn integrados por profesionales con formacin especializada en violencia familiar cclxxx ; los diagnsticos preliminares, de interaccin familiar y el tratamiento de los casos deben estar, igualmente, a cargo de equipos especializados, tanto de los organismos pblicos como privados cclxxxi . Tambin se propone la formacin de un cuerpo policial especializado para atender los casos de violencia familiar y actuar en auxilio de los jueces cclxxxii . 2. 5. 3. Metodologa. La metodologa de cualquier mdulo de capacitacin debe ser bsicamente participativa, con permanente insistencia en la aplicabilidad de los contenidos tericos y prcticos del programa a la tarea cotidiana de los participantes en su actual o futuro lugar de trabajo. Nos referimos aqu, al aprendizaje como un proceso dinmico, centrado en las interacciones entre los participantes y los docentes. La intencin es propiciar un intercambio que tienda a horizontalizar el proceso de conocimiento para llegar a las necesidades bsicas de los capacitandos y desarrollar al mximo sus recursos personales para la resolucin de problemas. La adecuada calibracin y el respeto por los ritmos y tiempos de los alumnos es una de las claves de la implementacin metodolgica. 2. 6. Bases Para Las Reformas En El Plano Legal-Judicial. 2. 6. 1. Tratamiento Especfico Del Maltrato Del Nio Por Sus Padres o Sustitutos. Aqu proponemos la creacin de una ley especial que trate el maltrato del nio. Una ley especial fortalece la idea de que los derechos fundamentales de la persona tambin deben ser respetados en el seno familiar y, por consiguiente no son admisibles los comportamientos violentos. La creacin de una figura especifica posibilita, adems, el tratamiento del problema mediante estrategias acordes con su particular naturaleza. La Ley 11.529, de Violencia Familiar de la Provincia de Santa Fe, como ya lo hemos destacado en el captulo IV, si bien no colma en toda su extensin anhelos y expectativas, puede cumplir una importante misin en la lucha contra el fenmeno de la violencia en la familia. Su contenido ofrece un abanico de medidas protectoras para las personas vctimas de los hechos de maltrato, aunque ha naufragado en gran medida la intencin de tratar de manera ms amplia el problema. En este aspecto se ha desperdiciado, a nuestro entender, la oportunidad para crear una ley que representara un verdadero recurso alternativo de la accin penal, por cierto, inadecuada, para tratar los casos de violencia de menores que, acumuladas, desencadenan los episodios demenciales de los que dan cuenta los medios de comunicacin en forma cotidiana. Creemos que una ley futura deber reparar tales deficiencias. Con esta perspectiva, desarrollamos las siguientes propuestas. 2. 6. 2. Establecer Un Proceso Autnomo, Dentro Del Cual Se Adopten Las Medidas Cautelares. Una ley de violencia familiar, cuya finalidad es amparar a la vctima, debe encuadrar su normativa dentro de un determinado proceso organizado con los debidos recaudos. Es decir, un procedimiento que culmine en una sentencia con un trmite sumario, basado en el principio de oralidad e inmediacin, con amplia libertad probatoria, facultades instructorias del tribunal, respecto del principio de legalidad y adopcin de medidas frente al incumplimiento de las decisiones judiciales o compromisos contrados. Aqu proponemos ampliar el contenido de la ley y establecer un sistema sancionatorio (adems de los trabajos comunitarios previstos en el Art.7 cclxxxiii ; sanciones pecuniarias como ser multas de uno a cien das de salario mnimo legal, convertibles en arresto, asimismo la pena de multa o arresto podrn ser conmutadas por la realizacin de trabajos en beneficio de la comunidad, la resolucin que otorgue la conmutacin deber sealar expresamente el tipo de trabajo, el lugar donde deba realizarse, su duracin y la persona o institucin encargada de controlar su cumplimento; pase de los antecedentes a la justicia penal; arresto como principal o accesoria; prdida de la guarda; la suspensin o destitucin de la patria potestad y controles domiciliarios realizados por asistentes sociales, etc.). Dicho en pocas palabras el proceso autnomo que proponemos es un procedimiento simple. Una vez efectuados los exmenes mdico- legal y el estudio psicosocial y adoptadas las medidas de proteccin para el nio, se fija una audiencia donde deben comparecer las partes en forma obligatoria. El juez tendr amplia facultad instructoria y puede disponer todas las medidas legales necesarias para verificar los hechos. Adems, entrevista al menor, finalmente se dicta la sentencia que determina si ha existido maltrato, identifica a los responsables, dispone de medidas legales y sociales y, si la conducta reviste gravedad, pasa los antecedentes a la justicia penal. Medidas sustitutivas: Por otra parte tambin vemos oportuno implementar medidas sustitutivas de las penas, por la participacin en programas teraputicos o educativos. Es decir, se difiere la sentencia o la aplicacin de la condena por la voluntaria participacin del denunciado en programas diseados para prevenir futuras violencias. Empero, si pendiente el programa, el ofensor comete un delito o viola una orden de proteccin o no realiza en forma satisfactoria el tratamiento, la prosecucin contina. No siempre se otorgar la posibilidad de participar en los programas teraputicos o educativos. Se la excluye cuando el maltrato ha sido severo, la historia del imputado indica que el tratamiento ser intil o ya particip en tales programas y luego volvi a cometer actos de violencia. Igualmente el programa se suspender si el imputado no lleva a cabo el tratamiento en forma satisfactoria, repite el maltrato o viola una orden protectora. Respecto a las penas privativas de la libertad, cuando el maltrato ha sido de tal magnitud, el ofensor internado en crceles comunes no modifica su comportamiento, y cuando retorna al hogar existe la posibilidad de que se reitere el maltrato. La estrategia frente a las conductas abusivas debe insertarse en un proyecto poltico-social, dentro del cual pueden darse distintas formas de control, entre un mximo y un mnimo disciplinario, pero con la mira puesta en una mayor intervencin de los servicios sociales. La tendencia doctrinaria actual, en el mbito penal, se inclina por el abandono progresivo de las respuestas de tipo represivo a favor de sistemas en los cuales predominan los aspectos teraputicos compensatorios. Se busca, en suma, la recomposicin privada de los conflictos; es decir, afrontar el caso como una situacin que requiere ayuda y, a la vez vigilancia social cclxxxiv . Con esta orientacin, pensamos que el autor del abuso debe ser tratado teraputicamente, de acuerdo con las diferentes causas que originaron el maltrato. No se trata de borrar el hecho delictivo ni de eliminar el principio de culpabilidad, sino de proyectar respuestas acordes con la naturaleza de los episodios abusivos, historia y personalidad del ofensor. Debe tenerse en cuenta que mientras el discurso psicolgico explica, el jurdico fija responsabilidad, es decir, la comprensin psicolgica no implica irresponsabilidad social, aunque se imaginen otras formas para tratar los resultados de las acciones humanas. Por otra parte, la sancin ayuda a los autores a tomar conciencia de su responsabilidad, a deslegitimar el hecho considerado como normal. De esta manera, la pena puede ser vista con otra perspectiva; no como un castigo, sino como un factor positivo para el cambio. Es decir, entonces, que la conducta debe estar unida a la comprensin de su significado. Se trata, pues, de idear intervenciones institucionales que acten sobre los conflictos, para evitar los efectos disgregantes de las penas privativas de la libertad, que estigmatizan, provocando el distanciamiento social. El propsito es, dentro de lo posible, reconstruir la adecuada comunicacin entre el autor y la vctima del delito, a los fines de la reintegracin familiar. 2. 6. 3. Denuncia De Los Hechos. Quienes Pueden Denunciar El Maltrato. Su Carcter Facultativo u Obligatorio. Las normas reguladoras de la denuncia del maltrato de los nios por sus padres o sustitutos deben definir quienes tienen derecho a informar los hechos y si esta comunicacin es facultativa o debe establecerse su obligatoriedad. Como ya lo sealamos al comentar la Ley de Violencia Familiar (ver Cap. IV), entendemos que toda persona que tome conocimiento de una situacin de maltrato infantil tiene el derecho de informarla a la autoridad pblica. Ahora bien, frente a la alternativa de la denuncia obligatoria o facultativa de los hechos de maltrato infantil, se establece un sistema mixto, de un lado, la obligatoriedad de la denuncia por parte de los profesionales de la salud, de la educacin, del trabajo social y para todo funcionario pblico que en razn de su labor tome conocimiento de una situacin de maltrato y, del otro, la revelacin facultativa para los dems ciudadanos. Este criterio fue el adoptado por la ley 24.417, como as tambin por nuestra ley Santafesina 11.529, entre otras cclxxxv . Conocemos los inconvenientes de forzar la denuncia, que puede tener, como efecto no deseado, la reticencia de los padres para requerir auxilio ante el temor de que los profesionales intervinientes informen los hechos a la polica o a la justicia. Sin embargo, nuestra inclinacin y propuesta, radica en que creemos necesario impulsar el compromiso social desde el campo legal, particularmente de quienes, en razn de su oficio o funcin, tienen una mayor probabilidad de conocer las situaciones de abuso infantil. No parece oportuno imponer el mismo deber al ciudadano comn, al vecino, amigo o pariente, porque existe una creencia muy arraigada de que nadie debe inmiscuirse en la vida privada de una familia; adems, muchos temen las represalias futuras por tal intervencin y, por otra parte, no quieren sufrir las molestias que les significar testimoniar en el proceso. Por consiguiente, es indispensable apelar a diversos recursos para que la comunidad tome conciencia de que la revelacin no es una traicin a la privacidad, sino la puerta de entrada a una familia que necesita ayuda. Un hecho oculto implica encubrir el dao o, incluso, la posible muerte de un nio que no puede defenderse por s mismo. Revelar los hechos que se producen en la intimidad del hogar ante al mundo pblico, ante la sociedad, no es tarea fcil, porque an no se ha alcanzado a comprender que la defensa de los derechos humanos en el interior de la familia no es un mero asunto privado, sino que, a la vez, es responsabilidad de toda la comunidad. Con frecuencia la revelacin es sentida como un comportamiento desleal, sentimiento que se redobla cuando este pasaje de lo privado a lo pblico se materializa por la va de la polica y la justicia penal. El sealamiento tambin es un momento difcil para el nio y el grupo familiar porque la intervencin frente a la transgresin de la ley implica vulnerar la ley familiar del silencio, el pacto interno que oculta la violencia. De esta manera transcurren episodios aberrantes por largos aos que slo pueden ser interrumpidos por actuaciones institucionales, especialmente en el marco de la justicia, capaces de neutralizar la regla impuesta por el ofensor. Al investigar sobre maltrato infantil en la familia y las constantes noticias periodsticas dan cuenta de hechos escalofriantes, agazapados en el reducto domstico, que se esconden con la complicidad del cnyuge o compaero, el resignado mutismo de los nios y la indiferencia del entorno. 2. 6. 4. Inmunidad Para Los Denunciantes. En este punto proponemos que para proteger los derechos de las personas denunciantes que han actuado de buena fe y sin malicia, es preciso establecer clusulas de inmunidad con el objeto de evitar su responsabilidad civil o penal. Se trata de eliminar los temores que puede tener quien informa por futuras acciones por parte del acusado. En la mayor parte de los ordenamientos que contemplan la violencia familiar o, especficamente, el maltrato del menor, disponen la inmunidad civil y penal para las personas que denuncian los hechos, as el decreto reglamentario 1.745/2001 de la ley 11.529 cclxxxvi , en el art. 3, recepta la inmunidad al decir,-si la presentacin fuera realizada por una persona fsica, perteneciente a alguno de los servicios legitimados para hacerla, podr solicitar que la presentacin verbal sea con reserva de su identidad, a los efectos de preservar su integridad y la de su grupo familiar. A fin de salvar su responsabilidad el tribunal o los jueces extendern una constancia escrita para su uso privado. El objetivo de estas normas es apartar los temores de una futura accin legal por parte de los imputados para alentar, de esta manera, la informacin de los actos abusivos, as por ejemplo en la ley de Proteccin de Menores de Puerto Rico, toda persona obligada a dar informacin sobre maltrato o negligencia de menores y cualquier ciudadano que voluntariamente y de buena fe efecta una denuncia de esta naturaleza, goza de inmunidad respecto de cualquier accin civil o criminal que pueda ser promovida a consecuencia de la mentada denuncia cclxxxvii . La ley federal estadounidense Chile Abuse Prevention and Treament Act, exige que cada Estado disponga la inmunidad para los denunciantes, es decir, la exencin de responsabilidad legal, penal o civil, por hacer conocer el hecho del maltrato. Los Estados de Florida, Illinois y North Carolina determinan que se presume la buena fe del denunciante; por consiguiente, es la persona imputada la que tendr que acreditar la mala fe. En algunos Estados esta inmunidad protege a todas las personas que intervienen en el proceso y en la investigacin (Missouri, New Hampshire, New Jersey, UTA, New Cork) cclxxxviii . Creemos necesario en este aspecto, que es necesario dar mayor publicidad, a travs de los diferentes medios de comunicacin, de la clusula tercera del reglamento, que establece dicha inmunidad. 2. 6. 5. Medidas De Emergencia. Sin perjuicio de las medidas cautelares que ya han sido establecidas en la actual Ley de Violencia Familiar, proponemos la necesaria inclusin de medidas de emergencia para proteger al nio objeto de abuso si hubiese razones que hicieran presumir la existencia de un peligro inminente para su vida o integridad psicofsica. Estimamos que en estas circunstancias, se debera otorgar facultades a funcionarios o profesionales (polica, mdicos, trabajadores sociales, tcnicos, servicios de proteccin de la infancia) para guardar al menor sin el consentimiento de los padres o guardadores. Igual derecho a estas guardas protectoras asiste al hospital o institucin mdica, aun cuando los padres o responsables del nio exijan la entrega del menor. Estas medidas deben fijarse por un tiempo limitado y con obligacin de una inmediata comunicacin al tribunal competente cclxxxix . En este sentido proponemos seguir los lineamientos de la ley de Proteccin de Menores de Puerto Rico, en donde se ha creado la figura de la custodia protectora, dicha figura permite a cualquier polica, tcnico, trabajador social o mdico guardar al menor sin el consentimiento de los padres o de las personas que lo tengan bajo su cuidado. Este derecho puede ser ejercido, si se tuviere motivos razonables para creer que existe un peligro inminente para la vida y seguridad del nio; cuando los padres no estn accesibles o no consienten que se les retire el menor; si no hubiese tiempo para solicitar al tribunal una custodia de emergencia. Igual facultad tiene el hospital o institucin mdica, en el caso de haberse producido hechos que justifiquen este proceder, aun si los padres o personas responsables del nio soliciten su entrega. Esta custodia no puede exceder de 24 horas, salvo en los casos en que se obtenga una autorizacin del tribunal ccxc . Criterio este al cual adherimos y propugnamos como futura reforma a implementar en nuestra legislacin interna. 2. 6. 6. Tutela Jurisdiccional y El Respeto Del Principio De Legalidad En Los Procesos Penales y Civiles. La tutela jurisdiccional del nio o adolescente se sustenta en tres ejes esenciales: a) acceso a la justicia; b) derecho a ser odo en el proceso judicial; c) derecho a una representacin propia, como elemento esencial del debido proceso. a) El acceso a la justicia: La proteccin del nio contra toda forma de maltrato por parte de sus padres o substitutos, asegurada por una norma de rango superior (art. 19 de la Convencin sobre los Derechos del Nio), exige otorgar al nio o adolescente la posibilidad de acudir al tribunal cuando la actuacin parental resulte abusiva y lesione sus derechos. El ampara puede ser reclamado por el nio o adolescente no slo en los casos ms graves como el abuso fsico, mental o sexual, sino tambin cuando se encuentra en conflicto con los padres o sustitutos por cuestiones relativas, por ejemplo, a su educacin, salud, formacin profesional o relaciones personales, controversias stas que pueden culminar en situaciones de maltrato. El derecho a la jurisdiccin del hijo en modo alguno significa confrontarlo con su familia ni restar autoridad a los padres. La mayor parte de los conflictos entre padres e hijos se resuelven mediante formas negociadas y excepcionalmente se acudir al tribunal. En los casos serios en que no pueda hallarse una solucin, es responsabilidad de Estado garantizar los derechos del nio. El acceso a la justicia slo es posible si se crea un rgimen de asistencia jurdica de la cual carecen, de ordinario, el nio o las personas de su entorno que desean ampararlo (parientes, maestros, vecinos). Esto es particularmente relevante cuando se trata de personas de escasos recursos, quienes no saben cmo proceder por la falta de un adecuado asesoramiento. Esta asistencia jurdica no necesariamente debe pensarse como el camino hacia una accin punitiva. La asistencia puede tener un cariz preventivo, o sea, constituir un continente para la familia y el encuentro de soluciones logradas a travs de distintos recursos (alejamiento del agresor, tratamiento teraputico, prestacin de servicios sociales). La asistencia jurdica no slo debe estar al servicio de los propios afectados, sino tambin de aquellas personas que, por su contacto con el nio o funciones que cumplen, conocen los hechos abusivos y requieren orientacin acerca del camino a seguir. El acceso a la justicia, que comienza con la denuncia del hecho, muchas veces no se concreta, precisamente, por la ignorancia de los mecanismos judiciales. En este aspecto, es de suma importancia el trabajo de la Direccin Provincial del Menor, la Mujer y la Familia, que deben de prestar informacin y asesoramiento, desarrollando campaas de prevencin de la violencia familiar y difusin de los alcances de la ley, as como tambin implementar la asistencia letrada gratuita para las personas que no cuenten con medios suficientes. b) El derecho del nio vctima a ser odo en el proceso judicial: La participacin del nio en el proceso judicial, iniciado a raz del maltrato sufrido por obra de sus padres o sustitutos, representa un elemento esencial en al defensa de sus derechos, pues le permite expresarse en las cuestiones que lo afectan directamente. Ms an, como las decisiones que pueden adoptarse en estos casos se relacionan con su derecho a permanecer en el mbito familiar, salvo que la separacin fuere necesaria para proteger su bienestar ccxci , es indudable que la palabra del nio vctima constituye un factor primordial para determinar dicho inters. En estos procedimientos todas las partes interesadas tendrn la oportunidad de participar en l y dar a conocer sus opiniones ccxcii . En otros trminos, las normas jerrquicamente superiores confieren al nio o adolescente objeto de abuso una posicin activa en la justicia, tanto en la etapa de investigacin como en la de tratamiento. Las leyes actuales facultan a los jueces, en aras de una misin tutelar, a disponer del menor vctima de un delito por parte de sus padres o guardadores. Aunque la mira es la proteccin, la esencia material de la disposicin judicial puede significar la separacin del nio de su familia, su trasplante a otro ncleo familiar con posibles perturbaciones en su vida emocional y un dao a su bienestar. Tambin puede culminar en un encierro institucional, un apartamiento de la sociedad, que en definitiva significa una verdadera privacin de la libertad; en suma, una sancin ccxciii . Creemos que consecuencias tan graves imponen otorgar al nio vctima todas las garantas del debido proceso, en lugar de considerarlo, tal como ocurre en los procedimientos actuales, un mero objeto pasivo de investigacin. El nio objeto de abuso por sus padres o guardadores debe ser escuchado obligatoriamente en forma personal, con las modalidades propias acordes con su edad o grado de madurez ccxciv , o bien representado por un abogado o persona de su confianza, pues muchas veces el nio no desea o no se encuentra en condiciones de expresarse en forma directa. Si bien la norma garantiza slo al nio que est en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinin, esto no significa desconocer los sentimientos y aportes que pueden realizar los ms pequeos, cuyas expresiones deben ser interpretadas por especialistas designados al efecto. Es necesario, por otra parte, tener buen cuidado de que la palabra del nio sea dada libremente, es decir, que no resulte la consecuencia del miedo, el estrs, la inhibicin o el producto de presiones o influencias. Por consiguiente el Estado est obligado a crear procedimientos y regulaciones adecuadas para escuchar al nio. En primer trmino, su opinin debe contar con una previa informacin o asesoramiento; en segundo lugar, su palabra debe ser recibida por personal con una capacitacin especializada que permita la expresin espontnea del nio y evite la constante y morbosa reactualizacin del hecho traumtico a travs de preguntas, lenguajes o imgenes que, lejos de protegerlo, terminan en acciones de violencia institucional, lo que se ha dado en llamar, la victimizacin en segundo grado. c) El derecho del nio a tener su representante legal: El nio vctima tiene derecho de tener su propio patrocinio y representante legal, tanto en el fuero civil como en el fuero penal. Si no cuenta con un letrado de su eleccin, es necesario que el tribunal le nombre un asesor que lo asista y defienda en sus intereses para contrarrestar la accin de los abogados del imputado, quienes a menudo, dentro de su esquema de defensa, buscan culpabilizar a la vctima. El derecho de defensa no slo es propio de quien ha cometido un hecho ilcito, sino tambin de la vctima que tiene derecho a un proceso justo en el cual se adopten, con su participacin y, en la medida de lo posible con su consenso y el de su familia, las medidas protectoras necesarias, sin perjuicio de determinar la responsabilidad del ofensor. La labor del abogado es importante porque el nio o el adolescente ignora la ley y los mecanismos judiciales. Dar la palabra al nio en el proceso no es suficiente. Hay una forma de hacer las preguntas, y de interpretar las respuestas y los silencios que requiere la presencia del abogado que garantice su libre y autntica expresin. El representante del nio, por otra parte, debe colaborar con la justicia mediante la bsqueda de informacin relevante que permita determinar cul es la disposicin ms conveniente para preservar el bienestar del menor. En suma, dar un abogado al nio vctima es reconocer y respetar sus derechos y calidad de persona. Se ha argido que tal representacin es innecesaria, pues el Ministerio Pblico de Menores vela por sus intereses. Sin embargo, este organismo no cuenta, de ordinario, con la infraestructura indispensable para satisfacer tal intencin; una actuacin profesional independiente contribuira de manera ms eficaz a la indagacin, control y seguimiento de las medidas adoptadas. Misin esta, que naturalmente podra ser cumplida por el Ministerio Pblico de Menores en la medida en que se modifique su estructura actual de funcionamiento, que conduce, muy a menudo, a una prctica pasiva, ritual y burocrtica. Por otra parte, es conveniente la asistencia del menor por una figura autnoma, sobre la cual no recaiga la desconfianza que puede inspirar al nio o adolescente un funcionario visto como un hombre del poder, como una parte del propio aparato judicial ccxcv .
2. 6. 7. Establecer Un Adecuado Sistema Probatorio. 1) Amplia libertad probatoria. Eliminacin de las restricciones en materia de prueba testimonial. Es indudable que, en un mbito tan ntimo como es la familia, los hechos de maltrato que se cometen en su seno difcilmente puedan probarse. Por esta razn es preciso establecer un esquema probatorio especfico para estas situaciones de abuso intrafamiliar, tanto en el campo penal como en el civil. En este sentido deben suprimirse las restricciones para ser testigos establecidas en el art. 427 del Cdigo de Procedimientos en Materia Civil y Comercial de la Nacin, por las cuales se prohbe la declaracin de los consanguneos o afines en lnea recta de las partes o el cnyuge. Tambin deberan eliminarse las limitaciones que establece el art. 242 del Cdigo Penal. Si bien un cnyuge podra declarar contra el otro porque su parentesco con el hijo objeto de abuso es ms prximo que el vnculo que lo une con su esposo/a, no podra hacerlo, en cambio, un hermano de la vctima pues su lazo con el imputado es ms cercano. La preservacin de la paz familiar como fundamento de la prohibicin de testimoniar, impuesta a los parientes ntimos, carece de sentido cuando alguno de los componentes de la familia sufre abusos. La vctima, con estas limitaciones en materia testimonial, queda indefensa, pues se trata de hechos que acontecen en la intimidad del hogar, donde difcilmente se pueda contar con la presencia de terceros que puedan testimoniar. Por otra parte, como bien se ha sostenido, no parece razonable prescindir de testimonios para la averiguacin de la verdad, si los familiares prximos desean declarar ccxcvi . Igualmente, no es justo el criterio legal que admite las declaraciones a favor del acusado y prohbe las que supuestamente pudieran estar en su contra. Esta distincin es muy difcil de realizar en el contexto de una comunicacin donde se entremezclan los dichos de ambas categoras ccxcvii . Dificulta la prueba, asimismo, la facultad de abstenerse de testificar en contra del imputado que el Cdigo de Procedimientos en Materia Penal (art. 243) confiere a sus parientes colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, a menos que el testigo fuere denunciante, querellante o actor civil o que el delito aparezca ejecutado en su perjuicio o contra un pariente suyo de grado igual o ms prximo que el que lo liga con el imputado. Por otra parte, el principio de libertad probatoria impone suprimir la prohibicin de declarar a quienes hubieren conocido los hechos en razn de su propio estado, oficio o profesin (art. 244 CPPN.), porque, como ya lo sealamos cuando nos hemos referido a la denuncia de los hechos lesivos, en este caso hay una justa causa que permite la revelacin (ver Cp. III y IV). 2) El testimonio de la vctima. En este aspecto nos permitimos incorporar algunos lineamientos que ofrece la literatura especializada, particularmente cuando se trata de casos de abuso sexual, y que confirma la experiencia de la Dra. Virginia Berlinerblau ccxcviii . Es necesario acordar fuerza probatoria al testimonio del nio vctima si sus manifestaciones poseen razonabilidad, mxime si tales declaraciones son corroboradas por indicios u otros elementos de prueba. Es los casos de abuso sexual, la prueba del hecho reviste dificultades especiales. Los jueces penales son muy rigurosos en su evaluacin y, en muchos casos, han juzgado que la acreditacin ha sido insuficiente, pues, aun cuando se verific el abuso, no se pudo establecer en forma concluyente la identidad del autor. En este tipo de procesos la demostracin depende de una adecuada investigacin, pues en la mayor parte de los casos el acusado niega y el nio guarda silencio. Es necesario respetar el silencio del nio, es decir, no obligarlo a declarar, aun cuando es esencial que el tribunal le preste apoyo adecuado para que pueda superar sus reticencias e inhibiciones. Es, indispensable buscar los mecanismos para sacar al nio de su mutismo, para que se sienta cmodo y pueda expresarse. El nio debe ser odo a travs de sus distintas formas de expresin, sea, por medio de la palabra, los gestos, el juego o el grafismo. Los nios con suficiente grado de madurez atestiguan con la palabra y los ms pequeos podrn hacerlo ante expertos en psicologa infantil, quienes utilizan distintas tcnicas especializadas en la materia. El experto deber determinar la competencia del nio para declarar teniendo en cuenta su edad cronolgica, el nivel de funcionamiento psicosocial, su estado mental y emocional, y la naturaleza y cualidad de la dinmica familiar ccxcix , aun cuando en definitiva sea el juez quien valore el testimonio ofrecido. Una vez determinada la capacidad del nio para declarar, su testimonio debe ser tomado en cuenta y evaluado dentro del contexto probatorio. Es frecuente poner en tela de juicio sus dichos y considerarlos producto de la fantasa. 3) Respeto del nio o adolescente en el proceso judicial. Como ya hemos dicho, una de las cuestiones que perjudican al menor vctima es el manoseo judicial al cual se lo somete, al verse obligado a relatar, en repetidas oportunidades, el abuso sufrido. En varias ocasiones, se ha recomendado filmar el testimonio del nio o adolescente en video-tape o bien, tomar la declaracin en el despacho del juez con la participacin de las personas clave para evitar que la vctima deba hablar reiteradamente sobre hechos que pueden reproducir su bochorno o su dolor. Por otro parte, es preciso controlar rigurosamente la veracidad de la retractacin del nio o adolescente, que acontece a menudo. Esta retractacin se origina en presiones familiares y en los propios conflictos de la vctima al observar las consecuencias graves que ha tenido su acusacin, como el encarcelamiento del autor o la desintegracin de la familia. En este sentido, a fin de facilitar la investigacin, es aconsejable la imposicin de terapias que permitan orientar a los miembros de la familia y lograr de ellos una actitud ms comprometida ccc . A continuacin, nos parece til relatar las expresiones de una nia en un proceso de abuso sexual, que repite, con distintas variantes, una situacin frecuente y que revela de manera viva la desproteccin que sufre muchas veces la vctima en el proceso penal. A este desamparo contribuye la madre, quien, lejos de apoyar a su hija, por sus propios conflictos y dependencia se encuentra incapacitada para asumir su responsabilidad materna y culpa a su hija por las consecuencias del sealamiento pblico. Veamos el caso: Una nia de 12 aos, abusada sexualmente por su padre en forma reiterada desde los 4 aos, dice: yo pensaba que mam al enterarse se iba a enojar y me iba a pegar. Mam me pregunt si era verdad lo que le haba contado A (es el hermano que presenci uno de los abusos) y yo le dije que s. Mam habl con pap y hablaron tranquilamente, yo estaba en la escuela Luego relata: mi pap haba cerrado la puerta con una cadena para que no entre nadie pero mam empuj la puerta y lo vio y mi mam se puso loca, me quera pegar, a pap lo perdonaba; despus mi pap me ret porque le cont y me mand a limpiar la casa ahora mi mam quiere volver con l porque la estn robando, ayer le robaron la video y el televisor Surgen de estas expresiones que toda la familia conoce los hechos, pero la madre opera como el eje del ocultamiento y evita la revelacin que puede romper la cohesin familiar. La nia contina con su relato pero ya internada en un instituto y con el padre encarcelado; comenta a la mdica forense que interviene en el caso: con la jueza no se puede hablara ahora?... le quera preguntar una cosa que mi pap no come bien, que come comida con bichos, que si puedo llevarle una gaseosa o algo, me lo dijo la D (su hermana), porque mam va los mircoles a la maana a verlo quiero que pap vuelva a casa porque mam fuma, antes no fumaba por miedo de que le peguen los vecinos, de le roben. Ayer fueron mis hermanos al Instituto (tiene cuatro hermanos); D me dijo que no tienen qu comer, mam fuma, van al comedor escolar a comer. Las expresiones de la nia en el proceso revelan que se trastruecan los papeles del drama y la vctima se convierte en victimario. La menor siente culpa por su padre que vive mal en la crcel, por sus hermanos que se han quedado sin el sustento econmico y por la madre que padece agresiones porque ha quedado sola. El final de la historia es previsible. La nia se retracta de sus dichos. Dice que todo lo invent y el hombre es absuelto. 2. 6. 8. Disposicin Del Nio o Adolescente Como Medida Excepcional. El objetivo bsico de la intervencin judicial es impedir la reiteracin del maltrato. Por consiguiente desarrollaremos a continuacin una serie de pasos a seguir. El primer paso es apartar al autor de los hechos del mbito donde el nio vive o se desenvuelve (medidas protectoras, ver Cp. IV). En segundo lugar, es necesario procurar la recomposicin del ncleo, y el sostenimiento y fortalecimiento de los vnculos familiares y comunitarios. Slo cuando ello no fuera posible podr separarse al nio de su familia para ser cuidado por otros miembros de la familia ampliada, hogares de la comunidad o familias sustitutas. La solucin de apartar en forma definitiva al nio maltratado del entorno familiar debe ser considerada slo en situaciones en que aqul se encuentre en un estado de efectivo riesgo. El inters del nio erige a la familia como el mbito ms conveniente para su desarrollo y a la institucin como el lugar que mayores perjuicios puede traerle. Por consiguiente, debe preferirse, sin lugar a dudas, el retiro del hogar del padre maltratante durante el perodo de recuperacin familiar. El apartamiento del menor de su hogar le acarrea, con frecuencia, graves efectos, es imperioso cuidar que la medida sea adoptada tras un buen diagnstico, y con un plan bien definido de accin. Es decir, las decisiones deben estar precedidas de investigaciones psicosociales realizadas por equipos interdisciplinarios. A la vez, se impone garantizar el seguimiento de las familias, la continuidad de las intervenciones, su coherencia y una coordinacin apropiada a nivel institucional. Hay que tener bien presente, que los medios segregativos conllevan el peligro, tanto para los maltratantes como para los menores, de sentirse expulsados de la comunidad, con el consiguiente riesgo de no poder normalizar sus relaciones familiares. Por ello es insoslayable evaluar en cada caso si las sevicias tienen el carcter ocasional o revelan una perturbacin peligrosa en la relacin materna o paterno- filial y, en este ltimo supuesto, si es posible mantener o modificar el vnculo mediante un apoyo apropiado. Si el nio maltratado es separado de su entorno, es importante que contine el trato y la comunicacin con sus padres, quienes deben recibir el apoyo necesario en funcin de sus necesidades de manera que se superen las deficiencias, siempre que esto fuere posible, segn la circunstancia de cada caso en concreto ccci . El retorno del nio debe ir acompaado de una supervisin que ayude a la familia a la readaptacin. Cuando el nio permanece en el hogar y no se han decidido medidas que alejen al maltratante del entorno familiar, es preciso acordar al juez la posibilidad de tomar disposiciones que controlen o limiten la autoridad del progenitor o su sustituto, de acuerdo con las caractersticas del caso, por ejemplo, designara a una persona que supervise a la familia por un plazo determinado; ordenar a los padres el acatamiento de las indicaciones de un funcionario calificado relativas a la formacin y educacin del hijo; disponer la comparecencia peridica ante el tribunal de los padres y el nio; nombrar un curador que asista al padre y a la madre, prestndoles el apoyo necesario para el cuidado del hijo hasta tanto se modifique la dinmica familiar. En suma, el magistrado debe imaginar diversas estrategias para controlar la situacin y actuar sobre el conflicto familiar. Es conveniente tambin, que las medidas a adoptar cuenten con la aceptacin de los padres o guardadores y de la propia vctima. En suma: el nio, como sujeto de proteccin, no puede ser amparado prescindindose de su persona. 3. Creacin De Juzgados De Familia En La Provincia De Santa Fe Y Futura Puesta En Funcionamiento Del Fuero De Nios, Nias, Adolescentes y La Familia. Los rganos Jurisdiccionales del Fuero de Nios, Nias, Adolescentes y la Familia, estar integrado por: a) Cmara de Apelaciones en lo Civil y Comercial; b) Juzgados de familia; c) Consejeros de Familia; d) Tribunales penales de nios, nias y adolescentes; e) Jueces penales de garantas de nios, nias y adolescentes; f) Ministerio Pblico. Respecto a los Consejeros de familia, debern intervenir en la etapa prejudicial de avenimiento, de acuerdo al procedimiento que se establezca a tales fines. Sus titulares tendrn igual jerarqua que los defensores oficiales. En tanto la defensa tcnica de los derechos de nios, nias y adolescentes, en todas las causas judiciales en que se adopten decisiones que los afecten, ser ejercida por los defensores oficiales con las atribuciones acordadas por la normativa legal vigente. En todas las actuaciones ante la justicia de familia y en lo penal de nios, nias y adolescentes, se preservar la intimidad del nio, nia o adolescente, en cuanto a la no difusin de su identificacin ni circunstancias de la causa, a excepcin de los casos en que el nio, nia o adolescente s su defensa tcnica lo autoricen expresamente, en cuyo caso primar el principio de publicidad. Las actuaciones sern secretas para cualquier persona que no sea el nio, nia o adolescente, las partes, la defensa y los funcionarios judiciales intervinientes. Esta garanta rige an cuando el nio, nia o adolescente hubiera cumplido dieciocho (18) aos de edad. Los juzgados de familia contarn con psiclogos para la elaboracin de sus respectivos dictmenes en intervenciones que deban concretar en el abordaje y contencin de nios y nias, pudiendo a su vez solicitar al tribunal la intervencin del centro de especializacin de carcter interdisciplinario, al cual nos remitimos y propugnamos su creacin (ver pg. 155 Cap. V ). Este cuerpo multidisciplinario actuar dentro del mbito del juzgado para abordar las crisis familiares. En tanto, respecto al aspecto socio ambiental, las pericias sern realizadas por el Servicio Social del Poder Judicial. 3. 1. Competencia. Los juzgados de familia tendrn competencia para entender en las siguientes causas: a) autorizacin supletoria para contraer matrimonio o por dispensa de edad y dispensa supletoria; b) inexistencia y nulidad de matrimonio; c) separacin personal y divorcio vincular, exclusin del hogar conyugal y rgimen de visitas; d) liquidacin y particin de la sociedad conyugal, con excepcin de la que se produzca por causa de muerte; e) separacin judicial de bienes; f) acciones de estado relativas a la filiacin; g) adopcin, su nulidad y revocacin; h) suspensin, privacin, restitucin de la patria potestad y toda cuestin relativa a su ejercicio; i) tenencia y guarda de nios, nias y adolescentes y rgimen de comunicacin de los mismos con su familia; j) acciones relativas a la asistencia alimentaria; k) designacin, suspensin y remocin del tutor y toda cuestin referente a la tutela; l) decisiones relativas a la situacin jurdica de nios, nias y adolescentes y a su grupo familiar, en los casos que sea necesaria la intervencin judicial en las medidas de proteccin especial de derechos establecidas en esta ley; m) emancipacin de personas menores de edad por habilitacin de edad y su revocacin; n) autorizacin para gravar y disponer de bienes de nios, nias y adolescentes; ) cuestiones relativas a inscripciones de nacimiento, nombre, estado civil y sus registraciones; o) declaracin de incapacidad, inhabilitacin, rehabilitacin, internaciones previstas en la legislacin civil y toda cuestin referente a la cratela; p) homologacin de actas sobre cuestiones familiares; q) requerimientos interjurisdiccionales relacionados con la competencia del juzgado; r) toda cuestin patrimonial derivada de los asuntos de su competencia; s) litis expensas y toda causa conexa, incidentes, trmites auxiliares, preparatorios, cautelares y sus cancelaciones, terceras, juicios accesorios y ejecutorios en relacin a las materias enumeradas precedentemente.
3. 2. rganos Judiciales. En tal sentido, se crea los siguientes rganos judiciales con fuero en nios, nias, adolescentes y la familia: En la Primera Circunscripcin Judicial: (Santa Fe) Un (1) Juzgado de Familia con una Secretara Letrada. Una (1) Consejera de Familia. Un (1) Tribunal Penal de Nios, Nias y Adolescentes. Una (1) Fiscala. En la Segunda Circunscripcin Judicial: (Rosario) Un (1) Juzgado de Familia con una Secretara Letrada. Una (1) Consejera de Familia. Un (1) Tribunal Penal de Nios, Nias y Adolescentes. Una (1) Fiscala. En la Tercera Circunscripcin Judicial: (Venado Tuerto) Un (1) Juzgado de Familia con una Secretara Letrada. Una (1) Consejera de Familia. En la Cuarta Circunscripcin Judicial: (Reconquista) Un (1) Juzgado de Familia con una Secretara Letrada. Una (1) Consejera de Familia. En la Quinta Circunscripcin Judicial: (Rafaela) Un (1) Juzgado de Familia con una Secretara Letrada. Una (1) Consejera de Familia. En tal sentido, hasta tanto se pongan en funcionamiento las consejeras de familia creadas por ley, las funciones de los consejeros de familia sern desempeadas por los defensores oficiales, conforme el orden que disponga el Procurador General. En la Circunscripcin Judicial en que exista un solo defensor oficial, la funcin de asesor de familia ser desempeada por el subrogante legal. Los Centros especializados de carcter interdisciplinario de derechos de nios, nias, adolescentes y la familia brindarn apoyo a la labor de los rganos judiciales en causas que involucren a nios, nias o adolescentes, mediante la elaboracin de diagnsticos, pericias e informes que stos les requieran, en las condiciones de prestacin del servicio que se convengan. En este sentido, el Superior Tribunal de Justicia determinar la fecha en la cual los rganos jurisdiccionales creados por ley asumirn la jurisdiccin y competencia correspondiente, establecer las normas de funcionamiento y proceder a la distribucin de tareas, turnos, personal y equipamiento indispensable para su eficaz funcionamiento. Las causas actualmente en trmite o que se inicien antes de que comiencen a funcionar los juzgados que se crean por la presente, continuarn hasta su finalizacin en los juzgados de su radicacin y se tramitarn de acuerdo con las disposiciones procesales actualmente vigentes. 4. Ley N 12967. En fecha reciente la legislatura de la provincia de Santa Fe, sancion la Ley N 12967 cccii , de Promocin y Proteccin Integral de los Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes. Varias provincias de la Argentina cuentan con normativas locales, as entre ellas a modo de ejemplo: la provincia de Misiones rige la ley N 3820 ccciii del dos mil dos, de Proteccin Integral de los Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes; En Crdoba rige la ley N 9053 ccciv , del dos mil dos, de Proteccin Judicial Del Nio y el Adolescente, ambas leyes reglamentan su accionar y adhieren a la ley Nacional N 26.061 de Proteccin Integral de los Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes. Era de esperar que nuestra provincia promulgara una ley de Proteccin Integral de los Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes, estableciendo aspectos relacionados al sistema de proteccin integral de derechos y adhiriendo a la normativa Nacional N 26061. La presente ley tiene por objeto la promocin y proteccin integral de los derechos y garantas de las nias, nios y adolescentes que se encuentren en el territorio de la Provincia. Los derechos y garantas que enumera la ley se entienden como complementarios e interdependientes de los derechos y garantas reconocidos en el ordenamiento jurdico provincial, nacional y en los tratados internacionales en los que la Nacin sea parte. A los efectos de esta ley quedan comprendidas todas las personas hasta los dieciocho (18) aos de edad. En sus primeros artculos la ley provincial recepta lo establecido en la Norma Nacional N 26061, al decir respecto de su aplicacin obligatoria, inters superior del nio, polticas pblicas integrales y objetivos, debiendo ser las mismas, universales y especficas que garanticen las condiciones bsicas para el ejercicio efectivo de los derechos reconocidos en la Provincia, y que son desarrolladas por el Poder Ejecutivo en su conjunto, etc. Titulo II, establece los Principios, Derechos y Garantas, enunciando en el art. 7 y siguientes, el Principio de Igualdad y no Discriminacin; Efectividad; derecho a la vida; a la integridad personal; a la identidad; derecho a la convivencia familiar y comunitaria; a la salud; educacin y a la educacin de nias, nios y adolescentes con necesidades diferentes; derecho a la libertad; al descanso, recreacin, deporte y juego; derecho a la propia imagen; de libre asociacin, reunin y trnsito; a opinar y a ser odo; derecho al trabajo de los adolescentes; derecho a la proteccin contra la explotacin econmica; derecho a la seguridad social y garantas mnimas respecto a los procedimientos judiciales o administrativos; deber del funcionario de decepcionar denuncias. Titulo III, refiere a la conformacin del Sistema Provincial de Promocin y Proteccin Integral de Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes, est conformado por los organismos pblicos y las organizaciones no gubernamentales de niez y adolescencia. Este sistema se organiza en niveles local, regional y provincial de conformidad con su mbito de actuacin territorial. La distribucin de competencias no puede ser obstculo para la asistencia inmediata en situaciones de riesgo para la vida o la integridad personal de la nia, nio o adolescente y la tramitacin ante la Autoridad que corresponda. De los organismos pblicos (art. 30): las Autoridades Administrativas de Promocin y Proteccin de Derechos del mbito Local son las reas responsables de desarrollar planes y programas de promocin y proteccin de derechos de la Niez, en el mbito territorial de los Municipios y Comunas de la Provincia. Se propender a que en cada municipio o comuna la Autoridad de Aplicacin establezca rganos descentralizados denominados Servicios Locales de Promocin y Proteccin de Derechos los cuales pueden depender de la provincia o de gestiones conjuntas a partir de la celebracin de convenios con municipalidades o comunas. Estos Servicios Locales de Promocin y Proteccin de Derechos, son unidades tcnico operativas con una o ms sedes, desempeando las funciones de facilitar que las nias, nios y adolescentes que tengan amenazados o violados sus derechos, puedan acceder a los programas y planes disponibles en su comunidad. Estos Servicios Locales intervienen en las situaciones de urgencia y en todas las situaciones de amenaza o vulneracin de derechos a nias, nios y adolescentes, as como desarrollar programas y actividades de promocin de derechos. Asimismo deben contar con equipos profesionales interdisciplinarios, los que se encargan de adoptar y aplicar las medidas de proteccin integral con la asistencia tcnico - financiera de la Nacin de acuerdo a lo establecido por la Ley 26.061 y la asistencia tcnico-financiera y supervisin de la Provincia, pudiendo estos equipos aplicar medidas de proteccin excepcionales adoptadas por las Delegaciones Regionales o por la Autoridad de Aplicacin provincial conforme a lo establecido en el Ttulo IV de la presente, en coordinacin con las Delegaciones Regionales. En este primer nivel de intervencin actuarn los Centros de Accin Familiar constituidos como Centros de promocin y proteccin de derechos, o los organismos que los reemplacen dependientes de la Subsecretara de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia de la Provincia de Santa Fe, los que actuarn en articulacin con los efectores de salud y educacin. Delegaciones Regionales (art. 31): Las Delegaciones Regionales brindan asistencia tcnico - jurdica a los Servicios Locales de Promocin y Proteccin de Derechos para la intervencin concreta y para el diseo de programas. Intervienen, mediante la adopcin y aplicacin de medidas de proteccin integral y medidas de proteccin excepcional. Actan en coordinacin con los Servicios Locales de Promocin y Proteccin de Derechos, en la aplicacin de medidas excepcionales. Para garantizar los objetivos enunciados en esta ley en cada Delegacin Regional, la Subsecretara debe garantizar programas e instituciones con la modalidad de puertas abiertas como centros de da, centros de atencin inmediata, paradores nocturnos, albergues temporarios u otros con especificidad para el abordaje de situaciones de calle, de abandono real o simblico, consumo de sustancias, maltrato, violencia familiar, abuso sexual, crisis subjetivas graves y situaciones de riesgo penal, entre otras.
Los programas e instituciones con la modalidad de puertas abiertas a ejecutar pueden ser gestionados por la Subsecretara de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia o Direcciones Provinciales de Proteccin de Derechos de Niez, Adolescencia y Familia o sus Delegaciones o en convenio con Municipios y Comunas u organizaciones de la sociedad civil. En cada nivel del sistema la autoridad administrativa es responsable de coordinar con las organizaciones de la sociedad civil vinculadas a la niez, las acciones y los programas con el fin de potenciar los recursos existentes. La Subsecretara de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia, es la autoridad de aplicacin del Sistema Provincial de Promocin y Proteccin Integral de los Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes. Entre sus funciones podemos mencionar (art. 31): a) Coordinar el sistema Provincial en los mbitos local, regional y provincial. b) Disear las polticas pblicas integrales destinadas a las nias, nios, adolescentes y sus grupos familiares. c) Elaborar, con la participacin del Consejo Provincial, un Plan Provincial de Promocin y Proteccin de Derechos, donde se fijen los lineamientos de acuerdo a los principios establecidos en la presente ley, las acciones prioritarias a desarrollar, las reas gubernamentales responsables, los plazos previstos y los recursos necesarios. En la elaboracin de este Plan deben participar y colaborar los organismos que sean requeridos y es refrendado por el Poder Ejecutivo Provincial. d) Ejecutar descentralizadamente polticas de promocin y proteccin de derechos para lo cual deben contar con una estructura que posibilite dar respuesta a las distintas regiones, departamentos y localidades agrupndolas de acuerdo a las caractersticas de cada una de ellas. e) Promover la creacin de Servicios Locales de Promocin y Proteccin de Derechos de Nias, Nios y Adolescentes, en coordinacin con Municipios y Comunas. f) Brindar a las nias, nios, adolescentes y sus grupos familiares, servicios especializados en la atencin de situaciones de calle, maltrato, abuso, explotacin, prostitucin, consumo de sustancias, situacin de riesgo penal y cualquier otra que implique vulneracin de sus derechos. g) Ejercer la representacin del Estado Provincial en las reas de su competencia. h) Promover el desarrollo de investigaciones en materia de niez, adolescencia y familia. i) Disear normas generales de funcionamiento y principios rectores que deben cumplir las instituciones pblicas o privadas de promocin, asistencia y proteccin de derechos de los sujetos de esta ley. j) Apoyar a las organizaciones no gubernamentales en la definicin de sus objetivos institucionales hacia la promocin del ejercicio de derechos de las nias, nios y adolescentes y la prevencin de su institucionalizacin. k) Promover polticas activas de promocin y defensa de los derechos de las nias, nios y adolescentes y sus grupos familiares. l) Interactuar con todos los poderes del Estado a fin de lograr la implementacin transversal de las polticas de promocin y proteccin de derechos de las nias, nios y adolescentes. m) Coordinar acciones consensuadas y realizar convenios con los poderes del Estado, organismos gubernamentales y organizaciones no gubernamentales, fomentando la participacin activa de las nias, nios y adolescentes. n) Brindar asistencia tcnica y capacitacin a organismos de la Provincia, Municipios, Comunas y Organizaciones de la Sociedad Civil que participen en Programas o en servicios de atencin directa a los sujetos que esta ley protege. o) Gestionar la obtencin y transferencia de los fondos que desde la Secretara Nacional de Niez, Adolescencia y Familia corresponda remitir para la efectivizacin de las polticas pblicas destinadas a las nias, nios y adolescentes. p) Organizar un sistema de informacin nico, descentralizado, discriminado por sexo y edad, y que incluya indicadores para el monitoreo, evaluacin y control de las polticas y programas de Niez, Adolescencia y Familia. q) Fortalecer el reconocimiento en la sociedad de nias, nios y adolescentes como sujetos activos de derechos. r) Asignar los recursos pblicos para la formulacin y ejecucin de las polticas previstas en el Plan Provincial de Accin. s) Establecer en coordinacin con el Consejo Provincial de Nias, Nios y Adolescentes mecanismos de seguimiento, monitoreo y evaluacin de las polticas pblicas destinadas a la promocin y proteccin de los derechos de las nias, nios y adolescentes. Asimismo, se crea la Comisin Interministerial de la Niez y Adolescencia en el mbito de la Subsecretara de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia integrada por: secretarios y subsecretarios de las reas de los ministerios de desarrollo social, salud, educacin, trabajo y seguridad social, justicia y derechos humanos, seguridad, innovacin y cultura, produccin y economa. Direccin Provincial (art. 35): la Direccin Provincial es un Organismo descentralizado de la Subsecretara de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia con sede en las ciudades de Santa Fe y Rosario. La Direccin ejerce funciones de coordinacin directa de las delegaciones regionales de la zona y asistencia tcnica jurdica. Consejo Provincial del Menor, Pblicos y Privados (art. 36): Crase el Consejo Provincial de Nias, Nios y Adolescentes con carcter consultivo y de asesoramiento en materia de promocin y proteccin de derechos de nias, nios y adolescentes. Este Consejo es presidido por un Subsecretario de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia y est conformado por representantes de los Ministerios y reparticiones del Ejecutivo Provincial vinculados a la temtica y representantes de ambas Cmaras Legislativas. Asimismo, la Autoridad de Aplicacin debe convocar para su integracin a representantes del poder judicial, representantes de Municipios y Comunas, representantes de Organizaciones de la Sociedad Civil, a representantes de Organizaciones infantiles y juveniles, Universidades, y Colegios Profesionales con sede en el territorio de la Provincia, as como de otros mbitos acadmicos y comunicadores sociales. Este Consejo se rene al menos trimestralmente y fija en su primera reunin un reglamento interno de funcionamiento. Los miembros de este Consejo sern ad- honorem. Respecto a sus funciones podemos mencionar: a) Participar en la elaboracin en coordinacin con la Subsecretara de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia del Plan Provincial Anual de Promocin y Proteccin de Derechos, para fijar los lineamientos de acuerdo a los principios establecidos en la presente ley, las acciones prioritarias a desarrollar, las reas gubernamentales responsables, los plazos previstos y los recursos necesarios. b) Proponer e impulsar las reformas legislativas o de procedimientos destinadas a dar cumplimiento a los principios establecidos en la Convencin de los Derechos del Nio y en la ley nacional N 26.061. c) Participar en campaas pblicas que incrementen entre la poblacin el conocimiento de los derechos de las Nias, Nios y Adolescentes. d) Recibir y solicitar informacin acerca de la distribucin de recursos, el funcionamiento de servicios y programas, y toda otra accin desarrollada por el Estado destinada a los sujetos de esta ley. e) Recibir anualmente el informe del Defensor Provincial de Nias, Nios y Adolescentes y solicitar la informacin que se encuentre en el mbito de su Defensora. Titulo III, Captulo II, se hace mencin a las Organizaciones No Gubernamentales (art. 46): son aquellas que con Personera Jurdica y en cumplimiento de su misin institucional, desarrollen programas o servicios de informacin, difusin, promocin, tratamiento, proteccin y defensa de los derechos de las nias, nios y adolescentes y que dentro de sus obligaciones deben cumplir con los derechos y garantas reconocidos en la Constitucin Nacional, la Convencin Internacional de los Derechos del Nio, los Tratados Internacionales sobre los Derechos Humanos en los que nuestro pas sea parte, y observar los principios de identidad, respeto y no discriminacin, a ser odos y a que su opinin sea tenida en cuenta en todos los asuntos que les conciernan como sujetos de derechos, entre otros. Asimismo se crea en el mbito de la subsecretara de Derechos de Niez, Adolescencia y Familia el Registro de las Organizaciones No Gubernamentales con Personera Jurdica con el objeto de controlar y velar en cada departamento, por el fiel cumplimiento de los principios que establece esta ley, con comunicacin a la Secretara Nacional de Niez, Adolescencia y Familia con miras a la creacin del Registro Nacional de estas Organizaciones. A fin, de ir concluyendo con el anlisis de la presente normativa es importante destacar que lo novedoso de la ley es que se regula un procedimiento administrativo, que de ser posible su aplicacin efectiva, entendemos que podr dar resultados positivos al abordar la problemtica del maltrato infantil. Como precedentemente, se ha dicho, la normativa regula un procedimiento administrativo en donde establece autoridades de aplicacin (Equipos regionales y Direccin provincial), que podrn tomar administrativamente la medida excepcional de quitar de su centro de vida a un menor en una situacin de vulneracin de derechos grave. 4. a. Esquema. Ley 12967. A continuacin haremos un esquema de como funcionaria el sistema previsto en la ley. Subsecretaria de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia Consejo (autoridad de aplicacin del sistema) Provincial Del Menor Direccin Provincial de promocin de los Derechos de la Niez, Pblico y Adolescencia y Familia. (Santa Fe y Rosario) Privados (rgano Delegaciones Regionales (brinda asistencia tcnica-jurdica a los Consultivo) Servicios Locales, actan en coordinacin con los S. L.)
Servicios Locales (realizan la segunda entrevista a la vctima, Siendo obligatoria la misma)
Escuelas Centro de Salud Vecinos Familia Polica Otros (ONG, Hospitales). CAF (Centros de Asistencia Familiar), en la Ciudad de Rosario hay actualmente cinco centros, dos en zona sur, uno en zona centro, uno en zona norte y uno en zona oeste. A continuacin explicaremos el esquema con un ejemplo prctico: La intervencin de las autoridades administrativas y judiciales puede ser requerida por: a) la propia nia, nio o adolescente, no siendo necesario que concurra con la asistencia de sus padres o representantes legales. b) los representantes legales de las nias, nios y adolescentes, o miembros de su familia o centro de vida. La Autoridad Administrativa o Judicial requerida evaluar si es necesario proteger la identidad de la persona requirente. c) integrantes de los equipos tcnicos que se desempeen en los organismos creados por la presente ley. d) cualquier agente del Estado nacional, provincial municipal o comunal. e) por miembros de la comunidad. La nia, nio o adolescente, la persona fsica o jurdica, pblica o privada, gubernamental o no gubernamental que haya por cualquier medio tomado conocimiento de un hecho o acto que vulnere, impida o afecte de cualquier modo la mxima satisfaccin, integral y simultnea de los derechos de las nias, nios y adolescentes, puede formular denuncia ante el Servicio de Promocin y Proteccin de Derechos Local o ante la Autoridad administrativa del mbito regional o de la Autoridad de Aplicacin provincial o ante cualquier agente pblico. ste ltimo deber inmediatamente derivar al Servicio de Promocin y Proteccin de Derechos Local o a la Autoridad administrativa del mbito regional o a la Autoridad de Aplicacin provincial. Asimismo y casi siempre los primeros en tener contacto con la vctima del maltrato, son las escuelas o Centros de Salud, en donde se realiza la atencin primaria del nio/a o adolescente. La informacin de la que se hace referencia precedentemente, debe ser documentada en formularios, en los cuales se asentarn todos los datos aportados o colectados al tiempo de la denuncia o noticia, acto seguido, se debe derivar de modo inmediato la comunicacin y de ser necesario a la persona que hace conocer la noticia, al Servicio de Promocin y Proteccin de Derechos Local o a la Autoridad administrativa del mbito regional o a la Autoridad de Aplicacin provincial a los fines de su intervencin. De requerirse atencin mdica, se debe dar intervencin al servicio de salud estatal ms prximo, con informacin concreta que se trata de un caso de proteccin de derechos de una nia, nio o adolescente, adems de dar intervencin al Servicio de Promocin y Proteccin de Derechos Local o a la Autoridad administrativa del mbito regional o a la Autoridad de Aplicacin provincial. Una vez que el Servicio Local-que en un futuro prevn su funcionamiento en los CAF- tome conocimiento de la situacin de vulneracin de derechos se debe dar intervencin a los equipos interdisciplinarios, de actuacin en ese mbito territorial a los fines de relevar la situacin y disear la estrategia de abordaje de la problemtica. Es decir, se realiza la entrevista a la vctima, que es obligatoria y en forma personal. Se debe citar a los familiares, representantes, responsables o allegados involucrados de la nia, nio o adolescente, a una entrevista con el equipo interdisciplinario del Servicio. En dicha entrevista se debe poner en conocimiento de los familiares o responsables la peticin efectuada, la forma de funcionamiento del Sistema de Promocin y Proteccin de Derechos, los programas existentes para dar solucin a la problemtica planteada y su forma de ejecucin, los resultados esperados, los derechos de los que goza la nia, nio o adolescente, el plan de seguimiento y el carcter consensuado de la decisin que se adopte. Con el dictamen del equipo interdisciplinario, el Servicio Local o la Direccin Regional o la Autoridad de Aplicacin provincial, podrn tomar todas las medidas de proteccin que dispone la ley, las que sern debidamente documentadas por los organismos intervinientes, constituyndose as en prueba necesaria para la probable adopcin de medidas de proteccin excepcionales. El procedimiento es escrito y breve, con participacin activa de la nia, nio o adolescente, su familia nuclear o ampliada o sus representantes o responsables. Lo novedoso en la normativa son las Medidas de Proteccin Excepcionales que puede solicitar el Servicio Local, fundadamente a la Autoridad administrativa del mbito regional o a la Autoridad de Aplicacin provincial cuando persista la situacin de amenaza o vulneracin de derechos de nias, nios y adolescentes. En el pedido fundado debe constar un detalle circunstanciado de las medidas de proteccin adoptadas, una evaluacin de las razones de su fracaso y una sugerencia fundada de la medida de proteccin excepcional que se estima conveniente adoptar. El pedido fundado debe acompaarse de los informes de los profesionales del equipo interdisciplinario interviniente. A partir de la solicitud de la aplicacin de una medida de proteccin excepcional, la Autoridad Administrativa del mbito regional o la Autoridad de Aplicacin provincial interviene a travs de sus equipos interdisciplinarios con la finalidad de evaluar la situacin y la conveniencia y procedencia de la medida de proteccin excepcional cuya adopcin se solicita, pudiendo resolver la adopcin de la medida de proteccin excepcional que se solicita u otra medida excepcional o bien una medida de proteccin integral. El equipo interdisciplinario puede mantener con la nia, nio o adolescente una entrevista personalizada en un mbito adecuado a la edad y etapa evolutiva de la nia, nio o adolescente, respetando al mximo los derechos previstos en la presente ley. Separadamente el equipo interdisciplinario debe citar a una entrevista a los familiares, representantes, responsables o allegados involucrados de la nia, nio o adolescente, a los que se debe poner en conocimiento de los derechos de la nia, nio o adolescente que se encuentran vulnerados, la medida de proteccin excepcional solicitada, los cursos de accin propuestos y los resultados esperados. La Autoridad administrativa del mbito regional y la Autoridad de Aplicacin provincial son los nicos funcionarios con competencia para dirigir el procedimiento y para declarar y disponer por resolucin administrativa debidamente fundada alguna medida de proteccin excepcional. Las medidas de proteccin excepcional son de aplicacin restrictiva. La resolucin administrativa que ordene la aplicacin de una medida excepcional debe notificarse debidamente a los representantes legales, familiares o responsables de la nia, nio o adolescente. Contra la resolucin que decide la aplicacin de una medida de proteccin excepcional puede deducirse recurso de revocatoria en audiencia oral y actuada producida dentro del plazo de doce (12) horas de interpuesto el recurso. Este no tiene efecto suspensivo de la medida recurrida. Finalizada la sustanciacin del recurso ste debe ser resuelto en un plazo de tres (3) horas, sin apelacin administrativa y con notificacin a las partes. Remisin: Las actuaciones administrativas deben ser puestas a disposicin del Juez o Tribunal Colegiado con competencia en materia de Familia a los fines de la realizacin del control de legalidad en el da siguiente hbil de adoptada la medida excepcional o de agotado el procedimiento recursivo si se hubiese planteado. Los trmites judiciales que demande el control de legalidad no obstan la aplicacin urgente e inmediata de la medida, cuando la autoridad administrativa evaluare que la no aplicacin urgente e inmediata implique un grave riesgo para la vida e integridad psicofsica de la nia, nio o adolescente. De resultar necesario recurrir al empleo de la fuerza pblica para el cumplimiento de la medida de proteccin excepcional, la Autoridad administrativa del mbito regional o la Autoridad de Aplicacin provincial requerirn a la autoridad judicial competente las rdenes respectivas. El funcionario que no d efectivo cumplimiento a esta disposicin, ser pasible de las sanciones previstas en el Captulo IV del Cdigo Penal. El incumplimiento de las medidas excepcionales por parte de la nia, nias o adolescentes no puede suponerle sancin alguna. Al equipo interdisciplinario de los Servicios de Promocin y Proteccin de Derechos Locales y de la Autoridad administrativa del mbito regional y de la Autoridad de Aplicacin provincial les corresponde intervenir en los supuestos en que Nias, Nios o Adolescentes sean vctimas de delitos de accin pblica o dependientes de instancia privada. El equipo interdisciplinario debe citar en el trmino de dos horas de puesta la denuncia o noticia en su conocimiento a una entrevista personalizada a la nia, nio o adolescente vctima de tales delitos en un mbito adecuado a la edad yetapa evolutiva de la nia, nio o adolescente, garantizando especialmente los derechos descriptos en la presente ley. Previo al abordaje, debe poner en conocimiento al Tribunal, Juez o Instruccin Fiscal que disponga el Cdigo Procesal Penal de la Provincia de Santa Fe. Se debe evitar en toda circunstancia, la exposicin a relatos repetidos o audiencias, entrevistas o comparecencias innecesarias de la nia, nio o adolescentes. Una vez recibidas las actuaciones por el Tribunal o Juzgado Competente en materia de Familia, el Juez practicar por auto fundado, y en el trmino de 3 das el control de legalidad de las medidas excepcionales establecidas en esta ley y sus prrrogas, adoptadas por la Autoridad administrativa del mbito regional o por la Autoridad de Aplicacin provincial, ratificndolas o rechazndolas. Resuelta la ratificacin de la medida, el Tribunal o Juez competente debe oficiar a la Autoridad administrativa del mbito regional o a la Autoridad de Aplicacin provincial que solicit el control de legalidad, para que se apliquen las medidas continuando con el procedimiento administrativo. Rechazada la medida por el Tribunal o Juez competente, ste debe oficiar a la Autoridad administrativa del mbito regional o a la Autoridad de Aplicacin provincial que solicit el control de legalidad. En el curso del procedimiento la nia, nio o adolescente es reintegrado a la familia o centro de vida de donde fue retirado con motivo de las medidas de proteccin excepcionales. La resolucin adoptada debe ser notificada a la nia, nio o adolescente, su defensor privado si hubiera intervenido, el Defensor de Menores de Edad, los representantes legales, familiares o responsables del nio o la nia y sus defensores y dems partes del proceso. La resolucin es apelable.
4. b. Medidas De Proteccin Integral. Son las adoptadas y aplicadas por la autoridad administrativa de promocin y proteccin competente ante la amenaza o violacin de los derechos o garantas de una o varias nias, nios o adolescentes individualmente considerados, para preservar o restituir a los mismos el goce y ejercicio de los derechos amenazados o vulnerados o la reparacin de sus consecuencias. La amenaza o violacin, puede provenir de la accin u omisin del Estado, la Sociedad, los particulares, los padres, el grupo familiar, representantes legales o responsables, o de la propia conducta de la nia, nio o adolescente. En ningn caso estas medidas pueden consistir en la separacin de su familia nuclear, ampliada o con quienes mantenga lazos afectivos, a excepcin de aquellas situaciones en que la permanencia en su medio familiar implique una amenaza o vulneracin de sus derechos; debiendo en esta circunstancia adoptarse medidas de proteccin excepcional. Las medidas de proteccin integral nunca pueden consistir en la privacin de la libertad. Estas medidas pueden ser sustituidas, modificadas o revocadas en cualquier momento por acto de la autoridad administrativa competente que las haya dispuesto y cuando las circunstancias que las causaron varen o cesen. 4. c. Medidas De Proteccin Excepcional. Son aquellas medidas subsidiarias y temporales que importan la privacin de la nia, nio o adolescente del medio familiar o de su centro de vida en el que se encuentra cuando el inters superior de stos as lo requiera. Tienen como objetivo la conservacin o recuperacin por parte del sujeto del pleno ejercicio y goce de sus derechos vulnerados y la reparacin de sus consecuencias y slo proceden cuando la aplicacin de las medidas de proteccin integral resulten insuficientes o inadecuadas para su situacin particular. Su duracin es limitada en el tiempo, no pudiendo exceder de noventa das y solo pueden prolongarse con el debido control de legalidad, mientras persistan las causas que le dieron origen. Una vez cumplido un ao y medio desde que se adopt la medida, la Subsecretara debe resolver definitivamente la medida. La Subsecretara, la Direccin Provincial y las Delegaciones Regionales son los organismos facultados para adoptar medidas de proteccin excepcionales con la debida fundamentacin legal y posterior control de legalidad por la autoridad judicial competente en materia de familia. 4. d. Aplicacin De Las Medidas Excepcionales. Deben de ser aplicadas conforme a los siguientes criterios: a) Permanencia temporal en mbitos familiares considerados alternativos, preferentemente ligadas a personas vinculadas a ellos a travs de lneas de parentesco por consanguinidad o por afinidad, o con otros miembros de la familia ampliada o de la comunidad, segn costumbre local, en todos los casos teniendo en cuenta la opinin de las nias, nios y adolescentes. b) Slo en forma excepcional, subsidiaria y por el ms breve lapso posible puede recurrirse a una forma convivencial alternativa a la de su grupo familiar, debindose propiciar, a travs de mecanismos rpidos y giles, el regreso de las nias, nios y adolescentes a su grupo o medio familiar y comunitario. Aqu se prev la posibilidad de familias sustitutas. Al considerar las soluciones se debe prestar especial atencin a la continuidad en la educacin de las nias, nios y adolescentes, y a su origen tnico, religioso, cultural y lingstico. c) Permanencia temporal en centros teraputicos de salud mental o adicciones. d) Las medidas se implementan bajo formas de intervencin no sustitutivas del grupo familiar de origen, con el objeto de preservar la identidad familiar de las nias, nios y adolescentes. e) Las medidas de proteccin excepcional que se tomen con relacin a grupos de hermanos deben preservar la convivencia de los mismos. f) En ningn caso, las medidas de proteccin excepcionales pueden consistir en privacin de la libertad. g) No podr ser fundamento para la aplicacin de una medida excepcional la falta de recursos econmicos, fsicos, de polticas o programas de la autoridad administrativa. La aplicacin de las medidas deber ser supervisada por la autoridad administrativa que las dict. 4. e. Defensor Provincial De Nias, Nios y Adolescentes. A modo de ir concluyendo con el anlisis de la ley, es importante hacer mencin a la nueva figura que se incorpora en el mbito de la Defensora Del Pueblo de la provincia de Santa Fe, en donde se crea, la figura del Defensor Provincial de Nias, Nios y Adolescentes quien tiene a su cargo, velar por la proteccin y promocin de los derechos consagrados en la Constitucin Nacional, la Convencin sobre los Derechos del Nio, las leyes nacionales y provinciales y el resto del ordenamiento jurdico. En sus funciones, debe asumir la defensa de los derechos de las nias, nios y adolescentes ante las instituciones pblicas y privadas y la supervisin y auditoria de la aplicacin del Sistema de Proteccin Integral de Derechos de Nias, Nios y Adolescentes en el mbito de la Provincia; velar por el efectivo respeto a los derechos y garantas asegurados a las nias, nios y adolescentes, promoviendo las medidas que estime ms adecuadas para cada situacin; supervisar las entidades pblicas y privadas que se dediquen a la atencin de las nias, nios o adolescentes, debiendo denunciar ante las autoridades competentes cualquier irregularidad que amenace o vulnere los derechos de las nias, nios y adolescentes; proporcionar asesoramiento de cualquier ndole a las nias, nios y adolescentes y a sus grupos familiares, informando acerca de los recursos pblicos, privados y comunitarios adonde puedan recurrir para la solucin de su problemtica; recibir todo tipo de reclamo o denuncia formulado por las nias, nios y adolescentes en forma personal o mediante un servicio telefnico gratuito y permanente, debindose dar curso inmediato al requerimiento de que se trate, canalizndolo a travs del organismo competente. El Defensor de Nias, Nios y Adolescentes, depende en forma directa del Defensor del Pueblo. La Defensora del Pueblo cuenta adems con dos funcionarios denominados Defensores del Pueblo Adjuntos, actuando uno en la ciudad de Santa Fe y otro en la ciudad de Rosario. El titular de la Defensora del Pueblo o el Defensor de Nias, Nios y Adolescentes pueden delegar en ellos sus funciones y stos los sustituyen en los supuestos de imposibilidad temporal o definitiva y en los casos de recusacin y excusacin. El Defensor de Nias, Nios y Adolescentes, dura cinco (5) aos en el cargo pudiendo ser reelegido por una sola vez. 5. Conclusiones Finales. Pues bien: este es el espacio en el cual llegamos a puerto y en el que correspondern exponerse nuestras conclusiones finales sobre el tema. Las lneas de accin que hemos sugerido en este captulo slo han tenido la intencin de abrir un campo de reflexin y de debate, que permita imaginar propuestas precisas para abordar ese lado oculto de la escena familiar que lleva al maltrato del nio. Bueno es advertir que la insistencia en el camino teraputico no significa dejar de lado medidas ms enrgicas en los casos en que no existe voluntad de realizar los tratamientos o en los que no sea posible la rehabilitacin por las caractersticas psicopatolgicas o las perversiones del ofensor. Es esencial tener la mira puesta en la persona del nio y protegerlo de toda accin que lesione su vida y su dignidad, vulneracin que afecta al mismo tiempo el futuro de toda la sociedad. En suma, planteamos una formacin integral que incluya no slo elementos tericos y tcnicos, sino tambin la propia persona del operador frente a los procesos que el fenmeno genera. Cada uno de nosotros recibe y responde de modo singular a las distintas experiencias. El sistema de valores y creencias, la historia familiar y personal, la edad, el gnero, la condicin econmica y de vida, entre otros aspectos, comprometen de modo integral a la persona que interacta con el problema del maltrato infantil. Es por ello que la formacin especializada deber tener como eje el conocimiento que cada uno de los profesionales y/o personal interviniente tengan de su propia persona con relacin al tema del maltrato. La formacin, entendida en este sentido, es un instrumento clave para el logro de cualquier propuesta o programa que intente acciones deslegitimadoras y desnaturalizadoras del maltrato infantil. El juez, en los casos de maltrato, no acta como si estuviese frente a un conflicto de intereses. No hay alguien que pierde y alguien que gana. Existe un inters comn: el bienestar del hijo. Esto significa que la decisin del tribunal no se halla asociada a la culpa del progenitor, sino a la proteccin del hijo. Busca prevenir conductas futuras. Los malos tratos o el abuso slo constituyen un sntoma o signo de un inadecuado ejercicio del poder parental. El concepto de que el Juez solamente tena que hablar por su sentencia y quedarse encerrado en su despacho no sirve cuando estamos tratando problemas de maltratos a nios, nias y adolescentes, tanto sea en sede civil como en sede penal o en sede asistencial. Se debe dejar de lado aquel concepto; se necesita que el juez se integre a la comunidad y que de la comunidad obtenga los recursos para la caridad. No es que no puede el juez, el juez tiene que imaginar la forma de lograr el apoyo. se es el secreto. Las limitaciones no son de recursos, sino que en estos temas que son tan complejos y cambiantes, el juez tiene que llegar a determinar, por ejemplo, cul es el maltrato psicolgico, y para ello tiene que adentrarse en psicologa para poder hacer las preguntas exactas al especialista. Es decir, que para poder hacer las preguntas debe conocer el idioma, hablar con la asistente social y conocer la realidad; esto es fundamental porque si no el juez est haciendo un discurso que pasa sobre la realidad y no llega a la realidad. En este sentido, es que creemos que el derecho solo no alcanza para conocer el maltrato. Quienes se introduzcan en estos temas deben saber muy claramente cmo funciona el asistente social, que informacin puede traer. El derecho es conducta y para comprender la conducta necesita el aporte de otras disciplinas. Es tiempo de comunicarnos si queremos una sociedad mejor. Asimismo con la creacin del Fuero de Nios, Nias, Adolescentes y Familia, tender a que se interprete la verdadera dimensin que reviste la problemtica del nio en el proceso, al cual llega por vulnerabilidad de la institucin FAMILIA, y donde el tratamiento de un conflicto o crisis de la familia en el que est involucrado un Nio, Nia o Adolescente se le d la importancia y necesidad que reviste el asunto. Solo la sensibilizacin y concientizacin de los recursos humanos del poder judicial- involucrando a los seores jueces-, los estamentos del Estado vinculados a la problemtica y nosotros la sociedad-, sobre la necesidad de tomar la proteccin integral de los derechos de nias, nios y adolescentes en su correcto y efectivo encuadramiento, evaluando oportuna y pertinentemente cada caso en su verdadera dimensin, permitir demostrar el alcance que reviste tal institucin. Entiendo que en los Juzgados de Familia de la Provincia de Santa Fe, no se protegen de manera ntegra el inters superior del nio en la familia, cuando abordan un conflicto familiar, quedan zonas grises que debilitan la performance del sistema en la temtica especfica del derecho de nios, no cobra vida un rol protagnico que dinamice la optimizacin del quehacer de quien debe aplicar el derecho al caso concreto, y ello es as porque, la responsabilidad del iuris-dictio se limita a aplicar derecho con cnones preestablecidos, con anlisis estticos y no integrales, interdisciplinarios y con un encuadre pragmtico de los casos llevados a su conocimiento, proyectando su control de gestin solo en la cantidad de expedientes que posee en trmite, y no en la cantidad de casos concretos que resuelve, all es donde verdaderamente radica la fortaleza de la justicia. No podemos concluir nuestro trabajo, sin antes, referirnos a la nueva normativa de la Provincia de Santa Fe, Ley N 12967 de Promocin y Proteccin Integral de los Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes cccv . La norma tiene varias similitudes con la ley nacional y por ello le pueden caber las mismas crticas que se le efectuaron -desde la doctrina- a dicha norma. Cuando se trata de proteger a un grupo vulnerable como es el caso de los nios- las regulaciones legales corren algunos riesgos. Uno es la grandilocuencia terminolgica. Es decir, el empleo de trminos ampulosos y abarcativos con el buen fin de intentar obtener la mayor cobertura legal posible sin dejar ningn nicho de desproteccin. Otro riesgo es la superposicin de normas parecidas pero no iguales que obligan a un esfuerzo interpretativo desmesurado. Claro que siempre es posible resolver la cuestin con un salto a los grandes principios que estn en la Constitucin Nacional; los tratados de Derechos Humanos; la jurisprudencia de tribunales internacionales y nacionales. Pero a veces las urgencias de los chicos no permiten ciertos lujos como la intrincada discusin jurdica. Ahora bien, nos preguntamos si es de buena tcnica legislativa que una ley en cuyo artculo 1 adhiere a la ley 26.061 cccvi sin ms luego enumere las mismas ideas a las que ya manifest su adhesin (aunque como decamos al inicio- con redaccin no siempre idntica). Tal vez hubiese bastado con regular cuestiones particulares no previstas en la ley nacional y que no se contrapongan, que traten materias no delegadas, que brinden una proteccin ms amplia o que creen o adecuen los organismos locales de aplicacin. La ley provincial tambin hace un poco de todo eso. Asimismo, creemos que el tiempo y el accionar de los operadores administrativos y judiciales- irn dando carnadura al nuevo sistema. Porque como ha dicho el Dr. Erbetta, las leyes son papeles y no cambian la realidad por si solas. cccvii , con modestia: lo que s puede cambiar la realidad es el compromiso de las personas y el aporte del Estado. En ese sentido entendemos que es esencial e ineludible deponer cierta actitud de soberbio fanatismo institucional y trabajar coordinadamente entre los distintos poderes. Entonces escuchemos e integremos la opinin- fundada y seria-de cada actor e intentemos contribuir para encontrar la solucin ms simple y efectiva posible para el problema concreto que nos plantea un ser-o grupo- humano igualmente concreto. Solo el accionar comprometido de las personas nos dir si esta ley es un instrumento de excepcional vala o solo otro montn de palabras tan bellas como superficiales. Es igualmente necesario que los poderes respectivos asignen recursos econmicos, humanos y de infraestructura suficientes para que sea posible la efectiva aplicacin. Sin profesionales idneos, sin programas ni instituciones adecuadas para alojar nios cuando es necesario (las que no solo deben existir sino estar en condiciones de habitabilidad compatibles con la dignidad humana de personas menores de edad) no existe sistema de proteccin y promocin viable. Slo as podr hacerse realidad lo regulado por la ley comentada en su art. 31, tercer prrafo (prev que la Subsecretara de la Niez garantice programas e instituciones con la modalidad de puertas abiertas como centros de da, centros de atencin inmediata, paradores nocturnos, albergues temporarios, etc.) Ahora bien, hay en la norma dos cuestiones de suma trascendencia e incidencia prctica: 1. el sistema Provincial de Promocin y Proteccin integral de los Derechos de las nias, nios y adolescentes. 2. la asignacin exclusiva de competencia penal a los juzgados de menores. 1) El Sistema Provincial de Promocin y Proteccin integral de los Derechos de las nias, nios y adolescentes, est conformado por organismos pblicos y organismos no gubernamentales. Entre los primeros se cuentan (Pblicos): a) La Subsecretara de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia (o el organismo que lo reemplace) que ser la autoridad de aplicacin del Sistema Provincial. b) La Comisin Interministerial de la Niez y Adolescencia, la que se crea en el mbito de la anterior. c) Direccin Provincial de Promocin de los Derechos de la Niez, Adolescencia y Familia, cuya funcin es ejercer la coordinacin de las delegaciones regionales de la zona y brindar asistencia jurdica. En rigor, este organismo ya existe. d) Consejo Provincial de Nias, Nios y Adolescentes, de carcter consultivo y de asesoramiento. e) Defensora Provincial de Nias, Nios y Adolescentes, la que tiene a su cargo velar por la proteccin y promocin de los derechos de los mismos. Entre los segundos se cuentan (organizaciones no gubernamentales): Las Organizaciones No Gubernamentales: Son las entidades con personera jurdica que tengan por objeto desarrollar tareas referidas a la niez. Como impresin liminar, tememos que tanta abundancia de rganos, comisiones y funcionarios para tratar el mismo tema-claro que se dir que desde distintas aristas- es una potencial fuente de superposiciones funcionales y conflictos de competencia. Mayor cantidad de rganos de proteccin no necesariamente garantiza mejor calidad de proteccin. La confusin en determinar quin se ocupa de qu cosa puede resultar en que nadie se ocupe de nada. Tenemos nuestra ley provincial de promocin y proteccin de la niez. Es siempre mejor tener la herramienta. Es seguro que habr otros comentarios, conclusiones y no faltar oportunidad para detenerse en normas especficas de esta ley. Por ahora esperamos haber sido lo suficientemente claros en cuanto a lo que desebamos transmitir al respecto de la nueva norma. Una especie de sobrevuelo de aproximacin. Estamos ante una oportunidad de mejorar la situacin de la niez en la Provincia. Ojal seamos capaces de transmutar las palabras en hechos. Slo resta esperar que la profusin retrica-de la que creemos haber dado un panorama- no nos deje sumergidos en la nube de la duda. Porque, cuidado, no siempre la incertidumbre enamora-en ocasiones desespera- cccviii . Asimismo, debemos tener en claro que esto no es suficiente, porque es esencial cambiar los patrones culturales, los estereotipos asumidos, el ideario social. Hay pautas sociales que definen la interpretacin de las leyes, el grado de la aceptacin de las normas, el modo de su aplicacin por los jueces, etctera. Si no ponemos en crisis los estereotipos y las pautas culturales y sociales, no podremos evitar el maltrato infantil en la familia entre las leyes y su aplicacin. ste es el mayor desafo. 6. Propuestas. Como hemos evidenciado a lo largo del presente trabajo existe la necesidad de proponer la Creacin de nuevos Juzgados De Familia En La Provincia De Santa Fe Y Futura Puesta En Funcionamiento Del Fuero De Nios, Nias, Adolescentes y la Familia. Esto nos permitir conjugar armoniosamente en el esfuerzo mancomunado de proteccin integral de sus derechos, articulando y coordinando modos de accin oportunos y pertinentes necesidad. Otras de las ventajas de este sistema, son que nos permitir descongestionar el actuar tribunalicio, que como bien sabemos estn colmados de causas. Debe destacarse aqu que en materia de menores y familia, es necesario siempre contar con una rpida respuesta jurdica, previo contacto con las partes y consulta con operadores sociales, atento carecer el Tribunal dentro de su estructura interna de consultores tcnicos a tales efectos. Con la especificidad del fuero de nios, nias, adolescentes y familia, entendemos que estamos dando un paso importante hacia un mejor servicio de justicia, respecto a la creacin futura de estos Tribunales, que sern el muro de contencin de ste flagelo cotidiano que azota a la comunidad. En la medida que se creen ms juzgados de este tipo habr ms denuncias de violencia familiar, pero no necesariamente a causa del crecimiento de esta problemtica en la provincia sino como consecuencia de estar brindndoles a las familias la posibilidad de poder acercarse a un juzgado especializado a denunciar. Lo que estamos viendo es apenas la punta del iceberg, puesto que la violencia como fenmeno social se ha convertido en uno de los principales problemas sociales de nuestro pas. El menor, por su falta de madurez psquica necesita un tratamiento diferenciado y un juzgador especializado en la materia, preparado mentalmente para atender todas sus necesidades. Para que los resultados sean ptimos proponemos adems, distintos cursos de accin con relacin al maltrato infantil entre ellas: a) La Prevencin: teniendo como objetivo, reducir la incidencia del problema del maltrato infantil; -promover una ideologa basada en el menor como sujeto de derechos y en la inclusin de los derechos humanos en el interior de la familia; -promover la salud, en trminos de mayor bienestar y mejoramiento de la calidad de vida de los nios; promover el desarrollo pleno de los menores; -incrementar la comprensin de las pautas de crianza y socializacin de menores y sus efectos en las familias y la comunidad; -acrecer el conocimiento de recursos; - incidir sobre las prcticas organizacionales; - influenciar la poltica social y la legislacin; - favorecer las redes interinstitucionales; -promover la formacin de especialistas y ampliar su papel. b) Proponemos incluir distintos servicios sociales que es necesario prestar para atenuar los niveles de tensin y ansiedad originados en el conflicto entre el desempeo laboral y la funcin materna o paterna, entre ellos proponemos: 1- La creacin de guarderas para el cuidado temporario de los nios. 2- Comedores escolares o lugares de recreacin infantil. 2- Establecimientos que acojan a madres solas con dificultades sociales o afectivas, etc. c) Programas que propicien un cambio en la conciencia social: esta propuesta tiene como fin modificar comportamientos, creencias y valores por medio de la difusin de los derechos del nio y la correlativa responsabilidad de los padres orientada hacia una interaccin paterno- filial mediante pautas participativas y de cooperacin. d) Programas que propicien la difusin de recursos existentes en diferentes mbitos: se trata de hacer conocer mediante variados mecanismos de difusin los recursos legales, los centros que ofrecen asesoramiento, los servicios de ayuda telefnica, las unidades sanitarias especializadas, los centros de atencin teraputica, etc. Esta informacin debe ser de fcil acceso y, en lo posible, transmitida a travs de los medios de comunicacin de masas, de modo continuo. e) Programas informativo-educativos dirigidos a los nios: brinda al nio medios para protegerse y hacer respetar su integridad frente al adulto. Es decir, el menor se convierte en actor de su propia prevencin. Asimismo el decreto reglamentario 1.745/2001 de la ley 11.529 de proteccin integral contra la violencia familiar en su art. 10, prrafo segundo, establece que el ministerio de educacin evaluar la incorporacin en las currculas de cada nivel educativo, a travs de los contenidos transversales, de los temas referidos a las causas, modos y consecuencia de la violencia familiar, pero entendemos que esto no se cumple, por lo tanto es imperioso que tales contenidos sean dados, as todo nio sabr, por ejemplo que una cachetada, un insulto, es atentar contra sus derechos. f) Creacin de un Registro nico Centralizado, en donde las denuncias deban volcarse. Esto permite detectar las situaciones de maltrato reiterado, evitndose de este modo la accin de los adultos abusadores, quienes para no ser identificados acuden a otro hospital en cada ocasin. A veces, la ayuda a la familia llega muy tarde por desconocerse la historia del caso. Igualmente la concentracin de las causas posibilita el control de las distintas intervenciones institucionales y la eficacia de las medidas adoptadas. g) Centros especializados de carcter interdisciplinario: Proponemos la creacin de centros interdisciplinarios para el tratamiento del nio maltratado y la familia, pblicos o privados, que intervengan, a peticin de los juzgados por medio de la Consejera de Familia (que son las que se mencionan en la creacin de los juzgados de familia) o servicios sociales, para realizar el diagnstico y tratamiento del caso. h) Programas de ayuda y control comunitario: Padres annimos que constituyen organizaciones grupales compuestas por progenitores que han maltratado a sus hijos y desean ayudar a quienes se encuentran en dificultades similares. i) Hogares transitorios: Aqu proponemos la creacin de hogares transitorios para albergar a los nios en situaciones graves, cuando el mismo no pueda ser ubicado dentro de su grupo familiar. j) Establecer un proceso autnomo, dentro del cual se adopten las medidas cautelares: proponemos un procedimiento simple. Una vez efectuados los exmenes mdico-legal y el estudio psicosocial y adoptadas las medidas de proteccin para el nio, se fija una audiencia donde deben comparecer las partes en forma obligatoria. El juez tendr amplia facultad instructoria y puede disponer todas las medidas legales necesarias para verificar los hechos. Adems, entrevista al menor, finalmente se dicta la sentencia que determina si ha existido maltrato, identifica a los responsables, dispone de medidas legales y sociales y, si la conducta reviste gravedad, pasa los antecedentes a la justicia penal. Tambin vemos oportuno implementar medidas sustitutivas de las penas, por la participacin en programas teraputicos o educativos. k) Establecer un adecuado sistema probatorio; amplia libertad probatoria: eliminacin de las restricciones en materia de prueba testimonial. Es indudable que, en un mbito tan ntimo como es la familia, los hechos de maltrato que se cometen en su seno difcilmente puedan probarse. Por esta razn es preciso establecer un esquema probatorio especfico para estas situaciones de abuso intrafamiliar, tanto en el campo penal como en el civil. Concluyendo nuestras propuestas solo nos queda por decir que desde el mbito del poder administrador-poder ejecutivo- y del poder jurisdiccional-poder judicial-, se estn adecuando las estructuras organizacionales y de recur sos materiales para de manera paulatina alcanzar el fin, pero creo todava falta tela por cortar en tal sentido.
i LAMBERTI, Silvio (compilador)Maltrato Infantil: Riesgos del compromiso profesional. Universidad, 2Ed. Rivadavia 1225- Ciudad de Buenos Aires 2006.; GROSMAN, Cecilia P. y MESTERMAN, Silvia. Maltrato al Menor: El lado oculto de la escena familiar. Universidad. Rivadavia 1225- Ciudad de Buenos Aires 2004, 2 ED. actualizada y ampliada; CADOCHE, Sara Noem. Violencia Familiar. Rubinzal- Culzoni y Asociados S. A. Talcahuano 442- Ciudad Autnoma de Buenos Aires 2003. ii En Santa Fe: San Martn 1731-0342-4572990, 4572991, 4572992( [email protected]) y en Rosario: Pasaje lvarez 1516-0341-4721112 ( [email protected] ) . iii Arequito: comuna de Arequito (2183) Arequito telfono/fax (03464) 470532. Email: [email protected] . Carcara: centro Comercial 9 de julio 520 PA (2138) Carcara. Telfono/fax: (0341) 4943055. Email: [email protected] . Coronda: Accin Social Municipal (2170) Coronda. Telfono/fax: (0342) 4911372. Email: [email protected] Roldn: Vieja Estacin de Ferrocarril (San Martn al 700) (2134) Roldan. Telfono/fax: (0341) 4960688 (int. 14) Email: [email protected] . San Lorenzo: Centro Cultural- Entre Ros 514 P.A. (2200) San Lorenzo. Telfono/fax: (03476) 423827. Email: [email protected] . Caada de Gmez: Ocampo 920. (2138) Caada de Gmez. Telfono/fax: (03471) 422132. Casilda: Secretaria Promocin Comunitaria - Moreno y Mendoza (Corraln Municipal) 2170 Casilda. Telfono/fax: (03464) 426327 (oficina). Email: [email protected] . iv Defensora del Pueblo de la Nacin: Suipacha 365 (C1008AAG), Ciudad Autnoma de Buenos Aires. Telfono: 08103333762. fax: (11) 48191581 [email protected] . INADI: 25 de Mayo 145 8 piso (C1002ABC) Ciudad Autnoma de Buenos Aires. Telfono: 011-4346-1734. [email protected] . v Centro de Asistencia a la Victima y al Testigo del Delito: Defensora del Pueblo. San Martn 1615. TE: 4572993/98. Equipo interdisciplinario de Violencia Familiar: (Direccin Provincial del Menor, la Mujer y la Familia) San Jos 1701. TE: 45728888, Hospital de Nios Dr. Alassia: (Comit de Maltrato Infantil) La madrid y Mendoza. TE: 4579237-4505900., Colegio de Abogados: (Consultora Jurdica Gratuita) 3 de febrero 2761. TE: 4592700-45977731; Jefatura Santa Fe: (Delitos Contra la Integridad Sexual) Primera Junta y 9 de julio. TE: 4575218/19, Tribunales Colegiados de Familia N 2 y 3: San Jernimo 1551. TE: 4572766/67, Juzgado de Menores N 1 y 2: 9 de julio 1842. TE: 4572736/37/38/39/40/4/. vi Centro de Asistencia a la Vctima y al Testigo del Delito-Defensora del Pueblo de Santa Fe: Pje. lvarez 1516 (Crdoba y Pte. Roca). TE: 472-1500/05, Casa de la Mujer: San Nicols 281. TE: 4302341. Email: [email protected] , Centro Desarrollo para la Familia y la Mujer (CEDEIFAM): Callao 170bis TE: 4370369. Email: [email protected] , Centro comunitario Alicia Moreau: Asesoramiento y apoyo a mujeres que sufren violencia. Taller de reflexin. La Republica 6130. TE: 439- 9508, Asociacin Lola Mora: Talleres de prevencin de violencia familiar. Platn 1140 Rosario. TE: 4656566, Centro de orientacin a la Victima de delitos sexuales: Italia 2153, P. alta (Comisara 5) TE: 472-8523, Centro Popular de Asistencia a la Comunidad: (CEPAC) Avenida Bermdez 6623. TE: 0341- 4834162, Grupo Desde el Pie: Pasaje Puelches y Casilda. TE: 4387672, Programa de prevencin y atencin en Violencia Familiar: rea de la Mujer, Secretaria de promocin social Municipalidad Rosario. TE: 0800-444-0420. (Santa Fe 638), Programa Grupo El Refugio Prevencin de las relaciones afectivas violentas: (para adolescentes) (gratuito). Centro de Salud n 2, Donado y Derqui. TE: 4573259. Email: [email protected]. vii LINTON, Ralph: Estudio del hombre, F. C. E. Mxico, 1942, p. 198, Cp. X. Cit. Por GROSMAN- MESTERMAN Maltrato al Menor, el lado oculto de la escena familiar. Universidad, 2004, Pg., 78 y SS. viii Cit. Por GROSMAN- MESTERMAN Op. Cit. Algunos datos forman parte de un estudio realizado por un grupo de alumnos en un Seminario de Maltrato al Menor (Carrera de Especializacin en Derecho de Familia, Facultad de Derecho, U.B.A., 1996). Otros datos han sido recogidos de la obra: BURGUIRE, C., y otros: Historia de la Familia. Alianza, 1988, Pgs. 125 a 130. ix DOLTO, Francoise, La causa de los nios. Paids, 1994. pgs. 15 y 18 x SAUCE, De cuando el nio no tena nombre. Espaa: Entrelineas, 1997, p. 10. xi Cit. Por GROSMAN- MESTERMAN Op. Cit. ARIES, Philippe, El nio y la vida familiar en el Antiguo Rgimen. Espaa: Taurus Ediciones, 1988. ISBN: 84-306-1284-X Pg. 10, 11, 19, 488, 498, 65, 178, 537. xii ARIES, P., Op. Cit., Pg. 6. xiii ARIES, P., Op. Cit, Pg. 6. xiv ARIES, P., Op. Cit, Pg. 6. xv ARIES, P., Op. Cit, Pg. 6. xvi SAUCE, Op. Cit. Pg. 7 y Dr. Lenidas COLAPINTO,La hija incestuosa Editado por la Universidad Nacional del Sur. Baha Blanca, 2001. , Pgs. 87 a 89. xvii Aries, Op. Cit, Pg. 7. xviii Aries, Op. Cit., Pg. 8. xix DOLTO, Francoise. Op. Cit. Pgs. 394 y 386; ARIES, Philippe. . Op. Cit. Pgs., 17, 482 y 483, 485,489, 539, 492 y 293.
xx ROUDINESCO, Elizabeth, La familia en desorden: Fondo de cultura econmica. Mxico, 2003, Pgs. 107 y 108. xxi Cit. Por GROSMAN- MESTERMAN. ARIES, Philippe Op. Cit Pgs., 11, 469, 480 y 481. xxii ROUDINESCO, Elizabeth. Op. Cit. Pg. 107. xxiii ARIES, Philippe Op. Cit Pgs. 466, 468 a 470. xxiv ARIES, Philippe Op. Cit Pgs.s. 492, 494, 534 y 541. xxv Cit. Por: GROSMAN- MESTERMAN Maltrato al Menor, el lado oculto de la escena familiar. Universidad, 2004. FREUD, Introduccin al narcisis mo, en obras completas, Vol. I, p. 1091. xxvi DOLTO, Francoise. Op. Cit. Pgs. 100 y 236. y La Causa de los Adolescentes, Pg. 262. xxvii CARRILLO BASCARY, la proteccin legal de la vida, JA, 1002- T- 864. xxviii DIEZ- PICAZO, Familia y Derecho, Tecnos. Madrid, 2006 Pg. 176.- xxix PEREZ, Preparacin de abogado en el tema de familia, Derecho de Familia, n 1, Abeledo Perrot, 1989. Buenos Aires, pg. 110. xxx COOPER, La muerte de la familia. Paids, Buenos Aires, 1972 Pgs. 6 a 27; DOLTO. Op. Cit., Pgs. 11, 125, 226, 267 y 335. xxxi COOPER; Ibd.; DOLTO; Ibd. xxxii ROUDINESCO. Op.Cit., Pg. 106. xxxiii COOPER; Ibd.; DOLTO; Ibd. xxxiv COLAPINTO, Lenidas. Editado por la Universidad Nacional del Sur. Baha Blanca, 2001. La hija incestuosa, Pgs. 85 y 86. - xxxv Sin embargo, esa posibilidad (el buen modelo de adulto) sigue siendo la aspiracin de GROSMAN; Op. Cit., significado de la Convencin de los Derechos del Nio en las relaciones de familia, II., 1993-B- I089.- xxxvi MANNONI, La salud mental hacia al final del siglo, Psicoanlisis y el Hospital. Fasc. n 9, Edit. Psiquiatra y psicoanlisis -Mario Puj, 1996, Pg.60. (Citado 5/6/96). (Disponible en Internet) www.psiconet.com/psa-hospital/9.htm(ltima consulta 5/03/09). xxxvii MARTINEZ Roig y De Pal Ochotorena (1993). Maltrato y abandono en la infancia. Barcelona. Martnez Roca. (Disponible en Internet) www.libreriapaidos.com/libros xxxviii Cit. Por: INTEBI Irene: Cuadernos de capacitacin de Maltratos de nios/nias y adolescentes 2003. Familias del Nuevo Siglo.( Kempe, Ruth S)., "Nios maltratados . Morata, Madrid, 1985, Pg. 23 y ss. xxxix INTEBI Irene. Op cit. Pg. 45, ss. xl INTEBI Irene. Op cit. Pg. 47, ss. (Finkelhor, David): Child Sexual Abuse, The Free Press, New York, U.S.A., 1984. xli INTEBI Irene. Op Cit. Kempe, R. y H., Op. Cit., pgs. 16 y siguientes. xlii INTEBI Irene. Op Cit. Finkelhor, D. Op. Cit., pgs. 1 y siguientes. xliii INTEBI Irene. Op Cit. Finkelhor, D. Op. Cit., pgs. 1 y siguientes. xliv INTEBI Irene. Op Cit. Finkelhor, D. Op. Cit., pgs. 1 y siguientes. xlv Cit. Por: GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit. Pgs. 26, 27, 28 y ss. Kirwood, J. Laurie, y Mihaila, Marcelle: Incest and the Legal System, Inadecuacies and Alternatives, U.C.D., Law Review, University of California, U.S.A., Su mmer, 1979, v. 12, n 2. xlvi GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit Pg. 30, MERZAGORA, I.: Lincesto, Edit. Giuffr, Miln, 186. xlvii GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit Pg.31. xlviii GROSMAN- MESTERMAN; Ibd. Weinhold, B., y Weinhold, Barry K.: Informe del Secretariado del Ao Internacional de la Familia, Viena, 1993. - xlix GROSMAN- MESTERMAN; Ibd. Hayes, J. Y.: Les abus sexuelles sur des mineurs dage: inceste et abus sexual extrafamilial, 1992, cit., en Mezquita Blanca Vsquez: Agresin sexual. Evaluacin y tratamiento en menores, Edit. Siglo XXI de Espaa, Madrid, 1995. l GROSMAN- MESTERMAN; Op. Cit. Pg. 32. Actualmente, en los informes normalizados sobre el delito en los Estados Unidos (United Uniform Crime Reports), se incluye una categora denominada Violencia en el hogar(del informe del secretario general, en el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevencin del Delito y Tratamiento del DelincuenteLa Habana, Cuba, 27 de agosto al 7 de septiembre de 1990--). li GROSMAN- MESTERMAN; Ibd. Informe del secretario general, Ibd. nota anterior. lii GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit. Pg. 34. Datos registrados en el trabajo de Albarracn, Dolores: Hacia una teora integrativa de la victimizacin de los nios, en Buendia Vidal, J.: Psicopatologia infantil, Pirmide, Madrid, 1995. liii GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit. Pg. 34. liv GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit. Pg 35. SERNAM: Proceso de creacin de redes sociales e institucionales para enfrentar la violencia intrafamiliar, Chile, 1991-1994.
lv GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit Pg. 36 Agradecimientos: Hay que destacar la labor efectuada por Diana Goldberg, Aurora Prez, Ester Romano y otros profesionales y estudiosos en sus lugares de trabajo. Desde el seminario El nio maltratado llevado a cabo en el Hospital de Nios Ricardo Gutirrez el 18 de noviembre de 2004. lvi GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit Pgs. 34 y 35. Fuente: Direccin General de la Mujer, Gobierno de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires, 2006. lvii GROSMAN- MESTERMAN. Op. Cit Pg. 36 Fuente: Cifras proporcionadas por el Comit de Maltrato Infantil del Hospital Dr. Pedro de Elizalde, agosto 2003. lviii Cdigo Civil Argentino [en lnea] [Citado 4/03/09] [Disponible en Internet: www.infoleg.gov.ar]. lix CADOCHE, Sara Noem Violencia Familiar. Rubinzal- Culzoni y Asociados S. A. Talcahuano 442- Ciudad Autnoma de Buenos Aires 2002. INTEBI Irene y Norma OSNAJASKI: Cuadernos de Capacitacin de Maltratos de nios/nias y adolescentes, Buenos Aires, 2003, Familias de Nuevo Siglo. GROSMAN- MESTERMAN. Maltrato al Menor. El lado oculto de la escena familiar. 2 Ed.Universidad. Buenos Aires, 2004. lx CADOCHE Sara Noem. Op. Cit. Pg. 167 lxi CADOCHE Sara Noem. Ibd. lxii INTEBI Irene y OSNAJASKI Norma. Op. Cit. Pg. 9 y ss. lxiii Cit. Por: BRINGIOTTI Mara Ins. Maltrato Infantil. UBA.1999. [en lnea]. [Citado 08/11/08]. [Disponible en Internet www.jornadaabuso.com/index.php?id=8. [Ultima consulta 13/03/09]. lxiv CADOCHE Sara Noem. Op. Cit Pg. 168. lxv BARUDY Jorge. El dolor invisible de la infancia. Paids. Buenos Aires, 1998. pg. 65 y ss. lxvi Cit. Por. GROSMAN- MESTERMAN. Maltrato al Menor. El lado oculto de la escena familiar. 2 Ed.Universidad. Buenos Aires, 2004. pgs. 45, 46 y 47. lxvii INTEBI Irene y Norma OSNAJASKI. Op. Cit. Pgs. 27, 28, 29. lxviii CADOCHE Sara Noem. Op. Cit Pg. 169. lxix Cit. Por. INTEBI Irene. Op. Cit. Pg. 33. lxx INTEBI Irene y Norma OSNAJASKI. Ibd. lxxi INTEBI Irene y Norma OSNAJASKI. Ibd. lxxii Cit. Por. LA DEFENSORIA DEL PUEBLO DE SANTA FE. Violencia: Teora y Realidad. CFI (Consejo Federal de Inversiones) Fondo Especial. Santa Fe, 2006. pg. 85. lxxiii Cit. Por: BRINGIOTTI Maria Ins. Op. Cit. pg. 39. lxxiv Concepto elaborado por: El Nacional Center Of. Chile Abuse an Neglect 1978. [en lnea] [Citado 13/06/08]. [Disponible en Internet] http://www.editum.org/abuso-sexual-infantil-p-1111.html [Ultima consulta 10/03/09]. lxxv REINALDO Perrone y MARTINE Nannini: En Violencia y abusos sexuales en la familia. Paids, Bs. As 1997. Pg. 73. lxxvi GlASER Danya y FROSH Spehen "Abuso sexual de nios". Paids, Bs. AS 1997. pg. 55. lxxvii GlASER Danya y FROSH Spehen. Ibd. lxxviii GlASER Danya y FROSH Spehen. Ibd. lxxix REINALDO Perrone y MARTINE Nannini. Op Cit. Pg. 75. lxxx INTEBI Irene:Abuso Sexual Infantil en las mejores familias.Granika. Bs. As.. 1998. pgs. 89 y ss. lxxxi INTEBI Irene. Ibd. lxxxii INTEBI Irene y OSNAJASKI Norma. Op Cit. Pg. 79. lxxxiii BRINGIOTTI Mara Ins. Los limites de la objetividad en el abordaje del abuso sexual infantil.Cit. por: LAMBERTI Silvio. Op. Cit. Pgs. 44, 45, 46, 47, 48 Y 49. TORRES Gmez, 1997 Furniss. [en lnea]. [Citado 13/05/97]. [Disponible en Internet] http://www.saludactiva.org.ar/index.php?id=3_5 [Ultima consulta el 11/03/09]. lxxxiv TORRES Gmez. Ibd. lxxxv TORRES Gmez. Ibd. lxxxvi Cit. Por. LAMBERTI Silvio,- compilador- Maltrato Infantil: Riesgos del compromiso profesional. Universidad, Buenos Aires, 2006. Pg. 46. lxxxvii LAMBERTI Silvio. Ibd. lxxxviii BRINGIOTTI Mara Ins. Cit. por: LAMBERTI Silvio. Op. Cit. Pgs. 47, 48. lxxxix CANTON Duarte Jos y CORTES Arboleda, Mara del Rosario: Gua para la evaluacin del abuso sexual infantil, 2 Ed. Pirmide 2003. Pg... 296 xc RASKIN y ESPLIN, 1991.Cit. por: Cantn Duarte y Cortes Arboleda. Op. Cit. Pg. 305. xci Cit. Por: LAMBERTI Silvio. Op. Cit pg. 57. Diario Clarn, 16/9/01. xcii SAVATER, Fernando. Ibd. xciii INTEBI Irene. Abuso Sexual Infantil en las mejores familias. Granika. Bs. As. 1998. pgs. 89 y ss. xciv LA DEFENSORIA DEL PUEBLO DE SANTA FE Op.Cit. pg. 104. xcv LAMBERTI Silvio [compilador] Maltrato Infantil: Riesgos del compromiso profesional, 2 Ed. Buenos Aires. Universidad, 2006; GROSMAN- MESTERMAN. Maltrato al Menor: El lado oculto de
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Representacin por el Ministerio de Menores [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxv Cit. Por. DUTTO, Ricardo J. Op. Cit. Pg. 545, al decir de. KELMEMAJER DE CARLUCCI. Op. Cit. ccxvi CNCiv. Tribunal de Superintendencias, Resol. del 2-III-1995. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet www.Lexis -Nexis.com.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxvii ART. 264 y concs. del C. Civil y en el Art. 19 de la Convencin sobre los Derechos del Nio, que contempla la proteccin al menor contra toda forma de maltrato. [en lnea]. [Citado 22/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxviii DAYENOFF, David Elvio. Op. Cit. Pgs. 251 a 257. ARTS. 106 Y 107 del Cdigo Penal. Abandono de Personas. [en lnea]. [Citado 18/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 20/04/09]. ccxix ART. 1071 del C. Civil. El ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una obligacin legal no puede constituir como ilcito ningn acto. La ley no ampara el ejercicio abusivo de los
derechos. Se considerar tal al que contrare los fines que aqulla tuvo en mira al reconocerlos o al que exceda los lmites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres. [en lnea]. [Citado 18/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 20/04/09]. ccxx LAMBERTI, Silvio. Op. Cit., pg. 66. ccxxi ART. 59 del C. Civil. Representacin por el Ministerio de Menores [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxxii ART. 286 del C. Civil. El menor adulto no precisar la autorizacin de sus padres para estar en juicio, cuando sea demandado criminalmente, ni para reconocer hijos ni para testar. [Texto Segn Ley 23.264]. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet . www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxxiii Cit. Por. DUTTO, Ricardo J. Op. Cit., pg. 547. Alicia Maria Castro y otros, Aplicacin de la ley 24.417 en los juzgados de primera instancia con competencia en familia y asesoras de menores en la Capital Federal, Derecho de Familia, N 12, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1998, pg. 197. ccxxiv MAGGIORE, Derecho Penal. Parte especial, t. IV, Bogot, Buenos Aires, 1955, pg. 514. ccxxv NUEZ, Ricardo, Derecho Penal Argentino, Buenos Aires, 1959, t. V, pg. 126. ccxxvi DAYENOFF, David Elvio. Op. Cit., pgs. 397, 398, 399, 400. ART. 156, del C. Penal. Violacin de Secreto Profesional. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxxvii Cit. Por. DUTTO, Ricardo J. Op. Cit., Pg. 550. GODFRID, Mario, El delito de revelacin del secreto profesional. LL, 127-1255. ccxxviii Cit. Por. DUTTO, Ricardo J. Ibd. Lucas C. Aon, Una valoracin de la ley de proteccin contra la violencia familiar, en Violencia familiar y abuso sexual. Universidad. Buenos Aires, 1998, pg. 80. ccxxix DUTTO, Ricardo J. Op. Cit., Pg. 552. ccxxx PEYRANO, en cambio, sostiene que es insoslayable, op. cit. ccxxxi ART. 3, de la Ley 24.417. Proteccin contra la violencia familiar. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxxxii Ver CNCiv. Sala G, abril 20-1995, ED, 166-471. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet www.Lexis -Nexis.com.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxxxiii En el orden nacional puede omitir la evaluacin tambin en el caso que hubiese tomado intervencin el consejo nacional del menor y la familia -arts. 6 y 7 dec. 235/96. ccxxxiv DUTTO, Ricardo J. Op. Cit., pg 553. ccxxxv DUTTO, Ricardo J. Op. Cit., demanda de pg. 252. ccxxxvi PEYRANO, Jorge W., Reformulacin de la teora de las medidas cautelares: tutela de urgencia, medidas autosatisfactivas. JA, Bol, del 4/6/1997. ccxxxvii DUTTO, Ricardo, Violencia familiar o domstica. JS, N 31, pg. 163; CNCiv., Sala C, mayo 20- 1997. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet www.Lexis -Nexis.com.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxxxviii Cit. Por. KELMEMAJER, Op. cit. Este criterio es vlido y ante la sospecha o simple evidencia psquica o fsica se debe hacer lugar en aras de proteger a la vctima (es el criterio de la ley de Costa Rica, segn Chaves de Villalobos, Mara Mayela, Ley contra la violencia domstica, San Jos de Costa Rica, edit. Edictex S.A.; 1996, pg. 9, citado en el trabajo de Kelmemajer. ccxxxix CNCiv., Sala H, julio 16-1997. DJ. 1998-2-854.LL, 1998-B-247. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet www.Lexis -Nexis.com.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxl LAMBERTI, Silvio y Snchez Aurora, Apreciaciones sobre la ley de proteccin contra la violencia familiar, ED, 163-1186. ccxli LAMBERTI, Snchez, Rgimen.Op.Cit. pg. 72. ccxlii LEY 11.529, Art. 11, Normas Supletorias de Procedimiento. En todas las cuestiones de procedimientos no previstas en la presente ley, se aplicarn las disposiciones del Cdigo de Procedimientos de la Provincia de Santa Fe. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxliii LOPJ. Art. 64. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxliv CNCiv., Sala F, febrero 27-1996. ED, 10/2/1997. LL, 15/7/1996. [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet www.Lexis -Nexis.com.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxlv ART. 230, CPCCSF. El demandado podr allanarse a la demanda, reconociendo sus fundamentos. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxlvi ART. 229, CPCCSF. Ibd. En cualquier estado del juicio, podrn las partes desistir de sus acciones o excepciones.. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxlvii LEY, 11.529, art. 6. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09].
ccxlviii Cit. Por. Dutto, Ricardo J. Op. Cit., pg. 560. Carlos M. Mighetti, Graciela S. Iacobelli, Procesos urgentes y derecho de familia. Cautelares innominadas, medidas autosatisfactivas y anticipatorios. Monografa presentada en el curso a distancia de la especialidad en Derecho de Familia, 1998. ccxlix CNCiv, Sala A, mayo 21/1996. LL, 3/12/1996, dem, marzo 25/1997, LL, 1997-E-241; CNCiv., Sala C, abril, 17/1997, causa 216.644; CNCiv., Sala H, febrero, 10/1997, causa H 205.288, Base de Datos del Sistema Informtico Jurisprudencial de la CNC [en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet www.Lexis -Nexis.com.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccl GOWLAND, ED, 136-684. ccli LVAREZ, Onofre Contralor o intervencin del Estado en el derecho de familia?, ED, 19-2-1998. cclii KEMELMAJER de Carlucci. la medida autosatisfactivas. Op. Cit. ccliii Cit. Por. Dutto, R. J. Op. Cit., pg. 561. ccliv Conf. Mighetti e Iacobelli, Op. Cit., pg. 563 cclv BIDART CAMPOS, Germn J., sostiene que la obligacin constitucional de asegurar y respetar los derechos del nio pesa no slo sobre los poderes del estado sino tambin sobre los particulares (padres, los tutores, las instituciones que albergan menores, etc.). Constitucin, tratado y normas infraconstitucionales en relacin con la convencin sobre derechos del nio, en El Derecho y los chicos. Espacio Editorial, Bs., As., 1995, pg. 35. cclvi Cit. Por. Dutto, R. J. Op. Cit., pg. 564. CNCiv., Sala K, octubre 17-1997, LL, 1998-B-753. en lnea]. [Citado 21/04/09]. [Disponible en Internet www.Lexis -Nexis.com.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. cclvii DUTTO, Ricardo J. Op. Cit., pg. 564. cclviii LEY, 11.529, art. 7. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. cclix Jeschek, Heinrich, Tratado de derecho penal, Bosch Casa Editora S. A., Barcelona, 1981, pg. 1183, Cit. Por. Grosman-Mesterman-Adamo, Violencia en la familia, La relacin de pareja, aspectos sociales, psicolgicos y jurdicos. Universidad, Bs. As., 1989. pg. 382. cclx Cit. Por. Dutto, R. J. Op. Cit., pg. 566. Castro, Derecho de Familia N 12, Abeledo Perrot, Bs. As., 1998, pg. 198; Grosman, C., Martnez Alcorta, Irene, una ley a mitad de camino. La ley de proteccin contra la violencia familiar, LL, 1995-B-851. cclxi Art. 207, LOPJ. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. cclxii PEYRANO, Jorge W, Medida cautelar innovativa, Buenos Aires, 1981. Desalma, pg. 109 y ss. cclxiii Art. 8, Decreto Reglamentario 1.745/2001 de la Ley 11.529. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. cclxiv Art. 9 Ibd. cclxv Art.10. Ibd. cclxvi Cit por. Grosman-Mesterman. Op. Cit., pg. 444. cclxvii CAPLAN, G., Principios de psiquiatra preventiva. Paids, Buenos Aires, 1980. , pgs. 66 a 72. cclxviii Prevencin, primaria, secundaria, terciaria. Desarrollada en el Captulo 3 de la presente tesina. Pg. cclxix Art. 18.2 de la CND. [Citado 16/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 20/04/09]. cclxx Art. 18.3. Ibd. cclxxi Art. 13. de la ley 24.417. [Citado 16/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 20/04/09]. cclxxii Cit. Por, Grosman- Mesterman. Op. Cit., pg. 445. cclxxiii Grosman-Mesterman. Ibd. cclxxiv VASSALLI, A., Gabana, L., Cirillo, S.; Di Blasco, P., y Azzoni, M.: La intervencin coactiva en los casos de maltrato en la familia, en Lupi, S. y otros: La perspectiva de relaciones en las instituciones y en los servicios territoriales, Miln, 1985. El Centro al cual hemos hecho referencia funciona en la calle Spadini 15, Miln, Italia. cclxxv Cit. Por, Grosman- Mesterman. Op. Cit., pg. 452. Romano, Esther, en sus intervenciones en las I y II Jornadas Interdisciplinarias sobre Problemtica Minoril, Colegio de Abogados de Morn, 1985, relata experiencias de esta naturaleza realizadas en el Estado de California, Estados Unidos. Destaca, asimismo, que en la localidad de San Martn, provincia de Buenos Aires, se han hecho experiencias de este tipo. cclxxvi GROSMAN-Mesterman. Ibd. cclxxvii GROSMAN-Mesterman. Ibd. cclxxviii Ley 24.417., contra la Violencia Familiar. [Citado 26/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 29/04/09]. cclxxix Ley 24.417. Ibd. cclxxx ART. 1 Decreto Reglamentario de la ley 24.417. [Citado 26/04/09]. [Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 29/04/09]. cclxxxi ARTS. 7, 8 y 9. Ibd. cclxxxii ART. 11. Ibd.
cclxxxiii LEY, 11.529, art. 7. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. cclxxxiv HASSEMER, N. Alternativas al principio de culpabilidad, Rev. Doctrina Penal, Desalma, Bs. As., N 18, abril/junio 1982. cclxxxv LEY, 11.529. Ibd., y, Ley, 24.417. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09 cclxxxvi ART. 3. Decreto Reglamentario, 1.745/2001. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. cclxxxvii Cit por. GROSMAN-Mesterman. Op.Cit., pg. 377. cclxxxviii Cit por. GROSMAN-Mesterman. Ibd. cclxxxix Criterio que se ha seguido en algunos proyectos antecedentes de la ley 24.417 (proyecto Cceres; proyecto Gmez Miranda). ccxc ART. 10, de la Ley de Proteccin de Menores de Puerto Rico. Cit por. GROSMAN-Mesterman. Op.Cit., pg. 387. ccxci ART. 9.1. Convencin sobre los Derechos del Nio. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxcii ART. 9.2. Ib d. ccxciii BELOFF, Mary. Nios y jvenes. Los olvidados de siempre, en El nuevo Cdigo Procesal Penal de la Nacin, comp. Julio J. Maier, Editores del Puerto, 1993, pg. 243. ccxciv ART. 12. Convencin sobre los Derechos del Nio. [en lnea]. [Citado 21/04/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 23/04/09]. ccxcv Cit por. GROSMAN-MESTERMAN. Op.Cit., pg. 468. Berizonce, Roberto O. Necesidad de una ley nacional de bases sobre garantas del efectivo acceso a la justicia, Rev. Jurisprudencia Argentina, 15/11/81. ccxcvi Cit por. GROSMAN-MESTERMAN. Op.Cit., pg. 470. Guariglia, Fabricio: Las prohibiciones probatorias, en El nuevo Cdigo Procesal de la Nacin, cit., pg. 15. ccxcvii GROSMAN-MESTERMAN. Ibid. ccxcviii Cit Por. GROSMAN-MESTERMAN. Op.Cit., pg. 471. BERLINERBLAU, Virginia. Dra. Especialista en Psiquiatra Infanto-Juvenil y en Medicina Legal e integrante del Cuerpo Mdico Forense de la Justicia Nacional. Una perspectiva mdico-forense del abuso sexual infantil (indito). ccxcix BERLINERBLAU, Virginia. Abuso Sexual Infantil, 1997 ccc GROSMAN-MESTERMAN. Op. Cit., pg. 473. ccci GROSMAN-MESTERMAN. Ibd. cccii Ley N 12.967, del 17/04/09, de Promocin y Proteccin Integral De Los Derechos De Las Nias, Nios y Adolescentes. [en lnea]. [Citado 05/05/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 07/05/09]. ccciii LEY N 3820, de Proteccin Integral de los Derechos de las Nias, Nios y Adolescentes. [en lnea]. [Citado 05/05/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 07/05/09]. ccciv LEY N 9053, de Proteccin Judicial Del Nio y el Adolescente. [en lnea]. [Citado 05/05/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 07/05/09]. cccv Ley N 12.967. Op. Cit. [en lnea]. [Citado 05/05/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 07/05/09]. cccvi Ley 26.061 de Proteccin Integral De Los Derechos De Las Nias, Nios y Adolescentes. [en lnea]. [Citado 05/05/09].[Disponible en Internet. www.infoleg.gov.ar]. [Ultima consulta 07/05/09]. cccvii Dr. ERBETTA, D. Ex decano de la UNR., y actualmente Ministro de la Corte Suprema De Justicia de la Provincia de Santa Fe. cccviii DOLINA, Alejandro. Lo que me cost el amor de Laura. CD 1, Track N 10 La nube de la duda.
BIBLIOGRAFA a) GENERAL. DAYENOFF, David Elvio, "Derecho Penal. Parte general, Ed. Ediciones del Pas, 2005. Cdigo Penal, Concordancias, Comentarios, Jurisprudencia, Esquema de Defensa. 8 Edicin. Buenos Aires. ED. a Z editora, 2003.
PEYRANO, Marcos, Carrillo, Hernn, Garca Sol, Marcela, Eguren, Maria Carolina, Cdigo Procesal Civil Y Comercial De La Provincia De Santa Fe. Comentado Con Doctrina Procesal Especializada. 2 Edicin. Rosario. ED. Juris, 2006.
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DUTTO, Ricardo J., Manual Doctrinal y Jurisprudencial de Familia, ED. Juris. Rosario, 2005.
GROSMAN-MESTERMAN, Maltrato Al Menor, El Lado Oculto De La Escena Familiar. 2 Edicin Actualizada Y Ampliada. Buenos Aires. ED. Universidad, 2004.
LAMBERTI, Silvio. (Compilador). Maltrato Infantil, Riesgos Del Compromiso Profesional. 2 Edicin. Buenos Aires. ED. Universidad, 2006.
INDICE
Agradecimientos....2 Resumen.....4 1. rea......10 2. Tema.............10 3. Ttulo....................10 4. Problema..........10 5. Objetivos..............................................................................................................10 6. Marco terico.......................................................................................................11 7. Hiptesis .............................................................................................................13 8. Puntos de Tesis....................................................................................................13 9. Metodologa.14
Captulo I
LA FAMILIA Y LOS HIJOS
1. Introduccin.......................................................................................................16 2. El nio de la edad Media...................................................................................17 2. a. Antecedentes..........17 2. b. El nio sin registro.19 2. c. Carencia de un sentimiento de la infancia..................................................19 2. d. El aprendizaje.................................20 2. e. El Derecho de primogenitura..21 3. El nio en la sociedad moderna22 3. a. El nuevo espacio del nio en la familia.22 3. b. La escuela..22 3. c. Sentimiento de la familia y de la infancia.22 3. d. Familia moderna y sociedad...23 3. e. Discurso sobre el nio24 3. f. Problemtica del nio.24 3. g. Sobreproteccin y dependencia..25 4. Situacin jurdica y social del nio en la posmodernidad..26 5. Consideraciones finales..36
Captulo II
MALTRATO INFANTIL
1. Introduccin...40 2. Amplitud del concepto..................................................................................40 2. a. Criterios a tener en cuenta en la definicin43 3. Formas diversas de maltrato...44 3. a. Maltrato fsico44 3. b. El castigo fsico en los nios causa los siguientes efectos45 3. c. Conductas opuestas que un nio golpeado suele adoptar...45 3. d. Esquema para reconocer en un nio cuando tiene lesiones accidentales y no accidentales46 3. e. Indicadores a tener en cuenta46 4. Maltrato Emocional..47 4. a. Cuestiones que implican (MNE)47 4. b. Conclusin..48 5. Negligencia49 6. Sndrome de Munchaunsen por poderes49 7. Abuso Sexual Infantil.50 7. a. Definicin de Abuso Sexual Infantil..51 7. b. El abuso implica.51 7. c. Revelacin..53 7. d. Trastornos disociativos..55 8. El escepticismo frente al relato infantil.55 8. a. La Evaluacin del relato del nio exige que el entrevistador posea..56 8. b. Por qu el abordaje del ASI resulta tan complejo?......................................56 9. Consideraciones Finales61
Captulo III PREVENCIN DEL MALTRATO INFANTIL
1. Introduccin...65 2. La prevencin del maltrato infantil66 2. a. El derecho de correccin de los padres y sus lmites.68
2. b Situacin del pediatra en la prevencin del maltrato infantil.69 2. c. La prevencin del maltrato infantil se establece en tres niveles70 2. d. El modelo democrtico en el funcionamiento de la familia..73 3. La responsabilidad del Estado y la cooperacin de la comunidad.73 4. Intervencin de la justicia..75 4. a. La denuncia o presentacin76 4. b. Hecha por los profesionales de la salud, los menores, los servicios pblicos o privados..76 4. c. Personas habilitadas para hacer la denuncia de maltrato fsico y abuso sexual..79 4. d. Quienes estn obligados a hacer la denuncia.80 4. e. El secreto profesional.81 4. f. Prohibiciones..84 4. g. Prohibicin de denunciar84 4. h. Efectos de la denuncia84 5. Consideraciones Finales.85 Captulo IV
ANLISIS DE LA LEGISLACIN ARGENTINA Y ALCANCE NORMATIVO SOBRE LOS DERECHOS DE LAS NIAS, NIOS Y ADOLESCENTES 1. Introduccin...89 2. Los derechos del nio en la familia. La convencin. La ley.89 2. a. Convencin sobre los derechos del nio89 2. b. ley 26.061 de proteccin integral de los derechos de las nias, nios y adolescentes...94 3. Participacin del nio/a o adolescente en el proceso...101 4. Normativa contra la violencia familiar104 4. a. Que Es La Violencia Familiar?..104 4. b. Legislacin nacional. Ley 24.417....105 5. Legislacin de la provincia de Santa Fe..107 5. a. Ley 11.529 y decreto reglamentario 1745/01..107 5. b. Aspectos positivos en la ley.108 5. c. A modo de crtica puede manifestarse.108
5. d. mbito de aplicacin. Art.1.109 5. e. Decreto reglamentario provincial 1745/2001...111 5. f. Parientes. Ascendientes y descendientes..112 5. g. Menores112 5. h. Parientes Colaterales113 6. Presentacin. Competencia..114 6. a. Juez int erviniente y juez competente115 6. b. Ley 11.117117 6. c. Asesoramiento letrado..118 7. Trmite reservado.118 7. a. Deber de denunciar...119 7. b. Obligacin de denunciar y el secreto profesional122 7. c. Procedimiento..125 7. d. Medidas autosatisfactivas126 7. e. Caractersticas de las medidas autosatisfactivas..127 7. f. Asistencia especializada...131 7. g. Sanciones.135 8. Consideraciones finales...138
Captulo V
LINEAMIENTOS DE ACCIN FRENTE AL MALTRATO INFANTIL, Y FUTURA PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DEL FUERO DE NIOS, NIAS, ADOLESCENTES Y LA FAMILIA
1. Introduccin141 2. Distintos cursos de accin con relacin al maltrato infantil...143 2. 1. Prevencin..143 2. 2. Evaluacin de riesgo y diagnstico152 2. 3. Intervenciones.153 2. 4. Evaluacin de resultados159 2. 5. Capacitacin y programas de entrenamiento..160 2. 5. 1. Caractersticas de la capacitacin...160 2. 5. 2. Destinatarios de la capacitacin.162
2. 5. 3. Metodologa163 2. 6. Bases para las reformas en el plano legal- judicial..164 2. 6. 1. Tratamiento especfico del maltrato del nio por sus padres o sustitutos..164 2. 6. 2. Establecer un proceso autnomo dentro del cual se adopten las medidas cautelares165 2. 6. 3. Denuncia de los hechos. Quienes pueden denunciar el maltrato. Su carcter facultativo u obligatorio.167 2. 6. 4. Inmunidad para los denunciantes...169 2. 6. 5. Medidas de emergencia..170 2. 6. 6. Tutela jurisdiccional y el respeto del principio de legalidad en los procesos penales y civiles..171 2. 6. 7. Establecer un adecuado sistema probatorio176 2. 6. 8. Disposicin del nio o adolescente como medida excepcional..180 3. Creacin de juzgados de familia en la provincia de Santa Fe y futura puesta en funcionamiento del fuero de nios, nias, adolescentes y la familia.182 3. 1. Competencia...183 3. 2. rganos judiciales..185 4. Ley N 12967..186 4. a. Esquema. Ley 12967..195 4. b. Medidas de proteccin integral..201 4. c. Medidas de proteccin excepcional201 4. d. Aplicacin de las medidas excepcionales...202 4. e. Defensor provincial de nias, nios y adolescentes...203 5. Conclusiones finales..204 6. Propuestas...211 Citas215 Bibliografa.225 ndice..226