Conciencia Ecológica
Conciencia Ecológica
Conciencia Ecológica
repartida por medio del mercado y alguna ayuda del Estado (aunque no necesariamente
de manera equitativa). Los que se oponen a esta visin desarrollista son llamados de
manera despectiva como eco-histricos o neo-comunistas (verdes por fuera, pero
rojos por dentro).
Para evitar este modelo suicida de desarrollo, lo primero que debemos comprender es su
origen ideolgico. De dnde proviene la idea que el ser humano puede hacer lo que
quiera con el planeta y los dems seres vivos que lo habitan? En el pensamiento
Occidental est clara la influencia de las creencias judeo-cristianas. En el Gnesis se
relata que el creador mand a los primeros seres humanos a procrearse y someter al
resto de creaturas (ver Cap. 1, 26-31). De esta manera, durante siglos, se ha considerado
al ser humano como el centro del Universo, al punto que se crea que el Sol giraba
alrededor de la Tierra. Dicho modelo mental an no ha sido superado, incluso en
organizaciones vinculadas al desarrollo y que no profesan credo religioso. Los polticos,
por supuesto, no se apartan de estas creencias y presumen al afirmar que impulsarn
desde el Estado, polticas que tengan como fin primordial el bienestar del ser humano.
Claro que tampoco dicen cmo repartiran los eventuales costos y los beneficios de la
explotacin de recursos naturales que son propiedad estatal, esto ltimo como
consecuencia del mismo modelo establecido, aunque generalmente socializan las
prdidas y privatizan las ganancias.
Los pueblos indgenas han sido de los pocos que levantan su voz en contra del uso
indiscriminado de ros, lagos o montaas, y del exterminio de otros seres vivos que
habitan el planeta Tierra. Han sido la conciencia en favor de la biodiversidad. Su ethos
promueve la armona con la naturaleza. En algunas comunidades qeqchies de Alta
Verapaz, por ejemplo, todava se pide permiso al espritu de la montaa para ir a
extraer sus recursos, como la lea para cocinar. La nocin de la Madre Tierra que
provee el sustento diario prevalece en muchos pueblos que, por esa razn, an
mantienen un sistema de propiedad colectiva de los recursos (bosques, agua, tierras). De
esta manera, los pueblos que en Occidente se consideran como los menos civilizados
nos dan lecciones de desarrollo sostenible y equitativo.
A pesar de esos destellos de cordura, an hace falta cambiar la conciencia colectiva
humana. La influencia del cristianismo y de otras ideologas no nos permite dar el
siguiente paso: reconocer que somos una especie animal ms en este planeta. Somos
fruto de la evolucin biolgica durante millones de aos y compartimos ancestros con
los dems seres vivos. Somos polvo, pero de estrellas. Ningn poder superior nos otorg
ttulo de propiedad sobre la Tierra y quienes la habitamos. Aunque nuestras creencias
nos han conducido por un camino de perdicin (literalmente), el conocimiento cientfico
nos puede llevar a otro de salvacin. Por ejemplo, el reconocimiento del calentamiento
global como resultado de la actividad humana y los mecanismos disponibles para
detenerlo (ver debate de varios aos en Science Friday de NPR).[i]
En el siglo XVI, el debate entre los dominicos de La Espaola, que luego Bartolom de
las Casas abander y los de Salamanca articularon, y los conquistadores y
encomenderos sobre la naturaleza de los indgenas (para esclavizarlos violentamente o
someterlos pacficamente por medio de la evangelizacin) intentaba responder a la
pregunta de si eran humanos o no (y por lo tanto animales, sin alma merecedora de
salvacin). Si se conclua que eran lo primero seran sujetos de derecho y consideracin
por parte de la Corona, de lo contrario seran tratados como bestias de carga. Cinco
Conviene recordar el contexto que haba en estos pases desarrollados, contexto que
cambi radicalmente a partir de los aos 1970, cuando el perodo llamado las Treintas
Gloriosas lleg a su fin. Las Treinta Gloriosas fueron tres dcadas de crecimiento
econmico y del surgimiento de las sociedades de consumo. Pero este modelo
econmico caracterizado por el crecimiento industrial, favorecido por su acceso a las
energas fsiles, se cay con la crisis del petrleo de 1973, sobreviniendo un paro
generalizado, y ms an, un fuerte rechazo de la poblacin a ese modelo.
LAS CATSTROFES ECOLGICAS
Los movimientos contestatarios se focalizaron entonces, en el cambio econmico de la
sociedad, a la vez que se dieron cuenta de los daos causados en el medioambiente.
En efecto, entre los aos 1960 y1970 el mundo conoci un aumento alarmante de las
catstrofes ecolgicas, pues se multiplicaron las mareas negras. El naufragio del
petrolero norteamericano Torrey Canyon en las costas britnicas y francesas en 1967,
puso de relieve un peligro latente y motiv las primeras polticas pblicas europeas para
luchar contra l. Pero otra marea negra ocurri en 1978, la del petrolero liberiano
Amoco Cadiz, que todava es considerado como una de las mayores catstrofes
ecolgicas de la historia: ms de 220.000 toneladas de petrleo bruto se derramaron en
400 km de costas bretaas, en el norte de Francia. Esto, sin referirnos al naufragio de
1999 del petrolero Erika, perteneciente a la sociedad francesa Total, cuyo petrleo bruto
se disemin otra vez en las costas bretaas.
Lo mismo vale para las catstrofes qumicas: la explosin de la fbrica Icmesa en
Seveso, Italia, en 1976, difundi una nube txica en los alrededores de cuatro ciudades.
La explosin de una fbrica de pesticidas, filial del grupo norteamericano Union
Carbide, en la ciudad indiana de Bhopal (1986) difundi otra nube txica que provoc
la muerte directa de 3.500 personas, y ms de 20 000 murieron de enfermedades en las
semanas siguientes. Adems, la catstrofe de Chernobyl, en 1986, puso en alerta la
peligrosidad nuclear.
PERIODO DE DEBATES Y DISCURSOS
El conjunto de esos movimientos contestatarios, acentuados por la multiplicacin de las
catstrofes ecolgicas y humanas, cuya mayor parte se produjo por negligencia tcnica,
hicieron que la gente adquiriera otro nivel de conciencia de la problemtica
medioambiental. Claro, porque cientficos e idelogos empezaron a someter a debate el
uso insensato de las energas con combustibles fsiles y la poltica toda nuclear,
desarrollada desde los aos 1970 en Europa, sobretodo en Francia. Ms adelante, se
organizaron numerosas conferencias internacionales dedicadas especialmente al
medioambiente. No es un azar que nacieran en 1971 dos de las mayores Organizaciones
No Gubernamentales de la proteccin medioambiental: Greenpeace y WWF (World
Wide Fundation).
En 1972, cientficos del Club de Roma, ONG fundada en 1968, se reunieron en esta
ciudad para estudiar el impacto de las actividades humanas en el mundo. Ellos
Dar ejemplo
La actitud es clave para conseguir una buena predisposicin que ayude a
poner en prctica conductas ecoamigables de forma cotidiana, por lo que
fomentar actitudes verdes es como plantar una semilla que acabar
germinando y dando sus frutos: esos gestos ecolgicos que acaban
contagindose a nivel familiar o en crculos de amigos. Por lo tanto, si
queremos que los ms jvenes tengan conciencia ambiental, hemos de
predicar con el ejemplo en casa y tambin en la calle.
A travs del razonamiento y de la sugerencia, pero sobre todo del ejemplo
positivo, el reciclaje y otras conductas deseables surgirn naturalmente.
Sobre todo, importa dar un enfoque optimista a los gestos cotidianos eco
responsables, como separar los desechos para facilitar su reciclaje, no
derrochar agua ni luz, cultivar un huerto orgnico con ellos o practicar un
consumo sensato. Lejos de ser una obligacin o un castigo, ha de verse
como algo deseable, como una contribucin que beneficia al medio
ambiente y tambin a nosotros.
Reciclar es divertido
El reciclaje creativo es un filn para divertir a los jvenes y abrirles todo un
mundo de posibilidades que poder aprovechar para sus intereses.
Descubrirn que pueden convertir objetos desechados o que ya no se usan
en otros realmente tiles y divertidos, al tiempo que entendern a partir de
su propia experiencia el problema de los residuos y la importancia de
separarlos, as como de controlarlos generando el mnimo y reciclando
correctamente.
En Navidad, por ejemplo, sera divertido hacer las tpicas coronas de forma
alternativa, utilizando envoltorios de caramelos, papel de aluminio con el
que envuelven el bocadillo del cole, botellas de plstico o cualquier otro
objeto reciclado.